Mateo 7:7, 8,12. Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y
se os abrirá.8 Porque todo aquel que pide, recibe; y el que busca, halla; y al que llama, se le abrirá. 12 Así que, todas las cosas que queráis que los hombres hagan con vosotros, así también haced vosotros con ellos; porque esto es la ley y los profetas. Introducción: nuestras oraciones deben provocar la voluntad de Dios, en lo que pedimos, creemos, confesamos y en lo que somos. I. NUESTRO CORAZÓN UN ALTAR PARA LA ORACIÓN. Altar: lugar de sacrificio de muerte, lugar de sincerarse consigo mismo, lugar de comunión, lugar elevado, de conectarnos con nuestro creador. Su propósito principal: establecer y mantener la relación y comunión con Dios y su pueblo. En el altar está el poder de tocar el corazón de Dios. Corazón: es el espíritu del hombre, es el centro, el control del ser. A- COMO NUESTRO CORAZON ES UN ALTAR PARA LA ORACION: Todas nuestras oraciones deben ir acompañada de arrepentimiento, de confesión. Es evaluarnos nuestras acciones, actitudes y reacciones. Un examen de nuestro interior. Nuestro corazón es muy falso y está dividido entre lo que anhela, desea y los planes de Dios. Salmos 139:23-24. (NTV) Examíname, oh Dios, y conoce mi corazón; pruébame y conoce los pensamientos que me inquietan.24 Señálame cualquier cosa en mí que te ofenda y guíame por el camino de la vida eterna. 1. Es buscar la limpieza de nuestro espíritu y alma para ser agradables a Dios y hallar su respuesta. 2. Una búsqueda genuina de su presencia demanda, humillación, santidad. Salmos 66:18. (BL95) Si hubiere visto maldad en mi corazón, el Señor no me habría escuchado. B- COMO NUESTRO CORAZON ES UN ALTAR PARA LA ORACION: nuestras oraciones están llenas de compasión por los que nos han hecho daños. Compasión: es sumergirse totalmente, padecer con, es la capacidad de sufrir con otros seres humanos y compadecerse de ellos. Nos une. 1. La intimidad con Dios nos hace compasivos, nos llena de amor, desarrolla en nosotros su misericordia. 2. Es la expresión genuina del amor de Dios atraves de nosotros. 3. Es un poder liberador de, juicios, culpas y que le resta poder a satanás sobre nuestra vida. Sal 19:12-13. ¿Quién podrá entender sus propios errores? Líbrame de los que me son ocultos. 13 Preserva también a tu siervo de las soberbias; Que no se enseñoreen de mí; Entonces seré íntegro, y estaré limpio de gran rebelión. II. NUESTRA ORACION ES OBRA DE FE. Hebreos 11:6 Pero sin fe es imposible agradar a Dios; porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que le hay, y que es galardonador de los que le buscan. Examinando tu vida diaria podrás descubrir cuanta fe tienes. Una profesión de fe vacía no nos ayuda en nada. Necesitamos a Dios. Solo la fe cuenta, la fe viene cuando permitimos la palabra dominar nuestro corazón, nuestro espíritu. La fe activa la unción, agrada a Dios y abre las puertas a lo sobrenatural (un milagro) Marcos 5:34 Y él le dijo: Hija, tu fe te ha hecho salva; ve en paz, y queda sana de tu azote. III. NUESTRA ORACION DEBE SER GOBERNADA POR LA PALBRA DE DIOS 1. Orar conforme la palabra de Dios es hacerlo según su voluntad. 2. La oración es abrir el corazón y el alma a Dios en una forma sincera, sensible y afectuosa, por medio de Cristo, con la ayuda y en el poder del Espíritu Santo. Debo leerla con: 1- con atención. 2- meditar en ella. 3- debo hacerla práctica. Salmos 119:1-2. Bienaventurados los perfectos de camino, Los que andan en la ley de Jehová. 2. Bienaventurados los que guardan sus testimonios, Y con todo el corazón le buscan; Conclusión: Volviendo de regreso a Dios, dándole significado nuevamente a la oración, como combustible de nuestra fe.