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Editorial
VIAJE A LOS LÍMITES

Cuando nos propusimos transitar por la sutil fron- quicie generalizado, se reproducen, desde la aparente
tera que separa locura y cordura desconocíamos cordura, síntomas que mimetizan los casos clínicos: fo-
el farragoso terreno en el que nos adentrábamos. bias/filias, neurosis, conflictos de identidad, alienacio-
Nos encontramos con una palabra, ‘loco’, con con- nes, egolatrías, obsesiones. Diagnosticamos a algunas
tradictorias interpretaciones semánticas: la es- personas como enfermos mentales, pero nos resulta
tigmatización que provoca la enfermedad mental más complicado catalogar a sus supuestos antagóni-
contrasta con la idea de la locura relacionada oní- cos como ‘sanos’ mentales. Así, la locura se define por
ricamente con términos como lucidez, creatividad un contrario que tampoco sabemos definir. Y ahí, en el
y genialidad. Rechazo social versus seducción in- medio, surge esa frontera en forma de grieta desde
telectual. Locura como enfermedad, pero también donde ha nacido este dossier de artículos variopintos
como aplaudida extravagancia. Locura como dolor que retratan a su modo la inabarcable frontera entre la
y sufrimiento, a la vez que supuesta representante locura y sus múltiples reflejos. Vienen acompañados de
de la rebeldía frente al status quo reinante. un par de textos donde se analizan dos movimientos
Viajamos hasta esa frontera, a priori, un lugar contemporáneos —el arte extremo y el post-porno
caótico, desordenado, desbordante. La ubicación que cuestionan la relación limitante que mantenemos
del punto –quizás infinito- donde convergen salud con nuestros cuerpos, convertidos en ambos casos en
y enfermedad mental, cordura y locura, depende de campos de batalla contra las constricciones sociales y
dónde se coloque la línea divisoria y quién tiene la sus consecuencias.
autoridad para ponerla. El enfermo mental compar- Para acabar, (casi) por casualidad este dossier surge
te dos dramas: su propia enfermedad y la exclusión el mismo año en que se cumple el 600 aniversario de la
social que le acarrea. Habría que romper el rechazo El espejo, los excrementos y la quemadura fundación en Valencia del primer psiquiátrico del mun-
al loco (sin caer en la compasión como forma de me- David Nebreda do (un dato del que nos quisiéramos fiar aunque ya se
nosprecio), asumiendo a su vez que no todos esta- sabe cómo somos para esto los valencianos: también
mos habilitados para saltar estas fronteras mentales al mismo ritmo y del mismo se dice, entre otras vanaglorias, que somos la cuna del ajedrez moderno y que
modo. Tendemos a agruparnos entre iguales, porque el diferente nos interpe- contamos con el verdadero Santo Grial). Para conmemorar dicha efemérides,
la, nos pone bajo su juicio. Casi siempre preferimos aislarlo, marcar el territorio el Consell de la Generalitat Valenciana ha declarado 2009 como ‘Año de la
donde nuestras actitudes y comportamientos se sientan cómodos, reforzados Solidaridad’, organizando varios actos de homenaje al Padre Jofré, fundador de
por ‘nuestros mismos’. Quizás ésa sea la barrera más infranqueable: el miedo a lo aquel psiquiátrico prístino. Una celebración que contrasta con las continuas de-
distinto. Así es como la conducta mayoritaria –estandarizada- desprecia las mino- nuncias que se suceden por parte de médicos, familiares y enfermos mentales
ritarias, que quedan relegadas a pequeños espacios de acción social. sobre la escasez de recursos públicos y el abandono que, por los mismos que
Sí, podríamos hablar de normalizar la ‘locura’, si no fuese porque ‘normal’ festejan el pasado, sufre hoy el sector de salud mental. Y, ante esto, no hay
también se escribe entre comillas. En una sociedad que parece abocada al des- nada que celebrar. Por solidaridad.

Equipo fotográfico: Eva Máñez, Laura Sánchez, La revista Bostezo agradece la atención culina-
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Alfonso Moreira, Pablo Santiago y Paqui Santos Consejo editorial: (en re-construcción) DEPÓSITO LEGAL: V-4401-2008
Sumario
Foto de portada: Nina Sellars Ear on arm. Londres, Los Ángeles, Melbourne 2006. © Stelarc

RETROVISOR PLATICANDO...
04. La estupidez ilustrada, Laura 14. Albert Pla
Domingo
50. Santiago López Petit, Héctor
06. Hecho en Oaxaca, Ángela Arnau y David Barberá
Sánchez de Vera
70. Diana Junyent, Epo
06. Cuando el tamaño no
importa, Francisco Zarzo
06. Asistencia malentendida,
Carlos Jimen
MESA REDONDA
53. Entre la salud y la
10
enfermedad
07. El vaciamiento de la
educación pública, Pablo BOSTEZO VISUAL
Santiago 68. El cuerpo transfigurado, Eva
08. La guerra de los niños, Dildo Máñez
de Congost
BATISCAFO
10. Fante versus la realidad, Joan
Losa
11. En plena forma, Tomás Gorria
73. Suplemento literario. Nº3
80. La città della gioia, Valeria
Venezia
14
12. Un mutie en la ciudad,
Fernando Márquez
13. Del LSD al ADSL, Gong Duruo
16. ¡Déjame en paz!, Sonia García
80
López
17. Lecturas para bostezar, Daría
Barbate
18. Deserciones, Ignacio
68
Echevarría

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23. La imitación de la cordura, Santiago Alba Rico Inscríbete en:
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26. Cómo se infiltra la disidencia en las fuerzas represoras
del Estado, Héctor Arnau
29. Drogas y salud mental, Fernando Caudevilla
32. La píldora de la felicidad, Javier Messeguer
35. Y Mammon infectó el concierto pop, Kiko Amat
38. Topografías de una desobediencia, Martín Correa-Urquiza
42. El nacimiento del manicomio, Rafael Huertas
46. La construcción del sujeto peligroso: psiquiatría, locura
y criminalidad, Ricardo Campos
59. Vacaciones en Tinduf, Carlos Jimen
63. Explorando los límites del cuerpo, Montse de Mateo
Puigmartí

29
59
42 46

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letras

La estupidez ilustrada
Elogio de la Locura o Encomio de la Estulticia. Erasmo de Rotterdam. Editorial Espasa
Calpe. Colección Austral.

H
ace quinientos años la humanidad em- sentador del Club de la Comedia. Desde el
pezaba a desperezarse de la modorra de escenario manda subir a doña Estulticia, que
siglos de régimen medieval y se encami- llega acompañada de su séquito familiar: la
naba, todavía despistada y con legañas, ebriedad, la ignorancia, el amor propio, la adu-
a una época algo más luminosa y prometedora, el lación, el olvido, la pereza, la voluptuosidad,
Renacimiento. Desiderio Erasmo, uno de los más la demencia, la molicie y la sublime modorra.
célebres pensadores del momento, empujaba con Aún sin hablar, en cuanto aparece doña Es-
fuerza el portón de entrada a la nueva era, pero tulticia, el público empieza a retorcerse de
a la vez trataba de salvar lo salvable del oscuro risa. El influjo de la estupidez sobre los hom-
y mohoso medievo. Como dice José Antonio bres es inmediato. Mientras Erasmo se retira
Marina, quiso mantener agarrados de la cola dos del escenario, con la mano tendida hacia ella,
caballos que cabalgaban en direcciones opuestas, anuncia: “¡Habla la Estulticia!”. Con estas pala-
con el evidente riesgo de acabar partido en dos. bras arranca el libro.
Desiderio, más conocido como Erasmo de En su actuación, la Estulticia hace una
Rotterdam era, pues, un tipo valiente. Intelec- defensa de sí misma y reclama públicamente
tualmente era audaz en extremo y el pueblo sus méritos. Recuerda que no hay nada ale-
le tenía una estima inusual; tanto, que en gre ni feliz ni deleitoso que no se deba a su
una época de analfabetismo casi universal, favor. “¿Qué parte de la vida no vendrá a ser
sus obras eran esperadas con ansiedad y en triste, aburrida, fea, insípida, molesta, si no le
cuanto salían al mercado se convertían en añadís el placer, es decir, el fundamento de
best-sellers. Viajero infatigable, ciudadano la Estulticia?”. Desprovista de humildad y se-
del mundo en un mundo sin aviones ni low gura de sí misma, la monologuista no sólo se
cost, mientras recorría países, Erasmo traba- considera fuente de toda felicidad humana,
jó incansablemente en la filosofía de Cristo, sino que reprocha a la sabiduría y a la razón
es decir, se empeñó en demostrar que la fe que sean causa de tanta preocupación y su-
religiosa se puede alcanzar a través de la ra- frimiento. La Estulticia se compadece de esos
Retrato de Erasmo de Rotterdam
zón y la sabiduría. Erasmo era lo que se vino hombres severos dedicados al estudio de la
Hans Holbein ‘El Joven’
en llamar un humanista cristiano, alguien que filosofía, o a graves y arduos asuntos, enveje-
abominaba de las rigideces y abusos de la cidos antes de llegar a la plena juventud. “Por
Iglesia de la época y que abogaba por una religión más el contrario, mis necios están regordetes, lucidos y con
humana, más sencilla, más auténtica. piel brillante”, asegura ufana.
Su propuesta era enormemente atrevida para las Así, según la Estulticia, la naturaleza es tan sabia que
mentes –principalmente eclesiásticas- de la época y no permite que falte nunca el condimento de la insen-
pronto se ganó fieles enemigos, sobre todo entre la In- satez: relegó la razón a un angosto rincón de la cabeza
quisición española, que prohibió buena parte de sus obras, mientras dejaba el resto del cuerpo al imperio de los des-
La Inquisición órdenes. “Infinito es el número de tontos. La Estulticia
convertidas, en España, en combustible para las hogueras
que daban calorcillo a la ignorancia nacional. española abraza a todos los mortales”, proclama la monologuista.
Durante un viaje a caballo entre Italia e Inglaterra, prohibió Durante ciento veinte páginas, Erasmo deja hablar a
Erasmo de Rotterdam decide sacudirse el aburrimiento buena parte la incontenible Estulticia, que hace malabares con la re-
escribiendo Elogio de la Locura o Encomio de la Estulticia. de las obras tórica para loar las grandezas de la estupidez y poner en
La idea surgió a través de un primer juego de palabras, evidencia las limitaciones de la razón, a la que presenta
de Erasmo, como una agonías que no hace otra cosa que amargar
mientras recordaba a su amigo más querido, Tomás Moro,
otro hombre de agudo ingenio con quien tenía las más convertidas en a los humanos. Pero, un momento: ¿No era Erasmo un
entretenidas discusiones. Erasmo cayó en la cuenta de combustible humanista? ¿No dedicó años y más años a desarrollar
que el vocablo griego ‘moria’ (tan parecido al apellido de para las la filosofía de Cristo, basada en la razón? ¿No empujaba
su amigo) significaba locura, estulticia, insensatez (los hogueras Erasmo para acelerar el Renacimiento, que impondría la
términos que peor podían definirle). Y se puso a escribir. ciencia y la sabiduría sobre las supersticiones y el os-
que daban curantismo de siglos? En suma, ¿se golpeó Erasmo la
Elogio (…) es un monólogo de la Estulticia, que habla
en primera persona de principio a fin del libro. Si tras- calorcillo a cabeza antes de escribir esta obra? ¿Estaba en su sano
ladamos la obra a la época actual, la acción se podría la ignorancia juicio mientras se estrujaba los sesos para hacer tamaña
desarrollar como sigue: Erasmo oficia de amable pre- nacional defensa de la insensatez?

4 | retrovisor |
Así, resulta especialmente placentero acercarse a la
parte final del libro, ya que la Estulticia reserva su dosis
más reconcentrada de malicioso ingenio para cargar con-
tra lo más sagrado de la época: los sacerdotes, cardenales,
obispos y sumos pontífices, de quienes asegura que “no
hay quien lleve vida más voluptuosa (…) e impía (…)”, a la vez
que les acusa de resolverlo todo “a punta de espada”. Un
ataque que comprometería seriamente a cualquiera que
lo formulara en el siglo XVI, a menos que, como el listo de
Erasmo, lo pusiera en boca de la misma Estulticia.
Ahora bien, instalados en el siglo XXI, cuando ya la ra-
zón, la ciencia y la sensatez rigen el mundo, ¿por qué volver
al viejo de Erasmo? Pues porque, como sucede con tantos
clásicos, Elogio (…) puede leerse como un retrato no sólo del
mundo medieval, sino del mundo de hoy, como un retrato
de nosotros mismos que un tipo inteligente supo anticipar
hace más de cinco siglos.
Sólo dos ejemplos. La Estulticia hace referencia a “go-
bernantes que gobiernan a la estulta muchedumbre con
fabulosas invenciones. Con semejantes tonterías se mue-
ve a esa bestia enorme y vigorosa, el pueblo”. ¿No parecen
estas frases arrancadas de un editorial de prensa de hoy?
¿No podrían acompañar –pongamos por caso- la imagen de
la famosa reunión de las Azores a modo de pie de foto?
Otro más. “El sabio se ha querido ensordecer de todas
las sensaciones de la naturaleza, carece de pasiones, no
se conmueve por el amor ni por la misericordia. Como go-
Elogio (…) bernante, ¿quién no preferiría a cualquiera entre la cáfila
puede leerse de hombres más estultos que, a fuer de estulto, pudiera
Bocetos en tiza de las manos de Erasmo como un mandar u obedecer a los estultos; que agradara a sus se-
Hans Holbein ‘El Joven’ mejantes, que son la mayoría; que fuera complaciente con
retrato no sólo la mujer, alegre con los amigos, atento con los invitados y
La clave, quizás ya lo han adivinado, está en leer del mundo grato comensal y, en suma, no extrañara nada humano?”.
Elogio (…) como una gran ironía. Dispuesto a provocar, medieval, sino ¿Acaso no resulta útil este párrafo para comprender cómo
Erasmo decide defender la estupidez para retratar la del mundo un personaje tan… ejem… indefinible como Berlusconi pue-
necedad del mundo. Se quiere divertir y, en vez de hacer de hoy, como de llevar las riendas de todo un país?
una crítica grave y severa contra el mundo que le rodea, Es cierto que la distancia temporal impide que la obra
decide darle la vuelta para mostrarlo tal como es, en su un retrato de Erasmo se pueda leer con la agilidad de los que ahora
más absoluta crudeza. Como dice José Antonio Marina, de nosotros devoran la mastodóntica trilogía de Stieg Larsson. Sin em-
para la época, leído en serio era un libro blasfemo. Leído mismos bargo, a pesar de la resistencia inicial que puede imponer su
como una gran ironía es una obra inteligente y revelado- que un tipo lenguaje, es un placer recuperar el libro-jugarreta con que
ra. Además, Erasmo supo protegerse: el irónico siempre inteligente Erasmo se despachó tan a gusto. Seguro que su calavera,
está a salvo porque puede aducir que escribe lo contrario dondequiera que esté, conserva aún una pícara sonrisa.
de lo que piensa –cuando en realidad, puede utilizar el supo anticipar
mismo subterfugio para mostrar algo que no se le per- hace más de Laura Domingo
mite denunciar. cinco siglos Periodista

| retrovisor | 5
EN CORTO

Hechoenoaxaca.org Cuando el tamaño no


Web del colectivo de artistas mexicanos Hecho en importa
Oaxaca.
La Cabina, Festival de Mediometrajes (2ª Edición).
Hecho en Oaxaca nació en el verano de 2007, cuando el artista oaxa- Del 9 al 13 de diciembre. Museo Valenciano de
queño Saúl Hernández propuso a un par de amigos crear una página web
que les sirviera de plataforma para difundir su trabajo artístico en la red. la Ilustración y la Modernidad (MUVIM).
Saúl quiso que esta galería virtual estuviera abierta a otros artistas, y a
todo tipo de formatos artísticos, desde la gráfica hasta la instalación, pa- Proponer un festival para la proyección de películas entre treinta y se-
sando por los formatos audiovisuales o la música. El único requisito exi- senta minutos de duración para contrarrestar precisamente que el metraje
gido a sus integrantes era tener relación con la ciudad de Oaxaca, bien resulte un condicionante a la hora de valorar la calidad de una propuesta ci-
por nacimiento o bien por estancia. Poco a poco la lista fue creciendo nematográfica. Con esta razón de ser surge el Festival de Mediometrajes
hasta alcanzar los veinticinco miembros, una porción bastante represen- La Cabina, único en España dedicado exclusivamente a la proyección de
tativa de la escena artística emergente oaxaqueña, aunque rechazaron medios. Películas aisladas de los circuitos de difusión (demasiado largas para
desde el principio ser reconocidos como colectivo. Ese rechazo se debe ser admitidas en un festival de cortometrajes, demasiado cortas para ser ex-
a la certeza de que no les une ningún programa estético, ni conceptual, hibidas como largometrajes), pero que demuestran, que en esto del arte, el
ni mucho menos ningún manifiesto. Tienen muy claro que simplemente talento puede ser inversamente proporcional a la extensión. Mientras que a
se han unido para ser visibles, como tampoco es casual que se agrupen los cortometrajes se les considera un género menor para aprendices cinéfi-
bajo una etiqueta comercial que equipara los objetos artísticos con cual- los, al mediometraje se le ningunea. Como advierte Carlos Madrid, director de
quier otro producto manufacturado. Este sello es la etiqueta irónica que La Cabina, las salas de cine no las proyectan, como si el espectador tuviera
subraya la dificultad de trabajar en una ciudad tan tópicamente turística, que justificar el pago de su entrada con un largometraje, aunque luego les
y el deseo de encontrar un hueco en un entorno artístico cada día más resulte un bodrio. Solución: proyectar dos medios en una misma sesión. Esa
mercantilizado. Con este panorama, han decidido definir su independen- es la propuesta de La Cabina, que coge su nombre del título de la película
cia en términos económicos, tratando de eludir a los intermediarios de la homónima, quizás el mediometraje más conocido por el personal, una obra
industria cultural, para garantizar que el artista sea el primer gestor de su maestra de treinta y cinco minutos de duración. Pues todavía hay más.
obra. La labor de la página no se reduce a una mera función publicitaria, y a
su uso como galería se han sumado otras secciones (textos, entrevistas, Francisco Zarzo

Asistencia malentendida
portadas, visitas a estudios, inauguraciones y noticias), hasta convertirse
en un punto de encuentro virtual que extiende las bondades de la tertulia
y del café a una comunidad más amplia. Y con el paso del tiempo, la página
va tomando interés como archivo. Hecho en Oaxaca ha participado, en
sus dos años de vida, en diferentes proyectos que radiografían sus (otros) Un educador social en Alaska. Compañía: Factoría
intereses. Quizás sea pronto para decidir si son realmente un colectivo, el
único que podía existir honestamente bajo las condiciones actuales del
Los Sánchez. Dirección: Nuria Iglada y Rafa
mundo del arte, o si son simplemente otra marca comercial. Sánchez. Intérprete: Rafa Sánchez.
Ángela Sánchez de Vera Por esta vez, la Blogesfera traspasa al mundo real para devolver-
le lo que éste le ha dado. Sucede en Un educador social en Alaska, pieza
teatral que escenifica algunos de los post del blog homónimo. Lo hace de
manera fidedigna, si atendemos al premio Retines 2008, otorgado por el
Colegio de Educadores y Educadoras de Cataluña. En su proceso de gesta-
ción, los propios lectores del blog pudieron elegir cuáles de sus post querían
ver en su versión teatralizada.
La obra narra en primera persona las peripecias de Quique, un educador
social de los Servicios Sociales de un ayuntamiento anónimo. En Un educa-
dor social en Alaska se reflejan las contradicciones del sistema asistencial y
la visión distorsionada que los usuarios tienen del uso –y abuso- que hacen
de los Servicios Sociales, una mezcla, por un lado, de la inapetencia de los
profesionales del sector, incapaces –ante el hartazgo de rutinas y la acumu-
lación de biografías repetidas- de buscar el trasfondo humano en cada caso
particular, para limitarse, simplemente, al empleo de fórmulas burocráticas
con las que rellenar los expedientes. Y, por el otro, de las rimbombantes le-
yendas urbanas que se generan alrededor de los Servicios Sociales, mostra-
das en la obra con clichés cargados de ironía: “a los moros y a los rumanos se
les ayuda más”; “mi hijo no es problemático, lo que pasa es que todos sus pro-
fesores y sus compañeros le han cogido manía”; “primero hay que atender a
los españoles”; “si a fulanito Servicios Sociales le puso un piso, ¿por qué a mí
no?”, o “si no le pagan el comedor escolar, no llevaré más a mi hijo al colegio”.
Ilustración de Lapiztola

6 | retrovisor |
El tema es tan serio que se emplea la risa como herramienta reflexiva. el blog antipedagogico.com). Que si tiene una mala dicción, que si es un
Y es que algunos se han metido hasta el agua al cuello, y ahora acuden a los nostálgico, que si quiere volver al franquismo. Como él explica: “No soy
Servicios Sociales como el último bastión auxiliador donde asirse. “Quique, Plácido Domingo, pero ésos no son argumentos válidos para refutar lo
estoy encrisá”, le dice una de las usuarias. Narra igualmente historias des- que digo. Y lo que explico, que los pedagogos están inundando de len-
quiciadas de parados ‘hipo-mileuristas’ (personas con hipoteca de mil euros) guaje vacío la educación y arruinándola, ya empezó en el franquismo, en
o los desencuentros generacionales entre los padres nacidos en el tardo- una época en que me decían si quería volver a la República: ¡pues sí!”.
franquismo y los hijos del Facebook. Moreno considera sus libros como ‘ensayos de urgencia’. Asegura
La obra se hace corta (lo cual es a la vez halago y crítica). Un único actor que está desapareciendo la enseñanza pública en España, que se está
interpreta al protagonista y también a sus usuarios (Rafa Sánchez ejerce de convirtiendo en algo meramente asistencial y que si los grandes partidos
ventrílocuo para escenificar a los diferentes personajes). Y aunque la cosa no se libran de los pedagogos (PSOE) y de los obispos (PP), el desastre
tenga su gracia, a veces se echa de menos que la Teresiña, la Antoñita, el se elevará a catástrofe. Acusa a los pedagogos de vaciar la realidad con
Jonathan o la Tania no sean personajes de carne y hueso interpelando al pro- su lenguaje hueco y de hacer de su ‘charlatanería’ una seudo-ciencia que
tagonista. Es lo que tiene este teatro periférico, obligado a ahorrar en gastos se está cargando la educación. La figura principal de sus ataques, en lo
con obras de formato minimal, donde el actor ejerce hasta de apuntador si referente a los ‘malos pedagogos’ (se supone que pedagogía es la bue-
fuera necesario. na educación, el buen enseñar), es Álvaro Marchesi, responsable con sus
teorías de varias reformas de leyes educativas que han postrado, según
Carlos Jimen Moreno, la educación en España, relegándola a niveles ínfimos.
“Los niños tienen que buscar información por Internet, bibliografía, ser

El vaciamiento de la activos, hiperactivos, proactivos, creativos y aprender contenidos”, aposti-


lla Moreno. Los ejemplos que pone son palmarios: en algunas facultades de
ingeniería están habilitando cursos ‘cero’ para que se aprendan nociones

educación pública que antes dominaba alguien normal y corriente a los quince años. En astro-
nomía hay universitarios que ignoran lo básico del sistema métrico decimal
y, en el mundo laboral, algunas empresas optan por incorporar a ingenieros
De la buena y la mala educación. Ricardo Moreno. con más de treinta años porque la nueva hornada tiene un nivel bajísimo.
Editorial Los libros del lince. Barcelona, 2008. Ricardo Moreno no es optimista: “Se supone que la izquierda debería
ser partidaria de una enseñanza pública de calidad, pues la derecha siem-
pre apostó por la privada. Que importantes cargos del gobierno envíen a
A Ricardo Moreno le están atizando por tierra, mar y aire. Los argu- sus hijos a la privada, nos dice mucho. Resolver la cuestión de la enseñan-
mentos que esgrimen contra él, los que criticaron primero su Panfleto za no es cuestión de ideología, sino de sentido común”.
antipedagógico y ahora su De la buena y mala educación, donde redunda
y se reafirma en los principios del primero, suelen ser ad hominem (vean Pablo Santiago

NO TE OBSESIONES, NO LE DES DEMASIADAS


VUELTAS, NO TE SIENTAS CULPABLE AL VER
IMÁGENES DE NIÑOS POBRES EN LA TELE
MURIÉNDOSE DE HAMBRE.
SI TE QUIERES SENTIR ÚTIL, HAZ ALGO EFICAZ Y
QUE TENGA IMPACTO:

DONA DINERO
A TU ONG DE CONFIANZA | retrovisor | 7
cÓMIC

La guerra de los niños


Aula a la deriva. Kazuo Umezz. Editorial Ponent Mon, 2008.

E
l hoy otoñal grupo de rock británico The castrador. Por eso no es raro que, en
Godfathers resumió en su día la atribulada Venganza tardía, Ernst se proyecte
existencia del común de los mortales en en el personaje de Wolfram, un niño
cuatro palabras que dieron título a uno de nueve años, tímido y tartaja, que
de sus himnos de culto: “Birth, School, Work, sufre cada día las humillaciones y
Death”. Son cuatro buenos motivos para no los palos del amargado profesorado
traer nuevos seres a este valle de lágrimas: alemán y que sólo consigue redimirse
ahorrarles el dolor del nacimiento (por algo y escapar de la realidad a través de la
todos lloramos al venir al mundo: “yo, tú, éste filosofía de Sócrates y de las ensoña-
y aquél”, que diría Julio Iglesias), librarlos de ciones provocadas por la literatura o el
ese traumático y agónico regreso a la nada paisaje, acabando como el protagonista
que es la muerte (espada de Damocles que de aquella canción de Lole y Manuel que
pende sobre nuestras cabezas durante decía así: “Lejos, muy lejos, muy lejos, se
toda la vida), redimirlo de la esclavitud del oye la voz del maestro que habla de mon-
trabajo alienante (y también de su reverso tes y ríos. Me escapo por la ventana, corro
estático: el no-trabajo, ese paro humillante por el cielo y voy, jinete celeste, sobre un
que transforma al hombre en lagarto) y, nubarrón muy negro. Persiguiendo nubes
sobre todo, evitar que ese nuevo individuo blancas paso la tarde de invierno, me des-
sea reclutado por ese ejército llamado pierta una campana: Padre nuestro…”
(con insultante ñoñería) ‘cole’, donde Pero ni Jünger ni Morrissey ni Lole y Ma-
troquelan a todos los ‘locos bajitos’ por nuel, ni Juventud sin dios de Von Horváth, ni
el mismo patrón, de cara a transformar- siquiera El profesor Tragacanto y su clase que
los en ciudadanos de pro, esto es, en es de espanto de Martz Schmidt…, nadie había
hombres-masa terriblemente cuerdos. plasmado tan bien la violencia física y emocio-
Morrissey ya lo advertía en una de las mejores cancio- nal inherente a todo sistema educativo como el
nes de los Smiths, ‘The Headmaster Ritual’, donde compa- nipón Kazuo Umezz en su cómic Aula a la deriva,
ró a la escuela con la mili y a los profesores con sargentos recién publicado en España, aunque la edición original ja-
porcinos: “Demonios beligerantes dirigen las escuelas de ponesa data de mediados de los setenta. La crueldad in-
Manchester, cerdos pusilánimes con mentes de cemento. fantil, la angustia ante el examen, las putadas y las risota-
El maestro lidera las tropas, celoso de la juventud, lleva el das de los compañeros, las temibles epidemias escolares,
mismo traje desde 1962, me da los dos pasos militares en las collejas a traición por estar en Babia, los insultos y los
la nuca. No quiero estar aquí, quiero irme a casa, renunciar tirones de orejas, las manos manchadas de tinta fría como
a la educación como un grave error”. la sangre de los profesores… Todos los terrores escolares
Un mensaje paralelo, pero con un lenguaje más aris- laten en las viñetas de Aula a la deriva, sólo que transmuta-
tocrático y sin faltar, se transmite en las ciento y pico dos en una de esas demenciales pesadillas postapocalíp-
páginas de la novela Venganza tardía. Tres caminos a la Aula a la ticas tan asiduas a la cultura atómica.
escuela de Ernst Jünger, recién editada en España por la El horror comienza cuando un colegio entero, con sus
deriva es una
editorial Tusquets (si bien salió en Alemania hace ya seis encerados ‘tizosos’, sus pupitres de tortura, sus maestros
años). Jünger recuerda su experiencia escolar como un venganza y sus pupilos, desaparece (literalmente) del mapa para ma-
pequeño gran infierno en el que sólo se salvarían de la tardía de terializarse en medio de un desierto de arenilla gris. Muy
quema los hermosos bosques y lagos que adornaban el un alumno pronto, los habitantes de la escuela perdida se dan cuenta
camino a su colegio. El autor de Eumeswill las pasó canu- traumatizado, de que están en el futuro, al encontrar estremecedores
tas en la guerra pero, a la postre, reconoció en sus diarios vestigios del pasado (rascacielos, mayormente) semiente-
una venganza
que “la escuela sigue persistiendo sobre mí con mucha rrados en las dunas. Así las cosas, con una situación tan
más intensidad que el ejército”. La diferencia es que Jün- extrema y dramática, marcada por el miedo a lo desconocido, los ata-
ger se alistó en la Reichswehr voluntariamente, vivien- atroz, cargada ques de insectos gigantes o la escasez de alimentos, los
do la experiencia con gélida fascinación (según cuenta de espanto y profesores son los primeros en enloquecer, matarse en-
en sus diarios bélicos Tempestades de acero), mientras de ganas de tre ellos y llevarse por delante varios críos. Una vez solos,
que su paso por la escuela fue obligatorio, traumático y los chavales se dividen en varios bandos y caen en una
volver al útero

8 | retrovisor |
espiral de ultraviolencia y caos mental que
sólo puede desembocar en una auténtica
concatenación de tragedias. Crucifixiones,
‘psicosomatización insectófila’ de traumas
internos, suicidios grupales o torturas se
suceden en un demencial e interminable
‘recreo’ donde la implacable crueldad infantil
corretea a su libre albedrío.
Más allá del argumento ‘fantacien-
tífico’, la trama de este singular ‘manga’
funciona como proyección simbólica del
aislamiento del escolar en su aula y de los
monstruos cotidianos que acechan en el in-
terior y en el exterior de la misma. El clima
tenso, denso y ‘ballardiano’ que reina en esa
espectral y deprimente escuela extraviada
no es muy distinto al de cualquier centro de
enseñanza del llamado ‘mundo real’, sólo
que aquí no hay ya nada que perder… ex-
cepto la cordura. El desolador blanco y ne-
gro, el uso de recursos caricaturescos para
provocar momentos inquietantes y el trazo
esquemático de Umezz (por algo le llaman
‘el padre del manga de horror’) hacen de
esta historieta una experiencia terrorífica
para todo aquel que haya asistido a clase
en su infancia.
Aula a la deriva es, pues, otra ven-
ganza tardía de un alumno traumatizado,
pero una venganza kamikaze, descarnada,
extrema y atroz, una revancha cargada de
espanto y de ganas de volver al útero: a
falta de un buen paisaje que ejerza de pun-
to de fuga, sólo la figura materna, llena da
dulzura y de instinto protector, se presenta
en este cómic como tabla de salvación. Y
la frase “quiero ir con mi mami”, ridícula en
otros contextos, adquiere aquí la categoría
de mantra, de salmo, de oración, de grito
angustioso, sagrado y desesperado, que
busca el despertar de la pesadilla cotidiana
de la escolarización obligatoria; que lucha
por proteger las alas de la fantasía de ese
cuchillo llamado educación; que exige una
imposible paz perpetua para la eterna gue-
rra de los niños.

Dildo de Congost
www.dildodrome.com

| retrovisor | 9
letras

Fante versus la realidad


El tan denostado yo confieso, ése que algunos
confunden con ‘omblilingüismo’, en el caso de
Fante constituye quizá su principal baza narrativa

E
ste año se cumple un siglo del nacimiento
del escritor de origen italo-americano John
Fante. Como era de prever la repercusión
mediática ha sido mínima, por alguna razón
su obra no termina de encajar dentro del grupo de los
elegidos de la literatura norteamericana. Su nombre
no aparece, ni probablemente lo hará, en esa pléyade
compuesta, entre otros, por Fitzgerald, Salinger,
Steinbeck o Faulkner, pese a que su influencia como
narrador ha sido más que notable. Esto se debe en
parte a que tradicionalmente la literatura de Fante
ha sido indexada bajo la etiqueta de étnica, lo cual

Ilustración de Fernando Vicente


no hace del todo justicia a un autor que, a fin de
cuentas, se sirve de su condición de italo-americano
para abordar con la máxima honestidad y crudeza
el problema de identidad en la Norteamérica de la
primera mitad del siglo XX.
Otro aspecto, que sin duda habrá tenido que
ver en la poca deferencia mostrada por la tradi-
ción literaria americana para con la obra de Fante,
es la llaneza y simplicidad de su estilo. En efecto,
cuando Bukowski decide abrir su bocaza etílica
para deificar al macaroni que nos ocupa, lo hace
por su capacidad confesional, por esa habilidad
de Fante de revelar tanto lo imaginado como lo Ángeles; por un lado el paraíso de sol, naranjas y donde sucede todo, Bandini versus la realidad; un
vivido de un modo límpido, desprovisto de artifi- oportunidades, y por otro, una ciudad en la que el hombrecillo que vive en su cabeza y que cuando
cio, y precisamente es ese aparente desinterés conflicto racial, la pobreza y el materialismo ex- sale de ella se da de bruces con todo cuanto en-
formal que rezuma su voz narrativa lo que con- tremo la convierten en una especie de caricatura cuentra a su paso, un cascarrabias antisocial, mi-
fiere a su obra un notable valor testimonial. “Die- de sí misma. Dos mitos en conflicto a través de sántropo y megalómano a tiempo parcial, melan-
cisiete dólares y el miedo a escribir”, esta es una los cuales Fante, por medio de su álter ego Ar- cólico encantador, todo eso es Bandini, todo eso
de las últimas frases con las que Fante finiquita turo Bandini, deambula a medio camino entre el es Fante, no hay confusión posible entre ambos.
lo que sería su primera y póstuma novela Camino idealismo, la desilusión y el cinismo. Sin embargo, De modo que cuando el autor se sirve de su
de Los Ángeles, inédita hasta 1985. El enunciado el gran mérito del narrador a la hora de expresar álter ego en la conocida tetralogía Bandini (Espera
es un ejemplo de la simplificación con la que Fan- ese desasosiego vital es también su condena, a la primavera, Bandini, Pregúntale al polvo, Camino
te trabaja, el ‘menos es más’ que tanto influyó a prueba de ello son los constantes monólogos in- de Los Ángeles y Sueños de Bunker Hill) y lo ex-
autores como Carver o Salinger, la posibilidad de teriores de su protagonista, en los cuales divaga pone, de forma recurrente, ante los grandes temas
aglutinar en un par de líneas todo un universo sobre el amor, el arte de la escritura y la ciudad ‘fanteanos’: religión, familia, literatura e integra-
propio sin la necesidad de recurrir a densos en- de Los Ángeles, soliloquios que poetizan su na- ción, lo hace como quien embiste un mundo que no
tramados prosísticos. rrativa y por tanto la alejan de lo que se entiende, le agrada lo más mínimo, con furia pero al mismo
Fante rechazó esa cultura de la palabra, tal y según la concepción clásica, por una gran novela. tiempo con una gran ingenuidad, convirtiendo así
como la llamaba Bukowski, ese esconderse tras Y luego está el temido asunto de la voz su colección de fracasos y complejos en un proce-
la literatura desestimando el potencial de la ex- narrativa. El tan denostado yo confieso, ese so redentor, gracias, en cierta forma, a su singular
periencia. Por tanto, si su narrativa ha de quedar que algunos confunden con ‘omblilingüismo’ vis cómica. La particular tragicomedia de Fante nos
circunscrita dentro de la ambigüedad de lo post- y que en el caso de Fante constituye quizá su recuerda con humildad nuestro destino errático,
moderno debe serlo no tanto por su carácter ex- principal baza narrativa. Fante, influido por la así como nuestra incapacidad para abordar la frus-
perimental en cuanto a estilo y forma, sino más tradición oral italo-americana, así como por su tración libre de pretextos. Una herencia más que
bien por su talento para hacer que literatura y ex- origen católico, confiere a la perorata una nueva suficiente a cambio de un reconocimiento exiguo.
periencia se solapen. En Pregúntale al polvo, una dimensión, la dota de emoción con mayúsculas,
de sus obras clave, publicada en 1939, Fante re- convirtiéndola en el salvoconducto privilegia- Joan Losa
trata con suma clarividencia las dos caras de Los do que une lo imaginado con lo vivido. Y ahí es Crítico literario

10 | retrovisor |
arte

En plena forma
Suma y sigue del diseño en la Comunidad Valenciana. Museo Valenciano de la
Ilustración y de la Modernidad (MuVIM). Comisarios: Paco Bascuñán y Nacho
Lavernia

E
s un tópico generalizado sobre los va-
lencianos que una de nuestras carac-
terísticas más singulares sea la falta de
autoestima, que mezclada con nuestro
proverbial meninfotisme, provoca la ausencia de
valoración real sobre algunos de los aspectos en
los que podríamos destacar. El caso del diseño
es, en este sentido, bastante paradigmático: si
no fuera por la expresión de algunos expertos
foráneos (Quim Larrea, Ramón Úbeda...) que
destacan el buen nivel de nuestros diseñadores,
o el reconocimiento de sus trabajos a través de
premios o distinciones (un número significativo
de los últimos premios nacionales de diseño
son valencianos, Mariscal, Nebot, Punt Mobles
o Andreu World), todavía quedaría alguna duda
de que en nuestra comunidad se genera uno de
los mejores diseños de Europa.
Para situarnos en el contexto de lo que
pudiéramos llamar el primitivo disseny valen-
cià, habría que remontarse a la tradición de las
Señalización de la Autopista A7
artes gráficas desde el siglo XVI y a los inicios
Diseño de Paco Bascuñán/La Nave
de los procesos industriales de finales del XIX.
Es precisamente la especial estructura indus-
trial valenciana, especializada en sectores tan a mediados de la década. Con los noventa llegó No quisiera acabar este artículo sin rese-
naturalmente afines al diseño como el textil, el la profesionalidad y una cierta madurez”. ñar la reciente noticia del fallecimiento de Paco
calzado, el juguete o la cerámica, unida a la tra- Tras más de dos décadas de esta cita, el Bascuñán, uno de los principales nombres de la
dición artística y artesanal, lo que posiblemente MUVIM inauguró, en el contexto de la exitosa cultura contemporánea valenciana, copartícipe
ha propiciado la creación de un caldo de cultivo Valencia Disseny Week, la exposición ‘Suma de lo que hoy podemos llamar, sin miedo a equi-
que favoreció el desarrollo de una generación y Sigue del diseño en la Comunidad Valencia- vocarnos, el diseño valenciano. Paco Bascuñán
de diseñadores, que han llegado a nuestros na’. La muestra cuenta con la colaboración de encarnó la figura de un diseñador y un artista
días en plena forma y que garantizan el alto cuatro pesos pesados del diseño valenciano, comprometido con su oficio y con su tiempo,
nivel de los profesionales valencianos dedica- representantes del mítico estudio La Nave, la como quedó patente en la exposición retros-
dos al diseño en sus más variadas formas, pero, generación que inició el camino: Paco Bascu- pectiva de su trabajo que organizó hace dos
fundamentalmente, en los campos industrial y ñán y Nacho Lavernia como comisarios y Pepe años el IVAM bajo el epígrafe ‘Diseño, vanguar-
gráfico. Gimeno, que fue protagonista de los I premios dia y compromiso’, tres palabras claves para
Porque si hablamos de diseño en sentido de la ADCV (Asociación de Diseñadores de la entender su trayectoria, centrada en el diseño
estricto, éste tiene una antigüedad en nuestra Comunidad Valenciana), como autor del catá- gráfico y editorial, pero con incursiones en la es-
comunidad de unos treinta y cinco años. Sólo logo. Por su parte, Daniel Nebot ha elaborado cenografía o la pintura. Desde su estudio en el
a través de aquel impulso institucional, que se una propuesta expositiva sobria y eficaz, que barrio de Zaidía, Bascuñán ha generado algunos
inició a mediados de los ochenta (que se ejem- cumple a la perfección su cometido: mostrar las de los grafismos valencianos más reconocibles,
plifica con el encargo del diseño para la imagen piezas de la manera más clara posible, con dos y ha participado, desde la ADCV en la configu-
de la Generalitat), puede decirse que existe di- recorridos (diseño gráfico e industrial) autóno- ración y profesionalización de un colectivo que
seño valenciano. Ésta es al menos la tesis de mos y diferenciados. hoy puede vanagloriarse de su calidad. Tuve la
Quim Larrea y Juli Capella y que plasmaron en En total, la muestra reúne doscientos cin- suerte de entrevistar a Paco en su estudio hace
el catálogo de la exposición ‘20 dissenyadors cuenta productos y elementos de comunicación unos meses, y de haber disfrutado de su com-
valencians, disseny industrial i gràfic’, que comi- creados entre el año 2000 y el 2008 por ciento pañía en algún que otro evento relacionado con
sariaron en 1995 para el Centre del Carme del treinta empresas o diseñadores valencianos, una común y moderada pasión por la tipografía,
IVAM. En el prólogo de dicho catálogo puede y ocupa una sala de cuatrocientos cincuenta donde comprobé que el talento y la sencillez no
leerse: “En Valencia se comenzó a hablar de metros cuadrados. Una muestra imprescindible son incompatibles.
diseño en los setenta de forma clandestina, en para quien quiera conocer el estado actual del
los ochenta se perfilaron intereses y se produjo diseño valenciano, pero también de la cultura, la Tomás Gorria
una primera interrelación que explotó con fuerza creatividad y la economía valenciana. Revista Eines

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si españa fuera un donut, MADRID...

Un mutie en la ciudad

M
adrid, villa y corte de la mentira, a veces
espejismo, a veces camuflado penal en
régimen abierto cual ‘trumaniano’ show,
a veces espacio de libertad (sobre todo
si lo miramos desde el castillo de la memoria). Hay
zonas que me causan un especial malestar: Callao
–no es casual que se rodasen allí escenas de El
día de la bestia: según parece, todo un hontanar
de energías entrópicas; el tramo de Bravo Murillo
desde Cuatro Caminos a Plaza de Castilla –ya en el
72, cuando iba al colegio de los Capuchinos junto al
metro de Alvarado, me agobiaba transitar por ese
zoco; Sol –nada que ver con la plaza conocida en mi
niñez y que aparece en las pelis de Tony Leblanc:
hoy el centro de la península es un sumidero, mitad
escombrera y vertedero de spam humano; no me
puedo imaginar así la Concorde o Trafalgar Square.
Supongo que ello sirve como símbolo sangrante
de esta España terminal, pasmada, hechizada
malamente por ineptos aprendices de brujo. La
gente me disturba, me paraliza esa manía tan latina
de intentar pasar por encima del prójimo. En Japón, Ilustración de Félix Díaz
sin embargo, caminé entre multitudes mucho más
prietas sin la menor molestia, sin rozarnos, como para reflejarme en mi álter ego cinematográfico aberzale, Ayn Rand, Lecter como mesías os-
en un ballet inmenso de sincronizadas fobias, de adolescencia-) y después a vagar por la ciu- curo, el ‘zenmeister’, mi ‘rusofilia’ creciente a
inasequibles todos al contacto indiscriminado: me dad con unos tebeos en la cartera y el bocadillo la par que mi no menor devoción por Nixon y
congratuló comprobar cómo países enteros donde (como un alevín premonitorio del protagonista de Hillary, la mirada ‘soreliana’ como prisma des-
la gente comparte idénticas grimas que yo son muy Un día de furia), transformando mentalmente las de el cual casar todo lo dicho...). Madrid, en es-
superiores en lo sagrado y lo profano a aquél en calles del Foro en escenario de combates épicos tos treinta años, me ha visto actuar, ensayar,
donde se me considera anómalo por no envidiar entre los esquiroles y los prometeos de la muta- confeccionar y repartir fanzines, colaborar en
en absoluto a Goytisolo en la plaza de Marrakech. ción (queda claro: yo me sentía más cerca del an- radio y prensa, comulgar en la misa exprés
Con doce años nunca había salido solo a las tisocial Magneto que del altruista Charles Xavier). de multicines y museos, asistir a conciertos...
calles madrileñas. Fue al volver del internado Así fui descubriendo el Madrid secreto, recoleto, Pero ya casi nunca voy solo. Como cuando era
de Málaga, cuando me metieron en el siniestro arbolado y casi desierto que aún me reconforta pequeño, vuelvo a salir en compañía de otros.
instituto Cardenal Cisneros que, por ahorrarme y redime del peso de las masas: El Viso, Rosales, Y con la reciente lectura de la saga Watch-
el billete del metro (no había dinero bastante ciertos tramos y afluentes de Mateo Inurria y Pa- men también parece cerrarse el círculo de mi
para saciar mi ansia ‘quijaniana’ por los cómics seo de La Habana... peregrinaje intelectual. Otro cómic que me
Marvel), me iba a pie hacia aquellas aulas enor- Aquella semilla ‘tebeística’ fue germen de recuerda mi condición primera y última, para
mes y desvencijadas (la abulia de profesores más, de mil demonios de la perversidad, de mi bien y para mal. La de mutie madrileño.
y alumnos, el aura kafkiana y polvorienta me outing como orgulloso mutante (Nietzsche,
traían pavorosos ecos de El proceso de Orson Jünger, las intermitentes veleidades falan- Fernando Márquez ‘El Zurdo’
Welles –un motivo más, con Norman Bates, gistas, Drieu, Mishima, el CDS, el sarampión www.shadowline1.com/lineadesombra/

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www.arghcomic.com
CAUTIVOS DIGITALES

Del LSD al ADSL

A
hora mismo estoy ON, hace un rato tomé medio cartón y
el efecto ha sido inmediato -más o menos. Llevo quince
minutos ‘tuiteando’ sin manos, mis followers leen lo que Ilustración de Araceli Kennedy
pienso, yo pienso lo que van a escribir antes de que lo
escriban, o eso creo. O quizás no tengo ningún follower y Twitter
es el nombre del gato de un señor que juega al ajedrez hace
doscientos años, es difícil saberlo. Pero yo sigo y sigo, no puedo ¿No me crees? ¿Sigues pensando que Internet es un
comprender cómo lo consigo. ¿Tendré superpoderes? invento ‘orwelliano’ de la CIA para controlarnos?
Omnipotencia, de eso va el juego de Internet. La inteligen- Busca en Google la historia del nacimiento de Internet.
cia colectiva es la omnisciencia del individuo conectado a la Red. Empresas como ‘Sol’, ‘Oráculo’, ‘Manzana’, todas ellas fun-
Enchúfate y dime lo que ves: ¿todo el conocimiento universal en- dadas por hippies psiconautas que quisieron plasmar su
cerrado en tu pantalla panorámica? Eso me suena, ya lo he visto experiencia de una nueva conciencia colectiva, en un siste-
antes. ¿Pero cuándo fue? ma de comunicación abierto que ha creado una auténtica
La historia se repite: Albert Hoffman -el padre soltero del conexión universal. La tecnología al servicio del progreso y
LSD- tuvo su primera experiencia psicodélica en un paseo en bici el conocimiento: eso es ADSL, eso es LSD.
hacia su casa -la mía fue en Vespino. Cuando vi que la cosa pega- Pero no olvidemos qué ocurrió en los sesenta cuando
ba me fui sin despedirme y ‘volé’ hasta mi casa en el ciclomotor. la revolución psicodélica parecía imparable. El Orden de las
Allí lo contemplé por vez primera: todo el conocimiento universal Cosas se sintió amenazado y reaccionó del modo habitual:
dibujado sobre el techo de mi habitación, conexión absoluta, mil prohibiendo. El LSD fue declarado ilegal y sus defensores
trillones de teras de bajada, el código fuente de la Humanidad perseguidos. Pero ya lo hemos dicho: aquello de los Angels y
descargándose por todos mis poros, mi colchón, un chatroom Mick Jagger en Altamont no marcó el inicio del fin, qué va. No
hiperdimensional con Mitos y Arquetipos; mi polla, la interfaz con fue nuestra derrota. Nosotros ya estábamos en otra parte.
la Verdad. En el Valle del Silicio, para ser exactos.
El problema era que al día siguiente no recordaba nada. El ADSL no es Y otra vez, la historia se repite: el Orden de las Cosas
Jünger nos dio la clave: la visión no es más que un simple el LSD, baby, se siente amenazado por el libre intercambio de contenidos
atajo del que no es conveniente abusar, hay que andar el camino entre los cibernautas. Los que ayer eran locos, hoy son pira-
pero se va tas, ladrones, delincuentes. Se persigue a los consumidores
paso a paso y sin alfombra mágica, hay que pintar el mapa para
que aparezca el territorio: la Tierra Prometida. acercando. (los que utilizamos el ADSL para descargarnos contenidos)
Y pintamos el mapa. Lo pintamos con cables y nos salió una Prueba a y a los dealers (los que facilitan la utilización del ADSL para
Red. compararlos el libre intercambio de contenidos). El conflicto es exacta-
El ADSL no es el LSD, baby, pero se va acercando. Prueba a tiempo real: mente el mismo que el de entonces y terminará de forma
a compararlos a tiempo real: turn ON y tune IN, verás cómo tu parecida, así que permanece atento a tu radar: la revolución
baba hace drop OUT: tu cerebro más rápido que Google, tu iden-
turn ON y tune no será ‘tuiteada’.
tidad ‘fractalizada’ en miles de avatares, el tiempo y la distancia IN, verás cómo
una ilusión. Imagina una poción mágica que potencie tu poder tu baba hace Gong Duruo
mental al infinito. Ahora imagina dos y ya lo has visto. drop OUT Corresponsal en la Red

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MÚSICA

Albert Pla: “Lo mío es el jijijí jajajá”


Una exclusiva de la revista Bostezo

A
lbert Pla no acaba de comprender —R.B.: Albert, tú has sido padre hace poco, —R.B.: ¿Y eso ha cambiado en algo tus
muy bien por qué hacer canciones y ¿verdad? letras o tu música?
espectáculos teatrales implica con- —A.P.: Pues sí… Pero yo ya era padre hace un —A.P.: (al principio dubitativo, pero a medida
ceder entrevistas; como estamos tiempo… que avanza el monosílabo, con mayor convic-
completamente de acuerdo, procedimos a ción) Nooooo.
entrevistarle. “El susurro al cantar de Carla Bruni —R.B.: ¿Ah sí?, pues no sabía… Y ¿te ha
no tiene mucho que ver con el mío, creo que cambiado la perspectiva? Al ser padre, ya —R.B.: ¿Y no piensas que tener hijos
Carla Bruni canta así porque se está fumando, sabes, eso de andar de aquí para allá de puede implicar conservadurismo tam-
perpetuamente, un faria de rodillas, hasta la gira..., todo debe de ser más complicado. bién en las decisiones estéticas?
cepa”; Esto es –más o menos embellecido- lo —A.P.: (sorprendido de tener que confirmar —A.P.: (clavando con cada sílaba los postes
más contundente que nos dijo, y lo dejamos una obviedad) Bueno… te tienes que orga- del cerco de la intimidad) Yo lo que pienso
aquí consignado para sugerir desde el principio nizar mejor 1... es que no merece la pena hablar de esto, la
esa lúbrica intimidad con la mercancía verdad. Porque no me apetece que
cultural (nuestro admirado Albert, en mis pobres hijos, además (con mucho
este caso) que tanto nos estimula énfasis, con un movimiento de cejas
a todos. sumamente introspectivo, dirigiendo
Inspecciono las notas que nos ha el ‘además’ hacia el extracto mismo de
preparado para la entrevista Daría Albert Pla, justo encima de su tabique
Barbate, la becaria que recientemen- nasal) de lo que les ha tocado, tengan
te Bostezo ha subcontratado al gen- que sufrir que su padre vaya diciendo
til sistema universitario, doctísima en por ahí que piensa esto o aquello de
estudios culturales: “La dialéctica en- la paternidad, o que la paternidad ha
trevistado-entrevistador es una rela- afectado a sus cancioncitas mucho
ción de dominio que debes pervertir o poco. Eso ya me parece lamenta-
para que salga algo molón. Albert ble, vaya, así que vamos a dejar este
Pla, el entrevistado, es el capitalista tema, por favor (pero una mueca final
cultural, el propietario de los medios tiende el último puente connotativo),
de producción. En su cabeza está la no es nada personal, revista Bostezo,
máquina de entrevistas a Albert Pla de hecho, el artículo ‘ETA nació en un
que pretendemos poner en marcha, vestuario’ de vuestro primer número
así que en principio debes plegarte me pareció hilarante; con todo, ante
a sus condiciones. Pero vosotros no este tipo de sandeces no tengo más
sois asalariados de baja cualifica- remedio que…
ción en una coyuntura de exceso de
oferta de trabajo. No. Representáis —R.B.: …
a Bostezo. Intenta subvertir la re-
lación, olvídate de su máquina, pre- Repaso ansioso las notas de Daría.
gúntale por algo personal, acaba de Mientras busco alguna idea para con-
tener un hijo, creo, entra por ahí… La tinuar, imagino sus largas piernas, su
idea es minar los cimientos de la pro- expresión displicente, las rebequitas
ducción de cultura asalariada y crear negras con las que combate el frío en la
durante la entrevista una joint- redacción mientras contesta los mails y
venture Albert Pla-Bostezo; y, por regatea los precios con los colaborado-
cierto, que los socios hablan de sus res, siempre implacable: “Ciertamente
cosas personales relajadamente, Pla es un entrevistado difícil. Me he vis-
mientras disfrutan del rendimiento to todos sus youtubes de entrevistas y
de la plusvalía en una sauna o un Fotografía de Eva Máñez hay veces que no suelta una. Así que si
club privado…”. la primera estrategia falla, tendrás que

1
En una canción del último disco de Albert Pla (‘Corazón’), un corazón se escapa de su portador original y sale a pasear por una ciudad que no se especifica. El na-
rrador-cantante, tras la primera impresión, repite diez veces a modo de letanía/estribillo “Hay que organizarse”, para impedir así que otras vísceras sigan el ejemplo
cardíaco. Una vez se advierte la coincidencia, esta respuesta de Albert Pla se convierte en una confirmación -y en un acto fallido, puesto que más tarde se negará
a responder una pregunta relacionada precisamente con esta circunstancia- de los orígenes cognitivos de su actual esfuerzo creativo (Nota D.B.).

14 | platicando... |
Fotografías de Eva Máñez

contentarte con un approach más tradicional. del consumidor, para que no se rompa en el “Cuando sientas que has llegado al clí-
Hurga en el proceso creativo, en la médula de la trayecto distributivo?”. max de la entrevista, cuando todo por fin
invención, en el black box inaccesible que pone vaya fluido, cuando creas que estáis en
en marcha el resto de mecanismos del sector —R.B.: ¿Y ese gusto por lo teatral? No verdad pasando un buen rato juntos –en
cultural… Por ejemplo, ¿cuáles son las condicio- todos los cantantes montan ‘espectá- el caso de Pla, cuando responda a tres pre-
nes materiales de producción de las canciones culos teatrales’ como tú haces. ¿Qué guntas seguidas-, es cuando debes cortar
de Albert Pla? ¿A qué temperatura ambiente fue primero, la música o el teatro, o de raíz con una pregunta sobre la muerte o
trabaja la máquina? ¿Necesita de personal ad- fueron las dos cosas a la vez? la vejez, de bastante mal rollo. Así desmen-
junto para que lubrique la rueda de acordes?”. —A.P.: (casi resignado por no tener mucho que tirás el abandono místico a la revelación
Suspiro y prosigo. decir) Las dos cosas a la vez. Yo siempre me he que se supone en toda entrevista-con-
expresado así, como buenamente he podido… cantante, mentando lo único que se debe
—R.B.: Albert ¿en tu caso es cierto el tó- esconder en un estudio de mercado: el fin
pico de la soledad y el desamparo como Anoche estuvimos en el estreno: “Os he del ciclo de vida del producto”.
aguijón de la creatividad? conseguido entradas para que veáis el espectá-
—A.P: (más animado, dispuesto a contar lo culo el día antes de la entrevista. Tenéis que ha- —R.B.: Albert, ya has recorrido un tra-
suyo) No es la soledad, es más bien el aburri- blar con Pedro Páramo, un chico muy amable que mo importante de tu carrera artística.
miento… En esto de la manera de hacer can- trabaja con Albert y que asegura que ése es su ¿Te ves siendo un vejestorio de la can-
ciones yo, con el paso de los años, he llegado nombre verdadero, aunque he descubierto que ción? Quiero decir, con sesenta o se-
a la conclusión de que hago las cosas de modo en realidad se llama Miguel. Haceos los tontainas tenta años, sacando discos y encima
diferente a todo el mundo, en el sentido de (os costará poco) y poned cara de sorprendidos. de un escenario…
que no resulta una preocupación para mí. Estás Un hint para quedar bien: Evaristo, el cantante de —A.P.: (con naturalidad) Sí. Yo me veo de to-
aburrido, coges la guitarra, te sale algo que te La Polla Records, se llama Evaristo Páramo, pre- das las maneras. Si me imagino que puedo
hace gracia…, entonces vas y se lo enseñas al guntadle si son familia, seguro que se conocen estar vivo dentro de veinte años, entonces
que esté al lado… Yo soy muy del jijijí jajajá. todos entre ellos y le dará mucha risa”. me puedo imaginar de bombero, de policía
montada del Canadá, de pocero, de ladrón…
Recibo un mail en mi móvil 3G. Es Daría: —R.B.: La gente aplaudía mucho du- Eso es lo mío, es mi hobby, vaya, imaginar-
“Ahora deberías avanzar a través del ciclo rante tu espectáculo. Demasiado para me chorradas… (y, por primera vez en los
productivo hasta llegar a la distribución. Al- nuestro gusto, porque a veces daba la últimos veinte minutos, sonríe con fran-
bert está en Valencia para actuar en el tea- sensación de que con tanto aplauso se queza).
tro El Cabanyal, con un espectáculo en el que interrumpía un poco el hilo del show,
canta su nuevo disco, ‘La diferencia’ La suce- ¿qué te pareció a ti? “Deja ahora que la conversación se
sión de canciones forma parte de una especie A.P.: (claramente de acuerdo, apuntalando apague como unas brasas inundadas, que
de narración más bien vaga, con efectos de una opinión con la que está satisfecho de ese aliento de complicidad tramposa se
luces muy cuidados y unos cuantos monólo- coincidir) Es un ritual, sí. Yo creo que es la evapore…, y que la entrevista acabe con un
gos. ¿Por qué esa afición por el teatro? ¿Es influencia de la tele, la puta tele. El otro día largo silencio incómodo. Despedíos educa-
la mercancía cultural algo tan esencialmen- lo tuve que decir: tranquilos, podemos estar damente y abandonad los camerinos del
te frágil y delicuescente que es necesario tranquilos aquí, esto no es la tele, podemos teatro. Os espero en la redacción, en Gode-
representar su disfrute lo más cerca posible no aplaudir si no nos apetece… lla. Tenéis que contármelo todo”.

| platicando... | 15
cine

¡Déjame en paz!
Cine documental en instituciones psiquiátricas

E
n su primera película, el gran maestro del y en más de una ocasión les oímos increpar a
documental norteamericano, Frederick los cineastas con un ¡déjame en paz!. Aquí se
Wiseman, se adentró en el hospital penal vuelve patente la sensación constante de
de Bridgewater, en Chicago. Los pacien- que estamos invadiendo, como espectadores
tes allí confinados iban desde los ‘criminales (precedidos por los cineastas, eso sí), la intimi-
dementes’ hasta los ‘sexualmente peligrosos’. Sin dad de los internos. Sin embargo sentimos, al
embargo, todos estaban allí recluidos en calidad mismo tiempo, que nos encontramos ante un
de delincuentes. Como señalaba Michael Price, a documento de incalculable valor para conocer
propósito de Bridgewater, aquel centro no estaba algunos aspectos de la vida en aquellos mani-
administrado por el Departamento de Salud comios antes de la reforma psiquiátrica de la
Mental, sino por el Departamento Correccional. década de 1980. De algún modo, la película
El estado de Chicago prohibió la exhibición funciona como un espejo oscuro que nos
de la película alegando violación de la intimidad devuelve la imagen negada de aquello que la
(pues mostraba desnudos frontales masculi- sociedad ha expulsado de su seno y de lo que
nos), mientras que el documental se convertía el documentalista y, vicarialmente, el especta-
en un icono del activismo en la lucha por los dor, se convierten en testigos. Como afirma la
derechos civiles. Cuando hoy observamos psicoanalista Daniela Aparicio: “Depardon nos
esta película sentimos un doble desasosiego devuelve eso expulsado o segregado reintro-
al asistir a más de una situación de la que no duciéndolo en el tejido social para que podamos
querríamos saber, y al preguntarnos si al filmar aceptar nuestra locura sin erradicarla”.
con su cámara a aquellos enfermos mentales Respecto a la filmografía nacional, aunque
estaba ejerciendo Wiseman un deber ético el lector a buen seguro está familiarizado con
como documentalista o si caía en el voyeuris- títulos como Mones com la Becky (Joaquim
mo sin más. Aunque la demostrada honestidad Jordà, 1999) o El desencanto (Jaime Chavarri,
de la práctica profesional de Wiseman lo exime 1976), nos detendremos en documentales
ampliamente de esto último, se trata también no tan conocidos aunque, no por ello, menos
de una sospecha que nos asalta en tanto que sorprendentes en su particular aproximación
espectadores. al mundo de la locura y las instituciones psi-
En todo caso, Titicut Follies (1967) sen- quiátricas. Se trata de Animación en la sala de
tó un precedente en la mirada documental a espera (Carlos Rodríguez Sanz y Manuel Coro-
las instituciones psiquiátricas y muchas de las nado, 1978-1981) y La osa mayor menos dos,
películas que han abordado el tema con poste- secuela realizada por David Reznak en 2006 en
rioridad despiertan las mismas inquietudes. Así el mismo psiquiátrico de Leganés en el que se
sucede en San Clemente (1980), documental adentraron Rodríguez Sanz y Coronado duran-
en el que el francés Raymond Depardon levan- te los años de la Transición.
taba acta de un universo en vías de extinción: el Animación en la sala de espera es una pelí-
de los viejos manicomios en los que, en palabras cula contemporánea de San Clemente y de los
del padre de la antipsiquiatría italiana, Franco cambios introducidos progresivamente por la
Basaglia, se había recluido tradicionalmente Ley 180 y sus secuelas europeas. Sin embargo,
a “la gente que no tiene voz, palabra; es decir, aquí se detiene toda similitud entre la película mentales, que, no lo olvidemos, las instituciones
los pobres, los desheredados”. El movimiento de Rodríguez y Coronado con la de Depardon, psiquiátricas tan a menudo negaron. Lo hacen,
liderado por Basaglia supuso una revolución en pues Animación en la sala de espera es, ante además, desde unos planteamientos estéticos
la psiquiatría en Italia con la promulgación de la todo, un ensayo sobre la perplejidad que nos que se distancian del estilo del cine directo y
Ley 180, por la que se prohibía el internamiento produce la locura, el deseo de dialogar con ella y, el cinéma vérité de Wiseman y Depardon para
de los enfermos mentales sin su consentimien- al mismo tiempo, el sentimiento de alteridad ra- buscar en la experimentación una vía discursi-
to previo. dical que nos expulsa del universo particular de va desde la que aproximarse al lenguaje de la
En San Clemente, Depardon y su técnico de cada enfermo mental. Tanto esta película como locura.
sonido siguen incansablemente el deambular La osa mayor menos dos abordan con una mezcla
de los enfermos mentales que pueblan la isla- de complicidad y distancia el universo de la locura, Sonia García López
ciudadela en la que se encontraba el manicomio centrándose en la individualidad de los enfermos Historiadora del cine

16 | retrovisor |
el rincón de daría

Lecturas para bostezar


Por Daría Barbate

Anábasis. Saint-John Perse. en principio para la lectura en su club de ami- de poder particulares que se inscriben en las
gos. Esta costumbre tan refinada, en manos de formas de entendernos como individuos, en
Gallimard, París, 1986. Keynes, da lugar a una obra maestra. El primer las reglas que moldean la consciencia del ser
texto es acerca del armisticio de la Gran Guerra; humano, en las tecnologías que hacen egos.
Fascinante. No se entiende absoluta- Keynes, protagonista de las negociaciones, El segundo ensayo está dedicado a una de es-
mente nada. En el prólogo (lo único inteligi- lo narra como una partida de bridge, seguida tas tecnologías del yo, la confesión cristiana.
ble) el estudioso de turno hace la siguiente de una ingeniosa conversación alrededor de Foucault busca los orígenes de la confesión
reflexión: “Hay un libro de Roger Callois la chimenea tomando un oporto. El segundo, (a ‘buscar los orígenes’ él lo llama arqueología
destinado enteramente a desentrañar en acerca de la estructura intelectual y afectiva del saber, para así hacer un poco de jerga) en
mil páginas el sentido estricto de los trein- de los de Bloomsbury a su llegada a Cambrid- las relaciones griegas y latinas entre pupilo y
ta poemas que componen Anábasis. Es ab- ge, es la materialización, en su versión gentry, maestro, como la de Sócrates y Alcibíades o la
surdo. ¿Qué sentido tiene un verso como ‘la de aquellos versos de Luis Cernuda: “Libros y del emperador Marco Aurelio y no-me-acuer-
silla de montar del enfermizo quemada al cuerpos hermosos, música y amistad. Trabajo do-quién. Poned ‘foucaltiano’ y ‘Marco Aurelio’
aire libre’? ¿Qué más da que sepamos que se y ocio creadores los rodeaban siempre”. en el Google, que seguro que sale.
refiere al incendio accidental del palacio (in- La existencia de las élites es la demos-
cluyendo la silla, claro) del emperador Helio- tración de que nadie se toma en serio el prin-
gábalo, notorio por su mala salud, en Adria- cipio de igualdad. Estos textos nos permiten
nópolis, en el s. III d. C.? Lo que importa es la observar, como el mendigo hambriento que
potencia, el impacto de la imagen”. husmea en la basura del palacio, las mejores Espacio. Juan Ramón Jiménez.
Pues eso mismo, ¿qué más da? Anába- mentes de los mejores príncipes.
sis es una colección de treinta fragmentos
Revista Poesía Española, n.
de prosa poética que encadenan ‘imágenes 28, Madrid, 1954.
’como la de antes. Sin compasión, casi sin
sintaxis. Versos salteados con referencias La belleza en poesía son dos cosas: una,
empíricas a la diversidad biológica, porque Tecnologías del yo y otros la simetría fonética y semántica, porque la si-
Saint-John Perse fue una especie de Leonar- textos afines. Michel Foucault. metría es biológicamente bella, como cualquier
do de mediados del s. XX: naturalista de cam- aficionado a la página de neurociencias del Muy
po, diplomático de primera fila, experto en la Paidós, 2009. Interesante sabe. La otra, la rosa sin porqué, lo
guerra del Peloponeso, en fin, un portento. Y sublime kantiano, la ‘belleza’ inaccesible del
poeta (demasiado serio para el surrealismo “Cuando oigo la palabra Foucault me lle- poeta tuberculoso, me temo que es una fan-
militante) y premio Nobel. vo la mano a la pistola”, debía haber dicho tasía infantiloide neuróticamente recurrente. Y
Si uno se pone, consigue pillarle cierta Goebbels y a mí me hubiera caído más simpáti- casi siempre cursi, por cierto.
épica, cierto aroma legendario de ensoña- co. No por Focault per se, que no está mal. Sino Espacio es el poema en prosa clásico de las
ción homérica. Pero hay que echarle ganas, y por todas las referencias que, a poco que uno letras españolas del s. XX. Es de Juan Ramón
lo que se obtiene no es demasiado, algo así escarbe, encuentra con apestosa abundancia Jiménez, el más refinado de los cursis y a la
como Rimbaud escribiendo El Señor de los en el ámbito de las revistas culturales. Esas vez un poeta excepcionalmente dotado para
Anillos. Para iniciados y/o muy desocupados. ‘foucaltianas’ maneras de soltar lugares comu- la primera de las bellezas, para la geométrica.
nes, esos ‘foucaltianos’ argumentos de autori- Juan Ramón es tan bueno que incluso el verso
dad, esas socorridísimas muletas ‘foucaltianas’ libre suena musical para cualquier duro de oído;
para avanzar esforzadamente dos líneas… In- pero no es tan bueno como para que todo eso
Dos recuerdos. John Maynard cluso tú, improbable lector de la revista Boste- se pierda irremediablemente en este poema
zo, sabes de qué estoy hablando. en prosa. Así que lo que queda es una especie
Keynes. Rupert Hart-Davis, La aportación de Foucault es muy simple, de ansia histérica de lo trascendente, que es
Londres, 1949. como casi todo en esta vida: en el fundamento el tema típico del Juan Ramón crepuscular. A
de toda conducta social, aunque a primera vis- evitar, siempre que se pueda acudir a las me-
A finales del s. XIX, el Imperio británico ya ta no lo parezca, están inscritas relaciones de lancolías tan kitsch de La soledad sonora, por
llevaba más de un siglo de hegemonía. El desti- poder. Que si uno lo piensa dos veces, es una ejemplo:
lado final de tanto poder y dinero, en su versión variante de la aportación de Marx: en el fun-
intelectual, fue el grupo de Bloomsbury. Keynes, damento de toda conducta social, aunque a Por el balcón abierto a brumas estrelladas
un destacado miembro del grupo y el “hombre primera vista no lo parezca, están inscritas re- venía un viento triste de mundos invisibles…
más inteligente desde Spinoza”, según Lytton laciones económicas. Este librillo -dos ensayos Ella me preguntaba por cosas ignoradas
Stratchey, sirve aquí Dos recuerdos, narrados cortos y una entrevista- estudia las relaciones y yo le respondía de cosas imposibles.

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letras

Deserciones
Por Ignacio Echevarría
Ilustraciones de Moisés Paz

E
l mundillo literario español (lo que sea que se quiera en- En el caso de Enrique Vila-Matas, por ejemplo, hay que atri-
tender por eso) se ha visto conmocionado en los últimos buir lo ocurrido a los oficios de Mónica Martín, convertida en
meses por dos sonadas ‘deserciones’. Primero fue Javier su representante después de que, durante muchos años,
Cercas quien abandonó Tusquets Editores para publicar su este cometido recayera (como era antes usual) en la propia
nuevo libro –Anatomía de un golpe– en Mondadori. Y poco después editorial Anagrama. Si Mónica Martín no se hubiera resuelto a
ha sido Enrique Vila-Matas quien se ha dejado ‘fichar’ por Seix ‘liberar’ a Vila-Matas de las garras de Anagrama (como hizo an-
Barral, rompiendo su larga permanencia en la editorial Anagrama. tes con Ignacio Martínez de Pisón), éste difícilmente lo hubiera
El periodismo cultural ha dado una amplia cobertura a es- hecho por sí solo, debido precisamente a esa relación amistosa
tas dos noticias, servidas, por lo general, con cierto aspaviento que supuestamente mantenía con Herralde. Aunque cabe
y un morbo mal disimulado. Es fácil presumir las razones, aun especular que Vila-Matas encomendase a su
cuando hace ya tiempo que el sistema editorial se rige con- nueva agente esta tarea, o incluso que
forme a una legalidad en la que son comunes movimientos de la iniciativa misma de contratar
este tipo. Escrutar los factores que hacen destacable e incluso sus servicios viniera determina-
escandalosa la ‘defección’ de Cercas y de Vila-Matas puede da por ese propósito.
servir para reconocer los mecanismos que determinan dicha La intervención del
legalidad y, al mismo tiempo, poner en evidencia la retórica que agente literario viene a des-
suele encubrirlos. hacer muchas de las ideas
Con este propósito conviene, primero de todo, desenredar que circulan comúnmente
algunos sobreentendidos que intervienen en estos dos casos acerca de las relaciones entre el
particulares. Por un lado, se presupone que tanto Cercas como escritor y su editor. Todavía hoy,
Vila-Matas mantenían con sus respectivos editores –Beatriz de estas relaciones suelen ser conce-
Moura y Jorge Herralde– una relación amistosa, cuyo resque- bidas, en el imaginario cultural, en
brajamiento admitiría ser tomado tanto por causa como por términos bochornosamente idealis-
consecuencia de su ‘defección’. Ésta tiene lugar, por otro lado, tas, conforme a los cuales el editor –el
cuando la cotización de los dos autores está, como quien dice, editor independiente, al menos– reúne
en alza o, al menos, se mantiene elevada, de modo que cunde la simultáneamente los atributos de un me-
impresión, siempre enojosa, de que ambos abandonan la parti- cenas, de un marchante, de un jugador de
da cuando llevan las de ganar. carreras, de un intelectual, de un proselitista
Dicha impresión se complica con el hecho de que las edito- y de un comerciante.
riales ‘traicionadas’ son tenidas por editoriales independientes Ya por los años veinte del pasado siglo,
(un calificativo impreciso, que equivale a decir que son empre- Walter Benjamin se hacía cruces ante esta
sas impulsadas y lideradas, con un criterio personal, por su pro- concepción generalizada de un oficio
pio dueño), en tanto que las editoriales ‘saqueadoras’ –Seix Ba- El éxito litera- hacia el que él mismo guardaba todas
rral y Mondadori– pertenecen a grandes grupos empresariales rio ha dejado las reservas. En su libro de apuntes
(Planeta y Random House Mondadori, respectivamente), por de ser una Dirección única (1926) hay una
mucho que sean conducidas por responsables caracterizados viñeta que expresa muy contun-
eventualidad
(para el caso, Elena Ramírez y Claudio López de Lamadrid). Un dentemente esas reser-
dato que induce casi automáticamente a la idea de un abuso para conver- vas. Vale la pena citarla
de fuerza o de poder por parte de quien posee más recursos tirse en una aquí, dada su brevedad.
para imponer sus voluntades. El consabido tópico del grandu- claúsula más Trata de las excusas que
llón que avasalla al más chico, agravado por la circunstancia de del contrato un editor da a uno de sus
que tanto Tusquets como Anagrama empezaron a publicar autores para justificar su
suscrito, lo
a Cercas y a Vila-Matas, respectivamente, cuando uno y otro resolución de no publicar
eran escasamente conocidos. cual supone el su próximo libro. Dice el editor,
compromiso con lenguaje que sigue siendo moneda co-
El rol del agente literario de trabajar con rriente en la actualidad: “Mis expectativas se
Estos supuestos más o menos tácitos suelen dejar de lado escaso mar- han visto seriamente defraudadas. Sus cosas
algunos elementos importantes, entre los que cabe se- no tienen ningún impacto en el público; no atraen
gen de riesgo, lo más mínimo. Y eso que no he escatimado en la
ñalar, muy principalmente, el papel desempeñado por los
agentes literarios, figura clave en las nuevas relaciones adecuándose- presentación. Me he arruinado con los gastos de publi-
entre editores y escritores. Dado que su aparición es to- preferiblemen- cidad... Ya sabe cuánto le aprecio, ahora igual que antes.
davía reciente, el público común ignora casi todo de estos te a fórmulas Pero no podrá tomarme a mal que mi conciencia comercial
agentes, sin los cuales cuesta explicar cabalmente nada. seguras también empiece a alarmarse. Si hay alguien que hace lo que

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puede por sus autores, soy yo. Pero a fin de decirle una cosa: yo figuro en su archivo con el aquí ‘despide’ a su editor, desde la confianza que,
cuentas también tengo mujer e hijos que número 27. Usted ha editado cinco libros míos; para hacerlo, le inspira saberse favorecido por la
mantener. No quiero decir, desde luego, es decir, ha apostado cinco veces por el 27. La- fortuna, es decir, ser el número 28 y no el 27. Y
que le guarde rencor por las pérdidas de mento que el 27 no saliera. Por lo demás, sólo me distinta, también, porque, de producirse algún
los últimos años. Pero sí me quedará ha apostado cheval. Simplemente porque estoy tipo de diálogo, los interlocutores no serían ya el
un amargo sentimiento de desilusión. junto a su número de la suerte, el 28... Por qué se editor y su autor, sino el editor y el agente lite-
Lamentablemente, por ahora me es hizo usted editor, pues ya lo sabe. Igual hubiera rario de aquél.
imposible seguir ayudándole”. podido abrazar una profesión honesta, como su Sería el agente literario quien ahora se ade-
La respuesta que el autor en señor padre. Pero eso de vivir al día... Siga con sus lantaría a tomar la palabra para decir algo se-
cuestión da al editor no tiene des- costumbres de siempre. Pero evite hacerse pasar mejante a lo que sigue: “Las expectativas de mi
perdicio: “¡Pero oiga! ¿Y usted por por un honrado comerciante. Y no ponga cara de representado se han visto seriamente defrauda-
qué se hizo editor?”, le replica. inocente si lo pierde todo jugando; no me venga das. El impacto y los beneficios de su último libro
“Lo averiguaremos de inme- ahora con su jornada laboral de ocho horas ni las han sido inferiores a los esperables. Probable-
diato. Pero antes permítame noches en que apenas logra descansar...”. mente no se ha hecho una adecuada promoción
Si la fraseología del editor, en este pequeño en la prensa y no se ha invertido lo suficiente en
diálogo, suena familiar, la respuesta del autor, publicidad... Ya sabe el aprecio que mi represen-
sin embargo, por razonable que sea, queda le- tado y yo le tenemos. Pero no podrá tomarme a
jos de resultar verosímil. De entrada, porque mal que anteponga los intereses de él a los de
son pocos los escritores dispuestos a admi- usted. A fin de cuentas, también él tiene mujer
tir que su fortuna depende del azar antes e hijos que mantener. Y para su próximo libro
que de sus propios méritos, por consolador hemos recibido ofertas muy superiores de otros
que sea pensarlo en según qué ocasiones. Y editores. Se trata de grandes empresas, que nos
además porque, entretanto, el margen del azar, garantizan una amplia distribución y todos los
con ser todavía muy grande, no ha dejado de recursos necesarios para despertar el interés de
estrecharse, o más exactamente de encauzar- la prensa y de los libreros, aparte de una buena
se en las direcciones cada vez más previsibles campaña de publicidad. Comprenderá que...”.
del mercado. Pero sobre todo porque son los Cualquiera que fuera la réplica del editor,
propios autores los primeros en aceptar la ló- habría de resignarse a ser tratado conforme a
gica implícita en las palabras del editor, una su propio proceder en casos anteriores, en los
lógica que sugiere mutua complicidad y una que la lógica comercial hubo de prevalecer so-
cierta actitud de protección, de amparo. bre los criterios de afinidad artística o de lealtad
Es la fraseología encubridora del edi- amistosa.
tor y no la réplica supuestamente ‘des-
enmascaradora’ del autor, la que, casi Obligados al éxito
un siglo después, conserva plena Por muy apegada al viejo cliché que se halle la
vigencia, al menos en la percep- percepción que un lector común tiene de las
ción que, como se ha dicho, relaciones entre editores y escritores, lo cierto
suele tenerse de las rela- es que, en realidad, salvo excepciones cada vez
ciones entre unos y otros. más raras, aquéllas discurren fuera de la esfera
Ahora bien, los dos casos de lo personal e incluso de lo cultural. Discurren
de los que esta reflexión en el plano materialista y nada confortable de
arranca dibujan una si- los intereses comerciales, sujetos a criterios
tuación muy distinta a escasamente flexibles y por fuerza unilaterales.
la imaginada por Benja- Es ingenuo pensar que estos criterios no
min. Distinta, en primer lugar, determinan la actividad del escritor, tanto más
porque es el autor en cuestión quien cuanto mayor es la expectativa alrededor de sus

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resultados. Déjense a un lado, por el momento, por los editores en un libro, más grande será especulaciones dan lugar y por las servidum-
los argumentos relativos al prestigio o al gla- el esfuerzo que hagan en rentabilizarla. Con- bres que comporta satisfacerlas. Aun si el éxito
mour superiores de las editoriales ‘independien- viene añadir que, entre las especulaciones que lo acompaña, debe contar con que ese éxito ha
tes’ o simplemente más pequeñas y tradicio- un editor hace sobre un determinado autor o dejado de ser una eventualidad para convertirse
nales (prestigio y glamour que no sólo irradian un determinado libro, intervienen considera- en una cláusula más del contrato suscrito, lo cual
sobre el público lector, sino también –al menos ciones no sólo estrictamente económicas, sino supone el compromiso de trabajar con escaso
en los dos casos contemplados– internacional- relativas también a los beneficios indirectos o margen de riesgo, adecuándose preferiblemen-
mente); no se tenga en cuenta, tampoco, el a largo plazo que el libro o el autor en cuestión te a fórmulas seguras.
grado en que la fidelidad de un sector de lecto- pueden reportar en razón de calidad o de su Esta es la verdadera noticia que entra-
res a un determinado sello, a una determinada prestigio. ñan las supuestas ‘deserciones’ de Cercas y
colección, puede haber intervenido en el cré- Como sea, el escritor que acepta ser objeto Vila-Matas: su compromiso explícito y volun-
dito del que gozan ciertos autores. Son estos de grandes especulaciones, se pliega a ellas más tarioso con el éxito. El éxito comercial, para más
factores difícilmente evaluables que no cues- o menos conscientemente. Esto quiere decir que señas. Un compromiso que la experiencia dicta
tionan sustancialmente la presunción de que, su actividad como escritor queda condicionada que es peligroso, que imprime carácter y del que
cuanto más grande sea la inversión realizada en adelante por las expectativas a que esas es muy difícil volverse atrás.

www.au-agenda.com

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FRONTERAS MENTALES
Coordina: marta bassols

dossier

Diseño: Julio Alonso Fotografía:


| retrovisorSara
| 21 Yuste
La imitación
de la cordura
Podemos decir que hay una
locura de primer grado u
original y una locura de se-
gundo grado o replicante. La
locura original se llama iden-
tidad; la replicante se llama
precisamente ‘locura’. ¿Cuál
es más dañina? ¿Cuál más
inofensiva?

Por Santiago Alba Rico


collage de gloria f. vilches

H
abía una vez un hombre muy bajito donde dejó a sus espaldas un millón de Nacido en Marsella en 1871, hijo de un
que tenía delirios de grandeza. muertos. Restableció la esclavitud en las curtidor y una lavandera, fue rechazado
Nacido en Córcega en 1769, estu- colonias y combatió a los independentistas en la escuela militar a causa de una in-
dió la carrera militar en Brienne- americanos. Derrotado por una alianza curable cojera del pie derecho. En 1897
-le-Château y, tras algunas proezas bélicas de tiranos europeos, murió a los 51 años, luchó heroicamente contra una jauría
durante el sitio de Tolón, se convirtió en emperador de una sola isla, después de de perros que le arrancaron las ropas y
el general más joven de Francia. Enca- dictar a un secretario sus memorias. le desgarraron el cuello; en 1898 com-
bezó dos golpes de Estado, se nombró a Ese hombre estaba loco: se creía Na- batió con denuedo contra un ejército de
sí mismo primer cónsul y luego cónsul poleón. niños que le arrojaban insultos, piedras
vitalicio y en 1804, victorioso en todas las Adorado por las mujeres, temido o y escupitajos. Dos años más tarde, en
batallas, se autocoronó emperador ante admirado por los hombres, respetado 1900, se nombró a sí mismo general y
el Papa en la catedral de Notre-Dame. incluso por sus enemigos, celebrado por se autocoronó emperador ante el Papa
Conquistó Egipto, los Países Bajos, Malta, patriotas e historiadores, imitado por mi- de los mendigos de París. Vestido de
Italia; invadió Prusia, donde el filósofo litares y estadistas, se le recuerda todavía uniforme imperial, luciendo enormes
Hegel lo vio entrar en Jena y lo describió como uno de los grandes genios de la Hu- charreteras doradas y un gran sombrero
como ‘la Razón a caballo’; invadió España, manidad. bicorne con escarapela roja, conquistó
donde fue el responsable de la muerte de Había una vez un hombre muy una baldosa, una mesa de café, un do-
trescientas mil personas; invadió Rusia, bajito que tenía delirios de grandeza. loroso reuma. Invadió un jardín público

| fronteras mentales | 23
La duda es: Si un cuerdo se finge loco, ¿está completamente cuerdo? Si un loco se finge cuerdo, ¿está
completamente loco?

en 1910; asesinó a miles de pulgas en 1912. Un año A la luz de estas oposiciones binarias, podemos
después, derrotado por una conjura universal -en decir que la locura es una cuestión de intensidad y
la que participaron criaturas sobrenaturales-, fue colocación: un exceso de identidad fuera de lugar
encerrado en el manicomio de Charenton, donde y en un tiempo equivocado. Se cree demasiado en
amó a una princesa cataléptica y murió en 1921 uno mismo, en otro, sin compañía, en la casa de al
tarareando el concierto para piano nº 5 de Bee- lado, y siempre habrá una página de la historia en
thoven. la que estaremos completamente locos. Hitler creía
Ese hombre estaba loco: se creía Napoleón. intensamente en una criatura fantástica que se lla-
Despreciado por las mujeres, golpeado por los maba Hitler, providencial, superhumano, omnipo-
hombres, escarnecido por los niños, insultado por tente, pero millones de alemanes también creían en
los taberneros y los policías, ni siquiera merece él y la fantasía se convirtió en una época dentro de
ser recordado como uno de los grandes necios de la cual había que estar un poco loco para oponerse
la Humanidad. a sus leyes. Por eso Hitler tuvo que ser vencido y no
psicoanalizado. En un mundo sin paro ni pobreza,
Locura y su réplica sin guerras interimperialistas, sin colonialismo ni
Podemos decir que hay una locura de primer lucha de clases, sin antisemitismo ni racismo, Hit-
grado u original y una locura de segundo grado ler habría sido sencillamente una intensidad local,
o replicante. La locura original se llama identi- una erupción idiosincrásica, objeto de burla y de
dad; la replicante se llama precisamente ‘locura’. compasión: su nombre, aún más, nos resultaría tan
¿Cuál es más dañina? ¿Cuál más inofensiva? Si anodino como Smith o Pérez. Hoy tanto Napoleón
Napoleón cree ser Napoleón, acaba despatarran- como Pierre Lapin, por otro lado, estarían juntos en
do Europa; si Pierre Lapin cree ser Napoleón aca- el manicomio por creer en una personalidad tan
ba atado y sedado en la celda acolchada de un desmedida, en una desmesura tan extemporánea.
hospital psiquiátrico. Y si Pierre Lapin, el pobre, Si hay alguna diferencia entre creer en Dios, creer
se cree sencillamente Pierre Lapin, lo más proba- en los extraterrestres o creer en uno mismo es sólo
ble es que, al igual que todos los Pierre Lapin del porque el orden de lo inexistente es tan rico, tan
mundo, acabe creyendo en Napoleón (el cual aca- plural y tan variado como el orden de lo existente.
bó despatarrando Europa). ¿Hay alguna otra com- Y porque las fuerzas materiales de la historia nos
binación posible? ¿La posibilidad quizás de creer pueden obligar a creer incluso en Darwin, aunque
en otra cosa? ¿O siempre, sólo, seamos Napoleón sus tesis sean efectivamente reales y verdaderas.
o uno de sus replicantes, Napoleón o uno de sus Pero, ¿se puede creer en otra cosa? ¿Habrá una
soldados, estemos cuerdos o locos, tenemos que creencia cuerda en todas las páginas de la historia?
creer en Napoleón? Digamos que, al contrario que Napoleón que
Pensemos por un momento en los catálogos creía ser Napoleón, San Francisco no se creía San
banales, convencionales, familiares, de la locura Francisco, el Che Guevara no se creía el Che Gue-
socialmente aceptada y localizaremos extravagan- vara y –exploremos la ficción más real del mun-
tes criterios diagnósticos. do- Alonso Quijano no se creía Alonso Quijano.
Si uno se hace pasar por Bill Gates, es un im- Para psiquiatras e inquisidores la dificultad ha
postor. estado siempre en diferenciar la impostura de la
Si uno se hace pasar por Luis XIV, está loco. locura. Pero la posibilidad de la impostura es pre-
Si Napoleón se hace pasar por Napoleón es que cisamente la posibilidad de la conciencia, la
es Napoleón. distancia, la objetividad; la posibilidad misma
Si Pierre Lapin se hace pasar por Napoleón es de localizar un foco de decisión y racionalidad
que está loco. en el que se puede elegir entre la cordura y
Si en la Edad Media Pierre Lapin entra en con- la vesania, y también, por lo tanto, entre dis-
tacto con Dios es que es un santo. Se cree demasiado tintas formas de cordura (como entre distintas
Si Pierre Lapin ha entrado esta mañana en formas normativas de vesania). El loco se ensi-
en uno mismo, en
contacto telepático con extraterrestres es que está misma; el impostor se ‘extrovierte’ y centrifu-
loco. otro, sin compañía, ga. El loco es; el impostor imita. La imitación es
Si Pierre Lapin se hace pasar por Pierre Lapin en la casa de al la práctica voluntaria mediante la cual un ser
es que es Pierre Lapin. lado, y siempre humano distingue radicalmente –en la raíz- la
Si Pierre Lapin adulto se hace pasar por Pierre habrá una página realidad de la fantasía e intenta disciplinada-
Lapin niño es que está loco. mente parecer real . Un impostor que se finge
de la historia en
Si Michael Jackson se cree Michael Jackson es Bill Gates es un imitador. Un escritor también:
que está loco. la que estaremos León Tolstói imitaba a Anna Karenina, Dickens
Si Pierre Lapin imita a Michael Jackson es que completamente a Mr. Pickwick y James Joyce a Leopold Bloom.
es un sensato joven de su tiempo. locos Lo mismo le sucede a un revolucionario: San

24 | fronteras mentales |
Francisco imitaba a Cristo y el Che Guevara a Esparta-
co, Zapata y Sandino. Los imitadores, al contrario que
los locos, trascienden su identidad intensa para repro- Mon doux pays des Espagnes
ducir y defender una identidad extensa, más allá de
sus fantásticas narices, en la que caben también cosas Qui voudrait fuir ton beau ciel,
muy diferentes –como en el orden de la inexistencia-
pero en el que es posible distinguir precisamente la Tes cités et tes montagnes,
existencia de la inexistencia, el todo de la nada, la
razón de la irracionalidad, la justicia de la injusticia, Et ton printemps éternel ? *
y tomar partido en una u otra dirección. Por eso –di-
gamos- San Francisco y el Che Guevara, al contrario * País mío de dulces Españas
¿Quién tu lindo cielo huir quisiera,
que Hitler y Napoleón (y sus replicantes y soldados), Tus villas y montañas,
son igualmente realistas: no creían ser ellos mismos Y eterna primavera?
(entidades puramente imaginarias), no creían ser su
propia y fantasiosa particularidad sino criaturas gene-
rales: seres humanos, sujetos de razón, depositarios
de derechos.
Como todos sabemos ya, Don Quijote no estaba
loco; no creía ser ni Alonso Quijano, ese pobre hidal-
guillo arrinconado por la historia, ni tampoco Don
Quijote de La Mancha, el caballero imposible e inexis-
tente que “representaba la realidad a la medida de un
orden ya caduco”. Era un impostor, un actor teatral,
un literato demiurgo, un mimador de grandes gestas,
un imitador de criaturas grandes y generales. Basta
ver la minuciosa conciencia con que en el capítulo I el
caballero de La Mancha escoge el nombre de sus per-
sonajes y la hechura de sus armas o el modo en que,
en un capítulo titulado precisamente ‘De la imitación
que hizo a la penitencia de Beltenebros’ (XXV), invoca
con erudición y discernimiento los ejemplos por los
que ha de guiar su conducta para comprender que el
problema de Don Quijote no era de identidad errada
sino de plagio concienzudo: imitó de manera selectiva
las corduras de Amadís, hizo una antología o centón
de las sensateces justicieras de Beltenebros. Alonso
Quijano no era un hombre que se creía intensamente
Don Quijote; era un hombre que se fingía loco para
poder creer extensamente en la justicia.
La duda es:
Si un cuerdo se finge loco, ¿está completamente cuerdo?
Si un loco se finge cuerdo, ¿está completamente loco?
Da lo mismo. No se trata de ser, sino de imitar: de imi-
tar el bien, la sensatez, la justicia. Y si eso es hipocresía,
estemos a favor de ser hipócritas las veinticuatro horas
del día.

“Toda la maquinaria se ha vuelto tan inhumana que se


ha vuelto natural. Al volverse una segunda naturaleza se ha
vuelto tan indiferente y cruel como la naturaleza. El caballe-
ro cabalga una vez más por el bosque. Sólo que está perdido
en las ruedas, en lugar de entre los árboles. Han creado un
sistema de muerte, en tan vasta escala, que ellos mismos
no saben ahora dónde ni cómo actúa. Esta es la parado-
ja. Las cosas se han hecho incalculables a fuerza de ser
calculadas. Han atado a los hombres a herramientas tan
gigantescas, que no saben sobre quién caen los golpes.
Han justificado la pesadilla de Don Quijote. Los molinos
son realmente gigantes.”

El regreso de Don Quijote, de Chesterton


Instituto Francés de Valencia
Santiago Alba Rico Moro Zeit, 6
es ensayista y escritor
96 315 30 95
www.ifvalencia.com
| platicando... | 25
Cómo se infiltra
la disidencia
en las fuerzas
represoras del
Estado
Un testimonio real

Trabé amistad con Julián cuando


él acababa de llegar a Barcelona.
Nos conocíamos de vista por
haber frecuentado ciertos
círculos en nuestra ciudad natal
(él tocaba entonces el bajo en un
grupo). Coincidimos en los fastos
revolucionarios de Espais Alliberats
contra la Guerra, acciones-protesta
lúdicas y aguerridas ocurridas
durante la segunda guerra de Irak.
por héctor arnau
ilustraciones de po poy

A
hora Julián vive en un piso tutelado por la asociación Grama ba, con la edad, por construirse los recuerdos a su gusto. Sé que
en el Ensanche barcelonés. Tras seis meses de rehabilita- es el primer recuerdo (pleno, reposado, certero) porque me acuer-
ción y, como parte de una terapia expresiva consistente en do bien de ciertas circunstancias: de mi novia de entonces, Lea;
enviarles cartas a los dedos de su mano izquierda, escribió, de las nuevas facultades de Derecho; de ese nerviosismo tonto de
con mi colaboración, el siguiente boceto; le agradó la propuesta y acudir por vez primera a un acto político, etc. Dudo en verdad
quiere continuar. Sé que mucho de lo que cuenta, él lo percibe (o porque yo ya había acudido a manifestaciones en el instituto,
percibía) como real. Sin embargo, tampoco sería justo calificarlo tengo el gesto memorizado (imitado, requerido quizás por los
como mentira o ensoñación. mayores) de taparme el rostro con la braga. ¿De dónde habría sa-
cado yo una braga? Eran actos casi típicos entre la juventud, con
Memoria de la primera vez compañeros del instituto. No era más que por la alegría de no ir a
Me acuerdo del hombre pero no sé cierto si aquella fue la primera clase: todo ha cambiado tanto… Todo. ¿Alguien me podría decir a
vez que oí hablar de eso. ¿Cómo saberlo? Tal vez sí, aunque me qué coño se dedica hoy en día la juventud? En fin, que me acuer-
extraña, habría oído hablar pero sin prestarle atención: uno aca- do de aquel hombre, tan bien parecido, de mediana edad, canoso,

26 | fronteras mentales |
moderaba, pero recuerdo a una chica rubia y gordita
prodigando loas a la ‘permacultura’ y al cultivo eco-
lógico –yo oía por primera vez en mi vida aquellas
palabras— y que a mí no me interesaba nada aque-
llo, pero tenía miedo a que otros me vieran siquiera
parpadear. Alguien más hablaría entonces, tal vez,
pero fue cuando aquel hombre tomó la palabra que
todo se disparó. Con una elocuencia muy lúcida,
eufórica, casi de profeta, empezó a tejer una especie
de mapa de células disidentes –desde las pro-insumi-
sión, de las cuales procedía, hasta las más pacifistas
o ecologistas— de tal suerte y con semejante arrobo,
que parecía que Europa entera fuera a florecer en
llamas revolucionarias. Tenía un verbo apasionado y
realmente daba la impresión de creer con fiereza en
todo aquello, dando detalles cumplidos de marchas
antimilitaristas en Zaragoza, de asambleas antiauto-
ritarias para ir a Estrasburgo y acampadas contra el
paso de trenes en el temible País Vasco. Aquello sería
el año 96 o 97. Si lo recuerdo es porque, después, en
el bar, entre risas, habiendo quedado yo casi absor-
to ante la intervención de aquel hombre, alguna de
las compañeras de mi novia señaló: “Es muy bueno,
pero por ahí dicen que es de la secra”.
No podría negar
Impresiones y recuento de infiltrados
que el abuso del Me imagino que el impacto no sería definitivo en
alcohol, el encanto aquel instante (y probablemente yo me haría el des-
de siempre entendido) pero no hay duda de que aquel comen-
curtido, demasiado resuelto (por edad, por experien- estar ‘un paso tario, inocente, malicioso o meramente cómico, me
cia) como para dar una charla entre el poco público adelante’, aun marcaría para siempre. ¿Cómo una persona tan su-
medio dormido de las cinco de la tarde de un día puestamente rendida a sus creencias iba a ser de
entre semana en las nuevas facultades de Derecho. entre compañeros, la secra? ¿Fingiría así de bien? ¿Por qué iría dando
Lo contaré porque al menos esa vez sí que la y el maniático charlas por ahí con tal vehemencia? ¿Cómo iba a
recuerdo bien. Mi novia participaba en una asocia- pasatiempo de estar tan preparado e informado? Si su misión hu-
ción ecologista en su facultad. La retomaban porque, la anfetamina en biese sido la de rendir cuentas ante la autoridad,
en principio, los fundadores llevaban un rumbo un aquella ciudad ¿no hubiese sido mejor, tal vez, acogerse a un rol no
tanto memo, cristiano, de parroquia; y ellas, que tan marcado, menos protagonista? Apenas recuerdo
empezaban, como quien dice, a gestar su identidad hueca, imbécil y la cara de aquel hombre, pero sí el entramado que
política, les seducía más el feminismo y el lesbianis- hostil me hiciera desarrolló, gesticulando mucho con las manos (“y
mo emocional (y el otro, aunque eso lo supe más acumular rencor e en Ámsterdam éstos, y Negri en Italia, y en Hack-
tarde). No sé bien quién exponía sus tesis, o si Lea incluso paranoia ney, squatters españoles, y en St. Pauli, el primero

| fronteras mentales | 27
de mayo…”) y las cervezas posteriores con y alguna reacción airada (o envidiosa) ante (Burroughs, Ballard). Los más dejados, los
las compañeras de mi novia y la sospe- el anuncio de publicar unos panfletos en flautistas y malabaristas necesitaban su
cha dejada caer, liviana, y la necesidad formato libro –fui yo quien los reunió— paga, o algo que comer, por lo que ven-
casi de creer que era mejor que alguien para financiarnos. Luego ya la cronología dían cualquier detalle por muy nimio que
nos vigilara, o por lo menos que nos vigi- de los recuerdos se me difumina, y se me pareciera (que si éste nunca llevaba dos
lara alguien así. aparecen imágenes ebrias de un carnaval calcetines iguales, que si el petardo que
Luego las sospechas han inflado o callejero disuelto brutalmente por la poli- mató al perro-policía lo puso un italiano).
verificado el cuento, con innumerables cía (“¡cállate, payaso!”, alguien me gritó de El cambio de gobierno propició además
ejemplos. En una protesta por la muerte entre la multitud mientras yo alzaba las que la Consejería del Interior de la comu-
de un compañero en un desalojo, se ais- manos al aire en son de paz, ataviado con nidad fuera controlado por un grupo de
ló por precaución a uno de los que nos una chaqueta de béisbol roja) mezcladas la izquierda ecologista socialdemócrata:
acompañaba en la marcha (bigote, gafas con una Nochevieja en un centro social, los más mayores se aprovecharon porque
de sol por la noche, auriculares) para lue- en la que, pasado de psicotrópicos, olvidé ya estaban hasta el ojal de recibir insul-
go recibir el desmentido “no, no, que es literalmente mi nombre y el de mis padres tos, estopa y desplegar pancartas vestidos
de Comisiones Obreras y está oyendo el (“tu padre es Bin Laden”, me susurraba al de montañeros. Todos nos sondeábamos,
fútbol”. En una manifestación por la huel- oído un punki impúber), e intentaba con- nos interrogábamos y convocábamos ‘ac-
ga general, un tipo con ojos de enajenado, fesar a quien me escuchara –nadie o casi ciones’ a las que sólo acudían cuatro jóve-
pelo sucio, barba y gorra de publicidad, nadie— que yo, al fin y al cabo, y pesara a nes de cara pálida, de esos que militan a
me preguntó por la camiseta que llevaba quien pesara, también pertenecía. Ahoga- través del ordenador (¿qué hostias hacen
(era de una radio libre) y enseguida me do en un entorno rancio y poco alentador, los jóvenes hoy en día?). La ciudad era un
preguntó desde dónde emitía. Ante mi re- y avergonzado de mis miedos y mis ma- caos de falsos desahogos, la ciudad era un
celo, me conminó a que “continuara en la logros sentimentales, marché a Barcelona, cadáver ampliamente publicitado y mi
lucha” y luego salió dando bramidos entre donde la última fase de contacto y entrada vida se convirtió en un chiste viejo pero
la multitud “¡Compañeros! ¡El Corte Inglés con grupos subversivos y demás supervi- cada vez más divertido o macabro. En la
nos engaña! ¡Por la otra puerta no está ce- sores se consolidó. cárcel había gitanos, inmigrantes pobres
rrado!”. Es cierto que a menudo utilizan y yonquis: presos políticos. En el estrecho
gente desequilibrada: mi amiga Emma, Llegada a la capital de las revueltas morían ahogados muchos negros. Los Es-
que es yonqui, o está loca, o las dos cosas, Si bien yo siempre había vacilado –tam- tados Unidos nos oprimen.
me confirmó que le ofrecieron trabajo en bién en secreto— ante la demagogia re-
uno de sus paseos nocturnos en bici por ductora de cerdos capitalistas, fascistas Desde este piso
el Chino. En otra de las lánguidas mar- asesinos y honorable proletariado, la No sé cómo he venido a parar aquí, ni
chas pro-okupación a la que acudí con llegada a Barcelona me tranquilizó en cuánto tiempo llevo, ni cuánto me que-
dos amigos que no solían unirse a esas parte, para luego ya lanzarme inevitable- da. No sé si estas palabras tienen algún
causas, muy fumados los tres, ellos se mente a las alucinaciones más imbrica- significado, ni si yo mismo mantengo
desvanecieron hacia el Parterre cuando el das y disuasorias. No podía ocultar más credulidad, desnudez o simple demen-
cántico “basta ya de montajes policiales” que mis libretitas con nombres y apelli- cia. Recuerdo hablar con uno de la secra
se convirtió en “basta ya de secretas en dos, con fobias y desmayos, con falsas en un vuelo Barcelona-Sevilla, y decirle
las ‘manis’”. Como digo, la sensación de alarmas, poemas e instrucciones eran que me rendía, que la farsa me había
haber estado siempre entre confidentes, en verdad entregadas tanto en un buzón carcomido, que ya no podía más. Creo
entre vigilantes o enterados (o tal vez ser verde del Convento de Dominicas de la que bebimos mucho whisky y nos abra-
todos uno de ellos) ha resultado siempre calle Hospital como dadas en mano al zamos; me dijo que ya no recibirían
una tentación irremplazable, o simple- ciego melancólico de los cuartos de baño más noticias mías. Ya llegados a Sevilla,
mente una amenaza. de la Estación del Norte. Por eso sentí otra manifestación más por un desalojo,
Tras un año de estudios en el extran- semejante alivio en la nueva ciudad: ¡en mis amigos portugueses ¿colaboraban?
jero, cada vez me fui implicando con más Barcelona todo el mundo colaboraba! Ha- tocando el acordeón, y la multitud en-
ahínco en diversos proyectos disidentes. bía viejos profesores de Filosofía a sueldo fervorizada gritando en cierto momen-
Sin duda, la experiencia de vivir en una del Estado, trabajadores de la IBM espe- to “que bailen, que bailen, que bailen
megalópolis europea, hambriento, en ás- cializados en pactar con la ‘urbana’, diri- los secretas”. Qué más importa ser juez
pera soledad y escuchando historias va- gentes queer que opositaban a bombero ciego, títere burdo o rey sacrificado. El
riopintas de muchos de los allí exiliados, e incluso una atractiva joven que pasaba juego sigue y hay que aligerar –y eso lo
acrecentaron mis vagos compromisos. de cama en cama en la okupa (éramos repiten mucho— para vigorizarlo. Estoy
También, cómo no, el impulso por hacerle unos treinta) llevando una ‘bitácora fe- mucho más tranquilo y no sé si todo fue
ver a mi (ya) ex novia y a sus compañe- roz de los anti-sistema’ para una revista por turismo, por higiene o un simple di-
ras que mi tímida valentía principiante de tendencias. No podría negar que el vertimento. Ahora por lo menos sí que
se había resuelto en franca decisión. Sin abuso del alcohol, el encanto de siempre sé que me dejaré las libretas y que lo que
embargo, según más me involucraba, las estar ‘un paso adelante’ aun entre com- apunto no tiene ningún significado y, tal
muestras de mis alterables percepciones pañeros, y el maniático pasatiempo de la vez, nunca lo tuvo. De lo que no estoy
o fantasías ganaban en ritmo y en pulso. anfetamina en aquella ciudad hueca, im- seguro es de si esto lo siguen leyendo,
Nada más volver, recuerdo, por ejemplo, bécil y hostil me hiciera acumular rencor de si nos oyen, de si queda alguien aún,
un coche verde oscuro de cristales tinta- e incluso paranoia. Pero la realidad cedía todavía, al otro lado.
dos a la salida de las reuniones de la radio, ante su propio peso: siempre ganaba el
y algunas miradas inquisidoras cuando se mercado. Los de familias acomodadas in- Héctor Arnau
nos comunicó la detención de unos com- formaban porque era casi una moda fi- (Valencia, 1977) ha ejercido el periodismo
pañeros (les aplicaron la ley anti-terrorista) losófica (estudiaban másteres) o literaria deportivo en diferentes medios locales.

28 | fronteras mentales |
Ilustración de Irene Fenollar
Drogas y salud mental…
¡Que viene el lobo!
por Fernando Caudevilla
ilustraciones de irene fenollar y ricCardo maniscalchi

S
on las nueve de la mañana de un mar- autobús está sudoroso, con taquicardia y la marihuana, se depositan con facilidad
tes cualquiera de febrero y Rigoberto, la respiración algo agitada. Ya dentro del en los tejidos grasos del cuerpo, donde
estudiante de tercero de Ciencias vehículo y en el preciso instante en el que pueden permanecer mucho tiempo des-
Exactas y porrerillo ocasional, tiene va a sacar dinero para el billete, una sensa- pués de haber fumado. Ante un esfuerzo
que ir a la universidad. Hoy está bastante ción extraña le golpea en la cabeza: vacío, brusco, sobre todo en personas con mu-
nervioso, toca examen final de una de las mareo, aturdimiento…, no puede medir cha grasa, los cannabinoides depositados
asignaturas más difíciles de la carrera y bien las distancias, los pensamientos se durante semanas pueden liberarse de for-
además ha salido tarde de casa. Desde la fragmentan en su cabeza, los colores y los ma brusca produciendo efectos psicoacti-
otra acera observa cómo se acerca el autobús sonidos adquieren una textura diferente pero vos intensos. Así le ha sucedido a nuestro
a toda velocidad. Si lo deja pasar es probable a la vez familiar, una energía inquietante amigo Rigoberto, a quien su vicio de fu-
que llegue tarde, pero la parada está lejos... le recorre toda la piel… mar porros le traerá como consecuencia
Al final decide pegarse una buena carrera. El caso aquí descrito constituye un que el examen de hoy le salga fatal.
¡Uf! lo ha pillado por los pelos. Rigoberto es ejemplo de lo que se conoce como intoxi- La intoxicación endógena por cannabis
más bien gordito y está poco acostumbrado cación endógena por cannabis. Los canna- constituye uno de los muchos peligros de
al ejercicio físico, así que cuando sube al binoides, principios activos del hachís y esta sustancia y así se expone en muchos

| fronteras mentales | 29
Ilustración de Riccardo Maniscalchi

de los cursos de formación sobre drogas. A los pro- consecuencias


fesionales sanitarios se les explica este curioso fe- que puede te-
nómeno que, de forma típica y sorprendente, suele ner cualquier
aparecer ‘cuando uno corre para coger el autobús’ (y consumo en
no, por ejemplo, en el gimnasio o cuando uno viene cualquier circuns-
cargado de la compra). Sólo falta un pequeño deta- tancia. La evidencia
lle. Y es que en toda la bibliografía científica sobre científica y el sentido
el cannabis no es posible encontrar ni una sola refe- común se sustituyen por
rencia, investigación, ensayo clínico o estudio de far- un discurso con un nivel
macología que sustente la existencia de este curioso intelectual de programa de ter-
síndrome. Tampoco hay el menor rastro de este pro- tuliano. Los efectos de las drogas
blema en las referencias históricas del cannabis (que sobre la salud mental (psicosis, esquizo-
tienen la friolera de ocho mil años de antigüedad) frenia, depresión, alucinaciones…) son uno de
ni en encuestas realizadas a personas que utilizan los temas recurrentes, como se muestra en el ejem-
esta droga. Es cierto que, en usuarios habituales de plo de la intoxicación endógena por cannabis. Sin
cannabis, se pueden detectar restos en orina duran- ninguna duda, el uso inadecuado de determinadas
te varias semanas. Pero eso no quiere decir que los sustancias, sobre todo en personas predispuestas,
efectos de la sustancia puedan aparecer de forma puede tener consecuencias negativas sobre su salud
brusca e inesperada durante ese periodo de tiempo mental o física. Pero en lugar de explicar los efectos
y más concretamente al utilizar el transporte pú- y los riesgos en su justa medida, los profesionales
blico. Así que, ante la falta de pruebas al respecto, antidroga prefieren exagerar los aspectos negativos,
la intoxicación endógena por cannabis debe consi- presentar lo anecdótico como si fuera habitual y
derarse desde un punto científico como uno de los En lugar de lanzar mensajes alarmistas y apocalípticos.
mitos recurrentes que asocia drogas y salud mental. Otro ejemplo recurrente lo tenemos en los
A partir de algunos datos ciertos (como es el tiempo explicar los flashbacks asociados al consumo de alucinógenos.
de detección del cannabis en la orina, o los efectos riesgos en su Un flashback consiste en la re-experimentación
sobre la memoria en consumidores intensivos) se justa medida, los involuntaria de los efectos psicodélicos de un alu-
elabora una leyenda urbana como la del programa profesionales cinógeno en días, semanas o meses después de ha-
de TV, el cantante, la adolescente, el perro y la mer- antidroga berlo consumido. Los flashbacks no se asocian espe-
melada… Sólo que en esta ocasión son los profesio- cíficamente al hecho de coger un autobús, sino que
nales sanitarios los encargados de divulgarla. prefieren pueden aparecer mientras se prepara una paella, se
La medicina ha proporcionado evidentes avan- exagerar realiza la declaración de la renta o dentro de la pe-
ces en el manejo de enfermedades como el cáncer, los aspectos luquería, por ejemplo. Un individuo está tranquila-
las infecciones o la diabetes. Esto es debido al uso negativos, mente haciendo la compra en el supermercado del
riguroso del método científico a la hora de diagnos- presentar lo barrio y, mientras decide entre leche de vaca des-
ticar enfermedades o utilizar tratamientos. En los natada rica en omega tres, semidesnatada de cabra
aspectos referentes a drogas ilegales, sin embargo, anecdótico como con calcio o entera con isoflavonas… ¡zas!, le sube el
la función de la medicina y la psiquiatría no es pro- si fuera habitual ‘tripi’ que se tomó hace seis meses y es arrastrado a
porcionar las mejores evidencias científicas posi- y lanzar mensajes un intenso viaje psicodélico que le obliga a refugiar-
bles, sino aterrorizar al personal con las terribles alarmistas se debajo de la estantería mientras las cabras balan,

30 | fronteras mentales |
las vacas mugen y las isoflavonas y la vitamina D le o probar el LSD, o la cocaína…). Los medios de comu-
atacan. nicación, que, en lo que a drogas se refiere, tienen
Los profesionales antidroga hablan de flashbacks una credibilidad similar a Rappel o Aramís Fuster,
como uno de los peligros fundamentales de los alu- ilustran este ejemplo con titulares como ‘el canna-
cinógenos. La música, la literatura y sobre todo el bis multiplica las posibilidades de desarrollar esqui-
cine han utilizado también con frecuencia la idea zofrenia’ o ‘el psiquiátrico de Chinchilla de Abajo,
del flashback, en relación con sustancias alucinóge- desbordado por ingresos relacionados con éxtasis’.
nas (en películas de David Lynch o Stanley Ku- Por norma general, estos titulares suelen referirse a
brick, por ejemplo) o como simple recurso estudios científicos de dudosa calidad metodológica
estilístico. Este problema está reconocido o en los que se ha torturado y retorcido a las estadís-
en psiquiatría y se conoce con el nombre ticas hasta obligarles a confesar los resultados que el
técnico de Trastorno Perceptivo Post Aluci- investigador deseaba obtener.
nógeno (TPPA). Al contrario de lo que suce- En la realidad, los estudios científicos muestran
día con la intoxicación endógena por canna- que las personas que desarrollan problemas menta-
bis, la existencia del TPPA es un hecho real e les asociados al consumo de drogas son una minoría
indiscutible. En las personas que lo sufren, y suelen tener una historia familiar de enfermedad
el TPPA puede presentarse durante años, psiquiátrica, antecedentes personales de problemas
lo que llega a afectar a su calidad de con drogas, así como patrones de consumo destroyer.
vida de forma importante. Ahora El concepto de vulnerabilidad es clave para entender
bien, la frecuencia con la que apa- la relación entre drogas y enfermedad mental. Clá-
rece este trastorno (teniendo en sicamente se definen una serie de factores de riesgo
cuenta los millones de dosis de (divorcio de los padres, fracaso sentimental, servicio
alucinógenos consumidos en el militar…), que pueden desencadenar enfermedades
mundo en los últimos cincuen- como la esquizofrenia en individuos genéticamente
ta años) es ridícula. En 2003, predispuestos. La mayoría de las personas a quienes
los doctores Halpern y Pope pu- les deja su pareja o tenían que hacer la mili (cuando
blicaron en la revista Drug and existía esa costumbre tan primitiva) no desarrollan
Alcohol Dependence su estudio problemas mentales, pero sí pueden ser ‘la gota que
‘Hallucinogen Persisting Percep- llene el vaso’ en algunos individuos vulnerables. De
tion Disorder: what do we know af- la misma forma, el consumo de determinadas sus-
ter 50 years?’, en el que revisaban de tancias en personas concretas puede ser un factor
forma minuciosa todos los artículos cien- estresante que desemboque en un trastorno mental.
tíficos publicados desde los años cuarenta al Pero ese riesgo excepcional no puede extrapolarse
respecto. En palabras de los autores el trastor- a toda la población general y mucho menos usarse
no es “real pero extraordinariamente infrecuente”: como herramienta para generar miedo.
algo así como considerar a las aceitunas peligrosas En Torrente, el brazo tonto de la Ley, el personaje
para la salud por la posibilidad de morir ahogado que encarna Santiago Segura afirmaba: “Las drogas
tras atragantarse con una. no son malas, porque no te muerden, ni te atacan, ni
Así, independientemente del fundamento o la te saltan a los huevecillos…”. Efectivamente: las dro-
base científica existente, los problemas en relación gas pueden ser más o menos peligrosas dependiendo
con la salud mental son uno de los riesgos favoritos de factores como el tipo de sustancia, la dosis utili-
a la hora de hablar de drogas. La enfermedad mental zada, la persona que la toma y el contexto en que
es un tabú potente que genera miedo, lo que justi- lo hace. La estrategia del miedo como herramienta
fica su uso como ‘herramienta preventiva’ al hablar para prevenir el consumo de drogas (lo que técnica-
de drogas. Pero, ¿cómo se producen las enfermeda- mente se conoce como el eufemismo de ‘elevar la
des mentales? La mayoría de los modelos de la psi- percepción del riesgo’) ha dado resultados nefastos,
quiatría moderna consideran que para que aparezca y para darse cuenta de ello sólo hay que mirar las
un trastorno tienen que concurrir distintos facto- estadísticas de consumo de cualquier droga ilegal.
res (sociales, familiares, psicológicos, educativos…) Además, como en el cuento de Pedro y el lobo,
sobre personas que tienen una determinada vulne- este enfoque alarmista impide a los consumido-
rabilidad. Vamos, que no es enfermo psiquiátrico res distinguir entre riesgos reales de aquellos
quien quiere, sino quien puede. La enfermedad no que no lo son. Meter miedo al personal con su-
es la consecuencia inmediata de un hecho o factor, puestos riesgos como la intoxicación endógena
sino la suma de muchas distintas circunstancias. por cannabis o los flashbacks por psicodélicos,
La enfermedad
hace que los usuarios no perciban otros riesgos
Estadísticas y otras mentiras mental es un reales, como los problemas de memoria en con-
Por eso no tiene mucho sentido considerar las dro- tabú potente que sumidores intensivos de cannabis o las posibles
gas (ilegales) como una versión postmoderna del genera miedo, consecuencias de un uso de alucinógenos en un
fruto prohibido del Paraíso, tan apetecible como lo que justifica entorno físicamente peligroso o poco adecuado.
devastador en sus consecuencias para aquél que su uso como A veces, llega el lobo de verdad y nadie hace caso
ose probarlo. Así sucede cuando se presenta el caso al pastor.
de ese chico tan normal, tan buen estudiante y tan ‘herramienta
majo que se volvió loco para siempre después de to- preventiva’ al Fernando Caudevilla
marse una pastilla en una fiesta (o fumar un porro, hablar de drogas es médico de familia

| fronteras mentales | 31
La píldora de la felicidad
Por una farmacología post-popperiana

Por javier messeguer


ilustraciones de eduardo romaguera

T
odos estamos muy nerviosos, tíos.
Demasiado. No es normal. Los tra-
bajos, las hipotecas… No es normal…
Y la verdad es que todo se debe a un
desfase entre nuestro sistema nervioso y la
complejidad de los sistemas sociales. Nues-
tro sistema nervioso tiene un importante
componente genético, que cambia a menor
velocidad que el grado de complejidad de
las relaciones sociales, de manera que no
puede adaptarse con suficiente eficacia. Un
residuo de cerebro ‘reptiliano’ que aún se
esconde detrás de nuestro córtex cerebral
sigue dando por el saco, por ejemplo en los
circuitos de búsqueda del placer (MacLean,
1990). Hay que acabar con eso, hay que
acabar con los putos residuos ‘reptilianos’.
Y el desfase entre el medio social y el re-
siduo ‘reptiliano’ es todavía más enorme
últimamente, desde que hay Internet. Esto
es cierto, tíos. Es cierto. No lo podría negar
ni Richard Dawkins. Y Richard Dawkins es
el último romano del cientificismo.
Así que nuestro sistema nervioso está
desfasado. Tenemos los nervios a flor de
piel porque nuestra vida es más compleja
que nuestro diseño nervioso. No pode-
mos hacer frente a la vida de hoy, como
una mosca no puede dejar de hostiarse
aterrorizada porque no entiende que el
cristal es transparente…
Vosotras, las familiares,
inevitables golosas,
vosotras, moscas vulgares,
me evocáis todas las cosas.
Y si a una mosca le puteas mucho, al
final se deprime, como han demostrado
numerosos experimentos con ratas (San-
juán, 2006). A las ratas las putean tanto
que, tras atravesar picos de ansiedad
como respuesta a los estímulos negati-
vos durante el periodo de puteo extremo, Es el devenir. El devenir es path-depen- Daniel Dennet es muy amigo de Daw-
caen en depresiones. dent, ‘depende del camino’, (David, 1985), kins, el romano del cientificismo. Daniel
Ansiedad. estamos aquí porque antes hemos estado Dennet lo tiene claro (Dennet, 1995).
Depresiones. en otro sitio y no podemos volver a un Mira, por ahí va el orondo y barbado
Sí, tíos. estado anterior idéntico. Así que parece Daniel Dennet, exultante en su papel de
Es difícil concebir una vuelta atrás. A más fácil cambiarnos a nosotros mismos superestrella de la respetable filosofía an-
las cavernas. Sin tanto puteo constante. que volver a las cavernas. Sí, cambiarnos glosajona post-positivista. Daniel Dennet,
Pero es complicado. No se puede volver. a nosotros mismos. Hacer algo para que ¿qué te parecen cuatro mil euros limpios
La teoría de la relatividad no tiene nada acabe este puteo constante, sin tener que por venir a contarnos tus batallitas en el
que ver con eso. La lógica secuencial de repoblar un puto pueblo abandonado en apasionante mundo del evolucionismo?
la existencia, la identidad entre tiempo medio de inhóspitas serranías. Un pueblo ¿Qué? ¿Qué también lo sabes todo sobre
y vida (Bergson, 1996) impide que volva- abandonado e inhóspito sin conexión a el problema mente-cerebro? No estaba
mos atrás. Es muy sencillo de entender. Internet. al tanto. Siete mil entonces. Somos una

32 | fronteras mentales |
puta institución de divulgación científica Más ‘pirulas’ genéticas y aparecen las
que maneja bastante ‘pastizábal’ público, últimas criaturas, las criaturas gregoria-
aquí en España, debajo de Francia. Todos nas. Gregorianas por Richard Gregory, un
los gastos pagados. Y te llevaremos a To- psicólogo inglés que nadie conoce. Vamos
ledo, a que veas el Alcázar. Que queda a llamarlas criaturas ‘meseguerianas’. So-
cerca de Madrid. Que se venga tu mujer mos nosotros, tíos. Las más rápidas, las
también. que exhiben una mayor variedad de con-
ductas. Las criaturas ‘meseguerianas’ no
Fases del aprendizaje sólo somos capaces de crear un medio in-
Daniel Dennet lo tiene claro. Las relacio- terior. Somos capaces además de modifi- Figura 1
nes sociales avanzan más rápido porque car el medio, dotándolo de herramientas.
modificamos el medio para que facilite y Nosotros aprendemos a usar esas herra-
acelere el aprendizaje. Pero el medio se nos mientas, que mejoran nuestra adaptabi-
descontrola un poco. Es una historia larga, lidad al medio al multiplicar el número
tíos. Pero provechosa. La criatura que en- de conductas posibles que pueden ser
saya una respuesta al medio en la figura representadas interiormente, y ayudan
1 es para Daniel Wittgenstein-rollo-oso además a crear más herramientas que
una criatura darwiniana. Es una criatura mejoran todavía más nuestra adaptabili-
que sólo puede mostrar una conducta, el dad al medio y… y por eso dominamos el
puto triangulito. No puede cambiar, siem- mundo. Las tijeras de la figura 4 ayudan Figura 2
pre el triangulito, aunque el triangulito a la paloma ‘mesegueriana’ a cortar los
no se adapte demasiado bien al medio. Es barrotes de la jaula y cortarle los hue-
una paloma darwiniana. Si el alpiste de vos a Skinner. Las tijeras multiplican las
la izquierda da la corriente, pues no se conductas posibles de la paloma, pero
acuerda. Sigue picoteando aleatoriamente sólo si sabe usarlas. Las relaciones socia-
a izquierda y derecha hasta que se achi- les enseñan a utilizar las herramientas.
charra con tanta corriente acumulada. Pero avanzamos demasiado rápido, por-
Luego pasan movidas. Mutaciones. que durante la socialización aprendemos
Movidas genéticas. Y aparecen las criatu- demasiadas cosas, sabemos usar dema-
ras skinnerianas (figura 2). Skinner creía siadas herramientas. Demasiado para Figura 3
que las palomas de verdad eran palomas nuestro sistema nervioso. Pero debemos
skinnerianas, y las sometía a torturas sin usar herramientas, porque somos criatu-
cuento a cambio de un poco de alpiste. ras ‘meseguerianas’. Está en nuestra na-
Pero eso no es cierto, las palomas de ver- turaleza, es path-dependent, no podemos
dad son más listas que las skinnerianas, volver atrás. Una herramienta es lo que
como luego veremos. Las palomas skin- se llama lenguaje. Otra herramienta es lo
nerianas se acuerdan de que el alpiste de que se llama tecnología.
la izquierda tiene corriente y sólo pico- Diréis que es un rollo muy conduc-
tean de la derecha. Pueden mostrar va- tista. Habermas diría que es una visión
rias conductas y elegir las mejores. En la muy instrumental. Max Weber diría que
figura 2 queda claro. Las conductas son es una racionalidad muy instrumental, Figura 4
los triangulitos, los cuadraditos, los cir- con tantas tijeritas, no como antes, cuan-
culitos, etc. Al final sólo queda el triangu- do todo era más familiar y afectivo, en
lito: la mejor conducta. la época de las tribus post-popperianas.
Acontecen más movidas genéticas, y No me jodas como a una perra, que con
aparecen las criaturas popperianas. No, los huevos que tienes se me llena el coño
tíos. No es ese Popper. Las criaturas poppe- de arena. Weber era un tío muy triste.
rianas pueden representar el medio inter- Siempre deprimido. Obsesionado con su
namente y ensayar varias conductas, antes infancia feliz, perdida y ‘desinstrumental’
de ejecutar una. Popper decía lo mismo en Érfurt, Alemania. Madura un poco,
de las hipótesis científicas. No tenemos Max Weber. Siente como una simple píl-
que vivir las hipótesis, no nos tenemos dora anticonceptiva e instrumental per-
que tirar desde el puto Miguelete para mite que tu yuca ‘mesegueriana’ sea ab-
comprobar que la ley de la gravedad es sorbida, húmeda y humeantemente, Max
cierta. “Las hipótesis mueren por noso- Weber. Sin látex. Sin nervios. Todo gracias
tros” (Popper, 1958). Pues vaya. La figura a una píldora. Y luego me cuentas lo de
3 es una criatura popperiana. La criatura la razón instrumental (Habermas, 1988).
se monta la movida del triangulito en su Sólo se trata de eso, tíos. Cambiarnos a
interior. Comprueba en su interior cuál nosotros mismos. Dejar de ser moscas pu-
es la mejor conducta. No hace falta que teadas. Una pildorita instrumental que ca-
pierda el tiempo (o cosas peores) compro- pacite a nuestro sistema nervioso desfasa-
bando que en la realidad el cuadradito no do para captar la complejidad del sistema
vale. Así todo va más rápido. Muy rápido. social. La complejidad de las herramien-
Las palomas de verdad son popperianas. tas, del lenguaje, de la tecnología. Tijeras.

| fronteras mentales | 33
Píldoras. Lenguaje. Píldoras. Tecnología. Píldoras. Tan Una encuesta post-traumático tras una violación mejoraron tras ad-
fácil como eso, tan fácil como hablar, como usar unas ministrarles MDMA en dosis controladas (Bouso, 1996).
publicada
putas tijeras. Diseñar psicofármacos que nos ayuden Hay gente que dice que administraciones regulares y a
a funcionar sin tener que exiliarnos de por vida en recientemente largo plazo en sujetos ‘normales’ de sustancias simila-
un puto pueblo sin Internet. La píldora de la felicidad. en la revista res al MDMA pueden mejorar la cohesión social (Sirius,
No sólo diseñar psicofármacos para cuando no sabes Science 2003). No lo dicen muy alto, por si los ‘entrullan’. Hay
usar las tijeras, que es lo que hacéis ahora, empresas demuestra que gente que habla del Prozac. Pero el Prozac está asocia-
farmacéuticas, epítomes de la hipocresía terapéutica, do a una disminución de la libido (Walker et alii, 1993).
hasta un 20%
mutiladoras de las capacidades humanas aumenta- Ni de coña. No sirve.
das. Sí, es peligroso. Sí, el Soma y el Mundo Feliz y el de los científicos Hay que currárselo más, amalgama de investi-
puto Aldous Huxley. Pues no dejemos que los hijos de toman fármacos gadores públicos y privados del complejo fármaco-
puta ‘antimeseguerianos’ ganen. Conseguirlo es muy para aumentar terapéutico. Dejad de pensar por un momento en
sencillo. Se llama hacer política. su rendimiento vuestras anfetaminas y vuestros sexenios y poneos
Daniel Dennet lo tiene claro. De hecho, los cientí- a currar con honestidad. Hay que reajustar nuestro
intelectual
ficos, cualquier tipo de científico, lo tienen claro: una sistema nervioso. Pero no queremos unas simples ti-
pildorita. Una encuesta publicada recientemente en jeritas instrumentales. No. La píldora de la felicidad,
la revista Science (Sahakian y Morein-Zamir, 2007) de- tíos. Es un imperativo ético. Porque las criaturas
muestra que hasta un 20% de los científicos toman ‘meseguerianas’ nos merecemos la total abolición
fármacos para aumentar su rendimiento intelectual. del sufrimiento. ¿O no?
‘Cognition-enhanced pill’, le llaman. La pastilla de
la cognición aumentada, le llaman. Anfetaminas, Javier Messeguer
eso es lo que son. ‘Professor’s little helper’. Pero no es artista límite
pasa nada. Como son científicos, no pasa
nada… Ya pueden estar tan páli- Material de consulta:
dos como un habitual de Bouso J. C., Doblin, R., Farré, M., Alcázar, M. A., Gómez-Jarabo,
after… Demasiados af- G., 2008. ´MDMA-assisted psychotherapy using low doses in
ter últimamente. Se a small sample of women with chronic posttraumatic stress
te empieza a notar, disorder’. Journal of Psychoactive Drugs. Sep; 40(3):225-36
tío. Pero a ellos no.
Ellos son científicos. Bergson, H., 1996. Memoria y vida. Madrid, Ediciones Altaya.
Hasta queda guay, la pa-
lidez ‘anfetamínica’. David, Paul A., 2000. ‘Path dependence, its critics and the
Que los científicos quest for historical economics, en P. Garrouste and S. Ioanni-
trabajen ochocientas ho- des (eds), Evolution and Path Dependence in Economic Ideas:
ras seguidas hasta caerse Past and Present’, Edward Elgar Publishing, Cheltenham, UK.
muertos, si eso les pone. No
nos interesa eso, tíos. Nos Dennet, D., 1999. La peligrosa idea de Darwin. Barcelona, Cír-
interesa la píldora de la culo de Lectores.
felicidad. Hay gente que
habla del éxtasis. Habermas, J., 1988. Ciencia y técnica como ideología. Guada-
El éxtasis es em- lajara, Tecnos.
patógeno: seis
pacientes con Popper, K., 2005. Conocimiento objetivo: un enfoque evolucio-
severo estrés nista. Cartagena, Editorial Tecnos.

MacLean, P., 1990. The triune brain in evolution. New York,


Springer.

Sahakian, B., Morein-Zamir, S., 2007. Professor’s little helper


Nature 450, 1157-1159

Sirius, R. U., 2003. Sintiéndose maravillosamente, por siempre…


David Pearce en conversación con R. U. Sirius. http://www.hed-
web.com/hedethic/es.html

Sanjuan, J., Cela-Conde, C., 2005. La profecía de Darwin: del ori-


gen de la mente a la psicopatología. Madrid, RB libros.

Walker P. W., Cole J. O., Gardner E. A., Hughes A. R., Johnston J. A.,
Batey S. R., Lineberry C. G.., 1993. ‘Improvement in fluoxetine-
associated sexual dysfunction in patients switched to bupro-
pion’. J Clin Psychiatry. 54(12):459-65.

Pareces un Wittgenstein rollo oso, Daniel Dennet. Eso es lo que pareces.

34 | fronteras mentales |
Y Mammon infectó al concierto pop
Mercadeo, propaganda y alienación en el Festival Musical del siglo XXI

“Yes, yes, yes, it’s the summer festival”


“The truly detestable summer festival”
The Campaign for Real Rock, EDWYN COLLINS

“The hippie festivals (...) deliberately avoided contact with other cultures (...), were conducted in remote locations
in a complacent atmosphere of mutual self-congratulation, and centred round the passive consumption of music
produced by an elite of untouchable superstars.”
The Style of the Mods, DICK HEBDIGGE

por Kiko Amat


ilustraciones de juanvi martínez

Y
a está aquí, entre nosotros, en la canción del siglo XXI, el marco en el que menos comunitario, mucho más alienante
apariencia inamovible y no vino del los humanos presenciamos la fabricación y meramente contemplativo, altamente
espacio exterior, ni fue creado en en directo de música popular. Los terríco- corrompido por los intereses privados y, en
un laboratorio de experimentación las nos hemos auto infligido este castigo, cuanto a escenario donde gente que está
con chimpancés (aunque sí desciende por como hicimos en los años cincuenta con viva interactúa, banalizado y ‘estupidizado’
línea genealógica directa de Woodstock, la bomba de hidrógeno o la talidomida, y al 100% por el comercio. El Festival Musical
aquella abominación jipi-neoliberal). Es el de su mano hemos efectuado un innega- es, lo mires por donde lo mires, una mala
Festival Musical, el paisaje arquetípico de ble retorno a algo peor. Más mezquino, idea. Algo de lo que nos vamos a arrepentir,

| fronteras mentales | 35
que vamos a lamentar no haber sometido
a más pruebas antes de dejarlo campar a
sus anchas -y sin bozal- por entre la pobla-
ción. Algo como el DDT, sólo que sin ser
ocasionalmente gratuito.
El Festival Musical es la corporati-
vización definitiva de la antigua Fiesta
Mayor. Es la sublimación máxima de la
idea de la música como máquina produc-
tora de dinero, en su manifestación física
más faraónica y ‘riefenstahliana’. Es el
triunfo de la voluntad, sólo que es exclu-
sivamente la voluntad de unos cuantos
empresarios. Y como tal, da miedo.
Les aseguro que no soy un fanático,
ni un asceta primitivista a lo Zerzan.
Pero, miren ustedes qué excentricidad
soviet la mía, para empezar, creo que los
ayuntamientos están obligados a invertir
en oferta cultural, de la que no reporta
beneficios monetarios (ni electorales).
En lugar de ello, los organismos públi-
cos han pasado la patata de los festejos a
unos cuantos nombres privados cuyo fin
principal es -obviamente- sacar dividen-
dos. Este viraje político por parte de la ad-
ministración continúa con la tendencia
a la privatización de la vida que lleva la
economía mundial. La consigna es: nada
gratis; y, desde luego, la música no es una
excepción. Lo de bailar sin pagar es una y logo sobredimensionado, observando a la mejor manera de ver música pop es
demencia milenarista de ‘hermano del unos mendas anoréxicos que vocean en el Festival Musical. Ahora, como dicen
espíritu libre’, algo totalmente passé y la lejanía, mientras degusta una cerve- los ‘demócratas’, sólo hace falta mejorar
como que atufa a pre-revolución indus- za insípida que deben fabricar a partir el sistema desde dentro. La cantidad de
trial, a glosa poética de decadente pasado de un metal precioso -pues tras pagarla gente que de la duda/sospecha razona-
de opio. ¿Danzar sin aforar? ¿Cómo, para no nos queda un ‘guilder’-, el fan no pue- ble sobre el asunto ha pasado al catenac-
divertirse? Amos, anda. de más que hacerse la célebre pregunta cio acrítico pro-festival es apabullante y
Eso sí, para que usted amortice el cri- de Johnny Rotten en el último concierto crece epidémicamente. No hay manera
minal precio del ticket, la organización del de los Sex Pistols: “¿Alguna vez te has mejor de parecer loco o retrasado men-
festival apretujará para su deleite y disfru- sentido estafado?”. Si la respuesta es no, tal en veladas y bares que el afirmar ser
te a la mayor cantidad de grupos posibles el festival solucionará eso rápidamente. festival-escéptico. La gente te mira como
en una velada. Es la concepción del bufet si hubieses dicho algo de ludita muy des-
libre, pero aplicada a la música bonita: el Todo por la pasta fasado y fuera de onda, como si estuvie-
mogollón, el supersize me, la gratificación En caso de que ni la brutal invasión em- ses rechazando algo que es obviamente
instantánea y sin mesura, el All you can presarial de la música en directo, ni el beneficioso para la humanidad, como el
eat, el atracón, el enfarfegament. Nadie descrito marco post-nuclear en el que se tren eléctrico o la penicilina. Pero, el fes-
parece darse cuenta de que la ecuación desarrollará el concierto no les asusten, tival es, no hay otra forma de verlo, una
“si ver a un grupo mola, ver a setecientos lo hará el aterrorizador consenso a su gigantesca inversión de capital privado,
cincuenta de golpe molará setecientas cin- alrededor. La resistencia o, cuanto me- con todo lo que ello conlleva. Una apues-
cuenta veces más” no computa. En un fes- nos, el escepticismo a la hora de acep- ta en la que algunos tipos han invertido
tival uno ve mucho pero no ve nada y sale tar el festival pop como modelo de ce- una cantidad de dinero colosal y respec-
de allí con una indefectible sensación de lebración musical parece casi nulo. Uno to a la cual no están dispuestos a tolerar
bulimia sonora. ¿Cómo no va a ser así? La está tentado de explicarlo con teorías de disensión ni contratiempos prácticos
naturaleza no planeó la música para ser alucinación colectiva o de invasión de basados en absurdas ideas libertarias:
vista de este modo, como podrían haber ultracuerpos alien. De una manera pa- sobre la deseable gratuidad de algunas
dicho en La extraña pareja. Tras pasar por recida a cómo se trata el análisis de la cosas, por ejemplo, o la deseable meta
seis cacheos, dos análisis de sangre y un socialdemocracia representativa hoy en social (no económica) del tema.
examen de la cavidad rectal, y después de día en Europa, el debate sobre el tema Cuando, ocasionalmente, se produce
haber empeñado a la única hija en la puer- ha pasado de ser: ¿Son los festivales algún tipo de insinuación sobre el ca-
ta, uno se encuentra en el equivalente mu- una forma deseable de disfrutar la mú- rácter moralmente dudoso del formato
sical de un camión de transporte porcino, sica popular? a ¿cuál es el modelo más (incluso cuando se realiza en medios mi-
sólo que muy grande. ‘Anchovado’ y ma- deseable de festival? La premisa sobre noritarios o de fans, como blogs y foros),
reado frente a un macro-escenario estilo la que se sustenta este segundo debate la respuesta de los partidarios del festival
Núremberg con nombre de marca de algo ficticio es que ya está demostrado que -sospechamos que en algunos casos son

36 | fronteras mentales |
los mismos organizadores, convenien- directores de festivales admiten sin re- búsqueda de enemigo interno que no se
temente encapuchados con un nick- es paros -sin asumir culpa alguna, como si sostiene por ninguna parte. Esos niños (o
furiosa, descalificadora y escandalizada, fuese algo viral y no algo provocado por señores, en el caso del Primavera Sound),
como si uno se hubiese atrevido a dudar ellos-: los grupos de fuera dejarán de ha- que circunvalan, sin gobierno, de escena-
de una iniciativa no lucrativa, filantrópi- cer conciertos. ¿Para qué querrían reco- rio en escenario, los bolsillos en ruinas y
ca y virginal, en lugar del negocio mul- rrer un país tocando en clubes de mala las mandíbulas pulverizadas, deprimidos
timillonario que realmente es. Por esto muerte y cobrando lo suficiente para vi- y errabundos, no pueden ser todos ma-
último, a uno le sobreviene esa angustia vir y beber, si en un solo show se sacan el los. Algunos han sido engañados. Otros
física tan familiar (la de ver cómo te están sueldo de un año? Al ver la ética y actitud han aceptado el nuevo panorama con
mintiendo, en directo y ante tus atónitos casi nula de una gran parte de las bandas resignación. Otros lo prefieren así, por al-
ojos) cuando lee los argumentos new age de pop actuales uno no puede más que guna razón que se nos escapa. Pero desde
de alucinado empresario ex-hippie, que preguntarse dónde están todos aquellos luego ninguno de ellos tiene las manos
se vocean en la prensa y en Internet para grupos de los ochenta como The Specials, manchadas por la ejecución sumarísima
ensalzar a los festivales como vórtices de ferozmente opuestos al lujo, la limusina del concierto pop como lo conocíamos.
buen rollo, filantropía y amor. y el timo-al-fan. Si alguien debe dar explicaciones por
Y es que, para el que escribe esto, la Y luego, por si fuera poco, están los los desmanes liberales de la escena pop
música es una de las razones prioritarias contratos de exclusividad, ese equivalen- corporativa, por el patrocinio omnipre-
para no saltarse la tapa de los sesos. Una te festivalero del derecho de pernada y el sente, la búsqueda constante de beneficios
razón incontestable de que estar vivo en cultivo de los mansos de la época feudal. monetarios en todo y la reducción final
el planeta tiene algún sentido; esas can- Para los pocos grupos que -por razones de la música a asqueroso negocio, son las
ciones. Por eso cuando las veo usadas de de actitud, ética o purito sentido común empresas organizadoras. Gente con nom-
mala manera, plantificadas y espachurra- y buen rollo vital- desearían conjugar su bres y apellidos y domicilios fiscales. Así las
das de manera circense y megalomaníaca aparición en el festival con otros concier- cosas, ¿ha vencido la nueva idea, el nuevo
a precios descabellados, por puro afán tos por salas pequeñas de la zona, la or- orden de conciertos pop Movistar? ¿Hay
de lucro empresarial y en un entorno ganización tiene una sorpresa reservada: que rendirse a la evidencia estadística de
de mazmorra medieval, me pongo de el grupo tiene que comprometerse a no su triunfo arrasador? ¿A la ubicuidad del
bastante mal humor. Porque no debería tocar en tres meses en el área urbana elogio servil en los media? En cuanto a co-
ser así y la experiencia de ver a un gran del festival; es decir, en un radio de unos mentarios en prensa y televisión, sólo a
grupo pop en directo debería ser algo in- cien kilómetros. Si esto, dicho así, suena unos pocos majaras se les ocurre sugerir
olvidable, hermoso, único y casi místico, maligno es porque lo es. No es que lo ha- el delirio de que quizás, sólo quizás, haya
raro, excepcional. En lugar de ello, tene- yamos sacado de contexto; es así de feo otras formas de presenciar la fabricación
mos esto: ese batiburrillo obsceno, indi- y vil. Es “lo mío pa mí y que se jodan los de música pop. Formas más baratas, me-
gesto y rococó, los fastos imperiales de demás” elevado al cubo. nos centralizadas, menos masificadas, más
cuatro corporaciones que han descubier- Uno, sin embargo, no debe jamás cercanas y más humanas. El festival Fara-
to una nueva manera de canjear nuestras cometer el error de dirigir la culpa al lu- day de Vilanova i la Geltrú, por ejemplo, es
pasiones por monises. gar equivocado. Hemos descendido del uno, así como lo era el desaparecido Serie
monte y hemos visto a nuestro pueblo B de Pradejón. Festivales que, por su aforo
Partes del negocio corrompido por el becerro de oro de los reducido, escaso o nulo protagonismo del
¿Y los grupos? ¿Qué tienen que decir a adoradores de Mammon. La primera re- patrocinador (el Big brother de los macro-
todo esto las bandas pop de nuestro país? acción lógica sería dejar que se desate festivales más importantes), cercanía física
Pues, si juzgamos por la macroencuesta nuestro furor pugilístico contra ellos -to- de los organizadores y grupos, y reducido
que la revista Rockdelux hizo el año 2008 dos ellos- y seguidamente pedirle a Jeho- precio de entrada, convierten el ir a un fes-
a una larga lista de bandas ibéricas de vá que el fuego los consuma. Pero tras un tival en una experiencia distinta.
múltiples estilos, bien poco. De los en- análisis más sosegado es inevitable llegar Pero si -como sospechamos- estos
trevistados, un casi invisible 1% (el grupo a otro tipo de conclusión. ejemplos no son más que excepciones
valenciano Estrategia Lo Capto!) criticaba Es difícil, a pesar de lo dicho en el pa- de la norma, raras manifestaciones de
abiertamente al Festival Musical. De los rágrafo previo, señalar acusadoramente una idea que es perniciosa en su acep-
restantes, otra discreta minoría se per- a los grupos pop, o al menos a aquellos ción universal, lo único que nos que-
mitía dudar de que el festival fuese el compuestos de chicos jóvenes que aún da es reclamar su desaparición. Hacer
modelo ideal para ver música en directo, no han dejado sus empleos a media jor- como si nunca hubiesen existido y vol-
aunque afirmaban ser asiduos de casi nada. Pónganse en su lugar. Por mucho ver a formas previas, mejores, nuestras;
todos. El bloque restante se manifestaba que algunos se mantengan firmes en su a conciertos reducidos en ateneos, espais
unánimemente ‘por el festival’. opinión de los festivales como vertedero joves, pequeñas salas independientes,
En cuanto a los grupos extranjeros, de la historia, sus sólidos prejuicios se regresar a la autogestión y el amor al
mejor no hablar; como afirmaba el pe- desvanecerán en el aire al contemplar pop por sí mismo, sin interferencias de
riodista musical Nando Cruz en un escla- el triángulo mortal supercaché-piscina- anuncios de automóviles ni cosificación
recedor artículo para El Periódico, están backstage. Nadie es de piedra y los músi- de los fans. Si para conseguir esto hay
empezando a pedir cachés desorbitantes cos pop menos. que aniquilar al Festival Musical, derri-
para tocar aquí y, lo que es peor, se están Tampoco sería justo vilipendiar al pú- barlo ladrillo a ladrillo y logo corporati-
pagando sin rechistar. El peligro añadido blico. “Public gets what the public wants”, vo a logo corporativo, así sea.
de esto (además de la patente obscenidad que decían The Jam y cada uno tiene sus
que es pagarle a un grupo indie 150.000 razones para hacer lo que hace. Crimina- Kiko Amat
euros, como sucedió recientemente con lizar al usuario festivalero como colecti- es escritor. Se pueden leer textos suyos en:
The Arcade Fire) es algo que incluso los vo maligno es una necedad elitista, una http://laescuelamoderna.blogspot.com

| fronteras mentales | 37
Topografías de una
desobediencia

Radio Nikosia es una de las primeras emisoras en transmitir desde


la llamada locura. La mayoría de sus reporteros cargan con algún
diagnóstico psiquiátrico. En sus programas afirman otras versiones
de lo que los cuerdos cuentan sobre la locura. Por eso, sobre todo,
desobedecen.
Por Martín Correa-Urquiza
fotografías de aida echeBErrIa

Q
ué significa hoy ser loco 1? ¿Quién es el loco? Es ese ‘otro’ que cuando socialmente intentamos explicarlo y construir e imponerle
no es un ‘Otro’2 lejano que deambula en su propia geografía un sentido patológico que termina por fosilizar sus acciones, neu-
externa al nosotros colectivo, sino un ‘otro’ que se agita en tralizarlas para volverlas estériles. En cierta forma todos somos
nuestros propios mapas, que se abre constantemente a la taxidermistas del cuerpo de la locura, le permitimos su existencia
posibilidad de la interpelación de lo establecido. El loco revuelve siempre y cuando se mantenga dentro de ciertas estructuras (lo
los estantes más firmes de nuestra ‘normalidad’, corroe sus bases, patológico), lo re-construimos colectivamente en su sentido para
las pone en duda, las cuestiona. Y entonces nos preocupa. Es allí que quepa en tanto parte del tejido social, sin interpelar nuestros

Elijo la palabra ‘loco’ por que la mayoría de los ‘nikosianos’ la prefieren a ‘enfermo mental’. “Abre otras opciones”, dicen.
1

2
Baudrillard realiza esta distinción para hacer un análisis de la noción de ‘otro’. La transparencia del mal. Ensayos sobre los fenómenos extremos. Jean Baudrillard,
Barcelona, Anagrama, 1991.

38 | fronteras mentales |
principios de funcionamiento. Los locos, en tanto ejes beres que derivan de la misma experiencia, etc. Para
de su locura, son hoy flaneûers dolientes sin bulevar ellos hay un otro dolor que es provocado por los que
legítimo, espectadores del juicio de los otros, creadores se nombran como cuerdos en su afán por apartar a
sin obra, equilibristas sin cornisa. los ‘diferentes’, para ellos la normalidad no existe,
Es en contextos marcados por estas ideas que los límites entre locura y cordura son difusos, sin
fue erigiéndose Radio Nikosia, que fue pensándose embargo, el estigma es una realidad cotidiana con
a sí misma, construyéndose, desarmándose para la que deben batallar cada día: “Se señala, se ignora,
volver a inventarse. Es ante estas circunstancias se margina en nombre de una supuesta normalidad
en las que se fosiliza la locura en su dimensión naturalizada como el deber ser social”, afirmaba
patológica, se silencian los saberes propios de la Princesa Inca, ‘nikosiana’, durante un programa.
experiencia de esa locura y se imponen las lógicas
normativistas del modelo sanitario, que la experien- Una geografía ‘otra’
cia fue pautándose a sí misma una tarea: abrir un Nikosia es un espacio en el que la persona se aparta
cauce, un contexto de posibilidades para que surja de ese vínculo permanente con la noción de enfer-
la expresión de los saberes profanos, de esos saberes medad, lo que no implica necesariamente negarla,
que existen y son activos y efectivos a pesar de ser sino encontrarse ante la oportunidad de no ser ‘el
constantemente negados, ocultados, desatendidos. enfermo’ siempre y en todos los ámbitos de su vida.
Saberes que a su manera cuestionan la pretendida “No sé por qué tengo la etiqueta de esquizofrénico
secularización del positivismo científico que susten- si yo ejerzo de loco sólo el 7% del tiempo de mi vida”,
ta las lógicas biomédicas, y reconocen y defienden afirmaba Nacho durante un programa sobre los
la existencia de otros fenómenos que están más allá ‘diagnósticos’. Y él lleva una vida normalizada, hace
de la racionalidad instrumental en la construcción un día a día de compras de mercado, paseos con no-
del conocimiento alrededor de la locura. Son sabe- via y cenas de amigos, y en algún momento, en cier-
res que pueden pensarse como profanos, también tas circunstancias difíciles, algo se complica al ges-
porque en su insistencia, en cierto modo, se cons- tionar sus maneras de ‘estar’; pero eso ocurre muy
tituyen como la dimensión hereje (en relación a de tanto en tanto. Sin embargo, en todo su entorno
ciertos dogmas científicos) que no ha dejado nunca él es el loco. No se le permite huir de la categoría.
de manifestarse a través de procesos que podemos En Nikosia sucede lo contrario; no hay diagnósticos,
pensar como de rebasamiento en relación al propio cada uno es quien es, con sus historias, sus deseos,
obstáculo teórico y práctico que se le ha impuesto sus tristezas, dolores y futuros anhelados, y desde
históricamente. Radio Nikosia es entonces un cauce ahí se ‘dice’, se comunica, se hace radio. Sucede que
abierto para el decir y actuar de esos saberes, es una aquí las identidades se des-enferman, son devueltas
de las primeras emisoras que transmiten desde ese al juego libre de lo social y se genera en ellos una
desencaje episódico que llaman locura; de hecho la suerte de mejor estar, un hacerse cargo, un hacerse
llevan adelante un grupo de hasta treinta personas más fuertes para enfrentar lo cotidiano. No es una
en tratamiento psiquiátrico que en algún momento instancia nombrada en tanto terapéutica3, sino una
de sus biografías han atravesado por eso que en la serie de prácticas que devienen, en todo caso, tera-
jerga sanitaria denominan ‘brote psicótico’. Es una “Prefiero sentir péuticas a partir de su mismo funcionamiento. El
emisora como otras, sólo que no oculta su mensaje, el dolor y el bienestar es una consecuencia, un resultado, no un
ni va con entrelíneas; tiene una idea clara y ‘dispara’ sufrimiento, objetivo pautado a priori, no hay pacientes y pro-
desde ahí. Nikosia es un acontecimiento en sí mis- a la invalidez fesionales, sino un equipo de trabajo en el que la
mo, prácticamente un hacer político, un movimien- emocional de las mayoría lleva ‘papeles’ de diagnósticos (como suele
to de acción civil que cuestiona esa institucionaliza- afirmar Raúl, ‘nikosiano’) y en el que entre todos
ción de la locura. Tiene una suerte de lema: “acción, pastillas. Prefiero hacen radio. Y ya.
intervención y comunicación en salud mental”. Es- el dolor, el placer, Dolors afirmaba durante un programa por el
tructuralmente tiene sus bases en la sede de Contra- el reír y volver aniversario de la emisora: “En la radio es en el único
banda FM (91.4 FM), una de las últimas radios libres a llorar..., antes espacio en el que no me siento enferma. Me siento
de Barcelona, y participa de forma periódica a través que la muerte Dolors. Con mis deseos, mis ganas, mis compañe-
de sus corresponsales en la Cadena Ser y en Com ros. La enfermedad es entonces una anécdota pun-
Radio entre otros espacios. La idea central es utilizar emocional de las tual. Nada más. Aquí soy yo, soy mucho más yo, y es
los medios de comunicación para subvertir la ver- pastillas. Frente a eso lo que me ha dado impulso para no dejar de ve-
sión oficial; los ‘nikosianos’, que así se llaman a sí la vida petrificada, nir. Con la radio y la necesidad de crear alrededor de
mismos, no niegan el dolor, ni niegan el sufrimiento aunque me cueste un tema cada semana he vuelto a pensar en cuestio-
que provoca la problemática; cuestionan la unilate- la vida... Prefiero nes que hacía mucho creía perdidas. Aquí estoy en
ralidad con la que se trata clínicamente, cuestionan acción y soy Dolors”. Irene, ‘nikosiana’ desde el año
el monólogo de los saberes biomédicos; proponen poder follar, amar 2007, se sumaba al comentario ese mismo día: “Es
en cambio diálogos, acercamientos, encuentros, re- y sentir...” (Pau, que aquí somos como independientes de médicos,
flexiones trans-disciplinarias que incluyan a los sa- ‘nikosiano’) psiquiatras y familia, somos lo que queremos ser,

3
La intención no es, de ningún modo, reemplazar con la radio los dispositivos de salud existentes (centros de día, hospitales de día, etc.), sino, en todo caso,
cuestionarlos en sus dinámicas, en sus formas y en esa cierta lógica asistencialista a partir de la cual funcionan. Cuestionarlos para que sean el resultado de una
construcción compartida entre saberes expertos y saberes profanos. La experiencia debería ser tomada en cuenta como un conocimiento real y posible alrededor
de la locura.

| fronteras mentales | 39
Los locos, en tanto ejes de su locura, son hoy flaneûers dolientes sin bulevar legítimo, espectadores del juicio
de los otros, creadores sin obra, equilibristas sin cornisa

más luchadores digo yo”. Montse, ‘nikosia- Un corpus que merece al menos ser pues- entrelaza constantemente con la an-
na’ terminaba: “Cuando vengo a Nikosia y to en cuestión, aunque no sea más que terior. “Prefiero ser una mujer loca a
me encuentro con mis compañeros para con el objeto de habilitar el desencorse- una cuerda. Las cuerdas me atan”, decía
hacer radio, es el momento en el que no tamiento del individuo sobre quien recae. Montse, ‘nikosiana’, durante un progra-
soy enferma. En cualquier caso me siento Toda noción que criminaliza, culpabiliza, ma sobre la noción de locura. Nikosia es
loca y estoy orgullosa de serlo. Es como si o incluso ‘enferma’ la locura queda, aquí, una suerte de umbral, un límite habi-
pudiese ser más yo, más lo que quiero ser, momentáneamente suspendida. Se pro- table en relación a las consideraciones
aunque no sepa qué quiero ser...”. duce, por decirlo de alguna manera, una normalizadas socialmente alrededor de
En Nikosia se habilita el diálogo de y cierta mutación en el bosque intermina- la locura. Y desde ese lugar se habilitan
sobre las categorías, el cruce de la infor- ble de las significaciones. simultáneamente dos instancias que se
mación, de las palabras y la relativización Desde una perspectiva el dispositi- entrelazan y se impulsan mutuamente;
de los significados socialmente naturali- vo Nikosia puede pensarse como la no se construyen, se legitiman y refuerzan:
zados alrededor de la locura. Es, en cierta sociedad, pero no su contrario sino un Por un lado, se da la suspensión de las
manera, un lugar en donde acontece el stand by, un freno al universo simbóli- categorías preexistentes alrededor de la
rizoma, un dispositivo en tanto máquina co predominante, que se plantea como locura y por otro, una consolidación de
“para hacer ver y hacer hablar; un tejido una posibilidad para el surgir de nue- las nuevas significaciones posibles y de
de ovillos, ovillos de líneas quebradas y vas opciones. Es la dislocación absoluta, las prácticas que de éstas puedan deri-
variables sometidas a una lógica previa de un lugar en donde las cartas vuelven varse. Es decir, hablamos de la presencia
diferente naturaleza”4 (Deleuze G. 1990). a mezclarse, en donde la diferencia de de un fenómeno relativo a la experiencia,
Nikosia es un espacio que permite descal- actitud es parte del mapa heterogéneo en tanto posibilidad de cuestionar la se-
zar la etiqueta diagnóstica en tanto cer- que compone lo posible. Aquí el signo, mántica tradicional alrededor de la idea
teza, los conceptos más enraizados en el intacto, accede a la resignificación y des- de locura; y otro vinculado a la posibili-
corpus simbólico del mundo de la locura. de ahí nace una nueva instancia que se dad de la incorporación y consolidación

Deleuze, G.: ¿Qué es un dispositivo? en Michel Foucault filósofo (Barcelona, Gedisa editorial, 1990).
4

Delgado, M.: Diversitat i integració. Barcelona, Empúries, 1998.


5

40 | fronteras mentales |
infinitos recortes de ella), sino, en todo
caso, un movimiento, un alegato, una
cierta exigencia por la no ‘psiquiatriza-
ción’ de la vida cotidiana. Para ellos la
radio devuelve a la locura a su lugar, en
tanto diferencia posible. Aquí es otra vez
palabra, creatividad, diferencia, dolor,
paranoia y un infinito etcétera. En cier-
tos aspectos el dispositivo recupera a la
locura para una geografía normalizada,
la reubica en la plaza Pública como un
fenómeno más del tejido de fenómenos
socio-culturales. Nikosia reinventa una
geografía ‘otra’ para el despliegue de la
locura en sus dimensiones de alteridad y
abre un cauce a la articulación de todas
de nuevas formas de significación, que de alguna manera más ‘propias’ que se las desobediencias posibles. Da pie a un
derivan de la reflexión de los propios articulan en tanto renovación de las an- tipo de rebelión; la rebelión de los sabe-
participantes. O dicho de otro modo, el teriores. Siguiendo a Manuel Delgado, res profanos.
espacio de Radio Nikosia es una instan- podríamos decir que es un lugar “donde
cia donde se generan simultáneamente ocurren las cosas, donde la hipervigilan- Radio Nikosia transmite los miércoles de
dos posiciones epistémicas y fenomeno- cia se debilita y se propician los desaca- 16 a 18 h. en www.contrabanda.org. Para
lógicas: Por un lado, se busca la posición tos y las revueltas”5. otras emisiones ‘nikosianas’ y mayor infor-
del umbral, la ‘liminaridad’, de estar al Los ‘nikosianos’ no se presentan mación: www.radionikosia.org o bien escribir
lado, en tanto que instrumento que per- como aliados o alineados en bloque con a info@radionikosia.org
mite cancelar o suspender los sentidos algún tipo de ideología o movimiento
previos alrededor de la locura. Al mismo social pre-establecido6, tampoco se po- Martín Correa-Urquiza
tiempo funciona como disparador de la sicionan desde la lógica de lo ‘anti’, no es antropólogo, miembro de la asociación
producción de nuevas significaciones hay aquí una antipsiquiatría (aunque sí socio-cultural Radio Nikosia.

6
De hecho, dentro mismo de Nikosia, hay posturas a favor y otras en contra de la medicación; por ejemplo, hay quienes están ‘felices’ con el vínculo con sus psi-
quiatras y quienes no tanto. No hay una postura unificada en ese sentido, hay lo que hay socialmente: diversidad. Aunque sí existe unidad a la hora de exigir más
diálogo, más reflexión compartida, menos estigma, etc.

| fronteras mentales | 41
El nacimiento del manicomio
De la medicalización de la locura a la gestión de los ‘residuos’1

por Rafael Huertas


GRABADOS de josé hernández

L
a mujer con cara de alucinada per- acontecimientos ‘revolucionarios’. No sa- jenado como un enfermo al que aplicarle
manecía inmóvil, como dejándose bemos si la cosa fue realmente así, pero un tratamiento (el tratamiento moral) en
hacer. Jean Baptiste (Poussin) pugnaba este icono y otros semejantes contribu- una institución apropiada (el manicomio).
trabajosamente por desenganchar el yeron a afianzar lo que acabó convirtién- Como bien ha expresado José Luis
cierre del grillete que sujetaba su cintura. dose en el gran mito fundacional de la Peset, “Pinel se sitúa entre el philosophe
La maniobra era observada de cerca por el asistencia psiquiátrica, el momento en de mediados del siglo XVIII y el savant de
doctor Pinel, que intentaba mantener su el que, junto a la humanización del trato mediados del siglo XIX”. El primero –el fi-
porte de patricio mientras una vieja besa- a los locos, empezó a considerarse la lo- lósofo-, hábil en la adquisición y manejo
ba con húmeda veneración el dorso de su cura como una enfermedad y, por tanto, del saber, tenía conciencia de su misión
mano y un agente del gobierno jacobino le como algo susceptible de una compren- civilizadora y recurría al uso de la cien-
susurraba al oído preguntándole, una vez sión científico-racional y de un tratamien- cia, pero sin especialización ni sistema;
más, si aquello de “liberar al loco de sus to médico. De este modo, la locura, ‘lo se trataba de un sacerdote laico capaz de
cadenas” era, después de todo, una buena otro de la razón’, pasó a ser objeto de un crear opinión a través de su propia obra
idea. Al fondo, la algarabía, los gritos, la proceso de medicalización sin preceden- que, en todo momento, pretenderá ser
confusión habituales en el patio del asilo tes que coincide con novedades políticas, pedagógica y ética. El segundo –el sabio-
para locas de La Salpêtrière. científicas y sociales que surgieron con el se encerrará en su gabinete de especia-
Así representó el pintor Tony Robert- fin del Antiguo Régimen. Un proceso en lización y en sus instituciones, seguirá
Fleury (1837-1912) uno de esos actos de ‘li- el que aparece no sólo un nuevo estatuto siendo consciente de una cierta misión
beración’ protagonizados por Pinel y por antropológico del loco que, convertido en que cumplir y que le obligará tanto a do-
otros alienistas de la época en el marco ciudadano, precisará de un régimen de le- minar la ciencia como a relacionarse con
de las revoluciones burguesas de fina- galidad en su encierro, nuevos agentes so- el poder y a ‘crear escuela’. Pinel pasó de
les del siglo XVIII y comienzos del XIX. ciales que intervengan al respecto (jueces, la filas de los ‘filósofos’ a convertirse en
El cuadro fue pintado en 1878; es decir, procuradores, médicos, etc.) y, como ya un ‘sabio’ universitario, de modo que tras
muchos años más tarde de los supuestos hemos indicado, la consideración del ena- profundos estudios, adecuadas relaciones

Trabajo realizado en el marco del proyecto de investigación HAR2008-04899-C02-01/HIST (Ministerio de Ciencia e Innovación - España)
1

42 | fronteras mentales |
Salpetriere 1794. Phillipe Pinel observa cómo liberan a los alienados de las cadenas
Obra de Tony Robert-Fleury

y puestos institucionales, consiguió distanciarse religiosos o personas conocedoras de los efectos del
del hipnotismo y del mesmerismo, de la frenología consuelo moral. El propio Pinel entró en contacto
y de otras disciplinas ‘periféricas’, para iniciar, con con este modo de acercamiento al loco a través de
todos los parabienes de la ciencia oficial, lo que en- las prácticas del celador Pussin, por eso la verdade-
tendemos por la psiquiatría moderna. ra novedad que el médico aportaba era la de situar
Sin embargo, al menos durante algún tiempo, dicho tratamiento en las coordenadas del pensa-
la noción de locura seguirá siendo más filosófica miento científico-racional; unas coordenadas que
que médica y, en cierto modo, permanecerá fiel a pueden resumirse del siguiente modo: En primer
la idea cartesiana del dominio de la razón sobre la lugar, el concepto sensualista de emoción permi-
materia. Los hijos de la Ilustración entenderán la tía reconocer un orden dentro del conjunto más
razón como la “facultad que la naturaleza ha pro- o menos caótico de las manifestaciones clínicas y
visto a cada hombre para conocer la verdad”, de explicar la causa (moral) y el mecanismo (moral) de
modo que otras operaciones o facultades del alma la curación, cuando ésta se producía. En segundo
-la memoria o la imaginación, por ejemplo- esta- lugar, el estudio clínico de las pasiones también
rían siempre supeditadas y ordenadas precisamen- da razón de las causas y las curaciones morales; En la segunda
te para que la razón pueda reconocer la ‘verdad’. así, los deseos insatisfechos y los deseos artificiales
Las ideas equivocadas o las pasiones desordenadas -producto de la vida social y sus prejuicios, en la
mitad del siglo
contribuirían a la ‘pérdida de la razón’, esto es, a tradición de Rousseau- tendrían un claro potencial XIX tuvo lugar
la locura, y el tratamiento moral (la gran novedad patogénico, por lo que deberían ser controlados y un proceso de
terapéutica practicada en los manicomios) se con- encauzados por el terapeuta. Finalmente y en ter- ‘somatización de
vertirá en la razón de ser de los nuevos expertos: cer lugar, el método estadístico habría de comple- la enfermedad
los alienistas. mentar la observación clínica y dar fundamento a
Para Pinel, el tratamiento moral estaba basado los preceptos terapéuticos.
mental’; la
en cuatro principios fundamentales: 1) la douceur Para poner en práctica los principios del tra- locura pasó a
-dulzura, amabilidad- como una prioridad princi- tamiento moral era condición indispensable el considerarse una
pal en el trato al alienado; 2) la imagen de autori- aislamiento del paciente de su medio social y lesión orgánica y
dad del alienista; 3) combatir y destruir la idea de- familiar y su confinamiento en unos asilos fuer- no el resultado de
lirante; y 4) conceder al manejo de las pasiones un temente jerarquizados. Claro está que en esta
papel relevante en el tratamiento. En realidad, el relación desigual entre alienista y alienado, en
anomalías en la
tratamiento moral tenía unas raíces populares que el que todo el poder estaba en manos del prime- esfera de las ideas
no pueden obviarse, y que practicaban empíricos, ro, podían surgir desajustes de modo tal que el o de las pasiones

| fronteras mentales | 43
Grabados de José Hernández

empleo sistemático de las palabras bondadosas o torturas, perdió razón de ser. Resulta interesante tener
la ‘persuasión por el razonamiento’ no siempre re- en cuenta esta circunstancia porque la mayoría de los
sultaban suficientes para conseguir los resultados psiquiatras ‘organicistas’ fueron, en un principio al
apetecidos. La douceur podía entonces tornarse en menos, médicos progresistas que, comprometidos po-
represión, coerción e intimidación: la otra cara, sin líticamente con la revolución de 1848, plantearon las
duda, de un tratamiento moral que llegó a sufrir primeras críticas al manicomio y al tratamiento moral
una regresión doctrinal al prescindir de los cuida- siendo, en muchas ocasiones, reformadores profundos
dos morales individualizados para llegar a la ins- de las instituciones. Es célebre, a modo de ejemplo, la
tauración del ‘temor como medio de curación’. En anécdota protagonizada por el alemán Ludwig Meyer,
definitiva, el tratamiento moral se convirtió en un director del asilo de Hamburgo, cuando subastó públi-
método disciplinario y coercitivo que, en su intento camente los aparatos de tortura que se utilizaron en el
de sacar al loco de su ‘error’ recurrió a medidas de manicomio durante el primer tercio del siglo.
contención y de represión que acabaron desvirtuan- Es este un buen ejemplo de cómo, a lo largo de
do los primeros planteamientos de los filántropos. la historia, las posturas ‘psicologistas’ y las ‘somati-
Sin embargo, a lo largo de la segunda mitad del si- cistas’ han jugado papeles ‘ideológicos’ diferentes; en
glo XIX tuvo lugar un proceso, de ‘somatización de la los últimos años, por ejemplo, la consideración de la
enfermedad mental’, a través del cual la locura pasó a enfermedad mental ligada exclusivamente a un subs-
considerarse el producto de una lesión orgánica y no trato orgánico justificador de dosis mantenidas de
el resultado de anomalías en la esfera de las ideas o psicofármacos, electro-choques, choques insulínicos,
de las pasiones. No en vano, en los años centrales del etc., ha quedado radicalmente enfrentada a concep-
XIX se producen cambios importantes en las condi- ciones ‘psicologistas’ consideradas más ‘avanzadas’.
ciones de la observación clínica y en el conocimiento No deja de resultar esclarecedor, sin embargo, el he-
de las ciencias biológicas que acabarán determinando cho de que el tratamiento moral, con sus intentos in-
variaciones significativas en la consideración sobre timidatorios, pueda considerarse como precursor de
las causas de la enfermedad mental, así como en su los descondicionamientos agresivos y de las terapias
pronóstico y terapia. La sala de autopsias se convir- El tratamiento de comportamiento que el conductismo viene propo-
tió en el gran aliado del alienista, contribuyendo a la moral había niendo desde hace años.
aceptación de la lesión nerviosa como origen primor- fracasado, aunque Paradojas de la ciencia, como las que nos muestra
dial de la enfermedad mental. el manicomio a ese movimiento ‘somaticista’, esperanzador al prin-
Como ya hemos visto el tratamiento moral se cipio, cuando quiso evitar la tortura y la intimidación,
como institución
basaba en la consideración del loco como un sujeto pero enormemente reaccionario a la larga, pues al co-
recuperable -susceptible de curación-, mediante el ma- total se mantuvo locar al alienado en el biologismo y en el determinis-
nejo de sus pasiones. Esta concepción ‘psicologista’ de con una devaluada mo más absoluto, hizo que el pesimismo antropoló-
la locura, que llegó a justificar las más duras medidas vocación gico y el fantasma de la incurabilidad planeara sobre
‘morales’ intimidatorias y coercitivas capaces de sacar terapeútica y los manicomios sumiéndolos en el más lamentable
al loco de su ‘error’, constituye su soporte teórico y ex- de los abandonos. Se dejó de torturar y de intimidar
con un claro
plica su aplicación práctica. Al reconocerse su origen sistemáticamente a los pacientes a cambio de consi-
somático, dejó de ser necesaria la ‘moralización’ del reforzamiento de derar, a una gran mayoría, como ‘irrecuperables’,
loco y, por tanto, el tratamiento moral, con su estricto su papel de control como verdaderos ‘residuos sociales’, y susceptibles,
régimen disciplinario, sus intimidaciones y hasta sus y defensa social por tanto, de encierro permanente.

44 | fronteras mentales |
El tratamiento moral había fracasado, aunque el manicomio las especies de Charles Darwin, en 1859, la sociedad europea y
como institución total se mantuvo con una muy devaluada vo- norteamericana va a reaccionar como temiendo las novedades
cación terapéutica y con un claro reforzamiento de su papel de que el evolucionismo hubiera podido presentar. Racismo antro-
control y defensa social. Fracaso que, como acabamos de indicar, pológico, somaticismo médico, persecución del anormal o del
se relaciona directamente con la consideración somática de la extraño, etc., son algunas de las principales aportaciones que la
enfermedad mental, esto es, con la identificación en el sistema ciencia positivista muestra. Los preludios de las crisis económicas
nervioso de patología orgánica. Ahora bien, esta condición de ‘de- y del neocolonialismo ponían en marcha mecanismos ideológi-
pósito de crónicos’ que acaban teniendo los establecimientos psi- cos que preparan el terreno. Es en este contexto en el que hay
quiátricos desde los años centrales del siglo XIX, tienen que ver que entender la dura mirada que el médico dirigirá a criminales
también con la propia gestión y funcionamiento de los mismos. y enfermos mentales, en un intento de dar un soporte científico
Los asilos para locos desempeñaron una función social comple- a las exigencias de la sociedad burguesa finisecular.
ja imposible de analizar profundamente en estas páginas; ya se Una sociedad de orden que pondrá en marcha estrategias de
consideren instituciones terapéuticas o instituciones de control ‘defensa social’, de regulación y control, que se encontrará con
social, lo cierto es que su funcionamiento real dependía de una individuos inclasificables, inasimilables, ineducables o irreduc-
economía ‘cerrada’, caracterizada por el autoabastecimiento y tibles. El desertor (no el soldado indisciplinado), el débil mental
por escasos intercambios con el exterior. Pero, además, muchos (no el niño díscolo), el criminal (no el infractor) serán ‘residuos’
manicomios reprodujeron un viejo modelo de explotación agrí- de las disciplinas militar, escolar y policial, respectivamente. Y,
cola, anacrónico en una sociedad en pleno desarrollo industrial, naturalmente, el loco, el alienado, el ‘extranjero de sí mismo’,
que sólo podía subsistir con una mano de obra abundante y poco será considerado el residuo de residuos. Un estigma que, pese a
costosa; es decir, con un número de internos suficiente y con los esfuerzos de algunos, sigue alimentando nuestro imaginario
capacidad ‘técnica’ para sacar adelante la producción; pacientes, social.
en definitiva, que permaneciesen durante largo tiempo en la ins-
titución, ya que las estancias breves resultaban poco rentables Rafael Huertas
para el establecimiento. Si los enfermos ‘pensionistas’ (de pago) es profesor de investigación del CSIC y director de la revista Frenia. Es-
no podían, habitualmente, permitirse ingresos demasiado pro- tudioso de la historia de la psiquiatría y la salud pública desde hace más
longados y eran reclamados con frecuencia por sus familiares, de veinte años. Sus trabajos y su compromiso gozan de un reconocido
la duración de la estancia de los enfermos indigentes dependía prestigio internacional.
exclusivamente del médico-director.
La cronicidad se manifiesta en este tipo de asilos poblados Referencias:
por locos pobres, situados en el medio rural -aunque su situa- Foucault, Michel. Le pouvoir psychiatrique, Paris, Seuil/Gallimard,
ción en el campo ya no se justifica por razones terapéuticas, sino 2003 (Edición en castellano: El poder psiquiátrico, Madrid, Akal,
de rentabilidad- y al margen del desarrollo de la medicina que 2005).
se está produciendo en los hospitales generales situados en la
ciudad. Esta condición tendió a ocultarse y el saber teórico –el Lantéri-Laura, Georges. La chronicité en psychiatrie, Paris, Synthéla-
degeneracionismo, la descripción de los delirios crónicos, etc.– bo, 1997.
vino a afirmar que la cronicidad era una característica esencial
de la psiquiatría. Huertas, Rafael. El siglo de la clínica. Para una teoría de la práctica
Patología constitucional y hereditaria, causas físicas, locali- psiquiátrica, Madrid, Frenia, 2005.
zación cerebral, etc., eran también formas de soslayar, bajo pre-
tendidas razones científicas, los evidentes motivos sociopolíticos Huertas, Rafael. Los laboratorios de la norma. Medicina y regulación
y económicos que intervenían en la génesis del alcoholismo, la social en el Estado liberal, Barcelona, Octaedro, 2008.
criminalidad y no pocas formas de enfermedad mental a lo lar-
go de la segunda mitad del siglo pasado. No puede olvidarse, en Peset, José Luis. Ciencia y marginación. Sobre negros, locos y crimina-
este sentido, cómo alrededor de la publicación de El origen de les, Barcelona, Crítica, 1983.

| fronteras mentales | 45
La construcción del sujeto
peligroso: psiquiatría, locura y
criminalidad∗1
Por Ricardo Campos
ilustraciones de dani sanchis

E
n 1994 la sociedad española como biografía. La prensa, como de costumbre, conciencias. La prensa se encargó de darle
tantas otras veces fue conmovida por se cebó en los aspectos más escabrosos, una nueva identidad: ‘el asesino de la ba-
un horrible crimen. En esta ocasión, transmitiendo el horror de su acto a los llesta’. Al borrar su nombre y apellidos, el
el joven Matías Rabadán asaeteó a ciudadanos, que una vez más asistíamos apodo negaba su identidad humana y le
su padre con una ballesta. Desde ese día la atónitos a un crimen ‘inexplicable’ como transfería otra que evocaba su naturaleza
identidad de Rabadán se transformó. Tres es el parricidio. Rabadán había traspasa- salvaje y, que en cierto modo, hacía más
instancias diferentes intervinieron tras la do uno de los límites más sagrados de comprensible su acto. Mientras tanto, la
comisión de su asesinato y las tres contri- nuestra sociedad, poniendo patas arriba policía y la justicia ponían en marcha una
buyeron a la construcción de una nueva con su acto la tranquilidad de las buenas investigación y le construían otra identidad

Trabajo realizado en el marco del proyecto de investigación HUM2006-12278-C03-01 del MEC.


1

46 | fronteras mentales |
nueva, la del acusado de asesinato. Por último, los un sistema de clasificaciones nosográficas, que
psiquiatras intervinieron a requerimiento de la amplió notablemente el concepto de locura y cuya
justicia para intentar explicar las causas de su feroz comprensión requería el buen ojo clínico del espe-
acto, construyendo su identidad patológica, pues la cialista. Esta medicalización fue completada con el
conclusión de los psiquiatras fue que Rabadán actuó manicomio, la gran propuesta terapéutica frente a
bajo la influencia de un brote psicótico. El diagnós- la locura del siglo XIX.
tico de esquizofrenia se impuso durante el juicio y Concebido como un espacio medicalizado y
fue declarado inimputable y, por consiguiente, fue terapéutico, donde la locura debía ser tratada por
condenado a una medida de seguridad consistente médicos especialistas en un régimen de absoluto
en la privación indeterminada de libertad. aislamiento de las influencias externas, el mani-
Rabadán, en su encierro, ha escrito dos no- comio era un ejemplo acabado de identificación
velas y realizado exposiciones de sus dibujos. Sin entre espacio, saber y función. En su interior debía
embargo, una amenaza de muerte a una enferme- aplicarse el tratamiento moral, que se considera-
ra de prisiones en 2004 le valió una multa y un ba la gran panacea en la lucha contra la locura. A
año y medio añadido de condena. Los psiquiatras, grandes rasgos, éste consistía, en buscar la parte
en sus informes, tomados en serio por la justicia, de razón que quedaba en cada individuo y poten-
consideran que es un individuo que presenta un ciarla a través del orden y la disciplina que arti-
alto riesgo de cometer actos violentos en el futuro. culaba la vida en estos establecimientos. Sólo, de
Su peligrosidad potencial dictaminada por los mé- esta manera, el loco podía acabar por reconocer su
dicos de la mente es el principal escollo para que error y alcanzar su curación. Pero el manicomio
no goce de ninguno de los derechos habituales de no era exclusivamente un espacio terapéutico.
los presos. También era un espacio de producción de saber
En 1836, en Francia un joven campesino, Pie- científico y de reclusión. Espacio de saber en tanto
rre Rivière degolló a su madre, una hermana y un que en su interior se conformó el saber psiquiátri-
hermano con una hoz. Su caso descolocó al poder co y se produjo la profesionalización de los nuevos
judicial de la época. Los médicos intervinieron en especialistas. Espacio de reclusión, porque los pa-
el proceso y lo más granado de la psiquiatría gala cientes, tras la intervención de instancias médicas,
del momento le diagnosticó ‘monomanía homi- administrativas y judiciales, eran ingresados sine
cida’, consiguiendo de esta manera que no fue- die, despojados de sus derechos ciudadanos y apar-
ra guillotinado y que pasase el resto de sus días tados de la sociedad para la que entrañaban un
recluido en prisión. El joven Rivière acabó sui- peligro real o potencial.
cidándose y el caso se perdió en los archivos de Por tanto, la inclusión de la locura en el cam-
la historia hasta que en 1973 Michel Foucault y po de la medicina conllevó, paradójicamente, su
un grupo de jóvenes investigadores rescataron su alejamiento de ésta y su conversión en una pres-
caso y lo reconstruyeron. tación de carácter especial, marcada por sus as-
En esencia, tanto Rabadán como Rivière com- pectos represivos y de defensa social. Esta tensión
parten el diagnóstico de locura y de peligrosidad tuvo como consecuencia una doble codificación de
social asociada a ésta. Su destino es el encierro y la locura. Como especialidad médica, la psiquiatría
la segregación social. La diferencia entre ambos codificó la locura como enfermedad; como rama
casos estriba, sin embargo, en que en 2009 consi- de la protección social, de la higiene pública, la
deramos natural que Rabadán permanezca en pri- codificó como peligro.
sión bajo control judicial y psiquiátrico, mientras En este marco se inscribirá el interés de la psi-
que en 1836 esta situación no era la habitual. Lo quiatría por el crimen y el criminal. A lo largo del
habitual era la condena a muerte. siglo XIX, este interés se tradujo en tres problemas
En las siguientes páginas intentaré dar algu- de primer orden. En primer lugar, la medicaliza-
nas claves históricas para comprender por qué ción creciente del criminal acarreó un paulatino
consideramos lógica y natural la situación de Ra- desplazamiento del foco de interés desde el cri-
badán. men cometido y las penas que le correspondían,
hacia el estudio de la personalidad del individuo
Criminalización de la locura y la solución terapéutica que debía aplicarse en
La patologización del crimen fue un proceso estre- cada caso. En segundo lugar, la patologización del
chamente ligado al nacimiento de la psiquiatría criminal tuvo una consecuencia de primer orden:
Como especialidad como disciplina científica a finales del siglo XVIII la disputa entre juristas y psiquiatras en torno a
y comienzos del XIX. Su campo de acción era la la figura del criminal. Disputa alimentada por la
médica, la
locura, que tradicionalmente no era considera- diferencia sustancial de presupuestos teóricos que
psiquiatría da una enfermedad en sentido estricto, sino más subyacían a cada uno de los saberes enfrentados.
codificó la locura bien un desorden del espíritu. La tarea que acome- En este plano, los peritajes psiquiátricos ante los
como enfermedad; tieron los primeros psiquiatras fue medicalizar la tribunales de justicia fueron una pieza esencial en
como rama de la locura, convirtiéndola en una enfermedad como ese proceso de creciente patologización del crimi-
cualquier otra. Para ello no dudaron en combatir nal y de criminalización del loco. En tercer lugar,
protección social,
el concepto popular de locura, que comportaba la los desarrollos teóricos de la psiquiatría a lo largo
de la higiene pérdida completa de razón y se manifestaba por un del tiempo constituirán un elemento esencial en
pública, la codificó delirio fácilmente perceptible. Frente a esta concep- la progresiva concepción de un modelo médico
como peligro ción tradicional de la locura contrapusieron todo del crimen, cuyos momentos más acabados serán

| fronteras mentales | 47
aquéllos en que, como señaló Michel Foucault, criminal como un individuo biológicamente pre-
“las dos codificaciones” de la locura (enfermedad y dispuesto al crimen. Tanto el degeneracionismo
peligro) “estén efectivamente ajustadas o bien […] como la teoría del criminal nato esencializaban
cuando haya un único cuerpo de conceptos que biológicamente al individuo criminal. En un caso
permita constituir la locura como enfermedad y aparecía ligado a la enfermedad mental; en el
percibirla como peligro”. En este sentido, los dos otro a una naturaleza atávica y aviesa. Frente a
grandes paradigmas decimonónicos que consi- ello, se hacía indispensable que la sociedad se
guieron aunar ambas vertientes fueron la mono- defendiera sustituyendo las viejas teorías pena-
manía y el degeneracionismo. les, que establecían penas proporcionales a los
crímenes cometidos, por el estudio científico del
La sospecha generalizada individuo concreto para conocer su mal y tratar-
La monomanía fue definida en la década de 1810 le en consecuencia. Ambas teorías contribuyeron
por J. E. D. Esquirol. La idea básica era que el enormemente a cimentar la idea de peligrosidad
alienado conservaba el uso de la razón y su deli- de determinados individuos, sugiriendo políticas
rio se limitaba a un objeto o un pequeño número de defensa social basadas en la prevención del
de objetos, razonando y obrando en los demás crimen, que tuvieron en las primeras décadas
órdenes de la vida con normalidad. Enseguida se del XX su traducción en los códigos penales y en
ahondó en el concepto y se definió la ‘monoma- diferentes leyes promulgadas para regular la cri-
nía homicida’, consistente en una inclinación del minalidad.
individuo a la ferocidad, a la destrucción y al cri- Este tipo de concepciones provocó, como ya
men. Esta variedad tuvo una gran repercusión en he indicado, un durísimo enfrentamiento con
las salas de justicia. Al tratarse de una forma de los juristas. A mediados de la década de 1890 se
locura difícil de detectar para los profanos en psi- produjo, por parte de algunos psiquiatras, un in-
quiatría, representaba un buen instrumento para tento de ajuste de la aplicación de la doctrina de
argumentar la enfermedad mental del acusado y, la degeneración en los tribunales. Los evidentes
por tanto, su irresponsabilidad penal. Lo impor- excesos cometidos por los alienistas y las nume-
tante era que el monomaníaco no era exclusiva- rosas negativas de los jueces a tomar en consi-
mente peligroso por los actos que cometía, sino deración los dictámenes de los peritos, llevaron
por la imposibilidad social de prever sus actos an- a limar los aspectos más controvertidos que
tisociales. Su aparente normalidad e integración podían ser un serio inconveniente para sus ob-
social se rompía cuando repentinamente cometía jetivos, defendiendo la existencia de la responsa-
actos criminales. La monomanía habría supuesto bilidad atenuada de muchos degenerados. Esta
la inauguración de “una era de sospecha genera- doctrina, básicamente, consistía en el rechazo
lizada” y de “miradas sospechosas al conjunto de de la irresponsabilidad total del loco y en la de-
los comportamientos sociales” que acabaría por fensa de la existencia de responsabilidad total o
tener como principal consecuencia, según R. Cas- atenuada en la comisión de actos delictivos por
tel, que la normalidad fuera sospechosa “de no parte de determinados enfermos mentales.
ser más que una apariencia”, teniendo que “apor- Esto significaba que un individuo que come-
tar pruebas ante un tribunal de especialistas en tiera un delito verificado en el ámbito de
patología”. su impulso morboso sería irresponsable,
En el último cuarto del siglo XIX, la mono- pero si lo cometía fuera del mismo era
manía cayó en desuso entre los psiquiatras como responsable porque su acto debía consi-
modelo médico de explicación del crimen. En su derarse cuerdo.
lugar se produjo una creciente biologización del Al mismo tiempo que se producía
crimen que contribuyó a cimentar la idea de pe- este acercamiento entre psiquiatras y jue-
ligrosidad natural de determinados individuos. ces, la criminología abandonaba su vertiente
En este sentido, la teoría de la degeneración fue biologicista más radical y se encaminaba por
decisiva para comprender la locura como una derroteros más sociales. Un síntoma de este
anomalía constitucional ligada a alteraciones cambio fueron los estudios sobre la ‘mala vida’
morfológicas. Al remitir el proceso patológico a que proliferaron a comienzos del siglo XX. Este
un substrato físico –la anormal configuración conjunto de escritos focalizaban su atención
corporal–, proporcionaba claves aparentemente en las nuevas formas de delincuencia ur-
objetivas para el diagnóstico de las anomalías bana vinculadas a las transformaciones
mentales. De hecho, las alteraciones somáticas de socioeconómicas del liberalismo, refle-
los pacientes degenerados, de los que el alienado jando también las angustias y miedos fi-
era un ejemplo especialmente relevante, se po- niseculares que la modernidad despertaba
dían poner en evidencia por medio de ciertos as- en las élites de las sociedades occidentales. La
pectos de su morfología externa que servían para criminología ya no se conformaba con el estu-
hacerlo fácilmente reconocible. dio de los grandes criminales caracterizados por
Paralelamente al desarrollo de las concepcio- su atavismo y brutalidad. Su interés se centraba
nes degeneracionistas, en Italia, Cesare Lombroso también en los individuos con conductas delic-
caracterizaría la figura del criminal nato. Apro- tivas que formaban parte de los territorios más
piándose y reinterpretando libremente las ideas cotidianos de la imagen de la anormalidad y el
psiquiátricas del degeneracionismo, definiría al desequilibrio, como bien señaló Foucault. Según

48 | fronteras mentales |
este autor, las tesis degeneracionistas sabilidad por el de peligrosidad social.
hicieron innecesaria la oposición entre Los tribunales, en lugar de intentar co-
el crimen monstruoso y la pequeña cri- nocer si el individuo tenía o no capaci-
minalidad, estableciendo un continuum dad para discernir entre el bien y el mal,
en el que todo el territorio de las infrac- debían averiguar si el sujeto acusado
ciones quedaba bajo la mirada científi- era peligroso para la sociedad. Sólo así
ca, permitiendo relacionar “al menor de podría ejercerse una adecuada defensa
los criminales con un peligro patológico social, que pasaba por caracterizar al
para la sociedad, para la especie humana delincuente tanto somática como psí-
en su conjunto”. quicamente y por descubrir, con los mis-
El discurso sobre la ‘mala vida’ esta- mos procedimientos, a aquellos sujetos
ba inserto en el cruce de caminos entre sospechosos de poder llegar alguna vez a
el degeneracionismo y la criminología atentar contra el orden establecido. Una
positivista. Su pretensión era analizar tarea que requería las reformas de los
un estrato de la población de las gran- códigos penales y el establecimiento de
des urbes marcada por la desviación de instituciones en las que las disciplinas
las conductas, la anormalidad psíquica criminológicas pudieran desarrollarse
y social y la proximidad al delito. Una adecuadamente.
variopinta gama de individuos y gru- Las décadas de 1920 y 1930 fueron
pos marginales como prostitutas, ho- decisivas en este sentido. La psiquiatría
mosexuales, mendigos, vagabundos, se vio inmersa en un proceso de revisión
estafadores, golfos, gitanos, sanadores, de la institución del manicomio, im-
echadoras de cartas y hechiceras, fueron pulsado por el movimiento de higiene individuos peligrosos considerados como
el objeto de estudio de estas obras. La mental. Este movimiento promovió la enfermos. Sus propuestas pasaron princi-
intencionalidad de esta literatura supe- aparición de servicios abiertos y la crea- palmente por instaurar un reconocimien-
raba la mera descripción de la margina- ción de dispensarios de higiene mental to psicológico de toda la población con el
ción urbana. Su objetivo era analizar y como elementos de un sistema asisten- objetivo de conocer la peligrosidad poten-
catalogar a una población considerada cial en que la prevención de la enferme- cial de cada individuo y poder prevenirla,
peligrosa y patológica por sus comporta- dad mental era el objetivo principal. Los por la creación de manicomios en los que
mientos desviados, con el fin último de enfermos crónicos y peligrosos eran los recluir a los criminales que padecieran
definir y fijar esos cuerpos y almas de- únicos que debían ser confinados en los enfermedades mentales y, por último, por
generadas para reconducirlos, normali- ahora denominados servicios cerrados. cambiar los códigos penales, introducien-
zarlos y gobernarlos. Subordinado a este Sin embargo, a pesar de que éste sería do medidas preventivas de la criminali-
objetivo subyacía también la un grupo minoritario, el interés que la dad. Junto a ello, se produjo una mayor
definición del buen ciudada- peligrosidad del enfermo mental suscitó tecnificación de los peritajes psiquiátri-
no frente al desorden que entre los psiquiatras fue enorme, hasta cos. La endocrinología criminal e incluso
encarnaban los ‘malvi- el punto de ser la piedra angular de la el psicoanálisis criminal irrumpieron así
vientes’. A partir de un reforma psiquiátrica. Dicha peligrosi- con fuerza como nuevas técnicas para de-
juego de oposicio- dad iba más allá de la demostrada por finir la peligrosidad de los individuos.
nes binarias entre la comisión de un crimen. El interés, La locura, la anormalidad, la desvia-
valores y conduc- dentro de los parámetros de la profilaxis ción de los comportamientos sociales
tas consideradas mental, se centraba en la potencial peli- impuestos por las burguesías liberales,
limpias, sanas y grosidad de los individuos, concepto no quedaban estigmatizados y bajo sospe-
honestas frente a las defi- estrictamente médico y difícil de definir cha. Las tecnologías de rehabilitación so-
nidas como inmorales, que tenía más que ver con la defensa so- cial pasaban (bien en el manicomio, bien
subversivas y peligrosas, cial que con la medicina. Tras intensas en la prisión) por cultivar la disciplina y el
se trataba de establecer discusiones, los psiquiatras acabaron amor al trabajo, pasos previos para reinte-
con claridad la fronte- por propugnar la adopción de medidas grarse a la normalidad. Los incorregibles
ra entre la normalidad, predelictuales contra determinados in- quedaban sujetos a penas indetermina-
que correspondía a dividuos, convergiendo con los intereses das y a la definitiva segregación social.
los valores burgueses, de sectores de la judicatura y, desde lue- Quizá las palabras del propio Raba-
y lo patológico, perte- go, del poder ejecutivo. dán en declaraciones al diario El País
neciente al mundo del La amplitud y ambigüedad del con- resuman bien el resultado de todo este
desorden. cepto de peligrosidad que defendían los proceso histórico que aquí he intenta-
Con todo este poso psiquiatras les colocaba ante un doble de- do esbozar: “Si hubiese matado en mis
ideológico y científi- safío. En primer lugar, debían averiguar cabales, hoy estaría en la calle; pero los
co, a comienzos del científicamente qué individuos eran sus- locos estamos estigmatizados y nuestras
siglo XX se produjo ceptibles de pasar a la acción y, por tanto, condenas no las perdona nadie”.
un intento de sectores prever la peligrosidad de los mismos, lo
médicos y juristas de re- que les obligaba a ofrecer algún tipo de Ricardo Campos Marín
formar profundamente tecnología de la prevención. En segundo es científico titular del CSIC, y ha desarro-
los códigos penales, con- lugar, estaban obligados a proponer las llado varios proyectos de investigación en
ducente a la sustitución medidas terapéuticas, de seguridad y de torno a las relaciones entre locura y crimi-
del concepto de respon- aislamiento, que debían aplicarse a los nalidad.

| fronteras mentales | 49
SANTIAGO LÓPEZ PETIT

“El efecto de la
crisis es sobre
todo producir
miedo”
Por Héctor Arnau y David Barberá
FOTOGRAFÍAS DE MARTA CARRASCO

S
antiago López Petit, profesor de Filosofía de la Universidad
de Barcelona, se ha erigido como una de las voces más
respetadas en el panorama disidente barcelonés, tanto
por sus libros, como por su abierta invitación, desde sus
clases universitarias, a la politización y su implicación en diversas
aventuras subversivas en los últimos años: Espais Alliberats contra
la Guerra, Miles de Viviendas o la película El Taxista Ful.
Para preguntarle sobre algunos de estos aspectos, los impro-
visados periodistas se repartieron las funciones: Héctor inquirió
sobre sus experiencias conjuntas en la beligerante Barcelona
post-olímpica, mientras David comentaba las ideas del último “esto es un espacio liberado que rompe la ciudad en este sentido, en
libro de este atípico pensador, La movilización global (Ed. Tra- el del poder de la explotación, y que abre la posibilidad de experi-
ficantes de sueños) que, entre otros asuntos, trata de las impli- mentar otras vías”. Seguí junto a compañeros, estudiantes y amigos
caciones terapéuticas y psíquicas del nuevo capitalismo global. pensando sobre estos conceptos hasta que llegó un momento im-
portante para mí porque lo sentí como más propio, que fue cuando
—Héctor: Me gustaría comenzar preguntándote por tu trayec- la okupación como gesto radical se puso al servicio del ‘No a la
toria política, a raíz de los primeros recuerdos que tengo de guerra’ en el 2003. Se formó una asamblea bastante amplia y se ins-
ti, durante la segunda guerra de Irak. ¿Qué nos puedes decir tauró una dinámica que consistía básicamente en la operación po-
sobre tu recorrido político en relación con los diferentes gru- lítica de desplazar la crítica a la guerra, de manera que no se hacía
pos subversivos y en especial con Espais Alliberats contra la desde el pacifismo sino desde otro lugar, que intentamos inventar.
Guerra? Ese lugar consistía en la pregunta: ¿cuál es tu guerra? A partir de
—López Petit: Durante la dictadura, había estudiado Química, pero aquí empezamos a acomodar un discurso político novedoso que no
me resultaba difícil estar encerrado en un laboratorio viendo lo que se definía ni como belicista ni como pacifista, y a hacer uso de un
estaba pasando en el mundo: lo fui dejando para implicarme en lo instrumento práctico que era la okupación. En concreto, se trataba
que posteriormente se llamó ‘el otro movimiento obrero’, que era de okupar el ayuntamiento de Barcelona y otras instituciones que
un movimiento asambleario, basado en la auto-organización anti- estaban contra la guerra y declararlos espacios liberados, para pen-
capitalista. Estuve participando contra la dictadura desde la clan- sar o actuar contra la guerra. El mismo ayuntamiento, que tenía
destinidad, intentando ir más allá de lo que se estaba fraguando, una sábana blanca y que era tan liberal, reprimía de manera brutal,
que era un pacto con la democracia. La democracia tenía un límite como lo hizo en la okupación en la plaza del Pi. Barcelona estaba
y entonces sucedió lo que sucedió: que no hubo ruptura, sino con- absolutamente militarizada.
tinuidad con el franquismo. Se produjo entonces lo que se llamó
el desencanto. Unos cuantos iniciamos una travesía del desierto, —Héctor: Sí, allí en la plaza del Pi, recuerdo cuando la gente
una travesía nihilista muy larga, porque se nos hacía difícil vivir en comenzó a gritarle a la policía: “¡Esquizofrenia, esquizofre-
aquellos tiempos. Hace unos trece años se produjo el desalojo del nia!” En fin, respecto a esto y retrocediendo unos años atrás,
cine Princesa y la apertura de lo que fue la era de la okupación, que quería saber tu opinión sobre la Transición, esa narración
representó aquí, en Barcelona, una especie de soplo de aire fresco, pormenorizada y casi predecible de una traición, de unas per-
y más adelante la escenificación del movimiento anti-globalización. sonas que han corrido delante de los grises, se enorgullecen
Unos cuantos nos unimos a la causa de la okupación y nos fuimos de su pasado anti-franquista y que, en muy poco tiempo, ex-
a la Hamsa, una de las primeras casas okupas importantes. Nos cusándose en el miedo a los militares, o en el golpe de estado
fuimos metiendo allí, con toda la ambigüedad posible. Empecé a y como por arte de magia, se ‘convierten’. Como tú señalas,
teorizar sobre la idea de la okupación como un gesto radical, como no hay ningún tipo de interrupción entre dictadura y demo-
una recomposición del gesto dadaísta, que decía: “esto es una obra cracia, se trata de un impasse de adaptación en el que cada
de arte, porque cualquier cosa lo puede ser”. Así pues, yo afirmaba: uno coge su sitio.

50 | platicando... |
mí el único responsable de lo que me pasa”. “La culpa de
estar mal es mía”. “He fracasado como emprendedor de mí
mismo”. “Yo soy el único responsable porque no sé gestio-
nar la vida de la que dispongo”. ¿Crees que son fenómenos
comparables?
—López Petit: En mi libro La movilización global, la crisis no ocu-
pa un lugar tan central porque yo creo en el concepto de crisis,
que significa ‘un paso hacia’, y en este sentido en la actualidad es
más adecuado hablar de una fuga hacia delante. Pero sí, el efecto
de la crisis es sobre todo producir miedo, la interiorización del
miedo acaba casi por proyectar la culpa sobre cada uno de noso-
tros. El hecho de estar parado no se ve como una consecuencia
de un modelo económico sino como un problema personal y esto
tiene que ver con uno de estos conceptos que hemos teorizado:
el poder terapéutico, que sería, en cierto sentido, la aseguradora
de la democracia. Este tipo de poder obliga a firmar el siguiente
contrato terapéutico: si tu vida es un fracaso no es culpa del po-
der, es culpa tuya. Siempre. Ayer mismo leí en El País una página
entera sobre los efectos de la crisis; señalaba que la crisis produce
depresiones, estrés, etc. En cuanto a formas de combatirla, ¡lo
primero era tener una dieta mediterránea! Es una parodia, la cri-
sis -que es un problema social, político, colectivo- se transforma
en un problema psicológico y la solución a ese tratamiento es la
parodia de la dieta mediterránea, el no-estrés.
El contrato terapéutico regula un intercambio comercial, se
te da una vida y se te pide que la devuelvas, con producción, con
ocio, con espectáculo, con mil cosas... Y si el intercambio no fun-
ciona, el contrato determina que siempre tienes tú la culpa, da
igual lo que haya pasado… Para vivir tienes que firmar este con-
trato, que realmente es una hipoteca, y vivir es tener una deuda
—López Petit: Una cosa de la que nadie ha hablado durante años es por el hecho de vivir. Entonces, si no estás a la altura, si no ges-
que se ha producido una derrota. Toda mi reflexión parte de esto: tionas bien tu propia marca laboral, si no eres capaz de insertarte
de proclamar la derrota. Proclamar la derrota significa de alguna en la movilización global eres un muerto social, y es culpa tuya.
manera la posibilidad de volver a pensar en vivir. Y entonces no Esto es realmente perverso. En los setenta había un colchón
estaría tan de acuerdo contigo en poner en el centro la idea de social, te despedían de la empresa o lo que fuera, pero no estabas
traición. Lo que se produjo es un ataque del capital que empieza solo. Hoy la precariedad no sólo es laboral, sino existencial; el ser
en el 68, o en el 73, y que desarticula política y económicamente al precario está solo frente al mundo.
sujeto político, hasta perderse su idea misma como tal. En la polí-
tica moderna, incluso en la subversiva, la crítica se realizaba sobre —David: Para escaparse de este contrato social en tu libro
estas categorías políticas de la modernidad. Y entonces algunos lo hablas del odio a la propia vida como potencia liberadora,
que intentarán buscar son nuevos sujetos: que si los inmigrantes, lo que resulta bastante provocador… ¿Odiarse a uno mis-
que si… Lo que yo intenté decir fue que la única posibilidad de mo es un acto político liberador?
hacer política era inventar lo que llamamos una política nocturna, —López Petit: Esto me gustaría aclararlo, porque es una cues-
llamada así justamente porque ya no esperamos ningún día lumi- tión que llama mucho la atención. El odio es una palanca para
noso y porque las categorías serán otras completamente diferen- otra cosa: el centro de esta política nocturna es querer vivir, el
tes. En mi último libro intento desarrollar espacios del anonimato, vivir como desafío, esa es la base. Pero el querer vivir es ambi-
es decir, asumir la derrota y ver que no hay ningún relato que dé guo: puede ser un instinto, puede ser algo abnegado, un de-
sentido a nuestras vidas y a las luchas porque no hay horizonte, safío, etc. Cuando pensaba en esto, creí que faltaba, en cierta
pero sí que hay fragmentos de sentido. Y que además estamos en manera, algo más visceral, hacía falta una pasión y la pregunta
la verdad porque sabemos por lo que luchamos. para mí era: ¿qué lleva a una persona a decir “basta”, a dejar de
hacer la vida que hace? Esa pasión es el odio a la propia vida.
—David: Ahora que sacas el tema de la derrota, pareciera Antes, cuando tú querías decir “basta” y cambiar de vida,
como si con esta crisis, el sector financiero y el capital clara- lo podías decir dentro de un colectivo con una red social: esto
mente hubieran fracasado, pero no hubieran sido derrotados; es lo que significa la conciencia de clase. Como hoy en día no
los derrotados hemos sido, otra vez, los demás; da la impre- existe conciencia de clase en el sentido tradicional, ¿dónde
sión de que sentimos miedo y angustia porque sentimos que radica la fuerza para decir: “yo no quiero vivir esta vida que
somos nosotros los que hemos fracasado como agente eco- vivo”? No puede ser un conocimiento porque un saber no te
nómico, cuando la responsabilidad está manifiestamente en lleva a esto; sólo puede ser una pasión, como el antiguo odio
otra parte. Esto me recuerda a algunas ideas de tu libro de clase. Si yo odio mi vida, puedo cambiarla: si no la odio,
sobre la sociedad terapéutica, cuando afirmas que ésta ha no. Esto es un motor, no una propuesta política sistemática,
pulverizado el conflicto político porque lo ha interiorizado. yo no quiero hacer una política basada en el amor -Hegel lo
Te cito: “no existe el conflicto en el que se pueda participar, intentó- pero tampoco puedo hacerlo basándome en el odio,
porque en última instancia el contrato terapéutico hace de en el odio contra la vida.

| platicando... | 51
—López Petit: Por eso lo terapéutico es tan interesante porque en
cierto modo politizarse no deja de ser una terapia para poder se-
guir viviendo. Es una terapia extraña, porque mantiene una re-
lación autoritaria con el que te cura, y en la politización como
terapia no puede existir esta relación tan jerárquica. Pero es ine-
vitablemente paradójico, porque en todas las terapias, incluso en
el psicoanálisis menos autoritario, siempre hay una relación jerár-
quica, siempre hay un experto que sabe.
La politización que no quiere ser jerárquica también tiene ese
componente terapéutico de liberación personal. Lo de antes era
más unívoco e inmediato, porque entonces no hacía falta que tú
cambiaras tanto, tenías un saber, te sabías fuerza de trabajo, te
sabías explotado y entendías el mundo. Ahora tienes que cortocir-
cuitar tu yo-marca, subvertirla, y eso es más complicado.

—Héctor: Sobre eso te quería preguntar, respecto a la expe-


riencia de la politización hoy. Pienso que es muy difícil negar
que ha vencido el progreso y que llega un momento en que
nadie da un paso más, no se dan ni los buenos días. Nadie
quiere ir a la cárcel ni arriesgar su vida. Y si alguna vez he
notado el antiguo odio de clase es entre nosotros mismos,
entre la propia gente militante. Se trata con condescendencia
a quienes son más pobres o tienen menos estudios... Y no-
tas ese odio de los más humildes contra aquellos para quien
politizarse no es más que una aventura turístico-ideológica,
casi un aprendizaje vital o social. Al fin y al cabo -parece que
—Héctor: Hablando de emociones, de las cosas que más me piensan y con toda razón- no das la vida, porque tu vida vale
sorprendieron al leer tus libros cuando llegué a Barcelona, mucho, y la vives muy bien.
fueron las referencias continuas a la amistad, a lo íntimo, a —López Petit: No damos la vida, está claro, y creo que ése es un lí-
la confianza en lo humano, como indispensable vínculo po- mite en la práctica subversiva. Oí una entrevista con uno de estos
lítico. Y lo que más me chocaba era que esa llamada insisten- talibanes, y lo tenía clarísimo, decía: “Nosotros ganaremos porque
te se produjera precisamente en una ciudad, a mi parecer, no nos da miedo morir”. Hegel ya lo escribió en La fenomeno-
tan hostil, antipática y engañosa como Barcelona, por mu- logía del espíritu que para saber vivir hay que arriesgar la vida.
cho que tal vez todas las grandes ciudades lo sean. Incluso Nosotros preferimos pactar con la vida y si el mundo se muere,
en ambientes militantes, por decirlo de algún modo, no me pues mala suerte. Esto es el límite real, por supuesto, y nos crea
encontraba más que con gente socialmente inepta, con una problemas a todos. Por eso creo que una pasión, una pasión pode-
desidia vital terrible… rosa, es indispensable para que ese límite no nos paralice: de ahí
—López Petit: Creo que tiene que ver con la manera de hacer la importancia del odio a la propia vida. El odio siempre implica
la política y de comprender la política; aparentemente se pone ambigüedad. Lo que reivindico, por ejemplo en Artaud, es lo que
todo el cuerpo pero a la hora de la verdad uno sigue absoluta- él llamaba las ‘fuerzas negras’. La vida es oscura. Y estas fuerzas
mente compartimentado. Se dice que todo lo privado es político oscuras las utiliza el poder. Utiliza la tristeza, utiliza la crueldad.
pero a la hora de la verdad no es así y eso acaba produciendo Se trataría de aprovecharlas nosotros, girarlas, apropiarnos de es-
seres bastante enfermizos. La amistad, para mí, es algo funda- tas fuerzas negras. El concepto del odio a la propia vida ha sido
mentalmente político, como el sentido de la vida lo es hoy en un primer intento en ese sentido. Porque las fuerzas luminosas
día; no es algo psicológico. Por eso creo que hay que politizar la son ya propiedad del capital, y no llevan a nada. Pero no se trata
vida, la amistad, y esto no es enfriar las pasiones ni cultivar la exactamente de reivindicar la crueldad… La pregunta de Artaud
indiferencia. es: “¿Cómo podríamos utilizar estas fuerzas para la vida?” En Lau-
treamont, en Kleist, en el propio Artaud, el demonio aparece mu-
—David: ¿Hay una cesura, existe una diferencia palpable en chas veces en sus obras, pero su demonio sólo trata de devolver a
esto respecto a los setenta? Dios lo que Dios nos hace. El odio a la propia vida está construido
—López Petit: Antes la politización se hacía cuando tú te com- sobre lo mismo, es utilizar la vida contra la propia vida: voy a
prendías mercancía, te sentías explotado y esto sucedía en lo devolver a la vida lo que la vida me hace. Este odio y esta crueldad
colectivo. Hoy la politización sucede cuando tu vida zozobra. Por son ambiguos, y eso no es malo porque una manera más fértil,
ejemplo, cuando los atentados del 11-M en Madrid se produce más rica del ‘querer vivir’, es la impregnada por la ambigüedad.
un vacío y miles de personas se politizan, en el sentido más exis- Hay un informe de un oficial nazi que explica cómo, tras gasear a
tencial, se preguntan: ¿Qué sentido tiene mi vida? ¿Qué sentido una cohorte de judíos, se encontraba en las cámaras los cadáveres
tiene ir a trabajar si vas a morir en cualquier momento? Ahora apilados unos sobre otros. Estaban así porque los más fuertes se
la politización ocurre en soledad, es muy diferente, es como una encaramaban sobre los más débiles, sobre las mujeres y los niños,
auto-transformación, transformarse, atravesar el miedo para ser para respirar el aire de la parte superior de la cámara, todavía
un poco más libre. no contaminado por el gas; los fuertes pisaban a los débiles, se
encaramaban sobre ellos, los utilizaban como escalera hacia el úl-
—David: Me imagino que la experiencia colectiva antes era timo hálito… Esto es el ‘querer vivir’, una fuerza oscura y ambigua.
más directa en vez de ir lidiando siempre con cuestiones Nosotros intentamos utilizar esta fuerza, esta potencia oscura que
personales. viene de la ambivalencia, como desafío.

52 | platicando... |
Entre la salud y la enfermedad
Pocas veces se tiene la posibilidad de juntar para debatir –cara a cara, de
tú a tú- a profesionales de salud mental, familiares y personas diagnosti-
cadas con alguna enfermedad mental. Bostezo lo consideró oportuno. El
resultado es éste.
Moderador: Daniel Martín
Participantes: Laura Marcelo, María Huertas, david taroncher, Vicent Martínez, Manuel Gómez-Beneyto, Julián Marcelo y María
José Vizcarro
Fotografías: Elisa García
INTERVINIENTEs: Paco Inclán y DAVid Barberá (revista bostezo)

D
aniel: Para empezar, me gustaría debatir sobre el lími- realidad’, esto es, que la persona tiene experiencias sensoriales
te entre la cordura y la enfermedad mental. ¿Qué es no justificadas ‘objetivamente’, como son las alucinaciones,
enfermedad? ¿Qué es normalidad? o convicciones erróneas que no se pueden modificar ni por
la experiencia ni por la argumentación. Además de la pérdida
Manuel: La definición más generalizada en la psiquiatría del ‘juicio de realidad’, el trastorno interfiere con la vida social
occidental, de origen estadounidense, es la expresada en el de la persona. En general, la investigación empírica sobre la
llamado DSM-IV, esto es, el Manual diagnóstico y estadístico de locura, sostenida y financiada principalmente por la industria
los trastornos mentales, que dice que la locura es un trastorno. A farmacéutica, presupone que la locura está causada por una
día de hoy, no se ha encontrado una causa biológica que justifique alteración biológica y que la curación pasa por la administración
llamarla enfermedad, aunque algunos suponen que la tiene. El de fármacos. Pero, en la práctica clínica, la mayoría de nosotros
DSM-IV dice que la locura es un trastorno que afecta al ‘juicio de usamos esa definición porque lo exige el establishment, pero,

| mesa redonda | 53
a la hora de trabajar con el paciente, entendemos que en intentar vivir una vida normal. Me ha costado mucho deducir que
la determinación de la enfermedad mental operan factores soy una enferma mental, porque he podido estudiar y empezar
múltiples de orden psicológico, social, familiar, biográfico y, por a trabajar, aunque no podía mantener los trabajos. Pero en un
supuesto, también biológico. momento dado me di cuenta de que las cosas siempre me salían
mal no por mala suerte, sino porque había un problema… Así que
María: La noción de enfermedad mental varía a través de sí soy anormal, sí soy una enferma mental, aunque vosotros me
los tiempos e incluso a través de las tendencias de la propia podáis escuchar desde un punto de vista de supuesta normalidad.
psiquiatría oficial. En los años setenta nuestro trabajo tenía ¿Esto es enfermedad o no lo es? ¿Soy una persona cuerda que
un fuerte componente de crítica institucional; en aquellos tengo un problema particular, o una persona loca que  tengo
tiempos, leíamos más crítica psiquiátrica que psiquiatría. Me problemas en todos los ámbitos?
acuerdo de la definición de Jervis: “La enfermedad mental la
definimos y la clasificamos según las diferencias respecto a la Manuel: La locura, como la muerte o el sexo, son temas
normativa”. ¿Y qué es la normativa? Pues una serie de códigos existenciales que generan posiciones intelectuales y
de pensamiento y conducta que se consideran los más emocionales muy fuertes. Aquí se produce una polarización,
frecuentes entre la población, pero que, claro, varían según de base ideológica y política. La posición más ‘conservadora’,
la clase social, el género, la cultura, la época. En efecto, en la más ‘médica’, entiende que la locura es una enfermedad
psiquiatría de hoy hay un olvido de los aspectos sociales que psicológicamente incomprensible, cuya explicación se
hacen que los diagnósticos y los tratamientos actuales dejen encontrará en una disfunción del cerebro y que su tratamiento
mucho que desear. Algunos de esos diagnósticos son cajones es exclusivamente farmacológico y que, en su abordaje, debe
de sastre, ni siquiera sé lo que quieren decir después de primar la seguridad de la sociedad aunque sea en menoscabo
treinta años de psiquiatra. Aparecen cuadros completamente de la libertad del paciente. Desde el polo ‘progresista’, se
diferentes, de personas completamente distintas, con considera que la locura es parte de la diversidad humana, que su
conductas muy diversas. No es como en las enfermedades distinción como ‘enfermedad’ es una mera construcción social
somáticas, que tienen unos síntomas, un origen y una de conveniencia, que su abordaje debe ser multidisciplinar en
evolución algo más predecibles. Creo que en salud mental atención a su determinación multifactorial y que, por encima de
todavía tenemos muchas dudas. todo, debe respetar los derechos humanos de los pacientes. De
los dos polos, el primero es obviamente el que detenta el poder
Laura: A mí, hasta ahora, no me han dicho con claridad qué ahora mismo.
diagnóstico tengo. El diagnóstico me puede dar igual, pero ante
la sociedad necesito una justificación de que lo que me pasa no Julián: Creo que es una combinación de ambos, aunque me sitúo
es normal. Tengo 36 años y he intentado durante treinta años más en la segunda postura. La sociedad y las familias ejercen un

54 | mesa redonda |
influjo global. Por desgracia, el interés por resolver estas cosas es olvidas que es un problema crónico, con sus fases agudas, su
escaso. Lo más sencillo es lo del laboratorio, sueltan una cosa estabilización temporal, sus recaídas. Hay veces que crees que
química y se quitan un problema de encima. Además coincide has conseguido remontar y luego te das cuenta de que es crónico
que es una solución barata sin necesidad de mano de obra, de para la persona y para la familia. 
gente que acompañe todo el proceso del enfermo.
María: Una cosa que siempre me planteo es que todos los padres
María José: ¿Barata? Me atrevería a decir que en estos momentos deberíamos ser capaces de variar las expectativas con respecto a
se está manejando más dinero en psicotrópicos que en cocaína. los hijos, cuando su futuro se ve en crisis por un acontecimiento
Yo estoy en pisos donde todas las personas van con recetita roja; inesperado como la enfermedad mental, porque de lo que se trata
os moriríais del susto si supierais el dinero que se gasta el Estado es de disminuir el sufrimiento de esa persona y de esa familia y
en fármacos. de apoyar la reestructuración de la línea vital. Las diferencias a
nivel de comportamiento y a nivel de pensamiento son las más
Laura: En mi caso, por no estar diagnosticada, por no estar en difíciles de integrar, sobre todo porque trabajamos con el estigma
la seguridad social, nos ha supuesto mucho gasto, sobre todo en social de la enfermedad mental.
eurolépticos y en otras cosas que van probando. Ni los fármacos
ni las psicoterapias me hacen nada. Sigo sintiendo la misma María José: A veces desde la cotidianeidad se dan casos que
angustia vital. Claro que me pregunto por qué estoy sufriendo. funcionan. De los pisos salieron hace cuatro años tres personas
He buscado todas las causas posibles y no he encontrado con diagnóstico de esquizofrenia. Los tres sin familia, criados
respuesta. ¡Yo qué sé si es una cosa biológica o si es una cosa en lo  que entonces se conocía como la beneficencia. En este
social! momento comparten una casa en la que se organizan sin mayores
problemas que los normales de una convivencia. Claro que con
Julián: El caso de mi hija Laura es, además, uno de esos en las limitaciones que tienen, más incluso por esa exclusión social
los que la frontera es especialmente resbaladiza. El resultado que por su enfermedad.
son muchos años de esfuerzo y de esperanza frustrados. El
sufrimiento de la persona tiene consecuencias para la familia. Manuel: Hay que tratar la enfermedad, pero también hay que tener
Cierto complejo de culpabilidad: ¿en qué habré yo intervenido en una disposición para saber cuáles son los problemas que pueden estar
esto? Pensé en mi historia personal, en algunas fases depresivas. en la propia enfermedad y cuáles no tienen nada que ver con ésta.
En los años setenta me impliqué mucho políticamente, pues Es un terreno donde los profesionales estamos bastante perdidos
piensas, ¿la dejé demasiado de lado? Pero mis otros dos hijos porque no tenemos los instrumentos ni los recursos intelectuales
tenían menos problemas. Y esta frontera entre normalidad y ni emocionales para abordarlo. Cuando un paciente nos habla de
anormalidad, con la convivencia familiar se diluye; en ocasiones cuestiones como la espiritualidad, la generosidad o la necesidad de

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¿QUIÉN ES QUIÉN?

DANIEL MARTÍN Julián Marcelo María José Vizcarro Manuel Gómez-Beneyto


Estudié psicología, aunque he tra- Estoy aquí como familiar de enfer- Soy psicóloga y trabajo, desde hace Soy psiquiatra de profesión. Me
bajado casi siempre en cooperación ma mental, de Laura concretamen- tiempo, con grupos que sufren he orientado a la psicoterapia
internacional. En Bolivia ejercí un te, que también está presente. La problemas de exclusión. Ahora estoy y a la organización de servicios
año de terapeuta. Acepté moderar relación que tengo con estos temas trabajando en un proyecto de vivien- comunitarios de salud mental. En
esta mesa porque me parece un es reflexionar sobre ellos a través das tuteladas con hombres y mujeres estos momentos soy el coordina-
tema que muchas veces es tabú y del caso de mi hija. Participo activa- con problemas de salud mental y, dor científico de  la estrategia en
porque casi nunca se debate desde mente en entidades de familiares sobre todo, con una exclusión social salud mental del Sistema Nacional
perfiles tan diferentes. de enfermos mentales. muy fuerte. de Salud.

cariño, ahí nos perdemos. Es la parte de la persona, no David B: Recuerdo una cita, creo que de Freud,
de la enfermedad. que decía que la salud era la capacidad de amar y
de trabajar. Pero claro, esta capacidad es muy difícil
Vicent: Cuando alguien tiene una enfermedad del para todos, no sólo para los que tienen problemas
corazón no dice las veinticuatro horas al día que es mentales. Esta idea de no ser capaz para tener una
un enfermo del corazón. vida normal es tan confusa que definir en negativo la
locura respecto a una definición de normalidad, que
Laura: En mi caso enfermedad y persona se solapan, se escapa, es complicado  porque problemas de
no sé en qué medida soy persona o soy enfermedad. conducta tenemos todos. Creo que sería más sencillo
entender la normalidad como algo muy diverso.
Vicent: Eres Laura, con tus cosas malas, buenas y
regulares… Lo que no hay que hacer es encerrarse, María: El problema es ése, que la normalidad tiene
la gente te tendrá que aceptar… bien acotados cuáles son sus límites. No es casual
que en psiquiatría caiga todo aquello que suene a
Laura: Sí o no, porque en muchos sitios te aconsejan transgresor. Cuando estábamos en el psiquiátrico
que no vayas diciendo que tienes un diagnóstico, y veíamos a alguien por la calle gritando “viva la
porque sino te van a marginar. Necesitaría un república”, decíamos “mañana lo tenemos allí” y así
entorno social en el que me sintiera más aceptada, era.
ni siquiera atendida, aceptada tan sólo, sin tener que
inventarme una excusa, un trabajo, algo que no soy. Vicent: Una vez ingresé por cantar en los bares. Me
atendió una psiquiatra que me preguntó: “¿Usted por
María José: Contaré una anécdota: en un cortijo de qué está aquí?” “Por cantar canciones en los bares”,
un pueblo de Almería, conocimos un labrador que “¿y qué cantaba usted?”, “canciones libertarias”,
nos contaba que su nieto era muy trabajador pero le respondí. Diagnóstico: cantar y difundir ideas
que les había salido un poco lento. Lo que le pasaba Hablamos de libertarias en los bares. Todos los días me preguntaba:
realmente era que tenía síndrome de Down. Allí, en algunos casos “¿Todavía tiene usted ideas libertarias?” “Pues sí…”
medio de la serranía, no le habían diagnosticado, individuales hasta que un psiquiatra enrollao me dijo: “dile que
ni iba a una escuela especial, estaba perfectamente te habías fumado tres porros o tomado un ácido y
cuando todos son
aceptado por la familia. Te das cuenta de que es el que ya no tienes ideas libertarias”. Al día siguiente
entorno el que genera cribas, que lo que puede ser casos individuales me soltaron.
anormal en un sitio, puede estar perfectamente y muchos de ellos
integrado en otro. van quedándose Laura: Si te ingresan por eso es porque ya tienes
en el camino antecedentes como enfermo mental, eso lo hace
¿Y la normalidad? alguien sin ser diagnosticado y se considera una
porque faltan los
Daniel: Nos hemos adentrado en el terreno de extravagancia, un pequeño desliz, una gamberrada…,
la enfermedad mental. Nos faltaría ahora tratar recursos a nivel en cambio tú te tienes que tragar la historia del ingreso,
de definir lo que es normal, lo que cada uno comunitario con lo cual, evidentemente, hay una autoridad que
considera como sano. Podríamos intentarlo… (María Huertas) determina quién está cuerdo y quién no…

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María Huertas Vicent Martínez Laura Marcelo David Taroncher

Desde 1980 trabajo en psiquiatría No soy bipolar, tengo un trastorno Mi ocupación es intentar sobrevivir Soy gerente del centro de salud
comunitaria. En 1995 pusimos en bipolar. Por carácter, he salido en un mundo que creo no me Mentalia Puerto. Considero positivo
marcha un programa de reinserción muchas veces del armario, cuento corresponde. Soy licenciada en que se monten estas iniciativas so-
social y laboral para enfermos abiertamente mis cosas, mis pro- psicología, pero en mi caso no creo bre salud mental desde una revista
mentales, pionero en la Comunidad blemas. He trabajado de maestro que eso sea lo que me defina. He de arte y pensamiento. Apoyamos
Valenciana. Mediante este programa de adultos. Ahora estoy jubilado. sido diagnosticada hace relativa- que dentro de la rehabilitación haya
estamos relacionados con temas de Me dedico a escribir poesía y hacer mente poco tiempo de un trastorno experiencias relacionadas con el
arte, teatro, cerámica, bisutería. espectáculos musicales. de personalidad límite. mundo del arte.

María: En los años ochenta, a los objetores de conciencia, los Laura: Si me preguntáis: ¿qué es la normalidad? No lo sé,
psiquiatras les tenían que hacer un papel que certificara que pero no me enfrento a la vida con las mismas capacidades y
tenían una enfermedad mental para que pudieran objetar al habilidades que vosotros. Siempre me he considerado diferente.
servicio militar. También las mujeres que han querido abortar Yo no hablo de bienestar… Sólo de vivir, ¡narices!, de vivir, de
requerían de un certificado psiquiátrico de enfermedad mental aguantarme a mí misma.
para poder hacerlo. Se sale de la normalidad todo aquello que
molesta, que no está integrado en la cultura vigente. David T: Cualquier persona con enfermedad mental que vive en
un ambiente institucionalizado aspira a ser normal. ¿Y qué es ser
Manuel: Podríamos definir la salud mental como la capacidad normal? Tener novia o novio, una casa, una nómina. En definitiva,
de resiliencia, esto es, la capacidad de un material por recuperar tener autonomía. Así de sencillo y complicado a la vez.
su estado inicial tras ser sometido a un estrés o a una presión.
La capacidad por la que uno, que ha caído en picado por una María: Yo la palabra normalidad hace diez años procuraba
crisis determinada en la vida, puede recuperarse. O la capacidad obviarla, prefería pensar que en la estructura cultural de violencia
para producir; la productividad es un elemento fundamental, un y exclusión que vivimos era preferible ser un poco inadaptada
componente con un valor ideológico. Se añade una derivación socialmente. Cuando comenzamos a plantearnos el tema de la
que va haciendo la cosa más compleja, como la capacidad para inserción laboral me parecía un auténtico disparate: yo decía que,
tener bienestar y calidad de vida, algunos incluyen también la con esto del trabajo, al final acabábamos alienados. Pero luego
felicidad. te das cuenta de que la gente con enfermedad mental que ha
conseguido una inserción laboral de manera continuada, te dice
María: Vivimos una cultura que trasmite la creencia de que se que ha alcanzado la libertad y tú dices: ¿cómo que la libertad?
puede ser feliz, tenerlo todo, y la vida no es eso. El paro genera Sin embargo, eso me estimula para pensar que este camino es el
gran angustia y también la etapa adolescente: los jóvenes creen correcto.
que la felicidad es como un continuo, donde todo estará bien
siempre. Estas falsas ideas generan gran frustración cuando se Julián: Hay gente que el trabajo lo ve como una independencia y
dan cuenta de que esto no es así. Nos están llegando a Salud autonomía y gente que no. Hay que considerar las dos cosas…
Mental gran cantidad de problemas nuevos.
María: En salud mental funcionamos con una tremenda falta de
Manuel: A lo que también contribuye la industria con la recursos que dificultan el mantenimiento de la estabilización,
construcción social de enfermedades para seguir vendiendo de la inserción social y laboral. Hablamos de algunos casos
fármacos. individuales cuando todos son casos individuales y muchos de
ellos van quedándose en el camino porque faltan los recursos
Julián: Estáis empleando unas palabras que son tremendas: a nivel comunitario. Si aumentaran éstos se ahorraría parte de
felicidad, calidad de vida, bienestar. Entiendo que todo esto ha sido los psicofármacos y de las camas hospitalarias. La investigación,
asumido por la sociedad consumista y las modas. Lo del bienestar como ha dicho Manuel, la subvencionan los laboratorios,
social no me lo he creído nunca. La idea de normalidad yo la veo entonces va dirigida mayoritariamente en el sentido biologicista.
exclusivamente como una definición social, normal es lo que hace Sin embargo, investigación cualitativa, la del caso individual, se
el 80% de la gente y los demás consienten en que lo hagan, y no es hace muy poca…, cuando pienso que es la que se debería estar
nada más. haciendo todos los días.

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Julián: Un enfermo mental necesita capaz de hacer cosas  que los demás el de calidad de vida, el de felicidad,
en muchos casos de un tutor, un ni intentan. Hay gente que se piensa parecen unívocos. En la locura se pueden
acompañante muy cercano que le que esa euforia es mucho más amplia ensoñar alternativas al modelo de
oriente. Este tipo de acompañante de lo que realmente es y que se puede bienestar que nos viene impuesto…
es muy caro. A lo mejor una persona provocar. Existe también un intento de
sólo puede acompañar a cuatro o cinco espectacularidad de la locura, integrada David T: La diferencia es la libertad de
enfermos, para que sea efectivo… Desde en el consumismo y el mundo del arte, elección. Pondré un ejemplo: vosotros
un punto de vista técnico, los familiares como si la locura, casi siempre fingida -se dirije a Paco y a David B.- tenéis una
estamos perdidos, los profesionales o estimulada con el uso de drogas, sede muy auténtica (la sede de Bostezo),
siguen teniendo el mando de la materia. estuviese relacionada con la libertad. aquí sólo podría vivir un loco o un
artista. Si viviese un enfermo mental,
Mitificación de la locura Manuel: Hay un mecanismo de defensa los servicios sociales ya lo hubieran
Daniel: Frente a los prejuicios que que es la idealización, tanto en el sacado de aquí por no cumplir las
provoca la enfermedad mental coexiste sentido de la demonización como de condiciones de habitabilidad. Pero es
una imagen de la locura relacionada la idealización en positivo, que se la sede de una revista, por lo que no
con la libertad, la creatividad… activa frente a colectivos de personas pasa nada: la sociedad os juzga como
‘diferentes’ que son vividos como alternativos y diferentes. Ésa es la
David T: La experiencia me dice que la una amenaza para el orden social. La diferencia.
locura no tiene nada de romanticismo. La imagen idealizada del ‘loco’ es la de
figura del loco como persona intrépida, una persona peligrosa, impredecible, Vicent: No es lo mismo marginalidad que
rápida de pensamiento, diferente…, incapaz de trabajar y que no tiene marginación. La marginación te viene
hay maneras de verlo desde un punto cura, pero también se le admira porque dada; la marginalidad la buscas tú…
de vista positivo, pero a la locura en se cree que puede ser genial. Lo que
general yo no le veo la gracia, y el que prima en las culturas occidentales es David T: A no ser que nos pongamos
la sufre, menos. Algunos profesores que la demonización, base del estigma y la hasta arriba de LSD o ayahuasca no
vienen al centro para impartir terapias discriminación que sufren las personas tenemos delirios o alucinaciones.
alternativas, yoga, poesía, teatro, piensan con trastornos mentales. Existen falsas creencias que ven al
encontrar allí la fuente de la diferencia, enfermo mental como un gurú: “Igual
su propio reflejo como seres diferentes, David B: Es un mecanismo parecido a la no está loco, igual ve más allá”. Pero el
sin alienaciones. Se decepcionan: el atracción que nos puede producir el buen enfermo mental no es chamán ni nada
poeta no ha encontrado la genialidad salvaje, el primitivismo y la curiosidad de eso, a lo que aspira es a un televisor
ni el pintor la obra que esperaba, el por otras culturas. de plasma y estar en casa tranquilo. Lo
surrealismo en estado puro... digo de manera burda, quiero que se
Paco: Pero también puede suceder al note ese materialismo, porque quieren
Julián: Existe una fase eufórica en la contrario. La normalidad nos constriñe poco más, no entran en debates más
que el enfermo se convierte en un héroe como seres libres; el modelo de bienestar, profundos…

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Vacaciones
en Tinduf
Identidades alteradas en
infructuosos delirios de
compasión

Ilustración de Javi Altabert


A la libertad de los individuos saharauis
(en el Sáhara Occidental o allá donde fuere)

Después de las ruinas sureñas de Tamanraset, los campamentos


de refugiados saharauis de Tinduf se han convertido en el principal
destino turístico bajo suelo argelino.
Por carlos jimen
ilustraciones de javi altabert y fotomontaje de artefagia

P
ocos de los cientos de europeos unas vacaciones: chárter directo para gru- foráneo, al que desborda con todo tipo de
–en su mayoría españoles- que los pos numerosos; ambiente relajado; visitas atenciones, chilabas, collares y otros souve-
visitan anualmente se reconocen guiadas1; relación superficial pero intensa nirs autóctonos; paisajísticas excursiones a
en el rol de turistas, pero lo cierto con la animosa población local, siempre las dunas, yacimientos arqueológicos y las
es que el viaje cumple los requisitos de dispuesta a querer y dejarse querer por el zonas liberadas del Sáhara Occidental. Tanto

1
El Frente Polisario mantiene una actitud de acompañamiento cansino a los extranjeros por su supuesta seguridad y bienestar, aunque, después de varios días, se
acrecienta la sospecha de que lo sea por cuestiones más relacionadas con el control y la vigilancia.

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es así que en los campamentos ya existen proyectos para financiar más preocupados en solventar cuestiones domésticas de supervi-
la formación de guías turísticos entre la población refugiada. Las vencia inmediata que hagan más llevadera su situación.
vacaciones de Navidad del año pasado sirvieron como proyecto Las costumbres y valores occidentales se han colado en los
piloto de una ONG italiana. Los turistas pudieron disfrutar de una campamentos a través de las parabólicas, las vacaciones veranie-
Nochevieja diferente bajo el inmenso cielo del desierto sin dejar de gas de niños saharauis en Europa organizadas por asociaciones
sentirse alternativos, sostenibles y solidarios. Oficinas de turismo de apoyo, las estadías universitarias en el extranjero2 o las visi-
en un campamento de refugiados da cuenta del cariz demencial tas periódicas de europeos. Los referentes de los saharauis más
que está adquiriendo la causa saharaui. jóvenes son el Real Madrid o el Barça, la piscina en verano, el
El choque intercultural entre los que están y los que llegan mando a distancia, los 40 Principales o los centros comerciales.
provoca alteraciones de identidad: éstos simulan sentir como Una generación de saharauis nacida en el exilio sólo conoce sus
aquéllos y aquéllos quisieran vivir como éstos. Por una parte, la territorios ancestrales por las historias mitificadas de sus ma-
aparición de conductas occidentalizadas entre la población saha- yores. Ante la falta de expectativas de retorno, muchos miran
raui que sobrevive en el exilio, maniatada a la esperanza siempre a Europa como vía de escape, a España principalmente por el
postergada del retorno al Sáhara Occidental. Por otro lado, mu- estrecho vínculo –histórico, lingüístico, emocional- que les une
chos de los visitantes occidentales manifiestan una implicación con la antigua metrópoli.
con la causa que, en ocasiones, supera incluso a la de la propia El caso de Aisa es paradigmático de esta conducta. Esta jo-
población refugiada. Su activismo entusiasta –revolucionario, ven saharaui pasó su infancia y adolescencia acogida por una
ideológico, independentista- contrasta con el de los refugiados, familia santanderina. A los 21 años regresó a los campamentos

2
Una gran mayoría de los jóvenes saharauis realizan sus estudios de secundaria y universidad en lugares tan dispares como Libia, España o Cuba (a los que
estudian aquí se les conocen como cubanauis). Tras una década de estudios, regresan a los campamentos –aunque las deserciones son cada vez más frecuentes-
donde resulta pintoresco encontrarse con ingenieros navales, pilotos de aviación o hablantes de serbo-croata.

60 | fronteras mentales |
Fotomontaje de Artefagia

Ilustración de Javi Altabert


de refugiados para visitar a sus parientes. Fue retenida por las concepto ‘pueblo saharaui’ es hoy más un eslogan del que se han
autoridades locales que le confiscaron su pasaporte argelino para apropiado los mandamases locales y los activistas extranjeros
impedirle el regreso a España. La causa saharaui le trae sin cui- que demandan resistencia a la población refugiada desde su pri-
dado, utiliza el velo con alevoso desdén y se expresa mejor en vilegiada condición de visitantes de paso.
castellano que en hassania, su supuesto idioma autóctono. Se La progresiva abducción pro-occidental de la juventud saha-
sabe saharaui, se siente española. Cuando consigue un interlocu- raui contrasta con la actitud de estos europeos que llegan en ma-
tor hispano habla con soltura de noches en Pachá, vacaciones en nada a los campamentos aprovechando algún puente vacacional.
Ibiza, rulas en la discoteca, romances frente al mar, vestiditos en Los más ortodoxos defienden con vehemencia la causa, utilizan
Mango y Zara. Sueña con volver a España para iniciar sus estu- las vestimentas tradicionales de los saharauis (mientras éstos
dios universitarios. Ante la perpetuación de la situación, muchos sueñan con unos jeans), se impregnan de su folklore e incluso
jóvenes saharauis han optado por la huida pero permanecen re- manifiestan con fervor que estarían dispuestos a coger las armas
tenidos por el hermético Frente Polisario que, ante el aluvión de en caso de que el Polisario decidiera retomar la (imposible) solu-
demandas de visado, ha optado por bloquear su tramitación. Las ción bélica contra el ejército marroquí. La causa saharaui ha con-
autoridades temen que los campamentos de refugiados se des- seguido unir sensibilidades procedentes de espectros ideológicos
mantelen definitivamente. Para ellos no hay marcha atrás, aun- enfrentados; cada cual interpreta la situación a su conveniencia.
que conseguir la independencia y el retorno al Sáhara Occidental En un extremo, independentistas catalanes o vascos que, en su
parezca cada vez más una quimera. Los mandatarios saharauis delirio, han encontrado parangón entre la opresión del pueblo
no parecen dispuestos a asumir el bochorno de la rendición sin saharaui y la de los nacionalismos de la acomodada Europa. En
recibir nada a cambio. No debe ser fácil reconocer que tres déca- el otro, desde la derecha más rancia también han surgido bases
das de lucha –mártires, sufrimiento, guerra, exilio- han resultado de apoyo a la causa, bajo la justificación de que los saharauis son
estériles. Mientras tanto, tratan de sacar el máximo provecho al “nuestros moros” y que “Franco jamás les hubiera abandonado”.
estancamiento que sufre el conflicto; en los campamentos pa- Unos y otros son acogidos a su llegada a los campamentos por
rece haberse instalado la sensación de ‘sálvese quien pueda’. El familias saharauis que los reciben con tal muestra de desmedido

| fronteras mentales | 61
El concepto ‘pueblo saharaui’ es hoy más un eslogan del que se han apropiado los mandamases locales y los
activistas extranjeros que demandan resistencia a la población refugiada desde su privilegiada condición de
visitantes de paso

afecto que parece extraído de un plan diseñado para acrecentada por las rutinarias ceremonias del té,
que el apoyo a la causa surja de la emoción más ins- único entretenimiento en las acaloradas tardes del
tintiva. Contar con el apoyo de una familia europea desierto. Así las cosas, la saharaui se ha convertido
otorga un estatus de distinción entre los refugiados. en una población apática totalmente dependiente
Su tradicional hospitalidad se ha convertido en es- de la ayuda exterior.
trategia de supervivencia: saben que ganándose el ¿Y quién saca tajada de esta situación? Las au-
afecto compasivo de estos visitantes es la manera de toridades saharauis, convertidas en únicos inter-
recibir bondadosas prebendas en forma de televiso- mediarios ante la comunidad internacional. Ser
res, DVD, coches, pasajes de avión, atención médica miembro del Polisario es un plus a la hora de viajar
o estudios para sus hijos en el extranjero. gratis, comer gratis, vestir gratis, vivir gratis. Pese
al silencio generalizado, los casos de corrupción y
Vertedero humanitario nepotismo tribal son evidentes, algo que, por otro
La ayuda humanitaria básica está garantizada por lado, no nos debe extrañar tratándose de mamífe-
las numerosas instituciones que atienden a la po- ros humanos. Las jerarquías sociales son cada vez
blación refugiada (por la solidaridad internacional más notorias y se ejemplifican en dos ritmos de
que reciben, los saharauis deben de ser la envidia vida: el de los saharauis que pueden salir y entrar
de cualquier asentamiento humano situado a cien- de los campamentos como Mohamed por su casa
tos de kilómetros a la redonda). Los campamentos y el de los que no tienen esa oportunidad. Nume-
de Tinduf se han convertido en una especie de ver- rosas familias cercanas al poder se han traslada-
tedero humanitario donde cada visitante acude do a Europa o a ciudades argelinas, desde donde
con la obsesión de echar una mano a toda costa; propagan una situación que ya no sufren directa-
una atolondrada intromisión que, en el imagina- mente en sus propias carnes. Regresan a los cam-
rio occidental, convierte a los refugiados en meros pamentos de visita, casi siempre coincidente con la
objetos de ayuda humanitaria: son numerosas las llegada del maná europeo. Durante el glamuroso
decepciones que sufren los visitantes solidarios, Festival de Cine del Sáhara -Bardem, Manu Chao,
cuyas desbordadas expectativas hacen prejuzgar el la Sardá...-, un camarógrafo saharaui me narraba
papel que los refugiados debieran escenificar como con estupor la lamentable situación que padece su
beneficiarios. Una ‘proyectitis’ que además resulta pueblo: “aquí vivimos en una cárcel sin rejas, impo-
infructuosa, la mayoría de ocasiones más por falta sible escapar, en medio de un desierto inhóspito…”.
de interés que de recursos. Las autoridades locales Luego me enteré que él y su familia vivían desde
no quieren oír hablar de proyectos de desarrollo. Se- hacía tiempo en Sevilla.
gún fuentes de la cooperación internacional, cada El presente análisis surge de una opinión
año se recaudan unos setenta millones de euros de personal y por tanto discutible. He sido reacio a
ayuda al pueblo saharaui, procedentes principal- escribirlo hasta ahora, aunque llevaba dos años
mente de la Unión Europea, el gobierno español con la idea almacenada en el cerebro. Pero, ante
y otros países donantes, las Comunidades Autóno- el enquistamiento que sufre el conflicto, consi-
mas, las asociaciones de ayuda y las familias de aco- dero que se hacen necesarios nuevos discursos
gida. Una inversión más que suficiente para poder que contrasten con la cantinela machacona que,
garantizar unas infraestructuras que hiciesen más Muchos de bajo el férreo control informativo del Polisario
llevadera una lamentable situación provisional que los visitantes y sus adeptos, se puede leer en miles de entra-
ya dura más de tres décadas. A pesar de tal entrada occidentales das en Google. Porque no lo olvidemos: mientras
de divisas y ayuda (comida, materiales, ropa, vehí- manifiestan gerifaltes marroquíes y saharauis perpetúan sus
culos…), los campamentos ofrecen una impresión desencuentros en salones diplomáticos de Nueva
cochambrosa, entre deshecha y a medio hacer, por la una implicación York y Ginebra, una generación de jóvenes está
negativa del Polisario a mejorar la calidad de vida de con la causa desperdiciando su vida en el desierto, a la espera
los refugiados: instalarse en el desierto sería doble- saharaui que, en de un ‘godot’ que nunca llega. Ese es el verda-
garse ante la ocupación marroquí del Sáhara Occi- ocasiones, supera dero drama humano. El resto, lo único que nos
dental. La mayoría de proyectos que se inician con la incluso a la de la cuentan, se llama política.
ayuda internacional no llegan a funcionar de forma
real, se acaban justo cuando se cierra el grifo hu- propia población Carlos Jimen
manitario. La sensación de desidia es generalizada, refugiada es ex coordinador de Ediciones La Tapadera.

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Rhythm 0. Studio Morra, Nápoles, 1974. Marina Abramovic.´

Explorando los límites del cuerpo


ARTE CORPORAL EXTREMO

Por Montse De Mateo Puigmartí


GESTIÓN DE IMÁGENES POR Montse De Mateo Puigmartí

S
i por arte corporal entendemos todo del yo, de la identidad. A menudo incom- rá en el propio cuerpo: analizando su rela-
aquel que utiliza el cuerpo como prensible, pero sobretodo incomprendido, ción con el espacio-tiempo, reconociendo
herramienta, cuando añadimos el el arte corporal extremo nos sacude y nos sus mecanismos psicológicos, descubrien-
concepto ‘extremo’ nos hallamos invita, desde el shock, a reflexionar sobre el do sus resistencias…
ante un gran contenedor en el que conver- deterioro, la enfermedad, la muerte, la vida, Se abrió la veda.
gen aquellos artistas que haciendo uso del el placer, el dolor… Nos incita a mirarnos, A partir de ese momento aparecerán
cuerpo se dedican a hurgar en la herida. El a soñarnos de otra manera. Lo hará sólo toda una serie de creadores que explora-
arte corporal extremo es aquel que hiere, si antes somos capaces de despojarnos de rán los límites, no sólo del cuerpo, sino del
que provoca vértigo, incluso vómito, que nuestras vergüenzas y supersticiones. Si no, propio concepto de lo artístico. El cuerpo se
suscita asco, animadversión, mareo. El que es probable que lo único que encontremos convertirá, como decía José Miguel G. Cor-
se queda grabado más allá de la retina del sea una terrible indigestión. tés, en un campo de batalla.
espectador y perfora alguna zona descono- A mediados de los setenta surge en el Desde Shoot del estadounidense Chris
cida del cerebro, incluso fuera de la sala de marco europeo y estadounidense lo que se Burden, donde pide a un amigo que le dis-
exposición. El que se regocija de nuestras conoce por body art, que agrupará a todo pare a menos de cinco metros hiriéndole
pesadillas, escarba en nuestros miedos, en un conjunto de artistas de diferente ín- en el brazo o Five day locker, donde el mis-
nuestro tabúes, pero sobretodo el que indaga dole (Vito Acconci, Bruce Nauman, Denis mo autor se encierra encogido en una ta-
en los límites de lo corporal. Eterna búsqueda Oppenheim…) cuyo interés común residi- quilla de la universidad durante cinco días.

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Contrôle de la mort. París, 1974. Gina Pane. Azione sentimentale. Constant d´action. Galería Diagra-
ma, Milán, 1973. Gina Pane.

Hasta la yugoslava Marina Abramovicć´ con sus bolsillos, y es que ya sabemos que el los pies desnudos, por una escalera me-
Art must be beautiful, Artist must be beau- morbo y el escándalo venden, y mucho. A tálica repleta de dientes de acero que se
tiful en la que se cepilla durante una hora esos preferiríamos no nombrarlos. clavan en sus manos y sus pies a medida
con un peine y un cepillo de metal hasta que trepa. Cuanta más fuerza, más dolor,
herirse el rostro y destrozarse el cabello o GINA PANE. EL CUERPO HERIDO Y DOLIENTE más sangre. Una crítica feroz a una socie-
Rhythm 0 donde coloca 72 objetos –entre DEL ARTE. dad anestesiada que por aquel entonces
ellos un cuchillo, un látigo, unas tijeras, “Si yo abro mi cuerpo es para que vosotros veía cómo la guerra de Vietnam seguía su
una pistola y una bala- en una mesa, per- podáis recordar vuestra sangre, por amor curso.
mitiendo al espectador utilizarlos durante hacia vosotros: al otro” Azione sentimentale (1973): vestida de
seis horas a su libre albedrío sobre su pro- blanco, como de costumbre, se clava es-
pio cuerpo – a las tres horas algunos de los pinas de rosa en su antebrazo y luego se
espectadores ya la habían cortado, desvesti- Esta artista francesa inicia en los años corta con una cuchilla de afeitar la palma
do y amenazado con dispararle. La acción setenta un trabajo marcado por la exposi- de la mano. Convierte su brazo en tierra
terminó cuando algunos asistentes detu- ción de su propio cuerpo a duras y dolo- fértil, en un tallo de flor que le sirve para
vieron la escena. Pasando por el Accionis- rosas pruebas físicas. Su trabajo encierra hablar de amor, de mujeres, de amor entre
mo Vienés y Günter Brus, quien en Aktion siempre una marcada toma de conciencia mujeres.
Nr. 33 se desnuda en la Universidad de Vie- ecológica, social y política. No se trata del Psyché (1974): con unas cuchillas de
na, se corta en el muslo y en el pecho con dolor por el dolor, no nos encontramos afeitar, Pane se hace una herida en forma
una navaja de afeitar, orina en un vaso, se ante una apología del sadomasoquismo de cruz en el vientre para subrayar y cri-
lo bebe, se unta el cuerpo con heces y luego (respetable y apetecible, por cierto) o una ticar el rol social de la mujer, su función
se masturba mientras canta el himno na- intencionada búsqueda del morbo y el es- únicamente maternal.
cional austríaco. O por el shock art chino cándalo al que por desgracia nos tienen Diez años de acciones en las que la he-
contemporáneo, en el que el artista Zhu acostumbrados tantos artistas contempo- rida auto-infligida y la sangre estarán siem-
Yu devora el cadáver de un feto que pre- ráneos, que, reincidimos, ya no saben qué pre presentes. ¿Tanto dolor para qué? Tal
viamente ha cocinado o Pen Yu que realiza hacer para llamar la atención de acauda- vez porque, como diría ella, ya no somos
una transfusión de sangre a los cadáveres lados comisarios y mecenas. Nada esconde tan sólo seres parlantes y mirones, sino se-
de unos bebés mellizos siameses. teatralidad y espectáculo en el trabajo de res de carne y sangre.
Se abrió la veda para un cuerpo real, Gina Pane. Lo que hay es que lo ves. Un tra-
efímero, herido, decodificado. Un cuerpo bajo con sentido, en el que el cuerpo, un Para saber más:
que deja de servir como prótesis al ejercicio cuerpo dormido y sometido a los discursos -Gina Pane. Gloria Picazo. Catálogo del Palau
de poder del Estado, la familia, la escuela o de poder, se despierta a través del dolor, se de la Virreina. 1990.
el ejército. Por desgracia se abrió también revela a través de la herida e invita a los -Los pliegues de la herida. Sobre violencia,
la veda para demasiados individuos que demás cuerpos a estar alertas, a huir de ser género y accionismo en la obra de Gina
utilizan el arte como excusa para desarro- mera herramienta de discursos hegemóni- Pane. Juan Vicente Aliaga. Artecontexto nº
llar toda serie de acciones sin pies ni cabe- cos, escapar de devenir cuerpo dócil. 7. 2005.
za, sin discurso ni intencionalidad, salvo la Escalade non anesthésiée (1971): en la -Artwork by Gina Pane. Valerio Deh. Ed.
del exhibicionismo y el enriquecimiento de soledad de su estudio Gina asciende, con Charta. 1999.

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Omniprésence. Sandra Gering Gallery, New York 1993. Orlan.

ORLAN. EL CUERPO RECONSTRUIDO. Mientras que en sus primeras obras sa extraída sería guardada más tarde en
“Mi trabajo está en lucha contra lo innato, hacía uso de lo que podríamos llamar relicarios- ella lee anestesiada La robe de
lo inexorable, lo programado, la naturaleza, travestismo, para incidir en una nueva Eugénie Lemoine.
el ADN” concepción del cuerpo y aportar mayor A ésta le siguen hasta un total de nue-
conciencia de lo que significa la emanci- ve operaciones en las que, por ejemplo,
‘Auto-escultura’ es el término acuña- pación del mismo, el 30 de mayo de 1990, se hará implantar en las sienes dos piezas
do por Orlan para definir un trabajo ba- Orlan da un paso más allá y empieza a de silicona simétricas, habitualmente uti-
sado en la reconstrucción del yo en todos someterse a toda una serie de interven- lizadas en la cirugía para resaltar los pó-
sus sentidos. Ayudándose del desarrollo ciones quirúrgicas para recordarnos una mulos. Orlan no utiliza la cirugía estética
de la ciencia y la cirugía estética, la artista vez más que el cuerpo cartesiano está ob- para acercarse al modelo de belleza occi-
modela su propia carne como una escul- soleto. dental, sino todo lo contrario, para hacer
tora modelaría el barro para, entre otras Como ella misma afirma, se trata de de su cuerpo lo que se le antoja.
cosas, criticar los estereotipos y cánones empujar al arte y a la vida hasta sus ex- En la actualidad trabaja en su proyec-
de belleza femeninos a los que estamos tremos, a través de lo híbrido, del collage to ‘Self-hybridation’, donde a través de sus
subyugados. de la carne real, de la mutación. Pero hu- autorretratos y el mundo digital juega a
Empezó su trabajo artístico recreando yendo del dolor, que para Orlan no es ni ser otras. Una identidad simulada, nóma-
una serie de cuadros vivos inspirados en redentor ni purificador. da, maleable y transgresiva.
pinturas famosas de Occidente y encar- En su primera intervención, la artista
nando el papel de arquetipos femeninos coloca flores de plástico por todo el quiró- Para saber más:
como la Venus de Velázquez, la Maja de fano, tres pelucas fluorescentes, un traje -www.orlan.net
Goya o la Olympia de Manet. Ponía así en de la Virgen y una foto de ella desnuda -Orlan: 1964-2001. Catálogo de exposi-
cuestión el uso abusivo del cuerpo ‘obje- como la Venus de Botticelli. Mientras ción en Artium. 2002.
tualizado’ de la mujer en la historia de la que el cirujano realiza una liposucción -Orlan: carnal art. VVAA. Flammarion.
pintura. del rostro y los muslos -de la que la gra- 2004.

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Sitting/swaying: event for rock suspension. Stelarc Tamura Gallery, Tokyo 1980. Fotógrafo: Keisuke Oki.

STELARC. EL CUERPO PROTEICO DE LA


ERA CIBERNÉTICA. de un cuerpo propio del ‘pancapita- tercer brazo mecánico que adosado a
“Quizás el significado de ser ‘humano’ lismo’, encontramos por el contrario su brazo derecho suma facultades a
tenga que ver con el hecho de no man- aquellos otros que proclaman y de- las limitadas extremidades de carne
tener nuestra humanidad…” fienden la tecnología como medio y hueso. Un exoesqueleto adaptable
para sobrepasar los límites corpora- al cuerpo que le convierte en una
Si Paul Virilio advertía preocupado que les que nuestra condición humana especie de insecto de seis patas con
el cuerpo humano, natural y heredado, nos ha impuesto. Artistas como Ste- movimientos imposibles para la car-
había devenido obsoleto y que nos en- larc o Marcel·lí Antúnez Roca (uno de ne heredada. Una tercera oreja con
contrábamos ante el ocaso de la presen- los fundadores y figura clave de la funciones diferentes a las que se le
cia física en beneficio de una fantasma- Fura dels Baus de los ochenta) perte- presuponen y que aumenta la arqui-
górica, Stelios Arcadiou, más conocido necen a estos últimos. tectura del cuerpo, implantada en su
en el mundo del arte como Stelarc, se Nacido en 1964 en Limasso (Chi- antebrazo. Interfaces , cuerpos virtua-
ha encargado de demostrar en sus ac- pre), Stelarc reside y realiza su traba- les con vida propia, circuitos electró-
ciones, no sólo lo pretérito del cuerpo, jo en Australia. Performer pionero en nicos, células madre… Bienvenidos al
sino que debemos celebrar ‘la nueva el uso de las nuevas tecnologías, su nuevo mundo. Celebremos la nueva
carne’, ésa que está hecha de metal y obra es conocida y expuesta en todo carne. El cuerpo mutable ya no es un
acero. el mundo. Haciendo uso de su cuerpo cuento de ciencia ficción.
Frente a la ‘tecnofobia’ de aque- y de todo tipo de sistemas electróni-
llos que consideran que detrás de cos, robóticos y virtuales, su búsque- Para saber más:
todo cuerpo posthumano (aquel que da se centra en el paso del individuo -www.stelarc.va.com.au
hace un uso ilimitado de la ciencia biológico al cibernético, ahondando -Stelarc, Political Prosthesis and
y la tecnología para enmendar as- en lo que empieza a ser el sueño al- Knowledge of the Body. Marina Grzi-
pectos desechables de la condición canzable del híbrido mitad humano nic-Mauhler. Ed. Maska Book. 2002.
humana, como, por ejemplo, la en- mitad máquina. -El cuerpo posthumano en el arte y
fermedad y la muerte) hallamos el Suspensiones en el aire por me- la cultura contemporánea. Iván Mejía.
individualismo y la mercantilización dio de ganchos y cables de acero. Un Ed. Unam. 2004.

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Después de dos días, él se quema de nuevo el torso. David Nebreda. Cara cubierta de excrementos. David Nebreda.

DAVID NEBREDA. EL CUERPO SACRIFICADO.


“Mi propia realidad es bastante peor que mis difíciles de digerir, más bien indigerible. No sé si para hablar de David Nebreda
fotos” Puede que porque como dice Juan Antonio necesito mencionar su esquizofrenia para-
Ramírez, su trabajo no se asemeja a nada noide irreversible o más bien debo nombrar
Ignoro si para tratar el trabajo de este que hayamos conocido antes. a un humano demasiado humano, un hom-
artista madrileño es necesario hablar de Licenciado en Bellas Artes, trabaja en bre sumido en la eterna y trágica búsqueda
la esquizofrenia paranoide irreversible la soledad de su apartamento de la capi- de la propia identidad. Un trabajo que con-
que le diagnosticaron a los 19 años, como tal, aislado voluntariamente y durante densa el miedo de la sociedad contempo-
viene siendo habitual en cualquier escri- largos periodos de tiempo del mundo ex- ránea a la soledad, la incomunicación y el
to referente a su obra. ¿No será éste un terior. Es allí donde se expone desde hace yo. Jean Baudrillard escribió de él: “Nebreda
subterfugio utilizado por las mentes bien- tiempo a las más absolutas experiencias consigue negarse absolutamente y plasmar
pensantes que permite admirar un trabajo extremas de lo que él mismo llama auto- esta auto-negación como obra de arte”.
brutal como quien admira La balsa de la castigo, las captura con su cámara y luego
medusa de Géricault, por poner un ejem- nos las ofrece sin ningún tipo de retoque Para saber más:
plo? ¿No será una artimaña de los que se o artificio. -Autorretratos. David Nebreda. Ed. Universi-
creen cuerdos para no definirse como ena- Quemaduras en el pecho, ayuno, cor- dad de Salamanca.2002.
jenados o sádicos al valorar un trabajo que tes, golpes, perforaciones en el escroto y -Sûr la révélation. David Nebreda. Ed. Léo
desde la razón se hace insoportable? prepucio, reclusión, heridas, cuchillas que Scheer. 2006.
¿David Nebreda no será acaso una vícti- atraviesan los dedos, hematomas, excre- -Sûr David Nebreda. Jean-Paul Curnier, Mi-
ma del arte contemporáneo y de sus fieles, mentos, sangre, orina, saliva, hilos que es- chel Surya. Ed. Léo Scheer. 2001.
que permite y alienta la auto-tortura del tiran la piel del tórax, abstinencia sexual
otro para sentirse ellos mismos resucitados absoluta, extremada delgadez… Cientos de Montse de Mateo Puigmartí
y a salvo al otro lado del tenebroso viaje, al autorretratos y dibujos con su propia san- es fotógrafa y escultora. Especializada en cul-
otro lado de la cámara? gre en los que la línea que divide la vida y tura y literatura de Asia Oriental. Investiga, den-
Escribir sobre Nebreda es verdadera- el arte desaparece por completo. Todas las tro del programa de doctorado ‘Arte, filosofía y
mente complejo, quizá porque como se ha vejaciones que vemos en sus fotografías las creatividad ‘ de la Universidad de Valencia, el arte
dicho tantas veces, es uno de esos artistas ha soportado su cuerpo. corporal y el arte contemporáneo chino.

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BOSTEZO VISUAL
POR EVA MÁÑEZ

Eva Máñez, fotógrafa valenciana.


Ha trabajado como fotoreportera
en diferentes periódicos y revistas.
Su trabajo “Río Seco: los domingos
latinos del Jardín del Turia” sobre
las concentraciones de inmigrantes
en el antiguo cauce del río Turia,
fue expuesto en diferentes ciudades
españolas y publicado en numero-
sos medios. Actualmente prepara
una muestra sobre Haití y colabora
como fotógrafa en la compañía
Moments Art.

68 | fronteras mentales |
Espectáculo de la
compañía Moments Art

El cuerpo
transfigurado
La terapia como motivación para
hacer arte, frente al arte como
rehabilitación terapéutica. “Cuando
trabajo con ellos me olvido de
diagnósticos, trato de ayudarlos a
convertirse en mejores actores y
mejores personas”, afirma Juanjo
Rico, director de esta compañía de
teatro y danza formada por perso-
nas con discapacidad y enfermedad
mental. Explotar habilidades, miti-
gar incapacidades en el escenario
del teatro y de la vida. Si asumiéra-
mos la bio-socio-diversidad del ser
humano, los locos, quizás, podrían
ser ellos. Sin cursivas ni comillas. Y
tampoco pasaría nada.

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Diana Junyent,
pornoterrorista:
“La representación
pornográfica excluye
muchas sexualidades”
MOVIMIENTO POST-PORNO

Entrevista de Epo
Fotografías de Elisa García

“A mí me encantaría hablar simplemente de porno y tan felices todas.


El problema está cuando lo que te pone no es elegible porque no está
representado, porque la sociedad lo trata como si no existiera o como
algo marginal, desviado, enfermo o simplemente carente de interés”.

E
po: ¿Qué implica hoy ser queer? a pesar de que todo depende de cómo me implicara un deseo selectivo, una sexua-
—P.T.: Para mí ser queer significa despierte; si tengo la ‘testo’ por las nubes, lidad compleja.
básicamente tener mi propio gé- cosa que sucede algunos días al mes, eso
nero diluido entre algo que no es se invierte. —Epo: ¿Es una contradicción que una
hombre ni mujer. Me siento mucho más El género y la sexualidad no tienen prostituta queer discrimine a sus clien-
libre deambulando entre géneros y no nada que ver. El hecho de cómo me so- tes por razones de género?
estando encarcelada dentro del binomio cialice o sienta (hombre-mujer-trans) es —P.T.: Me he metido en esto de la prosti-
mujer-varón. Aun sabiendo que puedo independiente de mis preferencias sexua- tución por dos motivos principales: dar y
elegir en una amplia gama de posibilida- les. Ser queer no es sinónimo de que me vender lo que mejor sé hacer y disfrutar de
des, he decidido que estoy más cerca de folle todo lo que tenga patas, eso sería de- la experiencia. No creo que fuera honrado
la categoría mujer que de la de hombre, masiado simplista, como si ser queer no venderme a biohombres heterosexuales,

70 | platicando... |
cachondos. Pero cuando algunas nos da- tienen cara y orificios penetrables, ¿por
mos cuenta de que realmente el squir- qué no representa eso el porno?
ting nos la pone dura porque estamos A mí me pone como una moto tener a
hartas de estar excluidas en esto de la un caballero dilatado y dispuesto a cuatro
eyaculación, que nos sienta como un ju- patas para ser follado por mi tecnopolla.
guete nuevo, también advertimos que lo El porno no lo representa, por eso trata-
que estamos haciendo con nuestras co- mos de representarlo desde otros flancos.
rridas es en realidad sumamente políti- Como decía Annie Sprinkle: “La respues-
co. La genitalidad femenina ha sido siem- ta al porno malo no es la prohibición del
pre cosa de entomólogos, y por supuesto porno sino hacer mejores películas porno.
el porno nunca la había representado Si el porno que hay no os gusta, hacedlo
como objeto poderoso, dominante o pe- mejor”.
netrador/eyaculador, sólo como receptá-
culo del verdadero ‘protagonista’: el pene. —Epo: ¿Qué es más importante en el
Ha sido desde el post-porno y desde post-porno, la actitud y el proceso crea-
el porno queer donde esa genitalidad ha tivo, o el resultado final? ¿Te planteas
cobrado papel activo. En realidad lo que la participación de actores/actrices pro-
sucede con el squirting es que diluye mu- fesionales, más capaces a nivel ‘perfor-
cho la frontera entre la genitalidad mascu- mativo’, aunque no estén conciencia-
lina y la femenina, del mismo modo que dos, ni sean afines a la causa?
lo hacen los clítoris grandes o los anos de —P.T.: Supongo que en el post-porno, al
biohombres que se abren como almejitas: igual que en toda producción cinemato-
aproximan unas genitalidades a otras, las gráfica, lo importante es un poco todo,
no les daría un buen servicio sexual. Ade- hacen más igualitarias. Llegados a este el proceso y el resultado final. La actitud
más, no me pone nada cachonda que mis punto tampoco se diferencia tanto una po- va implícita en todo ello, aunque sean
partenaires sexuales tengan una biopolla lla de un clítoris, ni un chorrazo de semen actitudes diferentes. Quizás en el porno
penetradora y más testosterona que yo. de uno de fluido vaginal. Es un paso más profesional la mayor motivación sea lo
Mi experiencia sexual es lo que vendo: hacia ese mimetismo que sucederá, espe- lucrativo, mientras que en el post-porno
soy una estupenda folladora de biomuje- ro, en un futuro, cuando se represente una la actitud es más lúdica y política, pues
res. Esto se extiende, por supuesto, a los panda de chochos haciendo un bukkake o no se comercializa tan fácilmente, se hace
tecnohombres (hombres con chocho) y las un gangbang de pelvis femeninas atavia- por amor al arte, por decirlo de alguna
tecnomujeres (mujeres con polla). das con sendos ‘dildos’ penetrando orifi- manera. ¿Qué te hace pensar que un ac-
cios a discreción. A menudo imagino tam- tor o actriz ‘profesional’ va a saber ‘per-
—Epo: Me resulta curiosa la reivindica- bién bukkakes mixtos sobre caras mixtas. formar’ mejor el post-porno? Sería para
ción del squirting desde presupuestos ellas casi como empezar de cero, porque
queer. ¿Podrían ser igualmente reivin- —Epo: ¿Existen prácticas sexuales deni- ni las pautas, ni las ideas, ni la metodolo-
dicables el bukkake o la gangbang? grantes? ¿Las hay igualitarias? gía tienen relación. ¿De qué me sirve a mí
—P.T.: Es precisamente desde esos presu- —P.T.: Desde mi punto de vista, no. Lo que que un actor porno sepa meterla duran-
puestos desde los que se puede reivindi- sí hay es representaciones excluyentes te veinte minutos sin correrse si lo que
car el squirting como forma de subver- en el porno, cuando sólo se muestran, quiero de él no es un mete-saca de vein-
sión política. El porno mainstream no por ejemplo, eyaculaciones de semen so- te minutos? ¿A dónde voy con una actriz
ha hecho más que mostrarlo de forma bre mujeres o penetraciones de biohom- porno profesional con unas uñas de por-
cómica, ridiculizándolo, sin ir más allá. bres a mujeres. Las mujeres también eya- celana de dos centímetros si lo que quiero
Claro está que el porno no está para fi- culamos y también tenemos la capacidad es que haga un fisting? No es cuestión de
losofar sobre nada sino para ponernos de penetrar. Si los biohombres también que estén concienciados, sino que tiene

| platicando... | 71
El post-porno surge como reivindicación de unas prácticas sistemáticamente eludidas por temor a las
consecuencias sociales-políticas-emocionales que pudieran tener en la población

—P.T.: Como Annie Sprinkle, Belladonna ha tenido


la determinación de montar su propia producción
pornográfica con su propia imaginación, que desde
luego es mucho más enriquecedora que la que te-
nían sus directores cuando sólo era una actriz. Ella,
a diferencia de Sprinkle, ha sabido mantenerse en la
escena porno. Eso es lo que la hace tan atractiva para
mí. Es un jodido virus dentro del sistema. Nosotras,
desde nuestra burbujita post-pornográfica, no tene-
mos el poder de modificar lo que sucede en las ‘filas
enemigas’. Pero ella ha sabido quedarse en el sitio e
ir introduciendo, con sutil maestría, cosas realmente
post-pornográficas, elementos del post-porno que si
vinieran de otras manos la gente sencillamente echa-
ría a correr. Fisting, feeting, BDSM brutal, squirting,
penetraciones anales a biohombres, polvazos lésbicos
auténticos -por fin- y no ideados por la fantasía de un
biohombre, ‘desgenitalización’, mujeres empodera-
das con ‘dildos’ descomunales... Por favor, Belladonna
es como un mesías, está abriendo camino a lo que
vendrá, y lo hace desde la matriz, no desde los már-
genes como lo hacemos nosotras.

—Epo: El porno cada vez está más asumido, y a la


vez se diversifica y especializa. ¿Hasta qué punto
sirve como vehículo a las ideologías?
—P.T.: Desde que la representación pornográfica exis-
te, ha excluido muchas sexualidades. Y lo ha hecho de
forma premeditada. Con mi trabajo, el pornoterroris-
mo, trato de representar una sexualidad subversiva,
agresiva, degenerada, incendiaria. Que no es más que
la mía y de quienes la comparten o se aproximan a
ella. Que es ésa que toca las pelotas a la hetero-norma
y la aterroriza, de ahí lo de terrorismo, tan rígida
hasta para las personas heterosexuales, a las que han
condicionado más que a nadie a vivir sus sexualida-
des como instrumentos serviles al estado de poder,
Epo y Diana durante la entrevista privando a las biomujeres de su clítoris y a los bio-
hombres de su próstata, entre mil cosas más. Para
mí el porno es una herramienta para propagar mi
que ver con sus propios intereses como personas. virus personal.
Cualquier persona sirve para hacer post-porno si su
voluntad es representar algo diferente que no ve en —Epo: ¿Se puede hablar de post-porno o simple-
el porno tradicional o que éste ignora. Dentro del El porno no mente de porno y que cada uno elija lo que más
post-porno hay mucha gente que viene del por- representa la le ponga?
no mainstream. La mamma de la post-pornogra- genitalidad —P.T.: El post-porno surge como reivindicación de
fía, Annie Sprinkle, empezó ahí. Ella inventó el femenina como unas prácticas que han sido sistemáticamente eludi-
post-porno como una respuesta a ese otro porno das por temor a las consecuencias sociales-políticas-
donde ella no veía representadas sus fantasías, y objeto poderoso, emocionales que pudieran tener en la población, en
las de mucha gente, y como crítica a la falta de dominante o los seres pensantes. Hay que luchar por su visibilidad.
imaginación, a la limitación del cumshot y a la penetrador/ De momento es necesario que exista esa distinción,
penetración mecánica. eyaculador, sólo hasta que se le abra el ojete mental a ese monstruo
como receptáculo que se llama industria-Estado-norma.
—Epo: ¿Cómo es posible que una pornoterro-
rista queer como tú sienta devoción por Be- del verdadero Epo
lladonna, al igual que millones de pajilleros ‘protagonista’: el es dj del colectivo Ligres (www.ligres.com), amigo de Japón y
heteros? pene profesional de la noche.

72 | platicando... |
SUPLEMENTO LITERARIO DIRECTOR: SALVADOR SALGUEIRO

B A T I S C A F O
74 Batiscafo

OTOÑO 2009

E
n este mundo de cómodos dolores, de levísimos sufrimientos casi siempre ajenos,
de indiferencia cínica, bravucona o timorata, todos hemos tenido la necesidad o
la exigencia, alguna vez, de confesarnos. De confesar nuestra infinita culpa como
criaturas voraces, como tímidos consumistas o como falsos espectadores de desgracias
espectaculares y olímpicas. ¿Quién podría significarse como absolutamente limpio de
falla, como campeón de los derechos morales, como habitante orgulloso de su feliz rutina?
¿Quién podría sentarse alegremente a mirar en las pantallas las telecomedias y el fútbol,
las noticias de sociedad y los reportajes sobre genocidios, gorjeando ante las nuevas
marcas para que la compulsiva desidia homicida prosiga hasta la madrugada? Nadie
parece libre de culpa en las calles, todos pasean cabizbajos ahítos de remordimiento, con
la cara haciéndose añicos sobre el vaso de vino, con la mueca torcida ante la chaqueta
recién comprada, con el vientre bien prieto en la soledad funeral de los gimnasios. El
pecado lo anega todo, y los burgueses bien conocemos cuál es el avejentado precio que
libraremos por nuestras falacias, toda la gran clase media blanca europea ufanándose de
sus aburrimientos, midiéndose con tersura sus atributos culturales, artísticos y filosóficos.
Los pobres, sin embargo, sólo quieren un teléfono móvil nuevo para cuando salgan de la
cárcel. De cualquier manera, todos tendremos que obedecer a nuestras faltas, las onerosas
y las involuntarias, las responsabilidades huidas y las agrias caídas del alma en un mundo
que no sólo se olvidó de Dios, sino también de que una nueva nevera o un postgrado no
previenen de la insolidaridad inculpatoria que deviene en locura. Somos todos deudores
porque no más podemos que engrasar esta celosa maquinaria de muerte; la muerte
histórica de Hiroshima, la aquí mentada en los bosques de Katyn, las olvidadas en Ereván
o en Ocosingo, quién sabe, y final, supremamente, las otras, las diminutas, inanes muertes
en las amontonadas ciudades: no los asesinatos pasionales, las humillaciones raciales o las
represiones policiales, sino las vidas moribundas, las de nosotros los zombis, las existencias
obedientes y vigiladas, la competición profesional en la celosa jerarquía, los ataques de
pánico o de ansiedad, el estrés postraumático de cualquier minucia: detalles estadísticos
que coronan a unos tres mil millones de hambrientos.
A
mí, a Sebastián Salgueiro, me ha llegado la hora de confesar. He sido necio
hasta quedarme solo: y ya sólo me queda suplicar un poco de clemencia.
Ayudé bien poco a mis semejantes, desprecié a mis amigos más obtusos y
sólo extraje placer de ultrajar y de malversar. Nunca me levanté temprano, fumé todo
lo que pude sin pagarlo y me burlé de aquellos que con sus pegajosos horarios sólo les
dio para beber y llorar y esnifar. Sin embargo, mi mayor culpa, la única verdadera, por
la que me juzgarán un día corderos con siete cabezas de trompeta, fue la de vivir sólo
de poemas. De eso me alimenté, exclusivamente, sobreviviendo con versos rotundos
entre libros medianos, exprimiendo la tonada para epatar al mediocre, solazándome
tranquilo por un nuevo poema descubierto, alucinado, apocalíptico, siempre a punto
de condensar el mal. Con la única energía que un poema me otorgaba para seguir
viviendo unos días. Poco más me importó, ni otras bellezas más prácticas, ni las
miserias de los que se cabeceaban el badajo para llegar a fin de mes. Y con los años,
qué iba yo a aprender sino a negarme, cómo prosperar con tan poco y tan frágil,
cómo saber de Wolfgang Weyrauch, cómo conocer a Elisabeth Siefer, traduciendo
al romance del alemán, en la UNAM, en México, para qué indagar más en Richard
Exner, si escribe ya poemas como éste, si él ya sabrá que si no fue en Auschwitz, será
en Badajoz, o en Kiev, en Dresden, a orillas del Urumea, en cualquier hogar, en horario
de máxima audiencia, delante del color de sus pantallas.
DESPUÉS DE AUSCHWITZ

para Wolfgang Weyrauch

¿Ya no hay poemas?

¿Entonces el apologético
Informe del Gobierno
(el Libro Blanco – oh lenguaje,
¡violada suavidad
de la nieve!),
la pesada novela
mentirosa o el
periódico tal vez?

Como una fosa común


el poema ahorra
espacio y tiempo.

Antes de Auschwitz,
después de Auschwitz
llovían dictaduras
y los ríos y
las ciudades
llevaban sangre.
Después de Auschwitz
ya no se puede matar
a la historia.
El trabajo siempre
hará libre
y los que de día asesinan
escuchan en la noche
a Mozart y a Bach.
Desde Auschwitz
-¡hay que quitarse el sombrero
ante este siglo!-
ya nada es
imposible.

Ni siquiera los poemas.


2 3

Animados Hoy,
a dar rienda suelta a un respiro
a su fantasía, del tercer milenio
unos niños de Kampuchea de la cruz,
-cuyo asesino más reciente el primer mundo y el segundo
decidió que allá sobraban indiscriminadamente
millones de devoran
seres humanos- al tercero.
dibujaron
cómo colgaban, Radiante
disparaban y quemaban perecerá
a sus padres, lo que no esté muerto por hambre.
hermanos y extraños. Antropófagos:
Y en ese momento oh, cómo os protege
una niña preguntó la palabra extranjera.
¿qué cosa es una muñeca?
Aún tiembla el aire El Apocalipsis
en las puertas azotadas (Juan de Patmos,
del jardín, El Bosco, los
y la voz que ordenaba pavorosos
el trabajo a Adán y a Eva fabulistas)
(fue una gracia, creedme, desde hace mucho
rutina y ya ha comenzado.
consuelo del agotamiento)
aún sigue vibrando. Vivimos,
antes de morirnos,
sus detalles.
4
Desde Auschwitz,
Muy de madrugada desde Auschwitz
el sol, me avergüenzo cuando
las flores, estoy en el abrazo.
la tierra abierta. Tu cuello pulsa
Naturalmente contra mis labios
los mirlos cantan como los pájaros grandes
también en el bosque abaten su presa.
de Katyn.
Nuestros cuerpos
Hay que quitarse el sombrero sin aliento se
ante nuestro siglo. unen bruscamente y
yacen desnudos
Su progreso trenzados
salta a la vista: como si alguien
tiros en la nuca y les hubiera dado
neurocirugía, todo una ducha mortal.
lo lleva a cabo
con exactitud. Mientras yo
Nos extermina sienta tu piel,
como nos salva no te desollarán
combatiendo el cáncer para forrar una lámpara.
que ha sembrado.
Hay que quitarse la cabeza De golpe nos despertamos
ante nuestro siglo. agradecidos.

Ven, 6
nuevo milenio post-Auschwitz
ven a Auschwitz ¡Despierta!
Matan a la gente mientras duermen
Si no, todo fue y al sur de nosotros
en vano. (los desaparecidos)
lo que uno ha besado
5 (los desaparecidos)
es torturado
El que sigamos amándonos instantes después.
es un milagro.
Ven, Alguien, tal vez
antes de que suene la hora la esperanza, graba a fuego
con cachiporras las letras
antes de que en su cerebro.
los que estamos desapareciendo
nos entreguemos. Blancas,
sin imprimir,
A pesar de Auschwitz desde los archipiélagos
no se puede matar a la Historia. por encima de las fronteras.
Pero sí a nosotros, ¡Fuera con ellas!
a nosotros sí
y tan fácil. Y ahora
gritar, con gran voz
7 y de memoria
gritarlas:
¡Despierta!
Tócame, La escritura
no esperes como tempestad,
a que los tiempos como el humo de hombres
cambien. quemados.
No cambian
jamás.

Hasta que Auschwitz Richard Exner (1929-2008)


y todos los desaparecidos
hayan sido olvidados, recordados y Traducción de Elisabeth Siefer
expiados
estaremos mudos.

Y sin embargo, hay poemas.

Con boca muerta hablamos,


concebidos por tortura.
Sólo los hombres
desaparecen
sin huella.
A los poetas se les puede
matar a golpes. Nombres
son extinguidos.
LA CITTÀ DELLA GIOIA
Un proyecto de Valeria Venezia1

A pesar de que han pasado más de treinta años de la Ley 180/78 (Ley Basaglia), donde se impuso el cierre de los
manicomios, se respira el mismo aire de desesperación e incomprensión.

1
Las fotografías de este proyecto fueron tomadas en el año 2007 en diferentes psiquiátricos abandonados
de Italia. Ver más en: http://www.flickr.com/photos/misiaphotos

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