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de trait de la civilisation.
HIERONYMUS. Núm. 11. Mikel DE EPALZA, FORCAD...
Versión literaria del Corán; una traducción en equipo
Mikel de Bpalza, Josep V. Forcadell, Joan M. Perujo
En 2001 llegó a las librerías una nueva las lenguas que maneja como "lengua de
traducción del Corán o Alcorán, la primera paso" o ha logrado usted ese doble embra-
versión íntegra en catalán, elaborada direc- gue que supone pasar de una lengua no
tamente a partir del original árabe.1 Por pri- materna a otra de igual calidad?». Y Míkel
mera vez se intentaba ofrecer la traducción de Epalza contestaba, claramente asombra-
del libro sagrado de los musulmanes en un do: «Curiosamente, su pregunta sobre este
estilo claramente literario, con una preten- famoso precedente histórico, del siglo xii, de
sión de fidelidad tanto a los aspectos forma- la traducción latina que el propio Lutero hi-
les y estilísticos del texto en la lengua recep- zo editar en Basilea a mediados del siglo xvi,
tora como a los sentidos o contenidos re- me hace reflexionar, con un prisma nuevo,
ligiosos del original, finalidad prioritaria sobre nuestra forma de traducir, con Forca-
constante en las numerosas traducciones dell y Perujo. No me había fijado nunca en
del Corán elaboradas por motivos religiosos, el precedente medieval como modelo nues-
por musulmanes o no musulmanes.2 La tra- tro. Pero sí, hay unos paralelismos».5
ducción llamó la atención por el hecho de 2. El método de trabajo seguido por el
haber sido realizada por un equipo de tres equipo de los tres traductores, que no se
traductores, en el que no estaban claros los podía deducir de la lectura del libro, fue a
papeles, como traductor o colaboradores, de menudo objeto de curiosidad, tanto por la
cada uno de los autores que aparecían en la prensa como por profesionales de la traduc-
portada interior.3 Tres observaciones, en ción, arabistas y no arabistas, desde la pri-
particular, mostraban que el trabajo en mera edición de 2001 y, sobre todo, con mo-
equipo no había sido explicado suficiente- tivo de los premios que recibió en 2002 y
mente en la introducción o en los estudios 2003.6 Aparte del interés por valorar las di-
que acompañan la traducción: versas competencias de cada uno de los
1. En la entrevista publicada en esta miembros del equipo, era notorio que, ini-
misma revista, por su director, el catedrá- cialmente, el conocimiento del catalán por
tico Miguel Ángel Vega Cernuda,4 éste pre- parte de Epalza era deficiente, dado el nivel
guntaba a Epalza: «En cierta época de su literario que se pretendía dar a la traduc-
historia, la Escuela de Traductores de Tole- ción, y que Forcadell y Perujo, también ini-
do utilizó un peculiar método de traducción. cialmente, conocían sólo rudimentos de ára-
Personalmente lo llamo "traducción media- be y de cultura islámica, como se expondrá
da": un judío traducía del árabe al romance en apartados siguientes.
y un cristiano vertía a continuación del ro- 3. En una extensa y muy estudiada rese-
mance al latín. ¿Se ha servido usted implí- ña, Juan Pablo Arias Torres, investigador en
citamente o explícitamente de cualquiera de traducciones del Corán al castellano, apun-
taba también: «Dos observaciones finales a
este apartado. En primer lugar, la ausencia
' L 'Alcorà. Traducció de l'àrab al cátala, introdúcelo a la de unas líneas para explicar con más dete-
lectura i cinc estudis alcorànics, Barcelona, Editorial Proa
nimiento el procedimiento de actuación que
(colección «A tot vent», 393), 2001, 2002 (2a ed.), 2004 (3a
ed., en prensa), 1.275 p., 24x16 cm. Epalza siguió con los colaboradores de esta
2
La dialéctica fondo/forma es bastante original en el versión y que no podemos reconstruir con la
pensamiento teológico musulmán, que cree que el Corán es información dada en este estudio ni con las
inimitable e intraducibie: sólo los contenidos, los sentidos, entrevistas en prensa posteriores que hemos
el mensaje, pueden transmitirse en la traducción, no el texto podido consultar. La cuestión de la visibili-
mismo, que sólo en árabe puede utilizarse para el culto y
para el estudio teológico y jurídico. Sobre esta cuestión
5
remitimos a nuestro estudio 3, «Inimitabilitat de PAlcorá. Ibid., p. 142-143. Epalza inicia así, improvisadamente, unas
Valor de les traduccions segons eis teôlegs musulmans» reflexiones sobre el tema, que han desembocado en el pre-
(f Alcorà, p. 1.047-1.056). sente estudio, más estructurado y íealizado conjuntamente
J
«per Míkel de Epalza, catedràtic d'Estudis Arabs i por los tres traductores.
6
Islàmics, amb la collaboració de Josep Forcadell i Joan M. Había recibido el Premi Ciutat de Barcelona 2002 de
Perujo, de la Universität d'Alacant». traducción al catalán, otorgado por el Ayuntamiento de Bar-
4
«Entrevista: con Míkel de Epalza. Premio Nacional de celona, y el Premio Nacional 2002, del Ministerio de Cul-
Traducción 2002», Hieronymus Complutensis, n° 9-10 tura, Educación y Deportes, a la mejor obra traducida a una
(2002-2003), p. 139-146. de las lenguas de España y publicada en 2001.
íieronymus |£oi»p(utensis| 11
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permite, en catalán, el orden de: 1) sujeto (a que más han influido en nuestra traducción
menudo explicitándolo, si no lo está más han sido la traducción francesa de Denise
que por la forma verbal, en árabe); 2) verbo Masson (1967)20 y las traducciones en len-
(expresando con más exactitud las formas guas románicas de los fragmentos del Corán
temporales con ciertos adverbios en catalán que se aducen en la introducción y en los
y manifestando los matices estativos propios estudios para cotejarlos con nuestra propia
de las lenguas semíticas y que exigen a ve- versión en catalán: castellanas de Cansinos,
ces una duplicación de las palabras verba- Cortés, Melara y Vernet, portuguesa de Ma-
les o de los adverbios que las acompañan); chado, italiana de Bausani y francesa de
3) complementos que desarrollan las diver- Masson y El Saleh. Los antecedentes histó-
sas circunstancias de la acción verbal, una ricos, influyan o no, en general, en las nue-
tras otra, estructurándolas con las preposi- vas que van apareciendo, incluida la cata-
ciones o adjetivos adecuados y especial- lana, son interesantes, porque forman parte
mente con una «arquitectura tipográfica» de del pasado cultural de los países de la pe-
puntuación.17 nínsula Ibérica y de las relaciones entre ei
Lo que se obtiene también, con esa forma cristianismo y el islam.
de traducir, es una mayor exactitud y clari- En el estudio 4 (p. 1.057-1.094) que
dad de la traducción. No se trata de una acompaña la traducción catalana del Corán
exactitud estilística ni morfosintáctica con se recogen los datos bibliográficos sobre las
respecto al texto coránico, pretendidamente traducciones a las lenguas de la península
atribuible al hecho de estar pegada a la Ibérica, con un esbozo de historia que va del
literalidad y a la traducción palabra por siglo XII al XX. Después de la edición de
palabra de su léxico, de su gramática y de 2001 se ha completado esta bibliografía con
su fraseología. Quiere ser, y creemos que lo algunas informaciones y correcciones nue-
logra generalmente, una versión o transmi- vas, que no repetiremos aquí.21 Pero, a la
sión mucho más exacta de lo que entende- espera de un estudio más general y en pro-
mos que dice y quiere decir el texto sagrado fundidad sobre esos datos,22 puede ser inte-
en árabe, para que lo comprenda en la ple- resante presentar en este apartado algo de
nitud de su expresión el lector en catalán, lo que significan esas traducciones para las
aunque sea con otro estilo equivalente y con relaciones culturales y religiosas entre el
un mayor número de palabras. islam y el cristianismo en las sociedades de
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la Península y de Europa. Estas reflexiones peor conservadas, sólo fragmentariamente,25
permiten comprender mejor el marco de y la primera traducción impresa, en inglés,
nuestra labor de traducción. también fragmentaria, en 1515.26 Se puede
Las ya mencionadas traducciones latinas asentir con el juicio global de J. P. Arias pa-
de Toledo, del siglo xil, representan dos as- ra todos los siglos medievales, hasta el siglo
pectos culturales diferentes. La del británi- XIX: «A pesar de nuestro pasado islámico, o
co Robertus Ketenensis ¡Roberto of Keton, más bien a causa del mismo, el desinterés
de Retines o de Chester) con el balcánico por los estudios árabes e islámicos en Espa-
Hermannus Dalmata (Germán de Carintia), ña [...] el afán instigado desde las altas esfe-
de alrededor de 1143, se inserta en una ras políticas y religiosas por cortar todo lazo
multiforme curiosidad e interés europeo por que nos pudiera aproximar al enemigo
la ciencia árabe y, más aún, por un deseo muslime hizo que el estudio del islam se
de la cristiandad occidental por llevar la convirtiera en patrimonio oculto».27 Con to-
«guerra contra el infiel musulmán» (las cru- do, hay suficientes testimonios de que sobe-
zadas) al campo religioso y de polémica teo- ranos de la Corona de Castilla y de la de
lógica. Aunque este movimiento intelectual Aragón lo mandaron traducir a las lenguas
puede tener su origen ya en el siglo VIH y el romances y lo tenían en sus bibliotecas.28
llamado Renacimiento carolingio,23 tuvo un Pero es verdad que no había -ni podía ha-
auge particular en el siglo XI, con la acción ber, seguramente- un acceso general de la
intelectual y política de personajes como los gente culta a esas traducciones del libro sa-
papas benedictinos Silvestre II, Gregorio VII grado -y vetadísimo- de los musulmanes.
y Urbano II y con la traducción benedictina En el Renacimiento europeo (siglos xv-
encargada en Toledo por el abad Pedro de xvii) aparecen nuevas corrientes de conoci-
Cluny a un equipo europeo y en latín, tra- miento del Corán, que podríamos sintetizar
ducción que dominaría la visión medieval en tres fenómenos bien documentados:
sobre el Corán y el islam, gracias también a 1. Unas traducciones, conocidas por ma-
las traducciones medievales a otras lenguas, nuscritos generalmente bilingües y fragmen-
hasta su edición propiciada por Lu tero, a tarios -para uso litúrgico-, difundidos espe-
mediados del XVI. En cambio, la traducción cialmente por musulmanes de las socieda-
de Marcos de Toledo nace probablemente de des cristianas, entre sus correligionarios, los
un ambiente más minoritario, con otros mudejares y los moriscos.29
intereses intelectuales, que se podría rela-
2. Unas elites cristianas que quieren dis-
cionar con el poco conocido ambiente de mi-
poner de traducciones del Corán mejores
norías toledanas, especialmente de los cris-
que la toledana y se alian con musulmanes
tianos mozárabes de origen musulmán, es-
o ex-mulmanes para nuevas traducciones:
tudiados por María Jesús Rubiera.24
el cardenal Juan de Segovia e Ice de Gebir,
De la traducción latina del xil surgen, a el obispo Martín García y Juan Andrés de
partir del siglo xill, algunas traducciones a Xátiva.
las lenguas románicas (castellano, catalán, 3. Difusión de libros más accesibles gra-
portugués, francés...) mal documentadas y cias a la imprenta (en inglés, desde 1515;
del latín, desde 1543). Se amplía con la tra-
ducción directa del árabe al francés por el
:3
Sr. Du Ryer (1647) y de éste a otras len-
Vid., específicamente, Epalza, «Félix de Urgel: influen- guas, entre ellas el español.
cias islámicas encubiertas de judaismo y los mozárabes del
Esta última corriente -de traducción del
siglo VIII», en el monográfico Homenatge al Dr. Manuel Riu
i Riu, vol. 2, de la revista Acta Histórica et Archaeologica árabe al francés y de esta lengua al cas-
Medievalia. n° 22 (1999-2001), p. 31-66. tellano- es la que dominará a partir del siglo
:4
Vid. especialmente M. J. Rubiera Mata, «Los primeros XIX y hasta mediados del XX, al igual que las
moros convertidos o las primicias de la tolerancia», en traducciones al inglés y luego al castellano y
Louis Cardaillac (ed.), Toledo XII-XIII. Musulmanes, cris-
tianos y judíos: el saber y la tolerancia, Madrid, Alianza
25
Editorial, 1992, p. 109-117 (versión francesa, París. 1991, Vid. L'Alcorà, p. 1.060-1.064, y E. Ihsanoglu, op. cit., p.
102-111) y «Un insólito caso de conversas musulmanas al XXXIV-XXXVI.
26
cristianismo: las princesas toledanas del siglo xi», en Las Vid. I. Binark- H. Eren, op. cit., p. 152.
mujeres y el cristianismo medieval. Imágenes teóricas y *7 Arias, «Imágenes del texto sagrado», p. 182.
28
cauces de actuación religiosa, Madrid, Castalia, 1989, p. Algunas referencias recogidas en L'Alcorà, p . 1.062-
341-347. Vid. también estudio de Eva Lapiedra, «María Je- 1.064, y Epalza, «Traducciones catalanas...».
29
sús Rubiera y sus estudios sobre los mozárabes», Sharq Al- Vid. bibliografía d e investigadores c o m o Bernabé Pons.
Andalus, 10-11 (1993-1994), p. 177-185. López-Morillas, Vernet, Wiegers, en índices d e L'Alcorà.
50
Vid. «Seis nuevas traducciones españolas del Corán
31
(1994-2002)». Vid. estudio 2 de L'Alcorà., p. 1.042.
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sentido que corresponde a cada contexto a mantenido el nombre árabe Issa bnu-
partir del significado principal 'en el camí de Màriam (Jesús, hijo de María). Un caso se-
Déu'. mejante sería el de Maria/Màriam, mujer
A pesar de todo, hemos decido adaptar e virtuosa madre del profeta Jesús/Issa. En el
introducir en el texto meta algunos arabis- mismo sentido, hemos optado por dar pree-
mos nuevos, o no consolidados, que en las minencia a las formas árabes, aunque entre
otras lenguas románicas ya habían sido corchetes se recoja el equivalente judeocris-
aceptados y que convenía adaptar al catalán tiano o una breve explicación: Adam (Adán),
porque son conceptos específicos del Corán Ismail (Ismael), Mussa (Moisés), Nuh (Noé),
y del mundo islámico. En este sentido, en Ibrahim (Abraham), Gibril (el ángel Gabriel),
unos casos hemos integrado plenamente al- etc.
gunos arabismos hasta ahora poco docu-
mentados o desconocidos en catalán, como 3.2 Del texto inicial de Epalza al texto
sura, aleia, sala (plural salauat, 'oraciones corregido en catalán
obligatorias'), zakà ('limosna purificadora'). Desde las primeras suras escogidas para
Mantenemos también algunos arabismos traducir ya fijamos una metodología para la
sin adaptar, y por tanto en cursiva, como elaboración de nuestra versión. En primer
aia/aiat (plural), gin/junnuns ('genios', ara- lugar, Epalza elaboraba un texto inicial en
bismo con marca de plural); Ax-Xaitan (Sa- catalán, traducción de todos los conceptos o
tanás), nombre propio, pero xaiatins, el co- sentidos del texto árabe y con una forma
lectivo; hanif ('monoteísta'), haj ('peregri- bastante definida de presentación. Perujo y
nación'), entre otros, recogidos en el índice Forcadell, por separado, hacían una lectura
de léxico y onomástica árabes de nuestra reposada del texto facilitado por Epalza y, a
traducción. menudo, lo comparaban con otras versiones
Del mismo modo, en la traducción y en en castellano33 para comprobar que no hu-
los estudios, hemos optado por aquellos pa- biese saltos de aleia y, sobre todo, para en-
tronímicos, substantivos y otros adjetivos tender algunos conceptos o expresiones que
más próximos a las formas árabes que en en el texto inicial de Epalza pudiesen que-
catalán convivían o eran aceptados como dar confusos por la redacción o causa de la
segundas acepciones, en contraposición a disposición formal. A menudo el texto no se
las formas también tradicionales o introdu- entendía en una primera lectura o bien,
cidas a través del francés, el castellano o pendientes de la comprensión, nos olvidába-
de otras lenguas interpuestas (sufijos -ita o mos de la redacción, de los anacolutos, del
-ida). Así, por ejemplo, hemos preferido las hipérbaton exagerado para mantener el rit-
soluciones del tipo xií, marroquí, marroquina mo o de las habituales interferencias del
o saudí, en vez de xiíta, Saudita, etc. 32 francés y de castellano en el texto de Epalza.
Un tratamiento diferente hemos dado a Interferencias que con el trabajo y el paso
los nombres propios. A menudo coinciden del tiempo fueron reduciéndose considera-
con los nombres de la Biblia judía o cristia- blemente.
na, pero estos personajes casi nunca tienen En una segunda fase, Perujo y Forcadell
el mismo significado religioso que para los intercambiaban las correcciones y observa-
cristianos europeos. Abraham sería una de ciones sobre el texto inicial. En unos pocos
las pocas excepciones. Faraón en el Corán casos se advirtió en esta fase que faltaba
es un personaje, una especie de gobernador alguna aleia o versículo por traducir. A con-
de Egipto en tiempo de Putifar y José tinuación, en la reunión periódica conjunta
(Iússuf), pero Faraón/Firawn no es utilizado con Epalza se le planteaban las dudas de
como el nombre común faraón; Jesús es un sentido o de redacción detectadas. Era el
profeta especial, pero no tiene la misma momento para comenzar a afinar la expre-
consideración que el Jesús Cristo para los sión, el ritmo y el léxico más adecuados a
cristianos, o para los judíos, por eso hemos los objetivos y destinatarios de la traducción
una vez comprendido el texto y la justifi-
J
cación de Epalza a las dudas y preguntas de
~ Hemos seguido, en buena medida, las recomendaciones Perujo y Forcadell. Decidíamos también
del Institut d'Estudis Catalans sobre la transcripción de ara-
bismos y plurales de los nombres de origen árabe. Vid.
«Proposició sobre eis sistemes de transliteració i transcrip-
ció deis mots àrabs en cátala», en Documents de la Secció ' Nos han sido muy útiles la traducción de Cortés sobre
Filológica /, Barcelona, Institut d'Estudis Catalans, 1990, p. todo y, por la abundancia de explicaciones, a pesar de su an-
141-158. tigüedad, una reimpresión con un prólogo de V. Tariqa.
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lengua claro y comprensible, estilísticamen- resultante. Esta tarea recaía, pues, en los
te elegante al mismo tiempo, pero sin la ar- dos colaboradores. Ellos se encargaban de
tificiosidad retórica que pudiese enturbiar la intentar entender y pulir, en un primer mo-
comprensión. mento de forma general, el primer borrador
Como ya se ha dicho, desde la perspec- que elaboraba Epalza (ya en catalán, por
tiva académica, este libro es mucho más supuesto). Esta primera versión, corregida
que una traducción. Los cinco estudios que de forma general (cuestiones ortográficas o
lo acompañan y, especialmente, las estrate- de normativa lingüística) servía de texto ba-
gias que ha utilizado Epalza en la traduc- se para las siguientes sesiones de trabajo,
ción {explicadas en el quinto estudio) lo durante las cuales eran comentados y expli-
convierten en un instrumento útilísimo para cados por Epalza los contenidos de cada
la traductología, como guía de futuras tra- sura y se debatían en equipo diversas solu-
ducciones (al catalán o a otras lenguas) y ciones de traducción que pudiesen contri-
también como herramienta de estudio para buir a hacer más comprensible el texto, a
los estudiantes de traducción. Quizás cabría embellecerlo literariamente o a conseguir
añadir ahora que explicar el método de tra- obtener una expresión genuina y natural en
bajo seguido por el equipo de tres personas catalán.
que ha participado en el proyecto podría ser El método de traducción seguido por
instructivo, según nuestro criterio, desde el Epalza recoge, mutatis mutandis, el espíritu
plano teórico (para los traductólogos), histó- de las palabras del filósofo y talmudista he-
rico (para una posible historia de la tra- breo Maimónides, que en el s. xil estableció
ducción) e incluso práctico, puesto que con- de manera bastante clara los postulados
sideramos -y así lo han considerado tam- que deberían guiar, y además desde la pers-
bién otras personas que nos han planteado pectiva de las lenguas semíticas, una buena
la cuestión- que el método del trabajo en traducción. Unos postulados -citados con
equipo (en un equipo integrado por parti- bastante frecuencia en la reflexión traduc-
cipantes expertos en varios campos o espe- tológica actual- que continúan vigentes to-
cialidades) puede ser adecuado para futuras davía y que merece la pena recordar:
traducciones del Corán.
Aquel que pretenda traducir de una len-
3.4 El proceso de revisión: la búsqueda gua a otra y se proponga traducir siem-
de un estilo adecuado pre una palabra dada únicamente por otra
que le corresponda, guardando el orden
El método de trabajo propuesto por de ios textos y el de los términos, tendrá
Epalza (sesiones de explicación de los conte- que esforzarse mucho para finalmente
nidos de cada sura) contribuía sobremanera conseguir una traducción incierta y
a hacer más completa la labor de interpre- confusa. Este método no es correcto. El
tación (en el sentido de comprensión y asi- traductor debe, sobre todo, aclarar el de-
milación de los contenidos) que supone toda sarrollo del pensamiento, después escri-
traducción, desde el momento en el que al birlo, comentarlo y explicarlo de modo
que el mismo pensamiento sea claro y
esfuerzo interpretativo que implicaba la ela- comprensible en la otra lengua. Y esto
boración de su primer borrador de traduc- sólo se puede conseguir cambiando a ve-
ción se sumaba un segundo proceso expli- ces todo lo que precede y le sigue, tra-
cativo (en varias sesiones) destinado a hacer duciendo un solo término por más pa-
comprensible, para unos destinatarios aje- labras y varias palabras por una sola, de-
nos a la lengua y a los contenidos de la cul- jando aparte algunas expresiones y jun-
tura árabe (los dos colaboradores), el men- tando otras, hasta que el desarrollo del
pensamiento esté perfectamente claro y
saje que, a su vez, durante el proceso de ordenado y la misma expresión se haga
revisión y mejora de los sucesivos borrado- comprensible, como si fuera típica de la
res, los dos colaboradores habían de inten- lengua a la que se traduce.34
tar que fuese más fácil de entender para el
destinatario catalanohablante.
Precisamente, las sesiones de trabajo
El hecho de contar con dos colaboradores mantenidas por este equipo iban orientadas,
expertos en lengua catalana permitía que
Epalza se centrase en los mecanismos real-
mente importantes en el proceso de traduc- j4
Citamos la traducción de Miguel Ángel Vega, publicada
ción, sin preocuparse por cuestiones meno- en su antología , Textos clásicos de teoría de la traducción,
res como la corrección lingüística del texto Madrid, Cátedra, 1994, p. 87.
Mikel de Epalza,
Josep V. Forcadell, Joan M. Perujo
51
L'Alcorà, p. 1.008-1.013.
52
Vid. texto completo de la sura, traducido al castellano y al
catalán, anteriormente.