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Diccionario Teológico

Cristología

La cristología es la rama de la teología que trata acerca Cristo. Sus dos temas principales

han sido históricamente la persona de Cristo (quién es él; divinidad, humanidad, etc.), y su obra

(cómo nos salva; expiación, soteriología, etc.).1 La cristología ocupa un lugar central en la

teología y en la historia del cristianismo, por la obvia razón de que sin Cristo no existiría

cristianismo alguno.2

La Humanidad de Jesucristo

La doctrina de la humanidad de Jesucristo afirma que él fue en su encarnación,

perfectamente hombre. Esto queda claro a través de las siguientes evidencias bíblicas: 1) Tuvo

cuerpo humano, no era un espectro; 2) Tuvo alma y espíritu humanos; 3) Exhibió las

características propias de un ser humano (hambre, sed, sentimientos, etc.); 4) Fue llamado por

nombres humanos (“Hijo del Hombre”, “Hijo de David”).3

La Divinidad de Jesucristo

La divinidad de Jesucristo significa que él es plenamente Dios. Esto se se demuestra en

las Escrituras de la siguiente manera: 1) Posee atributos que sólo Dios tiene (eternidad,

omnipresencia, omnisciencia y omnipotencia); 2) Hace obras que sólo Dios puede hacer

(perdonar pecados, dar vida levantar a los muertos y juzgar a toda persona); 3) Se le dan los

1
Justo L. González, Diccionario Manual Teológico (Barcelona, España: Editorial Clie, 2010), 72.
2
Francisco Lacueva, Diccionario teológico ilustrado (Barcelona, España: Editorial Clie 2001), 210.
3
Charles C. Ryrie. Teología básica (Miami: Editorial Unilit), 352.
nombres y títulos de la deidad (Hijo de Dios, Señor y Dios); 3) Él mismo declaró ser Dios (la

ocasión más clara en que lo hizo fue cuando dijo: “Yo y el Padre uno somos” Juan 10:30).4

Deidad

El término deidad, puede referirse por una parte a la persona misma de Dios (o cualquier

otro ser considerado como divino), como también a las cualidades, atributos o naturaleza propia

de Dios. En tal sentido, la deidad es inherente a los atributos de eternidad (existir desde siempre

y para siempre), omnipresencia (estar en todo lugar), omnisciencia (conocer todas las cosas) y

omnipotencia (tener poder sobre todo).5 Las tres personas de la Santísima Trinidad: Padre, Hijo y

Espíritu Santo, son reveladas en las Escrituras como poseedoras de dichos atributos.

La Pre-Existencia de Jesucristo

La preexistencia quiere decir que Cristo existió antes del nacimiento que dio inicio a su

aparición en la historia humana. La Biblia establece con claridad que esto es así en varias

maneras: 1) Su origen celestial (Jn 3:13; 31.); 2) Su obra como Creador (Jn 1:3; Col 1:16); 3) Su

relación con Dios (igualdad de naturaleza en Jn 10:30 y 17:5); 4) Sus atributos (se atribuyó

deidad total y otros dieron testimonio como en Col 2:9); 5) Su relación con Juan el Bautista

(aunque Juan nació antes que Jesús, reconoció que Jesús existió antes que él en Jn 1:15; 30).6

Cristología desde Arriba

Era la estrategia y la orientación básica de la cristología de los primeros siglos de la

iglesia y de la ortodoxia durante la era precrítica, cuando no se cuestionaba la fiabilidad histórica

4
Ibíd., 349-351.
5
Ibíd., 349.
6
Ibíd., 334-335.
de la Escritura. En el siglo XX, este enfoque se asoció especialmente con Barth, Bultmann y

Brunner. Algunas de sus características principales son las siguientes: 1) La base para entender a

Cristo no es el Jesús histórico sino el kerygma, la proclamación de la iglesia sobre Cristo; 2) Hay

preferencia por los escritos paulinos y el cuarto evangelio por encima de los sinópticos; 3) La fe

en Cristo no se basa en pruebas racionales ni queda legitimada por ellas.7

Cristología desde Abajo

La “cristología desde abajo”, a diferencia de la “cristología desde arriba”, presenta la tesis

de que sí es posible que la investigación histórica nos lleve a creer en la deidad de Jesucristo,

como conclusión, no como presuposición de la investigación histórica. En ella se propone que: 1)

La tarea de la cristología es ofrecer apoyo racional a la creencia en la divinidad de Jesús; 2) La

investigación histórica tras el kerygma neotestamentario es posible y teológicamente necesaria;

3) La historia es unitaria, no dualista. La vida de Jesús, sus enseñanzas y obras, incluyendo su

muerte y resurrección, no forman parte de un único tipo de historia distinto de la historia en

general; 4) La cristología desde abajo puede revelar un Jesús humano, pero también establecer su

deidad; esto a través de la aceptación, vistas las evidencias, de la resurrección como hecho

histórico. 8

El Jesús Histórico

Cuando se habla del “Jesús histórico”, por lo general se refiere a aquello que puede ser

“verdaderamente” comprobado acerca de Jesús como personaje en la historia, desprovisto de las

teologizaciones que, en torno a su figura, realizaron Pablo y otros autores bíblicos. Según esta

7
Millard J. Erickson, Teología Sistemática. Segunda edición (Barcelona, España: Editorial Clie, 2008),
678-679.
8
Ibíd., 681-682.
teoría, el Jesús de la Biblia es una construcción idealizada, mientras que el personaje real se

parece más bien a lo que pudo haber sido un buen hombre, maestro de grandes verdades

espirituales, y/o revolucionario político, que enseñó principalmente acerca del Padre y el reino.

Para llegar hasta él, hay que despojarlo de todos los elementos milagrosos y mitológicos que se

le atribuyen en los relatos neotestamentarios.9

El Jesús de la Fe

Viene a ser la contraparte en la búsqueda del “Jesús histórico”. Los teólogos liberales

asumieron que los acontecimientos narrados en los evangelios y las teologizaciones que se

encuentran en ellos y el resto de la literatura del Nuevo Testamento, carecen de fundamento

histórico. Por lo tanto, lo que aparece reflejado en la Biblia no es la historia del hombre real, sino

la fe de la iglesia, la leyenda o mitologización que esta construyó alrededor de Jesús. Según esto,

lo importante de la historia narrada en los evangelios no es su veracidad, sino la fe que

construimos sobre la “historia significativa”, que pertenece al impacto que Jesús tuvo sobre sus

discípulos.10

La Encarnación de Cristo

La palabra encarnación no aparece en la Escritura, sin embargo, sus componentes (“en” y

“carne”) sí. Juan, por ejemplo, escribió que el verbo se hizo carne (Jn 1:14). También escribió

acerca de la venida de Jesús en carne (1 Jn 4:2; 2 Jn 7). Queriendo decir con esto que la segunda

persona de la Trinidad tomó la humanidad sobre sí mismo. Él no la poseyó hasta que nació. Sin

9
Ibíd., 675-676.
10
Ibíd., 677.
embargo, es importante apuntar que su humanidad era sin pecado, como lo atestigua el apóstol

Pablo cuando dice que él vino “en semejanza de carne de pecado” (Ro 8:3).11

11
Ryrie., 339.
BIBLIOGRAFÍA

Erickson, Millard J. Teología Sistemática. Segunda edición. Barcelona, España: Editorial Clie,
2008.

González, Justo L. Diccionario Manual Teológico. Barcelona, España: Editorial Clie, 2010.

Lacueva, Francisco. Diccionario teológico ilustrado. Barcelona, España: Editorial Clie, 2001.

Ryrie, Charles C. Teología Básica. Miami: Editorial Unilit, 1993.

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