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Gordon Allport y la Teoría de los Rasgos de la Personalidad

Gordon Allport fue un psicólogo estadounidense muy conocido por sentar las bases de la

psicología de la personalidad. De acuerdo con su teoría de la personalidad, cada individuo es único

y por lo tanto también lo es su personalidad y ésta debe ser analizada en las presentes

circunstancias, ya que esta evoluciona de forma continua en lugar de permanecer estancada durante

toda la vida.
Biografía

Nacido el 11 de noviembre de 1897 en Montezuna, Indiana, su primera educación la realizó en

las escuelas públicas de Cleveland, Ohio, después de trasladarse allí con su familia. Su padre era

un médico rural y su madre maestra de escuela. Practicaban la religión protestante y la “ética

protestante del trabajo”, que hace hincapié en la importancia del trabajo duro y la diligencia.

Gordon Allport fue un niño estudioso pero tímido, que a menudo se mantenía aislado y solitario.

Se completó la escuela secundaria en la escuela secundaria de Glenville con calificaciones

sobresalientes y obtuvo becas para estudiar en la prestigiosa Universidad de Harvard. Fue difícil

para él encajar en el medio ambiente de la Universidad de Harvard, sin embargo, se licenció en

economía y filosofía en 1919.

Siempre estuvo interesado en el estudio de la psicología social y de la personalidad, por lo buscó

la manera de satisfacer su interés colaborando en el club de chicos de Boston, así como haciendo

de voluntariado como un agente de vigilancia para ayudar a los estudiantes extranjeros y

trabajadores de la guerra. Trabajó enseñando economía y filosofía en la universidad Robert en

Estambul, Turquía durante un año y luego regresó a Harvard para estudiar el grado de psicología.

Publicó su primer trabajo de investigación titulado “Rasgos de la personalidad: su clasificación y

valoración” en colaboración de su hermano Floyd Allport en 1921. Gordon Allport completó su

maestría en 1921 bajo la dirección de Herbert S. Langfield seguido del doctorado en 1922.

Su profundo interés en el estudio de la personalidad le llevó a estudiar cada rasgo que define y

conforma una personalidad única.


Allport propuso a lo largo de su vida varias teorías conocidas y enfoques para estudiar las

complejas estructuras y rasgos que conforman una persona. Negó firmemente el concepto

del enfoque psicoanalítico para el estudio de la personalidad, porque decía que el enfoque

psicoanalítico es un enfoque de comportamiento que no puede ser utilizado para estudiar una

personalidad.

Murió el 9 de octubre 1967 dejando tras de sí un legado sin igual en el campo de la psicología de

la personalidad.

Teoría de los rasgos de Gordon Allport

En 1936 Allport seleccionó las palabras del diccionario que definen una persona y clasificó hasta

4500 en tres niveles diferentes. Estas palabras definen las diferencias individuales en base a tres

niveles conocidos como rasgos cardinales, rasgos centrales y rasgos secundarios.

Categorizó estos rasgos en tres niveles, que son los siguientes:

Rasgos cardinales

Estos son los rasgos que predominan en toda la vida de un individuo, es la característica innata

fundamental de la persona, que se aprende o se adopta, a menudo hasta el punto que la persona se

da a conocer sólo a través de estos rasgos. El origen y el significado de términos son principalmente

descriptivos. Allport sugirió que los rasgos cardinales tienden a desarrollarse a lo largo de la vida

y le ayudan en la búsqueda de su propósito en la vida.


Rasgos centrales

Son las características generales que forman los fundamentos básicos de la personalidad. Los

rasgos centrales, aunque no son tan dominantes como rasgos cardinales, son las características

principales que se utilizan para describir a la persona. Términos tales como inteligente, tímido,

honesto o ansioso se consideran rasgos centrales.

Rasgos secundarios

Estos son los rasgos que a veces están relacionados con las actitudes o preferencias de la persona

y, a menudo aparecen sólo en ciertas situaciones o bajo circunstancias específicas, definen la

complejidad de una personalidad tal como se revela en ciertas situaciones. Un ejemplo sería

cuando alguien se pone muy nervioso al hablar en público.

La Teoría de la Personalidad de Eysenck: el modelo PEN

Uno de los teóricos más importantes del estudio de la personalidad es Hans Eysenck. Un psicólogo

nacido en Alemania, pero que a los 18 años se instaló en el Reino Unido donde creció
profesionalmente. Llevó a cabo muchas investigaciones, aunque se hizo famoso por su teoría de

la personalidad.

Su enfoque se enmarca dentro de la teoría de los rasgos, que asume que la conducta está

determinada por unos atributos relativamente estables que son las unidades fundamentales de la

propia personalidad, porque predisponen a una persona actuar de una manera determinada. Esto

significa que los rasgos deben ser coherentes a través de situaciones y con el tiempo, pero pueden

variar entre los individuos.

Eysenck y las diferencias individuales

Para Eysenck, los individuos difieren en sus rasgos debido a diferencias genéticas, aunque no

descartó las influencias ambientales y situacionales en la personalidad, como las interacciones

familiares en la infancia. Por lo que se basa en un enfoque biopsicosocial en el que estos factores

genéticos y ambientales determinan la conducta.

Lo que propone el autor es que cada persona nace con una estructura específica a nivel cerebral,

que causa discrepancias en la actividad psicofisiológica y, por tanto, provoca que el individuo

desarrolle diferencias en el mecanismo psicológico, determinando un tipo específico de

personalidad.

La personalidad según Hans Eysenck

Hans Eysenck desarrolló una teoría basada en los resultados del análisis factorial de las respuestas

de unos cuestionarios de personalidad. El análisis factorial es una técnica que reduce el


comportamiento a una serie de factores que pueden agruparse juntos bajo un encabezado llamado

dimensión, ya que comparten unos atributos comunes.

Como conclusión, identificó tres dimensiones independientes de la personalidad que explicaré más

adelante: Neuroticismo (N), Extraversión (E) y Psicoticismo (P), lo que recibe el nombre

de modelo PEN.

Este modelo pretende ser explicativo y causal, pues determina las bases biológicas de estas

dimensiones y las confirma experimentalmente.

Los estudios de Eysenck

Durante la década de los 40, Eysenck trabajaba en el Hospital Psiquiátrico de Maudsley (Londres,

Reino Unido). Su trabajo era realizar la evaluación inicial de cada paciente antes de que su

trastorno fuese diagnosticado por un psiquiatra. En este puesto de trabajo recopiló una batería de

preguntas sobre el comportamiento, que más tarde aplicó a 700 soldados que estaban siendo

tratados en el mismo hospital por sus trastornos neuróticos.

Tras pasar los cuestionarios, se dio cuenta de que parecía haber un vínculo de unión entre las

respuestas de los soldados, sugiriendo que había rasgos de personalidad que estaban siendo

revelados.

La estructura de la personalidad según Eysenck

Tras los resultados de sus investigaciones, Eysenck propone un modelo jerárquico de la

personalidad en el que el comportamiento se puede ordenar cuatro niveles distintos. Este es el

orden desde el nivel más bajo al más alto:


 Primer nivel: En este nivel se encuentran las respuestas que pueden observarse una vez, y que

pueden ser o no características de la persona (por ejemplo, vivencias de la vida cotidiana).

 Segundo nivel: Son las respuestas habituales, que suelen suceder frecuentemente bajo contextos

similares (por ejemplo, si se contesta a un test por segunda vez, se darán respuestas similares).

 Tercer nivel: Son los actos habituales que se ordenan por rasgos (sociabilidad, impulsividad,

vivacidad, etc.).

 Cuarto nivel: Este nivel es el más extenso en el sentido de generalidad, y se encuentran los

superfactores que he mencionado antes: Neuroticismo, Extraversión y Psicoticismo.

Las personas pueden puntuar alto o bajo en estos superfactores. Una puntuación baja en

Neuroticismo hace referencia a una estabilidad emocional alta. Las puntuaciones bajas en

Extraversión hacen referencia a Introversión.

Los tres tipos o superfactores son suficientes para describir la personalidad de manera adecuada,

pues a partir de estos se pueden hacer predicciones tanto a nivel fisiológico (por ejemplo, nivel de

activación cortical), psicológico (por ejemplo, nivel de rendimiento) y social (por ejemplo,

conductas delictivas).

Las dimensiones del Modelo de Eysenck

Neuroticismo (estabilidad-inestabilidad emocional)

Las personas con inestabilidad emocional muestran ansiedad, histeria y obsesión. Con frecuencia

tienden a reaccionar de forma emocionalmente exagerada y tienen dificultad para volver a un


estado normal después de la activación emocional. En el otro extremo la persona es ecuánime,

calmada y con un alto grado de control emocional.

Extraversión (extraversión-introversión)

Los extravertidos se caracterizan por la sociabilidad, impulsividad, desinhibición, vitalidad,

optimismo y agudeza de ingenio; mientras que los introvertidos son tranquilos, pasivos, poco

sociables, atentos, reservados, reflexivos, pesimistas y tranquilos. Eysenck piensa que la principal

diferencia entre los extravertidos y los introvertidos se encuentra en el nivel de excitación cortical.

Psicoticismo

Las personas con puntuaciones altas en psicoticismo se caracterizan por ser insensibles,

inhumanas, antisociales, violentas, agresivas y extravagantes. Estas puntuaciones altas se

relacionan con distintos trastornos mentales, como la propensión a la psicosis. En contraste con

las otras dos dimensiones, el psicoticismo no cuenta con un extremo inverso, sino que es un

componente presente en distintos niveles en las persona.

Bases biológicas del modelo PEN: aspectos causales

Teniendo en cuenta este el modelo descriptivo de la personalidad, el modelo PEN también aporta

una explicación causal. Para ello se centra en los mecanismos biológicos, hormonales y

psicofisiológicos responsables de las tres dimensiones, para así poder probar esta teoría de forma

experimental.
Teoría de la Activación Cortical y su relación con la extraversión

La teoría de la activación cortical aparece posteriormente a otra propuesta del propio Eysenck,

el modelo de la Excitación-Inhibición, puesto que esta última no permitía hacer predicciones

empíricamente contrastables.

Modelo de excitación-inhibición

El modelo de la excitación-inhibición propone que las personas extravertidas tienen potenciales

de excitación débiles e inhibición reactiva fuerte. En cambio, las personas introvertidas poseen

potenciales excitatorios fuertes e inhibición reactiva débil.

Teoría de la Activación Cortical

La activación cortical de Eysenck propone una explicación biológica de la extraversión teniendo

en cuenta el sistema de activación reticular ascendente (SARA). La actividad del SARA estimula

la corteza cerebral, que, a su vez, aumenta el nivel de activación cortical.

El nivel de arousal cortical se puede medir a través de la conductancia de la piel, las ondas

cerebrales o el sudor. Teniendo en cuenta los distintos niveles de actividad del SARA, los

introvertidos tienen niveles más elevados de actividad que los extravertidos. Algunas

investigaciones han demostrado que los extravertidos buscan fuentes de estimulación externa que

les provocan un mayor nivel de estimulación.


Neuroticismo y activación del sistema límbico

Eysenck también explica el neocriticismo en términos de los umbrales de activación del sistema

nervioso simpático o el cerebro visceral. El cerebro visceral también se conoce como el sistema

límbico, que consiste en el hipocampo, la amígdala, el septo, y el hipotálamo, y regula los estados

emocionales tales como el sexo, el miedo y la agresión. Es responsable de la respuesta de lucha o

huida en la cara del peligro.

Para medir los niveles de activación del cerebro visceral se puede utilizar la frecuencia cardíaca,

la presión arterial, la conductancia de la piel, sudoración, la frecuencia respiratoria y la tensión

muscular (especialmente en la frente). Las personas neuróticas tienen umbrales bajos de activación

del cerebro visceral y son incapaces de inhibir o controlar sus reacciones emocionales. Por tanto,

experimentan efectos negativos en situaciones estresantes, están molestos incluso en situaciones

con una tensión menor y se disgustan con mucha facilidad.

Psicoticismo y hormonas gonadales

Eysenck también aporta explicación biológica de psicoticismo, concretamente de las hormonas

gonadales como la testosterona y las enzimas como la monoamino oxidasa (MAO). A pesar de no

haber gran cantidad de investigaciones sobre el psicoticismo en comparación con la extraversión

y el neuroticismo, algunos estudios actuales muestran que las personas con episodios psicóticos

presentan niveles altos de testosterona y niveles bajos de la MAO.

Además, en estos estudios, la impulsividad y la agresividad, dos rasgos característicos de los

individuos que puntúan alto en psicoticismo, correlacionaron negativamente con la MAO, pues

esta enzima desempeña un papel fundamental en la degradación de las monoaminas noradrenalina,


dopamina y serotonina. En dichos estudios, también se demostró que los niveles bajos de la MAO

es una característica que presentan los pacientes psicóticos.

TEORÍA SOCIO- COGNITIVA

Walter Mischel

Psicólogo

Walter Mischel fue un importante psicólogo austriaco que estudió la personalidad. Se afincó en

Estados Unidos, donde fue profesor de la Universidad de Columbia desde 1983, si bien antes había

sido profesor en la Universidad de Stanford. Wikipedia

Fecha de nacimiento: 22 de febrero de 1930, Viena, Austria

Fallecimiento: 12 de setiembre de 2018, Nueva York, Nueva York, Estados Unidos

Cónyuge: Michele Myers

Educación: Universidad Estatal de Ohio, Universidad de Nueva York

Campos: Gratificación aplazada, Psicología de la personalidad, Psicología social

Walter Mischel (1930-2018) fue un psicólogo de origen austriaco que desarrolló importantes

investigaciones sobre control de estímulos, refuerzo retardado y autocontrol, especialmente en

infancia y adolescencia. Se considera uno de los principales psicólogos en la clínica de enfoque

cognitivo conductual y uno de los autores más citados del siglo XX.

A continuación veremos una biografía de Walter Mischel, así como algunas de sus principales

aportaciones a la psicología.
 Artículo relacionado: "Historia de la Psicología: autores y teorías principales"

Walter Mischel: vida y obra de este psicólogo clínico

Walter Mischel nació el 22 de febrero de 1930 en Viena, Austria. Ocho años después, él y su

familia se mudaron a Estados Unidos debido a la reciente ocupación nazi. Fue el más joven de tres

hermanos, hijos del empresario Salomón Mischel y Lola Leah Schreck quien era ama de casa.

Mischel creció en Brooklyn, New York desde el año de 1940, donde estudió la escuela secundaria,

así como la formación universitaria en la universidad estatal, al tiempo que trabajaba en el negocio

de su familia. A pesar de haber iniciado sus estudios en el área médica, Mischel terminó por

interesarse en la psicología, especialmente en su aplicación clínica.

Así, en 1956, Mischel obtuvo un grado de doctor en psicología clínica por la Universidad Estatal

de Ohio, donde se formó de la mano de uno de los psicólogos más reconocidos en la clínica

cognitivo conductual, George Kelly. Así mismo fue determinante en su formación

profesional Julian Rotter, psicólogo recordado por sentar las bases de teorías del locus de control.

A partir de entonces se desempeñó durante dos años como profesor e investigador en la

Universidad de Colorado, durante dos años la Universidad de Harvard y durante el mismo tiempo

en la Universidad de Stanford.

Reconocimientos internacionales

En el año de 1983, Mischel fue docente en la Universidad de Columbia, y en el año de 1991 fue

electo como miembro de la Academia Americana de las Artes y las Ciencias. Posteriormente, en
el 2004, fue electo en la Academia Nacional de las Ciencias, y del 2007 al 2008 fue presidente de

la Asociación por la Ciencia Psicológica.

Finalmente, en 2011 recibió el premio de Psicología Grawemeyer de la Universidad de Louisville,

por sus trabajos en control de estímulos, refuerzo retardado, autocontrol y fuerza de voluntad. En

el año 2002, Mischel fue clasificado por la Asociación Americana de Psicología en el lugar número

25 del listado de los psicólogos más citados en está disciplina durante el siglo XX.

El experimento de los malvaviscos (Marshmallow Test)

A finales de la década de los 60’s, Mischel condujo un experimento mediante el cual quería

observar los efectos del refuerzo retardado, también llamada gratificación retardada.

Esta última es la habilidad de abstenerse de recibir un elemento gratificante de manera inmediata,

con tal de recibir otro elemento más deseado a pesar de que implique una espera más larga.

Veremos a continuación de qué se trató este experimento y las implicaciones que tuvo para la

psicología cognitivo-conductual.

¿Influye el autocontrol en el aprendizaje?

Este experimento consistió en lo siguiente: se seleccionaron niños y niñas de entre cuatro y seis

años de edad, y se les llevó a una habitación donde solo había una mesa y una silla. Sobre la

mesa había un malvavisco, una galleta oreo o alguna otra golosina previamente seleccionada por

el niño.

Los investigadores dejaban al niño solo dentro de la habitación, luego de darle las siguientes

opciones: tocar una campaña para llamar al investigador y a su regreso comer la golosina, o bien,
esperar hasta el regreso voluntario del investigador, y recibir una golosina más. Evidentemente, la

segunda opción implicaba una experiencia gratificante inmediata, mientras que la segunda

implicaba una experiencia gratificante retardad. Por esta razón, se utilizan los términos de

“gratificación retardada” o “refuerzo retardado”.

Como resultado del experimento, algunos niños decidieron esperar hasta 20 minutos y recibir dos

golosinas en lugar de una. Estos fueron llamados “retardadores altos”. Además, para aguantar la

espera desarrollaron varias técnicas de distracción, como cubrirse los ojos con las manos, cantar o

gritar, mirar alrededor de la silla para evitar voltear hacia el malvavisco, entre otras. En cambio,

otros niños decidieron evitar la larga espgGGera (esperaron menos de 1 minuto para llamar al

investigador) y prefirieron comer solo una. Estos últimos fueron llamados “retardadores bajos”.

Pero el experimento no concluyó ahí. Bajo un diseño longitudinal, que permitió conocer los efectos

de la espera a través del tiempo, los mismos niños (ahora adolescentes) fueron nuevamente

estudiados. En este nuevo estudio encontró una relación entre la habilidad de esperar (el refuerzo

retardado) y un mayor rendimiento escolar en términos numéricos (es decir, mejores puntajes o

calificaciones en pruebas académicas). De igual manera la gratificación retardada se vinculó con

una mayor resistencia al abuso de sustancias y una mayor satisfacción en las relaciones

interpersonales.

No solo eso, sino que posteriores investigaciones con los mismos participantes han vinculado el

alto refuerzo retardado con una mayor actividad de la corteza prefrontal, que es la parte anterior

de los lóbulos frontales del cerebro y se relaciona con la planificación compleja, la toma decisiones

y la adecuación social.

A grandes rasgos, de estos estudios se desprende la conclusión de que el autocontrol y la fuerza de

voluntad son una de las claves para logros académicos y personales. La prueba o el experimento
de los malvaviscos ha sido posteriormente replicado con algunas variantes que permiten analizar

a profundidad los mecanismos del autocontrol y sus implicaciones en el aprendizaje.

Así mismo han permitido analizar algunos dilemas y complejidades del autocontrol relacionadas

con los placeres inmediatos que ofrecen las decisiones impulsivas, y las dificultades que se planean

cuando las esperas prolongadas no son finalmente gratificadas.

 Quizás te interese: "La demora de la gratificación y la capacidad de resistir impulsos"

Algunas diferencias de género en el Test Marshmallow

Otra de las cuestiones que ha sido posible analizar a través de este experimento y algunas de sus

réplicas, es la interpretación cultural de la gratificación retardada en función del género.

Cuando una niña decidía esperar para recibir la gratificación, dicha conducta era interpretada por

los adultos como “una gran capacidad intelectual”, “alta competencia”, “ingenio”. Por otro lado,

aquellas que optaron por la gratificación inmediata eran entendidas como “emocionalmente

lábiles”, “malhumoradas” o “quejumbrosas” (Conti, 2018).

En cambio, los niños que retrasaron la gratificación fueron descritos como “tímidos”,

“reservados”, “obedientes” o “ansiosos”, mientras que aquellos que decidieron obtener el refuerzo

de manera inmediata fueron descritos como “vitales”, “energéticos”, “animados”,

“autoafirmativos” (ibídem).

Lo anterior puede ser reflejo de los valores asociados al autocontrol dentro de la cultura

estadounidense. Por ejemplo, puede indicar una aceptación mayor de la impulsividad entre los

niños, y una mayor aprobación de conductas tolerantes entre las niñas. Esto último puede generar
pautas para explicar aprendizajes y patrones de comportamiento reforzados diferencialmente

según el género.

BIOGRAFÍA Y TEORÍA DE JULIAN ROTTER

Julian Rotter nació en Brooklyn, Nueva York, en 1915. Todavía no ha escrito sobre su infancia ni

ha indicado como podría haber influido está en su teoría aparte de decir que a lo largo de sus años

escolares fue un lector ávido.

En una ocasión, durante su primer año en la preparatoria, incapaz de encontrar ninguna novela

nueva para leer en una de sus frecuentes visitas a la biblioteca de la avenida, en Brooklyn, dio un

vistazo a la sección de filosofía y psicología y se encontró con algunos libros de Alfred Adler y

Sigmund Freud. Para su último año de preparatoria estaba interesado de manera considerable en

la psicología e interpretada los sueños de su amigos. También escribió un artículo sobre “por qué

cometemos errores” (“Why we make mistakes”, 1982).


A Rotter le hubiera gustado especializarse en psicología, pero debido a que hubiera alguna

oportunidad profesional en la psicología y a las presiones financieras de la Gran Depresión,

seleccionó química. Sin embargo tomó asignaturas optativas en psicología y cuando se graduó

tenía más créditos en esta disciplina que en Química. También conoció a Alfred Adler y estudio

con él, de cuya teoría llegó a aprender la unidad de la personalidad y la direccionalidad hacia el

objetivo de la conducta.

Rotter se graduó en la Universidad de Brooklyn en 1937. La repentina muerte de Adler en el verano

de ese mismo año y el apoyo de sus profesores lo condujeron a asistir a la Universidad de Iowa a

estudiar con Kurt Lewin. Llegó a Iowa con dinero suficiente para sobrevivir sólo unas cuantas

semanas, pero pudo encontrar un empleo de tiempo parcial como asistente de investigación. De la

teoría de campo de Kurt Lewin, llegó a apreciar la inter relacionalidad de la conducta y el hecho

de que muchos factores son responsables de cualquier conducta aislada.

Sus escritos muestran la influencia de Adler y Lewin al igual de teorías Del aprendizaje como E.

L. Thorndike y Clark Hull. Rotter recibió su Grado de maestría en 1938 y el doctorado en

Psicología por la Universidad de Indiana en 1941.

Durante la segunda Guerra Mundial, Rotter participó como psicólogo y asesor de personal en el

ejército de los Estados Unidos. Después de la guerra, ocupo un puesto en la Universidad Estatal

de Ohio, donde George Kelly era el director del programa de Psicología clínica. En esta

universidad fue donde desarrolló su teoría del aprendizaje social de la personalidad y la describió

por primera vez en un libro titulado social Learning and Clinical Psychology ( 1945). También

llevó a cabo un gran cantidad de investigación basadas en su teoría.


Rotter se trasladó a la Universidad de Connecticut en 1963, donde fue profesoren el departamento

de psicología y director del programa de entrenamiento en Psicología Clínica del Consejo de

Entrenamiento en Psicología Clínica del Consejo Estadounidense de Examinadores en Psicología

Profesional. En 1976-1977 fue presidente de la Asociación Psicológica del Este. En la actualidad

es profesor emérito de la Universidad de Connecticut, continúa impartiendo cursos de

psicodinámica y de construcción y validación de medidas de la personalidad.

La perspectiva de Rotter ha llegado a influir de manera significativa el pensamiento acerca de la

personalidad en la psicología contemporánea.

El Control Interno del Reforzamiento en Contraposición con el Control Externo del Reforzamiento

En sus primeros años, Rotter llevó a cabo una serie de estudios experimentales diseñados para

revelar si las personas aprenden tareas y las ejecutan en forma diferente o no cuando consideran

los reforzarnientos relacionados o no con sus propias conductas. Los resultados de estos

experimentos lo llevaron a desarrollar la Escala I.E., una herramienta de evaluación significativa

que mide la percepción de un individuo acerca del sitio del control. Una persona puede llegar a

creer con base en la experiencia pasadas que los reforzarnientos que ha recibido dependen de

ciertas conductas o, a la inversa, puede pensar que estos son controlados por fuerzas externas.

Los individuos con control externo creen que el sitio de control está fuera de sus manos y que están

sujetas a los caprichos del destino, la suerte y otras personas. El control interno del reforzamiento

en contraposición con el control externo del reforzamiento se refiere a un continuo de creencia del

cual se han citado los dos extremos.


Competencia, dominio, desamparo, impotencia o enajenación son sólo unos cuantos de los

términos usados para describir si las personas creen o no que pueden controlar sus propias vidas.

Rotter cree que su constructo tiene una ventaja sobre otros debido a que es una parte integral de

una teoría formal a partir de la cual pueden hacerse predicciones.

Aunque han sido desarrollados varios mecanismos para evaluar el sitio de control corno una

característica estable de la personalidad, la escala de Rotter sigue siendo una de las usadas con

mayor amplitud.

La escala I. E., consiste de 25 reactivos de opción forzada y seis para completar. El sujeto indica

cual de cada par de reactivos se aplica mejor. La puntuación final puede variar de cero a 23, donde

las más altas indican una mayor externalidad. Rotter no especifica ninguna puntuación límite que

separe a los internos de los externos, pero han sido publicadas normas para varios grupos con el

propósito de facilitar las comparaciones. Varios estudios han mostrado que los internos son más

perceptivos y listos a aprender acerca de sus alrededores. Hacen más preguntas y procesan la

información con más eficiencia que los externos. Tienen mayores tendencias de dominio, mejores

capacidades de solución de problemas y mayor probabilidad de logro. Por ejemplo, los prisioneros

con sitio de control interno conocen más respecto a las instituciones y a las condiciones que afectan

su libertad condicional y tienen mayor probabilidad de ser libertados bajo palabra. Los internos

son más versados en acontecimientos políticos críticos que pueden influir en sus vidas.

El sitio de control interno parece proteger a la personas contra la sumisión incondicional a la

autoridad. Los internos son más resistentes a las influencias de otras personas. Hacen juicios más
independientes y tratan con mayor importancia de controlar la conducta de los demás. Tienden a

asumir más responsabilidad por su propia conducta y atribuir responsabilidad a otros.

Como resultado, tienen mayor probabilidad de ser punitivos y menos simpáticos que los externos.

Los intereses tienen mayor posibilidad de saber acerca de las condiciones que conducen a una

buena física y emocional y de dar pasos positivos para mejorar la propia tal como dejar de fumar,

evitar el abuso de sustancias y practicar ejercicio en forma regular.

Sufren menos de hipertensión y tienen menos probabilidades de sufrir ataques cardiacos. Cuando

se enferman, afrontan la enfermedad de manera más adecuada que los externos. Los internos

también derivan más beneficio del apoyo social y es más probable que usen la anticoncepción.

Los externos tienden más a conformarse y prefieren no tener que hacer una elección. Los externos

pueden ser más ansiosos y deprimidos, al igual que más vulnerables al estrés. Desarrollan

estrategias defensivas que invitan al fracaso al afrontar una tarea y usarlas después para explicar

su fracaso. Atribuyen su falta éxito a mala suerte o a las dificultades de las tareas.

Algunas investigaciones han mostrado diferencias de género en el sitio de control, con las mujeres

tendiendo a ser extendidas. El aumento en las puntuaciones externas en las mujeres en la séptima

década de vida pueden reflejar un mayor conocimiento de las restricciones externas sobre su

capacidad de satisfacer sus objetivos en el trabajo y en otros ámbitos. Rotter cree que la creencia

externa en el sitio de control ya sea interno o externo es irreal y poco saludable. Ha planteado la

hipótesis de una relación, curvilínea entre las medidas del sitio de control y las evaluaciones de
desadaptación. Sin embargo, es claro que muchas características favorables han sido asociadas con

el sitio de control interno y se ha propuesto que una orientación interna conduce más a una

adaptación y funcionamiento sociales positivos. El constructo del sitio de control es durable y ha

tenido una repercusion importante. Algunas de las investigaciones más recientes son

transculturales.

Conceptos Básicos

Las observaciones empíricas de Rotter acerca de las diferencias individuales condujeron a una

teoría motivacional más general en la que la conducta potencial, la expectativa, el valor de re

forzamiento y la situación psicológica son vistos como cuarto variable que pueden ser medidas y

relacionada en una formula especifica que permite predecir la conducta de una persona en

cualquier situación dada.

Potencial Conductual

El potencial conducta se refiere a la posibilidad de que una conducta particular ocurrirá en una

situación determinada. Rotter usa el término “conducta” en un sentido amplio para refiere a una

clase grande de respuestas que incluyen movimientos manifiestos, expresiones verbales y

reacciones cognoscitivas y emocionales. En cualquier situación determinada, un individuo podría

reaccionar en una cantidad de formas diferentes. La conducta potencial es específica tanto para la

conducta particular como para el reforzamiento relacionado.

Expectativa
La expectativa se refiere a las anticipaciones subjetivas de los individuos acerca del resultado de

su conducta. Es una estimación de la probabilidad de que un reforzamiento particular ocurrirá si

el individuo se comporta de cierta forma en una situación determinada.

Por ejemplo, ¿Cuál espera Johnny que será el resultado de su berrinche? La respuesta a esta

pregunta influirá en la probabilidad de que ocurra un berrinche.

Las expectativas están basadas en la experiencia previa. Un individuo que se ha desempeñado bien

de manera consistente en matemáticas espera obtener buenos resultados en cursos de matemáticas

subsecuentes. La expectativa es una estimación subjetiva; tiende a reflejar la forma en que una

persona se siente respecto a un tema.

Por consiguiente, no por fuerza está basada en todos los datos objetivos pertinentes ni es por

necesidad una estimación verdadera.

Valor del Reforzamiento

El valor del reforzamiento se refiere a la importancia o preferencia de un reforzamiento particular

para un individuo. Por ejemplo, en una situación dada, Mary puede rehusarse a lavar el automóvil

de su papá si piensa que la única recompensa para la tarea será un agradecimiento verbal. Por otra

parte, podría estar ansiosa por el automóvil si cree que recibirá diez dólares por el trabajo.

El valor de reforzamiento de una recompensa particular difiere de un individuo a otro. Algunos

niños están más interesados en complacer a sus padres que otros.


Rotter sugiere que los individuos tienden a ser consistentes en el valor que le dan a diferentes

reforzamientos. Cada persona tiene una serie característica de preferencias que traslada a las

situaciones.

Como las expectativas, los valores asociados con reforzadores diferentes están basados en

experiencias pasadas.

La Situación Psicológica

La situación psicológica se refiere al contexto psicológico en el que responde el individuo. Es la

situación definida desde la perspectiva de la persona. Cualquier situación determinada tiene

significados distintos para individuos diferentes y estos significados afectan a la respuesta.

El concepto de Rotter sobre la situación sicológica toma en cuenta la importancia de las influencias

tanto disposiciones como situacionales. Reconoce que un individuo puede tener una necesidad

intensa de la agresión, sin embargo, puede comportarse en forma agresiva o no en una situación

particular dependiendo de las expectativas de reforzamiento. Rotter cree que los indicios

complejos de cada situación crean expectativa en los individuos para los resultados de

reforzamiento de la conducta y par a las secuencias de reforzamiento.

Rotter ha usado una variedad de técnicas diferentes en sus esfuerzos por medir las variables que

están implicadas en su fórmula. Algunas de éstas se basan en autorreportes del individuo. Los

métodos de clasificación en los que se pide a las personas que clasifiquen descripciones verbales

de reforzamientos del más al menos reforzante han sido usados para medir el valor del

reforzamiento. Cuestionarios verbales en los que se les solicita a los sujetos que predigan la
probabilidad de éxito en varias tareas han sido usados para medir la expectativa. La conducta

potencial puede ser medida pidiendo a las personas que expresen lo que harían en ciertas

situaciones. También se han usado observaciones conductuales para indicar la fuerza de esos

constructos. Los individuos pueden ser observados comportándose en realidad en formas tales que

los hacen recibir un reforzamiento sobre otro. Se piensa que la elección por parte de un sujeto de

una alternativa sobre otra es indicativo de un nivel superior de expectativa para la alternativa

elegida. Las observaciones de la conducta de un individuo durante un periodo largo dan un inicio

de la frecuencia con la que tienden a ocurrir ciertas conductas.

Los Conceptos de Necesidad y de Nivel de Objetivo Mínimo

Rotter cree que la conducta humana siempre es direccional y está determinada por necesidades

que pueden ser inferidas de las formas en las que un individuo interactúa con el ambiente. Una

necesidad es un grupo de conductas que está relacionadas en el sentido de que conducen a los

mismos reforzamientos o a similares. Rotter hace una distinción entre necesidades biológicas no

aprendidas y necesidades sicológicas, condiciones cognoscitivas internas que son el resultado de

la experiencia más que del instinto. Las necesidades psicológicas surgen por medio de la

asociación de experiencias con reforzamientos de reflejos y necesidades básicas tales como el

hambre, la sed, alivio del dolor y la estimulación sensorial. Conforme nos desarrollamos, nuestras

necesidades sicológicas se relacionan cada vez más con indicios en el ambiente. Debido a que en

nuestra etapa de bebés y niños somos dependientes en gran medida de otras personas para la

satisfacción de nuestras necesidades, muchos de nuestros objetivos aprendidos, tales como la

necesidad de amor, afecto, reconocimiento y dependencia son de origen social. Las necesidades

humanas también varían en términos de sus generalidades y predecibilidad. Algunos de nuestros


motivos y nuestras necesidades son muy específicos y por tanto, las conductas que incluyen son

vaticinadas con facilidad.

Por medio de la investigación empírica, Rotter y Hochreich han establecido seis categorías amplias

de necesidades comprende en actividades sociales valoradas.

Dominación; la necesidad de controlar las decisiones propias y confiar en uno mismo.

Protección dependencia; la necesidad de hacer que otros prevengan la frustración o ayudar a

obtener objetivos.

Amor y afecto; la necesidad de ser aceptado y agradar a los demás.

Comodidad física; necesidades aprendidas de satisfacciones físicas asociadas con la seguridad.

El concepto de nivel de objetivo mínimo se refiere al nivel más bajo de reforzarniento potencial

que es percibido corno satisfactorio en una situación particular. Los reforzamientos pueden ser

considerados existentes en un continuo. Los individuos varían en cuando a sus niveles de objetivo

mínimo o el punto del continuo que divide los reforzamientos recompensantes positivos de los

negativos.

El concepto de nivel de objetivo mínimo junto con el de libertad de movimiento pueden ser útiles

para predecir la conducta y entender la adaptación de la personalidad. Un individuo que está

habituado en una situación particular tiene una libertad de movimiento alta en esa área y niveles

de objetivos realistas.
Psicoterapia

Los conceptos de Rotter han encontrado aplicación en el campo de la psicología clínica. En

general, Rotter sugiere que los individuos desadaptados se caracterizan por una libertad de

movimiento baja y un valor de la necesidad alto.

La libertad de movimiento baja puede resultar de una falta de conocimiento o capacidad para

desarrollar las conductas que son necesidades para alcanzar los objetivos. Un individuo que tiene

retardo mental puede tener expectativas bajas debido a una incapacidad para aprender habilidades

básicas. La libertad de movimiento baja puede surgir de la naturaleza misma del objetivo. Si un

objetivo es antisocial, comportarse en formas que lo satisfacen invita al castigo.

Una expectativa de fracaso puede surgir también de la generalización errónea de experiencias de

frustración de un área a otra. Un niño cuya pierna le impide la participación en los deportes puede

generalizar de manera errónea y asumir que le desagrada a los demás. Los individuos que son

castigados en forma severa en la infancia pueden generalizar de aquellas experiencias al presente.

Los individuos que son castigados en forma severa en la infancia pueden generalizar de aquellas

experiencias al presente. Los individuos desadaptados a menudo aplican las expectativas y

conductas de una situación a otra de modo inapropiado.

Tienden a buscar recompensas inmediatas y a negar las consecuencias a largo plazo de sus

conductas y enfatizan la gratificación de una necesidad con la exclusión de otras.

Su estudio sobre la importancia de un ambiente apropiado para el cambio ha conducido a una

concepción nueva del hospital mental corno una comunidad terapéutica en sí mismo.
En otros casos Rotter emplea varias estrategias conductuales tales como la desensibilización

sistemática el condicionamiento aversivos o la sensibilización cubierta (la asociación de conductas

indeseables con estímulos aversivos en la imaginación del individuo), el entrenamiento en

asertividad y el adiestramiento conductual en habilidades específicas.

Con su énfasis cognoscitivo, la teoría del aprendizaje social desarrollada por Rotter enfatiza

también la necesidad de cultivar el insight de los motivos propios conforme se han desarrollado a

partir de experiencias pasadas, discernimiento sobre los motivos de los demás e insight sobre las

consecuencias a largo plazo de la propia conducta. Rotter señala, sin embargo que no basta con

que los clientes entiendan los orígenes de sus problemas; también deben enseñárseles nuevas

conductas que los resolverán. La teoría del aprendizaje social concibe a la psicoterapia en forma

amplia en el contexto de la interacción social.

La función del terapeuta es ayudar al paciente a· desarrollar una relación más satisfactoria con el

ambiente social.

El enfoque cognoscitivo de la personalidad promete ser muy fructífero. Los factores cognoscitivos

pueden proporcionar el vínculo que ayudará a trascender la dicotomía tradicional entre los factores

disposicionales y situacionales en la conducta. Los patrones cognoscitivos y conductual distintivos

determinan el significado único que tienen los estímulos y los reforzadores para diferente

individuos. El estilo cognoscitivo de una persona influye en la adaptación al mundo y en la

competencia interpersonal. En fechas recientes, ha habido esfuerzos para construir modelos

complejos de procesamiento de la información que podrían por ultimo simular una gran variedad

de actividad mental humana. Además, se ha presentado un contacto creciente entre la psicología y


la neurofisiología con base en la creencia de que los sistemas cognoscitivos podrían estar unidos a

sistemas neurales subyacentes. En la actualidad, la mayor parte de la investigación sobre la

personalidad implica elementos cognoscitivos sobre la personalidad implica elementos

cognoscitivos en algún punto. Hay pocas dudas de que el énfasis en la cognición ha crecido y

continuará como un factor importante en la discusión sobre la personalidad.

La teoría del aprendizaje social cognoscitiva desarrollado por Rotter combina en forma creativa la

teoría tradicional del aprendizaje con interés en la cognición. La perspectiva de Rotter representa

una desviación significativa del conductismo radical de B. F. Skinner, sin embargo, conserva el

énfasis importante en una metodología extracta y en las características clásicas de la tradición del

aprendizaje. Por tanto su teoría es muy atractiva para los investigadores con orientación

experimental. También atrae a aquellos que están adaptados a los avances que se han realizado en

los estudios cognoscitivos. Su énfasis en los factores cognoscitivos es mayor que el Albert

Bandura. En resumen, su teoría está alineada con las tendencias actuales en la psicología

académica.

La investigación de Rotter es rigurosa y bien controlada aun cuando permite métodos

introspectivos además de la observación objetiva de la conducta. En efecto, ha fomentado una

nueva apreciación de la introspección como una técnica metodológica, y al hacerlo ha realizado

una corrección válida de la estrechez rígida que caracteriza a la teoría de la conducta y del

aprendizaje radical.

Como una ciencia, la teoría de Rotter sobresale. Sus términos son definidos en forma operacional

y medibles, y se prestan a prueba empírica. Su teoría satisface con facilidad el criterio de


verificabilidad. El apoyo empírico para su teoría ha sido fuerte, en particular respecto a su concepto

de sitio de control. Su trabajo tiene un valor heurístico considerable y puede permitirnos por último

predecir la conducta. La teoría de Rotter ha estimulado la investigación y encontró un amplia en

el ámbito clínico, donde la escala I-E ratifica ser muy útil.

La teoría de Rotter ha sido criticada, sin embargo, por su falta de profundidad. Asume pocos

riesgos al plantear hipótesis y hace poco más que resumir el conocimiento existente, por lo general

bien conocido.

Martin Seligman: Biografía y Teorías Principales

Martin Seligman es un psicólogo, educador y escritor norteamericano, conocido por su teoría de

la indefensión aprendida (learned helplessness), la teoría del optimismo aprendido (learned

optimism) y por ser uno de los pioneros de la psicología positiva.

Nació el 12 de agosto de 1942 en Albany, EE.UU. En la actualidad, Seligman es el Profesor

Zellerbach Family de Psicología de la Universidad de Pennsylvania y también es el Director del

Centro de Psicología Positiva de dicha la Universidad.


En 1998, el psicólogo fue elegido como presidente de la Asociación Estadounidense de Psicología

(APA). Además fue el primer editor en jefe de Prevention and Treatment, que es el boletín

electrónico de la asociación.

Hoy día, a sus 72 años, no solo es uno de los psicológicos más influyentes de la era, sino que

también es un reconocido escritor y autor de exitosos libros como The Optimistic Child, Learned

Optimism, Authentic Happiness, What You Can Change and What You Can’t y Flourish.

Inicios de Seligman en el campo de la psicología

Seligman inició su carrera como psicólogo en la Universidad de Princeton. En 1964 se graduó

Summa Cum Laude y durante su último año recibió varias ofertas para continuar sus estudios en

el área. Dos de estas opciones fueron estudiar psicología analítica en la Universidad de Oxford o

psicología experimental animal en la Universidad de Pensilvania. Seligman escogió esta último

opción y en 1967 obtuvo su doctorado en Psicología.

Durante sus años de estudio, Martin Seligman se inspiró en el trabajo de uno de sus profesores,

Aron T. Beck, quien era una eminencia en el campo de la terapia cognitiva y un experto en su
aplicación para el tratamiento de la depresión. El trabajo de Beck se apoyaba en la idea de que los

pensamientos negativos de las personas eran la causa de sus estados depresivos.

Seligman decidió trabajar también en este postulado y fue por ello que desarrolló su famosa

teoría “Learned Helplessness” (indefensión aprendida). Con ella también creó un modelo

experimental para el tratamiento de la depresión, que consistía en contrarrestar los pensamientos

negativos por medio de las habilidades de disputa (disputation skills).

La idea de Seligman con este trabajo era lograr que las personas aprendieran a explicar o a

racionalizar lo que les ocurriera de una manera positiva y no negativa para superar la depresión.

Con esta teoría, Seligman también pudo crear y probar nuevas técnicas y ejercicios cognitivos que

demostraron que al contrarrestar los pensamientos negativos era posible mejorar e incluso prevenir

los estados depresivos.

Pero, aunque su modelo de intervención se convirtió en un referente en el campo de la psicología,

en 1990 Seligman dio un vuelco a su enfoque de trabajo. El psicólogo pasó de ser un especialista

en depresión, para convertirse en todo un experto del optimismo y la felicidad.


Los cinco elementos que explican el bienestar

Esta clasificación es conocida como PERMA, según sus siglas en inglés:

 Positive emotions (emociones positivas): las emociones positivas siguen siendo

fundamentales para el objetivo del ser humano. Pero en este caso la satisfacción en la

vida y la felicidad ya no son el punto focal de la psicología positiva, sino que pasan a

ser elementos del bienestar, nuevo enfoque de la psicología positiva.

 Engagement (compromiso): al estar plenamente comprometidos con una situación,

tarea o proyecto en cualquier área de la vida, hay más probabilidades de experimentar

el sentido de bienestar.
 Relationships (relaciones positivas): cultivar relaciones positivas con otras personas. El

poder compartir experiencias con otros nutre la vida social e interior, lo que favorece el

bienestar.

 Meaning (sentido, propósito): el ser capaz de dar significado a eventos o situaciones

permite alcanzar el conocimiento personal.

 Accomplishment (Logro): son las metas que motivan a las personas a seguir. Se trata

de completar objetivos y de poder sentir que se tiene un camino establecido.

Según lo que ha propuesto Martin Seligman en su Teoría del Bienestar, ninguno de estos elementos

puede, por sí solo, definir el concepto de bienestar. No obstante, cada uno aporta características

importantes que contribuyen a alcanzarlo.

¿Qué es la felicidad según Martin Seligman?

Para ser feliz se necesita mucho más que satisfacción con la vida. Con la Teoría del Bienestar,

Martin Seligman ha replanteado su propio postulado, demostrando cómo la felicidad es más una
cuestión de bienestar. Pero el autor también afirma que, el bienestar va más allá de sonreír y de

sentirse bien.

Seligman ha explicado que es necesario cambiar la idea de que la felicidad es sonreír mucho y

estar contento siempre. El autor asegura que las personas aspiran a tener mucho más que eso y que

la felicidad no implica sentirse bien en todo momento.

Saber qué es lo que hace la diferencia entre una persona feliz y una que no lo es ha sido una

cuestión que la psicología, y en especial Martin Seligman, ha tratado de buscarle respuesta.

Tras muchos años de investigación y experimentación, el famoso psicólogo y autor lo tiene claro.

La felicidad no tiene que ver con relaciones, con dinero, ni lujos y mucho menos con tener una

imagen corporal ‘perfecta’. La felicidad es tener bienestar y el bienestar está dado por los cinco

pilares que conforman PERMA.

Más allá de sus publicaciones, Martin Seligman se ha dedicado en los últimos años a dar

conferencias sobre la nueva era de la psicología positiva. El psicólogo ha diferenciado entre tres

tipos de vida felices, lo que significa que no existe un único modelo para alcanzar la ansiada

felicidad.

La primera es la vida placentera. Se trata de una vida donde la persona cuenta con todas las

emociones positivas que se pueden tener, pero además de eso, también cuenta con las habilidades

para amplificarlas.
La segunda es la vida de compromiso. Esta es una vida en la que el amor, la crianza de los hijos,

el trabajo, el tiempo libre, entre otras cosas, son lo más importante.

Y finalmente la tercera, la vida significativa, que se trata de una vida en el que cada persona conoce

sus propias fortalezas y además las utiliza para bien.

Al describir estos tres tipos de vida, Seligman asegura que una no es mejor que la otra y que solo

se trata de tres “vidas felices” diferentes. Cada quien puede ser feliz alcanzando sus propias

prioridades. Sin embargo, a lo largo de su tiempo como conferencista, el autor también

ha compartido algunas ideas de cómo es posible conseguir una vida mucho más positiva.

Martin Seligman recomienda diseñar un día hermoso y disfrutarlo. También señala la importancia

de agradecer a quien ha aportado enseñanzas en la vida y a quien ha colaborado en la construcción

de una vida plena.

Además, el autor reafirma que la clave del bienestar está en disfrutar las fortalezas propias y eso

se logra llevando a cabo actividades donde se pongan en práctica las aptitudes innatas de cada

quien.

Gracias a los múltiples descubrimientos de la psicología positiva y al incansable trabajo de Martin

Seligman en el área, este campo ha ganado cada vez más adeptos.

A pesar de que la depresión, uno de los problemas que busca atacar la psicología positiva, afecta

hoy día a unas 350 millones de personas en el mundo, la ventaja es que existen las herramientas y

metodologías psicológicas para ayudar en esta batalla.


William Herbert Sheldon

Psicólogo

William Herbert Sheldon, Jr. fue un psicólogo estadounidense. Creador de la teoría de los

Somatotipo que trata de relacionar los tipos de cuerpo con el comportamiento, la inteligencia y la

jerarquía social. No obstante su teoría es descartada en la actualidad por algunos investigadores.

Wikipedia

Fecha de nacimiento: 19 de noviembre de 1898, Warwick, Rhode Island, Estados Unidos

Fallecimiento: 17 de setiembre de 1977, Cambridge, Massachusetts, Estados Unidos

Educación: Universidad de Chicago

Cónyuge: Milancie Hill (m. 1945–1948), Louise Steger (m. 1925–1928)

Padres: Mary Abby Greene, William Herbert Sheldon, Sr.

El médico y psicólogo William Herbert Sheldon, professor de la Universidad de Columbia, en

Nueva York, sobresalió como investigador de la constitución física. Sus resultados demuestran la

misma relación entre las características de la personalidad y los rasgos de la constitución que ya

antes había encontrado, por otros métodos, Ernest Kretschmer.


William Sheldon

Una de las primeras teorías de la personalidad fue la teoría constitucional, la cual establece una

relación entre el tipo de cuerpo y la personalidad. La versión más documentada y minuciosa de

esta teoría, la de William Sheldon, divide el físico humano tres tipos: endomorfo (redondeado,

cuerpo suave y abdomen prominente), mesomorfo (robusto, cuerpo erecto y huesos y músculos

fuertes), y ectomorfo (delgado, huesos pequeños, cuerpos frágiles). La mayoría de la gente posee

características de estos tres somatotipos, con uno que predomina. Sheldon y sus colaboradores

fotografiaron a 4000 estudiantes desnudos en tres posiciones: de frente, de espalda y de perfil.

Observadores imparciales agrupaban las 12000 fotografías por afinidades. Como resultado, se

obtuvieron tres grupos, que corresponden a los tres tipos de Kretschmer. Los grupos resultantes

objetivaron por medio de 17 mediciones corporales (el ancho del rostro, el grosor del muslo, etc).

Basándose en dudosas hipótesis de la biología del desarrollo.

Sheldon llamó a sus tipos “Endomorfos” (con un desarrollo pronunciado de los órganos digestivos

y respiratorios, que corresponden al tipo pícnico). “Mesomorfo” (de huesos y músculos fuertes

correspondiente al atlético) y “Ectomorfo” (con los músculos poco desarrollados, algo y delgado,

correspondiente al leptosómico) . Luego Sheldon distinguió cinco regiones selectas (cuello y

cabeza tronco/abdomen/brazos y dientes de desarrollo de cada una en las en los endomórficos. En

los mesomórficos y en los ectomórficos según una escala del 1 al 7 y obtuvo un valor promedio a

partir del estos cinco cálculos. Así llegó Sheldon a los índices numerales: el 71 designa a los

endomorfos puros los índices de 334, 434, 344, etc., representan tipos marcadamente mixto).

Despues de un año de observar a 200 hombres jóvenes y de llevar a cabo de 20 a 25 entrevistas

complementarias con cada uno. Sheldon llegó a identificar cualidades de las que derivó una

tipología de los temperamentos fijados según una lista de 20 características. Se demostró que el
endomorfo es predominante un viscerotónico (amante de la comodidad, inclinado al placer,

apacible, sociable y realista); el mesomorfo es predominante un somatotónico (activo, enérgico) y

el ectomorfo, predominante un cerebrotónico (sensible, reservado y aún inhibido). Para Sheldon,

los coeficientes de correlación constituyen las proporciones entre la endomorfía y la viscerotonía

(79) entre los mesomorfía y la somatotonía (82) y entre la ectomorfía y la cerobrotonía (83).

Sheldon, también dividió el temperamento o personalidad en tres tipos. Viscerotonia caracterizada

por sociabilidad, gusto por la comida, la gente y la comodidad; somatotonia, caracterizada por la

afición a la aventura física, el riesgo y la actividad vigorosa; y la cerebrotonía caracterizada por la

moderación, el conocimiento de sí y el gusto por la intimidad. Sheldon afirmaba que los regordetes

endomorfos tienen de a presentar un alto grado de viscerotonia; los atléticos mesomorfos, de

somatotonia, y los delgados ectomorfos, de cerebrotonia. También pensaba que el tipo de

personalidad es producto del tipo de cuerpo

Aunque hoy en día muchos investigadores ponen en tela de juicio el efecto del físico en la

personalidad, los estudios de Sheldon han influido en la identificación de distintos tipos de

temperamento.

Tu cuerpo y tu personalidad

En los 50, William Sheldon (nacido en 1899) se interesó en las diversas variedades corporales

humanas. Desarrolló un sistema de medición muy preciso que resumía las siluetas corporales con

tres números. Éstos se referían a cuán precisamente encajabas estos tres “tipos”:
Ectomórfico: personas esbeltas, usualmente altas con largos brazos y piernas y características

finas.

Mesomórfico: personas de estirpe. Con amplios hombros y buena musculatura.

Endomórfico: personas rechonchas, como “ovejas”.

Debemos observar que estos tres “tipos” tienen un buen estereotipo personal asociado a ellos, por

lo que el autor decidió probar la idea.

Entonces vino con otros tres números, esta vez diseñados para ver cuán precisamente encajabas en

estos tres “tipos” de personalidad:

Cerebrotónicos: Tipos nerviosos, relativamente tímidos y usualmente intelectuales.

Somatotónicos; Tipos activos, físicamente en forma y enérgicos.

Viscerotónicos: Tipos sociables, amantes de la comida y de la comodidad física.

Este autor teorizó que la conexión entre los tres tipos físicos y los tres tipos de personalidad era de

origen embriogénico. En las etapas tempranas de nuestro desarrollo prenatal, estamos compuestos

de tres hojas o “capas”: el ectodermo o capa externa, la cual se convierte en piel y sistema nervioso;

el mesodermo o capa media, que se convertirá en músculo; y el endodermo o capa interna, la cual

se convertirá en las vísceras.

Algunos embriones muestran un mayor desarrollo en una u otra capa. Este autor sugiere que

aquellos que tienen un gran desarrollo ectodérmico serán ectomórficos, con más superficie de piel

y un mayor desarrollo neurológico (incluyendo al cerebro; por tanto cerebrotónicos) Aquellos con

un gran desarrollo del mesodermo, serán mesomórficos, con una gran cantidad de musculatura (o

cuerpo; es decir, somatotónicos) Y aquellos con un gran desarrollo endodérmico, serán


endomórficos, con un buen desarrollo visceral y una gran atracción hacia la comida

(viscerotónicos) Y así se establece su medición.

Ahora bien, nótese que más arriba he utilizado “tipos” entre comillas. Esto es una cuestión

importante: este autor considera estos dos grupos de tres números como dimensiones o rasgos, no

como tipos (clasificación) en absoluto. En otras palabras, somos más o menos ecto, meso, Y

endomórficos, así como más o menos cerebro, somato, y viscerotónicos.

APORTES AL CAMPO JURÍDICO

Al aplicar esta clasificación a grupos de delincuentes. Sheldón encontró que la mayoría son

mesomorfos. Los Gluecx, en su notable estudio encontraron que entre la población criminal hay

un 60% de mesornorfos, mientras que en los no delincuentes hay 30%. En cuanto al ectornorfo, es

un tipo menos criminal, pues sólo se encuentra en el 14% de los delincuentes, en contraste con el

39% de los no delincuentes.

Sheldon llegó a una conclusión interesante; el somatotipo de los delincuentes más peligrosos no

se diferencia mucho de los hombres más prestigiosos del conglomerado social; esto le llevó a

sostener que los “héroes son delincuentes para cuya supervivencia precisan combatir contra la

sociedad a la que tan heroicamente se entregan”

ASPECTO PERSONAL E INTERPRETACIÓN PSICOLÓGICA

Es importante la forma de presentarse del sujeto, el modo de vestirse, su aseo personal, peinado,

adornos, etc. Esto implica aceptación o no de ciertos principios culturales del momento. Si vernos

llegar a un abogado despeinado, con su ropa descuidada a un sitio solemne, concluirnos que su
presentación no concuerda con su nivel cultural y profesional, a diferencia de un obrero al que no

tornarnos en cuenta este particular.

Este desorden personal es frecuente en los estados confusionales y retrasados mentales. Si utiliza

colores vistosos, extravagantes, exceso de adornos corno claveles en la solapa, collares, caras muy

maquilladas, condecoraciones, amaneramientos, tendencia a usar ropas inadecuadas (descotes,

minifaldas) a personas de edad y contra sus costumbres, podernos creer que puede sufrir de estados

maníacos. En los estados depresivos, por el contrario, es frecuente que el paciente descuide su

presentación. La forma de saludar, el léxico empleado en la conversación nos permite conocer su

estrato social y cultura, lo que nos orienta a cierta patología mental. Así, un sujeto con atuendos

“hippies” nos incita a sospechar el uso de drogas; un sujeto con voz melodiosa y ciertos

amaneramientos, nos conduce a sospechar trastorno de personalidad con crisis de identidad sexual.

Si un sujeto exhibe risa insulsa, aparece desorientado, con ropa inadecuada y respuestas infantiles

no acordes con su edad. Concluiremos que se trata de un retrasado mental. Si observarnos a un

individuo irritable, agresivo en sus respuestas o viscoso y pegajoso al hablar, podemos pensar que

se trata de un epiléptico. Los paranoicos usan gafas oscuras, que les sirven para espiar sin ser

espiados.

Para el jurista estos datos son importantes, pues le permite tener un criterio de personalidad del

sujeto que va a defender, y expresar un concepto legal. La imparcialidad de su accionar científico

será de gran ayuda para la sociedad, la justicia y para el que busca ayuda.

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