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Reflexión: La Tempestad de William Shakespeare

por William Rosado Ocasio


Reflexión: La Tempestad de William Shakespeare

La Tempestad de William Shakespeare presenta una variedad de personajes y situaciones

que evocan elementos tropicales nada comunes en las tierras inglesas (aunque muy posibles en el

Mediterráneo). Shakespeare, viviendo durante los años en que comienzan los viajes hacia las

Indias Occidentales por parte de los ingleses, y las nociones preconcebidas de los habitantes del

Nuevo Mundo crean el escenario perfecto para algo distinto a lo que muchos autores estaban

acostumbrados. Aparece la noción del hombre que come hombres, el caníbal, mencionado por

Colón durante su primer viaje por las islas de lo que hoy llamamos el Mar Caribe, y es de las

descripciones de estos indígenas de los que surge el Calibán de La Tempestad, una criatura que

no solo representa al hombre incivilizado sino a su conducta servil, cobarde y vengativa en base

a lo desconocido (explicada en el ensayo “Calibán” de Roberto Fernández Retamar, desde la

perspectiva de dos indígenas del Caribe, el arauaco, siendo más dócil y el caribe, siendo más

fiero e indeseable para los colonizadores) (Fernández 11). Muy posiblemente el espíritu de aire,

Ariel, tenga ciertas características del arauaco en cuanto a ser una criatura servil, pero a

diferencia de Calibán este busca su libertad mediante el cumplimiento de los deseos de Próspero,

el hombre europeo que llega a tierras extrañas y se hace del poder con su conocimiento y artes.

Shakespeare nunca viaje hacia las Indias Occidentales, por lo que su entendimiento

de estos temas provienen de cronistas y figuras que habían escrito sobre las condiciones del

Caribe y el continente en general (sean o no nociones históricamente correctas). Una de las

fuentes primarias que utiliza es el ensayo de Montaigne titulado “De los caníbales” que tanto

Fernández como el traductor de mi edición de La Tempestad, Ángel Luis Pujante hacen mención
(Shakespeare 24, 25 y 74). Fernández destaca que Shakespeare conoció al traductor de dicho

ensayo y eran amigos además de conservarse un ejemplar anotado por el mismo Shakespeare

(Fernández 13) lo que aclara su conocimiento más “erudito” en la materia. Fuera de este texto de

Montaigne existe otro elemento que sirvió como inspiración para La Tempestad, este se encuntra

en el libro de Don jordan y Michael Walsh, White Cargo: The Forgotten History of Britains

White Slaves in America. No es mucho lo que se discute en este libro sobre el tema (ya que es un

libro de historia de la esclavitud blanca y no de literatura de ficción), pero antes de llegar a

mencionar la tempestad nos describen como tres veteranos de guerra (Thomas West, Baron de la

Warr, Sir George Somers y Sir Thomas Dale) comienzan una campaña para atraer a personas a

Virginia (en este momento histórico buscan traer a personas con oficios para contrastar la

enorme cantidad de criminales y mendigos que había llevado desterrados a las colonias

británicas) con frases como “earthly Paradise”, “delicious land” y “one of the goodliest countries

under the sun”. Parte la flota y por las Azores se encuentran con un temporal que dispersó la

flota y el ‘Sea Venture’, nave en la que se encontraban los tres veteranos y que es conducidad

por Somers hasta las Bermudas (curiosamente conocidas por los marinos como “the isle of the

devils”, en una de las islas encallan [en Discovery Bay]) y allí sobreviven por cuarenta y dos

hasta que logran construir una embarcación y parte hasta llegar a Virginia. Cuando en Londres se

dio a conocer se catalogó como un milagro, lo que con mucha seguridad llegó a oídos de

Shakespeare, ya que su patrón, el conde de Southampton era fundador de la Virginia Company y

el propio Shakespeare era inversionista en estos negocios. (Jordan 58, 59 y 60). Existen

elementos que indudablemente se asemejan con los eventos reales, pero la tempestad que envía

Próspero es el símbolo que más marcado se aprecia, ya que el viaje hacia las Indias Occidentales

siempre llevaba un paso por el Caribe y el Atlántico muchos barcos fueron presa de los
huracanes y tormentas tropicales. No es de extraña que este viaje infernal (y de venganza

producido por Próspero en La Tempestad) cumpla con el ideal de peligro que ronda a lo

desconocido, y durante ese momento lo que hoy llamamos América era considerado un infierno

por muchos.

Bibliografía:

Roberto Fernández Retamar, “Caliban” (“Para la historia de Caliban”)


http://www.cubadebate.cu/wp-content/uploads/2009/05/todo-caliban-roberto-fernandez-
retamar.pdf PDF. Accesado el 8 de febrero de 2014.

Jordan, Don and Walsh, Michael. White Cargo: The Forgotten History of Britain’s White Slaves
in America. New York; New York University Press, 2007.

Shakespeare, William. La Tempestad. Madrid; Editorial Espasa Calpe S. A., 2007.

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