Sunteți pe pagina 1din 1

BIOGRAFÍA DE GALILEO GALILEI

Nació en la ciudad de Pisa (Italia), en el seno de una familia de comerciantes. A los diez
años de edad, sus padres se trasladaron a Florencia, dejándolo al cuidado de un vecino
religioso que acabaría introduciéndole en la vida eclesiástica. Pocos años más tarde, tan
pronto como se enteró; su padre, un hombre no muy devoto, sacó a su hijo del convento
en el que se hallaba y lo inscribió en la Universidad de Pisa para que estudiara medicina.

Retrato de Galileo Galilei (Justus Sustermans, 1636)

El joven Galileo, sin embargo, no encontró en la medicina su vocación. Además, su poca


tolerancia hacia la autoridad, la ignorancia y la falta de espíritu crítico de sus profesores,
le condujo a abandonar la universidad a los 21 años y a centrarse en su verdadera
vocación: la física. Con 25 años, tras hallar algunos importantes descubrimientos en el
campo de la mecánica, consiguió una plaza de profesor de matemáticas en la Universidad
de Pisa. A partir de ese momento, comenzó a compaginar la docencia con la investigación
y la invención de nuevo instrumental científico.

En 1609, un antiguo alumno le hizo saber de un nuevo descubrimiento holandés que


cambiaría su vida para siempre: el monocular (anteojo). Enardecido por las futuras
aplicaciones de ese novedoso, inmaduro y desconocido artefacto, Galileo construyó su
propio telescopio, superando en poco tiempo la resolución y posibilidades del instrumento
original. El éxito de sus telescopios no solo le reportó fama por toda Europa y un puesto
vitalicio en la Universidad de Padua, gracias a
ellos, comenzó a observar los astros y
aglutinar pruebas que acabarían apoyando la
teoría heliocéntrica que Nicolás Copérnico
formuló un siglo antes.

Con tanta imprudencia como entusiasmo,


Galileo hizo públicos sus resultados aún
sabiendo que contradecir la teoría geocéntrica
podría llevarle ante la Inquisición por herejía.
Y así fue. Poco antes de morir tuvo que
retractarse y negar la verdad para no acabar
quemado en la hoguera. Dicen algunos
historiadores, que en voz baja, justo después
de abjurar, murmuró la famosa frase: “Eppur
si muove” (en español: “y sin embargo, se
mueve“) refiriéndose al movimiento de la
Tierra alrededor del sol.

S-ar putea să vă placă și