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Tomo 2: La Introducción
vanguardia ganadera bonaerense, 1856-1900; Siglo XXI y Universidad de
Belgrano, Bs. As., 2005. Introducción.
2. Una perspectiva estructural: terratenientes-invernadores Este antagonismo tiene un correlato político e ideológico que lleva a Lma di-
vinculados a la exportación cotomía insalvable entre moderno y arcaicb. Así los criadores de ovinos, con
un componente mayoritariamente británic~, sbn los progresistas que introdu-
Esta perspectiva enfatiza el arquetipo rentista y parasitario de los hacenda- cen el cambio tecnológico, derrotan a Rosas unidos a Urquiza e introducen el
dos/terratenientes -configurado por Oddone- entre 1954 y 1970, introducien- liberalismo. En cambio, los criadores de vacunos criollos son retardatarios, apo-
do como clave explicativa su actividad como invernadores, cuya exclusividad y yan la dictadura rosista y, sobre todo, son 1os grandes terratenientes poseedo-
monopolización derivaba de la condición de propietarios latifundistas. Este res de Jos mejores campos a menos de 30 lf<gti~S de la ciudad y cerca del litoral
abordaje está comprometido con debates de alto impacto sobre el frustrado de- atlántico, siguiendo la zona que Jacinto Oddone había delimitado para las 1.500
sarrollo económico, del que se babia tomado plena conciencia en esas décadas, leguas puestas en venta por Rosas en 1836. ',
y atribuyó toda la responsabilidad de tan trágicos resultados a estos invernado- El antagonismo entre criadores progresistas de ovinos y retardatarios de va-
res como socios locales del imperialismo británico. Cabe señalar que estas cues- cunos quedó consagrado en diversas contribuciones a la historiografía mral
tiones son estudiadas a partir del proceso de incorporación al mercado mun- pampeana, a pesar de no contar con un basarpento empírico sólido. El núcleo
dial como productores de bienes primarios entre 1852 y 1930, dando cuenta de progresista surgió de hacendados británico~, if]andeses o vascos especializados
la vía capitalista adoptada y de la diferenciación en dos sectores locales anta- en ovinos, individualizados por Mac Cann yn 1847, uno de los viajeros a los que
gónicos, uno progresista vinculado al ovino refinado y otro retardatario ligado Ortiz recurre más frecuentemente. Sin embargo, a este grupo se suman ganade-
al vacuno criollo.' ros terratenientes, como Pereyra, Olivera, Cobo, Casares, Luro, Fernández y
En relación con el comportamiento parasitario de la clase terrateniente -una Unzué, a partir de 1852, cuando ya han zanjado las posiciones políticas irre-
denominación impregnada y sustentada en Oddone-, se remite invariablemen- conciliables mantenidas hasta entonces, epcin;ando simultáneamente el mejo-
ramiento de lanares y vacunos, como se verá en el transcurso de este trabajo.
De tan variada problemática nos centraremos en la modalidad presentada
• Giberti, H. (1970), pp. 169-175; Ortiz, R. (1974), t. 1, pp. 95-99y 170-173; t. u, pp.l84-193. por el sector promotor de la genética en ~flrpes, poniendo especial énfasis en
intereses y campo de acción de este sector social. Los rasgos originales del re- en el desarrollo de este trabajo. Se supone que las exigencias de los frigoríficos
finamiento del vacuno son descriptos por Ortiz, eri contraste con el proceso ve- redundan en favor de los refractarios terratenientes porque monopolizan las úni-
rificado con lanares mejorados, que se realizó tardíamente y se expandió en for- cas praderas con las que se pueden obtener engordes de primera. Las condicio-
ma muy lenta por la falta de incentivos de la demanda hogarefia hasta 1880. El nes excepcionales proporcionadas por estas ventajas comparativas, según Ortiz,
despegue llega con los frigorfficos a partir de 1883. Pero aquí debe agregarse permiten producir 600 kilos a los cuatro afias en novillos mejorados provistos
que, para el autor, el mercado externo es el factor dinamizador por antonoma- por los criadores, que no tienen otra salida que vendérselos a los invernadores,
sia. De ahf en más el refinamiento vacuno queda encuadrado sólo como cam- dado que sus predios carecen de esta localización y calidad.
bio racial y un fenómeno del mercado externo, desligando de esta dinámica a Esta ponderación se anuda a una prejuiciosa valoración de las actividades
la plaza interna de consumo y reproductores, cuyo impulso fue determinante mencionadas en relación con el diferente grado de compromiso productivo; por
· en la temprana genética en carnes y siguió acompafiándola en el resto de su tra- ende, los invernad ores quedan absolutamente desprestigiados porque se nutren
t ••
yectorm. de las otras dos ramas, aprovechando así las ventajas naturales de sus explota-
·EA cuanto a la demora en el mejoramiento del vacm10 criollo, es atribuida ciones. En cambio, se resalta el mérito de los criadores como artífices del refina-
a ia p):eeminencia del sector retardatario, interpretando dicha demora como una miento, a pesar de estar sujetos a una condición de inferioridad y explotación,
estrategia deliberada de los terratenientes opuestos a cualquier transformación por las deficiencias ya sefialadas de los campos, que los dejan prácticamente iner-
o jnnovación que atentara contra las ventajas derivadas de monopolizar el co- tes en manos de los terratenientes invernadores.
mercio saladeril y las tierras más fértiles de la provincia de Buenos Aires. Con En verdad este correlato responde a la indiscutida fuerza del arquetipo te-
el/in de salvaguardar estos privilegios arcaicos, según Ortiz, este sector habría rrateniente rentista y parasitario de Oddone, alejado de cualquier compromiso
provocado un alza artificial de los precios, obligando a los criadores de ovinos productivo de envergadura y, además, de considerar que el patrimonio se con-
a desplazarse hacia la provincia de Santa Fe. centra en una sola área de la provincia, norte, que corresponde a las tierras ad-
En cuanto a la lógica y campo de interés de los sectores que intervinieron quiridas en 1836. Esta suposición queda completamente erosionada desde am-
en el refinamiento vacuno, se introduce en las actividades productivas la sepa- bos ángulos. Por un lado, Jorge Sábato, con el empleo de fuentes de primera
r"ción y desconexión con que operan en el mercado: cabafieros, criado~es e in- calidad, como duplicados de mensura, encuentra suficientes elementos para es-
vernadores. Esta fragmentación tiene una utilidad confirmatoria de claros pre- tablecer que esas propiedades se encontraban dispersas en toda la provincia.
juicios ideológicos, ya que parte de una constatación fácilmente desechable: que Por otro, las existencias de animales vacunos mestizos, puros por cntza y pedi-
los ganaderos terratenientes no participan en este proceso, aun siendo los pro- grí detectados en zonas alejadas, en forma mayoritaria, son propiedad de esta
pietarios históricos de la hacienda criolla, es decir, el insumo básico para reali- vanguardia ganadera terrateniente, como lo demuestra otra fuente de excelen-
zar el mejoramiento. Este mérito se otorga a un pequefio número de cabafieros: cia, las cédulas censales, con las cuales se estableció fehacientemente el acceso
Pereyra, Fernández, Coba, Casares, Senillosa y Shennan. No está de más pre- diferencial a dichos planteles.'
cisar que dichos cabafieros estaban entre los mayores propietarios de vacunos Se trata, entonces, de una vanguardia que encaró simultáneamente el refi-
criollos y fueron los que implantaron esta tecnología de alta productividad. Des- namiento en lanares y vacunos, es decir, que no existía un antagonismo entre
de esta fragmentación artificial, el peso de la mestización descansa en un gran una y otra especialización; por el contrario, se potenciaban una y otra. Por otra
número de criadores dispersos en las zonas más alejadas y de pastos regulares parte, esa vanguardia abarcaba todas las actividades de manera complementa-
o malos, definiendo a dicha actividad también como independiente y aislada de ria y subsidiaria: cabafia, cría y engorde, algo ya sefialado por Míguez, que era
las otras dos. resultado de una estrategia destinada a abaratar y a financiar su propio proce-
Esta comprobación aparece sostenida por datos muy rigurosos (guarismos so de refinamiento, permitiendo además compatibilizar las diferentes calidades
que figuran en censos), con lo cuales se determina la correlación existente en- de sus predios.•
tre existencias mestizas y distribución geográfica en partidos fuera de la zona La estrategia dejó en sus manos el control de las existencias de puros y mes-
con mayores ventajas naturales, donde supuestamente se concentraba la pro- tizos en promedios que rondaban del 50 al 80% del total en cada partido, aun
piedad terrateniente. Estas conclusiones no son enteramente convincentes por en los más alejados y desfavorecidos, según las cédulas censales de 1895. Amo-
diversas razones; quizá la de mayor relevancia sea que estas fuentes no permi- do de ejemplo, en Puan, de 14.998 mestizos y 823 puros, 10.000 y 500 corres-
ten individualizar a los agentes interviníentes, tan sólo proporcionan cantida- ponden a López Lecube; en Carmen de Patagones, de 5.297 mestizos y 301 pu-
des neutras agregadas para cada partido. Entonces, el tipo de actividad es ad- ros, Luro dispone de 4.300 y 300; en Ayacucho, de 136.341 mestizos y 2711
judicado tomando como indicadores el tipo de existencia y la distribución puros, Pereyra tiene 36.500 y 1.710; en Lobería, de 80.173 mestizos y 1.471 pu-
regional. ros, Lavalle Cobo posee 12.655 y 597 y Martínez de Hoz 10.850 y 200.
En relación con la demanda frigorffica de terminaciones especiales se deli-
nea un nuevo tipo de invernador, asociado a los· intereses de capitales extranje-
ros y totalmente prescindente de cualquier compromiso productivo en inversio- 'Sábato, Jorge (1979), pp. 10-78 y (1988).
~es o trabajo organizativo en el nivel interno, as·evéración que será desmentida 'Mfguez. Eduardo (1985), pp. 300-326.
Esta lectura de terratenientes devenidos invemadores que se apropian de ga- excedentes en la reproducción ampliada de la empresa y, fundamentalmente, en
nancias extraordinarias -con mínimas inversiones y bajo nivel de tecnología- favorecer la acumulación de capital. La excepción a esta tendencia es Alfredo
fue el punto de referencia de una serie de prospecciones teóricas en la década Pucciarelli (1968), quien reconoce en los terratenientes a los artífices del cam-
de 1960 para explicar las deficiencias del desarrollo económico argentino. A la bio racial, pero sin lograr entender que el refinamiento vacuno fue una nueva
usanza de entonces, se encuadraron las peculiaridades del comportamiento pm- combinación productiva y una fuente de ganancias típicamente empresariales.
ductivo en los parámetros modélicos europeos, cuya señal más distintiva era la En tanto estos debates teóricos quedaban 'entrampados en cttestiones esté-.
optimización paretiana de los factores de producción. Esta inadecuada compa- .riles respecto del comportamiento empresaria]! ;t~rrateniente, se realizaron in-
ración dejó una fuerte impronta que descalificó a los terratenientes como em- vestigaciones específicas que produjeron avances fundamentales, como vere-
presarios, porque no maximizaban sus ganancias con mayores dotaciones de mos a continuación. · ·
o capital y de mano de obra.
De ahí en más, se adoptó el esquema clásico que corporizaba en dos perso-
najes distintos a empresarios y terratenientes, caracterizando a este último sec- 3. Una perspectiva renovadora: la dinámica empresarifil
tor social con categorías supletorias: "cuasifeudales" o "cuasicapitalistas". Por terrateniente
otro lado, se consideraba sólo a los arrendatarios como verdaderos empresarios
que invertían corrían riesgos y ponían en producción esas tierras. Desde esta El rasgo más destacado de los estudios con~~derados renovadores,. publica-
concepción, también se cuestionó la legitimidad de categorizar como capitalis- dos en las dos últimas décadas del siglo xx, fue encontrar la radorahdad em-
ta al sistema de producción argentino, dado que la acumulación no provenía presarial del arquetipo invernador-terratenient~: encuadrando en "parámetr~s
del sector manufacturero, tal y como proponía dicha esquematización.' estrictamente económicos lo que antes se consideraban rasgos parasitarios y
Esta temática del comportamiento productivo terrateniente-invernador es rentistas, como la baja tasa de capitalización y la pervivencia de enormes upi-
retomada en la década de 1970, en el marco de un justificado interés por des- dades productivas. Esta lógica centrada en la I;]aximización de la rent~ en ~ie
cribir los efectos asimétricos de la gran propiedad desde posiciones teóricas e rras de distinta calidad y minimización de ries~os buscaba en la combmacrón
ideológicas distintas: la visión dependentista y la del bien primario exportable. invernada y agricultura el veloz desplazamiento entre actividades de similar ren-
Entre los mayores méritos de estas aproximaciones se encuentra la compren- tabilidad, con el fin de contrarrestar crisis cíclicas y variaciones de la demanda
sión de la especificidad de los empresarios rurales en países nuevos, entendien- mundial, además de paliar diversas contingenc¡~s climáticas. Aunque esta lógi-
do que la peculiar asignación de recursos (grandes extensiones de tierra con es- ca se sustenta en procesos decisorios en el nivel micro, igualmente se sigue co-
caso capital y mano de obra) era la más optima y la más conveniente en un país locando como el principio explicativo para desentrañar los problemas de cre-
cuyo bien más abundante y barato era la tierra. Entre estas conclusiones se con- cimiento económico en nuestro país que apareten a partir de la crisis de 1930.
firmó la plena vigencia del sistema capitalista, con ciertas especificidades: la Otro aspecto que llama particularmente la 'atención de este diseño empre-
fuente de acumulación de capital venía de la colocación de bienes primarios a sarial direccionado hacia el contexto intemaci'onal en cuanto generador de di-
escala mundial. De cualquier manera, se coincidía en la generalización de las visas ~ formador de precios, es que omite una 'dimensión fundaJ11ental: la pro-
relaciones de mercado, aunque el fundamento sin fisuras continuaba siendo las ducción de bienes de alta competitividad destinados exclusivamente a esa
ventajas naturales de las tienas pampeanas.' demanda selectiva, que supone procesos de especialización productiva a largo
La fuerte incidencia del componente rentístico en los ingresos de la clase te- plazo; tal el caso de las carnes vacunas.' Qui~á podría entenderse mejor esta
rrateniente desde la óptica dependentista es la clave explicativa para entender omisión si se tomara en cuenta el modelo proq~1ctivo en que se sustenta, basa-
los problemas de acumulación del sistema agropecuario y también para conju- do en la combinación invemada y agricultur~, Jl10torizado por la disponibilidad
gar la condición empresarial con una baja composición orgánica de capital, que, de extensas superficies de diferente calidad y l9calización y de capitallíquielo
a decir verdad, es imposible determinar a ciencia cierta. A partir de la cobertu- para aprovechar el costo de oportunidad, Pí!Sando rápidamente a la actividad
ra brindada por la formulación de la renta diferencial a escala internacional, sin que prometía mayores ganancias o estaba menos afectada por contingencias cli-
ninguna evidencia empírica para validarla, se determinó que la extraordinaria máticas. El costo extra ele esta flexibilidad, des,de el enfoque dependentista, se
magnitud de los ingresos permitió a estos empresarios satisfacer la modesta do- refleja en el limitado alcance en inversiones fijas y en tecnología, que desembo-
tación fija en el sector agrario y quedarse con suculentos excedentes que gasta- ca en baja acumulación de capital y desenca~lena la crisis ele 1930. Estos apor-
ban de manera improductiva u ostentosa, excluyendo cualquier compromiso pro- tes se convirtieron en una especie de dogma qtie fijó las dimensiones y el lími-
ductivo de largo alcance o inversiones de riesgo. Es decir, no se canalizaban esos te de las investigaciones que se han realizado hasta ahora. A pesar de que ese
modelo presenta serias falencias, que analizaremos a continuación, dichas cues-
'Ferre1~ Aldo (1963); Di Tella, Guido y Zymehnan, Manuel (1973); Fienup, Darle et al (1972). i
'Díaz Alejandro, Carlos (1980), pp. 160-161; Cortés Conde, Roberto (1979), pp. 129-134;
'Laclau, Ernesto (1969); Flichman, Guillermo (1977), pp. 89-111; Díaz Alejandro, Carlos
Adelman, Jeremy (1989), pp. 200-250; Sábato, jorge (1979), pp. 10-78 y (1988); Sábalo, Hilda
(1993). (1980), pp. 160-161; Míguez, Eduardo (1985), pp. :;pq-326; Pucciarelli, Alfredo (1986), pp.
166-286.
tiones no se examinaron críticamente; por el contrario, se les confirió un valor ta de un modelo estático situado en la corriente circular desde una posición de
general y atemporal. equilibrio, que inexorablemente desemboca en el peso de los beneficios rentís-
En primer lugar, esta racionalidad empresarial centra la maximización de ticos, pues únicamente da cuenta de la asignación de recursos, de precios y can-
las ganancias exclusivamente en el uso de la tierra,. ya que existía un fuerte pre- tidades de bienes, productividad de la tierra, que remiten siempre a la condi-
juicio acerca de la capacidad empresarial para introducir y adaptar innovacio- ción de propietario latifundista. Esto no significa que no se produzcan cambios,
nes tecnológicas, lo que llevó a relegar y postergar esta problemática en el de- pero éstos son infinitamente pequeños y surgen del propio curso tradicional. 11 .
bate académico. En segundo lugar, se trata de dar. respuesta a la permanencia • Sin embargo, la mejora en la competitividad del vacuno originada en la im-
del sistema extensivo de producción y a la coincidencia de agricultura y gana- plantación de una tecnología pecuaria en la provincia de Buenos Aires entre
dería en las mismas tierras. Para ello, se utilizan como variables discriminato- 1856 y 1900 provocó ruptura y discontinuidad en la manera de producir: alta
rias' ele! universo de análisis el tamafio, la localización y la distribución de los especialización y compromiso productivo, métodos de producción moderniza-
predios. Estas variables se complementan con otras referidas al uso de las tie- dos, fuertes inversiones, rasgos específicos ele las empresas capitalistas. Este ca-
rras y a las variaciones de precios relativos en invernada y cultivos. Pero esos so nos lleva a tocar cuestiones vinculadas a elites locales que implantan tecno-
datos son inferencias que de ninguna manera se pueden constatar empíricamen- logías intensivas, una temática largamente desatendida y por la que se ha
te, porque la información se extrajo de grandes agregados censales, cuyas varia- mostrado un profundo desinterés, ya que sólo se encuentran referencias ocasio-
bles no permiten identificar a los individuos ni la relación entre inversión, tipo nales en obras generales.
de 'producción y extensión de las explotaciones, aún menos si se producía una La asociación entre innovación tecnológica y comportamiento terratenien-
revolución en las técnicas tradicionales de la ganadería extensiva. te es muy reciente: a pesar de que los primeros acercamientos datan de la dé-
En resumidas cuentas, el comportamiento funcional y exitoso de los inver- cada de 1980, se instala no como una problemática en sí misma, sino en fu·n-
nadores-terratenientes era el más conservador y fuertemente especulativo y, des- ción de la peculiaridad sobresaliente del caso local, la manipulación racional
de la tradición dependentista, claramente ineficiente desde el punto de vista del uso extensivo de tierras de primera calidad. En última instancia, neoclási-
productivo, porque el uso intensivo de tierras había inhibido la adopción de tec- cos y dependentistas siguen cuestionando el grado de eficiencia productiva de
nologías que incrementasen los costos en capital fijo. Una mirada más deteni- los actores protagónicos: los terratenientes."
da de esta visión encontraría traducida a esta lógica los prejuicios extraeconó-
micos del arquetipo rentista y parasitario. De ahí en más, se propuso la vigencia
de esta única combinación productiva, invernada y agricultura, para todos los 4. Una perspectiva diferente: vanguardia ganadera e implantación
productores. Lo más gravoso fue la puesta como marco referencial acrítico, des- tecnológica
de políticas institucionales, de los estudios empíricos identificados en las dos
últimas décadas del siglo xx.'" Este trabajo recorta un espacio propio y diferenciado de las perspectivas
El interrogante que deja sin respuesta esta línea interpretativa tiene que ver analizadas en las páginas precedentes, cuyo recorrido ameritan los motivos y
con la calidad y los rendimientos de las carnes vacunas, es decir, cómo se hizo ubicación de éste, centrándose en una vanguardia ganadera -simultáneamen-
para que los biotipos exportables dieran carnes entreveradas y 600 kilos a los te cabañeros, criadores e invernad ores- que ocupó tm papel protagónico en la
cuatro afios, siendo éste unos de los aspectos que confieren especificidad al pe- implantación y adaptación de una genética en carnes de alta productividad, con
ríodo de mayor crecimiento económico. El problema radica en que, de esta ma- un contexto fundamental constituido por los mercados selectivos interno y ex-
nera, las ganancias temporales generadas por la adopción de nuevas combina- terno, donde confluyeron las ganancias de uno y otro tipo de demanda."
ciones productivas -las verdaderamente empresariales según Schumpeter-, Aquí vale remarcar el carácter incipiente de la problemática vinculada a van-
como el incremento en materia de productividad del vacuno, resultan una me- guardias locales, especialmente las que proceden del sector agropecuario. Esto
ra expresión de la asignación del recurso más barato disponible en términos re- se debe al fuerte prejuicio existente respecto de la incapacidad del sector em-
lativos: la tierra. presarial para comprometerse con tecnologías intensivas, con importantes in-
Esta distorsión es el resultado de una analítica que visualiza la racionalidad versiones y de gran volatilidad. Estas indagaciones, tal el caso de la vanguardia
empresarial de la clase terrateniente bonaerense, en términos de una racionali- vinculada a la genética en carnes, ponen en tela de juicio dos de los a priori fun-
dad única weberiana, que sólo atiende a la productividad de la tierra e impide dacionales de la historiografía rural pampeana: por un lado, la baja tasa de ca-
la comprensión de procesos productivos de alta competitividad, al no entender pitalización y, por otro, que los espectaculares incrementos en materia de pro-
que existen múltiples lógicas instrumentales en otras dimensiones, tal el caso de
la¡ implantación de tecnologías de alta productividad. Debe sefialarse que se tra-
" Laclau, Ernesto (1969); Flichman, Guillermo (1977), pp. 89-111; Pucciarelli, Alfredo
(1986), pp. 166-286.
J¡'"Sábalo, jorge (1979), pp. 10-78; Sábalo, Hilda en Marta Bonaudo y Alfredo Pucciarelli "Sesto, Carmen (1977), (1988), (1989), (1990), (1991), (1995) y (1998).
"Sesto, C. (1999a), pp. 405-432; (1999c), pp. 54-56, 90-91 y (1999d) 54-56; (2002), pp.
(dómps.) (1993). 715-755.
ductividad fueron producto exclusivo de las ventajas "naturales" de las tierras empírica obtenida del proceso concreto de implantación de una tecnología pe-
de la provincia de Buenos Aires. cuaria en la provincia de Buenos Aires entre 1856 y 1900. El modelo de van-
En este punto queremos ser precisos y explícitos: no existe evidencia algu- guardia "schumpeteriano" marca un contorno muy concreto y acotado, sólo
na de que la obtención de vacunos mejorados ni el incremento alcanzado en captura al sector ganadero portador de esta tecnología pecuaria cuando aún no
materia de productividad tuviera como sustento el agregado de más y más tie- se cuenta con un mercado para Jos nuevos prodfLctos y en el tiempo que dura
rras, como se viene argumentando desde tiempos inmemoriales, argumentación la implantación de esta tecnología pecuaria erúif1856 y, 1900, o, mejor dicho, -
que habría quedado descartada de plano si se hubieran tomado en cuenta las hasta que esta combinación productiva entra en·Ja corriente circular. ·
modestas existencias refinadas que se manejaban. Pero el quid de la cuestión Dar cuenta de la interac~ión entre la genétiG~ en carnes vacunas y el sec-
que socava esta argumentación es que los requerimientos específicos del refi- tor social asociado al proyecto en la provincia d"e Buenos Aires .entre 1856 y
namiento y del incremento en materia de productividad exigieron una infraes- 1900 requirió dos operaciones analíticas distint~s aunque conedtadas entre sí.
tructura de alta complejidad que obligó a una utilización más eficiente de las En primer lugar, definir el refinamiento vacuno como una tecnología de alta
tierras disponibles: estabilizando y ampliando la oferta forrajera con nuevas productividad que posee tres dimensiones estrechamente asociadas entre sí:
combinaciones y técnicas conservacíonistas, consfmyendo cabañas, potreros e transformaciones en el sistema productivo, genética en carnes y actores socia-
instalaciones fijas, y proveyendo agua permanente y de primera calidad. les. En segundo lugar, señalar como clave la existencia de unos podas ganade-
La existencia de una vanguardia terrateniente portadora de cambio tecno- ros terratenientes que introducen el hito tecnol&gico, modernizan las técnicas
lógico a fines del siglo XIX es descripta por Halperin Donghi a partir del papel productivas y administrativas, y comprometeri fi~~1tes inversiones de gran ries-
dirigencial que ocupaban en la apertura del mercado mundial y respecto de la go, es decir, que ponen en evidencia rasgos d~l s~ctor terrateniente desconoci-
clase de grandes propietarios a la que pertenecían, pagando el costo de tener dos hasta entonces. · ! •
que renunciar al tradicional ausentismo, de incorporar mejoras tecnológicas, de Si finalmente optamos por caracterizarlos'cqmo vanguardia recurriendo al
promover el progreso social y económico, lo que culmina en una completa modelo de "innovación tecnológica" de Schump'eter-Haggen fue porque en esa
transformación de su mentalidad productiva. Pero aun en esta propuesta del conceptualización el imp1.1lso proviene de empresarios cuando a(m no se cuen-
autor, los terratenientes continúan siendo pensados como incapaces de desa- ta con el incentivo de la demanda ampliada, y 'ésta es la cuestión central en el
rrollar estrategias de largo alcanci:!, tales como las requeridas por el proceso de contexto de implantación tecnológica que efectivamente ocun:ió en la pruvm-
refinamiento del vacuno. Aún más: el propio cambio tecnológico surge como cia de Buenos Aires entre 1856y 1895. En el tramo inicial, las cuestiones espe-
sustento del proyecto hegemónico como clase dominante.'• cíficas se originan en la imposición de un producto nuevo totalmente alejado
Si se quiere llegar al meollo de esa transformación productiva debe utilizar- de lo que se hacía rutinariamente, que despierta fitertes resistencias y presiones.
se el modelo schumpeteriano, un modelo de la discontinuidad dirigido a lama- Para enfrentar ese desafío de ir contra la corri<!nte se necesitan aptitudes espe-
nera de producir fuera de la corriente circular donde se capturan las ganancias ciales que, a juicio de Schumpeter, sólo están fresen tes en esa pequeña fracción
derivadas de esas nuevas combinaciones productivas, cuyo carácter intrínseco de la población denominada vanguardia, empresarios que nunca aparecen so-
es temporal, porque en cuanto entran en la corriente circular se pierden. Este Jos sino en un círculo de amigos.'• · ·
modelo asigna un lugar preferencial a una vanguardia: considera la razón de De acuerdo con dicha conceptualización, este "círculo de amigos" se con-
ser de estos empresarios como portadores del cambio tecnológico y de la fun- vierte en vanguardia porque introduce un producto nuevo, Shorthorn, Hereford
ción de liderazgo en la gestión económica; pone en evidencia una lógica em- y Aberdeen Angus de pedigrí, y realiza las trmisformaciones creativas necesa-
presarial donde la maximización de ganancias y el esfuerzo de un mayor rendi- rias para la implantación de esta tecnología pedumia cuyo objetivo último es el
miento productivo son compatibles. Éste es el correlato más propio y específico acceso a mercados altamente selectivos, el de 'reproductores e~ el país y el de
de una burguesía, en cuanto a osadía, inventiva y métodos novedosos." carnes en Gran Bretaña. La vanguardia sab'f q~e haber tomado la delantera en
Se pretende aquí presentar la estrategia de una vanguardia terrateniente me- este período de implantación le permite apropiarse de las ganancias monopó-
diante la imbricación de la contribución teórica schumpeteriana y la evidencia licas y temporarias generadas por esa nueva ~ombínación productiva y que, se-
gún Schumpeter, son las específicas de la gestión_ empresarial. ·
"Halperin Donghi, Tulio (1985), pp. 223-247; (1992), pp. 19-45. Lo que resulta evidente es que la vanguai·di'a implementó una fórmula pro-
"Schumpeler, )oseph (1963), pp. 140-161 y 191-262; (1983), pp. 95-134; Ballivian Calde- ductiva exitosa, pero que le exigió ir en confni,, de Jo establecido, asumir gran-
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pp. 189-211; Weingast, B. (1998}, pp. 167-190; Sened, l. (1991},pp. 379-402; North, D. (1990); (1964), pp. 34-89 y (1984), pp. 71-150; Katz, Jorge~ Bercuvich, Néstor (1978) y (1988}, pp.
Bates, R. (1988), pp. 387-401. 59-166. .
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des riesgos, incrementar la dotación de capital fijo, capacitarse técnicamente, fialar algunos de los aspectos principales teniendo en cuenta la perspectiva
transformar constantemente los métodos de producción y tomar el desafío de adoptada. Se trata de material prácticamente inexplorado, proveniente de ar-
reali~ar las adaptaciones creativas necesarias con el fin de reducir la brecha tec- chivos familiares de este grupo, ubicados en repositorios privados y públicos.
nológica entre un país de avanzada y uno nuevo. La configuración de la van- También de otras fuentes primarias de primera calidad, como sucesiones, cédu-
guardia planteó que se debían tomar en cuenta aspectos completamente dife- las censales y duplicados de mensuras. Asimismo, publicaciones del sector ru-
ren~ef de los tradicionales para d_eterminar. !a inclusi_ó~ y exclusión en ese ral privadas y oficiales, memorias de diversos ministerios, diario de sesiones del
con¡ unto, y observar el proceso de 1mplantac10n tecnolog1ca. De alguna mane- Congreso Nacional y de la Legislatura de la provincia de Buenos Aires, de cu-
ra,' no resultaron definitorios el stock ganadero ni el patrimonio territorial ni ya envergadura se podrá tene¡:.una idea aproximada en el apartado correspon-
mia posición social prominente asociada a tma cierta disponibilidad de tierras, diente al finalizar este trabajo.
y esto provocó una pérdida de importancia de los criterios tradicionales basa-
dos en la condición de propietarios latifundistas y el estrato ocupacional, caba-
ñero·, criador o invernador, cuya delimitación aún hoy en día despierta serias
controversias.
Np obstante, reconocemos la importancia de la apropiación diferencial de
tierras y la previa orientación en vacunos criollos. Esta acumulación previa fue
un prlso necesario y fundamental que adquirió un peso decisivo cuando se tra-
tó de la sustentabilidad de esta tecnología pecuaria en el largo plazo. Los gran-
des terratenientes, Pereyra, Luro, Casares, Duggan, pudieron afrontar mejor los
reqmirimientos económicos para el desenvolvimiento del proyecto y salieron ai-
rosos de las crisis que afectaron el proceso de implantación; en cambio, no ocu-
rriÓ lo mismo con Frers, Newton y Frías, de gran capacidad de gestión y adap-
tillivri, pero sin ese sostén económico.
Lo que aquí nos interesa es la utilización con fines diferentes de los tradi-
cionales, de manera distinta, más apropiada y ventajosa, de los medios de pro-
ducción existentes en su negocio estático: vacunos criollos, personal, instala-
dbn~s y tierras. A partir de allí van formando la nueva combinación de puros
de pedigrí, por cruza y mestizos, donde lo que importa es el incremento en la
productividad de ese ganado mejorado, más que el crecimiento cuantitativo. Es-
tá' de' más señalar que las existencias refinadas son muy modestas en relación
con el criollo.
Esto coloca entre las cuestiones centrales cómo el vactmo criollo pasa a mes-
tizón¡ mestizo y puro por cruza, hasta alcanzar los 600 kilos de peso a los cuatro
afios; cómo se transforma la utilización y regularización de las pasturas, cómo se
mbdifica la operatoria para el refinamiento, la manutención y la preservación
del ganado mejorado, y que, en última instancia, estos cambios desembocan en
un sistema productivo que representa una discontinuidad con el precedente,
desplazándolo de tal manera que no puede retomarse a lo antiguo.
Por consiguiente, el campo de análisis delimitado por el modelo de vanguar-
dia schumpeteriano permitió visualizar cómo el sector portador de esta tecnolo-
gía pecuaria obtiene esta nueva combinación productiva fuera de la corriente cir-
cular: con la modernización de los métodos de producción, la reorganización de
la mano de obra, el planteamiento de inversiones de riesgo, la transformación de
las instalaciones, la mecanización de la operatoria y hasta el acceso a mercados
selectivos con productos que antes no existían: puros de pedigrí y novillos Short-
hvrn, Hereford y Aberdeen Angus. En este proceso, el liderazgo económico apa-
rece como una tercera función de la producción.
· En cuanto al sustento heurístico utilizado en esta investigación, aunque no
ré'~nlta pertinente hacer un análisis pormenorizado y exhaustivo, podemos se-