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1. Ropa interior: La ropa interior suele utilizarse principalmente como un artículo de higiene que
contiene diversas secreciones corporales como el sudor, la orina, el semen, los fluidos de la
lubricación vaginal, el flujo menstrual y las heces fecales, previniendo su contacto o absorción hacia
la ropa de uso externo. Existen productos desechables especializados en forma de ropa interior
capaces de contener el flujo de orina y heces fecales, tales como los pañales de uso infantil y adulto,
y la ropa diseñada para personas que padecen incontinencia urinaria.
Lavado:
Recomendaciones:
Si la prenda es muy delicada la primera recomendación es lavarla a mano, en especial cuando se trata de
ropa interior de seda, quizá te tome más tiempo pero te ayudará a perdurar la vida de la pieza
Para lavarla a mano ponla a remojar en agua caliente, no a más de 30º, con un poco de jabón neutro o
especial para prendas delicadas durante algunos minutos, enjabona la prenda sin arrugarla, frotándola
delicadamente, enjuaga y remoja nuevamente la prenda con agua y vinagre blanco durante unos minutos,
este paso hará la diferencia.
Antes de la regla, selecciona el método que más se adecue a tus necesidades y con el que te sientas
más cómoda (compresa, tampón o copa menstrual). Eso sí, debes cambiar tu protección cada cierto tiempo
a lo largo del día
Una vez llegado el coito no se considera indispensable volver a limpiarse las partes íntimas. Los sexólogos
suelen recomendar que la pareja dedique los momentos posteriores al acto sexual a quedarse en la cama
abrazada y acariciándose antes de que uno de los dos desaparezca rumbo al lavabo.
Estar sin lavarse no es algo insano ya que el esperma es estéril y cualquier mujer puede pasar toda una
noche con esta sustancia en la vulva o en las nalgas. El hombre, por su parte, también puede quedarse
tranquilo ya que las bacterias que provienen de la vagina no perjudican al sexo masculino.
¿Qué es?
El pH significa ‘potencial de Hidrógeno’, hace referencia a los niveles de hidrógeno en la piel vulvo-vaginal
de la mujer a lo largo de sus vidas. Se estima que los valores varían a lo largo de la vida así:
La vagina cuenta con una flora bacteriana que cumple una función protectora frente a patógenos externos;
pero el aumento del pH provoca una disminución de esta flora, lo que podría aumentar el riesgo de tener
una infección del tipo vaginal.
Causas encontradas: Un pH vaginal alterado favorece la presencia de molestias como picor, irritaciones
y enrojecimiento, así como la aparición de infecciones vaginales.
Mucosidad continua. Si una mujer tiene falta de higiene vaginal puede tener descargas vaginales
desmesuradas que pueden tener incluso mal olor.
Irritación vaginal. Esto puede ocurrir por usar productos o toallitas en lugar de realizar un lavado
con agua y jabón adecuado.
Infecciones vaginales. Con una mala higiene íntima se pueden provocar infecciones vaginales por
culpa de no tener limpia la zona. Los síntomas suelen ser malos olores en la vagina, con secreciones
con moco espumoso de color amarillento o verde y picores vaginales. Es necesario tratarlo
inmediatamente para que no se transmitan al cuello del útero, esto podría causar una cervicitis.
Mal olor: Otra consecuencia negativa es el mal olor que puede desprender la vagina si no tiene una
buena higiene. Este olor no sólo se queda en tu ropa interior, sino que traspasa la ropa y puede
llegar a las personas de tu alrededor, algo que puede llegar a causarte incomodidad.
Infección de orina: La infección de orina también puede ser consecuencia de una mala higiene
íntima y es necesario que siempre te laves las manos con agua y jabón cada vez que utilices el
baño.
Sudoración excesiva: La mala higiene puede también fomentar el cultivo de bacterias en la vagina,
provocando exceso de sudor y por ende, malos olores y picazón.
FALSO. Los lavados vaginales deben ser lo suficientemente frecuentes para mantener la limpieza, pero sin
exagerar para no dañar el PH vaginal (que es una escala de acidez y alcalinidad, mientras más ácido es
mejor).
9. Tipos de higiene:
Higiene deportiva
La higiene deportiva significa mantener una serie de hábitos que ayudan a obtener el máximo rendimiento
con el ejercicio físico y a realizarlo lo con la máxima garantía de tener ningún problema.
Higiene corporal
La higiene corporal incluye un conjunto de prácticas destinadas a mantener una correcta limpieza del cuerpo,
en especial de la piel y sus anexos: los cabellos y las uñas.
Higiene postural
Es el evitar todo esfuerzo innecesario o las posturas que mas perjudican a la columna. La razón de tener
este tipo de cuidado con la columna vertebral en especial es porque es el eje de nuestro esqueleto y soporta
buena parte del peso corporal.
Higiene en el baño
Ciertos gérmenes dañinos y parásitos pueden ser transmitidos a causa de una pobre higiene en le baño. A
los padres se les recomienda especialmente que se aseguren que todos los miembros de la familia cumplan
con la regla de aseo de manos después de utilizar el baño La primera línea de defensa contra la transmisión
de enfermedades es el papel higiénico.
Se recomienda realizar un lavado de la zona íntima una vez al día. Es importante reseñar que los
lavados muy frecuentes pueden alterar la flora vaginal, que es más frágil durante la gestación.
Es preferible que el lavado se haga con las manos, ya que podría haber microorganismos nocivos en
esponjas o guantes.
El lavado de la zona íntima femenina debe ser siempre externo, tanto si se está embarazada como si
no, puesto que el interior de la vagina no necesita ningún tipo de lavado, ya que se protege de gérmenes de
manera natural. Las duchas intravaginales podrían debilitar aún más la delicada flora vaginal durante los
meses de embarazo.
MASCULINA
1. Ropa interior:
Lavado: Para vuestros slips, boxers, o calzones, el mantenimiento parece bastante sencillo. Se
pueden lavar en la lavadora a una temperatura de 60º sin ningún tipo de problema, sin embargo, es preferible
no mezclar los colores claros con los vivos. Para el secado, es sencillo, puesto que la secadora también
está permitida. Se debe dar prioridad a una temperatura media más que a una temperatura demasiado alta,
y no abusar de la secadora, puesto que a la larga termina por dañarlos. Si preferís secarlos al aire, se debe
evitar la exposición al sol, si pretendéis alargar la vida de vuestra ropa interior.
Recomendaciones:
1.Lee la etiqueta cuando los compres para saber que cuidados necesita ¡te llevará sólo 1 minuto!.
2. Guarda los calzoncillos juntos siempre en el mismo cajón.
3. Dóblalos con cuidado de no estirarlos, no los metas de cualquier manera.
4. No uses el mismo calzoncillo más de un día y déjalo en el cesto de la ropa sucia (no lo tires por
cualquier sitio ya que podrían coger suciedad y bacterias).
5. Procura no meterlos a la secadora (las altas temperaturas no son buenas).
Elige un jabón suave. Muchos jabones contienen perfumes que pueden irritar la piel sensible, y
otros contienen agentes limpiadores que son demasiado fuertes para usar en los genitales. Para obtener
mejores resultados, elige un jabón suave no perfumado hecho para usar en el cuerpo (en otras palabras: no
utilices jabón de manos).
Si tienes piel sensible, pregúntale a tu médico o dermatólogo acerca de elegir un jabón adecuado para ti.
Toma una ducha o un baño. Utiliza agua tibia en lugar de agua caliente para evitar quemar o
irritar tus genitales y el resto de tu cuerpo[4] Báñate como normalmente lo haces, jabonándote con el jabón
suave no perfumado que escogiste y lavándote con agua tibia.
Lava tu pene. Frota el jabón que escogiste entre tus manos y aplica la espuma a tus testículos y
el cuerpo del pene. La clave a recordar con un pene no circuncidado es lavarte debajo del prepucio.
Mantenlo limpio. La higiene personal es importante, pero los médicos advierten que lavar en el
pene en exceso puede traer consecuencias. Lavarte con mucha frecuencia, especialmente con jabón o gel
de ducha, puede causarte irritación y dolor.[9]Asimismo, debes secar completamente tu pene después de
ducharte. Si utilizas talco o polvo corporal en tus testículos, resiste la urgencia de aplicarlo en el pene. Si el
talco se mete debajo del prepucio, puede causarte irritación y malestar.
Ten en cuenta el cuidado del prepucio. Con el cuidado e higiene adecuados, tener un pene no
circuncidado no presenta ningún problema de salud significativo; sin embargo, la falta de limpieza bajo el
prepucio puede causar una acumulación de aceites y desechos, llamado “smegma”.
4. Higiene después de las relaciones sexo genitales.
Para evitar infecciones en tanto hombres como mujeres, se deben tener cuidados higiénicos antes y luego
de tener relaciones sexuales. Para impedir la cistitis en las mujeres, debe asear correctamente su parte
íntima con jabones neutros y agua, luego de cada relación sexual.
Con cambios de bañador, ir al baño de forma regular sin aguantar las ganas, tener cuidado durante las
relaciones sexuales, usar prendas que permitan la transpiración, beber agua en abundancia, no abusar del
alcohol y el café, así como, tomar alimentos ricos en fibra.
o Fimosis. Se da cuando el prepucio (piel que rodea al pene) no puede bajar y descubrir el glande
(cabeza del pene), lo cual puede provocar problemas de higiene. "Es algo con lo que se nace, la cabeza
queda atrapada adentro y necesita de una operación inmediata", explicó el doctor Lazo.
o Parafimosis. Es cuando el prepucio no puede subir y queda estrangulando al órgano sexual. "Es una
emergencia urológica que se puede resolver de manera manual o de forma quirúrgica.
o Balanitis. El la inflamación y/o infección tanto del glande como del prepucio, debido a hongos, bacterias
y virus, muchas veces por falta de higiene. Si bien hay tratamiento con antibióticos, se soluciona con
una circuncisión (cirugía local) para evitar que el prepucio largo sea caldo de cultivo para posteriores
infecciones.
o Priapismo. Es una dolorosa erección que puede prolongarse hasta por más de 4 horas. Una sobredosis
de viagra o de otras medicinas, así como el abuso de alcohol y drogas, puede inducir a esto.
o Enfermedad de Peyronie. Es cuando el pene se dobla no por una razón congénita, sino debido a
secuelas, traumatismos o microtraumatismos durante las relaciones sexuales. Puede hacerse una
cirugía, aunque se corre el riesgo de un acortamiento del miembro viril.