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El dilema entre la moral y la ética, es una de las confusiones aplicadas más frecuentes en la

sociedad debido al término. Cuando no se conoce el verdadero significado o sentido de las


palabras, incurrimos a hacer afirmaciones erróneas que afectarían de algún modo las
acciones. Al analizar detenidamente cada uno de los conceptos que se toman en cuenta,
podemos notar el uso intrínseco de la razón, de esto, emana la cuestión ¿a que denominamos
ético o en su defecto, moral?
La moral como diferenciador de la ética, es el conjunto de costumbres y tradiciones
transferidas de nuestras familias, amigos, comunidad y sociedad; lo cual determinaremos
como una influencia ambiental o extrínseca de lo que psíquicamente aprehendemos del vivir
diario. Por otra parte, la ética es la capacidad de decidir una conducta o comportamiento
correcto que se ha generado de cualquier emoción,
Los términos moral, ética y libertad son los pilares fundamentales para que el ser humano
como ser pensante tenga la capacidad de diferenciarse de los demás seres vivos.
El ser humano es moral por naturaleza, es decir, por el cumulo de costumbres heredadas y
transmitas tanto de sus antecesores como de la sociedad. Cada región, cuidad o nación está
regida a ciertas tradiciones sean buenas o malas, sean agradables o no ante las demás culturas.
Aquí es donde entra a jugar la ética un papel fundamental ya que es decisión de cada
individuo tener carácter propio para distinguirse e identificarse de las demás personas;
sobretodo realizar una conducta correcta aunque sea generada de una emoción negativa.
Por otra parte al humano toda su vida se le ha hablado de libertad pero, ¿qué es libertad y
para qué se es libre?
La libertar es la capacidad de elegir, decidir y realizar algo de acuerdo a nuestra forma pensar
y se es libre para que cada persona tenga la autonomía de decidir quién ser, que hacer y cómo
hacerlo. Sin embargo, muchas veces la libertad se ve limitada por la moral dado que a pesar
de tener la libertad de escoger que hacer, en ocasiones nuestras bases, valores y creencias nos
impiden realizar o no ciertas actuaciones. Por otro lado existe una actitud que se relaciona
infinita y estrechamente con la libertad y es la voluntad, puesto que puedes ser libre de
emprender algo pero, si no tienes la voluntad de hacerlo no lo haces. En efecto, la voluntad
interviene en todos los ámbitos de nuestras vidas. Por ejemplo, influye en el aprendizaje
debido a que los seres humanos pueden vivir sin adquirir ciertos conocimientos como:
astrofísica, ebanistería y/o futbol entre otros. No obstante, es voluntad de cada humano
seleccionar que desea aprender o no, esto de la mano de la necesidad o interés por aprender
sobre esa formación.
Como se ha mostrado la existencia humana se compone de varios términos muy
intrínsecamente relacionados pero, ¿cómo surge esta?
La existencia humana surge de una compaginación de trinidades, entendiéndose como
trinidad: el trio de cosas o personas divinas que existen en una misma esencia. Se hablan de
tres trinidades, la primera es la trinidad individuo, sociedad y especie; la cual explica que el
ser humano no se reduce a una sola individualidad puesto que la existencia del humano está
dada por la complementariedad los tres términos de esta trinidad, cada uno conlleva al otro.
Es decir, no hay individuo sin sociedad, no hay sociedad sin individuo, no hay individuo sin
especie ni especie sin sociedad. (Morín, 2006, pág. 57)
La necesidad de autoorganizacion de la sociedad biológica lleva a explicar la segunda
trinidad, esta nos retroalimenta sobre la importancia del vínculo que tienen los términos
describiendo el cerebro humano en tres etapas: palocefalo, mesocéfalo y córtex; explicando
que son heredadas de antiguos animales y que gracias a estas tenemos ciertas habilidades.
Haciendo integrar la animalidad con la humanidad y la humanidad con la animalidad.
La tercera trinidad describe la relación entre la razón, la afectividad y la pulsión. Esta,
argumenta brevemente que la pulsión puede en ocasiones afectar la racionalidad y la
afectividad. (Morín, 2006, pág. 60)
Finalmente, el ser humano como individuo no puede escapar de su suerte existencial, es decir,
es una partícula de polvo que puede esparcirse en algún momento, es efímero. Sin embargo,
al mismo tiempo contiene el todo de la vida, posee el todo sin dejar de ser un simple elemento
en el planeta.
La vieja filosofía fundó la noción del sujeto, el ser sujeto supone un individuo, lo cual
conlleva a reconocerse como viviente y único, el “yo” lo transforma dándole la cualidad de
sujeto. Esta característica especial es compartida entre sujetos sin obviar la individualidad
física y genética. Aunque, el ser humano tiene una condición esencial gracias a que posee las
tres trinidades, en su misma singularidad, le da el poder de tener identidad individual; ésta
lleva al individuo a ser alguien irreductible diferente a la sociedad y la especie. Debido a esto
la subjetividad hace que cada individuo se desprenda de la especie. (Morín, 2006, pág. 81)
El sujeto puede consagrarse por el cuidado y amor hacia el prójimo o por el interés propio al
ajeno, es decir, altruismo exclusivo el que conlleva al egoísmo: lo que suele acarrear un
perjuicio a los demás y el altruismo inclusivo el que se centra en una motivación para ayudar
a los demás o hacer el bien sin recompensa.
Para la realización de los procesos necesarios del individuo intervienen tres instancias
psíquicas: el yo, el súper yo y el ello.
El yo que es lo consciente, lo que se rige por la realidad.
El súper yo que es la interiorización de normas consensuadas socialmente, presiona a la
personalidad hasta acercarla a la idea de la perfección
El ello es lo que no podemos ver, lo inconsciente, la parte animal o instintiva que tienen todos
los seres humanos.
En consecuencia, posibilitan el “yo” y el todo por uno. La similitud entre el “yo” y el “otro”
está dada entre sus rasgos humanos o culturales, debido a esto se forma la intersubjetividad
la cual aporta todo para que la sociedad pueda construirse y formarse la cultura.
Por lo que hoy día hablamos de un “nosotros”.

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