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la
lenguaje de
vía
desestructuración
la
Integrantes:
Camilo Rojas
Cristóbal Rojas
Alex Parraguez
Paz Vicuña
El presente trabajo tiene como objetivo principal realizar una micro investigación
que expondrá los aportes que realiza Antonin Artaud y Tadeusz Kantor en la escena,
poniendo énfasis en las modificaciones y transformaciones propias de su época y el
legado que dé deja cada uno de ellos en la construcción de imágenes y nuevos discursos
para el teatro en la actualidad. Por un lado, se hará una revisión de cada director,
analizando su contexto y las intenciones que propiciaron sus propuestas escénicas,
profundizando en los cambios políticos, sociales y culturales que caracterizaron la
primera mitad del siglo XX, entendidas hoy como vanguardias históricas. Finalizando
con un análisis de la obra “La clase muerta” de Tadeusz Kantor, material que permitirá
ejemplificar de manera clara las formas en que se logra desestructurar los lenguajes
teatrales preexistentes en el siglo XIX.
Las vanguardias históricas según Peter Bürger: son un momento único e
irrepetible en la cultura y el arte. Llamamos vanguardias históricas a un conjunto de
concepciones y prácticas artísticas, y específicamente teatrales, en torno a un nuevo
fundamento de valor, surgido a finales del siglo XIX y consolidado en las primeras
décadas del siglo XX, aproximadamente entre 1896 y 1939 (Dubatti, 2017. p.4). Este
hito en la historia universal, pero por sobre todo en el teatro, permitió que muchos
artistas comenzaran a hacerse cuestionamientos sobre lo que están haciendo y las
prácticas que están llevando a cabo en relación a su arte. Tal es el caso de Antonin
Artaud y Tadeusz Kantor, que comienzan a gestar sus creaciones a partir del
cuestionamiento a los procesos de productibilidad y utilitarismo que se le ha otorgado
al teatro durante siglos. El rechazo a la herencia simbolista y naturalista de querer
replicar fielmente la realidad, da paso a nuevas estrategias representacionales,
devolviendo de esta manera el rol político y social que caracterizaban al teatro.
El trabajo que realiza Kantor está fundado sobre lo concreto y vivo del teatro, sobre la
experiencia y el acontecimiento, el teatro pare él debe ser verdadero y serio “no tiene
que dar la ilusión de la realidad contenida. Esta realidad del drama debe volverse
realidad en el escenario” (Kantor, 1977.p.17). Bajo esta premisa se entiende el trabajo
del investigador, como un potenciador del vínculo con el espectador, la materia propia
del teatro capaz de sorprender y desafiar constantemente. Conocido por la planificación
casi obsesiva de los elementos en su escena, Kantor utiliza innovadoras y rupturistas
estrategias representacionales en sus obras, tal es el caso de la relación que mantiene
con las artes visuales, y la manera que traspasa esas forma y materialidad a sus
trabajos.
Como Artaud, Kantor recurre a la concreción como elemento
decisivo del lenguaje escénico: frente a lo ilusorio de la imagen
pictórica o fotográfica, la escena es capaz de producir una realidad
tan concreta como la de la sala: esto es lo que debe ser perseguido.
Pero para ello habrá que renunciar a los factores de ilusionismo
habituales en el teatro. (Sánchez,1994, p.150)