¿Cuáles son los factores más importantes en el desarrollo de la
personalidad en un adolescente? Douglas E. Herazo. A.
El desarrollo de la personalidad es un proceso que se lleva a cabo a lo largo de la
vida y que es marcado por distintos factores en las diferentes etapas de esta, desde la primera infancia hasta la adultez hay una apropiación de conceptos que permiten a la persona avanzar e ir creciendo. No obstante, la adolescencia es un periodo en el cual este paso toma un papel transcendental ya que es aquí donde se forman pensamientos superiores capaces de distinguir entre lo realmente importante y lo que vendría siendo algo secundario. Pero, antes de llegar a esto todo adolescente debe pasar por la creación de autoconcepto con base a unos determinantes, tener autoestima y, sobre todo, la adquisición de una identidad personal, son estas fases las que encaminarán al joven y le permitirán hacer planes y proyectos a mediano y largo plazo bajo su propio criterio personal. Sin embargo, hay algunos elementos a tomar en cuenta, de los cuales iremos hablando y desarrollando a lo largo de este escrito con el fin de identificar los más importantes dentro del desarrollo de la personalidad. En primer lugar, encontramos el autoconcepto que es el pensamiento que se tiene de sí mismo, basado en las experiencias que se tienen con los demás. Entonces, el primer factor que encontramos dentro de este, es el contexto familiar y social, que son una fuente determinante ya que, aunque muchos crean que este surge solo de la percepción propia, la realidad es que se ve influenciada por la manera de crianza de los padres y las relaciones con sus hermanos, compañeros e iguales. Cantera et al. (2011) afirma que: “La familia aporta reproducción de los modelos sociales, socialización y apoyo emocional y se irá paulatinamente adaptando a los diferentes miembros de la familia a medida que estos van cambiando. De esta manera, la amplia red de interacciones personales desarrollada en el seno familiar y la calidad de las mismas aportarán un referente muy importante para la consolidación del autoconcepto personal durante la adolescencia” De ahí que, identifiquemos como primer factor fundamental el contexto familiar, ya que el concepto propio forma parte primordial en la creación de un autoconcepto. Pero, también Cardenal (1999) señala que el autoconcepto es el resultado de la interacción con el ambiente y, particularmente, como el resultado de la interacción valorativa con los demás. Explicando entonces, que las relaciones sociales son de igual importancia para la creación del mismo. En segundo lugar, Rosenberg (1979) dice que un adolescente que valora positivamente sus acciones es una persona que está satisfecha del tipo de persona que es y, por tanto, le lleva a tener una autovaloración positiva. Esto para referirse a la autoestima un factor que encontramos en esta fase es la individualidad y variabilidad del individuo frente a la construcción de una alta estima. Cantero et al. (2011) dentro de su libro psicología del desarrollo humano, habla que la autoestima, al igual que el autoconcepto, se considera múltiple y diversa. La autoestima se manifiesta en cada persona en sus diferentes dominios. Así es normal, ver en la adolescencia temprana como el sujeto manifiesta diferentes grados de autoestima en las distintas dimensiones: la escolar, la familiar y en el grupo de sus iguales, la relacionada con su imagen física. Lo que deja claro, que aún no podemos decir que sólo las personas con aspecto físico como el que es catalogado hermoso socialmente poseen alta autoestima, pues esta radica más bien la importancia que dé, el sujeto ya que para este puede importar más la opinión de los demás o sus notas académicas. Esto claramente debe ser controlado ya que el énfasis excesivo en uno de estos podría desencadenar un desinterés absoluto en las otras dimensiones que tienen igual importancia. En tercer lugar, ubicamos los valores y principios dentro de la adquisición de la identidad, sabemos que estos aspectos definen en gran manera lo que somos pues en esto se basan nuestros pensamientos y nuestras acciones. La actuación individual será, en consecuencia, la expresión de sentimientos de acuerdo a una particular forma de ordenar los valores personales, y esta última será la expresión de la identidad (García y Goeneche, 2009). Es por esto, que dentro del desarrollo de la personalidad es necesario definirlos y concretarlos. En definitiva, hay tres factores importantes dentro del desarrollo de la personalidad de un adolescente. Por un lado, está el contexto familiar y social al que este pertenece ya que ayudan a formar el autoconcepto que es la percepción que se tiene de sí mismo. Después, ubicamos la variabilidad de la autoestima en las diferentes dimensiones, según la preferencia del individuo, que nos aclara que para todos no es importante las mismas cosas y que debe tomarse en cuenta y prestarse atención para comprender a los jóvenes. Luego, los valores y principios que ayudan a la definición de una identidad, permite a la vez, que la persona pueda identificarse. Estos aspectos transcendentales, se van desarrollando desde la adolescencia temprana, media y tardía e incluso hasta la adultez.