La Cuenca Matanza-Riachuelo: Un desafío ambiental de alta complejidad

Organismos Centinela y Gestión Ambiental

Dr. Jorge Herkovits
Instituto de Ciencias Ambientales y Salud, Fundación PROSAMA. Paysandú 752, Bs. As.
herkovits.j@gmail.com

Los organismos centinela se han utilizado desde la antigüedad para la protección de la vida
humana, por ejemplo los mineros llevaban un canario ya que su eventual muerte alertaba
que había que escapar de la mina. Hoy sabemos que es por emanaciones de monóxido de
carbono (gas incoloro, inodoro e insípido) que mata rápidamente.
Las sustancias químicas con sus múltiples usos representan un componente fundamental
para el desarrollo económico y social, cuya magnitud puede vislumbrarse con el
intercambio internacional que supera los 3.500 billones de dólares por año. Dicha magnitud
se duplica cada 10 años, siendo los países en vías de desarrollo los que presentan un mayor
crecimiento en la utilización de sustancias químicas. Un número relativamente pequeño del
total de sustancias químicas que se comercializan tienen algún nivel de estudios de
toxicidad, lo que ha permitido recomendaciones para prohibir los identificados como los de
mayor riesgo para la salud ambiental y humana y así, proporcionar información para que el
uso de los permitidos sea seguro. Salvo, situaciones de intoxicación por alguna sustancia en
particular, liberadas al ambiente, las sustancias químicas y agentes físicos actúan en forma
conjunta como mezclas complejas, lo que implica potenciales efectos sinérgicos, de adición
o más excepcionalmente antagónicos.
En resumen, la contaminación ambiental de origen antropogénico es resultante del cúmulo
de actividades que realizamos para satisfacer nuestras crecientes necesidades, que
ejecutadas en forma no sustentable resultan en enormes pasivos ambientales que afectan al
ecosistema, nuestra salud y calidad de vida.
Mediante el empleo de organismos sensibles a tóxicos, aquí referidos como organismos
centinela, se realizan los estudios que nos permiten informar la magnitud de la toxicidad de
cada uno de los agentes estudiados, identificar sus mecanismos de acción como así también
la capacidad de defensa de los seres vivos frente a sus potenciales efectos nocivos. ¿Por qué
potenciales? Porque todo puede ser tóxico dependiendo de la dosis (Paracelso, médico de
la Edad Media). La Fig. 1 resume algunas características relevantes de las especies que se
pueden utilizar como centinelas ambientales para toxicidad.
De la misma forma como los organismos centinela nos sirven para caracterizar la toxicidad
de cualquier agente físico o químico en el laboratorio, aplicado a muestras ambientales, los
estudios in situ o en el laboratorio, nos permiten reconocer la magnitud de la toxicidad
ambiental, por ejemplo en una cuenca hídrica, sumidero de la actividad antropogénica de la
región.
¿Con qué criterios seleccionamos a los organismos centinela? Si nuestro objetivo es
evaluar la toxicidad en medio acuoso o sedimentos (estos contienen agua en sus poros que
refleja la toxicidad del sedimento), tenemos que seleccionar organismos acuáticos,
sensibles a los agentes físicos y químicos y en la etapa del ciclo vital que resulte más
vulnerable a tóxicos, habitualmente los estadios tempranos del ciclo vital (etapa embrio-
larval).
Nuestros estudios realizados desde la década del 90 revelan que prácticamente en todas las
cuencas hídricas del Gran Buenos Aires ¨la dosis tóxica¨ ha sido ampliamente superada
(Herkovits y col. 1996, Herkovits, 2015), resultando en muerte que se visualiza como un
severo deterioro ambiental y como está documentado de la salud de las personas. Como
ejemplo, la Fig. 2 ilustra el efecto del agua obtenida del Arroyo Gutiérrez (a la altura del
contrafrente de la Basílica de Luján), cerca de su desembocadura en el Río Luján sobre
embriones del sapo común, un anfibio nativo del sur de América Latina (Rhinella
arenarum).
No es necesario ser un experto para darse cuenta la magnitud del efecto adverso que tienen
los tóxicos en este arroyo sobre el embrión que incluyen asimetría, incurvaciones en el eje,
retraso en el desarrollo y crecimiento, microcefalia, tumoraciones, etc. Este es el resultado
del estudio diluyendo el agua del Arroyo Gutiérrez con solución fisiológica: pura
directamente resulta en efectos letales. La posibilidad de diluir con solución fisiológica nos
permite determinar la magnitud de la toxicidad con respecto a la condición que sería
compatible con la vida. Así en nuestros estudios sobre las cuencas hídricas del Gran
Buenos Aires, hemos comprobado que prácticamente todas tienen niveles de toxicidad por
encima del máximo admisible. Uno de los lugares de mayor toxicidad es el Arroyo Morón,
donde la columna de agua es hasta 10 veces más tóxica que el máximo admisible para la
vida. En el sedimento la toxicidad es siempre mucho mayor, ya que refleja el pasivo
ambiental en cada localización.
Cabe destacar que hemos realizado en colaboración con el grupo del Dr. Capítulo de la
Universidad de La Plata y el Dr. Servant de la CONEA, un estudio sobre el Arroyo Las
Conchitas (Florencio Varela y Berrazategui del Gran Buenos Aires) que nos permitió
confirmar que los datos ecotoxicológicos se correlacionan con los de la biota para cada
condición de toxicidad (agua y sedimento) y con datos físico-químicos (Herkovits y col,
2003), lo que confirma que la ausencia de toxicidad es un criterio fundamental para la
integridad y salud ambiental del ecosistema.
En resumen, la ecotoxicología permite caracterizar la magnitud del problema medido de la
forma que interesa para preservar el ecosistema: garantizar condiciones compatibles con la
vida. Los resultados no son subjetivos ni negociables en cuanto a su significado: todos
entendemos lo que significa que una determinada condicion resulta en muerte, narcosis,
teratogénesis, tumor, disrupción endocrina, etc.
Para objetivos de gestión, la confección de MAPAS ECOTOXICOLÓGICOS, por un lado
permiten tener una visión de conjunto de la situación ambiental, por ejemplo en una cuenca
hídrica y así identificar las zonas más críticas y por ende a los responsables de dicha
situación y por otro, focalizar los problemas específicos de cada localización.
El organismo de gestión ambiental cuya misión es asegurar condiciones compatibles con la
vida, dispone mediante este criterio y método de evaluación la información que emana
directamente de los seres vivos centinelas para la protección de la vida, el ecosistema y la
salud humana. Así, mediante un criterio simple de comprender y económico, y confiable
para realizar, aplicable tanto al recurso natural cuya protección es objeto de la gestión como
a los efluentes que se descargan en ella, se pueden fijar metas que gradualmente lleven a un
ambiente sustentable.
La puesta en marcha de un plan de saneamiento implica con máxima prioridad no continuar
volcando sustancias en concentraciones letales en la cuenca hídrica, dando una oportunidad
a la vida, una pléyade de organismos desde bacterias a vertebrados van a contribuir
activamente con el saneamiento del pasivo ambiental (Herkovits y col, 2015).
Referencias:

Herkovits, J. Perez-Coll, CS and Herkovits FD. Ecotoxicity in Reconquista River

(Province of Buenos Aires): A preliminary study. Environmental Health Perspectives,
104,2, 186-189, 1996).
Herkovits J.; Rodrigues Capítulo A.; Boyle T.; Servant R.; Perez-Coll, CS.; Gómez N.;
Muñoz L.; Domínguez O.; Cortelezzi A.; Licursi M.; Vanrell T.; Lopez A.; Varela L.;
Castañaga, L., Puszczyk E.; Cordero MEstudio ecotoxicológico del arroyo Las Conchitas
(Buenos Aires). I Toxicidad en agua y sedimentos. II Parámetros Físico-químicos y
relevamiento de la biota.. En “Salud Ambiental y Humana: Una visión holística” pp.50-
53. Publicación SETAC, Ed: J. Herkovits, Argentina, 2006. ISBN 13:978-987-05-1059-1
Herkovits J, Castañaga LA, D´Eramo JL, Platonova Jourani V. Living organisms influence
on environmental conditions: pH modulation by amphibian embryos versus aluminum
toxicity, Chemosphere 139:210-215, 2015.

Agradecimientos: a los coautores de los estudios citados, al CONICET y a la Fundación

PROSAMA que ha financiado dichos estudios.