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CATEDRA:
CATEDRÁTICO:
ALUMNO:
ENFOQUE ESTRUCTURALISTA
Este método surge en Estados Unidos alrededor de los años 40, con la 2ª Guerra
Mundial. También fue llamado "Army Method". Se basa en la ideología conductista.
Este método para el aprendizaje de idiomas es similar el método directo. Al igual que el
método directo, el Método Audio-Lingual aconseja que los estudiantes usen un lenguaje
directo, sin necesidad de utilizar la lengua materna para explicar nuevas palabras o la
gramática de la lengua extranjera. Sin embargo a diferencia del método directo, el
Método Audio-lingual no se centró en la enseñanza de vocabulario.
Hay una serie de principios por los que se rige este método:
-Mímica, memorización y ejercicios de patrón son las técnicas que se utilizan con mayor
frecuencia.
5. Completar: los estudiantes oyen una frase que está incompleta por una palabra. Ellos
repiten la frase completándola.
10. Interrogación: Dos frases separadas son integradas en una sola frase
11. Réplica: los estudiantes hacen una réplica apropiada de una frase dada.
Método situacional:
Surge en Gran Bretaña en 1930 y aún sigue usándose hoy en día. Se basa en
procedimientos orales, y emplea diversos contextos situacionales para presentar las
nuevas palabras y estructuras. La actividad principal del aula se basa en la práctica oral
a través de situaciones concebidas para ello. Considera que es esencial conocer la
estructura del idioma para poder hablar dando prioridad a lo oral antes que a lo escrito.
Los objetivos son los siguientes:
Método audiovisual:
Éste método fue desarrollado en Francia a partir de 1954. Da prioridad al lenguaje oral
antes que al escrito. La lengua oral es siempre presentada acompañada de una imagen
que la represente.
- La explicación de cada imagen o dibujo sirve para la comprensión del sentido y la toma
de conciencia de las estructuras presentadas.
SIGNIFICADO Y SIGNIFICANTE
Significante
Habiendo visto una breve definición de cada uno de ambos conceptos, puede resultar
sencillo observar la principal diferencia entre significante y significado. Sin embargo hay
que tener en cuenta que en realidad estamos entre dos conceptos que si bien hacen
referencia a aspectos diferentes, precisan el uno del otro para existir.
Sin significante no podríamos hacer referencia a algo, mientras que sin significado las
palabras o elementos que forman el significante carecerían de utilidad alguna.
Y es que mientras el significante hace referencia a la forma de denominar o hacer
referencia a un algo determinado, el significado hace referencia al concepto, objeto o
ente al que pretendemos referirnos con el significante.
Otra diferencia que se puede comentar respecto ha significado y significante es su
naturaleza: el significado es un constructor, una idea que representa una realidad pero
que en sí no tiene ningún componente físico aunque el concepto sí haga referencia a él.
Por otro lado el significante es puramente físico, siendo la representación expresada de
dicho concepto a través de un elemento simbólico como la palabra.
La relación entre significante y significado tiende a ser desigual: si bien un mismo
significante puede hacer referencia a diferentes conceptos en función de la situación, la
intencionalidad o el contexto en que se produzca, por norma general observamos que
lo más frecuente es que un mismo significado tenga múltiples significantes que hagan
referencia a él. Estaríamos hablando de polisemia en el primero de los casos y de
sinonimia en el segundo.
Otra posible diferencia, que hemos mencionado en la explicación previa, tiene que ver
con su relativa invariabilidad temporal.
Y es que el significado detrás de un significante, por norma general y debido al hecho de
que es una idea, tiende a permanecer relativamente estable (aunque puede haber
cambios en función del entendimiento que se tenga del concepto en sí) a través del
tiempo.
Sin embargo, el lenguaje evoluciona y fluye a gran velocidad, naciendo y muriendo
diferentes maneras de expresar lo mismo. De este modo, los significantes que hacen
referencia a un significado tienden a variar según evoluciona la manera de expresarse,
siendo bastante más inestables.
Además de los anteriores, podemos encontrar otra diferencia en lo que se refiere a las
variaciones existentes en función de la cultura o la localización. Así, un mismo concepto
tendrá en diferentes países y en diferentes lenguas maneras muy diferentes de
expresarse. Aunque en este sentido cabe tener también gran precaución, porque no
solo el significante puede variar: un mismo concepto puede ser interpretado de maneras
muy distintas. Por ejemplo el amor, el valor, la lealtad, la familia o el trabajo pueden
tener connotaciones muy diversas en función de la cultura.
Asimismo, es incluso puede no existir un concepto concreto en determinadas culturas,
algo que imposibilita la comprensión de vocablos vinculados a ello. Esto no significa, sin
embargo, que no sea posible llegar a generar la comprensión de un concepto o
significado a través de significantes vinculados a otros significados cercanos.
El proceso de diálogo en el cual se basa crea condiciones para apoyar a las personas en
sus esfuerzos por re-imaginar sus vidas, sus circunstancias, sus relaciones y crear e
implementar nuevas opciones que les permitan manejarse creativamente con dilemas
evolutivos, problemas, conflictos, desafíos y experiencias de crisis.
A partir de ese momento, las clases de idiomas dejaron de dedicarse a repetir frases y
estructuras gramaticales mediante ejercicios después de recibir la explicación de las
correspondientes reglas. Comenzaron a ser espacios comunicativos en los que lo
importante no es tanto cómo se dice sino el comunicarse. No quiere decir que no haya
que conocer las normas gramaticales, sino que lo prioritario no es escribir o decir frases
correctas, sino saber comunicarse, aunque en algún momento se haga con errores. De
este modo, el error es un estadio inevitable por el que todo alumno tiene que pasar para
poder aprender a comunicarse correctamente.
Los actos comunicativos que se realicen en el aula deberán ser lo más verídicos posibles
y próximos a su realidad cotidiana. Los inputs, las muestras de español con las que se
trabaje, deberán ser en la medida de lo posible textos auténticos, tanto escritos como
orales. Sin olvidar que se debe introducir siempre el componente extralingüístico de la
comunicación: los gestos, el contacto físico y visual, la distancia entre los
interlocutores... Para esto es importante introducir el aspecto sociocultural de la
lengua, la llamada cultura no formal o con minúsculas, según hemos visto en el módulo
1. De esto modo, conseguiremos trabajar la competencia intercultural al tiempo que se
trabaja la lengua. Es decir, la competencia lingüística o gramatical no es suficiente para
expresarse y comprender una lengua si el usuario no posee al mismo tiempo
una competencia pragmática. Por tanto, tan importante será la adquisición del sistema
o el código de una lengua como el uso que de ese sistema se haga en una situación
determinada de forma que dicho uso resulte adecuado a la situación de comunicación.