PÁGS. 2-3 |||| CALLES SERRANAS CON FUERTE PRESENCIA HISPANA PÁG.

6 |||| ESCAPES
PROPUESTA PLAYERA

Rapaz, pueblo de leyenda

Paracas a toda costa

La Mina, Raspón
No todas las salidas pueden tener como propósito la aventura. Hay opciones que propo-- y La Catedral te
nen un acercamiento a pueblos serranos realmente encantadores. Este es uno. garantizan relax
y aventura
Año 5. Edición Nº 291. Jueves 14 de marzo de 2019

Lo Nuestro
TURISMO, DESTINOS Y RUTAS DEL PAÍS
SUPLEMENTO SEMANAL

El Peruano

PERÚ
RIA
RESTOS CON HISTO
Complejo desde todo punto
de vista resulta seleccionar los
mejores destinos arqueológicos del
Perú, pues, en la costa, sierra y selva,
estos espacios nos sorprenden por
la complejidad de la construcción, los
conocimientos de ingeniería o la fan-
tástica iconografía.

ARQUEOLÓGICO

Texto y fotos: En aquellos tiempos de

Rolly Valdivia micros asardinados en los
que se viajaba colgado y en

E
n aquellos tiempos de
pantalón gris y camisa
blanca, la duda y la in-
certidumbre eran mis únicas
certezas cuando pensaba en el
futuro, ese futuro que debería
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aunque sea un poquito. Los
años de escuela se agotaban y
ya era hora de que mi vocación
apareciera o se manifestara de
alguna manera; pero la muy
taimada no se dejaba ver. Se
‡•…‘†Àƒ…‘‘–ƒ„Ž‡‡ϐ‹…ƒ…‹ƒǤ
Ž‘•“—‡–‡‡”—–‡Ž±ˆ‘‘ϐ‹Œ‘
era un milagro del santo o la
virgencita de nuestra pre-
dilección, ninguna carrera
’”‘ˆ‡•‹‘ƒŽ—‘ϐ‹…‹‘•‡’”‘-
›‡…–ƒ„ƒŽ‘•—ϐ‹…‹‡–‡‡–‡
tentadora, como para dirigir
mis pasos hacia ese camino
que me convertiría en un
hombre exitoso –saco y cor-
bata–, ganador –autos y chi-
…ƒ•Ȃ›‡’”‡†‡†‘”Ȃ‘ϐ‹…‹ƒ
y empleados–.
CONTINÚA EN LA PÁGINA 4»
4 El Peruano Lo Nuestro Jueves 14 de m

ESPECIAL

OS Y T EMPLOS
CIUDADELAS, CAMIN

Arqueología
monumental
Al Perú no lo describen solo los textos de historia y de geografía.
Es una clase abierta que se recorre de costa a selva, mostrándonos toda la
monumentalidad de sus culturas milenarias. Lo que sigue constituye una guía
para que elabore su agenda de destinos arqueológicos y culturales.

» VIENE DE LA PÁGINA 1 libros, la historia y el pensa- redes viales que se cruzan con
miento. Sí, solito me condené ‡…”‡•’ƒ†ƒ•‰‡‘‰”ƒϐÀƒ•Ǥ

A
l menos esas son las
imágenes que vende
la publicidad. Si esos
parámetros fueran ciertos,
solo me quedaría admitir que
soy un completo fracasado. Ese
es el castigo por no pensar se-
riamente en mi futuro y des-
cartar de buenas a primeras
las carreras más lucrativas,
’”‡ϐ‹”‹‡†‘…‘“—‡–‡ƒ”…‘
profesiones en las que la frase
‘es un apostolado’ sirve como
excusa ante la precariedad.
Al menos terminé por esco-
ger una. En aquellos tiempos
sin cable ni internet, nada me
fascinaba por completo. Tenía
mis dudas, más dudas que op-
ciones, las cuales se reducían
a un puñado de posibilidades
desligadas de la ciencia, los
números y la salud humana,
pero cercanas a las letras, los
al apostolado.
Un apóstol del periodismo
que pudo ser, también, un após-
tol de la arqueología, entonces,
en este preciso momento, no
escribiría crónicas, sino diri-
giría alguna investigación que
revelaría los misterios de una
cultura milenaria, de un foco
civilizador, de un pueblo cuyos
conocimientos conmociona-
rían al mundo.
Un arqueólogo en un país
con mucho pasado por ‘des-
enterrar’. Eso lo sé, eso no me
lo han contado, eso lo he visto
sin ser arqueólogo. Me hice pe-
riodista y empecé a viajar y a
escribir y hacer fotos de ciuda-
des de barro, adobe y piedra, de
templos piramidales y andenes
esculpidos en las montañas,
de abrigos cavernarios con
trazos rupestres y antiguas
Es curioso, las rutas infor-
mativas me conducirán a un
rosario de monumentos del
pasado, tanto así que ahora me
he irrogado la responsabilidad
o la irresponsabilidad de emu-
lar a Gareca, con la diferencia
de que no convocaré a ningún
futbolista, sino a algunos de los
destinos prehispánicos que me
han impresionado durante mi
‘apostolado’.
Selección justa
Es curioso, pero si existiera
un campeonato de lugares y
sitios arqueológicos, nuestra
selección sería la gran candi-
data. Y eso que mis planes de
técnico prevén dejar de lado a
Machu Picchu, Saqsaywaman,
Ollantaytambo y Pisac, por ser
‘jugadores’ conocidos, estu-
diados y vistos por millones,
marzo de 2019
además, por ser de la misma
región Cusco, podrían formar
una argolla.
Sé que los críticos espe-
rarán con ansias mi primer
traspié para hacerme trizas,
pero no importa, defenderé
mi convocatoria que va desde
la experiencia milenaria de las
cuevas de Piquimachay (Aya-
cucho) y Lauricocha (Huánu-
co), hasta la pétrea fortaleza de
los recintos poco conocidos de
Waqrapukara, en la provincia
cusqueña de Acobamba.
Piquimachay, restos óseos
de animales extintos e instru-
mentos líticos hechos por el
hombre 20.000 años atrás;
Lauricocha, pinturas rupes-
tres, huesos de animales y
restos humanos que datan de
más de 10.000 años. Waqra-
pukara, andenes, plazas y es-
pacios ceremoniales, dinteles
de triple jamba, arquitectura
qanchi e inca, también visiones
panorámicas que develan un
territorio sinuoso, agreste,
hermosamente complicado.
Piquimachay, una oquedad
“—‡•‡ƒ„”‡ƒŽϐ‹ƒŽ†‡—ƒ’‡-
diente, una parada en la ruta
hacia Quinua, con sus artesa-
nos, con su obelisco erigido en
la Pampa de Ayacucho, donde
se peleó por la libertad del con-
tinente. Lauricocha, la cueva
y la laguna de aguas azuladas
provenientes de los glaciares
de la cordillera de Raura. Wa-
qrapukara, caminata agota-
dora, ir y volver para buscar
vicuñas y recorrer el circuito
de las cuatro lagunas.
Vamos bien o al menos eso
creo. Con los críticos nunca se
De Caral a Machu Picchu
◗ Machu Picchu es la
máxima expresión
arqueológica del país,
razón por la que se le
considera una de las
siete maravillas del
mundo moderno.
◗ Turismo: Por su gran
legado arqueológico,
el Perú se presenta al
mundo como un destino
de historia y cultura.
◗ El Perú es considerado
uno de los focos de la
Más a allá de
Saqsaywamán,
Machu Picchu
y Pisac, el Perú
es un país
con mucho
pasado por
‘desenterrar’.
sabe. Siempre están inconfor-
mes y seguro que ya murmu-
ran que son mis favoritos o
que los tres se encuentran en
zonas de altura y que estoy
desdeñando a los complejos
costeros y a aquellos que se
erigen rodeados de verdor.
Se equivocan. Mi selección
es descentralizada e incluye
a la Ciudad Sagrada de Caral
(Barranca, Lima), la primera
civilización andina; al cercano
oráculo de Pachacamac, con su
Lo Nuestro El Peruano 5
civilización humana.
◗ Hallazgos como el
del Señor de Sipán o la
Señora de Cao causan
impacto internacional.
Sucede lo mismo con la
información en torno a
la civilización Caral.
◗ Además de las ciuda-
des y templos prehispá-
nicos, llaman la atención
de los turistas foráneos
los caminos antiguos:
wari e inca.
estupendo museo de sitio; a
Sechín con sus paredes graba-
das con guerreros o sacerdotes
rodeados de cuerpos seccio-
nados; a la arquitectura inca
de Tambo Colorado en Pisco;
a Cahuachi en Nasca, el cen-
tro ceremonial de adobe más
grande del mundo.
Potencial arqueológico
Como les va quedando el ojo.
Somos potencia arqueológi-
ca, pero a veces no nos damos
cuenta y desdeñamos nuestro
pasado histórico. Son ruinas,
decimos con indiferencia,
ruinas que se saquean, ruinas
que se destruyen a pesar de
ser declaradas patrimonio de
la Nación. Y por eso, medio en
broma, medio en serio, juego
a seleccionador, pero un mal
seleccionador porque sigo sin
completar mi histórico equipo.
Qué más. Las Manos Cru-
zadas de Huánuco, Wari en
Ayacucho, la capital del pri-
mer imperio de esta parte del
continente, las necrópolis de
Sillustani y Cutimbo en Puno,
los petroglifos de Toro Muer-
to en Arequipa, la imponente
Kuélap en Chachapoyas, la
parcialmente investigada Cho-
quequirao, la Casa del Cóndor
–Kuntur Wasi– en Cajamarca,
y, claro, como no, Cha Chan, El
Brujo, las huacas del Sol y de la
Luna (La Libertad) y la Huaca
Rajada en Lambayeque.
Un equipo ganador. Una
selección en el que varias
estrellas –Huánuco Pampa,
Vilcashuamán, Cerro Baúl en
Moquegua, Rupac en Huaral,
los sarcófagos de Karajía en
Amazonas, entre otros– se
han quedado afuera de este
grupo, quizá porque cuando
era un escolar de pantalón plo-
mo y camisa blanca, no tomé
la decisión de convertirme en
arqueólogo. Me hice periodista
para bien o para mal. Eso, us-
ted lo decide. O