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El Ordenamiento Territorial en Mendoza, Argentina.

Su práctica en el
Departamento de Maipú y los desafíos del presente.

Ana Amelia Alvarez M. 1


alvarezana@ciudad.com.ar
Mesa 8

Las reuniones convocadas desde el ámbito provincial a los municipios del Gran
Mendoza, a las que asistimos en calidad de técnicos en los años 80 y principios
del 90, los trabajos realizados, fueron muchos y el tiempo transcurrido en
décadas parecía no tener un horizonte en el que se alcanzarían concreciones
sobre un anhelo, y cada vez más una urgente necesidad, de definir y aplicar
una Política de Estado sobre el territorio en la jurisdicción provincial, y por
ende, departamental.
En mayo de 2009 ambas Cámaras legislativas, Diputados y Senadores, de la
Honorable Legislatura de Mendoza, sancionan la Ley de Ordenamiento del
Territorio y Usos del Suelo de la Provincia.
En el marco de los procesos de globalización y crisis ambiental, las
disparidades territoriales, la competitividad territorial y el desarrollo local y
regional, son temas de gran interés y debate, tanto entre científicos como entre
quienes tienen la responsabilidad de planificar y gestionar los territorios.
Las Propuestas Alternativas de Ordenamiento Territorial para el Departamento
de Maipú, Mendoza, Argentina (en coautoría), constituye el primer documento
elaborado en 1979 en una jurisdicción municipal, y en la provincial, acerca de
la temática que nos convoca en esta Mesa.
Esta es entonces para nosotros una importante ocasión para compartir y
enriquecer el diálogo interprofesional sobre el ordenamiento territorial, y nos da
la posibilidad de presentarles desde nuestros estudios y trabajos, esta línea
específica de investigación y transferencia desde sus antecedentes, algunas
prácticas y reflexiones sobre este tema. Los objetivos que subyacen en lo
mencionado estructuran la ponencia en sus líneas generales.

1
Departamento de Geografía e Instituto de Geografía, Facultad de Filosofía y Letras, Universidad Nacional de Cuyo,
Mendoza, Argentina. E- mail: alvarezmancini@live.com.ar
Desde nuestra disciplina de formación básica, Geografía, se presenta a
Mendoza y al departamento de Maipú, para después señalar aspectos
metodológicos y procedimentales, a la vez que se citan ejemplificaciones del
ejercicio académico y profesional. Se finaliza con reflexiones sobre el proceso
de planificación territorial y los desafíos actuales y a futuro para que la
provincia y sus departamentos alcancen los principios, los objetivos que tiene
la normativa, la elaboración y gestión de instrumentos específicos para el
desarrollo y el ordenamiento territorial. Todo ello en el marco temporal desde
mediados del decenio del setenta hasta el presente.

I- El comienzo. La oportunidad de asistir a la presentación por parte de la


Mission Interministerielle de la Política de Protección de la Naturaleza y del
Medio Ambiente y del Schema d’ Aménagement de la Cote Aquitaine, en 1975,
en Burdeos, Francia, y el cursado y aprobado de las asignaturas del primer
año, de un total de dos, del entonces Diplôme Universitaire des Sciences et
Techniques d’ Aménagement de l’ Espace, de la Université de Bordeaux III, en
junio de 1976, fue el inicio de un camino de formación que signaría el futuro
profesional.
Al realizar una mirada retrospectiva de la carrera de quien suscribe, en esta
ponencia estimamos pertinente destacar la preocupación y su capacidad de
hacer por el bien común, del Dr. Alberto Rauek, bioquímico, Intendente
Municipal de Maipú, quien en el segundo semestre de 1977 solicitara al
Director del Departamento de Geografía, de la Facultad de Filosofía y Letras,
de la Universidad Nacional de Cuyo, Dr. Sergio Pannochia, un Geógrafo, para
intentar solucionar en su jurisdicción los problemas de la Zona Industrial
Interdepartamental articulada por la Ruta Provincial Nº 4, Rodríguez Peña. El
acuerdo del Decano de la Facultad, Profesor Luis Campoy, con el municipio y
la designación de la colega Dra. Nelly A. Gray de Cerdán en representación
institucional y coautora del trabajo, enmarcan la instancia de contrato por
prestación de servicio que me fuera ofrecido por la autoridad comunal. Una vez
planteada a la autoridad municipal y aceptada la oportunidad y necesidad de
abarcar en el estudio toda la jurisdicción y no sólo una franja de circulación con
usos conflictivos, con dominante industrial, se abarcó todo el departamento,
subyaciendo la finalidad de captar y explicar los procesos territoriales
enmarcados en las articulaciones de las escalas geográficas. El trabajo se
realizó en poco más de un año, dando lugar a un documento organizado en
dos tomos titulado “Propuestas Alternativas de Ordenamiento Territorial para el
Departamento de Maipú”, 1979.

II- El departamento de Maipú. Desde la época prehispánica las ventajas de la


posición geográfica, en el camino hacia Chile, y la presencia del río Mendoza,
constituyeron los factores esenciales de la expansión urbana y el surgimiento
de un rico oasis agrícola en el norte de la provincia. En este oasis, Maipú es
uno de los seis Departamentos, aunque no en toda su extensión, que es de
617 Km2 que constituyen el 0.5% de la superficie provincial, forma parte hacia
el sudeste del Área Metropolitana de Mendoza, la cuarta ciudad del país en el
centro oeste argentino, después de Buenos Aires, Rosario y Córdoba, de casi
un millón de habitantes según el Censo Nacional de Población y Vivienda de
2001.
La posición geográfica del Gran Mendoza, de aparente aislamiento con
respecto al principal centro de decisiones del país, Buenos Aires, estuvo
atenuada por elementos relacionales que le han otorgado una posición de
encrucijada en función del eje Buenos Aires – Santiago de Chile, la cual se
suma a su rol de metrópoli regional.
La posición en la actualidad, se torna más ventajosa por cuanto se identifica
con el Corredor Bioceánico Central de Comercio de la Argentina en la macro-
región Mercosur.
La silueta de la aglomeración urbana tiene aproximadamente 27 km. de norte a
sur y la ciudad de Maipú se halla a 18 km. del centro de Mendoza.
El crecimiento sostenido de la población y la apropiación del espacio definieron
una mancha de edificación continua a partir de 1970. Desde entonces la
cabecera departamental de Maipú deja de ser una ciudad satélite para formar
parte de la gran ciudad.

Es oportuno aclarar que la Constitución de la Provincia de Mendoza, que data


de 1916, y la Ley Nº 1079, Ley Orgánica de Municipalidades, que aún hoy rige
y es de 1934, en su Art. 197 y en el Art. 1º, respectivamente, expresan que
“La administración de los intereses y servicios locales en la Capital y de cada
uno de los Departamentos de la Provincia, estará a cargo de una
Municipalidad…” Es por ello que el gobierno municipal se ejerce en toda la
jurisdicción municipal o departamental la cual abarca tanto espacios urbanos
como rurales, situación no se corresponde con la mayoría de los municipios de
las provincias.

Entre las características geográficas de Maipú, destacamos que su relieve es


plano, excepto en el ángulo suroeste donde domina el relieve serrano, con
desnivel orientado de suroeste a noreste. Esta planicie es una cuenca
sedimentaria bordeada al oeste por la Precordillera, la Cordillera Frontal y el
Bloque de San Rafael y al este por las afloraciones graníticas del zócalo de
San Luis. El río Mendoza atraviesa, en su curso medio, el extremo sur del
departamento.
En la escala regional, Maipú posee una excelente localización geográfica
respecto al sistema vial, ya que el departamento está atravesado por el
Corredor Internacional antes mencionado (Ruta Nac. 7). Esta localización se ve
favorecida aún más por la cercanía de Maipú a la encrucijada de la Ruta Nac.
7 y la Ruta Prov. 40, principal eje de articulación norte-sur del país. Si bien el
punto de intersección de ambos ejes es externo al departamento de Maipú, el
desvío de las cargas y los circuitos del tránsito se ven influenciados por la
presencia de este punto de máxima accesibilidad, en lo concerniente a rutas
nacionales e internacionales.
En cuanto a la red ferroviaria, en desuso en la actualidad en casi todo el
territorio nacional, permite expresar que el paralelismo del ferrocarril Gral. San
Martín con la Ruta Nac. 7, con trazado este-oeste, representa una interesante
potencialidad para una apertura internacional hacia Chile, por ende, un
elemento estratégico a considerar para el ordenamiento territorial.
A pesar de su reducida superficie, Maipú presenta una significativa importancia
a nivel provincial desde el punto de vista económico. La casi totalidad de la
superficie se encuentra cultivada. El cultivo principal es el de la la vid, seguida
por el olivo (cuya superficie sembrada representa la mitad de la superficie
provincial destinada a este cultivo), los frutales (duraznos, almendros, ciruelos,
perales, cerezos y membrillos) y hortalizas (principalmente ajo y cebolla).
Respecto de la actividad industrial, las bodegas ocupan un lugar primordial.
Además, debe destacarse la presencia del Zona Industrial compartida con los
departamentos de Godoy Cruz y Guaymallén. Maipú tuvo siempre una
posición relevante en la economía provincial y extrarregional a partir de su
especialización agroindustrial y un dinámico crecimiento poblacional.

Área Metropolitana de Mendoza


Referencias sobre los departamentos en la la figura:
Centro oeste, departamento Capital y Parque Gral. San Martín;
Sur de Capital, Godoy Cruz; Norte de Capital, Las Heras;
Este de Capital, Guaymallén; Sur de la aglomeración urbana,
Luján de Cuyo, y en el Sureste, Maipú y Parque Metropolitano Sur.
Trazado lineal más oscuro: Ferrocarril y estaciones (en desuso).
III- Las prácticas. Antecedentes. En la República Argentina se realizaron
acciones aisladas a través del tiempo y llevadas a cabo generalmente desde la
Presidencia de la Nación y el Ministerio de Obras Públicas. Es recién a partir
de 2004 cuando el Gobierno Nacional a través del Ministerio de Planificación e
Inversión Federal elabora el documento “Argentina 2016: Política y Estrategia
Nacional de Desarrollo y Ordenamiento Territorial”. El mismo “define a la
política como la construcción y desarrollo de un nuevo modelo de país,
teniendo conciencia plena de que la organización territorial por sí sola está
vacía de contenido si no tiene como destino la equidad y el bienestar social, la
construcción de la paz, el fortalecimiento del tejido socio-económico, la
prosperidad general y la garantía de los derechos y deberes consagrados en la
Constitución Nacional” (Alvarez- Fernández, 2007). Desde entonces se han
organizado comisiones específicas y se ha abierto la participación a los
organismos vinculados a estos temas en las provincias, universidades,
instituciones de investigación.
Las provincias por ser autónomas y con un régimen de gobierno federal, han
tomado diversas posturas, en estos últimos años, respecto al Ordenamiento
Territorial, excepto la Provincia de Buenos Aires, cuya Ley Nº 8912 rige desde
1977 en todos los Partidos de la jurisdicción.
Con la finalidad de conocer antecedentes en Mendoza relacionados con la
temática específica de esta ponencia, se menciona brevemente los más
importantes, y que se refieren, de manera predominante al ámbito urbano y
sobre todo a los departamentos de la aglomeración urbana Gran Mendoza. A
partir de la destrucción de la ciudad por un terremoto en 1861, la planificación
urbana, aunque escasa en espacio y tiempo, alcanzó algunos resultados. Es
así como desde el siglo XIX, se cuenta con antecedentes sobre detalles
edilicios y reglamentos urbanos, y otros decisivos para el desarrollo de la vida
en el oasis, como la Ley de Aguas, la construcción de diques, la creación del
Parque General San Martín. Posteriormente, un caso que resulta interesante
para ejemplificar es el de la Ley 1372 de 1939, por la cual las ciudades de más
de 10.000 habitantes debían elaborar un proyecto urbano que incluyera la
expansión de la misma. Esta ley prácticamente no fue aplicada. Por Decreto
667 se crea el Consejo de Obras Públicas en 1949, con el objeto de coordinar
las obras propuestas por los diferentes organismos provinciales, el que se
desvirtuó por carecer de visión planificadora (Alvarez, A., 1993). Como se
expresara, se dictan varias normas y se crean organismos con la intención de
ordenar y orientar el crecimiento urbano en los años 50, y se efectúan
importantes estudios en los 60.” En la segunda parte del decenio del 70 se crea
el Consejo Provincial de Planeamiento, presidido por el Gobernador de
Mendoza e integrado por los Ministros, el Secretario General de la Gobernación
y el Secretario de Planeamiento y Coordinación. Por Decreto Nº 3370/76 se
crea el Consejo de Ordenamiento Urbano del Gran Mendoza, del cual
participan representantes del gobierno provincial y de los municipios” (Alvarez-
Fernández, 2007). Sin duda se trató de oportunas iniciativas, que aunque no
perduraron en el tiempo, muestran la intención y la necesidad de
intervenciones territoriales por la fuerte dinámica del crecimiento demográfico y
espacial de la metrópoli regional. Entre los resultados más notorios hasta fines
de los setenta se destacan los trabajos técnicos realizados por el Consejo de
Ordenamiento Urbano antes citado, y el primer trabajo específico en
Ordenamiento Territorial en la provincia que fue el de nuestras propuestas para
el departamento de Maipú.

En Maipú, el espacio objeto de nuestros primeros estudios y prácticas, cabe


destacar en esta presentación los lineamientos que articularon el proceso de
investigación y sus resultados.
En primer lugar, se hace referencia al proceso y los instrumentos propuestos
para el Ordenamiento Territorial de Maipú a fines de los años setenta como se
anticipara.
“La ciudad de Maipú evolucionó favorablemente a partir de un emplazamiento
positivo y de la valorización de su entorno vitícola…según la información censal
de 1970, el departamento contaba con el 48.6% de su población urbana,
elevándose en aquella fecha a 71.599 la cantidad total de habitantes…El
hábitat disperso, las parcelas cultivadas con vid, su orientación en función de
los caminos y los canales de riego, y la diseminación de los establecimientos
industriales de base agraria caracterizan la fisonomía del espacio rural”
(Alvarez, A. 1982).
Por aquel entonces, Maipú constituía la zona de impacto del crecimiento del
Gran Mendoza, situación que lo convertiría en “un espacio en proceso de
trasformación, como consecuencia del avance de los usos que, en la ciudad
metropolitana, no encuentran el espacio adecuado o las condiciones óptimas
de instalación”.
“El proceso de suburbanización del espacio avanza rápido a través de tres
usos fundamentales: barrios residenciales, localización industrial,
horticultura…este fenómeno se verifica sobre todo en la zona colindante con
los departamentos de Guaymallén y Godoy Cruz… La localización industrial
resulta ser el fenómeno más complejo, ya que desplaza hacia Maipú no sólo
las plantas industriales en forma individual, sino verdaderos complejos de
zonas de depósitos, de estacionamiento, de abastecimiento, etc.”.
Se analizó la situación del departamento, ordenado a partir de cuatro ejes
estructurantes: el corredor regional o Acceso Este, el ferrocarril Gral. San
Martín, el sistema de calles paralelas a la Ruta Nac. 40 y el río Mendoza. De la
interrelación de estos elementos resultaba: una urbanización fragmentada
sobre dos líneas dominantes no articuladas entre sí, una norte-sur, donde se
halla la cabecera departamental, y otra este-oeste articulada por la Ruta Nac.7;
un sector rural al norte de la Ruta Nac. 7, con debilidad y/o carencia de
servicios comunitarios e infraestructuras, emigración de población hacia
centros urbanos, crecimiento del espacio dedicado a la agricultura; un sector
mixto entre las Rutas Nac. 7 y 40, en el que se verifica extensión del área
residencial del Gran Mendoza, especulación sobre los terrenos, espacios
vacíos y localizaciones industriales que se presentan en forma indiscriminada.
La contaminación del aire y del agua agudiza la tensión de los procesos.
Se identifican principalmente dos áreas conflictivas en el departamento y sobre
las cuales es necesarios establecer una vigilancia estricta: la Zona Prioridad 1
correspondiente a la franja urbana norte sur o apéndice sureste de crecimiento
de la aglomeración urbana de Mendoza, en la que la heterogeneidad de los
usos y los conflictos que provocan constituyen el rasgo principal de este
espacio, no obstante observarse una tendencia espontánea de organización y
diferenciación de funciones que debía favorecerse. La Zona Prioridad 2, con
agricultura tradicional, activo proceso de fraccionamiento con dominio de la
mediana y pequeña propiedad que se opone a un sector de conquista del
espacio útil a través de las grandes propiedades. A lo expresado se agrega la
falta de articulación del espacio rural con sus centros urbanos de
abastecimiento, la falta de previsión de servicios sanitarios, educacionales,
recreativos.
Además de los problemas esbozados, se puede percibir el desfase entre lo que
es la jurisdicción real y las limitaciones de la gestión, abriéndose una brecha
entre la conciencia de pertenencia y la relación con la cabecera departamental.
Entre las principales tendencias detectadas en el diagnóstico citamos:
ocupación efectiva del área que se presenta como zona de uso mixto
(residencias, agricultura, industrias); retroceso de las actividades agrícolas
características del departamento por un fraccionamiento apresurado de las
tierras frente a usos más competitivos (urbanización, industrias); surgimiento de
áreas industriales dispersas en zonas privilegiadas por la circulación; extensión
de la mancha urbana con bajas densidades de población por hectárea y
presencia de urbanizaciones fragmentadas y aisladas; emigración de
habitantes hacia la ciudad de Mendoza; transformaciones en las franjas
laterales de influencia de la Ruta Nac. 7.
Los objetivos generales planteados para el ordenamiento territorial fueron los
siguientes: lograr la integración departamental; corregir las tensiones
provocadas por la circulación; ordenar los usos que recibía desde el Gran
Mendoza; disponer de reservas de espacios para orientar el crecimiento futuro;
mantener la figura de departamento agrícola – industrial.
Se definieron dos lineamientos alternativos de ordenamiento: mantener las
tendencias espontáneas del espacio (con sus ventajas y desventajas) o llegar a
establecer un subsistema jerarquizado de centros departamentales.
En el trabajo presentado optamos por las siguientes estrategias:
. Promoción de un sistema urbano jerarquizado por servicios y funciones
particulares.
. Promoción de un sistema vial jerarquizado para el departamento.
. Proteger las zonas de reservas rurales aún existentes.
En mecanismos particulares de instrumentación se propusieron los contenidos
fundamentales que a nuestro criterio debían conformar los Planes de
Ocupación del Suelo (POS) para áreas prioritarias:
. Plan de ocupación del suelo para el Área P1 (zona urbana que forma parte del
Área Metropolitana y Zona Industrial).
. Plan de ocupación del suelo para el Área P2 (zona de reserva agrícola, zonas
urbanizadas y a urbanizar, localización de industrias según flujos de circulación
dominantes y diagrama de conexidad departamental).
Finalmente se desarrollaron tres etapas a cumplir y las formas de intervención
comunal.
Terminado y presentado a las autoridades comunales el documento elaborado
al cabo de poco más de un año de arduo trabajo, el Dr. Rauek invitó a quien
suscribe a continuar en la planta profesional de la Comuna a los efectos de
instrumentar propuestas, lo cual fue aceptado.

- La tarea de mayor envergadura a la que me aplicara fue la redacción del


Proyecto de Ordenanza de Zonificación de los Usos del Suelo del
departamento. Después de una observación que realizó la Dirección General
de Municipalidades del Gobierno de Mendoza, época de gobierno no
constitucional, acerca de que era más apropiada la definición de franjas
comerciales principales, coincidentes con las principales vías de circulación de
los dos distritos más importantes conectados a la mancha urbana del Gran
Mendoza, al no estar de acuerdo con la propuesta municipal de fortalecimiento
del área central de estos distritos y la generación, por ende, de una
organización bipolar del espacio urbano, a la cual hubo que adscribirse, la
citada Dirección aprobó la Ordenanza General Nº 99 en 1980.
La continuidad del desempeño profesional en el Municipio permitió, en cuanto a
la zonificación, complementarla, ajustarla a través del tiempo durante los
catorce años de permanencia en el mismo. Todavía está vigente. En esos
años, fueron muchas las ocasiones en que se convocó a la población
organizada en Uniones Vecinales a conocer y debatir sobre alguna propuesta
parcial de modificación de la normativa vigente. Al respecto, es pertinente
destacar que la participación ciudadana en la planificación era casi inexistente,
en general, además de ser época de gobiernos de facto. No obstante, después
de la jornada laboral, en horario nocturno, muchas veces se contó en la Casa
Municipal con personas que respondieron a las convocatorias.
- Como es de suponer, paralelamente se realizaron infinidad de tareas que
coadyuvaban a una organización del espacio que pudiera ofrecer a la
población, tanto de áreas urbanas como rurales, mejores condiciones de vida.
Ello se tradujo preferentemente en gestiones relativas a factibilidades de
equipamiento y ampliación de infraestructuras de servicios. A la vez de sugerir,
frente al trabajo prácticamente unipersonal, la formación de dos comisiones
asesoras para Intendencia, interdisciplinarias y de diferentes oficinas técnicas
municipales, además de asesoría legal, involucradas desde la mirada integral y
sistémica sobre el territorio y el ambiente, una comisión sobre factibilidad
de instalación de usos, no reglados, complejos, o nuevos, y otra sobre la
factibilidad de construcción de viviendas y barrios, atendiendo a diversos
factores de carácter legal, físico, ambiental, dotación de servicios e
infraestructuras, etc. Esta iniciativa permitió alcanzar la conformación de
equipos interdisciplinarios en años en que ello no era frecuente.
El aprendizaje de cada día, al estar en contacto con las personas que
requerían información o asesoramiento acerca de los temas relacionados con
el Ordenamiento Territorial, y las salidas sobre terreno, proporcionaron
apreciadas instancias que enriquecieron marcos teóricos, metodologías,
procedimientos del hacer para intentar llegar a buenos resultados.
- Las salidas al terreno en muchas oportunidades con otro profesional de la
Comuna, generalmente integrante de alguna de las dos comisiones a que se
hizo referencia, la búsqueda incesante de documentación estadística y
bibliográfica de contexto, la elaboración de cartografía temática y de
documentos específicos, de formularios para efectuar las solicitudes de
factibilidad y el ajuste de los mismos, para obtener mayor claridad y
operatividad, a medida que se efectuaba la instrumentación de la Zonificación,
fue permanente. La docencia realizada y la rigurosidad de la aplicación
trasciende los límites departamentales en los años ochenta. Al respecto,
también hoy es grato recordar que el intercambio oficioso con otras dos
colegas Geógrafas de la Municipalidad de Guaymallén, colindante a Maipú, y
de Capital, definió una sutil y a la vez sólida red de apoyo y crecimiento
profesional.
- Fue así como en este devenir, algunas propuestas se concretaron, otras no,
por la falta de conocimientos y el ejercicio personalizado del trabajo. Dos
casos selecciono a modo de ejemplificación puntual de fracasos, uno en zona
urbana, otro en zona rural, porque me ayudaron a tomar más recaudos a la
hora de las propuestas y acrecentar conocimientos siempre, cuando de
intervenciones territoriales se tratara para el bienestar de los habitantes, la
identidad, preservar el ambiente, la pertinencia de las decisiones.
Por entonces, la reciente inaugurada Ruta Prov.Nº 10, de conexión de la “Villa
Cabecera” departamental, Maipú, con la Ruta Nac. Nº 40, en medio de un
paisaje de viñedos Malbec, bodegas y olivos, la concebí y quedó plasmada en
la Zonificación de los Usos del Suelo, con dos franjas laterales denominadas
“zona verde autopista” de ciento cincuenta metros de ancho cada una. Pero,
qué desilusión fue al poco tiempo observar que comenzaban a edificarse
viviendas, al costado de la ruta, sin encuadrarse en la obligatoriedad de la
Ordenanza Nº 99. Pues no tenía ni el conocimiento ni la práctica acerca de que
esa arteria, al ser provincial, no era de competencia municipal para intervenir y
hacer cumplir lo estipulado en la Ordenanza General, sino que habría que
haber realizado, con la antelación suficiente, la gestión correspondiente en la
Dirección Provincial de Vialidad, lo cual sin duda hubiese demandado muchas
reuniones y trámites para intentar lograr el cometido.
- La preocupación por atender las zonas rurales del departamento siempre
estuvo presente en mis actividades como Geógrafa dedicada al Ordenamiento
Territorial de Maipú, pues contribuía a ampliar mi mirada que siempre trató de
ser integral sobre el territorio, frente a mi mayor práctica en Urbanismo
entonces.
El caso al que hacemos referencia a continuación se enmarca en la propuesta
de creación de un Centro de Servicios Rurales en el departamento. Cuál fue
el origen de esta inquietud?. En diciembre de 1980 la Comuna me invitó a
participar, beca de por medio, en un curso de especialización de un mes
intensivo de duración, auspiciado por OEA, en la Provincia de San Luis, sobre
planificación de centros de servicios rurales. La excelencia del mismo y la
posibilidad de transferencia constituían una tracción singular. Después de
proponer el lugar, en la parte central-norte del espacio rural, en el distrito de
Fray Luis Beltrán, donde existía escuela y un “almacén de ramos generales”,
una posición de encrucijada de los dos caminos de tierra principales, y efectuar
la fundamentación y elaborar la propuesta quien suscribe, que fue
entusiastamente aceptada por la autoridad municipal, comenzó la etapa de
gestión. Ésta se dividió en dos fases. La primera consistió en la búsqueda de
un terreno, que debía ser donado, en las proximidades del lugar descripto,
para construir un barrio rural ante la posibilidad que ofrecía el Fondo Nacional
de Vivienda (FONAVI) con sede en Buenos Aires. Las entrevistas sobre terreno
y la búsqueda de propietarios, con las consiguientes solicitudes de audiencia,
fueron constantes durante un año. Finalmente, se alcanzó el objetivo: la
donación de un terreno de siete (7) hectáreas a 754 metros de la escuela.
Elevadas las actuaciones al Gobierno de Mendoza, éste dio su aprobación y
efectúo el envío a Buenos Aires. La prensa escrita local aceptó divulgar en
1981 la noticia de creación de un “Pueblo Nuevo”. Hubiese sido el primero en
Mendoza en el contexto indicado.
No obstante, el pedido fue rechazado. Estimado lector de esta ponencia, se
preguntará qué pasó? He aquí la respuesta: la distancia a la escuela debía ser
de no más de quinientos (500) metros!, de acuerdo con los estándares fijados
por el organismo nacional. Sólo agrego que, los niños para llegar a la escuela
caminaban, o en los mejores casos llegaban en bicicleta o sus padres los
trasladaban en el vehículo del que disponían, desde hasta más de cinco (5)
kilómetros, para que usted, que se ocupa y preocupa por el tema que nos
convoca en este Foro, reflexione al respecto. Sin duda, fue un aprendizaje muy
significativo, que intercalé siempre como ejemplificación de trabajo “desde el
escritorio”, inclusive aún hoy, en el aula universitaria.
- Una práctica exitosa: El Parque Metropolitano Sur.
El distrito de Maipú, donde se halla la ciudad cabecera departamental, siempre
fue el más poblado, siguiéndole en importancia el de General Gutiérrez. A
éstos se agregó el distrito de Luzuriaga, conformando el apéndice sureste de la
aglomeración mendocina en continuidad espacial desde 1970.
El ritmo de crecimiento poblacional más elevado se registró en el período
intercensal 1980-1970, en el área de Luzuriaga, el que fue explosivo.
Resultaba evidente la atracción que ejercían las adecuadas condiciones físico
ambientales, la accesibilidad, el costo de la tierra, la disponibilidad de servicios
para la instalación residencial.
En la Zonificación de los Usos del Suelo, se incluyeron espacios verdes para la
ciudad. Una de las propuestas al respecto más necesaria y oportuna, según mi
opinión, no se concretó, como antes se explicara. La continuidad en la
Comuna, permitió estar atenta acerca de alguna ocasión para disminuir el
déficit de espacios verdes que había detectado en el conjunto urbano Maipú,
General Gutiérrez, Luzuriaga, y que sería muy grave si se pensaba hacia un
cercano futuro por la fuerte expansión residencial, y el sostenido crecimiento
poblacional y residencial en el distrito de Coquimbito, en contacto, al este, de la
ciudad de Maipú.
La idea expuesta al Intendente Municipal, Enólogo Hugo A. Bordín, de la
necesidad de solicitar al Gobierno de Mendoza la donación a la Comuna de
unas 40 hectáreas (mi cálculo de déficit en verde por entonces) de lo que había
sido un gran predio de viñedos y olivos adyacente a la Ruta Prov. Nº 10, sobre
la cual habían fracasado las “franjas verde autopista” hacía ya diez años, fue,
cabe manifestar, jubilosamente aceptada por la autoridad, coincidiendo con un
anhelo postergado que había tenido en su Intendencia de principios de los 70.
La decisión política de concretar la idea conllevó a una gestión sin pausa. El
apoyo recibido de parte de otros profesionales municipales y del arquitecto
Giraud del área técnica de la Dirección de Arquitectura de Mendoza, fueron
decisivos. Ello impulsó a solicitar ya no sólo algunas hectáreas, sino la totalidad
de la finca, 187 hectáreas. La escala cambió totalmente, y nació y comuniqué
la idea de mantener el patrimonio cultural que contenía ese espacio, tan típico
de los oasis bajo riego. Coordiné tres comisiones interdepartamentales
(técnica, legal y presupuesto) integradas por profesionales de las otras dos
Comunas colindantes. El alto crecimiento demográfico, la extensión urbana y la
necesidad del espacio verde justificaron la gestión de lo que denominé “Parque
Metropolitano del Sur”. Dos años de intenso trabajo desde fines de los 80, para
lograr el Acta Acuerdo del Gobierno de Mendoza a principios de los noventa. El
Parque Metropolitano Sur es una realidad en nuestra gran ciudad.
Un hecho particular coadyuvó también a la concreción del parque, la creación
en 1989 del Ministerio de Medio Ambiente, Urbanismo y Vivienda.
- No se puede dejar de hacer mención a un patrimonio emblemático, para todo
mendocino. El Parque del Oeste, que comenzó a construirse en 1896, en el
departamento de Capital. Su inspirador fue el Dr. Emilio Civit y el proyecto
ejecutado por don Carlos Thays. Desde 1947 se denomina Parque General
San Martín, es una obra del hombre que ganó un espacio de más de 400
hectáreas a la aridez (Alvarez, A. y ot., 1997).
- Hacia fines de los 80, en representación de Maipú, se integró comisiones de
profesionales de municipios del Gran Mendoza, de áreas del Gobierno y entes
descentralizados, para trabajar en una Mendoza hacia el 2000, desde el
ordenamiento territorial.
- La formación de recursos humanos fue un horizonte a alcanzar también en la
Comuna. Después de algún tiempo de solicitar a una persona para que
colaborara en las tareas del ordenamiento del territorio y formarla en la materia,
se me concedió la posibilidad de elegir a un alumno de “mi quinto año” de la
Licenciatura en Geografía, que tenía la orientación Urbanismo y Organización
del Espacio.
- En 1991 elaboré un Proyecto de Ley para el Ordenamiento del Territorio y los
Usos del Suelo para la provincia, enviado en calidad de documento de
divulgación a las restantes diecisiete Municipalidades de Mendoza por la
Dirección de Ordenamiento Ambiental y Desarrollo Urbano del antes citado
Ministerio. Fue expuesto en el IV Encuentro de Geógrafos de América Latina
en Venezuela, en 1993.
- En marzo de 1992 dejo de trabajar en la Municipalidad de Maipú, en la
seguridad de la continuidad de tareas y campo de especialización profesional,
pues mi ex alumna, la Lic. Matilde Bertoldi, al cabo de cinco años estaba
preparada. Además, hacía dos años que había dejado de depender
laboralmente de Intendencia, creándose el Departamento de Planificación
Territorial, ante nuestra sugerencia, cargo que aún ocupa la mencionada
profesional. Las responsabilidades de los dos trabajos que desempeñé
simultáneamente, Geógrafo Profesional en la Comuna y docente investigadora,
en la Universidad Nacional de Cuyo, se incrementaron. Culminaba una etapa
en la que se logró la interacción entre personas y actividades en ambos
trabajos, una retroalimentación inigualable para la profesión y la vida.
- En el año 2000 se me invita a coordinar un equipo de trabajo integrado por
profesionales de la Municipalidad de Maipú y tres colegas más del
Departamento de Geografía, a los efectos de realizar el Código Urbano. Esta
solicitud surgió de una de las propuestas de los ejes estratégicos definidos en
el Municipio a partir de la puesta en práctica de foros de participación
ciudadana en ámbitos urbanos y rurales. Todo ello de acuerdo con el slogan
municipal en el marco de la planificación estratégica: “para la vida, la
esperanza del nuevo milenio”.
En esta ocasión, dado el contexto de profundas transformaciones territoriales
impulsadas por la globalización, se sugirió realizar en primer lugar, por la
pertinencia y actualidad, un Plan de Desarrollo Territorial en el que se
insertaría después el Código Urbano. Presentado y aceptado el marco teórico,
la metodología y las etapas a cumplir se trabajó sistemáticamente durante un
año. La limitante más importante que afectó la agilidad de las tareas fue la falta
de datos actualizados. Situación frecuente en muchos municipios ante la
cantidad de tareas a cumplir y la escasez de personal.
Entre los objetivos principales que se formularon figuraron el conocer la
inserción del departamento en el marco de los procesos de transformación que
experimenta el Área Metropolitana de Mendoza, de la cual es parte; abordar la
escala departamental a los efectos de detectar, además de los conflictos, las
potencialidades para su articulación dinámica en la macro-región Mercosur, y
profundizar en los procesos socio-territoriales de Maipú. Se confeccionaron
documentos de síntesis y análisis, resultado de un interesante trabajo
interdisciplinario, y se confeccionó cartografía digital; se realizaron numerosas
reuniones de trabajo con intercambio de opiniones en grupos ampliados, pero
por razones de diferente índole no se pudo finalizar la propuesta, dejándose los
lineamientos para lo que restaba completar.

Conclusiones
Durante la permanencia en el municipio, que se prolongó catorce años, por
decisión y corresponsabilidad de llevar adelante el Ordenamiento Territorial del
Departamento de Maipú, mucho puede decirse sobre la práctica y el
aprendizaje. Ambos evaluados como muy satisfactorios y enriquecedores, y a
la vez, con fuertes desafíos, sobre todo, derivados de la implicancia de una
propuesta institucional que paulatinamente trascendió en el medio y sobre la
cual realizamos también docencia.
Paralelamente, tanto por el desempeño en cátedras universitarias y el
perfeccionamiento en temas inherentes a esta temática, técnica, arte, política
pública, en la acepción del presente, como la especialización de posgrado
realizada en ordenación del territorio en España entre 1983-84, permitieron
profundizar en el conocimiento de sus marcos y prácticas.
Al mismo tiempo, el desenvolvimiento profesional en el medio exigió
profundizar estudios sobre contenidos, metodologías e instrumentos cuya
aplicación era cotidiana en la Comuna, y que a la vez, me permitieron, desde el
Departamento de Geografía de la Facultad de Filosofía y Letras, de la UNCuyo:
. Participar como coautora y docente de dos carreras de posgrado,
Especialización y Maestría en Organización del Espacio y Ordenamiento del
Territorio”, evaluadas y categorizadas B a nivel nacional, con participación de
alumnos de diferentes instituciones y provincias del país, dictadas entre
noviembre de 1990 y noviembre de 1991.
. Fundamentar la incorporación de nuevas asignaturas en planes de estudios
de la Licenciatura en Geografía, como “Gobierno y Administración Territorial”,
“Geografía y Ordenamiento del Territorio”, “Formulación y Evaluación de
Proyectos”.
. Integrar el grupo de profesionales geógrafos que crearon, y se participó
algunos años, dos Centros de Investigación en la Fac. de F. y Letras: Centro
de Información y Formación para el Ordenamiento Territorial (CIFOT) y Centro
de Estrategias Territoriales para el Mercosur (CETEM).
. Colaborar en la elaboración de los fundamentos del Colegio de Geógrafos.
. Participar como coautora, docente y Directora Académica de la “Maestría en
Ordenamiento del Territorio con Orientación en Planificación Estratégica”,
acreditada y categorizada B por la Comisión Nacional de Evaluación y
Acreditación Universitaria (CONEAU), entre los años 2002 y 2007.
. Realizar otras actividades sustentadas en la experiencia adquirida como
asesorías, evaluaciones, dirección de trabajos de alumnos de grado y
posgraduandos, etc.
Es oportuno expresar para finalizar este punto, parafraseando a Manuel
Castells (1995), que es el espacio de los lugares donde se construye y practica
la experiencia, cada vez más local, más territorial, donde prevalece el sentido
de pertenencia, arraigo e identidad.
La escala local moviliza a la corresponsabilidad entre la sociedad y el gobierno,
en la seguridad de que los caminos recorridos en algunas ocasiones no pueden
ser transitados sin inconvenientes, otras veces, lo que resultó ser una buena
práctica acrecienta la satisfacción del recorrido hacia el bien común de las
personas, el lugar y el entorno.
El porvenir. La situación actual socio-territorial en la provincia en general, y en
sus departamentos en particular, es conflictiva y muy crítica. Entre los
problemas principales mencionamos los siguientes:
. La desertificación. Este proceso se intensifica cada día en todo el oasis
agrícola del norte de Mendoza, y en consecuencia también en Maipú, por
especulación y presión inmobiliaria, agravamiento de la crisis económica
general y un comportamiento cultural no favorable a la sustentabilidad de los
ecosistemas.
. La dispersión y la yuxtaposición de usos del suelo incompatibles entre sí. Por
ejemplo, en Maipú, aunque no en todo el territorio departamental, existen
establecimientos industriales, de servicios, agropecuarios, dispersos y que
resultan incompatibles entre sí y con asentamientos de población.
. La sobreexplotación del recurso agua, la salinización de la primera napa
freática, estando ya comprometida la segunda, la contaminación de agua
superficial y subterránea.

La aprobación de la Ley de Ordenamiento Territorial y Usos del Suelo en mayo


de 2009, es un gran avance para la provincia, pero las respuestas a los
desafíos continúan siendo urgentes en ambas escalas, provincial y
departamental.

Capacitación, planificación, gestión territorial adecuadas en un amplio marco de


oportunidades, participación, equidad, solidaridad, honestidad, compromiso y
responsabilidad, deben constituir los pilares que sustenten y orienten las
acciones para hacer frente a los desafíos actuales del desarrollo y el
ordenamiento territorial estratégico de Mendoza. Sus recursos humanos y
naturales, desde el paradigma de la sustentabilidad ambiental, deben ser su
fortaleza.

Gobernabilidad, competitividad e integración social y territorial, desde una


perspectiva de relaciones sinérgicas y sistémicas, son fundamentales para
alcanzar cierta capacidad de desarrollo endógeno, como tantos autores
expresan. Pero todo ello es insuficiente si no hay inserción en un marco
institucional que de sentido y orientación para la formulación de las políticas
públicas, y por ende, credibilidad y eficiencia de buen gobierno, abierto a la
participación ciudadana y a la búsqueda de consenso en la definición de
respuestas.

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"Colaboración del Instituto de Geografía para el Ordenamiento Territorial de Maipú",


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