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DANI DaORTIZ

presenta

Cementerio
de cartas
MONOGRÁFICO SOBRE
CARTA ROTA Y RECOMPUESTA
(C) Dani DaORTIZ, 2008
(C) Kaps-Store.com

Fotografías y dibujos:
Rocio Platero
Martti Siren

Agradecimientos:
Manuel Montes
Greca de Blas

Depósito Legal: MA 1211/2007


Ediciones y Publicaciones de Málaga

Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de


este libro, sin el previo consentimiento del autor.

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DANI DaORTIZ
presenta

Cementerio
de cartas
MONOGRÁFICO SOBRE
CARTA ROTA Y RECOMPUESTA
A mis “Fat Brothers”,
mis otros doscientos kilos de magia.
2
Contenido
Prólogo 5
Rota y recompuesta 7
Los duplicados 8
Duplicados, ¿para qué? 8
Firmas reales y ficticias 8
Falsas firmas 9
Conseguir firmas falsas 9
A. Falsas firmas preparadas 9
B. Falsas firmas preparadas en la baraja 9
C. El rotulador no escribe 10
D. Mejor tú 10
Las firmas, ¿reales? 10
A. Espectador firma dos veces 10
B. Memorizamos la firma del espectador 10
C. Copiando, literalmente 10
La Firma en doble plano, la doble realidad 10

RUTINAS PARA PIET


Restauración FLASH bolsillo 15
Restauración FLASH en el estuche de la baraja 16
Matrix Restored 20
No es otra recompuesta 25
Back in the time 30
Plas! 31
La única 32
Gag-El mago más fuerte 36
Carta recompuesta al zapato 38
Recomposición instantánea 40

3
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prólogo
¡Pero eso tienes que enseñarlo! Algunos de ellos habían visto la luz
en algunas publicaciones… pero la mayoría formaban parte de mi ce-
loso repertorio y nunca antes había pensado en publicarlo. Pero Piet
Forton, el viejo Piet, me miró seriamente a los ojos como tan sólo él
sabe hacerlo, y me dijo: ¡Eso tienes que compartirlo con la comunidad
mágica!

De esto hace dos años, en el antiguo restaurante de las míticas Jor-


nadas cartomágicas del escorial. Aquella noche, ya casi a las cinco de
la madrugada, hice una promesa que hoy verá la luz: Publicar aque-
llos efectos basados en cartas rotas y recompuestas, que maravilla-
ron a Piet… sus pases, sutilezas, psicología y rutinas elaboradas. No
he metido nada que no le explicase y no he sacado nada que guar-
dase. Todo está tal cual… como tantas veces lo realicé.

Cementerio de cartas es un trabajo que se ha escrito en tan sólo seis


días, pero que su elaboración ha llevado toda una vida. Una vida que
hoy concluye en este cementerio hecho hojas, páginas y palabras,
para descansar de por vida. Aquí yacen mis rutinas.

Dani DaORTIZ

5
6
rotayrecompuesta

e confieso un apasionado de los para ellos es romper la baraja. Cuantas

M juegos de rota y recompuesta.


Además de la belleza de lo meta-
fórico sobre su representación sobre la
veces al dar a firmar o romper una carta,
te han dicho aquello de: Pero, ¡entonces
la baraja ya no te vale!
vida y la muerte, las rutinas sobre rota y Esto hace que la restauración de la carta
recompuesta hacen salirse un poco sobre sea para los espectadores mucho más
lo que yo llamo magia lineal. Aquí sucede fuerte de lo que nosotros podemos pen-
algo físico, como es que una carta se sar. No sólo se ha vuelto a la vida tras la
rompe. Hay una constancia física de lo muerte, no sólo la carta ya vuelve a tener
que está sucediendo. No es como una ru- sentido, sino que además la baraja vuelve
tina de ambiciosa donde debemos con- a estar completa. Claro que esto sucede
vencer al espectador de que la carta está en un plano emocional, en el plano ilógico
perdida por el centro, para que el impacto, mágico, la carta que se eligió, se firmó y
al verla en la parte superior, sea mayor. se rompió, se ha recompuesto.
En este caso, en el de las rota y recom-
puesta, hay una clara convicción de que Debemos ser conscientes de esta inquie-
la carta está rota, y es consciente de que tud, porque esto puede provocar situacio-
no existe manipulación o trampa por parte nes no controladas. Por ejemplo: la carta
del mago, capaz de hacer que esa carta ha aparecido recompuesta a excepción
deje de estarlo. del trozo que corrobora que es la que se
Pero además de ello, jugamos con algo rompió. Este es el final de la rutina, pero
que para el espectador se sale de la ló- en cambio, el espectador, metido en su ló-
gica: Para todos, la baraja es simple- gica, te dice: ¿Por qué no la recompones
mente un objeto de juego. Sólo los magos del todo? Lo que él no sabía es que nos-
tratamos a las cartas como algo diferente. otros, siendo consciente de que eso podía
Por ello, el simple hecho de faltar una suceder, ya teníamos otro duplicado pre-
carta en la baraja, romperá la lógica de parado por si se daba el caso.
cualquier espectador, ya que una baraja Veamos a continuación algunos aspectos
incompleta, será sinónimo de inservible. sobre las rotas y recompuestas, antes de
Incluso el hecho de dar a firmar una carta, entrar en materia:
7
Los duplicados
La lógica nos dice que la carta que se necesitamos estar jugando con una carta
rompe debe ser, en apariencia, la que extra, correspondiente a un duplicado de
después reaparece. Pero tampoco debe la elegida. De esta forma, una carta su-
ser así. Hay casos donde estás total- plantará a otra cuando está rota, para que
mente cubierto, como en el juego Flash al podamos hacer la reaparición en cual-
bolsillo o al estuche, explicado en la pá- quier otro lugar.
gina 15, donde la carta a romper no se ve
en ningún momento. En este caso esta- Aunque suene bien, sonaría mucho mejor
mos de acuerdo en que ambas cartas si se pudiese hacer en cualquier momento
pueden ser diferentes. En cambio, hay y situación, sin necesidad de tener una
otras versiones donde la carta a romper carta extra, por lo menos, que sea dupli-
necesita mostrarse, bien cuando se ha cado de la que se da a elegir. La lógica
roto o bien cuando se está rompiendo. nos dice que sí…. Pero para que qué está
Evidentemente, para poder hacer esto, la magia sino para hacer cosas ilógicas.

Duplicados, ¿para qué?


Lo primero que conseguimos al saber que color rojo, para que resalte la falsa firma,
podemos usar cualquier otra carta en re- pero eso lo dejo más a tu elección.
presentación de la elegida, es poder Cuando esta carta está hecha trocitos, el
hacer de forma impromptu, muchos de los espectador necesita ver los dos trozos
juegos que requieren un duplicado. claves, alguno de los dos índices, para
darse cuenta de que realmente no co-
No debemos usar un duplicado, sino una rresponde con la elegida. Con no mostrar
carta muy similar. Tampoco vale que sea nunca estos dos trozos, nos bastará.
simplemente similar, también deberá ser Otro aspecto muy importe que debemos
de número medio, como un siete, ocho, usar con cartas extras, sean duplicados o
nueve o diez. Además, prefiero las de no, es el de las firmas:

Firmas reales y ficticias


Tanto unas como otras tienen gran impor- como doble, si estuviésemos hablando en
tancia en todo tipo de rutinas de cartas términos cinematográficos: Firmas una
rotas y recompuestas. Las firmas reales carta, la cambias por una firma falsa, rom-
dan fe y cierran el comienzo y final de una pes la carta falsa dejando ver por un mo-
rutina: corroboran que la carta que se mento la aparente firma real, y reaparece
rompió, es realmente la que ahora está la verdadera. Podemos encontrar este
restaurada. En otras ocasiones, las firmas ejemplo en juegos como el “matrix resto-
son físicas, como el caso donde a la carta red”, en la página 20.
se le rasga una de sus esquinas.
Las firmas ficticias en cambio, son las en- Sin embargo en este apartado veremos
cargadas de, en muchas ocasiones, re- también como esto se puede dar la vuelta,
forzar la idea de que una firma real se transformando la propia firma del espec-
está rompiendo. Digamos que trabajan tador en una firma ficticia para todos.
8
Conseguir una firma real es muy fácil: Se algunas otras ideas de interés. Debo con-
da a elegir una carta y se le pide al es- fesar que, la mayoría de ideas son des-
pectador que la firme. Simplemente. caradas y como se suele decir, “con
Centrémonos pues, en cómo conseguir mucha cara”. Bienvenidos a mi mundo.
firmas ficticias de forma impromptu, y en

Falsas firmas
En la mayoría de ocasiones las falsas fir- tan fácil de prever, como pedir al especta-
mas suelen ser un garabato. Esto es algo dor que haga una firma grande, para que
lógico, ya que no conocemos cuál es la se pueda ver bien. Sin embargo, son de-
firma del espectador, en muchas ocasio- talles pequeños que debemos tener en
nes desconocemos cómo se llama, y ade- cuenta.
más, damos por hecho, en la mayoría de
ocasiones, que una firma es una marca En cambio, podemos hacer un garabato,
ilegible. En cambio, en este apartado, ve- en el que se pueda apreciar alguna vocal.
remos algunas opciones para obtener una Esto podemos usarlo posteriormente, si
falsa firma, casi real. centrémonos ahora por ejemplo, el nombre del espectador
en dicho garabato. Cuando este garabato contiene dicha letra. En cualquier mo-
se muestra en una carta troceada, es to- mento, podemos referirnos a otro espec-
talmente imposible recomponer la firma tador y señalarle la letra, que afirmará,
imaginariamente, con lo que todos darán creyendo que corresponde a la firma real.
por hecho que se trata de la original. Claro que esto también podemos hacerlo,
Claro, ¡no tienen por qué sospechar! sin que realmente se trate de una letra to-
En cambio, debemos cuidar algunos as- talmente legible.
pectos importantes, como por ejemplo el
tamaño: No es lógico que si el espectador No obstante, pongamos a “el garabato”,
hace una firma pequeña en una carta, como duplicado de firmas Standard. Vea-
luego se vean trazos en todos los trozos, mos ahora cómo conseguirlos.
cuando está aparentemente rota. Esto es

Conseguir falsas firmas (algunas ideas)


A. Falsas firmas preparadas
Quizás lo más sencillo es tener una carta a la baraja para hacer uso de ella. Re-
con un garabato, preparada en el bolsillo. cuerda que esta carta debe ser un dupli-
En el momento oportuno, bien antes o en cado o una carta similar y del mismo palo
contexto del juego, añadiremos esta carta a la elegida.

B. Falsas firmas preparadas en la baraja


Otra idea es que la carta previamente pre- los casos, dejamos estas cartas en la ba-
parada ya esté en la baraja. En muchas raja sin saber que pueden ser reutiliza-
ocasiones esto se transforma en una si- bles. Asimismo, podemos tener alguna
tuación real: cuando hacemos cualquier carta garabateada para usar en algún mo-
efecto de carta firmada, en la mayoría de mento de la rutina.
9
C. El rotulador no escribe...
Coloca una carta de puntos altos como carán un bolígrafo. No hagas caso y con-
carta inferior. Coge la baraja en la mano tinúa con el juego.
izquierda en posición de dar, cara arriba, Busca y fuerza la carta similar (o extra) a
pero sin que nadie vea la cara de la carta. la que has garabateado, y pídele al es-
Coge el rotulador y haz un garabato sobre pectador que la firme. Es ahora cuando
ella. La intención es hacer alguna predic- ves que se trata de un bolígrafo lo que te
ción o escribir algo que tenga que ver con han dejado. Si nadie ha sacado algún
el juego que estás haciendo. En cambio, marcador, mejor que mejor. Actúa du-
y una vez hecho rápidamente el garabato, dando y anunciando que eso no va a es-
anuncia que el rotulador no escribe, y pre- cribir sobre la carta. Coge nuevamente tu
gunta si alguien lleva uno. Deja la baraja rotulador, ábrelo y échale el aliento (como
cara abajo sobre la mesa, y guarda el ro- se suele hacer cuando no escribe). Pídele
tulador. que pruebe a firmar y evidentemente
Si alguien lleva un rotulador será perfecto. ahora sí que lo hará. Di: perfecto… y
Sin embargo, la mayoría de ocasiones sa- sigue con el juego.

D. Mejor tú.
Vamos a operar de igual forma que antes, mos la aparente carta firmada, cogiendo
dejando en la parte inferior de la baraja realmente la de detrás (haciendo dada en
la carta que sustituirá a la elegida. segunda), la romperemos sin mostrarla y
guardaremos los trozos en el bolsillo.
Cogemos el rotulador y realizaremos un Ahora, forzaremos al espectador la carta
garabato sobre la carta. Y en ese mo- pertinente, la parecía o extra a la que aca-
mento y de forma repentina, miramos al bamos de garabatear, y le pediremos que
espectador y le decimos: mejor, firma tú. la firme. La garabateada estará preparada
Continuando con estas palabras, cogere- para sustituir a la real.

Las firmas, ¿reales?


Expongo a continuación dos ideas para temos jugando con el duplicado, pero
conseguir firmas aparentemente reales. siempre mostrándola directamente a otro
Cuando digo reales, me refiero que no espectador, ya que el espectador que ha
solo sustituyan a la real, sino que también firmado sí que podría reconocer que no se
la imiten. De esta forma podemos recre- trata realmente de la suya.
arnos aún más sobre la firma cuando es-
A. El espectador firma dos veces
Podemos hacer que el espectador firme tra sesión, y posteriormente cuando se re-
en dos ocasiones en una misma rutina. aliza el juego de la rota y recompuesta.
Por ejemplo, cuando comenzamos nues-
B. Memorizamos la firma del espectador
Utilizando la idea C y D del apartado an- imitación de la propia firma del especta-
terior, podemos sustituir el garabato por la dor. Para ello, por ejemplo, el espectador
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ha podido elegir una carta y firmarla abier- Después, con la excusa pertinente pode-
tamente delante de todos. En ese mo- mos imitar la firma del espectador en otra
mento, veremos cuales son los rasgos carta, en el mismo juego, o bien prepa-
más destacados de la firma: su forma, si rarla para hacerlo posteriormente en el
es legible, si es grande o pequeña… y los juego real de la rota y recompuesta.
memorizaremos.
C. Copiando, literalmente.
Esta idea la he realizado en muchas oca- en cualquier lugar. ¿Cómo operamos
siones desde hace muchos años. En oca- ahora? Fácil:
siones hacemos una sesión de magia en Cuando ya hemos empezado la nueva se-
intervalos: Bien por que nuestra sesión sión, y en el momento oportuno (no nada
profesional se divide en dos partes, o bien más comenzar), daremos forzosamente a
porque estamos haciendo magia entre elegir esa carta a otro espectador dife-
amigos en intervalos. Pues bien, en una rente al que la firmó, y le pediremos que la
primera parte, haremos que un especta- firme.
dor firme una carta. Posteriormente, apro- El espectador pondrá una cara extraña,
vechando uno de esos intervalos, o la ya que la carta está firmada. En muchas
parte de descanso de nuestra sesión, nos ocasiones incluso te lo dirá. Si no es así,
dirigiremos al servicio, donde duplicare- haz como que le has visto dudar, y pre-
mos literalmente la firma del espectador, gúntale qué es lo que sucede. Coge su
copiándola sobre una carta extra. De esta carta, mírala y di: - ¡Ah, que ya está fir-
forma tendremos dos cartas iguales, una mada!, bueno, da igual. Prosigue con el
para romperla y otra para que reaparezca juego.

La firma en doble plano (doble realidad)


Al comienzo decíamos que no necesaria- des encontrar con la carta recompuesta
mente la firma del espectador es la que en el zapato, en la página 38.
debe corroborar que la carta recom- Este método es genial, ya que tienes el
puesta, es la misma que se rompió. Es control total sobre la aparente firma del
decir, por ejemplo: espectador. Es decir, todos dan por hecho
Un espectador elige una carta y la firma. que el espectador ha realizado una firma
El mago coge la carta firmada y la enfila que realmente has hecho tú. Eso te da
por otra que tiene una firma falsa. Esta muchas ventajas: puedes, por ejemplo,
carta es mostrada a todos los espectado- tener dos cartas preparadas con la misma
res, a excepción del que realmente la ha firma, hacer la rota y recompuesta, y
firmado. Evidentemente, la firma real no luego como encore, volver a repetirlo. Lo
la vio nadie a excepción del espectador único que tienes que hacer es mostrar al
que la hizo. final, la carta recompuesta a todos a ex-
De esta forma, se crea una doble reali- cepción del que realmente hizo la firma, y
dad. Ahora hay dos firmas en juego: la del posteriormente enfilarla de nuevo, para
espectador, y la que todos creen corres- devolverle la carta real con la firma real, a
ponde a éste. Gracias a esto podemos su legítimo espectador.
hacer multitud de cosas. Para entender perfectamente a lo que me
Un claro ejemplo de este método lo pue- refiero, lee el juego de la carta al zapato.
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12
Rutinas
para Piet
MIS ROTAS Y RECOMPUESTAS, CON
MI DEDICACIÓN HACIA PIET FORTON.

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R estauración FLASH-bolsillo
UTINA SIN PREPARACIÓN PREVIA PARA SU REALIZACIÓN DE PIE - IMPROMPTU

Una versión muy simpática de rota y re- quierda sitúa ahora la baraja en una posi-
compuesta. Muy fácil de realizar y de gran ción más debajo de la normal, para poder
impacto. ayudar a la mano izquierda a romper en
Quizás no puedas recrearte en ella ya que dos la aparente carta firmada (fig. 1)
requiere que se realice en un momento en
contexto, y la restauración de la carta su- Junta ambos trozos y vuelve a romperlos,
pone una sorpresa para todos. Aún así te haciéndolos cuatro trocitos. Finalizada la
recomiendo su realización porque con ella acción, la mano derecha coge los trozos y
he tenido muy buenos resultados. No los introduce en el bolsillo derecho del
dejes engañarte por la sencillez de su eje- pantalón.
cución. Mira al espectador y di: ¡No, hombre, qué
Abrir la baraja entre las manos para que el es broma!
espectador toque una carta. Una vez
hecho, la mano derecha coge todas las Mientras decías esto, la mano derecha
cartas situadas a la derecha de la elegida, empalma la carta superior de la baraja, la
y las pasa debajo, cuadrando posterior- elegida, dirigiéndose al bolsillo del panta-
mente la baraja y dejando así la elegida lón, una vez finalizas la frase.
en primera posición. Saca la carta firmada del bolsillo y mués-
trala, ante el asombro de todos.
Realiza un doble lift sobre la baraja y, en-
tregándole el rotulador al espectador, pí- REFLEXIONES
dele que haga su firma. Aunque a simple vista parecería obvio, el
En este preciso momento, di: ¡Esta firma espectador no puede llegar a entender
no es buena! - Deshaz el doble lift, y coge qué es lo que ha presenciado. Podría
la carta con haber una res-
la mano de- puesta lógica: La 1
recha, mos- carta que ha roto
t r a n d o no era la mía.
siempre su Pero, si no es
dorso. La la mía,
mano
iz-

15
R
¿cómo ha aparecido la mía en el bolsi-
llo? estauración
UTINA SIN PREPARACIÓN PREVIA P
Además de la simpleza, te ahorras la
acción de hacer desaparecer los trozos,
facilitando mucho más el manejo. Otro de mis preferidos: En esta ocasión
realizaremos la misma idea expuesta en
Una idea para quedar limpio: la versión anterior, pero apoyándonos en
Aunque te puedo asegurar que no es el estuche de la baraja. Si la versión an-
necesario, ya que nadie tendrá la nece- terior podría hacerse perfectamente es-
sidad de mirar el bolsillo una vez que tando de pie, en esta ocasión, tendremos
saques la aparente carta recompuesta, que usar la ayuda de la mesa, para apo-
voy a exponerte una idea para quedar yar el estuche.
limpio sin trozos en el bolsillo:
Extrae la baraja del estuche y sitúalo
En el momento que la mano derecha in- sobre la mesa, en una posición paralela
troduce los cuatro trozos dentro del bol- al borde, y con la apertura mirando hacia
sillo, los empalma en el empalme de la derecha. La solapa estará mirando
dedos, saliendo del mismo con los tro- hacia abajo (figura 2).
citos ocultos. Posteriormente, la mano Realmente, y para mayor comodidad, la
derecha coge momentáneamente la ba- posición no es exactamente paralela al
raja, dejando los trozos bajo la misma, borde de la mesa, sino ligeramente incli-
los cuales quedan sujetos entre la ba- nado como indica la figura.
raja y los dedos largos de la mano. In-
mediatamente transfiere la baraja a la Coge la baraja y ábrela entre las manos
mano izquierda, en posición de dar, para que el espectador toque una carta.
transfiriendo a su vez los trozos, que Una vez hecho, la mano derecha pasa
estarán ocultos ahora entre la baraja y todas las cartas situadas a la derecha de
la palma de la mano. A partir de aquí la elegida, debajo de la baraja, cuadrán-
opera con normalidad, empalmando la dola finalmente.
carta superior y extrayéndola aparente-
mente del bolsillo. En el clímax del Realiza ahora un doble lift a la carta su-
juego toda la atención estará sobre la perior y, entregando el rotulador al es-
carta restaurada, con lo que podrás pectador, pídele que la firme. Una vez
deshacerte de los trozos tranquila- hecho, deshaz el doble lift y coge con la
mente, dejándolos en el bolsillo iz- mano derecha la aparente carta firmada,
quierdo. dejando la baraja aparte, con la mano iz-
quierda.
Como habrás comprobado, un doble lift Justo en este momento, ambas manos
y un simple empalme nunda dio para trocean la carta primero en dos, luego en
más: Una buena transposición que po- cuatro y finalmente en ocho.
drás usar de forma impromptu en cual- Lo que vamos a hacer a continuación es
quier momento y situación, con insertar aparentemente los ocho trozos
cualquier baraja y en cualquier condi- dentro del estuche, quedando finalmente
ción. Ahora sólo queda disfrutarlo. fuera, ante la ignorancia de todos.

16
FLASH-ESTUCHE DE LA BARAJA
PARA SU realización SENTADO FRENTE A LA MESA - IMPRUMPTU

Para ello, la mano derecha deja los trozos vista trasera


sobre la mesa, para dirigirse a coger el 3
estuche. Cógelo de la siguiente forma:
Los dedos índice y pulgar presionan la
boca del estuche, forzando la curvatura
de la misma, por la parte de debajo (figura
3).

En esta situación, la mano derecha deja


el estuche en la mano izquierda, en posi-
ción de dar. No obstante, la presión la
mantiene esta mano, entre el meñique y
el músculo del pulgar, como muestra la fi- vista trasera
gura. La solapa cubrirá en todo momento 4
la curvatura de la boca del estuche (figura
4).

En este momento, la mano derecha coge


los trozos de la mesa y aparentan dejarlo
en el interior del estuche. Realmente, los
trozos van a parar a la palma de la mano
izquierda(figuras 5 y 6).
En este momento, podemos hacer un de-
tallito bonito, que es pinzar por un mo- BOCA DE LA BARAJA ARQUEADA

17
5 6

LOS TROZOS VAN DIRECTAMENTE


A LA PALMA DE LA MANO

7a 7b

mento con el dedo pulgar e índice la boca y cerrándola entre las manos despreocu-
del estuche, pinzando a su vez los trozos, padamente. Recuerda que no sólo están
como muestra la figura númeo 7,(la de la los trozos ocultos bajo ella, sino que en la
izquierda, vista desde los espectadores, y parte superior está la carta realmente ele-
la de la derecha, vista desde detrás), de- gida.
jando ver la mano izquierda vacía. Deja
nuevamente el estuche sobre la mano y Llegado el momento de la restauración, la
cógelo con la misma posición que lo pu- mano derecha empalma la carta superior
siste, entre el índice y pulgar (figura 4, sin y la saca aparentemente del estuche.
necesidad de presionar ya la boca).
Para ello, y esta es una técnica que utilizo
Deja el estuche en el mismo lugar que constantemente para multitud de cosas, y
antes, y exactamente de la misma forma explico por primera vez (la extracción su-
(figura número 2). geridad de Dani DaORTIZ), operaremos
No obstante, justo en el momento que la de la siguiente manera:
mano derecha levanta el estuche, la iz-
quierda se dirige a por la baraja, girán- La mano se dirige con la carta empal-
dose obviamente palma hacia abajo en el mada hacia el estuche, sujetándolo por la
trayecto, con los trozos ocultos. parte opuesta a la boca del mismo, entre
Juguetea ahora con la baraja, abriéndola el dedo anular y pulgar, como muestra la
18
8

figura 8. El estuche está aparentemente


sujeto por todos los dedos largos, pero re-
almente la sujeción la mantienen estos
dos dedos.

Levanta la mano y gírala haciendo que la


boca del estuche mire hacia abajo. En un
gesto continuo, realiza una leve sacudida,
como si realmente quisieras echar sobre
la mesa los aparentes trozos que hay en
el interior del estuche. Real-
mente, lo que sucede es 9
que la mano derecha dis-
minuye la sujeción de
la carta, haciendo
que esta caiga
sobre la mesa,
como si real-
mente viniese
desde el inte-
rior del estuche.
Para que la im-
presión sea real,
tanto el estuche
como la pequeña sacu-
dida, no será en una posi-
ción totalmente vertical, sino
ligeramente inclinada como in-
dica la figura 9.
La restauración de los trocitos que
para todos siempre estuvo dentro del es-
tuche, será realmente imposible. Prué-
balo.
19
M atrix RESTORED
FUSIÓN ENTRE CHINK A CHINK Y CARTA ROTA Y RECOMPUESTA - SENTADO

Fusión entre el efecto del chink a chink, clásico Voltea las dos cartas superiores como una (doble
de monedas, y una carta rota y recompuesta. lift), y entrega un rotulador al espectador para
Una versión que se creó de forma impromptu, que firme la carta. Pídele que realice una firma
cuando grabé la serie de dvds momentos, para grande y visible.
una productora de televisión. Recuerdo que im-
provisando un poco para mi buen amigo Martin Una vez hecho, gira nuevamente las dos cartas
Kaplan, se me ocurrió realizar esta rutina que a como una, colocándolas nuevamente caras
decir verdad, se transformó en la joyita de mi re- abajo. La mano derecha coge ahora la carta su-
pertorio. La rutina no sólo se grabó una sola vez perior, y se la lleva hasta la boca, para soplar
sin ninguna repetición, sino que además, años sobre la firma, como si realmente se tratase de la
después, no ha cambiado absolutamente en recién firmada. En un acto continúo, la mano de-
nada. Se ha transformado en uno de mis juegos recha se dirige a colocar la carta en el lado iz-
preferidos, con un puesto inamovible en mi re- quierdo de la mesa. Exactamente en el momento
pertorio. Su publicación en un famoso portal de que la mano derecha cubre la izquierda, esta se
videos de internet, hizo que fuesen muchos los relajada sobre el borde de la mesa, inclinando la
magos interesados en conocer su secreto, y eso mano y dejando caer la carta superior al regazo
hizo que decidiese publicar por primera vez su (La firmada).
explicación en el dvd Que raro 2!, junto a Chris-
tian Engblom, mi hermano en este arte, y la esti- Coge ahora con la mano derecha la baraja y dé-
mable colaboración de mi gran amigo y maestro jala al lado derecho de la mesa, bastante alejada
Lennart Green. Por cierto, estas líneas que si- de la parte central.
guen, son la segunda publicación de este juego,
con la explicación de todos los detalles que la es- Frota las manos y di: ¡Comenzamos con el juego!
critura pausada te ofrece, ante la publicación au-
diovisual. Espero que lo disfrutes. Coge la carta con la mano izquierda y realiza
ahora las siguientes roturas:
Usaremos dos cartas idénticas. Una de ellas ten-
drá dibujado un garabato en su cara. Además, La idea de rotura que voy a explicar a continua-
las cartas serán de puntos altos, como puede ser ción, fue el resultado de una tormenta de ideas
un ocho de corazones. Con la baraja cara abajo entre Christian Engblom, Miguel Ángel Gea y un
en las manos, la garabateada estará en primera servidor, para lograr realizar cinco trozos iguales,
posición, y la duplicada normal, en segunda po- rompiendo una carta, en condiciones aparente-
sición. mente lógicas.

Corta y completa la baraja entre las manos, man- Sigue los siguientes pasos:
teniendo una separación entre ambos montones,
para poder realizar el forzaje clásico. El especta- a.La carta está de cara al mago, sujeta con la
dor deberá tocar, al abrir las cartas entre las mano izquierda como muestra la figura 10. La
manos, el dorso de la carta garabateada. Claro mano derecha llega y rompe la carta por la mitad,
que otro forzaje sería también valido. que está situada, como se ve, en una posición
vertical (figura 11).
La mano derecha pasará las cartas situadas a la
derecha de la forzada, a la parte inferior, cua- b.El trozo roto se deja frente al que sujeta la
drando la baraja y dejando las dos catas prepa- mano izquierda, y ambos se sujetan ahora de
radas claramente sobre la baraja. forma horizontal, como muestra la figura 11.
Aparentemente, se tratará de una carta elegida
con plena libertad. c.Justo en este momento, el pulgar derecho des-
20
10 11

12 13

plaza hacia la derecha, un tercio del trozo más


situado hacia el mago. Esto no se ve por los es- 14
pectadores debido a la cobertura de la mano de-
recha (figura 12).
d.Rompe el conjunto por la mitad (el más cer-
cano al mago no se romperá por su mitad, sino
un tercio del mismo - fig. 13), dejando los trozos
de la mano derecha, detrás de los que sujeta la
mano izquierda.
e.En una acción continua, la mano derecha
rompe el trozo sobrante que asoma por la parte
derecha (fig. 14), dejándolo también tras los que
sujeta la mano izquierda.

De está forma la mano izquierda sujetará cinco 15


trozos. Dos de ellos más grandes que los otros
tres, pero de tamaños semejantes.

Los trozos se cogen entre ambas manos, suje-


tándolos por el pulgar por la cara y los dedos ín-
dices y corazón por debajo, estando las manos
palma hacia arriba, como indica la figura 15.

Ahora, di: vamos a formar la figura de un cua-


drado… En ese momento, la derecha empalma
21
16 17

chink con monedas, tomado para esta versión


18 con trocitos. No obstante, los manejos que yo
hago son un poco diferentes. Opera como sigue:

Di: Con las manos, voy a cubrir los trozos, pero


no quiero pegar las manos a la mesa, lo haré a
cierta altura.
Dando ejemplo a estas palabras, la mano iz-
quierda se abre palma hacia abajo, y se sitúa
sobre el trozo superior izquierdo, a unos dos o
tres centímetros de altura. La mano derecha hará
lo mismo con el trozo inferior derecho. No obs-
tante esta mano sí que está apoyada sobre la
mesa, por su base, siendo los dedos los que
el trocito inferior, arrastrándolo hacia la palma están levantados sobre el trozo, dando la sensa-
con los dedos largos, mientras giras la mano ción que es la mano completa. Evidentemente,
palma hacia abajo, la cual se dirige a señalar al situar la mano en esta posición, habrá dejado
cuatro puntos en la mesa, en forma de cuadrado, primero caer el trozo oculto y luego se habrá apo-
donde colocará los trozos (figura 10, algo exa- yado sobre el mismo. La conclusión de esta ac-
gerada para mostrar el trozo). El gesto de seña- ción la muestra la figura 19.
lar, obviamente es para cubrir la acción secreta.
Ahora comenzaremos el baile de viajes. Para
Con la misma mano, la derecha, coge el trozo del ello, la mano izquierda se dirige, sin levantarse
grupo más alejado al mago, y déjalo sobre la en ningún momento, a cubrir el trozo inferior iz-
mesa, siempre cara arriba, en la parte superior quierdo, mientras la mano derecha se dirige, de
izquierda del imaginario cuadrado (figura 17). igual forma pero arrastrando el trozo oculto, a cu-
brir el superior derecho (figura 20).
Coge ahora el trozo más cercano al mago, el que
tiene el índice de la carta, y déjalo de igual forma En este momento, haremos un gesto mágico que
en la imaginaria esquina superior derecha (figura será abrir y cerrar las manos, mientras decimos:
18). ¡pasa! En este preciso momento, la mano iz-
quierda apoya su base sobre el trozo que cubre,
Coge ahora el trozo sin índice (el de detrás) y dé- mientras que la derecha levanta su base leve-
jalo en la imaginaria esquina inferior izquierda, y mente. Gracias al gesto de abrir y cerrar, tensa-
de igual forma coge el trozo restante y déjalo en remos la piel de la mano derecha, haciendo que
la imaginaria esquina inferior derecha. el trozo oculto se quede en la mesa cuando le-
vantamos la mano, si es que se pegó a la piel por
Ahora realizaremos el juego clásico del chink a la presión.
Siempre rítmicamente, la mano derecha se dirige
22
19 20

21 22

ahora a cubrir el trozo inferior derecho, mientras Cubre con la mano derecha los dos trozos supe-
que la izquierda se dirige a cubrir el superior iz- riores y con la izquierda los inferiores. En este
quierdo. Obviamente, la derecha dejará el trozo momento, realizaremos el siguiente viaje, reali-
que ocultaba, siendo ahora la mano izquierda la zando el gesto y palabra mágica. Ahora, mien-
que arrastre secretamente el trozo que cubría. tras la mano derecha abandona su trozo sobre
Esto habrá dado la impresión de que el trozo in- los otros dos, la base de la mano izquierda, se
ferior izquierdo ha viajado hasta reunirse con el apoya sobre el trozo superior de los dos, arras-
superior derecho. trándolo hacia la izquierda y llevándoselo oculto
Vamos por el siguiente viaje. Nos encontramos en su base.
pues en la situación marcada por la figura 21.
Vamos con el último viaje:
Haremos el gesto mágico nuevamente, abriendo
y cerrando la mano mientras damos la orden má- La mano izquierda, apoya sus dedos largos
gica. En ese momento la mano derecha apoya sobre los tres trozos superiores, arrastrándolos
su base sobre el trozo que cubre, mientras le- hacia la izquierda, mientras la mano derecha
vantamos la base de la mano izquierda. apoya sus dedos sobre el trozo inferior, arras-
Apoya ahora los dedos índice y corazón iz- trándolo hacia la derecha y alineándolo frente a
quierdo sobre los trozos de la derecha, mientras los otros tres, tal como indica la acción final en
la mano derecha, con el trozo oculto, hace lo pro- la figura 23. Recuerda que mientras tanto, el
pio sobre los dos trozos de la derecha. Mientras trozo secreto permanece oculto bajo la base de
la mano izquierda arrastra los dos trozos hacia la mano izquierda.
abajo, la derecha los moverá levemente hacia
arriba. Es decir, que los situaremos para el si- Cada mano cubre ahora sus respectivos trozos,
guiente viaje. Estaremos como la figura 22. para hacer el último viaje: Realiza el gesto y pase

23
mágico, desvelando el milagro. Para ello, la
23 mano izquierda se levantará pausadamente,
mostrando cómo el trozo ha pasado.
Mientras tanto, la mano derecha se relaja hacia
el borde de la mesa, arrastrando el trozo, ahora
secreto y oculto, y dejándolo caer al regazo.

El juego, aparentemente, habrá concluido. No


obstante, nos prepararemos para la restauración.
Para ello usaremos la técnica que se me ocurrió
hace algunos años, inspirado por un pase del
Francés Bebel, que me enseñara en las Jorna-
das cartomágicas del Escorial. El resultado del
estudio de ese pase, da pie a la que denominé:

MOVIMIENTO DE RESTAURACIÓN:

24 25

SECRETAMENTE OCULTA.
VISTA DESDE DEBAJO

Mientras decimos esto, la mano derecha baja al


26 regazo y empalma la carta realmente elegida y
firmada por el espectador, que estuvo en el re-
gazo todo el tiempo. El dorso de esta carta estará
besando la palma de la mano.

Para hacer la restauración, la mano derecha se


dirigirá por los trozos, apoyándose primero sobre
la mesa. La carta pasa a pinzarse con el pulgar
por su esquina inferior izquierda, tal como mues-
tra la figura 24.

La mano arrastra la carta empalmada, y se dirige


a los trozos. La mano pasa a continuación sobre
los trozos, empalándolos con la carta empal-
Antes de nada, la mano derecha coge los trozos mada. Para facilitar esta acción, levantaremos le-
y los amontona en un solo grupo, dejándolos vemente el dedo meñique. Gracias al
cara arriba sobre la mesa. Justo en ese mo- pinzamiento del pulgar, esto creará una curva-
mento, decimos: Bueno, la carta se rompió por- tura en la carta, la cuál facilitará que ésta pase
que íbamos a realizar el juego de los viajes. Ya por debajo de los trozos con suma facilidad (fi-
que hemos terminado, debo devolvértela. gura 25).
24
Justo cuando esto dedos, quedando la carta visible sujeta entre el
27 ocurre, la mano índice y pulgar. Los dedos largos se cierran no
derecha se le- más que lo necesario para sujetar los trozos (fi-
vanta de gura 26).
la mesa
y se Sin interrumpir la acción, la mano derecha lanza
gira la carta sobre la mesa, cara arriba. Toda la aten-
palma hacia ción estará situada sobre la misma (figura
arriba, ce- 27) Momento que aprovechamos para
rrando los deshacernos de los trozos en el regazo.
dedos. Esto Para ello, se dirige al regazo tras dejar
hará que los tro- caer la carta, dejará caer los trozos y se
zos queden atra- dirigirá nuevamente a coger y mostrar
pados en el empalme de la carta.

N o es otra Recompuesta
“TRILOGÍA SOBRE EL MOVIMIENTO DE LA DOBLE ROTURA” - IMPRUMPTU

Para poder expresar la idea a través de cana o pantalón, tendremos un rotulador.


un efecto, utilizaremos una cartera tru- Junto al rotulador y secretamente a los es-
cada, del tipo Kaps, Canguro o Multie- pectadores, tendremos oculta una carta,
fecto. El juego en cuestión será el clásico la cuál estará situada con su dorso be-
efecto de la carta rota y recompuesta: Se sando al lado situado más al exterior del
elige una carta, se rompe en pedazos, el bolsillo.
espectador se queda con uno de ellos, el
resto de trozos desaparecen y finalmente, Pues bien, tras la preparación inicial, co-
la carta aparece recompuesta, faltándole geremos la baraja de la mesa, la mezcla-
exactamente el trozo que eligió el espec- remos y la extenderemos nuevamente
tador. sobre la mesa, cara arriba, para que el es-
pectador seleccione una carta.
Este juego o idea, es el resultado a un Recién en este momento, insertaremos la
problema que años atrás me plantease: mano derecha en el bolsillo y empalmare-
Debería realizar el juego de la carta rota y mos la carta que allí ocultamos, sacando
recompuesta, con cualquier baraja, sin a la vez el rotulador del mismo. La mano
duplicados, con una carta elegida con derecha, con la carta empalmada, pasará
plena libertad y además, que ésta fuese el rotulador a la mano izquierda y ésta, se
firmada. Tras muchas “vueltas al coco”, al lo entregará al espectador (si el especta-
final conseguí mi propósito, y es éste el dor está a nuestra izquierda, sino, es la
resultado: misma mano derecha la que se lo pa-
La cartera que estemos utilizando se ha- sará).
llará en el bolsillo trasero del pantalón, Seguidamente y una vez el espectador ha
preparada para ser utilizada. Por otro firmado su carta, ésta es cogida por la
lado, la baraja se hallará sobre la mesa, y mano izquierda, la cuál la colocará cara
en nuestro bolsillo derecho de la ameri- abajo sobre la palma. La mano derecha
25
28 29

Advierte como el meñique y la base del


30 dedo pulgar mantienen perfectamente
cuadrado la carta. En las figuras, la visión
de la carta será desde la parte trasera, tal
como la vería el mago.
Ahora la mano llegará a la carta y rom-
perá su esquina superior derecha. Para
ello, siempre con firmeza y decisión, los
dedos pulgar e índice izquierdos rasgan
la esquina superior derecha, tal como in-
dica la figura 31.

Si la carta es sujetada con firmeza, no se


llega ahora a coger la carta, y carga la
descuadrará ni la carta ni la esquina. Pro-
carta que empalma, cogiendo pues dos
cura no cambiar la posición de los dedos
cartas como una. En las siguientes dos fi-
índice y pulgar de la mano derecha, ya
guras, se muestra claramente como la
que forzaría la separación de los dos tro-
mano derecha tiene la carta empalmada
zos. Una vez los dedos han rasgazo la es-
en un primer momento, como la carga
quina hacia abajo, lo harán, siempre con
sobre la que sujeta la mano izquierda, en
la misma firmeza, hacia la parte derecha
un segundo momento (figura 28 -Primero,
de la carta, rasgando así la esquina por
la mano derecha llega con la carta em-
completo (figura 32 -Desde el punto de
palmada, después, figura 29, la añade a
vista del espectador).
la carta sujeta por la mano izquierda).
Ahora, en este momento, mientras la
Realiza un manejo natural y convincente,
mano izquierda no se mueve para no for-
como si de una sola carta se tratase.
zar la separación de la doble carta, la
Ahora llega el momento clave de la situa-
mano derecha se dirige a dejar el trozo
ción. Cogeremos las dos cartas, siempre
sobre la mesa. Pero en el transcurso, el
como una, tal como indica la figura 30.
pulgar derecho arrastra el trozo trasero,
llevándolo al empalme de los dedos, tal
La mano izquierda no solo coge, sino que
como muestra la figura 33. La acción con-
también cuadra.
cluye cuando la mano deja el trozo sobre
26
31 32

la mesa (figura 33 - Vista trasera: secre-


tamente, el pulgar arrastra el trozo tra- 33
sero).

Continuando, la mano derecha cogerá el


rotulador de la mesa y lo dejará en su bol-
sillo derecho de la americana, sin dar nin-
guna importancia a esta acción. Es como
si, al dejar el trozo sobre la mesa, hubiese
advertido que hay un objeto sobre la
mesa que ya no usaremos y que, por lo
tanto, entorpece. Claro está que al dejar
el rotulador en el bolsillo, también aban-
donaremos allí el trozo empalmado entre
los dedos.

La mano izquierda pasa ahora las dos 34


cartas a la mano derecha, la cual la pillará
en la base del pulgar. Para ello, primero
la mano habrá cogido la carta en una po-
sición briddle (figura 34), dejado sobre la
mano izquierda en posición de dar y final-
mente pinzada como muestra la figura 36.
Es decir:

A. La mano derecha coge en posición bid-


dle la doble carta (fig. 34).
B. La deja en posición de dar sobre la
mano izquierda (fig. 35).
C. La mano coge la carta y comienza a gi-
rarse.
D. Finalmente la mano pinza la carta cara
arriba (fig. 36).
27
35 36

la interesada en posición de empalme de


37 la mano derecha (figura 38 y 39, desde
debajo)

La carta desplazada, caerá directamente


sobre la palma de la mano izquierda (fi-
gura 40).

La mano izquierda dejará la carta en la


mesa, creando así la acción de continui-
dad

Es esta mano, la izquierda, la que deja la


carta cara abajo sobre la mesa, mientras
le decimos al espectador que apoye el
trozo sobre el lado roto, para comprobar
que evidentemente, también coincide por
En esta situación, pediremos al especta- el dorso.
dor que coja el trozo y mire si encaja per-
fectamente con la carta (figura 37). Aunque sea una obviedad, pienso que
ésta es quizás la parte más ingeniosa del
Evidentemente encajará. Pero ahora llega método, ya que todos pueden ver como
otro momento culminante: La mano dere- un trozo encaja perfectamente en el lado
cha va a pasar la carta a la mano iz- roto de la carta de la que aparentemente
quierda, pero en el transcurso, va a se ha extraído. Pero nada más lejos de la
empalmar la carta firmada interesada. realidad.
Para ello, la mano se gira palma hacia Anuncia que si el juego fallase, apostaría
abajo, mientras los dedos largos de la todo lo que llevas. En este momento, la
misma mano, la derecha, empujan la mano derecha se dirige por la cartera a tu
carta superior (la no elegida), quedando bolsillo trasero. Al ir a cogerla, también in-
28
38 39

sertará la carta en su interior (cartera del


estilo kaps, canguro, o la multiefecto de 40
un servidor)
Hecha la acción, sacaremos la cartera y
la dejaremos sobre la mesa. Para conti-
nuar, cogeremos la carta de la mesa, de-
jando el trozo allí, y la romperemos en
diferentes trocitos, sin mostrar nunca la
cara de la misma, ya que ya no es la que
todos imaginan.

Ahora debemos hacer desaparecer los


trozos. Aunque yo lo hago sin utilizar el
falso pulgar, para el ejemplo en estas
notas lo utilizaremos. Personalmente me
deshago de los trozos descargándolos en
el regazo si estoy sentado o en bolsillo iz- NOTA:
quierdo de la americana si estoy de pie. El movimiento descrito en este juego ba-
No obstante, podemos utilizar el falso pul- sado en manipular y romper la esquina de
gar para hacerlos desaparecer. dos cartas como una, recibe el nombre de
“Doble rotura”, de Dani DaOrtiz.
Una vez hecho, y fingiendo no encontrar Esta técnica fue la conclusión de un estu-
explicación alguna a lo que ha sucedido dio sobre carta rota y recompuesta, donde
con los trozos, recuerda que anunciaste pudiese realizar una recomposición con
que si el juego fallaba, apostarías todo lo carta firmada, comprobación final del
que hubiese en la cartera. Entrega la car- trozo, sin duplicados y con cualquier ba-
tera al espectador para que él mismo la raja. Este mismo juego fue la conclusión
abra y se encuentre en ella su carta, re- final de ese objetivo. En el próximo juego
compuesta, firmada y con un trozo vas a poder ver en acción esta misma
menos: el hallado sobre la mesa. técnica, en otra version.

29
B ack in the time
NUEVA UTILIZACIÓN DE LA DOBLE ROTURA - SENTADO - IMPROMPTU

La que presento es mi versión sobre este


fascinante juego, donde una carta ele-
coge las dos cartas como una, en posi-
ción biddle. La excusa para dejar la carta
gida, firmada y troceada, al dar marcha allí, es que la mano izquierda coge el tro-
atrás en el tiempo, reaparece en la baraja, cito rasgado y se lo entrega al espectador.
en su lugar de origen, intacta, a excep-
ción de uno de sus trozos y de la firma. La mano izquierda se dirige nuevamente
por la carta, pero en realidad lo que su-
Para este milagro, usaremos la técnica de cede es que, al dejar la carta doble en la
doble rotura, explicada en el juego ante- mano izquierda, los dedos largos de la
rior. misma, se apoyan en la cara de la carta
inferior (la elegida), y la desplaza hacia la
Para comenzar, pídele a un espectador palma de la mano derecha, que empal-
que te nombre una posición cualquiera de mará esta carta, a la vez que sitúa la otra
la baraja… o mejor, para hacerlo más sobre la mano izquierda. En dos palabras:
ameno, una posición entre 5 y 30. Supon- la mano izquierda sujetará la carta supe-
gamos que nombra el 17. rior, y la derecha empalmará la inferior (la
Comienza pues a contar una a una y cara elegida).
abajo, dieciséis cartas, ligeramente al lado
derecho de la mesa. Gira sobre la baraja La mano izquierda deja la carta sobre la
las dos cartas superiores como una, mos- mesa, en el lado izquierdo, para que el es-
trando así la aparente diecisieteava carta. pectador encaje el trozo en ella. Mientras
Entrégale un rotulador al espectador para tanto, la mano derecha, con la carta em-
que firme la carta. Una vez hecho, deja el palmada, se dirige a coger la baraja. Para
rotulador y la baraja sobre la mesa frente ello, primero añade la carta en la parte su-
a ti, no sin antes coger las dos cartas su- perior, y después cogerá la baraja para
periores como una, para hacer la rotura dejarla en la mano izquierda. Aunque en
doble, explicada en el juego anterior, en este momento se pueda ver la rotura, ésta
los dibujos 28 al 35. Así pues, rasgaremos pasará desapercibida al confundirse con
la esquina de las dos cartas juntas, como el dorso de la segunda carta.
si se tratasen realmente de una. A dife-
rencia del juego anterior, nos quedaremos En un acto continuo, la mano derecha
en la figura 35, cuando la carta doble, ya coge las cartas contadas al comienzo, y
con la esquina rasgada, se halla aún las deja sobre la baraja. De esta forma, ya
sobre la mano izquierda en posición de habremos hecho el cincuenta por ciento
dar. El trozo secreto de la carta lo hemos de la trampa, ya que la carta se halla “re-
podido guardar en el bolsillo, al guardar el compuesta” en su posición de origen: la
rotulador, con la excusa de que ya no lo diecisiete.
usaríamos más.
Continuando con el juego, pídele al es- Coge ahora la carta y, siempre de dorso
pectador que encaje el trozo sobre la a los espectadores, rómpela primero en
carta. Para hacer esto, la mano derecha dos, luego en cuatro y finalmente en ocho.
30
P
A continuación realizaremos la desapari-
ción de los trozos. Para ello yo utilizo la ro-
seta de Luis Trueba (ver el libro Magia y
las!
SENTADO - IMPROMPTU
dramagia, pág 121). Con ella transformo
los trozos en una improvisada e imagina- Poniendo un último ejemplo sobre la
ria moneda que, tras un falso depósito, doble rotura, describo este divertido y re-
dejo caer al regazo, mientras permanece lampagueante efecto:
cerrada la mano que aparentemente la su-
jeta. No obstante, puedes usar cualquier Después de mezclar la baraja, gira las
otro procedimiento, como puede ser la dos cartas superiores como una y pídele
ayuda de un falso pulgar. al espectador que la firme. Coge la apa-
rente solitaria carta, no sin antes dejar la
En este momento habla sobre la marcha baraja en la mesa. Realiza ahora la rotura
atrás en el tiempo. Di que intentarás retro- doble, usada en los juegos anteriores.
cede exactamente algunos minutos, Deja el trozo sobre la mesa (el secreto en
cuando… el bolsillo al guardar el rotulador) y des-
hazte de la carta realmente elegida, de-
Abriendo la mano… “Los trocitos no esta- jándola en el regazo. Para ello, igual que
ban en la mano… ni siquiera existían…” hicimos en el juego anterior, primero
hemos podido empalmarla en la mano
Y una carta permanecía intacta, en una derecha para posteriormente dejarla caer
posición. al regazo.
Coge ahora la carta aparentemente ele-
Mira al espectador para que nombre la po- gida y trocéala en ocho piezas.
sición que eligió y con mucho suspense Deja los trozos en la palma de la mano iz-
comienza a contar una a una las cartas quierda, la cual se colocará completa-
sobre la mesa, hasta llegar a la diecisei- mente abierta, cerca del borde la mesa.
sava, que apartarás muy lentamente (re- Para no hacer incómoda esta postura, el
cuerda que diecisiete es la posición que cuerpo puede girarse un poco hacia la iz-
he puesto como ejemplo). quierda.
Gira la carta que ocupa la posición ele- En una posición de descanso, la mano
gida, mostrando la firma y para que el es- derecha cae al regazo y empalma, cara
pectador encaje el trocito, que pondrá fin abajo, la carta elegida.
al efecto. En el momento de la restauración, la
mano derecha se dirige sobre la iz-
Una pequeña idea que yo uso es comen- quierda, y cubre la palma de ésta. Justo
zar el juego con un reloj de bolsillo. en ese momento que ambas manos van
Cuando lo saco, digo en voz alta: Este a entran en contacto, la mano izquierda
juego comienza a las 19:32 minutos. se inclina un poco hacia el borde, dejando
Siempre digo 2 minutos más de la hora caer los trozos al regazo. La derecha
que marca. Así, al final, intento llegar a la hará de cobertura.
parte final del juego trascurrido dos minu- Destapa la mano y allí aparecerá la carta
tos. Cuando retrocedo esos dos aparen- aparentemente restaurada. Gírala para
tes minutos, muestro el reloj. ¡Son 19:32 mostrar la firma y dejar que el espectador
de nuevo! Es como si hubiese retrocedido encaje el trozo comprobante.
realmente el tiempo.
31
L a ÚNICA
DE PIE O SENTADO - IMPROMPTU

Una rutina que llevo realizando durante


muchos años en mi repertorio profesional
derecha (por donde te dio la orden de pa-
rada).
de cerca, cerrando en muchas ocasiones
la sesión. Aunque no lo describiré por que Vamos a usar una estrategia de memoria,
no es el caso, en este juego se aprecia el ya que este cuarto espectador no ha co-
principio de mi teoría sobre le momento gido físicamente la carta, sino que se le
concreto, que podrás ver en mis notas de ha sido mostrada sólo a él. Además, en el
conferencia “Enrutna2”, junto a Manolo momento donde la atención estaba sobre
Talman. las otras cartas.

Su creación está influenciada por la Así pues, tenemos cuatro cartas elegidas,
“transposición recompuesta” de David Wi- de las cuales, una de ellas es vista.
lliamson. Así que, aunque ya se la he
mostrado y realizado alguna vez en di- Cuadra la baraja, levando la carta del
recto, aquí dejo mi dedicación escrita cuarto espectador, la mirada, a la parte
hacia David, mi amigo, y gran maestro. superior. Para ello, un doble corte basta-
ría.
De una baraja mezclada, da a elegir una
carta a tres espectadores diferentes, con
la condición de que la cojan pero no la 43
vean por el momento. Elegidas y co-
gidas las cartas, pídele a un cuarto
espectador que,
mientras
echas las
cartas en
cascada de
una mano a
la otra, te de-
tenga cuando
quiera. Una vez
hecho, pide a
todos que vean la
carta elegida, y en-
seña tú al cuarto
espectador, la
carta inferior
del montón
que aún su-
jeta la
m a n o
32
41 42

44 45

Ahora nos disponemos a perder las tres


cartas elegidas por la baraja, controlán- 46
dola realmente a la parte superior, exac-
tamente sobre la vista por el cuarto
espectador. Podrás hacerlo de una en
una o por algún control múltiple. Perso-
nalmente uso el control múltiple de Neal
Elías. Controlaremos las tres cartas en el
siguiente orden: primero la del segundo
espectador, después la del primero y fi-
nalmente la del tercero. De esta forma, al
terminar el control de cartas, sobre la ba-
raja nos quedarán las cartas del segundo
espectador en primera posición, la del pri-
mero en segunda posición, la de tercero
33
en tercera posición y la del cuarto en ya que estás intentando localizar la carta
cuarta posición. del segundo espectador.

Anuncia ahora que intentarás encontrar Detente sorpresivamente y pídele al se-


las cartas elegidas. Realiza alguna mez- gundo espectador que nombre su carta.
cla que no altere el orden de las cuatro Cuando lo ha hecho, llévate las manos a
primeras cartas. la cabeza y di: -¡Ah!, creo que ha suce-
dido algo inesperado. Pídele al especta-
Di, ¡creo que ya he encontrado una! dor que gire los trocitos de la mesa.

Realiza un doble lift y muestra la carta del En este momento, justo antes de que se
primer espectador. Gira nuevamente las giren los trozos, ya todos sabrán que se
dos cartas como una, cara abajo y co- tratan de los trozos pertenecientes a la
giendo la primera carta, la aparentemente carta del segundo espectador. Por ello
mostrada, di: - ¡ésta ya no sale más! creará suspense y tensión, y toda la aten-
ción estará sobre los mismos. Momento
Y rómpela primero en dos y luego en cua- que aprovechamos para alejarnos un
tro trozos que dejas sobre la mesa. poco de la mesa, y plegar secretamente
la carta inferior en cuatro. Expongo mi ver-
Esto habrá creado una situación divertida sión de plegado que es ligeramente dife-
generada por la tensión de romper una rente a la publicada en el Expert Card
carta en un momento inesperado. Tecnique, con el nombre de Mercury
(nombre original del juego, del que roba-
En un intento de encontrar la carta del se- ría su nombre).
gundo espectador, a través de un corte
deslizante, pasa la primera carta al centro El meñique izquierdo realiza una separa-
de la baraja. Esto habrá dado la sensa- ción a la carta inferior, que transfiere al
ción de corte, cuando realmente sólo has pulgar derecho, estando la baraja sujeta
pasado la carta superior al centro de la en la mano izquierda en posición de dar, y
baraja. por la mano derecha en posición biddle
En un acto continuo, pasa la carta supe- (fig.41).
rior a la parte inferior, a través de un doble La mano derecha arquea ligeramente la
corte. Estas acciones están justificadas, baraja hacia arriba, dejando la carta infe-

47b
47a

34
rior separada de la misma. Seguida- plegada en la mano izquierda, simulando
mente, la baraja se adelante sobre la ser los trocitos (figura 47: a, b y c)
mano izquierda, apoyando su parte infe-
rior sobre el dedo corazón y la base del Este movimiento hecho en contexto no le-
pulgar de la mano izquierda (fig. 42). vanta sospechas. La sensación habrá
sido cambiar los trocitos y baraja de
Haciendo un poco de presión sobre la manos, ya que vas a entregar los trozos al
misma, la mano derecha se retrae hacia espectador.
atrás, haciendo el primer doblez de la
carta inferior (fig. 43). En esta acción, la Y así haces: Entrega la carta plegada al
mano derecha se habrá inclinado ligera- tercer espectador, pidiéndole que la man-
mente hacia abajo, cubriendo la trampa. tenga dentro de la mano cerrada. Eviden-
temente te referirás siempre a la carta
La mano izquierda arrastra ahora la carta plegada como “trocitos”.
plegada hacia abajo, alineándola con la
parte inferior de la misma (fig. 44). Pídele al espectador que nombre su carta.
Una vez hecho, di:
El pulgar derecho se apoya ahora en el
lado izquierdo de la carta plegada (fig. 45) Solo tengo que chasquear mis dedos
como muestra la figura. (chasquea los dedos de la mano derecha
Terminando la acción, los dedos largos iz- sobre el puño cerrado del espectador)…
quierdos pliegan la carta de derecha a iz- soplar (sopla sobre el mismo)… o incluso
quierda, quedando así finalmente plegada echar los típicos polvos mágicos (coge la
en cuatro. baraja con la mano derecha, cogiendo los
Acércate ahora a la mesa y coge con la aparentes polvos mágicos del bolsillo y
mano derecha los cuatro trocitos. Pre- dejando allí los trozos)… Para que ahora,
gunta ahora quién eligió la tercera carta. tu carta rota (mirando al segundo espec-
Cuando el tercer espectador te avisa, lo tador), se restaure en una sola carta, que
que harás es entregarle los aparentes tro- es… (di al espectador que abra lenta-
zos. Y digo aparentes, por que en realidad mente la mano).
realizarás el cambio de los trozos por la
carta plegada, por debajo de la baraja. En este instante que toda la atención está
Para ello, único que haremos es colocar sobre la mano del espectador, pasa la
la baraja sobre la mano derecha, encima carta de arriba abajo, y pliégala en cuatro
de los trocitos, quedando a la luz la carta como hicimos anteriormente, pero abrién-
dola de nuevo, ayudándote de la mano iz-

47c

35
quierda. Una vez hecho, pasa la carta ponda, di: - okis, perfecto, no pasa nada.
nuevamente a la parte superior. Así pues, Esto dará la sensación de que la carta po-
sobre la baraja se hallará la carta del dría haber sido cualquiera.
cuarto espectador, en iguales apariencias
a la que el tercer espectador muestra a Ahora estamos en un momento muy emo-
todos. cionante del juego: sobre la mesa hay una
carta semidoblada, que todos creen tra-
Coge la carta del espectador, la aparente tarse de la del tercer espectador, pero que
recién restaurada, y muéstrala a todos, no sólo es la del cuarto espectador, sino
triunfante. En ese momento, realiza el en- que además, ésta es aparentemente pen-
file por la carta superior de la baraja, y dé- sada y recién nombrada.
jala sobre la mesa.
Sin decir nada, mira la carta de la mesa.
Aparentemente el juego ha acabado, con Aquí muchos querrán morir porque se ha-
lo que esta acción no tendrá ninguna brán dado cuenta de la carta de la mesa
atención. se tratará de la pensada. Incluso puedes
que escuches cosas como: ¡No!, ¡No
Justo cuando esta sensación de final está puede ser! Levanta muy lentamente la
más patente, di: carta y disfruta del milagro.

- ¡Ah!, pero queda una última carta, que Ante los aplausos o relajación del mazazo
no fue cogida… - tú estás pensando en final, la mano izquierda se introduce en el
ella (refiriéndote al cuarto espectador). bolsillo, dejando allí la carta superior (la
semidoblada del tercer espectador), que-
Pídele que nombre en voz alta la carta. Y dando así limpio.
una vez hecho, lanza la siguiente frase de
oro: ¿Al final te has quedado con esa
carta? Antes de que el espectador res-

G AG - EL MAGO MÁS
DE PIE - IMPROMPTU

Este divertido Gag surge, como siempre


de forma espontánea. Al comienzo lo
FUERTE
carta normal y visible.

hacía entre magos como broma graciosa, Ahora, se dice: ¿Sabéis que yo soy el
pero poco a poco fue cogiendo interés, mago más fuerte del mundo?
por la reacción de los que lo veía. No
obstante, no debe tratarse como algo Ante esta afirmación que seguro captará
más que eso, que un simple gag, pero el interés de todos, la mano derecha
eso sí, mágico. muestra la carta, y la izquierda con los
trozos ocultos, la señala, como indica la
Estamos de pie, y en la mano izquierda, figura 48.
oculto, tenemos algunos trozos de car-
tas. En la mano derecha tenemos una Inmediatamente, la mano izquierda se di-
36
rige hacia la derecha y justo cuando está
a la altura, la mano derecha lleva al en-
48
dorse de la mano la carta(figura 49).

De forma continua y sin detener el ritmo,


la mano izquierda se abre y la mano de-
recha golpea los trozos, los cuales saldrán
disparados, aparentando haber salido de
la mano derecha.

Pasa del endorse al empalme como si es-


tuvieses haciendo el back and front. De
esta forma habremos hecho el gag del
mago más fuerte del mundo. 49

50

37
C arta recompuesta AL ZAPATO
SALON O ESCENA - USO DE LA DOBLE REALIDAD

Un juego para hacer en salón o escena-


rio. Esta es una versión muy limpia para
que se fije bien en la firma, y en algún
punto que le llame la atención.
realizar este, cada vez, más clásico de la Pídele ahora que rompa la carta por la
magia. En mi versión, incluso puedes mitad, primero en dos y luego en cuatro
pedir de forma subliminal, en cuál de los trozos.
dos zapatos quieren que aparezca la Corta ahora la mitad aproximada de la ba-
carta. Para ello haremos uso de la firma raja y entrégale el paquete superior, con
de la doble realidad, explicada al co- la carta realmente firmada encima. Pídele
mienzo del libro, en la página 11. ahora que pierda los trozos de carta fir-
mada entre el resto de cartas, por cual-
Preparación: quier lugar. Una vez hecho, recupera el
Usaremos cuatro duplicados. Tres de paquete con la mano derecha.
ellos tendrán una falsa firma que habre- Anuncia ahora que realizarás un juego
mos realizado, y que serán exactamente con los pies y que para ello, deberá elegir
la misma en cada una de ellas. Una uno de ellos: Da igual cual elijas (dices).
cuarta carta será duplicada de las otras Lo único que harás es aprovechar este
tres, pero sin firma. Dejaremos una carta cambio de atención, para que ambas
en cada zapato, tal como indica la figura manos cambien un paquete por otro. Así,
53. la mano derecha sujetará el paquete que
El tercer duplicado con firma estará en se- sujetaba la mano izquierda, y viceversa.
gunda posición, y el duplicado sin firma, Realiza ahora el experimento: Lanza las
en primera. cartas del paquete de la mano derecha al
aire en forma de cascada, y con el pie ele-
Realización: gido da una sacudida al aire, como si fue-
Fuerza la carta superior al espectador de ses a atrapar la carta elegida.
tu derecha, y pídele que la firme. Sólo el
deberá ver la carta, con lo que tendrás al Las cartas habrán caído al suelo y todos
resto atento a lo que tú dices. Puedes habrán visto que no ha sucedido nada.
decir algo del estilo: ¿Os gustan los jue- Pon cara de preocupación, de decepción,
gos de manos? ¿Pero habéis visto alguna y repentinamente di: ¡Ah!, ya sé lo que ha
vez juegos con los piés? sucedido. ¿Ves algún trozo de la carta por
Recuerda que mientras el espectador el suelo? Ante la negativa del espectador,
firma, el duplicado estará en la parte su- quítate pausadamente el zapato con la
perior de la baraja, que mantienes en tu ayuda del otro píe (da igual cual hubiese
mano izquierda. sido el elegido), y cógelo con la mano de-
Cuando el espectador acaba, coge la recha, mostrando a todos cómo en su in-
carta y enfílala por el duplicado. Sopla pri- terior se halla la carta firmada. Muéstralo
mero en su cara como si quisieras secar como indica la figura 53. Recuerda que
la tinta, y finalmente enséñala a todos a todos verán la carta firmada, a excepción
excepción del que aparentemente firmó la del espectador de la izquierda. Dirígete al
carta. Pídele al espectador de la derecha espectador de la derecha y pregúntale si
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51 52

reconoce la firma. Justo en ese momento, mente la firma, sin ser consciente de que
acerca el zapato a la nariz, lo que hará jugamos en todo momento con otra total-
que la carta caiga al interior del mismo. mente diferente.
Haz como que huele mucho (siempre cre-
ará una situación divertida) y como si no
quisieras tocar la carta, gíralo haciendo
coincidir la boca del mismo con la baraja,
como si quisieras dejar caer la carta sobre
la misma. La carta no caerá porque real-
mente permanece dentro del zapato. En
la figura 53 se ve cuando se enseña la
carta, en la 51 se ven cuando se realiza
el falso depósito, desde detrás (los es-
pectadores están delante del zapato). Es
muy importante, tal como muestra esta fi-
gura, que a la vez que se realiza el falso
depósito, el pulgar izquierdo desplaze la
carta superior hacia la derecha, vien-
dose apartada de la baraja y refor-
zando que es la recién echada,
cuando se aparta el zapato.
Dirige a continuación la mano de-
recha al espectador de la dere-
cha, indicándole que coja la
carta superior, entregándosela
de regalo. Advierte en la figura
52 la posición del zapato apa-
rentemente vacío, cuando la
mano derecha se dirige a dar la carta
al espectador. 53
La carta entregada será realmente la
suya, con lo que reconocerá perfecta-
39
R ecomposición instatánea
UTINA CON PREPARACIÓN PREVIA - REALIZACIÓN DE PIE O SENTADO

Este que expongo ahora lleva en mi re- mada quedará detrás de la otra. Ten-
pertorio más de diez años. Se me ocu- dremos pues dos cartas como una.
rro para hacer automática, una versión
de un juego altamente técnico, donde Para finalizar, realizaremos con el rotu-
en todo momento manejabas dos car- lador una pequeña marca en el dorso
tas como una. El punto negativo de de la carta, en la esquina correspon-
esta versión es su elaborada prepara- diente a la unión de las dos cartas. Este
ción. El positivo, su extremada senci- punto servirá para orientarnos poste-
llez para conseguir un impacto mágico. riormente.

PREPARACIÓN 54
Necesitaremos dos cartas idénticas,
que contengan muchos puntos, como
por ejemplo un ocho de corazones. A
uno de ellos le realizaremos un gara-
bato con un rotulador.

Ahora untaremos pegamento de barra,


de los usados para pegar papel, sobre
la esquina de la carta no marcada, por
la zona del dorso. Si dividimos la carta
imaginariamente en cuatro, untaremos
el pegamento en una de sus esquinas. Coloca la carta preparada sobre la ba-
Exactamente en la zona que indica la raja y comienza con el juego.
figura.
DESARROLLO:
55 Tras realizar una mezcla que mantenga
la carta en la parte superior, realiza
cualquier tipo de forzaje para hacer que
el espectador seleccione la carta pre-
parada. No dejes que el espectador
toque la carta, debes ser tú quien la
coja y la coloques cara arriba sobre la
baraja, para que el espectador la firme.

El hecho de estar las dos cartas pega-


das, facilitará tremendamente la taréa.
Incluso puedes juguetear con soltura
Juntaremos ambas cartas, quedando con la carta elegida antes de colocarla
pegadas por el pegamento. La carta fir- para su firma.
40
56 57

58 59

Una vez el espectador ha firmado, des- quierda (fig. 61). Deja ver por un ins-
hazte de la baraja para comenzar con la tante la falsa firma.
rotura.
Coge la carta con la mano izquierda, En este punto debemos ser conscientes
pinzada entre el pulgar por el dorso e ín- de que el punto, pese a cubrirse ahora
dice y anular por la cara, por su esquina con el trozo de carta rasgado, queda en
marcada y dando la cara a los especta- la izquierda.
dores (fig. 56).
Gira la carta de forma horizontal, de- A continuación, giramos la carta hacia
jando la marca en la esquina inferior de- la derecha, en sentido de las agujas del
recha (fig. 57). reloj, llevando el punto marcado y ya no
Con la mano derecha, dobla la carta por visible, a la parte superior izquierda (fig.
la mitad (fig. 58), cara contra cara. 62). Otra forma de orientación, es la orla
Marca bien el pliegue (fig. 59). más estrecha de la carta, que quedará
Con el pulgar derecho, abre la carta ex- en la parte superior, desde la vista del
terior como si fuese una solapa, de- mago (fig. 63).
jando la carta interior plegada, ante la Dobla nuevamente las cartas, pero en
ignorancia de todos (fig. 60). esta ocasión hacia adentro, marcando
Rompe la carta por la mitad y deja este nuevamente los pliegues (fig. 64).
trozo delante del que sujeta la mano iz- Igual que hicimos anteriormente, abre
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60 61

62 63

64 65

las dos partes perteneciente a la carta los nuevamente delante del conjunto,
exterior, dejando la interior y realmente pero uno de cara y otro de dorso.
firmada, plegada en cuatro (fig. 65). Ahora te dispondrás a mostrar los tro-
Rompe nuevamente por la mitad, que- zos rotos: Para ello, la mano derecha
dándote en la mano derecha con los coge dos de los trozos de la parte de-
dos trozos, dejándolos ver ahora más lantera, correspondientes a la carta rota,
intensamente la falsa firma, y dejándo- dejando uno frente a la carta plegada.
42
tendrá unidos. Una vez insertado los tro-
66 zos, los arrastraremos hacia abajo,
hasta impedir que sobresalgan por la
parte superior del pliegue (fig. 66). Una
vez hecho, con los dedos derechos apli-
caremos presión sobre el conjunto, de-
jando los trozos fijos en el interior del
bolsillito.

LA RESTAURACIÓN:
Coge el conjunto con la mano derecha,
con los dedos largos por la parte delan-
tera y el pulgar por la trasera. Mientras
tanto, el indice izquiedo se inserta en el
67 interior del pliegue más cercano al exte-
rior (donde podemos ver el índice de la
carta - fig. 67).
Ambas manos se dirigen ahora hacia la
boca, para soplar sobre los trozos. En
ese momento, y ayudado de ambas
manos, despliegan la carta, de cara a
los espectadores y dejando los trozos
pinzados en el bolsillo en la parte trasera
(fig.68).

Para dar mayor limpieza, lanza la carta


Ambas manos desplazan con el pulgar al aire y cógela d enuevo, dando soltura
los trozos levemente, mostrando así y mostrando que no hay trozos por nin-
cuatro trozos. gún lado.

La mano derecha, en este momento, di-


rige los trozos frente a los de la mano iz- QUEDANDO LIMPIO:
quierda, pero realmente, lo que sucede Si queremos entregar la carta como re-
es que coge también el trozo sobrante, e galo, debemos operar de la siguiente
introduce los tres, en el bolsillito que se forma, para quedarnos limpio:
habrá quedado en la carta plegada.
Sujétala por su esquina inferior iz-
Este bolsillito se encuentra en el punto quierda, con los dedos largos por de-
donde las dos cartas estaban unidas. lante y el pulgar por detrás. En esta
misma esquina pero en su parte trasera,
El hecho de usar pegamento de barra, se halla el bolsillito.
hará que las capas se vayan abriendo a
medida que las cartas van entrando. La mano derecha se dirige a coger la
Igualmente, una vez que los trozos se carta de igual forma pero por su parte
han insertando hasta una cuarta parte derecha.
aproximadamente, el bolsillito los man- En este momento, por la parte trasera,
43
NOTA:
68 Podemos también hacer la restauración
instantánea con una sola mano, mien-
tras llevamos la atención a la otra
mano, que dará por ejemplo un chas-
quido, estando la carta restaurada
cuando todos la miran de nuevo. Para
ello, y encontrándonos exactamente en
el momento que la carta está plegada y
sujeta en la mano izquierda preparada
para ser restaurada (fig. 67), la derecha
realizará un chasquido a la vez que mi-
ramos a dicha mano.
el pulgar derecho empuja los trozos Mientras tanto, los dedos izquierdos
hacia la izquierda. Debido a la poca abren la carta instantáneamente, intro-
fuerza del pegamento, la presión de los duciéndose para ello en los pliegues, y
trozos hará que éste se despegue, que- tirando de ellos hacia fuera, abriendo la
dando finalmente todos los trozos suel- carta de forma instantánea.
tos (fig. 69).
Continuando con la acción, la mano de-
recha coge y se lleva la carta, mientras
que los trozos quedan ocultos y ais-
lados, en el empalme de dedos
de la mano izquierda.
Deshazte de ellos, por
ejemplo, cogiendo el ro-
tulador con la mano iz-
quierda y dejándolo en el
bolsillo, dejando con él
también los trozos.

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