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-Hace 37 años comenzó la última dictadura militar en nuestro país.

Ideas Básicas

-Hace 37 años comenzó la última dictadura militar en nuestro país.


-Durante la última dictadura militar hubo muchas prohibiciones y violaciones a los derechos
humanos.

-Durante la dictadura militar se persiguió muchas personas que fueron agrupadas bajo el
nombre de subversivos.

Alcance de Contenidos

- Reconocimiento de distintas voces en los testimonios de personas que estuvieron presentes


durante la última dictadura militar.
- Análisis de documentos históricos como actas de prohibición y periódicos de la época
- Conocimiento de libros, canciones y obras de teatro prohibidas durante la última dictadura
militar.
- Reflexión sobre los derechos humanos que fueron cercenados durante este periodo
histórico.

La última dictadura militar en Argentina Tiza en mano VI Ademyseducación–


Año 2013
Actividad 1
A continuación, aparecen dos testimonios de chicos cuyos padres fueron secuestrados durante la
Dictadura Militar. Léanlos e intenten responder las preguntas ¿A quiénes se llevaban los militares? ¿Por
qué?

Historia de Juliana
Yo lo que tengo son imágenes, porque recién había cumplido tres años, y una, muy fuerte, es la de
la biblioteca de la casa. Era en Villa Adelina. Hacía poco, un mes y medio o algo así, que vivíamos allí, pero
hoy podría describirla tal cual como era. Me acuerdo que estoy sentada con mi papá y que me leían
cosas, porque mi mamá era maestra jardinera y mi papá era maestro de grado y, además, mi mamá era
profesora de historia y mi papá, de historia y de geografía, así que libros en mi casa había. Había una
enciclopedia también, que no sé cuál era, porque después, cuando vinieron los militares, se la llevaron.
Yo a mis papas los veía a la noche sobre todo, ellos trabajaban todo el día y yo iba al jardín desde
los dos años. Me acuerdo de estar esperando el momento en que llegaran. Antonio y Beatriz se llamaban.
Mi mamá era del Jean Piaget. Mi papá era del La Salle, pero en ese tiempo tenía pocas horas como maes-
tro; se había puesto a trabajar como obrero en una fábrica textil porque la idea de él era que si estaba
defendiendo a los obreros, no podía defenderlos desde afuera, porque no iba a saber lo que sentían y
todo lo que vivían y lo que significaba ser explotado, que la única forma era hacerse obrero. Cuando
estaban conmigo, mis padres se dedicaban mucho, yo con ellos me divertía. Tenía una perra, Mendieta se
llamaba. Me acuerdo bien de ellos, aunque uno a veces no sabe qué cosas recuerda y qué cosas fue
armando con lo que a uno le contaron, con las fotos... No quiero rescatar la muerte de ellos. Ellos son
grandes no por ser desaparecidos sino por lo personas que eran. Me acuerdo de las vianditas de mi
abuela. El por qué lo fui entendiendo después. Ellos cobraban el sueldo y separaban, decían 'Bueno, con
eso vivimos, y el resto para repartir; siempre había compañeros que estaban en peor situación. Pero a
veces no llegábamos a fin de mes y entonces venía mi abuela, con la viandita. Me acuerdo siempre de esa
viandita.
El operativo fue el 12 de enero del 77. Yo estaba, y recuerdo, aunque hay cosas que se me
confunden. Describo bien toda la parte hasta que llegan ellos, pero después hay cosas que se me
confunden, porque soñé mucho. Entraron a la madrugada, estábamos durmiendo. Entraron por el pasillo
-la casa tenía un pasillo al costado-hasta un patiecito que había. La imagen que tengo es que salió mi
papá, y ahí lo matan. Pero, ya te dije, no sé si lo vi o lo soñé. Pero tengo esa imagen, muy fuerte: que yo
estaba mirando eso, que lo estaban matando, que yo veía, pero no me daba cuenta de que era eso, de
que lo estaban matando. No sabía lo que estaba pasando. Después recuerdo la camioneta, que tenía una
lona atrás, y que ahí la subieron a mi mamá, y que había gente adentro de esa camioneta. Mi mamá
estaba embarazada de cinco meses en ese momento, y ella les pedía
por favor que me llevaran a lo de mi abuela. Y al final me llevaron. Me
llevaron en un auto que estoy segura de que era un Falcon, por las di-
mensiones y todo eso, y también porque, cada vez que subo a un
Falcon, no sé... íbamos atrás, dos hombres de civil y yo; yo iba en el
medio. No les vi armas. Incluso bajaron en un kiosco y me compraron
caramelos Sugus, que eran mis preferidos. Después llegamos a lo de mi
abuela, y creo que en ese momento yo no entendía mucho, no
entendía que lo que le habían hecho a mi papá, que eso era matarlo. Lo
que yo contaba era que a mi mamá le habían lastimado la rodilla y que
escuchamos unos ruidos fuertes y que mi mamá me decía que no me
preocupara, que eran unos señores malos que estaban pinchando Juliana mirando la foto de sus padres

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Año 2013
globos, que ya iba a pasar todo, que iba a estar todo bien...
No volví más a esa casa. Mucho después volví a mirarla desde afuera. Después supe que se habían
llevado todo, todo. Mis papás eran fanáticos de los Beatles y se llevaron toda la colección de discos, la
biblioteca entera, mi cotorrita... No quedó nada en la casa.
Salió en los diarios, porque había sido el único operativo e n esa zona ese día, y tengo los recortes.
En los recortes decía que habían ido a hacer un operativo de rutina y que de adentro empezó el fuego,
cuando en mi casa no había armas. Y que mi mamá escapó dejando una pobre niñita, y que lo tuvieron
que matar al terrorista o al subversivo en defensa propia. Y que se encontraron un montón de libros
subversivos, cuando la verdad era que los libros más comprometidos estaban todos en lo de mi abuela, y
lo que había en mi casa eran mis libritos y algún libro de historia, la enciclopedia, y eso.
Mi tío fue a la comisaría a ver si sabían algo y le dijeron que no, pero d e s p u é s uno de los
policías salió corriendo, lo atajó en la esquina y le dijo que mi papá estaba enterrado en el cementerio de
Boulogne.
Entonces mi tío fue y el cuidador del cementerio le dijo dónde estaba, pero le pidió que no dijera
nada, que no podía darse por enterado; lo habían enterrado como N.N. en el descampado. Como había
sido el único operativo de ese día no fue a la fosa común. Meses después nos comunicaron oficialmente
que estaba enterrado allí. Pero nos dijeron mal, y después, cuando hubo que remover, vimos que no era
él: era una mujer. Y él estaba enterrado enfrente, envuelto en mi frazadita; por eso supieron que era mi
papá.
En mi familia, y yo agradezco eso, siempre me contaron todo, todo todo. Al principio me decían 'A
tu mamá se la llevaron, pero va a volver' y esto que lo otro, que se había tomado un micro que no
llegaba... Pero eso al principio, porque todos pensaban que iba a volver. Yo siempre tenía fantasías de
que mi mamá volvía, incluso más de grande, ahora mismo. La semana pasada soñé con mi mamá, que
estaba con un grupo scout, que era dirigente scout, y que había tenido amnesia y por eso se había
olvidado de todo... Hasta que a uno no le digan 'Mira, tu mamá está muerta, está acá' uno no lo cree. Sé
que estuvo en Campo de Mayo, y sabemos que tuvo un bebé varón. Y lo quiero conocer. Al principio no,
al principio yo decía: Yo lo que quiero es a mis padres'. Pero ahora sí, quiero conocerlo, que sepa quién
es.
Mi familia toda se movió, fueron muy solidarios, todos mis abuelos, mis tíos... Mi tío estuvo yendo
a Familiares, se sentaba al lado de Astiz... Hicieron habeas corpus, escribieron cartas, telegramas. Y
cuando iban a declarar siempre iba yo, con mi abuela, con mi tía... Me acuerdo que siempre teníamos
que esperar en algún lado donde había policías. Siempre había policías. Y yo siempre con mis Sugus a
cuestas. Y me acuerdo que les convidaba a todos, a cada uno. Ahora me dan ganas de decirles:
'Devuélvanme mis Sugus'.

De una carta que escribió Antonio, padre de Juliana, para su hijo o hija, pocos días después de enterarse de que
Beatriz estaba embarazada.

...Beatriz y yo somos bastante despalotados. Vivimos a las corridas, viéndonos poco o al menos no todo
lo que quisiéramos; no porque andemos detrás del coche o del departamento como andan casi todos. Sino
simplemente, porque pensamos que nuestra vida para adentro no sirve. Que si vivimos; vivimos para los
demás, para el hermano (...) ese compromiso es, o quiere ser, total, de cada cosa de nuestra existencia, desde
compartir el tiempo o la guita, hasta estar dispuestos a dar la vida, así, bien en concreto por esa Patria nueva,
la Patria Justa, libre, Soberana: Socialista (...)

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Año 2013
Gracias por venir hijo/hija. Gracias a Dios que te envía. Que nosotros no te fallemos. Que cumplamos
con lo que debe ser: ayudarte para que seas P£RSONA, -HOMBRE-PARA-LOS DEMAS. Que nunca tengas que
avergonzarte de nosotros.

Fuente: Montes, G. El golpe y los chicos, Ediciones Colihue, Buenos Aires, 1996. (fragmento)

Lean la historia de Juliana y respondan:


A - ¿A quiénes se llevaron?
B - ¿Cuándo? ¿A dónde?
C - ¿Por qué se los llevaron? ¿Qué hacían antes de que se los llevaran?

En la “Historia de Juliana”, busquen el fragmento en que Juliana cuenta qué dice el recorte del
diario que se publicó el día que mataron a su papá.
Armen un cuadro comparando lo que cuenta Juliana con lo que dice el diario. Pueden hacerlo de la
siguiente manera:

Dice el diario Dice Juliana

De adentro empezó el fuego En mi casa no había armas

Historia de Marcel

A papá lo meten preso después de que los obreros de la mina de hierro de HIPASAM, que estaban
en huelga, solicitaron el apoyo de los profesionales (papá es agrimensor, además de solidario). Lo
que pedían era una ambulancia en la mina, que no había, habilitación del aeropuerto, que tampoco
había... Fue una huelga muy importante porque la apoyaban todos los obreros y también los
profesionales. Esto fue en noviembre de 1975, yo estaba en sexto grado. Hacía cuatro años que
vivíamos en Sierra Grande, antes habíamos vivido en Suiza, en Jujuy, en Chocón, en Puerto Madryn,
según el trabajo de mi papá.

Papá se entera de que tiene una orden de captura y se presenta detenido. Y, aunque no era
militante político (sólo delegado en CTERA por los docentes), lo encerraron en la cárcel de máxima
seguridad de Rawson como 'comunista subversivo' (eso decía la carátula de la causa). Quedó así
legalizado como preso político. Estuvo preso, junto con otros profesionales, desde el 25 de no-
viembre del 75 hasta marzo del 76, unos días antes del golpe, salió gracias al trabajo de las mujeres
(en ese tiempo mi vieja era una mina muy valiente).

Cuando lo vienen a buscar a casa a papá para llevárselo, él ya se había ido a la policía a
entregarse, porque sabía por el abogado que tenía orden de captura. Me acuerdo que nosotros
escondimos el teodolito (ese aparato que sirve para medir distancias) en el altillo de la casa, para
que los milicos no lo rompieran y después dijeran que habían sido los huelguistas. El altillo quedaba
frente a la puerta de mi pieza. Cuando el policía entró por el pasillo de casa, yo me paré en la puerta
de mi pieza y lo miré a la cara, porque si yo miraba para el altillo él se iba a dar cuenta. Yo tenía once
años y eso era un esfuerzo, un esfuerzo grande, porque papá, cuando éramos chicos, se enojaba
bastante con nosotros, y una de las cosas era que no podíamos mirarlo a la cara cuando él nos
retaba. Fue un esfuerzo. Al hacerme solidario con mi viejo, con su causa, defender mi territorio, mi
pieza, y mirar al milico a la cara desde abajo fue como adquirir conciencia a los doce años.

Fuente: Montes, G. El golpe y los chicos, Ediciones Colihue, Buenos Aires, 1996. (fragmento)

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Año 2013
Lean la historia de Marcel y respondan:
A - ¿A quién se llevaron?
B - ¿Cuándo? ¿A dónde?
C - ¿Por qué se lo llevaron? ¿Qué hacía antes de que se lo llevaran?

Actividad 2
Lean los textos “El proceso del terror” y “A río revuelto”para buscar qué información aportan a las
preguntas ¿A quiénes se llevaban los militares? ¿Por qué?

El proceso del terror


La última dictadura militar, que golpeó el sistema constitucional el 24 de marzo de 1976 y se
mantuvo en el poder hasta el 10 de diciembre de 1983, fue un proyecto cuidadosamente
organizado.
Las Fuerzas Armadas en su totalidad—Ejército, Marina y Aeronáutica— con el apoyo de
otros sectores, desplazaron a través de las armas la presidenta, se hicieron cargo del país y se
dividieron cuidadosamente el poder. El "Órgano Supremo del Estado", como lo llamaban, estaba
integrado por los tres comandantes en jefe —Videla, Massera y Agosti— y ese órgano designaba al
presidente.
Tenían el propósito declarado de "acabar con la subversión", y con eso se referían no sólo a
la guerrilla, que ya estaba muy debilitada y en retirada, sino además a toda forma de movilización
popular, de protesta, de reclamo o tan siquiera de crítica.
El método elegido fue, por supuesto, el terror. Pero el terrorismo de Estado, o sea un
sistema de secuestros, torturas y asesinatos prolijamente planificados desde el poder. El trabajo
"sucio" lo hacían grupos de tareas, que "chupaban" —secuestraban— a la gente y la trasladaban a
los centros clandestinos de detención. Como esos centros de tortura eran secretos y los secuestros y
asesinatos no se declaraban, los secuestrados pasaban a ser "desaparecidos". En los ocho años del
gobierno militar llegó a haber 30.000 desparecidos. De algunos aparecieron luego los cadáveres,
pero de la mayor parte sigue sin haber ninguna noticia.
Además prohibieron la publicación y la circulación de libros, canciones, películas, revistas y
diferentes formas de expresión que consideraran que podían ser medios de difusión de ideas
subversivas.

Lean el texto “El proceso del terror” y respondan las siguientes preguntas:
A- ¿Entre que años duró la última dictadura militar?
B- ¿Quiénes conformaban el Órgano Supremo de Estado?
C- ¿Qué cosas consideraban los militares como “subversivas”?
D- ¿Qué significa ser “desparecido”?

Fuente: Bertoni, Romero y Montes. Entre dictaduras y democracias, colección Una Historia Argentina,
Libros del Quirquincho, Buenos Aires, 1992.(adaptación)

La última dictadura militar en Argentina Tiza en mano VI Ademyseducación–


Año 2013
Los diarios de la época publicaban las palabras de
los miembros de la junta de gobierno militar: Jorge
Rafael Videla, Emilio Eduardo Massera y Orlando
Ramón Agosti.

A río revuelto
Para los militares, subversivos eran los militantes políticos, los alfabetizadores, los
intelectuales, los estudiantes, los obreros, los dirigentes barriales, los sindicalistas que no se dejaban
manejar, cualquiera que criticara o reclamara merecía la etiqueta fatal... Fue una palabra que sirvió
para señalar al diferente, al que no pensaba como ellos, y los golpistas opinaban que a los diferentes
había que aniquilarlos.
Fuente: Montes, G. El golpe y los chicos, Ediciones Colihue, Buenos Aires, 1996. (fragmento)

Lean el texto “A río revuelto”. Busquen en qué parte se explica qué sigfnifica la palabra “subversivo”.
Intenten identificar qué parte del texto da una definición y qué parte da ejemplos.

Después de leer los textos “El proceso del terror” y “A río revuelto” revisá tus respuestas acerca de
por qué se llevaron a los papás de Juliana y Marcel.

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Año 2013
Actividad 3
Lean el texto “La política económica de la Dictadura” para buscar qué información aporta a la
pregunta ¿Con qué objetivo los militares perseguían a quienes pensaban distinto?

La política económica de la Dictadura


El Ministro de Economía de la Dictadura, José Alfredo Martínez de Hoz, llevó a cabo una política
económica que dio por resultado una gran concentración de la riqueza. Mientras que en 1975 la
participación de los salarios en el ingreso total era del 49,3 por ciento, en 1981 alcanzaba apenas el
34 por ciento.

Por otra parte, el achicamiento del Estado, la reducción del gasto público y la apertura hacia los
mercados externos fueron los elementos centrales de la política económica desde 1976. Las
importaciones masivas de productos elaborados en otros países perjudicaron a la industria nacional
y provocaron la disminución del trabajo.

Para competir con los precios de los productos importados, muchos empresarios nacionales
disminuyeron los salarios de los trabajadores y aumentaron los ritmos de trabajo. Muchos obreros
perdieron su empleo, se suprimió el derecho a huelga y los obreros perdieron beneficios
conquistados, como pago de horas extra, vacaciones, licencias.

Para llevar a cabo estas medidas fue necesario acallar a los trabajadores que se resistieran a su
implementación. Los delegados y muchos de los miembros de los sindicatos que defendían los
derechos de los trabajadores fueron sistemáticamente perseguidos por las fuerzas de seguridad.
Muchos están hoy desaparecidos.

La represión garantizó así a muchos empresarios la tranquilidad suficiente para aumentar sus be-
neficios. Por este motivo, este grupo apoyó la política económica de Martínez de Hoz mientras que
le exigía al Estado su colaboración en la limpieza de delegados sindicales.

Texto elaborado a partir de distintas fuentes

Lean el texto “La política económica de la Dictadura” y respondan:


1. ¿Cuáles fueron las principales medidas económicas que se tomaron durante la Dictadura?
2. Subrayá en el texto cuáles fueron las consecuencias que estas medidas tuvieron para los
trabajadores.
3. Explicá por qué eran fuertemente perseguidos los delegados y los representantes de los
sindicatos.
4. ¿Por qué te parece que en el texto dirá “La represión garantizó así a muchos empresarios la
tranquilidad suficiente para aumentar sus beneficios”?

El caso de la Hilandería Olmos

El 14 de enero de 1980 la fábrica textil Hilanderías Olmos implantó un programa de suspensiones del
personal que afectó a 220 personas. La empresa, ubicada en la localidad bonaerense del mismo
nombre, había comenzado a funcionar 20 años antes. Hacia principios de 1980 contaba con más de
800 obreros en su planta. Las suspensiones sin goce de sueldo marcaron el inicio de un conflicto que
culminaría a fines de 1981 con el cierre definitivo de la fábrica y el despido de todo el personal.

En uno de los informes de los directivos de la empresa se declara que el despido del personal se
debe a "la necesidad imperiosa de adecuar sus estructuras y funcionamiento a las nuevas reglas de
juego de la economía que se sintetizan en el concepto de apertura económica. Ello implica la
necesidad de buscar por todos los medios el aumento de la eficiencia y aprovechamiento de su plan-

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Año 2013
tel industrial, a fin de estar en condiciones de competir en precio y calidad con los productos de im-
portación".

Las importaciones masivas de prendas, hilados y tejidos que estaban ingresando al país provocaron
la disminución del trabajo por la caída de las ventas y la acumulación de stock, por lo que la empresa
se vería en la obligación de despedir gran cantidad de obreros.

Fuente: Agencia de noticias Télam, Todo está guardado en la memoria, 24 de marzo de 2006

Lean el texto “El caso de la Hilandería Olmos” y hagan una lista de las medidas económicas de la
Dictadura que aparecen mencionadas en el texto.

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Actividad 4
Las medidas económicas adoptadas y la forma de perseguir a quienes se oponían a ellas no eran
producto solamente de lo que decidía el gobierno de la Dictadura. Durante esos años, también hubo
dictaduras en muchos otros países de América Latina. Lean el texto “Los Estados Unidos y las
dictaduras de América Latina” para tratar de entender por qué sucedió de esa manera.

Los Estados Unidos y las dictaduras de América Latina


En la segunda mitad del Siglo XX, los países europeos perdieron protagonismo en el comercio
mundial. Los Estados Unidos se convirtieron en el mayor vendedor de productos, el más impórtame
centro financiero y el principal inversor de capitales. Las empresas norteamericanas realizaron
inversiones directas en los países de América Latina: se instalaron en ellos para explotar recursos
naturales (petróleo, cobre, azúcar, café o frutas tropicales) y para fabricar productos industriales.
Además, los bancos norteamericanos prestaron dinero a las empresas. Los Estados Unidos fueron el
principal destino de las exportaciones latinoamericanas y el principal vendedor de los productos que
importaba América Latina.

Este país empezó a ejercer desde entonces una supremacía militar y política. Consideraba que
América Latina era parte de su "área de influencia" e intervenía en la política interna de las naciones
latinoamericanas. En algunos casos esa intervención se realizó abiertamente, mediante el envío de
tropas destinadas a apoyar a algún sector político. Mientras que en otros fue más encubierta, como
por ejemplo en el apoyo al golpe de Estado en Chile, en 1973 el de Argentina en 1976 y los de otros
países como Brasil, Paraguay, Uruguay, Bolivia, Perú, Colombia, Venezuela y Ecuador. Sin embargo,
independientemente de que se tratara de una intervención abierta o encubierta, siempre se
canalizó a través de una alianza con los grupos empresarios más importantes y con las fuerzas
armadas.

Lean el texto “Los Estados Unidos y las dictaduras de América Latina” y respondan
a. ¿Por qué a Estados Unidos le interesaba lo que pasaba en países como el nuestro?
b. ¿Cómo intervenían los Estados Unidos en las decisiones de otros países?

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Año 2013
Actividad 5 (parte I)
Lean el cuento “La planta de Bartolo”, se trata de un cuento de la autora Laura Devetach que estuvo
prohibido durante la última dictadura militar. Piensen por qué motivos pueden haberlo prohibido.

La planta de Bartolo, por Laura Devetach


El buen Bartolo sembró un día un hermoso cuaderno en un macetón. Lo
regó, lo puso al calor del sol, y cuando menos lo esperaba, ¡trácate!, brotó
una planta tiernita con hojas de todos colores.

Pronto la plantita comenzó a dar cuadernos. Eran cuadernos hermosísimos,


como esos que gustan a los chicos. De tapas duras con muchas hojas muy
blancas que invitaban a hacer sumas y restas y dibujitos.

Bartolo palmoteo siete veces de contento y dijo:

—Ahora, ¡todos los chicos tendrán cuadernos!

¡Pobrecitos los chicos del pueblo! Estaban tan caros los cuadernos que las mamas, en lugar de
alegrarse porque escribían mucho y los iban terminando, se enojaban y les decían: —¡Ya terminaste
otro cuaderno! ¡Con lo que valen!

Y los pobres chicos no sabían qué hacer.

Bartolo salió a la calle y haciendo bocina con sus enormes manos de tierra gritó: —¡Chicos!, ¡tengo
cuadernos, cuadernos lindos para todos! ¡El que quiera cuadernos nuevos que venga a ver mi planta
de cuadernos!

Una bandada de parloteos y murmullos llenó inmediatamente la casita del buen Bartolo y todos los
chicos salieron brincando con un cuaderno nuevo debajo del brazo.

Y así pasó que cada vez que acababan uno, Bartolo les daba otro y ellos escribían y aprendían con
muchísimo gusto.

Pero, una piedra muy dura vino a caer en medio de la felicidad de Bartolo y los chicos. El Vendedor
de Cuadernos se enojó como no sé qué.

Un día, fumando su largo cigarro, fue caminando pesadamente hasta la casa de Bartolo. Golpeó la
puerta con sus manos llenas de anillos de oro: ¡Toco toe! ¡Toco toe!

—Bartolo —le dijo con falsa sonrisa atabacada—, vengo a comprarte tu planta de hacer cuadernos.
Te daré por ella un tren lleno de chocolate y un millón de pelotitas de colores.

—No —dijo Bartolo mientras comía un rico pedacito de pan.

—¿No? Te daré entonces una bicicleta de oro y doscientos arbolitos de navidad.

—No.

—Un circo con seis payasos, una plaza llena de hamacas y toboganes.
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Año 2013
—No.

—Una ciudad llena de caramelos con la luna de naranja.

—No.

—¿Qué querés entonces por tu planta de cuadernos?

—Nada. No la vendo.

—¿Por qué sos así conmigo?

—Porque los cuadernos no son para vender sino para que los chicos trabajen tranquilos.

—Te nombraré Gran Vendedor de Lápices y serás tan rico como yo.

—No.

—Pues entonces —rugió con su gran boca negra de horno—, ¡te quitaré la planta de cuadernos! —y
se fue echando humo como la locomotora.

Al rato volvió con los soldaditos azules de la policía,

—¡Sáquenle la planta de cuadernos! —ordenó.

Los soldaditos azules iban a obedecerle cuando llegaron todos los chicos silbando y gritando, y
también llegaron los pajaritos y los conejitos.

Todos rodearon con grandes risas al vendedor de cuadernos y cantaron "arroz con leche", mientras
los pajaritos y los conejitos le desprendían los tiradores y le sacaban los pantalones.

Tanto y tanto se rieron los chicos al ver al Vendedor con sus calzoncillos colorados, gritando como un
loco, que tuvieron que sentarse a descansar.

— ¡Buen negocio en otra parte! —gritó Bartolo secándose los ojos,


mientras el Vendedor, tan colorado como sus calzoncillos, se iba a la
carrera hacia el lugar solitario donde los vientos van a dormir cuando no
trabajan.

Cuento del libro La torre de cubos (Buenos Aires, Ediciones Colihue,


1985, colección Libros del Malabarista).

Lean el cuento “La planta de Bartolo”. Este cuento estuvo prohibido durante la última dictadura
militar. Anoten por qué motivos pueden haberlo prohibidos.

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Año 2013
Actividad 5 (parte II)

Lean el Acta de prohibición del libro La torre de cubos (libro que incluye el cuento “La planta de
Bartolo”).Expliquen por qué los militares decidieron prohibir el libro

Acta de prohibición del libro La torre de cubos


Boletín N 142 - julio 1979 - Ministerio de Cultura y Educación

NIVEL PRIMARIO

Prohibición de una obra

Buenos Aires, 23 de mayo de 1979.-

VISTO: Que se halla en circulación la obra La Torre de Cubos de la autora Laura Devetach destinada a los niños, cuya
lectura resulta objetable y CONSIDERANDO:

Que toda obra literaria para niños debe reunir las condiciones básicas del estilo;

Que en ello está comprometida no sólo la sintaxis sino fundamentalmente la respuesta a los verdaderos
requerimientos de la infancia;

Que estos requerimientos reclaman respeto por un mundo de imágenes, sensaciones, fantasías, recreación, vivencias;

Que inserto en el texto debe estar comprendido el mensaje que satisfaga dicho mundo;

Que del análisis de la obra "La Torre de Cubos", se desprenden graves falencias tales como simbología confusa,
cuestionamientos ideológico-sociales, objetivos no adecuados al hecho estético, ilimitada fantasía, carencia de
estímulos espirituales y trascendentes;

Que algunos de los cuentos-narraciones incluidos en el mencionado libro, atenían directamente al hecho formativo que
debe presidir todo intento de comunicación, centrando su temática en los aspectos sociales como crítica a la
organización del trabajo, la propiedad privada y al principio de autoridad enfrentando grupos sociales, raciales o
económicos con base completamente materialista, como también cuestionando la vida familiar, distorsas y giros de mal
gusto, la cual en vez de ayudar a construir, lleva a la destrucción de los valores tradicionales de nuestra cultura;

Que es deber del Ministerio de Educación y Cultura, en sus actos y decisiones, velar por la protección y formación de
una clara conciencia del niño;

Que ello implica prevenir sobre el uso, como medio de formación, de cualquier instrumento que atente contra el fin y
objetivos de la Educación Argentina, como asimismo velar por los bienes de transmisión de la Cultura Nacional; Por
todo ello.

EL MINISTRO DE EDUCACIÓN Y CULTURA RESUELVE;

1º Prohibir el uso de la obra "La Torre de los Cubos" de Laura Devetach en todos los establecimientos educacionales
dependientes de este Ministerio.

2º De forma.

La última dictadura militar en Argentina Tiza en mano VI Ademyseducación– Año 2013


Actividad 6
Lean el texto “El fin de la Dictadura” para conocer las causas que dieron lugar al fin de la Dictadura.

El fin de la Dictadura
Voces en contra
Durante la Dictadura mandó la censura: no había protestas ni huelgas. Todo parecía muerto, quieto.
Los primeros en reaccionar fueron los que se animaron a hablar en voz alta del terror secreto, y a exigir que
los desaparecidos volvieran a aparecer, y vivos, como se los habían llevado de las casas.
A mediados de 1977 ya resonaban con fuerza las voces de las madres de los secuestrados. Durante
todos esos años habían ido de un lado al otro en busca de sus hijos y ahora cambiaban de estrategia, hacían
público su reclamo, se mostraban, pedían cuentas, "manifestaban'', algo que parecía olvidado en la
Argentina. Jueves a jueves, cubierta la cabeza con un pañuelo blanco, daban vueltas y vueltas a la pirámide
que hay en la Plaza de Mayo, para exigir la atención de los asesinos. Simplemente estaban allí, no faltaban
nunca, y su presencia era una terrible forma de denuncia.
Hubo, además de la de las Madres, otras organizaciones, algunas antiguas y otras nuevas, que se
hicieron oír. En especial, la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos de la que formaron parte
muchos de los abogados que tenían a su cargo esos famosos hábeas corpus, algunos políticos, intelectuales.
Pero también el Movimiento Ecuménico por los Derechos Humanos, el Centro de Estudios Legales y Sociales,
el Servicio Paz y Justicia, la Liga Argentina por los Derechos del Hombre, y otras dos organizaciones que,
como la de Madres de Plaza de Mayo, estaba vinculada con la desaparición de personas: Familiares de
Detenidos-Desaparecidos y Abuelas de Plaza de Mayo, que reclamaba -sigue reclamando- especialmente por
la restitución de los niños nacidos en los campos de detención y tortura.
Por ese entonces ya se comenzaba a hablar en todo el mundo del terror argentino. En Europa se
empezaban a enterar de lo que pasaba en este país y los periodistas extranjeros intentaban averiguar más
sobre este tema.
Todo eso perjudicaba mucho al gobierno, que contraatacaba diciendo que eran puras mentiras y
"propaganda antiargentina": ¿cómo se atrevían esos extranjeros a criticarnos, a pedirnos cuentas? Incluso
mandó imprimir unos cartelitos que decían "los argentinos somos derechos y humanos".
De manera que se podría decir que, hacia 1981, cinco años después del golpe, los golpistas ya no
estaban pasando por sus mejores momentos. Los defensores de los derechos humanos los acosaban
implacablemente. El mundo comenzaba a mirarlos con sospecha.
Se termina el apoyo
Muchos empresarios que habían apoyado a los militares en los primeros años porque la economía
impuesta por el este gobierno los había beneficiado, estaban atravesando momentos difíciles y comenzaban
a pasarse al bando de los cuestionadores.
La Iglesia, antes muy callada -salvo por unos pocos obispos y algunos sacerdotes-, también
comenzaba a pedir cuentas. Y la gente iba saliendo poco a poco de su parálisis y sentía nuevos deseos de
participar. La política iba dejando de ser mala palabra.

La última dictadura militar en Argentina Tiza en mano VI Ademyseducación– Año 2013


Se empezó a pensar, entonces, en cuál podía ser el modo de devolverles el gobierno a los civiles sin
dar marcha atrás ni deshacer el modelo de país domesticado que habían construido en esos años. Pero la
salida no les resultaba fácil.
La guerra de Malvinas
Hubo algunos cambios en la Junta Militar; al general Videla lo reemplazó el general Viola y a Viola, al
poco tiempo, otro general: Galtieri.
Con el propósito de recuperar el apoyo de la gente y unirse frente a un enemigo común (Inglaterra),
Galtieri planeó invadir las Malvinas. Para eso, mandó un ejército de muchachos, soldados de 18 años, mal
pertrechados y mal entrenados, para luchar contra un ejército poderoso, profesional y bien equipado. Y fue
mandarlos al muere. Ni siquiera se ocupó de que tuviesen el abrigo necesario para hacer frente al frío y a la
lluvia.
Al comienzo todo pareció funcionarle bien. Hubo algunas victorias y el entusiasmo belicista se
contagió a toda la población. Políticos, artistas, gremialistas, intelectuales, empresarios, deportistas,
muchísimos argentinos declaraban su apoyo a la causa, e incluso hubo grandes grupos que se concentraron
en la Plaza de Mayo para vivar al general Galtieri.
El gobierno, entretanto, se ocupaba de alimentar el triunfalismo con partes de guerra exaltados y
muchas veces mentirosos. Hasta que ya no pudo disimular más la realidad: los ingleses triunfaban y las
tropas argentinas habían tenido que rendirse. Quedaban, otra vez, muchos muertos, soldados, muchachos.
Esa derrota fue el final para los golpistas. Galtieri tuvo que renunciar de inmediato y se hizo cargo del
gobierno otro general, Bignone. Frente a ese poder ya quebrado la ciudadanía fue ganando más y más
confianza. Se multiplicaron las manifestaciones, algunas realmente gigantescas, como la Marcha por la Vida
que convocaron las organizaciones de derechos humanos en octubre de 1982 y la Marcha por la Democracia
un par de meses más tarde.
Y, lo que era aún más grave para el gobierno, lo oculto empezaba a salir a la luz. Se daban a conocer
los horrores secretos. Las revistas y los periódicos se habían quitado por fin la mordaza y hacían revelaciones
tan espantosas que ya nadie podía seguir haciéndose el desentendido.
Así fue como recomenzó la democracia. Los militares convocaron a elecciones, hubo otra vez
campañas políticas, pancartas, pintadas. Raúl Alfonsín resultó el nuevo presidente electo.
Hoy, muchos de los militares que protagonizaron el Golpe están presos y siendo juzgados. Por su
parte, muchas personas han vuelto a organizarse de diferentes modos para seguir luchando por una
sociedad más justa para todos.
Fuente: Montes, G. El golpe y los chicos, Ediciones Colihue, Buenos Aires, 1996.(adaptación)

Lean el texto “El fin de la Dictadura”


Los párrafos que se encuentran debajo de cada subtítulo (“Voces en contra”, “Se termina el apoyo” y “La
guerra de Malvinas”) explican cada una de las causas que dieron lugar al fin de la Dictadura. Expliquen con
sus palabras cuáles son cada una de esas tres causas.

La última dictadura militar en Argentina Tiza en mano VI Ademyseducación– Año 2013


Las diferentes dictaduras en Argentina
Si bien la dictadura de 1976 fue la más larga y sangrienta, no fue la única que sufrió nuestro país en el Siglo
XX. Los golpes de Estado y el derrocamiento de presidentes fueron moneda corriente en la historia de la
Argentina.

El sistema democrático fue interrumpido otras cinco oportunidades: entre 1930 y 1931, entre 1943 y 1946,
entre 1955 y 1958, entre 1962 y 1963, y entre 1966 y 1973. En todos los casos, las fuerzas armadas tuvieron
participación, con complicidad de sectores civiles (terratenientes, empresarios, medios de comunicación,
etc.) y otros sectores como la Iglesia.

Los primeros golpes tuvieron como principal objetivo el quiebre del orden democrático y la instauración de
un gobierno dictatorial provisorio, es decir que durara pocos años. Sin embargo, las dos últimas dictaduras
se mantuvieron en el poder mucho tiempo e instauraron un estado autoritario que gobernó violando los
derechos humanos, la Constitución e instaurando el terrorismo de Estado para ejercer el poder.

Afortunadamente, en 1983 retornaron los gobiernos democráticos. Desde entonces, no sólo no ha habido
más golpes de estado, sino que incluso los contados intentos de hacerlos fueron ampliamente repudiados
por toda la sociedad.

1. Hagan una línea de tiempo del Siglo XX y ubiquen en ella los períodos de dictaduras y los períodos de
democracia.
2. Elijan una de las dictaduras mencionadas y busquen información al respecto. Armen un breve texto para
leérselo a sus compañeros.

Agradecemos el presente trabajo, colaboración para Tiza en Mano, suplemento de educación de


Ademys, a Julieta Iurcovich, Cecilia Chiapetta y Federico Milman, docentes de escuelas públicas de la
Ciudad de Bs As.

(En caso de no poder bajar este cuaderno podés solicitarlo por mail a alguno de sus autoras y autor,
buscando sus direcciones en Facebook. Muchas gracias)

La última dictadura militar en Argentina Tiza en mano VI Ademyseducación– Año 2013

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