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La música del siglo xx, comparte con su antepasada del siglo 13 una característica única: el
signo de su audiencia. El arte de la composición musical de entre los siglos … ….. se
caracterizó por su dependencia de la iglesia católica dómine y audiencia de sus obras,
producidas de manera estricta para y por la voluntad de sus administradores. Hubo de
esperar unos cuantos cientos de años para conocer lo que hoy aceptamos como algo casi
natural: las grandes audiencias consumidoras de productos musicales, causa y a la vez
consecuencia de la creciente libertad del espíritu creador de los compositores. Esto fue así
hasta la llegada del siglo XX.
Esta rebelde cacerola retadora, iconoclasta, a veces fascista y antisocial, hizo que el arte de
la composición en las primeras cinco décadas del siglo XX redujera su público a un limitado
y esotérico grupo de iniciados en sus oscuros misterios. ¿Cuantos del público no iniciado,
hemos escuchado_y más difícil_ disfrutado el producto de aquellos egregios rebeldes del
arte sonoro del siglo XX, Debussy, Satie, Mahler, Strauss, Holzt, Schöenberg, Stravinsky,
Bartok, Varese, Copland, Henry, Stockhausen, Ligety, Penderecki, Young, Subotnick, Riley y
Part; por nombrar tan solo un puñado de ellos? La respuesta es que, paradójicamente,
todos nosotros hemos escuchado y disfutado ese tipo de música muchas veces, aunque sin
saberlo, al sentarnos en las butacas apiñadas en la oscuridad de las salas de cine. Si, El
Cine_Dios le conceda larga vida_ha sido lo mejor que le ha ocurrido a los compositores
desde los tiempos de Mozart. El proteico carácter del cine, su al parecer inagotable potencia
creativa, ha permitido que toda posibilidad alguna vez imaginada por los compositores más
audaces o radicales encuentre cabida como música incidental en un film. ¿Ejemplos?
Empecemos por los más ásperos:
Serialismo y sus derivados: Jerry Goldsmith, El Planeta de los Simios. Ligety: 2001 una
odisea espacial /
Música repetitiva: Hermann: Psicosis / Michael Nyman: El piano, Philip Glass: The hours,
XXX: Pollock / Cliff Martínez: Solaris
Neo tradicional europea: George Auric: Moulin Rouge / xxxx: Amelie / Mikis Theodorakis:
Zorba El Griego /Nino Rota: El Padrino / XXXX: Ocho y medio /
Mezclas, fusiones e hibridaciones: Vangelis: Charriots of fire y Blade Runner, Steiner: The
day earth stood still / xxxx: Key Pax / Eric levi: Les Visiteurs 1993 / Williams: Missouri
break / Ennio Morricone: La Misión (coral) / Jerry Goldsmith: La profecía / Ennio Morricone:
Soprano Spaguetti Western / Paul Simon: El Graduado /
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Y finalmente el sonido rey ayer, hoy y al parecer por mucho años más:
Neo Romaticismo: Max Steiner: King Kong / Newman: Sunset Boulevard / Elmer Bernstein:
Los Siete magníficos / Bernard Hermann: North by Northwest / John Williams: Star Wars /
James Horner:Titanic / Hans Zimmer: Piratas del Caribe
Muchos de los compositores que hoy estudian, cultivan y practican, las técnicas, recursos y
procedimientos descubiertos y desarrollados en medio de esa maravillosa locura de setenta
años por allí entre 1890 y 1960, conservan una secreta esperanza: la de llegar a una
audiencia numerosa, si no de manera directa en una sala de conciertos, de manera furtiva,
en una sala de cine. Por ello, y muchas razones más, en nombre de todos los compositores
del siglo veinte y veintiuno me reconozco súbdito, pongo mi rodilla en el suelo, procuro mi
espada en ofrenda, bajo la cabeza y proclamo en voz alta: Dios guarde a su majestad El
Cine.