Norbert Elias parte del concepto de lo que comúnmente se conoce como
“civilizado”, considerándolo como un proceso de la psicología y de las estructuras
de organización social de los occidentales que va cambiando directamente la psico génesis y la socio génesis; el estudio de esta perspectiva implica la relación y en ella el origen y dependencia con la historia de las mentalidades o de la cultura, conocida así por los francés e ingleses respectivamente. Se centra en la orgullosa autoconsciencia de ser civilizados que tienen los occidentales, mostrando así la complejidad de los cambios que han configurado la cultura de las sociedades en los ámbitos sociales, económicos y políticos. Critica en principio la mentalidad de la sociología en ascenso guiada por las ideologías burguesas e industriales que construyen la idea de lo civilizado, que es en fin, lo que conlleva al progreso, que según Elías, únicamente podría consistir en que se supiera más sobre cómo funcionan los humanos entre sí y en que pudiera describirse dicha configuración, la cual, no guía hacia ningún fin o progreso y más aún señala que no hay algo realmente bueno o malo en la civilización, pues sí se es civilizado, no se es bueno o malo, sino que se está expresando un hecho sociológico. Su investigación se remonta al siglo XlV y a la edad media, donde se genera un movimiento de pautas de comportamiento que se extenderá hasta la actualidad llevando a los grupos aristocráticos caballerescos hacía los de la aristocracia cortesana, donde se busca modificar la conducta de estos grupos para diferenciarlos de las comunidades campesinas y responder a sus nuevas labores dentro de las estructuras estatales de las cortes que se unificarán a partir de la aparición de los estados centralizados. A partir de esto se genera un proceso de condicionamiento en la conducta con elementos como la literatura, los libros de consejos y los manuales de Courtoisie, los cuales buscaban hacer costumbres menos rudas y más finas, cambiando así determinados códigos de comportamiento en los distintos espacios, o la forma de sonarse la nariz o escupir, además del comportamiento en dormitorios, el trato entre sexos y el manejo de la agresividad. Al analizar, de manera general la perspectiva estudiada por Norbert Elías, se reflejan de inmediato, los grandes cuestionamientos sobre lo que la sociedad (a partir de los hechos sociológicos presentes en ella, como la configuración de sí misma) considera como bueno, aceptado, civilizado o normal; dichos cuestionamientos se dan en base a la gran influencia que a partir del proceso de globalización se ha generado en nuestra sociedad, generando un código de comportamientos específicos “adecuados”, los cuales le dan un giro a la forma como percibimos lo que vivimos y generan un cambio inclusive dentro de las mismas estructuras sociales. Por otra parte también sería interesante preguntarnos por la posibilidad de que en nuestra sociedad no se hubiera generado esa influencia en la cultura por parte de los occidentales y de qué manera estaríamos organizados: cómo nos relacionaríamos y cómo conviviríamos; yendo un tanto más a las sociedades primitivas, donde el acto sexual no era censurado, o la manera de expresarse y relacionarse de acuerdo a lo que su proceso sociológico dentro de una sociedad distinta le imponía, genera una gran duda. Por su parte Norbert Elías se encarga de aclarar qué momentos de la historia de la sociedad fueron necesarios para establecer la conducta civilizada, término que le obliga a hacer un análisis detenido sobre su trasfondo y bajo qué subjetividad está enmarcado, llegando inclusive a criticar a la sociología que precisamente porta esa mentalidad encaminada al proceso civilizatorio.
Michael Foucault dentro de sus razonamientos, explica de qué manera en la
sociedad se genera una distinción entre lo normal y lo anormal: lo normal por un lado, casi siempre es aceptado por las mayorías, por ello no genera ningún tipo de alteración, mientras que lo anormal, por su parte, crea una especie de desconcierto que es generado a partir de la subjetividad que nace alrededor del discurso que maneja la sociedad para determinar lo que está bien y lo que está mal. Con base en esto, surgen diferentes instituciones u organismos encargados de controlar, regular, reprimir y censurar dichos comportamientos que, dentro de estas sociedades no son permitidos o aceptados; instituciones u organismos tales como los hospitales psiquiátricos, las cárceles, los reformatorios, entre otros; los cuales, conforman un completo sistema de control y adoctrinamiento en algunos casos, de esta manera estos comportamientos se individualizan y tienden a desaparecer. Se analiza entonces, el importante papel que juegan los medios de comunicación al incidir en el pensamiento de las personas de manera directa, puesto que los sujetos se ven expuestos a un bombardeo de información, altamente manipulada por algunas entidades, las cuales van tras determinados intereses (…)