Las hepatitis producidas por virus son enfermedades de gran impacto en el
mundo debido a su transmisibilidad, la muerte por estos padecimientos son verdaderamente significativas. El cuadro clínico recurrente de la hepatitis comienza con una inflamación aguda del hígado que causa enfermedad clínica caracterizada por fiebre, síntomas digestivos como náusea, vómito e ictericia. Las hepatitis virales son un conjunto de enfermedades clínicamente semejantes entre sí, pero que difieren de la etiología, características, mecanismo de transmisión, epidemiología y marcadores serológicos del virus por lo que se han tenido que clasificar en 5 grupos de los cuales actualmente solo se conocen sus características, estos son: el virus de la hepatitis A (VHA), la hepatitis B (VHB, la hepatitis C (VHC), la hepatitis delta (VHD) u Hepatitis TT y otras que se encuentran en estudio como la hepatitis G y GB.
Existen muchos otros virus (hepatotropos secundarios) capaces de infectar el
hígado e inducir un síndrome similar a la hepatitis, pero ello ocurre en el contexto de una patología más generalizada. Como por ejemplo virus de Epstein-Barr, CMV, Herpes simple. Algunos agentes infecciosos no virales también pueden causar inflamación hepática infecciones bacterianas como la neumonía neumocóccica y la infección por Leptospiras también. En el mundo, la infección por VHB es la causa más frecuente de hepatitis aguda y crónica de cirrosis y de CHP. La frecuencia de infección por VHB y los patrones de transmisión varían considerablemente en las diferentes partes del mundo.
Las encefalopatías espongiformes transmisibles (TSE) son enfermedades
raras, neurodegenerativas, letales en humanos y otros animales, las cuales se encuentran relacionadas con un agente infeccioso relativamente nuevo y único: el prión. Se sabe que los priones son responsables de cuatro enfermedades humanas: la de kuru, la de Creuztefeldt-Jakob(CJD), el síndrome de Gerstmann Straussler-Scheinker y el insomnio familiar fatal. Los pacientes permanecen a febriles y no presentan respuesta inflamatoria a pesar de lo abrumador y fatal de la infección. otras enfermedades son la encefalopatía transmisible de Mink, la enfermedad emaciante del venado y el alce, la encefalopatía espongiforme felina y espongiforme de los bovinos. Los virus lentos son filtrables y pueden transmitir enfermedades, pero no cumplen ninguna otra propiedad de la definición estándar de un virus. A diferencia de los virus convencionales, estos patógenos no parecen tener una estructura de virion o genoma, no desencadenan ninguna respuesta inmunitaria y son extremadamente resistentes a la inactivación por el calor, los desinfectantes y la radiación. Tras periodos de incubación prolongados, estos agentes provocan lesiones en el sistema nervioso central que causan encefalopatía espongiforme subaguda. El largo periodo de incubación, que en el ser humano puede alcanzar hasta 30 anos, ha hecho muy difícil el estudio de estos patógenos.