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CITA SUGERIDA:
Insaurralde, E. R. (2013). Sexualidad, cuerpo y género: Las representaciones de
jóvenes pobres de la ciudad de La Plata [en línea]. Trabajo final de grado. Universidad
Nacional de La Plata. Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación. En
Memoria Académica. Disponible en:
http://www.memoria.fahce.unlp.edu.ar/tesis/te.846/te.846.pdf
LICENCIATURA EN SOCIOLOGÍA
En esta tesina, llevada a cabo a partir de un extenso trabajo de campo, se analizan las
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Índice
> Introducción.………………………………………………………………. 4
1. Antecedentes
I- Representaciones sociales..………………………………………….…...... 27
II- El Cuerpo..……………………………………………………………....... 36
IV- Juventudes...………………………………………………..…………... 48
3. Apartado metodológico….……………………………………..…………..... 51
a- Un primer acercamiento...…………………………………….. 67
II- Entrevistas...…………………………………………...…………….. 77
sobre la sexualidad…..….....…..………………………………… 79
3
b- La eficacia de las representaciones:
configurando prácticas…..………..…………….……………….. 93
4
Introducción
En los últimos años las Ciencias Sociales han logrado incorporar en la agenda
pública e incluso en el nivel del sentido común una perspectiva de género en el abordaje
de los fenómenos sociales1. Sin embargo, como señala Lamas (2003) la cosificación del
proceso resultan y las consiguientes prácticas que confirman y conforman esa misma
Nuestro foco de atención está puesto en un grupo etáreo en particular: el de los y las
jóvenes que transitan los últimos años del colegio secundario, ya que considerando que
activos antes de los veinte años, constituyen una población prioritaria en materia de
salud sexual y reproductiva (Checa 2005). Asumimos con otros autores que las
valores que de la misma manera impregnan las lecturas que se hacen sobre su
sexualidad y la forma en que parecen vivirla. Tales estigmas se agudizan cuando se trata
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Consideramos que tal permeabilidad se vincula con la jerarquía constitucional, dentro de la reforma
constitucional argentina de 1994, otorgada a numerosos instrumentos de derechos humanos, entre ellos, la
Convención CEDAW (ratificada en 1985) y la Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y
Erradicar la Violencia contra la Mujer (ratificada en 1995). El Protocolo Facultativo a la Convención
CEDAW (adoptado por la ONU en 1999) fue firmado por nuestro país en el año 2000 y ratificado en
2007.
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en el acceso a métodos de cuidado y prevención de contagio de enfermedades de
inequidades, consideramos enriquecedor acercarnos a este campo desde una mirada que
del carácter de construcción sobre lo que se supone es “ser mujer” y “ser hombre”. En
este sentido, las representaciones que son construidas en torno al cuerpo sexuado
Atendiendo a esto, la pregunta que guió nuestro trabajo fue ¿Qué representaciones
interrogante fue la de ampliar nuestro conocimiento sobre las relaciones y procesos que
perspectiva que considerara a los y las jóvenes como agentes y no como actores pasivos,
inherente al trabajo de campo propiamente dicho. No obstante esto, vale la pena aclarar
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que el proceso de investigación, obedeciendo a un diseño flexible, implicó un
Tomar esto en consideración nos permitió releer cada una de nuestras visitas al colegio
con otros lentes, rescatando incluso aquellas experiencias en principio tomadas como
fallidas en que creímos que las actividades habían sido en vano, y en las que nos
nuestro contexto y fueron el marco inevitable en que se fue posible entablar algún tipo
de vínculo con los y las jóvenes que nos ofrecieron su tiempo y su intimidad.
partir de la cual se realizó el análisis posterior. En el tercer capítulo se exponen las notas
metodológicas que fundamentan las decisiones que formaron parte del proceso de
donde se llevó a cabo el trabajo de campo. Finalmente, el último capítulo está dedicado
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por un lado, a las reflexiones derivadas de las actividades realizadas en los diferentes
cursos, las cuales aportan información diversa sobre los y las jóvenes, su vida cotidiana
y algunas de sus ideas más generales relativas al género y la sexualidad. Por otro, al
análisis de los relatos de los jóvenes entrevistados a la luz del trasfondo teórico
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1. Antecedentes
sociología, entre otros. Al interior del campo de las Ciencias Sociales existe una
posible identificar: un sesgo que hace de los enfoques cuantitativos sus principales
excelencia para el trabajo de campo. La década del ´90, en comparación con lo que
venía sucediendo desde los años ´70, significó la revitalización de esta temática y de sus
acceso a los sentidos que la sexualidad asume en los jóvenes. En el mundo occidental, la
la sexualidad, sobre todo a raíz del lanzamiento del primer volumen de la “Historia de la
Sexualidad” de Foucault, que se sumaba a los estudios de género que en la misma época
buscaban deconstruir el carácter natural atribuido a las diferencias entre los hombres y
las mujeres. Todo esto en un contexto en el que la difusión del uso de la píldora
sin embargo, la toma de poder por parte de las cúpulas militares implementaron un
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Ciudad de Buenos Aires y la inclusión por primera vez en un instrumento legal del
Somos conscientes de que los textos aquí reseñados no agotan la producción referida
doble función de evitar traspasar los objetivos del presente trabajo, como también de
nuestros fines. La mayoría de los estudios reseñados a continuación que han contribuido
aportes teóricos.
En primer lugar, hemos dado con una serie de trabajos que han permitido perfilar un
Gogna (2005), el de de Mariana Chaves (2006), y por último el de Weller (cit. por
Oliveira, 2000). Si bien pueden existir otros trabajos que se han dedicado a establecer
un estado del arte, hemos tomado estos como referencia por la complementariedad de
observaciones que hacen, las cuales nos permiten señalar algunas tendencias generales
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Para una mayor información sobre los decretos sancionados durante las décadas del ’80 y ’90 en
Argentina que enmarcan esta creciente apertura al interés de la sexualidad como tema relevante a ser
investigado ver Silvina Weller en Oliveira (2000).
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investigación. En el transcurso de los años las perspectivas utilizadas se han modificado,
trabajos de corte más bien cualitativo, aunque todavía con una importante presencia de
los primeros. Silvina Weller (cit. por Oliveira, 2000) con el propósito de delinear un
estado del arte, elaboró un recorrido por los aportes científicos de las Ciencias Sociales
enfoques adoptados: Sexualidad (donde se agrupan los datos referidos al inicio de las
acerca de la sexualidad); embarazo adolescente (línea muy explorada, sobre todo desde
abuso y violencia. Las investigaciones que forman parte del estado del arte que
por ejemplo, la sanción en varios países de leyes de salud reproductiva. Además, Weller
manera en que diferentes provincias lograron introducir leyes reproductivas que, más
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punto de inflexión respecto de la tradicional actitud refractaria del Estado de cara a la
de la cuestión reproductiva por parte no sólo del Estado sino también de la sociedad, es
juventud, dedica un apartado a considerar las características que han asumido las
cualitativos al momento de llevar adelante las investigaciones, algo que también pudo
ser corroborado en nuestro proceso de búsqueda y elaboración del marco teórico. Esto
hace a uno de los mayores vacíos que son percibidos y que remite a la poca atención
que se le ha dado a la experiencia de los jóvenes, es decir a cómo ellos explican y dan
sentido a su contexto y también a las interpretaciones que puedan tener sobre sí mismos
Argentina (1990-2002)” (2005) sugiere que existe una marca de origen en las
investigaciones sobre sexualidad adolescente que en gran medida podría explicar el tipo
mismo tiempo que adoptan como población de estudio a los adolescentes escolarizados
-de ambos sexos- o a los usuarios de los servicios de salud -mayormente mujeres-,
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además se concentran geográficamente en el área metropolitana de Buenos Aires. En
este contexto las encuestas se han erigido como fuentes básicas de información, a veces
Dentro de los temas relevados, la autora destaca: edad al inicio del las relaciones
los autores y autoras han buscado reiteradamente establecer comparaciones entre los
los trabajos pioneros constituye una marca de origen en tanto que indica que el abordaje
sexualidad, Gogna identifica en los resultados obtenidos ciertas tendencias que suelen
coincidir con lo relevado para el resto de la región, entre las que destacamos: un
Gogna, 2005); existe un alto porcentaje de adolescentes que a los 18 años ya ha tenido
su primera relación sexual (siendo 15 años el promedio se estima que inician al menos
un año antes que las mujeres); una percepción sobre la iniciación sexual en donde
adultos y jóvenes sostienen que los varones se inician antes que las mujeres; se ha
trabajado también sobre diferencias por sector social en la edad de inicio de las
relaciones sexuales, apuntando que sucede antes en las clases bajas, pero que para los
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diecisiete años la situación se equipara; se advierte también la existencia de diferencias
por sexo en el tipo de pareja en la iniciación sexual y en este sentido, una constante que
motivación encontrada para el inicio de la vida sexual -en las mujeres el amor y el deseo
de profundizar una relación, y en los hombres el deseo, las ganas, la atracción física, la
curiosidad, la influencia de los pares-. Además es señalado que ante las preocupaciones
e inquietudes respecto de la vida sexual son los pares los interlocutores privilegiados,
con los padres en un segundo lugar con una mayor preferencia por la madre antes que el
padre. También se indica que las preocupaciones varían, y mientras que las mujeres se
preocupan más por los embarazos no deseados, los hombres lo hacen por las ETS-sida,
y que mientras los jóvenes privilegian el cuidado frente a las ETS-sida, los padres
Gogna, 2005). Por último, Gogna menciona que existen algunos vicios y vacíos en estos
referencia una sexualidad hegemónica; la ausencia del “placer sexual” como dimensión
instrumental hacia la sexualidad, es decir verla por sus consecuencias; y, por último,
existen escasas referencias a la coerción sexual. Además del amplio panorama que
plantea, la autora ofrece en el mismo trabajo fichas de los textos relevados, que
Por fuera de los textos iniciales que nos permiten delinear un escenario general de la
bibliografía sobre el tema, hemos tenido acceso a una importante variedad de textos
señalados por Weller (cit. por Oliveria, 2000), Chaves (2006) y Gogna (2005), y
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mayormente porque se trata de trabajos empíricos de corte cualitativo -entrevistas en
representaciones sociales, y otros que ubican al “significante” cuerpo como eje de sus
indagaciones.
En primer lugar, el trabajo de Brener y Ramos (2008) presenta datos que permiten
Argentina. En principio, señalan que esta franja etaria es una población particularmente
vulnerable no sólo a la transmisión del VIH, sino también a las ITS 3 y a los embarazos
clase baja (tan solo un 35% conoce por lo menos cuatro métodos contra el 61% en la
clase media-alta). Compartimos con las autoras el diagnóstico que hacen de los
programas pensados para los jóvenes: no tienen en cuenta sus intereses y sus
necesidades específicas, cómo juegan los estereotipos y roles de género en esta etapa -y
mencionados, el giro cualitativo que han tenido los trabajos sobre sexualidad, que ha
perspectiva de género en el abordaje de esta temática. Para dar cuenta de esto, los
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“Las ITS son enfermedades infecciosas producidas por gérmenes (bacterias, parásitos, hongos y virus)
que se adquieren principalmente durante las relaciones sexuales (UNICEF: 1997)”. Cita extraída de
Brener y Ramos (2008).
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Http://www.msal.gov.ar/htm/site/sida/site/pdf/BoletinSIDAN24X.pdf
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años ‘90 bajo el enfoque de género. El trabajo resulta relevante en principio por las
sexualidad en los adolescentes aparecen ordenadas con una lógica de género, que asigna
los adolescentes hombres y en las mujeres. Aún cuando señalan que se trata de un
material visual para poder extraer conclusiones orientadas a echar luz sobre las
compilado por Susana Checa, presenta diversos artículos que desarrollan la misma línea
de género que ha sido señalada. Entre ellos el de María Alicia Gutiérrez “Derechos
sexualidad adolescente fundamentalmente porque en esta etapa del ciclo vital el cuerpo
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no solo transita una serie de cambios físicos que ponen de relieve la posibilidad
reproductiva de esos cuerpos, sino también porque el cuerpo como depositario de toda
roles que se esperan en función del género. En este sentido, las posibilidades de tener
control sobre el cuidado del propio cuerpo en el contexto de una relación sexual difieren
anticonceptivos señala que entre los jóvenes está instalada su importancia aunque no
siempre exista un correlato en las estrategias de cuidado que ellos y ellas despliegan,
algo atribuible a la actitud ambivalente que suelen adoptar respecto de los métodos
las mujeres parecen estar más preocupadas por el embarazo no deseado en tanto los
varones por la ITS y el VIH-sida. De hecho, la autora plantea que el lugar ocupado en la
escala social es algo a tener en cuenta al indagar acerca del tipo de relaciones que
acuerdo con los estereotipos de género tradicionales que indican que para las mujeres la
sexualidad debe estar asociada al amor y al compromiso mientras que para los varones la
sexualidad se asocia a la búsqueda del placer sexual. Además señala que la información
que tienen y reciben los adolescentes sobre su cuerpo, el ciclo reproductivo y los
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métodos anticonceptivos es generalmente escasa, en muchos casos confusa,
la familia, el grupo de pares, la escuela y los servicios de salud. Checa también señala,
centros de salud a los que asisten las adolescentes que, con respecto a las MAC, en
muchos casos las adolescentes los conocen, pero que en la práctica no los usan o no
saben cómo funcionan exactamente cada uno de ellos: a la vez, muchas ignoran el
funcionamiento de su organismo. Por último, Nina Zamberlin (Checa, 2003) indica que
al igual que el género, la sexualidad es una construcción social con normas diferentes
establecidas para los hombres y para las mujeres. Las personas aprenden “libretos” o
“guiones” culturales acerca de con quién, dónde, cuándo y de qué modo ejercer su
virginidad de los varones constituye un estigma del cual deben desprenderse cuanto
antes. Al no existir un hito físico evidente similar a la menarca de las mujeres que
adolescentes varones existe una fuerte presión por parte del grupo de pares y también de
los adultos para que prueben su virilidad teniendo relaciones sexuales, lo que muchas
veces los obliga a tomar conductas de riesgo. Asimismo, resulta interesante el análisis
que hace sobre las producciones científicas centradas en la mirada masculina, señalando
que el interés por las actitudes y las prácticas de los varones con respecto a la salud
estado centrado en los comportamientos de las mujeres, excluyendo a los varones, ya sea
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deliberadamente o por omisión. El nuevo interés por incluir al varón surge a partir del
cambiar los comportamientos de riesgo que conllevan efectos negativos tanto para los
varones como para las mujeres, dato no menor que nos permite argumentar a favor de la
Otro de los textos reseñados es un libro compilado por López y Pantélides “Aportes a
la investigación social en salud sexual y reproductiva” (2007) el cual reúne una serie de
para la población joven. Por un lado el de Infesta Domínguez y Llanos Pozzi “Imágenes
que “la existencia es, en primer término, corporal”. Las autoras exponen parte de los
del nivel EGB y Polimodal. Esta investigación está atravesada por la premisa del
en los modos en que son aprehendidas, experimentadas y vividas. Esto implica tener en
cuenta no sólo al cuerpo como primer indicador de diferencias de género, sino también
conforman. En este sentido, el contexto en que se fundan las imágenes corporales cobra
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existencia de diferencias entre estratos con respecto a sus prácticas sexuales, al tiempo
que deja abiertos algunos interrogantes sobre la razón de esas diferencias. Wight -citado
entre conocimiento y prácticas, entre las cuales se destacan las expectativas de género
que se ponen en juego en los encuentros sexuales y las relaciones de poder entre los
géneros. En este sentido, se advierte que los programas pensados para los jóvenes
suelen soslayar sus intereses y sus necesidades específicas, así como también la manera
activa de ese conocimiento. Se rescata de este trabajo la tendencia a la que abren paso
sus datos en lo referido a las diferencias de género que se evidencian en las prácticas
sexuales
Otro trabajo que ha sido considerado es el de Daniel Eduardo Jones “Bajo Presión:
los testimonios recogidos tiene a la “teoría de los guiones sexuales” como marco de
referencia, y allí cobran importancia las dimensiones de género y edad de los y las
entrevistadas. Dicho esto, Jones ofrece un interesante análisis sobre las expectativas y
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tiempo diferentes pero complementarias. Así, éstas pueden pensarse como opuestas en
tanto que mientras que se supone que la mujer debería tener su primera vez con alguien
tendría que aprovechar todas las oportunidades de mantener relaciones sexuales, lo que
implica no ser demasiado selectivo en cuanto a su pareja de iniciación. Pero por otro
no relaciones sexuales es, en gran medida, porque los varones siempre estarían con
los adolescentes. Dicho esto se puede entender por qué el autor señala qué estos papeles
la capacidad de rechazar o aceptar las propuestas que definen al papel femenino subyace
una concepción de la mujer como incapaz de expresar su deseo sexual, por timidez o
temor al desprestigio social, y donde se considera que ellas pueden controlar su deseo
porque es más moderado que el masculino. Por último, el autor puntualiza los que creen
2000; y la elección del sujeto de estudio: hombres y mujeres de estratos medios, siendo
que anteriormente eran consideradas sobre todo las mujeres de los estratos más pobres.
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Los trabajos considerados hacen evidente la elección del ámbito escolar como
Gladys Skoumal (2008) que se propone dar cuenta de una de las dimensiones en que se
que los estudios de género reconocen a la escuela como institución que intenta preservar
estudiantes de escuelas medias de la ciudad de Buenos Aires. El objetivo del trabajo fue
las significaciones que adquieren para ellos y ellas estas interrupciones: habían repetido
reiteradas veces, o abandonado y regresado; pero aún así seguían en la escuela. Señalan
como institución central en la transmisión y refuerzo de los roles de género, una de sus
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Por su parte, el trabajo de Facio Alicia y Batistuta Mercedes “La sexualidad de los
relación a la sexualidad y la pareja, en chicos y chicas cuyas edades oscilaban entre los
investigación aporte datos desagregados útiles para el abordaje de las prácticas sexuales
de los jóvenes. Resulta una fuente de información relevante considerando que –tal como
respecto, por lo que su trabajo en este sentido fue pionero en el campo. Por otro lado,
población joven de inicios del siglo XXI ya que señalan que desde finales de la Segunda
Guerra Mundial ha emergido una suerte de nueva moral sexual que aleja a los más
jóvenes de aquella moral más tradicional de sus padres. Esto se refleja en un cambio de
actitud con respecto a veinte o treinta años atrás: los jóvenes actuales son más francos
respecto a cuestiones sexuales; consideran la conducta sexual como una cuestión más de
moral privada que de moral pública; el sexo tiende a darse en el contexto de relaciones
estables y a largo plazo, a diferencia del temor tan divulgado entre los adultos de que
promiscuidad. Cabe señalar que estas afirmaciones se han hecho con respecto a otros
países (Coleman y Hendry, 1990) ya que existía para el momento del trabajo un vacío
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diversidad de experiencias que esto supone. En esta línea los aportes de Bryan Turner
(1989) brindan elementos para la reflexión ya que considera que el discurso que se
esfera productivas y una ética del consumo guiada por elecciones hedonistas justamente
Cabe mencionar el trabajo de Ana Julia Aréchaga (2009), cuya intención fue abordar
la forma en que las desigualdades de clase se reproducen en los cuerpos, una temática
teorías de Michel Foucault y Pierre Bourdieu para pensar de qué manera, en un contexto
particular, el habitus se inscribe en los cuerpos, a la vez que los produce. Entendiendo al
cuerpo como una construcción social donde se hacen efectivas las desigualdades de
clase, que inciden sobre las nociones que los sujetos tienen de su cuerpo, la autora
señala que esto genera una subjetividad correspondiente o en concordancia con la clase
a la que pertenecen y restablece formas de hacer que acentúan las condiciones de clase.
Las pretensiones de su trabajo son más extensas que las que se proponen en el presente
el cuerpo para indagar ampliamente en las nociones de cuerpo que se poseen, las
prácticas que se realizan, los modos del cuerpo y la relación que se establece con el
cuerpo hegemónico. Sin embargo es un trabajo que significó un puntapié inicial para
pensar el lugar que posee el cuerpo dentro las representaciones de los y las jóvenes en
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las diferentes miradas que históricamente la han pensado desde Descartes hasta
Bourdieu y Foucault.
Finalmente, hemos dado con dos trabajos que si bien fueron realizados a inicios
reflexionar acerca del cuerpo de las mujeres en relación a las decisiones que son
como cuerpo-para-otros. Una de las cuestiones más relevantes del estudio es la elección
lado, se indaga sobre la toma de decisiones que la mujer realiza sobre su propio cuerpo
Partiendo del entendimiento del cuerpo como realidad social objetiva y subjetiva, la
autora enfatiza que su definición y uso son aprendidos y regulados socialmente y que
5
Para esto fueron escogidas seis variables: dos socioeconómicas, dos demográficas, una cultural y una
básica de control.
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alimentación; al mismo tiempo, el estatus subjetivo del cuerpo encuentra sus límites en
las propias vivencias de los sujetos. En este sentido, el lenguaje del cuerpo sería
resultaría expresivo del enorme peso de las normas, los valores y los estereotipos
mujeres de sectores populares: Eva y María, son las figuras que la autora propone,
caso en el uso del cuerpo como único instrumento de supervivencia en las hostiles
de rescatar el ser mujer como valor digno de construir identidad. Las RS de las mujeres
por lo tanto, requiere de otro sustento, el que las mujeres encuentran en la maternidad, el
único espacio en el que ellas son de alguna manera protagonistas, el único ámbito de
creación en que son valorizadas. En este sentido es que su análisis resulta interesante
para pensar la misma dualidad en las jóvenes de sectores populares, donde las
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representaciones también se erigen en puntos a partir de los cuales se edifican los
proyectos de vida.
Por último es necesario resaltar una vez más que la presente propuesta de
las jóvenes a partir de las representaciones sobre el cuerpo que ellos y ellas poseen, de
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2. Sobre los referentes teóricos
El mundo de sentidos que hace posible la existencia de las personas, implica que
diferentes fenómenos sociales responden a una visión común del mundo en que
las dimensiones posibles para interrogar la corporalidad- puede ser leído desde una
perspectiva de género capaz de dar cuenta de los estrictos canales que pauta la sociedad
para los sujetos, definiendo roles y expectativas esperables y deseables para hombres y
mujeres; construcción que parte ante todo de una determinada manera de entender las
manera los y las jóvenes dan cuenta, en sus representaciones y prácticas, de aquellas
ideas que circulan sobre lo que se supone debe ser la sexualidad para el hombre y para
la mujer.
I- Representaciones Sociales
El concepto de RS resulta una herramienta conceptual útil para encarar un estudio de las
significaciones (en nuestro caso las que construyen los jóvenes de los sectores más
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a- Breve introducción
las Representaciones Sociales de Serge Moscovici. A finales del siglo XIX Èmile
las primeras no podían ser reducidas a las segundas, señalando así que la conciencia
del autor por delimitar a través de este concepto un orden específico de fenómenos
investigación, y al mismo tiempo, hiciera posible comprender los mecanismos por los
colectiva que las dota de fijación y objetividad, que se imponen a las personas con
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externos a las personas, quienes en esta concepción se limitan a ser un reflejo pasivo de
la sociedad.
Martín Mora (2002) menciona en su trabajo las diferentes tradiciones teóricas que
conforman los antecedentes a la teoría de las Representaciones Sociales, entre las que se
(2002), desataca las contribuciones de Lucien Lévy-Bruhl, con su estudio sobre las
representación del mundo en los niños; Sigmund Freud, con sus teorías sobre la
referentes importantes dentro del escenario teórico en el que se gestó la teoría de las
relación con los objetos sociales que conocemos; la naturaleza de esa generación y esa
mecanismos en los que se transmite y crea la realidad, por una parte, y como marco en
que la realidad adquiere sentido por otra (Araya Umaña, 2002; Petracci y Kornbilt,
2007).
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b- Surgimiento del concepto de Representaciones Sociales
Ahora bien, la noción de RS propiamente dicha encuentra sus orígenes en una teoría
década del ‘70 logró captar la atención de los estudiosos de las ciencias sociales. En su
tesis doctoral, “La psychalayse, son imàge et son public” de 1961, Serge Moscovici se
sociedad francesa, mostrando cómo una nueva teoría se transforma al ser difundida
Moscovici plantea que la sociedad no es algo que se le impone desde fuera al individuo
y por ende los hechos sociales no determinan las representaciones como una fuerza
externa –social- que impacta sobre los individuos que la componen. La sociedad, los
comunicar conocimientos, una manera que crea la realidad y el sentido común. (Araya
Umaña, 2002).
31
individuos […]. La representación es un corpus organizado de
conocimientos y una de las actividades psíquicas gracias a las cuales
los hombres hacen inteligible la realidad física y social, se integran
en un grupo o en una relación cotidiana de intercambios, liberan los
poderes de su imaginación” (Araya Umaña, 2002)
generadas y adquiridas, quitando así aquel elemento preestablecido y estático que tenían
representaciones estaría dado no tanto por sus soportes individuales y grupales como
por el hecho de que ellas son elaboradas en el curso del proceso de intercambios e
interacciones.
Denise Jodelet, una de las estudiosas que más ha contribuido al estudio de las RS y a
interviene a través del contexto concreto en que se sitúan los individuos, a través de la
bagaje cultural, a través de los códigos, valores e ideologías relacionadas con las
contribución más importante de Jodelet a esta teoría es haber mostrado cómo la cultura
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provee tanto la materia prima para la construcción como el espacio para la circulación
de las RS.
María Auxiliadora Banchs (2000) es otra de las estudiosas que ha trabajado sobre
esta teoría, y ha definido a las RS remarcando el doble carácter de éstas como contenido
y como proceso: como una particular forma de conocimiento y como una estrategia de
una forma de conocimiento de sentido común que caracteriza a las sociedades modernas
divulgan. Por tanto, siguen una lógica propia que es diferente, pero no inferior, a la
grupo social.
Aún cuando los diferentes autores ponen el acento en aspectos diferentes de las RS,
objeto del cual son una representación. En síntesis, las RS son cosmovisiones surgidas
del pensamiento social que tienen vida propia. Las personas al nacer dentro de un
entorno social simbólico lo dan por supuesto, ese entorno social simbólico existe para
las personas como su realidad ontológica, o como algo que tan solo cuestiona bajo
circunstancias concretas. Sin embargo, las personas también son agentes, no sólo
33
c- El enfoque procesual
Jodelet, conocido como Escuela Clásica o enfoque procesual por el énfasis en el aspecto
tradición iniciada por Moscovici quien retoma el contexto social en que están inmersas
las cuales dotadas de sentido, construyen el mundo del hombre. Esto quiere decir, que
herramientas como la entrevista en profundidad para indagar los sentidos de los sujetos.
Así entendidas, las RS son una forma de conocimiento social y constituyen el punto
de intersección entre lo social y lo psicológico. Son formas de saber del sentido común,
establecer una visión del mundo común a un grupo social o cultural definido, y en este
la orientación de las conductas cotidianas de las personas, sino también en sus formas
valores y normas que suelen tener una orientación actitudinal positiva o negativa.
Dentro de los aspectos centrales que deben ser tenidos en cuenta respecto de las RS,
Jodelet (1976) indica que éstas son tributarias de la posición que ocupan los sujetos en
con las cosas. El acto de representar es un acto de pensamiento por medio del cual un
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sujeto se relaciona con un objeto. Por un lado representar es sustituir a, estar en lugar
de, siendo así la representación mental de algo; pero también, representar es hacer
aportes más importantes de esta teoría, y es posible identificar esta dimensión a partir de
ciertos elementos que forman parte de las RS. Ante todo, son sociales en tanto
procesos claramente sociales, de modo que creando una visión compartida de la realidad
personas (aunque no por ser compartida por muchos una representación es social). Por
De este modo, siguiendo a Jodelet podemos definir de manera general a las RS como
35
d- ¿Por qué estudiar las RS?
Denise Jodelet al ser consultada por la importancia del estudio de las RS, ha señalado
que esta teoría forma parte de aquellas que están orientadas a comprender el significado
que la gente pone a su existencia cotidiana para dar sentido a su propia vida. Y dado que
la realidad social es una construcción colectiva, pero también personal, para entender
cómo la gente actúa en su vida, hay que ver cuál es el significado compartido por las
personas 2003). De modo que son premisas epistemológicas y ontológicas las que se
entienden como razones para la elección del concepto de las RS para adentrarnos en el
entiende a los sujetos como productores de sentidos, lo que implica considerar el mundo
como una construcción humana, y por eso simbólica. Al mismo tiempo, es un enfoque
plantea Ana Sabrina Mora (2008) todo estudio de lo corporal centrado en las
representaciones posee un fuerte énfasis en los relatos, en lo que los sujetos dicen acerca
de los sentidos otorgados a su cuerpo y a los de los otros. Por último, asume que su
interacción, y que se eleva al marco cultural y a las estructuras sociales más amplias.
Como señalara J.D. Alberoni (1998), el sentido común puede observarse como un
cuerpo de conocimientos reconocidos por todos y por tal motivo, comunicable, y este
corpus se instituye como la teoría que genera el patrón de pensamiento y que es,
36
Nos interesan un tipo particular de representaciones que tienen que ver con aquellas
hincapié sobre todo en el papel de la familia, la escuela y los pares como fuentes
lugar y los sentidos que el cuerpo ocupa en estas representaciones, es decir las
posibilidades que los sujetos experimenten placer, o control o cuidados del propio
cuerpo en las relaciones que establecen. En este sentido las mismas reflexiones que los
riqueza conceptual del concepto en el presente trabajo está en poder tomar aquel
conocimiento de sentido común en que se enraízan las RS para así pensar de qué modo
éstas se erigen en principios que generan tomas de posición sobre determinados temas.
II – El cuerpo
El cuerpo ha sido materia de reflexión desde hace siglos pero fue recién en el siglo
XX que la teoría social generó las condiciones para que éste sea visto como una
diferentes dinámicas socioculturales. Así, dentro de las Ciencias Sociales posee una
historia relativamente reciente, ya que por mucho tiempo fue una categoría ignorada no
37
La creciente centralidad del cuerpo dentro de la reflexión teórica, respondió a
como fragmento de algún modo autónomo del hombre presupone una distinción no
aceptada por muchas sociedades, apareciendo como elemento aislable de la persona solo
en las estructuras sociales de tipo individualista (Le Breton, 2002). En este sentido
resulta clarificador el caso citado por Le Breton (1995) sobre la experiencia de Maurice
Leenhardt en la sociedad canaca en la que el cuerpo toma las categorías del reino
vegetal, denotando una unidad orgánica entre hombre y naturaleza, y donde la mera
occidentales sobre el cuerpo y el individuo. Para los canacos “el vínculo con lo vegetal
ya presente en su época -siglo XVII- , que indicaba una separación del hombre respecto
de su cuerpo, y a pesar de que este dualismo cartesiano no fue el primero en operar una
dio desde una filosofía mecanicista que lo colocó bajo el discurso casi monopólico de
38
hace del cuerpo tanto en las ciencias “duras” como en la educación y en la vida
Mauss en 1936 entendía a las técnicas corporales como “las formas en que los
hombres, sociedad por sociedad, hacen uso de su cuerpo” (1979:337). Sin embargo,
recién en las décadas de 1960 y 1970, época considerada como una segunda
delineándose como campo específico de estudio. En estos años se gestaba una creciente
los deportes, las terapias alternativas, etc., que pusieron en entredicho las viejas
vigente hasta entonces (Rodrigo Zapata Cano, 2006; Ana María Barreiro, 2004; Bryan
interesado de otros saberes, dando lugar a que el cuerpo sea sustraído del dominio
unilateral de las ciencias naturales para ser integrado dentro del sistema de valores
años ‘80 el tema adquirió un peso tal que la producción en torno suyo se hizo visible y
6
También llamada modernidad reflexiva, es identificada por muchos autores como un momento de la
historia en que se repiensan los fundamentos de la primera modernidad marcada inicialmente por las
reflexiones de Descartes.
39
fue acogida en las agendas académicas, en la cual el enfoque genealógico de Michel
Foucault fue un hito no solo por comprender el alcance de esta temática sino también
por ofrecer una óptica renovada a trabajos anteriores de Norbert Elías, Marcel Mauss y
Georg Simmel (Pedraza Gómez, 2003). Muchos autores hablan de una nueva
una luz teórica diferente, reconsiderando el orden producido bajo las formas de control,
este campo de estudio ha sido relativamente reciente debido al escenario político que
durante los ’70 estuvo dominado por dictaduras militares que acallaron los cuerpos
hasta mediados de los ’80. En este campo los primeros trabajos que pueden identificarse
son los de Seró (1993) quien analiza el cuerpo de las trabajadoras de la industria
tabacalera de Misiones y luego le siguen los de Citro (1997) acerca de los usos y
representaciones del cuerpo en recitales de rock urbanos y los de Tola (1999) sobre las
metodológicas, dando lugar a dos desarrollos centrales: por un lado, los análisis
7
Bryan Turner (1994) señala que si bien la producción académica de esos años podrían entenderse como
consecuencia de un descubrimiento del cuerpo, estas reflexiones no son producto de una súbita
inteligencia, sino que marcan la irrupción en la escena colectiva de un nuevo imaginario que las Ciencias
Sociales fueron capaces de capitalizar. Sin embargo, esto no quita que el cuerpo haya estado presente en
las reflexiones sociológicas anteriores.
40
existencia de estas dos grandes líneas de pensamiento dentro de la subdisciplina se debe,
verbal y que fueron introducidas en la antropología por autores como V. Turner (1992) y
Ahora bien, cabe señalar de qué manera es entendido el cuerpo en el presente trabajo
y el lugar que ocupa en las reflexiones. En primer lugar, los actos cotidianos del hombre
se realizan y están atravesados por una corporalidad que es más que un sustrato material
que sostiene al individuo ya que, ante todo, es un sustrato que contiene las
construcciones simbólicas que la sociedad hace respecto de él. De este modo, el cuerpo
puede ser entendido en una doble dimensión que por un lado, refiere a un estatus
objetivo, por su ligazón irreductible para con la sociedad y las instituciones que lo
prescriben. Pero al mismo tiempo, el cuerpo posee un estatus subjetivo que se relaciona
con la experiencia directa y personal que cada sujeto tiene de su propio cuerpo (Rodó,
41
1987). Muchos autores coinciden en señalar que el cuerpo constituye una paradoja en
tanto que experiencia vivida, contundente, inmediata e inevitable, pero que no obstante
se torna ajena, resbaladiza y compleja como objeto de saber (Arboleda Gómez, 2009).
En esta línea el paradigma del embodiment que plantea Thomas Csordas (1990) apunta
al análisis del cuerpo por fuera de la dicotomía sujeto-objeto, señalando que en realidad
como entidad constante e incuestionable, sin embargo, es innegable que esa es la única
condición inmutable en él, porque incluso la forma en que esta condición material es
concebida y realizada remite al carácter cultural y social del cuerpo 8 (Zandra Pedraza
Gómez, 2003). Andrea Rodó (1987) lo define como una realidad social y subjetiva,
cuya definición y usos son aprendidos y regulados socialmente, de modo que el cuerpo
solo puede ser entendido como una construcción simbólica, de carácter ficcional y no
una realidad en sí misma. El cuerpo como elemento aislable del hombre sólo se concibe
en las estructuras sociales de tipo individualista en la que los hombres están separados
unos de otros y en las cuales son relativamente autónomos en sus iniciativas y sus
valores. No obstante esto, la idea del cuerpo como construcción social es puesta en
cuestión por autores como Silvia Citro (2006) quien critica la intención recurrente de la
occidental respecto del resto del mundo en torno al cuerpo, planteando que habría
experiencias de la corporalidad que son transculturales, aunque no por eso dejen de estar
8
En este sentido es que no se puede hablar de la existencia del cuerpo en todas las sociedades, o bien no
se lo puede definir siempre de una misma manera.
42
argumentación la autora acude al análisis de las concepciones del cuerpo que
retomar su propio trabajo etnográfico realizado con la comunidad toba; en este recorrido
2006). Este camino heterodoxo -como lo llama la autora- que elige para sus reflexiones
encontrar las diferencias que alejan a las sociedades es necesario también recuperar
tanto construcción social, desde una dimensión como la sexualidad, que refleja en gran
medida la porosidad de los límites de este objeto de estudio. En su cercanía con otras
esfuerzo para indagar desde un punto de vista sociológico que sea capaz de privilegiar el
lugar de las fuerzas sociales por sobre la conformación o las necesidades biológicas de
un cuerpo sexuado -que están incluidas, pero que no agotan el tema-. De este modo la
material, sino que está siempre marcada y formada por prácticas discursivas cuya fuerza
43
(Butler, 2002). Así, la sexualidad es un lugar clave en donde poder analizar el carácter
el caso de las mujeres, es expresivo del enorme peso de las normas, valores y
instituciones socializadoras está presente en todos los sectores sociales pero en el caso
de los sectores populares resulta aún más evidente por su permeabilidad e indefensión
frente a las instituciones médicas, educativas y religiosas que de alguna manera plantean
del campo de las Ciencias Sociales, aunque no existe un referente unívoco del concepto
político e ideológico desde donde lo hacen (Asakura, 2004). No obstante, los aportes
sociología, han coincidido en destacar la categoría de poder como necesaria para pensar
44
cultural (Tuñon y Eroza, 2001). La categoría de género puede ser definida como “un
tomando la diferencia sexual como base” (Lamas, 2007). Este esquema actúa
simultáneamente como filtro cultural y como armadura, ya que no solo es una forma de
la división del trabajo uno de sus más fuertes exponentes al colocar a los hombres en
cuestionamiento los roles y expectativas que son arrastrados por los sujetos a partir del
ciencias sociales sobre los límites entre la naturaleza y la cultura (Eleonor Faur en
45
Checa 2003). De modo que si bien se puede señalar la existencia de una constante
biológica universal como es la diferencia sexual, el cuerpo es más que una marca
social que discrimina todo aspecto que no se adecue a esa complementariedad que se
supone válida en todos los ámbitos de la vida (Lamas, 2007). Citando a Pierre Bourdieu,
cultural entre los géneros. De modo que la división del mundo basada en las diferencias
(Rodrigues y Yuriria, 2000) ya que permitió una mayor comprensión de los diversos
sociales y culturales: una, el género, del sexo biológico con que nacen las personas; la
otra, la sexualidad, del placer que generan los contactos e intercambios corporales
(Tuñon y Eroza, 2001). Al respecto Butler (1996) plantea que la correspondencia que se
establece entre estas categorías estabiliza la heterosexualidad como norma y brinda una
46
argumentación biológica que naturaliza el sistema de los dos sexos. En tanto las normas
géneros, a partir del cual pueden analizarse cómo operan los estereotipos genéricos,
cómo se ejerce el poder sobre las mujeres y qué prácticas y comportamientos de los y
las jóvenes llevan a reforzar las formas tradicionales o a vulnerarlas. Puede pensarse la
juventud como una etapa en donde el género juga un rol central como fuente de
que se tiene del propio cuerpo, su uso y su cuidado (Eleonor Faur en Checa, 2003). El
ser varón o ser mujer, más allá de lo físico, crea definiciones corporales y emocionales,
cuando estos mandatos no resultan incorporados directa y linealmente por los sujetos.
En el tránsito hacia la juventud, las mujeres y varones habitan y construyen sus cuerpos
y sus identidades de un modo diferente entre sí, lo cual nos permite pensar que la
conocimiento puntual que se tenga sobre sus efectos y modos de utilización, y nos
remiten más bien a toda una trama simbólica que atraviesa las decisiones que son
existe la libertad para los hombres de ejercer su sexualidad, ejercicio que conlleva una
47
sexualidad femenina cuando esta no está asociada a la procreación, los estereotipos de
género tradicionales indican para las mujeres que la sexualidad debe estar asociada al
amor y al compromiso, mientras que para los varones la sexualidad debe asociarse a la
búsqueda del placer sexual (Checa, 2003). En la misma línea, Nina Zamberlin (Checa,
2003) señala que dentro del modelo de género tradicional, la sexualidad masculina se
que se espera de las mujeres, la virginidad de los varones constituye un peso del cual
debe desprenderse cuanto antes. Al respecto Foucault advierte que el modo en que
heterosexuales como en las relaciones establecidas entre los géneros (Tuñon y Eroza,
2001).
48
finalmente resulta simplificadora e incapaz de considerar que con el tiempo se han
concebir, de nacer, de vivir y morir, se han construido nuevas fases o etapas de la vida y
IV- Juventudes
todo orden social. Las categorías de edad no son absolutas y por el contrario poseen un
carácter muy heterogéneo según los momentos históricos y los sectores sociales a los
límites, son varias las discusiones teóricas que encierra, sobre todo en relación a una
cierta distancia con aquel concepto y plantear algunos lineamientos centrales que
trabajo.
intersticio que existe entre el estadio de la infancia hacia la adultez, sin embargo posee
carga peyorativa incluye pensar a los sujetos en estado de carencia, sujetos incompletos
que solo en la adultez llegaran a completarse, lo que significa concretamente restar valor
49
a sus palabras y acciones. (Chaves, Malagamba y Tassano 2004; León, 2004). Puede
psicológico particular al que debe hacer frente casi de manera individual, y a la que de
todos modos va a superar porque forma parte de una etapa necesaria (Chaves, 2005).
producto de una construcción histórica, social y cultural que da lugar a tal multiplicidad
bien sus límites resultan difíciles de determinar9, la edad cronológica suele ser un
criterio muy utilizado para hacer referencia a esta etapa de la vida, en que el sujeto
tiempo comunes para que los sujetos conformaran y compartieran prácticas culturales,
el empleo fue un criterio válido o útil para pensar el límite final de la juventud como
teniendo una plena madurez sexual, el sujeto no termina de consumarse como adulto y
se encuentra a la espera de adquirir los atributos que lo identifiquen como tal. Aún así,
cabe considerar que no todos los individuos que tienen la edad de ser jóvenes se
9
Mariana Chaves señala que los limites de demarcan el grupo joven es variable y depende en gran
medida de la perspectiva que se adopte, entre las cuales ella identifica el corte demográfico; la moratoria
social; y la moratoria vital y condición juvenil. (Chaves, 2009)
50
encuentran, socialmente hablando, en la misma situación y en este sentido, distintas
clases sociales tendrán distintos tipos de maduración social, más o menos acelerada
según las presiones materiales a que estén expuestas y por ende, la extensión de este
lo hacen en una misma sociedad a lo largo del tiempo (León, 2004). De este modo esta
perspectiva permite pensar a la juventud como una etapa de vida que posee sus propias
51
3. Apartado metodológico
media pública ubicada en la zona periurbana de la ciudad de La Plata, con una matrícula
cuyo perfil permite asumir un bajo nivel socioeconómico de los alumnos, sobre todo
luego de las charlas con los directivos del colegio que describieron a la población como
con los y las chicas (muchos hermanos/as en general mayores debido al inicio temprano
frigorífico).
últimos años del colegio seleccionado. Creemos importante detenernos en esta última
ser las más apropiadas para recuperar la perspectiva de los actores, y porque ante un
tema tan sensible e íntimo como es la sexualidad de las personas, ofrece la oportunidad
52
para acceder a información rica y profunda en palabras de los actores (Valles 1997, cit.
en Marradi 2007). En este sentido recuperamos la definición que hace Rosana Guber de
la entrevista como un proceso en el que se pone en juego una relación social, que
Marradi, Archenti y Piovani (2007) esta técnica debe juzgarse por la riqueza heurística
de las producciones discursivas obtenidas en ella, las que no son en sí mismas correctas
hacer. Así, la entrevista puede ser definida como una forma especial de conversación
argumental por parte del entrevistado, acerca de un tema de interés definido en el marco
en el tiempo –entre personas que son relativamente extrañas- exige a la vez la intimidad
comunicativo por el cual el investigador extrae una información de una persona, que se
halla en la biografía del entrevistado y que por eso está ha sido experimentada e
interpretada por el. Por último, Guber destaca que la entrevista es un proceso en el que
cual es en muchos sentidos asimétrica, por lo que el primero debe ser capaz de
53
reflexionar sobre su rol, sus elecciones y -de un modo más amplio- sobre la dirección y
de la entrevista resulta una técnica idónea para estudiar las representaciones sociales por
responder al objetivo de acceder a las perspectivas de los actores, para conocer cómo
ellos interpretan sus experiencias en sus propios términos. Frente a las limitaciones que
esta técnica pueda presentar, la efectiva realización de las ventajas de la entrevista, así
capacidad de empatía del entrevistador y su habilidad para crear un clima que favorezca
entrevistador, tales como género, edad, clase social y etnia son cuestiones sensibles que
profundidad.
Fueron consideradas todas las franjas horarias que ofrece el colegio para cursar, por
lo que pudo ser recolectada información sobre alumnos del turno matutino, tarde y
otras instancias del trabajo de campo en las que se buscó no solo interiorizarlos en las
temáticas que pretendíamos10 abarcar sino también obtener algunos datos preliminares
que nos permitieran trazar un panorama general. Se procuró además llegar por igual a
10
El trabajo de campo fue realizado conjuntamente con Hernán Cáneva quien se encontraba trabajando
representaciones sobre el aborto en jóvenes, también para su tesina de grado. Dada la afinidad temática
decidimos llevar adelante algunas actividades en conjunto para poder realizar actividades en los cursos
que pudieran brindarnos un panorama general y además para tener algunas instancias de presentación
previa con los estudiantes antes de las entrevistas.
54
práctica de que nuevos contactos no aportarían elementos desconocidos con respecto al
Cabe señalar que la mitad de las entrevistas fueron realizadas en parejas, entre
compañeros que se sentían en confianza para charlar los temas propuestos, y sólo en los
casos en que así lo requirieron los sujetos a ser entrevistados. Los lugares escogidos
que nos ofrecía el establecimiento, oscilando entre la búsqueda de aulas vacías y el uso
de la biblioteca como espacio donde poder realizar las charlas sin interrupciones. Por
dispositivo MP3.
datos a la luz del marco teórico propuesto. Es importante señalar que esta última etapa
ha sido encarada con una gran apertura a fin de no censurar aquellas cuestiones que
llevadas a cabo en los cursos antes de iniciar la búsqueda de informantes para las
temáticas -proyecto de vida, género, y vida sexual-. Las tarjetas fueron repartidas a cada
uno de los alumnos, y en caso de sobrantes, algunos de ellos respondieron más de una.
género. Una vez señaladas las respuestas en las tarjetas, éstas fueron recogidas y
coordinador leía en voz alta y para todo el curso las tarjetas, preguntando si todos
55
acordaban con las respuestas consignadas e incentivando el debate al pedir que cada
cual presente argumentos a favor o en contra de lo señalado. El papel del observador fue
registrar las respuestas y reacciones que emergían en el debate, para así enriquecer el
posterior análisis. La importancia de este primer encuentro con los alumnos de los
diferentes cursos fue el de haber generado un espacio en el que los y las jóvenes
los 16 y los 19 años. Aquellos que eran mayores se encontraban cursando el último año
del turno noche, y conformaban un grupo que dio, en algunos casos, respuestas algo
diferentes respecto de las obtenidas por el resto de los jóvenes. Aún así, esto no
significó un cambio sustancial para el análisis porque se trató de una actividad que
generó en todos los cursos debates y conclusiones similares. Los datos obtenidos en esta
población con la que se trabajaría, aunque debe señalarse que la matrícula mayormente
femenina de los cursos con los que se trabajó (y del colegio en general) hizo que sus
respuestas casi no puedan ser comparadas con la de los hombres, o que al menos no se
en todo caso el recurso de las entrevistas es lo que posteriormente nos permitió indagar
en profundidad estos diferentes temas, para así tratar de generar elementos para una
ulterior comparación.
Argentina, 2003). La actividad nominada como “La diosa y el ganador” tuvo como
56
objetivo favorecer el descubrimiento por parte de las y los jóvenes de sus expectativas
con respecto al otro género y reflexionar sobre lo que es una pareja en la adolescencia.
Para esto, se dividió el curso en grupos no mixtos de no más de 4-5 personas, a quienes
hombres y mujeres, cuáles eran y si existía coherencia entre la imagen y los adjetivos
reseñados por cada grupo. Esta actividad no fue realizada en el turno noche, porque
dada la experiencia que se tuvo con la primera actividad consideramos que por su edad
y por su forma de distanciarse de los otros turnos, era probable que no pudiéramos
captar su interés.
57
4. Una escuela en la ciudad
últimas décadas a nivel político, económico y social echa luz sobre las razones por las
cuales resulta importante rescatar las experiencias y los relatos de los y las jóvenes que
forman parte de los estratos más pobres de la población, porque es justamente en aquel
del ‘80 difícilmente pudo ubicarse a la altura de las expectativas generadas, sobre todo a
precedente. Así, fueron años signados por una inflación permanente que fue
acompañada por el deterioro del salario, la precarización laboral, la pérdida del poder
fuertemente al empobrecimiento de los sectores medios. Esta década finalizó con una
transformaciones en el papel histórico del Estado como garante del bienestar de todos
58
tendieron a acentuar los procesos de privatización y descentralización y que terminaron
ciudadanos. Debido a que en una primera etapa se obtuvieron los resultados deseados
externa. Sólo hacia la segunda mitad de la década las grietas de modelo golpearon con
más fuerza y se filtraron las peores consecuencias del creciente endeudamiento externo,
sociedad y las distancias que separaban a las diferentes clases sociales trastocaron dando
lugar a realidades que desde las ciencias sociales fueron pensadas como la generación
de nuevas pobrezas. Los sectores más pobres dejaron de ser contingentes homogéneos,
reconocibles a primera vista y con una ubicación geográfica delimitada como hasta ese
momento podían llegar a ser pensados, para incluir a los nuevos pobres arrastrados
desde escalafones más altos hacia condiciones de mayor precariedad, haciendo de los
sectores más bajos un grupo sumamente heterogéneo. De este modo, a los pobres
objetivas pero no su historia. En este contexto, el mundo laboral fue el más golpeado
inestable, los salarios cayeron y el mercado de trabajo se tornó cada vez mas
59
generalización de la pérdida de empleo, lo que llevó al deterioro del bienestar y de los
lazos sociales propios del ámbito de trabajo como espacio de socialización. Ya a inicios
del año 2000 se hacían sentir con crudeza las consecuencias del modelo económico
El gobierno que asume en 2003 logró un crecimiento continuo sin precedentes, con
obra calificada y técnicos. Una de las políticas más relevantes aplicadas desde el Estado
fue la implementación desde el año 2009 de la Asignación Universal por Hijo como
de los distintos niveles educativos. La AUH permitió un retiro de muchos jóvenes del
sancionó la Ley 25.673 que dio lugar a la creación del Programa Nacional de Salud
Sexual y Procreación responsable (este último en el año 2003) 11. Esta ley está destinada
11
Para antecedentes previos al año 2001 ver Mónica Gogna “Programas de Salud Reproductiva para
adolescentes: los casos de Buenos Aires, México y San Pablo” en
http://www.cedes.org.ar/Publicaciones/Salud/2001/3304.pdf
60
población el nivel más elevado de salud sexual y procreación responsable con el fin de
población diferente a la cual se debe apuntar. Sin embargo, cabe rescatar los
señalamientos que hace Eleanor Faur (2005) respecto de este marco jurídico reciente:
mujeres a estos servicios en función de una característica tan aleatoria como su lugar de
adolescentes que no concurren acompañadas de sus padres […]. Mientras tanto, las
12
Información sobre la Ley 25.673 y el Programa Nacional de Salud Sexual y Procreación Responsable
en www.msal.gov.ar/saludsexual
61
oportuna como de métodos de planificación familiar sin tantos requerimientos”. Por
último en el año 2006 fue sancionada la ley 26.150 que busca garantizar la educación
El censo realizado en el año 2010 actualizó muchos de los indicadores que permiten
identificar las principales dimensiones de los hogares en territorio argentino. Uno de los
(NBI) que arrojó para la totalidad del territorio argentino un 9,1% de hogares con NBI.
grupo dentro del cual la población de 15 a 17 años, registra niveles de asistencia escolar
Así, los procesos económicos, políticos y sociales que se desarrollaron en las últimas
décadas en el país, y que tuvieron su efecto sobre los hogares de los y las jóvenes han
impactado sobre ellos de manera muy puntual. En este sentido, las condiciones de
pobreza que se ciernen sobre ellos trae aparejada no solo una acumulación de
desventajas relativas a la calidad de los derechos y servicios a los que acceden, sino
también, y más importante, los y las jóvenes son un grupo al cual se atribuyen casi
instantáneamente rasgos de conducta que los ligan no solo a la desidia, sino también al
sexualidad. Justamente por eso se torna relevante enfocarse en esta población, para
pensar el momento de productividad que ellos y ellas tienen sobre lo que hacen, es un
momento positivo.
62
Además, la ciudad posee una de las tres casas de altos estudios de mayor importancia
del país, la UNLP, lo cual implica una gran afluencia de estudiantes de todo el país y del
con NBI en relación al promedio general del municipio de La Plata, dos de ellos: por un
lado los centros comunales que duplican la proporción de hogares con NBI son Melchor
Romero, Lisandro Olmos, Abasto, Arturo Seguí, Gorina, Etcheverri y El Peligro. Debe
tenerse en cuenta que el colegio secundario en donde se realizó el trabajo de campo está
ubicado en la zona de Melchor Romero y muchos de los y las jóvenes con quienes se
trabajó manifestaron vivir en las cercanías del establecimiento o bien en Abasto, por lo
que recuperar estos datos ayudan a delinear el contexto en que están insertos los hogares
de nuestros informantes.
El lugar escogido para la realización del trabajo de campo es una escuela media
matrícula poseía un perfil que permitió asumir un bajo nivel socioeconómico entre los
alumnos y alumnas que asistían. Esta idea inicial fue reforzada luego en diferentes
63
encuentros en los que se estableció contacto con directivos y personal docente y no
docente. El ingreso al espacio fue posible a partir de la elevación de una carta en donde
fue presentado el proyecto a las autoridades del colegio explicando las razones de
nuestro interés en el trabajo con jóvenes así como también los objetivos que se
perseguían con las diferentes actividades que habían sido planificadas. Desde el inicio la
propuesta tuvo muy buena acogida, sobre todo a raíz del análisis que cada uno de los
encuentra frente a la calle de acceso y es la única entrada para estudiantes y personal del
campo, el que mayor tránsito y uso tenía. Por otro lado, y atravesando el patio de este
primer bloque, se encuentra otra edificación inaugurada recientemente que cuenta con
dos plantas en las que se distribuyen nuevas aulas y una sala de preceptores. A pesar del
tan solo cursan allí algunos grupos del turno mañana, conservando aún una mayor
matrícula el edificio viejo. La totalidad de los cursos con los que se trabajó cursaban en
el edificio viejo, por lo que el único contacto que se tuvo con la nueva edificación fue
una negociación trunca para tomar uno de los grupos cursos del turno mañana que allí
cursaba.
El edificio viejo, en donde fueron realizadas las actividades, alberga los espacios más
13
Los terrenos que se describen pertenecen al espacio delimitado para el desarrollo de las actividades del
colegio secundario. Vale aclarar, sin embargo, que en la misma cuadra y separados por un muro se
encuentra una escuela primaria, a la que no se hace referencia.
64
profesores, las diferentes salas de preceptores, además de los espacios nodales que
biblioteca y los baños. El buffet del colegio resultó ser uno de los espacios más
concurridos, sobre todo a raíz de la variada oferta de productos y servicios que podían
encontrarse, entre los cuales se contaban no solo los típicos snacks y golosinas, sino
también agua caliente, yerba, té, café, leche, así como también artículos de librería y
fotocopiadora. Contaba además con una pequeña tabla de madera atornillada a la pared
a modo de barra, acompañada por un par de banquetas altas, espacio que al momento de
informalmente con aquellos chicos y chicas con los que se había establecido una
relación de mayor confianza. La biblioteca del colegio que se encontraba en muy buen
estado, también fue un espacio importante ya que en más de una oportunidad fue
Las actividades fueron realizadas en los cursos de los últimos dos años (5° y 6°) que
presentaban en su grilla horaria baches horarios –horas libres- y que por ende estaban
disponibles para ser ocupadas. A los fines del presente trabajo se optó por tomar al
menos un curso en cada una de las franjas horarias en que se dictaban clases: turno
mañana, tarde y vespertino. Este último fue recurrentemente señalado por los directivos,
y actividades que sí recibían el resto de los turnos, y en la misma sintonía se nos advirtió
numerosas veces sobre la posibilidad de que los chicos y chicas que allí asistían nos
El trabajo de campo, realizado en los cursos del edificio viejo, comenzó a mediados
del año 2012, coincidiendo con el comienzo de la estación invernal más cruda,
65
incidiendo más de una vez en la casi nula asistencia, sobre todo en turno mañana y
Además, muchas veces los cursos fueron reubicados de aula con el fin de que tengan
lectiva. En las charlas con preceptores y profesores fue común el comentario sobre el
número reducido de los grupos con los que trabajaríamos ya que como nos explicaron
su asistencia va oscilando y nunca está el curso completo, al punto que en cada nueva
visita debíamos re-conocer nuevamente a los chicos y chicas con quienes se había
trabajado. Además de su tamaño reducido los cursos presentaron en general una mayor
curso. En general, las jornadas en que se trabajó dentro del colegio fueron tranquilas no
solo por la ausencia de disturbios o de barullo, sino sobre todo por el vacío que fue
percibido en cada nueva visita y que se debía sobre todo a la cantidad de aulas
desocupadas y a las horas libres que despejaban los pasillos de alumnos en diferentes
66
5. Sobre el trabajo de campo
Luego del ingreso formal al colegio, que incluyó conversaciones con la directora del
desafío de transitar el primer acercamiento a los cursos con los que se trabajaría en los
meses siguientes, entre los cuales se esperaba conseguir informantes que aceptaran
participar de las entrevista. Con esto en mente fueron confeccionadas dos actividades
pensadas no solo para sensibilizar sobre los temas que se trabajarían a lo largo de
nuestra estadía en el colegio, sino también para recabar información general capaz de
ofrecernos unas primeras pistas que permitieran delinear las particularidades de los
grupos con los que se trabajaría. En términos generales, los grupos seleccionados del
turno mañana y tarde resultaron ser bastante homogéneos, no así respecto del turno
vespertino el cual dadas algunas particularidades de las biografías de los y las jóvenes
un hogar por fuera de la casa paterna o materna- dio pie a reflexiones algo diferentes de
las obtenidas en los otros cursos. De modo que si bien las edades de este último grupo
no diferían de las del resto de los alumnos consultados nos encontramos con una
predisposición mucho menor a ser tratados como menores de edad, y por ende a ser
Por último, y con respecto a las particularidades que hacen al desarrollo de la primer
parte del análisis, para facilitar la lectura e integrar la información las expresiones de los
y las jóvenes recuperadas de los plenarios han sido señaladas en cursiva. La segunda
67
sí hace uso de las citas textuales y separadas de los párrafos para rescatar la riqueza de
a- Un primer acercamiento
sexualidad en términos generales. Completadas las consignas, fueron leídas en voz alta
las preguntas para incentivar el debate grupal sobre cuestiones que, como fue señalado,
Esta propuesta de trabajo, más allá de brindar información rica para construir el
ser instalados en los cursos los diversos ejes que sobre los que se apuntala la
propio futuro en los próximos dos años. Al respecto los y las jóvenes coincidieron en
señalar que los estudios universitarios o terciarios eran una prioridad en el corto o
mediano plazo. Con un menor acuerdo, también fue señalada la intención de obtener un
trabajo fijo y de conformar una familia. En este orden les pedimos que piensen cuáles
podrían ser los obstáculos que podrían atentar contra sus planes personales, y entre ellos
68
hombres y mujeres. En este punto hubo posiciones encontradas entre quien dijo que no
porque el varón puede hacer más (hombre, 18 años) y otra gran mayoría que consideró
que tanto mujeres y varones tenían las mismas posibilidades de elegir qué hacer con su
futuro porque cada persona tiene el derecho de elegir lo que quiere (mujer, 20 años) y
también porque todos tienen las mismas condiciones para elegir (mujer, 18 años). Con
respecto a aquello que les gustaría hacer al finalizar el colegio fueron manifestadas
universitario, estudiar algo, no sé qué (mujer, 25 años y varón 17 años). En este punto
los mismo jóvenes reconocieron que si bien poseen expectativas de avanzar a niveles
hogares, ya sea viviendo con sus padres o con su propio hogar, podría convertirse en un
maternidad tenía en su proyecto de vida, y aquí se obtuvo una respuesta casi unánime
que enfatizaba que se trataba de un plan a largo plazo condicionado por la realización de
estable tanto en el trabajo como en la pareja: “sí, cuando tenga 29” (varón, 18 años),
17 años), “no, porque por ahí sigo una carrera universitaria” (mujer, 19 años) y
“cuando tenga un trabajo fijo y mi casa propia. Porque es una manera de tener
maternidad como situación presente modificaría algo en sus vidas y por qué, a lo que
respondieron: “si, es una nueva responsabilidad porque tengo que dejar muchas cosas
atrás para dedicarme a mi hijo” (mujer, 18 años), “cambiaría en mis estudios, mis
proyectos” (varón, 16 años), “me privaría de varias cosas, como salidas” (mujer, 17
69
años) y “tendría que ocuparme más de mi hijo y dejar algunas cosas” (mujer, 18 años).
Este bloque en general permitió establecer un mapa general respecto de las miradas de
corto, mediano y largo plazo que los y las jóvenes tenían con respecto a su propia vida,
es priorizado como proyecto personal, por el que apuestan no solo ellas y ellos como
individuos, sino sobre todo sus familias. En este contexto la gran mayoría admitió que
los estudios universitarios o terciarios necesariamente tendrían que ser costeados con un
trabajo propio que les permitiera ganar independencia y sumar aportes monetarios al
hogar, como una forma de retribuir el tiempo que es dedicado a una actividad no
eventual obstáculo para la concreción de ese mismo proyecto. Dentro de este plan de
vida que los sujetos tienen, la maternidad o paternidad es postergada hacia un futuro
donde se prevé un contexto más favorable para la formación de una familia, como bien
señala una de las jóvenes “antes voy a tratar de tener ‘algo’ para que no pase lo que yo
pasé”. En este punto también fue señalado que la maternidad o paternidad se posterga
En el caso del curso tomado del turno vespertino, las respuestas obtenidas si bien
fueron similares, deben ser leídas desde un lugar diferente ya que la mayoría de los y las
jóvenes que asisten allí estaban insertos en el mercado laboral al momento de las
actividades y habían conformado además su propia familia por fuera del hogar paterno o
materno.
70
El segundo bloque de tarjetas tuvo como intención el poner de relieve aquellos
supuestos que los y las jóvenes poseen respecto de los roles de género en las prácticas
cotidianas. Las primeras dos preguntas indagaban por la iniciativa que mujeres y
y en estos casos se justificaba esta iniciativa atribuyéndoles una mayor audacia, fuerza,
decisión y desenvoltura: “el hombre porque es más audaz y más fuerte y toman más
decisiones” (hombre, 16 años), “el hombre porque las mujeres son re histéricas”
(hombre, 16 años), “el hombre porque pienso que tiene más cara para tomar la
decisión de dar el primer paso en una situación así” (mujer, 17 años). Hubo también
quién reconoció que las mujeres habían ganado terreno en este ámbito, colocándose casi
en el mismo lugar que los hombres para tomar la iniciativa: “en los últimos años ambos
sexos toman la iniciativa para encarar ya que son muy desinhibidos” (mujer, 18 años).
La siguiente tarjeta enunciaba: las mujeres son sensibles y los hombres son fuertes y
seguros, afirmación frente a la cual los y las alumnos debían posicionarse en acuerdo o
argumentando la existencia de una faceta sensible tanto en hombres como mujeres, más
allá de considerar que ésta se encuentra más a flor de piel en estas últimas: “la mujer es
de carácter muy sensible y el hombre se hace el fuerte pero a lo lejos son sensibles
como las mujeres” (mujer, 17 años). Posteriormente se les requirió que señalen tres
características que consideraran que definían a las mujeres: “la forma de ser, su forma
años), “inteligente (en la mayoría de los casos), belleza, madurez” (mujer, 23 años),
71
“su cuerpo, la voz, su forma de ser” (mujer, 16 años), “grandeza, amorosa, fieles
misma actividad fue realizada con respecto a los hombres: “su físico, su inteligencia,
sus sentimientos y emociones” (mujer, 18 años), “machista, usan todas las mismas
(mujer, 17 años), “grande, peludo, bolacero” (mujer, 18 años), “la voz, el pene, la
En las últimas preguntas de este bloque se les pedía a los alumnos que completen una
frase: “las mujeres/ los hombres tienen más habilidad para…”. Con respecto a las
mujeres señalaron: “pensar antes de actuar (en algunos casos); maduran antes que los
hombres; razonar; para tener objetivos y poder así proyectar” (mujer, 17 años), “para
la paciencia de los bebes; hacer las cosas de la casa” (mujer, 18 años), “cocinar,
limpiar, trabajar, hacer más de dos cosas a la vez” (mujer, 17 años), “para trabajar,
algunas) y algunas no saben hacer nada” (mujer, 19 años). Con respecto a los hombres
señalaron: “jugar al fútbol” (mujer, 16 años), “el deporte y para trabajar” (mujer, 19
años), “para mentir y para hacer reír” (mujer, 17 años), “trabajar, manejar y jugar al
fútbol” (mujer, 18 años), “lo que se trata del trabajo. Lo que es la mantención de los
Las respuestas de este bloque en general nos sugieren que aún persisten ciertas ideas
sobre lo que se considera una conducta esperable acorde a los roles de género
72
quizás por la ampliación de los debates sobre género en la agenda pública. Así, las
por atributos ligados más bien a la fuerza y a las capacidades que ofrece su cuerpo, por
un lado en relación a su uso para el trabajo, lo que les permitiría erigirse en sostén
económico de una familia, y por otro lado por una mayor disposición para la
rasgos en su carácter que los marcan como personas indecisas, orgullosas, bolaceras,
distraídas, mentirosas y machistas. En este punto puede pensarse que mujeres y varones
Además, existe entre las respuestas una clara demarcación entre los ámbitos de
cierre los debates suscitados dejaron entrever un pensamiento mucho más flexible con
los papeles pueden invertirse dejando al hombre a cargo del ámbito doméstico.
de los y las jóvenes, poniendo el foco en las personas a las que recurren en busca de
73
información sobre sexualidad, en la reacción de los adultos frente a sus inquietudes en
La primer tarjeta, cuyo fin era conocer sobre las personas con quiénes ellos/as
hablaban sobre sexo, les ofrecía una serie de opciones que debían organizar
jerárquicamente. Entre las respuestas sobresalieron los amigos como los interlocutores
lugar, los y las jóvenes también manifestaron encontrar en la familia un ámbito propicio
presencia de la figura materna en este espacio, aunque debe tenerse en cuenta que dada
respondieron a esta pregunta fueron mujeres. En el caso de los y las jóvenes consultados
del turno vespertino las interlocutores señalados oscilaron entre la pareja y los amigos,
que transitan otros espacios de independencia ya que o bien se han emancipado se sus
hogares o en caso de no haberlo hecho poseen un trabajo y/o una familia propia.
Con respecto a la reacción de los adultos frente a sus preguntas sobre sexualidad se
dando a entender que la sexualidad de los jóvenes estaba lejos de ser negada o de ser
considerada como un tabú. Si bien alguien señaló que las preguntas son recibidas con
sorpresa en general manifestaron que los adultos consultados son muy abiertos y me
14
Esta pregunta específica estuvo ligada a la información que mi compañero en el trabajo de campo
buscaba extraer, que a nuestros fines solo dio pautas para trazar el panorama más amplio en lo relativo al
campo de la sexualidad.
74
explican todo lo que quiero saber o bien que son libres de expresión [porque] la gente
sobre el que ya nadie puede asustarse porque resulta obvio que están en edad de tener
relaciones sexuales.
Por último se indagó sobre el papel que tenían las partes de una pareja –no
no sólo quién asumía o debía asumir esta responsabilidad, sino también cómo se elegía
el método de cuidado o prevención –si era el caso-. La mayoría coincidió en señalar que
se trata de una decisión que involucra a ambas partes por lo que la responsabilidad es
siempre compartida, aunque hubo también quienes consideraron que era la mujer quién
tenía en sus manos la decisión final sobre el cuidado. Esta postura sobre la primacía de
sobre todo en las respuestas dadas por los y las jóvenes del turno vespertino. Respuestas
funcionamiento concreto.
cuanto a los objetivos de nuestra investigación, se vio limitada por la cantidad de tiempo
las intervenciones que realizaban los y las jóvenes. Aún así, las entrevistas que fueron
juego estas ideas que ya rondaban en los encuentros grupales, poniendo de relieve la
como interlocutores válidos para hablar sobre la propia sexualidad, así como también
75
dejaron entrever con más fuerza el peso que las decisiones de hombres y mujeres tienen
Argentina (2003) esta actividad, titulada allí como “La Diosa y el Ganador”, tuvo por
objetivo favorecer el descubrimiento por parte de los y las jóvenes de sus expectativas
con respecto al otro género, alentando la reflexión sobre lo que es una pareja en la
hombre ideal -dentro de grupos previamente armados de mujeres o varones- para luego,
las similitudes entre lo dicho por los varones y lo dicho por las mujeres. A partir de este
trabajo pudieron ser recogidos una serie de datos que fueron agrupados partir de
criterios que aluden al tipo de expectativas que tienen mujeres y varones sobre el sexo
mencionaron que preferían que la pareja fuera mayor que ellas al menos por dos años.
Con respecto a las cualidades físicas o externas, resaltaron que era importante que se
vista bien y que se bañe, pero que también sea lindo, tenga buena cola, buen físico, que
sea morocho y que tenga ojos verdes. En tercer lugar, y ligado a lo que hemos dado en
llamar características personales generales, las mujeres manifestaron que los hombres
simpatía, sinceridad y que sea respetuoso. Por último, y en relación con lo que buscaban
76
en una pareja manifestaron que no querían que sea pesado ni insoportable, que no sea
tan celoso o cuida, que te deje salir con amigas, que no mienta, que sea fiel,
compañero, comprensible (sic), atento, tierno, romántico y que tenga objetivos para así
Por su parte, los grupos de varones indicaron que las mujeres tenían que trabajar y
hacer las cosas de la casa, saber cocinar así como también jugar a la play, disfrutar el
fútbol y no drogarse, además de considerar importante que le guste hacer el amor y ser
duradera. Con respecto a los atributos físicos señalaron que debía ser linda, vestirse
manifestaron que la mujer debía ser amorosa, tierna, dulce, buena, paciente, educada,
ordenada, inteligente, divertida, inquieta y con humor. Finalmente, señalaron que debía
ser fiel, compañera, y que debían evitar ser celosas, zorras y arrabaleras15. En este
punto cabe rescatar a Paul Willis (1988) quien señala que existe entre los varones la
distinción entre “la tía fácil” y “la novia”, como figuras femeninas frente a las cuales se
tradicional en la visión que los varones tienen sobre las mujeres, en donde éstas son
asociación directa con el ámbito doméstico y la inexperiencia sexual –al menos con
otros- es lo que hace a una novia, ya que de otro modo se pondría en cuestión la propia
15
Esta expresión refiere a una mujer maleducada o malhablada, en palabras de uno de los jóvenes con los
que se trabajó.
77
masculinidad y el orgullo. De este modo otorgar el título de novia implica una nueva
dependencia y domesticidad) lo cual sería “lo opuesto a la perica sexy” (Willis, 1988).
Una de las partes más interesantes de esta actividad fue la puesta en común realizada
en el curso una vez concluida la tarea de los dibujos en el afiche, en donde cada grupo
debía presentar el trabajo realizado al resto. Si bien en muchos casos los dibujos eran en
sí poco elocuentes esto fue compensado por la descripción que hicieron con palabras de
lo que se había querido graficar. Las mujeres fueron quienes se mostraron más críticas
al momento opinar sobre el trabajo de sus compañeros, y manifestaron que lo que ellos
realmente querían era una muñeca inflable dando a entender que al menos en principio
era percibida cierta incongruencia en las exigencias que habían sido pautadas para las
mujeres. El aspecto más debatido giró en torno a los estándares de belleza que
establecían para el cuerpo femenino y su inmediata vinculación con las habilidades para
la cocina y demás actividades domésticas. Pero sin embargo, aún identificando este
núcleo problemático no fue posible construir una crítica más densa capaz de poner en
tela de juicio las inequidades que se encuentran en la base de estos discursos. Esta
brecha existente entre el discurso mucho más abierto y crítico sobre el rol y las
II- Entrevistas
diferentes cursos sirvieron para dar a conocer nuestra propuesta a los grupos con que se
78
trabajaría y favorecieron la construcción de un espacio propicio para el debate a partir
permitió pensar el siguiente paso: las entrevistas. Éstas fueron realizadas con quienes
voluntariamente se ofrecieron a mantener una charla más larga sobre los temas que
habían sido tratados anteriormente de manera grupal. En total fueron realizadas once
entrevistas, cinco de ellas con mujeres y seis con varones. El espacio en el que se
desarrollaron osciló entre aulas vacías y el espacio cedido por la biblioteca del colegio,
y en todos los casos fueron grabadas con un dispositivo MP3. Aún cuando el objetivo
fue profundizar en los casos puntuales que cada uno de los y las jóvenes presentaba,
una mayor soltura en las charlas dada la intimidad que podían implicar algunas
preguntas. Es importante señalar que se ha optado por cambiar los nombres de los y las
Las entrevistas resultaron fuentes sumamente ricas en información, y más de una vez
los temas desbordaron -gratamente- aquello que había sido planificado de antemano en
los guiones. Los diferentes apartados en que han sido desglosados los relatos permiten
visualizar aquellos ejes a partir de los cuales consideramos que pueden ser pensadas las
las jóvenes. Para el análisis comenzamos indagando por las fuentes de conocimiento a
partir de las cuales los sujetos construyen las representaciones que poseen del cuerpo
sexuado y los atributos de género. En este punto se ha puesto especial énfasis en los
vínculos que se establecen con la familia y con los pares. Además, indagamos en el
papel de las instituciones más importantes con las que los sujetos entran en contacto en
79
cuenta otras fuentes de información, en principio no consideradas, pero si esperadas
entendiendo por esto las ideas que poseen respecto de su propia sexualidad y la ajena
La sujetos nacen y crecen dentro de un entorno social simbólico que existe para ellos
como algo dado y la familia es uno de los primeros espacios en donde los sujetos
aprehenden este mundo que los rodea y dotan a su realidad cotidiana de un manto
incuestionable de supuestos que les permiten manejarse con soltura en los diferentes
social, con la complejidad que supone incorporar la propia experiencia de los sujetos
como variable a considerar. Las nociones sobre el cuerpo sexuado forman parte de este
saber que es transmitido desde la familia a los y las jóvenes, aún cuando cada uno de
ellos ha establecido con los miembros de su familia diferentes lazos que les permiten
cuanto a educación sexual presenta diferentes aspectos no solo porque cada hogar
80
establece entre sus integrantes diferentes posibilidades de comunicación, sino también
En general, los y las jóvenes con los que se trabajó reconocieron que la sexualidad,
forma parte de la vida cotidiana en sus hogares, entendida por ellos como la educación y
la información que reciben de los adultos mayores, y reconocen que las charlas se
desarrollan en un ámbito de apertura y comodidad al cual pueden recurrir cada vez que
privilegiado en las primeras charlas que los y las jóvenes mantienen en sus hogares,
la sexualidad. En el caso de las mujeres, las primeras charlas se dan cuando tiene su
el caso de los hombres, sin un hito biológico de similar trascendencia que indique este
pasaje, se considera que a los trece o catorce años están en edad de maduración sexual.
“si tengo alguna duda, con mi mamá. Pero mi papá es ‘¿y lorenita?
¿tenés que tomar las pastillas?’ me dice él así como…yo me quedo
‘sí papi’ y el va y me las compra. El no tendría problema en hablar
conmigo, capaz yo soy muy…” (Lorena, 17 años)
limitaría a ser una figura de apoyo, que está al tanto de las conversaciones que se
81
mantienen entre madres e hijas, pero que solo interviene facilitando por ejemplo el
Aún con este primer acercamiento casi asegurado, algunos de los y las chicas
reconocieron que solo charlaron sobre sexualidad con sus padres o madres en este
momento puntual en que los y las jóvenes están ingresando a la pubertad, pero que
después de allí no han vuelto a tocar estos temas. La primera relación de pareja
despierta nuevamente en los padres y madres la necesidad de reforzar aquello que había
caso de no haberlo hecho antes, este momento es entendido como el indicado para
“Sí, bah yo estaba ahí y me dijeron si, “¿tenés novia?” y yo les dije
sí […] Y bueno le dije, sí y ahí me empezó a hablar y bueno…fijate
que te tenés que cuidar porque sino por ahí puede quedar
embarazada y no da tampoco quedar embarazada a esta edad…más
que nada por eso.” (Mateo, 17 años)
“Siempre salen esas charlas ¿no? Pero se dio más cuando llevé a mi
primer novia. […]Dentro de todo la pegué con mis viejos porque son
muy buena onda, abiertos y no, no, nunca tuve problemas.” (Ignacio,
18 años)
Los motivos que la familia encuentra para retomar la sexualidad como tema de
también se encuentran en fenómenos sociales más amplios frente a los cuales los padres
y madres buscan prevenir. En este sentido, algunas entrevistadas señalaron que las
charlas con sus madres comenzaron en una época en que todas se quedaban
embarazadas o bien por casos que pasaron ahí en mi barrio, que hubo un tiempo que
82
A partir de aquí, hombres y mujeres parecieran comenzar a transitar diferentes
un recorrido por las instituciones de la salud como hospitales, clínicas y salitas, lo que
cuerpo femenino resulta algo que debe ser resguardado, es decir, se convierte en
depositario de una pureza cuya entrega solo debe ser preservada para alguien digno de
cuerpo de la mujer con el amor, una compleja construcción social que en muchos casos
Como ya había sido advertido en las actividades anteriores, la relación que los
jóvenes establecen con los adultos mayores a partir de sus inquietudes sobre la
menos al interior de las familias, se construyen vínculos abiertos que dejan lugar al
diálogo. Aún así esto debe ser matizado bajo la consideración de que persisten ideas
sexualidad como tema en las charlas al interior de los hogares, aunque esto no significa
que no hayan sido recogidos relatos donde algunos jóvenes reconocen que aún se trata
sexualidad, que pudo entenderse como timidez o como desconocimiento de parte de los
83
padres y madres para abordar la cuestión de la sexualidad con sus hijos e hijas, algo que
conversar:
En la misma línea, Lucía continúa señalando hasta qué punto eran inexistentes los
Del mismo modo, los mismos jóvenes ponen límites a los temas de conversación que
pueden tener con sus padres o madres, por timidez o por considerarlo innecesario. Entre
los varones es entre quienes fue escuchada más veces la idea de charlar en joda, como
las únicas formas de comunicarse con los padres y madres sobre la sexualidad.
de que muchos de los y las entrevistados tenían hermanos de edades muy cercanas, les
84
preguntamos si percibían que los consejos dados a sus hermanos o hermanas diferían de
aquellos que ellos o ellas recibían. Fueron muchos los que reconocieron que los padres
y madres establecen reglas de alguna manera más permisivas para los hermanos
varones, sean mayores o menores que el/la entrevistada, al tiempo que con las mujeres
sexual:
“le dicen, ‘ya tenés edad’, le dicen, ‘sos grande’ […] a mi hermano
varón…a él sí mi papá le decía ‘vos sos un mujeriego’, no sé qué. Y a
nosotras las mujeres nos cuidan más, como que se ponen más celosos
y no, ‘presentá a tu novio’ y lo quiere matar… […]Y mi hermano
también, es re celoso también. Entonces ‘no, vos tenés que esperar’ y
qué se yo. Te hacen un cuento…” (Florencia, 19 años)
Tanto los varones como las mujeres entrevistadas coincidieron en señalar que en la
familia los varones reciben una educación que supone la aceptación inmediata de su
sexualidad, mientras que en las mujeres persiste la idea de “espera” para esa misma
iniciación. En este punto coincidimos con Martínez y Yuriria (2000) cuando señalan
que “padres y madres aún transmiten patrones sexistas y machistas con respecto al
represión del mismo en las mujeres” (p.137) algo que luego queda en claro cuando al
profundizar sobre los significados que tienen las relaciones sexuales las mujeres
expresan esa necesidad de conservar el valor de su virginidad al menos hasta tanto esté
“porque los varones con los padres, o con los primos o con los tíos
siempre van a hablar de una mujer, o con los amigos. Y en cambio
los padres con las mujeres, con las hijas, con las sobrinas o con
85
cualquiera le va a decir ‘no, vos tenés que esperar a tu hombre
ideal’, ‘tenés que esperar, sos chica’ y un montón de precauciones le
dan.” (Florencia, 19 años)
presentan un vínculo estable con una persona, porque de otro modo quedás como una…
medio rapidita (Lorena, 17 años). La experiencia que relata uno de los informantes con
el padre de su novia, dos años menor resulta ilustrativa del lugar de protección en que
En la juventud los vínculos que se establecen con los pares favorecen espacios de
diálogo diferentes a los que se generan en el seno familiar. Los relatos de los y las
jóvenes entrevistados dan a entender que los amigos no compiten con el padre y la
madre como interlocutores válidos para indagar sobre la sexualidad, sino que por el
contrario las representaciones sobre la sexualidad que entran en juego parecen ser de
otra naturaleza, por lo que el tipo de información que se busca y se obtiene en diálogo
con los pares pareciera ser, en principio, diferente. En primer lugar esto se debe a que
experiencias lejos de la vergüenza que podría significar compartir eso mismo con otros
adultos mayores:
“Mi amiga que es más chica que yo, tiene quince años, ella sí me
pregunta […] ella me pregunta a mí…muchas cosas […] creo que te
da más confianza con tus amigos…porque no sabes qué te van a
decir tus papás cuando les vas a hablar de eso” (Florencia 19 años)
“P: Pero igual es más fácil hablar con amigos que con ellos ¿no?
86
M: Sí, mal.
J: Porque aparte te sentís incómodo, sí. Me da vergüenza…
M: Con amigos no, hablas de cualquier cosa…ellos te cuentan, vos
les contas…” (Juan y Mateo, 17 años)
A diferencia de lo que sucede con los padres y madres, los amigos no son sujetos a
porque lo que se pretende a partir de este vínculo es tomar la experiencia ajena como
puntapié para poner en juego la propia y entre otras cosas dilucidar las diferentes
experiencias solo parece activarse cuando existe una necesidad puntual como puede ser
una duda o un problema concreto, relegando en general otros temas más “banales” en el
ámbito de la intimidad
Ahora bien, esta vínculo que se construye con los pares no está excluido de aquellas
contrario, puede pensarse que se fortalecen aquellos sentidos ligados a lo que se supone
debe hacer un hombre o una mujer con respecto a ella. A partir de los relatos pudimos
notar que las mujeres encuentran en sus pares un espacio capaz de adicionar
información que pudo no haber sido obtenida desde la familia por ejemplo, y en este
En el caso de los hombres los pares actúan como grupos que incitan a la iniciación
sexual donde “tener sexo con una mujer, es decir mostrar su heterosexualidad, es parte
87
de la construcción y reafirmación de la virilidad […] el alardeo sobre el éxito con las
mujeres se lleva a cabo entre los varones como medio para mostrar su virilidad”
(Rostagnol, 2002: 47-48). Puede pensarse además que “el requerimiento de tener
varones: se supone determinado deseo ‘natural’ (por las mujeres) y se incita un ejercicio
(Jones, 2010:348).
principio parece encontrar sus raíces en las reacciones diferenciales que se generan al
interior de los hogares donde el ingreso a la pubertad de los hijos supone diferentes
lecturas. De este modo, entre las mujeres el uso de las pastillas anticonceptivas forma
parte de una rutina cotidiana que no se oculta en la familia, y que incluso hace a la
tranquilidad de los padres frente a una sexualidad que de otro modo no pueden controlar
o regular. De la misma manera, entre ellas está más extendida la necesidad de hacer
visitas regulares al médico para hacer chequeos relativos a la salud de su cuerpo, y está
ligado sobre todo a la posibilidad de obtener una receta para pastillas anticonceptivas.
Estos trayectos que llevan a las mujeres a transitar más asiduamente los pasillos de los
hospitales va de la mano con una lectura que se hace desde la familia y desde los
88
médicos donde se continúa vinculando y circunscribiendo la sexualidad femenina a su
dimensión reproductiva
Por su parte, los varones inician su vida sexual por fuera de las instituciones médicas
“Sí, no, una vez sola fui [a la salita]. Cuando vas te dan folletos y te
explican y te dan…me parece bien a mí, pero fui una sola vez, o
sea…no. […] Claro, sí sirve, no te voy a decir que no sirve, pero no.
Claro, como que no lo veo tan…como no voy a ir a la salita a hablar
con tal y tal persona que sabe.” (Ignacio, 18 años)
preservación sobre todo desde un punto de vista reproductivo, única dimensión que
información las mujeres no parecen encontrar en la figura del médico la primera opción
y priorizan como interlocutores a la familia y a los pares. El cuerpo de los varones, por
su parte parece estimulado a una mayor libertad no solo porque en general no se espera
de ellos una única pareja sexual, sino también porque cargan sobre sus hombros menos
erige en un lugar sumamente efectivo y directo para el control social y a través de los
ritos cotidianos, el cuerpo se hace cuerpo y sobre él se aplican las normas y las reglas de
capacidad de decisión de las mujeres ya que el acceso de las mujeres a charlas con
aún con independencia de sus parejas, sobre todo porque son ellas quienes administran
89
sus pastillas (Figueroa y Rivera, 1992). Al respecto una de las jóvenes entrevistadas
señalo “yo me cuido por mí, no quiero un hijo, ni loca dejo de cuidarme, de tomar las
pastillas” dejando en claro la autonomía que posee respecto los cuidados que decide o
no tomar frente a las relaciones sexuales. Aún a pesar de la ventaja que puede suponer
relatos y comentarios que se desprenden del trabajo en el campo suponen que en los
hechos, las relaciones sexuales continúan sujetas a una estructura donde priman las
iv) No una puerta, pero al menos sí una ventana: la escuela da lugar a la sexualidad
contenidos parecía variar en función de la familiaridad que cada uno de los sujetos
poseía con el tema, es decir si por ejemplo en sus hogares ya habían dialogado al
respecto. Además, muchos consideraron que se trataba de una materia cuyos contenidos
siempre desde una perspectiva biológica, privilegiando al igual que el discurso médico
esta dimensión por sobre otras para referirse a la sexualidad sin ampliar el espectro
90
hacia cuestiones más relacionales capaces de contemplar ideas como el género, el
placer y la violencia:
“Acá en la escuela, bueno esta es la única vez que vinieron así chicos
de otro lado a hablarnos. Pero acá en el ciclo del colegio realmente
no. Teníamos…tuvimos un solo año que tuvimos Salud y
Adolescencia que hablaba sí un poco de esto y un poco de la
maternidad, de las enfermedades, pero de…realmente de esto, no.”
(Florencia, 19 años)
A pesar de las pocas referencias que dan sobre los contenidos, es interesante el que
la mayoría señale a esta materia como el único acercamiento que han tenido sobre el
tema, y en este sentido lo perciben como algo que resulta necesario. Ignacio, uno de los
entrevistados resultó bastante claro en este sentido y remarco que con un pasado en la
escuela técnica, donde la cuestión de la sexualidad era nula resultaba positivo poder ver
Es decir, aún persisten viejas consideraciones sobre el papel que la escuela como tal
debe jugar al momento de hablar sobre sexualidad. Es claro que ya no estamos frente a
91
esto tiene mucho que ver las normativas que de alguna manera esperan de ella un papel
esto, aún perduran aquellas ideas que ligan la sexualidad, y más aún la de los y las
contagio de las ETS, dejando sin cuestionamiento o sin espacio para la reflexión la
complejidad que suponen las relaciones humanas, con todo lo que suponen de
poder abrir el juego a las inquietudes complejas que supone la entrada de los y las
Morgade (2011) hay una complejidad de experiencias que pueden ser trabajadas desde
la escuela para dar cuenta tanto de los padecimientos que puede suponer asumir una
violentos tanto en las parejas como al interior de las familias, y donde también se pueda
dialogar desde una perspectiva del placer y disfrute que la sexualidad también posee.
Muchas veces las ideas y la información que manejan los jóvenes provienen de otros
canales que están por fuera del núcleo familiar, de los pares y de las instituciones con
las que entran en contacto. En este sentido, resultó interesante indagar sobre el lugar que
92
uso de internet, la televisión, los libros, etc. Una de las primeras cuestiones que pudimos
percibido por los sujetos como un aprendizaje de la vida, es decir que movidos por su
propia curiosidad o por el azar de cruzarse con la información han logrado conformar
progresivamente un acopio de referencias que les permiten tapar aquellos baches que
Una de las primeras fuentes a las que manifestaron acudir es a internet, ya que
de esos datos. Además señalaron que los libros son también fuentes importantes a las
cuales es posible recurrir para despejar sus dudas o informarse. Por último, la televisión
“Y a mí me gusta, qué se yo, leer algún libro que tenga que ver con
la sexualidad. Por ejemplo, o encuentro así, por ejemplo me voy a tal
lado, al hospital que pegan afiches y qué se yo, y empiezo a leer y a
leer, y así me entero yo” (Lucía, 17 años)
Aún cuando en diferentes medidas todos los entrevistados manifestaron hacer uso de
confianza frente a las que resulta preferible acudir solo a modo de complemento,
priorizando todavía aquello que pueden obtener de sus familias o amigos. En el caso de
93
una intimidad mucho mayor, situación que se replicó sobre todo entre quienes cursaban
el último año del turno vespertino dadas las características ya mencionadas sobre su
que se desenvuelven los sujetos se ponen en juego en sus prácticas cotidianas en donde
sexualidad.
Un primer aspecto a relevar en esta batería de preguntas fue la edad que los y las
todos coincidieron en la importancia de que sea una elección personal, matizaron esta
consideración al reconocer que existen de hecho límites por fuera de los cuales hombres
y mujeres son considerados como rápidas –sobre todo en el caso de las mujeres- o bien
que en la actualidad las jóvenes están fuera de control por mantener relaciones sexuales
por fuera de vínculos estables y con una edad muy por debajo de lo esperable, incluso
94
cuando muchas de las entrevistadas manifestó tener esa misma edad al mantener su
“Y, ahora no. Bueno ahora, como está ahora el país no, porque una
chiquita de doce años ya tiene relaciones y antes no se veía eso.
Ahora parece que sí, que es todo abierto” (Sofía, 19 años)
Entonces, si bien las relaciones sexuales son pensadas y señaladas como una
elección que responde a una necesidad personal, en el transcurso de las charlas se hizo
el caso de las mujeres, sino que también la virginidad como tal es una situación que en
Asimismo resulta claro que mientras la espera es alentada para las mujeres, para los
relaciones sexuales. La idea de espera para las mujeres está íntimamente ligada a la
necesidad de poseer una relación estable que justifique esa iniciación sexual. Como
señala Willis “existe el miedo a que una vez que una chica ha tenido experiencias
el mantener relaciones sexuales por fuera del marco que supone una pareja
95
“Yo en mi caso no, yo tuve mi primer relación a los quince años con
mi novio. No estuve así con…no es que me fui al baile y…bah no soy
así” (Lorena, 17 años)
generar un esfuerzo “por mantener una identidad pura que preserve a la familia de la
pérdida de honorabilidad, [lo que] las hace renunciar inclusive a imaginar o desear un
Los hombres por su parte poseen un abanico de opciones más amplio con respecto a
las parejas socialmente aceptables con las cuales comenzar a transitar su sexualidad,
pudiendo ser amigas, conocidas, trabajadoras sexuales, etc. Algunos de los jóvenes
ponderaron positivamente el hecho de haber sido quienes les han enseñado a sus novias
todo lo relativo a la sexualidad; en estos casos la virginidad de las mujeres con quienes
salían vuelve a primer plano para mostrarse como un valor sumamente importante que
coloca a la mujer en un plano de ingenuidad del que solo podrían salir de la mano de la
“Igual ella aprendió de mí, porque ella no, no…era la primera vez.
Así que ella cosas de mí aprendió” (Daniel, 18 años)
pareja que era elegida para “la primera vez”, a lo que señalaron que para las mujeres era
importante la búsqueda de afecto y que aunque los hombres también podían buscarlo
sobre todo en el caso de las mujeres que lo asocian a un momento de intimidad y amor.
“R: Si tenés un novio fijo, ponele en mi caso tenía que tener un novio
fijo, sino, olvidate, anda a freír churro. [...] (la primera vez) es más
96
importante. Influye mucho estar bien en pareja, estar bien así.”
(Lucía, 17 años)
Esto resulta diferente en el caso de los hombres, ya que se supone que para ellos es
“Porque es algo…la primera vez, algo único para vos. […] para los
hombres me parece que sí (es diferente) porque ellos capaz que ya
estuvieron con alguien y te dicen ‘no, no estuve con nadie’, te hacen
un chamuyo y es mentira” (Florencia, 19 años)
“es algo que recordás toda tu vida. Para el hombre no, para el
hombre es un recuerdo pasajero. Para la mujer no, queda grabado
[…] la mujer trata de buscar la persona indicada […] en cambio el
hombre no, la primera que se cruza…” (Paula, 18 años)
sexual forma parte de uno de los rituales más importantes en el pasaje hacia la adultez y
en el que está presente la exigencia del propio entorno para ajustarse a las exigencias de
“A los hombres no tanto (le importa tener novia la primera vez) […]
porque sí, o sea no cualquiera te va a decir ‘no, yo voy a esperar a
mi novia’, ‘yo quiero tener una novia’…no, cuesta[…] No importa lo
que sea” (Ignacio, 18 años)
Las mujeres pondrían en juego la posibilidad de elegir la pareja y construir con ella
el espacio y momento ideal para tener relaciones sexuales, mientras que los hombres se
97
suponen permanentemente disponibles (Jones, 2010). En general las mujeres le
algún deseo o necesidad. Las representaciones de las que dan cuenta las mujeres
permiten que ellas contemplen el uso de anticonceptivos como una forma de tomar
control sobre los proyectos futuros que poseen. Quizás esto podría relativizarse si
pensamos que no han sido relevadas ninguna persona con hijos/as. De todos modos, en
charlas informales con jóvenes que sí tienen familia, la reproducción no aparece como
aceptado.
Avanzamos en las charlas tratando de reconstruir junto con los y las entrevistadas el
lugar de la sexualidad en sus vidas, o al menos cuáles eran las motivaciones que
estaban detrás. Como señalan Figueroa y Rivera “tres cuartas partes –de las mujeres-
reconocen que al hombre le son más importantes las relaciones sexuales porque por
señalar que los hombres siempre tienen ganas, que no necesariamente debutan con una
“la mujer espera…y ellos, no sé, agarran cualquier cosa. […] Sí,
porque muchas veces los hombres son así serios, joden y se cagan de
risa y la mujer no. La mujer es como que siempre va a querer algo
así romántico” (Florencia, 19 años)
Mantener relaciones sexuales se presenta como algo que los hombres necesitan, en
tanto que la sexualidad de las mujeres apenas recibe reconocimiento y quedan “al
servicio” de esta necesidad masculina. Como señala Rostagnol “tener sexo con una
98
reafirmación de la virilidad” (2002:47) y además señala que “el alardeo sobre el éxito
con las mujeres se lleva a cabo entre los varones como medio para mostrar su
sobre todo- en el espacio reservado a los hombres donde éstos llevan adelante los
La mirada de los otros es la que valida los encuentros sexuales que pueden tener, y
el alarde de los hombres sobre sus experiencias es visto positivamente mientras que son
las mismas mujeres las que reconocen que en la misma situación se deteriora su propia
reputación:
“Por una parte está bien, bueno sos hombre. Pero por otra parte no,
porque también tendrían que esperar ellos. […] porque ¿por qué a
las mujeres siempre ‘esperá, esperá’? y a los hombres, como que los
revolucionan a ellos” (Florencia, 19 años)
99
ii) Cuidarse, cómo y de qué: esa es la cuestión.
general los informantes han señalado que el tipo de cuidados que adoptan son
una relación casual está implícita la obligación de cuidarse, aunque esto último solo se
están más asociadas a las relaciones estables y a las mujeres –en tanto se la considera
una decisión personal que puede no estar consensuada-. Aquí ya aparece una primera
distinción, las parejas estables se suponen con un nivel de diálogo que permitiría
otro lado, las parejas ocasionales fueron difícilmente aceptadas, pero cuando lo fueron,
si eran mujeres consideraron que cuidarse era una responsabilidad individual –más allá
del prejuicio que supone el tener relaciones con alguien que no es una pareja-.
las jóvenes valoran mucho el espacio de diálogo con las parejas -estables quien la
tuviese- para conversar sobre la elección de métodos de cuidado, es decir que comparten
(Rostagnol, 2002:50).
“P: ¿Y alguna vez las chicas (sus novias) les dijeron ‘voy a tomar
pastillas’?
D: Nah, que me importa, yo no hablo de eso.
100
L: Nosotros hablamos. Bah, ella me dijo así, y nada le digo ‘¿pa’ que
va a tomar?’ le digo. Y ella me dijo que si no tomaba una un día que
podía quedar embarazada. Y yo le digo ‘no, no sé’” (Daniel y
Leandro, 18 años)
Ahora bien, resulta claro que existe un desequilibrio entre los conocimientos que
poseen varones y mujeres sobre el cuidado y la anticoncepción que encuentra sus raíces
en aquella prioridad de las familias, pero también de las instituciones de salud, de poner
sentido “el conocimiento de los hombres sobre los anticonceptivos es escaso, vago y
muchas veces erróneo. El saber está concentrado en primer lugar en los médicos/as de
pesa sobre todo en el cuerpo de las mujeres, y por ende la anticoncepción resulta una
referencia a una conciencia de las transformaciones no solo que atraviesa el cuerpo sino
adoptar algún método de cuidado y prevención. Sin embargo, vale la pena indicar que
101
desde esta perspectiva por la cual se considera que facilitar los métodos es sinónimo de
una mayor autonomía en lo que respecta a la sexualidad, y que por esto es que resulta un
desafío aún mayor el lograr incluir aspectos que hacen al desarrollo de la capacidad de
Hasta que punto los miedos que la sociedad tiene por las relaciones sexuales de los
jóvenes se traducen en miedos para ellos y ellas. Es evidente que aquel desenfreno e
irresponsabilidad con que carga la juventud es transferido a todas sus prácticas, entre
ellas a las ligadas a su cuerpo. La posibilidad de contraer alguna ETS sí forma parte de
alguna enfermedad, que coloca al contagio como una posibilidad real, por lo que en
experiencias cercanas
“D: Sí, fui al hospital a hacerme análisis de sangre para ver si tenía
enfermedades[…] No, fui porque quise y porque tuve un familiar que
tuvo SIDA y falleció…nada, fui por eso…más que todo por
precaución” (Damián 19 años)
“si no se quiere cuidar, bueno, quedate con las ganas. Pero no, yo
eso sí, tengo un miedo de contraerme algo, porque yo tengo mi
abuelo que por eso se contagió de sífilis. Y yo tengo temor. Estuvo mi
abuelo a punto de morirse, se hinchó todo, le habían salido cosas así,
la piel, re feo.” (Lucía 17 años)
En este sentido uno de los mayores temores que manifestaron fue la falla de los
las parejas
102
“Claro el miedo que siempre está es el descuido como quien dice. Un
descuido o una falla de un profiláctico. Siempre está ese miedo, sí,
son frecuentes pero trato como de dominarlos.” (Ignacio, 18 años)
de que se establezcan vínculos de violencia con las parejas, entendiendo esto como la
posibilidad de que las decisiones de cuidarse sean vulneradas, o bien el recibir malos
tratos
“No sé…a que me traten mal no, porque en ese momento quizás que
no te va a tratar mal. Pero capaz a las enfermedades sí, porque
quizás decís ‘no, es muy lindo por dentro, y por fuera así, se ve re
lindo’ y capaz que tiene algo, no sé” (Florencia, 19 años)
entrevistados como algo que dé temor, sobre todo entre quienes se encontraban
situación con la que se debe lidiar, de la que hay que hacerse cargo y como fruto del
destino.
El cuidado del cuerpo también forma parte de aquella trama de significados que se
hacen carne en los sujetos y por esto resulto importante indagar en este aspecto de las
relaciones sexuales. Las preguntas de este bloque solo fueron realizadas a algunos de los
103
entrevistados ya que fueron inquietudes que fueron surgiendo luego de los primeros
provisionales sobre la percepción social del cuerpo” (1986) en donde el autor explicita
el papel que lo social juega en la percepción del propio cuerpo y el de los otros, dando
establecen con su cuerpo y con el del prójimo. En este sentido, es posible pensar que no
existen signos propiamente físicos –el color de los labios, las expresiones de la cara,
etc.- sino que en tanto productos sociales, las propiedades corporales “son aprehendidas
[…]” (1986:185). Entendemos que las preguntas ligadas al cuerpo, de alguna manera
fueron sentidas como parte de una intimidad mayor, y que quizás por eso las respuestas
“No, sí lógico. Sí, bañarse, dentro de todo arreglarse. Claro sí, estar
presentable como quién diría. No vas a venir de jugar a la pelota y
no…” (Ignacio, 18 años)
“Y, puede ser, sí. Influye mucho. […] El pelo, la ropa. Y que se yo,
ponerse algún perfume, como que te dice ‘mmm, qué rico perfume,
me encanta’. Bueno, ya sabés para la próxima. El es con eso muy
detallista. […] Que las mujeres están para lucirse, así me dice.”
(Lucía, 17 años)
Esta última idea que plantea Lucía respecto del lugar que debe ocupar el cuerpo de
104
respecto de la entrega que supone deben tener hacía el hombre, quien refuerza la propia
Resulto interesante además, indagar en la idea que tenían ellos sobre el control del
cuerpo, o más bien el peso que las decisiones de cada uno tiene en una relación. Estas
“Yo pienso que mitad y mitad porque no va a ser más el hombre que
la mujer, o más la mujer que el hombre porque si no…ninguno de los
dos la pasaría bien. Yo pienso que mirá, si la mujer aporta esto y el
varón aporta eso, los dos…si a los dos les gusta los dos la van a
pasar bien.” (Ignacio, 18 años)
diferencia en torno a esta búsqueda de placer. En estos casos los estereotipos de género
emocional con una pareja. En la otra vereda, los hombres, sin necesidad de ampararse
cuenta de algo como el placer en las relaciones. Dicho esto, cabe señalar que las
la sexualidad como la búsqueda de placer, sí dieron a entender que pasarla bien era una
105
“No, con el no, hasta ahora la estoy pasando bien. Pero con mi
antigua pareja que tenía, sí, no me gustaba. Como que no se, ya
como que lo último yo no tenía ganas, qué se yo” (Lucía, 17 años)
que habían que habían quedado rondando luego de realizada la actividad de los dibujos
en los afiches
“Al principio pensaba que todo pasaba por el cuerpo, pero no.
Después me fui dando cuenta que no todo pasaba por el cuerpo […]
Porque no, porque si estás conectado con la otra persona y si a la
otra persona no le importan los defectos que vos tengas, ni a vos te
importa los defectos que la otra persona tenga, creo que eso queda
de lado, queda en segundo plano” (Ignacio, 18 años)
Como lo señalan muchos de estos extractos de las entrevistas, el propio cuerpo desde
la estética es muy importante. Más allá de que ninguno consideró que era fundamental
atributos que sean considerados atractivos por el sexo opuesto. En este sentido, cabe
recuperar a Bourdieu cuando plantea el papel que juega lo social en la percepción del
propio cuerpo y el de los otros al señalar que “casi no es necesario recordar en efecto
social” (1986).
Por último, indagamos en aquello que los mismos chicos y chicas reconocen como
pareja
106
“y las mujeres es más complicado. Porque a los hombres les gusta,
que se yo, que tenga culo, tetas, que sea flaca. Tenes rollos, qué se
yo, y te critican. En la mujer es mucho más complicado, pero…a los
hombres eso. Pero por mi punto de vista no me importa que sea
gordo o flaco, que se yo. Pero para los hombres sí.” (Lucía, 17 años)
Por último fue muy señalada la distancia entre la aceptación del cuerpo femenino y el
masculino, donde éstos últimos poseen un margen aparentemente más amplio para
“no sé, porque como que los hombres, ponele, que son muy
machistas, o muy orgullosos y dicen ‘mirá, tengo una novia re wow’
como re linda, como que con eso mismo da envidia a los otros y que
se yo. ‘Ay, mi novia esto, no sabés lo que está, está re mortal’,
ponele, ‘me cocina, me hace de todo, lo que yo le pido me hace, tiene
unas re tetas, tiene un re culo’, qué se yo, y así. Yo tengo amigos que
me hablan y qué se yo, yo les digo ‘ah, mirá vos qué bien’” (Lucía 17
años)
Todos estos aspectos relevados demuestran una vez más la complejidad con que se
imagen y el cuidado del cuerpo para poder así sumar elementos relevantes al estudio de
107
Consideraciones finales
se conforman alrededor del cuerpo y la sexualidad de los jóvenes, cuerpos sexuados que
de posibilidad fuera de las cuales los agentes no deberían actuar. La manera en que se
puntapié inicial para rastrear los modos sutiles pero eficaces en que hombres y mujeres
pasillos de la escuela nos ofreció muchísimo material sobre el cual trabajar, más allá de
parecían no llegar. Con el tiempo, las preguntas y nuestro “radar” se fueron puliendo,
permitiéndonos así entregarnos al ritmo que los y las jóvenes nos ofrecían, el que si bien
a veces lento se dirigía a una mayor apertura a discusiones y debates. Sumado a esto, el
tiempo transcurrido dentro del colegio y que compartíamos con nuestros informantes
contribuyó a complejizar la lectura que hacíamos respecto de lo que ellos nos decían
sobre lo que hacían, habilitándonos un margen de lectura de sus prácticas que no eran
necesariamente verbalizados.
disponible a interceptar las inquietudes de los y las jóvenes, pero donde aún persisten
de la masculinidad se realiza a través de ella. Es decir, resulta innegable que los hogares
y sin embargo la misma diferenciación que se establece entre los hijos varones y
108
mujeres con respecto a las prácticas que fomenta, reactualizan de otro modo aquellas
Con respecto al grupo de pares, nos encontramos con un espacio de diálogo en donde
en cuenta que tales vínculos también suponen presión sea para la iniciación sexual -en el
caso de los hombres- o para la postergación de la misma -en el caso de las mujeres-.
mayoritario de las jóvenes, quienes conducidas generalmente por sus familias, buscan
allí las herramientas para prevenir embarazos no deseados o para evitar el contagio de
las ETS. Herramientas que constituyen una ventaja comparativa respecto de los
hombres (que difícilmente conocen métodos por fuera del profiláctico), y que inciden en
la capacidad de decisión de las mujeres sobre u propio cuerpo. Sin embargo, y a pesar
profesionales de la salud.
109
Con respecto a la escuela, mucho se ha trabajado para incorporar en los contenidos
necesidades y exigencias de los y las jóvenes, que saben que la biología es tan solo uno
y Yuriria al indicar que “más allá de la información veraz y científica, los adolescentes
los enfoques y modos tradicionales de abordar estas problemáticas, obedece a que las
compleja que sea capaz de conjugar y nutrirse de los aportes de diferentes perspectivas
en juego.
sexual. Ahora bien, importa decir que –contrariamente a nuestra hipótesis- no hallamos
desinformación. Las mujeres fueron las que se mostraron no sólo más informadas sino
sexualidad. Los hombres, sin la obligación impuesta de recorrer los servicios de salud,
cuentan sólo con los espacios de diálogo que se abren en sus familias, donde en general
110
entre sus amigos, aún con el soporte que supongan, también se mueven dentro de un
espacio que supone cierta presión para la iniciación sexual y el alarde. Entonces sí, es
desigual el acceso a la información, pero quizás podría pensarse que esta vez al menos
logra inclinar la balanza de los hechos sobre -por ejemplo- quién tiene la última palabra
asociada a la procreación. Sigue “vigente” esta idea del amor romántico y “productivo”,
pudimos dar cuenta nos indican que persiste aquella naturalización del cuerpo
relega el control de sus cuerpos a las funciones reproductivas, y que al mismo tiempo
escapan a la heternormatividad que rige sobre los cuerpos, así como también poder
trabajar con jóvenes que se encuentran por fuera del sistema educativo. Si bien exceden
los objetivos de esta tesina, ambas situaciones creemos ayudarían a sumar aspectos y a
complejizar aristas para una reflexión más cabal sobre la construcción de los cuerpos y
111
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