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El nombre de esta ciencia fue utilizado por primera vez por el antropólogo francés Paul
Topinard. Así mismo en 1885, el profesor italiano de derecho Raffaele Garófalo acuñó
este término de manera formal. Muy ligado a la criminología se encuentran los logros y
teorías de Cesare Lombroso, a quien se le considera el padre de la criminología, ya que
en sus estudios acerca de la antropología criminal, cimentó bases y teorías que hasta
nuestros días perduran, ya sea como antecedentes o como directrices mismas de la
ciencia.
A pesar de ser una ciencia de relativa reciente creación y haber sido cuestionada en
cuanto a su vinculación y dependencia para con el derecho penal, la criminología ha
alcanzado un carácter de ciencia autónomo, al ser participe de la utilización del método
científico para la formulación de las distintas teorías que la componen. La criminología
estudia en el ser criminal los distintos aspectos que componen la salud integral, es decir
el compuesto bio-psico-social, para así poder llegar a conclusiones sobre la fuente del
actuar criminal.
HISTORIA
La lucha contra el delito y el estudio
de los delincuentes y del castigo data
de la antigüedad. Filósofos como
Sócrates, Platón o Aristóteles ya
hablaron sobre este tema,
atribuyendo los delitos a deficiencias
físicas o mentales e incluso a la
herencia.
A mediados del siglo XIII, Tomás de
Aquino intentó también sentar las
bases de la filosofía del derecho
penal en su obra Escolástica, y en la
Edad Media se realizaron algunos estudios médicos para investigar crímenes aislados.
ESCUELA CLASICA
La escuela clásica tiene un desarrollo basado en la filosofía de la Ilustración, que
considera a todos los hombres como seres libres, iguales y racionales, por lo cual podían
actuar responsablemente como individuos. Por tanto, no consideran diferencias entre el
individuo que viola la ley y quien la respeta. El interés no se encuentra en el actor, sino
en el acto. Concibe al delito como creación jurídica y la violación de la norma como un
rompimiento del pacto social.
Legalidad: solo las leyes pueden decretar las penas de los delitos, es tarea del
legislador en representación de la sociedad unida por el pacto social definirlas.
Jurisdiccional: un tercero (juez) debe juzgar la verdad de los hechos, sin interpretar las
leyes, por lo cual la ley debe ser clara y conocida por todos.
Proporcionalidad: debe existir proporción entre la pena y el delito cometido
relacionado al daño realizado.
Prontitud: para que la pena sea útil, debe imponerse lo más cercana den tiempo a la
comisión del delito, por lo que el proceso debe ser breve.
Necesidad: no es la crueldad de las penas la que impide la comisión de delitos, el freno
más grande del delito es la inexorabilidad e infalibilidad de la pena
Escuela biológico-positivista
Esta escuela parte del determinismo biológico de la conducta humana, considerando
que los hombres son impulsados por características innatas hacia el delito. El centro del
análisis ya no es el delito sino es el criminal y la sociedad se ve compelida a defenderse
de todo acto antisocial ya sea relegándolo o eliminándolo.
Para Cesare Lombroso, el criminal nato es un ser atávico, esto es, tiene una regresión
biológica que se manifiesta en características físicas como asimetría del rostro o del
cuerpo, polidactilia, orejas grandes. etc. Por su parte Enrico Ferri considera al
delincuente como un hombre anormal, ya sea con anormalidades físicas, psíquicas,
hereditarias o bien adquiridas. Raffaele Garofalo define al delito natural como la ofensa
a la piedad y la probidad, sentimientos que integran el consenso moral existente.
En esta corriente, el delito en sí mismo constituye sólo una manifestación del carácter
peligroso del autor; es decir, la peligrosidad del sujeto que infringe la norma es el pilar
para determinar la sanción, por lo que, se justifica aplicar a estos sujetos medidas de
seguridad o penas sin límite de tiempo, ya que, al ser enfermo social no puede
determinarse cuando superará el estado peligroso.
Criminología moderna
En el siglo XX, los criminólogos se esfuerzan en hacer una síntesis de los
descubrimientos precedentes. En diferentes países comienza a manifestarse una
tendencia a ampliar el campo de la actividad criminológica: unos incluyen en ella la
criminalística (Alemania); otros, la penología; hay otros que preconizan el estudio
conjunto de la ciencia del crimen y de la ciencia de la reacción social suscitada por él
(Estados Unidos). En este siglo, la criminología ha influido notablemente en la evolución
del derecho penal.
Con los posteriores avances en el campo de la psicología y sociología algunos
investigadores han propuesto nuevos enfoques, entre ellos se encuentran: Jean Pinatel,
Edwin Sutherland, Robert Merton, David Matza, Travis Hirschi, Gary LaFree, David
Farrington, Michael Gottfredson, Charles Tittle, Jock Young, entre otros.
Escuela de Chicago
La escuela de Chicago surgió a principios del siglo XX, a través de la obra de Robert E.
Park, Ernest Burgess, y otros sociólogos urbanos en la Universidad de Chicago. En la
década de 1920, Park y Burgess identificaron cinco zonas concéntricas que existen a
menudo al crecer las ciudades, incluyendo la "zona en transición", que fue identificada
como más volátil y sujeta al desorden. En la década de 1940, Henry McKay y Clifford R.
Shaw se centraron en los delincuentes juveniles, encontrando que estaban concentrados
en la zona de transición.
Los sociólogos de la Escuela de Chicago adoptaron un enfoque de ecología social a las
ciudades que estudiaban y postularon que los barrios urbanos con altos niveles de
pobreza a menudo experimentan una ruptura de la estructura social e instituciones
como la familia y la escuela. Esto da como resultado la desorganización social, lo que
reduce la capacidad de estas instituciones para controlar el comportamiento y crea un
ambiente propicio para la conducta desviada.
Otros investigadores sugieren un vínculo psicológico-social añadido. Edwin Sutherland
sugirió que las personas aprenden el comportamiento criminal de los delincuentes
mayores, más experimentados con los que se pueden asociar
Teorías individualistas
La teoría de la elección racional se basa en la escuela clásica de filosofía utilitarista de
Cesare Beccaria, que fue popularizada por Jeremy Bentham. Ellos argumentaron que el
castigo, si es certero, rápido, y proporcionado al delito, es un elemento disuasivo para el
crimen, ya que los riesgos sobrepasan los posibles beneficios para el infractor. En Dei
delitti e delle pene (De los delitos y las penas, 1763-1764), Beccaria abogó por una
ciencia penal racional. Beccaria concibe el castigo como la necesaria aplicación de la ley
frente a un delito. El juez, por lo tanto, simplemente debía ajustar su condena al
cumplimiento de la ley. También distingue entre el delito y el pecado, y abogó en contra
de la pena de muerte, así como la tortura y tratamientos inhumanos, ya que los
consideraba elementos de disuasión racionales
Esta filosofía fue sustituida por las Escuelas positivista y de Chicago. No reaparece hasta
la década de 1970 con los escritos de James Q. Wilson, el artículo de 1965 de Gary
Becker titulado "Crimen y castigo",5 y "La óptima aplicación de leyes" de George Stigler,
en 1970.6 La teoría de la elección racional sostiene que los delincuentes, al igual que
otras personas, sopesan los costos/beneficios y riesgos a la hora de decidir si cometer
un delito y piensan en términos económicos.
Desde esta perspectiva, las medidas de prevención se piensan al modo de una contra
motivación, incrementando las consecuencias de cometer un delito, por ejemplo, a
través del endurecimiento de las penas. Las teorías de la elección racional también
sugieren que el aumento de la probabilidad de ser atrapado, a través del aumento de la
vigilancia, la policía o la presencia de guardia de seguridad, el mayor alumbrado público
y otras medidas, son eficaces en la reducción de la delincuencia.
Criminología crítica
La criminología crítica es entendida como un movimiento del pensamiento criminológico
contemporáneo que busca la construcción de una teoría materialista de la desviación y
toma instrumentos, conceptos e hipótesis elaborados en el ámbito del marxismo. La
Conferencia Nacional de la Desviación en 1968 fue un momento fundacional para la
criminología crítica. Esta opone un enfoque macrosociológico a uno biosociológico del
comportamiento desviado, evidenciando su relación funcional o disfuncional con la
estructura social, superando el paradigma etiológico de la criminología clásica.1
Tipos de conducta
Conducta social
Esta conducta cumple con las adecuadas normas de convivencia, es la que no agrede de
forma alguna a la colectividad, cumple con el bien común, esta conducta se lleva a cabo
por la conglomeración social, la cual no transgrede las normas de convivencia
establecidas por la sociedad. La mayoría de las relaciones humanas son llevadas por
este tipo de normas, las cuales buscan cumplir con determinados valores, como lo son:
las relaciones con los semejantes, el trabajo, la amistad, la familia, entre otras cosas.
Conducta asocial
Es aquella que carece de contenido social, no tiene relación con las normas de
convivencia, ni con el bien común, se realiza por lo general en la soledad o en el
aislamiento
Conducta parasocial
Se da en el contexto social, pero es diferente a las conductas seguidas por la mayoría
del conglomerado social. Es la no aceptación de los valores adoptados por la
colectividad, pero sin destruirlos; no realiza el bien común, pero no lo agrede. Ciertas
modas, ciertos usos y costumbres diferentes, son captados por la mayoría como
extravagantes o francamente desviados. La diferencia con la conducta es que la
parasocial no puede ser aislada, necesita de los demás para poder darse.
Conducta antisocial
Cuando hablamos de conducta antisocial hacemos referencia a toda conducta que
conlleve una violación de las normas sociales de convivencia y leyes recogidas en un
marco jurídico propias de una sociedad, produciéndose así un conflicto entre la conducta
y el entorno.
Para poder identificar una conducta antisocial debemos tener en cuenta ciertos
aspectos, tales como los que quedan recogidos a continuación:
Conducta desviada
En cuanto al fenómeno de la desviación, la criminología aborda los factores explicativos
de la conducta desviada y la conducta delictiva (robo, homicidio, daño, etc.). Estos
factores pueden ser vistos desde una perspectiva causal como determinantes de orden
psicológico, biológico o social, o pueden ser estudiados como categorías de orden
cultural resultantes de procesos de interacción y definición social complejos, en los que
intervienen elementos de tipo histórico, político o cultural.
Entendida la conducta desviada como aquel comportamiento de uno de los miembros de
una sociedad, que se aleja de los estándares habituales de conducta. Aunque debe
distinguirse entre diferentes conductas desviadas. Así, por ejemplo, el travestismo
podría considerarse como una conducta desviada, pero resulta categóricamente distinta
a la conducta desviada de, por ejemplo, robar en un establecimiento.
Control social
La criminología procura analizar desde diferentes perspectivas (funcionales y
estructurales) las instancias encargadas de reaccionar socialmente contra la desviación
y la delincuencia. El control social se divide en dos tipos:
Control social formal: constituido por las leyes y normas que rigen la convivencia.
Control social informal: es el ejercido por la sociedad, por los padres y por las personas
que nos rodean
Es importante señalar que mientras la criminología se ocupa de hallar el modo de
optimizar los mecanismos de control social, la criminología crítica explora la incidencia
en grupos humanos de tales instancias de control, como factor criminógeno. De este
último análisis, es que surge la nueva criminología o también llamada critica o radical, la
cual desatiende por completo los factores endógenos y exógenos relacionados con la
conducta criminal y desviada; dándole mayor importancia al papel de la instituciones del
gobierno y su incidencia en el control del crimen.
Delito
Artículo principal: Delito
La criminología no puede prescindir el concepto penal del delito que constituye una
referencia obligada, la criminología no solo examina el delito ni lo hace desde un
enfoque valorativo. La autonomía de la ciencia empírica es relativa por que no puede
renegar del marco histórico y cultural en el que cobra sentido la conducta humana.
Delincuente
Artículo principal: Delincuente
Se considera que es un ser biopsicosocial. El examen y significado de la persona del
delincuente pasa a un segundo plano desplazándose el centro de interés de las
investigaciones hacia la conducta delictiva misma, la víctima y el control social. La
corriente de la "clínica de la vulnerabilidad", propone una inversión del planteo
etiológico biopsicosocial de la conducta criminal a nivel individual, por un planteo
etiológico "socio-psico-biológico" de la vulnerabilidad individual al sistema penal.
Víctima
La elaboración científica de una teoría de la víctima es un fenómeno reciente,
delincuente y víctima son los dos coprotagonistas del suceso criminal. La criminología
dispone ya de un cierto núcleo de conocimientos de cuestiones como: aptitudes y
propensiones de los sujetos para convertirse en víctima, tipología victimaria relaciones
ente delincuente y víctima, grados de coparticipación o corresponsabilidad de la víctima
en el delito, influencias sociales en el proceso de victimización, daños y reparación,
comportamiento de la víctima como agente informal del control penal.
¿Qué es la criminalística?
La criminalística es la disciplina que se basa en conocimientos científicos para estudiar y
comprobar los hechos de un delito. Es la ciencia penal que busca la verdad de lo
sucedido mediante la investigación científica. Sus técnicas y métodos utilizan las
ciencias naturales: física, biología, química, etc para analizar materiales y evidencias de
los sucesos.
El criminal es un ser anormal, que sufre una desviación de base biológica que
conduce a una regresión a estados primitivos del ser humano y que se puede
catalogar como una patología. CESARE LOMBROSO