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Concepto de Argumentación Jurídica

Hemos de entender por argumentación jurídica al conjunto de


razonamientos de índole jurídico que sirven para demostrar,
justificar, persuadir o refutar alguna proposición que va
encaminada a la obtención de un resultado favorable a favor del
litigante y su cliente o para la resolución de un caso controvertido
por parte del juzgador o tribunal de determinada causa.
Tipos de argumentación Jurídica

Habrá que distinguir primeramente entre la argumentación que


llevan a cabo los jueces y aquella que es propia de los abogados
litigantes, así tenemos:
X

 Argumentación por parte del Juzgador:

Esta argumentación es llevada a cabo por el juez o tribunal


(según sea el caso y la instancia) que conoce de la causa en
determinada materia, su trascendencia se traduce en la
resolución que tome dicho tribunal o juez.

 Argumentación por parte de abogado litigante:

Este tipo de argumentación es aquella que desarrollara el


abogado de la causa ante juez o tribunal que este conociendo
de la misma, para esto el abogado habrá de valerse de sus
habilidades como buen orador, así como de sus herramientas de
tipo lingüístico para poder obtener una resolución o sentencia
favorable.
Importancia y utilidad de la argumentación Jurídica dentro de la
práctica forense jurídica

La argumentación jurídica, es uno de los pilares más


importantes dentro de la práctica forense jurídica debido a que sin
ella no sería lógico y mucho menos posible llevar a cabo una
defensa adecuada por parte de los juristas y emitir una adecuada
sentencia por parte de los juzgadores.

Es sin duda fundamental que tanto el estudio como la aplicación


de la argumentación dentro de la práctica jurídica este
encaminada a una constante mejora por parte de todos aquellos
que estamos inmersos en el ámbito jurídico como operadores del
derecho y que además se encuentre siempre basada tanto en la
lógica, como en una buena retorica que ya habrán de demostrar y
definir quién es quién en la contienda judicial.
BIBLIOGRAFÍA:

 Cárdenas, Gracia, Jaime, “La argumentación como


Derecho” serie doctrina Jurídica, núm. 210, México, UNAM,
IIJ, Segunda reimpresión, 2007.
 Iturralde Sesma, Victoria, “Aplicación del Derecho y
justificación de la decisión Judicial” Valencia, 2004.
 Nieto, Alejandro, “El arbitrio Judicial”, Madrid, Ariel, Derecho,
2000.
 Perelman, Ch, “La lógica Jurídica y la nueva retórica”,
traducción de Luis Diez Picazo, Madrid, Editorial Civitas,
1988.

Importancia de la argumentación jurídica


27 septiembre, 2010

IMPORTANCIA DE LA ARGUMENTACIÓN JURÍDICA

¿Por qué argumentar jurídicamente?

La argumentación, parafraseando a Atienza[1], contribuye a que los juristas sean más conscientes de
su propio quehacer, esto es, dentro de una faceta descriptiva de la argumentación. Así mismo, una
perspectiva prescriptiva nos lleva a concluir cómo deberían decidir los jueces en los casos difíciles. Pero
¿qué se argumenta? Según el maestro español, significa exponer las premisas, normativas o no, de una
inferencia práctica, es decir, de un razonamiento cuya conclusión es una norma. Nos dice, también, que
no es posible estudiar la argumentación jurídica aisladamente, sin ninguna atención a la razón práctica,
así como que la argumentación jurídica nos va servir para resolver conflictos de envergadura compleja.
Y en efecto, prevemos que es así. Los casos sencillos no nos van a exigir más allá de la aplicación de la
subsunción como procedimiento de resolución directa.

Lo anterior implica que si el caso puesto en nuestro conocimiento no es complejo, bastará que hallemos
la solución al conflicto en el sentido previsiblemente literal de la norma jurídica. Pero, ¿qué sucede si un
problema jurídico está caracterizado por la concurrencia de numerosas premisas factuales y si llegan a
concurrir muchas normas jurídicas para resolver el conflicto? Es aquí, según Atienza, donde tiene lugar
la intervención y utilidad de la teoría de la argumentación jurídica para definir, de otra forma, cuáles han
de ser las herramientas conceptuales más idóneas para dar solución al conflicto. El juez deberá así
acudir a las herramientas estándares del razonamiento jurídico para hallar la solución al conflicto.

El producto de estos estándares no se resume sino en una argumentación suficiente, válida e idónea
que ya no necesita solo del concurso de los abogados en la formulación de la pretensión, sino que va a
requerir medir todas las destrezas y fuerzas del juez para hallar una solución equilibrada, justa y
razonable al problema. Debemos valorar aquí el rol que cumple el abogado en atención a que, si el
mismo materializa su deber de formular ordenadamente su pretensión, si desarrolla una capacidad
argumentativa que no solo recurra al esquema persuasivo, sino al mapa conceptual del conocimiento
suficiente y profundo de los hechos, entonces la tarea motivadora del juez se beneficia enormemente,
dado que ante una argumentación insoslayablemente buena, y sobre todo fundamentada en el derecho
y la prueba aportada, no le queda al decisor racional sino conceder tutela respecto de la pretensión
propuesta.

La argumentación del juez y la del defensor

Es conveniente diferenciar, conforme señala Guastini[2], que en tanto la intervención del abogado
respecto a la solución del conflicto es de valoración, elección y decisión, y fundamentalmente de
persuasión, la tarea del juez difiere por cuanto representa una actividad de conocimiento.

En efecto, el abogado valorará la dimensión de solución del problema de su patrocinado desde la óptica
de atender a la defensa de la posición de su cliente, a lo cual debemos agregar que ello es
razonablemente legítimo. A su turno, el abogado deberá construir la argumentación que va a sustentar
mejor la posición de su cliente y de seguro, propiamente no resulte razonable invocar las razones que
desmerecen su defensa. Finalmente, la tarea del defensor es también de decisión dado que deberá
proyectar una posible solución al problema de su defendido desde la perspectiva de cuál es la mejor
solución aplicable al caso.

Distinto es, en cierto modo, el rol que concierne al juez, a quien le compete básicamente una actividad
de conocimiento en la medida que sin perjuicio de lo importante que pueda resultar la actividad
persuasiva del abogado, al decisor racional le corresponde un estudio imparcial y detallado de las
pruebas aportadas así como de la procedencia de la pretensión.

Toda actividad de conocimiento, la cual podemos también entender como averiguar el verdadero
significado de las leyes, se aleja de una actitud valorativa per se. Los jueces, sin embargo, en cierto
modo hacemos una valoración de los argumentos concurrentes para la solución del problema, mas ella
se encuentra racionalmente guiada por una actitud imparcial, muy distinta al interés del abogado por
poner de manifiesto los intereses que conciernen más a la opción de su cliente.

A modo de conclusión

Resulta esencial que el juez desarrolle una labor de examen del problema sobre la base de que su
decisión en modo alguno podrá implicar una conducta parcial hacia una de las partes y si acaso decidiere
que una de ellas tuviere la razón y encontrare consistencia respecto de sus argumentos, entonces deberá
justificar idóneamente por qué adoptó esa posición. Argumentar significa entonces brindar buenas
razones y es sobre ellas que se produce la legitimación de la delicada función de impartir justicia.

Edwin Figueroa Gutarra

Juez Superior Sala Constitucional Lambayeque


Profesor USMP filial Chiclayo

https://edwinfigueroag.wordpress.com/2010/09/27/importancia-de-la-argumentacion-juridica/

Las defensas planteadas en un caso penal generalmente se dividen en dos categorías: usted no cometió el
crimen o usted cometió el crimen, pero no debe ser considerado responsable.

Defensas basadas en una declaración de inocencia


La defensa más poderosa cuando no cometió el crimen es el establecimiento de una sólida coartada. Con
una coartada, usted tiene testimonios de testigos oculares o evidencia documental, como recibos de
hotel, restaurante, etc, que justifican que estuvo en otro lugar en el momento de la realización del
crimen.

Incluso si usted no tiene evidencia documental o testimonial directa que le absuelva, puede utilizar
evidencia circunstancial en su defensa. La evidencia circunstancial solicita al jurado que haga una
deducción razonable de todas las pruebas que justifican que no pudo haber cometido el crimen.

Los tribunales también aceptan testimonios sobre su persona, pero este tipo de evidencia es altamente
subjetiva.

Defensas basadas en el reconocimiento de que usted cometió el crimen


A pesar de que usted admita que cometió la acción prohibida por la ley, puede tener derecho a la
absolución basada en ciertas defensas:

 Justificación: Esta defensa admite el acto, pero sostiene que usted tenía una justificación legal
para realizar la acción. Los argumentos típicos incluyen la defensa propia, la de los demás y la
necesidad de defender su casa o propiedad de los intrusos. Ante las justificaciones de
autodefensa, los tribunales normalmente se preguntarán si respondió a la amenaza con una
fuerza razonable.
 Excusa: Esta defensa refleja habitualmente una falta de capacidad legal, es decir, que usted no
entendía que lo que estaba haciendo era ilegal. Los tipos de defensas que caen bajo esta
categoría incluyen la locura, la edad, la incompetencia mental, la intoxicación involuntaria, la
coacción o cualquier otro caso de disminución de la capacidad.

Defensas procesales
También puede pedirle al tribunal que lo absuelva si los agentes de la ley o los fiscales han violado sus
derechos durante el proceso penal. Ejemplos incluyen inducción al crimen, doble incumplimiento,
conducta inapropiada del fiscal, manipulación de jurado, procesamiento selectivo (discriminación racial)
y violación de cualquiera de sus derechos constitucionales.

Social Share

Las defensas planteadas en un caso penal generalmente se dividen en dos categorías: usted no cometió el
crimen o usted cometió el crimen, pero no debe ser considerado responsable.

Defensas basadas en una declaración de inocencia


La defensa más poderosa cuando no cometió el crimen es el establecimiento de una sólida coartada. Con
una coartada, usted tiene testimonios de testigos oculares o evidencia documental, como recibos de
hotel, restaurante, etc, que justifican que estuvo en otro lugar en el momento de la realización del
crimen.

Incluso si usted no tiene evidencia documental o testimonial directa que le absuelva, puede utilizar
evidencia circunstancial en su defensa. La evidencia circunstancial solicita al jurado que haga una
deducción razonable de todas las pruebas que justifican que no pudo haber cometido el crimen.

Los tribunales también aceptan testimonios sobre su persona, pero este tipo de evidencia es altamente
subjetiva.

Defensas basadas en el reconocimiento de que usted cometió el crimen


A pesar de que usted admita que cometió la acción prohibida por la ley, puede tener derecho a la
absolución basada en ciertas defensas:

 Justificación: Esta defensa admite el acto, pero sostiene que usted tenía una justificación legal
para realizar la acción. Los argumentos típicos incluyen la defensa propia, la de los demás y la
necesidad de defender su casa o propiedad de los intrusos. Ante las justificaciones de
autodefensa, los tribunales normalmente se preguntarán si respondió a la amenaza con una
fuerza razonable.
 Excusa: Esta defensa refleja habitualmente una falta de capacidad legal, es decir, que usted no
entendía que lo que estaba haciendo era ilegal. Los tipos de defensas que caen bajo esta
categoría incluyen la locura, la edad, la incompetencia mental, la intoxicación involuntaria, la
coacción o cualquier otro caso de disminución de la capacidad.

Defensas procesales
También puede pedirle al tribunal que lo absuelva si los agentes de la ley o los fiscales han violado sus
derechos durante el proceso penal. Ejemplos incluyen inducción al crimen, doble incumplimiento,
conducta inapropiada del fiscal, manipulación de jurado, procesamiento selectivo (discriminación racial)
y violación de cualquiera de sus derechos constitucionales.

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¿Cómo puede el abogado elaborar la
argumentación del informe oral?
Tras un detenido estudio del asunto, la preparación del informe constituye un ejercicio
de reflexión estratégica, ya que cuando encaramos esta fase debemos sopesar todo el
material estudiado con el fin de plantear la estrategia más acorde con nuestras
pretensiones. Ya sabemos cuáles son los hechos; incluso disponemos de una idea
aproximada de cómo se va a desarrollar la prueba; también sabemos las normas
jurídicas, doctrina y jurisprudencia aplicables al caso.

Con estos antecedentes, en el post de hoy vamos a examinar con detalle una opción
para la elaboración del informe oral en lo que atañe a la argumentación, o lo
que es lo mismo, la fase en la que los abogados fundamentan las ideas centrales de
su discurso a través de un ordenado examen crítico de las pruebas y la aplicación de la
ley, doctrina y jurisprudencia, con el fin de sostener la validez de los hechos que se
hicieron durante la fase de la narración, todo ello con el fin de persuadir y convencer al
auditorio.
Dicho esto, hemos de comenzar afirmando que la elaboración del informe oral no
sigue unas reglas fijas, existiendo múltiples opciones, puesto que como afirma el
refrán «cada maestrillo tiene su librillo». Aquí es esencial el aprendizaje obtenido a
través de la práctica que nos da la experiencia. En esta materia, soy de la opinión de
que cada método será válido si con él el abogado se siente cómodo y
seguro para preparar la exposición. Por lo tanto, si bien podemos dar algunas
ideas a modo de consejo, su eficacia dependerá del provecho que pueda extraerle cada
uno.
La primera idea que hemos de transmitir reside en que la elaboración del informe va
de la mano del estudio del asunto, puesto que a través de esta fase, el abogado
puede ir obteniendo la información necesaria para la preparación del informe. Sólo a
través del conocimiento del asunto, podremos organizar correctamente las ideas,
puesto que de eso se trata, de sistematizar y organizar las ideas esenciales del
caso en cuestión.
La lectura de los documentos rectores y fundamentales del asunto es
indispensable para comenzar a elaborar el informe. Demanda y contestación; denuncia
o querella y declaraciones; demanda laboral, etc., constituyen documentos cuya
detenida lectura nos permitirá extraer sin dificultades los argumentos claves de
ambas partes. La obtención de tales argumentos se encontrará recogida de forma
expresa en dichos escritos o, en su caso, podremos intuirla gracias a esa habilidad que
disponemos los abogados para saber donde se encuentran los elementos esenciales del
debate. Una vez dispongamos de los mismos, deberán sistematizarse a través del
correspondiente esquema, cuya finalidad será ilustrarnos de forma rápida sobre los
argumentos que ambas partes sostienen.

Ya disponemos de los argumentos, pero somos conscientes de que estos se


encuentran formados o tienen su origen por hechos cuya prueba será esencial para la
estimación de los mismos. Nuevamente, espigaremos entre los escritos rectores y el
resto de la documental obrante (por ejemplo, declaraciones de imputados, testigos,
etc.) y relacionaremos los hechos vinculados de una u otra forma a los
argumentos (normalmente, disponemos de estos hechos al haberlos localizado
durante la elaboración de la narración del informe)Utilizando el mismo esquema,
enlazaremos los hechos con cada uno de los argumentos.

Normalmente, en esta fase es conveniente centrarse en los hechos que sustentan


argumentos propios y que constituyen el objeto principal de nuestro trabajo,
dejando para el final el trabajo asociado a los argumentos contrarios.
Ahora, una vez que disponemos de los argumentos y los hechos que los conforman, el
siguiente paso es determinar la valoración de la prueba que va a acreditar los
hechos y, finalmente, sustentar los argumentos. Esta fase es muy delicada, ya
que al no haberse celebrado el juicio oral, desconocemos el resultado de la prueba. No
obstante, podemos intuir el resultado de parte de la misma, especialmente la que
hemos propuesto, si bien, insisto, nos enfrentaremos a otra prueba cuyo resultado
desconocemos.
Con esta advertencia, trataremos de determinar que prueba, adecuadamente
valorada, podrá evidenciar cada uno de los hechos y/o sustentar cada
argumento. Las valoraciones dudosas o probables también pueden incluirse, si bien
deberemos ser cautelosos sobre su eficacia futura durante el procedimiento.
Nuevamente, siguiendo el esquema anterior, asociaremos cada prueba a los hechos y
argumentos.

Para completar el esquema, y en relación con la parte adversa, podemos realizar el


mismo proceso argumentos/hechos/prueba.

Una vez concluido el esquema, disponiendo de todos y cada uno de los elementos
necesarios para defender el caso y exponerlo oralmente, es cuestión de elaborar el
informe oral por escrito, siguiendo las reglas de división del informe que hemos
examinado en nuestro post
Concluir recordando que esto no es más que una opción, y que el proceso que se siga
dependerá del estilo y experiencia de cada abogado. No obstante, en ocasiones, poner
por escrito la estructura de nuestra forma de trabajar puede ayudarnos a tener una
visión más completa y eficaz de nuestro trabajo. Espero que pueda serviros de ayuda.

Encuentra este y otros artículos del autor en su página web y conoce sus
obras en la página e-autor.
http://www.legaltoday.com/blogs/gestion-del-despacho/blog-manual-interno-de-gestion/como-
puede-el-abogado-elaborar-la-argumentacion-del-informe-oral

otro pdf
file:///C:/Users/raval/Downloads/4579-11469-1-PB.pdf

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