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Terremoto de El Salvador 28 de febrero – 2001

Exactamente a un mes de ocurrido el primer terremoto , ocurrió


otro el día martes 13 de febrero de 2001.
El sismo ocurrió a las 8:22 a. m. hora local (14:22 UTC) con una
magnitud de 6,6 Mw y una profundidad de 13 km con una duración
de 20 segundos, con epicentro en San Pedro Nonualco La Paz. Los
departamentos más afectados por este sismo
fueron: Cuscatlán, San Vicente y La Paz.

Cifras

Las pérdidas humanas dieron un balance de 315 fallecidos, 3399


heridos, 252 622 damnificados, 37 desaparecidos, entre
otros. Pérdidas materiales: 57 008 viviendas destruidas, 82
edificios públicos, 111 escuelas y 41 hospitales.
Algunos de los sectores afectados por el terremoto fueron: San
Martín, San Salvador, San Miguel, San Juan Tepezontes y
Candelaria en el Departamento de Cuscatlán donde se registró una
de las peores desgracias ya que algunos niños murieron soterrados
en una escuela.16 Se registraron derrumbes en los volcanes de
Santa Ana y San Vicente, la cordillera del Bálsamo, cerros San
Jacinto y Las Pavas. El epicentro del sismo fue localizado a unos
30 kilómetros de San Salvador, entre los departamentos de La Paz
y Cuscatlán, a una profundidad focal de 13,9 kilómetros, según el
Centro de Información de Terremotos de Estados Unidos. En total,
las cifras unidas con las del terremoto del 13 de enero dieron un
total estimado de pérdidas de 1603,8 millones de dólares,
equivalentes al 12,1 % del PIB, 43,5 % de las exportaciones y al
75 % del presupuesto general de la nación para el año 2001.
Un mes después del terremoto del 13 de enero del 2001 los
salvadoreños volvieron a ser sorprendidos por un nuevo sismo que
destruyó gran parte del área paracentral del país.

A las 08: 22 del martes 13 de febrero, un sismo de 6.6 grados


Richter dejó sentir, durante 20 segundos su fuerza destructora,
que dejó al menos 315 personas fallecidas, 3,300 heridas y más de
250 mil damnificados.

Los departamentos centrales y paracentrales de Cuscatlán, San


Vicente y La Paz, que fueron declarados como zona de emergencia
por las autoridades nacionales, quedaron prácticamente
destruidos.

El epicentro fue localizado en una falla local de San Pedro


Nonualco, a 30 kilómetros de San Salvador, situada a una
profundidad focal de entre 8.2 y 13 kilómetros.

El estudio de Propósitos Múltiples del ministerio de Economía de


1999 registra que la mayoría de las viviendas en la zona
paracentral estaban construidas con adobe. Las paredes de estas
casas no soportaron el evento y cedieron.

Daños:

Total de fallecidos: 322

Total de lesionados: 3,536

Total de viviendas destruidas: 52,820

Viviendas dañadas: 48,055

Damnificados: 372,603

Edificios públicos dañados: 30

Derrumbes: 45

Hospitales dañados: 5

Unidades de salud dañados: 27

Escuelas afectadas: alrededor de 200


Testimonios:

Testimonio de José Antonio Vela, San Salvador, El Salvador:


Fue mi tercer terremoto luego del de 1965 y 1986.
Definitivamente, el peor. Seis personas estábamos en capacitación
dentro de la oficina. No perdí el control y recomendé a la gente
que se ubicara bajo el marco de la puerta. Luego me acomodé
bajo mi escritorio y esperé; fueron 32 segundos.

Cuando me incorporé, tomé el teléfono (todavía funcionaba) y


logré comunicarme con mi hija de nueve años que lloraba
aterrada. Le dije que salieran al parque, que iba por ellos.

Pude darme cuenta que no habían daños notables en la zona que


me encontraba ni en el trayecto que recorrí hasta reunirme con
mis hijos. No tenía la menor idea de los estragos hasta que
algunas radios volvieron al aire.

Testimonio de José Mario Rivera, San Salvador, El Salvador:

Es la segunda experiencia fuerte de terremoto en la cual me


encuentro. El 13.01.01 a las 11:35 horas de El Salvador,
desempeñaba mi trabajo en la empresa Telecom, edificio Roma
Antigua.

Se desprendió el cielo falso y se cayeron lámparas, cuadros,


monitores de computadoras. Mis compañeros y yo buscamos la
salida en medio de gritos, llanto, miedo.

Soy socorrista retirado, lo que me permitió mantener la calma.

Luego sabía que tenía que regresar a mi lugar de trabajo. Los


compañeros de las estaciones repetidoras necesitaban ser
escuchados y animados. Muchos quedaron aislados por los
derrumbes de tierra.

Gracias a Dios, no abandonamos el lugar, no por valientes sino por


el compromiso humanitario del servicio de la telefonía con
nuestro pueblo.
Testimonio de Ana G. Sorto, Santa Tecla, El Salvador:

Ya viví dos terremotos, el de 1986 y del otro día, y puedo decir


que éste fue el peor. Pensé que había llegado la hora de entregar
cuentas al creador. Únicamente decía, "¡Dios mío, no deja de
temblar!". Afortunadamente estaba en casa, aunque hay muchos
de mi ciudad que les habría sonreído la vida de no estar en casa.

Jamás imaginé la magnitud de la catástrofe. Inmediatamente que


dejó de temblar salimos a la calle para ver qué había pasado. Era
un panorama desolador. Lo único que veía era polvo y más polvo.
No se podía ver el cielo; simplemente había polvo y una brisa
inusual, que lo que daba era escalofrío.

Aproximadamente una hora y media después, luego de habernos


comunicado con toda la familia y amigos y saber que todos
estábamos bien, salimos nuevamente a ver si la nube de polvo ya
había bajado y nos encontramos con el aterrador panorama: una
porción del cerro se había venido sobre cientos de casas.

Mi hermano fue inmediatamente a buscar a una familia del lugar y


ver en qué se podía ayudar, la familia no estaba en casa al
momento del siniestro, gracias a Dios.

Pero a ocho días del suceso, puedo decir que ya vamos superando
todo lo ocurrido, ahora hay que concentrarse en ver qué podemos
hacer. Cada uno de los que estamos con vida y sin ningún daño
tenemos la seria obligación de ayudar al que quedó sin nada, ésta
es una obligación moral de todos.

Vamos a salir adelante nuevamente, de eso no cabe la menor


duda. Somos un país con gente emprendedora que jamás se ha
dejado doblegar por la adversidad; al contrario, cada día luchamos
más, con más energía y con más amor para sacar adelante a
nuestra patria.

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