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El Cóndor y el caracol.

EL Cóndor vanidoso se levanta diciendo al humilde caracol:


¿Ves esa montaña tan alta como el Sol?
Es una montaña andina y hasta su propia cima tan solo sube
un Cóndor como yo.
El Caracol que casi ni veía la cumbre que el Cóndor le enseñó
quedó se pensativo y al cabo le expreso:
” Suba su majestad que yo le sigo y algún día a la cumbre llegaré”
Batió sus alas el ave y al cabo posó se altivo en la cima andina
Mientras que el Caracol a paso lento quiso subir la montaña de los
andes.
Ya el Cóndor arriba se encontraba en lo alto de la cima se hallaba;
Pasaron los días y el Caracol no aparecía; pasaron los meses,
pasaron
los años y el pobre Caracol n
i se veía.
Un día mientras el Cóndor se paseaba de una colina a otra en una de
ellas detuvo se cansado mas cual fue su asombro:
Un último esfuerzo el Caracol hacia y a la cumbre subía!!!!!
Como has llegado hasta aquí vil atrevido? Dijo el Cóndor impaciente
Y el Caracol contestó orgullosamente:
Subiendo, arrastrándome valientemente ¿Ves mi cuerpo?
Están marcadas una por una las huellas del camino,
mientras tu Cóndor muy cómodo te hallabas yo dando tropezones
persistía
y a la cumbre subía, subí perdí el aliento, caí al fondo del abismo
oscuro;
y aquí me tienes, tú ya no eres el rey de las alturas;
hay unos que suben arrastrándose sobre piedras duras, unos vuelan
como tú, otros corren, otros saltan y otros se arrastran como yo,
Sin embargo compañero:
TODOS SUBEN TODOS SUBEN COMPAÑERO Y una voz de lo alto
sono diciendo:
“Bienaventurados los Caracoles!!! Bienaventurados los que viven en
pleno espíritu, viven sin cobardía, lanzan los ideales con las almas
valerosas de hidalguía. Bienaventurados los que viven
inteligentemente sin dudas ni recelos, la libertad excelsa de las almas
buenas, rompiendo el servilismo de todas las cadenas con las alas
tendidas a los Cielos con las alas tendidas a las alturas.”

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