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Ensayo:

Sistema Agrícola Chinampero de la CDMX: razón para impulsar su desarrollo.


Una perspectiva desde la organización social.

Por: La Unión de Productores Agrícolas Xochiquetzal, A.C.

Xochimilco, Ciudad de México en el mes de noviembre de 2018


Contexto de lo posible.

La presente generación de organismos públicos y privados de todos los ámbitos


responsables directa o indirectamente de atender y aprovechar el Sistema Agrícola
Chinampero de la Ciudad de México –aquel que extiende sus cuencas lacustres a través
de las alcaldías de Milpa Alta, Tláhuac y Xochimilco-; pueden tener una oportunidad para
posicionar a esa zona como motor de desarrollo del sur de la Ciudad de México. Dicho
desarrollo puede ser impulsado principalmente por tres acontecimientos que se están
alineando en el futuro inmediato, mismos que constituyen la presente “Coyuntura de la
Oportunidad”, determinada por la:

1. Importancia mundial del Sistema Agrícola Chinampero de la Ciudad de México (SACH-


CDMX), ratificado ahora como Sistema Importante para el Patrimonio Agrícola Mundial
(SIPAM) promovido por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y
la Agricultura (FAO);

2. Reivindicación del ejercicio de la autoridad en la atención del SACH-CDMX, con el


inicio de gobierno del partido político MORENA en sus tres niveles de gobierno, alcaldía,
Estatal y Federal para el periodo 2018-2024, quienes promueve un cambio en la forma
de ejercer el gobierno y;

3. Participación de organizaciones productivas y sociales con causa en el SACH-CDMX,


con un vasto conocimiento de las oportunidades para su desarrollo.

No es para menos maravillarnos de estos posibles acontecimientos dada la situación


imperante en nuestra zona de chinampas: reducción de las áreas naturales protegidas,
en mucho debido al crecimiento de la mancha urbana; contaminación del sistema
chinampero, producto de la descarga de aguas residuales, uso de plaguicidas, mal
manejo fitosanitario de la actividad agropecuaria y; la desecación de canales para
ampliar parcelas y calles. Al respecto Instituciones académicas como la Universidad
Nacional Autónoma de México –UNAM- y la Universidad Autónoma Metropolitana Unidad
Xochimilco –UAMX- han señalado que de seguir así, nuestro patrimonio chinampero podría
dejar de ser Patrimonio Cultural de la Humanidad que sustenta desde 1987 por parte de
la UNESCO y, en el largo plazo -2050-, podría extinguirse.

Debe ser el momento de dejarnos de sectarismos, limitaciones, intereses cupulares e


inefectivos esfuerzos y asumir el gran reto: ser la generación que impulse el SACH-CDMX.
Para ello, se hace necesario precisar aquellos elementos, por lo menos en esta primera
aproximación a grosso modo, que pueden hacer posible que dicho desarrollo se empiece
a vislumbrar en el futuro inmediato y derivado de ello atrevernos a manifestar las primeras
recomendaciones.
“Coyuntura de la Oportunidad”

Empecemos por distinguir los componentes de nuestra coyuntura, mismos que pueden ser
sujeto de discusión técnica o de contenido por parte de los interlocutores del presente
ensayo, pues finalmente es uno de los propósitos del mismo para que éste se enriquezca:

a) Nuestro acontecimiento central, es el reconocimiento del SACH-CDMX como Sistema


Importante para el Patrimonio Agrícola Mundial (SIPAM);
b) Nuestro escenario, es el proceso de formulación y diseño de la política pública del
Gobierno de la Ciudad de México electo para el sexenio 2018-2024 dirigido al desarrollo
de la ZCH-CDMX y sus Leyes de Egresos;
c) Los actores, son todos los involucrados en la recuperación, conservación y desarrollo
de la ZCH-CDMX;
d) La relación de fuerzas, es más una hipótesis que plantea que tanto productores,
chinamperos, organizaciones y autoridades deberán conseguir que prevalezca el interés
de prosperidad de la ZCH-CDMX por encima del interés particular y;
e) La articulación entre estructura y coyuntura, deberá, en consecuencia con nuestra
relación de fuerzas, generar una relación simbiótica entre ambas ya que como veremos
más adelante la atención a la ZCH-CDMX como SIPAM dado su Reconocimiento Mundial
deberá generar importantes beneficios de tipo político y económico, principalmente, que
de forma natural beneficiará a todas las partes, cada una en su ámbito de competencia.
En este escenario, la estructura es representada por el Gobierno de la Ciudad de México
–CDMX- y los chinamperos y, por parte, la coyuntura está los beneficiarios de la ZCH-
CDMX como SIPAM, la coherencia de la formulación y diseño de Política Pública definida
para atender la ZCH-CDMX y la participación proactiva y propositiva de las
organizaciones y productores de la ZCH-CDMX.

Con base a lo anterior, vayamos a la revisión detallada de cada componente de la


“Coyuntura de la Oportunidad”:

1. Importancia mundial del Sistema Agrícola Chinampero de la Ciudad de México (SACH-


CDMX), ratificado ahora como Sistema Importante para el Patrimonio Agrícola Mundial
(SIPAM) promovido por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la
Agricultura (FAO)

¿Qué es un SIPAM?

Un SIPAM “…es un sistema vivo, en evolución, formado por comunidades humanas en


estrecha relación con su territorio, ambiente cultural, agrícola o ambiente biofísico y social
más amplio” y se sustentan en “…la riqueza y amplitud del conocimiento y de las
experiencias atesoradas en el manejo y en el uso de los recursos naturales” que deben ser
preservados para que evolucionen y subsistan, son una respuesta a las tendencias
mundiales que atentan contra la preservación de la agricultura familiar y los sistemas
agrícolas tradicionales, ya que éstos siguen proporcionando alimentos a unos dos mil
millones de personas en la actualidad, sostienen la biodiversidad, los medios de vida, el
conocimiento práctico y la cultura. Por ello, deben ser reconocidos y apoyados de
manera que les permitan continuar evolucionando y aprovisionando bienes y servicios
para las generaciones actuales y futuras.

Desde 2002 la FAO ha estado trabajando en pro de consolidar los SIPAM, desde entonces
ha emprendido diversos proyectos y acciones para ayudar a los países miembros a
identificar y conservar sus sitios SIPAM, iniciativa que ha sido muy apreciada en diversos
foros intergubernamentales, dejado tras de sí la adopción de políticas gubernamentales
en materia de promoción del uso sostenible de la biodiversidad y los recursos genéticos
para la alimentación y la agricultura, así como la protección de los sistemas de
conocimientos tradicionales, la cultura y, sobre todo, a la proyección de escenarios de
desarrollo sostenibles entorno a sus sitios SIPAM.

La FAO es el Organismo Internacional responsable de encabezar el proceso de


Reconocimiento de los SIPAM, coparticipan gobiernos, órganos rectores de la FAO, la
UNESCO y el Centro del Patrimonio Mundial, entre otros socios. Ellos deben asegurar que
en los países participantes hacia su SIPAM:

 Haya un reconocimiento y comprensión en cuanto a sus amenazas y


oportunidades.

 Se continúe desarrollando capacidades en sus comunidades agrícolas locales y las


instituciones públicas y privadas -locales y nacionales- para conservarlos y
administrarlos, así como, generar ingresos y valor agregado a sus bienes y servicios
que brinda.

 Se identifiquen formas para conservar su biodiversidad, capacidad productiva de


su tierra y su conocimiento tradicional, además de coadyuvar a su desarrollo rural,
su seguridad alimentaria y al alivio de la pobreza. Así como, a la reducción del
impacto que pueda estar ocasionando el cambio climático.

 Se mejoren los beneficios que obtienen sus poblaciones locales de la conservación


y el uso sostenible de sus recursos e ingeniosos sistemas y recompensarlos mediante
el pago de Servicios Ambientales, Ecoturismo y otros mecanismos de incentivos y
oportunidades de mercado.

 Se promuevan políticas regulatorias habilitadoras y entornos de incentivos para


apoyar su conservación, su adaptación evolutiva y su viabilidad. Al igual que se
implementen evaluaciones de sus políticas y mecanismos de incentivos existentes e
identifiquen modalidades para brindar apoyo a sus prácticas agrícolas
tradicionales.

 Y se promuevan procesos nacionales e internacionales conducentes a mejores sus


políticas y mecanismos de incentivos.

Los países con SIPAM son: Chile, y México, siempre complace informar que el nuestro es el
único en Norte América y uno de los tres que hay en Latinoamérica. En el mundo hay 47
SIPAM registrados y 6 en proceso, clasificados de acuerdo a la siguiente ilustración: (Si son
3 países en Latinoamérica con SIPAM, ENTONCES NO SON SOLO Chile y México)

En los SIPAM seleccionados, el programa de conservación se basa en un plan de manejo


adaptativo. Este programa se propone alcanzar la viabilidad económica de los sistemas,
identificando estrategias ambientales sostenibles para enfrentar crecientes problemas
como el cambio climático. Entre ellas está la capacitación de pequeños agricultores y
comunidades indígenas, entre otras importantes acciones.

¿Por qué la Zona Chinampera de la Ciudad de México obtuvo su registro como SIPAM?

Contexto del SACH-CDMX

El sistema descansa en la chinampa, en su lengua madre náhuatl se define como


chinampan que significa “en la cerca de cañas”, es una técnica de cultivo ancestral de
más de dos mil años, la cual consiste en acumular un tejido amplio de cañas con varias
capas de materia vegetal y sedimentos lacustres, consolidada en sus costados con
plantas y (un) sauce nativo, el Ahuejote, el cual permite contener y fijar los bordes de la
chinampa con sus raíces además que delimita a ésta con el lago.

Su práctica para los antepasados de nuestra Ciudad de México fue fundamental ya que
al no contar con tierra firme para el cultivo de productos indispensables para su
alimentación vieron en esta técnica de cultivo la única alternativa para sembrar la tierra
y poder satisfacer sus necesidades alimentarias. Su auge fue en la época prehispánica
con el Imperio Azteca. Se calcula que a la llegada de los españoles en el S.XVI había unas
9,000 Ha de chinampas en plena producción, con una capacidad para alimentar a una
población de más de 200,000 personas.

Hoy día las alcaldías Xochimilco, Milpa Alta y Tláhuac conservan este legado, juntas
componen el denominado SACH-CDM, el cual ocupa una superficie de 2,215 Ha, que
integran alrededor de 20,900 chinampas, muchas de ellas conservan una alta
biodiversidad agrícola vinculada a los cultivos, concentra más de 20,000 chinampas, de
las cuales 3,580 se encuentran produciendo diversos tipos de hortalizas y ornamentales, se
encuentran distribuidas en 5 zonas: Xochimilco, San Gregorio Atlapulco, San Luis
Tlalxialtemalco, San Pedro Tláhuac y San Andrés Mixquic. Además de su valor productivo,
el Sistema Agrícola Chinampero aporta a la Ciudad de México una importante valía
cultural, ya que en torno a él se soportan tradiciones comunitarias y una amplia gama de
conocimientos acerca de la agricultura, el entorno natural y la historia de los pueblos
originarios que han dado vida a la zona por más de quinientos años. En ellas laboran
alrededor de 17,000 personas que producen principalmente lechuga, verdolaga, cilantro,
acelga, espinaca, rábano, betabel y brócoli. También se conserva el cultivo de especies
nativas como maíz, calabaza, chilacayote, chile, huauzontle, epazote, amaranto y
romero. Además, se cultivan flores como dalia, cempasúchil, nochebuena, azalea y
begonia, entre otras. Además del impacto en productividad, representan un sistema que
permite conservar las áreas lacustres que, a su vez, son un complejo ecosistema con
efectos benéficos sobre el clima y la calidad del aire del valle de México.
Los productores agropecuarios, aunque con muchas limitaciones y no muy buenos
resultados, están luchando por manejar cierto equilibrio entre el rendimiento sostenido de
su producción y los factores de gestión ambiental y tecnológica. A pesar de estos, el
desempeño de este ecosistema se ha basado en la mejora de la estabilidad biológica,
incluidos los métodos de cultivo sofisticados, como el cultivo múltiple y el desplazamiento
de cultivos.

Las chinampas conservan su significado contemporáneo mundial, doméstico y local


porque representan no solo un vestigio histórico o un
modelo agroecológico en el manejo, conservación y uso de recursos, y porque, como un
tipo de agricultura urbana, incluyen una diversificación geográfica de la producción
agrícola basada en cambios tecnológicos continuos para cada tipo de agricultura, que
abarca respuestas a las necesidades de agua, el estado nutricional del cultivo, las
necesidades fitosanitarias y las condiciones climáticas de estos.

La expansión de la producción local de alimentos a través de la innovación tecnológica


ha traído nuevas tierras de cultivo y un aumento de los insumos de mano de obra. Esta
forma de producción eficiente que permite el cultivo intensivo durante todo el año ha sido
una de las principales actividades que han apoyado a la economía regional. Sin
embargo, en lugar de depender de la protección estatal o del mercado, o la aplicación
estricta de la innovación tecnológica y la inversión de capital, los asentamientos humanos
en la zona de las chinampas con mayor resiliencia han sido aquellos que han mostrado
una distribución justa de la propiedad y una distribución de poder equilibrada entre los
grupos de intereses sociales regionales. Es posible afirmar que el manejo de la vegetación
en las chinampas por parte de los productores locales, que comprende 51 especies
domesticadas, es un ejemplo de un proceso de evolución de la agro-diversidad, que
también incluye 96 especies no domesticadas, que se utilizan como forraje.

Se ha estimado que a lo largo de los siglos, el perfil de producción de las chinampas se


transformó de una producción de milpa y hortalizas a una diversificación e incorporación
de especies de diversa naturaleza botánica y de diferente valor social y comercial que
han ofrecido al productor mayores opciones, así como una mejor adaptación de sus
medios de producción a las condiciones ambientales y las demandas comerciales del
mercado urbano de la ciudad de México.

Todo este valor agrícola de las chinampas vital para el desarrollo de sus comunidades
originarias ha favorecido -en el transcurso de los siglos- a la generación de una riqueza
cultural y social en torno a ellas que han hecho de la fiesta religiosas y cívicas una
constante que la hacen manifestarse siempre viva, lo que ha conllevado a que se
establezcan formas y sistemas de identidad y unidad dentro y fuera de sus comunidades
y pueblos.

Tanto la distribución equitativa del poder social como el respeto de la comunidad por la
propiedad privada de las chinampas, han sido las condiciones subyacentes en el
desarrollo de los medios de vida de las chinampas, lo que ha permitido el surgimiento de
condiciones favorables con altas tasas de participación, dentro del tejido social local y
bajo el marco jerárquico en las relaciones entre lo rural y lo urbano. En este sentido, las
estrategias específicas de medios de vida desarrolladas en el sistema chinampero han
dado a las personas la libertad y el espacio para elegir su propio destino y evolución, lo
que ha significado que los agricultores de chinampa no sean necesariamente
dependientes de una de las estrategias de contención para cambiar procesos, como el
proceso regional de urbanización, pero han podido consolidar capacidades para
combinar diferentes estrategias agroecológicas en la búsqueda de sistemas alimentarios
y lograr condiciones óptimas para sus medios de vida resilientes e sus entorno semiurbano.

El sistema agrícola del área lacustre de Xochimilco representa una actividad


multifuncional complementaria a la dinámica urbana de la Ciudad de México brindando
importantes servicios a las zonas urbanas y periurbanas, cumplen objetivos integrales de
sostenibilidad social y ambiental, que incluyen la satisfacción de las necesidades de
bienestar social y económico de la población local y regional; sus elementos
agroforestales y los canales, que miden entre 4 y 6 m de ancho promedio, se utilizan como
medios de transportes navegados por canoas y trajineras, cargados de bienes,
agricultores y turistas que componen el paisaje de las chinampas. Sirven para controlar las
inundaciones cuando el exceso de agua en la temporada de lluvias se desvía de la
Ciudad de México, trabajando como buques de regulación. Además, la humedad
generada por el agua depositada en los canales y humedales, y la evapotranspiración
de la vegetación promueve que el clima sea más húmedo, el suelo más compacto y la
erosión eólica menos agresiva en el microclima de la ciudad en su zona sur. Se estima que,
si los humedales de Xochimilco no existieran la temperatura de la Ciudad de México sería
2 ºC más alta, además las chinampas consumen aproximadamente 110 toneladas por
Ha de carbono por año.

Proyección del SACH-CDMX hacia el ámbito internacional como SIPAM

Primero en 1987 la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y


la Cultura (UNESCO), declaró SACH-CDMX como Patrimonio Natural y Cultural de la
Humanidad por su sistema único ancestral y por sus características específicas ya citadas,
ahora, a penas en este mismo año el pasado mes de abril, la FAO la declaró como parte
de los Sistemas Importantes del Patrimonio Agrícola Mundial (SIPAM), ya que cubrió todos
los requisitos tales como tener Relevancia y reconocimiento mundial en cuanto a:

 Valor como bien público al apoyar a la seguridad alimentaria y a los medios de


subsistencia, a la biodiversidad, a los sistemas de conocimiento, a las tecnologías
adaptadas, a la cultura y a la conservar de paisajes excepcionales;
 Que sus comunidades y actividades de subsistencia han prevalecido con tal
resiliencia a la polución del tiempo en todo su espectro: biológico, social, político y
urbano. Todo ello, como herencia de un proceso milenario;

 Que el acumulado de experiencia a través de generaciones le ha permitido lograr


un sistema de conocimientos de subsistencia en cuanto al cuidado de su
biodiversidad, a la aplicación sustentable de nuevas tecnologías, a la conservación
de sus tradiciones socio – culturales y a la realimentación con otras comunidades y
ecosistemas.

 La riqueza y amplitud del conocimiento y de las experiencias atesoradas en el


manejo y en el uso de los recursos naturales son elementos de importancia mundial
que necesitan ser preservados, y al mismo tiempo, evolucionar para subsistir.

SACH-CDMX: Potencial.

Ya hemos hecho mención del potencial del Sistema Chinampero, veamos a continuación
sus áreas de oportunidad mediante las cuales podremos vislumbrar las acciones a realizar
para encaminarlo a su constante conservación y desarrollo, reserva de los inventariados
por las autoridades y sus planes, programas y demás instrumentos normativos.

Sin duda, todo gira en torno a la explotación productiva del sistema chinampero, este tipo
de agricultura urbana pasa por diversos procesos de cambio, algunos irreversibles y otros
con el potencial de restaurar el estado original de la producción agrícola. En este sentido,
revisemos el estatus que guardan actualmente el sistema chinampero. Su extensión es de
7,534 Ha que se incluyen en el Programa Natural y Sitio del Patrimonio Mundial Cultural en
Xochimilco, Tláhuac y Milpa Alta, de éstas 2,215 HA, el 30%, están identificadas como área
de chinampas. Por su clasificación, encontramos cuatro tipos de uso: 1. chinampas
activas, en superficies dedicadas a la producción de plantas ornamentales, flores y
producción hortícola; 2. Invernaderos, con diferentes niveles de insumos y capacidad
tecnológica; 3.Chinampas Potenciales, abandonadas o usadas para otros fines y que no
han perturbado significativamente su naturaleza chinampera, como jardines y campos
deportivos, entre otras actividades y, por último, 4. Sitios, ex chinampas, con usos no
agrícolas, incluyendo ocupación irregular de asentamientos humanos.

El Sistema Chinampero está compuesto por 5 zonas: San Andrés Mixquic, en la Alcaldía de
Milpa Alta; San Pedro Tláhuac, en la Alcaldía de Tláhuac y; Xochimilco, San Gregorio
Atlapulco y San Luis Tlalxialtemalco, en la Alcaldía de Xochimilco y, se distribuye de
acuerdo al siguiente cuadro:
47% de las chinampas están en el Pueblo de Xochimilco, el 22% en San Gregorio Atlapulco,
el 18% en San Andrés Mixquic, el 8% en San Pedro Tláhuac y el 5% en San Luis
Tlalxialtemalco.

1. Como observamos en San Gregorio Atlapulco es donde encontramos el mayor


número de chinampas activas y tiene la capacidad de crecer en alrededor de
un 30% más para alcanzar su capacidad de producción total, la mayoría de las
chinampas por recuperar están inundadas, es necesario implementar un sistema
hidrológico para rescatarlas.
2. En Xochimilco, que es la zona que más extensión territorial tiene, solo prevalecen
aproximadamente 864 chinampas activas, aunque tiene un potencial muy alto,
es la zona en que más obstáculos encontramos para impulsarla ya que es la zona
más urbanizada y en consecuencia es la zona más contaminada, Allí se requiere
la restauración de casi toda su red de canales para volver a su tradicional estado
productivo.
3. San Luis Tlalxialtemalco es el área chinampera de menor extensión, tiene
alrededor de 430 y solo podría crecer en 170 chinampas más, éstas están inactivas
o inundadas.
4. Las chinampas del área de San Pedro Tláhuac son similares a las de Xochimilco,
con una pequeña red de canales, cuentan con 288 chinampas activas, más de
650 chinampas son potenciales.
5. El área de chinampas de San Andrés Mixquic incluye 288 chinampas, tiene 970
chinampas potenciales que dependen de la restauración de la red de canales
para recuperar su perfil agrícola.

De acuerdo a estos datos el potencial del Sistema Chinampero descansa en gran medida
en la conservación de las chinampas activas, la habilitación o rehabilitación del mayor
número de chinampas potenciales y sus canales.

Pero sobre todo depende en mucho de su capital humano, de sus productores:


históricamente los agricultores han construido el capital social para aliviar los impactos
negativos de la urbanización a través del diseño y uso de una amplia gama de estrategias
y formas de adaptación a la agricultura, lo que ha permitido que se tenga una tendencia
a seguir produciendo tanto la agricultura tradicional como la introducción de la
agricultura estrictamente comercial y de esta manera superar las oportunidades limitadas
para consolidarse en mercados más amplios a través del procesamiento de alimentos y
la incorporación de un valor agregado a sus productos.

Los agricultores de estas zonas suburbanas rurales también se han ido adaptado para
aprovechar los mercados emergentes locales para comercializar sus productos, así como
la infraestructura urbana, transporte, salud, educación y comunicaciones que, en su
conjunto, les permiten crear nuevas oportunidades de empleo y extender a la demanda
urbana los bienes y servicios que producen, a pesar de limitaciones actuales hidrológicas,
agronómicas y climáticas, es decir: las heladas, el granizo, los cambios de uso de la tierra,
la alteración del hábitat y la presión de una alta demanda de alimentos de la ciudad.
Además los productores de las chinampas han sido capaces de conservar sus valores, sin
menos cabo, del equilibrio entre el rendimiento sostenido productivo y los factores
ambientales.

SACH-CDMX: Factores de rezago.

En la actualidad, los patrones de desarrollo urbano, el crecimiento de la población, el


deterioro de los recursos naturales para los sistemas agrícolas productivos y los disturbios
en el sistema hidráulico regional de la Ciudad de México, amenazan constantemente el
conocimiento, experiencia acumulada, la sostenibilidad y la dinámica de las chinampas.

Particularmente la mayor parte de estas amenazas ya son una realidad y se concentran


en la Zona Chinampera de Xochimilco, es esta zona observamos:

1. Problemas de abastecimiento del recurso hídrico.- en su abastecimiento, calidad,


sobreexplotación subterránea y los consecuentes hundimientos del subsuelo. Se
reconoce que la fuente más importante de contaminación es la proveniente de la
planta del Cerro de la Estrella, de las descargas residuales domésticas y de algunas
actividades productivas como la ganadería de traspatio, así como los residuos por el
empleo de fertilizantes.

2. En la destrucción de las riberas.- por la descarga del azolve a los canales y la saturación
que se registra por el tráfico de las trajineras que se genera por la actividad turística;
de un total de 50.4 km. de canales existentes, solo el 23.5% aún son navegables, 10.5%
muestran cauces secos, 35.3% están tapados y 30.7% obstruidos.

3. Mal manejo de la propiedad privada;- la situación de la propiedad en la zona se


relaciona con la tenencia de la tierra, el 90 o 95% de los pobladores no cuenta con
títulos de propiedad, ya que el traspaso de la propiedad es verbal y con delimitaciones
de la propiedad inciertas.

4. Falta de rentabilidad de la actividad agrícola o turística;- ocasiona que los


chinamperos y sus descendientes busquen otras alternativas de subsistencia y olviden
sus chinampas.
5. Limitado control del crecimiento urbano.- omisión de leyes y reglamentos, las
expropiaciones se presentan, muchas veces, sin aviso alguno para los chinamperos, en
varias partes se fomenta la invasión.

6. Disminución del interés en la cultura chinampera y por consiguiente el riesgo en perder


la identidad cultural. No se omite mencionar, que la lengua originaria del Sistema
Chinampero es el Náhuatl y no hace falta decir que su uso ha disminuido en las últimas
generaciones.

Estos datos confirman la necesidad actual y relevante de proteger la riqueza,


autenticidad e integridad patrimonial del Sistema, no solo de carácter agroecológico si
no también del valor socio-ambiental e histórico, pues juntos hacen posible su gran
potencial; el paisaje agrícola cultural y productivo está estrechamente vinculado a la
provisión de servicios eco-sistémicos y la satisfacción de alimentos, turismo y necesidades
socioculturales de la población de la Ciudad de México, que por cierto también son parte
importante para explotar dicho potencial.

Todo esto implica el gran reto que el SACH-CDMX tiene como SIPAM.

2. Reivindicación del ejercicio de la autoridad en la atención del SACH-CDMX, con el inicio


de gobierno del partido político MORENA en sus tres niveles de gobierno, alcaldía, Estatal
y Federal para el periodo 2018-2024, quienes promueve un cambio en la forma de ejercer
el gobierno.

Precedente

La rendición de cuentas de los gobiernos de la Ciudad de México y delegacional, hoy


alcaldía, ha sido nada favorable para la salud del Sistema Chinampero, además de los ya
citados complementamos los con la:

 Invasiones a las áreas chinamperas en muchos casos por organizaciones de


choque, amento del impacto ambiental en la zona derivado de la desbordada
demanda de servicios públicos como el agua potable, pavimentación y sobre
todo drenaje que en la mayoría de los casos se orienta irregularmente a
descargarse en los lagos y canales de la zona;

 Instrumentación de programas gubernamentales mal formulados y ejecutados


muchos de ellos dejando tras de sí efectos nocivos para ribera chinampera como:
la introducción no planeada y descontrolada del manejo de especies de flora y
fauna no nativas. Un caso de ello es la introducción de la tilapia y carpa que han
originado la erosión de las chinampas, aumento la turbidez del agua y
competencia con especies endémicas como el ajolote y los acociles que
abundaban en los canales y lagos y que constituía un complemento proteico
para la producción agrícola de los lugareños. Efecto similar tuvo la introducción
de invernaderos con paquetes agroquímicos para incrementar la productividad,
los cuales se convirtieron en fuente de contaminación de las aguas.
Todo ello a pesar de la vigencia de innumerables instrumentos normativos que por lo
menos según su letra deberían salvaguardar y regenerar el ecosistema lugareño y del
cual las autoridades son los primeros responsables; en décadas recientes se elaboraron
dos programas para la zona en 1986 y 2006; en 1987 se le declaró Patrimonio Cultural de
la Humanidad por la UNESCO y fue inscrita en la lista de humedales de importancia
internacional de la Convención de la UNESCO en RAMSAR, en 2004. Otros esfuerzos son los
Programas de Desarrollo Urbano en la demarcación para regularizar (normalizar)
Asentamientos Humanos Irregulares y el establecimiento del polígono de Área Natural
Protegida con carácter de Zona de Conservación Ecológica “Ejidos de Xochimilco y San
Gregorio Atlapulco”.

Todas esas medidas, sin embargo, no han logrado frenar el deterioro de la zona, al
contrario, las acciones gubernamentales de rescate ha fracaso al resultar contradictorias,
por ejemplo, en 1989 fueron expropiadas tierras ejidales de Xochimilco y San Gregorio
Atlapulco, a fin de cederlas al capital extranjero (japonés) para que invirtiera en un parque
recreativo. La movilización de los habitantes en ese entonces detuvo dicho proyecto y
logró la negociación parcial de un parque público en lugar de uno privado.

Otro ejemplo es en la zona centro de Xochimilco, donde la Secretaría de Desarrollo Rural


y Equidad para las Comunidades (SEDEREC), del gobierno de la Ciudad de México,
financió proyectos de traspatio entre la gente que habita en asentamientos irregulares en
zonas de reserva ecológica.

En suma, la cuestión es que de una administración a otra las autoridades cambian las
condiciones y flexibilizar en los hechos las reglamentaciones respecto a la zona, no extraña
el choque de los habitantes con las políticas de gobierno, pareciera que para éstos no
hay una valoración gubernamental de lo que aporta este ecosistema, de hecho los
lugareños reclaman que los programas de apoyo del gobierno no solo no se han
enfocado en generar condiciones de recuperación y regeneración de la zona, sino que
han contribuido al desmantelamiento comunitario de los pueblos.

La administración que concluyó el pasado 30 de agosto en Xochimilco no se escapó de


esta inercia, planteo en sus inicios un ambicioso entramado de acciones pero quedaron
inconclusas como:

 Centro de almacenamiento y comercialización.- se buscaba la apertura de dos


centros de suministro y comercialización en Xochimilco y Tláhuac para fortalecer a
las actividades agrícolas a través de canales abiertos de marketing directo con
mayoristas y minoristas de delegaciones cercanas, logrando así distribuir sus
productos a precios justos y reducir el intermediarismo.

 Instrumentar estrategias de marketing, bajo la lógica de cortos canales de


comercialización que permitirían:
 Venta directa en las chinampas.
 Venta directa en ferias locales.
 Venta en tiendas y restaurantes, entre otros.
 Venta directa en supermercados
 Venta anticipada.
 Pedido por correo, internet, etc.
 Consumo directo en la finca (agroturismo)
 Exportar bajo las reglas del comercio justo.

 Centro de Investigación y Producción de Semillas y Material Vegetal.- para disminuir


los riesgos en la producción de la planta y garantizar la rentabilidad de la
comercialización de plantas ornamentales; proveer de plántulas y semillas
adaptadas a la área de producción nativa; generar un calendario de producción
para satisfacer la demanda de los productores, diversificar especies y variedades
de plantas para expandir la gama de flores ofrecidas al mercado y obtener semillas
de buena calidad. Y con ello, vender plantas de calidad con un costo mínimo para
los productores.
 Parque Agrícola Chinampas de la Ciudad de México.- a ubicarse en zonas comunes
de Xochimilco y San Gregorio, tenía la intención de promover el valor histórico,
cultural, ecológico y turístico, principalmente, del Sistema Chinampero hacia sus
visitantes, que incluía:
o Crear un museo como centro de reflexión, difusión e investigación para la
preservación de la chinampa como símbolo nacional.
o Promover las actividades agrícolas en la región a través de la investigación,
reflexión y difusión del sistema bio-dinámico de la chinampa.
o Fortalecer la promoción turística a través del turismo rústico y ambiental.
o Promover actividades y servicios turísticos mediante la creación de una
empresa de promoción, formación y financiación integral de proyectos de
turismo cultural, agroturismo y ecoturismo con nuevos productos para el
visitante a través de la creación de rutas con visitas guiadas y agro-culturales.
que permiten incidir en el bajo impacto ambiental y mejorar el nivel
económico y educativo.
o Permitir una superficie de reflejo de agua de 250 ha como hábitat para aves,
que permitirá su observación y contemplación de flora acuática, así como le
dará la oportunidad de mostrar en una práctica forma el papel de los
ecosistemas.
o Establecer una zona de amortiguamiento arbolada con Especies regionales
como los cipreses en la parte norte de la propuesta zona.
o Construir un centro de investigación en colaboración con organismos
nacionales e Instituciones académicas internacionales, que contarán con:
Laboratorios para Reproducción de microorganismos y bio-fertilizantes, centro
de compostaje. Modelo demostrativo y didáctico de la granja chinampa
(vacas, gallinas, conejos, etc.)
o Creación de un centro de formación para chinamperos donde. impartirán su
experiencia a las nuevas generaciones.
o Diversificación de Actividades productivas como de servicios turísticos con
enfoque educativo, conservación ambiental y cultural.

Como hemos dado cuenta la participación de las autoridades en la Zona Chinampera no


ha sido efectiva, en los hechos se ha caracterizado por manejarse bajo una visión
antropocéntrica, aquella que acepta la voluntad del hombre para modificar y dominar
la naturaleza, la cual por cierto puede favorecer a la tolerancia que hay a los
asentamientos humanos irregulares, sobre todo cuando vemos que éstos son base del
clientelismo político de las administraciones en turno. Así como, de falta de coordinación
entre los tres niveles de gobierno y carente de continuidad de los programas y funcionarios
públicos capacitados al interior de cada administración y de un ejercicio de gobierno a
otro.

¿Nos encontramos en el devenir de una nueva forma de hacer gestión pública?

Que los próximos gobiernos en la Ciudad de México impulsen en los próximos seis años el
desarrollo de la Zona Chinampera -ahora que casi todos pertenecen a un mismo partido
político “MORENA”-, no lo sabemos por lo pronto es solo una premisa, esperemos que sí.
Lo cierto es que todo cambio por la vía de las instituciones es gradual, sin que ello deje de
ser progresivo, ya que siempre es importante considerar las inercias ya generadas, la
misma CONEVAL así lo recomienda, a sistematizado un compendio de “buenas practicas”
de aspectos positivos identificados en sus evaluaciones aplicadas a la política social del
país que como ésta recomiendan (estas recomendaciones) pueden replicarse en futuras
administraciones. Señala que uno de los problemas de la instrumentación de las políticas
públicas radica en la coordinación interinstitucional ya que prevalece una “sectorización
de las estructuras burocráticas” de las dependencias y niveles de gobierno que participan
y en consecuencia su intervención y resultados además de no ser los más eficaces no
tienen coherencia entre sí en los hechos, es decir, prevalecen inconsistencias e
incongruencias en la relación entre objetivos, metas e instrumentación. Se deja ver una
desvinculación entre los que formulan y diseñan las políticas públicas que se manifiesta en
la intervención de las diversas dependencias que participan -con sus programas y
acciones- y sus resultados.

Además se sigue manejando a la población beneficiaria como objeto de política pública


y no como sujeto, generando que las bondades que puedan tener los programas de
gobierno tengan vigencia, si bien les va, mientras dura la instrumentación del programa y
no se genera condiciones para que el beneficiario sea quien le dé continuidad a las
expectativas de programas, finalmente ellos (son los) nos que mantienen vigente el
espacio-tiempo sujeto de la acción de gobierno.

Se debe replantear el roll de los beneficiarios como componente de activo en la inversión


social que hace el gobierno, debe ser verosímil vincular a éste como un capital humano
y en su conjunto como un capital social; como capital social intervenir para fortalecer la
calidad de su desempeño, como capital social coadyuvar para crearles y/o conservarles
una red de valores compartidos, cultura, capacidades para actuar sinérgicamente para
formular y tomar decisiones para y por el desarrollo de sus comunidades. Lo que
seguramente requerirá invertir más en educación, salud y nutrición en ellos y sobre todo
generar condiciones para fortalecer su confianza, pues como todo negocio se debe
compartir los riesgos eso permite buen ambiente en la cooperación.

Solo queda observar si los próximos gobiernos dejan atrás estos tipos de vicios, que ya no
se reflejen en la atención de las cinco áreas que conforman el Sistema Chinampero -con
la debida atención que merece cada una de ellas y en su conjunto- : la implementación
de programas integrados de gestión de cuencas hidrográficas; implementación de
corredores biológicos para proteger áreas interconectadas; consolidar las zonas agrícolas,
ganaderas, forestales y agroindustriales; ecoturismo; agricultura sostenible y rehabilitación
del sistema lacustre, entre otros. El próximo gobierno de(debe) tener presente que se debe
(tiene que) asegurar el futuro integral de la cuenca, sus recursos hídricos, las inversiones
asociadas, la conservación de los recursos naturales, la mejora de las actividades
productivas y la necesidad de promover una mejor calidad de vida para la población.

Panorama en las próximas generaciones

Por disposición oficial el Gobierno de la Ciudad de México debe asignar presupuesto al


Sistema Agrícola Chinampero de la Ciudad de México en atención a su Registro como
Sistema Importante para el Patrimonio Agrícola Mundial, con base en el Decreto
publicado el 05 de septiembre de 2017 en la Gaceta Oficial de la Ciudad de México.
Esperemos que sea una realidad y de serlo venga acompañado esté
acompañado(omitir) con un Plan Integral, Sustentable y Realizable.

A nivel federal la próxima administración ya planteó un plan de atención integral a las


comunidades productivas y a la conservación ecológica llamado “Sembrando Vida,
Programa de Comunidades Sustentables” que buscan combatir la pobreza rural y la
degradación ambiental, coparticipando con los productores en la mezcla de productos,
al corto plazo en la siembra de agro-alimentos, en el mediano plazo en la siembra de
huertas frutales y en el largo plazo en la siembra de especies maderables ,beneficiando a
pequeños productores con una atención integral en materia economía, financiera, de
seguridad social y ahorro para el retiro, además comprometiendo simplificación de
trámites administrativos para facilitar su acceso, créditos a la palabra a ganaderos, y la
participarán de gran parte de las dependencias, señalan que priorizarán la atención a los
productores más pobres.

Éste no se aplicará en la Ciudad y aunque la próxima Jefa de Gobierno ha esbozado a


grosso modo la forma en la que atenderá al sector esperamos que algo similar ocurra –
sobre todo en los hechos- en la Ciudad de México, en la zona Chinampera de la Ciudad
de México.

3. Participación de organizaciones productivas y sociales con causa en el SACH-CDMX, con


un vasto conocimiento de las oportunidades para su desarrollo.

Aspectos Preliminares

Para entender el valor, la importante(importancia) que la organización social de las


comunidades agrícolas rurales y semirurales tiene para su casusa(causa), como las que se
han gestado en las comunidades que integran el Sistema Chinampero habrá que hacer
un sumario de su conformación a través del tiempo.

La Reforma Constitucional al Art. 27 en 1992 dio un parte aguas en la historia del campo
mexicano y sus formas de organización y en específico a la compra-venta de chinampas
al mejor(postor) no importando si eran o no de los pueblos originarios y atentando contra
la conservación de éstas al provocar un proceso de urbanización casi en su mayoría sin
planificación. Eso provoco la imperiosa necesidad de buscar la organización entre los
diferentes grupos de agricultores de la zona, con la finalidad de conservar la tradición
milenaria heredada por generaciones, tradición que significa el modo de vida y la
palanca que sostiene la economía de esas regiones, haciendo necesario la manifestación
de un modo de pensar más en aspecto colectivo.

A grosso modo esa es uno de los factores que determinaron la imperiosa necesidad de
que las comunidades chinamperas, como las agropecuarias de todo el país, se
organizaciones:(organizaran para:) conservar y hacer prosperar su herencia, su campo,
su medio, forma y sentido de vida.

Desde un inicio la organización colectiva fue fomentada y auspiciada por el gobierno en


forma corporativa, gradualmente fue disminuyendo de manera paulatina esta situación
y se ha estado gestado una forma de organización con más autonomía, por lo menos
desde una perspectiva política, hacia el Estado, han y están trabajando en desarrollar
experiencias de autogestión para hacerle frente a sus retos.

Han tenido que hacerle frente de manera desfavorable a la competitividad apabullante,


guerra de precios y demás prácticas monopólicas de tipo neoliberal para posicionar en
el mercado sus productos y servicios agros pecuarios (agropecuarios) de baja escala.
Todo ello a partir de su deplorable situación financiera y social: descapitalización,
abandono del campo ejidal, comunal, micro, pequeño y mediano, de los cuales la zona
chinampera no es la excepción, es decir desde una situación de pobreza.

Se han estado creando y recreando en función de estar listas para enfrentar todo un
espectro de contingencias para sacar adelante a su sector: mercantiles,
gubernamentales y sociales; las mercantiles que son constates, las de gobierno que se
modifican cada cambio de administración y las sociales al trastocarse sus usos y
costumbres dado los cambios generacionales en los cuales cada vez importa menos el
campo y el medioambiente.

Así se han gestado todo un tipo de figuras organizativas que comprenden un abanico de
objetivos y estrategias que van de lo social a lo económico y de lo administrativo a lo
político, todas ellas con una estrecha relación con su presencia territorial, con el gobierno
y con los demás sectores productivos y sociales, según sus fines.

Podemos clasificar a las organizaciones de acuerdo a su propósito o región:

 Productivas, orientadas al manejo del proceso productivo y administrativo


agropecuario.
 Socio-políticas, especializadas en gestionar servicios suministros y servicios de
bienestar para las comunidades rurales y semirurales del sector agropecuario,
como servicios públicos, vivienda y apoyos económicos o en especie para el
hogar.
 Autónomas, sin ninguna vinculación con el gobierno y que son conformadas
con el “propósito o demanda que les da algún grado de cohesión”.
 Oficialistas: aquellas que responden a un vínculo orgánico con el aparato
gubernamental, derivado o a través de partidos políticos, para conseguir un
bien.
 Nacionales, netamente políticas que de manera deliberada se corporativizan
por el gobierno para operar acciones de interés público de tipo social,
económico o electoral.
 Regionales, que se constituyen para atender un fin común que afecte a una
regional (región), como una histórica demanda agraria, la conservación o
promoción de un tipo de cultivo predominante, un aislamiento geográfico o
la conservación de un ecosistema, entre otras, ésta última como nuestro
Sistema Chinampero.

La sola vigencia de la organización social constata la importancia que tiene para sus
comunidades productivas, ahora como en el pasado tienen que hacerle frente a su
siguiente reto: insertarse proactivamente y con éxito a las vicisitudes del próximo gobierno.

El nuevo reto

Dado la premisa plausible del próximo gobierno en el sentido que toda actividad
productiva deberá suscribirse a nuestro estado de derecho para ir dejando atrás la
práctica de corrupción en el país, sin duda, la formalización legal de las figuras
representativas y productivas del sector agropecuario de pequeña escala, es una
condición necesaria para insertarse en ese anunciado escenario. Como siempre debe
concretarse por iniciativa de los propios productores que, conscientes de las implicaciones
que representa organizarse a sí mismos, fortalezcan su organización en función de su
propia capacidad para sostenerla, es decir “de abajo hacia arriba y sin que eso signifique
que estén solos”. Sobre todo teniendo claro que “…las instituciones públicas
gubernamentales están impedidas para regenerar por sí solas una estructura organizativa
auténtica en el campo que trascienda periodos gubernamentales, procesos políticos o
intereses de grupos”.

Deben continuar, aunque de forma más progresiva, en su proceso de profesionalización


para que se sigan consolidando como referente de trabajo y lucha de las causas de sus
comunidades, en este caso de ver por el prestigio internacional del Sistema Chinampero
de la Ciudad de México como SIPAM; deben de ser copartícipes y corresponsable de que
todo tipo recurso que se destine a nuestro SIPAM se emplee para que éste siempre tenga
un valor agregado y se armonice al Plan o instrumentos que se dispongan para su
desarrollo y que ya son conocidos por su comunidad:

“Controlar los asentamientos urbanos, asegurar el uso racional y sostenible de los recursos;
proteger la agricultura chinampera; dar prioridad a la contención del crecimiento urbano;
dar mantenimiento de los servicios ambientales que la zona presta al resto de la ciudad
enriqueciendo los paisajes rurales y ajustando el microclima urbano”.
A manera de conclusión

Las grandes transformaciones de impacto en todos los ámbitos de una comunidad no se


da a saltos es gradual y en ese proceso hay acontecimiento clave que pueden cambiar
el rumbo a favor o en contra de los motivos en común que propiciaron dicha
transformación. En este caso el Sistema Chinampero de la Ciudad de México es el
referente, como hemos visto esta reserva natural a pesar de su deterioro sigue en pie
encerrando un gran potencial que permite seguir proyectando su conservación (para) las
generaciones futuras, pero el estatus actual es de riesgo de que ello pueda suceder. No
ha causado gran impacto el que haya sido sujeto a múltiples programas públicos y
privados para su “rescate” y reconocido internacionalmente por su valor cultural y
ambiental para la humanidad.

Ya no (es) importante si la iniciativa para su rescate sale desde adentro del país o por una
injerencia externa, lo que importa es recuperarlo y conservarlo, incidir para cambiar la
tendencia que lleva consigo: su claudicación. Hay condiciones para revertirlo y ya están
a la vista, nuestra denominada Coyuntura de la Oportunidad:

1. Todos los actores que tengan incidencia en el Sistema Chinampero: ejidatarios,


propietarios de chinampas, comisariado, autoridades, organizaciones, colectivos,
avecindados y demás, deben congratularse en conciencia y en acción a que el
Registro del Sistema Chinampero como Sistema Importante para el Patrimonio Agrícola
Mundial es el instrumento a través de cual la recuperación, conservación y explotación
sustentable del Sistema será una realidad en lo inmediato, en un lapso de tres años
debe de arrojarse los primeros frutos, ese será la primer meta que todos se deben de
asignar. En consecuencia el Sistema Chinampero como SIPAM debe ser la constante,
el acontecimiento central de la Coyuntura.

2. En un país republicano y sobre todo en un sistema político como el nuestro, todo


acontecimiento trasformador descansa en la voluntad del Estado para que suceda.
Falta el inciso a

b) Nuestro escenario, es el proceso de formulación y diseño de la política pública del


Gobierno de la Ciudad de México electo para el sexenio 2018-2024 dirigido al desarrollo
de la ZCH-CDMX y sus Leyes de Egresos;

c) Los actores, son todos los involucrados en la recuperación, conservación y desarrollo


de la ZCH-CDMX;

d) La relación de fuerzas, es más una hipótesis que plantea que tanto productores,
chinamperos, organizaciones y autoridades deberán conseguir que prevalezca el interés
de prosperidad de la ZCH-CDMX por encima del interés particular y;

e) La articulación entre estructura y coyuntura, deberá, en consecuencia con nuestra


relación de fuerzas, generar una relación simbiótica entre ambas ya que como veremos
más adelante la atención a la ZCH-CDMX como SIPAM dado su Reconocimiento Mundial
deberá generar importantes beneficios de tipo político y económico, principalmente, que
de forma natural beneficiará a todas las partes, cada una en su ámbito de competencia.
En este escenario, la estructura es representada por el Gobierno de la Ciudad de México
–CDMX- y los chinamperos y, por parte, la coyuntura está (en) los beneficiarios de la ZCH-
CDMX como SIPAM, la coherencia de la formulación y diseño de Política Pública definida
para atender la ZCH-CDMX y la participación proactiva y propositiva de las
organizaciones y productores de la ZCH-CDMX.

Al ser declarado como un SIPAM. Se ha presentado una gran oportunidad para el rescate
de la zona, pero a su vez se ha adquirido la responsabilidad y la obligación de atender a
corto plazo la problemática de la región. Sobre todo, dar la prioridad que se debe a la
conservación de tan importante legado que forma parte importante de la historia y la
cultura del país.

El potencial de las chinampas para contribuir al abasto de productos del campo es


enorme ya que, a diferencia de las tierras de temporal, en donde se cosecha una vez al
año, estas tienen la capacidad de producción de hasta cinco cosechas en el mismo lapso
de tiempo.

Sin embargo, tienen el serio riesgo de desaparecer debido al abandono en el que se tiene
al campo nacional por parte del estado mexicano, ya que, con acuerdos internacionales
como el tratado de libre comercio entre México,

Ahora corresponde a las autoridades locales y federales aprovechar la oportunidad que


brinda esta distinción, implementando un plan real y efectivo de rescate y rehabilitación
de la región, que estimule el crecimiento económico, pero a su vez sea sostenible con el
medio ambiente.

Bibliografía:

- Gobierno de la Ciudad de México, Chinampa Agricultural System of México, Ciudad de


México, 2017.

- González Pozo Alberto. Las chinampas patrimonio mundial de la Ciudad de México,


Universidad Autónoma Metropolitana, Xochimilco, 2016.
Coneval

MOVIMIENTOS YLUCHAS SOCIALES, TERRITORIO YDESARROLLO SUSTENTABLE


Rivera Espinosa Ramón (Coordinador)
Universidad Autónoma Chapingo

- https: //lopezobrador.org.mx/temas/campo/
- http://www.fao.org/giahs/es/
- http://www.fao.org/americas/noticias/ver/es/c/1118852/

- Kliksberg Bernardo, Repensando el Estado para el desarrollo social: más allá de dogmas
y convencionalismos, reunión mundial de expertos, Nueva York 1997.

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