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SENAAR

Senaar, Sinar o Shinaar (ʃɪ.nɑʔɑr; en hebreo, ‫ ִׁשנְ עָ ר‬Šinʻar; Septuaginta en griego antiguo, Σεννααρ
Sennaar) es la palabra hebrea que se aplica a la llanura aluvial situada en el valle formado por el
Tigris y el Éufrates esto es, la Mesopotamia.

BIBLIA

En el Libro de Génesis 10:10, se dice que las "cabeceras del reino" de Nimrod, Babel, Erec, Acad y
Calne, eran ciudades situadas "en la tierra de Sinar". El versículo Génesis 11:2 señala la llanura de
Sinar como el sitio donde se reunieron descendientes de Noé y construyeron la Torre de Babel.

En Génesis 14:1,9, el rey Amrafel gobierna Sinar, que se menciona además en Josué 7:21; Isaías
11:11; Daniel 1:2; y Zacarías 5:11, como sinónimo general de Babilonia.

LITERATURA HEBREA

El Libro de los Jubileos 9:3, asigna Sinar (o, en el texto etíope, Sadna Sena'or) a Ashur, hijo de
Sem. Jubileos 10:20 afirma que la Torre de Babel fue construida con betún del mar de Sinar.

Según la historia hebrea fue la tierra donde escogieron asentarse las familias que migraron desde
las montañas de Ararat y sus inmediaciones después del Diluvio Universal.

CONTEXTO GEOGRÁFICO

Artículo principal: Mesopotamia

Se trata de una llanura aluvial que depende enteramente de los ríos que la conforman para dar
vida a su flora y fauna.

Historia

Artículo principal: Historia de Mesopotamia

Las primeras poblaciones de que se tiene noticia cierta son los sumerios, que dieron nombre a este
país, llamado en los registros antiguos tierra de Súmer. Aquí florecieron las primeras ciudades de
que se tenga noticia, como, por ejemplo, Kadingira (conocida mejor como Babilonia), Sippar, Kish,
Borsippa, Uruk, Ur, Eridú, etc.

Posteriormente, ciertas poblaciones semitas, a las que se suele denominar acadios (por la
posterior ciudad de Akkad que dio nombre a la región septentrional de la Baja Mesopotamia o tierra
de Senaar), se hicieron preponderantes en la región y llegaron a fundar, con Sargón I de Akkad, el
primer Imperio semita de que se tenga memoria.

La tierra de Senaar o súmer, quedó dividida en dos regiones: el territorio de Akkad, al norte, y el
territorio de Sumeria al sur, pasando la línea divisoria aproximadamente a la altura de la ciudad de
Nippur.

POBLAMIENTO DE AMÉRICA
El estrecho de Bering separa América de Asia. La teoría más aceptada indica que por allí entraron
los primeros hombres que llegaron a América.

Mapa de América que muestra los sitios anteriores a la cultura de Clovis.

El poblamiento de América es el proceso de dispersión de la especie humana en el continente


americano. Los estudios científicos afirman que los seres humanos no son originarios de América,
y está claro que fue poblada por humanos provenientes de otros lugares. La evidencia
paleoantropológica apoya la hipótesis según la cual los primeros pobladores de América procedían
de Siberia, el extremo noreste de Asia. Desde el punto de vista de la teoría del poblamiento tardío,
los paleoamericanos entraron en el continente durante la última glaciación, cuando fue posible el
paso hacia el Nuevo Mundo a través de Beringia (el istmo que actualmente está ocupado por el
estrecho de Bering). Esto sucedió entre 15 000 y 14 000 años a. C. Por otro lado, la teoría del
poblamiento temprano afirma que los humanos llegaron a América mucho antes, y está basada en
el descubrimiento de restos cuya datación por carbono 14 da una antigüedad mayor que 14 000
años a. C. A la investigación paleoantropológica se suma la información genética, que ha servido
para reforzar algunas conjeturas sobre el origen de los americanos. Se estima que la mayor parte
de los indígenas americanos son descendientes de un grupo proveniente del noreste o del oriente
de Asia. Los pueblos de habla na-dené son descendientes de una segunda ola migratoria que se
estableció en el norte de América, mientras que los esquimales llegaron al continente en un flujo
migratorio más reciente.1 Después de que los paleoamericanos entrasen en el continente, el paso
de Beringia fue cubierto nuevamente por el mar, de modo que quedaron aislados por tierra del
resto de la humanidad. Salvo la ininterrumpida comunicación entre esquimales y paleoesquimales
de Alaska y Siberia y el caso de unos breves asentamientos vikingos en América, en la costa de
Canadá y Groenlandia, no hay pruebas concluyentes que respalden un contacto transoceánico
entre la América precolombina y el resto del mundo. Tras el contacto colombino se plantearon
variadas conjeturas para explicar el origen de los indígenas americanos, por ejemplo, recurriendo
al mito de la Atlántida o de las tribus perdidas de Israel. El avance de la investigación científica
permitió demostrar que no había relación material entre el origen de los amerindios y esas
creencias, por lo que esas antiguas hipótesis quedaron descartadas.

EVOLUCIÓN DE LAS HIPÓTESIS

RELATOS INDÍGENAS

Desde antes de 1492 las culturas aborígenes de las Américas construyeron tanto mitos de origen,
como relatos de migraciones2 y acontecimientos históricos, diferentes entre una y otra cultura. Las
culturas mesoamericanas consideraban que la presencia humana en el continente americano era
muy anterior al que suponían los europeos. La civilización maya tenía registros históricos escritos
desde antes del comienzo de nuestra era, siendo los más antiguos conservados los de "San
Bartolo", 300 a.C., y manejaban una referencia como "tiempo cero" a agosto de 3114 a. C.3 Otras
culturas, como la zapoteca, tenía registros escritos que se remontan actualmente al año 500 a. C.
Por mucho tiempo, la decadencia de civilizaciones puntuales y más aún la ruptura político-cultural
que significó la entrada de los europeos discontinuó el conocimiento de esas fuentes
mesoamericanas; la ciencia occidental ignoró la existencia o el significado de este tipo de registros
hasta el siglo XX.

POLÉMICA EUROPEA

Los europeos intentaron buscar explicaciones para el origen de los seres humanos con los que se
estaban encontrando. Alejo Venegas opinó que provenían de navegantes cartagineses. Agustín de
Zárate consideró que los indígenas podían haber llegado pasando por la Atlántida, antes de que se
hundiera según los relatos de Platón.4 Sin embargo, la mayoría de las primeras explicaciones
fueron religiosas, por ejemplo varios autores europeos pensaron que los pobladores de América
provenían de las tribus perdidas de Israel.3 El sacerdote Miguel Cabello Valboa, malagueño,
consideró que los aborígenes americanos descendían del patriarca Ofir (Génesis 10:29) e identificó
América con el reino de ese nombre, rico en oro, mencionado en la Biblia (1Reyes 9:28).5 La idea
de situar Ofir en las Antillas fue sugerida por Cristobal Colón,6 apareció como nota la margen en la
edición de 1540 de Robert Estienne de la Biblia y fue expuesta, entre otros, por Pedro Mártir de
Anglería en 1526.7 La identificación de Ofir con el Perú fue sustentada por el teólogo español
Benito Arias Montano en 15728 y por el erudito Johannes Goropius Becanus en 1580.9 El
naturalista y sacerdote jesuita José de Acosta fue el primero en abordar científicamente el
poblamiento de América a partir de los descubrimientos geográficos que indicaban que la distancia
entre Asia y América por el norte es pequeña y los dos continentes están separados apenas por un
brazo de mar. Acosta descartó explícitamente la hipótesis sobre el paso por el continente perdido
de la Atlántida y añadió además que las tierras desconocidas donde según el Apocalipsis de
Esdras fueron llevadas las tribus cautivas de Israel, «no tienen mayor relación con América que la
encantada y fabulosa Atlántida».10 Acosta demostró que no solamente seres humanos transitaron
entre los dos continentes, sino también varias especies animales.

Continuando con una visión científica, Fray Gregorio García hizo una detallada exposición de las
diferentes hipótesis conocidas sobre el poblamiento de América, por tierra o por mar. Para él, los
indígenas provenían de Asia, de China o Tartaria, dadas las semejanzas físicas entre los
habitantes de unos y otro continente.11 En contraste, en 1650, James Ussher estableció ―basado
en la Biblia― que las tribus perdidas abandonaron Israel en el año 721 a. C. y, sobre esa base, la
cultura europea sostuvo que América había sido poblada alrededor del año 500 a. C. También
tratando de apoyarse en la Biblia, el sacerdote sevillano Diego Andrés Rocha, que vivió desde niño
en el Perú, expuso la teoría según la cual el continente americano fue poblado por descendientes
de Túbal (hijo de Jafet, Génesis 10:2-5), una parte de los cuales habría poblado España, otra parte
la Atlántida y la otra a través de esa hipotética isla, antes de que se hundiera, habría llegado a
América. Rocha complementó su teoría con la comparación entre la actitud de los conquistadores
españoles y la de Moisés.12

Charles Abbott

En 1876, Charles Abbott, un médico estadounidense, encontró unas herramientas de piedra en su


granja de Delaware. Debido a las características toscas de los instrumentos, pensó que podrían
pertenecer a los antepasados remotos de las culturas indígenas modernas. Debido a ello, consultó
con un geólogo de Harvard, quien estimó en 10 000 años de antigüedad la grava que se
encontraba alrededor del hallazgo. Abbott sostuvo entonces que se trataba de un asentamiento
humano del Pleistoceno, es decir, muchos miles de años más antiguo de lo que establecían las
teorías bíblicas dominantes. La teoría de Abbott fue rechazada por las jerarquías cristianas por
oponerse a la Biblia y por la comunidad científica organizada por el Instituto Smithsoniano por no
cumplir con los estándares científicos que exigía. Entre los científicos que rechazaron la hipótesis
de Abbott se encontraban Aleš Hrdlička y William Henry Holmes. En la actualidad se ha
comprobado que Abbott tenía razón en muchas de sus hipótesis y la granja ha sido declarada
Monumento Histórico Nacional.

EL DESCUBRIMIENTO DEL YACIMIENTO DE FOLSOM


En 1908, George McJunkin encontró unos enormes huesos en un barranco de la aldea Folsom,
Nuevo México. McJunkin, un esclavo liberado por la Guerra Civil estadounidense, era geólogo,
astrónomo, naturalista e historiador aficionado y durante años intentó llamar la atención de los
vecinos de Folsom sobre la probable antigüedad de los huesos.13 En 1926, cuatro años después
de la muerte de McJunkin, el director del Museo de Historia Natural de Colorado, Jesse D. Figgins,
se enteró del lugar y descubrió varias puntas de flecha de un estilo muy refinado que luego
volverían a encontrarse en Clovis y otros yacimientos. Una de ellas estaba incrustada en la tierra
que rodeaba al hueso de un ejemplar de bisonte extinto miles de años atrás.13 Figgins llevó las
puntas de lanza a Washington DC para enseñárselas a Aleš Hrdlička, en el Instituto Smithsoniano,
quien si bien lo trató cortésmente y le sugirió una serie de reglas metódicas para el caso de nuevos
descubrimientos, se mantuvo sumamente escéptico y consideró hasta el fin de su vida que Folsom
no constituía una prueba concluyente de que América hubiera estado poblada durante el
Pleistoceno.14 En agosto de 1927, el equipo de Figgins encontró una punta de lanza ubicada entre
dos costillas de bisonte. Figgins envió un telegrama y tres científicos viajaron para ser testigos del
hecho, e informar de la seriedad del hallazgo. En ese momento, la comunidad científica
estadounidense comenzó a aceptar la importancia del yacimiento de Folsom.15 Han sido datados
en 10 285 años AP.1617

EL DESCUBRIMIENTO DE LA CULTURA CLOVIS

ARTÍCULO PRINCIPAL: CULTURA CLOVIS

LA TÍPICA PUNTA CLOVIS.

En 1929, Ridgely Whiteman, un joven indígena de 19 años que venía siguiendo las investigaciones
que se estaban realizando en la cercana localidad de Folsom, escribió una carta al Instituto
Smithsoniano sobre una serie de huesos que había encontrado en la aldea de Clovis (en el estado
de Nuevo México). En 1932, una excavación realizada por un equipo dirigido por Edgar Billings
Howard, de la Universidad de Pensilvania, confirmó que se trataba de un asentamiento indígena
durante el Pleistoceno y verificó el tipo especial de punta de flecha que sería conocida como
«punta Clovis». Al ser descubierta la datación por carbono 14, en 1949, el método fue aplicado en
los yacimientos de Clovis, resultando en antigüedades que oscilaban entre el año 10 900 y el 11
500 a. C.18

La datación por radiocarbono determinó los años 9500 a 8900 a. C. y tras una revisión se corrigió a
9050 a 8800 a. C. 19 Desde la década de 1930 y, sobre todo, desde la confirmación de las fechas
por el método del carbono 14, la comunidad científica estadounidense organizada alrededor del
Instituto Smithsoniano aceptó que la cultura Clovis era la más antigua de América y que estaba
directamente relacionada con la llegada de los primeros hombres. Esto se conoció como
«consenso Clovis» y tuvo gran aceptación mundial hasta fines del siglo XX. El consenso Clovis fue
la base de la teoría del poblamiento tardío de América.

Hrdlička y la teoría del ingreso desde Siberia cruzando el estrecho de Bering

Joven inuit de la Beringia moderna.

En 1937, Aleš Hrdlička, retomando un argumento de Samuel Haven,20 sostuvo que el ser humano
había ingresado a América por Alaska, proveniente de Siberia, Asia, cruzando el estrecho de
Bering. Algunas publicaciones le atribuyen erróneamente a Hrdlička haber postulado la teoría más
moderna, aquella que señala que el hombre cruzó caminando por una zona llamada puente de
Beringia formado a raíz del descenso del nivel de las aguas del estrecho de Bering, durante el
último período glacial. Si bien Hrdlička nunca se pronunció expresamente sobre la fecha de llegada
del hombre al continente americano, rechazó sistemáticamente las pruebas que proponían la
existencia de paleoindios y sostenía que, a diferencia de Europa, no existían rastros en América
que permitieran hablar de presencia humana durante el Pleistoceno (entre 1 800 000 y 10 000
años AP), en tiempos de la última glaciación. De hecho, Hrdlička consentía la creencia del Instituto
Smithsoniano, representada por William Henry Holmes, que sostenía que los primeros habitantes
de América habían ingresado en un pasado reciente, imprecisamente estimada en unos pocos
siglos.

Teoría del poblamiento por el puente de Bering, el corredor libre de hielo y el Consenso Clovis

Evolución del puente de Beringia.

Ruta del poblamiento de América según el Consenso de Clovis.

Mapa de las migraciones humanas fuera de África, versión de Naruya Saitou y Masatoshi Nei
(2002) del Instituto Nacional de la Genética del Japón21 que coincide con la versión de Göran
Burenhult (2000).22

Se encuentra plenamente probado que durante la última glaciación, la Glaciación de Würm o


Wisconsin, la concentración de hielo en los continentes hizo descender el nivel de los océanos en
unos 120 metros. Este descenso hizo que en varios puntos del planeta se crearan conexiones
terrestres, como por ejemplo Australia-Tasmania con Nueva Guinea; Filipinas e Indonesia; Japón y
Corea. Uno de esos lugares fue Beringia, nombre que recibe la región que comparten Asia y
América, en la zona en que ambos continentes están en contacto. Debido a que el estrecho de
Bering, que separa Asia de América, tiene una profundidad de entre 30 y 50 metros, el descenso
de las aguas dejó al descubierto un amplio territorio que alcanzó 1500 kilómetros de ancho uniendo
las tierras de Siberia y Alaska, hace aproximadamente 40 000 años.

Existía en esa época un puente terrestre entre Asia y Alaska, que surgió cuando los glaciares
del último período glaciar estaban en su máximo nivel, acopiando millones de toneladas de
precipitación que normalmente habrían ido a los océanos. La falta de esa agua redujo el nivel del
mar de Bering más de 90 metros, suficientes para convertir las zonas bajas del estrecho en un
puente de tierra que unía los dos continentes.

Su primera formación sucedió aproximadamente 40 000 años AP, manteniéndose unos 4000 años.
Su segunda formación se produjo aproximadamente 25 000 años AP, permaneciendo hasta
aproximadamente 11 000-10 500 AP (Scott A. Elias)23 cuando volvió a subir el nivel de las aguas
al final de la glaciación, inundando gran parte del territorio y separando Asia de América por el
estrecho de Bering. El dato más importante para establecer una teoría migratoria durante la última
glaciación es el hecho de que Canadá estaba completamente cubierta de hielo durante la última
glaciación, invadida por dos gigantescas placas: la Placa de Hielo Laurentina y la Placa de Hielo de
la Cordillera. Esto hacía imposible la entrada al continente más allá de Beringia. Apareció entonces
la teoría del «corredor libre de hielo» (ice-free corridor, en inglés). Según esta teoría, en los
instantes finales de la última glaciación, comenzaron a derretirse los bordes en contacto de las dos
grandes placas de hielo que cubrían Canadá, abriendo un corredor libre de hielo de unos 25 km de
ancho, que seguía, primero el valle del río Yukón y luego el borde este de las Montañas Rocallosas
por el corredor del río Mackenzie.24 Los científicos que sostienen la teoría estiman que esto
ocurrió en el 14 000 años AP,25 aunque otros cuestionan la fecha y afirman que no pudo haber
sucedido hasta 11 000 años AP, invalidando así la posibilidad que quienes originaron las culturas
de Folsom y Clovis usaran esa ruta, ya que estas ya existían en esta última fecha.24 Una vez
abierto el corredor, los seres humanos que estaban en Beringia pudieron avanzar hacia el interior
de América y dirigirse al sur. La teoría ha sido ampliamente aceptada como parte integrante del
Consenso de Clovis, pero no hay evidencias directas que prueben el paso de seres humanos por
ese corredor.25 El primero en proponer la posibilidad de ese corredor fue el geólogo canadiense
W. A. Johnston en 1933, y quien acuñó el término «corredor libre de hielo» fue Ernst Antevs, en
1935.26 A partir de esos datos cronológicos, se desarrolló entonces una teoría migratoria
sosteniendo que las tribus asiáticas que habían penetrado en Beringia, permanecieron allí varios
miles de años hasta que, poco antes de finalizar la última glaciación (10 000 AP) y de que el
puente de Beringia se inundara, se formara un estrecho corredor libre de hielo que les permitió
dirigirse al sur. Esta teoría se articuló con los descubrimientos de la cultura Clovis que databan del
año 13 500 AP para concluir que había sido integrada por los primeros migrantes que ingresaron
por el puente de Beringia, de la que a su vez habrían descendido todas las demás culturas
indoamericanas. El primero en componer un posible modelo migratorio de asiáticos hacia América
a través de Beringia fue Caleb Vance Haynes en un artículo publicado en la revista Science en
1964.27 Esta explicación, conocida actualmente como teoría del poblamiento tardío o «consenso
Clovis», fue aceptada en forma generalizada durante la mayor parte de la segunda mitad del siglo
XX. Más recientemente se ha fortalecido la posibilidad de que los pobladores de América
provenientes de Beringia utilizaran una ruta alternativa hacia el sur bordeando la costa.28 Debido
al descenso del nivel del océano esa posible ruta se encontraba al oeste de la actual costa
norteamericana y en el presente está cubierta por las aguas del océano Pacífico, complicando los
estudios arqueológicos. En 2003, un estudio submarino encontró una herramienta de piedra de una
antigüedad del 8000 a. C. a una profundidad de 53 metros.29

LA CRISIS DEL CONSENSO CLOVIS

A partir de las últimas décadas del siglo XX, las teorías combinadas que constituyen el consenso
de Clovis o teoría del poblamiento tardío ―antigüedad, lugar de ingreso, rutas migratorias, etc.―
entraron en crisis. En primer lugar, se ha cuestionado la antigüedad de la llegada del hombre a
América. La postura Clovis first sostiene que la misma no pudo ser anterior a 14000 AP y que
clovis fue la primera cultura americana. Esta postura es congruente con las glaciaciones
periódicas, pues antes de esa época, Canadá estaba cubierto por hielo y era imposible toda
circulación desde el puente de Beringia hacia el sur. Alex Krieger propuso desde 1956 y
documentó desde 1964 la existencia de poblaciones americanas anteriores a la cultura Clovis, que
no fabricaron las puntas de proyectil características de Clovis.3031 Su teoría basada en sus visitas
a importantes sitios arqueológicos en México y América del Sur, puede considerarse precursora de
la actual teoría del poblamiento temprano de las Américas. Aunque cada vez existen más
evidencias que sugieren la presencia humana en América anterior a 14 000 AP, la mayor parte de
ellas habían sido descartadas por la comunidad científica y por los defensores de la teoría del
poblamiento tardío, al considerar «inconsistentes» los hallazgos, o argumentando contaminación
de los yacimientos por factores extrahumanos ―como en el caso de los descubrimientos de
Lorena Mirambell en Tlapacoya (México) o Niède Guidon en Pedra Furada (Brasil)―. Sin embargo,
en contraste con la encontrada en estos yacimientos arqueológicos mencionados anteriormente, la
evidencia descubierta en el yacimiento de Monte Verde (Chile) por Tom Dillehay es
incontrovertible, al ser fechado oficialmente uno de los yacimientos investigados en 14 800 años
AP (Monte Verde I).32 Esta fecha fue aceptada por la comunidad científica en 1997, cuando Monte
Verde fue visitado por una delegación de los más importantes investigadores del mundo, entre los
que se encontraba Calbot Vance Haynes, el más importante defensor de la teoría del poblamiento
tardío. La delegación concluyó, aunque con algunas reticencias, que Monte Verde I es real. Por su
antigüedad mayor al año tope del consenso Clovis, su ubicación en el otro extremo del continente,
y la ausencia de similitudes con la cultura Clovis, el reconocimiento generalizado de Monte Verde
ha supuesto el fin de la teoría del poblamiento tardío como teoría hegemónica en la arqueología
del poblamiento de América y ha demostrado la verosimilitud de la datación del yacimiento
estadounidense de Meadowcroft Rockshelter de más de 16 000 años.

Por otra parte, una investigación de la Universidad de Copenhague publicada en 2016, sugiere que
el llamado corredor libre de hielo se convirtió en habitable para los humanos solo hace 12 600
años, esto es casi 1000 años después de la formación de la cultura Clovis, lo que significa que los
primeros americanos no pudieron penetrar en el continente desde Alaska por el corredor libre de
hielo canadiense, sino que tanto los grupos que desarrollaron la cultura Clovis, como también las
culturas pre-Clovis, tomaron la ruta costera del Pacífico.3334 Simultáneamente, se han producido
otros hallazgos arqueológicos y estudios genéticos, lingüísticos y geológicos que sugieren
múltiples teorías y complejas combinaciones sobre el verdadero origen, la época de la llegada y las
rutas seguidas para el poblamiento de América.

Una publicación de la Universidad Nacional de Tucumán en 2018 informa que un equipo de


arqueólogos tucumanos encontró en Antofagasta de la Sierra (Catamarca) la evidencia humana
más antigua que se conozca en el país y posiblemente las más arcaicas de América Latina. Con el
descubrimiento se dio un salto enorme porque los objetos encontrados tienen una antigüedad de
40.000 años. Los análisis, mediante los cuales se determinó la cantidad de años, fueron realizados
en dos laboratorios especializados de EEUU (Arizona y CAIS-UGA) por medio del método de
carbono 14.35

Nuevos hallazgos, nuevos estudios y nuevas teorías

El actual debate sobre la llegada del hombre a América se caracteriza por el apasionamiento que
muestran los científicos, la variedad de teorías y subteorías, los resultados contradictorios, la
cantidad de estudios y contra estudios y titulares llamativos en los periódicos. Para el público en
general se trata de un cuadro de gran confusión.

LAS INVESTIGACIONES GENÉTICAS

ARTÍCULO PRINCIPAL: HISTORIA GENÉTICA DE LOS INDÍGENAS DE AMÉRICA

Desde la década de 1980, la investigación genética de Goicoche Méndez ha ido ocupando un


papel cada vez más destacado en las ciencias sociales y, en particular, en las investigaciones
sobre población y ascendencias, disciplina que lleva el nombre de arqueología o antropología
genética. Los genetistas utilizan el ADN mitocondrial (ADNmt) para seguir el linaje femenino y el
cromosoma Y (ADN-Y) para seguir el linaje masculino.

Flechas prehistóricas amerindias, conservadas en Washington

En 1981, se estableció el mapa del ADN mitocondrial y, en 1990, Douglas C. Wallace determinó
que el 96,9% de los indígenas de América estaban agrupados en cuatro haplogrupos
mitocondriales (A, B, C, y D), lo que significa una notable homogeneidad genética.36
En 1994, James Neel y Douglas C. Wallace establecieron un método para calcular la velocidad
con que cambia el ADN mitocondrial. Ese método permitió fechar el origen del Homo sapiens, la
famosa Eva mitocondrial, entre 100 000 y 200 000 años AP37

y la salida de África entre 75 000 y 85 000 años atrás. Aplicando este método, Neel y Wallace
estimaron en 1994 que el primer grupo humano que ingresa en América lo hizo entre 22 414 y 29
545 años AP.38

En 1997, los brasileños Sandro L. Bonatto y Francisco M. Salzano aplicaron el método sobre el
haplogrupo A, casi completamente ausente de Siberia, y obtuvieron resultados que van de 33 000
a 43 000 años AP.39

Estos científicos sostienen que durante miles de años se estableció una gran población en el
puente de Beringia donde se diferenciaron genéticamente, y que es de esa población de la que
provienen los primeros migrantes hacia América.

El genetista argentino Néstor Oscar Bianchi analizó la herencia paterna en comunidades


indígenas sudamericanas y concluyó que hasta el 90% de los amerindios actuales derivan de un
único linaje paterno fundador que denominó DYS199T y que colonizó América desde Asia a través
de Beringia hace unos 22 000 años.40

Más recientemente, el genetista estadounidense Andrew Merriwether, de la Binghamton


University, quien perteneciera al equipo de Wallace, sostuvo que la evidencia genética sugiere que
América fue poblada mediante una sola población proveniente de Mongolia, como sostenía Aleš
Hrdlička. La razón de esto es que en Siberia los haplogrupos A y B casi no se encuentran
presentes, mientras que en Mongolia se encuentran los cuatro principales haplogrupos
indoamericanos (A, B, C y D), salvo el X.37

Merriwether destaca que los cuatro haplogrupos se encuentran presentes en toda América, pero
que dentro de ellos pueden localizarse mutaciones genéticas diferentes, según se trate de
indígenas de Sudamérica o Norteamérica. Esto sugeriría que, cuando ingresaron en América,
algunos grupos migraron rápidamente hacia Sudamérica, mientras que otros poblaron
Norteamérica y Centroamérica. A su vez, las mutaciones genéticas muestran migraciones entre
Sudamérica y el sur de Centroamérica (Panamá y Costa Rica), pero no más allá.37

En 2006, el equipo de Merriwether se encontraba estudiando si las poblaciones modernas de


amerindios eran descendientes de los pueblos antiguos que vivían en esos mismos lugares o se
trataba de nuevas migraciones que reemplazaron culturas más antiguas.

En 2007, un grupo de genetistas estimó que la salida de Beringia debió producirse siguiendo la
ruta costera del Pacífico, en un período que se inició hacia el 17 000-16 000 a. C. y terminó hacia
el 14 000-13 000 a. C. (o sea, hacia el final del último máximo glacial).41

En 2009, otro equipo de investigadores dató el poblamiento de América con una antigüedad de
15 000 años, basados en cálculos según el reloj mitocondrial aplicado a los linajes
mitocondriales.42

En 2013 se publicó un estudio donde sus autores defienden que la población nativa americana
desciende de ancestros tanto del este asiático como de la zona euroasiática. Se fundamentan en la
secuenciación del genoma de un individuo siberiano del alto paleolítico que posee características
comunes con la población nativa americana y que habría migrado a través de Asia mezclándose
con poblaciones de esta zona y llegando a América por el estrecho de Bering.

En 2014, el análisis del ADN mitocondrial del esqueleto de Naia, datado en el 10 900 a. C.
(encontrado en México, en un grupo de cuevas submarinas de Tulum), demostró un vínculo
genético entre los paleoamericanos y los modernos nativos americanos, ya que encontró que Naia
tenía el haplogrupo D1, exclusivo de los actuales amerindios, especialmente de América del Sur.43
Los investigadores consideran que su hallazgo es una prueba de que los primeros pobladores de
América llegaron provenientes de Siberia.44

También en 2014, un estudio del ADN de los restos humanos de un niño de hace 12.700 años,
la época Clovis, denominados Anzick-1, probó que estos restos están estrechamente relacionado
con grupos de nativos americanos de América Central y del Sur, pero no con las migraciones
posteriores de grupos de Canadá y el Ártico.45 Sus antepasados se separaron de los nativos
americanos del norte, que están genéticamente más cerca de los indígenas contemporáneos en el
este de América del Norte, hace aproximadamente 14.600 a 17.500 años. El ancestro común de
estos dos grupos se separó de los asiáticos orientales hace unos 25.000 años, según los estudios
científicos realizados secuenciando el genoma de restos humanos de Alaska que datan de hace
11.500 años de Alaska.46

Una investigación dirigido por David Reich, de Harvard, también encontró evidencia de una rápida
expansión desde el norte hacia Sudamérica, a la vez que estableció que la migración paleoindia
asociada con la cultura Clovis, presente en América del Sur, no fue la fuente principal para los
indígenas sudamericanos conemporáneos, ya que varos individuos antiguos derivan de linajes sin
afinidad específica con el genoma asociado a Clovis, y se evidencia un reemplazo de la población,
que comenzó hace al menos 9.000 años y fue seguido por una continuidad sustancial de la
población en múltiples regiones múltiples. Además, se estableció otra corriente migratoria, a partir
de una conexión entre un humano de 4.200 años en los Andes centrales y los antiguos habitantes
de las Islas del Canal frente a la costa de California.47

Estos estudios genéticos revelan que revelan que los primeros pobladores del continente se
movieron lejos rápidamente,48 y apoyan lo que los arqueólogos han sostenido durante mucho
tiempo, que América fue colonizada en varias oleadas de poblaciones que cruzaron el estrecho de
Bering desde Asia, siendo el más reciente el de Ártico y grupos canadienses. Se demuestra, a su
vez, que no hay conexión genética con los pobladores europeos del Paleolítico superior, de forma
que este estudio se muesta como un fuerte apoyo del origen asiático de la colonización
americana.45

LA ANTIGÜEDAD

La antigüedad del hombre en América está sometida a gran controversia científica. La fecha más
tardía es la que sostienen los defensores de la teoría del poblamiento tardío y está relacionada con
la cultura Clovis, que ha establecido sin dudas una presencia humana hace 13 500 años. Los
defensores de esta teoría sostienen que la fecha de ingreso al continente no pudo ser anterior al
14 000 AP porque fue en ese momento cuando se abrió el corredor libre siguiendo el río
Mackenzie a través del actual territorio canadiense. Esta hipótesis ha sido definitivamente
desmentida por la datación de Monte Verde I (Chile), de 14 800 años.32 A partir de ese piso
diversas investigaciones científicas han propuesto fechas muy diferentes, las cuales, sin embargo,
se encuentran bajo una fuerte controversia por no presentar evidencia sólida:

33 000 años (Monte Verde II, en Chile; según Bonatto-Salzano, 1997).


40 000 años (Cuenca del Valsequillo, en México).

48 000 años (Montalvania, en Brasil; según Shigueo Watanabe).

50 000 años (Topper, en Estados Unidos).

60 000 años (Cave, en Estados Unidos).

60 000 años (Pedra Furada, en Brasil).

La fecha más antigua propuesta hasta el momento ha sido publicada por los científicos brasileños
Maria da Conceição de M. C. Beltrão, Jacques Abulafia Danon y Francisco Antônio de Moraes
Accioli Doria, que sostienen haber hallado algunas herramientas de cuarcita en el yacimiento de
Toca da Esperança, un chopper, un guijarro con marcas de golpes y una lasca, que fueron datadas
en 295 000 a 204 000 años de antigüedad, lo que indicaría presencia humana anterior al homo
sapiens.49 En Calico, cerca de Barstow (estado de California), fueron hallados cerca de 4000
cantos y lascas de sílex presuntamente tallados y 6000 lascas desecho, con dataciones por
diferentes métodos que oscila entre los 135 000 y 202 000 años,50 aunque se ha generado un
fuerte debate entre quienes consideran que el material es producto de la mano del hombre51 y
quienes creen que son geofactos,52 resultado de meros accidentes de la naturaleza. En Old Crow,
en el extremo noroccidental de Canadá, se encontraron, un hueso de bisonte con una marca de
corte producida por humanos, que data de hace 72 000 años, así como otros huesos con
presuntas marcas de corte, en un estrato datado en más de 300 000 años.53 Para Maria Beltrão y
Rhoneds Aldora Perez, fue posible un poblamiento humano en América anterior al Homo sapiens,
hace más del 300 000 años durante la glaciación illinoiense, realizado por alguna variante del
Homo erectus, con una industria lítica de cantos y lascas.54 Sin embargo, no se han encontrado
fósiles humanos ni aportado otras pruebas que confirmen aquello.

¿AMÉRICA DEL SUR PRIMERO?

Uno de los elementos que ha llamado la atención de algunos investigadores es la profusión de


yacimientos de gran antigüedad en Sudamérica y la escasa cantidad de los mismos en
Norteamérica. El dato es llamativo, entre otras cosas, porque Estados Unidos y Canadá han
dedicado grandes recursos a investigar los yacimientos arqueológicos, a diferencia de lo que
sucede en el sur. No es probable que los yacimientos más antiguos del norte hayan quedado sin
descubrir. El dato es llamativo porque, si América fue poblada desde Siberia, los yacimientos más
antiguos deberían hallarse en el norte.55 Adicionalmente, algunos estudios han detectado entre los
paleoindios sudamericanos y norteamericanos diferencias de consideración en genes y fenotipos:
aquellos con rasgos más australoides, estos con rasgos más mongoloides. Estos elementos han
causado una creciente adhesión de algunos investigadores a la hipótesis de un poblamiento
autónomo de América del Sur, no proveniente de Norteamérica. Esta hipótesis se relaciona
estrechamente con la teoría del ingreso por la Antártida desde Australia.55

OTRAS TEORÍAS, OTRAS RUTAS POSIBLES PROPUESTAS

Otras teorías sugieren también otras rutas de migración del hombre hacia América; estas
probables rutas alternas son:
Península de Kamchatka (Siberia)-islas Aleutianas (océano Pacífico)-Península de Alaska
(Alaska)-Archipiélago Alexander-Isla de Vancouver. Procedencia asiática. Habrían utilizado
embarcaciones muy primitivas para el transporte y viaje.

Oceanía-Antártida-América del Sur. También habrían utilizado balsas. El antropólogo portugués


A. Mendes Correia, quien sostuvo esta hipótesis en 1928, descartó otras rutas de migración.

Melanesia-Polinesia-América. También habrían utilizado balsas primitivas. El antropólogo


francés Paul Rivet, quien planteó esta teoría en 1943, dijo que el hombre americano es de origen
multirracial, por lo que no negaba otra ruta de inmigración. Esto fue contrario a los planteamientos
de Aleš Hrdlička y Mendes Correia, quienes sostenían que la procedencia era de una sola raza.

Europa-Océano Atlántico-América. Remy Cottevieille-Giraudet documentó entre 1928 y 1931 la


hipótesis del origen europeo (Cro-Magnon) de los «pieles rojas» (algonquinos). En 1963, Emerson
Greenman planteó la ruta hipotética de la inmigración europea a América durante el paleolítico
superior y el origen europeo de los beotucos de Terranova. Bruce Bradley y Dennis Stanford
replantearon en 1999 la existencia de esa migración basados en las similitudes entre la industria
lítica solutrense, y la cultura Clovis, refrendados en las investigaciones de ADN mitocondrial
realizadas por Michael Brown. La teoría, conocida como la Solución solutrense, supone que
antiguos habitantes de Europa Occidental navegaron por el Atlántico de la era glacial,
desplazándose entre los hielos flotantes, de manera parecida a la de los esquimales, hasta
alcanzar la costa occidental de América del Norte.

En 1950, el español radicado en Argentina Salvador Canals Frau propuso la hipótesis de cuatro
grandes corrientes pobladoras: a pie por Beringia, navegando en canoas por las Islas Aleutianas,
navegando a través del océano Pacífico para desembarcar en Mesoamérica y navegando a través
del océano Pacífico para desembarcar en Sudamérica.56

Migración seguida de extinción: Bien podrían haber ocurrido una o varias migraciones hace 40
000 años o aún más antiguas, que hubieran dejado trazas aisladas de esta presencia, pero con el
resultado de que esos grupos se hubieran luego extinguido antes o contemporáneamente a
oleadas humanas posteriores. Respecto de esta razonable hipótesis no existen confirmaciones
concluyentes, aunque ciertamente ello en cierto sentido permitiría compatibilizar la diversidad de
teorías hasta ahora manejadas.

ALGUNAS CONCLUSIONES PROVISIONALES

Más allá de los debates en marcha y la gran cantidad de preguntas y contradicciones que se
presentan en el debate científico actual es posible realizar algunas conclusiones precarias:

Es altamente probable que el hombre americano primitivo proceda del continente asiático,
especialmente de las estepas siberianas o de la región del Sudeste asiático. Las semejanzas entre
grupos poblacionales asiáticos de esas regiones y la mayoría de los aborígenes americanos ha
sido objeto de análisis. De todos modos el hecho de que las dataciones de máxima antigüedad que
cuentan con consenso de la comunidad científica, Clovis (Estados Unidos, 12 900-13 500 AP) y
Monte Verde (Chile, 14 500 AP), se encuentren simultáneamente en América del Norte y en el
extremo sur de América del Sur impide sacar una conclusión definitiva sobre este punto. Sin
embargo, estas fechas son aún muy recientes frente a otras fechas datadas en diversos lugares de
América, que aún no cuentan con el consenso de la comunidad científica. Habrá que esperar que
estos estudios se consoliden. Por ejemplo, entre las numerosas cavernas del nordeste de Brasil se
encuentra una conocida como Toca do Boqueirāo da Pedra Furada, la cual cuenta con numerosas
evidencias de asentamiento primitivo como instrumentos líticos. Sin embargo, se encontraron otros
artefactos en cuarzo que son datados de hace 40 000 años. Semejante observación no es
aceptada fácilmente por otros estudiosos que dicen que los cuarzos difícilmente tienen formas
definidas que puedan ser consideradas manufactura y que no tiene sentido que los supuestos
habitantes de la caverna hubiesen preferido el cuarzo a la piedra abundante del lugar. Las
objeciones no restan los misterios que abre Pedra Furada y las excavaciones continúan. Pero aún
más al sur, en Chile, las excavaciones de Tom Dillehay y otros muchos arqueólogos en Monte
Verde revelan restos de comida e instrumentos que se datan de hace 12 000 e incluso 30 000
años. También Monte Verde es contestado por muchos como una de las más antiguas evidencias
humanas en América, pero son más contundentes que las que existen en el hemisferio boreal del
continente.57

Las culturas prehistóricas y las civilizaciones de América se desarrollaron de manera aislada al


resto del planeta.

La Revolución Neolítica americana es original y carece de toda relación con la que se produjo en
la Mesopotamia asiática.

El puente de Beringia desapareció hace 11 000 años (Scott A. Elias)23 y, con la excepción de
los esquimales, que mantuvieron ininterrumpidamente contactos comerciales marítimos de verano
entre Siberia y Alaska,58

y con Groenlandia, no hay pruebas contundentes que permitan concluir definitivamente que los
pueblos amerindios mantuvieron contactos con pueblos de otros continentes. Sin embargo, está
plenamente probado que en 982 los vikingos comenzaron la exploración de Groenlandia y Canadá
y, establecieron una aldea en L'Anse aux Meadows (isla de Terranova); pero su penetración en el
continente no fue significativa. Los científicos debaten varias evidencias del contacto de los
polinesios con los indígenas americanos.59 Otras hipótesis, como la llegada de los fenicios,
egipcios, griegos, hebreos, chinos y japoneses gracias a sus habilidades marítimas, siguen siendo
hipótesis de difícil demostración. Menos pruebas hay aún de una eventual presencia de amerindios
en los demás continentes.

EL ENCUENTRO DE DOS MUNDOS

Pasan 10 a 15 generaciones y los hombres primitivos se asientan en territorio americano. Fueron


estimulados por los abundantes recursos que iban encontrando cuanto más tierras conocían y,
cuando el peregrinaje iba avanzando cada vez más al sur, hallaban mejores condiciones climáticas
y mayores facilidades para la caza. Por otra parte, las condiciones en el «puente de Beringia»
habían cambiado. Se había hecho más pantanoso, por lo que su aventura fue un viaje sin retorno.

TIEMPO QUE DURÓ EL POBLAMIENTO

En el extremo sur de Chile, en la cueva Fell, se han encontrado herramientas y restos caza, de
hace unos 11 000 años. Si como fecha más temprana del inicio del poblamiento se consideran 36
000 años atrás y como fecha más tardía, 15 000 años, el poblamiento entre Alaska y la isla de
Tierra del Fuego puede haber tardado un máximo de 25 000 años y como mínimo 4000 años.

Ruta y cronología del primitivo poblamiento


Muchos grupos siguieron la ruta norte-sur, por el lado occidental del continente, por las vertientes
de las cordilleras y los valles intramontanos. Se han encontrado huellas humanas de avances en:

Los primeros pobladores de América llegaron en dos grupos y rutas distintas

Según revelan nuevos análisis genéticos, ambas oleadas habrían entrado al continente casi al
mismo tiempo, hace entre 15.000 y 17.000 años, y serían el orígen de casi todos los americanos
de hoy en día

Washington.(Agencias).- Los primeros humanos que llegaron a América hace entre 15.000 y
17.000 años, lo hicieron en dos grupos que siguieron rutas diferentes y dieron origen a casi toda la
población indígena, según revelan análisis genéticos de un estudio que la revista 'Current Biology'
explica en un artículo publicado hoy.

Los investigadores señalan que uno de los grupos siguió un recorrido por la costa del Pacífico ya
sin hielo mientras que el otro grupo tomó un corredor de tierra abierto entre dos placas de hielo que
les llevó a la región oriental de las Montañas Rocosas. Estos primeros pobladores
paleoamericanos darían lugar a prácticamente todas las poblaciones modernas.

Ruta 1: De norte a sur por la costa del Pacífico

Según el estudio, después de que la última glaciación alcanzara su punto máximo, hace de 15.000
a 17.000 años, un grupo entró a América del Norte desde Beringia y siguió la ruta libre de hielos a
lo largo de la costa del océano Pacífico hacia el sur.

Beringia es el nombre que los científicos dan a la masa de tierra que conectaba el nordeste de
Siberia con Alaska durante la glaciación más reciente.

LA ANTIGUA MESOPOTAMIA Y LA BIBLIA

Mesopotamia significa "la tierra entre los ríos".

En ella floreció la civilización más antigua del mundo. El nombre de sus dos ríos - Eufrates y Tigris
- se menciona en relación con el paraíso (Gén. 2:14), y su llanura de Sinar vio la edificación de la
primera ciudad y torre (Gén. 11:4), antepasados de tantas torres que sirvieron como templos en
tiempos posteriores. La arqueología confirma la antigüedad de la cultura de Mesopotamia.

En contraste con Egipto, la vasta tierra de Mesopotamia casi no tiene restos de monumentos sobre
el terreno. No hay templos ni pirámides, no hay esbeltos obeliscos, ni tumbas cavadas en la roca,
que contengan coloridas pinturas murales que inciten al turista moderno a visitar esta tierra de
cultura y conocimiento de la antigüedad.

Todas las ciudades de antaño están completamente destruidas y sus palacios y templos han
estado cubiertos por los escombros y la arena de muchos siglos.

Poderosas capitales, como Babilonia y Nínive, que una vez fueron las mayores ciudades de la
antigüedad, quedaron tan completamente destruidas y prácticamente raídas, que hasta su
ubicación fue olvidada.

Ciertamente, hace poco más de 200 años los pensadores podían preguntarse si alguna vez
existieron esas ciudades de las cuales tanto hablaba la Biblia y que también fueron mencionadas y
descritas por los autores clásicos.
Nínive puede servir para mostrar cómo habían sido completamente olvidadas esas ciudades, aun
en los tiempos antiguos.

Cuando Jenofonte con sus diez mil griegos pasó por las ruinas de aquella ciudad, en 401 AC, sólo
unos dos siglos después de su destrucción, no había nadie en aquella zona que pudiera darle el
nombre verdadero de la antigua ciudad. En realidad, se le dijo que aquella localidad una vez había
sido llamada "Mespila" y que había sido una ciudad de los medos.

El ateniense Luciano, escritor del siglo II de la era cristiana, exclamó: "Nínive está tan
completamente destruida, que nadie puede decir dónde se levantó una vez; no han quedado
rastros de ella".

Por lo tanto, a comienzos del siglo XIX era natural que los eruditos se preguntaran si era posible
que hubieran desaparecido completamente grandes ciudades. Decían que algunas grandes
ciudades pueden ser destruidas, pero no sin dejar rastros. Roma, Atenas, Tebas, Jerusalén y otras
ciudades han sido destruidas, pero nunca se perdió su ubicación y fueron reedificadas. Pero,
¿dónde está Nínive y dónde está la gran Babilonia de la antigüedad?

Ruta 2: Hasta las montañas Rocosas a través de un corredor de tierra

Otro grupo, según los investigadores, atravesó un corredor de tierra entre dos mantos de hielo y
llegó directamente a la región al este de las montañas Rocosas.

Los investigadores, entre ellos Antonio Salas, de la Unidad de Genética en el Instituto de Medicina
Legal de la Universidad de Santiago de Compostela (España), afirman que estos primeros
inmigrantes dieron origen a casi todos los grupos humanos en América del Norte, América Central
y América del Sur.

Las excepciones son los Na Dene y los esquimales de las Aleutianas en el norte de América según
estos científicos.

"Los datos más recientes obtenidos de pruebas arqueológicas y registros ambientales indican que
los humanos entraron a América desde Beringia hace más de 15.000 años y la dispersión ocurrió a
lo largo de la costa deshelada del Pacífico", señaló Antonio Torroni, de la Universidad de Pavia
(Italia), uno de los investigadores.

"Nuestro estudio revela una alternativa novedosa: dos sendas casi concomitantes de migración,
ambas desde Beringia y de 15.000 a 17.000 años atrás que llevaron a la dispersión de los
paleoindígenas, los primeros americanos".

Cuando Cristóbal Colón llegó a América en 1492 la población humana se extendía desde el
Estrecho de Bering a Tierra del Fuego. Estas poblaciones comprendían una extraordinaria
diversidad cultural y lingüística, lo cual ha sido motivo de amplio debate entre los expertos acerca
de los orígenes y relaciones de esos rasgos.

El equipo de Salas analizó el ácido desoxirribonucleico mitocondrial de dos haplogrupos raros, es


decir, tipos de mitocondria que comparten un ancestro maternal común.

La mitocondria es un componente celular que tiene su propio ADN y permite que los científicos
rastreen los ancestros y las migraciones porque pasa directamente de madre a hijo a lo largo de
las generaciones.
Los resultados de su trabajo muestran que el haplogrupo llamado D4h2 se extendió de Beringia a
las Américas a lo largo de la ruta costera del Pacífico, y llegó rápidamente a Tierra del Fuego.

El otro haplogrupo, X2a, se difundió casi al mismo tiempo a través del corredor libre de hielos entre
los mantos de hielo Lauréntido, al este de Canadá, y el Cordillerano, al oeste y se mantuvo
restringido en América del Norte.

SINAR A LA LUZ BIBLICA PORQUE ERA TAN IMPORTANTE

Prefacio

El motivo de este estudio es el de dar a conocer los diferentes pueblos de los que se habla en el
Antiguo Testamento de la Biblia, con el fin de que podamos comprender en mayor grado el marco
histórico donde se desarrollaron los diferentes relatos bíblicos.

De aquella época es necesario destacar que la región de más influencia en todos los sentidos fue
Mesopotamia, el territorio comprendido entre los ríos Tigris y Éufrates, por lo que el término
Mesopotamia significa entre dos ríos.

Historia

Aproximadamente hacia el año 3,500 a.C. la región de Mesopotamia estaba habitada por los
sumerios, quienes se establecieron en esta región procedentes de las montañas del norte. La
ciudad más importante de entonces era Ur, lugar de nacimiento de Abraham. Sin embargo hacia el
año 1,850 a.C. los sumerios fueron dominados por los acadios, pueblo de lengua semita.

Los acadios trasladaron la capital, Ur, hacia Acar, en el centro de Mesopotamia. Al cabo de un
tiempo los sumerios dominaron nuevamente la región, fundando con ello el imperio sumerio-
acadio. Durante esa época surgieron construcciones en forma de torres, los cuales tenían en la
cima un templo dedicado a un dios. Dichas construcciones recibían el nombre de zigurat y
posiblemente es la base de la narración dela Torre de Babel.
Durante ese tiempo gobernó Hammurabi (1792-1750 a.C.), famoso por su Código de leyes, el cual
ejerció posteriormente gran influencia en la formulación de las leyes de Israel. Hammurabi
estableció la capital de su imperio en la ciudad de Babilonia. Posteriormente, por el año 1,500 a.C.
este pueblo fue conquistado por los asirios, quienes en el siglo VIII a.C. invadieron el reino de
Israel. Pero en medio de esas civilizaciones surgieron los arameos, también de origen semita,
quienes consistían en tribus semi-nómadas que habitaban en las estepas.

Entre los años 1,720 al 1,610 a.C., al entrar Egipto en decadencia debido a conflictos internos,
permitió que los hicsos invadieran su territorio y que se establecieran ahí hasta el año 1,552 a.C.
Los hicsos introdujeron nuevas técnicas de armamentos, como el carro de guerra tirado por
caballos, así como introdujeron un nuevo estilo de fortificaciones. Se establecieron al este del río
Nilo, en la región de Guesen o Cosen y fundaron su capital en Tanis, nombre que después cambió
por el de Avaris.

Egipto resurgió entre 1,552 al 1,070 a.C., extendió su dominio y llegó a ocupar gran parte de lo que
se conoció como Canaán, que antes se denominaba Retenu. Inicialmente la capital era Tebas
aunque posteriormente, en el siglo XIV a.C. fue trasladada a Tel-el-Amarna, ciudad en la que
posteriormente se efectuaron excavaciones arqueológicas en las que se encontraron múltiples
escritos de aquella época.

Al perder Egipto el control de Canaán, los hititas la invadieron entre los años 1,370 al 1,336 a.C.,
formando el reino de los mitanos. Pero la invasión hizo que tomaran el control de Canaán,
estableciéndose al sur de dicho territorio. En este contexto se desarrollaron las narraciones del
Éxodo.
Lo anterior es sólo una breve descripción de los pueblos y naciones de la época bíblica, ya que el
número de civilizaciones era mucho mayor. Por ello seguidamente procederemos a enumerar cada
una de ellas y a describirlas brevemente, a fin de que al leer la Biblia no lo hagamos como un libro
que se escribió miles de años atrás, sino que comprendamos cada uno de aquellos momentos
históricos.

Sin embargo dicha descripción no la efectuaremos por épocas históricas sino por orden alfabético,
con el propósito de poder localizar fácilmente cada uno de los pueblos.

Naciones y pueblos de las tierras bíblicas

Seguidamente detallamos las principales naciones, pueblos y civilizaciones que de una u otra
forma, intervinieron en el desarrollo histórico de las distintas narraciones bíblicas.

Acadios

Vecinos septentrionales de los sumerios en la Mesopotamia del tercer milenio a.C. De su idioma
semítico-acadio se desarrolló posteriormente el babilonio y el asirio. Como lugar específico, Acad,
la capital de los acadios. Se menciona únicamente en la Biblia en Génesis 10:10, cuando dice:
"Los comienzos de su reino (de Nemrod, hijo de Cus -1,480 al 1450 a.C.) fueron Babel, Éreo y
Acad, ciudades todas ellas en tierra de Senaar". Según la tradición, Nemrod fue un tirano impío
que ordenó la construcción de la Torre de Babel.

Acad, también denominada Adab, fue una ciudad próxima al emplazamiento de Babilonia y su
nombre sirve para designar la parte de la Baja Mesopotamia, en contraposición al país de Sumer,
que queda más al sur y, en general, sirve también para designar la lengua y los pueblos semíticos
de dicha región, también en contraposición a los sumerios.

Amonitas

Habitantes de la región de Transjordania de donde el valle del río Jordán termina en el Mar Muerto.
Al sur estaba Moab. La actual Ammán, en Jordania, se levante en el lugar de la principal ciudad
amonita, Rabbat-Ammón, la antigua Rabbá (siglos XIII al VI a.C.).

Los israelitas no ganaron su territorio en la época de la conquista, pero más tarde fue parcialmente
ocupado por las tribus de Rubén y Gad o Galaad: "Y cuando los amonitas estaban atacando a
Israel, los ancianos de Galaad fueron a buscar a Jefté al país de Tob" (Jueces 11:5).
Los amonitas fueron incorporados sucesivamente al Imperio asirio, al babilonio y al persa. Pero
durante su período de independencia constituyeron una seria amenaza para los israelitas, por lo
menos hasta los tiempos de los Macabeos, en que la capital se conocía con el nombre de
Filadelfia.

Amorreos

Pueblo nómada de lengua semítica procedente de la región media del río Eúfrates, la cual se
expandió a Mesopotamia y a Siria-Palestina y se asentó allí al final del tercer milenio a.C. y a
principios del segundo. Su idioma, que sólo se conoce por nombres de personas, es el caso más
primitivo de semítico occidental que se registra.

Fueron prominentes en la región de Mari, cuyos documentos hallados arrojan mucha luz sobre las
costumbres patriarcales. Después de la conquista de Canaán por los israelitas, los amorreos que
aún residían allí fueron absorbidos poco a poco: "Las ciudades que los filisteos habían tomado a
los israelitas volvieron a Israel, desde Ecrón hasta Gat, de modo que Israel liberó su territorio del
dominio de los filisteos. Por otra parte hubo paz entre Israel y los amorreos" (1ª. Samuel 7:14).

Árabes

Habitantes nómadas y seminómadas de lengua semítica de la parte norte de la península arábiga,


que incluía zonas de civilización sedentaria. Durante la mayor parte del primer milenio a.C. los
árabes aparecen principalmente como incursores, pero había un flujo constante de pequeños
grupos hacia las zonas sedentarias. Y a partir del siglo III a.C. la región al sudeste de Palestina
estuvo ocupada por un solo grupo de árabes, los nabateos, quienes formaron una floreciente
civilización basada principalmente en el comercio del incienso, con sede en Petra: "Se encontraron
con los nabateos que les acogieron amistosamente y les pusieron al tanto de lo que les ocurría a
sus hermanos de la región de Galaad" (1º. Macabeos 5:25).

Nota: Ver la continuación en el apartado "Nabateos".

Arameos

Pueblo de lengua semítica de cercano parentesco con los israelitas: "Tú tomarás la palabra y dirás
ante Yahvé, tu Dios: Mi padre era un arameo errante y bajó a Egipto y residió allí siendo unos
pocos hombres, pero se hizo una nación grande, fuerte y numerosa" (Deuteronomio 26:5). Los
arameos se expandieron por toda Mesopotamia y Siria durante la última parte del segundo milenio
a.C., y a principios del primer milenio a.C. dominaban algunas ciudades-estado sirias, como
Damasco, Hamat y Cilicios.

El nombre hebreo Aram se traduce habitualmente como Siria, pero el nombre griego Syria es el
que aparece en los relatos bíblicos.

Asirios

La patria de estos vecinos de los babilonios se encontraba al norte de Mesopotamia. Durante el


segundo milenio a.C. Asiria cayó bajo el poder de los amorreos, y desde aproximadamente 1,350
a.C. hasta 1,100 a.C. fue construyendo un potente estado que ejercía un considerable control. En
este tiempo la capital fue Asur, pero en el 883 a.C. Asurbanipal II trasladó la capital a Kalhu, que
en la Biblia consta como Calá y es la actual Nimrud.
Durante siglos los gobernantes asirios tuvieron contactos con Israel, hasta que Sargón II (721-705
a.C.) fundó una nueva capital en Dur-Sarrukín, la actual Korsabad. Su hijo Sanaquerib (704-681
a.C.) pasó la capital a Nínive y allí residieron varios reyes hasta que en el año 612 a.C. fue
destruida por los caldeos y los medos.

Es de destacar que en el año 722 a.C. el pueblo israelita fue desterrado a Nínive.

Babilonios

Fueron los herederos de los sumerios y los acadios en Mesopotamia del sur y su capital era
Babilonia. El rey más conocido de la primera dinastía babilónica fue Hammurabi, autor de un
famoso código de leyes.

Durante el principio del primer milenio a.C. los babilonios estuvieron sometidos a los asirios, pero
desde el 612 a.C. hasta el 539 a.C. la dinastía neobabilónica o caldea dominó el Asia Occidental.
Nabucodonosor fue el rey más conocido de aquella época (604 al 562 a.C.)

Babilonia fue el lugar donde los judíos sufrieron su segunda deportación en el año 607 a.C., siendo
la primera en Nínive en el año 722 a.C. Babilonia cayó ante Ciro de Persia en el 539 a.C., quien
permitió al pueblo judío su regreso a Israel.

Caldeos

Así como los arameos se extendieron a través de la Mesopotamia septentrional, así también los
caldeos, un pueblo tribal, quienes ocuparon los pantanos de la zona sur. Durante los siglos IX a.C.
y VIII a.C. tuvieron con frecuencia sometida a Babilonia. Después de una larga lucha contra Asiria,
la dinastía caldea se estableció allí en el año 626 a.C.

Cananeos

Pobladores sedentarios de Palestina y Siria meridional que poseían una floreciente civilización
urbana en el segundo milenio a.C. La corrupta e idólatra región de Canaán que se cita en el
Antiguo Testamento está ilustrada por textos hallados en la ciudad de Ugarit, la actual Ras
Shamura.

El idioma hebreo es una lengua derivada del idioma cananeo, y la lengua ugarítica nos ayuda
sobremanera a comprenderlo.

Carios

Pueblo de habla indoeuropea procedente del sudoeste de Asia Menor. Fueron empleados por los
israelitas como tropas mercenarias en el siglo IX a.C.: "El año séptimo, Joadá envió a buscar y
tomó a los centuriones de los carios y de los guardias, conduciéndolos junto a sí al Templo de
Yahvé" (2ª. Reyes 11:4).

Cilicios

Habitantes de la región cuy0 centro es Tarso, la ciudad natal de San Pablo, en la actual Turquía.
Cilicia se menciona como aprovisionadora de caballos para el comercio de Salomón con Siria: "Los
caballos de Salomón procedían de Musur y Cilicia. Los mercaderes del rey los compraban en
Cilicia a precio fijo" (1. Reyes 11:28).
Cimerios

Pueblo estepario que cruzó la cordillera del Cáucaso en los siglos VIII y VII a.C. y luchó contra los
sirios al noroeste de Persia, la actual Irán, y asoló después los reinos de Frigia y Lidia en el Asia
Menor.

Cretenses

Habitantes de la isla de Creta, sede de la gran civilización minoica en los milenios tercero y
segundo a.C. En el Antiguo Testamento se denomina Caftor a Creta: "… a los de Patrós, de Casluj
y de Caftor, de donde salieron los filisteos" (Génesis 10:14). Los filisteos procedían de la zona
dominada por los cretenses (Amós 9:7).

La civilización minoica de Creta no resistió las invasiones de los filisteos a fines del segundo
milenio a.C., y en el primer milenio Creta era ya una simple parte de la zona cultural griega.

Chipriotas

Pobladores de las isla de Chipre, a la cual el Antiguo Testamento se refiere como Elisa (Génesis
10:4 y Ezequiel 27:7), aunque en otros documentos se le denomina Alashia. Los chipriotas se
llaman a veces Quitim o Kittim (Génesis 10:4 y Números 24:24).

El nombre de Quitim se le da a la isla en Isaías 23:1, pero se la califica de costas en Jeremías 2:10
y en Ezequiel 27:6, lo cual sugiere una extensión a las regiones cercanas a tierra firme.

Dedanitas

Moradores de Dadán, hoy Al-"Ula, en Arabia del noroeste, que hacia el siglo VIII a.C. florecían
desde su posición en la ruta comercial hacia Arabia meridional (Isaías 21:13 y Jeremías 25:23).

Por el siglo V a.C. los mineos establecieron una colonia comercial en Dedán, y hacia el siglo I a.C.
llegó a ser parte de los territorios nabateos.

Edomitas

Vecinos meridionales de los moabitas, cuyo territorio se extendía principalmente hacia el este del
wadi de Arabá. Ellos, como los moabitas, rehusaron dejar pasar a los israelitas en la época de la
conquista. Los edomitas permanecieron hostiles a los israelitas.

En el siglo VI a.C., caída ya Jerusalén, muchos emigraron a Judea meridional, y otros les siguieron
en los siglos posteriores cuando su patria vino a formar parte del reino nabateo (árabes).

Judea meridional llegó a llamarse Idumea, e idumeos sus habitantes (1ª. Macabeos 4:29, 5:65 y
Marcos 3:8). Los Herodes que gobernaban Judea en tiempos neotestamentarios eran idumeos.

Elamitas

Vecinos orientales de los sumerios y babilonios. Su capital era Elam, la actual Khuzistán, en el
sudoeste de Irán, que en aquella época se conocía como Persia. Unos peregrinos de Elam
estuvieron en Jerusalén para Pentecostés (Hechos 2:9).
Escitas

Pueblo nómada de las estepas, del cual un grupo siguió a los cimerios por el Cáucaso, desde el
sur de Rusia hacia el noroeste de Persia en el siglo VII a.C., en donde se hicieron vecinos y aliados
de los maneos o escitas. Esta alianza se refleja en Jeremías 51:27 donde los urartios (Ararat), los
mineos (Mini) y los escitas (Askenaz) fueron llamados a luchar contra Babilonia. Por un tiempo
rivalizaron con los medos, pero al fin llegaron a formar parte de su imperio y del de los
aqueménidas, quienes les sucedieron. El mayor número de escitas permaneció en el sur de Rusia.

Fenicios

Habitantes de la costa del levante al norte de Palestina, de lengua semítica. Participaron mucho en
el comercio del Mediterráneo oriental a partir del siglo XI a.C. y sus bases eran las ciudades de
Tiro, Sidón y Biblos (1ª. Reyes 5:18 y Ezequiel 27:9).

Su nombre en griego era fainiké, que significa tierra del tinte púrpura. Se llamaban a sí mismos
cananeos, pues descendían de éstos, y aparecen en el Antiguo Testamento como tirios o sidonios
(1ª. Reyes 5:6).

Filisteos

Fueron parte de un grupo conocido como Pueblos del Mar, que emigró al Cercano Oriente desde la
zona del Mar Egeo en los siglos XIV y XIII a.C. Fueron rechazados por Egipto y se asentaron en la
costa sur de Palestina, desde donde amenazaron a los israelitas recién establecidos, hasta que
finalmente fueron derrotados por el rey David.

Los filisteos que tuvieron que ver con los Patriarcas (Génesis 21:26) eran pueblos egeos
anteriores, distintos de los de la Edad de Bronce tardía (1,250 al 1,150 a.C.). Los filisteos siguieron
ocupando la costa meridional de Palestina. Por fin perdieron su independencia ante David (2ª.
Samuel 5:25) y fueron asimilados casi totalmente por los israelitas, aunque tuvieron ciertas
diferencia culturales (Nehemías 13:24 y 1ª. Macabeos 10:83-84). Un contingente de los filisteos
formaba parte de la guardia personal del rey David.

Frigios

Pueblo de lengua indoeuropea que ocupó la parte centro-occidental del Asia Menor después de la
caída del poder hitita, estableciendo ahí un reino a principios del primer milenio a.C. Frigia fue
invadida por los cimerios en el siglo VII a.C. y luego pasó a formar parte del reino de Lidia.

Los frigios deben identificarse con el término Mushku de las inscripciones asirias y el Mesuc de la
Biblia, quienes aparecen como un pueblo belicoso del norte (Ezequiel 32:26, 38:2-3, 39:1).

Hititas o Heteos

Pueblo de lengua indoeuropea que estableció una civilización en el centro del Asia menor y dominó
gran parte de Siria septentrional en los siglos XIV y XIII a.C. Su imperio fue destruido por los
filisteos hacia el año 1,200 a.C. Muchos de los heteos mencionados en el Antiguo Testamento son
neo-hititas o sirio-hititas.
Después de la destrucción del imperio hitita en Asia Menor, parte del pueblo emigró al norte de
Siria y dominó ciudades-estado como Cilicia. Estos pueblos, conocidos como ahora como neo-
hititas o sirio-hititas, fueron los heteos bíblicos del tiempo de los reyes de Israel.

Hicsos

Con este término se designa a un grupo humano procedente del Cercano Oriente que se hizo con
el control del Bajo Egipto a mediados del siglo XVII a.C.

La continua inmigración de gentes procedentes de Canaán (Siria-Palestina) culmina con los


invasores hicsos que llegaron a Egipto en una época de crisis interna, conquistando la ciudad de
Avaris. Posteriormente tomaron la ciudad de Menfis y fundaron las dinastías XV y XVI. La duración
de su dominio sobre Egipto fue de casi cinco siglos.

Hurritas

Pueblo norteño que se extendió por el Cercano Oriente durante el segundo milenio a.C.
Sobresalieron principalmente en la población de Nuzi, donde documentos del siglo XV a.C.
atestiguan costumbres semejantes a las de los Patriarcas. En los textos bíblicos este pueblo
aparece como horeos o heveos.

Lidios

Pueblo de lengua indoeuropea que desde el oeste de Asia Menor avanzó hacia los territorios de
Frigia, se enfrentó a Media, y sucumbió ante Persia en el siglo VI a.C.

El pueblo lidio es denominado lud en Isaías 66:19, Jeremías 46:9 y Ezequiel 27:10, 30:5. Sin
embargo los nombres que se les asocian en el segundo y cuarto de dichos textos bíblicos pueden
sugerir un pueblo de África del Norte.

Medianitas

Vecinos meridionales de los edomitas originarios de Canaán, cuyo territorio se extendió hasta
Hijaz, en Arabia. Estos seminómadas que montaban camellos constituyeron una amenaza para los
israelitas en tiempos de los Jueces.

Los medianitas eran un pueblo semita, descendientes directos de Abraham por línea de su hijo
Madián (Génesis 25:2 y 1ª.Crónicas 1:33). Los madianitas adoraban al falso dios Baal, al cual la
Biblia, en relación a Madián, refiere con el apelativo de Baal Peor. La palabra Peor muy
seguramente puede referirse al lugar principal donde se le rendía culto a este ídolo.

La victoria de Gedeón sobre los madianitas inspiraría a los israelitas durante largas generaciones,
convirtiéndose en eterna esperanza para el pueblo de Israel de que aún en tiempos de mayor
opresión y peligro Yahveh, en su infinita misericordia, puede obrar victorias en detrimento de
enemigos virtualmente poderosos (Isaías 9:3).

Medos

Pueblo de lengua indoeuropea que mantuvo un imperio en Persia y en Asia Menor en los siglos VII
y VI a.C. desde su capital Ecbataná, la actual Hamadán, en el noroeste de Irán.
En el 550 a.C. Ciro de Persia anexionó Media a su imperio en expansión. Desde entonces los
medos tuvieron un lugar prominente en la vida de Persia, la actual Irán.

Mineos

En el primer milenio a.C., el reino Mineo estaba bien establecido en Asiria y en el sur de al-?ijaz, a
lo largo de la costa del mar Rojo; su capital fue Karma, o Qarnaw, hoy Sadah, en Yemen. Los
mineos eran nómadas y pastores que prácticamente llegaron a controlar el comercio de incienso a
través del norte de al-?ijaz. Después de que los mineos se retiraran de su plaza en al-Ula en el
siglo I a.C., los nabateos establecieron un centro comercial en Medain Salih, un poco más al norte.

Mitanos

Mitani fue el nombre de un antiguo pueblo ubicado en el norte de la actual Siria, también conocido
como Naharina. Puede considerarse que el reino de Mitani existió desde antes del año 1,500 a.C.

Mitani fue un estado feudal dirigido por una aristocracia militar que llegó a la zona en torno al 1,800
a.C., el cual adquirió una gran importancia en torno al año 1,600 a.C. debido a su privilegiada
situación entre los imperios asirio, egipcio e hitita. El reino mitano fue conquistado por Asiria en el
1,270 a.C. y convertido en el virreinato o provincia de Hanigalbat.

Moabitas

Habitantes de la región delimitada por Amón al norte, al oeste por el Mar Muerto y al sur por Edom.
Los moabitas pasaron en gran parte por las mismas etapas que los amonitas. A menudo tuvieron
conflictos con Israel y no quisieron dejar pasar a los israelitas por su territorio en tiempos de la
conquista.

Un relato propio de un episodio del siglo IX a.C. consta en la Piedra Moabita, la cual demuestra
que hablaban un idioma semítico-cananeo muy relacionado con el hebreo.

Nabateos

Los nabateos eran un grupo de árabes que formaron una floreciente civilización basada en el
comercio de incienso, con sede en Petra.

En tiempos neotestamentarios el dominio nabateo se extendía hasta la región del este de


Damasco, donde parece haber habido un representante de su rey Aretas (2ª.Corintios 11:32).
Pablo de Tarso pasó cierto tiempo en territorio nabateo después de su conversión (Gálatas 1:17).

Persas

Pueblo de habla indoeuropea que venció a los babilonios en el siglo VI a.C. y prosiguió hasta el
establecimiento de un imperio que se extendía desde la India hasta el Mar Egeo y Egipto. Sus
capitales principales eran Pasargadas y Persépolis en las montañas del sudeste de Persia, y en la
antigua ciudad elamita de Susa, en la planicie baja.

Su imperio, administrado con liberalidad, duró hasta que se hizo parte del imperio aún mayor de
Alejandro Magno en el siglo IV a.C.

Sumerios
Primitivos habitantes de Sumer, en la parte meridional de Babilonia, y artífices de la civilización
babilónica que más tarde los absorbió y les sucedió en el sur de Mesopotamia.

Su apogeo fue durante el tercer milenio a.C. Después del 2,000 a.C. su lengua fue reemplazada
por el acadio en el uso común. Se preservó, sin embargo, como idioma erudito en los textos
literarios sumerios, hasta tiempos helenísticos.

Los sumerios no se mencionan en la Biblia, pero el Sinar o Senar del Génesis es la contraparte del
sumeru, que designa la tierra de Sumer.

Urartios

Pueblo que hablaba un idioma relacionado con el hurrita y que emergió como potencia militar en la
región de Armenia en el siglo IX a.C. Eran descendientes de los Hurritas que habían ocupado esta
zona. Constituían una amenaza militar para los asirios, contra los cuales sostuvieron varias
guerras.

Su dios principal era Haldi, por lo cual algunos autores los han llamado calditas, aunque no debe
confundirse con los caldeos. Se dice que el Arca de Noé encalló en el monte Ararat (Génesis 8:4),
es decir, en algún lugar de lo que más tarde fue el Urartu, aunque no necesariamente en el Ararat
actual, que sólo en fecha más tardía recibió este nombre.

Las distintas lenguas habladas en el Antiguo Testamento

Los dos principales grupos de lenguas de las civilizaciones y pueblo de la antigüedad eran la
semítica y la indoeuropea, las cuales describimos seguidamente.

Lengua semítica

Las lenguas semíticas son una familia de la macrofamilia de lenguas afroasiáticas. Se


desarrollaron sobre todo por Oriente Próximo y el norte y este de África. Toman su nombre del
personaje bíblico Sem, el hijo de Noé, cuyos descendientes serían con base en la historia bíblica y
la tradición, los pueblos semitas. Las lenguas semíticas más habladas en el presente son el árabe,
el amárico, el hebreo y el tigriña. La protolengua o grupo de dialectos estrechamente ligados que
habría dado lugar a las lenguas semíticas se conoce como protosemítico.

De la familia semítica se conservan registros escritos ininterrumpidos desde el 2500 a.C. hasta el
presente, lo que hace de ella la mejor testimoniada históricamente. Compárense los 4500 años de
registros de lenguas semíticas con los algo más de 3500 años de textos en lenguas chinas, los
3400 años de textos griegos o los 3200 años que median entre las primeras inscripciones en
egipcio antiguo y los últimos textos en copto.

Los primeros textos semíticos conocidos están escritos en acadio (2500 a.C. al 1600 a.C.), eblaíta
(2400 a.C.), ugarítico (1400 a.C. al 1185 a.C.), lenguas cananeas (1200 a.C.), hebreo antiguo
(1100 a.C. al 250 d. C.), fenicio-púnico (1000 a.C. al 200 d.C.) y arameo antiguo (900 a.C. al 250
d.C.).

Fonológicamente las lenguas semíticas evolucionaron de una lengua, el protosemítico, que tenía
tres vocales breves y tres vocales largas. Gran parte de las lenguas semíticas poseen fricativas
faringales y oclusiva glotal. Además la mayoría en el sistema de consonantes suele existir una
oposición tripartita: sorda, sonora y enfática, donde la realización de esta última varía entre la
faringalización, la velarización o la coarticulación glotal.
Morfológicamente los lexemas de las palabras suelen estar constituidos por esqueletos
consonánticos, teniendo el esquema vocálico entre las consonantes información gramatical. Entre
las raíces consonánticas o lexemas la gran mayoría son de tres consonantes. Tienen un sistema
de infijos muy desarrollado dado que los patrones vocálicos son una forma de infijación de hecho.

Lenguas indoeuropeas

Con el nombre de lenguas indoeuropeas se conoce a la mayor familia de lenguas del mundo en
número de hablantes. La familia indoeuropea, a la que pertenecen la mayoría de las lenguas de
Europa y Asia meridional, incluye más de 150 idiomas hablados por alrededor de 3.200 millones de
personas, aproximadamente un 45% de la población mundial. De estas, unos 1.200 millones
corresponden a hablantes de las lenguas indoiranias y unos 950 a hablantes de las lenguas
románicas.

Conclusión

El libro universalmente más difundido es indudablemente la Biblia, cuya finalidad religiosa estuvo
en cierta forma condicionada por la evolución histórica, ya que la arqueología y muchas otras
fuentes nos hablan del pueblo hebreo y de las civilizaciones con las que entraron en contacto, así
como de su modo de vida y de su cultura.

Este estudio ha pretendido ser únicamente una sencilla pero clara exposición de cada uno de
aquellos pueblos y civilizaciones que conformaron la historia bíblica del Antiguo Testamento.

ORIGEN DEL HOMBRE AMERICANO SEGÚN LA BÍBLIA

Pregunta:

¿Cuál fue el origen del hombre americano según la biblia, de que tribu pertenecía de Sem, Cam y
Jafet y cuál fue el origen de los continentes actuales? ¿Existió la pangea que todos los continentes
eran un solo, tiene que ver algo el pasaje bíblico que dice: El nombre del uno fue Peleg, porque en
sus días fue repartida la tierra (Génesis 10:25).

Respuesta:

Es muy difícil afirmar con certeza la migración compleja de los descendientes de Noé (vea Génesis
10 para información sobre los descendientes de los tres hijos de Noé). En términos generales: los
descendientes de Sem poblaron el área del medio oriente, oriente y mediterraneo; los
descendientes de Cam poblaron la zona de África; y los descendientes de Jafet poblaron el área
de Europa y el nor-occidente de Asia. Se supone que a las Américas llegaron tanto descendientes
de Cam como también de Sem.

En cuanto a la división de los continentes (originalmente unidos según entiendo Génesis 1:9), la
evidencia geológica es que esto habría ocurrido en el proceso cataclísmico del diluvio (vea estudio
adjunto sobre el diluvio). Es muy probable que la división mencionada en Génesis 10:25 tenga
referencia a la división de las naciones que ocurrió por causa de la torre de Babel y la confusión de
las lenguas en Génesis 11.

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