Instituto de Expansión de la Consciencia Humana

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La expansión de la Consciencia en Chile:

Tributo a los Subversivos
(artículo publicado en revista Uno Mismo Nº 157, Enero del 2003)

Alejandro Celis H.

En Agosto del 2002 estuve con Francisco Huneeus y otros en una Mesa Redonda en la
Universidad del Mar, Valparaíso, y una de las cosas que dijo fue que el movimiento del
desarrollo personal es subversivo. Estoy muy de acuerdo con eso, y tuve el impulso de
agradecerle a él y a muchos otros que han contribuido a esta subversión en Chile y desde afuera.
En ese momento no se pudo por el sacrosanto tiempo de la Mesa Redonda –y también porque
me encontraba en medio de un ataque al hígado-, pero me propuse hacerlo ahora. ¿De qué
subversión estamos hablando? De la subversión en contra de los valores, actitudes y formas de
pensar y sentir añejos que empobrecen nuestra forma de vida, nuestra convivencia, nuestra
riqueza interna y que, en suma, nos cierran el corazón y nos enferman.

Patricio Varas -también presente en esa Mesa- escribió hace unos meses un artículo (UM Nº151)
en el que hacía un recuento de los eventos que conducían al encuentro de Desarrollo Personal
del que esa Mesa formaba parte. Complementando algunos detalles y aportando otra
perspectiva, la lista que haré es, sin embargo, necesariamente incompleta e imperfecta, pues
depende de mi propia experiencia personal y subjetiva; y me disculpo sinceramente por las
inevitables e injustas omisiones. También debo aclarar que los personajes que voy a mencionar
se hallan lejos de la perfección: no estoy ciego a sus falencias, pero creo que a pesar de ello es
mucho lo que se les puede agradecer. Y por supuesto, nadie me ha dado el derecho o la
representatividad para agradecer o para elegir quiénes son dignos o no de esa gratitud, pero
siento que alguien tiene que hacerlo. Y parece que nadie lo ha hecho hasta ahora en forma tan
pública.

Influencias de afuera

Carl Rogers es una figura gigantesca que ha inspirado a muchos: psicólogos, educadores y gente
de todo tipo. Es quizás la figura más conocida de la psicología humanista, y se ganó en vida el
respeto de todo el mundo, incluyendo a los representantes de la ciencia dura. Probó, más allá de
toda duda, que los factores humanos -y no los técnicos- son los más importantes para generar
cambio terapéutico en las personas. Fritz Perls, principal creador de la terapia guestáltica, trajo
un dinamismo y una vitalidad a la terapia que sacudió telarañas y trajo a terapeutas y clientes al
presente y a sus sentidos; las claves que Perls introdujo –probablemente desde el Zen- son claves
eternas que probablemente perduren para siempre.
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Se dice que, hace mucho tiempo, el gran místico Jiddu Krishnamurti visitó Chile en varias
ocasiones; también Oscar Ichazo, quien vino de Bolivia y se paseó por este país a fines de los
sesenta, generando considerable influencia en psicólogos chilenos –entre ellos, en el primer
Presidente del Colegio, Héctor Fernández, de quien por primera vez oí el término
“transpersonal”- y fundando la Escuela mística Arica, a la que atrajo a destacadas figuras del
Instituto Esalen y a nuestro conocido Claudio Naranjo. Héctor y su esposa Cristina Lorenzen
generan en los 60 la Fundación Fernández-Lorenzen o Instituto de Psicología Aplicada, el que con el
tiempo se convierte en alero para Oscar Ichazo. Tanto el Instituto como la Escuela Arica –y,
también, el Colegio de Psicólogos- funcionaron en Bellavista 185, de propiedad de Héctor.

Bhagwan Shree Rajneesh (ahora más conocido como Osho) es quizás el maestro espiritual de
más impacto en Chile en las últimas décadas; sus discursos hicieron accesibles los mensajes de
diversas religiones y resignificaron la espiritualidad para muchos. Su irreverencia y sentido del
humor mostraron, de igual modo, que la espiritualidad no es necesariamente sinónimo de caras
largas y actitud rígida y solemne.

El místico inglés Paul Lowe ha tenido una significación personal para mí, y en sus cuatro visitas
a Chile ha traído un mensaje que a mi juicio es tan radicalmente subversivo que ha generado
reacciones encontradas. El místico argentino Silo también tuvo, en los setenta, una influencia
considerable y conflictiva, fundando el movimiento La Comunidad –entre cuyos miembros se
cuenta Florcita Motuda- e inspirando posteriormente la creación del Partido Humanista. Una
respuesta mucho más uniformemente positiva produjo en los 80 el Sufi argentino Yakzán,
inspirador inolvidable que guiaba anualmente a enormes grupos de personas en cantos y bailes
de alabanza a lo Supremo.

Los grandes subversivos chilenos

Es quizás Claudio Naranjo la figura chilena que ha tenido una influencia más perdurable en el
país; estuvo en California y en el Instituto Esalen en los años 60 –la fuente misma del
movimiento del Potencial Humano-. Se codeó con las grandes figuras –entre ellos Fritz Perls,
quien le acogió y validó como su portavoz-. Su obra en el campo de los estados expandidos de
consciencia, la terapia guestáltica, la educación y el sistema del Eneagrama es perdurable y
prosigue hasta hoy con los programas SAT que dirige él mismo.

Muchos sienten una deuda importante con Lola Hoffman: se inspiraron con su guía y sabiduría.
Todos los que utilizamos su traducción del I Ching tenemos igualmente una deuda con ella. Lola
fue un importante aporte extracurricular de muchos psicólogos: entre ellos, Soledad Gatica,
Ruby Dussaillant, Virginia Espinosa, Marta Hermosilla, Viola Espínola, Ana María Noé y
Gonzalo Pérez. Lola y Claudio estuvieron muy ligados al místico Totila Albert, quien deja una
importante herencia en el arte y en los corazones de quienes lo conocieron.

El Dr. Humberto Maturana ha tenido un impacto profundo, especialmente fuera de su

profesión. Ha tenido el mérito de mostrar, desde las trincheras de la ciencia dura, la importancia
del amor y la cooperación entre los seres humanos. Su colaboración con Francisco Varela
produjo el libro “El Árbol del conocimiento”, que probablemente es la obra científica chilena más
leída en otros idiomas.
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El Ámbito Académico

Me referiré ahora a los grandes pioneros en las universidades: en la Universidad Católica, el

psicólogo venezolano Fernando Acuña Osorio desarrolla en los años 50 y por primera vez en
Chile, lo que será la piedra de tope de todos los desarrollos posteriores de tipo Humanista o
Transpersonal: el enfoque de Carl Rogers. En la U.C. continúan su tradición Mario Morales y
luego, más adelante, Jaime Boetsch y Alex Kalawski. Este último permanece más de veinte años
en esa escuela, generando un espacio importante dentro de la psicología académica durante los
años de la dictadura, para la enseñanza y el desarrollo de las diversas corrientes de la psicología
humanista y formando a una importante cantidad de psicólogos inspirados en esos enfoques. De
la UC provienen Rafael Estévez, Cecilia Avendaño, Frida Ringler y Virginia Espinosa, entre
otros.

En la Escuela de Psicología de la Universidad de Chile, Héctor Fernández P. organiza, a

principios de los años 60, una cátedra de Técnicas de Tratamiento Psicológico inspirada
especialmente en Karen Horney –a quien conoce personalmente-. A mediados de los setenta, el
Profesor Salvador Cifuentes G. inicia, dentro de ese curso, una sección dedicada a la terapia de
Carl Rogers. Su primer ayudante fue Leonardo Villarroel, a quien se agregaron posteriormente
Gabriel Reyes y, en 1975, Alberto Iturra y el que escribe. Desde 1976, Gabriel fue el profesor
titular de la Cátedra, con los dos últimos como ayudantes; mantuvo este puesto en la U. de Chile
hasta 1995, centrando sus contenidos en los desarrollos iniciales y recientes del enfoque centrado
en el cliente -ahora llamado Psicoterapia Experiencial, cuyo principal exponente es E.T. Gendlin-.
Luego emigra a continuar su trabajo en otras Universidades.

A fines de los setenta se incorpora a la docencia en esa Escuela la Prof. Marta Nepomneschi,
quien formó a varias generaciones de estudiantes en el enfoque guestáltico hasta 1979, cuando
prácticamente todos los profesores que dirigían Talleres o Cursos con metodología experiencial
son despedidos por un director afín al régimen dictatorial imperante.

Ramificaciones

El interés por continuar el movimiento del desarrollo del potencial humano se expresa también
en la creación del Instituto de Antropología Médica, bajo el alero del destacado Profesor de
Fisiología de la U. de Chile, el Dr. Hoffman (marido de Lola). En este Instituto se da espacio a
diversas exploraciones en torno a lo humano. Allí es donde Rolando Toro desarrolla la
disciplina de la Biodanza; posteriormente emigra a Brasil, donde funda un movimiento con
numerosos seguidores.

En la Clínica Psiquiátrica de Santiago laboran a fines de los sesenta un grupo pionero de

Psiquiatras -Adriana Schnake, Arturo Mardones, Pedro Politzer, Rafael Vergara, María
Cristina Delgado, Sonia Abovich y otros- quienes posteriormente se ven influenciados por los
contactos con Claudio Naranjo, ya influido por su experiencia en Esalen. Más adelante, Claudio
organiza el grupo S.A.T. (abreviación de Seekers After Truth, Buscadores de la Verdad), con algunas
de estas mismas personas, más su propia madre, Lola Hoffmann, Albert Steinberg, Ximena
Sepúlveda, Vilma Hänig, Ruby Bindhof y otros. El proceso de trabajo con el S.A.T. -como es de
suponer- influye profundamente la cualidad del trabajo que se realiza en la Clínica Psiquiátrica
en esos años. La incorporación posterior de los psiquiatras Héctor Bazán y Jorge Sapiaín
-ayudados por el trabajo previo de los demás- cataliza la creación del Hospital Diurno de la
Clínica, con una orientación marcada por estas influencias.
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El Proceso Fischer-Hoffman también constituye un importante hito en las terapias que se

realizaban en los setenta. El creador de esta terapia -Bob Hoffman- fue popularizado por
Claudio Naranjo, quien le ayuda a darle forma grupal. Los más conocidos especialistas de
nuestro medio formados en esos años -y quienes quizás más se dedicaron a ese trabajo, además
del propio Hoffman- son Arturo Mardones, Eleodoro Ortiz de Zárate (conocido como Doro),
Armando Molina, Rafael Vergara y Arístides Rojas.

Entre 1975 y 1980 funciona el Centro Psicológico el Trovador, iniciado por los psicólogos Ana
María Noé, Gonzalo Pérez y Ada Contreras, quienes trabajaban creativamente con técnicas
inspiradas en el Instituto Arica y la Gestalt. En 1976 y en años posteriores se les unen Leonor
Bernales, Alberto Iturra, Odette Schwartz y quien escribe. El espíritu del Centro fue
profundamente innovador y exploratorio de nuevos estilos y dimensiones, atrayendo a
numerosos buscadores que se nutrieron de ese espíritu pionero. Gonzalo Pérez tiene el mérito
de haber masificado el estudio serio de la astrología, erigiéndose como la figura más conocida de
esa disciplina en Chile. Por su parte -adicta al anonimato-, Ana María Noé ha sido modelo desde
entonces de un trabajo serio y realmente profundo en la psique humana, en un estilo lleno de fe
en la inspiración y el contacto desde y con lo invisible.

Patricio Varas regresa a Chile de una estadía en el Instituto Esalen en 1977, iniciando desde
entonces lo que será un impacto profundo en el sistema educacional chileno, realizado a través –
de quizás, cientos- de talleres de Desarrollo Personal a profesores. En la misma tradición de Carl
Rogers, Patricio se ha hecho un importante nicho en profesiones que trabajan en forma no clínica
con personas –como profesores, asistentes sociales, orientadores, profesiones paramédicas y
otras- mostrando la necesidad álgida de herramientas que estos profesionales también tienen.
Eric Troncoso, desde su profesión de Profesor y Consejero Educacional e inspirado
principalmente por un contacto de años con Carl Rogers, funda The Angel’s School, único colegio
inspirado auténticamente en la enseñanza centrada en la persona propuesta por Rogers.

El psicólogo Gustavo Jiménez, discípulo de Chögyam Trungpa y de Francisco Varela, es quizás

quien más ha contribuido a la popularización del Budismo en Chile. Ha tenido centros de
meditación en su propia casa, dirigido talleres en que ha enseñado Vipassana y facilitado la
visita de figuras del Budismo Tibetano, además de encarnar en sí mismo las virtudes de la
compasión y la dedicación. Luis Weinstein, en su estilo quitado de bulla, ha generado
iniciativas, grupos de trabajo y publicaciones en el ámbito de la psicología comunitaria que
buscan generar una auténtica fraternidad entere los miembros de la comunidad –es decir, todos
nosotros-. Desde su trinchera de la Radio Tierra, el médico Francisco Alcoholado ha alcanzado
notoriedad en los últimos años, llevando a la palestra los grandes temas del Humanismo.

Gastón Soublette, un enamorado del verdadero espíritu del Taoísmo –entusiasmo al que me
suscribo-, brinda en sus enseñanzas y personal versión del Tao te King una perspectiva
revitalizada y esperanzadora de una mentalidad que puede ser una luz orientadora en la
debacle de la civilización que estamos presenciando en estos días.

La Ecología

Lamentablemente, la ecología –a pesar de la atención urgente que necesita- ha tenido una

escasísima entrada en los fundamentos de nuestra mentalidad nacional. Adriana Hoffman -hija
de Lola- ha sido de las pioneras, no sólo en base a denuncias sino que educando al respecto, a
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través de libros y otras iniciativas. Manfred Max Neef, además de proponer lo que a esta altura
debiera ser una obviedad –el desarrollo sustentable- fue también candidato a presidente frente a
quien sería uno de los presidentes más destructivos e inconscientes que ha tenido el país en este
ámbito: Frei Ruiz-Tagle. Max Neef reunió un “voto disidente” significativo que al parecer jamás
fue verdaderamente tomado en cuenta por la corriente central del poder. Douglas Tompkins
llegó de EEUU a mostrarnos en los hechos –con gran oposición local, del Gobierno y oposición
de la época- lo que debiera ser el respeto por la naturaleza, inspirando a muchos y produciendo
la silenciosa gratitud de miles que veían desaparecer el bosque autóctono con la sola limitación
de la velocidad que lograban alcanzar las motosierras.

Sara Larraín fue también candidata –esta vez frente a Lagos-, atrayendo atención frente a su
propuesta, la que junto a los anteriormente nombrados han sido principalmente canalizadas por
organizaciones como Los Defensores del Bosque Chileno, Codeff o la internacional Greenpeace –
quienes tuvieron importante protagonismo en lograr que la Antártida sea un santuario para las
ballenas-.

El rubro de las publicaciones

Francisco Huneeus ha tenido el enorme aporte de crear la Editorial Cuatro Vientos, que publica
libros sobre diversos ámbitos de la “subversión” -Gestalt, P.N.L., ecología, uso razonable de los
recursos, espiritualidad y cantidad de otros temas- desde 1974. ¿Quién no ha sido influido por
El Darse Cuenta, el I Ching, el Manual de Iluminación para Holgazanes, Palabras a mí mismo, Sueños y
Existencia y tantos otros? En los años 70, fue una maravilla tener esos libros al alcance de la
mano, sin depender de las fluctuaciones de precios de Argentina, México o España. Francisco
también trajo brevemente a Chile a autores de esos mismos libros, como Barry Stevens y John
Stevens. Junto con Adriana Schnake fueron socios fundadores de la Editorial, y ambos
popularizaron además el enfoque guestáltico en Chile y Argentina.

La periodista Delia Vergara crea en los 70 la revista Clan, la que abrió –quizás por primera vez
en Chile- espacios inteligentes en una revista de variedades, dando una pauta aún no superada
en ese ámbito. Entre otros, escribe allí el recordado místico norteamericano Steve Gorad,
ejemplo de una búsqueda espiritual carente de gravedad y, más bien, llena de goce y humor.
Eduardo Yentzen, en el que quizás fue su inicio en una larga serie de empresas movilizadoras
del espíritu de la comunidad, funda La Bicicleta, inolvidable publicación que hurga en los
temas del desarrollo humano durante la dictadura. Alejandro Abufom logró sostener durante
bastante tiempo El filósofo callejero, periódico alternativo con artículos inspiradores de alto
vuelo intelectual.

Sin embargo, es de Argentina de donde provino la publicación que más ha perdurado en el

tiempo: la Uno Mismo, que de la mano de la periodista Tatiana Vega ha adquirido personalidad
propia y local, siendo un importante y continuo vehículo de contenidos que inspiran y generan
reflexión acerca de nuestro estilo de vida, en una época notablemente desértica respecto a ese
ámbito en los medios.

Los “brujos”

Uso esa palabra en un modo muy lejano a lo peyorativo sino, por el contrario, de una forma en
extremo respetuosa de capacidades “para-normales” que para muchos exceden lo imaginable, y
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que en los casos que mencionaré –a todos los cuales debo mucho- han sido utilizadas para la
orientación espiritual y sanación de miles de personas. Adriana Manríquez es el primer ejemplo
de esto: en el cercano pueblo de Malloco y a veces en la capital, ha dado muestras de su fe
inquebrantable en los poderes sanadores de sus guías, utilizándolos como canal para los dolores
físicos y espirituales de quienes acuden a ella. Iván Taborga, en su peculiar estilo irreverente y
aparentemente apoyado en sus hierbas y pócimas homeopáticas –pero obviamente, no sólo en
eso-, ha sanado también no sólo cuerpos sino también almas, constituyéndose en un apoyo
simplemente esencial para que muchos de nosotros sigamos adelante con nuestra “maquinaria”
en condiciones aceptables.

Por su parte, Tom Heckel ha mostrado desde mediados de los 80 el fenómeno de la canalización
en Chile –tema sobre lo cual edité el libro Inspiración Visionaria-, trayendo mensajes lúcidos y
orientadores desde otras dimensiones. Su ejemplo ha sido clave para que, desde entonces, otras
personas hayan reconocido en esto sus propias capacidades especiales, transformándose
igualmente en canalizadores. Tom también ha destacado una y otra vez la importancia de la
intención en lo que hacemos, y que somos nosotros quienes decidimos nuestro destino. Sus
caminatas sobre brasas también han constituido un hito clave para que muchos hayan explorado
–en una situación extremadamente didáctica- los efectos de sus pensamientos y actitudes.

A todos, gracias por intentar –a su modo y desde su particular perspectiva- aportar a que todos
seamos más verdaderos con nosotros mismos y los demás y con ello más auténticamente felices.
No puedo dejar de mencionar que detrás de cada una de estas caras visibles hay generalmente
un grupo de colaboradores inapreciable –pienso, por ejemplo, en Sixtina, quien ha estado en la
Cuatro Vientos por más de 25 años- que sería interminable mencionar. Sin embargo, que a cada
uno de ellos –y a todos los que he omitido- el Universo les colme de felicidades, en premio a sus
esfuerzos y a la persistencia que han debido desplegar para salvar los innumerables obstáculos
que sé que se enfrentan en esta labor de "subversivo”. Y si se me permite, un pequeño
recordatorio: es importante disfrutar lo que se hace momento a momento –aunque el objetivo
fuese, hipotéticamente, “salvar al mundo”-.