Han sido diferentes eventos que a lo largo de los años han marcado la historia de la industria petrolera a nivel mundial. Los inicios de esta se hallan a mediados del siglo XIX en Pensilvania Estados Unido; Dándose la aparición de Rockefeller en este negocio, queriendo resaltar en su desmedida ambición y el modo en que la producción de automóviles en masa durante el inicio del siglo XX dio impulso a los productos derivados del petróleo. A su vez se comenzaba con la explotación petrolera en el medio oriente, siendo encabezada por los británicos, y el desconocimiento que tenían en ese entonces los líderes árabes acerca de la inmensa riqueza que llegaba a representar el petróleo; siendo el motivo por el cual las compañías petroleras más importantes del mundo, denominadas “las 7 grandes hermanas” llegaron a sacar provecho de esta situación. Luego de que ocurre esto se da inicio a la nacionalización de la industria petrolera llevada a cabo en México a fines de los 30 y todas las implicaciones que se generaron a partir del petróleo durante el desenlace de la segunda guerra mundial, y como poco a poco se iba consolidando en Europa y Estados Unidos una floreciente sociedad de consumo cuya una de sus finalidades será la “democratización del automóvil” relacionado a este fenómeno un periodo de prosperidad para quienes controlan la poderosa industrial del oro negro a nivel mundial. Llevando a cabo la nacionalización del petróleo grandes potencias como Estados Unidos e Inglaterra comienzan a incrementar sus esfuerzos al finalizar la segunda guerra mundial, con la finalidad de encontrar nuevos yacimientos y saciar la creciente demanda de petróleo. Y es así como se forja la alianza estratégica entre Estados Unidos y Arabia Saudita, bautizada como el “Paraguas Estadounidense”; es durante esta época que exploradores al servicio de Estados Unidos descubren en la zona oriental de Arabia el yacimiento petrolero más grande del mundo, compuesto por alrededor de unos 200 km de extensión, lo que genera a que varias de las “grandes” de Estados Unidos se alíen para poder sacarle el mayor beneficio posible. Años más tarde en década de los 50, despierta un “nacionalismo petrolero” en medio oriente y con ello la disputa por obtener una renegociación de los contratos con las denominadas “grandes” que les permitiera beneficiarse en mayor grado la renta generada por el oro negro. Un personaje importante durante estos eventos fue Pablo Pérez Alfonso, un político venezolano, siendo clave en el origen de una de las organizaciones petroleras internacionales con mayor peso hasta el día de hoy: La OPEP (Organización de Países Exportadores de Petróleo). Otra pieza clave fue el destacado político Iraní Mohammad Mosaddeq, quien fue quien decidió nacionalizar el petróleo iraní a comienzos de los 50, lo que condujo a un enfrentamiento con el gobierno británico quien decidió “embargar” el petróleo de este país para así generar una inestabilidad política. Fue cuando finalmente en el año 1953 Estados Unidos intervino, y provoco un golpe de estado que dio fin al gobierno de Mohammad Mosaddeq y a su vez estrecho los lazos petroleros entre la potencia americana e Irán. Siguiente de esto se lleva a cabo la denominada crisis del canal de Suez, siendo un punto importante en la ruta comercial del petróleo, que bien podría decirse fue la más clara expresión del nacionalismo árabe, liderado por el controvertido militar egipcio Gammal Abdel Nasser, quien abrió el camino a las nacionalizaciones de petróleo convirtiéndolos en unos años más adelante en los mayores productores de petróleo en medio oriente. Las nacionalizaciones del petróleo realizadas en países desarrollados como Francia e Italia, nos describen el importante impulso que le dio Enrico Mattei en la década de los 50 a la industria petroquímica de Italia a través de la empresa estatal ENI. A su vez los procesos de nacionalización petrolera llevados a cabo por Argelia, Irak y Libia se dan entre finales de la década de los 60 y comienzos de los 70. Más adelante se genera una crisis petrolera debido a la compleja relación entre la devaluación del dólar a nivel mundial, la guerra del Yom Kippur, las nuevas medidas de la OPEP y la cuadruplicación de los precios del petróleo lo que conlleva a desarrollar un fenómeno denominado “el petróleo como arma”. Además las nacionalizaciones del petróleo en términos generales permitieron a los países productores del crudo tener control aproximado del 80% de sus reservas petroleras, estando el 20% restante en manos de las multinacionales. También se vio afectada la economía mundial incluso la de los países desarrollados, debido al alza desmesurada de los precios del petróleo, teniendo como consecuencia la difusión masiva de campañas publicitarias que incentivaban las diferentes formas de ahorrar energía y el desarrollo de otros mecanismos para la producción de energía amigable con el medio ambiente. Las secuelas que generó la segunda crisis petrolera ocasionada por la revolución iraní en el año 1979 y la siguiente guerra fratricida entre Irán e Irak que llevo a cabo una nueva alza en los precios del crudo en el mercado internacional. Paradójicamente, a pesar del ingreso de un enorme "chorro de petrodólares en los países productores, sus líderes políticos confiados en que los precios continuarían ascendiendo indefinidamente, contrajeron una serie de deudas que tenían como finalidad financiar megaproyectos de modernización que en algunos países tuvieron éxito pero no en la mayoría de ellos. Justamente cuando los precios disminuyeron notoriamente a mediados de la década de los 80, en parte consecuencia de la falta de cumplimiento al interior de la OPEP sobre las "cuotas de producción", se evidenció que el "chorro" de petrodólares no se instrumentalizó debidamente para "irrigar" el desarrollo socioeconómico de sus pueblos. Finalmente ante el fracaso generalizado de la "independencia petrolera" que habían asumido en la década anterior, los países petroleros se vieron en la necesidad de invitar desde finales de los 80 a las denominadas "grandes" a gestionar y explotar sus reservas petroleras por medio de "contratos de asociación", al tiempo que Hussein provoca la denominada Guerra del golfo en los albores de un nuevo orden internacional: la posguerra fría. Se llevan a cabo las grandes fusiones empresariales que se han realizado entre varias de las "grandes" por lo que ahora deben ser calificadas como "Súper grandes". Siendo paradigmática la fusión entre las petroleras estadounidenses Exxon y Mobil. El aumento sostenido de los precios del crudo que se da desde mediados de la primera década del siglo XXI obedece fundamentalmente al crecimiento de la demanda en China y en menor medida en India. Se le da gran importancia al principal yacimiento petrolero de Rusia que se ubica en la zona oeste de la fría estepa siberiana y las dificultades que entraña el transporte del crudo hasta un puerto en el helado mar de Barents. Es así como se ha generado el enorme interés que ha despertado en las "Súper-grandes" la compleja región del Cáucaso y los recelos que esto genera en Rusia en razón de la explotación y construcción de oleoductos en esta antigua zona de influencia soviética que le garantiza a Occidente el suministro diario de 1 millón de barriles. También se genera un inusual interés comercial especialmente en los últimos lustros, el golfo de Guinea -en África occidental, específicamente Nigeria, Guinea Ecuatorial y Angola- cuyo desarrollo de la industria petrolera no ha contribuido, como era de presumirse, al desarrollo socioeconómico de sus pueblos. ¿Cuándo comenzará la declinación de la producción de petróleo? ¿Dentro de cuánto tiempo la producción de crudo a nivel global alcanzará su pico?; es por ello que podemos ver la doble cara que tiene el petróleo, puede llevar a un país al éxito o al fracaso. Y debemos enfocarnos en el futuro darle paso a diferentes alternativas de energía y que así no ocurra un colapso energético.