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El suelo es una capa de espesor variable compuesta por piedras, granos, sales minerales,
materia orgánica, aire y agua, en la que son capaces de desarrollarse las plantas. Sostén de la
vida vegetal y animal, es el cuerpo natural que se forma a partir de los componentes de la
corteza terrestre (las sustancias minerales).
En la naturaleza existen dos tipos de componentes: BIÓTICOS (los animales y las plantas) y
ABIÓTICOS (el agua, el aire, y el suelo, que también contienen vida).
El suelo está compuesto de diferentes horizontes, los que podemos observar realizando un
corte en él; veremos diferentes capas, con características distintas entre sí. Los horizontes
están relacionados entre ellos. En la capa más superficial (horizonte A) se encuentra la mayor
proporción de materia orgánica; en el horizonte B aparecen arrastres producidos por el agua de
sustancias del horizonte A; y el horizonte C contiene la materia madre de donde proviene el
suelo, es decir la roca.
Las propiedades del suelo están estrechamente ligadas con la relación SUELO - PLANTA.
1. Propiedades físicas:
• Color
• Textura
• Estructura
2. Propiedades químicas:
• Capacidad de intercambio
• pH
PROPIEDADES FISICAS
COLOR - Es una propiedad fácil de apreciar. Los colores van desde la gama de negros a
pardos, pasando por ocres o ferrosos, determinando la mayor cantidad de materia orgánica
(negros) o la presencia de hierro o manganeso (ocres).
El escurrimiento rápido con la fuerte acción del agua determina el grado de oxidación, dando
colores grises y azulados. Los colores claros denotan la existencia de calcio o sodio
(excepcionalmente). El escurrimiento siempre estará determinando el grado de oxidación, por
lo tanto determinará el color de los horizontes.
TEXTURA - La textura será dada por las porciones finas que contiene el suelo al deshacer un
terrón. Existen tres clases de partículas : arena, limo y arcilla.
Dimensiones:
La textura estará determinada por el porcentaje en que se encuentran las partículas en una
porción de suelo.
Textura arcillosa: retiene mucha agua, por lo que favorece la pudrición de las raíces. Son
suelos muy compactos, de difícil desarrollo radicular, aunque muy fértiles en su composición.
Textura arenosa : proporción mayor de arena. El agua se escurre rápidamente y casi no tiene
materia orgánica ni nutrientes. Deben realizarse continuas fertilizaciones.
La forma en que el suelo entrega nutrientes a las plantas está íntimamente ligada a la textura.
Las pequeñas partículas de arcilla, que tienen la propiedad de cargarse de mínimas cargas
eléctricas negativas, y los nutrientes (elementos químicos) con cargas positivas quedan
retenidos en las partículas de arcilla, de esta forma los pelos absorbentes de las raíces de las
plantas tienen a su disposición estos elementos vitales para su desarrollo. Esta retención de
agua no siempre es beneficiosa para las plantas, porque los pelos absorbentes respiran
profundamente, y al encharcarse el suelo se pueden producir amarillamientos y hasta la muerte
del vegetal.
COMPLEJO ARCILLA - HUMUS : La arcilla nunca está totalmente pura en el sustrato,
sino que está íntimamente ligada con la materia orgánica. Las arcillas, desde el punto de
vista material, se componen de distintos minerales. Estas pequeñas partículas provienen
de diferentes elementos, por lo tanto las arcillas serán también diferentes. La arcilla no
funciona aisladamente: se fusiona con el producto final de la materia orgánica (el
humus).
MATERIA ORGANICA - Todos los vegetales necesitan para su desarrollo un alto contenido de
materia orgánica. En los nutrientes minerales no está presente el nitrógeno, pero sí en la
materia orgánica. Las sustancias orgánicas del suelo provienen de la descomposición de seres
animales y vegetales.
Los organismos vivos están constituidos por proteínas, que son sustancias cuaternarias porque
contienen 4 componentes : carbono, hidrógeno, oxígeno y nitrógeno. Las plantas, al
descomponerse, liberan el nitrógeno que contienen formando sales en forma de nitratos, los
cuales el vegetal puede absorber.
El HUMUS es el último estadio de la materia orgánica, rico en ácidos orgánicos suaves (ácidos
húmicos), y actúa en las propiedades de agregación de las partículas (estructura), estando
también íntimamente ligado a la materia mineral (complejo Arcilla - Humus).
POROSIDAD - Es la cantidad de poros por volumen que existe en el suelo, cuanto más poros
más materia orgánica. En arenas muy finas la porosidad es baja.
Los poros del suelo condicionan el desarrollo de los sistemas radiculares. Ej.: en canteros
florales, con herbáceas de períodos breves, la tierra debe estar suelta para permitir el arraigo
de raíces y la fácil absorción de agua y aire.
PROPIEDADES QUIMICAS
FERTILIDAD ACTUAL - Se denomina de está forma a los nutrientes que están a disposición
de la planta en el momento, porque existen otros que se encuentran en el suelo pero de
manera potencial, están en determinado estado químico que necesitan de un periodo de tiempo
para poder ser absorbidos, el vegetal lo toma a largo plazo.
Los suelos, en general (suelos medios), oscilan entre 4.5 (ácidos) y 7.5 (neutros o ligeramente
alcalinos).
El nivel ideal para cualquier jardín es el que se encuentra entre el 6 y el 7, de forma que
aunque existe cierto grado de acidez, éste será próximo a niveles más neutros. A pesar de
esto, la mayoría de los jardines se encuentran en unos niveles que oscilan entre el 4’5 y el 8. A
veces es necesario modificar estos niveles aplicando algunos complementos naturales
dependiendo del tipo de planta que se desee cultivar.
MUSGO SPHAGNUM - Para dar acidez podemos utilizar este tipo de musgo, pero el proceso
es más lento. Se produce en cursos de agua no muy rápidos (agua dulce), en lagunas con
anegamientos prolongados pero no permanentes. Se utiliza frecuentemente en reproducción
por acodos, pudiendo retener este musgo de 20 a 30 veces su volumen en agua.
El pH del suelo se puede modificar siempre considerando que esa modificación no puede ser
radical, es decir, no podemos transformar un suelo alcalino en uno ácido, pero sí podemos
acidificar un suelo neutro.
Para acidificar un suelo excesivamente alcalino podemos agregar azufre (en polvo o molido), el
que primero se oxidará y luego, esos radicales ya oxidados, toman el hidrógeno del suelo
formando H2SO4 (ácido sulfúrico). Éste se disocia y los H pasan a sustituir las bases de la
molécula. Ej: en las hortensias se acidifica con sales de hierro u óxido de hierro (sulfato de
hierro). El Sulfato de hierro o fierro se aplica en pequeñas dosis y resulta un excelente
complemento para plantas ACIDÓFILAS.
Otro elemento muy utilizado como fertilizante acidificador del suelo el la UREA, la que en su
proceso de descomposición para por el estado de amoníaco y se volatiliza, es decir, la urea
debe aplicarse siempre diluída en agua o directamente sobre la tierra pero cubierta con una
capa para evitar su evaporación. La UREA es un elemento no disponible antes de 2 o 3 meses
para la planta si se aplica directamente al suelo.
En el caso de suelos ácidos, podemos aplicar cal (óxido de calcio CaO o carbonato de calcio
CaCO3). El ión H- de la molécula se reemplaza por el catión de calcio Ca+. (Enmienda de
Calcio).
La acidez de la tierra
Es importante que, antes de utilizar ningún tipo de fertilizante para adecuar el pH que más nos
convenga, sepamos la acidez del jardín que tenemos y una vez conocido ese dato informarnos
sobre el tipo de plantas más adecuadas a nuestro suelo. Asimismo es conveniente medir el pH
en varias zonas de nuestro terreno, sobre todo si es bastante amplio, para saber la acidez de la
tierra en cada zona ya que puede variar. Para medir el pH sólo hay que comprar un equipo de
medición que se puede encontrar en cualquier tienda experta en jardinería.
Las plantas moderadamente acifodófilas en general son las que se cultivan para interior, que
viven generalmente en el sotobosque de zonas tropicales. La riqueza de sustancias orgánicas
de este suelo implica el grado de acidez necesario para su desarrollo.
Dependiendo del tipo de suelo del que se disponga decidiremos los tipos de plantas que
conviene plantar, ya que habrá ciertas especies que se adecuarán mejor al pH de nuestro
suelo. Hay cuatro tipos de suelo en función del grado de pH que contengan: alcalinos, neutros,
ácidos o muy ácidos.
• En los suelos alcalinos (7´5) las plantas más adecuadas son: Caléndulas, Cipreses,
Manzanos, Petunias, Rosales o Tulipanes.
• En los neutros o un poco ácidos (7-6´75) lo ideal son Anémonas, Calas, Dalias, Gladiolos,
Lirios, Sauces, Tejos o Violetas.
• En los suelos ácidos (6) conviene plantar Arces, Begonias, Brezos, Ciclámenes, Laureles,
Lavandas, Prímulas o Rododendros.
• En los suelos muy ácidos (4´5 aproximadamente) las plantas más idóneas son Azaleas,
Gardenias, Helechos, Dafne, Hortensias o Hayas