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~ . 14 YVES MENY y JEAN-CLAUDE THCENIG
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rJo~t J~ /1b.

LAS POLÍTICAS PÚBLICAS/


Versión española a cargo de
FRANCISCO MORATA

EDITORIAL ARIEL, S. A.
BARCELONA

i.
i
INTRODUCCIÓN GENERAL

1 Las autoridades públicas actúan. Un ayuntamiento, un ministerio o un


/ parlamento intervienen, cada uno a su modo, de múltiples maneras. Se toman
. medidas, se asignan recursos, se imponen obligaciones en los ámbitos más
. variados, desde la seguridad pública hasta la cultura, desde la fiscalidad hasta
~- la procreación. En nuestras sociedades, la esfera pública y estatal se ha insta-
..; . lado en todas partes, y cada individuo, de un modo u otro, siente sus efectos:
:: en su vida personal, en sus relaciones con la colectividad, incluso en la fo~X)
Titulo original: f ' de gozar de la naturaleza que lo rodeallil estudio de las políticas públicas no·!lJ
Polúiqua pub/iqMes 1 es otra cosa ~~-~l~!t!QÍ.9_~ Ja_¡icgón ~1as ~(ondacles~pµGli~l séño '
Traducción de
¡• , deJ~eil~ ¿Qué producen quienes nos gobiernan, para lograr qué ~ul-
SALVA.DO& DEL c.um. 1 tados, a través de qué medios?
J Aunque, a primera vista, esta perspectiva científica puede parecer eviden-
l.' edición: febrero 1992 te, está lejos de ser espontánea porque estamos marcados por reflejos que nos
© Presses Univcrsitaira de France, 1919
impiden observar los hechos reales, comprender los pormenores o adminis-
trar lo cotidiano.
Derechos exclusivos de edición en castclluio Así, la acción pública susci~ de entrada juicios apasionados. Asusta,
resavados para todo d mundo cuando no se convierte en un revulsivo, en particular si se han sufrido sus in-
y propiedad de la ttadua:ióo.: convenientes. O bien, por el contrario, despierta una adhesión incondicional,
E:> 1992: Editorial Arid, s. A.
Córcep., 270 - 08008 Ban:dooa porque el Estado sería el correctivo menos malo a disposición de los pueblos
para enmendar los fallos del curso natural de las cosas.\Antes de proceder a
ISBN: 84-344-1684-0 un análisis, muy a menudo se está visceralmente a favor o en contra del
&tadoY
Depósito legal: B. m - 1992 Otro reflejo obedece a la ingenuidad. Consiste en tomar por dinero con-
Impreso en EspaAa tante los textos y los discursos oficiales. Un buen conocimiento de la
Constjtución, matizado con un poco de ·derecho y moderado por la lectura de
1992. -Talleres GráflCOS HUROPE, S. A. la prensa, bastará para dar cuenta del trabajo gubernamental y administrativo.
Recuedo, 2 · 0800S Bartdooa El riesgo consiste en que se confunda la foima con el fondo, y que el trabajo
Nin¡uu pane ~ cu pa.bticadóo, iadizido d diSálo de la Qlbiau, puede ser reproducida, aJmxe. se perciba tal como pretende ser, no tal como es. •
l'.ada o transmitida _m manen ~ ai por lliQ¡do medio, ya xa eléctrico, qulmico, mecwco, Las mismas ciencias sociales han tardado mocho en mirar cara a cara la
ópóco, de pbaci6n o de fo<ocopu. ú pemiso pmio cid editor.
acción pública. Se necesitó largo tiempo para que dejaran de dar vueltas en
~
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ELANÁLISlS · 159
. .
~

·'
G La:_primacíaje~~ -<!_e_l-:~~~ri~4'. La a~~ci~n, que.es la
espina dorsal de la implementación, se parece a una p~de 1erarqUI.Zada
y centralizada. La orden es suficie~te_para que l~s dec1sores, s1tua_dos en la
cúspide, sean ob~ecidos progresivamente basta llegar a los eJecutores
que actúan en la base. En la perspectiva dibujada ~ este respect? por Max
Weber la burocracia simboliza el modo de autondad más racional, Y la
regla ~ctúa como el principio legítimo más constrictivo. ~~.?~ _si_g@j~a
que los circuitos de c_Ol!~ol jer~9ui~~ ~~~tan- ~ar~ ~egurar los actos
deseados. ' .
CAPfTULO VI - La distinción entre ~!.!IJÚVt~o político.J ~l_!Il..!1.!!QO a . ~-~v_q. V
Ha{dos- ésferas radical_?.1ente qis~ en_]~~a~_vida~ p~b~~ Una ~rres-
LA IMPLEMENTACIÓN a· os·
ponae f {es~nsaoles elegidosyor VO~CIÓO. Otra .!C~e .a_los Í\l!1CI0Da-.
• t ri~ Cada ·una· procede con normas específicas. Sm embarg?, el mundo ~-
ifüñistrativo no representa ningún desafío·especial en la medida en que el m-
:i /La implementación designa la fase de una política pública durante la cual se terés general, la neutralidad política y la profesionalidad constituyen referen-
generan actos y efectos a partir de un marco normativo de intenciones, de textos cías objetivas. · ·'
o de discursos. Poner en práctica, ejecutar, diÍigir, administrar/no faltan pala- _ .. ~ La búsqu~~-d~l _P-ri.ncipio de ~~ciencia. Existe en e~ sen~ d~ ~as org~-1· .¡
bras para identificar lo que, a primera vista, parece evidente a cáda uno. Sin em- ' · nízaéione:s úi:i-piincipio _fundador que urdena la buena gestión diana. la opn~
bargo, las ciencias sociales adoptan una terminología particular. En francés es ) mización ~ los recursoS"y los resulta~~- La éficiencia deriva de métodos de
cuestión de poner en práctica (mettre en reuvre); en inglés, de implementation. * trabzjo;"de-procedimiéiltos cieiltífi~im~te establecidos a !os que toda perso-·
En efecto, ¿la ejecución de una política pu1>Iica debe generar necesariamente na que se considere racional debe adhenrse. Ésta es, por ejemplo, la perspec-
efectos? Lo esencial puede estar ahí: un término específico como implementar tiva desarrollada en los años 1920-1930 por la escuela gestionarla inspirada
denota. por parte del analista. la prudencia de no prejuzgar el contenido y el pro- porFayol.
ceso, rompiendo, si es preciso, con el sentido común. ·
De ahí una visión que minimiza el significado de la implementació~ en el
__ .../ trabajo político. Poca autoridad discrecional y _nin~ libertad de aCCión de
1. El enfoque top-down tipo político ~ permiten a los escalones ~e ~1ecut16n de ~ estructura de
- -- ---·-· -·-- --- - mando situada arriba, en el centro, en la cusp1de de la máquina. Implementar
¿Por qué interesarse en la ejecución? En las políticas públi~ ocurre significa aquí que:
como en muchos otros actos. La decisión ha sido tomada en el centro; aparen-
temente, ya se ha hecho lo esencial. El resto se reduce a un asunto de ejecución - quien decide asigna al ejecutor una tarea sobre la base de criterios
en la periferia. En condiciones normales, la ejecución es un arte menor. técnicos, impersonales, de competencia y de le?ali~ .
- la política pública se comunica y confía al eJecutor baJo la forma de
interacciones específicas detalladas", procedimientos operacionales Yprogra-
.1 .1. UN·RAZONAMIENTO UNEAL mas de actividad; . .
- el ejecutor pone en~':-: las ~cciones conforme a los objetivos
~~es que, c u l ~ ~ ~ su~el ~~ de- ~ -~\em~~- y las indica~ones dadas por el_decisor. V
9~ Continuamos transmitiendo representaciones de lo reilqüe quitan importan-
cia al papel que pueden cumplir los ejecutores. Si quienes deciden actúan en la es- Según esta óptica, existe, pues, una separación n~ta entre la concepción \
cena política, los que ejecutan, por su~ se ~liegañ en foúparatos"adiiurus-- ~ ~-políti~.Ysu _ejecuci~n. Ade~ ésta es ~ o r a ~ella que~ p~-
trativos. lás nietáforas no son inocentes en esta materia. Tres creencias estroctn- . cede. Dicho·ae otra manera. una política no se enuncta realizándola sobre el
~ ~ ~-~razonamiento: · · · - · ·-· · ieiieño; preexiste a su ejecución. .
· Esta.perspectiva se denomina a menudo top-down en la literatura anglo-
sajona. Describe la puesta en práctica como una secuencia lineal que des-
• Aquí hablaremos indistintamente de ejecución, U112Lementaci6n o puesta en práctica.
(N. dtl T.) - --
160 USPOúnCAS PÚBUCAS El.ANÁLISIS ·161

~~ del centro hacia la periferia. Lo alto gobierna por la definición del soporte de su propio poder interno frente a sus jefes o subordinados y clien-
sentido Y de _los fines,_ y por el mantenimiento de la autoridad. La base aplica, tes exteriores. En la base se desarrolla una vida compleja que no tiene gran
por confonrudad a la Jerarquía y por apropiación instrumental. cosa que ver con la racionalidad a que la cúspide pretende atenerse, hecha
de juegos de influencia y de negociaciones en tomo a la aplicación de las
El enfoque top-down de la ejecución normas y de los procedimientos.¡u naturaleza de las prestaciones públicas
está condicionada por los escalones de ejecución, cuyas particulares lógicas
de acción -nacidas como consecuencia de reacciones psicológicas, presio-
nes jerárquicas o estrategias de poder- modifican el modo de transforma-
Centro Fomuación ción como los de los objetivos generales en una realidad para el usuario a
de la decisión
nivel local. A su manera, la base es activa. Escapa a las órdenes y al con-
trol de la cumbre. La no ejecución plantea, por tanto, un problema de capa-
cidad de control y de coordinación. La ejecución es una fuente de disfun-
Periferia ·· Impacto ciones.
sob(e el terreno · El enfoque to~down basa su estatuto en su capacidad de plantear una
perspectiva dirigida hacia la acción, con tonalidad gestionarla. Trata de res-
a
ponder cüestiones concretas. ¿Por qué se observan tantos errores y tantas
li~quepasa disfüñcionés en la -ejecución·de las políticas públicas? ¿Es verdaderamente
posible una implementación perlecta, teniendo en cuenta la complejidad del
. E:1 paso del ~ntro a la periferia se traduce por la transformación de los mundo moderno?
obJetJ_v?s en medios, por la sustitución de la política por la técnica, por la de- La solución pasa por una revisión de las condiciones de partida que es
s_apan~ón de los desafíos conflictivos en provecho de las racionalidades ges- necesario satisfacer para que las disfunciones sean mínimas (Hood, 1976;
tlonanas. Fesler, 1980; Gunn, 1987). Algunas de estas precondiciones, requeridas para
aspirar a la perfección, se hallan, de entrada, fuera del alcance de los ejecuto-
/ / res.1Por ejemplo, un contexto político, las disposiciones públicas, los marcos
1.2. EL DOMINIO DE LA ACCIÓN institucionales constituyen otros tantos condicionamientos para los ejecuto-
res. En cambio, otras variables dependen de sus atribuciones; los ejecutores
El enfoque top-down parece creíble. Las instituciones administrativas de' las pueden enmendar o moldear más o menos (Hogwood, Gunn, 1984). Así:
los Estados modernos están edificadas sobre estas premisas. Es también inte-
l~almente elegante. En fin. en un mundo ideal, provee la solución a la ges- - el horizonte de tiempo disponible, la duración y el calendario pre-
tión de la intendencia diaria. vistos;
Los sociólogos de la organiz.ación la han completado observando el otro - el acceso a los recursos suficientes -ni demasiado ni poco- y la
lado del espejo; es decir, la vida diaria en los despachos. Han descubierto disponibilidad de recursos adecuados;
«avenas> en la máq~a. ~í, estudian los comportamientos reales que adop- - la conformidad de la teoría de cambio social sobre la que descansa la
tan los escalones de eJecuet6n en la base de los servicios públicos: los encar- concepción de la política pública; es decir, el hecho de que exista realmente
~os. de la ventanilla en una prefectura (WoimS, 1965), los obreros de man- una relación entre las consecuencias esperadas y las intervenciones públicas;
te~ento en el Servicio de Explotación Industrial de Tabacos y Cerillas - la existencia de un circuito lo más corto posible entre el decisor y el
(Crozier, 1964), el guarda forestal en la Administración federal norteameri- ejecutor;
cana (~ufm~, 1967) o los s~rvicios locales de la Tennessee Valley - que para una política pública haya un solo ejecutor, claramente desig-
Authonty (Selznick, 1949). La IIUSina observación se impone en todos los nado y con l.tl>ertad de movimientos;
J casos: }lo que sucede en la base ele la maquinaria piramidal es mucho más
/ complicado de lo que cree la cumbre. /
- la buena comprensión y el acuerdo personal de los ejecutores en
cuanto a los objetivos que se han de promover, condiciones necesarias para
!fªY una importan~ ~~onomía de acción. Los ejecutores, cuyos compor- su motivación;
tam.ien_t°:5 es~ en pnnctp10, condicionados por los procedimientos técnicos - la existencia de procedimientos y de tareas bien especificados y orga-
Y administrativos, se los apropian discrecionalmente, hasta convertirlos en nizados según una secuencia correcta;
162 LAS POúnCAS PúBUCAS EL ANÁLISIS · 163

- una comunicación y una coordinación perfectas entre los ejecu- del comercio -únicamente los ferrocarriles-, y sus ejecutores dispo-
tan•; - nían de flexibilidad para aplicarla. En el siglo XX las leyes intentan con-
~ la obediencia perfecta, es decir, la ausencia de resistencias de los eje- trolar globalmente el comportamiento humano, en forma de peticiones
cutores frente a la autoridad que decide. de principio llevadas a lo universal -lo que Lowi llama el entorno de.
la conducta- al mismo tiempo que endurecen sus modalidades de apli-
De las observa¿iones empíricas _puede extraerse un modelo prescripti- cación. Tal es el caso de las Civil Right Acts destinadas a combatir, de
vo (Brewer, Léon, 1983). Así, las dificultades de ejecución se acrecientan manera sinóptica, frontalmente y hasta la erradicación completa, la dis-
cuando: criminación racial y sexual. La consecu~ncia es una degradación de cri-
terios de aplicación de las políticas públicas y, al mismo tiempo, una
- la fuente de la política y el nivel de autoridad donde se ha concebido crisis de confianza creciente de la población frente a los poderes públi-
el contenido, se encuentran alejados de los ejecutores; cos. \En efecto, cuanto más tratan los políticos de temas generales, ma-
yores dificultades experimentan los servicios públicos para orientar su
- a _la política que se va a ejecutar le faltaii claridad y precisión en la
formulación de los programas concretos destinados a alcanzar los objetivos
~~os, sea por su carácter demasiado sucinto o abstracto, sea por las com-
l
1 ejecución y mayor espacio se abre para las intervenciones de los grupos
de presión, quienes tratarán de influir en fa aplicación de la ley según
plicaetones que pesan sobre ella; . sus puntos de vista.1
. - la política ~n~dena reacciones hostiles en la opinión pública o ve~ Lo mismo se comprueba en las políticas públicas de Francia. Ense-
le1dades de captación en intereses particulares, frente a los cuales los ejecuto- ñanza superior, política industrial, protección del medio ambiente, trans-
res se encuentran desan;nados; portes, urbanismo: tanto los gobiernos de izquierda como lós de derecha
- a los ejecutores no se les ofrecen estímulos positivos para el éxito. han dotado los distintos sectores de leyes-marco de carácter exhaustivo.
Sobre el terreno, ya es otra historia. Los servicios ejecutivos no disponen
/ ., El problema del control de la ejecución ha sido relanzado al comprobarse de la base local ni de los instrumentos técnico-juñclicos necesarios, por
'- · que cuanto más multiplican los gobiernos sus intervenciones, menos se tra- ejemplo,. limitar la contaminación industrial. Con respecto a la descentrali-
ducen .éstas en resultados. La intendencia ya no sigue. Dunsire habla de im- . zación, el desfase enl!C la teoóa y la práctica se revela todavía más espec-
plemoztation gap (I)unsire, 1978). El fenómeno se vuelve patente desde el tacular. J.as grandes políticas de reforma destinadas a fomentar la participa-
final~ los años sesenta e~ Estados Unidos y en Europa. El Estado no cesa ción de las fuerzas vivas y los ciudadanos desembocan en pequeñas combi ·
de legislar, pero en la práctica no pasa gran cosa, o bien se produce lo contra- naciones locales que reequilibran los poderes entre los representantes del
rio de lo esperado. Estado -el prefecto- y los funcionarios electos comunales o departamen-
Es el caso del proyecto de «Gran Sociedad» apadrinado por el presi- tales: el alcalde, el presidente del Consejo General (Grémion, 1976; Dupuy,
dente L. B. Jobnson. Durante algunos años, el Congreso norteamericano Thremg, 1985).
adopta un número considerable de nuevas intervenciones federales en ' \,\ partir de la dificultad de los poderes públicos, no ya para deci~, _stno
campos tan variados como la ayuda social y el urbanismo. Las decisio~es para bacet;re recomenáarií al Estaaó que abandone süs proyectos-sinópticos
s~ votan rápidamente y sin dificultad. Pero el desencanto no tarda en sur- . eñprovecho de un enfoque niás realista, tomando en cuenta las'rigideces b·u:
gir. Por una parte, las nuevas prestaciones se retrasan debido a la satura- · roci"áticas internas de las administraciones y la fuen.a de los acuerdos locales
ción de_ l?s servicios responsables. Por otra parte, se plantea la duda de si enlresusrepresentántes y los grupos de intereses: ·electos, ºnotables ecoñómi-
J/ las dec1S10nes adoptadas por el ·<;:ongreso y el ejecutivo federal no están cos_y_socíalés;étc-:'{Crozier;-1987J.~ cri§dé@1!~ no es la coberen--0. •'
..más ~nsadas p~ demostrar qu1c ~e decide, que para ser ejecntadas...Su cia de la decisión ni el apoyo que recioéentre las élites, sino su factil>ilidad,
. cont~mdo_ ~ amb1gu?, vago o _abstracto; un catálogo de deseos más gue los efectos de palanca reales que puede generar en el momento de la ejecu-
un <lis os1nv~ o rativo. Lo~ eJecutores, abrumados por la tarea y critica- ción. Ésta se ve rehabilitada como un problema colectivo mayor. Se convier-
dos por el publico, so obJeto de fuertes presiones (Derthic1, 1972· te, incluso, en un recurso de aprendizaje y de adhesión para los vértices del
Raclin, 1977). ~ ' Estado, separados de la información concreta y de la comunicación con los
. De ahí las llamadas al orden de los politólogos (Lowi, 1969). ·El go- administrados.
bierno federal ha pasado, a lo largo de su historia, de lo particular a Jo A fin de cuentas, más que un problema de gestión y control de los apara-
general. Así, la lnterstate Commerce Act, de 1887, era una «buena» ley tos administrativos, ¿no es el propio e~O<l!!CJ~Qfill~~tulados mis-
porque era concreta, pues afectaba a un ámbito particular si no menor mos, lo que debe ser puesto en duda? 1: 0
-- 7 ,._.r-J,. 1V!:R3iDA0 OEL VAl
11
11 D!·,t~ón de 8 1t>f1o?e,:::
164 LAS POl.inCAS l'ÚBUCAS El.ANÁLISIS 165

2. Razonamientos alternativos tácticas de aq11ellos a quienes la ley ha sido confiada para su ejecución. A su
manera, el ejecutor es un empresario político.
~ partir de_ los años setenta, una literatura científica especializada se La línea divisoria entre el enfoque top-down y razonamientos de otro or-
aduena pro~vamente del tema de la ejecución de las políticas públicas. den, emerge nítidamente cuando se leen las prescripciones que los autores
(Para una reseoa ~ los ~jos norteamericanos véase Ym. 1980.) extraen de sus observaciones, y los consejos que dan para actuar mejor.
_Una _refereooa ya clásica es el estudio realizado por la Universidad de Pressmao y Wtldavsky recomiendan a los decisores que minimicen las
Cali.forma, en Berkeley (Pressman. Wtldavsky, 1973). En 1966 la F.conomic disfunciones, anticipando al máximo desde el ~mienzo, desde la formula-
Development A~tratioo, un organismo federal. concede s~bvenciones a ción de la política, las condiciones concretas que presidirán la ejecución. En
empresas de la Ciudad de Oakland -en forma de aumento de sus capitales- la medida de lo posible, se requiere sencillez, por ejemplo, evitando recurrir
para ~ear empleos para desocupados de larga duración. Se acuerda destinar a intermediarios autónomos, a terceros ejecutores. Tras examinar una serie de
23 millones de dólares a este fin. Así se crearán 3.000 empleos. Tres años decisiones tomadas en áreas tales como la contaminación del aire, la protec-
más tarde sólo se habían gastado 4 millones, generadores de 68 nuevos ción del litoral, las nuevas ciudades y la educación, otros autores identifican
empleos. las condiciones que deben cumplirse para que la puesta en práctica tenga éxi-
En ciertos aspectos~este .trabajo no se caracteriza por una gran originali- to (Mazrnanian, Sabatier, 1983). ~ su opinión, se pueden evitar problemas
~ En_umera la larga lista de erro~, desventuras, obstkulos, distorsiones y si quienes deciden formulan directrices de actuación no ambiguas, de las que
disfun_c1ones, a las que se ve sometido el programa desde su concepción, en sean conscientes los actores y cuyos criterios estén claros. No obstante, ¿qué
Washmgton, hasta su ejecución práctica, a 4.500 km de distancia en sucede cuando la característica de la acción política, es decir, el conflicto y la
~aklaD.d. !-,a.situación_ ~ complica debido a la implicación de innumerables ambigüedad, marca con su sello la situación? Como recuerdan Barret y Hill,
10termedianos, serv1C1os públicos y org~ismos locales en la gestión. numerosas políticas se fundan en ajustes entre contradicciones o entre oposi-
Pressm_an YWtldavsky no ofrecen un nuevo modelo explícito: desde su pun- ciones (Barret, Hill. 1982). En efecto, el ·compromiso, deseado o no, explíci-
to de VIS~ la ejecución sigue una secuencia lineal, unidireccional, en la cual to o tácito, permite avanzar a la acción pública. E.ste comRf()miso puede ad-
lo de amba, o la cúspide, condiciona lo de abajo, o las condiciones de acción quirir diversas formas: -~ ( & t 1 - p ce:; ...,>~<,} ~ l·.... .,._J11<> V\
en la base, sin ningún tipo de retroacción. No obstante, el libro merece una ("-"" ~. ,(_,. l~-..,.,1 t, t ( C1'ci\.#f ...i._. CJ pCI".; i ··:
l~tura ~lenta porque_señala ~os vías estimulantes. Por una parte, anula toda - la existencia de noonas, valores, visiones objetivamente contradicto-
diferencia e~tre actores políticos y actores técnicos, ya que cada uno a su rias entre sí o que se consideran conflictivos;
( modo cootnbuye a .~ertir el proceso. Por otra parte, para Wtldavsky )'. - la necesidad de los decisores de respetar de antemano o ganar para su
.¡ { Pressman, toda ~ ~ n1 _toda acción, esté o no eg l!~ea de la po~ causa a los actores e intereses que ocuparán un lugar clave en el momento de
fonn~da al COil11~1.§l8!1J!i9 l!M~twaad ~P.ll~!~te~ la ejecución;
La miplementactón se revela como un escenario en el que intervienen ac- - el hecho de realizar concesiones, de eliminar la posible opooición de
to~es que no pe~ecen neutros ni pasivos. El contenido de una política pú- los que se verán afectados por la ejecución y que pueden «alborotar» políti-
/
/ blica está con~etonado tanto por su ejecución como por la decisión (Radio, camente en esa etapa del proceso.
1?77). A ~ de ahí, esta perspectiva será explotada por numerosos estu-
dios, C?n ~Jeto de construir una teoría política (y no una teoría gestionarla) Por otra parte, ocune que una política pública sea concebida y modelada
de la eJecución (Nakamura, 1980; Mclaughlin, 1983). sin prestar atención a la manera en que los actores sociales son capaces de
El papel de los ejecutores _p~e determinante. Otro investigador de sortearla o neutralizarla. La ingenuidad de los cooceptores tropezará enton-
Berkeley, observando lo que sucede una vez que ha sido adoptada una ley ces con la sorpresa de las reacciones de la sociedad: creen hacer el bien, pero
co~~eba que el juego está lejos de haber terminado (Bardach, 1977). ~ los presuntos beneficiarios se sienten agredidos y los enemigos velan. Lo tes-
decisión, tomada por los políticos californianos, de reformar la política relati- timonian las políticas de reforma global de la educación lanzadas en Francia
va a los enfermos mentales pasa por las manos de los administradores. en 1982 por Savary y en 1986 por Devaquet.
Ba.rdach observa que su contenido continúa siendo reformulado enmendado El recurso de las autoridades competentes a políticas ambiguas, abstrac-
y vf=fo~ado. (En efecto, los ejecuto:es adoptan posiciones ~nte al. te~ tas, operativamente vagas, refuerza el papel de los ejecutores. Parece como si
distracetón _de los recursos, defonnaetón de los objetivos, elusión de los con- la decisión pertinente para los interesados estuviera descentralizada hacia los
trol~ extenores, uso de la ler ~ara aplicada a otras políticas públicas.~ pa- escalones de ejecución. De ahí la paradoja de que, diariamente, el ejecutor
noplia está repleta de las múlllples formas que revisten las estrategias y las deba resolver con sus actos el problema de la ausencia de consenso o el falso
ELANÁLlSIS 167
166 U.S l'OÚllCAS PÚBUCAS

las situacioqes concretas de los interesados prescribe un proceso ascen-


consenso que presidió la fo~ulación de las soluciones entre quienes tienen dente de la ejecución, que aplica especialménte a los países de economía
formalmente esa responsabilidad (parlamento, gobierno, etc.). mixta (Hull, Hjem, 1983). La fórmula bottom up seduce, aun cuando ana-
~ lo que demuestra, por ejemplo, la ley sobre la limpieza de bosques líticamente parece más crítica que constructiva. En un importante artícu-
~adioleau: 1982): yotada apresuradamente por el Parlamento un 31 de di- lo, Elmore propone por su parte un razonamiento de retroceso o back-
~e~bre, sm oposietón aparente, sin embargo, afecta de manera directa a los ward mapping, que aplica a las políticas de empleo para la juventud
silVJcultores a los que estimula a explotar mejor sus bienes, so pena de apli- (Elmore, 1987). Hay que abandonar lo que llama «la noble mentira de la
car!~ uno~ impuestos. En realidad, el texto de la ley es bastante vago en lo ciencia administrativa», o sea, la idea de que quienes deciden controlan o
relativo al nnporte real de los impuestos y al cálculo de sus bases tribut.arias. pueden controlar a los ejecutores.JAl contrario, el punto' de partida se si-
Se co~ó a ~ pref~to de departamento su aplicación detallada, ajustando túa en la formulación concreta del comportamiento o de la situación que,
las ~as segun l:15 CJI'CUDStancias locales: tipos de bosques, climatología. ta- en la práctica, incita a intervenir a una autoridad pública. Después, se tra-
mano. de las ~rop1edades, etc. De hecho, según su criterio, el prefecto podrá ta de definir las soluciones organizativas, a través de las cuales este com-
~nalizar ~ silVJcultor con una suma discreta o, al contrario, con una suma portamiento o esta situación pueden verse afectados o modificados por la
cmco_ o seis veces mayor. es decir, una verdadera sanción financiera.. En la política pública, observando el efecto esperado. ~te razonamiento inver-\
práctlca se dan tantas soluciones como situaciones departamentales: cada tido permite determinar el punto de contacto más inmediato entre el pro-
prefecto hace «s~• política forestal, respetando siempre escrupulosamente la blema y la política, en un mundo donde ni los políticos ni los decisores .¡
ley. En este ~so momento, empi~ a movilizarse los intereses forestales resuelven los problemas, sino las personas más próximas al comporta-
afectad~. Asombro~ente mudas hasta entonces en el plano nacional, las _miento o la situación que se pretende resolver. l ·
. agrupaciones de_ silvicultores se manifiestan localmente tras la adopción de la · La teOiía de la ejecución, lanzada a comienzos de los años setenta por la
ley, cuando el eJecutor, funcionario del &lado, pasa a la acción. El resultado ciencia política norteamericana a raíz de la controversia ideológica sobre el
es espectacular:_en l_a.~ayo~a _de los casos, el prefecto debe contemporizar y proyecto de «Gran Sociedad», encuentra un relevo fecundo en Europa occi-
a~ptar la base nnposibva ~ª· frente a unos lobbies que han aceptado tá- dental desde fines de la década de los setenta, en particular en Gran Bretaña
et~ente una ley en apanencra moderna -rehabilitar el patrimonio econó- (para un panorama de estos trabajos, véase Hogwood, Gunn, 1984) y en la
nuco que es el bosque--, encerrando sus ardores en la discreción de las ante- RFA (véase especialmente el programa de investigaciones coordinadas por
cámaras administratiyas de provincias. Mayntz, 1980).
{¡ ~l,'esi~~es, ne_gociaciones, regateos: la ejecución es la continuación de la Un avance importante provendrá del enfoque sistémico. Éste ofrece, en
. luc~ lí . .. _cas. La ambigüedad de los textos y la fle- efecto, dos ventajas. Descubre los efectos de retroacción que ocasiona el con-
~ ilidad de las disposiciones extienden el juego político hasta el ejecutor. tenido mismo de la política pública; y habilita la ejecución como una activi-
I ¿~odre~os,~ntentamos ahora con hablar de disfunciones en la base, de las dad constitutiva del sistema político.
~~= sena victlma la. cumb~? De he_cho, ~~or dggr&.l\..,SO,b¿"e~~ecutor ,:p.,Más que lineal y unidireccional, el proceso de ejecución aparece movi--;
. . . _P~~~l ~ ~ ~ ~ ~ Q . . . B l legislador nacionálño d8'por un principio de circularidad. Puede definirse como: 1) una declara-
puede ser tan mconsci.ente o ingenuo como para no preverlo. Por ejemplo ción de preferencias gubernamentales, 2) me~atizada por un cierto núme- i,
~nfiando a los prefectos la aplicación de un impuesto -en el caso de la lim~ \ ro de actores, y 3) que crean un proceso circular caracterizado por relacio- )
pieza de bosques- el ~~ se 1!1ues~ capaz de anunciar una política con nes recíprocas de poder y las negociaciones (Rein, Rabinovitz, 1978). En · E
la que contenta a sus parttdarios sm castigar irremediablemente a los afecta- otra;, palabras, todo participante en el proceso de ejecución puede interve- :
dos que amenaz.a p e ~ Éstos pueden esperar.~ el decisor gana tiempo y nir en cualquier momento en otra parte del mismo proceso, aunque fonnal- ¡
f n? se compromete .lITeparablemente en una dirección demasiado rígida. mente su tumo haya pasado. La decisión jamás está definitivamente toma- ;
V~ ~ x p l i c a r que si la ~j~91~~~- ~habtá hecho lo que ha da, incluso cuando está e{\ manos de los ejecutores.rein y Rabinovitz ob- J
@ido Y que, decícliaaiñente, tas resistencias burocráticas"lreDtCat cambio' servan que en el momento de la ejecución, el juego está dominado, en pro-
son ~ado~=.am6tgtlecful guia su acciól'.L"' porciones variables, por tres imperativos diferentes que pueden ser más o
S1.la f?mÍÍÍiaéín : política pública se toma como punto de referencia y menos conflictivos entre sí:
su aplicactón se presenta como una sucesión de éxitos o de fracasos en relación
a este IJU:llto, ¿cómo escapar a una perspectivabasada en el decisor? - un imperativo legal: el respeto de los actores por la legalidad y por la
.::.. Inspirándose en la teoría del public choice, Hjem propone un· enfoqud subordinación jerárquica a las autoridades competentes;
fi'ottom up, que vaya de abajo arriba (Hjem, Porter, 1980). Partiendo de
168 LAS POÚTICAS l'ÚBUCAS
' ELANÁUSIS 169

- un imperativo organizativo: el apego que los actores manifiesten por también apuestas sobre aspectos más precisos, especi~en!e sobre ~ J.
normas tales como el interés del servicio, la factibilidad técnica, la moral pacidad e los e· tores ara a ro 1arse de las prescn~1ones..,y actuar
profesional, etc.; · s. Estos postulados, e orden más opera~pulan,
- un imperativo concensual: la búsqueda por los actores de un nivel de por ejemplo, en materia de prevención en carretera, _que el miedo~ poli-
acuerdo aceptable entre las partes influyentes que tienen un interés afectado cía -las medidas represivas como las maltas, renrada de permisos de
por la política ejecutada conducir, etc.- bastará para provocar el respeto de las normas entre los
t ' conductores, pero también que el policía deseará asustar, que establecerá
Dado el carácter crónicamente inestable de la ejecución, la conciliación controles, y que asimilará los procedimientos definidos para vigilar y cas-
entre los tres imperativos es incierta hasta el final. tigar. Tanto como el destinatario, es el ejecutor quien se convierte en un
elemento clave en el proceso de cambio social que encubre una política
pública. Las apuestas que recibe, ¿son correctas y actuará anticipadamen-
3. Un marco analítico te, o son equivocadas y ocurrirá algo distinto?
De ahí la necesidad imperiosa para el analista de aclarar los
~ La ejecución de una política pública se caracteriza por un conjunto de ac_- pos t ne re ttca u ca en matena e cam 10
tividades individuales u organizativas que transfonnan conductas en el marco soc . ¿ or qu razones se generan en e teueno efectOs deducidos de una
de un contexto prescriptivo establecido por una autoridad pública competei cosaaotra? La dificultad consiste en que el paradigma del cambio social. por
te.. Esta.definición. aoalíti~ da cuenta de dos facetas de la ejecución: lo general, no está especificado abiertamente ni se halla d~visto ~ ~ -
vV onentac1~va que mcluye el cambio social y un siste~~cci güedad. Sin embargo, podemos utilizar una clave que pemllte descubOf rápi-
compuesto normalmente por muchos actores. , damente algunos parámetros esenciales: ole.l ~v--r~':}YI\.,:. ~ cc..vl.J. r
'>r,CA.cU_.
¡) Los objetivos enwiciados o enfocados
3.1. LA TEOIÚA DFL PROCFSO DE CAMBIO
- ¿Existen criterios prescritos por la autoridad pública? Por ejemplo,
Ejecutar es aplicar un programa de acción a un problema, a una situación ¿se han dictado criterios cuantitativos o cualitativos en cuanto a los resulta-
o a un comportamiento. Ello implica modificaciones y perturbaciones en re- . dos que han de generarse, en témrinos de número o de nivel? ·
lación al «estado natural» de la gente y de las cosas inducidas, suscitadas o - ¿Cuál es la naturaleza de esos criterios? ¿Son «blandos» o «duros»,
solicitadas. Un cierto número de ciudadanos, de interesadosLverán su ámbito son laxos o apremiantes, ambiguos o unívocos?
de comportamiento convertido en blanco de los ejecutores. f>e trata de obte- \
ner que, en los contextos así perturbados, los individuos y los grupos cam- 1 ijf El horizonte de tiempo cubierto
bien a partir de deseos y de incitaciones más o menos directas procedentes de
los ª<:lºres públicos.JPor ejempl?: los policías y los gendarmes controlan la - ¿Existen plazos dados para que la ejecución genere resultados?
velOCtdad de los vehículos, se deJan ver en las carreteras, infonnan al público - Estos plazos ¿están estipulados de manera precisa o vaga, según una
a través de_campañas llamad.as educativas, para que los conductores no so- progresión escalonada en el tiempo o sólo por un tope final?
brepasen los 90 km/h.
Si, como ha sido demostrado anterionnente, toda política pública encubre El postulado del plazo es una pieza maestra de la teoría de la ejecu-
una teoría del cambio social, la ejecución constituye, en este aspecto, su ción. La autoridad pública administra un desfase. Legisla en un momento
prueba de la verdad. Se considera que existen relaciones de causa a efecto t, sus prescripciones se aplican desde el día siguiente o algunos meses m~
-con razón o sin ella, ésta es otra historia- entre las intervenciones públi- tarde y su ejecución puede demorarse sin límite o durante un plazo ~lati-
cas y la situación de los subordinados: por ejemplo, la limitación de la velo- vamente largo. No obstante, existe el riesgo de que en t + n cambie d
cidad, variable independiente, debería hacer disminwr el-número de acciden- contexto global del problema. Las disposiciones normativas que comporta
tes ~ves en carretera Pero una política pú~lica no se contenta, implícita o la decisión, ¿anticipan o no esa evolución? Así, unos decretos-ley de 1945
explíatamente, con tomar a su cargo una causalidad al nivel más global refe- han regido durante cuarenta y un años las prácti~as comerciales de
rida únicamente a sus ·finalidades o a los indicadores de resultados. A través Francia. Elaborados en un período de mercado negro para proteger a los
del dispositivo de ejecución que utiliz.a o pone en pie con este fin, admite compradores contra la negativa de los comerciantes a vender, continuaron
\ ELANÁIJSJS 171
\170 LAS POltncA.s PÚBLICAS
/
~ EL SISTEMA DE ACOÓN
vigentes en períodos de abundancia económica, pese a que la relación de
fuerzas económicas se había invertido en favor del comprador y en detri- Si se desea romper con la perspectiva administrativista o _t ~Jiay
mento del productor (Dupuy, Threnig, 1986). que evitar dos trampas. La primera lleva a pensar que toda pó ·ca pública
enaendra, casi ex nihilo, un proceso de ejecución que le es específico. En \
~ Los administrados afectados o:Os términos, una política dada es n~ariamente el problema principal del
que se ocupa el ejecutor y, en cada nueva decisión, el juego de la ejecución
- La política pública ¿desarrolla hipótesis sobre su forma de a d a ~ se distribuye nuevamente entre los jugadores. La segunda, que es un poco su
~ las pres¡;ripcion~? Por ejemplo, ¿se espera de los aañíllustrados que se contraria, contempla el proceso de ejecución cooio el camino, a veces difícil,
conformen, que se resistan, o incluso que aprendan en función de procesos que debe abrirse una decisión a través del aparato administrativo preexisten-
indirectos y difosos en el tiempo? te. Dicho de otra forma: las burocracias son alérgicas a toda innovación, y el
- ¿Qué tipo de incitacion~ reciben? ¿Són inexistentes o numerosas, aparato administrativo es monolítico. romadas como hipótesis pendientes de
punitivas -el bastón-, incitadoras -la zanahoria- o una combinación de verificación, estas dos representaciones son aceptables si se confrontan con
ambas? · los hechos. Admitidas como postulado, prejuzgan la observación de los he-
chos y sus interpretaciones. ·
~ Los tjtcutort..s movilizados
~
La ejecución estructura un campo de acción en el que intervienen nume- "\
rosos actores: los encargados formalmente de la ejecución -por ejemplo, los
- ¿Existen postulados o expectativas en cuanto a su mcxlo de apropia- servicios exteriores del Estado-, y otros actores más lejanos, en principio
ción de la política pública? Por ejemplo, por conformismo jerárquico, por no afectados, pero que se movilizan porque la ejecución representa un desa-
adhesión a la causa de la que tratan las medidas, etc. fio para ellos o para sus mandatarios -por ejemplo, los notables locales-.
- Su interés en apropiarse de las medidas públicas ¿es marginal o prio- ¿Qué hará el analista de las políticas públicas. provisto de una visión más
ritario en relación a sus actividades diarias? ¿Administrarán un problema neutra de los fenómenos? Tratará de confrontar la lt9J'Ía con la prát!í_~~
único, que es el tratado por la política pública definida, o bien este proble- esquema pt:$nintilm.c.mi.Jos hccl>as rea~ue puede observar.
ma es una actividad entre otras? ~ esie~i~·c1e= se vista ¡;ueae·~tablecer·úñl"'lítihlis~tóñ·entte·ro

1
que Mayntz llama una estructura de ejecución y lo que denomina un proceso
En efecto, a menudo los decisorcs recurren a terceros para ejecutar e·ecución (Ma , 1980)._r:- . . . . , .- ~J

sus prescripciones: agencias técnicas, servicios administrativos, funcio- Proceso designa la teona o la prescn~ón: ~mo _la autoa~d ~u.blica
narios públicos, etc. El ejecutor no es neutro: el analista deberá apreciar competente o el decisor percibe, define y fija la CJCCUetón; las disposietones
los postulados que dicho recurso significa en cuanto a la racionalidad que
el decisor atribuye al ejecutor, en cuanto a su capacidad para distanciarse
del problema y a su voluntad de «ensuciarse las manos». ¿Se trata de in-
dividuos o de instituciones? ¿Son éstas privadas o públicas? ¿Tiene el
contenidas o inferidas por la política (los proble¡pas que se deben resolver.
los criterios que han de aplicarse, los procedimientos con los que el decisor
dota la ejecución para que se produzca el cambio). Un proceso abarca, Fr
J
tanto, un campo social deseado, afectado o proyectado. Lo que hemos Visto
monopolio un sólo ejecutor o la responsabilidad está repartida entre va- antes en este capítulo.
rios? El .ejecutor puede trabajar para distintos prescriptores: las direccio- Por su parte, la estructura designa la realidad de los fenómenos, el aspee- 1
nes departamentales de Equipamiento se encargan de ejecutar las políti- to concreto, tal como se desprende de la ejecución !(>licada a los hechos. Se \
cas definidas por su jerarquía, el ministro de Equipamiento, pero se ocu- establece un conjunto de relaciones entre los actores. ~e viven los problemas (
pan, además, de las tareas que les confían otros ministros, como los de y se aplican los criterios de un cierto modo. En síntesis: la estructura es el
Transportes o Industria. La confusión puede llegar incluso al extremo de sistema de acción cuandQ la ej~ció!UQjlreCe efectivamente el! la escena. .
que el ejecutor trabaje para sus propios subordinados. Las mismas
Direcciones generales realizan obras para los entes !QCales, mediante re- social. análisis consiste en confrontar
~ . las dos caras de la ejecución, el pro- \"
tribución; entes locales clientes cuyos actos controlan las Direcciones g~
nerales en nombre del Estado: el tutor es, al mismo tiempo, proveedor. En
ceso y la estructura, lo prescriptivo y lo efec~vo. \la mayor parte de los
estudios demuestran que ambas caras no son idénticas, desde el punto de
resumen: la apelación a los ejecutores establece una mediación entre el vista de los problemas o de los objetivos y desde el de los criterios de ac-
decisor y el subordinado que, según el caso, hace de pantalla o de inter- ción y aun de fos procedimientos. Las cosas no suceden como lo esperan,
mediario; endurece o, al contrario, relaja la coerción pública.
172 LAS POÚTlCAS PÚBUCAS
ELANÁLISJS 173

creen y modelan los actores públicos. En sí misma,"esta comprobación es


relativamente trivial, aunque resulte útil para quienes dirigen la acción pú-
blica conocer las desviaciones que aparecen entre los objetivos y las reali-
zaciones diarias.
A partir de una política federal de ayudas a la vivienda en la RFA,
Wollmann muestra que los municipios, lejos de comportarse como beneficia-
rios pasivos del maná llegado de Bono, se activan hasta adoptar comporta-
mientos comparables a verdaderas contraejecuciones (Wollmann, 1983).~
base se !J>!:OPia de la dirección de la puesta en práctica jugando contra el de- Presa ipciol ies Ciudadanos
cisor, ~ · paraa3jicamen~, ~el~gando__esr,tte¡~~~vas~rentes de la ejecución
a las adopfáaas por BOnn, peomte una aplicactóo en segunoog'íaID la po-
lítica federal y un progreso de las ayudas a la vivienda en beneficio de los ha- ¡1
bitantes. La reacción provocada por la acción federal constituye un progreso ~ -~ oliciales
con respecto a la situación anterior.
\Este tipo de observación sugiere una propiedad más general. Los ejecuto- ~ yde hecho

res y los destinatarios de las prescripciones no forman dos universos separa-


Objetivos Otros
dos por lo que unos recibirían pasivamente las órdenes o sufrirían en silencio y contenido participantes
las intervenciones de los otros. Hay interacción, cambio y juego político. De
la misma manera, la estructura no sigue al proceso, sino que hay retroacción
o sistema entre ellos.J)e ello se ocupará el análisis de las políticas públicas. Proceso de la ejeaJción Estrudura de la ejecuci6n
Por ejemplo, en un momento t + n de &u ejecución concreta. un programa de (presa1)CÍOn8S y objetivos) (sistema de acáóo real)
acción corre el riesgo de no ~ en su proceso a lo que era en el mo-
mento t, cuando fue formulado~ propio decisor puede cambiar sus pres-
cripciones o su teoría. sobre la marcha, ya que éstas no tienen por qué mante- Por otra parte, el cambio dispuesto por la autoridad pública, pero también
nerse necesariamente, tal como eran en el momento inicial. La evolución del sus efectos sobre el terreno, pueden revestir diversas formas. Los conducto-
.t,• ~ proceso normativo puede explicarse por tres razones: res de automóviles no viajan tan de prisa como antes, los jóvenes desocupa-
>t.(~ dos encuentran empleo, las familias con bajos salarios disponen de aloja-
/ _ La inestabilidad o el cambio inesperado del decisoL Así. la política miento con alquileres moderados. Una visión algo apresurada de la ejecución
de lucha contra el fraude fiscal puede aplicarse d,e manera distinta por un go- sería revalorizar, tanto en los procesos prescriptivos como en los sistemas de
bierno que siente la tentación de ser más tolerante por la proximidad de las \ '- acción, los únicos índices de transformación visibles o materiales: conductas
elecciones, y por un gobierno recientemente nombrado, que multiplicará los~ observables, flujos económicos, ·etc. E cambio generado en el momento de
CO}ltroles. la ejecución puede ocultar foanas menos materiales y en apariencia más sub-
il - La retroacci6n o aprendizaje a partir de la ejecución, que conduce a la jetivas: por ejemplo, las modificaciones de actitudes o de capacidades cog-
autoridad pública a modificar el contenido de la política inicial bajo la pre- noscitivas de un pueblo. Se estará atento a no privilegiar una concepción ac-
sión de los hechos y de la base. tivista del cambio, olvidando o minimiwndo lo psicológico, lo cultural y lo
./ - La implementación sirve de momento revelador de la ambigüedad social.
de una política pública que contiene una «agenda oculta» o latente, bajo En apariencia, ciertas ejecuciones no desembocan en nada, ni sobre el te-
la agenda declarada o manifiesta.\&te puede ser el sentido de las políti- rreno ni tampoco en términos prescriptivos, como si la política pública se de-
cas de subvenciones a los agricultores cuando benefician, sobre todo, a tuviera en la decisión. Las declaraciones gubernamentales no se extienden a
ciertas profesiones concentradas en determinadas regiones o circuoscrip- ~ los momentos de la operación. Los textos rubricados por la autoridad se pier-
ciones electorales próximas a los candidatos a las elecciones o a los go- den· en la masa de medidas olvidadas. No se trata en este caso de ejecuciones
bernantes. fracasadas porque obstáculos y disfunciones se acumulan en el camino de los
ejecutores. Se puede hablar de no ejecuciones; es·decir, que no recurren a
Resumiendo: la ejecución se desarrolla según una dinámica propia.
174 LAS fOÚilCAS i'ÚBUCAS ELANÁIJSIS 175

ningún proceso aparente de ejecución (contratación de ejecutores, etc.). ción está sometida a una tarifa elaborada por el Ministerio de Transportes,
¿Cabría suponer por lo tanto que, al no haber ejecució!l, al menos en los as- que fija, para cada tipo de mercancías, los·parámetros dentro de los cuales
pectos identificables empíricamente, no pasa nada significativo? El concepto debe situarse obligatoriamente el precio facturado. Y si un mismo camionero
de J>O!í~~ c a alcanza aquí todo su sentido (Edelman, 1976). Una po- transporta la carga de una región a otra, debe disponer de un permiso exten-
líti~oólican~nsiste en no hacer algo, como si la acción abortara y dido por los poderes públicos con criterios restrictivos.
,i perdiera tocio sentido como consecuencia de olvidos y negligencias de subo- Estas interyenciones estatales en materia de tráfico de mercancías por ca-
•\ ~Jcupaa'6n o de incompetencia de las autoridades públicas. Desi'°a' un hecho rretera son sólo un aspecto de una política más global de transportes. Su
~· _ ,'· 4~dvo, una intención o un man~o de orde9 particular. Lo importante es- ejecución efectiva ha sido ya explicada detalladamente (véase capítulo 4 de
. / ~ ~~a decisión se ha~ado. Si la aplicación no le sigue, si no existe eje: Dupuy, Toctnig, 1985). Nos contentaremos aquí con retomar algunos resulta-
: •fJ "cución, es porque el ~ o reside en la obtención por la autoridad pública dos ordenándolos de acuerdo con la base de la metodología que hemos ~
t -~,t de un efecto de. anuncio en el público ~ en los interesados. te\ su manera, el
. ,• efecto de anuncio es un hecho, un cambio, porque modifica fas percepciones,
sentado.

, las esperanzas y también los comportamientos. Puede obedecer a diversas in- ~} 1A teoria del proceso dt ejecución. A través de la masa de medidas l'
tenciones. Por ejemplo, apropósito de un desafío que le molesta, pero sobre que despliega el Estado, ¿se percibe alguna representación de cómo se tradu- 1
el cual no le parece oportuno comprometerse, el gobierno promulga una de- eirá la acetón ptThlica sobre el terreno? Eñ oir,is palabras: ¿existen postulados !
claración de ~lítica general, un catálogo de intenciones o incluso una ley- expliettos o 1IDplietto.s que sirvan de base a las prescripciones públicas?
.marco, desactivando por un tiempo las presiones que se ejercen sobre él. En el caso del transporte por cauetera, la respuesta es claramente afuma~
O bien envía un mensaje al público específico, para decirle que se ocupa de tiva. El Ministerio de Transportes y los textos cuya gestión asume dejan en-
sus problemas, pero postergando las medidas concretas. Dos recursos se trever una teoría de cambio mediante la ejecución.
ofrecen P~. hacerlo. Uno deriva de la importancia de la radio y, sobre todo, En primer lugar, aparece un postulado que asimila la función concreta
de la telem1ón para los líderes políticos, como si una declaración de inten- del transporte esencialmente a la función de vehicular. Es como si el Estado
ciones fuera ya un problema tratado a medias. El otro es más institucional: el eligiera tocar un blanco privilegiado, uno solo: el vehicular, es decir, el acto
desfase, que puede tomar varios años y que un gobierno puede administrar y el actor del desplazamiento físico del flete de un punto A a un punto B del
como~ ~lítica simbólica. entre la votación de una ley por el parlamento Y. territorio. En otras palabras, toda la reglamentación concierne a los camio-
la publicaCión en el Boletfn Oficial de los textos de aplicación que desenca- neros. En cambio, lo que sucede antes de la partida del camión o lo que pasa
denan la ejecución legal y administrativa después de su llegada al lugar de destino, escapa al dominio público. Por
ejemplo, en la cadena, que puede ser muy larga en materia de transpone,
· que se extiende entre el cargador que tiene un flete para transportar y la
3.3. UN EJEMPLO: l.A POÚI1CA DEL TRANSPORI'E DE MF.RCANcfAs recepción final por el destinatario, intervienen otras funciones, otros acto-
FOR CARRETERA res: los agentes que proveen un vehículo al cargador; los consignatarios que
aseguran volúmenes suficientes reagrupando mercancías procedentes de
En Francia, el transporte de mercancías por carretera ofrece un ejemplo muchos cargadores; los almacenistas a los que el destinatario se dirige para
concreto de política pública al que se puede aplicar el marco analítico que retirar el flete a su llegada, etc. La política del Estado no se ocupa de estos j
hemos desarrollado en materia de ejecución. actores, que considera «auxiliáres> del transporte. Para él. el eje del trans- ·
. Los poderes pu'blicos ~~nen condiciones concretas al transporte en ca- porte es el camionero... -
m10nes pesados en el terntono nacional. Numerosas disposiciones regulan - Por otra parte, un postulado complementario privilegia la competencia
los aspectos más variados del tema. Así, los vehírulos deben ser adecuados a entre medios de transporte, precisaJl2.ente entre la carretera y el ferrocarril,
n~as téc~cas _que C?nci~~en a su equipamiento y a su estado. El Código como motor principal de la evolución. Es como si, vista por el Estado, la si-
de Crrculac1ón dicta dispos1C1ones de conducta: velocidad máxima de los ca- tuáción de los camioneros dependiera principalmente del modo como los car-
mio~es ~dos autorizada en las carreteras, días en los cuales está prolu'bida gadores eligen su medio de transporte: ¿confían sus fletes antes a la SNCF, el
su crrculac16n, etc. Una reglamentación social especifica la duración máxi- gigantesco monopolio ferroviario, que a decenas de millares de pequeños y
ma, diaria Y semanal. de los tumos de conducción. También están reglamen- medianos camioneros? De ahí la idea de que el cargador es muy flexfüle en
tadas por el &ta.do las condiciones de acceso al mercado. Cuando un camio- sus opciones y sensible a los precios. De ahí, también, la conclusión de que
nero transporta un flete por cuenta de un cliente o de un cargador, la transac- el Estado debe intervenir para preservar un justo equilibrio entre el ferrocarril
176 LAS POÚilCAS PÚB~ EL ANÁWIS 177

y_l~ ~asegurando.en lfl_i~ generales, una relativa protección al ser- term~ entre.el ferrocarril y la carretera. Las posibilidades reales de sustitu-
vicio publico y a su red feuovrana frente a la agresividad comercial de los ción de que dispone el cargador son relativaniente débiles a corto plazo. Las
transportistas privados. rivalidades suceden dentro mismo del mundo de la carretera, entre transpor-
Por otra parte, el Estado se adjudica la función de ejecutor privilegiado tistas. El artesano de la carretera no puede conducir su vehículo y buscar
de s~ medidas. Se siente capaz de provocar él solo el cambio. Depositarios clientes al mismo tiempo. Debe amortizar un vehículo que cuesta muy caro,
del mterés general, y conforme a las disposiciones dictadas desde París, los y para ello desplazarse fuera de la región. Entonces, ¿cómo encontrar fletes?
servicios de policía -CRS, gendarmes. policías urbanas- y las direcciones Para ello, el camionero se dirige a terceros, que no son los cargadores, sino
de Equipamiento repartidas por el territorio, se sienten capaces de transfor- auxiliares. Éstos, mediante retribuciones y rebajas, destilan selectivamente
mar el estado natural del mercado del transporte. I..oo poderes públicos se si- los fletes que le confían los cargadores. Prevalece la oferta más barata. De
túan así, en el centro de ese mercado. A diario, sus agentes actúan como los ahí una segunda paradoja: el camionero; este blanco prioritario de la pres-
arquitectos de un orden de cosas diferente. cripción pública, es de hecho el actor más débil del mercado porque es,el que
Por último, un postulado guía la acción pública. que encontramos en nu- depende más de terceros. Triunfa el que ofrece las mejores condiciones, lo
merosos sectores, y no sólo en la política de Transportes. Dicho postulado es- que significa, en muchos casos, transgredir los límites legales de velocidad.
tipula que el mejor camino para gestionar un problema es el más corto el tarifas, duración del trabajo. Los intermediarios, consignatarios, etc., exclui-
más directo. Un problema, es decir. una situación no deseada. se resuelv~ si dos de la ejecución de la política de transportes, actúan sin embargo como
la acción pública interviene en la fuente, en la causa aparente o real. Estera- eje de las transacciones entre emp~os y camioneros. Frente a una regla-
zonamiento lineal -o e<balístico»- se traduce en el sector del transporte por mentación compleja. la demanda recurre a los intermediarios. y éstos saben
carretera en que el Ministerio de Transportes administra dos problemas: la cómo presionar sobre los precios, dejando a los camioneros asumir la respon-
seguridad_vial_(es decir, el n~ero excesivo 4e accidentes graves en los que sabilidad del fraude. Resumiendo: el funcionamiento efectivo del mercado
se hallan implicados los camiones pesados) y el fraude (o sea. la importante tiene poco que ver con1'as prescnpc1ones publicas y con Ii representac16h efe •
proporción de violaciones de la reglamentación por parte de estos vehículos). ra acción que éstas contienen.,
Para actuar concretamente sobre ambos, el Ministerio dispone de dos res- - Eñ este contexto, 13. ejecución de la reglamentación pública por los agen-
puestas o herramientas de intervención: multiplicar los controles en las carre- tes públicos revela una paradoja. Encargados de hacer respetar la politica
t~ Y~~entar más. Todo sucede como si la causa de los problemas es- vial. los funcionarios viven a menudo esta tarea como una obligación desa-
tuviera identificada -en este caso, el comportamiento del transportista..!.. y gradable cuyas consecuencias tienden a minimizar en los niveles que les co-
el blanco al que apuntar fuera esta causa y nada más que ella: el transportista , rresponden. Así, en su sector, el gendarme prefiere cerrar los ojos a las in-
fracciones imputables a los camioneros, antes que arriesgarse a sufrir, por
1r\ El .sistema de acci6n. ¿Cuáles son las lógicas que guían efectiva- J t una aplicación ortodoxa de la reglamentación y por el establecimiento de
meri~ los comportamientos sobre el terreno de los ejecutores y de los afecta- 1 controles ágidos en las carreteras, la impopularidad en su medio local, cuan-
dos? ¿De qué manera la política pública es objeto de apropiación? 1 do no_la presión que los notables -los profesionales de la carretera por me-
dio de los represe~tantes del sector, o del prefecto- pudieran ejercer sobre
Una primera comprobación se impone eil cuanto al funcionamiento con-
creto del transporte por carretera. Efectivamente, el fraude constituye una sus jefes jerárquicos con objeto de moderar su celo. Para él, controlar los ca-
práctica m~ ex~ndida. Si éste es el caso, la razón obedece a la función que miones pesados se convierte en un trabajo molesto, una tarea de segundo
cumple la v10lac16n de las normas públicas. Paradójicamente, si el fraude rango, en tanto quedan muchas tareas más urgentes por ejecutar, que resolve-
significa un problema grave para el Ministerio de Transportes, representa. en rá más eficazmente si cuenta con el apoyo de la población local: la lucha
~io, una solución para el ~onero. Éste viola las reglas porque diclia contra otras formas de delincuencia. etc. De ahí el origen de una práctica de
prácti~ ~e da una _buena oportunidad, a veces la única de que dispone, para los ejecutores: con relación a las normas ágidas y uniformes dictadas por el
sobrevmr econóIDicamente frente a la competencia salvaje que mantiene con Estado -carga de los camiones, velocidad de los vehículos, etc.-. los eje-
los otros camioneros en el acceso al flete. En un mercado dominado por la cutores, en este caso los policías, toleran componendas, cuando no las llevan
demanda, los oferentes de transporte tienen ventaja sobre.sus rivales cuando a cabo ellos mismos. Alientan la flexibilidad, zonas libres más o menos ex-
pueden rebajar los costos. Sin embargo. cualquier fraude, relativo a las tari- tensas. No se tolera todo tipo de fraude; simplemente se extienden los límites
fas o a la duración del trabajo, equivale, en definitiva. a ofrecer un precio estafüecidos por la regla. En el departamento A, y para los camioneros del lu-
más bajo o a sufrir costos menos elevados para obtener los fletes. gar, la gendarmería cierra los ojos si el cargamento sobrepasa las 3 toneladas.
En efecto. la competencia diaria no se ejerce a través de la rivalidad in- límite formal establecido por la ley. En el departamento B, la tolerancia se
178
f LAS POúncAs PÓ'BLICAS ELANÁIJSIS 179

i
l eleva a las 5 toneladas, pero sólo la otorga la gendarmeáa local, no el servi-
,
Coexisten así dos perspectivas muy diferentes de acción pública en mate-
!. cio de Equipamiento. · · ria de transporte por carretera. Una es prescriptiva y sectorial, de tipo top
De ahí una inversión completa de la función de la reglamentación entre down: - -
las prescripciones y el sistema de acción.~entación dictada por ei /
Estado en busca de o~etivos tales como la se~ e~::wtew, o !ª pto~ 'i'
c1~n ecqjigooJélóiTurrocaiii1czs sfüe! ~e hecobeara conceder a los acto-
...!S;.bazas u °2!Lgª2?°=5 Wl1~iar ~....~l~~transaccTones'.¡ta Millsterio de Transportes Los que piensan
¡.,! tarifa efe precios de transporte es utillíida por el a comop"réb<f'5'ase
(por debajo del cual, en principio, está prohibido facturar), como precio de
referencia en _relació~ al cual los auxiliares negocian con el camionero que
:i
ofi:zca la me1or rebaJ_a. El camión más competitivo es el _gue mejor sabe es-

~~Cyl~~
-ra;var la 11:?~qóp;._~ _ab!J-ª paradojlUlJlilQs_cag:¡i.{ltJ.Sf2S.!P~ V Gendarmería
~ comp.de,}~-~&!~C?~ó!l~~gí~~~s ~~
~ª~0: eJecutor i_rusmo usa la reglamentación como medio de
~5le co~ los camioneros locales, el gendarme espera, a cambio,
su cooperacJón en otros planos, como el suministro de información o la no
intervención de políticos notables ante sus superiores. .
. _ros_..:___ _
,---!.-.-------!-Camione-- -=-_..:__--,1 Los sujetos

. Dupuy y Thre~g demuestran que el mercado concreto del transport~


por carretera funciona como un sistema social fuertemente integrado, a
pesar de la cultura de «cada uno para sí», la dureza de las transacciones
económicas y la compartimentación establecida por los auxiliares entre La otra es sistémica y política, y se apoya en la regulación efectiva del
clientes y transportistas. Un interés común reúne los tres grupos de acto- mercado del transporte:
res: que los costos inducidos por las tácticas de fraude (accidentes, des-
gaste de las carreteras, etc.) representan sobre pagadores ajenos a este
mercado; es decir, en lo esencial, a través de los seguros y de la seguridad
social, mediante las cotizaciones de los conductores de vehículos ligeros ~~!El~
y de los contribuyentes.
Por su arte los e úblicos aparecen como actores periféricos en
relación a este sistema, en su calidad e eJecu ores y 1enOc deciso~ v
~~~ -~
Reglamentacióo Tutela dEI ramo 1\/A Tutela de
,, sobre camiones de los seguros la Industria pesada
A excepción de ~ células especializadas de Equipamiento~para Ías q~;el. i ! ¡ .¡
control de los camioneros constituye la \ÍnÍca tarea, ninguna fuerza de policía
asume este trabajo como prioritario. Por otra parte, las situaciones de crisis
nacional debidas a los movimientos sociales por parte de los transportistas,
como el bloqueo de carreteras, subrayan las dificultades del Ministerio de
Clientes - - - Auxiliares+---·-+ Canioneros
1
Transportes para imponer un mínimo de orden. En este conflicto, las solucio-
nes adoptadas por el gobierno han consistido en satisfacer las reivindicacio- La confrontación entre ambas perspectivas analíticas permite concluir 1
n~ de los transportistas relajando los controles e inyectándoles, mediante re- que en materia de transporte por carretera hay una doble agenda. .lloa-nace.. ,-•
baJ~ del IVA sobre el gasóleo, ventajas suplementarias para permitir .a los ~ ~ ~ ~ ~ Ó l l . . \ l l l l . V ~ como los desafíos de
camioneros hacer recaer el costo de sus actividades sobre terceros (en este la seguridad vial o la protección de los ferrocariiles públicos. Aquí, la ejecu-
c~o, el pre.5t1puesto del Estado). Aunque formalmente -hay una política sec- ción sigue a la concepción; es su consecuencia cronológica, y la reglamenta-
tonal de transportes por carretera muy completa, la realidad del poder no está ción.de los vehículos _in~rpora ~...c1i_sposiciones gu~mamentales.\La otra
en manos del Ministerio de Transportes, que tiene la responsabilidad, sino, agenda se alimenta d~9.~9~io),que nacen del mismo sistema de
sobre todo, en el de Finanzas a través de los impuestos que gravan el gasóleo acción. en particular de las presiones ejercidas sobre los poderes públicos por
y la tutela de los seguros. el conjunto de actores económicos de la cadena del transporte, para estabili-
180 LAS l'OÚtICAS l'ÓBUCAS 181

zar Yreforzar la ex~~ón de los costos del frauéle sobre terceros ajenos - observación participante, es decir, 1, participación del encuestador
al sector. Aquí, la eJecución precede a la concepción, y determina el conteni-
do de la agenda gubernamental.
como actor en el proceso; ..· . .. .
- observación distante, es decir, el segutmtento de la acción diana, li-
En los hechos, esta distinción analítica no es fácil de establecer, porque mitándose el encvéstaoor a un estricto papel de observador neutro;
ambos fenómenos se interpretan estrechamente a través de los efectos del sis- - uso de notas tomadas por los mismos actores (diarios de a bordo, etc.).
tema. En materia de ejecución. el reparto institucional no corresponde al re-
parto de ~as políticas. El transportista _no es el actor clave del transporte; ei Una cosa es reunir informaciones y otra depurarlas y combinarlas entre
control vial no es la tarea prioritaria de las fuerzas de policía; el Ministerio ellas para permitir el análisis. Desde este punto de vis~ se aconseja recurrir
de Transportes no puede _prescindir del apoyo de la profesión que, supuesta- a procedimi~ntos tales como:
!_ mente, debe tute~ar. §_ eJecutor sobre el terreno lo es sólo partj~¡3-
r / : transfo?11a tam~_creador, sustituy~o. con normas particulares de - un preanálisis rápido, o sea, la confrontación «en caliente», a me-
V i !aplicación, las reglas generales elaboradas eneTceñtro:'"Etinteresado;por su dida que avanza la encuesta., de los datos recogidos sobre lo que está su-
\~~ILCQl'.!1! acu~e~fgftg~-~16n, volVIeñdola a su favor y cediendo;
lutilizándola como medio de supervivencia economica - - - ···-- - la construcción de secuencias cronológicas, a condición de no ence-
,-.------~~------------------- rrar el análisis ulterior en una sola perspectiva histórica Y lineal, reducida a
los acontecimientos, de los efectos de causalidad;
3.4. LAs rtCNICAS DE OBSERVACIÓN Y DE ESTUDIO ~ la confrontación sistemática sobre un mismo sujeto de las informa-
\ clones.provenientes de varias fuentes, no tanto para separar lo ve~dero de
La ap~cación de una política pública no es un objeto fácil de estudiar. La \lo falso, cuanto para descubrir las racionalidades particulares en acción.
razón estnba en la naturalez.a particular de los acontecimientos que se obser-
van~ _efecto, el p~o de ejecución se presenta como una multiplicidad Una de las exigencias más satisfactorias desde un punto de vista técnico
de actJ.VI_da_des repamdas en un periodo de tiempo relativamente largo, en el consiste en seguir el proceso mientras se desarrolla. Está: c~2':!..!D~
~e se distinguen mal el principio y el final, y que ponen en escena un cierto el tiempo, los actores_!Ujus~ su!~~~~;n~ci~~ ~ -l<:>5 resul~-
n_wnero de actores, personas u organizaciones, para quienes la ejecución con- óós:·y9üe,~ Cs~~~~n~~~º----~· ~~~~~- ~uést ~mparte tlm-
siderada no suele ser la única tarea. En cuanto al contenido, se presenta como ccinvemente~uua VlStÓn fil_ana ~]j>re>CCSO, de~~~ ~n ~
produ~~ a ~~o heterogéneos, directa o indirectamente inducidos por es- éipliéacTuñ demas~ 4.etewm..~Jl\Q.!)~~sal_~os-3:~~~~1;..n.~s
tas múltiples actmdades y cuyas facetas no pueden reducirse a una sola fa- ser
(no póc1Ia deob:o modo). Al contrario, siguiendo los acontecumentos paso a
milia de factores (Greenberg y otros, 1977). paso, el observador observa los datos «en caliente», en su div~ y en su
Al hacer el análisis secundario de una serie de estudios m11iudos en el evolución. No obstante, con la nariz pegada al volante, coae el peligro de aho-
~ de ~os ~os treinta en &tados Unidos, Ym sugiere que la primera op- garse en los detalles coyunturales, convertirse en cronista, olvidando su misión, /
ción técnica unportante que debe hacerse al comienzo de una encuesta es que es explicar por qué las cosas pasan como pasan. · /
contar con ~ ~ varios sitios de ejecución (Ym. 1982). Sitio significa aquí
lugar de aplicación. Por otra parte, el estudio puede cubrir una política parti-
cular o, al contrario, multitud de políticas. 4. FJ impacto de la ejecución sobre el contenido
Las infoimaciones requieren numerosas fuentes y técnicas para ser reco-
gidas. Se pueden citar entre otras: Se han multiplicado las observaciones concretas que aplican. si no en la
letra, al menos en el espíritu, el marco antes descrito. Se desprende de ellas
- ~ e s no estructuradas con los actores o los observadores privi- una concordancia notable cuyos resultados se p1:1eden resumir así.
legiados; Ha)í en efecto, una diferencia significativa, a veces esgestacq_I~~
- en~stas estructuradas, principaÍmente para completar las observa- las dos caras de° la ejecución: la 00 las • siciones dÍcta __qUJ&Jllt¡S_»
ciones realizadas por otros; . concibi la e os . ,,gncretQ~e.Jian.~~ ~.!gre_!?.2; Esta
- ~aciado de d~umentps administrativos y de la prensa, como medio concordancia se advierte en un país centralizado, como Francia, tanto para
de localizar los hechos y los datos, y a condición de que toda, información las políticas constitutivas, como para la descentralización de la gestió~ ~li-
sea contrastada con una fuente independiente para ser válida; ca (Grémion, 1976; Dupuy, Threnig, 1985), la lucha contra la contammación
182 LAS POúncAs PÚBUOO EI..ANÁUSIS 183

(Lascoumes Y otros, 1985 y 1988), las políticas industriales (Padioleau - las catacterísticas del programa; ' . .
1982: Mény, Wright, 19~, las políticas urbanas (Threnig, 1987). Se observ~ - los comportamientos de los ejecutores reconocidos; /
también en las de~cw de estructura federal, como Suiza por ejemplo, - las reacciones de los grupos-objetivo. /
en el campo de la vmenda, en el de las infraestructuras viales (Bassand,
~986) o _en el de la vivienda (Delley y otros, 1982). Según modalidades específicas, con un peso que puede variar de acuerdo
1 OEl CJec?tor al que se co_nfía formalmente una política pública jamás ac-
con los contextos, estos tres factores intervienen en la mayor parte de las si-
túa solo, smo en cooperación o a través de otros actores sociales indivi- tuaciones. Dicho de otra manera, esta comprobación puede enunciarse más
/(
1
ia
1duos, grupos, instituciones: la dirección de un servicio público por vía de detalladamente examinando cómo los ejecutores remodelan el contenido de
1 ¡ sus ~dad~ de ejecución, el prefecto. con la ayuda de los notables locales, las políticas públicas y cómo las características de un programa influyen en
V l el mtmsteno A con ~a ~labora?ón del ministerio B, el ayuntamiento apo-
ym?os~ en l~ asociac1o~es pnvadas. Generalmente, este sistema interor-
el resultado de su ~licación.¡( VV/
g~vo es informal. Sm embargo, en gran medida el resultado de la eje-
~ución depend~ de él, de la capacidad de sus miembros para administrar su
Jinterdependencia, de la forma de apropiación de las prescripciones cuando 4.1. LAs BUROCRACIAS PÚBUCAS
~ no de los problemas de las políticas póblicas. '
( Los af~dos, l?S administrados. o los grupos-objetivo raramente per- Nueve de cada diez veces_, los ejecutores titulares de las decisiones gu-

,/ manecen pasivos. Directamente, mediante sus reacciones, o indirectamente, bernamentales son las burocracias públicas o semipúblicas.
. a _través d~ repres:ntantes más o menos reconocidos (cargos electos, lob- Ahora bien, estas burocracias no son instrumentos inertes. Al contrario,
,o bies, etc.), mterac~an con 1~ ejecutores y con los formuladores cuando )as en su calidad de organizaciones. expresan una libertad de maniobra muy con-

1l
.¡J n~rm.as han de ªP_licarse o, mcluso al principi~, cuando se di~tan las pres-
cnpciones. De ahí que l?s resultados, que son el fruto de la eJecución con-
creta, rarament~ se expliquen sólo por la capacidad o diligencia de los eje-
cutores. En realidad, son el resultado de actividades políticas complejas en
siderable. Lo que surge como producto de las actividades burocráticas no es
el reflejo exacto de las orientaciones fijadas por los decisores públicos. Hay
un juego, diferencias, fenómenos de contingencia que operan a lo largo del
camino. Todo ello afecta la eficiencia de la acción administrativa, es decir, la
el escenario de la ejecución. relación entre los costos o medios movilizados y el nivel de los resultados
Los sistemas de acción que estructura la ejecución funcionan concreta- concretos. Afecta tambitn la eficacia de la política pública, es decir, la reso-
me~te según m~dades muy variadas de una política a otra. La regulación luci_ón de los problemas o la satisfacción de los objetivos prescritos por el
SOCI~ que ~ndiciona el comportamien.to de los actores puede ser la autori- decisor.
dad Jerárqui_ca o los mccani~ del mercado. Sin embargo, en la práctica, Así, Mayntz enumera las causas propias de la burocracia que engendran
otras m~da~ son,1~ que dictan las reglas de juego. \Así. en el caso de las diferencias y las disfunciones en el momento de la ejecución (Mayntz,
~ administraciones ~licas ~cesas, el mecanismo de regulación cruz.a.da 1979). Son. entre otras:
mstama un mod~ de intercambio entre los funcionarios del Estado y los re-
presen~~ de mtereses sectoriales que intervienen en el marco de un mis- - La intervención, en un mismo ámbito, de varias políticas diferen-
mo ~mtono, Y que dependen los unos de 1os otros para el éxito en su esfera tes confiadas a otros tantos ejecutores. Se comprueba la dificultad de
prop~a: !os cargos electos. sob:r~ su mercado (en su circunscripción o en sus coordinación entre los participantes, debido a la persistencia de las com-
asoc1a_c1ones), los func1onanos en el seno de su jerarquía ministerial partimentaciones organizativas. Los objetivos de los diversos programas
(Thctrug, 1975). están articulados de forma más o menos correcta. Una muestra casi cari-
~ J>CS:3-í del ~ a menudo monográfico de los trabajos, más allá de caturesca es la ayuda social. No es raro que las familias dependan de cin-
las s1tuaC1oll<: pamculares de los países y de los problemas, es igualmente co a seis políticas sectoriales diferentes -ayuda a la infancia inadaptada,
posible ded~cir algunas enseñan.zas sobre la forma en que la ejecución mode- ayuda a las personas inválidas, ayuda a los·desocupados de larga dura-
1~ el con!Cmdo de_las políticas·públicas.l¿Por qué, sobre.el terreno, una polí- ción, etc.- a través de asistentes sociales pro,•enientes de organismos
tica pública~ aplica de una manera determinada y no de otra? ¿Cómo expli- distintos: Dirección de Ayuda Social, cajas de asignaciones familiares,
car el _contemdo y el proceso de su administración? La respuesta se puede mutualidad social agrícola, obras privadas de caridad, oficina municipal
n;sumir en forma de ecuación. La ejecución es función de tres factores prin- de ayuda social. etc. Se constituyen redes interorganizativas que com-
cipales: - prenden servicios públicos fun~ionalmente diferenciados, por sectores
EL ANÁUSJS 185
184 LAS fOÚilCAS PÚBLICAS

ciones conexas que comportan pueden ser más o menos molestas/Para


(en sentido verti~al) -~os diversos ministerios del Estado- y geográfi- retomar el ejemplo de la limitación de velocidad, los controles de los
camente (en sentld~ honzontal) por territorios -municipios, provincias 0 conductores de menos de 20 años o las conductoras de más de 70, esta-
departam~ntos, regiones y ~stado-~egún Mayntz, en la aplicación de blecidos en las calles de una ciudad antigua, o en una gran avenida, cons-
u~a ~olíttca por 1~. redes mterorganizativas intervienen tres variables tituyen casos particulares. El ejecutor racional en términos de problema
pnnCipales: el pos1c1on~ento de cada organización con respecto a las pendiente de regulación, aplicará la norma y el procedimiento con un tac-
demás en la red; 1~ re_lac1ones horizontales de interdependencia existen- to selectivo, y hará una interpretación inteligente. En otros términos, sin
tes entre ~ orgamz~c1ones correspondientes al mismo nivel geográfico; perder de vista el objetivo, se tomará libertades en relación con el medio
~ las relaciones vemcales de tutela existentes entre organismos con dis- prescrito, en función de su apreciación de las situaciones y de las mejo-
tintas competencias territoriales. ras generadas. Controlará las velocidades principalmente de noche, en re-
- La débil motivació[! de los agentes. Los funcionarios están encuadra- corridos peligrosos, entre la población de conductores de mayor riesgo
dos ~n U? estatuto ~ue ~es confiere se~dad en el ~mpleo. Su carrera les ga- (los que, estadísticamente hablando, provocan accidentes graves). La eje-
rantiza s1e1:1Pre ~g~. tlpo de promOCión. Los salanos son independientes de
cución es selectiva.
las prestaciones mdiVIduales, más aún cuando la cuantificación individual de
las tareas efectivamente cumplidas plantea dificultades técnicas. ~ El ritualismo. En otros casos prevalece, al contrario, una extrema
. ,-:- El ~ter público de las burocracias. La ausencia de mercado hace rigid~z en la aplicación por el ejecutor. La regla y el procedimiento se apli-
difícH recumr a c.riterios obj_eti~os. La meta de una política estatal incluye can inflexiblemente: que se conduzca a 61 km/h o a 83, tanto de noche como
elemen~s normau~os o cuali~~os, tales como el interés general o la cali- de día, etc. No hay casos particulares; la norma se aplica a todos, sin matices.
dad de VIda Cuantifi_car un ??Jettvo en términos más económicos, por ejem- De hecho, esta rigidez instrumental no se explica de ningún modo porque
plo, es ya tomar partido político; de .ahí eJ repliegue sobre criterios cualitati- el ejecutor se adhiere moral o intelectualmente al problema que la política de
vos abstractos. limitación de la velocidad quiere combatir., o sea la reducción de accidentes
· -:- ~ modos de gestión administrativa. Reglamentos estrictos ordenan graves. Lo que es más, el problema del decisor no es en absoluto el problema
la asi?ac1ón y el gasto de los recursos financieros y el uso de los recursos del ejecutor. Éste adopta un comportamiento ógido y unifonne por otras ra-
maten~<:5· ~or o~ ~arte, una organización ministerial depende a menudo de zones: quiere estar tranquilo en su trabajo. ~amente, aplicando la regla,
?tras p~des _Publicas para obrar en su área. Sin embargo, la coordinación toda la regla y nada más que la regla, impide á la jerarq~ a sus jefes, inter-
mteradmin:istratlva es.difícil de realizar. venir de manera discrecional en su trabajo. Se conforma con aplicar escrupu-
- La naturaleza misma de las tecnologías administrativas el hecho de losamente lo que le han ordenado. Renunciando a tomar iniciativas tendentes
n:an5tormar las prescripciones del decisor en tareas operativas ~nfiadas a los a flexibilizar el procedimiento según las circuntancias, se protege contra
eJecutores en forma de reglas y de procedimientos. Í cualquier reproche que la jerarquía pudiera hacerle invocando esa flexibili-
dad. Ajustándose a las órdenes, utiliza la presión jerárquica en su beneficio y
La te:oría ~ una ~urocracia ofrece eXi!!icaciog~s <r,lal2,0Qldas ~ Jos ~ contra sus jefes. Si las reglas y los procedimientos no dan los resultados es-
sos _de:-dis·~ -~~;~t~.g~-n~~1.°r e! recurso a las n;g~ a los pro- . perados, si los afectados se quejan. no es culpa suya sino de sus jefes, o de
cedimientos. .)e oliservan líes escenanos posiDles: quienes deciden en las alturas, a los que se remite el ejecutor.
El ritualismo, el puntillismo del burócrata, consisten en conseguir dentro de
i}'j ~ adaptación a las circllllStanCias. El ejecutor administra una ta- la organización una paz cuyo precio hace pagar fuera de ella. De ahí que se
r:a. inflexible por naturaleza. Laregla y el procedimiento son intrínsecamente pongan entre paréntesis los fines para los cuales se han prescrito los medíos
ngidos. To~an la fo~ de disposiciones inmutables, impersonales, sectoria- operativos. El medio -la i;egla, el procedimiento-- se vuelve un fin en sí mis-
les. Se aplican de la misma manera a todos los afectados, siempre. sea cual mo. Todos los vehículos son controlados en todas _partes de la misma manera,
sea el conterto gen~ de la si°:a~ón concreta. El ejecutor debe ~nformar- porque el policía se hallará así protegido de sus jefes, al margen de las conse-
se. E.5 e~ caso, por eJemplo, del limite de velocidad de los vehículos de motor cuencias que ello suponga para la seguridad en la carretera (Merton, 1965).
en las ciudades. ·
:· • La regla Yel_ proc~ento se aplican _a situacion~ locales,·es decir, ffi} El arreglo negociado. En este caso, el ejecutor opone la jurisdic-
a casos con p_amculandades propias, en el tiempo y en el espacio. Desde ción a la regla, el cliente exterior a su propia jerarquía. Existe adaptación o
el punto ~e Vl~ta del problema que la política debería regular, lo cierto es flexibilidad en la aplicación -como en el primer caso-, pero por razones
que las s1tuac1ones no presentan los mismos riesgos o que las perturba-
ELANÁIJSIS 187
J.86 LAS POÚnCAS PÚBLICAS

burocrática, ~ e la base hasta la cumbre de la jerarquía. perder su inserción


C:C.juegos de poder que no tienen mucho que ver con las finalidades de lapo- local y las ventajas correspondientes. Es el ejemplo expuesto anteriomente
Utica. como en el caso del ritualismo jerárquico. . en relación al control de carreteras efectuado por la gendarmería.
Puesto que la jemqu.ía le necesita, el ejecutor ejerce un chantaje sobre
ella: Lo demuestra el ejemplo de la huelga de celo. Esta consiste en aplicar
estrictamente todo el procedimiento, utilizando como rehenes a los afecta- 4.2. Los MODOS DE OOERVENCIÓN
d.os, cuya situación presionará sobre los dccisores, en las aduanas o en mate-
na de control del tráfico. El funcionario util.i1.a al interesado, víctima del ri- En general, !os ejecutores administran un abanico muy amplio de modos
g~r ~ de la incomodidad, como una palanca para dirigir las iras de la opinión de intervención. Como hemos visto, la acción pública moviliza contenidos e
publica contra un tercero, su propia jerarquía. instrumentos tan diversos como la adopción de reglamentos, la distribución
En_condiciones no_rmaies, la je~a adopta disposiciones -que son ór- de subvenciones, la comunicación a través de los medios, los impuestos, la
den~ para los subordinados-, enuncia reglas y procedimientos que son ne- realización de trabajos, la educación escolar y técnica, etc.
cesan~nte g~nerales y abstractos. Sin ~mbargo, la cúspide se halla alejada Simbolizar la burocracia únicamente a través de los reglamentos reduce
de la informaaón concreta sobre la realidad de las situaciones a las que se la ejecución a una visión algo caricaturesca del trabajo realmente emprendi-
aplican sus disposiciones en la base. F.sta última dispone de la información do.¡!.a gestión administrativa ~ a técnicas muy diferenciadas: redacción
concr:eta. del conocimien~ de la aplicación, así como de las adaptaciones ne- de textos juódicos y de circulares, pero también, técnicos, publicitarios, eco-
cesanas ~ o al tenor_ literal de las órdenes para que se apliquen'l&te pa- nomistas, etc. La creciente especializ.ación exigida por la aplicación de las
pel, esta habilidad de aplicador, de especialista en compromisos enr* la letra medidas públicas explica en parte el tamaño, también creciente, adqnirido
de l~s procedimientos y la no protesta de los afectados, generan ventajas para por las organizaciones públicas. F.sta heterogeneidad refuerza los problemas
el ej<:=Ut~r, ~ue éste tratará de mantener frente a su jerarquía: autonomía en el ( de coordinación que caracterizan la ejecución, aún más-y ésta es una de las
trabajo di~o, pequeños p~~egios, ele. Resumiendo: para el ejecutor que¡v. mayores enseñanzas que se pueden sacar de los estudios realizados por las
puede manejarla, la regla ngi.da se convierte en una fuente de poder en su or- · ciencias sociales- si se tiene en cuenta que los riesgos de alteración y la na-
ganización (Crorier, 1964). . turaleza de las disfunciones varían mucho de un modo de intervención a otro.
Aún hay má.5. El ejecutor se comporta frente a -su jerarquía como el re- A cada contenido puede responder un efecto corruptor específico generado
presentante de los intereses de los afectados. &te es el caso de los fenóme- por la ejecución.
nos de territorialidad en las administraciones estatales en Francia (Worms
1965; _Grémion, 1976; Dupuy, Thcenig, 1985). El prefecto es el ejemplo m~ i) Las medidas de tipo reglamentario favorecen los procesos ritualistas
conOCido. Hasta muy abajo en los servicios exteriores, los funcionarios lla- y de arreglo negociado. El ejecutor utiliza la regla para otros fines de los que
mados de ejecución -ingenieros snbdivisionarios de Equipamiento, recau- tenía asignados. Según los casos, ello desemboca en una rigidez ciega (com-
dadores de_ ~ . etc.- aprovechan la multiplicación de las políticas y portamiento a menudo reprochado a las ventanillas de la Seguridad Social) o,
los ~rocedimientos puntillosos, complejos, a veces incluso contradictorios al contrario, en la multiplicación de derogaciones de carácter particularista
que myect.an los escalones parisinos, para ofrecer posibilidades de arreglo; (cada afectado puede negociar una transgresión).
flexibilidad a ciertos grupos locales de afectados. Es el caso de los alcaldes
los cargos electos y los representantes de intereses socioeconómicos: los Ila~ ii) Las medidas de tipo incitativo comportan desplazamientos generali-
mados notables. El ejecutor dedica su tiempo a buscar una solución especifi- za~ de los objetivos. No aparece el componamiento que se desea de los
ca, una derogación lícita para sus clientes exteriores. afectados y es reemplazado por otro que nada tiene que ver con el objetivo
F.ste papel de sua~or de fa rigidez uniforme se explica en un contexto buscado. Un ejemplo de ello son las políticas industriales en la mayor parte
en el cual la burocra~a depende, para alcanzar los que considera sus objeti- de los &lados. Los ejecutores conceden desgravaciones fiscales, otorgando
vos, de grupos extenores que son, a la vez, sus propios administrados. Un tasas bonificadas de ~ s para los préstamos, odistribuyendo subvencio-
pref~to enfadad? con los responsables locales influyentes no tiene la misma nes en efectivo a los empresarios y a las empresas que aceptan invertir en
capaet~ de aCCión, porque no puede contar con éstos como mediadores con ciertos sectores prioritarios para el F.stado -las máquinas herramienta, la in-
la población local. ~n ing~~ subdivisionario de Equipamiento alejado de formática, etc.- o crear empleos en ciertas regiones económicamente casti-
los al~des de su crrcunscnpctón, no puede ofrecer servicios facturados a gadas: áreas de reconversión industrial. zonas rurales, etc. En la práctica, los
sus clientes, los municipios. De ahí el interés mutuo del ejecutor y de los
afectados por convivir de manera aceptable, so pena de ver toda la cadena
_ --...
-···
........
. - -1 , ·-

Fonnas y efectos de las intervenciones piiblicas


(tomado de Kaufmann)
Forma, de lntervencldn pt11>1/ca

Dlm1n.rlon1.r J11rldlco-lagnll!1 Econ6mlco1 Eco/6glca.r Pl!dag6glco.r

Campo de acción Fundamentos jurídicos de Estructura do las rentas Reparto de posibilidades Provisión de bienes
las conductas sociales, familiares, por la espaciales do propiedad, socioculturales
por la protección y el redistribución por la planificación del individuales, la influencia
ordenamiento de las interprofesional de las uso del espacio y la del proceso de
relaciones de derecho. rentas primarias. construcción de aprendizaje.
infraestructura.

Medidas típicas Concesión do derechos Pago do transferencias, Planificación regional Profesionallzaclón,


de protección, do desgravaciones fiscales. y urbana, social, títulos, oferta do
participación, otc.; y .. renovación del «hábitat», educación,
distribución de deberes financiación de la asesoramiento, etc.
de participación, do construcción y de tas Ayuda a las actividades
seguridad, de vigilancia, infraestructuras. de la sociedad civil.
ctcttora.

Campo do Refuerzo de la posición Aumento de la renta Mejoramiento de las Mejoramiento de la


aplicación jurídica de personas disponible de poblaciones posibilidades de acceso capacidad de acción do
proscrito . socialmente dtbile.s con que no tengan una renta y de la calidad de los los individuos en relación
una perspectiva de personal y suficiente. elementos del entorno con sus posibilidad.e s de
posibilid,ades de adecuadas para la vida. participación.
participación.

Formal d• /ntuv•ncl6n p~bllca

Ecoldg/ca, Ptdagdglca.r
Dlm1n.rlon111 Jurldlco·l•1al•s Econ6mlca.t

Cooperación de Estado, instancias


Instancias Necesariamente Estatales
o paraestatales. instancias estatales intermediarias,
responsables estatales. asociaciones
e intermediarias.
y asimilados.

Coordinación Comunicación
Problema clave Comprobación de los Financiamiento.
interorganizacional. interpersonal como
de la ejecución derechos. Conformidad condición de eficiencia.
con las normas.
Alto. Bajo. Bajo.
Carácter Alto.
generalizable
delos
procedimientos
Altos. Independientes Variables.
Costos pllblicos Bajos. Altos.
de la forma en que
se adjudiquen.

Centralizado. 06bil. Centrali~do- Descentralizado.


Modo Centralizado- descentralizado. Difícil.
de ejecución descentralizado. Medianamente difícil.
Medianamente difícil.
Sin problemas en general, Selectiva, variable. Incontrolable.
Aceptabilidad Dependiente de intereses
y de competencias. salvo casos de
selectividad.
190 i.>.S POLfnCAS PÚBLICAS ELANÁUSIS · 191

medios se desvían ~cia otros ~es. El dinero público beneficia, en principio deportivos y las federaciones locales. Surge así una especie de tutela inver-
y ant~ todo, a lo~ client~ habituales de las ventanillas administrativas, por- tida, puesto que el Ministerio se apoya en sus interlocutores hasta conver-
que disponen de información y saben presentar la documentación en la forma tirse en su portavoz, y no ya en su tutor. Es lo que se le reprocha a menudo
adecuada. Es lo que ha demostrado el informe Hannoun. La mayor parte de al ministro de Agricultura: actuar más como el primer campesino de Francia
los fondos distribuidos durante los años setenta por los servicios del frente al Estado que como representante de éste y de una política de interés ge-
Ministe~o de Industria en concepto de poüticas voluntaristas, fueron a parar neral, frente a los intereses particulares del sindicato nacional de agricultores.
a las caJas de ocho grandes grupos industriales. El dinero previsto para relan-
zar ~ explotación de madera benefició a una empresa que jamás había in- K.aufmann ha clasificado las políticas públicas en función de lo que de-
v~do en madera, pero que supo presentar un informe tranquilizador y apro- nomina sus efectos (Kaufroaon, 1982). Más concretamente, considera las in-
piad~. Otro fracaso común a los países de la Comunidad Europea; el dinero tervenciones sociopolíticas bajo cuatro formas: jurídicas, económicas, ecoló-
destinado al desarrollo de nuevas empresas situadas en los sectores punta gicas y pedagógicas. Desarrolla las dimensiones principales y las característi-
(biotecnología, etc.) sirve, en realidad, para financiar sectores industriales en cas que jalonan el proceso de ejecución.
recesión acelerada (carbón o siderurgia). En F.stados Unidos se han comparado los tipos de políticas públicas fede-
rales desde el punto de vista de su ejecución (Ripley y Franklin, 1986). El es-
. ~) . ~ medidas que. se traducen en 1=a provisión de servicios provocan tudio muestra que las políticas distributivas son las que provocan menos con-
~crurunacrones en relación con los grupos-objetivo. La autoridad pública troversias ideológicas, y menos conflictos de poder, siendo igual.mente las
qwere ayudar a A. pero es B quien recibe la ayuda del ejecutor. Lo más grave que originan las rutinas más estables en el momento de su aplicación. En
de esta situación no es propiamente errar el blanco, sino el hecho de que, cambio, las políticas redistributivas presentan una gran inestabilidad de pro-
ayudand~ a B y no a A. 1~ ejecución agrava la discriminación o la desigual- cedimientos. generan conflictos de interés y controversias ideológicas, movi-
dad que mtentaba combara. Para este tipo de actitudes, el sector de la ayuda lizan la oposición más activa contra las iniciativas tomadas por los organis-
~ocial cons?ruye un ~po especialmente abonado.}El Esta9.2 ocupa a traba- \ mos administrativos responsables y, por último, provocan las mayores pre-
~i J~ooales financia establecimientos especializados, disJ>One d e ~ siones para limitar las actividades gubernamentales.
4"" ~ ~ d e l o s,íñasneces1ta'ao~éstoslós
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ri_gen a su clientela babi~ enJ~gar 2_e~~a detec~ ~~#.fóD"'es de Relations Panel on the « Ccre • or 1ñeordical Compo11Dlt on tM Raearch on
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n.9~. algunos de fos ctiiiles se muestran más liá6iles que los otros o, simple- Bassand (M.) et autrcs, 1986, Politiq,u des routQ nationales. Acteurs et mise en
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iv) Fmalmente, las medidas constitutivas conllevan disfunciones bajo Homewood, The Dorsey Prcss.
forma de fenómenos de captación o de tutela invertida. Por ejemplo, crear Crozier (M.}, 1964, Le phhwmlM bureauaatiqu.e, Paris, Le Seuil.
un ~s~rio de Deportes, significa ciertamente crear una organización Crozier (M.), 1987, Etat mo~rne, Etat mt>tkste, Paris, Grwet.
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este sector, pero ·también reforzar el peso de las federaciones representati- Derthicl: (M.), 1972, New Towns In-Town, Washington, Urban Institute.
vas de los diversos deportes. En efecto, el poder de unministro y el peso de
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los organismos representativos de los miembros del sector, cuya tutela asu- Oxford, Martin Robcrtsoo.
me, -se refuerzan mutuamente, cada uno eri su esfera respectiva: el ministro Dupuy (F.}, Thoenig (J.-0.), 1985, L'admúústration en miettes, Paris, Fayard.
frente al resto del gobierno, especialmente frente al Ministerio de Finanzas Dupuy (F.), Thoenig (J..Q .), 1986, LA loi du marché, Paris, L'Harmattan.
Y el organismo_representativo, frente a su base, especialmente los clu~
ELANÁUSlS 193
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