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Anselm Grün

Si aceptas perdonarte,
perdonarás

NARCEA, S. A. DE EDICIONES
ANSELM GRÜN ha publicado en esta colección:

Buscar a Jesús en lo cotidiano. Ejercicios en la vida diaria.


Índice
Evangelio y psicología profunda.
La mitad de la vida como tarea espiritual. La crisis de ¡os 40/50 Introducción 7
años.
La oración como encuentro. MENSAJE BÍBLICO DE PERDÓN Y RECONCILIACIÓN
La salud como tarea espiritual. Actitudes para encontrar un nuevo
gusto por la vida. El Dios perdonador ................................................
Nuestras propias sombras. Tentaciones'. Complejos. Limitaciones. 13
Nuestro Dios cercano. Imágenes bíblicas de la Redención. El perdón nos hace libres. Perdón sin límites
Su amor sobre nosotros. Reflexiones orantes para todos los dias. Dejaos reconciliar con Dios ..................................
Una espiritualidad desde abajo. El diálogo con Dios desde el fondo 22
de la persona. La reconciliación empieza en los pensamientos.
Reconciliación con mi enemigo de dentro. Su-
perar el mal con fantasía y amor. El amor a los
enemigos

RECONCIALIACIÓN Y PERDÓN EN EL ÁMBITO PERSONAL


5' edición Nuestra propia reconcialiación ...........................
© NARCEA, S. A. DE EDICIONES 38
Avda. Dr. Federico Rubio y Galí, 9. 28039 Madrid. España Reconciliación con el propio pasado. El sí dado a
www.narceaediciones.es nosotros mismos
La reconciliación con el prójimo ..........................
© Vicr-Türmc, GmbH, D-97359. Miinsterschwarzach
Abtei Título original: Vergib dir selbst
50
Pasos hacia la reconciliación. «Padre, perdó-
Traducción: Guillermo nalos, porque...». Manifestación del perdón
Gutiérrez Cubierta: Francisco
Ramos
RECONCILIACIÓN EN LA COMUNIDAD
I.S.B.N.:
978-84-277-1358-1 Iniciar nuevos caminos ........................................
Depósito legal: M. 65
30,900-2007
Matrimonio y familia. Comunidades religiosas. La
impreso en España. Printed in Spain comunidad local. La parroquia.
Imprime LAVEL Pol. Ind. Los Llanos. 28970 Humanes (Madrid)

Reconciliación en nuestra sociedad.


Queda prohibida, salvo excepción prevista en la ley, cualquier forma de Reconciliación entre las naciones
reproducción, distribución, comunicación pública y transformación de
esta obra sin contar con autorización da los titulares de propiedad
intelectual. La infracción de los derechos mencionados puede ser
constitutiva de delito contra ia propiedad intelectual (arts. 270 y sgts.
MISIÓN DE LAS IGLESIAS
Código Penal). El Centro Español de Derechos Reprogréfícos
(www.cedro.org) vela por el respeto de los citados derechos.
Mensajeros de reconciliación……………….. 98
Lenguaje reconciliador. Rituales de reconciliación

EL SACRAMENTO DE LA RECONCILIACIÓN. LA
CONFESIÓN

Historia de la confesión ...........................................


109
La confesión como reconciliación. La confesión Introducción
de devoción. La confesión como dirección es-
piritual
Reacciones ante la falta ...........................................
116
Sentimientos de culpabilidad y culpa. La falta
como oportunidad. El mal. Ni inculpar ni exculpar.
El diálogo liberador. Exponer ante Dios mi verdad En el acompañamiento espiritual se incide fre-
El sentido de la confesión ......................................... cuentemente en el tema del perdón en la conversación
130 con los participantes. Hay quienes padecen las
Derribar el muro que separa. Tus pecados te son
consecuencias de una formación rígida en la que se les
perdonados
inculcó la absoluta necesidad de perdonar a todos. Pero
Configuración concreta del rito de la confesión ... 135
luego constatan que no logran esa clase de perdón y que
Conclusión ................................................................ las viejas heridas pasadas siguen dolorosamente
142 abiertas. Otros entienden el perdón como un imperativo
que obliga a reprimir todos los sentimientos de rabia y
rencor contra los que les han ofendido sin otra salida que
la de perdonar lo antes posible. Esto les parece excesivo
porque advierten en su interior permanentes sentimientos
de rencor y sufrimiento. Como efecto de estos
sentimientos se sienten paralizados. En semejante
estado, el perdón quedaría reducido a una decisión pura-
mente cerebral, quedando el corazón y el incons

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Anselm Grün Si aceptas perdonarte, perdonarás

cíente dominados por otros sentimientos que im- blos de configuración islámica o del occidente de
posibilitan el auténtico perdón. Otros comprueban mentalidad cristiana, la paz estable y la convivencia
que ciertamente deberían perdonar las injurias pacífica depende de su capacidad y disposición para
porque el pasado sigue pesando sobre ellos como la reconciliación. La reconciliación es, por lo tanto,
una losa de la que desearían verse libres. Pero no un postulado religioso y político.
saben cómo podrían conseguirlo. Otros son Con la palabra «reconciliación» se describe en la
incapaces de perdonarse a sí mismos cuando tienen Biblia la conducta de Dios en Jesucristo. La Iglesia
conciencia de culpabilidad. No se cansan de hurgar primitiva entendió pronto que su misión decisiva
en la propia falta ni de echarse en cara su error. Y consistía en presentarse ante el mundo como
como no pueden perdonarse a sí mismos, tampoco mensajera y mediadora de reconciliación. La Iglesia
pueden creer en el perdón de Dios; como no se de hoy ha recibido de Cristo el encargo de ser en el
aceptan a sí mismos, piensan que tampoco les mundo un lugar de reconciliación, un lugar donde los
puede aceptar Dios tal como son. individuos de diferentes razas y lenguas puedan vivir
Perdón y reconciliación se complementan mu- ejemplarmente reconciliados y en paz. Su misión
tuamente. Son muchos los que aspiran a vivir una consiste en hacerse fuente de reconciliación en el
vida en paz consigo mismos y con los que viven en mundo, en invitar incesantemente a la reconciliación
su entorno. Pero se sienten incapaces de re- a pueblos y razas, en levantar infatigablemente su
conciliarse con su propio pasado y no saben ver en el voz a favor de la reconciliación en cualquier parte del
entorno familiar más que rivalidades y discordias. Si mundo donde se adviertan enemistades, rivalidades,
amplían el radio de su mirada al mundo y a la odios o resentimientos.
sociedad chocan con la realidad de grupos humanos Perdón y reconciliación se complementan. Y sin
en guerra o zonas incapaces de vivir en paz a pesar embargo tienen distinto significado. En su origen
de todos los tratados. Hoy sabemos muy bien que la griego la palabra «perdón» significa despedir, dejar
reconciliación es una cuestión de supervivencia libre, absolver. La palabra latina dimitiere significa lo
política. No existe esperanza de futuro en la tierra sin mismo. El perdón se relaciona siempre con una
reconciliación. La posibilidad de crecimiento en culpa con el significado activo de cancelar, liberarse,
convivencia dentro de una sociedad está en función arrojar de sí y deshacerse de algo. Reconciliación
de la capacidad de reconciliación de los grupos significa calmar, apaciguar, atraer las voluntades
rivales que la integran. Lo mismo si se trata de opuestas, restablecer la armonía y concordia. Es
pueblos de África que de grupos étnicos de la ex decir, reconciliar es
Yugoslavia, de pue-

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Anselm Grün

como un paquete de intentos por acercar unos a


otros. Por la conversación y diálogo se llega al
acercamiento entre socios, que pueden allanar
desavenencias y crear la paz. Entonces se llega a la
más intensa cercanía del beso, sello de acuerdo
entre varios. Pero en la reconciliación no sólo se
acercan los hombres unos a otros sino también a
Dios. Todo hombre puede reconciliarse consigo Mensaje bíblico de perdón
mismo y darse un beso de paz. La palabra latina y reconciliación
reconciliare significa restablecer, reunificar, facilitar
un nuevo acercamiento. Se refiere, por tanto,
principalmente a la nueva comunión de los hombres
entre sí y con Dios. No hay reconciliación sin perdón
y el perdón tiene como finalidad la comunidad de vida
reconciliada. El Dios perdonador

En este libro deseo traducir al lenguaje y men- Ya el Dios del Antiguo Testamento es esencial-
talidad de nuestro tiempo el fenómeno del perdón y mente un Dios de perdón. El hombre recae fácil-
de la reconciliación según la Biblia, con la mirada fija mente en el pecado, traspasa los límites de los
en su triple dimensión: personal, social y política. La preceptos divinos y se pierde en la maraña de su
Iglesia tiene un sacramento de la reconciliación. Y propio mundo. La palabra griega con que se expresa
como ese sacramento se comprende cada vez el pecado es hamartanein y significa exactamente
menos, intentaré exponerlo partiendo de su intención perder de vista el objetivo final. El que peca comete
original. dos errores al mismo tiempo: pierde de vista el fin
El perdón se relaciona siempre con la culpa. que Dios le ha señalado y se extravía en su propio
Nuestro concepto del pecado y de la culpa es dis- mundo. Se hace un extraño para sí mismo. Por
tinto hoy del que se tenía hace treinta años. Abor- propia iniciativa es incapaz de salir del embrollo ni
daré también este tema. Me serviré para ello de tampoco del camino en que se ha metido por la
algunas ideas desarrolladas en otros libros. culpa. Y lo que hace entonces es echar la culpa a
otros o atormentarse a sí mismo con reproches. Se
encuentra en un estado

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Anselm Grün Si aceptas perdonarte, perdonarás

de absoluta dependencia del perdón de Dios para des del pueblo en el desierto, y el pueblo se rebela
verse otra vez libre de una falta que le paraliza y otra vez como un niño caprichoso que quiere
bloquea, para liberarse de la alienación y pérdida de siempre más. Y vuelve las espaldas al Dios que le
identidad y poder así reencontrarse con lo más salva. Moisés reconoce la tozudez y dureza de
auténtico de sí mismo y con las más fundamentales cerviz de ese pueblo. Pero se dirige una vez más en
motivaciones que le guían. oración confiada al Dios que se le ha revelado como
El perdón significa que Dios ha echado a la es- un Dios de perdón.
palda sus pecados (Is 38, 17), que cancela la culpa,
«El Señor es compasivo y clemente, paciente, miseri-
que ya no tiene en cuenta los pecados y que libera al
cordioso y fiel, conserva la fidelidad hasta la milésima
pecador del peso de sus culpas. generación y perdona culpas, delitos y pecados» (Ex 34,
El idioma alemán se sirve de dos palabras 6-7).
ver-geben (perdonar) y verzeihen (disculpar) para
traducir diversas expresiones hebreas. Detrás de la La razón de la disposición permanente de Dios a
primera late la suposición de que se da al otro algo perdonar reside en su misericordia. Dios no se
que en realidad se hubiera esperado de él. La se- complace en la muerte del pecador. El corazón de
gunda significa no cargar a cuenta la deuda o culpa Dios no es como el corazón de los hombres ni sus
de otro, renunciar a una exigencia. Son, por lo tanto, pensamientos son como los nuestros. Por eso alaba
dos aspectos importantes tomados del uso bíblico. El el salmista a Dios con estas palabras:
primero subraya el carácter de regalo o don gratuito
del perdón. En el perdón nos vuelve Dios su rostro de «Alaba, alma mía, al Señor y no olvides sus beneficios.
misericordia y amor, después de habernos apartado Él perdona todos tus delitos y cura todas tus enferme-
nosotros de él por el abandono del pecado. Existe dades» (Sal 103, 2).
además el aspecto de culpa pero ésta ya no se tendrá
más en cuenta, no se volverá a considerar como tal, El que así ora conoce muy bien la fragilidad hu-
queda condonada. mana y su facilidad para recaer en el pecado. Pero
El pueblo judío tiene en su historia repetidas ex- sabe que, si confiesa a Dios su culpa, Dios está
periencias de alejamiento de Dios y de inclinación siempre dispuesto a perdonar, a lavar la mancha de
ante los ídolos. Los salmos describen la historia de la culpa, a dar un espíritu nuevo y constante (cfr. Sal
Israel como una constante de alejamiento e in- 51,12).
fidelidad a Dios. Acaba de intervenir Dios para re- Jesús no sólo anunció a los hombres el perdón
mediar con estupendos prodigios las necesida- de su Padre sino que él mismo perdonó con el

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Anselm Grün Si aceptas perdonarte, perdonarás

poder de Dios. Esto era para sus oyentes una cosa no sacrificios. Porque yo no he venido a llamar a los
inaudita. Para los fariseos llegaba a ser una justos sino a los pecadores» (Mt 9, 13).
blasfemia: ¿Cómo puede hablar así ese hombre? El perdón que Jesús promete a los pecadores
Blasfema contra Dios. «¿Quién puede perdonar los llega a su plenitud en el momento de su muerte en la
pecados fuera de Dios?» (Me 2, 6). Pero Jesús cruz. Allí perdona a sus mismos verdugos. Y si
confirma su plenitud de poderes para perdonar perdona a sus verdugos tenemos todos derecho a
pecados cuando cura al paralítico. esperar que también perdonará nuestros pecados,
El perdón de los pecados y la enfermedad tienen por grandes que sean, si se lo pedimos. Pero Dios no
interrelación. Mateo ve frecuentemente en la nos perdona sólo por el hecho de haber muerto
enfermedad una consecuencia del pecado. Para él no Jesús por nosotros. Sería un Dios cruel, que
basta curar los síntomas de la enfermedad. Es necesitaría el sacrificio de su hijo como condición
necesario también perdonar el pecado, que está en la para perdonar. Dios perdona siempre porque es un
base de esa enfermedad, para que el enfermo Dios de perdón. La clave está en la fe con que
recupere verdaderamente la salud y pueda comenzar nosotros creamos en su perdón. La cruz es el más
una nueva vida a tono con la voluntad de Dios. Jesús expresivo signo del perdón divino. Y la cruz quiere
quiere curar al hombre en su totalidad. El perdón hundir de manera inequívoca en lo más profundo del
favorece la curación. Pero mientras Mateo ve en el corazón, la convicción de que Dios es un Dios de
origen de la enfermedad un pecado, Juan se resiste a perdón y que no puede existir pecado tan enorme
admitir esta interpretación. Ambos puntos de vista que él no pueda y quiera perdonar.
tienen algo en común. No se puede pretender ver
siempre un pecado en la raíz de cada enfermedad
porque entonces a la enfermedad de cada enfermo se El perdón nos hace libres
añadiría el sentimiento de culpabilidad y la mala
conciencia. Pero a veces la causa de que no logren El evangelista Lucas ve otro tipo de relación entre
cicatrizar nuestras heridas es que no somos capaces el perdón y la cruz de Cristo. No es la cruz la in-
de perdonar ni al que nos ha abierto las heridas ni a termediaria del perdón sino Jesús, que en la cruz da
nosotros mismos. el más emotivo ejemplo de perdón. Jesús ruega por
Jesús se dirige a los pecadores y come con ellos. los que le crucifican: «Padre perdónalos porque no
Y responde a los críticos de esta conducta: saben lo que hacen» (Le 23, 34). En estas palabras
«Aprended lo que significa misericordia quiero y deja Jesús una herencia de amor y perdón para que
nosotros sigamos su ejemplo. Su

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Anselm Grün Si aceptas perdonarte, perdonarás

conducta tiene carácter de ejemplaridad. En la se siente ella misma herida. Perdonar a esa persona
mentalidad de Lucas, Jesús cabeza de nuestra fe, no significa por mi parte un gesto de debilidad o
nos precede con su ejemplo para que nosotros le contemporización sino una manifestación de mi
sigamos e imitemos. Esta oración nos enseña cómo libertad y fortaleza. Por el contrario, si no perdono, el
podemos y debemos perdonar sin pensar nunca que otro sigue ejerciendo poder sobre mí, es él quien
las exigencias del perdón son excesivas, algo por determina mi manera de pensar y sentir. El perdón
encima de nuestras fuerzas. me libera de ese poder extraño porque el otro ya no
En la oración de Jesús está la clave del éxito en el es un adversario sino un individuo herido y
perdón. Si oramos repitiendo estas palabras: «Padre, obcecado, incapaz de obrar de otra manera. Incluso
perdónalos», no pensaremos que estamos en el caso en que llegara a crucificarme, no por eso
cumpliendo una exigencia que está por encima de las ejercería poder sobre mí.
posibilidades de nuestra voluntad. Esa oración es Así lo sintió Jesús en la cruz. En la cruz siguió
más bien una manera de dirigirnos al Padre y de ver
siendo Jesús el perfecto cumplidor de la voluntad del
en él la verdadera motivación de nuestro perdón.
Padre. Los hombres pudieron hacerle sentir
Esta oración nos libera también del poder de los
exteriormente los efectos de su maldad pero no
hombres; en efecto, ella pone distancias entre
pudieron llegar a lo más profundo de su interior
nosotros y los demás al mismo tiempo que nos hace
donde él seguía orando por ellos con una oración
comprender las razones de su comportamiento.
que les hacía transparente su obcecación o
Cuando algunas personas nos hieren y ofenden,
ignorancia. En los Hechos de los Apóstoles cuenta
no saben en realidad muchas veces lo que hacen.
Lucas cómo los discípulos se comportaban de la
Nos hieren porque ellas mismas están heridas,
misma manera que Jesús. Por ejemplo con el caso
porque padecen complejos de inferioridad y la única
de Esteban, que muere con las mismas palabras de
manera de hacerse notar y sentirse superiores es
Jesús en los labios. Rezaba mientras ora
pinchar y molestar. En realidad, son ellas las únicas
apedreado:
perjudicadas. Pero si yo repito las palabras de la
oración de Jesús en la cruz no necesito saltar por
«¡Señor Jesús, recibe mi espíritu! Luego cayó de rodillas
encima de mi indignación y dominarme. Para y gritó: ¡Señor, no les tengas en cuenta este pecado! Y
sentirme capaz de perdonar me basta con no murió al terminar de decir estas palabras» (Hch. 7, 59).
considerar al ofensor como un enemigo sino
simplemente como una persona que Mateo describió el perdón como una actitud
fundamental en la conducta de la comunidad

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Anselm Grün Si aceptas perdonarte, perdonarás

cristiana. Un caso concreto se encuentra en su dispuesto a perdonar siempre porque también Dios
formulación de la oración del Padrenuestro. Según le perdona cada día a él.
Mateo, la sinceridad de nuestra oración depende de
la disposición para perdonar a los que nos han
ofendido: Perdón sin límites

«Perdónanos...como nosotros perdonamos. Porque si Mateo fundamenta la necesidad de un perdón sin


perdonáis las ofensas de los hombres, también vuestro límites en la parábola evangélica del siervo
Padre celestial os perdonará a vosotros. Pero si no
inmisericorde. Se trata de un funcionario, proba-
perdonáis, tampoco él os perdonará» (Mt 6, 12. 14).
blemente de un gobernador en dependencia directa
del rey, al que debía diez mil talentos. Es una
Es imposible orar como Jesús nos enseñó sin una
cantidad inmensa, equivalente a unos 3.400
sincera disposición de perdonarnos mutuamente las
millones de pesetas, suma fabulosa si se tiene en
ofensas. Este es el principio fundamenta! establecido
cuenta que la totalidad de impuestos recaudada en
por Mateo como norma de conducta en su
Galilea y Perea juntas no superaba los docien-tos
comunidad. Su preocupación e ideal consistía en
talentos y que los ingresos anuales de Hero-des
buscar formas para hacer posible a su comunidad
estaban fijados en novecientos talentos. Se trata,
una vida en armonía con el espíritu de Jesús. En el por tanto, de una cantidad que el deudor no puede
capítulo 18 reúne diversas afirmaciones de Jesús, evidentemente pagar. Diez mil talentos es la máxima
pronunciadas en distintos discursos, con la intención cantidad imaginable en aquella época y es una suma
de regular la vida de la comunidad cristiana. Allí simbólica que el rey perdona total y generosamente.
aparece Pedro pretencioso, presumiendo de haber Al oír el lector de labios de Jesús la condonación
comprendido bien el espíritu de Jesús. Se siente generosamente otorgada por al rey, piensa
dispuesto a no limitar a tres veces el perdón al instintivamente que el agraciado repetirá el mismo
hermano, como hacían los judíos, sino a extenderlo gesto con su compañero. Pero no. Apenas sale
generosamente hasta siete. Pero Jesús no pone agradecido de presencia del rey encuentra a su
límites al perdón. Enseña que no basta perdonar compañero, desata violentamente su ira contra él y
siete veces, hay que perdonar «setenta veces siete» le exige el pago inmediato de la ridícula cantidad de
(Mt 18, 22). Este número tiene un alcance ilimitado. cien denarios, unas siete mil pesetas, sin atender a
El discípulo de Jesús tiene que estar las súplicas de paciencia ni a las promesas de pagar
hasta el último céntimo.

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Si aceptas perdonarte, perdonarás
Anselm Grün

los dioses del dinero, de la buena imagen, de la


Tratándose de cien denarios, el pago es posible; carrera. Y sin embargo Dios permanece con no-
tratándose de diez mil talentos no es posible pagar. sotros, nos perdona cada día. Cualquiera que recibe
Pero el funcionario real, en lugar de perdonar la a corazón abierto el perdón de Dios no puede
pequeña deuda de su compañero, le maltrata, le negarse nunca a perdonar al hermano. El perdón
amenaza y le hace meter en la cárcel, sanción deja de ser una exigencia que debemos cumplir para
habitual en la época. El encarcelado debía redimir la convertirse en una respuesta agradecida al perdón
pena trabajando o hacer recurso a la familia que recibido.
debería encargarse del dinero del rescate para Mateo entiende el perdón como el medio que
comprar la libertad. Los compañeros quedan posibilita una vida en comunidad humana y cristiana.
perplejos ante la escena. Indignados van a contar lo Sin perdón sólo se piensa en sumas y restas, en lo
sucedido a su señor. Al rey se le acaban paciencia y que doy y me deben, en escaladas de violencia y de
compasión, hace llamar al deudor recientemente revancha. Por eso la carta a los colosenses
perdonado y le grita: considera el perdón como el fundamento de la
convivencia cristiana:
«¡Siervo miserable! Yo te perdoné toda la deuda porque
me lo suplicaste con lágrimas. ¿No debiste hacer tú lo «Soportaos mutuamente y perdonaos cuando alguno
mismo con tu compañero?» (Mt 18, 32 ss). tenga quejas contra otro. El Señor os ha perdonado,
haced vosotros lo mismo» (Col 3, 13).
No se puede tener por exagerada la exigencia del
perdón hecha por Jesús. Es sencillamente un gesto El perdón recibido de Cristo debe marcar la pauta
de agradecimiento por el perdón sin medida recibido de la convivencia cristiana. Es la única manera de
a diario de Dios. En la parábola pone Jesús en amarnos como Cristo nos ha amado. Por encima de
violento contraste la deuda inmensa contraída con todo, amaos mutuamente porque «el amor es el
Dios y la pequeña cantidad que nos debemos cinturón perfecto que mantiene la unidad» (Ib 14). El
perdonar los hombres. Con este contraste nos hace amor da cohesión a los elementos disgregados y
comprender que nunca puede haber motivo convierte a cada uno en un ser capaz de aceptarse a
razonable para negarnos el perdón. sí mismo. Acerca además a los grupos discrepantes
Nunca podemos pagar a Dios lo mucho que le dentro de la misma comunidad para formar la
debemos. Cada día nos hacemos deudores suyos unidad. No hay amor sin perdón. No es posible una
porque continuamente nos rebelamos contra él, nos comunidad sin disposición para el perdón en cada
olvidamos de él y damos en cambio culto a

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Anselm Grün Si aceptas perdonarte, perdonarás

uno de sus miembros. Se puede hacer esta afirma- Por la reconciliación, cuya iniciativa partió de
ción lo mismo de las comunidades conyugales que Dios, somos nuevas criaturas. Ya no somos cria-
de las religiosas y parroquiales. turas frágiles ni sin Dios; el amor de Dios nos ha
La vida en comunidad sólo es posible en la me- renovado. Por la reconciliación está el amor de Dios
dida en que el perdón sea realidad. Nuestra apor- presente y activo en nosotros mientras que antes,
tación a la edificación de una comunidad consiste en privados de Dios, vivíamos sólo de nosotros mismos.
la disposición permanente de perdón. En Rom 5, 5 dice: «El amor de Dios ha sido
derramado sobre nuestros corazones por el Espíritu
Santo que se nos ha dado». La reconciliación nos
Dejaos reconciliar con Dios hace sentirnos criaturas nuevas con posibilidad de
amar a Dios como él ama.
El mensaje de la reconciliación ocupa el centro de Pablo encuentra la mejor expresión de la recon-
la teología paulina. Por reconciliación entiende Pablo ciliación de Jesucristo por su muerte en la cruz, en la
la manera de comportarse Dios con los hombres. En palabra reconciliación. La iniciativa sale de Dios que
invita al hombre, desorientado en sí mismo y perdido
su hijo Jesucristo restablece Dios la unidad rota por
en su culpa, a aceptar la oferta de su amor y a
el alejamiento del hombre por la culpa. Dios lleva la
reconciliarse con él. Dios no necesita reconciliarse
iniciativa. En Jesucristo llega hasta nosotros para
con los hombres. Él es siempre el que ama, ni autor
facilitar nuestro acercamiento a él y vivir su intimidad.
de la reconciliación. No es Dios quien se ha
Pero la verdadera reconciliación no puede
abandonado al hombre sino el hombre el que se ha
considerarse como el restablecimiento de la
alejado de Dios. En la muerte de Jesús cursó Dios
comunicación puramente exterior entre los hombres
una invitación a todos los hombres a renunciar a su
y Dios sino en la transformación y renovación total de
aislamiento y alejamiento de Dios poniendo ante los
la persona. Esa es la doctrina del conocido pasaje de
ojos el amor de Dios sin medida, hecho visible en la
2 Cor. 5, 17-19: cruz. Invitó Dios a volver los ojos a ese amor y a la
vida. Así lo ve Pablo:
«Donde hay un cristiano, hay humanidad nueva; lo viejo
ha pasado; mirad, existe algo nuevo. Y todo esto es obra «Todo es obra de Dios, que nos reconcilió consigo a tra-
de Dios que nos reconcilió consigo a través del Mesías y vés del Mesías y nos encomendó el servicio de la re-
nos encomendó el servicio de la reconciliación». conciliación. Somos, pues, embajadores de Cristo y es
como si Dios exhortara por nuestro medio. Por Cristo Di
pido, (dejaos reconciliar con Dios!» (2 Cor 5, 19-20).

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Anselm Grün Si aceptas perdonarte, perdonarás

Esa invitación a la reconciliación ofrecida por Dios


La reconciliación empieza en los pensamientos
en Jesucristo debe ser anunciada a todo el mundo
por el apóstol y por la Iglesia. El mensaje es
Toda la argumentación de Pablo en favor de la
esencialmente servicio y anuncio de la reconciliación.
Es una permanente petición a los hombres: reconciliación tiene sus últimas raíces en el precepto
Renunciad a vuestra vida absurda, desprendeos de del amor a los enemigos dado por Jesús. En el
vuestra dureza y liberaos de vuestra obcecación, sermón del monte nos muestra Jesús caminos y
volveos a Dios que os manifestado su amor en Je- puentes por los que es posible salvar los abismos
sucristo y os invita a renovaros por su amor. que nos distancian del corazón de los hombres. Las
Pablo entendió su misión como un servicio a la seis antítesis facilitan el acercamiento. En la primera,
reconciliación. De manera apremiante suplica a los matar-reconciliarse, (Mt 5, 21-26) aparece bien claro
corintios, en conflicto entre sí mismos y con él, a que se cómo la reconciliación empieza por los
reconcilien. La reconciliación demuestra si se acepta y pensamientos y palabras. No basta con no matar
toma o no a Cristo y su amor con la seriedad que se materialmente. Hay que tener en cuenta no matar
manifestó en la cruz. Y lo que Pablo entiende como una con pensamientos y palabras, no asesinar la imagen,
misión y compromiso personal es también el encargo no eliminar moralmente a nadie de tal manera que le
dejado por Cristo a su Iglesia, que debe seguir anun- resulte ya imposible vivir con dignidad. Y añade
ciando ese mensaje de reconciliación a un mundo en luego Jesús unas palabras que vienen a ser para
permanente estado de conflicto. Tiene que llevar ese muchos un aguijón clavado en sus pensamientos y
mensaje a la vida de tantos que viven sin reconciliarse sentimientos agresivos:
ni consigo ni con su destino. Tiene que gritarlo a
muchas sociedades conyugales incapaces de «Si al ir a presentar tu ofrenda al altar, te acuerdas allí de
perdonarse y empeñadas en llevar cuenta de las faltas que tu hermano tiene algo contra ti, deja tu ofrenda allí,
ajenas y de acusarse mutuamente. Debe anunciarlo a ante el altar, y vete primero a reconciliarte con tu
las sociedades en conflicto, caracterizadas por su hermano; vuelve entonces y presenta tu ofrenda» (Mt 5,
incapacidad de reconciliación, y a los pueblos en 23-24).
conflicto bélico, condicionados muchas veces por
prejuicios y por seculares enfrentamientos La oración no puede entenderse como un dirigirse
generacionales que oponen y dividen. estáticamente a Dios para pedirle la salvación. La
oración nos relaciona también con los demás. Es
imposible presentarse ante Dios sin llevarle también
nuestras relaciones con los de

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Anselm Grün Si aceptas perdonarte, perdonarás

más. Y es necesario distanciarme al menos del incapacita para orar como conviene. Evagrio no
rencor que albergo en mi corazón. Es evidente que interpreta las palabras de Jesús en sentido mora-
no tengo derecho a esperar que todos los demás lizante sino en sentido psicológico y espiritual. Nos
piensen como yo y estén de acuerdo conmigo. A exige dejar a la puerta todo sentimiento de rencor
veces no puedo ni siquiera evitar que el otro se antes de entrar a hacer oración.
moleste contra mí, porque también yo puedo ser Hay comentaristas que ven en las palabras de
ocasión inconsciente para que los demás proyecten Jesús una exigencia superior a las fuerzas humanas.
sus problemas sobre mí. A veces resulta inútil Porque aunque exteriormente debemos guardar
intentar dar una explicación de esas proyecciones, siempre las formas en nuestras relaciones con
especialmente cuando uno deliberadamente no todos, dependemos en lo más íntimo del corazón del
quiere reconciliarse conmigo, o incluso cuando me humor de los demás y de que tengan o no ganas de
necesita como figura de proyección para verse libre reconciliarse. Deberíamos entonces someternos y
de sus sentimientos agresivos. En estos casos, todo acatar todos sus caprichos para que no tuvieran
conato de reconciliación está de antemano motivo alguno de queja contra nosotros. Y eso va
condenado al fracaso. Pero aun así me sigue contra nuestra dignidad. Debemos examinarnos
solicitando la palabra de Jesús y me pide atención sinceramente para ver si conservamos algún tipo de
para mirar a lo que hay en mi corazón y liberarme de rencor. Con resentimientos en el corazón es
lo que en él no esté reconciliado. imposible orar. Sólo después de habernos liberado
Evagrio Póntico cita en su libro sobre la oración de los sentimientos negativos del rencor es cuando
estas palabras de Jesús y las glosa de esta manera: podemos intentar, en la medida de lo posible,
acercarnos a aquéllos con quienes estamos en
«Deja tu don ante el altar y vete primero a reconciliarte conflicto.
con tu hermano, nos manda el Señor. Sólo entonces
podrás orar en paz».

Reconciliación con mi enemigo de dentro Jesús


Evagrio ve en la reconciliación previa, el elemento
condicionante del éxito en la oración. No es posible
continúa en el sermón de la montaña:
hacer verdadera oración sin estar reconciliados
porque eso significaría ocultar a Dios una parte de «Busca un arreglo con el que te pone pleito, cuanto antes,
nuestro corazón. Eso no sería verdadera oración. El mientras vais todavía de camino; no sea que te entregue
rencor altera los pensamientos e al juez, y el juez al guardia, y te metan en la

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Anselm Grün Si aceptas perdonarte, perdonarás

cárcel. Te aseguro que no saldrás de allí hasta que no De la reconciliación trata Jesús en las antítesis 5 y
pagues el último cuarto» (Mt 5, 25-26). 6. La expresión proverbial «ojo por ojo y diente por
diente» no sirve para enmasillar la enorme grieta que
No se trata aquí sólo de la reglamentación de un se abre entre las personas. Más bien la hace mayor.
proceso normal y cotidiano, ni tampoco de una norma Cuando queremos pagar mal por mal iniciamos una
humana de prudencia. Jesús mismo traslada con su espiral interminable de venganzas y contrarréplicas.
palabra el contenido del ejemplo a otro nivel superior. Cada acción lesiva recibe como respuesta otra
Porque no se trata sólo de evadir la prisión como pena lesión. Así se hace la sociedad cada vez más
por deudas impagadas hasta que se cancele la deuda. vulnerable, más enferma, más rota. Jesús invita a
En mi opinión se trata también de la reconciliación con ensayar otros procedimientos más útiles y positivos
el enemigo interior que cada uno lleva dentro. para la convivencia en este mundo. No lo hace
Mientras estoy de camino me acompaña siempre mi formulando leyes sino describiendo situaciones a las
sombra, lo negativo que llevo, mí enemigo interior. que debemos aplicar otros remedios conductuales.
Pueden ser mis faltas, mis debilidades, mis tendencias Jesús nos invita a desarrollar fantasía para
reprimidas, mis necesidades insatisfechas. Con todo bloquear las ruedas de la espiral de violencia. Las
eso tengo que reconciliarme mientras estoy todavía de cuatro normas de conducta que Jesús tiene a la vista
camino. De lo contrario puede resultar demasiado resultan en toda ocasión sumamente provechosas
tarde. Y seré puesto a disposición del juez, la voz del para la reconciliación de las personas enemistadas.
propio Superyo que me condena sin piedad. Mi
Superyo me entregará a la guardia, el remordimiento
interior. Y me atormentaré yo mismo con sentimientos Superar el mal con fantasía y amor
de culpabilidad y autorreproches. Entraré en la cárcel
de mi propia angustia, de mis propias tinieblas que Jesús opone el principio de la no violencia a la
antes había soslayado. Necesito reconciliarme tesis del talión: «No hagáis frente al que os agravia»
constantemente conmigo mismo y con mis enemigos (Mt 5, 39). No se refiere aquí al hombre pervertido
interiores si no quiero que sea demasiado tarde. sino al mal en general. Pero este «no hacer frente al
Porque llegará un momento en que el desgarrón mal» no debe entenderse como actitud puramente
interior será tan grande que ya no admitirá pasiva de quien baja la cabeza para de-
reconciliación posible.

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Anselm Grün Si aceptas perdonarte, perdonarás

jar paso libre al mal. De lo que se trata es de intentar el fuego de la envidia en los que tienen complejos
vencer el mal con fantasía y amor para desarmarlo de pequeños con lo cual se ensancharía el abismo
integrándolo en el concepto de la propia vida. Si yo de separación. La conciencia de que mi honor no
me encaro frontalmente contra el mal, se debe ser defendido a la desesperada pone en mis
desencadenará por reacción una fuerza de oposición manos el remedio para cerrar la grieta. Porque invita
generalmente más fuerte, que me determina. La al otro a intentar buscar la honra dentro de sí y no en
manera de vencer con eficacia el mal es hacerle la humillación de los demás.
frente con fantasía. Lo que Jesús pretende es El segundo ejemplo de Jesús contempla otra
desarrollar en nosotros la fantasía del amor para clase de división que agrieta los estratos de nuestra
vencer de esta manera el mal y hallar nuevas formas sociedad. Es la fisura entre litigantes. Se ha puesto
de convivencia reconciliada y pacífica. de moda litigar sobre bagatelas y naderías que, sin
Jesús especifica cuatro comportamientos con los embargo, contribuyen a abrir abismos de separación
que se pueden ensayar nuevas maneras de insuperables. Jesús enseña otro camino. «Cuando
reaccionar ante el mal. No se trata de preceptos. alguno te pone pleito para quitarte la túnica, déjale
Son consejos o sugerencias de nuevos métodos también la capa» (Mt 5, 40). El ejemplo está tomado
capaces de dar cohesión a la sociedad humana rota de la jurisprudencia judía. Era lícito embargar ante
por gigantescas fisuras. un tribunal todos los bienes de un endeudado. Lo
El primer consejo es: «Al que te abofetea en una único no embar-gable era la capa por ser necesaria
mejilla ofrécele la otra» (Mt 5,39). Esta frase no para protegerse contra el frío de la noche. Pero
describe la violencia que puede provocar ni el dolor Jesús pide renunciar incluso a ese derecho y buscar
que puede producir una bofetada en la mejilla. Se la protección no en la capa sino en Dios que cuida de
trata del honor humillado. Abofetear a uno es nosotros. Tampoco aquí pretende Jesús promulgar
deshonrarle. Pero si uno pretende humillarme, la una ley. Sólo intenta estimular nuestra fantasía para
causa suele estar en él, en el hecho de sentirse buscar nuevas formas de convivencia en situaciones
acomplejado e inferior, en estar convencido de que la concretas de la vida, para buscar nuevos caminos
parte de honra que le ha correspondido es muy de acercamiento en lugar de procesos que
insignificante. Por eso necesita humillarme para ver distancian.
si puede elevarse apoyándose en mí. Si yo entro en El ejemplo de las dos millas que debemos ca-
ese juego se produce una abertura de separación, minar acompañando al que nos obliga a caminar
estalla una guerra para dirimir quién es más digno de
honor. Y atizaría

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Ansalm Grün Si aceptas perdonarte, perdonarás

una (Mt 5, 41) nace de las circunstancias de la ocu- en nuestra compañía y allanamos el foso de
pación militar romana. Como súbdito de la potencia separación entre los que poseen y los que no tienen
de ocupación, tenía cada romano derecho a forzar a nada (Mt 5, 42).
un judío a caminar una milla con él, bien para
enseñarle el camino, bien para llevarle a cuestas una
carga. Puede fácilmente imaginarse hasta qué punto El amor a los enemigos
humillaba este derecho a los sometidos y hasta qué
grado había elevado la fiebre del odio. Cuando un Estos cuatro modos de comportamiento pre-
judío era forzado a cargar con el equipaje de un tenden estimular nuestra fantasía para descubrir en
romano y caminar con él una milla bajo la carga, no nuestra sociedad nuevas posibilidades y ensayos de
cabe la menor duda de que lo hacía a regañadientes. convivencia en servicio de la reconciliación y no de
Jesús sugiere la posibilidad de romper la vieja nuevas discordias. Es en definitiva el amor a los
relación amigo-enemigo. Acompaña al romano dos enemigos el que allana los fosos de separación entre
millas, aconseja Jesús, y quizá así logres ganarle los hombres. Pero amor a los enemigos no es
como amigo. Tú mismo saldrás ganando porque le sinónimo de tolerancia o indiferencia, por ejemplo,
habrás ganado para ti. El consejo de Jesús ante cualquier psicópata que abusa sexualmente de
contempla, portante una especial situación concreta, menores o los asesina.
una ocupación militar de un país, origen normalmente El amor a los enemigos consiste en no aceptar
de resistencia y de odios irreconciliables. Jesús como tal una enemistad que me ha sido declarada,
enseña cómo, incluso en una situación difícil, es sino en analizarla. La enemistad surge por
posible la reconciliación, cómo la línea divisoria entre proyección. Un individuo no es capaz de aceptar sus
dominadores y dominados puede ser traspasada. deficiencias y las proyecta sobre mí convirtiéndome
Otra clase de comportamiento descrito por Jesús en enemigo. Luego se obstina en combatir en mí lo
en su cuarto consejo se refiere al abismo divisorio que no ha aceptado en sí mismo. Mi reacción normal
entre pobres y ricos, modernamente y con al advertir la proyección es protegerme contra ella. El
frecuencia causa también de enfrentamientos y amor a los enemigos se resiste a entrar en el juego
peleas. Nunca debemos evitar el encuentro con de los mecanismos proyectivos y ve en el otro no a
quien nos puede pedir algo prestado. Si damos lo un enemigo sino sencillamente a alguien roto en su
que necesita a quien nos lo pide, le aceptamos interior que, de alguna manera, necesita
desgarrarme también a mí. Yo tengo pleno derecho
a protegerme

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Anselm Grün Si aceptas perdonarte, perdonarás

contra individuos enfermos empeñados en instintos agresivos y amar a los que por reacción
contagiarme. Pero eso no quiere decir que tenga espontanea se desearía odiar. En algunos casos esa
derecho a tenerlos por enemigos. Son de hecho represión de la agresividad ha derivado hacia
personas necesitadas de ayuda para recuperar la comportamientos hostiles. Por eso manda C. G.
armonía interior que necesitan para poder ponerse Jung aprender primero a amar al enemigo que
de acuerdo consigo mismos. llevamos dentro para poder ensayar después el
Jesús quiere con este precepto provocarnos a una amor al enemigo de fuera. Es necesario reconci-
revisión de nuestros comportamientos y a no fiarnos liarse primero con todos los enemigos que habitan
sin más, de la rectitud de los caminos seguidos hasta en nuestra alma, con las tendencias agresivas y
ahora. Esos caminos demuestran no ser siempre asesinas, con la envidia, las celotipias, las angustias
auténticos por cuanto desembocan en situaciones y tristezas, las pasiones y ambiciones que pueblan
de violencia y de conflictos. nuestros espacios interiores. Muchas veces resulta
El amor a los enemigos es el distintivo y marca del más difícil amar al enemigo interior que al de fuera.
cristianismo, opinan los Padres de la Iglesia. Con ese Cuando Jesús enseña que el Padre celestial hace
principio ha hecho el cristianismo una inapreciable brillar su sol para buenos y malos, nos está
aportación a la buena convivencia humana, si bien señalando el camino del amor al enemigo de dentro.
es verdad que no siempre se ha llevado a práctica. Tenemos que dejar que el sol de nuestra bondad y el
Muchas veces se ha practicado una conducta de sol del amor de Dios ilumine todos los espacios
agresividad frente a los seguidores de otras tenebrosos y amenazadores o sencillamente malos
creencias, como en el caso de las cruzadas o de la de nuestro mundo interior. Sólo así podrá la luz del
evangelización de los sajones e indios. Pero no es amor transformar lo defectuoso. Esa reconciliación
justo silenciar que siempre hubo también al mismo interior con las tendencias agresivas y zonas
tiempo cristianos que no siguieron ni aceptaron esa oscuras del alma no significa dejarse conducir por
política agresiva y que, por el contrario, con espíritu ellas. Todo lo que es aceptado puede también ser
de creatividad, supieron encontrar otras maneras de transformado. La lluvia que cae sobre lo justo e
tratar a las gentes, de fomentar el espíritu de injusto que hay en nosotros debe ablandar las
reconciliación y de establecer buenas relaciones prominencias petrificadas que hemos ido levantando
pacíficas entre individuos de distintas mentalidades. entre lo bueno y lo malo, entre lo justo y lo injusto en
El espíritu inspirado en el amor a los enemigos ha nuestro interior. A veces nos parece que podemos
contribuido a lo largo de la historia a reprimir hacer fáciles clasificaciones y distinguir lo justo de lo
injusto

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Anselm Grün Si aceptas perdonarte, perdonarás

pero la línea divisoria suele ser imprecisa. La metáfora de los suyos hasta el extremo. Si lo aplicamos a nuestro caso
la lluvia simboliza el Espíritu de Dios que empapa lo justo vendría a decir: Si os comportáis como yo os he
y lo injusto. La justicia propia sin el Espíritu de Dios se enseñado, entonces seréis iniciados cada vez más en los
hace dura y farisaica. Nuestra justicia necesita tanto el secretos de Dios, tendréis parte en su perfección, en su
riego de la lluvia del Espíritu divino como la injusticia. Con amor divino; entonces habréis comprendido quién es
él brotará la semilla de la vida divina en todo nuestro realmente Dios. El nuevo comportamiento lleva, por tanto,
campo interior. a una experiencia más profunda de Dios, a la experiencia
Concluye Jesús sus seis antítesis con una sentencia de la perfección de su amor tal como se nos hizo visible
que ha dado pie a muchos malentendidos: «Sed buenos en Jesucristo y que resplandeció de manera única en la
del todo, como es bueno vuestro Padre del cielo» (Mt 5, cruz. A través de los nuevos comportamientos cristianos,
48). La Vulgata traduce la palabra «buenos» por indicados en el sermón del monte, vamos haciendo
«perfectos». De ahí han pensado muchos que lo que aquí realidad más y más lo que ya somos y lo que hemos
se pide es una vida sin tacha, sin mancha alguna, gustado en la oración: somos hijos e hijas de Dios,
perfecta. Esa interpretación ha impulsado a suplantar todo tenemos parte en su vida y amor, estamos capacitados
lo imperfecto y a proyectarlo sobre los demás. La para amarnos unos a otros como él nos ha amado.
consecuencia ha sido una lamentable contribución a
ahondar más el abismo de separación entre los hombres.
Efectivamente, la proyección de nuestras imperfecciones
sobre los otros crea separación y distanciamiento.
La palabra griega télelos significa perfecto, total,
completo. Se deriva de telos que significa meta,
perfección, plenitud, madurez. Pero telos puede significar
también dedicación sagrada, consagración. Se empleaba
en la celebración de los misterios cúlticos griegos con el
significado de iniciación en los misterios divinos. En el
evangelio de Juan se relaciona esta palabra con la pa-
labra amor, con el amor manifestado por Jesús a

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Si aceptas perdonarte, perdonarás

de protesta y rebelión contra su destino. No se


cansan de echar en cara a sus padres no haber
recibido de ellos todo el amor que hubieran ne-
cesitado. Acusan a la sociedad de no haberles fa-
cilitado las oportunidades que tenían derecho a
Reconciliación y perdón en esperar de ella. Y siempre son «los otros» los
el ámbito personal culpables de las propias desgracias. Padecen un
permanente complejo de victimismo y con ello
pretenden justificar sus propias renuncias a vivir. Se
niegan a reconciliarse con su pasado, a aceptar su
parte de responsabilidad en su propia historia y,
naturalmente, tampoco están dispuestos a aceptar
Nuestra propia reconciliación cargos de responsabilidad en la sociedad. Pasan la
vida en el banquillo de los acusadores. Son ¡os otros
Lo que más difícil resulta en la reconciliación es los culpables siempre y de todo: el gobierno, el
sin duda el reconciliarse uno consigo mismo. Con alcalde, las autoridades, la sociedad, la iglesia, la
frecuencia nos encontramos en estado de guerra familia. Con sus protestas y quejas permanentes
entre los bandos de fuerzas distintas que existen en terminan por renunciar a vivir. Su vida no es vida real
nuestro interior. No somos capaces de perdonarnos, porque viven casi exclusivamente una función de
por ejemplo, una falta que desfigura y afea nuestra fiscales ante un tribunal, con derecho a juzgar a
imagen hacia fuera. No aceptamos nuestro pasado. todos sin someterse ellos a juicio. Pascal Bruckner
Nos rebelamos y protestamos contra la educación ha definido el victimismo como una característica de
recibida, contra la mala suerte de haber nacido en nuestra época. Consiste, por una parte, en la
esta época de la historia del mundo; nos quejamos conciencia de ser víctimas permanentes y por otra
de que no se hayan realizado nuestros sueños en la parte, en la negativa a asumir responsabilidades. La
vida, de haber sido maltratados en la infancia y de reconciliación con uno mismo o la negativa a
que se entorpeciera nuestro normal desarrollo. Hay reconciliarse tienen repercusiones políticas y
quienes se pasan la vida en permanente actitud sociales.

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Anselm Grün Si aceptas perdonarte, perdonarás

Reconciliación con el propio pasado Es verdad que muchos tienen que arrastrar una
pesada carga por la vida. Tuvieron la desgracia de
La reconciliación con uno mismo empieza por perder muy pronto al padre o a la madre. O aunque
reconciliarse con el pasado. Sea cual sea la época en no los perdieran, el padre no ofrecía apoyo ni
que a uno le tocó nacer, hay siempre situaciones en confianza. Bebía. El exceso de alcohol provocaba en
las que nos hubiera gustado no estar implicados. Las él imprevisibles reacciones y toda la familia
generaciones de la guerra lo pasaron mal. Pero sus temblaba. La madre sufría depresiones y, en este
hijos, los hijos del bienestar, protestan igual contra su estado, mal podía ofrecer seguridad o infundir ánimo
niñez de la que dicen que no transcurrió feliz y en los hijos. Uno de éstos fue encomendado a la
protestan contra sus padres a los que echan en cara tutela de unos parientes porque la madre no estaba
no haberles dedicado la debida atención absorbidos en condiciones de poder educarle. Las hijas fueron
como estaban por ganar mucho y situarse bien. Los objeto de abusos sexuales por parte de parientes
hijos de la generación del 68 acusan igualmente a sus próximos e incluso de su mismo padre. Este
padres de haber renunciado a crecer y a tomar en conjunto de anomalías forman hipotecas muy
serio sus obligaciones paternales en aquella difícil difíciles de saldar. Frecuentemente se hace del todo
coyuntura de cambios. Jamás ha existido la época necesaria una terapia para curar esas lesiones. Pero
ideal en la que sus contemporáneos se hayan sentido toda herida es curable.
cómodos. Tampoco han existido nunca los padres Nadie es libre para elegir su infancia pero todos
ideales que a los hijos les hubiera gustado tener. Y tenemos que ser capaces alguna vez de
aun en el caso en que los padres se entreguen y reconciliarnos con nuestras vivencias y sufrimientos.
desvivan por sus hijos, nunca quedan éstos Sólo cuando estemos dispuestos a aceptar nuestras
plenamente satisfechos. Es precisamente en el heridas es cuando éstas pueden cicatrizar y quedar
ámbito de las relaciones familiares con los hermanos trasformadas.
donde hacemos la experiencia de pensar que Para Hildegarda de Bingen la tarea más propia de
siempre son ellos los preferidos y nosotros los un ser humano consiste en «transformar sus heridas
desconsiderados. Ya pueden los padres ser en perlas». Pero esto sólo se logra cuando se da un
rigurosamente imparciales y tratar a todos por igual; sí de aceptación a las heridas y se deja de cargar
siempre nos quedará la impresión de ser nosotros los toda la responsabilidad sobre los otros. Por
que llevan en su estima la peor parte. supuesto, la cicatrización de las heridas supone la
tolerancia de su dolor y la indignación contra los que
las han abierto. Entonces, la reconciliación

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Anselm Grün Si aceptas perdonarte, perdonarás

con mis heridas significa también el perdón de los influjo de su madre con la que se sentía unida por las
que las han causado.
heridas. Probablemente, sin embargo, necesitará
El proceso del perdón es frecuentemente cosa de
todavía mucho tiempo de dolor y rabia antes de
largo tiempo. No basta un simple acto de la voluntad
poder otorgar a su madre el perdón en la oración no
en cualquier momento dado. Es necesario cruzar un
sólo con los labios sino de corazón.
valle de lágrimas para arribar a la orilla del perdón.
Hay muchos que hacen responsable a Dios del
Desde allí se puede volver la vista atrás y comprender
embrollo de su vida. Necesitan de alguna manera
que los padres no caían plenamente en la cuenta del
mal que estaban haciendo sino que procedían así quejarse de Dios como justificación de su negativa a
repitiendo los esquemas de sus propias experiencias vivir. Dios es el culpable de que ellos hicieran su
infantiles. Ahora bien, sin perdón no hay reconciliación aparición en el mundo dentro de esa familia, de que
con el pasado. Yo necesito perdonar a los que me han vivieran en ella esas peculiaridades, de que ahora
hecho mal. Es ésta la única manera de verme libre del tengan en su vida tantas lagunas que llenar y tantas
peso de mi pasado, del hábito de hurgar en mis cargas que arrastrar. Creen que Dios no ha sido
heridas y del influjo destructor de los que me han justo con ellos, que los ha dejado nacer sin
herido y humillado. preocuparse de más. Y viven irreconci-liados, rotos
Recuerdo el caso de una señora que, en el proceso en su interior, descontentos de sí y disgustados de
de terapia, recordaba todos los detalles del todo el mundo, en permanente protesta contra Dios
comportamiento de su madre con ella. Tenía imágenes al que hacen único responsable de su destino. Se
precisas de todos los mecanismos con los que su sienten incapaces de «perdonar a Dios» que les ha
madre la humillaba. A pesar del tratamiento terapéutico asignado ese destino. Algunos encuentran difícil
empleado no fue capaz de liberarse del influjo negativo convencerse de que deben «perdonar» a Dios. Pero
de su madre. El saber solo no cura. Una tarde, en la a la integración de sí mismos con su pasado
celebración litúrgica de las vísperas que hacemos en pertenece también el perdón otorgado a Dios por
nuestra abadía con los jóvenes una vez al mes, tuvo el haberlos puesto en un difícil camino para que vayan
valor de levantar la voz y hacer una petición por su por él.
madre y de ofrecerle público perdón. Esto bastó.
Automáticamente se sintió libre. Ahora está convencida
de que el proceso terapéutico ha terminado y se siente El sí dado a nosotros mismos
libre del
La reconciliación consigo mismo significa también
decir sí a lo que soy ahora y aceptarlo con

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Anselm Grün Si aceptas perdonarte, perdonarás

mis cualidades y partes fuertes lo mismo que con mis zona de las sombras. Pero no se resigna a quedar
defectos y puntos débiles, con mis temores, inactivo y sigue desde allí dando señales de su
sensibilidad, con mis inclinaciones depresivas, con mí presencia. Los sentimientos reprimidos se ex-
incapacidad para asumir compromisos y con la teriorizan en forma de sentimentalismo. Una
mediocridad de mi fortaleza. Tengo que mirar y agresividad reprimida porque nos parecía que
reconocer con amor mis lagunas y deficiencias, todo deformaba la imagen suele exteriorizarse en acti-
lo que contradice radicalmente mi autoconcepto y tudes de dureza y frialdad, o también en síntomas de
propia imagen subjetiva, mis impaciencias, angustias depresión, que es una manera de dirigir la
y complejos de inferioridad. Esto supone un proceso agresividad contra uno mismo.
de estiramiento a lo largo de la vida. Porque cuando Hacia la mitad de la vida, lo más tarde, nos
pensamos estar ya hace tiempo reconciliados con sentimos provocados a mirar de frente a las sombras
nosotros mismos, aparecen de repente signos de y reconciliarnos con ellas. Si no se hace así, una de
debilidad que nos irritan y cuya existencia nos dos: o viene la enfermedad o se produce
gustaría negar. En esos momentos es especialmente interiormente un desgarrón que nos deja psíqui-
importante dar un sincero y rotundo sí y aceptar camente rotos. Es necesario reconocer que en
cuanto hay en nosotros. nuestro interior existen amor y odio, que a pesar de
Este sí valiente a lo que descubro en mí es una todos los esfuerzos religiosos y morales, quedan
reconciliación con mis sombras o aspectos negativos. vivos en nosotros instintos criminales, sentimientos
Para C. G. Jung «sombra» es todo lo que no hemos sádicos y masoquistas, agresividad, ira, celotipias,
tolerado, lo que hemos excluido de nuestra vida por no estados depresivos, angustia y timidez. Además del
coincidir con la imagen ideal que de nosotros hambre de espíritu coexisten zonas ateas que no
habíamos formado. El ser humano, afirma Jung, está tienen que ver nada con la devoción. El que no es
estructurado de manera polar, es decir, se mueve capaz de enfrentarse decididamente con sus
siempre entre dos polos, entre la razón y los sombras las proyecta necesariamente sobre los
sentimientos, entre disciplina e improvisación, entre otros. En ellos no ve más que la indisciplina que se
amor y odio, entre anima y animus, entre espíritu e niega a ver en sí mismo y chilla con enfado contra su
instintos. En la primera parte de la vida suele consorte, contra el amigo, contra el compañero de
desarrollarse preferentemente uno de esos polos con trabajo, echando a todos en cara su incoherencia y
detrimento del otro. El polo desatendido queda excesiva facilidad en hacerse concesiones. Aceptar
relegado a la las propias sombras y lo negativo de uno mismo no
es regodearse en ello,

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Anselm Grün Si aceptas perdonarte, perdonarás

es sólo admitir su existencia. Esto supone humildad les suelo aconsejar este ejercicio:
para descender de las cumbres de la imagen ideal, y
valor para enfrentarse con las miserias de la propia Sentarse ante una imagen de Cristo, fijar en él
realidad. La palabra latina humilitas significa una la mirada y decir: «Todo está bien así. Todo
toma de conciencia de nuestra terrenalidad, del puede ser bueno sin dejar de ser como es.
humus que hay en nosotros. Todo tiene sentido así. Te doy gracias por ser
A la reconciliación con nosotros mismos pertenece como soy. Te doy gracias por mi historia, por
también la reconciliación con la propia corporeidad. No mis alternativas de exaltación y depresión, por
es tarea fácil. Nadie puede cambiar su propio cuerpo. mis caminos falsos o torcidos. Tú has sido mi
En conversaciones privadas advierto con frecuencia guía. Te doy gracias por mi cuerpo, que es
los incontables sufrimientos de muchas personas a único. En él me siento a gusto porque es templo
causa de las imperfecciones de su cuerpo. No poseen del Espíritu Santo y lugar de tu gloria».
el cuerpo y el porte que desearían. No responde su
cuerpo al ideal de belleza masculina o femenina que Decir sinceramente esto no es siempre fácil.
nos presentan los modelos. Muchos se ven gordos y Cuando me enfrento con mi pobreza, ella me
sufren. Mirándose al espejo no ven en él un rostro amordaza todo intento de dar gracias. Y cuando me
atractivo ni un cuerpo escultural. Las mujeres suelen rebelo contra mi cuerpo, me resulta más difícil
sufrir mucho cuando son muy altas y los hombres amarlo. Pero el que yo sea capaz de amar mi cuerpo
cuando son muy pequeños. Sólo me parecerá bello mi o no, depende no sólo de su calidad sino de mi punto
cuerpo cuando sea capaz de amarlo como es. Pero el de vista. Todo cuerpo es bello si se lo contempla sin
concepto de belleza es relativo. Hay muñecas bonitas prejuicios y se ve en él una obra de arte de Dios. Si
pero frías e inexpresivas. La belleza es la capacidad de veo mi cuerpo, mi historia, mi carácter y a mí mismo
hacer transparente la belleza de Dios. Esto sólo es como un don de Dios e intento darle gracias por ese
posible cuando acepto mí cuerpo y lo presento a Dios, don, entonces lograré la paz de mi alma. Mis
porque sólo así puede ser traspasado por su gloria y horizontes se ensancharán y caeré en la cuenta de
amor. que todo es bueno y de que hasta lo malo que hay en
mi vida me ayuda a mantenerme en estado vigilante
A los que se sienten atormentados por su pasado, y me obliga a confiar más en Dios y menos en mí.
por sus defectos o por la falta de esté tica de su cuerpo,

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Anselm Grün Si aceptas perdonarte, perdonarás

Peor sucede cuando se trata de reconciliarse uno creer que él nos acepta con todo lo que llevamos
con sus faltas y otorgarse a sí mismo el perdón, dentro, es creer que por su parte ya hace tiempo que
porque sólo podemos perdonarnos si de todo ha perdonado, lavado y trasformado todo lo que es
corazón creemos que Dios nos ha perdonado y que el objeto de nuestras autoacusaciones. La fe en el
nos ha aceptado tal como somos. amor perdonador de Dios tiene que ser capaz de
Hay muchos que no toman en serio el perdón de hacernos apartar la mirada de nuestras culpas y
Dios. Aseguran, eso sí, que creen en ese perdón, van dirigirla a su misericordia. Ante la mirada compasiva
a confesarse y acusan sus faltas. Pero en el fondo del del Señor podemos ponernos en paz y aceptarnos
corazón no se han perdonado a sí mismos. Siguen sin porque hemos sido pacificados con él y aceptados
cesar inculpándose los fallos pasados que sienten por él.
como un pesado lastre. Muchos ancianos que hicieron
la guerra se juzgan y se condenan ahora por haberla Una señora joven se sigue reprochando haber
hecho. Recuerdan las crueldades en que se vieron herido a un amigo del que hace tiempo se ha
implicados. Durante muchos años no han pensado separado. No es capaz de perdonarse las faltas
más en ello, pero ahora reaparece el recuerdo y ya no cometidas durante esa amistad. Y esta incapacidad
son capaces de perdonarse. Tampoco pueden creer la tiene paralizada a la hora de iniciar una nueva
que Dios les haya verdaderamente perdonado. Y se relación. Teme que puedan reactivarse los viejos
atormentan con autoacusaciones y autocondenas. mecanismos. Comprende que debe perdonarse su
Llevan dentro un juez duro e inmisericorde que les pasado si desea iniciar un verdadero futuro y poner
acusa sin compasión. su confianza en el nuevo amigo sin taras interiores.
Pero Dios es mucho más misericordioso con Pero mientras no logre perdonarse, seguirá pesando
nosotros que nosotros mismos. sobre ella el pasado que la incapacita para la dicha
presente.
«Aunque nuestro corazón nos condene, Dios es más
grande que nuestro corazón y conoce todas las cosas» (1 Perdonarse uno a sí mismo resulta con frecuencia
Jn 3, 20).
más difícil que perdonar a otros. Pero ese perdón es
condicionante si deseamos vivir consciente y
Creer en el perdón de Dios es poner a Dios en el prudentemente el momento actual sin las pesadillas
lugar de nuestro inmisericorde Superyo, es de las faltas de un pasado que nos seguimos
echando en cara ocultamente.

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Anselm Grün Si aceptas perdonarte, perdonarás

Dios habla por el profeta Isaías: lo único que consiguen es horadar más en la herida,
hacerla más profunda y dolorosa. Si, por ejemplo, se
«Aunque vuestros pecados fueran rojos como escarlata,
quedarán blancos como la nieve. Aunque fueran rojos
encuentran con el ofensor, tienen la impresión de
como la púrpura, quedarán blancos como la lana» 0,18). quedarse paralizados sin ser capaces de establecer
contacto alguno con él. Notan cómo se les corta el
Si Dios nos perdona, pierde toda su fuerza nuestra aliento, cómo el corazón acelera el ritmo de sus
culpa y ya no puede perturbarnos más porque ya no pulsaciones y cómo se les hace un nudo en la
se la percibe como mancha en nuestra piel. La falta garganta. El perdón no es cosa de voluntarismo. Es
quedará blanca como la nieve y nuestra piel como la mejor estudiar la propia complexión y prestar mucha
de un recién nacido. Podemos comenzar de nuevo. atención a las indicaciones del cuerpo, que les dirá
Lo pasado ya no pesa. Sin embargo, es necesario que todavía es demasiado pronto para perdonar.
demostrar la fe en el poder perdonador del amor de
Dios en el hecho del autoperdón, si deseamos
vernos libres del efecto destructivo de la culpa. Pasos hacia la reconciliación

Para perdonar de corazón es necesario seguir


La reconciliación con el prójimo rigurosamente y por orden los pasos del perdón y de
la reconciliación. No se puede saltar ninguno porque
Solamente el que se ha reconciliado consigo entonces el perdón quedaría bloqueado en la
puede reconciliarse con quienes convive. Es claro voluntad sin poder llegar nunca al corazón.
que cualquiera que se encuentre desgarrado en su
interior tenderá a dividir también a todo lo que se El primer paso del perdón consiste en dejar que
encuentra dentro de su radio de acción. La se manifieste libremente el dolor que el ofensor nos
reconciliación con el prójimo es únicamente posible ha causado. Hay que revivir el dolor otra vez para
cuando nos sentimos dispuestos a perdonarles todas poder darle la última despedida. En el momento de
sus ofensas. Muchos cristianos desearían perdonar recibir la herida de la ofensa no pudimos percatarnos
con exactitud de lo que en realidad había pasado. Es
pero no pueden. Y si hacen un gran esfuerzo de
verdad que nos produjo dolor, pero pronto nos
voluntad para alcanzarlo,
distrajimos con otras

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cosas y nos olvidamos de la palabra y de la ofensa. porque él mismo ha sido golpeado, y de que nos ha
Puede suceder muy bien que el dolor se experimente mortificado sencillamente porque él se siente
más intensamente al recordar la historia que en el permanentemente ofendido.
momento de producirse porque ahora, al recordarla y
con la perspectiva del tiempo, estamos en mejor El tercer paso hacia el perdón consiste en intentar
disposición para comprender y valorar el grado de formarnos un juicio objetivamente valorativo de todo
grosería e indignidad con que se nos trató y hasta lo que ha pasado, pero con la perspectiva de la
qué profundidades caló el aguijón de la palabra. distancia en la que por la indignación nos ha ido
colocando. Desde allí podemos localizar con
El segundo paso consiste en dar vía libre a la precisión el lugar de la herida y determinar qué es lo
indignación y rabia que se agitan en nuestro interior y que ha pasado allí. Descubrimos además cómo el
gritan contra el que nos agravió. El perdón se otro ha alcanzado con su palabra ciertas zonas ya
encuentra al fin de la indignación, no al principio. lesionadas, y por lo tanto más sensibles, en las que
Mientras nuestro agresor permanece dentro de reaccionábamos con mayor viveza al contacto de la
nosotros por el dolor del agravio no puede cicatrizar la palabra. Cuando la ofensa afecta esta parte dolorida
herida que produjo. Mientras permanezca clavado el y sensible se reabre la vieja herida y con un dolor
puñal nunca se cerrará la herida. La indignación y más intenso que la nueva que nos hacen.
rabia son la fuerza que arranca y arroja lejos el puñal y Si hemos dado vía libre a la indignación nos
hace salir del corazón al autor de la herida. Se hace resultará fácil distinguir si el otro pretendía herirnos
necesaria ante todo una saludable distancia lejos del intencionadamente o si sólo hemos reaccionado de
agraviante para poder situarnos directamente frente a manera tan sensible porque su palabra tocó la zona
él y mirarle cara a cara. Mientras está dentro no enferma y se abrió la vieja herida.
podemos hacerlo. Por eso tampoco podemos Son especialmente las mujeres, de las que algún
identificarle bien. Lo único que percibimos es la herida pariente abusó sexualmente en su niñez, las que
pero es imposible ver cara a cara al que la produjo. En mayores dificultades tienen en dar esa vía libre al
cambio, si le contemplamos a cierta distancia, quizá enfado. Pero mientras no se pongan en contacto con
caigamos en la cuenta de que también él mismo es un su indignación no podrán ver con objetividad el
pobre niño herido, de que lo que ha hecho es alcance de la lesión y, en consecuencia, tampoco
simplemente defenderse golpeando en torno suyo y liberarse de ella. Quedan perdidas en la complicada
hasta quizá sin saber contra quién

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Anselm Grün Si aceptas perdonarte, perdonarás

maraña de sus sentimientos. Al profundo dolor de la también el corazón dispuesto a perdonar. Se


herida se añade el de la tristeza y el de los prescinde ya de la ofensa, se la olvida y se presenta
sentimientos de culpabilidad. La tristeza actúa como la herida a Dios para que la cure.
paralizante y los sentimientos de culpabilidad hacen
más profunda la herida. Entonces empiezan a El cuarto paso es la liberación del poder del otro.
reprocharse las frecuentes visitas al autor del abuso y Mientras no perdonemos a uno le estamos dando
de no haber tomado las convenientes precauciones. poderes sobre nosotros porque permanecemos
No son capaces de reflexionar que en aquella edad interiormente atados a él. Quizá hemos logrado
no tenían capacidad de defensa. Buscan y analizan prescindir de la ofensa pero tan pronto como
su parte de responsabilidad y con esto abren más la pensamos en él reaparecen los sentimientos de la
herida que recibieron. Necesitan, por tanto, ofensa y del odio, y esto nos hace daño. No nos
establecer contacto con su indignación. No deben hacemos ningún bien cuando permanecemos fijos
ofrecer precipitadamente comprensión al que tan en el odio. El odio puede resultar positivo durante
brutalmente las ha tratado. El hecho fue imperdonable algún tiempo porque puede darnos la fuerza que
y la herida profunda. El otro hirió las zonas más necesitamos para distanciarnos del otro. Pero si
íntimas y los más íntimos sentimientos de la persona, permanecemos fijos en el odio terminará él por
de la mujer y de la dignidad humana. Aquí el culpable devorarnos. Nuestra situación es entonces la de un
no es nunca el menor en total y natural relación con su enfermo privado de libertad. El otro sigue teniendo
sexualidad. El culpable es siempre el adulto que poder sobre nosotros. Hay casos en que un enfermo
abusa del menor. no se cura porque nunca logra llega a perdonar. Hay
Cuando la mujer humillada logra al fin arrojar lejos quienes no pueden morir por no ser capaces de
de sí al otro, puede pensar serenamente que quizá perdonar. Algo a manera de cuerpo extraño queda
también estaba herido él mismo, quizá abusaron adherido en el interior. Pero el perdón libera del peso
sexualmente de él en su infancia, quizá no es capaz de esa fría piedra que oprime el corazón y del ve-
de controlar su sexualidad, quizá se trataba en neno que interiormente les mata. Si por el perdón
realidad de un enfermo, un reprimido obsesionado logramos liberarnos del poder del otro y de su nocivo
con imágenes sexuales fijas. Entonces comenzarán influjo, ese perdón nos hace mucho bien. El perdón
a surgir lentamente pensamientos de perdón. Al cabo deja entonces de ser una exigencia difícil para
de cierto tiempo estará transformarse en llave de liberación y medicina de
salud.

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Anselm Grün Si aceptas perdonarte, perdonarás

«Padre, perdónalos, porque...» Estas confesiones espontaneas me hicieron caer


en la cuenta de que el perdón es un inquietante
En un curso sobre penitencia invité a los parti- problema en el alma de la gente. Y aunque no se
cipantes a meditar las palabras de Jesús en la cruz: hable mucho de él, cuando se busca un momento de
«Padre, perdónalos porque no saben lo que hacen» {Le silencio y reflexión desfilan por la memoria listas de
23, 34). Cada uno tenía que imaginar presentes a tres personas a las que uno todavía no ha perdonado.
personas ante las que debía dar vía libre a su dolor e Son como cargas inevitables que llevamos a
indignación por haber sido injuriado por ellas. Después remolque. El que no se libera de este lastre por el
debía cada uno decir en primera persona dirigidas a perdón terminará por sucumbir aplastado bajo su
ellos las palabras de Jesús: «Yo te perdono como peso, caerá en depresión, o reaccionará con sínto-
Jesús perdonó en la cruz porque tampoco sabías lo que mas de enfermedades que no acertará a explicar.
hacías». A cada uno le vino enseguida a la memoria Somos, por tanto, responsables de nuestra salud si
una lista de sujetos a los que todavía no habían per- no nos tomamos el tiempo necesario para
donado. Algunos contaban cómo las personas con las preguntarnos si queda alguien a quien no hemos
que vivían irreconciliados, a las que todavía no habían perdonado o al que no podemos perdonar.
perdonado, estaban presentes en su interior como un En esos cursos resultaba a muchos difícil aplicar a
bocado no digerido. Las sentían como un peso que les su caso las palabras de Jesús: «Porque no saben lo
encorvaba hacia el suelo, como una piedra que pesaba que hacen». No lo aceptaban. «Nuestros enemigos,
sobre su alma. Habían intentado frecuentemente decían, sabían muy bien el daño que iban a
evadirse de esos pensamientos pero nunca habían causarnos con sus palabras, obraban con
logrado una perfecta paz interior. Reconocían que las premeditación y lograron dar certeramente en el
personas con las que vivían irreconciliados actuaban a centro más vulnerable de nuestra sensibilidad.
manera de obstáculo para vivir y amar, y les im- Disfrutaban viéndonos sufrir desarmados y sin
posibilitaban concentrarse en el momento presente. En capacidad para una reacción adecuada. Disfrutaban
el curso de esta meditación, un señor se levantó y considerando como un triunfo haber logrado darnos
marchó inmediatamente a casa para hablar con su hijo en el punto álgido que nos iba a dejar doloridos y
con el que vivía desde mucho tiempo atrás en conflicto tristes por largo tiempo. Es inadmisible que nos
por no poder perdonarle sus comportamientos muchas hicieran todo eso sin advertirlo. Muchas veces lo
veces absurdos. hacían a propósito».
Sin embargo, las palabras de Jesús son para
todos orientación y ayuda en el difícil proceso del

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57
Si aceptas perdonarte, perdonarás
Anselm Crün

perdón. Yo, por ejemplo, puedo imaginarme que mis Con las palabras «perdónalos, porque no saben lo
propios enemigos no saben en el fondo lo que hacen. que hacen», Jesús se distancia de esta clase de
Están ciegos. Se sienten ellos mismos tan agraviados personas, se libera de su poder. Jesús no se
que no saben hacer otra cosa que no sea agravio. Se complace en asumir el papel de una víctima que
ven como impelidos a hacerlo como medio de acepta todo. Lo que hace es replegarse a su interior
afianzamiento en su convicción de ser fuertes. Se donde es y se siente invulnerable y libre. Por eso el
sienten tan débiles y enfermos que sólo se dan perdón es un signo de fortaleza y no de debilidad.
cuenta de que están vivos cuando mortifican a Hay quienes se complacen en hurgar en las heridas
otros. Si yo soy capaz de imaginarme todo esto, ya no que otros les han abierto sin llegar nunca a
tienen mis enemigos poder alguno sobre mí. Se comprender cómo es posible que haya gente tan
convierten ante mis ojos en niños enfermizos. Dejan malvada capaz de tratarles de esta manera. En estos
de ser los monstruos que me infunden pavor y sentimientos suele haber una mezcla de indignación,
quedan transformados en niños enfermizos que me de impotencia y de resignación. Uno se sumerge en
inspiran compasión. sentimientos de autocompasión y ya no es capaz de
A algunos Íes ayuda imaginar que los otros sabían salir de ellos. Otorga al otro tal poder sobre sí mismo
bien lo que hacían, pero no sabían el daño que me que su solo recuerdo se convierte en una nueva
estaban causando. Estaban tan condicionados por su herida. La palabra de Jesús, por el contrario,
propio estado interior que no podían ver nada ni tener desarma. El que mortifica es en realidad un enfermo,
en cuenta el mío. Los verdugos de Jesús estaban y si yo lo entiendo así, puedo distanciarme de él y
obstinados; tan condicionados por su fanatismo re- volver a ser yo mismo. Entonces descubro otra vez
ligioso que no veían en Jesús más que a un dentro de mí espacios interiores a los que nadie tiene
perturbador del orden al que era necesario eliminar. acceso para vulnerarme. Jesús estaba en la cruz en
Y creían que estaban actuando como ejecutores de contacto con el Padre, a pesar de sus intensos do-
un precepto divino, cumpliendo la voluntad de Dios. lores. Así lo demuestra su última palabra según
Eso mismo le puede suceder al que me crucifica a mí. Lucas: «Padre, en tus manos pongo mi espíritu» (23,
Tal vez piensa que tiene toda la razón y que, al actuar 46). Jesús se sentía en las manos del Padre porque
así, cumple la voluntad de Dios. En realidad es un estaba en sí mismo y allí no podían alcanzarle ni el
prisionero de sí mismo. odio ni las injurias de los hombres.
También en nosotros existe un espacio interior de
silencio en el que habita Dios. Allí no puede

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Anselm Grün Si aceptas perdonarte, perdonarás

hacernos daño nadie. En ese espacio interior no tiempo en esta oración me daré cuenta de que se va
pueden penetrar las palabras mortificantes. Allí extinguiendo en mí el ardor del resentimiento, que mi
estamos completamente a solas con nosotros y con dolor desaparece y que soy una persona libre para
Díos. Es ése precisamente el lugar desde donde perdonar. El perdón produce en mí una paz
podemos perdonar porque es un lugar intacto y profunda, sentimientos de libertad. Ya no me parece
cerrado. Si deseamos perdonar por motivos que se me pide demasiado en el perdón ni que se
emocionales, normalmente no lo conseguiremos me haga violencia pidiéndome que perdone. Porque
porque es en esa zona donde permanece clavado el me siento un ser libre y los otros ya no tienen poder
puñal que nos ha herido. Y, naturalmente, mientras alguno sobre mí.
permanezca el puñal en la herida no es posible el
perdón. Un perdón así sería masoquismo. Lo único
que lograría sería hurgar en la herida haciéndola más Manifestación del perdón
grande. Nuestro perdón se convertiría en una
prolongación de la acción de nuestro verdugo. Si perdono a mi enemigo ¿es necesario también
Jesús se dirige en su oración al Padre pidiéndole que se lo manifieste? Debo sin duda hacerle saber
que perdone. Es el Padre quien debe perdonar a los de alguna manera que he perdonado su ofensa.
hombres porque él es el principal ofendido. Esta Pero esta comunicación puede manifestarse en una
verdad me ayuda a mí también a perdonar. Yo no acogida cordial, en un acercamiento sin recelos, en
puedo imponerme a mí mismo la obligación de una aceptación tal como él es. Mencionar o no
perdonar. No digo: «Sí, te perdono. Ya te he expresamente el perdón es cuestión de discreción y
perdonado». Todos sabemos que semejantes prudencia. Si lo que nos separa es la ofensa, tiene
expresiones son siempre inexactas. Se adaptan a sentido hablar de ella. Pero deberé evitar con todo
nuestra voluntad. Pero existen en nuestro mundo cuidado que la conversación sobre la ofensa y el
interior otras zonas en las que no es posible el perdón. perdón se conviertan en acusación contra el ofensor.
Por eso, al pronunciar estas palabras estaríamos Un jefe de sección me contaba una vez que, en un
fingiendo algo. En cambio, si pido a Dios que los altercado, una trabajadora le dijo: «Le perdono en
perdone, quedo yo liberado de la presión de tener que nombre de Jesús». Una expresión así puede decirse
perdonar y la oración del perdón desarrolla en mí la ca- con la mejor intención pero a mí
pacidad de perdonar. Si permanezco largo

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Anselm Grün Si aceptas perdonarte, perdonarás

me parece que, con esta manera de perdonar, lo que Algunos terapeutas aconsejan al que es incapaz
la mujer hizo fue sentar a su jefe en el banquillo de de perdonar que realice el siguiente juego. Debe
los acusados. Si yo le digo a uno: te perdono, estoy imaginar que el ofensor se encuentra sentado en
también diciendo: el culpable eres tú. Está claro. Tú una silla frente a él. Tiene que desahogarse y decirle
debes saberlo y confesarlo. Pero aún así yo soy todo lo que siente sin disculparle en nada y sin callar
generoso contigo y te perdono. nada. Luego debe sentarse él mismo en la silla e
Un perdón otorgado en estos términos humillaría invertir los papeles. Tendrá que responder a las
tremendamente y ofendería al otro. Para muchos no es acusaciones y gritos del adversario provocados por
de recibo. Se necesita una gran dosis de discreción y su dolor. Y podrá así contemplar las injurias desde
de delicadeza para hacer entender al otro que se le otro punto de vista. Este procedimiento ayuda
perdona pero sin ofenderle ni humillarle. Debo tener en muchas veces a perdonar.
cuenta los detalles de su situación, tengo que elegir el Otra ayuda consiste en analizar los sueños en
momento oportuno para hacerle conocer mi perdón o los que emerge la figura del ofensor. Los sueños
pedírselo yo a él. Sería prematuro y precipitado tratar dan a veces información sobre mi propia parte en la
el asunto mientras el otro permanece profundamente ofensa porque quizá he ofendido yo primero o he
dolido o cuando sus sentimientos andan provocado al ofensor. Si el juego de la sustitución de
completamente revueltos. En estas circus-tancias no roles y mis sueños me ayudan a ver la ofensa con
sería sensato pedir inmediatamente perdón. También una luz nueva, me han capacitado también para
sería imprudente perdonar en el acto al que me ha hablar al otro en un lenguaje tal que le trasmita
molestado en una apasionada discusión, porque eficazmente mi perdón. Ya no formularé más
podría atizar más el fuego de su ira. Hay que dar acusaciones contra él. Me limitaré a informarle de los
tiempo al tiempo, dejar que los sentimientos se sentimientos que su conducta ha provocado en mí.
reposen. Entonces puedo verlos con mayor objetividad Al mismo tiempo le manifestaré mi decisión de no
y valorar mejor qué reacción sería la más apta y la que volver más sobre mis sentimientos heridos. El
más ayuda a ambos a iniciar una conversación serena quedará libre para aceptar mi perdón porque ya no
sobre el tema. Además de la disposición de perdón es se verá en el banquillo de los acusados. Se sentirá
también necesaria la discreción de espíritus para perfectamente libre para analizar su conducta y ver
acertar con la forma y el tiempo de otorgarnos el en ese análisis si procedió inadvertidamente contra
perdón. mí o si lo hizo con premeditación. De

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Anselm Grün

esta manera, quedando él libre ya no hay ni


vencedor ni vencido, ni inocente ni culpable. Porque
sólo cuando el otro puede conservar intacta su
dignidad estará dispuesto a aceptar mi perdón y
perdonar él mi propia parte de culpabilidad.

Reconciliación en
la comunidad

Iniciar nuevos caminos

El perdón y la reconciliación no se dan sólo entre


individuos sino principalmente entre grupos y
comunidades. Esta afirmación es aplicable a la
minicomunidad matrimonial lo mismo que a las
macrocomunidades sociales y a los estados entre sí.
La reconciliación tiene en estos casos una
dimensión también política. Los cristianos tenemos
en el mundo de hoy la grave responsabilidad de ser
autores de reconciliación entre los grupos y naciones
enfrentadas, de garantizar el perdón a los que nos
han ofendido y pedirlo nosotros por cualquier falta
que hayamos podido cometer. Lo único necesario
para hacer visible y operante en este mundo la
eficacia del perdón y de la reconciliación es un poco
de fantasía y espíritu

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Anselm Grün
Si aceptas perdonarte, perdonarás

de creatividad. A continuación, vamos a ver con


qué pasa ni por qué su cónyuge procede de esa
algunos ejemplos la virtud curativa y liberadora de la
manera.
reconciliación y del perdón, y al mismo tiempo
Siempre que se ahogan los sentimientos en si-
sugerir nuevos procedimientos.
lencio, se sedimentan en el interior del sujeto y
complican la vida normal exterior. Al contrario, si se
exteriorizan esos sentimientos en un desahogo de
Matrimonio y familia
indignación y enfado, puede suceder que las cosas
se esclarezcan y se haga más profunda la relación.
Muchos matrimonios hacen pronto la terrible
Pero los sentimientos largo tiempo reprimidos crean
experiencia de ver cómo su amor se enfría o se les
muros de separación en la pareja. Por eso es
disuelve entre los dedos. A veces es debido a que
necesario no cesar en un permanente proceso de
cada esposo se traga en silencio los disgustos o
reconciliación. Entendemos por «reconciliación» la
pequeñas molestias causadas por el otro, cosas
exposición clara y objetiva de lo que uno
inevitables en una vida en común. No se atreven a
interiormente siente pero sin que esto signifique
manifestarlas al consorte por miedo de hacer más
acusación del otro ni justificación de sí mismo.
profunda la propia herida o de abrir una herida en él. Y
Un fallo muy frecuente en el matrimonio consiste
lo ponen peor echando tierra al asunto y pensando de
en no tomar suficientemente en serio al otro. El
buena fe que, al fin y al cabo, no es una cosa
marido regresa del trabajo cansado y se sumerge en
demasiado grave. Pero llega un momento en que ven
la lectura del periódico. No tiene ni el elemental
con sorpresa cómo todos esos disgustos se han ido
detalle de preguntar a su mujer cómo ha pasado el
acumulando y han levantado un muro de separación.
día en casa con los niños. O se encuentra tan
Hierve el resentimiento interior. El amor se tras-forma
acaparado por su trabajo y tan preocupado por sí
en odio y encuentran satisfacción en desquitarse
mismo que no tiene en cuenta para nada las
tomando la revancha. Muchas veces lo hacen, quizá,
necesidades íntimas de su mujer. Ésta, por su parte,
sin caer en la cuenta. Pero aun en ese no darse cuenta
humilla al marido con exigencias desmesuradas.
actúa un inconsciente deseo de desquite. En
Quizá no le resulta a ét fácil hablar de sí mismo ni
determinadas circustancias resulta especialmente
comunicar sus sentimientos, pero ella insiste en sus
molesto cualquier mínimo detalle. Se cubre fácilmente
reproches de frialdad y le humilla comparándole con
de insultos al consorte sin que éste pueda comprender
otros maridos mucho más sensibles y
exactamente
complacientes. Cualquier comparación

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67
Anseim Crün Si aceptas perdonarte, perdonarás

con otros maridos o con otras mujeres humilla al ofendido y en los que él mismo ha fallado. Después
consorte. La irritación llega a sus máximos si el pueden celebrar juntos la reconciliación con un
marido tiene una amiga o la mujer un amigo con el nuevo ritual, por ejemplo, quemando los papeles en
que se entiende mejor que con su esposa o esposo. que han anotado las recíprocas inculpaciones,
Y si uno de ellos llega a mantener relaciones enterrando las cenizas bajo tierra y plantando allí un
sexuales secretas con el amigo o amiga, la árbol. Es el árbol de la reconciliación. En adelante
confianza mutua desaparece y lo único que queda les recordará que sobre la basura de sus agravios
es una herida muy dolorosa y profunda. recíprocos va a brotar algo nuevo. O pueden ir a
La terapia de parejas utiliza con frecuencia ciertos celebrarlo al restaurante con una buena comida.
rituales de reconciliación. Los terapeutas de parejas Muchas veces invitan a un tercero o a otras parejas
han llegado a la conclusión de que no se debe ir en al ritual de la reconciliación para obligarse con más
todos los conflictos y agravios ya pasados hasta el seriedad ante testigos a olvidar desde ese momento
total esclarecimiento de cada detalle particular. El todo el pasado conflictivo y a no usarlo en el futuro
esclarecimiento de esos detalles, origen de como arma arrojadiza contra el otro.
desavenencias, es muchas veces ocasión de nuevas De la experiencia en la terapia con parejas se ha
incomprensiones y conflictos porque cada uno llegado al reconocimiento de la importancia de estos
vuelve a echar en cara al otro los mismos viejos rituales de reconciliación para la futura estabilidad de
reproches. Cuando se usa un ritual de reconciliación un matrimonio. En toda pareja se pueden dar falsos
cada consorte puede anotar en un papel todo aquello malentendidos y conflictos reales. Es imposible
en que se siente ofendido y en lo que piensa haber evitarlo. Pero a veces se lleva peligrosamente
ofendido al otro. Luego pide cada uno perdón al otro contabilidad rigurosa de cada ofensa. Y si la falta del
y se muestra dispuesto a aceptar su perdón. consorte se hace palmaria, por ejemplo, cuando uno
Concreta su petición en una fórmula en la que inicia una nueva relación, entonces la parte
promete que en adelante no volverá jamás a echar lesionada utiliza muchas veces esta ofensa para
en cara al consorte nada de lo pasado y que nunca aplastar al contrario. Los hechos están ante los ojos
volverá a utilizarlo como detonante de sentimientos como fiscales y el ofendido tiene un arma eficaz en
de culpabilidad. El otro responde expresando su las manos. Siempre que surja un conflicto será fácil
disposición de perdón y olvido de todo lo pasado. recurrir a ese agravio para tapar la boca al culpable y
Enumera todos los casos en que se siente éste no se sentirá ya con derecho a exteriorizar sus

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Anselm Grün Si aceptas perdonarte, perdonarás

propias quejas y decepciones. Se ve condenado a ritual de la piedra. Una vez a la semana comentan
hacer penitencia en cilicio y ceniza. La relación de juntos sus preocupaciones y problemas. El que
pareja está rota. El culpable no será metido en la habla sostiene elevada una piedra mientras el otro
cárcel pública como se hacía antiguamente pero se escucha. Y sigue hablando hasta que entrega la
verá encerrado, más cruelmente, en la cárcel de piedra al otro que hace lo mismo.
interminables acusaciones y reproches. Con mucha frecuencia me encuentro con familias
La reconciliación es un elemento muy importante que, después de haber vivido largos años en unidad,
cuando una pareja está firmemente decidida a rompen radicalmente todo vínculo al llegar el
comenzar de nuevo. Si la reconciliación es sincera, momento de repartir la herencia. A veces los
libera del lastre del pasado, purifica el medio vital y la abismos de separación son tan profundos que no
pareja puede vivir en adelante sin temor a asfixiarse hay puente posible que los una. El hermano cree
con los gases de viejos conflictos. que su hermana ha quedado favorecida. Son
Conozco parejas que se sirven de sencillos ri- resentimientos del pasado que reviven. Quizá no se
tuales de reconciliación en su vida ordinaria. Si uno trata tanto del reparto del dinero como de dirimir
de ellos tiene alguna vez un fallo, enciende el otro la quién ha llevado las preferencias afectivas del padre
vela de la ceremonia de la boda en señal de paz. Es o de la madre. El reparto de la herencia no es más
un signo de disposición para el diálogo y el perdón. que una ocasión o pretexto para que se abran las
No siempre se necesitan palabras. Un simple gesto viejas heridas. No se disputa el dinero; lo que en
puede bastar para producir el mismo efecto. Las realidad se disputa es el amor de los padres y se
palabras pueden dar pie a nuevos malentendidos y lucha por el primer puesto afectivo que cada uno
echar por tierra hasta los más sinceros deseos de quiere ocupar en el corazón de los progenitores
reconciliación. La vela encendida es como una incluso después de muertos. Las heridas que
significativa súplica y viene a decir que la plenitud del muchas veces se abren no vuelven ya a cerrar
amor que encendió esa vela el día de la boda debe nunca. Antes tenían los hermanos un solo corazón y
arder de nuevo en sus corazones. La vela ardiendo una sola alma; ahora se han dividido en bandos
es un argumento de confianza de que aquel amor de enfrentados que se recuerdan sus fallos y se acusan
entonces sigue ardiendo también ahora a pesar del mutuamente. De no mediar reconciliación se irá
conflicto que cubre su brillo con sus sombras. abriendo más y más el abismo divisorio. Consumirán
Otra pareja ha ensayado con éxito el llamado todas sus energías en luchas fratricidas de unos
contra otros. Ya no se apoyan. Ahora se desgastan
en peleas y consumen

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Ansetm Grün Si aceptas perdonarte, perdonarás

en ellas la energía necesaria para vivir. y la oferta no le cae por sorpresa. Pero en esa carta
La reconciliación en el amplio círculo familiar debo renunciar a toda apariencia moralizante, como
necesita siempre un sujeto armado de valor y capaz sucedería si me expresara en estos términos:
de salirse del juego de las mutuas rivalidades. No se «Como cristianos deberíamos habernos reconciliado
trata de que en el proceso de la reconciliación quiera ya hace tiempo. Es una vergüenza como cristianos
cada uno cargar con toda la responsabilidad y culpa, permanecer enemistados». Una carta en estos
porque nadie se lo tomaría en serio. Tampoco se términos provoca en el otro, sentimientos de
trata de hacer un reparto de responsabilidades culpabilidad. En mi oferta de reconciliación debo
porque la cosa podría ponerse peor. Muchas veces respetar escrupulosamente su libertad y dignidad. El
fracasan todos los intentos de reconciliación porque otro debe saber que le sigo apreciando también en
algún miembro de la familia se niega a aceptar el su dolor y que intento comprenderle también en sus
perdón. Se siente profundamente herido y sospecha actitudes.
torcidas intenciones en el perdón que se le ofrece. Una carta es un buen procedimiento para in-
La oferta de reconciliación puede convertirse troducir el proceso de reconciliación, pero entonces
incluso en origen de nuevas acusaciones humi- sería necesario también un ritual para dejar
llantes: «Yo estoy dispuesto a cancelarlo todo. De ti definitivamente zanjado todo el pasado con sus
únicamente depende aceptar o rechazar la oferta». inculpaciones y ofensas. El ritual podría consistir en
Lo que estoy haciendo es elevarme en gesto de dar un paseo juntos, en asistir a un concierto o a una
superioridad sobre los demás. Estos deben saber comida. Es muy importante elegir con discreción el
que sufro por el conflicto, que me duele que se haya ritual. A veces resulta más práctico invitar a un
producido y que no intento cargar la culpa entera tercero, imparcial y aceptado por las partes, a dirigir
sobre nadie. Sería por lo tanto muy útil tener el valor el encuentro o el ritual de reconciliación con todos
de pedir perdón por la parte de culpa que yo haya los participantes. Naturalmente, sería positivo y
podido tener pero con mucha delicadeza para no dar bueno utilizar para la reconciliación de los miembros
la impresión de que pretendo forzar al otro a hacer lo de una familia el mismo ritual que se ha demostrado
mismo. A veces se rebaja la tensión en el proceso de útil en la reconciliación de las parejas, es decir, no
reconciliación con el sencillo recurso de una carta recordar los agravios pasados, los cuales deben
previa. Se le da tiempo al otro para la reflexión quedar definitivamente bajo tierra. También puede
parecer artificial y excesivo. En ese caso pueden
utilizarse ciertos signos

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Anselm Grün S/ aceptas perdonarte, perdonarás

comunes que sirven para rebajar la tensión y facilitan Nuestra comunidad1 conoce la costumbre de decir
a todos la discusión discreta del pasado sin ofender la culpa en los tiempos de adviento y cuaresma en
a nadie. Las heridas necesitan tiempo para pequeños grupos de decanías. Cada decanía se
cicatrizar. Yo debo dar tiempo al otro y esperar el compone de diez o doce monjes que se reúnen
momento en que esté maduro para la reconciliación. periódicamente para celebraciones litúrgicas o
discusiones de temas en común. La «culpa» en las
decanías se celebra en el marco de la liturgia de la
Comunidades religiosas palabra. Todos tienen posibilidad de expresarse
libremente y decir lo que les molesta y en qué han
Las comunidades de los conventos o casas re- perjudicado, despreciado o desatendido los
ligiosas, que surgen por todas partes, viven la misma intereses de la comunidad. Esta discusión en
intimidad que la vida familiar. Una comunidad puede común, abierta y con petición de perdón purifica
subsistir a la larga solamente cuando se hacen en su espiritualmente la atmósfera. Si se da el caso de que
seno repetidas experiencias de perdón y dos miembros de la comunidad viven en conflicto
reconciliación. No hay comunidad sin conflictos. Si pero no están dispuestos a tratarlo personalmente
se meten los conflictos bajo la alfombra, lo que juntos, intentamos los demás discutirlo en grupos
sucede es que cada uno se dispersa haciendo una menores de tres o de cuatro. Es sin duda una ayuda
vida hacia fuera, con lo cual la comunidad se para debilitar los frentes y encontrar nuevos caminos
desintegra cada vez más. O se forman grupos en común. Lo primero que se intenta es apoyar las
selectivos por afinidad que se atacan mutuamente. iniciativas personales de los individuos en cuestión.
Si en las comunidades religiosas no se tratan y Una comunidad religiosa no debe contentarse
resuelven los problemas entre sus miembros, la con ser creadora de reconciliación entre sus
comunidad sufre sus efectos en forma de progresivo miembros actuales; debe extender la reconciliación
debilitamiento, se crea un clima de frialdad y a los miembros que la han abandonado. Son
desconfianza. muchos los religiosos y religiosas que abandonan
Antiguamente existía en las comunidades reli-
1
giosas la costumbre de decir la culpa cuando uno Habla aquí el autor de la comunidad de la abadía de
Müns-terschwarzach donde viven en la actualidad unos cien monjes
reconocía haber faltado en algo contra la comu- benedictinos, muchos de los cuales son jóvenes y varios de África. La
nidad. Lamentablemente, los rituales de la culpa se abadía se ha convertido en centro de irradiación espiritual en toda
fueron vaciando de sentido y hubo que suprimirlos. Alemania {Nota del traductor).

74 75
Anselm Grün Si aceptas perdonarte, perdonarás

sus comunidades unas veces por la puerta ancha desde los lejanos tiempos de la guerra, a celebrar
otras por la ventana. Algunas comunidades hacen juntos una liturgia de reconciliación. Yo creo que va a
responsables únicos de esta decisión a los que se ser un día extraordinario para todos, en el que lo
van. La comunidad sigue haciendo su vida pensando viejo se integre de manera nueva en la vida de la
estar en posesión de toda la verdad. Pero esta comunidad y todos puedan enriquecerse y seguir
manera de proceder ciega y por lo tanto incapacita enriquecidos su camino. En las peticiones de
también para ver los fallos y puntos débiles de la vida nuestro rezo habitual de la hora litúrgica del
en común. Cuando un religioso se sale, su salida mediodía pedimos siempre por los antiguos
tiene siempre algo que ver con la vida de la miembros que han abandonado el convento.
comunidad. El reconocimiento de la parte de Seguimos sintiéndonos unidos en la oración. Y
responsabilidad que a ella le corresponde es un consideramos importante para nosotros que ellos
presupuesto necesario para la futura vida de la puedan seguir su camino con la bendición de Dios.
comunidad misma. Los que la abandonan
proporcionan un potencial del que carece la
comunidad. Al proceso de reconciliación con los que La comunidad local
se han ido pertenece el análisis en profundidad de
los motivos que les han impulsado a hacerlo y la Existen frecuentemente en los pueblos rivalida-
discusión de su concepto del ideal de la vida des seculares. Viven allí familias de abolengo y cada
religiosa. Sólo así puede integrarse en la comunidad una vela por el prestigio de su linaje. Hay, por lo
el potencial espiritual que encarnan los miembros tanto, en el pueblo clanes de familias distinguidas y
que abandonan. Si se carga sobre ellos toda la otras a las que no se les permite hacerse notar.
responsabilidad del abandono de la vida religiosa, se Viven también familias llegadas últimamente a las
excluye de la comunidad un valor y queda mermada que no se les concede ninguna oportunidad de
su vitalidad. integrarse en la comunidad local. O también, un
Por eso es necesario que la comunidad se re- hombre de fuera se ha casado con una hija del
concilie con los antiguos miembros que la han pueblo, pero el pueblo se niega a aceptarle como
abandonado y, si ellos lo desean, establecer buenas hijo. La política del Ayuntamiento debería tener en
relaciones y contactos. Nuestra comunidad va a cuenta esta realidad y posibilitar la integración de
invitar el año próximo a todos los antiguos todos los miembros de la comunidad superando los
miembros, que han abandonado el convento prejuicios seculares existentes. Pero a veces

76 77
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Anselm Grün Si aceptas perdonarte, perdonarás

sucede todo lo contrario. Las autoridades locales sociedad ilustrada perviven estructuras arcaicas.
explotan los conflictos del lugar para reclutar Niko Kazantzakis ha descrito de manera impre-
adeptos para su partido y eso contribuye a ahondar sionante este fenómeno en su libro Cristo de nuevo
más el foso de separación. Los grupos rivales son crucificado. Una comunidad expulsada por los turcos
instrumentalizados para imponer programas de pide asilo en un pueblo griego. Por ese tiempo ha
partido en la batalla electoral o para perfilar mejor el elegido ya el Ayuntamiento los personajes que van a
prestigio en el ámbito local. representar en vivo la pasión de Cristo el año
La palabra «política» procede en su origen del próximo y cada actor se identifica con su papel. El
griego polis, ciudad. Su finalidad debería consistir en que representa el papel de Cristo, Manolios,
crear unidad, en aunar las voluntades de los intercede por los refugiados y pide compasión a la
ciudadanos, pero frecuentemente la actividad comunidad. Pero los hacendados labradores
política se orienta a polarizarlos. En su origen pri- indígenas se oponen de común acuerdo con los
mitivo polis significaba bilateral. La política con- despiadados popes del lugar. Soliviantan al
sistiría, según eso, en unir las dos partes, los dos populacho y Manolios es asesinado dentro de la
polos; en reconciliar los grupos divididos, en dar iglesia. De esta manera la pasión, que había
cohesión a los polos disgregados. comenzado como representación escénica, termina
En cada pueblo, como en todas partes, existen en sangrienta realidad. El anciano párroco de los
también prejuicios. En las peñas de amigos se refugiados acusa ante el cadáver del pastor
comenta todo y se mantienen frescos y al día los Manolios asesinado: «Cristo, han pasado casi dos
prejuicios que impiden a muchos sentirse a gusto en mil años y te siguen crucificando. Cristo, ¿cuándo
el pueblo. Los llegados últimamente siguen siendo vas a nacer sin que te vuelvan a crucificar y puedas
forasteros con la función de ser pasivos vivir siempre con nosotros?» También en la
espectadores de cuanto sucede en el lugar. Hagan actualidad son expulsados seres humanos de
lo que hagan todo tendrá una valoración negativa. nuestros pueblos y son clavados en la cruz con el
Se harán correr rumores contra ellos y esos INRI de criminales. Son ejecutados a pública
rumores, aunque sean infundados, se tendrán por vergüenza como el joven Manolios en la novela de
auténtica moneda de cambio. En la peña de amigos Kazantzakis.
se decide quién interesa y quién no. En La política comunal debería allanar esos fosos
consecuencia, unos son incluidos y otros quedan de separación que dividen la comunidad; debería
excluidos. Se los condenará sin darles oportunidad desenmascarar los viejos prejuicios y trabajar
de defenderse. En nuestra

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Anselm Grün Si aceptas perdonarte, perdonarás

por la reconciliación de los que viven enfrentados. Ahora bien, precisamente en nuestro tiempo es
Con ello haría el alcalde una obra mucho mejor que objetivo de la pastoral reconciliar los grupos
con abrir una nueva avenida o levantar un nuevo enfrentados. Se trata de mucho más que de dar la
Ayuntamiento como propaganda de prestigio hacia razón a unos o a otros, a progresistas o a tradi-
fuera. Una comunidad es humanamente habitable cionales. El objetivo principal consiste en comprender
cuando los ánimos están reconciliados en paz. Ya a los individuos y tomarles en serio como personas.
pueden las autoridades renovar edificios y Antes de condenar a los tradicionales debo oír qué es
embellecer las calles. Si falta el espíritu de exactamente lo que piden. Quizá lo que exigen es que
convivencia en paz, todo lo demás no vale para se les faciliten experiencias de Dios parecidas a las
nada. Sería pura fachada para disimular el odio que que tuvieron en la infancia y en aquel mismo estilo.
divide a los habitantes. Tal vez lo que más les aferra a la tradición es el temor
ante lo nuevo, el miedo ante el caos de nuestro
tiempo. Puede ser también una apreciación
La parroquia estimativa de los grandes valores de la tradición que
no quieren perder. Debo escuchar también a los
En muchas comunidades parroquiales existen progresistas y discernir cuándo se trata de una
profundas divisiones. Por una parte los progresistas, verdadera preocupación por la vida de la Iglesia,
por la otra los tradicionales, pero todos en lucha por dónde sopla el Espíritu de Cristo hacia nuevas formas
conquistar al párroco. Cada grupo desea ganarlo de libertad o, por el contrario, si se trata simplemente
para sí y tenerlo de su parte. Muchos párrocos, del vano intento de pretender transformar el propio
interiormente divididos, contribuyen a radicalizar corazón con exclusivos cambios de fuera. Tengo que
más la división. Sea cual sea la parroquia que precisar la sinceridad de las aspiraciones de cada
regentan y dondequiera que estén, allí hay corazón y entonces podré establecer un genuino
divisiones, partidos y enemistades. Una persona con contacto con los grupos enfrentados y reconciliarlos.
responsabilidad en una diócesis me contaba de un Es una pena que estos clásicos grupos rivales se
párroco, que podían destinarle a cualquier parroquia comporten a veces de manera tan apasionada y
seguros de que enseguida se abrirían fosos de hostil. Cada grupo cree que procede según el
división en ella. Ni siquiera podían dedicarle a la Espíritu de Cristo y para gloria suya. Pero en rea-
pastoral con ancianos porque incluso a éstos, lidad saben muy poco y practican menos el espíritu
pacientes y sin ganas de líos, los pondría en estado
de guerra.

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Anselm Grün Si aceptas perdonarte, perdonarás

de reconciliación cristiano. En vez de escuchar parroquias ofrecen al mundo es la deplorable


juntos las voces del Espíritu pretenden poseerlo ya y imagen de un cuerpo desgarrado. No sólo están ellas
niegan al otro grupo hasta la posibilidad de poseerlo. divididas en grupos de conservadores y de
Unos acusan a los otros su aferramiento a la progresistas. Existen además otros que trabajan,
tradición y éstos reaccionan negando que los vientos pero no toleran ingerencias de nadie en su trabajo.
nuevos, que inspiran a sus adversarios, procedan del La parroquia es un grupo cerrado. Los jóvenes, las
espíritu de Cristo. Lo que no raras veces se oculta familias llegadas últimamente, otros sujetos que se
tras estas luchas ideológicas son ambiciones de han orientado a la fe en la mitad de su vida, no tienen
poder e intereses privados. la más mínima oportunidad de introducirse para
En muchos consejos parroquiales se libran te- colaborar en esa sociedad hermética. Puede haber
rribles batallas por hacerse con el poder. Sujetos también grupos que se entienden muy bien con el
comprometidos con la parroquia no caen en la cuenta párroco pero intentan acapararle celosamente para
de que lo que para ellos verdaderamente cuenta no sí. Hay otros que no se sienten aclimatados en la
es el bien de la comunidad parroquial sino la propia Iglesia porque se les habla en un lenguaje que no
persona. Generalmente no consiguen nada bueno. entienden. Son muchas veces trabajadores,
Lo único que consiguen es enemistar y dividir. Han refugiados, extranjeros, grupos marginados como,
desviado el punto de mira de las necesidades reales. por ejemplo, los sin techo y homosexuales.
Por eso todas sus iniciativas y sugerencias, en Principalmente se trata de grupos de divorciados
principio buenas, no suelen ser creadoras de vueltos a casar. Este grupo está excluido de los
comunidad sino de división. Sería muy interesante sacramentos, según el derecho vigente en la Iglesia.
ponerse a reflexionar sobre las propias motivaciones. Es una cosa injustificable desde el punto de vista
¿Me comprometo realmente con la causa de Cristo? humano y teológico, porque significa que se sienten
¿Sirvo a sus intereses o a los míos, tal vez sólo excluidos de la vida parroquial. El divorcio no es
exterior-mente etiquetados de religiosidad? motivo para excluir a nadie de los sacramentos. Sin
La parroquia tiene en nuestra sociedad el im- embargo, muchos que viven divorciados tienen la
portantísimo cometido de ser fermento de recon- impresión de ser mirados de reojo por la comunidad,
ciliación, porque ese mismo es el cometido de la de que se les hace culpables de esa situación y de
Iglesia: ser creadora de reconciliación en el mundo. que no hay disposición para perdonar su falta.
Pero en lugar de ese fermento, lo que algunas En la Iglesia primitiva eran excluidos de la co-
munidad los miembros que habían cometido

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Anselm Grün Si aceptas perdonarte, perdonarás

pecados públicos pero, tras un largo período de pe- resquebrajan nuestra sociedad. Por un lado los
nitencia, eran recibidos otra vez oficialmente. Hoy no empresarios y sindicatos, incapaces de ponerse de
existe ningún rito especial de exclusión de la Iglesia; acuerdo. Luego los tecnócratas y sus alternantes,
se hace por una conducta de rechazo. La nueva enfrentados hostilmente; los pacifistas y enemigos
incorporación a la comunidad tampoco tiene un ritual de la energía nuclear, igualmente incapaces de
determinado. llegar a acuerdos con los partidarios de la defensa y
Si la praxis de la antigua Iglesia puede parecer utilización de esa energía; los grupos juveniles de
rígida, sin embargo siempre dio a los pecadores la derecha y de izquierda en estado de guerra
oportunidad de volver a ser miembros de pleno declarada. El Estado necesita movilizar un ingente
derecho. Cuando una parroquia excluye a uno sin ejército de policías para controlar el caos
que sea perceptible esa exclusión, el excluido permanente y hacérselo saber así a los grupos
permanece fuera y tiene muy difícil poner otra vez los violentos.
pies en la comunidad parroquial. La exclusión real Esta división en bandos hostiles comienza ya en
pero imperceptible es mucho más cruel que el acto la escuela. ¡Y pobre del individuo que se encuentre
exclusivo oficial en la Iglesia antigua, al que seguía por casualidad en la calle con un grupo del bando
siempre el otro rito de la reinclusión oficial. contrario porque lo puede pasar muy mal! Los robos
y palizas están a la orden del día. Y este odio entre
bandas adversas y radicalizadas aumenta de día en
Reconciliación en nuestra sociedad día.
Hay xenofobia y hostilidad contra los refugiados.
La enorme grieta de separación entre los diversos Es frecuente el caso de extranjeros que no se
grupos y tendencias se hace especialmente notoria atreven a poner el pie en ciertos barrios por miedo a
en nuestra sociedad de hoy. No se limita ya a los ser víctimas de bandas de jóvenes o ser atacados
partidos políticos que conviven en estado de habitual por extremistas de derecha. Una maestra que se
oposición. Muchas veces no se advierte deseo ocupa de dar clases a los refugiados, me contaba
alguno sincero de resolver juntos los problemas del que muchos no se cansan de hacer en clase la
mundo. Lo único que aparece son los intereses de misma pregunta: ¿Qué significa raus, raus, raus
partido, el afán por asegurar esos intereses y la (fuera, fuera, fuera)? Se trata indudablemente de la
manera de instalarse y asegurarse en el poder. Son palabra que más oyen en el autobús, en el
las diversas posiciones que restaurante o en la discoteca. Se les rechaza y
expulsa de todas partes. Pero lo único

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Anselm Grün Si aceptas perdonarte, perdonarás

que esta exclusión produce es odio y deseos de responsable de la pacificación de su propio entorno y
revancha. Nada debe extrañarnos el crecimiento de de la obligación de reflexionar sobre su conducta
la criminalidad. En un clima en el que uno se siente para ver si actúa con sentido conciliador o divisor.
considerado sólo como enemigo, se adoptan No nos damos cuenta muchas veces hasta qué
automáticamente actitudes de enemigo com- grado estamos contribuyendo con nuestros pre-
portándose como tal. Los comportamientos violentos juicios y manera de proceder a crear división en la
están en relación con el grado o intensidad con que sociedad. Aceptamos con excesiva ligereza rumores
uno se siente humillado, porque es la única manera infundados y condenas, vgr. contra los parados,
de darse cuenta de que uno existe y de defender su como si se tratara de holgazanes que se niegan a
existencia. Es también una reacción destructiva que trabajar. Prejuicios contra los refugiados y
abre cada vez más el abismo de división en la emigrantes, como si pretendieran disputarnos los
sociedad. puestos de trabajo. Prejuicios contra los adversarios
Los lamentos verbales sobre la gravedad de la del uso de la energía nuclear, contra los pacifistas y
situación conflictiva de nuestra sociedad no solu- contra otros grupos y tendencias. Las palabras van
cionan nada. Es más positivo buscar vías prácticas haciendo su obra y envenenan el ambiente. Se crea
de reconciliación para esta sociedad dividida. Hay una atmósfera que es inevitablemente hostil o
personas consagradas a la labor social de tratar con reconciliadora. Todos somos también responsables
los grupos de izquierda y de derecha y prepararlos de nuestras palabras. Una palabra irreflexiva y
para la reconciliación. No se puede establecer pronunciada con ligereza se convierte en vehículo
contacto con estos grupos y hablarles difusivo de principios racistas o fascistas. No
inmediatamente de reconciliación. Se necesita debemos admirarnos luego de que los jóvenes que la
tiempo para tratar con ellos, dialogar, escuchar y oyen la tomen en serio y actúen en consecuencia.
saber qué es exactamente lo que pretenden, qué Cada uno es por tanto responsable del clima que
motivos les impulsan a pensar y a comportarse así, se crea en torno suyo. Ese clima empieza ya en los
cuáles son sus heridas más dolorosas y sus pensamientos. Hay que examinar los pensamientos
aspiraciones más íntimas. Sólo después de haberse para ver si, tal vez de manera inconsciente,
convencido de que son aceptados como personas corremos tras principios falsos y prejuicios
podrán reconocer y renunciar a sus tendencias injustificados. Nuestros pensamientos se hacen
agresivas y aceptar pacíficamente la presencia de forma exterior concreta en nuestras palabras y obras.
grupos extraños. Nunca podremos transformar la
sociedad entera, pero cada uno es

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Anselm Grün Si aceptas perdonarte, perdonarás

Por eso debe empezar la reconciliación en el ámbito de que se oculta en nuestros intentos de controlar a esos
los pensamientos. Es un principio que ya Pablo recordó a grupos por la fuerza. Es horrible oír expresiones tan
los romanos: brutales como ésta: «Esos tipos merecerían ser llevados a
las cámaras de gas». Lo que estas expresiones ponen al
«No os amoldéis a este mundo, sino transformaos más y descubierto es un pasado fascista oculto en el fondo del
más con la nueva mentalidad, para haceros capaces de corazón y que no andamos muy lejos de querer aplicar a
distinguir lo que es voluntad de Dios, lo bueno, lo nuestros adversarios los procedimientos del Tercer Reich.
conveniente y perfecto» (12, 2).
Todos podemos ser artífices de reconciliación en
nuestra sociedad dividida mediante pensamientos,
Se debe empezar por el análisis de los pensamientos palabras y obras. La iniciativa y primera responsabilidad
para ver en qué se acoplan o apartan de la voluntad de incumbe naturalmente a los que tienen representación
Dios, en qué grado son honestos y sirven a los hombres, política. Los empresarios con sentido de responsabilidad
de qué manera facilitan la reconciliación o generan saben muy bien que las relaciones humanas dentro de la
nuevas divisiones. Porque cada uno puede detectar en su empresa condicionan y repercuten en la atmósfera social
interior prejuicios inconscientes y nocivas proyecciones del entorno. Cuando en una empresa se procura que
hacia los demás. Nunca vemos la realidad con objetividad todos los trabajadores se sientan aceptados, respetados,
plena, si no según el color del cristal de nuestras y que el trato sea correcto con todos sin distinción de
proyecciones a través de la cuales lanzamos sobre los compañeros nacionales o extranjeros, el clima así creado
demás las sombras de nuestro mundo interior. Por trasciende las paredes de la fábrica y se hace notar fuera
ejemplo, sobre las razas de color. Si proyectamos sobre de ellas. En esa empresa se está practicando algo que es
ellos las obscuridades de nuestro mundo interior nos será fermento de paz social. Por el contrario, cuando los
muy difícil liberarnos del prejuicio de que nunca podremos nuevos trabajadores recién llegados son recibidos en la
fiarnos de los negros. Si reprimimos la sexualidad no empresa con manifestaciones de asco y despedidos con
debemos extrañarnos de que nos veamos compelidos a alboroto general, allí se da un fenómeno inhumano y
rechazar a los homosexuales o a los que no entienden la extraño con efectos destructivos. La atmósfera creada
sexualidad lo mismo que nosotros. Si reprimimos nuestras penetra hasta los rincones de la vida privada.
agresiones, las proyectaremos sobre los grupos que no
nos caen bien. Y no caemos en la cuenta de la carga de
agresividad

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Anseím Grün Sí aceptas perdonarte, perdonarás

Algunos piensan que nada positivo pueden hacer letra escrita y con ello se creen ya en posesión de la
en el mundo de los prejuicios sociales. No es así. El verdad absoluta. Pero no ven que hacen interpre-
que procede sin prejuicios sociales en su vida taciones rigoristas de la ley sin atender al respeto de
privada no está perdiendo el tiempo. la dignidad humana. Y en tugar de administrar
Una mujer italiana solicitó trabajo en una pequeña derecho, lo que hacen es negar el derecho a vivir. No
empresa alemana. El jefe la despachó a gritos existen circunstancias humanas que no sean
diciendo que se fuera a trabajar a su casa. Mi ambivalentes, es decir, donde no sea posible
cuñado presenció la escena y se dirigió al jefe reconciliar o enemistar. Lo mismo sucede en la vida
haciéndole ver lo improcedente de su conducta. El de negocios. El comportamiento de las
jefe reconoció su error y se disculpó ante la de-pendientas hace que los clientes se sientan
trabajadora. Si nadie hubiera reaccionado, hubiera acogidos o desatendidos. Una atención amable por
seguido probablemente el jefecillo inepto actuando parte de una dependienta con el cliente extranjero
de la misma manera con los extranjeros en casos produce automáticamente comunicación humana,
similares. derriba muros de prejuicios, echa paladas de tierra
Otra señora que da clases de idioma a los refu- sobre el foso que separa de manera tan profunda a
giados, me contaba el tono despectivo con que los hombres de nuestra sociedad.
algunos empleados tratan a los que llegan solici-
tando asilo político. Pero cuando ella los acompaña y
habla a favor de los refugiados, los funcionarios se Reconciliación entre fas naciones
comportan de manera más correcta y amable.
Entonces no se atreven a exteriorizar sus prejuicios La historia humana se ha escrito tomando como
raciales. Cada funcionario es responsable del clima punto de referencia las guerras entre naciones y este
social entre los miembros de su plantilla. Unos son dato ha contribuido a ahondar más los fosos de
correctos en su trato con los solicitantes de trabajo, separación entre los hombres. Mientras no se
otros lo hacen con ostentación de poder. allanen esos fosos no es pensable la paz estable en
Funcionarios con complejos de inferioridad suelen nuestro mundo. El pueblo alemán del Tercer Reich
apoyarse en su poder, incapaces de saber es reo de una grave culpa por su intento de erradicar
comportarse. A veces se nota cómo disfrutan al pueblo judío. No sólo los judíos. También los
humillando a los otros. Necesitan humillar, pueblos del Este europeo sufrieron la acción
empequeñecer a otros, para sentirse grandes y devastadora del ejército alemán. Nadie debe
superar sus complejos. Se agarran a la extrañarse de que hayan surgido por

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Anselm Grün Si aceptas perdonarte, perdonarás

todas partes juicios de condena contra la Alemania gestos suscitar un movimiento de perdón y de
de entonces. Gracias a Dios hubo siempre notables reconciliación, especialmente en el corazón de las
excepciones. El comandante alemán en la ciudad personas de edad, cargados todavía con el peso de
italiana de Asís recibió una invitación después de la una responsabilidad irreconci-liada desde los
guerra de los habitantes de esta ciudad para hacerle tiempos de la guerra. Ante el gesto de petición de
un homenaje. ¿Razón? Su acción decidida a favor perdón del príncipe alemán hizo un gitano su propia
de la población. Había donado a la ciudad todo el confesión. Él mismo había sufrido los horrores del
equipamiento del lazareto alemán. Sin embargo, en campo de Dachau, pero ante el noble gesto de Fürst
otras muchas partes siguen sangrando las heridas aseguró sentirse libre de miedos, de rabia, de
abiertas por los soldados alemanes en los países resentimientos contra Alemania; se sentía como
ocupados durante la guerra, especialmente por las recién nacido. La petición de perdón de Fürst dio
SS y la Gestapo. origen a la creación de un clima de confianza que
Terminada la guerra se encontraban los alemanes permitió a todos los que habían sufrido la guerra
ante la difícil situación de encarar con res- llorar los dolores pasados y sentirse otra vez libres.
ponsabilidad sus propios errores. Hay quienes hoy Así empezó una época de nuevas relaciones de
desearían de corazón eludir la obligación de amistad. Las antiguas víctimas se sentían
reconocer su culpa y pedir perdón. Para hacer ci- comprendidas en su dolor, en su rabia y en la
catrizar las heridas en los países contra los que impotencia soportada durante muchos años. Ya era
luchó Alemania en la segunda guerra mundial posible caminar otra vez juntos.
concibió en 1950 el cristiano Albrecht Füsrt, en Hay quienes creen que una nación no puede estar
Castell-Castell, la ¡dea de abrir nuevos caminos de eternamente andando de acá para allá vestida como
reconciliación apoyado por un grupo de amigos. Él un penitente de saco y de cilicio. Eso llevaría a una
mismo había luchado como soldado los dos últimos inevitable neurosis colectiva. Otra cosa es pedir
años de la guerra. Invitó, pues, a unos amigos perdón a los países a los que ha causado
cristianos y a dos judíos a hacer un viaje juntos por sufrimientos injustos. Porque eso no es humillación
los países contra los que había hecho la guerra sino justicia; es una manera de empezar otra vez a
Alemania para pedir perdón a sus ciudadanos en vivir y llevar con dignidad la cabeza alta. La petición
nombre del pueblo alemán. En Auschwitz pidió de perdón alivia del enorme lastre de una mala
perdón por el antisemitismo de su familia y de la conciencia que muchos arrastran sin darse cuenta.
aristocracia alemana. Pretendía con estos Arroja también mucha luz sobre lo que deben ser

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Si aceptas perdonarte, perdonarás
Anselm Grün

de los odios no se consigue con la intervención de la


las rectas relaciones entre los pueblos. Siempre
fuerza militar. El odio oculto y reprimido reaparecerá
sufro el mismo dolor cuando me cuentan las
de nuevo a la menor ocasión e intentará tomarse el
injusticias sufridas por otros pueblos. Porque
desquite contra los que asesinaron a parientes o
también los pueblos antes oprimidos por la Alemania
amigos. Por desgracia, no siempre han actuado
nazi han contribuido al sufrimiento de la población
sobre el pueblo con espíritu de reconciliación ni las
alemana posterior. Es una ley psicológica que el que
iglesias locales ni los políticos responsables. Con
ha sufrido hace también sufrir. Han ido acumulando
demasiada frecuencia se han solidarizado con unos
deseos de venganza mientras sufrían vejaciones
en contra de los otros a los que han anatematizado y
pero al tomar la revancha lo único que hacen es
calificado de salvajes. Lo que de verdad se necesita
aumentar la anterior injusticia. Es la espiral de la
son hombres dispuestos a perdonar y reconciliarse.
violencia sembrada por la violencia alemana. Esta
En África del Sur hubo un largo tiempo en que el
espiral sólo puede romperse cuando el iniciador dé
apartheidfue causa de muchos y graves conflictos.
muestras de disposición para pedir perdón sin poner
Hombres como Mándela y De Klerk lograron poner
en el debe de los adversarios sus propias deudas. El
las bases para un proceso de reconciliación. Este
que pide perdón obliga de alguna manera con su
proceso necesita tiempo en el que pueden surgir
gesto al otro a reconocer también su parte de
inesperados conflictos. Pero el hecho parece en sí
culpabilidad. Así se ponen las premisas para un
mismo un verdadero milagro: blancos y negros
nuevo caminar juntos en paz, libres del lastre de la
pueden cooperar juntos.
culpa. Una culpa no confesada es muchas veces la
Parecido milagro hizo Martín Lutero King en los
causa de aparición de grupos violentos de extrema
Estados Unidos. Con una política de protesta sin
derecha.
violencia en la calle y sin odio en el corazón llevó un
Lo que verdaderamente necesitamos no es
movimiento de reconciliación a ios frentes
quedarnos mirando al pasado de nuestra historia. En
endurecidos entre blancos y negros.
nuestro mundo aparecen nuevos conflictos cuyo
En el Oriente Próximo fue Sadat el que no des-
origen es la falta de reconciliación entre
cansó hasta enterrar la secular enemistad de su
determinadas etnias o razas. Queda aún reciente el
pueblo con Israel. Él fue el que lideró y llevó adelante
deplorable conflicto en la antigua Yugoslavia. Han
el proceso de paz entre judíos y árabes. También
sido tales las injusticias cometidas por todas partes
aquí hay muchos escollos que superar. Pero se ha
que va a ser muy difícil lograr una convivencia
hecho evidente que es posible al
pacífica de esos pueblos. La superación

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Anselm Grün Si aceptas perdonarte, perdonarás

menos dialogar y, mediante el diálogo, encontrar una Su ejemplo tendría una enorme repercusión en las
solución acordada. Siempre se trata de hombres actitudes del pueblo.
reconciliados consigo mismos en el interior de su corazón, Un caso escandaloso para nosotros en cuanto
libres de los prejuicios que enfrentaban hasta entonces a cristianos es el conflicto en Irlanda del Norte. Es
pueblos y a grupos. Lograron romper la espiral de las verdaderamente vergonzoso que católicos y protestantes
mutuas inculpaciones. No se negaron a reconocer la se ataquen de una manera tan brutal. A pesar de los
culpa, pero estaban dispuestos a perdonarla y a iniciar intentos de pacificación por ambas partes sigue allí
nuevas andaduras hacia un futuro en paz. hirviendo el rescoldo de los odios. Y es evidente que sus
Los conflictos en Ruanda y Burundi han enfrentado a motivaciones no son sólo confesionales. Las desventajas
dos etnias que se odian a muerte. Mientras perviva este económicas y sociales de los católicos han ido acumu-
odio nada conseguirán las ayudas económicas y militares lando un arsenal tan enorme de odio y violencia que es
que se les pueda enviar. Lo que primero se necesita es imposible destruirlo con buenas palabras. Sin embargo,
reconciliación en los corazones. Sólo después será las iniciativas de paz en Irlanda del Norte no han sido
posible una reconciliación social y política. En este inútiles. También aquí pueden detectarse signos de
cometido juegan un papel importantísimo las iglesias distensión y cambio de mentalidad. Cabe, por tanto,
cristianas de ambos grupos. Lo que sucede es que el esperar que la renuncia verbal a la violencia sea en el
mensaje cristiano de reconciliación a veces sólo llega a futuro respetada y que con ello se irá estableciendo y
las cabezas dirigentes sin penetrar en los estratos afianzando progresivamente la paz en las cabezas y en
sociales inferiores donde residen los odios. los corazones. Los primeros pasos se han dado ya.
Evidentemente, existen fuerzas irracionales en los bajos Queda ahora la disposición para el perdón como
fondos humanos que se resisten a toda argumentación de condición previa para la paz.
la racionalidad. Esas fuerzas inconscientes tienen
ciertamente muchísimo que ver con la historia de los
enfrentamien-tos entre etnias diversas, pero también con
una secular injusticia y estado de opresión. Aquí se
necesitan hombres y mujeres del mundo de la iglesia y de
la política capaces de darse la mano en el compromiso
común por la causa de la reconciliación.

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Si aceptas perdonarte, perdonaras

Muchas veces ya se hace así, por ejemplo, cuando


las asociaciones Caritas y Diaconía intervienen
enérgicamente en defensa de los que se sienten
socialmente amenazados. Los numerosos casos en
que las iglesias han intervenido para ofrecer acogida
Misión de las iglesias a los desamparados son una prueba de que en éstas
se ha desarrollado un fino sentido para percibir las
necesidades de los hombres socialmente inseguros
y tratados injustamente. Pero las iglesias deberían
mirar mucho más a las zanjas divisorias abiertas en
nuestra sociedad. En cualquier parte donde todavía
rugen los odios o hay divisiones y enfrentamientos
Mensajeros de reconciliación
deberían levantar audazmente su voz denunciadora
y ofrecerse como mediadoras de reconciliación. Se
La misión de los cristianos consiste, según san
puede intentar a través de encuentros con las partes
Pablo, en ser mensajeros de reconciliación en el
implicadas invitándolas a debatir en torno a una
mundo. El hecho de que algunas comunidades
mesa y ejercer allí su función mediadora.
eclesiales se vean reducidas actualmente en nú-
Naturalmente, la Iglesia no puede hacerlo en cuanto
mero hace esta misión tal vez más necesaria que
institución. Siempre tendría que ser por medio de
nunca. Cuanto más pequeña es una comunidad
individuos concretos, como obispos, sacerdotes o
eclesial menos depende de los poderosos y ricos. La
seglares comprometidos. Es este un bello ideal si es
Iglesia debería afinar más su sensibilidad frente a
que las iglesias desean crear o contribuir a que
todas las tendencias divisorias que existen en la
nazca una nueva cultura de reconciliación.
sociedad y en el mundo. Debería también intervenir
como abogada de los derechos de los pobres sin voz
ni acceso a la sociedad, de los que se sienten
Lenguaje reconciliador
desprotegidos en la red de protecciones sociales, de
los considerados como pasivos espectadores de lo
Una parte de la cultura de reconciliación tendría
que en la sociedad sucede sin posibilidad de
que consistir en la observación del lenguaje
intervenir activamente.

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Anselm Grün Si aceptas perdonarte, perdonarás

que las partes opuestas utilizan para comunicarse la situación de muchas familias en las que los
entre sí. El lenguaje deja en evidencia el espíritu que esposos son incapaces de comunicarse sus más
se oculta tras él. A veces es un lenguaje que rezuma íntimos sentimientos y necesidades, o cuando el
violencia, enemistad; un lenguaje que tiende a dividir lenguaje entre hijos y padres resulta tan distinto que
al tiempo que hiere, desprestigia y debilita al hace imposible entenderse. Lo demuestra también
contrario. Frente a este estilo del lenguaje se impone la situación de hecho en muchas comunidades
el desarrollo de una nueva sensibilidad con ensayo religiosas cuyos miembros han olvidado el arte de la
de un nuevo estilo de comunicación que sirva para comunicación. Cuando los miembros de una
unir y reconciliar. Un ejemplo lo tenemos en el comunidad religiosa se comportan como mudos no
prodigio de Pentecostés. Llenos del Espíritu Santo pasará mucho tiempo sin que se paralice la vida de
hablaban los apóstoles un lenguaje nuevo, que les la comunidad. Es imposible que en esas
permitía entenderse unos con otros e hizo surgir una circustancias y ambiente se desarrolle una
comunidad única integrada por todos los pueblos y comunidad sin la existencia de intercambios
diferentes grupos lingüísticos. Tener fe en el Espíritu recíprocamente enri-quecedores y fecundos para el
Santo significaría hoy tener fe en la capacidad mundo. Me basta echar una mirada a ciertos
reconciliadora del lenguaje, capaz de unir a los boletines oficiales eclesiásticos para sentir cierto
hombres separados. horror ante las banalidades del lenguaje. Un estilo
El lenguaje divisor y creador de divisiones se da así no puede unir porque no es expresión de la
también en la Iglesia lo mismo que en la sociedad. realidad. Se trata de un lenguaje casero incapaz de
Cuando en la Iglesia se hacen dicotomías entre producir nada.
buenos y malos, ortodoxos y herejes, conservadores
y progresistas, no se está hablando el idioma del
Espíritu Santo sino el del diablo que lo trastorna Rituales de reconciliación
todo, divide a los hombres y les hace interpretar
cada palabra en su sentido más negativo. No en Una actividad dentro de la misión de la Iglesia
vano atribuye la Biblia muchas desgracias al mal uso podría consistir en la elaboración de adecuados
del lenguaje (Gn 11). Cuando las palabras no sirven formularios de reconciliación. Sucede a veces que, a
para unir o cuando los hombres no hablan el mismo la hora de hacerse efectiva la reconciliación entre
idioma, resulta muy difícil reconciliarse o vivir individuos o grupos, no puede llevarse a efecto por
reconciliados. Lo demuestra el banal detalle de falta de fórmulas apropiadas.

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Anseim Grün Si aceptas perdonarte, perdonarás

Una simple mirada al pasado descubre que siempre Los afectados podían responder: «En nombre
existieron gestos simbólicos o rituales que facilitaban propio y en nombre de todos aquellos a los que
a los pueblos enemistados el primer paso hacia la represento acepto vuestra demanda de perdón en
reconciliación efectiva y real. Pensemos, por nombre de Jesucristo». Entonces recitaban todos
ejemplo, en el abrazo de Adenauer y de Gaulle, el juntos el Salmo 103 y se daban mutuamente el
gesto de W. Brandt al ponerse de rodillas en saludo de paz. A continuación se ofrecía pan, sal y
Varsovia, el apretón de manos de Sadat y Begin, o vino como señales de reconciliación y amistad.
también la visita de De Klerk a su oponente Mándela Seguían luego unas peticiones, se recitaba en
cuando éste se encontraba en la cárcel. No se común el Padrenuestro y concluía la liturgia con la
trataba en estos casos de simples fórmulas vacías bendición. De esta manera y con manifestaciones
de contenido. Los formularios o rituales facilitan la sensibles exteriores se hacía perceptible la
manera de expresar algo imposible de ser expre- reconciliación dentro de un clima de oración.
sado con palabras. Los formularios sirven para Existen muchos rituales que pueden expresar
acercar a los hombres y para crear comunidad, bien y producir la reconciliación, pero difícilmente
favorecen un clima de confianza y comprensión más podrá encontrarse ritual más eficaz y expresivo que
allá de las palabras, que muchas veces dan origen a la celebración de la eucaristía. El gesto de perdón
incomprensiones. ofrecido y aceptado por unos y otros se rubrica en la
El príncipe Albrecht de Castell ensayó con efi- eucaristía con la comunión conjunta del cuerpo y
cacia los formularios de reconciliación a lo largo de sangre de Cristo, que es uno y unifica a todos. La
su larga actividad intentando reconciliar a los eucaristía viene a ser como una grapa que une y
enemistados. Empezaba con un servicio religioso al mantiene unidos a todos con mucha más fuerza que
que asistían los enemistados a los que pretendía todos los esfuerzos humanos y cala más hondo que
reconciliar. Evocaba primero los hechos lamentables todas las raíces de división. La eucaristía allana el
sucedidos en el pasado en aquel lugar. Después de foso divisor creado por las culpas del pasado. En la
la oración, una lectura con un breve comentario del celebración de la reconciliación dentro de la euca-
pasaje de Daniel 9, 4ss., seguía con una oración ristía, los representantes de cada grupo pueden
penitencial general en la que cada uno podía llevar al altar las ofrendas de pan y vino en el
libremente intervenir para pedir perdón, en nombre momento del ofertorio como expresión de su buena
propio o del grupo en cuyo nombre hablaba, a los voluntad y deseo de reconciliación. Los
parientes del pueblo anfitrión.

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Anselm Grün Si aceptas perdonarte, perdonarás

dones eucarísticos quedan transformados en cuerpo La cruz es ya en sí misma el signo de reconci-


y sangre de Cristo que serán distribuidos en la liación por excelencia. En la cruz ha reconciliado
comunión. Imposible celebrar la reconciliación de Cristo todas las divergencias enfrentadas de este
manera más significativa. La reconciliación exige mundo: cielo y tierra. Dios y hombres, el bien y el
disposición de buena voluntad pero se sirve ante mal, judíos y griegos, señores y esclavos, pobres y
todo de la virtud transformadora de la gracia de Dios. ricos, hombres y mujeres, jóvenes y viejos. Es por
El pan preparado con muchos granos es un buen tanto la cruz el mejor signo de reconciliación, mucho
símbolo de los muchos hechos que han contribuido a más expresivo que cualquier otro signo humano. Los
cavar el foso de división y de todo lo que separa y primeros cristianos se signaban y hacían sobre los
destruye. El pan se transforma en cuerpo de Cristo y otros la señal de la cruz y sobre todas las situaciones
unifica a todos en comunidad con Jesús, tal como adversas de cada día. La cruz era para ellos el
escribe Pablo a los corintios: adecuado signo de reconciliación, de liberación y de
redención. Las leyes de este mundo han sido
«Es un solo pan. Por eso nosotros, siendo muchos, abrogadas. Los poderes de este mundo están
formamos un solo cuerpo por la participación de todos en destruidos. Somos ciudadanos nuevos en un mundo
el mismo pan» (1 Cor 10, 17).
nuevo, el mundo de Dios, que es el mundo del amor
y reconciliación. Si se trata de pueblos enemistados
En la celebración de la reconciliación se podría por la guerra, un buen ritual podría ser visitar el
depositar una corona como recuerdo de los errores cementerio y pasar lentamente por las tumbas de los
pasados y de la nueva situación creada por la caídos trazando sobre ellas la señal de la cruz. O
reconciliación. También se podría plantar un árbol de también, marcar con una cruz las casas o lugares
esperanza que recordara de manera permanente en donde ha sucedido alguna desgracia y pedir para
el futuro la disposición, también permanente, de esa casa o lugar la gracia de la reconciliación
reconciliación. Se podría intercambiar una cruz que cristiana.
se colocaría en la iglesia o en una plaza del lugar. Y Los rituales con sus símbolos consiguen hacer el
sería un rito muy bello y expresivo si cada uno fenómeno interior de la reconciliación mucho más
trazase una cruz en la mano de los otros al mismo transparente y perceptible que las solas palabras.
tiempo que expresara con palabras personales sus Hacen que la reconciliación cale más hondo en el
buenos deseos de paz y reconciliación. corazón. Tienen al mismo tiempo virtud para
penetrar en el inconsciente y derribar allí todas las
construcciones levantadas por los prejuicios contra

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Anselm Grün

la paz y el perdón. Se trata no de gestos bonitos


que tocan las fibras de la afectividad humana, sino
de signos eficaces de reconciliación. Eso significan
los sacramentos de la Iglesia que hacen visible y
producen el misterio de la salvación invisible.
La Iglesia primitiva estaba persuadida de que a
través de esos signos se hace Cristo presente entre
nosotros, nos toca y nos trasforma. Por medio de El sacramento de la
esos signos podemos llegar a hacernos conscientes reconciliación.
de la necesidad de la propia voluntad y esfuerzo para
el fenómeno de la reconciliación que es, en último La confesión
término, obra de la gracia de Dios que debemos
pedir juntos. Sólo de esta manera conseguiremos
que tenga consistencia y perseverancia lo que
intentamos hacer. Quedaremos transformados. Esa
transformación penetrará en las zonas inconscientes
La Iglesia ofrece desde hace muchos siglos un
de nuestra psique y en las estructuras no redimidas
ritual que facilita a las personas la experiencia de la
de nuestros pueblos y ciudades para poner en esas
reconciliación y el perdón. Es el sacramento de la
profundidades fundamentos sólidos de paz y recon-
confesión o de la penitencia, como también se le
ciliación.
llama. Confesar es declarar y reconocer. Penitencia
es arrepentimiento de algo mal hecho. Cuando yo
hago penitencia estoy dando a entender que busco
algo mejor intentando deshacer lo mal hecho o
indemnizar por ello. En la penitencia pretendo
restablecer las relaciones con Dios y reparar mi
culpa. La palabra penitencia traduce bien el
contenido de la palabra griega metanoia, cambio en
la manera de pensar, modificación de mi
pensamiento. Pero estas palabras no llegan del todo
al fondo del misterio de este sacramento. Para
entender bien lo que la confesión

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Si aceptas perdonarte, perdonarás
Anselm Grün

debería significar necesitamos contemplar la la Iglesia intentara constantemente y por todos los
conducta y acciones de Jesús. Porque los sacra- medios hacer vivir a los hombres la experiencia de la
mentos de la Iglesia son un encuentro con Cristo. En grandeza de este sacramento. Para celebrar la
los sacramentos nos toca con sus propias manos el penitencia de manera que nos sintamos afectados y
Jesús histórico, como afirman los Padres de la tocados en el interior, debemos repensar
Iglesia. El Jesús histórico perdonaba los pecados. constantemente la manera de celebrar este ritual de
Ese mismo Jesús pronuncia ahora sobre nosotros la reconciliación. En las páginas que siguen se
palabra de perdón. Los hombres de entonces pretende ofrecer algunas sugerencias sobre la
pudieron experimentar que Jesús presentaba un nueva concepción del inapreciable tesoro de la
nuevo rostro de Dios, distinto del Dios de los confesión.
escribas y fariseos.
Jesús anunció el perdón con plenitud de poderes y
con una fuerza divina que liberaba de hecho a los Historia de la confesión
hombres de sus pecados. En el caso del perdón
otorgado al paralítico pudo aquel hombre levantarse La confesión como reconciliación
inmediatamente y caminar. Era un hombre nuevo.
Una mirada atrás sobre la historia del sacramento
Estaba convencido y podía creer de todo corazón
de la penitencia descubre inmediatamente dos
que se le había quitado de encima el peso de una
fuentes o canales en las dos formas de confesión:
culpa que le había mantenido paralizado durante
como reconciliación y como dirección espiritual. Las
muchos años. En el sacramento de la confesión
dos corrientes se fueron mezclando y confundiendo
desea la Iglesia transmitir la misma experiencia que
en una tercera forma, la confesión como devoción.
tuvo entonces el paralítico, es decir, la experiencia
En la confesión entendida como acto de recon-
de que podemos levantarnos curados y
ciliación eran reincorporados a la comunidad eclesial
reconciliados, y vivir en este mundo como hombres
de la Iglesia primitiva los cristianos que habían caído
nuevos. Para que sea así se necesita un ritual por
en un pecado grave después del bautismo. Por
medio del cual se le pueda recomponer el trastorno
pecado grave se entendían los tres casos
interior al sujeto y deje a éste libre de toda culpa y de
conocidos: apostasía, adulterio y homicidio. Largo
todo sentimiento de culpabilidad que pueda pesar
tiempo se discutió sobre la posibilidad de admitir a la
sobre él y separarle de la plena comunicación con
comunidad eclesial al que, habiendo
los demás hombres. Sería por eso muy interesante
que

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Anselm Grün Si aceptas perdonarte, perdonarás

dado su palabra a Cristo en la profesión del bautismo, gracia podía recibir y acumular. La gracia quedaba
había roto posteriormente el sagrado compromiso con la valorada casi de manera cuantitativa, como si por unas
traición grave que significaba cada uno de los tres obras concretas, como la confesión o las oraciones de las
pecados mencionados. Al fin prevaleció la opinión más indulgencias, se pudiera engrosar el tesoro de la gracia. Y
benévola. Si el pecador reconocía públicamente sus así quedó en el último siglo la confesión de devoción
pecados en presencia del obispo, era recibido en las filas estrechamente vinculada a la celebración de la eucaristía.
de penitentes con obligación de hacer penitencia pública En la rigurosa piedad jansenista se pensaba que un
a la vista de la comunidad. Una vez cumplida la penitencia cristiano sólo es digno de acercarse a la comunión
era reincorporado de nuevo a la vida de la comunidad. después de haberse confesado. Como consecuencia
quedó convertida la comunión en un acontecimiento raro,
infrecuente, para el que debía uno prepararse con la
La confesión de devoción confesión previa. Esta convicción convirtió la confesión en
una práctica de devoción tan frecuente como no lo había
La penitencia pública eclesial fue siendo sustituida sido nunca antes y esa práctica se ha prolongado en la
paulatinamente por la confesión privada. En la práctica de Iglesia hasta la mitad del siglo xx. Pero esta comprensión
la Iglesia primitiva debía el penitente cumplir primero la de la confesión no se deducía de la teología de la
penitencia pública antes de recibir la absolución. En la confesión según la Iglesia primitiva. Por eso nadie debe
confesión privada se daba la absolución antes de cumplir extrañarse de que esa extendida práctica de la confesión
la penitencia. La penitencia quedaba por tanto reducida frecuente, que se prolongó hasta hace cincuenta años, se
más a un acto simbólico que a una condición previa, y haya ido abandonando progresivamente en la actualidad.
nada tenía que ver con ia confesión pública. La confesión
privada podía repetirse muchas veces.
Las misiones populares, frecuentes en el siglo XIX, La confesión como dirección espiritual
contribuyeron a difundir la costumbre de la confesión
frecuente, y quedó implantada la llamada confesión de La segunda fuente de nuestra confesión actual es la
devoción. Se pensaba que cuanto más veces se denominada confesión como dirección espiritual, tal como
confesara un cristiano, más apareció en el monacato antiguo.

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Anselm Grün Si aceptas perdonarte, perdonarás

Cada monje tenía su director espiritual al que también a sacramentalizar la dirección espiritual. De
descubría toda su conciencia. No se trataba sólo de esta manera desembocó entre los antiguos monjes
confesar las faltas sino de manifestar al padre en confesión de devoción. Con esto se fueron
espiritual todos los movimientos del corazón y del eliminando las diferencias con olvido de la verdadera
alma: pensamientos, sentimientos, inclinaciones y finalidad de la dirección espiritual en la vida
carencias. Con el padre espiritual se hablaba monástica.
también de los sueños, del cuerpo, de las Como en la confesión sacramental se trata del
enfermedades y trastornos. Se pensaba que todo perdón de los pecados, se incluyó dentro de la
eso constituía una buena fuente de información materia de confesión todo lo que constituía el te-
sobre el estado interior del alma. El acompañante mario de conversación en la dirección espiritual. Así
espiritual necesitaba el don de discreción de se difundió la confesión de devoción en la que, a
espíritus y un gran conocimiento de los corazones falta de materia real de absolución, se valoraban
para diagnosticar y servir de guía y ayuda al joven como pecados todas las posibles imperfecciones o
monje en su camino interior. La dirección espiritual se pedía nuevamente perdón por los pecados de la
no se consideraba en modo alguno como vida pasada, ya perdonados.
sacramento. Era solo un acompañamiento espiritual, La historia del sacramento de la penitencia de-
necesario en cada monje para avanzar por su muestra que la forma actual de la confesión como
camino hacia Dios. En realidad, esa dirección o acusación de los pecados en el confesonario, con
acompañamiento espiritual podía compararse muy unos consejos por parte del confesor, no refleja la
bien con una conversación terapéutica. En ella se auténtica intención que la Iglesia ha vinculado a la
buscaba con toda honestidad el autoconocimiento administración del sacramento de la reconciliación.
para ir a Dios, pero se trataba también de iluminar las Necesitamos volver a los orígenes para hacer más
zonas oscuras del alma y los fenómenos negativos. cercana la confesión a la gente de hoy como una
Todo debía manifestarse al padre espiritual para oferta de valiosa ayuda. Lamentablemente hay
mejor esclarecerlo y dominarlo. Por eso aconseja todavía en la actualidad fieles que conservan graves
San Benito a sus monjes manifestar al padre traumas de confesión. En la confesión se cometieron
espiritual Jos malos pensamientos que asaltan el a veces graves abusos. Los penitentes eran
corazón para anularlos ante Cristo {RB 4). acosados a preguntas y con excesiva frecuencia y
A medida que aumentaba en las comunidades facilidad también condenados. En virtud de
religiosas el número de sacerdotes se empezó obediencia se les imponían obligaciones que no
podían cumplir y esto les humillaba.

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Anselm Grün Si aceptas perdonarte, perdonarás

En lugar de comprensión y amable acogida, lo que desarrollar estrategias adecuadas para el cambio de
encontraban era dureza y condena. Estas heridas conducta y ver cómo se trasmite el movimiento
han contribuido a crear en muchos un verdadero espiritual a los engranajes psicológicos que
miedo a la confesión si no es ya que les ha alejado producen constantemente las mismas faltas.
definitivamente de ella. Teniendo en cuenta que la mayor parte de las
Muchos piensan que por el solo hecho de ser confesiones que oímos los sacerdotes en el con-
cristianos hay obligación de confesarse. No debe fesonario o en la charla de confesión son también
hablarse de «obligación». Se debe, se puede y es confesiones entendidas como dirección espiritual,
bueno confesarse. En la confesión se ofrece la gran existe hoy todavía ampliamente difundida la práctica
posibilidad de experimentar el amor perdo-nador de de la confesión como reconciliación. Cuando las
Dios. Desde el punto de vista teológico no hay personas caen en faltas que no pueden perdonarse
obligación de confesar más que los pecados a sí mismas, necesitan tener de alguna manera la
mortales. Y mortales son sólo los pecados en los que experiencia de que son aceptadas por Dios y
uno, con plena advertencia y en materia grave, opta recibidas nuevamente en la comunidad humana. La
libremente contra Dios. La mayor parte de los falta les hace sentirse excluidas de la comunidad.
pecados no suponen en realidad decisión consciente Necesitan el rito de la confesión para sentirse otra
contra Dios. Suelen ser más bien manifestaciones de vez miembros de esa comunidad humana y poder
debilidad, pecados a los que arrastran los creer que están reconciliadas consigo.
sentimientos y pasiones. La psicología enseña que La reconciliación es un aspecto importantísimo en
pocas veces se da una decisión completamente toda confesión porque por ella vuelve a Dios el
libre. La mayor parte de los pecados y faltas que se hombre en cuanto insatisfecho de sí, incapaz de
suelen oír en confesión no necesitan absolución. Lo aceptarse y deseoso de percibir, de manera
que en realidad necesitan es un trabajo de sensible, a través de los ritos y símbolos de la
purificación orientado a un objetivo preciso. confesión, que es de nuevo aceptado y recibido por
De todo lo dicho se concluye que muchas de las Dios. Pero es necesario distinguir y mantener
cosas que se acusaban antes en la confesión separados los dos aspectos de reconciliación y de
entendida como dirección espiritual, se tratan hoy en dirección espiritual si queremos evitar el peligro de
el acompañamiento espiritual. En él se intenta llegar mezclarlo y confundirlo todo bajo la común
a conocer los misterios del corazón, denominación de pecado. Para comprender y
practicar la confesión se debe precisar antes

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Anseim Grün Si aceptas perdonaría, perdonarás

en qué consiste el pecado y la culpa, y después personalizada, el camino por donde van los demás.
cómo hay que reaccionar ante ella. El individuo se hace responsable siempre que por
dejadez o por pereza mental o falta de voluntad se
niega o no se atreve a cambiar la parte de realidad
Reacciones ante la falta que puede cambiar. El mundo entero de los
negocios, el criterio basado en los resultados y
Es muy frecuente oír hoy la queja de que el éxitos empujan a cometer la culpa sin caer en la
hombre moderno ya no tiene conciencia de culpa ni cuenta.
pecado, y que el abandono de la práctica de la
confesión y la falta de conciencia de pecado se
relacionan y condicionan mutuamente. Es cierto que Sentimientos de culpabilidad y culpa
la gente actual ya no comprende el concepto
tradicional de pecado considerado como trans- Dos principios ciertos establece la psicología
gresión de los mandamientos. Los mandamientos no actual: por una parte la falta de conciencia de
se entienden hoy en un sentido tan inequívoco como hacerse uno culpable en una acción determinada y,
antaño. Pero por la psicología sabemos que tras la por otra y en contraste, el excesivo sentimiento de
impecable fachada de un cristiano fiel a la ley puede culpabilidad.
ocultarse mucha agresividad e hipocresía. Puede Es necesario ante todo precisar bien y delimitar
suceder que la gente de hoy no se sienta culpable en los conceptos de culpa real y de sentimiento de
las áreas exploradas por algunos cuestionarios culpa. Muchos sentimientos de culpabilidad no son
usados para el examen de conciencia previo a la expresión de una culpa real sino de falta de claridad
confesión. Pero si echamos nada más que una y autoconfianza. Hay quienes se sienten culpables
ojeada al campo de la literatura moderna nos por el simple hecho de que el Su-peryo les acusa.
daremos cuenta muy pronto de que muchos autores Han interiorizado con tanta profundidad los
dan vueltas y más vueltas siempre en torno al tema mandamientos divinos y los valores paternos que les
de la culpa en la que nos hallamos implicados. La resulta imposible liberarse de ellos sin sentirse de
literatura destapa despiadadamente las zonas de alguna manera culpables de algo. Una señora joven,
culpabilidad de la persona que, por su parte, es impulsada en su niñez por su madre a trabajar sin
culpable siempre que se niega a reconocer y aceptar descanso, se siente ahora culpable por darse la
la verdad objetiva y se satisface con seguir, satisfacción de unos días de vacaciones. Otros se
indiferente y des- sienten culpables cuando no pueden

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Si aceptas perdonarte, perdonarás
Anselm Grün

satisfacer las esperanzas que en ellos había y dureza de juicio. La pérdida de sensibilidad hacia
depositado su consorte o un amigo o los la culpa real degenera al fin en pérdida de la misma
compañeros de trabajo. Y también se sienten esencia humana. Cuando un individuo ha llegado a
culpables de los sentimientos de odio o envidia que no percibir la posibilidad de cometer errores, ha
acuden a su cabeza o corazón. Se juzgan y perdido también la capacidad de percibir lo más
condenan a sí mismos como culpables cuando esencial y profundo, lo más característico y
advierten en su interior movimientos de agresividad. específico de su existencia, su libertad y sentido de
En lugar de aceptar los movimientos agresivos para la responsabilidad. Cuando se llega a perder la
integrarlos dentro de su concepto global de la vida, lo conciencia de ser sujeto capaz de errores, el mal ya
que hacen es orientarlos contra sí mismos. Es tarea no se manifiesta al sujeto bajo los síntomas de mala
de la psicología y del buen director espiritual hacer la conciencia. Se manifiesta en angustia indefinida, en
distinción y matizar entre los conceptos de culpa real signos de depresión, de distonía vegetativa1. Lo que
y sentimiento de culpa. entonces atormenta no son los sentimientos de cul-
Los complejos de culpa son siempre asunto pabilidad sino la angustia ante el fantasma de un
molesto y el hombre ha inventado muchos me- fracaso o de la posibilidad de caer en depresión. La
canismos para eliminarlos de su camino. Uno de psicología, además de estudiar los complejos de
ellos consiste en proyectarlos hacia otros, hacia los culpabilidad, estudia también la culpa misma. Para
individuos, hacia los grupos o estructuras. La C. G. Jung la culpa consiste en una división: yo me
persona se defiende contra los complejos de cul- niego a ver y a aceptar mi realidad. Me empeño en
pabilidad porque destruyen su ideal de vida y le rechazar y alejar de mí todo lo que me resulta
excluyen de la comunidad. El reconocimiento de la incómodo. Para Jung la culpa no es algo necesario
propia culpa le robaría el suelo debajo de los pies y que el hombre comete inevitablemente; sino una
se vería seriamente amenazada su existencia en realidad íntima en dependencia de una decisión
cuanto ser humano (Affemann). Es la única manera libre. Yo cierro deliberadamente los ojos a todo lo
de explicar la obstinación en reconocer las propias que es contrario a mi ideal. El individuo desearía
culpas. Pero esta actitud lleva a una petrificación de poder esquivar su propia realidad. Unos se salen del
la vida con repetición siempre de los mismos tópicos, camino de su propia verdad intentando restar
insensibilidad y apatía. Los sentimientos de importancia a
culpabilidad reprimidos se exteriorizan en gestos de 1
GÓRRES, A.: Das Bósse. Friburgo, 1984.
mal humor, fobias, irritabilidad

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Anselm Grün Si aceptas perdonarte, perdonarás

sus errores; otros, por el contrario, exagerando los más profundas del corazón y poder encontrar allí a
signos de arrepentimiento. En lugar de ver la falta, Dios. Nuestra torea y objetivo consiste en llegar a
reconocerla y arrepentirse de ella, lo que hacen es aceptar las propias sombras y faltas con espíritu de
regodearse en el arrepentimiento como quien se humildad.
envuelve con el edredón a la hora de levantarse en En el comino hacia la realización de sí mismo
una gélida mañana de invierno. Esta insinceridad, comete el individuo muchos errores. Jung no
este no querer ver, hace imposible cualquier pretende disculpar esos errores. Tampoco invita a
confrontación con las sombras negativas de la aceptarlos sino dejar bien claro un hecho que se
personalidad. repite con frecuencia. Cuando un sujeto se sitúa
frente a su culpa, en nada obstaculiza ésta el
proceso de plena concienciación. Al contrario, la
La falta como oportunidad contemplación de la culpa se convierte en estímulo
para mayores logros morales. Ser consciente de la
Según C. G. Jung, un hombre se hace culpable culpa exige también una transformación o cambio en
cuando se niega a mirar de frente su propia realidad. algo mejor. Lo que permanece en el inconsciente
Pero según Jung existe también una falta, en cierta nunca se transforma, como es bien sabido. Sólo el
manera necesaria, de la que nadie puede librarse. consciente admite correcciones psicológicas. La
Sólo un individuo extremadamente ingenuo e conciencia de culpa puede, portante convertirse en
inconsciente puede presumir de ser capaz de evitar poderoso estimulante moral. Lamentablemente, sin
toda culpa. La psicología seria no puede permitirse faltas no hay maduración en el espíritu ni ampliación
semejante sueño infantil. La psicología mira de frente de sus horizontes. La experiencia de la propia culpa
a la realidad y reconoce que semejante grado de puede señalar el comienzo de una transformación
inconsciencia no es en modo alguno justificante de la interior.
actitud de negación de la culpa sino, al revés, una
culpa en sí misma y muy grave. El individuo puede
emitir un juicio absolutorio de sí pero la naturaleza El mal
reacciona con signos de mayor irritación sin atender
al hecho de si uno acepta su culpa o no. La falta es Desde el punto de vista de la psicología no es
una oportunidad ofrecida para detectar la propia posible contemplar el pecado unilateralmente como
verdad, para echar una mirada a las zonas simple transgresión de un precepto. Culpa y fuerzas
instintivas, aumento de la falta y fracasada

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Si aceptas perdonarte perdonarás
Anselm Crün

organización de las vivencias son realidades que una victoria pírrica, un falso desarrollo debido a
existen íntimamente relacionadas. No es siempre fracasadas asimilaciones de las heridas del alma. El
fácil analizar con rigor y ver hasta qué punto y dónde mal aumenta desmesuradamente cuando a un
precisamente está la responsabilidad culpable en individuo solo tenga por largo tiempo una razonable
una conducta objetivamente mala. Pero la psicología satisfacción de sus instintos y deseos. Las
da por supuesto que podemos hacernos culpables experiencias negativas de la infancia conducen de
por el simple hecho de abrir al mal las puertas de ordinario a la espiral de malas acciones y a
nuestro interior, por negarnos a someter a revisión torturantes complejos de culpabilidad.
nuestro pasado, y así nos dejamos manipular por el La opinión de algunos virtuosos de que hay
mal sin oponer resistencia. quienes practican el mal por el placer de hacerlo es
una opinión rechazada por Górres. El mal no suele
Albert Górres ha enumerado algunas interpre-
ser una maldad agradable, ni un gozo sin contrapeso
taciones del mal. Para Sigmund Freud el mal es todo
de penitencia, sino una reacción torturante, violenta,
lo que resulta inadecuado para el logro de la felicidad
maniática, instintiva y angustiosa contra
y bienestar. El mal es lo que la sociedad prohíbe y
insoportables heridas y privaciones.
castiga porque es un elemento perturbador de la
convivencia humana. El mal aparece cuando los (Górres).
impulsos instintivos, por causa de desmesurados La psicología nos previene contra fáciles y uni-
estímulos o desmesuradas represiones, adoptan laterales condenas de los que practican el mal. Al
formas amenazadoras de la convivencia. mismo tiempo nos señala también que el perdón es
Una inagotable fuente de mal es el fenómeno de una condición necesaria para el desarrollo psíquico
la transferencia. Un niño sin amor y sometido a de la persona. Sólo cuando soy capaz de perdonar a
malos tratos transfiere a los otros, cuando llega a los que me han hecho sufrir, puede derretirse el hielo
mayor, el rencor y deseo de venganza que no de odios congelados; sólo entonces se puede
ejecutó contra sus padres. Los sujetos de su entorno superar y transformar una parte
recibirán de él el mismo trato que recibirían sus del mal.
padres. Muchos de los males en los adultos son un Y esto es una gran deuda que tenemos contraída
pago retrasado de viejas deudas y en falsos con nosotros mismos y con la sociedad. Sin el
deudores, una interminable partida de un juego fuera perdón prolifera el mal como una úlcera cancerí-
de sitio (Górres). El mal es para Freud gena.

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Anselm Grün Si aceptas perdonarte, perdonarás

Ni inculpar ni exculpar a reconocer su mediocridad y lo que quieren es ser


superiores a los demás en algo, si no es posible en
La esencia del problema reside en la manera de el bien al menos en el mal. Les sería muy
reaccionar y comportarse ante la realidad de los provechoso armarse de valor para mirar y aceptar su
propios errores. En primer lugar hay que prevenirse condición humana, su terrenalidad.
mucho contra dos intentos de solución del problema. Otro peligro consiste en exculparse. Es también
Consiste uno en inculpar y el otro en exculpar. otra manera de pasar al margen de la culpa. Yo me
Cuando nos acusamos a nosotros mismos estamos empeño en buscar mil razones para demostrar que
desgarrándonos con sentimientos de culpabilidad que no tengo culpa e intento justificarme con cualquier
vienen a convertirse en sanción. Dramatizamos la clase de argumentos. Pero resulta que cuanto más
culpa. En esa dramati-zación no se abre la distancia intento justificarme tanto más grave se hace la duda
necesaria entre nosotros y nuestra culpa. Lo que sobre la validez de mis razones. Ya no me queda
estamos haciendo no es un análisis de la culpa sino más remedio que insistir en busca de nuevos
dejarnos dominar y derribar por ella. Esta falta de argumentos para justificar mi inocencia. El miedo y
autoestima carece muchas veces de negativa a ponerme delante de mi culpa me vuelca
objetividad, no se adapta a la realidad. Y esto en activismo, no puedo estar quieto. Si me quedara
hace imposible toda autocrítica y toda aceptación de inactivo saldrían a superficie mis sentimientos de
responsabilidad. Uno se hace juez y se condena a sí culpabilidad y comprobaría tristemente que todos mis
mismo global-mente y con ello se incapacita para una intentos de autojustificación resultan simplemente
serena contemplación objetiva de las cosas. Muchas inútiles.
veces no es esta autoinculpación otra cosa que el
reverso del orgullo. Lo que en el fondo se quiere es
ser mejor que los demás y destacar por encima de El diálogo liberador
todos. Pero entonces se hace oír la voz del Superyo
que nos los impide. Lo que en realidad está Situarse serenamente frente a las propias culpas
sucediendo es que uno castiga sus propios intentos es una actitud de dignidad humana. Nadie está
de exaltación. Es frecuente oír cómo esta clase de exento de la posibilidad de faltas y errores. Pero si yo
personas se llaman a sí mismas las más grandes me empeño en quitar importancia a mi falta
pecadoras del mundo. Por no poder ser los mejores buscando disculpas o echando la culpa a los demás,
se llaman los peores. Se niegan me privo de la dignidad de ser un hu-

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Anselm Grün Sí aceptas perdonarte, perdonarás

mano con posibilidad de cometer errores. La culpa incluso cuando éstos parezcan un absurdo sin
es siempre un argumento de mi libertad. La disculpa fundamento real y lo único que hagan sea remitir a un
o el afán de disminuir la culpa me quitan la libertad. rígido Superyo. No hay sentimiento sin una razón de ser.
Pero si yo acepto la responsabilidad de mis faltas, Aveces es necesario retroceder hasta la lejana infancia
con esa aceptación renuncio a todo intento de para buscar allí el origen del conflicto. Aun en el caso en
justificación o a cargar sobre otros lo que es que el fenómeno del sentimiento de culpabilidad no sea
responsabilidad mía. Esto es una condición para tan complicado o difuso, el director espiritual debe tomarlo
seguir adelante sintiéndome interiormente humano, muy en serio y considerarlo como justificable. El arte del
para salir de la prisión de mis permanentes confesor consiste en no reforzar ni atenuar los
acusaciones, sanciones y humillaciones, y para sentimientos del penitente. Si yo bagatelizo los
encontrarme a mí mismo. sentimientos de otro, le doy a entender que no le estoy
La confesión de la culpa ante otro sujeto lleva con tomando en serio, que no me tomo la molestia de
mucha frecuencia a la experiencia de una nueva ponerme en su lugar. Por esta razón sucede que muchas
cercanía, de una más profunda comunicación con los veces los consejos tranquilizadores no se dirigen
otros. Por eso es la conversación con otro el directamente al cliente y lo único que indican es la
apropiado camino para nuestro comportamiento ante ineptitud del consejero para aclarar a quien le pide un
la culpa. En diálogo me hago cargo de mí culpa al consejo unos complicados problemas que le irritan tam-
mismo tiempo que me distancio de ella. Declaro mí bién a él mismo.
disposición positiva a aceptar las reglas Si viene a confesar una mujer y se reconoce culpable de
fundamentales de la convivencia humana. En un haber provocado un aborto, de nada le sirve y nada la
diálogo de esta naturaleza puedo llegar a ayudo con atenuar la falta y decir que al fin y al cabo la
experimentar que no existe nada que me separe de cosa no es tan grave. No tengo ningún derecho a
los demás porque no tengo nada que perdonar. Y me condenarla porque no es esa mi función. Pero tampoco
doy cuenta de que el otro, o los otros, puede ya puedo disminuir la falta porque en ese caso ella no se
contemplar mi falta sin asustarse, sin sentir asco, y sentiría tomada en serio. Lo que debo hacer es tratar de
que ya no temo gestos de amenaza porque todo es identificarme con sus sentimientos como en realidad son,
ya humano y está revestido de forma humana: nada aun en el caso en que a la realidad objetiva se sumen
de lo humano me resulta extraño. sentimientos subjetivos procedentes
El interlocutor de mi diálogo tiene que tomar muy
en serio y respetar mis sentimientos de culpabilidad

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Anselm Grün Si aceptas perdonarte, perdonarás

de una educación rigurosa. Sólo así puede el perdón Exponer ante Dios mi verdad
de la falta, en la absolución sacramental, liberar a
esa mujer del peso de sus sentimientos de A veces vienen penitentes a la confesión no para
culpabilidad y levantar otra vez su moral caída. acusarse sino para excusarse y buscar atenuantes a
Los sentimientos de culpabilidad tienen siempre su falta. Desean verse libres por la absolución lo
alguna justificación y causa. Cuando se trata de antes posible pero sin ponerse frente a su falta. Ésta
sentimientos enfermizos el problema real consiste en no es la manera razonable de comportarse cuando
que el penitente no conoce en realidad las raíces uno se siente culpable de algo. La confesión sólo me
profundas de esos sentimientos y se agarra a libra de mi culpa cuando tengo el valor de mirarla
experiencias secundarias. Lo que él señala como frente a frente.
fuente de su conflicto de sentimientos no es en A la falta se la mira de frente mediante el recuerdo.
realidad el verdadero foco del conflicto sino una Hago con la memoria nuevamente la composición de
representación cifrada de sus problemas que, por lugar en el que me hice culpable o cuando reaccioné
eso mismo, no tienen más que una solución indirecta. por primera vez con sentimientos de serlo. La
El confesor debería empezar profundizando con el memoria irá haciendo surgir dentro de mí
penitente en dirección de las profundidades donde sentimientos negativos, ira y rencor contra mí o
está la fuente de esos sentimientos, indicarle el foco contra los que me hicieron sufrir, contra los que me
del que brotan y hacerle caer en la cuenta de la falta causaron tristeza, decepción, dolor. No debo intentar
de origen en la que él quizá nunca ha pensado ni atenuar esos sentimientos negativos porque
nombrado por su nombre. En la conversación sobre entonces ya no podrían transformarse. Sin esa
el origen de estos sentimientos nos encontraremos honesta confrontación con mi culpa nunca podré
con frecuencia en esas profundidades con llevar adelante mi proceso de desarrollo y me veré
agresividades desviadas, con impulsos prohibidos y condenado a estar eternamente dando vueltas en
necesidades reprimidas. Y tal vez se llegue en el torno a mis sentimientos de culpabilidad. Ni siquiera
curso de la conversación a descubrir que la única la confesión misma sería una verdadera conversión y
verdadera culpa no está en nada de lo que el sólo serviría para consolidar más mi conducta peca-
penitente ha confesado sino en su pertinaz negativa minosa.
a enfrentarse con las necesidades del instinto. La conversión presupone y necesita una ela-
boración de la convertibilidad. Así lo enseña la

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Si aceptas perdonarte, perdonarás
Anselm Grün

psicología. Y aunque desde el punto de vista re- pregunta no es «cómo Dios perdona» sino «cómo
ligioso, el comportamiento ante la propia culpa podemos nosotros creer en su perdón». El rito de la
consiste en presentarse con la culpa ante Dios con confesión pretende ante todo ayudarnos a creer en
ilimitada confianza en su perdón, el único que me el perdón. Porque hay una voz dentro de nosotros
libera del peso de la culpa, sin embargo esa fe en el que nos impide aceptar el perdón de Dios. El que ha
perdón no me exime de mi propio trabajo. Lo que cometido un pecado puede sentirse impresentable.
puedo y debo hacer es presentar a Dios la culpa de la Muchas veces ni la estimulante voz de un amigo es
que soy consciente y en la que he tocado los límites capaz de convencer de lo contrario. El pecador
de mi verdad humana. Esta percepción de la culpa necesita el rito de la confesión como algo que
con su proyección sobre los conflictos del pasado es penetra hasta las profundidades del inconsciente y
exactamente el objetivo que debo conseguir. El traspasa las barreras psicológicas que le mantenían
perdón es un don de Dios, no es mérito ni compra. alejado de la fe en el perdón.
Pero sólo puedo aceptar ese don presentando a Dios C. G. Jung cuenta el caso de una mujer que había
mis manos vacías y mi verdad personal. envenenado a su amiga para casarse con el marido
de ésta. Todo lo tenía bien estudiado para evitar que
cayera sobre ella la más mínima sospecha. A pesar
de todo no lograba liberarse de los sentimientos de
Sentido de la confesión
culpabilidad. Se veía rechazada de la comunidad
humana y hasta de los animales y las plantas. Era
Es muy frecuente oír a la gente preguntar por qué
amazona pero se imaginaba que el caballo la
debe confesarse. Dios puede perdonar también sin
despedía. Las flores se secaban en su habitación...
necesidad de confesión. Se puede decir la falta
En esta situación decidió visitar a C. G. Jung.
directamente a Dios sin necesidad de sacerdote. Es
Después necesitaba confesarse y me visitó a mí
claro que Dios perdona nuestros pecados también
para hacerlo. Era una asesina pero además se había
sin necesidad de confesión. Dios no puede estar
suicidado. Todo el que comete una barbaridad de
condicionado por la confesión. Él es siempre el que
ese calibre deshace también su propia vida. El
perdona, y nosotros podemos experimentar su
crimen hizo que aquella mujer se tuviera por un ser
perdón escuchando y meditando su palabra o
extraño, incluso para los mismos animales y se
también presentando en la oración nuestra verdad
sumergió en una situación humanamente
ante su amor. Pero la verdadera
insostenible.

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Anselm Grün Si aceptas perdonarte, perdonarás

Para huir de su soledad me tomó como confidente. puedan reconocer las flaquezas y errores, y hablar
Necesitaba un confidente no criminal. Buscaba una de la culpa y de los sentimientos de la culpa, es algo
persona que pudiera oírla en confesión sin necesario para la salud psíquica de los individuos.
condiciones previas porque en ese acto de Generalmente nos gusta mucho más hablar de
reconciliación esperaba recuperar de alguna manera nuestras buenas cualidades y éxitos. Las faltas las
el contacto de ias relaciones humanas (Jung, silenciamos. Sería una auténtica liberación si
Recuerdos, 129). Si la culpa nos excluye de la pudiéramos hablar libremente de todo, incluidos
comunidad humana y esa culpa es grave, necesita el nuestros errores y aspectos negativos. Sin embargo,
culpable comunicación interpersonal para sentirse la conversación o diálogo sobre nuestros errores no
otra vez humano entre los humanos. resultará positivo si no se realiza dentro de un marco
protector y en unas circunstancias en las que nadie
nos pueda condenar porque sabemos que allí se nos
Derribar el muro que separa acepta sin condiciones. Ese lugar con esas
condiciones son en la actualidad principalmente la
Jung da una nueva razón de la necesidad de psicoterapia y la confesión. El que no pueda
confesión. «Parece existir una conciencia universal desahogarse hablando de sus faltas se sentirá
en la humanidad que castiga de manera perceptible necesariamente torturado en su interior ante la
a cualquiera que no renuncia alguna vez y de algún angustia de que alguien pueda enterarse de ellas.
modo al orgullo de su autonomía y autosuficiencia y Pero si puede hablar de sus faltas quedará libre de
no reconoce su condición humana débil y pecadora. toda angustia.
Sin esta confesión de su condición humana queda
separado como por un muro infranqueable del
sentimiento vital de ser un humano entre los Tus pecados te son perdonados
humanos»1. Por lo tanto, según Jung, la confesión
hace caer el muro que nos separa de Dios, de los Para Jung es el rito de la confesión significati-
demás hombres y de nosotros mismos. vamente importante para superar los recelos res-
Evidentemente, el hecho de disponer de un lugar pecto del perdón, que habitan en el fondo del
donde con plena consciencia se inconsciente. A través del rito se expresa sufi-
cientemente su misterioso alcance colectivo más
1
JACOBI, J.: C. G. Jung, Mensch und Seeie. Olten, 1972.

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Anselm Grün Si aceptas perdonarte, perdonarás

allá de su significado meramente personal. El rito toma tu camilla a cuestas y echa a andar» (Mc 2,
tiene una importancia excepcional. La oración 5.11).
personal del párroco no es suficiente para satisfacer
esa necesidad. La respuesta tiene que ser colectiva
e histórica; tiene que conjurar los espíritus de los Configuración concreta del rito de
antepasados para relacionar el presente con el la confesión
pasado histórico y mítico. Pero la eficacia del
verdadero rito se inscribe no en el área de la magia La confesión necesita preparación. Debo empezar
sino en el de la psicología (Car-fas, II, 440). aplicando el oído a la voz de mi interior para percibir
La confesión trasmite el perdón de Dios de manera dónde hay cosas estridentes o se advierten ángulos
que su efecto pueda llegar hasta las profundidades de descenso en la gráfica de mi vida, dónde me he
del corazón del hombre. Jung atribuye al rito una hecho heridas y en qué he podido hacer sufrir a
acción sobre la psique del hombre mucho más otros. Contemplo mis relaciones con Dios y
profunda que la de las palabras, ya que éstas actúan reflexiono sobre lo que voy a decir en la confesión.
sólo sobre la inteligencia o afectividad. Pero acusa En la preparación de la confesión ayuda poner otra
también a las iglesias de haber descuidado el vez ante los ojos y recordar que el sacramento de la
alcance del significado del rito. Sería un buen trabajo reconciliación es una fiesta. Debo prepararme bien
por parte de las iglesias elaborar y hacer que el rito para esa fiesta y dirigirme a ella cayendo en la cuenta
de la confesión llegue a tocar el corazón de los de lo que hago y a dónde voy para poder celebrar
penitentes y conseguir que éstos crean, desde lo más realmente una fiesta de liberación y de reconci-
profundo del alma, en el perdón y puedan hacer una liación. En la confesión me voy a encontrar con
experiencia de su virtud liberadora. El rito contrapone Cristo, que me recibe sin ponerme condiciones
un algo por encima de lo personal a los sentimientos previas. Me dirijo a Dios, mi padre, que me espera
de culpabilidad que residen en los fondos del interior. con los brazos abiertos y celebra conmigo la fiesta de
Pone al penitente en contacto con el poder absoluto la alegría porque yo me había alejado y perdido pero
de Cristo, que actúa en persona sobre el pecador y le he sido encontrado, porque yo estaba muerto,
libra al mismo tiempo del pecado y de los petrificado en cumplidos de viejas formas pero he
sentimientos de pecado: «Tus pecados te son vuelto a la vida. La parábola del hijo pródigo o del
perdonados...Levántate, Padre misericordioso podría ser un buen patrón
introductorio a la confesión.

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Anselm Grün Si aceptas perdonarte, perdonarás

El segundo paso es la confesión misma. No Una mujer que había roto sus relaciones con su
necesito enumerar completamente todas las faltas amigo sin conseguir liberarse de los remordimientos,
cometidas. Se trata de declarar lo esencial: utilizó un ritual de este estilo. Escribió en un papel lo
que era capaz de recordar de la antigua relación y le
¿En qué me siento sinceramente culpable? atormentaba. Luego enterró el papel acompañada
¿Qué desacuerdos descubro dentro de mí? del nuevo novio. Eventual-mente se pueden plantar
¿Dónde tengo experiencias que me duelen? encima unas flores o un árbol. Este ritual le resultó
¿Qué clase de cargas pesan sobre mí?
sumamente útil y con él logró liberarse de los
¿Dónde está realmente el núcleo de mi responsabilidad,
el punto en que empiezo a desviarme de Dios y de mí
remordimientos de conciencia y vivir en paz.
mismo, y qué debo traer ante Dios? Se puede objetar que el rito de la confesión es
suficiente por sí mismo para transmitir la paz y li-
El sacerdote intervendrá oportunamente en esta berar de toda angustia. Pero a veces el rito sacra-
declaración y podrá esclarecer puntos oscuros para mental necesita un nuevo ritual más personalizado
que el penitente pueda comprenderse mejor a sí para hacer llegar a todos los rincones del alma y el
mismo y sus problemas. Parte de la conversación corazón la paz y el perdón impartido en el
penitencial entre penitente y confesor son la sacramento.
comprensión, la explicación, las preguntas y la La confesión concluye con la absolución de los
información sobre la marcha en el futuro. pecados en nombre y con el poder de Jesucristo. El
Antes imponía el confesor una penitencia al ritual prevé que el confesor pueda imponer las
penitente. Generalmente consistía en la realización manos sobre el penitente. La imposición de las
de cosas exteriores como rezar ciertas oraciones. manos hace de alguna manera visible el perdón y el
Mucho más importante es buscar conjuntamente penitente puede experimentar con todos los sentidos
penitente y confesor ayudas interiores para el futuro el amor de Dios ofrecido sin condiciones. El contacto
y las maneras de poder liberarse el penitente de la de las manos me permite imaginar que es Cristo
esclavitud de faltas determinadas o de modelos mismo quien me toca y me dice con amor: «Tus
nocivos. Mejor que hacer propósitos exagerados pecados te son perdonados. Vete en paz». Es enton-
sería buscar maneras concretas de seguir por el ces cuando puede penetrar el perdón hasta lo más
buen camino. Personalmente sugiero un ritual que profundo del corazón y habilitarme para perdonarme
traslada el rito de la confesión a la vida ordinaria del a mí mismo. El fin de la confesión
penitente.

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es lograr que yo crea no sólo con la cabeza sino con Conclusión


el corazón e incluso con todo m¡ cuerpo que mi culpa
ha sido perdonada y que puedo perdonarme también Pablo escribe a los romanos, lleno al mismo
yo. Esta fe genera necesariamente sentimientos de tiempo de orgullo y alegría:
liberación. Dejaré entonces de atormentarme con
autoacusaciones y estaré en condiciones de poder «Gracias a Jesús el Mesías, Señor nuestro, que nos ha
obtenido la reconciliación, estamos también orgullosos de
celebrar la fiesta de la reconciliación.
Dios» (Rom 5, 11).
Además de la preparación, también necesita la
confesión su complemento. Podría serlo una fiesta
Los hombres interiormente rotos y divididos, que
de reconciliación, que puedo celebrar en privado o
viven en guerra consigo y con los demás, son
con otros. Unos lo hacen en silencio poniéndose a
reconciliados por el amor de Dios hecho visible y
meditar ante una imagen. Otros se toman una copa
experimentable a todos nosotros en Jesucristo,
para celebrar de manera sensible el perdón de Dios.
especialmente en su muerte en cruz. Son reconci-
Algunos van a la ducha después de la confesión, se
liados por Dios principalmente los que se habían
arreglan, se visten su mejor traje y se ponen a
meditar o a oír su música preferida. Y hasta hay alejado de él por el pecado y de esta manera se
quienes invitan a otros a celebrar la gran fiesta de habían apartado de su verdadero fundamento. Pablo
saberse amados por Dios sin condiciones. Necesitan puede llamar «servicio de la reconciliación» al
celebrar con otros de algún modo el amor y perdón encargo dado por Cristo a su Iglesia (2 Cor 5, 18). En
que acaban de recibir. las palabras perdón y reconciliación se expresa la
A la fiesta de la reconciliación pertenece también esencia del mensaje cristiano. El anuncio del
como parte importante una reflexión sobre la manera mensaje de reconciliación y la creación de ocasiones
de hacer concreta en mi vida el perdón recibido, para lograrlo son el criterio para discernir si la Iglesia
sobre la manera de responder al amor y perdón de es o no verdaderamente la Iglesia de Cristo.
Dios. Es muy importante no proponerse metas El mensaje de perdón y reconciliación es la res-
excesivas. Son mejor las metas reales, asequibles y puesta a una necesidad medular de los hombres de
concretas, que me recuerden de manera hoy, al problema de su desgarramiento interior y a su
permanente el amor de Dios y la respuesta que le incapacidad para perdonarse y poder vivir en paz
debo. consigo y con los demás. Muchos se deshacen en
inculpaciones mutuas hurgando en las culpas del
pasado. Nunca llegan a aceptarse. Paúl Tillich

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Anselm Grün

ha definido el perdón como la «aceptación de lo


inaceptable». Con esa definición traduce el sig-
nificado del perdón en el tiempo actual. Porque los
hombres sufren cada vez más a causa de su propio
autorrechazo, de su indisposición para aceptarse y
de su doloroso sentimiento de que nadie les puede
aceptar porque no tienen derecho a exigir de nadie
que les acepte con todos sus problemas.
La Iglesia tiene que ofrecer el servicio de re-
conciliación no sólo a los individuos sino a la so-
ciedad entera y a la comunidad de todos los pueblos.
Es una cuestión de supervivencia. Porque o logran
los grupos étnicos enemistados reconciliarse para
vivir en paz estable y permanente o vendrán los
conflictos militares a golpear y a dividir nuestro
mundo. La misión de la Iglesia de hoy consiste en
crear un clima de reconciliación y en levantar su voz
dondequiera que individuos o grupos siembran
división y odios. Si la Iglesia logra desarrollar fantasía
y echar valor para cumplir ese servicio de
reconciliación logrará que su voz sea escuchada. Se
convertirá ella misma en el lugar de la salvífica y
amorosa presencia de Cristo, en un espacio donde
los hombres viven en pacífica convivencia y
desencadenan dentro de la sociedad un movimiento
de reconciliación. Entonces se cumplirá lo que Pablo
escribe de su mensaje: «Somos embajadores de
Cristo» y es como si Dios exhortara por nuestro
medio: «Por Cristo os lo pido, dejaos reconciliar con
Dios» (2 Cor 5, 20).

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