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SER NIÑO EN COLOMBIA

UNICEF

Considerar a la infancia como parte fundamental de la sociedad ha sido una


constante en el desarrollo de la humanidad, en algunos lugares más que en otros,
aunque se deba admitir que las simples consideraciones no son suficientes para el
pleno desarrollo de esta etapa de la vida, en esta etapa la familia y las personas
cercanas a los infantes son quienes les brindan el entendimiento para los primeros
pasos de la vida. Debe saberse que los niños crecen desarrollando sus facultades
en conjunto, es decir el desarrollo del organismo va a la par con el desarrollo del
pensamiento y de estructuras de las cuales va a depender la vida, por lo cual es
necesaria una educación de calidad y una protección cuidadosa y especial.

Pensar la infancia requiere volver a las diferentes miradas que se tenga sobre esta
etapa, algunas, en su gran mayoría anulan y castran las posibilidades, los
pensamientos, el estar de los niños, los niegan en todas sus dimensiones y los
castran para la vida; el siglo XVII es clave para reconocer algunas de las
bondades de esta etapa, pero de que sirve la historia si no están los hombres y
mujeres para cumplirla?

Protección y dominación se convierten en dos dicotomías casi enemigas, el adulto


se ha asignado una fuerza destructora frente a la infancia, tal cosa no debería
suceder así, instintivamente todas las sociedades y países deberían procurar a la
infancia un papel privilegiado.

Históricamente se puede hacer un barrido, desde el siglo IV hasta nuestro siglo,


ha existido una evolución favorable pero ineficaz, si se argumenta que para el
siglo XX , al niño se le socializa y sus padres muestran mayor interés por contribuir
a su formación; me parece importante rescatar una cita: “… Escribir la historia
colombiana es entonces escribir la historia de esta incomunicación”, ya que
corresponde a una realidad, este es un país subdesarrollado que no alcanza a
cubrir las necesidades básicas de la población, el foco de atención de sus
dirigentes y de un buen número de personas esta centrado en las
transformaciones no en estas necesidades que a diario cobran vidas.

La aparición social de la infancia data de 1886, en la cual se establece que la


educación es una obligación de los padres para con el niño y que aparte de ello se
convierte en parte del estado, lo anterior me sugiere una pregunta: ¿Cuánto
tiempo más será necesario para hacer de esto una realidad?.
La familia es un ente fundamental dentro de la sociedad, alrededor del cual se dan
relaciones de dominación y poder con respecto a los niños, la coacción y la fuerza
son realidades constantes, es necesario que esa dominación no trasgreda al niño
y lo coarte de su libre desarrollo, las relaciones de dominación se hacen evidentes,
dar, recibir , para coartar, impedir e imponer autoridad, autoridad que para este
tiempo no tendría gran validez y desembocaría en violencia, las relaciones de
dominación por parte de los padres han pasado a un segundo plano, ahora casi
que podría decirse que las relaciones de poder están al mismo nivel de hijos y
padres y que a consecuencia de no hacer uso de la violencia se debe colaborar
con el entendimiento del niño para que asimile y reflexione.

La conformación de la familia tiene una historia a partir de nuestros antepasados,


La ejemplificación de mitos como parte clave para comprender las formas de vida
y de concepción de mundo, desde ese entonces ya se conocía el infanticidio, las
prácticas abortivas y de anticoncepción que permiten ir comprendiendo la
importancia que tenía para ellos la infancia, sus creencias y el modo de iniciar a
los bebes que lograban nacer y hacer parte de la comunidad son alarmantes, por
ejemplo el intento de deformación craneal hacia parte de una realidad que ahora
es incontenible, el tratamiento dado a la infancia es demasiado hostil, hay una
fuerte distinción entre hombres y mujeres y un tratamiento fuerte hacia la infancia.

Las manifestaciones artísticas como producto de lo que acontece en la vida de los


seres humanos y en una sociedad consolidada aparentemente, se convierte en
una forma de conocer lo que acontece y las nuevas concepciones que se tienen
de la infancia y de la vida misma, temas como la fecundidad, los recién nacidos,
los infantes lactantes o por el contrario como en el arte Calima los protagonistas
son hombres y mujeres y los niños continúan aislados del reconocimiento como
seres importantes.

El panorama parece no ser muy alentador, pues aún a finales del siglo XVIII los
niños son tratados como adultos, y su importancia es nula. Con la conquista la
cultura indígena pierde sus raíces e inicia una etapa de conflictuados panoramas
frente a la infancia, se instauran nuevas formas de concebir la organización, prima
lo económico y las clases sociales debilitan la importancia que antes merecía la
familia como núcleo de la sociedad.

En las manifestaciones artísticas el niño aparece sostenido amorosamente por


personas adultas, madre o padre se convierten también en figuras importantes
que ya no lo desprecian, el arte de entonces hace uso del infante como el núcleo
de la obra, pureza y bondad en un intento de mostrar una realidad que del todo no
era tan cierta, pues el abandono de niños era una realidad tangible, dejados a la
deriva y sin la posibilidad de crecer en una familia como debería ser.
Desde luego son estos niños desamparados sometidos a esclavitud y a trabajos
forzados, el infanticidio, la venta de esclavos es el pan de cada día, como si se
tratara de unos primitivos aborígenes, la infancia siguió confrontando cruentas
realidades que no se apartan, incluso hoy día de pensamientos tradicionalistas y
sin sentido y ortodoxos, que dejaron para la historia un hito poco favorable,
concepciones como: “La letra con sangre entra” y “El niño es malo por naturaleza
pues está corrompido por el pecado original”.

De esta manera escuela y familia se ubican como complementos, el maestro tiene


la misma autoridad que el padre de familia, el infante era educado por y fuera de
los muros de la escuela con severidad y como si fuera poco el carácter
aristocrático de la educación se convirtió en actos discriminativos y crueles entre
los niños, pues los niños blancos ocupaban lugares privilegiados que los que no lo
eran, este carácter discriminatorio no es favorable, pues así como lo vemos hoy en
día causas deficiencias en el desarrollo de la personalidad, en la manera de
asumir la vida y en el mismo rendimiento académico, aunque este ultimo sea
importante lo es más formar personas integras en su hacer, personas criticas y
autónomas frente a la vida y sus transformaciones.

Una vida amenazante como la de entonces, de castigos, reprimendas,


señalamientos lo único que permite es formar personas incapaces de servir a la
sociedad, de ser infelices con sus vidas y de esta manera dejar de contribuir a la
de otros, ojala desde entonces hubiesen comprendido que los niños no son
adultos y que por más comparaciones ignorantes que se hagan será así.

Todo lo que acontece en la sociedad, cada hecho cotidiano puede permear


fácilmente en la vida de los niños, desde la guerra, el hambre, la pobreza, la
violencia, que son realidades diarias, que ha falta de poder erradicarlas
totalmente, como adultos debemos ayudar a la infancia a transitar por ellos, a
enseñarles a ir a la escuela a que no vivan lo que los niños de otras épocas
tuvieron que llevar a sus espaldas, el costo de ser niño, una responsabilidad
otorgada por los mayores, la escuela debe convertirse en la vida diaria, en un
espacio de reflexión y de discusión que cada día tenga mas seguidores y menos
desertores, más maestros comprometidos con su que hacer y con la vida misma.

Mónica Castro Vargas

Lic. Artes Visuales

4to semestre

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