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Para esto, Juan Delval hace una consideración sobre el carácter social del hombre,
la perspectiva del mundo y los distintos campos del desarrollo social, tratando de
explicar cómo es ese proceso de representación del mundo en los niños.
Delval menciona dos líneas de trabajo sobre el estudio de las representaciones del
mundo. Por una parte, están los estudios sobre las llamadas representaciones
sociales, aquí se habla de trabajos realizados con adultos, y en los que se subraya
más que el aspecto constructivo, el aspecto social de la representación. La otra
línea de trabajos son los estudios sobre las concepciones espontáneas de los
sujetos acerca de problemas científicos, que se ha visto impulsada en época
reciente por los investigadores de la educación científica, al comprobarse que las
ideas de los niños (y de muchos adultos) sobre problemas científicos no coinciden
con las teorías científicas actuales ni con lo que se enseña en las escuelas.
Es preciso conocer los campos del conocimiento social, los cuales según Shantz
(1982) son cuatro:
En esta instancia, como lo menciona Delval “la representación del mundo social no
se obtiene ya hecha, sino que cada individuo tiene que elaborarla en un trabajo en
muchos aspectos solitario, aunque necesitando de los demás, hay pues una
dialéctica entre lo individual y lo social que hace que se fructifiquen mutuamente”,
(P.255).
Entonces, los niños necesitan de los demás para obtener de ellos informaciones,
algunos conocimientos de la realidad en la que viven, explicaciones y nociones,
pero toda esa información que reciben es desorganizada, confusa, desordenada,
por lo tanto, se hace necesario realizar un trabajo individual para lograr organizar
todos esos datos sueltos, lo cual lleva a la elaboración de representaciones de todo
lo que le rodea. Por esto, mucho antes de que se le expliquen algunos aspectos de
la vida social como la economía, la política, los fenómenos naturales, entre otras, el
individuo ya tiene sus propias representaciones de éstas.
En este sentido. Delval resalta que todo este sistema de representación del mundo
social está constituido por tres tipos de elementos: las normas o reglas, los valores
y las nociones. Las reglas son esenciales para la vida social, ya que regulan las
relaciones entre los individuos; desde el nacimiento hay un sometimiento a reglas
de todo tipo, algunas solo buscan proteger, otras con el fin de conseguir algo, y
algunas gobiernan las relaciones con los demás, que serían las normas sociales.
Además de adquirir reglas y los valores sociales, el niño empieza a reflexionar sobre
ellas, y a buscar explicaciones sobre el por qué se deben hacer ciertas cosas o
porque son así las cosas. Estas normas y valores son obtenidos por el sujeto de
manera pasiva, pues las reciben de cierta manera ya hechas. Con las nociones no
pasa lo mismo, ya que es el mismo individuo el que las va elaborando por su cuenta
de una manera mucho más lenta y compleja. A su vez, las nociones inciden sobre
la organización de normas y valores, ya cuando el individuo tiene una mayor
comprensión, le da un nuevo sentido a esas normas y valores, permitiendo
reflexionar sobre ellos, haciendo posible ya el acercamiento a lo que era más
alejado para él, lo cual indica que su representación del mundo social es mucho
más preciso y elaborado.
Los niños son llevados a la escuela porque son reconocidos como seres sociales,
que necesitan interactuar con otros para adquirir nuevos aprendizajes desde la
socialización. Se sabe que la principal función de la escuela es acompañar al sujeto
en la socialización secundaria para que este pueda insertarse a la sociedad.
Cuando el niño empieza su vida escolar su mundo se amplia, tanto en reglas,
valores y nociones, pues para poder vivir con los demás debe seguir algunas
normas como no pegarle al compañero, compartir, respetar al otro, entre muchas
otras, las cuales van interiorizando poco a poco. También en la escuela adquiere
los valores sociales y morales, los cuales le indican que acciones son buenas, en
este caso deseadas, y cuáles no. Con todo esto el niño va adquiriendo sus propias
nociones del mundo y empieza a preguntarse por todo, porque está en la necesidad
de quererlo saber todo, por eso preguntan constantemente por todo lo que les
rodea, por qué son así las cosas, por què no puede pegarle al otro, por qué no
puede jugar con algunos objetos, etc. A partir de estos interrogantes, los adultos o
el medio les proporciona alguna información, la cual el niño toma y organiza,
creando así sus propias representaciones.
Es aquí donde se evidencia que las representaciones que los niños construyen son
muy diferentes a las de los adultos, y que además son sujetos activos en este
proceso, y que no incorporan todo tal cual se los ofrece el medio o los demás, sino
que hay una construcción del sujeto de manera individual.
Así pues, los niños llegan a la escuela ya con una representación del mundo en el
que viven, y la escuela es uno de los medios que le permite al niño una mayor
comprensión de las cosas, de la sociedad, donde van haciendo modificaciones y se
van acercando mucho más al conocimiento de lo social y de lo propiamente social.