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DISCURSO DE GRADO

Somos historia en composición


“Hoy recuerdas el porqué, el cuándo y el cómo llegaste hasta aquí.”-Anónimo.

Buenos días,

Hna. María del Rocío PIJ, superiora provincial, Hna. Nora María PIJ, rectora; Hnas. del
Niño Jesús Pobre, Maestros, Padres de Familia, Amigos y compañeros Promoción 2018.

Hoy 24 de noviembre es un día en que vienen en nuestra mente toda clase de pensamientos
¿qué voy a hacer ahora?, ¿Podré enfrentarme al mundo? Estoy muy feliz, ¡Ya quiero ir a la
universidad!, o ¡Los voy a extrañar! Estos son reflejo de la importancia y trascendencia de
este momento, de esta oportunidad que Dios nos regala para culminar esta etapa de 12 años
de experiencias entre alegrías, tristezas, pero sobre todo aprendizajes que nos llevarán a
volar alto y con el horizonte claro hacia nuestros sueños y metas. Recuerdo cómo al inicio
de este año tomé una cartulina y plasmé mis sueños y cómo el primero fue estar acá con
todos ustedes con los nervios de punta, lágrimas en los ojos y una sonrisa en el rostro
porque aquello por lo que luchamos trasnochamos y reímos lo tenemos hoy justo enfrente.

Llegamos siendo pequeños, inocentes, ingenuos y con el corazón arrugado porque nuestros
padres ya no estarían todo el tiempo con nosotros, sentíamos que éramos una hoja en
blanco, que estaba en disposición de ser escrita por miles de trazos, letras, números y
símbolos para que escribieran sobre nosotros. Pero en realidad, lo que sucedería es que no
sólo éramos una hoja, éramos muchas hojas en blanco, y en ese momento estaba la primera
página de un libro que como título tenía nuestro nombre, y que también teníamos a nuestro
alcance un lápiz listo para escribir esos trazos, letras, números y símbolos por nuestra
cuenta, porque también seríamos los autores.

Pero no estábamos solos, compartíamos en un mismo salón, patio, parque y jardín con más
pequeños, y otras personas más grandes que nosotros, los profesores, que nos cuidaban y
enseñaban cosas nuevas. Lo que condujo a nuestro mano con el lápiz a escribir, día y
noche, todo lo que iba sucediendo, cada lección de lenguaje, matemáticas, inglés, religión,
ciencias naturales, ciencias sociales, música, danzas, arte; cada juego, cogidas, el puente
está quebrado, escondidas, stop, cuadrito, kickball, ponchados; cada recuerdo chistoso:
caídas, golpes, chistes, bromas, empanadas, dichos; cada momento triste: regaños, peleas
entre amigos, pérdidas de seres queridos, pero sobre todo cada lección que trascendió el
ámbito académico como los: consejos, retiros, convivencias, foros , que nos llevaron a
mirar más allá de nuestro mundo, a cuestionar y ser conscientes de nuestras acciones,
llevando a darle un mayor sentido a todo lo que estábamos haciendo. Todo esto escrito con
lápiz, es sólo un capítulo del libro de nuestra vida, el capítulo llamado: Colegio.

Cada uno fue escribiendo su propio libro, algunos comenzaron aquí en Santa Clara, han
crecido con el Colegio, otros fuimos llegando con el paso años, lo que hace aún más rica
nuestra Promoción, porque cada uno aporta con su propia melodía a esta composición
musical armoniosa que somos hoy, que a pesar de las dificultades sacamos adelante las mil
actividades tareas y trabajos: recordemos elecciones en Noveno, el Puente, las campañas
de personería, la despedida de undécimo, y especial en este año PRO CASITA 2018, en los
80 años y Beatificación de la madre Clara.

Momentos en los que la Unión hizo a fuerza, en donde nos sorprendimos a nosotros
mismos, ya que no creímos ser lo suficientemente buenos, pero resulta que a través de cada
caída y alegría que vivimos nos hicimos más fuertes, más estratégicos, más recursivos, más
serenos, más sabios, en resumen fuimos creciendo, madurando, tanto en estatura, fuerza
física, cómo en conocimientos, habilidades y competencias humanas para enfrentar los
retos de cada día a la luz del Evangelio.

Crecimiento que no hubiera sido posible en primera media sin nuestros padres, ellos en
busca de nuestro mayor bienestar, trabajan duro para brindarnos las comodidades de tener
una educación integral de alta calidad, porque sacrifican por nosotros tiempo, nos ayudan y
velan por nosotros cuando no estamos bien. Sin ustedes padres, no estaríamos aquí, gracias
por habernos regalado el don de la vida, por pensar más en nosotros que en ustedes mismos,
les quiero decir que han formado a hijos extraordinarios de corazones nobles y con ganas
de salir a aportar y dar de ellos a los demás, porque con su ejemplo de entrega, dedicación y
lucha, llegamos a esta meta. Si bien algunos ya no nos acompañan, estoy segura de que en
el cielo están llenos de orgullo y satisfacción porque su hija lo logró.

De igual manera sin nuestros maestros y hermanas llegar hasta aquí no hubiera sido
posible. Hermanas del Niño Jesús Pobre, ustedes nos recibieron con los brazos abiertos en
su comunidad, llenas de amor y ganas de compartir el mensaje de la Beata Clara del Niño
Jesús Pobre a niños, niñas y jóvenes, dándonos siempre la oportunidad de acercarnos más a
Dios y al pobre, y permitieron que este nuestro colegio Santa Clara fuera un lugar propicio
de formación integral para nosotros, por lo que nos vieron crecer como personas sin
importar el tiempo que llevemos en la institución somos bendecidos de ser a Promoción de
los 80 años,

Maestros, sin ustedes no tendría un valor lógico estar diciendo estás palabras, porque
gracias a ustedes tenemos el conocimiento tanto académico como personal para
enfrentarnos a lo nuevo, a los desafíos. Gracias de todo corazón maestros, porque sin
ustedes esto no sería colegio, porque en cada clase dan su mejor esfuerzo, aunque los
estudiantes en ciertas ocasiones o podamos conocer, porque alegraron nuestros días, y
compartimos momentos inolvidables. Gracias Hna. Viviana, Hna. Manuela, René, Cristián,
Willy, Héctor, Ana Lu, Julieth, Dago, Emi, Ginnita, Guille, Yamile, Leo, Anita, Esther
Julia, Luz H, Jordan, Alberto, Loly y a nuestros directores de curso Adri y Jairo. Infinitas
gracias, se han ganado un espacio en mi corazón, porque “Un profesor toma de la mano,
abre la mente y toca un corazón.”

Chicas y Juan, me siento bendecida de haber estado con ustedes estos últimos 3 años, y doy
gracias a Dios porque sé que cada uno de nosotros es alguien diferente a la persona que
llegó a este colegio, llenos de miedo, de interrogantes, pero que a medida que pasó el
tiempo y que las circunstancias se dieron, fueron recolectando lo mejor de cada situación
para solidificar su personalidad, sus objetivos sus metas, lo que cada uno va a estudiar,
hacer, no tengan miedo, de arriesgarse, de mantenerse fuertes, somos esos diamantes en
bruto, que tienen que atreverse a pensar diferente y tener claro su propósito para no perder
el rumbo, siguiendo nuestro lema: “ Los de Santa Clara Siempre Claros”.
Ahora para terminar quiero invitarlos a que amen, amen mucho, sin medida, como Cristo
nos amó, si hay algo que en mi último año de vida he aprendido, es que todo se resume en
el Amor, en el amor verdadero, fundamentado en la verdad que es Cristo, y en la entrega
total de lo que somos, bien si creas o no, Ama y te darás cuenta que el amor te libra del
miedo, y el miedo es lo que nos ata a no perseguir nuestros sueños y metas, si bien el futuro
es incierto, vivir y disfrutar cada momento con paz, alegría y serenidad en el alma, es lo que
llenará nuestras vidas de plenitud, de satisfacción por haber realizado nuestra misión.

Y remitiéndome a la frase con la que inicié “ Hoy recuerdas el porqué, el cuándo el cómo
llegaste hasta aquí”, los invito a que en este momento cierren sus ojos, respiren y recuerden
aquel momento en que pensaron en darse por vencidos, en soltar la toalla recuerden lo que
sintieron, y ahora abran los ojos miren a su alrededor. Parece una ilusión pero vuelve y
cierra los ojos, respira profundo y siente como este momento es realidad que aquí hoy en el
Colegio Santa Clara se está haciendo historia porque 40 niños que ahora son jóvenes se
formaron con las enseñanzas de la Beata Clara del Niño Jesús Pobre para cambiar el mundo
poniendo el corazón en cada acción y haciendo el bien a su alrededor y que ahora y aquí
que llegó el momento de decir hasta pronto nosotros esos 40 jóvenes estamos preparados
para enfrentar el mundo, gracias a todo su trabajo hermanas, maestros y padres.

Muchas Gracias.

Mariana Gracia Castro

Undécimo B

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