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Jesús Atonatiuh Chavarría Rodríguez

Licenciatura en Humanidades
Introducción a la Historia del Arte en México

El papel recíproco del arte y la construcción de la identidad mexicana

La identidad del mexicano ha sido un aspecto muy inestable a lo largo de la Historia de la

nación. Si bien, es cierto que se han buscado muchos momentos históricos hacía los cuales

enfocarse para lograr una unidad en la identidad, siempre ha existido cierta confusión entre

los habitantes de este país. Es precisamente este aspecto de desconcierto, el que ha sido en

ocasiones apaciguado por el arte, pero en otros momentos todo lo contrario. Y así mismo,

ha sido la búsqueda de la identidad en oros momentos lo que ha llevado a producir cierto

tipo de arte.

Luis Villoro define a la identidad en primera instancia como lo que distingue a una

sociedad de otra, ya sea en espacio (región, clima, amplitud, etc.) o en tiempo (respecto a

los mitos fundacionales de tal sociedad y las memorias históricas. Sin embargo, este autor

también nos habla de un segundo momento de identidad, el cual tiene que ver con la

representación que se da uno mismo de sí. Y tal representación viene inmersa de imágenes

tanto del ideal que uno tiene de sí mismo como de las imágenes que se representan a partir

de aspectos foráneos.

Las dos formas de identidad, una más superficial y la otra más profunda, están ampliamente

ligadas a los aspectos artísticos que sirven para definir la identidad mexicana. Si bien, sería

una tarea imposible describir toda la historia artística mexicana en este ensayo, es preciso
recordar ciertos momentos que han difuminado la identidad o unificado más tal aspecto de

la sociedad.

En mi opinión, en las civilizaciones prehispánicas, había una identidad más unificada

debido a los mitos fundacionales que ellos tenían en común y a las relaciones que se daban

entre cada una de estas civilizaciones. Es por ello que la mayoría de las producciones

artísticas de estas antiguas civilizaciones suelen tener elementos parecidos; ya sea en lo que

representan, en los materiales o en el fin que tuvieron estas producciones, se encuentra una

unificación más fuerte respecto a la que se da después de la conquista por parte de los

españoles, y por consiguiente en el periodo de la colonia.

Respecto al momento de la colonia, existió una gran cantidad de destrucción artística por

parte de los conquistadores, pero al llegar al México independiente se puede percibir una

clara manía por tratar de definir y construir una nueva identidad utilizando elementos

europeos en el arte mexicano. Escuelas como la de San Carlos serían de gran importancia

para transmitir las técnicas y temas en la pintura y escultura mexicanas, por lo cual se

dejara de lado el papel antiguo de las civilizaciones prehispánicas en este periodo. Estos

actos significan un nuevo reto respecto a definir qué era lo mexicano, ya que la intromisión

de elementos europeos, no solo artísticos sino en toda forma de vida, vienen a establecer un

desconcierto entre la identidad de las personas de México.

Es hasta finales del México independiente cuando se vuelve a pensar en una unión entre

los caracteres prehispánicos y los nuevos aspectos europeos que conformen una nueva

identidad Mexicana. Esto fue más evidente en el periodo posrevolucionario, pues al igual

que se quería un nuevo camino para México, se buscaba una nueva identidad que abarcara

todos los matices. En este momento surgen personajes confusos como lo fueron la china
poblana y el charro, quienes a pesar de tener ciertas características de otros países buscaban

integrar elementos del folklor e historia mexicana, esto con el fin de una búsqueda de la

identidad.

También, la búsqueda de la identidad se vio reflejada en el arte en la década de los

noventa. La unión de muchos elementos de otros países pero integrando lo que aún podía

ser “originario mexicano” fue muy recurrente. Es por eso que la arquitectura se vio influida

de temas históricos en murales pero uniendo las innovaciones estructurales que en otros

países se habían llevado a cabo. Las esculturas así mismo, tenían temas de luchas contra

otras naciones, al mismo tiempo que daban una importancia a la conservación de la

producción artística prehispánica dentro de la construcción museos. La pintura resurgió con

temas regionales y técnicas claramente extranjeras. En este momento el arte significo la

gran unificación, o el intento de unificar todos estos aspectos. Dando así tal vez una

identidad al extranjero que realmente no llego a ser completamente asimilada por los

habitantes, debido a los diversos componentes que la componían. Es así como hoy en día

seguramente muchos extranjeros tengan una imagen distinta de nuestra identidad a la que

los habitantes mexicanos tienen, pero finalmente nosotros también utilizamos ciertos

aspectos de esa imagen para legar al ideal que nos proponemos.

Es verdad que la identidad del mexicano es confusa y cambiante, esto debido a todos los

procesos históricos de esta nación. Si bien algunos pueden establecer que el arte ha definido

nuestra identidad, muchas veces es la búsqueda de la identidad lo que ha definido el arte. Y

es esta reciprocidad entre estos dos aspectos lo que al fin y al cabo define y unifica la gran

cantidad de imágenes en las que el mexicano se representa, una identidad cambiante pero al

final aún identidad mexicana.


Referencias

Villoro, L. (1998). Estado Plural: Pluralidad de Culturas. México: Paídos/UNAM.

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