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Fernández de Paz, E. (2006).

De tesoro ilustrado
a recurso turístico: el cambiante significado del
patrimonio cultural. Revista de Turismo y
Patrimonio Cultural, 4, 1–12.
https://doi.org/10.25145/j.pasos.2006.04.001
Resumen:
Desde el momento en que Europa sacralizó un determinado conjunto de objetos y los
convirtió en referentes patrimoniales activados y protegidos por los representantes de la
cultura oficial, hasta el presente, mucho se han ensanchado los estrechos límites
patrimoniales; se ha superado la concepción objetual, historicista y esteticista para abarcar
todo el conjunto de bienes de valor cultural. El patrimonio deja así de ser contemplado
exclusivamente como un tesoro histórico-artístico para pasar a convertirse en algo mucho
más valioso: en elementos -materiales e inmateriales- fundamentales para comprender
nuestra identidad.

El propio concepto de patrimonio debe ser culturalmente definido, lo que conlleva ahondar
en las razones por las que se destacan unos bienes sobre otros, en los modos de uso a que
se destinan, bajo qué categorías y justificaciones son interpretados, y los agentes
implicados en tales decisiones. P. 2

Con la teoría de particularismo histórico la palabra cultura empezará a referirse al conjunto


diferenciado de costumbres, creencias e instituciones sociales que caracterizan a cada
grupo humano. P.2

Todas las sociedades, y a su vez todos sus sectores sociales, desarrollan su propia cultura
y, como parte de ella, su específico patrimonio cultural. P.3

Patrimonio como tesoro


En estrecha relación con la consideración prevaleciente de cultura, el concepto de
patrimonio comenzó a acuñarse con significaciones interesadamente delimitadas. Sí su
etimología, ceñida exclusivamente a la dimensión privada, significaba lo que el hijo hereda
del padre, cuando adquiere su acepción pública contemporánea lo hace de un modo
restringido, en paralelo a la idea dieciochesca de cultura: el patrimonio como un “tesoro”.
P.3

Lo más Interesante, desde nuestro punto de vista, es analizar cómo a unos criterios de tal
subjetividad se les aplicó en seguida todo un corpus teórico justificador de la pretendida
cientificidad que guía estas decisiones. P.4
Junto a ello, cabe destacar la relación existente entre la vigente concepción patrimonial y la
finalidad que su custodia debía cumplir. Así, la conservación de los objetos patrimoniales
para su traspaso integró a las futuras generaciones constituía el objeto último, (…) se hacía
inevitable la defensa de que la misión primordial de un museo era la de conservar las
colecciones encomendadas de dónde deriva la denominación de “conservador” de museos.
P.4

Patrimonio como cultura


Para ya llega a entender el patrimonio como el testimonio de la cultura de un pueblo, parece
innegable el papel determinante jugado por la antropología, precisamente por la extensión
del concepto de cultura como la expresión colectiva de la experiencias y concepciones
propias de cada grupo humano, en permanente proceso de elaboración. P.4

Lo interesante de este proceso, además de su creciente abarcabilidad, es la decisiva


vinculación entre objetos y sujetos sociales, el valor que se da a los pueblos actuales como
herederos y transmisores de los bienes culturales, a la vez que creadores de nuevos
patrimonios. P.4

A partir de la convención de la UNESCO de 1954 se acuña el término “bien cultural”.


Su principal valor radica en la superación del reduccionismo que encierra la idea de objeto,
vigente hasta el momento, proponiendo un término amplio y capaz de acoger otros
referentes patrimoniales, sin diferenciación entre lo material y lo inmaterial. P.4

Todo bien material será definible, precisamente, a partir del significado inmaterial que le
atribuyamos. P.4

En la Declaración sobre los Principios de Cooperación Internacional de 1966 se “manifiesta


la necesidad de salvar la propia diversidad cultural antes que centrarse en intervenciones
patrimoniales conservacionistas” p.5

En la Convención sobre la Protección del Patrimonio Mundial Cultural y Natural (1972) “se
defiende expresamente un patrimonio conformado tanto por los testimonios del pasado que
contribuyen a definir la memoria colectiva de los pueblos, como por las expresiones del
presente que nos hablan de su vitalidad cultural”. P.5

Estamos ante un cambio radical en la percepción de la cultura como globalidad. (…) Una
filosofía que pretende expandir el respeto hacia el patrimonio a todos los pueblos del mundo
y evitar cualquier acción de expolio premeditado, sea por negligencia, guerras,
intercambios, o por su drástica destrucción ante criterios de modernización o de
reinterpretación de sus significados ideológicos. P.5

Poco a poco se había ido comprendiendo que la interacción entre el hombre y su entorno
hacía estéril la dicotomía entre naturaleza y cultura: los pueblos adaptan el espacio en el
que viven y dejan la huella de su cultura. P.5 y 6
Patrimonio como identidad
La puesta en valor de las costumbres, la gastronomía, la arquitectura, los rituales, las
técnicas, las artes, las expresiones y demás elementos componentes de cada cultura, se
convierten en referencias identitarias ineludibles. P.6

El actual concepto de patrimonio demanda la adopción del vocablo “cultural” (…) si en


verdad se pretende una contextualización global que sirva para comprender la identidad de
los pueblos; y no sólo como referencias históricas conformadores del presente cultural, sino
precisamente por su significación de marcadores identitarios para los colectivos que lo
crearon y lo utilizan. P. 6

Desde nuestra visión, tradición equivale a herencia cultural que cada quién recibe como
individuo integrante de una determinada sociedad en un concreto momento histórico. P. 7
(…) En suma, todo aquello que desde la visión “culta” de la cultura no tiene ninguna
importancia y que sin embargo, constituye el fundamento para la identidad cultural de los
miembros de una sociedad. P.8

El patrimonio etnológico está conformado por los bienes culturales que no son frutos de la
unicidad ni de la genialidad, sino justo por aquellos que revelan las pautas pasadas y
presentes seguidas por cada colectivo, en su continuidad y discontinuidad, para producir y
reproducir su identidad. P.8

La finalidad última de la tutela patrimonial ya no puede ser otra que la de servir como
referente identitario para sus protagonistas: el grupo humano que lo recibe, lo usa, lo
transforma y lo traspasa en consonancia con su propia dinámica cultural. P.8

Patrimonio como recurso


Un nuevo aspecto ha venido a complicar más el ámbito de nuestro patrimonio cultural. Nos
referimos a su puesta en valor como recurso económico. P.8

El interés se centra exclusivamente en la protección de los elementos más atrayentes a los


potenciales visitantes, en el afán por obtener la mayor rentabilidad económica posible. P.8

Claramente la mentalidad economicista aplicada al patrimonio ha alcanzado, no ya a la


sociedad en general, sino incluso a los organismos e instituciones encargados de la
custodia de todo el patrimonio, incluido el etnológico, ante presiones urbanísticas o
mercantilistas que consiguen hacer olvidar su valor cultural y la obligación de preservar su
memoria. P.8 y 9

En resumen, de lo que se trataría es de adecuar realmente las políticas centradas en el


binomio Patrimonio-Turismo, de manera que no se conviertan en una manipulación de
identidades al servicio de unos intereses meramente economicistas. (...) Pero para esto es
imprescindible, en primer lugar, que el conjunto de la sociedad entienda con claridad el valor
de su patrimonio. p. 10
En segundo lugar, hay que contar con profesionales especializados, capaces de intervenir
en la correcta gestión del patrimonio cultural. P.10

Montemuiño, A. E. (2008). La Educación para el


Patrimonio desde la Interpretación del Patrimonio.
Análisis y propuesta, 1–10. Retrieved from
http://www.fortalezas.ufsc.br/6seminario/index.php
Resúmen:
Cada vez más personas festejan, recorren o participan del Día del Patrimonio en Uruguay.
Tras el suceso mediático y comercial poco se profundiza el resto del año en sus “objetos de
estudio” y sus circunstancias de existencia, permanencia, ventajas y aportes a la cultura e
identidad nacional y el valor que genera su presencia a la misma sociedad en que se
inserta.

Freeman Tilden -padre fundador de esta disciplina- planteaba la interpretación como “una
actividad educacional que aspira a revelar los significados y las relaciones por medio del
uso de objetos originales, a través de experiencias de primera mano, y por medios
ilustrativos en lugar de comunicar información literal” p.2

La interpretación es una actividad educativa que pretende revelar significados e


interrelaciones a través del uso de objetos originales, por un contacto directo con el recurso
o por medios ilustrativos, no limitándose a dar una mera información de los hechos. p.2

La Interpretación del Patrimonio es el arte de revelar in situ el significado del legado natural,
cultural o histórico, al público que visita esos lugares en su tiempo de ocio. p.2

La Interpretación del Patrimonio se basa en tres instrumentos fundamentales: investigación,


conservación y difusión. A su vez tiene una serie de características, a saber:
● Misión: se debe transmitir la información de manera tal que la persona interesada
sea capaz de integrarlo tanto en el momento histórico del que formó parte como del
entorno al que pertenece.
● Funciones: explicación in situ, de una forma atractiva y sugerente. Además se apoya
en otra serie de funciones como:
○ Didáctica: trata de complementar los procesos formales de educación y
capacitación.
○ Difusión: dar a conocer los valores de un espacio incentivando su visita.
○ Información-Orientación: debe satisfacer las necesidades del visitante con
relación a su seguridad, requerimientos básicos, bienestar, orientación; y dar
a conocer participación en los diferentes programas y servicios del espacio.
○ Investigación-Conservación: intervenir el el recurso patrimonial sin alterar sus
cualidades.
○ Relación con su entorno inmediato: transferencia de información, tecnología,
toma de conciencia, motivación u otras, dirigidas a las poblaciones locales o
personas que interactúan con el recurso en su vida cotidiana. p.3

Los romanos hablaban del ​genius loci​, el espíritu del lugar. Interpretar es hacer evidente ese
espíritu del sitio, de una forma holística, valores materiales, simbólicos y de pertenencia en
un todo complejo que es mucho más fácil transmitir orientándonos al total de la persona y
no a una de sus partes, provocando sensaciones, o apelando a una presentación emotiva,
todo ello con el fin de resultar una experiencia agradable y enriquecedora. p.3

Freeman Tilden planteaba:


Toda comunicación que no se relacione con la experiencia vivida de quien la recibe, será
estéril. p.4

Creemos que la interpretación del patrimonio es un elemento indispensable para la


conservación y gestión de los recursos naturales y culturales de la humanidad. Afirmamos
que los espacios protegidos, sitios y objetos patrimoniales, contribuyen a las necesidades
físicas, culturales y espirituales de la humanidad, conectando el pasado con el presente y
con nuestro futuro. Creemos que la concienciación y las posibilidades de entender, apreciar
y disfrutar de estos recursos son esenciales para la conservación a largo plazo y el uso con
sabiduría de este patrimonio. (Declaración de Banff, 1985 Heritage Interpretation
International) p. 4

La singularidad del objeto patrimonial está dada por ser irrepetible, auténtico y no
trasladable. No su presencia sino su unidad cultural del sentir que ofrece su presencia. p. 4

Insisto en que debemos seducir al espectador. (...) El intercambio será mutuo entre objeto y
público, ambos ganan, uno se valora y preserva, el otro se enriquece, se ilumina y educa.
Para ser educado hay que ser alumno, el no iluminado del latín, al que se le revela el
conocimiento de la realidad. (...) La clave del éxito será la forma que adopte el mensaje para
que el vínculo sitio-visitante sea efectivo, motivador y deje huella. Es un gran reto. p.4

Revelar un significado es conocer el significado, de manera profunda, y luego hacerlo saber


de la manera más simple. Lo que cada lugar significa lo determina la sociedad, lo acepta o
lo olvida. p.5
¿Cómo seducimos? ¿Cómo convencemos y sensibilizamos? ¿Cómo educamos en
patrimonio? tendremos que pensar un poco más. Y proponernos saber cómo piensan
nuestros visitantes patrimoniales, de donde vienen, edades, gustos, estudios, etc. p.5

La ciudad es la forma en que la gente mira las cosas; es su manera de hablar y su reacción
frente a los acontecimientos, su modo de afrontarlos y superarlos.La ciudad es la vida
múltiple y diversa; son sus rincones, su gente, sus árboles, el olor a la lluvia; es la tierra y el
tiempo mismo que fluye (Abderrahmán Munif, “Memoria de una ciudad”) p. 6

INTERPRETACIÓN Y DIFUSIÓN: DOS FORMAS


DIFERENTES DE VER EL PATRIMONIO.
REVISTA ARQUEOLOGÍA Y TERRITORIO.
NÚMERO 7, AÑO 2010.
Existe cierta confusión entre los términos de interpretación y difusión. Esto crea dificultades
en la musealización y una mala praxis en el uso de ambos conceptos , que conlleva a que el
público no alcance a comprender lo que se le está explicando, con la consecuente falta de
interés. p. 165

La interpretación se puede definir como un método para acercar el patrimonio al ciudadano


a través de una gran variedad de recursos de presentación y animación. p 165

La interpretación posee dos áreas de trabajo bien definidas:


Programas didácticos: dirigidos a grupos homogéneos con intencionalidad educativa.
Programas interpretativos: dirigidos al público en general. Son grupos heterogéneos. p.166

EVOLUCIÓN DEL CONCEPTO INTERPRETACIÓN.


Aldridge cita dos puntos principales para el origen de este término:
Los parques nacionales de EEUU, inspirados en las ideas del disfrute público y la
conservación de la naturaleza.
Los parques de la vida cotidiana escandinavos, cuya finalidad era divulgar la etnología
regional del norte de Europa.
A principios del siglo XX, en los parques nacionales de EEUU, los naturalistas empiezan a
hacer arte de su oficio: el arte de revelar la esencia de un lugar y hacer que los visitantes se
compenetren y se inspiren con ello. Guías de naturaleza , que con sus explicaciones sobre
la naturaleza hacían que el visitante se interesara por ella. p. 166

En la actualidad el intérprete, independientemente que sea geógrafo, biólogo o arqueólogo,


es ante todo, un comunicador, y su campo profesional es muy variado.
Hoy la interpretación es una de las principales estrategias de comunicación con el público
en parques naturales y arqueológicos, contribuyendo a ordenar el flujo de visitantes, los
patrones de visita con relación al uso del espacio, disminuyendo el vandalismo, y
promoviendo actitudes compatibles con la conservación. p. 167

DEFINICIONES DE INTERPRETACIÓN

Para Freeman Tilden, es una actividad educativa que pretende revelar significados a través
del uso de objetos originales por un contacto directo con el recurso o por medios ilustrativos.

Para Don Aldridge, es el arte de explicar el lugar del hombre en su medio, con el fin de
incrementar la conciencia del visitante y despertar en él un deseo de contribuir a la
conservación del ambiente.

Paul Risk, la define como la traducción del lenguaje técnico a menudo complejo del
ambiente, a una forma no técnica, con el fin de crear en el visitante una sensibilidad,
conciencia, entendimiento, entusiasmo y compromiso hacia el recurso que es interpretado.
p.167

Jorke Edward, la interpretación posee cuatro características que hacen de ella una
disciplina especial: es comunicación atractiva, ofrece una información concisa, es entregada
en presencia del objeto en cuestión y su finalidad es la revelación de un significado.

Bob Peart, la define como un proceso de comunicación diseñado para revelar al público
significados e interrelaciones de nuestro patrimonio natural y cultural.

Para la Asociación para la interpretación del patrimonio (AIP), la interpretación del


patrimonio es el arte de revelar in situ el significado del legado natural, cultural o histórico al
público. p. 168

PRINCIPIOS DE INTERPRETACIÓN DEL SIGLO XXI

Todo lugar tiene su historia. Los intérpretes pueden revivir el pasado p.168

Los intérpretes deben cuidar la cantidad, la calidad y la información a presentar

La interpretación debería estimular las capacidades de la gente e infundir un deseo de sentir


la belleza de su alrededor.

La pasión es el ingrediente indispensable para una interpretación poderosa y afectiva;


pasión por el rasgo interpretado y por aquellos que vienen a inspirarse con él. p. 169.

LA DOCTRINA DE INTERPRETACIÓN
La interpretación tiene una estrecha relación con el turismo. Se pretende que tras la
experiencia interpretativa, el visitante adquiera una visión distinta y singular de un lugar.
Un objetivo fundamental de la interpretación es incrementar el disfrute y la satisfacción del
visitante. Es alentar a la gente a reflexionar y no decirles lo que tienen que pensar, debe
estimular el pensamiento crítico. p. 169 y 170.

INTERPRETACIÓN Y TURISMO
No todos los sitios pueden ser interpretados, todo lugar requiere un minucioso análisis
motivado por un interés general o particular, y/o la necesidad de controlar u ordenar de
alguna forma el uso que ese interés produce en la zona. p. 171

Conviene elegir los valores representativos de cada área , con un desarrollo de los
contenidos:
Desarrollo de temas, concepto englobado en una frase general y sugerente.
Historias o relatos, se unen los conceptos en un argumento o guión. p.171

También se pueden considerar los valores propios de cada lugar:


Mantener un reconocimiento de la dignidad humana y el derecho de los otros a sostener
creencias y valores diferentes a los nuestros.
Fomentar actitudes que incluyen el respeto por los sentimientos y estimular la empatía.
Aprender a aceptar las diferencias con agrado e interés, en lugar de suponer un grado de
inferioridad por parte de la cultura diferente. p.171

Hay que planificar la interpretación con una diversidad de medios y programas. Evitar toda
alusión técnica y el uso de conceptos científicos; convienen ser breve, simple y conciso en
el mensaje. Hay que considerar en la planificación niveles con respecto a los diferentes
visitantes: Niveles de disfrute, Niveles de complejidad de la información y Niveles de
habilidades motoras o destrezas. p. 171 y 172.

LA GESTIÓN
La interpretación es una parcela de la gestión cuya razón de ser son los visitantes en su
tiempo libre pero su fin último es la conservación p. 172

La interpretación es un instrumento de gestión por los siguientes aspectos:


Promueve un comportamiento acorde con el lugar, concientizando acerca de la importancia
de conservarlo, provocando y persuadiendo.
Favorece un buen uso del espacio.
Puede ser utilizada para explicar ciertos aspectos de la propia gestión.
Si la interpretación está bien ejecutada, puede servir para promover una buena imagen de
la institución. p. 173

VALORACIÓN DEL CONCEPTO INTERPRETACIÓN.


La interpretación como tal no llega a lo que pretendemos, ya que le falta el componente
objetivo que la haga ser transmisora de un mensaje limpio y no lleno de impurezas, ya que
depende del intérprete, no de lo que interpreta. LLevar a cualquier visitante a un
conocimiento real de lo que ve, toca o siente, no sólo utilizando un lenguaje cercano, sino
también llevándolo a conocer la realidad que está en ese momento conociendo. p. 173
Interpretación es usar nuestro patrimonio (natural o cultural) a través de los restos que han
llegado a nosotros desde el pasado, de una forma cercana y veráz, pero dándole al
intérprete cierto margen de libertad. p 173

DIFUSIÓN

La difusión es una gestión cultural mediadora entre el Patrimonio y la sociedad. Tiene que
haber difusión del Patrimonio en la escuela, en el museo, en el archivo, en la biblioteca, etc.
Pero para que sea difusión necesita una técnica, una acción, recursos materiales y
humanos dedicados, dirigidos y encaminados a este propósito. También debe de haber
interrelación y coordinación para tener una lectura coherente de nuestro entorno cultural o
natural. El fin último de la difusión es el conocimiento de la historia a partir de la cual dicho
pueblo descubre su identidad. p. 174

EL TERRITORIO
La difusión del patrimonio como factor de desarrollo se debe inscribir en una amplia
reflexión sobre los modos de revitalizar el espacio con el fin de propiciar una distribución
más equilibrada y de preservar los territorios con gran riqueza patrimonial tanto
histórica-arqueológica como natural. El sustento organizativo de la difusión recae
exclusivamente en la administración pública. p. 175

VALORACIÓN DEL CONCEPTO DE DIFUSIÓN


La difusión del patrimonio es hacer llegar al público un mensaje objetivo de lo que ve, darle
un conocimiento de su pasado, enseñarle a respetar lo que ve, lo que toca, como algo
propio. Difundir es acercar el patrimonio al público en general de una forma sencilla, clara y
veraz. p. 175

Toda planificación encaminada a que la difusión esté al servicio de la ciudadanía debe tener
en cuenta las características, las necesidades, el comportamiento y las demandas de los
distintos sectores de público que acude a ella. p. 176.

Altamirano, Carla; Crespo, Carolina; Lander, Erica;


Zunino, Natalia. Modalidades de Apropiación del
Patrimonio. El museo y su público (n.d.). Buenos
Aires.
[NOTA 2:
El museo, que en un primer momento fue creado para una elite del gusto y del saber, ha
pasado actualmente a servir a una sociedad de masas. El museo promueve la difusión de
manifestaciones representativas de la cultura y, en este sentido, conjuga en sí mismo un
papel comunicador -educativo- junto con sus otras funciones: la de conservación e
investigación. En este trabajo nos centraremos en su función comunicativa.]

En los últimos años se ha ido desarrollando, en el campo de la museología, un nuevo


concepto de museo y de sus funciones, a partir del cual se concibe al público como un
sujeto activo y participativo, que interactúa con el mensaje expositivo. (...)
La exposición ya no es concebida como algo estático sino como un lugar de construcción de
sentido en el cual existe una relación interactiva entre el público y lo expuesto. p.2

Los cambios en la concepción del museo se pueden resumir en cuatro aspectos (Asensio y
Pol):
1. Un cambio epistemológico: se pasa de una concepción positivista o neopositivista,
en la cual predomina la acumulación de datos; a una perspectiva racionalista donde
importan las teorías que permiten explicar esos datos.
2. Un cambio disciplinar: se pasa de una perspectiva descriptiva con un enfoque
taxonómico a una perspectiva explicativa, en el cual el enfoque es relacional.
3. Un cambio museológico: se pasa de la concepción de museo almacén donde lo
importante es la clasificación y catalogación del material acumulado a una
concepción del museo más comunicativa, en el cual el énfasis está puesto en la
difusión.
4. Un cambio en el papel del visitante: antes se pensaba en un público experto, elitista,
con una actitud pasiva y contemplativa ante la pieza. Actualmente, se piensa en el
público como masivo, no experto, con una actitud activa y una intención
comprensiva. p. 3

Proponemos concebirlo [al museo] … “como un campo activo en la creación de nuevos


sentidos sociales, sobre la base del reconocimiento y respeto a la diversidad”... (Batallán;
80) p.3

Como toda institución, el museo es percibido, por el público en general, como un portador
de ciertas “funciones”, como ámbitos que desempeñan roles específicos dentro de la
sociedad. Dichos roles, que pueden ser compartidos con otras instituciones sociales, son
los que le dan una marca original, y condiciona la relación que se establecerá entre el
museo y los actores sociales. p 4

Para el público, el museo cuenta la historia “verdadera”, a diferencia de otras instituciones u


otros ámbitos (escuela, medios masivos de comunicación, etc.). (...) para algunos, el museo
museo muestra un pasado sin “contaminaciones” de variables políticas o sociales, es decir,
es percibido a partir de una visión romántica; para otros es un espacio estático, exótico,
perteneciente a los “otros”; con el que se establece un vínculo distante; finalmente, en otros
casos, es un espacio vinculado a la evocación de la propia experiencia afectiva del pasado,
de sus recuerdos o de un patrimonio que se supone definitivamente compartido. En tanto
espacio recreativo , el museo es percibido como un lugar donde se encuentra algo distinto a
lo cotidiano, como un ámbito exótico, detenido en el tiempo. p. 4
La institución museo es percibida también como el lugar de reconocimiento, reactualización
compartida de las raíces colectivas, posiblemente a partir de una necesidad insatisfecha de
comprensión de los orígenes heterogéneos del “ser argentino”. p.4

La función educativa del museo es asumida como un apoyo material a los conocimientos
tratados en la escuela, como institución difusora de conocimientos. Esta función, se
encuentra vinculada con la noción de legitimidad: el museo presta una supuesta objetividad
a lo enseñado en la escuela. la muestra museográfica muestra ofrece lo “verdadero”, lo
“real”. p. 4 y 5

(...) encontramos en el discurso de los docentes de nivel inicial (...) que su motivación para
realizar la visita estaba relacionada con un sentido didáctico: buscaban la experiencia
“directa”, el conocimiento de la “realidad”. p. 5

Así es como la institución museo es vista como depositaria del patrimonio cultural, y
principalmente, como autoridad del proceso educativo, ya que trasmitiría una verdad
sustentada en las evidencias materiales expuestas. (...) De esta manera, se pierde de vista
el carácter interpretativo e intencional implícito en la muestra, en tanto exposición diseñada
por sujetos. p. 5

Una función que prácticamente no es tenida en cuenta por el público, es la de ser un centro
de investigación o por lo menos la de un lugar donde se reelaboran con fines de divulgación
conocimientos obtenidos en trabajos de investigación. p. 5

(...) hemos registrado que ha sido incorporado el contexto sociohistórico en que esta figura
cobra sentido [hace referencia al gaucho]. Los visitantes han reclamado reiteradamente
mayor profundidad en los aspectos cotidianos, lo que la gente “común” hacía diariamente,
desplazando el foco de interés desde una visión clásica de la historia, donde los hechos
políticos o los políticos mismos son importantes, a una visión social de la historia, donde la
gente, su vida, sus costumbres, sus relaciones con los indígenas [sic], sus pensamientos,
sus valores, sus problemas serían los relevantes: “como hacían el barro”, “un rancho por
dentro”, “comidas regionales”, “trabajos familiares”, “herramientas”, “ropa”, “cosas
cotidianas”, “rol de la mujer”, “bailes”, “juegos”, “sufrimientos”, fueron algunos de los
términos registrados. p. 7

Frente a un mismo mensaje expositivo, vemos que los distintos actores han activado
mecanismos de asociación, de inclusión y exclusión, de negación o afirmación para dar
cuenta de diferentes y complejas percepciones, apreciaciones y conceptualizaciones del
patrimonio. p. 8
Para concluir podemos decir, siguiendo a García Canclini, que el aspecto menos conocido
de los museos es el público; y si consideramos que estas instituciones -abiertas a la
participación del público en general- conforman un “momento” del proceso de comunicación
social, vemos que investigaciones como éstas son imprescindibles para el conocimiento de
las percepciones, apreciaciones y conceptualizaciones que el público hace de los museos y
sus muestras. p. 8
Todo lo dicho hasta el momento nos lleva a concluir que la investigación del público en los
museos es una necesidad de la política cultural actual o, como se plantea desde la
Dirección del Museo Hernández, un servicio permanente del museo a la comunidad.
Indagar acerca de las necesidades, motivaciones, percepciones, actitudes, demandas y
propuestas del público visitante, adquiera relevancia, no sólo para el armado de la muestra,
sino también para que los museos logren cumplir con su función educativa bajo una
concepción participativa, lo que permitiría que la democratización cultural se lleve adelante.
(...) Consideramos que, si bien existen cifras globales de asistencia del público a los
museos, sin embargo se desconoce aún hoy, las razones que lo moviliza, qué es lo que
prefiere y rechaza, las maneras en que se apropian del patrimonio los diversos grupos y qué
dificultades encuentran para relacionarlo con su vida cotidiana. p. 8

Chiriguini, M. C. (2004). Identidades socialmente


construidas. La Plata. Introducción
Este capítulo tratará sobre las identidades (...). Presentaremos en primer lugar el enfoque
esencialista, el más clásico, que define a la identidad como lo que permanece inalterable a
través del tiempo, lo idéntico a sí mismo, lo que perdura conforme a ciertos rasgos
esenciales. En segundo lugar comentaremos el enfoque relacional que, en oposición al
anterior, considera la identidad únicamente en términos de la dinámica social que
caracteriza a los grupos sociales, en tanto que sostiene que la construcción colectiva y
polifónica, abierta, siempre en construcción y sujeta a posibilidad de resignificación, según
las condiciones históricas. p.61

También trabajaremos el concepto de etnocentrismo, entendido como un juicio dogmático


sobre la superioridad de la propia cultura. p. 61

En la actualidad, son los Estudios Culturales y el multiculturalismo -perspectivas


académicas dominantes en Estados Unidos - los que retoman con fuerza la cuestión de las
identidades. p.62

La premisa básica del multiculturalismo es la tolerancia de la diferencia (negros, latinos,


indígenas), la aceptación de lo heterogéneo, sin dar cuenta de la heterogeneidad interna de
esos mismos grupos y del contexto general en el que tienen lugar los procesos de tomas de
decisiones. p. 62

(...) si describimos los conflictos entre los grupos sociales únicamente en términos de
identidades contrastivas (opuestas, contrarias), de culturas en pugna o subculturas,
estamos dejando de lado la relación de dominación y subordinación propias de toda
estructura social. p. 62 y 63
(...) se podía rastrear el interés que despierta el tema de la identidad y las identidades a
partir de algunos de los hechos sociohistóricos que afectaron y afectan a las sociedades en
las últimas décadas:
“la disolución de los bloques antagónicos este/oeste, la intensificación de los tránsitos
migratorios, el debilitamiento de las ideas de nación y ciudadanía, la fragmentación
identitaria y cultural que aparecía tempranamente, como contracara de la globalización”
(Arfuch 2002:19). p. 63

Identidad, alteridad y cultura

Cómo nos representamos a nosotros mismo y cómo nos representan los demás son
cuestiones que nos vinculan con la noción de identidad. (...) la identidad es un proceso de
identificaciones históricamente apropiadas que le confieren sentido a un grupo social. Las
identificaciones implican un proceso de aprehensión y reconocimiento de pautas y valores
sociales a los que adscribimos y que nos distinguen de “otros” que no los poseen o
comparten. p. 64

Entonces decimos que la identidad la pertenencia a algo -un nosotros- y simultáneamente la


diferencia con un algo que no somos -un otro- que conforma un universo cultural distinto.
(...) A este reconocimiento de la diferencia, a este proceso de extrañamiento se lo denomina
alteridad. p. 64

En los diferentes escenarios sociales y culturales donde transcurre nuestra existencia y


desde los primeros años se van originando identificaciones sucesivas que necesariamente
tienen una dimensión individual y una dimensión social, siempre construidas a partir de
oposiciones. En realidad la identidad individual se va constituyendo a partir de la identidad
social y del grupo de pertenencia, por lo tanto toda identidad individual es una identidad
social. p. 65

El proceso identitario es en sí un proceso complejo, en el que las identificaciones se


elaboran en forma colectiva (en la familia, la escuela, el club, la calle), pero también en el
plano de las subjetividades, de acuerdo con nuestra propia experiencia individual. p. 65

Los rituales, en general propios de todas las sociedades humanas, tienen como objetivo
renovar el sentido de pertenencia, de identificación, en los diferentes grupos sociales,
comunidades y naciones. p. 65

Si tomamos el proceso de identificación en el ámbito de las ciudades, encontramos un claro


ejemplo en los grupos juveniles urbanos que se identifican con ciertas prácticas culturales y
por la apropiación de ciertos espacios públicos que adquieren una dimensión simbólica, es
decir, un significado que trasciende a lo material objetivo. En palabras del sociólogo Horacio
González, sobre las diferentes prácticas sociales de los jóvenes:
“La idea en definitiva es marcar fronteras, marcar una territorialidad. Hay jergas, códigos,
una ritualidad cerrada, grupos de culto sólo para iniciados, una cierta clandestinidad, todo lo
que apunta a construir un tabicamiento como forma de rechazar el mundo cuyos rasgos
execrables a sus ojos tampoco lo tienen claro” (Las tribus urbanas, en revista Ñ del diario
Clarín, 31/01/2004) p. 66

Homogeneidades o la ficción simplificadora

Es importante destacar que la representación de una identidad colectiva no supone la


homogeneización interna de todo el grupo o de los sujetos que comparten una identidad
común. p. 67

Reiteramos entonces que cuando se definen las sociedades en términos de “esencias” (no
dinámicas y/ contextualizadas) y sin otorgar peso a las significaciones que elaboran los
propios sujetos, la mayoría de las veces, se suelen homogeneizar las diferencias internas
de los ​otros​ (p.e. ​los musulmanes son todos terroristas)​ y simultáneamente a desconocer
las desigualdades de ​nosotros​ (p.e. ​las mujeres occidentales gozan de libertades civiles​),
levantando rígidas barreras culturales que separan mundos aparentemente irreconciliables.
p. 67

(...) el énfasis en la diferencia, en el sentimiento de ajenidad hacia los otros fortalece la


distancia entre los grupos sociales, subrayando las diferencias y descartando las similitudes
que suceden en las sociedades (...). p. 68

Las identidades múltiples

Todos estamos constituidos por un conjunto de pertenencias múltiples. En la vida cotidiana


pueden alternarse diferentes identidades, según las circunstancias. (...) En realidad todas
estas identificaciones son parte de un mismo, de “mismidad”; son como capas delgadas de
una cebolla que conforman al fin y al cabo una unidad y que se van constituyendo en
nosotros como resultados de experiencias sociales e históricas producidas colectivamente y
en el plano de la subjetividad. p. 68

Cuando la identidad deviene negativa

En algunas circunstancias una estrategia consiste en ocultar la identidad para evitar la


discriminación, el exilio o la misma muerte. Un caso histórico es el de los marranos:
“Se conocen como marranos los judíos expulsados de la península ibérica en el siglo XVI,
que se convirtieron exteriormente al catolicismo para escapar de la Santa Inquisición, pero
que en la intimidad de sus hogares seguían practicando los ritos judíos tradicionales
permitiendo la transmisión de esos valores de generación en generación (...) (Jelín, 2002) p.
70

Perspectiva objetivista y subjetivista de la identidad étnica

El enfoque objetivista, también llamado esencialista o sustancialista, define la identidad


étnica como un conjunto de rasgos que identifican a un grupo étnico, es decir como una
forma de organización social donde sus integrantes se identifican y son identificados por
ciertos rasgos culturales de su pasado. (...) el uso de una lengua, la ocupación de un
territorio, la práctica de costumbres cotidianas y de una religión. Estos valores y
comportamientos compartidos son desde este enfoque como inalterables (...) Para los
objetivistas esta serie de atributos considerados “objetivos” constituyen la identidad
colectiva. p. 72

Para los subjetivistas la identidad es un sentimiento de autoidentificación o de pertenencia


con un grupo o una comunidad (...) el sentido de pertenencia, el carácter totalmente
subjetivo de la elección personal; se conozca o no la lengua, se resida o no en el territorio, ,
se participe o no de la totalidad de las costumbres. (...) Este enfoque tiene la virtud de dar
cuenta del carácter dinámico y variable de la identidad, pero a la vez al acentuar ese
carácter efímero, temporal de las identificaciones, deja de lado el hecho de que las
identidades son relativamente estables y se constituyen en el seno de los procesos sociales
y no se reducen a decisiones individuales. p.73

Perspectiva relacional y dinámica de la identidad étnica

(...) toda identidad o identificación es ​relacional​ y por lo tanto requiere ​otro​ a partir del cual
puede afirmar su diferencia. Es así como se plantea que no es el aislamiento sino, por el
contrario, el ​contacto​ lo que constituye el proceso identitario. P.74

(...) el fenómeno identitario solamente puede reconocerse en las relaciones entre los grupos
sociales. Es decir, son las situaciones de contacto las que llevan a subrayar las diferencias,
y marcar las identidades. p.74

(...) para definir la identidad de un grupo no interesa enumerar un conjunto de rasgos


culturales particulares, sino encontrar entre esos rasgos los que son empleados por los
miembros del grupo para afirmar y mantener una distinción cultural (Barth, 1979). p. 74

Guillermo Bonfil Batalla (1992), antropólogo mexicano, nos dice que la identidad étnica no
es una condición puramente subjetiva, sino “el resultado de procesos históricos específicos
que dotan al grupo de un pasado común y de una serie de formas de relación y códigos de
comunicación que sirven de fundamento para la persistencia de los mismos”. p. 77

El reconocimiento de las diferencias y del carácter histórico de las identidades es un primer


paso para aceptar al ​otro,​ pero no suficiente si no develamos las relaciones de poder y
explotación entre los grupos en cada contexto histórico. p. 78
PRATS, LLOREN (1997): ANTROPOLOGÍA Y
PATRIMONIO. BARCELONA. ARIEL. CAP. UNO:
EL PATRIMONIO COMO CONSTRUCCIÓN
SOCIAL.
EL PATRIMONIO COMO CONSTRUCCIÓN SOCIAL.

Que el patrimonio sea una construcción social quiere decir, en primer lugar, que no existe
en la naturaleza, que no es algo dado, ni siquiera un fenómeno social universal, ya que no
se produce en todas las sociedades humanas ni en todos los períodos históricos; también
significa, correlativamente, que es un artificio, ideado por alguien, en algún lugar y
momento, para uno determinados fines, e implica, finalmente, que es o puede ser
históricamente cambiante. p. 1

Podríamos hablar también, de “invención” del patrimonio. Ambos conceptos, construcción


social e invención, me parecen útiles para explicar procesos de construcción patrimonial. El
primero, siguiendo a Berger y Luckman, remite a la idea de universos simbólicos
legitimados, mientras que el segundo, siguiendo a Hobsbawn y Ranger, remite
fundamentalmente a la idea de manipulación. La construcción social de la realidad no se
puede entender sin la intervención de una hegemonía social y cultural. La invención de la
realidad se refiere a composiciones , cuyos elementos pueden haber sido extraídos
inalterados de la realidad, pero cuya ubicación en un nuevo contexto contribuye a crear otra
realidad, con otro sentido. p. 1 y 2

Invención y construcción social no me parecen procesos antagónicos, sino más bien fases
complementarias de un mismo proceso. La invención se refiere sobre todo a procesos
personales y conscientes de manipulación, mientras que la construcción social se asocia
principalmente con procesos inconscientes e impersonales de legitimación. La invención,
para arraigar y perpetuarse, necesitará convertirse en construcción social, es decir, alcanzar
un mínimo nivel de consenso. p. 2

Parámetros que definen al patrimonio: el factor determinante es su carácter simbólico, su


capacidad para ​representar simbólicamente una identidad.​ Esto es lo que explica el cómo y
el por qué se movilizan recursos para conservarlo y exponerlo. p.3

Origen del patrimonio, legitimación de unos referentes simbólicos a partir de unas fuentes
de autoridad (sacralidad) extraculturales, esenciales y, por lo tanto, inmutables. Todo esto
se produce con el Romanticismo, los criterios de legitimación extracultural fijados por este
movimiento son la naturaleza, la historia y la inspiración creativa (genio). p.3

El Romanticismo representa una reacción de sinrazón y desmesura frente a la razón y a los


cánones ilustrados; del individuo contra el Estado, del liberalismo contra el despotismo
ilustrado. El Romanticismo es la ideología de la burguesía, y su exaltación del individuo no
deja de ser la de la libre empresa. La naturaleza, indómita, metáfora y reto para la libertad
individual; la historia, los héroes y las grandes gestas legendarias; y la inspiración creativa,
una nueva percepción del concepto de autor, la reivindicación de la imaginación y del genio
frente a la imitación y al academicismo característicos de la Ilustración. p. 3

Sacralidad de tales elementos (la naturaleza, la historia y la inspiración creativa), del control
de los dioses sobre la naturaleza y sobre el tiempo, sobre la historia que discurre por
cauces trazados por ellos, aunque incomprensibles para nosotros; sobre el futuro, que sólo
ellos conocen y pueden transformar; y sobre la inspiración y el genio, la gracia que ellos
conceden a determinados individuos. p. 4

Es en el contexto de las revoluciones a fines del siglo XVIII donde el romanticismo impulsa
los nacionalismos y los colonialismos. Los nacionalismos tienen dos virtualidades: convertir
la empresa capitalista en una misión histórica y amortiguar los conflictos sociales. La patria
se convierte en intrínsecamente buena (sagrada) y la empresa capitalista en un servicio a
aquélla y una expresión de sus valores esenciales. El nacionalismo adquiere así un carácter
integrador. El colonialismo es también indirectamente impulsado por el romanticismo, que
fomenta la épica de los exploradores y la lucha por la libertad, ratificado por la antropología
y otras disciplinas sociales que lo presentaban como una labor humanitaria de ayuda a
países atrasados en su inexorable camino a la civilización. p. 4 y 5

Los nacionalismos europeos del siglo XIX reviven (patrimonializan) la historia medieval
como época acrisoladora de las nacionalidades y también las tierras altas, las montañas y
los bosques, así como la tradición popular, en cuyo aparente atavismo confluyen naturaleza
e historia.p. 6

Nobleza de los elementos patrimoniales. Nadie discutirá la pertinencia patrimonial de un


monumento histórico o de una obra de arte, mientras parecerá más discutible la de un viejo
orinal. Podríamos hablar de una nobleza percibida que tienen más que ver con los valores
sociales hegemónicos que con la entidad de los elementos. p. 7

La principal virtualidad de un símbolo es su capacidad para expresar de una forma sintética


y emocionalmente afectiva una relación entre ideas y valores. Dicho de otra forma, el
símbolo tiene la capacidad de transformar concepciones y creencias en emociones, de
encarnarse, y de condensarlas y hacerlas, por tanto más intensas​. p.8

Entiendo que la identidad es también una construcción social y un hecho dinámico, aunque
con un razonable nivel de fijación y perduración, y que toda formulación de la identidad es
únicamente una versión de esa identidad. Por tanto, pueden coexistir, y ​de hecho coexisten
distintas versiones de una misma identidad​. p.8
Las representaciones patrimoniales pueden afectar a todo tipo de identidades, pero por su
misma naturaleza, se suelen referir principalmente a las identidades políticas básicas:
locales, regionales y nacionales. p.9

Activaciones patrimoniales: correlación entre intereses, valores y situaciones cambiantes.


¿Quién activa estas versiones, estos repertorios patrimoniales adjetivados? ¿La sociedad?
Otra falacia en este como en otros campos es la del sujeto colectivo.​ La sociedad puede
adherirse y/u otorgar, consensuar una representación, una imagen, un discurso…; pero esta
representación, esta imagen, este discurso, han sido elaborados por alguien concreto, y al
servicio, más o menos consciente, de ideas, valores e intereses concretos, tan legítimos o
tan espurios como se quiera, pero reales​. p.9 y 10

Estos repertorios pueden ser activados por cualquier agente social. Ya en el plano de la
realidad social, debemos decir que, en todo caso, no activa quien quiere, sino quien puede.
Es decir, en primer lugar, los poderes constituídos. Los gobiernos locales, regionales y
nacionales. ​El poder político es el principal agente de activación patrimonial, el principal
constructor de monumentos, parques nacionales y arqueológicos. No sólo el poder político
legalmente constituído puede construir patrimonios, sino también el poder político informal,
alternativo, la oposición.​ p10

Sin poder, podríamos decir, no existe patrimonio. p11

La activación de repertorios patrimoniales no es ni el único ni el principal procedimiento de


representación simbólica de la identidad. Desde el punto de vista de la eficacia simbólica,
los símbolos políticos ocuparían el primer lugar. Me refiero, claro está, a himnos, banderas,
monarcas.​ Igualmente, se debe recalcar que el patrimonio, constituye un campo de
confrontación simbólica inevitable, tanto entre las distintas versiones concurrentes, como en
el ámbito de las confrontaciones externas, simbólicas y físicas entre grupos sociales. ​p12

Los criterios enunciados (la naturaleza, la historia y la inspiración creativa) vienen a ser
como los lados de un triángulo dentro del cual se integran todos los elementos
potencialmente patrimonializables en el contexto de una dinámica de inclusión y exclusión
considerablemente rígida. p.13

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