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1. ESPERANZA DE VIDA
2. INGRESOS FAMILIARES
3. ANALFABETISMO, TASA DE MATRICULA
1. VIDA SALUDABLE
2. INGRESOS
3. LOGRO EDUCATIVO
CATEGORIA DE INDICADORES
En la propuesta de Sen y Anand se proponen tres categorías de
indicadores que conforman los índices de desarrollo humano bajo, medio y alto.
El IDH bajo incluye como indicadores la esperanza de vida, la
alfabetización de adultos y la distribución del PIB per cápita.
El IDH medio incluye la esperanza de vida, la mortalidad infantil (menos
de 5 años), la alfabetización de adultos, la matrícula en la escuela secundaria,
la distribución del PIB per cápita y la incidencia de la pobreza.
El IDH alto, en cambio, incluye la esperanza de vida, la mortalidad
infantil (menos de 5 años), la mortalidad materna, la alfabetización de adultos,
la matrícula en la escuela secundaria, la matrícula en la escuela terciaria, la
distribución del PIB per cápita, la incidencia de la pobreza y el ingreso nacional
medio (INM) corregido por el coeficiente de Gini ((PIB per cápita) x (1-G)).
A estos indicadores se agregan indicadores adicionales en países
desarrollados (alto IDH) tales como falta de vivienda, drogadicción e índices de
delincuencia.
Los indicadores para niveles de desarrollo humano medios y altos
podrían revelarse pertinentes para comunidades pobres en países en vías de
desarrollo como los de América Latina. Se trata de indicadores que revelan con
mucha mayor precisión no sólo cuándo un número de individuos categorizados
como debajo de la línea de pobreza (acceso a dos canastas de bienes) la
supera, sino cuándo un conjunto de condiciones de vida han mejorado, lo que
incluye una educación de mejor calidad, mejores condiciones de vivienda,
mejores niveles de salud (incluyendo la salud mental), un mejor ambiente
social, etc. Estos indicadores son útiles siempre y cuando la información
necesaria esté disponible en pequeñas escalas, esto es, en el nivel de comuna
o localidad; o que en su defecto, sea posible generarla ad hoc. Sin embargo, en
la mayor parte de los países latinoamericanos esta información no existe
desagregada y en menor escala, o es muy difícil reunirla. Esta escasez de
información se agrava si se considera que es necesario contar constantemente
con información actualizada, ya que se debe considerar la sensibilidad del
indicador en el tiempo.
INDICE DE POBREZA HUMANA (IPH)
Un segundo indicador propuesto por el PNUD es el usado en la medición
de pobreza, el Índice de Pobreza Humana (IPH).
Este indicador se concentra en la privación de tres elementos esenciales
de la vida humana que ya se reflejan en el IDH:
- la longevidad,
- los conocimientos,
- y un nivel decente de vida.
Al igual que en el caso del IDH, este índice se presenta un tanto
restrictivo respecto de las posibilidades de ser usado en la medición de la
pobreza en el ámbito de localidades, debido a que los indicadores que utiliza
son muy agregados.
Así, en términos de la evaluación del impacto relativo sobre la
superación de la pobreza, si seguimos el concepto de pobreza humana, las
áreas de impacto por medir en una determinada localidad (que reflejarían
el grado en que ha sido modificada la situación de pobreza humana en ese
sistema de acción, con sus redes y tejidos sociales) son las siguientes:
- Pl = porcentaje de personas que no sobrevivirán hasta la edad de 40;
-P2 = porcentaje de analfabetos;
- P3 = nivel decente de vida que está compuesto por tres indicadores:
P31 = porcentaje de personas sin acceso a agua potable;
P32 = porcentaje de personas sin acceso a servicios de salud;
P33 = porcentaje de niños menores de cinco años de edad con
peso moderado y severamente insuficiente.
Cabe señalar que podría incluirse indicadores del índice que se ha
descrito dentro de encuestas y estadísticas periódicas del ámbito regional o
comunal de tal forma que se pueda monitorear y evaluar el impacto de
programas y políticas.
Es necesario ser conscientes de las potencialidades y límites del
concepto de pobreza humana. La mayor insuficiencia del IPH en función de la
evaluación de impacto de intervenciones de la política social en localidades
pobres, en la mesodimensión o en la microdimensión, reside en que se centra
fundamentalmente en grados de deprivación, con lo cual queda en claroscuro
la medición del incremento de las capacidades y potencialidades, esto es, del
autodesarrollo de esos grupos pobres.
Por lo mismo, en la investigación acerca de indicadores des arrollada
hasta el momento, se ha propuesto una combinación de factores que,
integrando medidas clásicas de pobreza, es decir, los indicadores de pobreza
de ingreso y de necesidades básicas insatisfechas (NBI), amplía el campo de
visión hacia otras cuatro áreas de impacto que son desagregadas, a su vez, en
un conjunto finito de indicadores. Estos últimos pueden ser seleccionados y
combinados en función de procesos de evaluación de impacto precisos. Estas
áreas de impacto son (i) la línea de pobreza, (u) las necesidades básicas
insatisfechas, (iii) la salud, (iv) la educación, (y) el empleo-productividad y (vi) el
autodesarrollo. El supuesto subyacente es que todo proyecto (y, más aún, todo
paquete de proyectos) impacta tanto sobre el área específica a la que está
dirigido, como en otras áreas. Por ejemplo, un proyecto de vivienda tiene un
impacto sobre el rendimiento escolar, salud, autoestima, etc.
4. CLASIFICACIONES REGIONALES
- Estados Árabes
- Asia Oriental y el Pacífico
- América Latina y el Caribe (incluido México)
- Asia Meridional
- Europa Meridional
- África Subsahariana.