Documente Academic
Documente Profesional
Documente Cultură
CEDODAL
ARQUITECTURA MODERNA Y ESTADO EN ARGENTINA. Edificios para Correos y Telecomunicaciones (1947 - 1955)
CENTRO DE DOCUMENTACIÓN DE ARQUITECTURA EN ARGENTINA
LATINOAMERICANA
Y ESTADO EN ARGENTINA
El Centro de Centro de Documentación de Arquitectura La arquitectura moderna, en Argentina, forma parte in-
Latinoamericana, se formó en Buenos Aires en el año 1995 disoluble de la historia material del siglo XX y constituye,
con el objetivo de contribuir al desarrollo de la investigación por tanto, un campo de estudio que permite bucear en
histórica, la formación teórica, la capacitación de recursos
Edificios para Correos y Telecomunicaciones
procesos complejos que definieron la espacialidad actual
humanos y la difusión de la arquitectura iberoamericana.
El CEDODAL cuenta con un importante fondo documental
de nuestros edificios y ciudades, a la vez que aporta a la
que se reunió a través de más de cuarenta años de labor de sus generación de un patrimonio cultural relevante; a pesar de
directores y con el aporte de adquisiciones o donaciones de nu-
merosos profesionales e investigadores en este último tiempo.
(1947 - 1955) los esfuerzos hechos por alguna historiografía para negar-
lo, la arquitectura moderna fue sinónimo de arquitectura
La documentación del CEDODAL comprende:
pública durante dos largas décadas (1935-55) en que se
- la BIBLIOTECA de aproximadamente 30.000 volúmenes
de arquitectura, urbanismo, historia y arte, preferentemente forjaron avances modernizadores notables.
de América Latina. El corpus integra unidades temáticas De este modo conjuntos habitacionales, hospitales, escue-
tales como arquitectura contemporánea en América Latina, las, infraestructura para el turismo, edificios emblemáticos
Vivienda popular, Arte Latinoamericano, Preservación del de empresas públicas como YPF o la Junta Nacional de Gra-
patrimonio y Técnicas tradicionales.
nos y, por supuesto, los edificios gestados en la Dirección
- la HEMEROTECA con alrededor de 10.000 revistas, de
países iberoamericanos, es la colección más importante que de Arquitectura de Correos y Telecomunicaciones (DACyT)
existe sobre arquitectura y urbanismo en América Latina. a partir de 1947, forjaron una imagen de modernidad
- la FOTOTECA incluye secciones de fotografía histórica, desde lo estatal, asociada a un proyecto modernizador
fotografía de investigación y un importante fondo de diaposi- integral del país.
tivos, estimándose su volumen en un total de 35.000 unidades.
Hay cerca de 80 álbumes de fotos originales que cubren de
La historiografía de la arquitectura moderna producida en
1859 a 1950. Dentro de esta sección merece destacarse la colec- Argentina a partir la década de 1980, ha ido proponiendo
ción de TARJETAS POSTALES, con imágenes de principios del renovadas interpretaciones, concurriendo al mejor cono-
siglo XX de las ciudades americanas, obras de arquitectura y cimiento y enfatizando el interés acerca de una infinidad
escultura urbana y la Biblioteca especializada que incluye
de obras que construyeron nuestros tejidos urbanos
ediciones originales y recortes periodísticos temáticos.
- la MAPOTECA cuenta con varios centenares de planos de cubriendo las necesidades de dar albergue a las nuevas
arquitectura y urbanos, en su mayoría con soporte heliográfico. funciones y a los nuevos requerimientos espaciales de
Integran esta sección dibujos originales de arquitectura, gra- ciudades que se expandían y modificaban. El CEDODAL,
bados y una importante colección de planos catastrales. en los últimos años ha publicado gran cantidad de investi-
- el ARCHIVO DOCUMENTAL comprende una inmensa
gaciones sobre estas problemáticas, abordadas desde las
documentación de recortes periodísticos, fotocopias de artícu-
los y folletos, iconografía y correspondencia de arquitectos escalas urbana y arquitectónica; asimismo, en la Facultad
y artistas, así como una sección de manuscritos originales y de Arquitectura, Diseño y Urbanismo de la UNL, estos
una colección de microfilms sobre documentación histórica temas han sido objeto de estudio, dando como resultado
de archivos españoles y americanos. diversas publicaciones académicas.
En el CEDODAL está también integrado el CENTRO BARRO
que atiende las iniciativas vinculadas a técnicas tradicionales
Siguiendo el derrotero de estas líneas ya trazadas, este
y vivienda. libro, fruto del Convenio firmado entre las entidades men-
cionadas y la Comisión Nacional de Museos, Monumentos
Director: Arq. Ramón Gutiérrez y Lugares Históricos, pretende explorar la formación de
ramongut@interserver.com.ar
la arquitectura pública moderna ejecutada en la DACyT,
Vicedirectora: Dra. Graciela María Viñuales
cenbarro@interserver.com.ar indagando en sus homogeneidades y diferencias, inter-
Coordinadora Técnica: Dra. Patricia Méndez pretando a cada uno de los casos como manifestación
patrimen@gmail.com del debate de las ideas sobre la arquitectura y la ciudad
Coordinador Editorial: Arq. Julio Cacciatore vigentes en ese período y reconociendo las condiciones y
juliocacciatore@gmail.com
los mecanismos de producción de estos edificios, a fin de
Arte Latinoamericano: Dr. Rodrigo Gutiérrez Viñuales
rgutierr@ugr.es promover un conocimiento que aporte a su más ajustada
Ambiente y Territorio: Dr. Alejo Gutiérrez Viñuales apreciación y a la conservación de ese patrimonio.
alejo.gutierrez.vinuales@gmail.com
Investigación y gestión: Lics. Elisa Radovanovic, Cristina Adriana Collado
González Bordón; Arqs. Carlos Balmaceda, Marta
García Falcó, Liliana Lolich y Diana Rosemberg FADU-UNL
Informática: Arq. Dora Castañé e Ing. Martín Gutiérrez
Viñuales
Documentalistas: Arqs. Susana Mendigochea; Katherine
Mora Rojas; Lic. Lucía Rud, Faustino Chirino y
Margarita Gibbons
www.cedodal.com | cedodal2009@gmail.com
EDICIÓN
Dra. Adriana Collado (FADU-UNL)
INVESTIGACIÓN
Dra. Adriana Collado (Dirección General)
EXPOSICIÓN
Dra. Patricia Méndez
Juan Claudio Tristán
DISEÑO DE PANELES Presidente del Correo Oficial de la República Argentina
Arq. Katherine Mora Rojas
PROCESAMIENTO DE IMÁGENES
Arq. Katherine Mora Rojas; Srta. Luisa Gómez Cardona
Arquitectura moderna y estado en argentina : edificios para correos y telecomunicaciones 1947-1955 / Adriana Collado ... [et.al.] ; dirigido por
Patricia Méndez ; edición a cargo de Adriana María Collado. - 1a ed. - Buenos Aires : CEDODAL - Centro de Documentación de Arte y
Arquitectura Latinoamericana; Facultad de Arquitectura, Diseño y Urbanismo UNL, Argentina, 2013.
152 p. + CD-ROM : il. ; 29x21 cm.
ISBN 978-987-1033-48-5
1. Arquitectura Moderna. 2. Historia de la Arquitectura Argentina. I. Collado, Adriana II. Méndez, Patricia, dir. III. Collado, Adriana María, ed. lit.
CDD 720.1
Hecho el depósito que marca la ley 11.723, queda prohibida la reproducción total o parcial de este libro, salvo expresa autorización de los autores
ARQUITECTURA MODERNA
Y ESTADO EN ARGENTINA
Edificios para Correos y Telecomunicaciones
(1947 - 1955)
ÍNDICE
7 Prólogo
Juan Claudio Tristán
11 Introducción
Dra. Arq. Adriana Collado
141 Biografías
Lic. Elisa Radovanovic
149 Bibliografía
Arq. Sofía B. Rotman
Hoy, a diez años de la recuperación de nuestro Correo Oficial por parte del Estado Na-
cional, tenemos el agrado de compartir este importante y extenso análisis sobre la Arquitec-
tura Moderna desarrollada en nuestro país durante el gobierno de Juan Domingo Perón entre
1946 y 1955, comprometiéndonos con la revalorización de la historia de la Institución, en to-
dos sus aspectos.
Correo Oficial
Abrazando la Patria
7
Valorando nuestro patrimonio
Siempre atrás de las organizaciones están las personas, son muchas y todas valiosas, pero
quiero destacar especialmente al Arquitecto Ramón Gutiérrez que me honra con su amistad, mi
especial reconocimiento a la Arquitecta Adriana Collado que investigó y coordinó magnífica-
mente el proyecto, a la Arquitecta Patricia Méndez a cargo de la exposición y todos los expertos
que hicieron posible esta publicación. Disfrutemos ahora de esta obra sobre la Arquitectura
Moderna y sobre el Estado construyendo sistemas de servicio de calidad para todos. Será res-
ponsabilidad de la Comisión Nacional de Museos y de Monumentos y Lugares Históricos, elegir
los emblemáticos y concretar su declaratorias como Monumentos Históricos Nacionales, para
proteger este sistema Patrimonial que integra la memoria de todos los Argentinos.
8
La Investigación en la Facultad de Arquitectura, Diseño
y Urbanismo
En este sentido, debe destacarse que el presente texto surge de una reflexión sobre la
situación histórica y contextual de la Facultad de Arquitectura, Diseño y Urbanismo de la Uni-
versidad Nacional del Litoral, no obstante lo cual quizás algunos aspectos y tópicos abordados
puedan extrapolarse a otras realidades institucionales.
Hace algunos años, la FADU debió repensarse para afrontar los desafíos de la propuesta
de gestión de la UNL citada inicialmente. Ello significó resolver un doble problema, dado que
si delinear nuevas políticas de investigación, cuyas agendas se construyan desde la inclusión
de múltiples miradas y actores, por sí mismo constituía una meta ambiciosa, más aún lo era
para una disciplina joven en la Universidad, sin demasiada tradición en investigación y en un
contexto local, e incluso nacional, dominado por otras lógicas científicas consolidadas durante
décadas. Al respecto vale destacar que la Arquitectura continua hoy en día sin poseer un espacio
propio en ciertos nomencladores de Ciencia y Técnica, debiendo inscribirse en sucesivas deriva-
ciones hasta llegar finalmente a un lacónico “otras disciplinas”…
Esta última posición, que “per se” incluye las fortalezas individuales, se consideró como la
mejor estrategia para abordar las crecientes interpelaciones del contexto a las instituciones de
educación superior. En efecto, el mayor desafío de la Universidad actual es la apropiación social del
conocimiento, contribuyendo al desarrollo integral de la comunidad a partir del saber, la ciencia,
la tecnología y la cultura, a cuyos efectos deben concebirse políticas que articulen la formación de
recursos humanos, producción de conocimientos y transferencia de manera integrada.
1.“Educación y Técnica como
La presente obra es una cabal expresión de un significativo crecimiento institucional Proyecto Político”. Propuesta de
y de un modo complejo de gestión de la investigación en arquitectura, que atienda tanto a la Gestión UNL, 2005.
9
multiplicidad de actores vinculados al patrimonio histórico como a los intereses específicos de
la FADU en su contexto regional.
10
Introducción
El punto de inicio de este trabajo, estuvo dado por una convocatoria de la Municipalidad
de Santa Fe que, ante la gestión de un convenio con el Correo Argentino (luego no concretado)
solicitó en 2009 a la FADU-UNL un estudio para la puesta en valor y refuncionalización del correo
local; me correspondió estar a cargo, secundada por Ma. Laura Tarchini y Martina Acosta, de
la investigación histórica y valoración patrimonial, cuyos primeros resultados concluyeron en
diciembre de ese año. La necesidad de afrontar esta tarea en medio de una notable ausencia de
fuentes accesibles y de bibliografía documentada, llevó a multiplicar las líneas de indagación; el
inicio de 2010 fue un momento en que (casualmente?) se produjo una coincidencia de intereses
que permitieron afianzar la investigación: en la Comisión Nacional de Museos, Monumentos y
Lugares Históricos (CNM), se estaba trabajando con el criterio de temáticas y series patrimoniales,
detectándose el caso de los correos modernos como una de las ausencias en las declaratorias
de edificios del siglo XX; en el ámbito académico, acabábamos de integrar el Grupo de Estudios
sobre Arquitectura Moderna Argentina (GAMA) en el que varios integrantes compartíamos el
interés por este tema, que fue debatido en distintos encuentros; en la Dirección Nacional de
Arquitectura (DNA) se comenzaba a rescatar, mediante la decisión de los funcionarios y la va-
liosa experiencia archivística de Lucrecia Guarrera, el archivo técnico que por una década había
permanecido inaccesible y que aportó una fuente de valor insustituible.
11
La CNM fue el primer organismo en brindar apoyo, facilitando las gestiones con la DNA
para conocer y acceder a ese archivo técnico de Correos (hoy Centro de Recuperación, Investiga-
ción Histórica y Digitalización del Archivo de Correos–CRIHDAC) que estaba recién en la primera
etapa de organización; un miembro de la CNM, Jorge Tartarini, aportó como antecedente, un
trabajo de su autoría sobre el parque edilicio de correos, Patrimonio Histórico del Correo Argenti-
no, elaborado en 1995, inédito, que orientó acerca de la magnitud de la tarea que se emprendía.
Desde el CEDODAL, Ramón Gutiérrez pudo localizar a algunos de los arquitectos que habían
trabajado en la DACyT entre 1947 y 1960, que pasaron a ser informantes calificados y colabora-
dores incondicionales en la tarea de reconstruir el proceso de producción de este conjunto de
edificios; en particular, en julio de 2011 entrevistamos a Eudaldo Vidal y Fernando Saladrigas,
y tomamos contacto indirecto con Julio Heguilor Rocca y Rinaldo Miscione. Desde el mismo
Centro y apoyada en las numerosas colecciones de su acervo, Patricia Méndez comenzó una
revisión hemerográfica que permitió ubicar el peso que el tema de correos había tenido en las
revistas especializadas.
Para nosotros, el problema no residía en trabajar sólo sobre los casos paradigmáticos, las
cabeceras de distritos que constituían los referentes monumentales, sino en entender y poder
explicar una lógica que abarcó el país todo, hasta los más remotos rincones de su geografía;
sabíamos que en otra escala, existían más de setenta casos que se podrían denominar ejem-
plos menores, que era lo que verdaderamente le daba sustento a la hipótesis conque se estaba
afrontando el tema: la idea de que en la Argentina del primer peronismo, existió una manifiesta
voluntad de representación de los servicios postales y de comunicaciones, bajo un signo de
modernidad administrativa y de eficiencia, para lo cual se recurrió al repertorio formal y a los
tipos urbano-arquitectónicos de la modernidad. Esto ponía a la tarea en una dimensión tal que
la constituía en un verdadero desafío.
12
bliografía disponible, pudimos detectar una escasa presencia del material documental, que nos
alentaba a asumir el desafío.
El presente libro es, entonces, una consecuencia del trabajo integrado de un conjunto de
investigadores, que se pone a consideración de las comunidades académicas en que los mismos
participan y de un público general que pueda verse convocado al conocimiento del tema. El
área geográfica abarca el territorio argentino en su conjunto, dada la enorme dispersión de la
obra estudiada; en cuanto al periodo, trabajamos la cronología 1947-1955, que resulta central
para nuestra hipótesis, dejando abierto un lapso de alrededor de dos años inmediatamente
posteriores al golpe de Estado de 1955, a fin de trazar algunas comparaciones con el proceso de
continuidad que, reconocemos, se opera en la DACyT en esos años. Por fuera de esa cronología,
abrimos con un trabajo de Graciela Viñuales que presenta al correo como institución colonial,
y su importancia en la dimensión espacial, tanto en la escala edilicia como territorial, que da
marco a los artículos posteriores.
Mi propio artículo pretende, a través de una exposición del proceso, tanto en lo institu-
cional como en la operación disciplinar, presentando sus consecuencias y valoraciones, demos-
trar que hubo un ajuste entre los planes estatales relacionados con las comunicaciones y las
formas que se produjeron desde la DACyT para satisfacer los requerimientos gubernamentales
que pedían resolver la entidad espacial y material para acoger un programa de edilicia pública
de alcance nacional. El trabajo de Eduardo Maestripieri, desarrolla un examen de las correspon-
dencias entre modernidad y Estado, como un camino que le permite exponer las relaciones
entre arquitectura y cultura urbana durante el período; toma como referente para su desarrollo
al Edificio Movimiento, analizado en su contexto de producción y poniendo en perspectiva los
conceptos en los que se sustentó el proyecto. Se desarrollan a continuación los estudios de ca-
sos, enfocando los principales edificios proyectados y construidos por la DACyT con el rol de ca-
beceras de distrito: Mendoza (Graciela Moretti), Córdoba (Juana Bustamante), Santa Fe (Martina
Acosta y Laura Tarchini), San Juan (Marcelo Vizcaíno), Corrientes (Patricia Méndez), Mar del Plata
(Alejandro Novacovsky y Analía Benítez), Neuquén (Liliana Lolich) y Santa Rosa de La Pampa
(Liliana Lolich y Cristina Covas). Cada uno de los casos fue trabajado en una doble dimensión;
en su propia entidad, como exponente de la arquitectura pública para las comunicaciones, ana-
lizando críticamente los valores y des-valores del objeto, a la vez que atendiendo a su inserción
en cada ciudad, al impacto provocado por la obra en su entorno y estableciendo relaciones con
otros ejemplos locales con los que compartió una contemporaneidad.
Desde la hipótesis de que las propuestas para los correos no se limitaron a atender la
escala arquitectónica, sino que, implícitamente proyectaron el espacio urbano con un nuevo
modelo de intervención, el artículo de Ma. Laura Bertuzzi, incursiona en el tema de la relación ar-
quitectura-ciudad. Plantea cómo los correos insertaban un volumen novedoso y autónomo, que
desconocía atributos de la manzana tradicional, a la vez que definía un tipo edilicio factible de
ser repetido, con una clara adscripción al urbanismo moderno. El artículo de Rodrigo Gutiérrez Vi-
ñuales presenta la importancia que el diseño gráfico y la plástica en general, tuvo en el programa
de difusión institucional de la Dirección de Correos (más tarde Ministerio de Comunicaciones);
una atención al diseño que atravesaba todas las escalas, desde la minuciosa composición de una
estampilla hasta la imagen de un afiche publicitario, y cuyo cometido era, en definitiva, sostener
13
desde las representaciones el proyecto modernizador. Cecilia Dinardi, en un trabajo originado en
su tesis doctoral recientemente defendida, propone una valoración institucional del organismo
de Correos y Telecomunicaciones, al que presenta como patrimonio social, en una escala diferen-
te, que trasciende la más frecuente valoración de los edificios como patrimonio arquitectónico,
para ponderarse en el nivel de los imaginarios nacionales en tanto servicio público.
En este punto, se hace necesario destacar el valor del trabajo del equipo, que no por dis-
perso resultó menos fructífero al momento de aportar a la concreción de este proyecto, por lo
que expreso mi reconocimiento a todos los investigadores y colaboradores participantes. En el
nivel institucional debo mencionar los apoyos de la Facultad de Arquitectura, Diseño y Urbanis-
mo de la Universidad Nacional del Litoral y de la Comisión Nacional de Museos, Monumentos y
Lugares Históricos que resultaron claves para llevar adelante la tarea, como también del Correo
Argentino que avaló, acompañó y auspició la edición del libro; en lo personal, va mi agradeci-
miento a Pedro Sonderéguer y Ramón Gutiérrez, que desde el primer día alentaron con entu-
siasmo la marcha de la investigación y, muy especialmente, a Patricia Méndez que coordinó la
etapa editorial. Además del objetivo estrictamente académico de producción de conocimiento
crítico sobre el tema de estudio, interesa también que esta edición posibilite, a partir de su difu-
sión, una aproximación a los valores de esta arquitectura en tanto patrimonio cultural y ayude a
encarar una recuperación integral de la misma.
14
El Correo Argentino en tiempos de cambio
En 1930 el Director de Correos Antonio Amallo editaba la primera Guía cuya tapa pa- Proyecto de Ángel Guido para el
recía impregnada de la dinámica modernista, preanunciando la consolidación de una institu- Correo de Rosario. 1929
ción cuyo radio de acción abarcaba no solamente el Correo en sus actividades tradicionales, (Fuente: Guía de Correos y
sino también la telegrafía, la supervisión de la telefonía, la radiotelefonía, el ahorro postal, Telégrafos. Nº 1. Bs. As., 1930)
la transferencia de valores de giros, facturas, etc. El año anterior había agregado un notable
servicio de adquisición de libros de autores y editores nacionales que se vendían en las ofi-
cinas del correo de todo el país, para facilitar la lectura en todo el territorio con un 20% de
descuento.
El Correo participó activamente en la difusión del imaginario del país en el exterior con
diversas actividades: emisiones de estampillas de notable calidad diseñadas por artistas, folletos
conmemorativos y una participación motivadora en los Congresos de la Unión Postal Universal.
Las Exposiciones realizadas con motivo de la inserción del Ministerio en las actividades del Plan
Quinquenal en 1949 y en la Exposición Filatélica Internacional de 1950, tuvieron una repercu-
sión notoria y mostraban la calidad en el contenido y en el cuidado diseño con rasgos a tono con
las búsquedas innovadoras de la gráfica de aquel momento.
Pero sin dudas, el elemento clave de esta política radica en la capacidad que Nicolini de- Oscar Nicolini, Ministro de
mostrada en la ejecución de una acción territorial que busca integrar el país y crear una fisono- Comunicaciones. Tapa de Revista
mía del Ministerio a través de sus obras de arquitectura. Es cierto que si nos atenemos al enorme de C y T, 173-4, enero-feb. 1952
15
conjunto de obras realizadas, algunas de ellas atendieron básicamente a los imaginarios locales
de ciertas regiones pero, a la vez, hubo una tónica de calidad homogénea en la concreción de
las mismas y en las principales ciudades se erigieron obras emblemáticas que hoy constituyen
hitos de la arquitectura moderna del país.
Se ha dicho que muchas de estas obras estaban sobredimensionadas para las activi-
dades que se irían a desarrollar en ellas. Esto puede parecer cierto si lo miramos desde una
perspectiva coyunturalista que no atisba a pensar sobre un horizonte de mediano y largo plazo
para el país, algo que, sin dudas, explicitaba el optimismo vital que alumbró la acción del Co-
rreo en aquellos años. Es claro que más de medio siglo después muchas de las modalidades de
comunicación han cambiado, pero ello lo único que nos exige es la creatividad necesaria para
aprovechar bien e integralmente la infraestructura y el equipamiento que el estado argentino
construyó entonces para brindar mejores servicios a sus ciudadanos.
El desafío de nuestro tiempo -nuevo tiempo de cambio- es justamente valorar este pa-
trimonio que jóvenes arquitectos hicieron con el lenguaje del Movimiento Moderno y encon-
Guía de Correos y Telégrafos. Nº 1. Bs. As.,
trar para el mismo renovadas funciones que aseguren su permanencia vital y la continuidad
enero de 1930. (Fuente: Archivo CEDODAL).
de su vida útil a la sociedad. En este espíritu la Comisión Nacional de Museos, Monumentos y
Publicidad de los servicios de
transferencia económica. (Fuente: Guía Lugares Históricos, la Universidad Nacional del Litoral, el Correo Argentino y el CEDODAL se
de Correos y Telégrafos. Nº 1. Bs. As., 1930) unen para reivindicar la epopeya de la arquitectura del siglo XX que implicó la realización de
estas obras.
La acción del Correo en el Plan Quinquenal, 1949, y Exposición “Correos y Telecomunicaciones en el Plan Quinquenal”. Buenos Aires, noviembre de 1949 (Archivo CEDODAL)
16
Los primeros edificios de correos
Los correos marítimo y terrestre que unían a las tierras americanas con la metrópoli y
el mundo en general estuvieron en manos particulares por dos siglos y medio y sólo con los
cambios políticos de Carlos III, el servicio se incorporó a la corona. El sistema antiguo había
delegado en la familia Carvajal el cargo de Correo Mayor de las Indias, siendo Lorenzo Galíndez
de Carvajal el primero en atenderlo. Luego lo harían sus descendientes, quienes organizaban los
trayectos, las postas y delegaban en otras personas la gestión de diferentes áreas. Así que desde
la primera mitad del siglo XVI era esta familia la responsable del envío de cartas, encomiendas
y papeles oficiales.
Hacia 1750 era la condesa del Puerto -Joaquina María Josefa Brun y Carvajal- y su marido
-Fermín Francisco de Carvajal Vargas y Alarcón- quienes estaban a cargo del servicio en buena
parte del Virreinato de Perú. Su domicilio en Lima y el hecho de que Fermín hubiera nacido
en Quilpolemu, en el sur chileno, ayudaba a mantener la organización en este rincón del reino.
Pero el conseguir los puestos de maestro de postas y especialmente de Teniente de Correos en
puntos como Buenos Aires, Santiago o Potosí no era tarea fácil para los aspirantes. De allí que no Fermín Francisco de Carvajal, Conde
sorprendan las tres cartas anónimas que hemos encontrado en las que un personaje intenta cu- del Puerto, último encargado del
brir una próxima vacante en el Río de la Plata recurriendo a recomendaciones para su compadre correo virreinal
Domingo de Basavilbaso y para sí mismo1. Por el hecho de que el teniente anterior Juan Vicente
de Vetolaza y Luna había fallecido y que sus herederos estaban a punto de cumplir el resto del
mandato, el proponente escribe a los encargados del correo y a otras personas importantes
de Lima y les hace ver la necesidad de agilizar el sistema y hacerlo eficaz a fin de que dejen de
operar como correos las casas comerciales que, al ofrecer un poco más de rapidez, hacen perder
clientes al correo oficial.
En el fondo, no sólo era una propuesta de mejoramiento del servicio, sino de recupe-
ración del espacio de actuación y de la propia obtención del cargo ya que éste le permitiría
continuar con sus propios negocios, algo imposible con otros puestos de gobierno que reque-
rían más tiempo de dedicación. Para ese entonces ya se había establecido que cada dos meses
debían salir remesas hacia Lima por la carrera de Potosí y por la de Chile, lo que ciertamente
daba un respiro entre una y otra. Pero a pesar de estas cartas de 1754, sólo una década después
vemos a Álzaga encargado del correo por la condesa del Puerto, también nombrada a veces con
su otro título: condesa de Castillejo.
Joaquina María Josefa Brun y Carvajal,
Aunque más allá de la actividad y manejo de esta señora y del nuevo encargado en Bue- Condesa del Puerto y de Castillejo
nos Aires, el servicio fue decayendo y los envíos tardaban, se perdían, se mojaban en el trayecto
ocasionando problemas a particulares y autoridades. Algunos autores también hablan de que la
familia Carvajal crecía en poder y patrimonio, y que ello fue un ingrediente más para que Carlos
III en sus grandes cambios políticos llevara al correo terrestre a colocarse en cabeza real. Esta
incorporación se sancionó el 1º de julio de 1769.
Poco antes las autoridades coloniales habían nombrado a Basavilbaso como primer en-
cargado del correo marítimo que gestionaba el gobierno. Pero al producirse el decreto de 1769, 1. Copia de tres cartas fechadas
Domingo de Basavilbaso pasó a encargarse del despacho porteño general uniendo ambas ofici- en Buenos Aires el 10-3-1754.
Colección particular. Por otros
nas. Seguramente por esta circunstancia de ser el primer teniente designado por el rey, siempre
documentos inferimos que quien
se ha tenido como el funcionario primado de correos de Buenos Aires, aunque por lo dicho escribe las cartas es Mateo Ramón
anteriormente, fuera Vetolaza el original. Basavilbaso será quien reorganice muchos asuntos de de Álzaga.
17
las carreras de postas, con sus etapas de menos de diez leguas y con prolijos índices de las cartas
enviadas, tarea en la que fuera secundado por su hijo Manuel. Para ese entonces existían no sólo
las nombradas carreras a Chile y a Potosí, sino también las que iban a Asunción y a Montevideo,
atendidas en parte con postas bien organizadas y en parte con algunos puestos y pasos de ríos
que podían ser variables. Para tales pasos había puentes y sistemas de embarcaciones, pero so-
bre todo el uso de “pelotas” de cueros vacunos no siempre seguras. Por tierra los envíos podían
hacerse en carreta, en mula y a caballo, siendo este último medio el usado para las comunicacio-
nes urgentes, especialmente las de gobierno.
La casa de Basavilbaso
Para este menester era necesario contar con un edificio que permitiera ese almacena-
miento, su clasificación, la confección de guías y luego la recepción de lo que llegaba por vía ma-
rítima o terrestre. Por ello, Manuel Basavilbaso, que quedara a cargo del correo en 1772 cuando
su padre se retira, acomoda una casa que se situaba en lo que hoy es la calle Perú al 100, entre
Alsina e Hipólito Irigoyen.
El plano aprobado por José García Martínez de Cáceres poco después de la muerte de
Manuel y los inventarios hechos por entonces dan a conocer un edificio importante, que debe
haber sobresalido en el conjunto del barrio. Era una casa de dos pisos y con una torre de cuatro
niveles que se elevaba sobre la puerta de entrada. Inclusive, sobre la torre había una pequeña
azotea. Este diseño era necesario a las funciones que allí se desarrollaban, ya que desde allí
podía tomarse cuenta de la presencia de los barcos facilitando las tareas de recepción y despa-
cho. Las pocas cuadras que separaban en la época -1794- a la calle Perú de la barranca y el río
facilitaban tal control.
El segundo patio es ya la casa familiar, con locales más chicos, un patio con corredores
con postes en sus cuatro lados y un aljibe central. Desde este patio puede accederse al corral,
unidos al cual se encuentran dos almacenes con entrepiso, la amplia cocina y dos “comunes”,
es decir: retretes. Posiblemente en la parte baja de ese segundo patio se ubicaran las viviendas
de la servidumbre. Al piso alto se podía llegar a través de tres escaleras: la de la mencionada
torre, la del cuerpo que dividía los dos patios y otra ubicada dentro de una de las habitaciones
del segundo patio. La cocina familiar se encontraba en este piso alto hacia el fondo del lote y
en sus cercanías estaba la única “común” (o baño) de ese nivel. El corredor alto de este patio
tenía en su extremo una pajarera y posiblemente desde allí se entrara a la “Azotea que sirve de
desahogo a las viviendas altas”, como señala el plano. En la casa se ven varias alacenas y algunos
2. Archivo General de Indias, Sevilla,
Mapas y Planos Perú Chile, 310bis. tabiques de tablas que dividen algunos locales muy grandes y que en la planta alta generan
Leyenda. pasillos interiores.
18
Domingo French, que desde 1803
fuera cartero de Buenos Aires. Postal
(Fuente: Colección CEDODAL)
Por ser éstos unos planos de tasación de la casa, no se hizo mayor distinción entre lo que
eran salas, dormitorios o locales con otras funciones, ya que lo que se esperaba de ellos era que
sirvieran de apoyo a su cuantía económica y no tanto a las posibilidades de uso. Pero de todos
modos, vale la pena dar una ojeada a su frente, que también es dibujado a esos efectos. En esa
fachada puede verse que la casa lindera hacia el norte es de altura similar a los dos pisos de la
casa de Basavilbaso, pero que la que le sigue hacia el sur es algo más alta, aunque ni se acerca a
la altura de la torre. La decisión de dibujar algo de los linderos ayuda a tener una idea del conjun-
to. El frente general está señalado por las dos pilastras que enmarcan la entrada y que continúan
en la torre terminando en unos perillones. En el otro extremo, una pilastra simple ocupa los dos
pisos y se une a la cornisa que corre por todo el frente.
En la torre se suceden de abajo hacia arriba la puerta de entrada, ancha y con arco re-
bajado, una abertura menor con un balcón, otra ventana, siempre con arco rebajado y final-
mente una ventana grande casi cuadrada. Otras cinco ventanas se encuentran en el frente: una
pequeña a media altura que, por eso mismo, indica el descansillo de la escalera, dos grandes
en la planta baja y dos algo menores en la alta. Todas ellas presentan peanas, guardapolvos y
resaltes en la pared formando su encuadramiento. El acuarelado de los planos sugiere que las
paredes estaban pintadas en algún color, mientras que enmarques, pilastras y demás detalles
ornamentales estaban blanqueados. Un pequeño rectángulo que todos los planos dibujan en la
parte baja entre la última ventana y la pilastra del sur no presenta indicación en ninguno de los
dibujos. ¿Habrá sido un buzón?
Aparentemente, esta casa siguió como sede del correo en los últimos tramos de la do-
minación española, épocas en las que el prócer Domingo French oficiara de cartero en la ciu-
dad. Justamente, pocos meses después de la Revolución de Mayo, se reorganiza el servicio de
correos afianzándose las carreras que iban al norte y al oeste y organizándose una corta carrera
hacia el sur, ya que sólo llegaba a Barragán.
19
Primera casa propia de Correos y Telégrafos en el antiguo solar del fuerte (Fotografía: Archivo General de la Nación)
Sólo en épocas de Sarmiento se pensaría en edificar una sede ad hoc, para lo cual se
entregaría la esquina actual de Irigoyen y Balcarce que había sido parte del antiguo fuerte. La
ley de 1873 y su ambicioso proyecto se hicieron realidad seis años después con la mudanza a ese
destacado punto de la ciudad. Se trataba de un proyecto del arquitecto sueco Carlos Kihnlderg
quien había diseñado un edificio imponente que debe haber sido impactante en su época4. El
planteo repetía las líneas eclécticas de entonces con un cuerpo central en que se producía el
ingreso y otros dos cuerpos que señalaban las esquinas, aunque los resaltes entre ellos y el resto
3. Castro Esteves, Ramón, Historia de
del frente no eran demasiado manifiestos. Algo similar pasaba en los costados, aunque en ellos
Correos y Telégrafos de la República no hubiera cuerpo central. La planta baja y el primer piso eran muy similares con sus aberturas
Argentina, t.III, Buenos Aires, Tall. de arcos, un almohadillado notorio y sus ventanas con parteluz. La cubierta estaba formada
Gráf. de Correos y Telégrafos, 1944.
por un ático con buhardillas de forma circular. Lógicamente, en los cuerpos esquineros tales
pp. 24-25.
ventanas eran de mayor tamaño. En el tramo central el coronamiento estaba formado por una
4. La Arquitectura en Buenos cúpula también con aberturas circulares, pero con otros detalles como la inscripción “Correos y
Aires. 1850-1880, Buenos Aires, Telégrafos” y un gran óculo. En la parte baja de este cuerpo que hacía de eje compositivo, estaba
Municipalidad, 2ª ed., 1972. p.136.
el acceso a través de tres vanos a los que se llegaba por una escalinata. Sobre ellos otras tres
5. El cuerpo esquinero del norte aberturas formaban un balcón cubierto.
quedó integrado en el gran arco de
acceso de la Casa. Con el tiempo, el
Pero seguramente las calidades edilicias obraron en contra y así, los trabajos en la sede
cuerpo esquinero del sur y el tramo
entre él y la parte central serían gubernativa terminaron englobando al correo en el edificio de la nueva Casa Rosada5. Fue en-
demolidos. tonces que el servicio general volvió a la calle Bolívar, esta vez en la esquina de Moreno. Se
20
Los primeros edificios de correos
trataba de la casa de la familia Ezcurra que había sido la residencia de Juan Manuel de Rosas y la
sede del gobierno porteño. Era una típica casa de las primeras épocas independientes en la que
ya se veían los toques italianizantes como las pilastras y los cornisamientos. En aquel momento,
esos detalles significaban una ruptura con la arquitectura colonial pues mostraban un riguroso
ritmo de aberturas reduciendo la superficie de los muros cerrados propios de tiempos hispanos.
Asimismo, la parte superior mostraba pretiles de hierro y muretes que proyectaban hacia arriba
a cada una de las pilastras de la planta baja. La calidad edilicia se unía al respeto de las líneas
urbanas ya que ritmos, cornisas y pretiles se conjugaban con las construcciones linderas. Tonali-
dades diferentes hacían resaltar la ornamentación clara sobre los fondos algo más oscuros.
Seguramente se pensó que ésta era una sede provisoria y por ello se empezó en 1888
el proyecto de un gran edificio nuevo en las zonas que estaban rellenándose en las cercanías
del nuevo puerto de la ciudad. Pero mientras ello no terminaba de plasmarse, se decidió dar al
Planta del predio de Bolívar y Moreno, antigua
correo mejores oficinas y depósitos, asunto que se concretó en 1902 con el traslado a la esquina casa de Rosas, sede del correo a fines del XIX
de Corrientes y Reconquista. Era un imponente edificio de planta baja y dos pisos altos, también (Fuente: Catastro Beare)
con puertas y ventanales con un esquema repetitivo, pero ya sin la sencillez de la antigua casa
de Rosas. Además, la esquina se resaltaba en la parte baja con una ochava y más arriba con unas
formas curvas que si bien anunciaban una cúpula en su parte superior, sólo repetía allí la balaus-
trada que se veía en la parte superior de ambas calles.
Leves almohadillados y fajas horizontales con guirnaldas eran algunos de sus adornos,
pero como decía Nadal Mora casi medio siglo después, se trataba de “Adornos y más adornos,
expresión de una época de optimismo y de génesis ornamental. Eclecticismo de todos los estilos para
todos los gustos: lo clásico, lo barroco, el gótico, los Luises, el ‘art nouveau’, y hasta los sueños orien-
tales desde la Alhambra al Taj Mahal. Este correo central de interiores indefinibles, con olor cons-
tante a desinfectante y pisos con aserrín, temblaba al paso de los largos tranvías de la Compañía
Lacroze, de cuatro ejes, que barrían, al doblar la curva insuficiente, a los transeúntes embobados
en la esquina de la acera. Fue un floriloquio ornamental, de largas y cortas pilastras, columnitas
gemeladas, frontones y fajas con profusos roleos, y largas persianas que abrían a sendos lados sobre
los pilastrones”6.
Pero aún con la amplitud que los salones de Corrientes y Reconquista tenían, el correo
debía ocupar su sede definitiva, ésa que hacía más de cuarenta años que venía gestándose con
la intervención de Maillart. El anteproyecto contemplaba un gran edificio de tres niveles en sus
extremos que, escalonadamente iba aumentando su altura para culminar en la parte central con
un gran cuerpo de ocho columnas apareadas casi ciclópeas que sostenían un frontón quebrado
en el que luego se combinaban esculturas de caballos, otro tímpano quebrado, reloj, estatuas 6. Nadal Mora, Vicente, “Edilicia del
correo de Buenos Aires”, Revista de
y nuevamente el título de “Correos y Telégrafos” anotado en su entablamento. Una cúpula algo Correos y Telecomunicaciones, 130,
peraltada con su mástil formaba la culminación del conjunto. Buenos Aires, junio de 1948.
21
La sede de Reconquista y Corrientes que sirviera por más de dos décadas. Postal (Fuente: Colección CEDODAL)
Proyecto original de Maillart de 1888, bastante diferente al que se concretara. Grabado (Fuente: Colección CEDODAL)
Los almohadillados de la planta baja se extendían en algunos puntos como para remar-
car el ritmo de esa gran fachada. Nueve eran los arcos por los que podía accederse, y todo ellos
estaban precedidos por una escalinata individual. Pero a lo largo de los años, Maillart debió
cambiar varias veces el proyecto, ponerle muchos más pisos, dejar de lado la idea del escalo-
namiento y hasta cambiar los materiales, especialmente los que formaban la estructura que
terminó siendo de perfiles de hierro.
22
Arquitectura y modernidad en la Argentina / II
Arquitectura y modernidad
en la Argentina / II 1
Este trabajo continúa una investigación comenzada en 1985 para el Conicet: el estudio
del desarrollo seguido durante la década de 1945-1955 por las propuestas de la vanguardia
arquitectónica que a comienzos de los años 40 proclamaba la necesidad de recuperar para
los postulados del Movimiento Moderno (de las distintas tendencias reconocidas bajo esas
palabras) la capacidad de actuar en comprometida relación con el devenir de la sociedad. As-
piración que, instalada en principio en un momento favorable (el proceso de industrialización
y crecimiento impulsado por la guerra europea) tuvo sin embargo un desarrollo conflictivo,
sobre el que se ha escrito mucho sin intentar –en el campo de la producción arquitectónica-
una investigación directa de la obra construida. En la primera parte de este estudio, publicada
por el Centro de Estudios de la Sociedad Central de Arquitectos en marzo de 19862, expuse un
análisis de la bibliografía referida al período, del concepto de modernidad que acá interesa y
–a grandes rasgos- del volumen de obra construida o proyectada. Algunos artículos aparecidos
en los últimos meses amplían esta perspectiva pero no cambian en lo fundamental lo señalado
allí. La hipótesis del trabajo sostiene que aproximadamente en la segunda mitad de la década
del 40 se despliega en la arquitectura una vertiente moderna, impulsada desde el Estado. Esta
vertiente, coexistente con otras modalidades de la arquitectura oficial, pone en circulación los
elementos de la arquitectura moderna no académica, en un proceso complejo y no hegemó- 1. N. de E. Se transcribe aquí
nico. textualmente la “Introducción” de la
publicación realizada en México en
1987, dado el interés que presenta y
Esta segunda entrega se detiene particularmente en el caso de los edificios construidos
la escasa difusión que la misma tuvo
y proyectados por la Dirección de Arquitectura de Correos y Telecomunicaciones y, al mismo en Argentina: Sonderéguer, Pedro
tiempo, intenta precisar las razones que justifican la revisión de la arquitectura producida por C. Arquitectura y Modernidad en la
el Estado en la década peronista. La investigación se propone tomar los edificios como docu- Argentina / II, Col. Cuadernos de
Traza – Arquitectura y Urbanismo.
mentos propios de, y debidos a, su época. Esta pertenencia no supone, en principio, más que México, agosto de 1987, pp. 3 a 7.
la permanencia de ciertos rasgos particulares de la trama cultural que los hizo posibles. Rasgos
que denotan, como dice Roberto Fernández, las condiciones del ejercicio (de la modernidad, 2. Arquitectura y Modernidad en la
Argentina, Buenos Aires, Centro de
de su peculiar modernidad)3 y pueden ser abordados con una mirada capaz de hacer de ellos Estudios de la Sociedad Central de
el sujeto de su discurso, y no encandilarse con la luz de supuestas verdades ideales, una mirada Arquitectos, Ficha CESCA 1, marzo
despojada “y al fin matinal”4. de 1986.
23
dejaba atrás las estrecheces de los años posteriores a 1930. Nuevos problemas arquitectónicos,
nuevos materiales y técnicas, disponibilidad de dinero, nuevos usuarios, eran los factores que
parecían convocar a la realización de la nueva arquitectura. Es a partir del proceso de indus-
trialización iniciado entre las dos guerras y al adquirir el Estado mayor injerencia en la vida
económica gracias a las reformas del presidente Justo, que la Argentina genera las condiciones
necesarias para el desarrollo de una arquitectura al mismo tiempo afín a los postulados del
Movimiento Moderno y estrechamente vinculada a las transformaciones sociales y económicas
del momento. La implementación de una amplia política de protección social por parte del Es-
tado se expresó en la construcción de equipamientos para la vivienda, la salud y la educación y
produjo al mismo tiempo un cambio en las relaciones de trabajo entre los arquitectos y el Esta-
do, al hacerse cargo las oficinas públicas del desarrollo de los proyectos arquitectónicos. En un
Portada de la publicación de Pedro C. Sonderéguer. proceso pleno de resistencias y conflictos, los equipos estatales incorporaron a muchos de los
Arquitectura y Modernidad en la Argentina / II, integrantes de la nueva generación de arquitectos que se proponía desplazar al racionalismo
Colección Cuadernos de Traza – Arquitectura y neoacadémico7.
Urbanismo. México, agosto de 1987
Porque hubo, como recuerda Bullrich, una generación dispuesta a practicar la arquitec-
tura moderna enfrentándola al racionalismo formal de la década anterior, en coincidencia con
un proceso de búsqueda que por otra parte trascendía el estricto campo de la arquitectura.
Al finalizar los años 30 la construcción de un camino adaptado a las nuevas condiciones mun-
diales y a las posibilidades propias del país agitó al conjunto de la sociedad, a todas sus clases
sociales y a todos sus sectores políticos. Ha sido un hombre de aquella generación, Félix Luna,
quien ha trabajado más para reconstruir la visión del país que tuvo entonces un amplio sector
de las clases medias (que los arquitectos integraban). Esta búsqueda fue mucho más allá de
la conocida labor de FORJA, los escritos de Scalabrini Ortíz o las reformas de Justo y Pinedo.
La búsqueda de una modernidad atenta a las condiciones del país no fue privilegio de lo que
más tarde (sobre los 50) se conoció como peronismo. “En aquella encrucijada -escribía Félix Luna
en 1971 refiriéndose 1945-, Perón interpretó una línea histórica de signo nacional y popular que
7. Ver Ficha CESCA, Op. Cit., pp. 9-12
el autor siente entrañablemente como propia…”8. Una vez más, como en Bullrich, el tema del
y 16-20. desencuentro.
24
Arquitectura y modernidad en la Argentina / II
Martín o en el Edificio República, en Buenos Aires; en la Municipalidad de Córdoba; en las ca- Contratapa de Arquitectura y
beceras de correos de Mar del Plata o Corrientes, en el Hospital de Niños de Tucumán, etcétera) Modernidad en la Argentina / II, Op. Cit.
Hay que repetir que esta vertiente moderna no fue la única. Pero fue la más interesante y la
más reveladora. Arquitectura pintoresquista o académica se hacía en la Argentina desde el
Centenario o incluso antes (y racionalista y neocolonial por lo menos desde 1920) y se siguió
haciendo durante mucho tiempo. En cambio nunca como en la década de 1945-55 el Estado
asumió, para algunas de sus obras más representativas, los postulados y propuestas del Movi-
miento Moderno. Es éste un hecho que contradice frontalmente la versión tradicional sobre el
desarrollo arquitectónico argentino. El hecho de que sea la arquitectura oficial y no la privada,
y en obras centrales y no marginales, la que haya asumido las pautas modernas, ilumina con
una luz discordante la producción de la década. Son los edificios públicos como hospitales,
correos, municipalidades, los que, visitados diariamente por centenares de personas, ponen en
el horizonte los rasgos de la arquitectura. Al extenderse este proceso, la arquitectura cumple
una función renovadora de la imagen del Estado, en una acción análoga a la desempeñada
en otras épocas por los edificios académicos de Gobierno que reemplazaron a los antiguos
cabildos durante los gobiernos conservadores (y uno de cuyos más claros ejemplos es el de la
Casa de Gobierno de Tucumán, especie de palacio academicista en la escala reducida que en-
frenta, sin galerías ni recovas pero con variados formalismos, el clima caluroso y subtropical de
la provincia). Por esta razón el hecho de que la mayor parte de los integrantes de la vanguardia
arquitectónica actuaran fundamentalmente en Buenos Aires carece de peso como objeción.
Incorporados a distintos organismos oficiales, sus proyectos ejercieron influencia sobre todo
el territorio).
Después de 1955, fue notorio el esfuerzo de la historiografía detrás de: a) negar el de-
sarrollo de la vertiente moderna en la arquitectura oficial; b) atribuir a la arquitectura del pe-
ronismo una homogeneidad que no tuvo; c) presentar los años pos-peronistas como los de la
recuperación de la tradición moderna (y era de buen tono, entonces, comparar los solitarios
desplazamientos de la Armada con “un nuevo Caseros”: una carrera académica no podía cons-
truirse sin esas fantasías). Esta tendencia se acentuó después de 1966 y alcanzó eventualmente
cierto éxito al costo de resignar su utilidad futura. Desde entonces se ha idealizado el período
pos-peronista, cuya mayor virtud fue, en todo caso, la de comenzar la reflexión sobre la crisis. El
11. Consúltese el libro de Oscar
pos-peronismo fue un período atrozmente incómodo para la conciencia argentina. Esta realidad
Terán: En busca de la ideología
señalada desde la izquierda a veces –últimos números de la revista Contorno, revista Centro11- argentina, Buenos Aires: Catálogos,
estaba teñida por el desencanto de los sectores liberales. 1986; pp. 195-253.
25
La misma revista SUR, en 1960 –año del Sesquicentenario- no pudo dejar de hablar de la
“profunda crisis moral” que vivía la República. En ese número 267 (noviembre-diciembre de 1960)
los escritos de Carlos Alberto Erro, Eduardo González Lanuza, Enrique Anderson Imbert (“fuimos
antiperonistas desde la hora cero, pero nunca creímos que todos los opositores a Perón sentían vivos
los ideales de Mayo: los había agentes de la penetración capitalista, reaccionarios, tradicionalistas,
clericales, antidemócratas, antiliberales, antisocialistas, gente rapaz, venal, advenediza”), Ernesto
Sábato (“únicamente diré que una vez más se ha verificado el contraste que en este país al parecer
maldito hay entre las palabras grandiosas y los pobres hechos, entre el charlatanismo de feria de sus
políticos y la angustia del hombre de la calle”), Luis Emilio Soto (“el país está postrado y a la deriva”),
María Elena Walsh, Alberto Prebisch, Wladimiro Acosta (“el Estado no edifica nada, o casi nada”),
Mario Roberto Álvarez (“atraviesa hoy el país el derrumbe de los valores morales”), Carlos Coire
o Alberto Ricur (“conseguir hoy una vivienda está fuera de las posibilidades de la gran mayoría”),
dejaban pocas dudas sobre el verdadero clima moral que se vivía.
“La modernidad para los franceses –dice Andreas Huyssen refiriéndose a Mallarmé- es en pri-
mer lugar, aunque no de manera exclusiva, una cuestión estética vinculada con energías producidas
por la destrucción consciente del lenguaje”12.
b) como expresión (construida) de una utopía social. Esto resulta claro a medida que
nos asomamos al debate arquitectónico de los años 30-40, momento en el cual las profun-
das transformaciones que experimenta la sociedad preparan la crisis arquitectónica. En el
primer caso, la modernidad permanece en un plano alejado de las contingencias inmediatas.
La utopía se refugia en un inmarcesible terreno ideal y así, por ejemplo, todo el desarrollo del
racionalismo en la Argentina –incluso sus propuestas de tipo social- convive con la proscrip-
ción del Yrigoyenismo, la Concordancia y el fraude electoral. Durante 1930-40 estos hechos
no perturban el debate arquitectónico, que no registra casi intentos de establecer relación
alguna entre una vida democrática restringida y sus propias vicisitudes. Muy distinta será la
actitud de la generación siguiente. Esto no afecta la totalidad del pensamiento arquitectónico
puesto que, como señala Adorno: “las doctrinas de vanguardia pueden cambiar y convertirse en
elitistas con sólo que se conciba su oposición a la ‘comunis opinio’ con la abstracción suficiente y
ellas permanezcan dentro de cierta moderación”13.
26
Arquitectura y modernidad en la Argentina / II
Desde luego, no se trata de actuar –a nuestro turno- como tardíos descubridores de las
virtudes de la arquitectura de 1945-55, ni de hacer una lista más o menos completa de los edi-
ficios a pesar de todo, modernos, como se ha hecho parcialmente a veces y como yo mismo he
hecho en la primera parte de este trabajo. No es cuestión tampoco de ignorar las lacras del pe-
ronismo, no menos verdaderas por el hecho de no ser exclusivamente suyas. No es cuestión de
actuar, como dice en alguna parte Ernesto Sábato, de brillantes profetas del pasado. Pero se trata,
si, de conocerlo mejor. La ocultación y deformación de mucho de lo ocurrido durante aquella
década ha servido -sirve- como referencia o justificativo de las más oscuras prácticas políticas.
En el caso de la arquitectura, esta perversión ha contaminado la labor historiográfica durante
casi dos décadas y casi sin excepciones. Desde 1966 sobre todo, la historiografía arquitectónica
se erigió como uno de los instrumentos de agresión ideológica del pensamiento más conser-
vador, y al hacerlo contribuyó a levantar las construcciones falsas y vacías que informan su dis-
curso (como si hubiera malas experiencias interrumpidas por la maldad intrínseca del período,
como la de la Ciudad Universitaria de Tucumán en 1952 y, por ejemplo, buenas experiencias
algo lentas, como la de la Biblioteca Nacional de 1962 hasta ahora o la de la Ciudad Universitaria
de Buenos Aires). No por casualidad los monumentos del Movimiento Moderno son escuelas,
hospitales, monoblocks de viviendas, edificios de Correos y Teléfonos o centros universitarios,
mientras que los del academicismo o neo-academicismo son residencias particulares, edificios
de oficinas, rascacielos de departamentos para renta o esculturas urbanas. No es mala esta se-
miótica sencilla. Al abordar desde este punto de vista la historia arquitectónica, veremos produ-
cirse una transmutación (¿semántica?) que todo lo complica (o lo aclara). Y si abandonamos así
sea tentativamente la perspectiva tradicional, y adoptamos por un momento la de los argen-
tinos más humildes (aquellos que no siempre creen en la palabra impresa), veremos cómo, en
arquitectura como en otras cosas, la relación libertad-progreso-peronismo cambia, por poco que
honestamente registremos los hechos (en este caso tangibles) en lugar de las intenciones. La
conclusión no es siempre agradable y es, quizás, una de las razones de la fascinación que ejercen
las palabras. Ya en 1960 Ernesto Sábato comentaba esa delincuencia semántica que pervierte
toda nuestra historia. “Las crisis –decía ES – no son cuestiones de palabras sino de hechos, claro
está. Pero se manifiestan o se disfrazan mediante palabras. Palabras que han sido falsificadas, ahue-
cadas o rellenadas con semantemas tortuosos y hasta antitéticos”15. En esta labor, la historiografía
arquitectónica ha prestado servicios durante demasiado tiempo, no sólo en lo que se refiere a
los años 50 sino a períodos más cercanos.
No hay que confundir entonces esta valoración de los años 50 con una exaltación dog-
mática ni con una nostalgia por el Movimiento Moderno. Es que la mera mirada hacia adelante
suele ocultar la voluntad de vaciamiento histórico: el verdadero cementerio es la memoria alcanzó
a escribir Rodolfo Walsh en septiembre de 1976: nuestro verdadero cementerio es la memoria,
en una época de despojos que no son solamente materiales. La mirada al pasado puede resultar
agotadora cuando se dirige a esos momentos endurecidos y gastados que han alentado nues-
tras acciones. Por eso mismo es necesaria: esos momentos esperan nuestro abordaje y, desde
luego, son varios y están dispersos en el tiempo, aunque inevitablemente relacionados entre sí.
Estas relaciones no son extrañas a la totalidad de este trabajo: intentamos desenredar la madeja
no por una nostalgia estéril sino por una necesidad de ubicar el presente y prefigurar el porve-
nir, y es casi por un convencionalismo que aceptamos la posibilidad de abordajes puntuales.
De otro modo la lectura puntualizada y focal puede convertirse en la renovada creación de un
cosmos una vez más cerrado y ajeno, esta vez a su propia contemporaneidad. “¿Qué es lo que
permitirá pasar de una historia escrita en plural a una puesta en cuestión de esa misma pluralidad?”
pregunta, en la Introducción a la Esfera y el Laberinto, Manfredo Tafuri.
“El peligro que corren tanto las genealogías de Foucault –las genealogías de la locura, de la
clínica, del castigo, de la sexualidad- al igual que las diseminaciones de Derrida, consiste en la re-
15. Sábato, Ernesto. “Palabras,
consagración de los fragmentos analizados al microscopio, como nuevas unidades autónomas y en palabras, palabras”, Revista SUR, 267,
sí mismas significantes”16. noviembre-diciembre 1960, Buenos
Aires, p. 40.
El resultado de nuestra indagación será necesariamente parcial y se debe a su tiempo.
16. Tafuri, Manfredo. La Esfera y el
Es desde nuestra parcialidad contemporánea que descubrimos momentos que todavía nos Laberinto, 1º edición en castellano,
dicen cosas. Barcelona: Gustavo Gili, 1984; p. 9.
27
Edificio Movimiento (Foto: Alejandro Leveratto)
28
Arquitectura moderna para el servicio postal – Argentina, 1947-1955
El bienio 1947-48, durante el cual se van a idear primero y proyectar luego, más de la
mitad de los edificios y conjuntos que estudiamos en este trabajo1, estuvo signado por algunos
eventos en el campo de la arquitectura y el urbanismo, que planteaban desafíos a la disciplina
y a sus actores;
- El de 1948 fue el año más activo dentro de la gestión del EPBA (Estudio Plan Buenos Aires),
organizado en la Municipalidad de Buenos Aires, bajo la dirección de Jorge Ferrari Hardoy;
un espacio donde, además de estudiar la factibilidad del plan de Le Corbusier elaborado
diez años antes, se buscaban estrategias de coordinación para encuadrar al plan regulador
de la ciudad en el Primer Plan Quinquenal (en adelante PPQ) del peronismo; en fin, un ámbi-
to oficial donde, por un par de años, se pensó en términos del urbanismo CIAM.
- Llegará para entonces, después del largo paréntesis de la Guerra, el tomo 4º de las Obras
Completas de Le Corbusier, publicado en Zurich en 1946, en el que se pueden ver referencias
formales que alimentan un repertorio a disposición, para los arquitectos enrolados en la mo-
dernidad; entre ellas, la secuencia de bóvedas en las construcciones rurales en el norte de
África; el perfil quebrado de la cubierta para la versión rural de la maison Jaoul proyectada en
1937 o la maison Clarke Arundell de 1939; proyectos tipológicos como la casa para el capataz, 1. De los más de ochenta edificios
o el cubo excavado de la casa para el ingeniero; las propuestas Murodins y la prefabricación y conjuntos que dan soporte al
de emergencia; la teoría del brise-soleil explicada y aplicada reiteradamente en Argel y en presente trabajo, cincuenta fueron
proyectados en 1948, en tanto
Río; la reflexión sobre la síntesis de las artes mayores (“una epopeya plástica que comienza”)
que las primeras ideas esbozadas
y, por fin, el proyecto prototípico de las unidades de habitación de grandeur conforme, con en anteproyectos surgieron entre
fotos de Marsella en construcción. agosto de 1947 y mayo de 1948.
29
- El cirujano argentino Pedro D. Curutchet concreta, también en 1948, el encargo a Le Cor-
busier de su casa en La Plata, la única obra íntegramente proyectada por el Maestro que se
levantara en América Latina; aunque la casa demoró muchos años en construirse, el tema
tuvo repercusión inmediata en el ámbito disciplinar.
- Desde otros escenarios llegará en 1947 Marcel Breuer, invitado por la UBA en una gira de
tres meses por Sudamérica, siendo sus anfitriones Eduardo Catalano y Carlos Coire. Durante
su estadía en Buenos Aires, además de dictar un ciclo de conferencias, realiza un trabajo de
proyecto con un grupo de estudiantes avanzados de la Escuela, al que se sumaron alumnos
de otras escuelas del país y de la de Montevideo.
- Nuestra Arquitectura abre perspectivas al publicar, en esos dos años, un abanico diverso de
temas y problemas que se vinculan con las innovaciones de posguerra; numerosas notas so-
bre el problema de la vivienda social y la prefabricación, dos números especiales dedicados
a la obra de Marcel Breuer, varios artículos dedicados a la arquitectura italiana de posguerra,
un número especial sobre arquitectura, urbanismo y vivienda social en la URSS y algunas
obras claves de la modernidad en Argentina como la Casa del Puente, el Mercado del Plata,
el proyecto para el Auditorio Ciudad de Buenos Aires de Catalano y el parador Ariston en
Mar del Plata (Breuer, Catalano y Coire).
Edición especial de Nuestra Arquitectura dedicada a Frente a este somero punteo, tendenciado por la perspectiva desde la que se abordará
la obra de Marcel Breuer. Septiembre de 1947
el tema aquí, no resulta descabellado pensar que en esos años el panorama se presentaba favo-
rable para el desarrollo de algunos proyectos de envergadura en el país, bajo la hegemonía de
la arquitectura moderna.
Como es sabido, la arquitectura del primer peronismo fue durante muchos años estigmati-
zada con los rótulos de monumentalista, historicista, e incluso fascista; si bien es cierto que algunas
de las producciones admitían estas adscripciones y que otras se enrolaban en los pintoresquismos
-neocolonial o californiano-, hubo también muchas obras que respondieron a otros paradigmas y
que asumieron otra estética. Para sostener el argumento de la arquitectura historicista, monumen-
Auditorio Ciudad de Buenos Aires. Arq. Eduardo tal o pintoresca como expresiones excluyentes, la crítica y la historiografía del pos-peronismo de-
Catalano, 1947. No construido (Fuente: Nuestra bieron desdeñar muchas de las manifestaciones generadas en el período y, sobre todo, debieron
Arquitectura, enero de 1948) negar o minimizar obras que daban cuenta de la opción por la arquitectura moderna.
30
Arquitectura moderna para el servicio postal – Argentina, 1947-1955
en que la dotación de arquitectura que se promovía desde otras áreas del Estado (como las de
salud y educación) estaba siendo afrontada desde los códigos de la arquitectura neocolonial
californiana; fue éste un interrogante sobre el que esta investigación ha tratado de aproximar
algunas respuestas, al menos provisorias.
La estructura posibilitante
En 1876, con la sanción de la Ley Nacional de Correos (nº 816) y la unificación de los
servicios postales y telegráficos quedó creada, dentro del Ministerio del Interior, la Dirección
Nacional de Correos y Telégrafos; al poco tiempo, a los dos servicios básicos se les agregaron los
de encomiendas, giros postales, valores declarados y cartas certificadas, con lo que las presta-
ciones se incrementaron notablemente, requiriendo instalaciones más complejas para el fun-
cionamiento de las oficinas.
Partida de la delegación argentina al Vº Congreso
de la Unión Postal de las Américas. Agosto 1946.
Durante casi setenta años fue ésta la estructura de los servicios postales en el país; en (Fuente: Revista de C y T, 109, set. 1946)
1944, en la antesala del período que nos ocupa, se definió un cambio significativo mediante
un decreto del PEN que dispuso la autarquía de Correos y Telégrafos, quedando a cargo de un
consejo integrado por un director general y vocales designados por el gobierno, aunque con-
servaba dependencia política con el Ministerio del Interior.3 La misma disposición introdujo un
cambio de nombre que anunciaba un interés por estar a tono con los tiempos, ya que pasó a
llamarse Dirección Nacional de Correos y Telecomunicaciones.
A partir de octubre de 1945 se hará evidente que para el peronismo, el área de las co-
municaciones era de máxima importancia; en febrero de 1946 se produjo una jerarquización,
pasando del nivel de Dirección, a Administración General de Correos y Telecomunicaciones,
manteniéndose en la órbita del Ministerio del Interior.4 En junio de ese mismo año asumió como
administrador una figura que habría de ser clave en el proceso de renovación del Organismo,
Oscar Nicolini; pocos días más tarde fue dejada sin efecto la autarquía de la Administración Ge-
neral y se canceló el funcionamiento del consejo creado en 1944. 5 Tipo oficial de edificio para oficina de Correos.
Dirección Gral. de C y T, Arquitectura, 1931
(Fuente: Archivo CRIHDAC)
Con el rango de Administración General se reorganizó la estructura de funcionamiento y
se reforzó la División Arquitectura dándole total independencia respecto de la antigua Dirección
General de Arquitectura del MOP, en la que hasta entonces se habían desarrollado la mayor par- 6. Según se pudo constatar en los
archivos del Centro de Recuperación,
te de los proyectos para edificios de correos, tanto los nuevos a construirse como las refacciones Investigación Histórica y Digitalización
y remodelaciones de edificios existentes; los últimos planos que se identifican como de la DGA del Archivo de Correos (en adelante
del MOP están fechados en 1944 y corresponden a anteproyectos ejecutados para territorios CRIHDAC), si bien algunos proyectos
y anteproyectos ejecutados entre
nacionales.6 Esta oficina técnica, la Dirección de Arquitectura de Correos y Telecomunicaciones 1930 y 1945 se rotularon con la sigla
(en adelante DACyT), existía desde la década de 1930, pero fue renovada y ampliada en virtud DGCyT (Dirección General de Correos
de los cambios mencionados; allí habrían de incorporarse, a lo largo de 1947, los profesionales y Telégrafos), la mayor parte se
que concretaron la mayor parte de los proyectos que analizaremos aquí. identifican como DGA-MOP.
31
lización de los sistemas de comunicaciones en el territorio de la Nación y en particular abarcaba
la administración y explotación de los servicios postales y de telecomunicaciones ejecutados
directamente por el Estado; la coordinación de los servicios de telecomunicaciones de jurisdic-
ción nacional; los servicios de correos; la red telegráfica propiedad de la Nación; los sistemas
de comunicaciones telegráficas de jurisdicción nacional; la red de comunicaciones telefónicas
propiedad de la Nación; los sistemas de comunicaciones telefónicas de jurisdicción nacional; el
servicio de radiocomunicaciones y el servicio de radiodifusión y televisión. Sólo quedaban fuera
de su jurisdicción las comunicaciones relacionadas con seguridad y defensa, que pertenecían a
la órbita del Ministerio de Defensa Nacional.9
10. Wolfenson, Enrique. “Secretaría de En la estrategia de desarrollo nacional establecida por el PPQ, las áreas de Comunicacio-
Comunicaciones. Informe presentado
al Instituto de Economía de los nes y de Transportes presentaban equivalencia en el orden de prioridades; en tanto el orden de
Transportes”, febrero de 1949. Citado prioridad fijado por el Segundo Plan Quinquenal (en adelante SPQ) daba un rango uno al agro,
por González Climent, A. Op. Cit.; p. 25. la energía, la minería y las industrias (siderúrgica, metalúrgica y química); en el rango dos estaba
11. Sonderéguer, P. C. Op. Cit ; p. 13.
definido el transporte, en tanto que en el tres se ubicaban las telecomunicaciones; esto llevaría
a que en el lapso recorrido entre 1952 a 1955, las inversiones en edilicia de correos y telecomu-
12. González Climent, A. Op. Cit.; p. 10. nicaciones fueran proporcionalmente menores a las verificadas en el PPQ.12
13. Arenas Luques, Fermín. “Los
Delegados Argentinos a los Congresos No es exagerado decir que la figura de Nicolini resultó vital en la concreción de una fuer-
de la Unión Postal Universal”, Revista te publicidad de las políticas estatales en el área de Comunicaciones. Destacaba por haber sido
de Correos y Telecomunicaciones, 119. empleado del servicio postal desde muy joven, cumpliendo inicialmente funciones subalternas
Buenos Aires, julio 1947; p. 692.
para, luego de una prolongada carrera, llegar al más alto escalón con su cargo de ministro; co-
14. González Climent, A. Op. Cit., p. 30. nociendo al Organismo desde adentro, Nicolini cumplía en todo con el paradigma de la mística
peronista, mostrándose en su desempeño como un funcionario eficiente y comprometido
15. “Modernización de las
instalaciones”, Revista de Correos y
Telecomunicaciones, 111. Buenos Aires, Había nacido en Buenos Aires en 1899; la biografía oficial refiere a sus estudios de medi-
noviembre 1946; p. 161. cina en la UBA, que al parecer no completó, aunque le sirvieron para ser docente de asignaturas
32
Arquitectura moderna para el servicio postal – Argentina, 1947-1955
33
Los 80 edificios del primer año, se incrementaron con el correr de los restantes que abar-
có el PPQ, aunque con un ritmo más lento; para 1952 se hallaban concluidas 78 sedes de correos
y/o estaciones de radio, mientras 25 se encontraban en construcción y 26 estaban proyectadas
para ser ejecutadas durante el SPQ, con inicio inminente (cabe aclarar que entre estas últimas se
hallaban varias importantes cabeceras de distrito: Santa Fe, Corrientes, Posadas y Santa Rosa de
la Pampa). Cuantificando en superficies ocupadas, en 1946 existían 52.000 m2 de superficie cu-
bierta por edificios de propiedad de Correos y Telecomunicaciones, aunque sólo un 50% había
sido construida por el MOP; en 1952, la superficie había crecido a 172.000 m2, debiendo desta-
carse que los 120.000 m2 que se agregaron habían sido ejecutados por la DACyT. La previsión, de
cumplirse el SPQ, era que en 1957 la superficie ocupada por edificios de la repartición creciera a
392.000 m2, es decir, se planificaba un incremento de 220.000 m2.19
Arquitecto Aristóbulo Martínez, director de La Secretaría abarcaba un campo muy amplio (desde los servicios postales en sus distin-
Arquitectura de Correos y Telecomunicaciones tos formatos, el ahorro postal, el servicio telegráfico, la telefonía y la radiofonía) todos los cuales
(Fuente: Revista de C y T 133, sept. 1948) tenían sus especificidades y necesidades de renovación técnica propias y es muy evidente que
la arquitectura actuó como uno de los soportes más contundentes de la representación del
Organismo; en las mismas páginas de la revista, además del espacio dedicado a publicar los nue-
vos proyectos y las inauguraciones de obras concluidas, se nota el interés que suscitan los temas
edilicios.20 En medio de esa reorganización debida a los cambios que se necesitaba afrontar, un
imperativo fue consolidar el plantel profesional, para lo que se convocó en los últimos meses
19. Nicolini, Oscar. Las de 1946, a los primeros nuevos integrantes, seleccionados por Aristóbulo Martínez de entre los
comunicaciones en los Planes de estudiantes con mejores condiciones de los últimos cursos de la Escuela de Arquitectura, que
Gobierno. Buenos Aires: Ed. Oficial, dependía de la Facultad de Ciencias Exactas de la UBA.21
1954. Los datos corresponden a un
informe de setiembre de 1953.
Del numeroso grupo que se iría formando, el primero en ingresar fue Agustín Bianchi
20. Ver el artículo de Constanza que fue quien, aparentemente, recomendó a algunos de sus compañeros; lo siguieron José Ma.
Eliggi en esta misma publicación. Spencer, a fines de 1946 y Eudaldo Vidal a principios de 1947. En la oficina ya estaban, además
21. La particularidad de este del Director, los arquitectos Emilio Jozami y Mariano Casares, y Guillermo S. Quesada Maschwitz,
proceso de selección, ha sido que había trabajado en el MOP como dibujante; para los jóvenes que se integraban, los cuatro
comentada por todos los anteriores eran arquitectos tradicionales.22
historiadores que han trabajado
sobre este tema, y el hecho
se vio enfatizado a raíz de las Si bien los ingresos se produjeron, en muchos casos, antes de la graduación de los con-
reflexiones que, diez años más vocados, el rol de proyectistas no lo asumían hasta después de obtener el título; inicialmente
tarde, se formularon en Nuestra
realizaban tareas de dibujantes-proyectistas y en los primeros meses ejercían una práctica pre-
Arquitectura, hablando de la
inexperiencia de unos jóvenes que, paratoria, trabajando en anteproyectos de casos menores hasta adquirir los manejos sobre la
puestos a proyectar, “…diseñaron especificidad de los programas que debían afrontar. En el caso de Eudaldo Vidal cuyo título está
lo que habían aprendido en las fechado en marzo de 1948, al año de haber ingresado a la dependencia y dos meses después
aulas, sin pensar en la tradición de
los edificios oficiales…”, teniendo de graduarse, firmó el proyecto del edificio para la ciudad de Mendoza; hasta entonces había
como primeros encargos algunos realizado dos anteproyectos (Chamical y San Cristóbal) durante 1947, casos de los que desarro-
“correítos de poca monta”. En Nuestra lla el proyecto en abril de 1948. Una situación similar se plantea con el desempeño de Agustín
Arquitectura, 345, agosto de 1958.
Bianchi, co-autor del proyecto para Mendoza, quien a fines de 1947 desarrolla los primeros an-
Ver el trabajo de Patricia Méndez en
esta misma publicación. teproyectos (Vera y Barranqueras), cuyos proyectos completa en marzo de 1948. 23
34
Arquitectura moderna para el servicio postal – Argentina, 1947-1955
Al margen de las posibles influencias, debe notarse que muchos de los 80 proyectos
de edificios que se mencionan en la estadística del primer año de actividad del PPQ, (1947-48)
contaban con el antecedente de anteproyectos o proyectos completos, desarrollados en los
años anteriores, algunos realizados en la DGA del MOP, ejecutados apenas un par de años antes
de 1947. Sin embargo la decisión del Organismo fue elaborar un nuevo proyecto, desechando
las ideas previas.
Inauguración del Correo de Estoril, Portugal.
Esto permite suponer que la tendencia por resolver un proyecto moderno que se ve- Arq. Adelino Nunes, 1937 (Fuente: colección particular)
rifica en la mayor parte de los edificios que se encaran con el PPQ, no resiste el argumento
que sostuvo en algún momento la prensa especializada, respecto de las urgencias que habían
motivado esa opción por parte de los funcionarios de Comunicaciones que aceptaron estas
formas modernas en decenas de edificios dispersos por el país, en función de cumplir rápi-
damente con el plan.26 Es decir, si el problema era el apuro por resolver los proyectos, podría
haberse echado mano a los que ya estaban resueltos, puesto que en muchos casos el pro-
grama de necesidades para la función postal propiamente dicha, estaba todavía plenamente
vigente.
En el caso del edificio del correo de Mendoza, sede del Distrito 8º, se conserva un an-
teproyecto de la DGA del MOP fechado en diciembre de 1943 y modificado en marzo de 1945,
para un edificio de 6.000 m2 en el mismo terreno en que en 1948 comenzaría a erigirse el edifi-
Anteproyecto para el Correo de Mendoza, fachada,
cio definitivo.27 Resuelto en lenguaje neocolonial, replicando el tipo instituido por la DGA para MOP/DGA, 1943-45. (Fuente: Archivo CRIHDAC)
los edificios públicos nacionales que se levantaban en las provincias en la década de 1930, el
anteproyecto para el correo de Mendoza, con sus dos niveles, los faldones de tejas coloniales, 24. Agradecemos al arquitecto Carlos
los balcones de herrería artística, las recovas con arquería de medio punto y la torre esquinera, Gómez Sierra las referencias sobre la
manifiesta con elocuencia un ideal estético que el plan de la Secretaría de Comunicaciones ven- obra de A. Nunes. Se debe mencionar
que en octubre de 1947, durante
dría claramente a desestimar. el lanzamiento del PPQ, disertó el
Administrador de Correos, Telégrafos
Para San Juan, existió un anteproyecto de Quesada Maschwitz fechado en agosto de y Teléfonos de Portugal, Duarte
1946, ejecutado dentro de la propia DACyT, cuando comenzaba a organizarse bajo la dirección Calheiros, sobre los criterios a tener
en cuenta para proyectar edificios de
de Aristóbulo Martínez; ubicado en un terreno de media manzana, de medidas similares al que correos. Ver el trabajo de Constanza
tuvo el que albergó al edificio definitivo, presenta rasgos monumentalistas y planteo académico Eliggi en esta misma publicación.
(pórtico hexástilo, podio elevado, estricta simetría), en consonancia con otras obras públicas
25. Segawa, Hugo. Arquiteturas no
del período.28 Del mismo modo que lo ocurrido con la propuesta para Mendoza, tampoco estas Brasil 1900 – 1990. Sao Paulo: USP,
ideas se consideraron al momento de encarar el proyecto de la Cabecera del Distrito 9º, San 2010; p. 69.
Juan, en 1950.
26. “El apuro por cumplir planes fue, en
pocos meses, el factor principal para
Un anteproyecto muy similar y con la misma fecha, se había elaborado para el correo que se aceptase un estilo propio para
de la ciudad de Córdoba, sede del distrito 6º y en este caso el edificio se ubicaba en el mismo la repartición que veía con asombro los
terreno en el que luego se emplazó el definitivo; la autoría era de la DACyT, y llevaba sólo la firma nuevos trabajos /…/ las autoridades
no tuvieron otro remedio que aceptar el
del director A. Martínez. Se trata de un edificio monumental de planteo netamente simétrico, equipo, el estilo y la escuela.” En “Siete
con el ingreso principal resuelto en un podio ubicado sobre la avenida General Paz, flanqueado obras para la Dirección de Correos”,
por sendos cuerpos cerrados que contienen las cajas de escaleras, haciendo las veces de con- Nuestra Arquitectura, 345. Buenos
Aires, agosto de 1958; p. 25.
trafuertes; la superficie que preveía este anteproyecto es considerablemente menor (cerca de
10.000m2) que la del edificio que luego se construyó (18.000m2).29 27. Archivo CRIHDAC – Expte. Correo
de Mendoza. Obra nº 52.
Para el correo de Puerto Santa Cruz el plano de mensura y subdivisión del terreno otor-
28. Archivo CRIHDAC – Expte. Correo
gado está fechado en 1935; en septiembre de 1943 la DGA del MOP ejecutó un anteproyecto de San Juan. Obra nº 109.
de lineamientos neocoloniales con zócalo de piedra, cubiertas de fuerte pendiente y algunos
dispositivos especiales para afrontar el clima frío y ventoso del lugar; si bien la superficie previs- 29. Archivo CRIHDAC - Expte. Correo
de Córdoba. Obra nº 126.
ta para este edificio es apenas un tercio de la que habría de tener el que se proyectó en 1948, el
aumento de superficies y la mayor complejidad del programa de necesidades no es argumento 30. Archivo CRIHDAC - Expte. Correo
que justifique el rotundo cambio que se dio en la expresión arquitectónica.30 de Puerto Santa Cruz. Obra nº 65.
35
Para el caso de Puerto San Julián hubo dos anteproyectos previos desarrollados por la
DGA del MOP en el terreno que luego ocuparía el edificio actual; el primero, fechado en 1933,
proponía un chalet pintoresco de dos plantas y aproximadamente 1000 m2, con un planteo
compacto de estricta simetría y la fachada principal recostada sobre la gran ochava que presen-
ta el predio en la avenida costanera atlántica; fue anulado en septiembre de 1944. El segundo
anteproyecto, fechado en mayo de 1944, tenía una superficie de 650 m2, ubicado en posición
análoga al anterior, aunque con un partido de volúmenes abiertos, se desarrollaba en una sola
planta con una escala más modesta aunque apelando igualmente a lineamientos pintorescos;
Anteproyecto para el Correo de Puerto San Julián, distante unos 300 m del correo, también sobre la costa, la DGA proyectó en el mismo año, una
fachada, MOP/DGA, 1933 (Fuente: Archivo CRIHDAC) estación radioléctrica de 500 m2 resuelta con idénticas líneas arquitectónicas. Es decir, entre
ambos edificios se completaba el programa de necesidades y la superficie que en 1948 tuvo el
proyecto del edificio definitivo; sin embargo ambos anteproyectos fueron descartados al mo-
mento de decidir una toma de partido y un lenguaje claramente diferentes.31
Anteproyecto para el Correo de Santa Rosa de la Ubicamos situaciones similares con anteproyectos ejecutados entre 1942 y 1947, re-
Pampa, alternativa neocolonial, MOP/DGA, 1943 sueltos con lineamientos pintorescos en Esquel, General Alvear (Mendoza), Huinca Renancó,
(Fuente: Archivo CRIHDAC) La Quiaca, o resueltos con lenguajes historicistas o académicos en Azul, Corrientes, Pehuajó,
San Cristóbal, Paso de los Libres, Posadas, San Rafael. En todos los casos fueron desestimados al
momento de plantearse el edificio definitivo, evidenciando un interés por diferenciar las nuevas
políticas edilicias de la Secretaría y la voluntad de generar una imagen institucional contunden-
te, desde la órbita estatal.
36
Arquitectura moderna para el servicio postal – Argentina, 1947-1955
distrito) y la noción de prototipo para los edificios menores, dentro de los cuales existía una
gradación, relativa a complejidad y superficie.
“...indispensables para la mejor situación del proyectista, tales como clima de la zona, tem-
peratura mínima, mediana y máxima, vientos dominantes, intensidad y régimen de lluvias, calidad
Correo de Laboulaye (Arq. Garófalo), anteproyecto DACyT,
del agua y las profundidades en las que es necesario buscarla, sistemas de provisión, resistencia del 1947 (Fuente: Revista de C y T, 133, septiembre 1948)
terreno, materiales usuales y de fácil adquisición en la zona, tipos de combustibles y energía provis-
tos en la localidad...”35
El programa de necesidades para cada edificio, que debía contemplar la expansión pre-
visible para un lapso de 25 años, se redactaba en cada una de las direcciones que tenía incum-
bencia según la magnitud del mismo; los de menor porte, en general, estaban destinados sólo Correo de Zapala (Arq. Bó), anteproyecto DACyT, 1950
a correos y telégrafos e intervenía dicha Dirección; a medida que se ampliaban las funciones (Fuente: Revista de C y T, 161-62, ene-feb. 1951)
participaban también en la planificación la Dirección de Teléfonos, la de Radiodifusión, la de
Servicios Médicos, etcétera.
Tampoco había una relación directamente proporcional entre la superficie del edificio y
la magnitud de la localidad a la que estaba destinado, porque la sede se dimensionaba teniendo
Correo de Azul (Arqs. Bunge y Villamil), anteproyecto
en cuenta no sólo el área urbana sino la extensión territorial a la que esta sucursal servía; para DACyT, 1950. (Fuente: Revista de C y T, 161-62,
las cabeceras esto es particularmente notable. Como ejemplo, a la ciudad de Neuquén, que en ene-feb. 1951)
el censo de 1947 contaba 7.500 habitantes urbanos, se le asigna una sede para Cabecera del
Distrito 22º, de casi 5.000 m2, en función de su condición de capital de una vasta región, mayo-
ritariamente rural, con escasa cantidad de sucursales o estafetas, con un área de cobertura muy
importante.
Con respecto a la distribución de las tareas en el proyecto, las referencias que proporcio-
naron algunos de los protagonistas, indican que en aquellos primeros años, era el Director quien
distribuía los distintos trabajos entre el grupo; luego los equipos se formaban espontáneamen-
te, cuando era necesario, de acuerdo a la magnitud de la obra; a los dibujantes los asignaba
también el Director, en función de la disponibilidad y de las mayores o menores urgencias que
planteaba cada una de las obras. De acuerdo a los protagonistas, no había directivas precisas de
parte de los superiores acerca de las decisiones de proyecto, con excepción de las considera- 35. “Como se construye un edificio
para Correos y Telecomunicaciones”,
ciones relativas al clima que exigía ciertos detalles técnicos particulares (las aberturas de doble Revista de Correos y
hoja o marcos especiales, en las zonas frías y ventosas, los aleros en zonas cálidas, etcétera). 36 Telecomunicaciones, 133. Buenos
Aires, septiembre 1948; pp. 18 y 19.
Los arquitectos desarrollaban primero un anteproyecto en escala 1:200 o 1:100, según la
36. Entrevista con los arquitectos
envergadura del caso, consistente en plantas, una perspectiva volumétrica general, con ciertas Eudaldo Vidal y Fernando Saladrigas
referencias a la materialidad y un esquema de ubicación del lote en la planta urbana; este ante- (2011) ya citada.
37
proyecto era visado por las distintas secciones, y autorizado por el Director, para dar paso a la
etapa siguiente. El proyecto de arquitectura consistía en geometrales generales en escala 1:100,
planos, planillas y detalles de aberturas y mobiliario, y las planillas de locales, muy completas,
definiendo con precisión todos los materiales previstos para cada rubro; luego el caso pasaba
a las secciones de estructuras e instalaciones, para completar las condiciones para el llamado a
licitación. Una vez adjudicada la obra, los planos constructivos, especialmente los de estructu-
ra de hormigón armado, de replanteo, de tendidos de instalaciones, los ejecutaba la empresa
adjudicataria.
Correo de Cañada de Gómez (Arq. Bianchi), En el contenido de las Planillas de Locales queda claro el interés de innovación que los
anteproyecto DACyT, 1949 (Fuente: Revista de C y T, proyectos contenían; no sólo en la solución estructural en que, aún para edificios de 300 o 400
161-62, ene-feb. 1951) m2 se utilizaba el hormigón armado como estructura independiente, sino en muchos de los
materiales empleados para cerramientos y terminaciones, donde se evidencia la voluntad de
ruptura con las pieles tradicionales y la audacia que implicaban ciertas decisiones. Por ejemplo,
llevar a localidades tan remotas como Vera (en el Chaco santafesino) o Puerto San Julián (en la
Patagonia Austral) los paramentos de glass-beton (ladrillo de vidrio) de cinco centímetros de
espesor, muchas veces de perfil curvo, para cerrar la zona de atención al público.
Del mismo modo, el uso del revestimiento Fulget fue otra de las novedades, y luego de
los primeros años de experimentación, en muchos casos se decidió aplicarlo en reemplazo del
Super-Iggam previsto inicialmente, por presentar mejores condiciones de mantenimiento, dura-
bilidad, calidad uniforme y un resultado estético más conveniente;37 usado en todas las grandes
cabeceras de distrito, se aplicó también en edificios de muy diferentes escalas en todo el país.38
El seguimiento de las obras, sobre todo en los primeros años, era llevado a cabo por los
proyectistas con una frecuencia que dependía de la ubicación de las mismas; en las más próxi-
mas, situadas en Capital o en el GBA, las visitas se realizaban a razón de dos o tres por mes, según
la etapa de obra que se atravesara; en los casos de obras importantes en el interior, la frecuencia
se espaciaba, realizándose inspecciones mensuales y, en caso de proyectos en equipo, los viajes
eran siempre individuales, alternándose los proyectistas de una a otra visita; en las obras meno-
res, las inspecciones eran menos frecuentes.
38
Arquitectura moderna para el servicio postal – Argentina, 1947-1955
sólo aparecían interferidos por el ritmo de los pilotis, con su orden modular y la definición de
sectores virtualmente organizados.
La fachada de la placa, elemento distintivo por sobre todos los que componen el conjun-
to, que emerge con el sistema estructural atravesando generalmente el cuerpo del basamento,
se constituye a su vez en el contenedor de otro de los elementos lingüísticos de fuerte identi-
dad: el brise-soleil, una amplia retícula de hormigón armado que se convierte en dispositivo de
control solar adecuado a cada orientación, a la vez que remite sin lugar a dudas al repertorio
arquitectónico del que se nutren los proyectistas.
En casi todos los ejemplos de mayor envergadura, entre la placa y el basamento aparece
una interrupción, un receso (hoy desvirtuado en varios casos), que enriquecía la lectura plásti-
ca del conjunto; en algún tramo notable de ese receso o en el coronamiento, se incorporaron
volúmenes curvos, sinuosos, que contrastan con la rigurosidad geométrica de los demás ele-
mentos. Apoyando su carácter diferenciado, esos volúmenes curvos se revistieron con cerámica
tipo veneciana vitrificada que en ciertos planos aparecía colocada en composiciones murales de
notable valor plástico, acentuando la relación con el referente.
Entre los edificios de este tipo, aún con todas las características comunes que se han Edificio del Correo de Córdoba. Arqs. Heguilor Rocca
y Quesada del Valle, 1950-55 (Foto: J. Arroyo, 2011)
podido marcar, el factor dimensional fue decisivo en la relación del edificio con el fracciona-
miento urbano en que se insertó. Para todos los casos, la elección del sitio se orientó a los cen- 39. El procedimiento para decidir
tros comerciales, con mayor dinámica que las áreas cívicas, aún en las capitales de provincias y el emplazamiento requería del
disponiendo siempre de áreas de garages y playas de operaciones dentro del predio mismo, sin concurso de autoridades nacionales
y locales, ya que la administración
interferir en la vía pública. nacional ofrecía ejecutar la obra
solicitando el terreno como aporte
De acuerdo a las superficies, para los que superaban los 10.000 m2 (Córdoba con 18.000, del estado provincial o municipal.
La selección se realizaba de manera
Mendoza con 15.000 y Santa Fe con 11.000) la Dirección de Arquitectura requirió al inicio, pre-
conjunta, una vez que desde la
dios de 70 m x 100 m, es decir, 7.000 m2 de terreno, aplicando un factor de ocupación de entre DACyT se establecían las condiciones
1,5 y 2,5;39 en Santa Fe y Mendoza se logró un fraccionamiento de bloque independiente, con y dimensiones mínimas que debía
dimensiones diferenciadas de la manzana tradicional, pero con el perímetro rodeado de calles. reunir el lote. Por ejemplo, en el caso
del edificio de Santa Fe, en agosto
En Córdoba, a igualdad de superficie de terreno, se decidió resignar esa alternativa de bloque in- de 1948 el Administrador Nicolini
dependiente con frentes sobre todo el perímetro, por una óptima localización en la encrucijada visitó la ciudad a fin de conocer los
de las avenidas Colón y General Paz, quedando uno de los lados como medianera. dos terrenos céntricos que habían
sido propuestos (uno por la Provincia
y otro por el Municipio). “El edificio
Para los casos de superficies más reducidas, el edificio se insertaba en la manzana tradi- para el Correo”, El Litoral. Santa Fe, 4
cional de la ciudad, pero desde la administración central se requería disponer de un cuarto de de agosto de 1948; p. 3.
39
manzana (2.500 m2) aproximadamente, con emplazamiento en esquina. Los que se ubicaron
en esta situación fueron los edificios de Corrientes (8.100 m2), Posadas (7.200 m2), Mar del Plata
(5.700 m2), Santa Rosa de La Pampa y Neuquén (cerca de 5.000 m2), aplicando factores de ocu-
pación del suelo de entre 2 y 3.
La coincidencia plena entre el edificio y la manzana urbana se dio sólo en San Juan (con
cerca de 10.000 m2), donde se destinó una de las fracciones frentistas al eje cívico-monumental tra-
zado en la reconstrucción posterior al terremoto de 1944; es decir, el edificio se proyectó ex-novo,
desechando las tipologías usuales en ese momento, en un tejido también generado ex-novo.40
Vale repetir que en esta escala de producciones, se verifica que los diez grandes edificios
Edificio del Correo de San Juan. Arqs. Vidal y Bianchi, ejecutados en ciudades del interior, con fecha de proyecto entre 1948 (Mendoza) y 1954 (San-
1950-57. Fachada sobre Avenida Central ta Fe, Neuquén y Sta. Rosa de La Pampa) se encuadran en los lineamientos de la arquitectura
(Foto: J. Arroyo, 2005) moderna de matriz corbusierana sin hacer ninguna concesión a referencias historicistas o pin-
torescas y poniendo de manifiesto una clara voluntad de marcar una diferencia con toda la pro-
ducción anterior del Organismo, definiendo una imagen contundente para los paradigmas que,
desde la arquitectura, emblematizaban al Ministerio de Comunicaciones en el espacio público.
Fueron el vehículo para la incorporación, en las principales ciudades del interior del país,
de un tipo arquitectónico que en Argentina a principios de los ’50, casi no tenía antecedentes,
y es interesante considerar la contemporaneidad entre las cabeceras de distritos de correos y
algunos edificios paradigmáticos de la modernidad; en la propia arquitectura de Le Corbusier el
tipo había sido reiterado en diversos proyectos (incluso en el del Palacio de las Naciones Unidas
publicado en el tomo 4º) pero, hasta entonces, escasamente concretado.41 El contrapunto entre
placa y basamento, se encuentra en el famoso Lever House de SOM, (arquitecto Gordon Buns-
haft) levantado en la Park Avenue de Nueva York entre 1950 y 1952 y en el igualmente notorio
Edificio SAS proyectado por Arne Jacobsen para Copenhage en 1956; en la arquitectura moder-
na brasilera, se impone con el Ministerio de Educación y Salud de Río de Janeiro, finalizado en
1945 y con el Conjunto Nacional sobre la Avenida Paulista, en Sao Paulo, proyectado en 1952 por
David Libeskind, aunque inaugurado recién diez años más tarde.42
Edificio del Correo de Mendoza. Arqs.
Vidal y Bianchi, 1948-51. Detalle ingreso
principal. (Foto: C. Montoro, 2010)
La escala intermedia
40. Sobre este tema ver los artículos Lo que se puede denominar escala intermedia, se corresponde con aquellos edificios de
de Marcelo Vizcaíno y Ma. Laura mediana complejidad, que suman a las tradicionales funciones del servicio postal y telegráfico,
Bertuzzi, en esta misma publicación. las centrales telefónicas y, en algunos casos, servicios de radio y cuyas superficies oscilan entre
41. La Unidad de Marsella, proyectada los 1.000 y los 2.500 m2.
en 1946, se inauguró en 1952; entre
las obras anteriores de Le Corbusier, A diferencia de una cierta unidad de criterio en la configuración, que se identifica en los
efectivamente construidas, que
grandes edificios para las sedes de distrito, en este caso se puede notar una mayor diversidad
asumen tipológicamente la placa,
se cuentan la sede del Ejército que se relaciona con las dimensiones del terreno disponible, las condiciones del sitio, pudiendo
de Salvación, París (1931-33), el notarse también diferencias según la fecha de los proyectos y la intervención de uno u otro de
Centrozoyuz, Moscú (1928-35) los proyectitas, que aparentemente tenían más ocasión de marcar una impronta personal en los
y el Pabellón Suizo en la Ciudad
Universitaria de París (1930-32). proyectos de esta escala.43
42. Curtis, William. Arquitectura En general todos se localizan muy próximos a la zona céntrica, a no más de dos cuadras
Moderna desde 1900. Barcelona:
de la plaza principal o, en el caso de ciudades costeras de reciente formación, sobre las avenidas
Phaidon, 2006; pp. 410 y 464. Segre,
Roberto. “A sede do Ministério de borde o en sus inmediaciones. De los 17 edificios de esta escala proyectados entre 1948 y
da Educação: Ícone Urbano da 1953, hay tres (Zapala, Rafaela y La Quiaca) que se ubican frente a la plaza de la ciudad; diez
Modernidade Carioca (1935-1945)”, se localizan en el área céntrica, a pocas cuadras de la plaza, en relación con la zona de ban-
ArqTexto, 6, revista digital, UFRGS,
2005. cos, establecimientos comerciales y recreativo-culturales. Sólo un caso (Berisso) fue colocado
en proximidades de un área fabril, en tanto que en Cañada de Gómez, donde el área ferroviaria
43. Todos los casos que se mencionan coincide con el núcleo de mayor dinámica, el correo se insertó en esa zona; en las poblaciones
en este apartado pueden verificarse
nuevas de la costa patagónica (puertos San Julián y Santa Cruz), donde a mediados del siglo
en el inventario anexo en edición
digital, que acompaña esta XX no existían áreas centrales consolidadas, los correos se colocaron en las proximidades de las
publicación. avenidas costaneras.
40
Arquitectura moderna para el servicio postal – Argentina, 1947-1955
Con respecto a la implantación en el tejido, de los 17 casos que se ubican en este seg-
mento, 15 cuentan con lotes en esquina y en su mayoría aprovechan esta localización para de-
sarrollar las áreas públicas de mayor jerarquía en relación con la misma. Sólo uno utilizó un lote
entre medianeras (San Martín en el Gran Buenos Aires), y en Cañada de Gómez el edificio se
colocó ocupando el lado menor de una manzana rectangular. Las dimensiones de estos lotes
esquineros oscilan entre 1.000 m2 y 2.000 m2, predominando los cuadrados de treinta a cuarenta
metros de lado, aunque en algunas localidades pequeñas de baja densidad de ocupación del
lote, llegan a mayores dimensiones (en Mercedes, Corrientes, el lote es de 57 m x 57 m y el edifi-
cio se compacta sobre la esquina, muy retirado de las medianeras).
En otras ciudades, con un tejido más compacto, se cuentan lotes menores, rectangula-
res, aunque también esquineros; son los casos de Esperanza en Santa Fe, (22 m x 43 m) que elevó
al segundo piso la vivienda del jefe de correos y aplicó un FOT de 1,66; otro caso es el de Rivada- Edificio del Correo de Puerto San Julián, Santa Cruz.
via, en Mendoza, que se ubicó en el más pequeño de los lotes de los edificios de esta escala (15 Arq. J. M. Spencer, 1948. (Foto: L. Lolich, 2008)
m x 40 m), aplicando un FOT de dos, con una altura parcial de tres niveles.
El partido define siempre una sectorización del lote, disponiendo en la esquina las áreas
de atención al público y oficinas principales, dejando buena parte del terreno para playa de
cargas, taller, estacionamiento de vehículos, etcétera. Estas actividades se disponen dentro del
lote, sin ocupar las calles públicas con tareas específicas, y ejecutar todo el movimiento de co-
rrespondencia en zonas protegidas y, en muchos casos, abrazan literalmente al edificio, abrien-
do pasos vehiculares sobre las dos medianeras. Esto lleva a que muchos edificios recorten de
manera contundente su perfil respecto de los linderos, enfatizando diferencias con relación a
los mismos.
41
Edificio del Correo de La Quiaca, Jujuy. Fachada principal. Arq. Pedro Rossi, 1948 (Foto: Correo Argentino)
Edificio del Correo de Rawson, Chubut. Arqs. Jozami y Casares, 1948 (Foto: B. Goytía, 2010)
presenta la doble contradicción, ya que además de este contraste, se diferencia por compara-
ción con otros correos de la región, construidos pocos años antes (Salta, Humahuaca) de acuer-
do a una preceptiva neocolonial; en La Quiaca los brise-soleil se pensaron en el anteproyecto,
pero no fueron construidos y la fachada oriental presenta dos fuertes aleros que enmarcan los
volúmenes.44
No obstante, la solución más reiterada en esta escala de edificios (pilotis recedidos, vo-
lúmenes superiores emergentes, brise-soleil) es lo que puede entenderse como la norma, y será
retomada en los proyectos posteriores, cuando en 1957, pasada la etapa de los planes quinque-
nales peronistas y transformada la estructura burocrática de soporte por el alzamiento militar
de septiembre de 1955, se reinicie la provisión de equipamientos para el servicio postal en las
ciudades del interior; será entonces cuando los edificios para Venado Tuerto (Santa Fe), Nogoyá
(Entre Ríos), Orán (Salta), y los anteproyectos de W. Finkbeiner para Dolores (Buenos Aires) y de
A. Ochoa para Alvear (Corrientes) reproduzcan, de la mano de los mismos arquitectos, los linea-
mientos de aquellas estéticas del período anterior.
42
Arquitectura moderna para el servicio postal – Argentina, 1947-1955
Dentro de esta categoría también es posible diferenciar los tipos edilicios haciendo un
quiebre en los 500 m2; en general los edificios mayores a dicha superficie conservan –sobre todo
por comparación con su entorno- una imagen institucional fuerte, en tanto que los edificios de
menos de 500 m2 se aproximan a la escala doméstica y la confrontación con el tejido urbano cir-
cundante se atenúa por la homogeneidad de tamaño, aunque la novedad del lenguaje resulta
distintiva.
Revisando los casos identificados dentro de esta escala, sobre un total de 56 edificios
proyectados entre 1947 y 1953 para correos, se reconocen 44 que pueden encuadrarse dentro
de la arquitectura moderna y 12 que se definen en lineamientos pintorescos; vale aclarar que
estos últimos fueron todos proyectados entre 1947 y 1948, es decir que la opción por las formas
pintorescas tuvo una acotada vigencia. Atenderemos aquí los casos mayoritarios, identificados
como de arquitectura moderna.
Edificio del Correo de Choele Choel, Río Negro.
Arq. Francisco Rossi, 1948. (Foto: M. E. Moreno, 2010)
Para trabajar en esta escala, el proyectista partía de una serie de prototipos establecidos
por las letras C, D, E y F, que presentaban disparidades relativas al la disposición del lote (en
esquina o entre medianeras) y a las dimensiones del mismo (hasta 15, 20 o 30 m de frente) y se
fijaba una escala de superficies (tipo F 200 m2, tipo E 300 m2 o tipo D 500 m2);45 el prototipo defi-
nía también lineamientos básicos del proyecto: una o dos plantas, ubicación de la vivienda para
el personal jerárquico, tipo de ingreso vehicular al predio, etcétera. Encuadrado en esas condi-
ciones y de acuerdo con el programa de necesidades, se elaboraba el proyecto particularizado,
es decir, no se transfería literalmente el prototipo como si se tratara de un edificio prefabricado,
sino que se adecuaba la configuración a las características del terreno, del entorno y del clima.
Sea por la vigencia de los prototipos, por directivas superiores o por acuerdos entre los
proyectistas, se verifica en la mirada sobre el conjunto, que hubo ciertas morfologías que se
repitieron, aún con la firma de distintos proyectistas. El volumen puro, cúbico, contrastando
paramentos texturados con planos vidriados, se repite en Chepes (González Laguinge), Suncho
Corral (Quesada del Valle), Colonia Sarmiento (Gaido), San Antonio Oeste (Finkbeiner) y resulta
una aproximación a la propuesta de Le Corbusier de maison-type pour ingénieur publicada en el
4º tomo de las Obras Completas, que llegaba a Buenos Aires al momento de proyectarse estos Correo de Chepes, La Rioja. Arq. G. Laguinge, 1948.
edificios.47 El edificio era para La Rioja, pero se asociaba con
una imagen estereotipada del Altiplano
En la misma línea de propuestas de las maison-type corbusieranas parecen haberse inspi- (Fuente: Revista de C y T, 133, septiembre 1948)
rado los planteos de articulación volumétrica, cubiertas de perfil quebrado con pendiente con-
vergente, aleros profundos, 48 que pueden encontrarse reiterados en los casos de Caleta Olivia
y Embarcación (Gaido), Choele Choel y Famatina (Francisco Rossi), General Vedia (Quesada del 45. Archivo CRIHDAC - Expediente
Prototipos.
Valle), Loreto (Pedro Rossi), Ancastí (Hinsch), Campo los Andes y Catriló (Finkbeiner), Chamical
(Vidal) o Punta de Vacas (Spencer), que conforman un tipo claramente identificable como ar- 46. Esto puede verificarse en
quitectura de correos, utilizado en poblados muy pequeños pero donde el rango de la sucursal numerosos casos presentados en el
inventario anexo en edición digital
requería, en general, una mayor superficie con desarrollo en dos plantas. que acompaña esta publicación.
La versión surgida del prototipo C de mayor superficie (500 m2), con dos plantas y lotes 47. Le Corbusier. Oeuvre Complète
de no menos de 30 m de ancho entre medianeras, pretendió dar una imagen más contundente 1938-46. Vol. 4, Zurich, W. Boesiger,
1946; pp. 34-35.
en términos de estética moderna, definiendo claramente un basamento recedido de línea mu-
nicipal, y un volumen emergente, de marcada horizontalidad en la planta alta, la que, en los ca- 48. Ibídem; pp. 30 a 33.
43
sos más audaces era sostenida por pilotis que destacaban por delante del plano del basamento.
Esta solución se reitera en Metán y Huinca Renancó (Malter Terrada), Barranqueras (Bianchi)49,
San Antonio de los Cobres (Dimartino), La Paz (Heguilor Rocca), Laboulaye (Garófalo) y en el
primer proyecto para Tinogasta (Gaido), luego no ejecutado.
Vale notar que la mencionadas referencias corbusieranas son apenas esbozos en los com-
ponentes morfológicos externos de ambos tipos, ya que es fácilmente demostrable que ni en la
propuesta tecnológica ni en las cualidades espaciales estos ejemplos se aproximan al referente.
A diferencia de los casos revisados en el apartado anterior, para la escala intermedia, en los que
se ensayaban dobles alturas y soluciones espaciales de cierta complejidad, en esta escala no se
identifica ninguna búsqueda en ese sentido y las resultantes son sumamente modestas.
Inauguración del Correo de Colonia Sarmiento,
Chubut. Arq. Gaido, 1948-49. (Fuente: Revista de C y T,
146-48, oct. a dic. 1949, p. 19)
Los edificios especiales
La DACyT, como hemos visto, no sólo se ocupó de los proyectos y dirección de las obras
de sedes de correos, sino que también fue resolviendo distintos programas vinculados a las
funciones de la Secretaría de Comunicaciones.
Por una parte, figuran en los registros una gran cantidad de estaciones de radio que, al
igual que los correos, se distribuyeron por todo el país, llegando hasta los más remotos rincones;
en la memoria de la Secretaría, al iniciarse el SPQ, se cuentan 14 estaciones para la red nacional
de radiodifusión, de las cuales seis estaban terminadas y ocho en ejecución y se planificaban
otras 42 para realizar durante dicho lapso. Se trabajaba también en los proyectos de los centros
para las redes radioeléctricas zonales y para la red de radios rurales.50 Es evidente el carácter de
serie que, al igual que los correos, asumen estas estaciones radioeléctricas; se cree que aunque
no hayan sido tema de este estudio, abren un interesante panorama para la comparación, dado
el carácter prototípico y la diversidad de climas y paisajes para las que son adaptadas.
Además de las grandes sedes para cabeceras de distrito y de los casos seriales, hubo dos
enclaves de gran relevancia, que alientan la hipótesis sobre la opción deliberada y contundente
49. Edificio demolido en 2007. por la arquitectura moderna. El más destacado de los casos estudiados, y no sólo por sus 30.000
m2 es el Edificio Movimiento, ubicado en la zona de Puerto Nuevo, en Capital, que en algún mo-
50. Nicolini, O. Op. Cit., (1954); pp. mento tuvo gran visibilidad e impacto, proyectado en 1949 por un grupo de cuatro arquitectos
53 a 56.
de la DACyT: Gaido, Páez, Francisco Rossi y Gallardo.51 Se trata de un edificio cuyo programa
51. Sobre las fechas de esta obra: en fue planteado desde el utilitarismo más extremo pero que, sin embargo, contiene todos los
diciembre de 1948 los proyectistas elementos para convertirse en una celebración de la arquitectura moderna corbusierana, de es-
visitan el predio y solicitan
precisiones sobre las dimensiones
cala monumental, que además de los aspectos funcionales, resuelve espacial y lingüísticamente
del terreno. Durante 1949 realizan todos los caracteres del canon.
el anteproyecto (publicado en
agosto en la revista del Organismo) Los ámbitos que concretan las tres funciones básicas para las que fue proyectado: ga-
y se aprueba el proyecto sobre
el final de ese año; en 1950 se rage, talleres y oficinas, se plantean en el conjunto con una autonomía volumétrica y una inde-
licitan las obras y se comienza con pendencia sintáctica notables (a la manera de un fragmento del Centrosoyuz de Moscú52, de Le
el sector de talleres. En enero de Corbusier); en el Movimiento, la contradicción entre la placa de oficinas y el volumen que exte-
1951 los arquitectos reclaman ser
consultados ante un intento de la
rioriza la dinámica de la rampa de los garages, parece querer resolverla una rítmica secuencia
empresa adjudicataria de modificar de once bóvedas de medio punto que cubren los talleres y, en todo caso, lo logren o no, se trata
el proyecto del garage. Se termina a de una composición equilibrada, para el código en el que se inscribe. El Movimiento no se pensó
fines de 1955.
a escala de la ciudad sino de la metrópolis, articulándose con una autopista -prolongación de
52. Edificio para el Ministerio la avenida Pueyrredón- que atravesaría el área ferroviaria de llegada a Retiro, para empalmarse
de la Industria Ligera en Moscú; con la costanera; frente al edificio se generaría un nodo de intercambio mediante rampas que
proyectado en 1928 y finalizado en conectarían con la de los garages; un edificio-máquina que, sin dudas, constituye, un paradigma
1935.
de la arquitectura moderna que trasciende el ámbito local.53
53. Ver el artículo de Eduardo
Maestripieri en esta misma Reiterando nuestra hipótesis del deliberado valor de modernidad de esta obra, el cono-
publicación. Ver también: “Edificio
cimiento y la directa intervención de las autoridades del Ministerio sobre el proyecto se hace
Movimiento”, Nuestra Arquitectura,
328-29. Buenos Aires, noviembre- manifiesta en muchas instancias, entre ellas, el testimonio del arquitecto Malter Terrada en la
diciembre de 1956; pp. 43 a 55. entrevista que sostiene con Pedro C. Sonderéguer en 1986, cuando afirma que fue el ministro
44
Edificio Movimiento. Anteproyecto, Arqs. Gaido, Páez, Gallardo y Fco. Rossi, 1949. (Fuente: Revista de C y T, 144-45, ago-sept. 1949, p. 33).
Edificio Movimiento en construcción. (Fuente: Revista de C y T, 195 a 198, nov.1953 a feb. 1954, s/p.)
Nicolini quien dispuso el agregado de dos niveles a la placa, con lo cual el edificio quedó dentro
del cono de seguridad del aeroparque metropolitano; esto permite notar un seguimiento explí-
cito y concreto sobre la propuesta misma, de parte de la máxima autoridad del Ministerio.
“…el estudio funcional del programa de necesidades, en el que aparecen netamente dife-
renciados como elementos dominantes: garage, taller de reparaciones y oficinas administrativas,
ha llevado a adoptar como solución la reunión de cada uno de estos elementos en tres blocks, los Radio Estación Pacheco en construcción.
que por su ubicación en el terreno, además de permitir un máximo de aprovechamiento del mismo Vista aérea Central de Equipos. (Fuente: Revista de
y definir volumétricamente su función, conducen a una solución con claridad de accesos, tanto de C y T, 195 a 198, nov.1953 a feb. 1954, s/p.)
vehículos como de empleados.” Firmado: A. Gaido, F. Rossi, R. Páez y A. Gallardo.54
Otra de las obras de gran magnitud que puede leerse desde la perspectiva del valor
paradigmático de modernidad, es el conjunto para la Radio Estación Pacheco. En el lugar existía
desde los años ‘20 una estación radioléctrica que funcionaba como central transmisora del ser-
vicio de comunicaciones del correo; con el tiempo, esta central se fue ampliando y modernizan-
do sus equipos, incorporando funciones vinculadas al Ministerio de Marina para radiotelegrafía
marítima y fluvial. Radio Estación Pacheco en construcción. Nave de
la Central de Equipos (Fuente: Revista de C y T,
Sobre un gran predio de más de 500 hectáreas, separado del conjunto anterior por las 195 a 198, nov.1953 a feb. 1954, s/p.)
vías del FCCA y un camino regional, la Secretaría de Comunicaciones planificó la complemen-
tación del enclave existente, para ubicar las instalaciones de la Red Oficial LRA, cuya primera 54. Archivo CRIHDAC - Expediente
emisora era LRA1 y cuyo objetivo principal era afianzar el servicio de radiodifusión internacional Edificio Movimiento. Documento:
“Memoria descriptiva del proyecto del
en ondas cortas; vale agregar que en Pacheco, con el poderoso transmisor librado al servicio de
Edificio de Movimiento del Ministerio
radiodifusión internacional en 1950, Argentina contó con la unidad más potente de América del de Comunicaciones”, año 1949, s/f.
Sur para la época, capacitada para operar en seis frecuencias diferentes, con llegada potencial a
todos los rincones del planeta. También se preveía instalar en el sitio una central de telecomuni- 55. “Edificio para la oficina de
Movimiento”, Revista de Correos y
caciones de alcance internacional.56 Telecomunicaciones, 144-45. Buenos
Aires, agosto-septiembre 1949; pp.
El extenso terreno se dividió entonces en dos sectores: el de radiodifusión y, al norte de 32-33; idem, 161-62, enero-febrero
1951; p. 17; idem, 201-202, mayo-
éste, distanciado unos 1500 m, el de telecomunicaciones, quedando la estructuración del con-
junio 1954; p. 4.
junto a cargo del arquitecto Malter Terrada. Las obras del sector de radiodifusión comenzaron
a fines de 1948 con el replanteo de las primeras, proyectadas entre junio y septiembre de ese 56. González Climent, A. Op. Cit.; p. 182.
45
año; el grupo de profesionales se integró fijando responsables para los distintos edificios que se
programaban: área de ingreso y control, garages, talleres y dependencias (Quesada del Valle),
Central de Equipos (Heguilor Rocca), Pabellón de la Guardia (Francisco Rossi), Pabellón de Tiro
(Malter Terrada), y el primer conjunto de seis viviendas para empleados y una para el jefe de
planta (Gaido).57 Cuando se inauguró, en diciembre de 1949, la primera construcción importante
de esta etapa, la torre tanque, proyectada en 1946, los edificios antes mencionados se encontra-
ban en una primera etapa de construcción.58
Para fines de 1950 se hallaban casi concluidas las obras de la Central de Equipos, el edifi-
cio principal del conjunto destinado a radiodifusión y a punto de terminarse los edificios anexos,
aunque la sistematización del predio y la parquización no estaba siquiera iniciada. A fines de
1951 se proyectó uno de los más importantes cuerpos del conjunto, la Usina de electricidad,
Radio Estación Pacheco en construcción. que daría la posibilidad de obtener autonomía total de funcionamiento, aun sin el suministro de
Edificio de la Usina (Fuente: Revista de C y T, energía proveniente del servicio público; proyectada por Gaido, Rossi, Malter Terrada, Heguilor
195 a 198, nov.1953 a feb. 1954, s/p.) y Quesada del Valle fue uno de los objetos que mejor interpretó el discurso moderno imperante
en todo el conjunto. La construcción de la Usina sufrió retrasos, como consecuencia de los défi-
cit del SPQ, y se inauguró muchos años más tarde, a mediados de 1959, fecha en la que recién se
puso toda la planta en pleno funcionamiento.59
46
Arquitectura moderna para el servicio postal – Argentina, 1947-1955
sobre esa cuestión desde los años ‘30, en virtud de su relación con Fernand Léger a partir de
1925 y las propias elaboraciones pictóricas y escultóricas que el maestro llevó siempre en para-
lelo a su arquitectura, que fueron un campo más que fructífero para el desarrollo de unas ideas
que cristalizarían a mediados de los ’40. Es precisamente en 1948, año clave para nuestro tema
de estudio, cuando incorpora, con la restauración posterior a la Guerra, los magníficos murales
en la sala de estar del Pabellón Suizo de la Ciudad Universitaria de París (1930-32). En 1946, Le
Corbusier escribía:
“Perseverancia! Las artes de los nuevos tiempos están listas, están preparadas, están reforma-
das. Que el aliento del arte se expanda con fuerza. Que el amor al arte penetre esta arquitectura...”61
artistas (entre los que se cuentan Alice, De Quirós, Lezcano Ceballos y otros) con las que, tanto los 64. Gutiérrez Viñuales, Rodrigo.
murales de Mendoza como los bocetos para San Juan, presentan un mayor parentesco.65 “Seoane en el centro. Algunos
itinerarios por el arte en Buenos Aires
(1936-1963)”, Gutiérrez Viñuales,
Queda en evidencia un muy diferente modo de incorporación de la plástica a la obra R.; Seixas Seoane, M. Buenos Aires.
de arquitectura, entre la etapa en que las decisiones en ese campo quedaban en la órbita de Escenarios de Luis Seoane. La Coruña:
Amadeo Dell’Acqua y el ministro Nicolini, y la que se inaugura con el golpe de 1955, cuando es Fundación Seoane, 2007; pp. 59-153.
notable una mayor consistencia entre los espacios y lenguajes de los edificios que se habían
65. Los bocetos para los murales de
proyectado en la DACyT y las obras de arte que deben convivir con ellos. Un primer paso se da Mendoza se publicaron en Revista de
en el edificio de San Juan cuando el proyecto para el panel decorativo de Dell’Acqua es sustituido Correos y Telecomunicaciones, 189 a
por un nuevo estudio del arquitecto Fernando Saladrigas, de 1957, para realizarse en cerámica 192. Buenos Aires, mayo a agosto de
1953; los de San Juan se ubicaron en
veneciana; figurativa, la obra de Saldrigas está más próxima a las imágenes de los murales que el Archivo del CRIHDAC. Expte. San
la arquitectura brasilera venía presentando desde la década anterior. Juan, Obra nº 109.
47
Correo de San Juan. Mural cerámico, diseñado por arquitecto Fernando Saladrigas de la DACyT, en 1957 (Foto: F. Saladrigas, 2006)
Correo de Neuquén. Mural cerámico del artista Héctor S. Nieto, 1960. (Foto: L. Lolich, 2013)
también resultará una figura significativa para este cambio estético que se verifica; ejecuta una
obra con mucha fuerza plástica y gran coherencia con la arquitectura, para la Cabecera Neu-
quén, integrando cerámica y metal, e incorporando la tridimensionalidad, propia de su forma-
ción como escultor; la obra se inaugura con el edificio en 1960.67
Otro tanto ocurre con los murales para la fachada del segundo piso del edificio de Ca-
becera de Santa Fe; una composición de gran presencia, que aporta fuertes rasgos de identidad
al edificio, y que no estuvo integrada al proyecto original de Spencer y Finkbeiner de 1954, sino
que se incorpora en 1958, según idea del arquitecto de la DACyT, Rinaldo Miscione. Obra abs-
tracta, sin ninguna concesión figurativa, ejecutada en cerámica veneciana de distintos colores,
sin dudas Miscione trabajó referenciado en las composiciones del artista brasilero Paulo Wer-
Correo de Santa Fe. Composición mural. neck, en especial los murales que Werneck realiza para dos obras de los hermanos Roberto, el
Arq. Rinaldo Miscione, 1958. (Foto: A. Collado, 2010) Instituto Brasilero del Seguro (1949-51) y el Edificio Marques do Herval (1955), ambas en Río de
Janeiro. Miscione trabajó también en el edificio de la Cabecera Córdoba, en la bóveda cáscara
que cubre el sector de Radio Nacional y murales para el interior del salón principal.
Se trata de un aspecto de la concepción edilicia que nos ocupa que, a nuestro juicio,
no se ha indagado lo suficiente. En la etapa posterior a 1955 pudo tener incidencia en las de-
cisiones relativas a este tema, la dirección del arquitecto Hernán Lavalle Cobo, fundador del
Instituto de Arte Moderno y hombre de reconocida formación en este campo. Lo que no puede
dudarse es que el aporte de estas creaciones significó un plus en la calidad de los edificios, un
aporte que permite entenderlos como obras más plenas, con mayor integridad y vínculo con
su tiempo.
48
Arquitectura moderna para el servicio postal – Argentina, 1947-1955
Lo que puede inferirse del contexto general de formación del grupo, es que los últimos
años de la carrera resultaron claves para la incursión en la modernidad; en muchas ocasiones
La Mesa de Estudios y Proyectos de la DACyT en 1948.
posteriores, los arquitectos coincidieron en señalar a ciertos profesores como decisivos en su
De derecha a izquierda, arqs. Escobar, Pedro Rossi, Jozami,
formación, citando a René Karman, Raúl Villalonga, Alfredo Casares y Alfredo Agostini, estos dos Páez y Casares. (Fuente: Revista de C y T 133, sept. 1948)
últimos en coincidencia con los cursos finales. 71
49
Julio Heguilor Rocca y Héctor Quesada del Valle, entre Wilfredo Bunge y Guillermo Quesada
Maschwitz, no sólo para afrontar encargos particulares sino para participar en numerosos con-
cursos, realizar viajes de estudio, etc.75 Algo de esas experiencias compartidas debió trasladarse
a la DACyT, puesto que, a través de las entrevistas se pudo recabar un espíritu de grupo, man-
teniendo la práctica del debate sobre los proyectos, el intercambio de opiniones, la polémica
sobre temas generales de arquitectura y la publicación artesanal de la revista La Mampara que
comentaba las peripecias de la oficina.76
En abril de 1954 estuvo en Buenos Aires el arquitecto brasilero Rino Levi y fue invitado
a visitar la DACyT, donde tomó contacto con el conjunto de la obra, a través de los proyectos;
pudo conocer además las más próximas. La revista del Correo publicaba entonces: “Visitó acom-
Un Club Social. 1º Premio Concurso CADE para estudiantes, pañado por los profesionales de la dependencia, el edificio Movimiento (de concepción moderna
1946. Alumno: J. C. Malter Terrada. (Fuente: Revista de y absolutamente funcional) y la planta de Pacheco, donde se sirvió un vino de honor...”. La nota se
Arquitectura. Buenos Aires, abril de 1947; p. 156) acompaña con fotografías de la visita, una de ellas tomada en la rampa del Movimiento, con los
coches oficiales en fondo.77
La visita de Rino Levi aviva el interrogante acerca de las referencias tomadas de la arqui-
tectura brasilera, que ha sido mencionada en reiteradas ocasiones por la crítica como fuente de
sugerencias formales; ninguno de los entrevistados reconoció aproximación alguna respecto
de esa producción en la época en que se proyectaron los primeros edificios, aunque el Minis-
terio de Educación y Salud, aparece publicado en el tomo 4º de las Obras Completas de Le
Corbusier.
Pudo ocurrir que, mediando el maestro, los arquitectos de la DACyT conocieran el pa-
radigma por excelencia de la arquitectura moderna brasilera; en el medio local, la brasilera no
era una producción demasiado difundida en esos años, ya que la Revista de Arquitectura sólo
publicó un par de notas sobre el tema entre 1945 y 1955 y Nuestra Arquitectura comienza a
incluir con mayor frecuencia artículos sobre Brasil después de 1955, pero en el período que nos
ocupa aparecen muy pocos. No obstante, con seguridad no pudo el grupo desconocer los dos
números especiales dedicados a Brasil de L’Architecture d’Aujourd’hui, publicados en septiembre
de 1947 y agosto de 1952, que existían en la biblioteca de la Facultad, ni quedar al margen de
Modernidad en los materiales en bruto. Marcel
la “explosiva difusión internacional” que tuvo esta arquitectura en la Segunda Posguerra.78 Sin
Breuer, alojamiento para esquiadores en Tirol.
(Fuente: Nuestra Arquitectura, Buenos Aires, embargo, es extraño que no se recoja ninguna referencia de contacto con Brasil, en un marco
septiembre 1947, s/p, fig. 23) de reconocimientos generosos hacia la arquitectura de Le Corbusier, las enseñanzas de Breuer
sobre los materiales, la espacialidad de Neutra o el diseño estructural de Catalano, que se pudie-
ron verificar en las entrevistas.79
50
Arquitectura moderna para el servicio postal – Argentina, 1947-1955
Los discursos para la prensa y la opinión pública pudieron haberse visto teñidos por el 79. El arquitecto Eudaldo Vidal
mencionó expresamente a Richard
interés de convencer acerca de las bondades de la política llevada adelante, sin mostrar ninguna Neutra entre sus fuentes. Entrevista
fisura ni incoherencia; pero cuando esos mismos funcionarios rendían cuentas en sede guberna- citada.
mental o en espacios destinados a cuadros técnicos, las expresiones no diferían demasiado. Al
presentar el ministro Nicolini su informe sobre los resultados del PPQ, ante el inicio del segundo, 80. “Un nuevo eslabón de C y T
en Mendoza”, Revista de Correos
enfatizó acerca del funcionalismo de la arquitectura: y Telecomunicaciones, 169-70-
71. Buenos Aires, septiembre-
“...se continuará con el plan de construcciones de edificios, cuya arquitectura funcional per- noviembre 1951; p. 8.
mite el desenvolvimiento de las diferentes tareas.../ alcanzar la independencia total con respecto a 81. Reseña del acto de inauguración
los inmuebles arrendados /... que carecen de las condiciones de habitabilidad y muchos se encuen- en San Rafael. Diario Los Andes.
tran en estado ruinoso”.84 Mendoza, 24 de marzo de1953.
51
Los prejuicios sobre la arquitectura del período
La construcción para el edificio para la Cabecera del 6º Distrito, en la ciudad de Córdoba,
estaba llegando a su fin en septiembre de 1955; era previsible que uno de los más imponentes
ejemplos de la arquitectura del Ministerio fuera inaugurado con gran despliegue, tal cual había
acontecido con el de Mendoza, cuatro años antes. Sin embargo, el sangriento quiebre institucio-
nal del día 16 hizo que esa inauguración se pospusiera indefinidamente. Al anonimato conque
se desarrolló la puesta en funcionamiento del Correo de Córdoba, se le sumaron muy pronto to-
das las visiones cargadas de prejuicios que, desde la opinión pública primero y desde la prensa
especializada más adelante, habrían de estigmatizar por muchos años a esta arquitectura.
“El monumental edificio construido en la Avenida General Paz ha sido virtualmente incor-
porado al servicio público /.../ en una forma reticente, sin mayor entusiasmo e interés se ha dado
a Córdoba un gran edificio, del que no puede decirse que con el mismo se contribuya al progreso
edilicio /.../ las entradas son pequeñas y dificultosas, entre otros defectos que se irán viendo poco
a poco /.../ sobre este frente –se refiere al frente sur- se ha construido algo que no pasa de ser un
galpón moderno /.../ relativamente, la ciudad ha ganado y haciendo abstracción de lo que dilapidó
la dictadura, permitirá beneficiar en mejor forma a Córdoba...”87
El 1 de julio de 1957 se inauguró, esta vez si con autoridades y discursos, la Cabecera del
Distrito 9º, San Juan, en la que se habían anexado una biblioteca y una cooperativa de consumo
para uso del personal; a lo largo del acto, en los dos discursos oficiales registrados por la revista
del Organismo, se hicieron algunas referencias ligeras sobre la tiranía depuesta y no se incluyó
ninguna alusión acerca del edificio mismo, mencionándose reiteradamente la importancia de
los dos equipamientos agregados para el bienestar de los empleados. Sólo el título de la nota en
la revista da pistas sobre el edificio.88
“Es la primera vez que se plantea en conjunto el problema de las obras en el país, porque las
87. “El servicio de Correos y últimas obras que están inauguradas últimamente –iniciadas en 1950-54- han sido hechas con un
Telégrafos”, en La Voz del Interior, criterio caprichoso, más que constructivo y racional. Se ha perdido la noción de lo que debe ser un
Córdoba, 26 de octubre de edificio de correo; pues se obedecía a directivas precisas del entonces Ministro actuante que obliga-
1955; p. 1. Agradecemos a Cuqui
Bustamante por esta referencia. ron a que los edificios de cabeceras fuesen exageradamente importantes. Eso nos lleva a un hecho
consumado, porque los demás deberán también serlo, lo que significará un gran costo de construc-
88. “Inauguróse (sic) en San Juan un ción y mantenimiento...”89
monumental edificio del Ministerio
de Comunicaciones”, en Revista de
Correos y Telecomunicaciones, 236- Las críticas a la arquitectura del período anterior abundan a lo largo de toda la Confe-
41. Buenos Aires, abril-septiembre rencia, apuntando no sólo a los caprichos, a la grandilocuencia de algunos edificios, sino a un
1957; pp. 12 a 15.
desconocimiento por parte de los profesionales de la DACyT, de los procedimientos y circuitos
89. Primera Conferencia Nacional que deben respetarse por básicas razones funcionales; el director general de administración del
de Jefes de Distrito. Buenos Aires, Ministerio, el abogado Luis Marforio ataca duramente al plantel de arquitectos de la DACyT, por
Ministerio de Comunicaciones,
una supuesta desvinculación y pretendida autonomía respecto de los requerimientos burocrá-
1957, T. I; p. 167.
ticos, su resistencia a aplicar los prototipos, y hace mención a ciertos problemas de disposición
90. Ibídem; p. 170. que exigen poner en marcha con urgencia, el nuevo plan que se está delineando.90
52
Arquitectura moderna para el servicio postal – Argentina, 1947-1955
En ese punto, Lavalle Cobo defiende a su equipo, legitima los procedimientos de trabajo
que acordó con los profesionales de la DACyT a partir de su gestión y se embandera en una
defensa disciplinar, dirigiéndose al ministro de Comunicaciones que en ese momento presidía
la sesión, “…Sr. Presidente: exijo, tengo derecho a hacerlo como representante de la profesión en el
ministerio, la más absoluta libertad de criterio en cuanto a la conveniencia de los estudios que se
realizan /…/ específicamente a cargo de profesionales universitarios”.91
En relación con esto, vale reiterar que bajo su dirección, durante todo el año 1957, se
elaboraron proyectos que reproducían los criterios, tanto de composición como funcionales,
del período anterior, en casos muy notables como Venado Tuerto, Nogoyá, Orán, entre otros. Por
otra parte, las obras iniciadas en los últimos años del peronismo, estaban en sus inicios cuando
Lavalle asume la Dirección; en el caso de Santa Fe, en septiembre de 1955 apenas llevaba cuatro
meses de trabajo y se ejecutaban ensayos de suelo, preparación de obrador y replanteos, por
lo que no hubiese sido descabellado hacer alteraciones en el proyecto, el que, sin embargo, se
respetó casi en su totalidad.
Las críticas relacionadas con la escala magnificada y con las fallas en la funcionalidad de
los proyectos se repitieron durante varias décadas, aunque con el paso del tiempo los cuestio-
namientos se fueron ubicando en un nivel de mayor objetividad:
“En esta área /.../ la administración 1946-55 había sido bastante activa. Se construyeron
innumrerables edificios en zonas inhóspitas y en algunas cabeceras de distritos. Sin embargo, la con-
cepción funcional de estas últimas no había sido muy afortunada, al parecer debido a la falta de
oficio postal y telegráfico de los arquitectos. Era visible la preocupación por el aspecto exterior, más
que por una concepción interna, que debe responder en su totalidad a los procesos naturales de
entrada y salida de correspondencia...”92
53
Al inicio planteamos a manera de hipótesis que los edificios de la Secretaría de Comu-
nicaciones proyectados durante los planes quinquenales de Perón demuestran una opción de-
liberada por la arquitectura moderna para definir una imagen de estos servicios públicos aso-
ciada a la prestación estatal de los mismos, bajo el signo de la eficiencia, la funcionalidad, la
racionalidad y la innovación.
De qué tipo de modernidad se habla en esta producción, es una pregunta difícil de res-
ponder; fuimos recorriendo las distintas escalas y las diferentes soluciones, concluyendo en que,
desde la órbita estatal fue una modernidad pragmática, encarada a fin de resolver con una ima-
gen clara, de decidido carácter innovador, los requerimientos técnicos de avanzada que el plan
de comunicaciones implicaba, mucho más allá de la arquitectura.
Los funcionarios del peronismo hacían alarde en sus discursos destinados a la opinión
pública, en sus memorias oficiales, en sus balances, de los valores de modernidad que delibera-
damente habían asumido las obras, pero a la vez, al momento de decidir la vivienda del ministro
se recurría al pintoresquismo más ortodoxo, en el mejor estilo Bustillo, con tejas Llao-Llao. Y al
momento de ornamentar artísticamente los interiores de esta arquitectura tan moderna y fun-
cional, recurrían a los murales figurativos de Amadeo Dell’Acqua, con imágenes estereotipadas
de lo nacional y de lo identitario.
Al referirse a la producción del período que nos ocupa, Anahí Ballent explicó, años atrás:
Con respecto a los modelos, si bien se ha tratado de ensayar algunas inferencias acerca
de las alusiones de las que partían las formas adoptadas por los arquitectos de la DACyT, no cree-
mos que resulte demasiado productiva una búsqueda arqueológica de referencias, que nunca
son absolutas y lineales, que pueden estar tamizadas por recuerdos entrecruzados de experien-
cias y vivencias de distintas épocas. Interesa si volver sobre el fuerte contenido de modernidad
que estas obras presentan, aún con sus incoherencias, que obviamente existen y hemos tratado
de ir repasando, un contenido que se pone más aún en evidencia al verificar la asombrosa co-
rrespondencia cronológica, entre los supuestos modelos y los casos de estudio.
Importa, más que buscar referencias, volver sobre las relaciones entre la arquitectura
moderna y el Estado peronista sin reproducir en la consideración de este aspecto, la falsa anti-
nomia arquitectura moderna versus arquitectura nacional que, tendenciosamente, se manejó
desde buena parte de la historiografía y la crítica durante muchos años.
95. Ballent, Anahí. “Chalecitos kitsch, Más bien hemos tratado de entender que esa opción figurativa por la arquitectura mo-
columnas dóricas y Le Corbusier”, derna, en el caso de los edificios del Ministerio de Comunicaciones, fue representativa del extre-
Ramona. Revista digital de artes
mo pragmatismo requerido para afrontar la magnitud de la empresa, que llevó a que los proble-
visuales, 17. Buenos Aires: octubre
de 2001. Consultado en: mas se abordaran en función de un complejo de circunstancias, frente a las cuales también jugó
http://ramona.org.ar/files/r17.pdf. su rol la capacidad evocativa del lenguaje de la arquitectura moderna.
54
La inteligencia ciega. Los edificios de correos, 1947-1955
Digamos, para dar un paso hacia esa cuestión, algunas cosas más o menos simples: que
la elección del objeto de estudio contiene de alguna manera una hipótesis, en relación con
el contexto y la corriente de ideas dominante; que esa hipótesis, borrosa pero evidente para
el investigador, es el motor del trabajo, en la idea de que, con suerte y algún esfuerzo, algo
más o menos nuevo podría salir a la luz; que en ese sentido, entonces, el objeto de estudio se
nos impone: reconstrucción de polémicas antiguas. El propósito de la investigación es examinar
aquello que no encaja, la pieza que no encaja en el rompecabezas: los edificios de Correos, en
este caso. Hazaña de la arquitectura moderna en un contexto inesperado.
Este artículo podría empezar también con una evocación de Carlo Ginzburg, citado por
Manfredo Tafuri en la Introducción a La Esfera y el Laberinto2. Atención a ese momento culminan-
te de la investigación, donde todas las piezas parecen ensamblarse: raro éxito o común engaño.
Teoría del Puzzle. Rompecabezas: enigma y encantamiento, también, de lo fragmentario y de la
compleja relación del fragmento con el conjunto. Así, la producción de los años ‘50 (de la que los
edificios de correos son unos de los mejores ejemplos) pone la investigación a prueba.
Mostrar entonces, como primera medida: reconocer y describir como primer paso, pues-
to que la lectura morfológica elude las críticas usuales a la inducción y la base empírica de la re-
flexión está cargada de contenidos. La obra construida está empapada de teoría y datos que hay
que saber reconocer (formales, constructivos, históricos). Tomar el análisis morfológico como
herramienta de una metodología inductiva ayuda a escapar de la trampa ideológica en que 1. PCS: La obra pública en el período
1945-1955, CONICET, 1985-87.
quedó encerrada la disciplina desde fines de los años ‘70. Cosa que es claramente perceptible
en la cuestión urbana pero también alcanza a la arquitectura. Adoptar esta mirada es aceptar la 2. Tafuri, Manfredo. La Esfera y el
carga inseparable de reflexión teórica, trabajo y consenso que acompaña a la intervención en el Laberinto. Barcelona: Gustavo Gili,
1984.
espacio urbano. En cada edificio, en cada fragmento urbano, hay teoría y reflexión. Finalmente,
“la obra responde siempre a las preguntas que se le hacen” (Le Corbusier)4. 3. Queysanne, Bruno. “En histoire
de l’architecture le document, c’est
Así, entonces, apartada por un momento la construcción ideológica que, apoyada por le bâtiment!”, en La Recherche en
Arquitecture. Paris: Parenthèses,
una crítica al uso, los envolvía y desfiguraba, los edificios de Correos de 1947-1955 –los gran- 1986.
des edificios de Mar del Plata, Córdoba, Mendoza, Santa Fe, Corrientes, San Juan y Buenos Ai-
res- aparecían como una extensa serie que, en cinco o seis años, había desplegado por todo 4. Le Corbusier, citado por Devillers,
Christian, en Sur l’histoire et l’analyse
el territorio nacional un conjunto de admirables construcciones en la más nítida tradición del
architecturale, Les Cahiers de la
Movimiento Moderno, adoptando las enseñanzas de la segunda generación de la modernidad Recherche Architecturale, 26,
arquitectónica (integración a las características del entorno). Marseille, 1990.
55
Edificio del Correo de San Rafael, Mendoza. Arq. Eudaldo Vidal, 1948-50 (Foto: Néstor M. Adamo, 2013)
56
La inteligencia ciega. Los edificios de correos, 1947-1955
Entre marzo de 1985 y julio de 1987 se realizó un trabajo de campo que incluyó viajes
al interior (Córdoba, Tucumán, Mar del Plata, Mendoza). En muchos casos las conversaciones
se prolongaron a través de varios días o se reanudaron con intervalos. Arquitectos, pero tam-
bién otros testigos fueron entrevistados y a veces obsesivamente interrogados, en Argentina
y en México, sobre el ambiente cultural de la época. El arquitecto Jorge Devoto, entonces a
cargo de la Oficina de Arquitectura de Correos, fue un elemento clave en la tarea de contactar
a los arquitectos del equipo original y en la recuperación de los planos de los edificios, archi-
vados en los depósitos del Correo Central. Roberto Fernández y Daniel Schávelzon dirigieron
la investigación. Daniel Viacava, periodista de La Nación, y Ernesto Vautier, guiaron partes del
trabajo de recopilación de datos. Clara Braun y Marta Levisman, desde el Centro de Estudios
de la Sociedad Central de Arquitectos, Inés Izaguirre y Norma Giarraca, desde el CONICET, me
ayudaron en los aspectos metodológicos. Federico Ortiz, Juan Molina y Vedia y especialmente
Ramón Gutiérrez aceptaron de buen grado la interpelación y generosamente aportaron ideas
y observaciones.
Hay sin embargo una evidente contradicción entre decir “no hubo trabas de ningún tipo”
y “nos hicieron afiliar al PJ”. Intentando poner las cosas en el contexto, puede conjeturarse que
si bien no hubo restricciones en relación al modo de resolver el programa arquitectónico y en
el diseño de los edificios, sí hubo presiones de tipo político: afiliarse al Partido Justicialista. Es
posible también que esta frase, pronunciada en 1986, confunda los tiempos y apunte básica-
mente a marcar una diferencia política, ante el hecho innegable de haber aceptado la afiliación
compulsiva.
el entusiasmo y la energía que, según la leyenda, lo habían enfrentado a Le Corbusier en el CIAM 10. Entrevistado en Tucumán, en
de Bridgwater, al grito de “soy un americano salvaje”. Habló poco de los Correos y menos del Gru- 1986.
57
po Austral: “No me acuerdo quiénes estaban allí. Yo no les di importancia”, dijo. Era difícil creerle,
pero esa declaración era un posicionamiento.
En general, el mayor interés provenía del grupo original de estudiantes y jóvenes ar-
quitectos que habían diseñado y construido Correos durante el gobierno peronista y luego se
habían dispersado, algunos trabajando en el administración pública, otros en la actividad priva-
da. Para todos ellos, los edificios de Correos, realizados dentro de su trabajo como empleados
públicos, fueron el punto culminante de su carrera y eso explica quizás su interés en la investi-
gación. Los otros profesionales argentinos entrevistados, que no participaron en el diseño de
Correos pero que por su pertenencia generacional y por su desarrollo profesional constituían
sin duda una referencia importante, no disimulaban la perplejidad y la fascinación que el tema
les producía.
No son los mismos los términos del debate, ni las ilusiones y esperanzas depositadas
en el poder de la forma arquitectónica, ni los desafíos y alcances de la arquitectura y la ciudad,
para no hablar del país, su posición en el mundo y el juego de intereses y poderes en que se
desenvuelven hoy las ciudades. Permanecen los edificios, claro está, pero su palabra de hoy sin
duda no es la misma.
58
La inteligencia ciega. Los edificios de correos, 1947-1955
Edificio del Correo de Azul, Buenos Aires. Detalle fachada. Arqs. Bunge y Villamil, 1950 (Foto: Ma. Emilia Pugni, 2012).
Edificio del Correo de Puerto San Julián, Santa Cruz. Detalle fachada. Arq. José Ma. Spencer,1948 (Foto: Laura Levatti, 2011)
globalización comenzaban a hacerse evidentes en Buenos Aires, una necesidad del momento.
El proyecto de una sociedad integrada estaba siendo amenazado por la fuerza crecientemen-
te disgregadora de los mercados globales, puesto que la modernidad urbana entendida como
proyecto integrador es una opción de la sociedad, pero no una fatalidad inevitable del desarro-
llo económico.
59
La discusión sobre la Modernidad y su crisis recorrió el ámbito académico de la arqui-
tectura y el urbanismo en los años ’70 y ’80. Discusión perdida en la medida en que se internó,
con demasiada frecuencia, en los meandros de visiones negativas de la Modernidad, con lo que
perdió la posibilidad de prepararse para prevenir -y quizás moderar- lo que se avecinaba: un
neoliberalismo acrítico que desarticuló las herramientas de la modernidad y se encontró con
una fosilización del pensamiento urbanístico y arquitectónico oficial (en el mismo momento
en que necesitaba renovarse). Hoy, como en la gran transformación de fines del siglo XIX, un
nuevo ciclo urbano está en plena fermentación, con menos dramatismo aparente pero con una
carga aún más terrible de exclusión. El último tercio del siglo XX encontró a la arquitectura y el
urbanismo instalados en un academicismo post-moderno, que había dejado atrás las tareas del
Movimiento Moderno: valoración del contexto, escala humana, libertad artística, contenido so-
cial de la disciplina. Esteticismo que, al abandonar la búsqueda de las vanguardias, se desvinculó
de la relación con el entorno (cultural, social, tecnológico, económico, geográfico).
¿En qué momento la arquitectura consolidó su separación entre discurso y hecho ur-
bano? ¿En qué momento el análisis comenzó a ser más un discurrir autorreferido que una for-
mulación de problemas, prioridades y propuestas para la optimización del funcionamiento de la
ciudad (en todas sus áreas de influencia)? En el caso de los edificios públicos destinados a brin-
dar un servicio de atención directa a la población, la preservación e importancia de ese vínculo
funcional y simbólico es una cuestión esencial. Así, una serie de cuestiones integran la respuesta
a estas preguntas: cuestiones de prácticas profesionales, sin duda, y, también, persistencia de un
saber académico habituado a un aislamiento de gabinete, cerrado a las transformaciones terri-
toriales (es decir: geográficas, históricas, políticas) que acompañan a los cambios económicos.
Lo que ha llevado, en el caso de las políticas urbanas, a una acumulación de saberes comparti-
mentados (práctica política/ experiencia urbanística/ conocimiento económico), con grandes
dificultades para integrar las transformaciones urbanas necesarias y su expresión espacial y for-
mal en políticas públicas explícitas.
En ese contexto, los Correos de 1945-1955 aparecen como la última expresión de alcan-
ce nacional del Estado modernizador. El último caso, en la Argentina, en que un lenguaje formal
se desplegaba por todo el territorio, como expresión de una técnica y vehículo de un servicio
60
La inteligencia ciega. Los edificios de correos, 1947-1955
61
Desplazamientos y
correspondencias proyectuales.
Edificio Movimiento
Dr. Arq. Eduardo Maestripieri
Facultad de Arquitectura, Diseño y Urbanismo. Universidad de Buenos Aires
A uno y otro lado del océano los arquitectos, se regodearon convencidos de que vivían
la verdadera edad moderna: que su manera de pensar, sentir y hacer arquitectura era actual, que
tenían ideas originales, por saber reconocer e interpretar las fuentes de la arquitectura. Creían
vivir en la relativa seguridad de políticas de estado en las que era posible construir y continuar
una vía moderna o al menos, contribuir desde la arquitectura a su modernización. Formados en
la sensibilidad y la predisposición por lo moderno, se lanzaron a la vida profesional asumiendo,
tempranamente alguno de ellos, la profundización, y en algunos casos, la posterior crítica, al
producto, en apariencia homogéneo y monolítico, de aquella modernidad arquitectónica, cul-
tural y productiva de la que se creían virtuales herederos y naturales continuadores. Los prime-
ros modernos y modernistas de nuestro medio fueron bastante prudentes a la hora de hacer sus
propias aseveraciones; sin embargo, el optimismo constructivo del Nuevo Mundo les permitió
ciertas afirmaciones fundacionales. Reaccionaron, en una sociedad conservadora, ante lo que
consideraron la decadencia cultural y académica, abordando sus problemas prácticos e inte-
lectuales de una manera claramente optimista y moderna, y, tanto en la arquitectura como en
el urbanismo, sus vidas intentaron personificar modos, lógicas o procedimientos racionales de
realización, desde instituciones o posiciones personales que creían ausentes de superstición y
anacronismos.
1. Ver el artículo de Adriana Collado
y la reseña biográfica de los En la flamante Dirección de Arquitectura no había figuras determinantes y hegemónicas;
profesionales implicados elaborada
por Elisa Radovanovic, en esta recién graduados, muchos de ellos no contaban con una experiencia constructiva y un saber
misma publicación. técnico especializado. El carácter utilitario y serial del programa arquitectónico definido en el
62
Desplazamientos y correspondencias proyectuales. Edificio Movimiento
Fotografías del Edificio Movimiento en 1956, en el momento de la conclusión de las obras (Fuente: Nuestra Arquitectura, 328-329,
noviembre-diciembre de 1956, pp. 43-55)
La voluntad del Estado de crear oficinas técnicas adecuadas para la producción de infra-
estructuras para la salud, la cultura, la educación y las comunicaciones generaba orientaciones
contrapuestas entre los que se afirmaban en una actitud profesional y pragmática de la arqui-
63
tectura y aquellos que sostenían una visión disciplinar de la misma. Dicho de otra manera, entre
quienes la entendían en última instancia como una técnica combinatoria de un conjunto redu-
cido de conocimientos autónomos al servicio de una cierta lógica de producción y consumo, y
quienes proponían a la arquitectura como forma de construcción de la cultura en un sentido
a la vez mucho más amplio y profundo. En nombre de este debate se imponían antinomias
irreductibles, afinidades lineales y unívocas entre ideología y arquitectura, se reducían las po-
sibilidades de una reflexión profunda sobre los distintos problemas y se instalaba una mirada
sesgada sobre los mismos.
El Edificio Movimiento fue proyectado en 1949 por los arquitectos Ángel Gallardo, Au-
gusto Gaido, Roberto Páez y Francisco Rossi, aunque las obras se iniciaron recién a principios
de 1951; fue concebido como un centro de servicios, especialmente destinado a la flota vehi-
cular de Correos y oficinas diversas. Emplazado en un terreno triangular en la zona portuaria
de Buenos Aires y adyacente a una de las dársenas del Puerto Nuevo, el edificio completa un
tejido anómalo, de carácter logístico y de servicios, subsidiario de las actividades y movimientos
portuarios, y aislado de la ciudad formal. La malograda prolongación de la avenida Pueyrredón
sobre las playas ferroviarias existentes y su continuación en una avenida costanera elevada pre-
veía la conexión del edificio con una futura autovía que lo vinculara con el norte de la ciudad.
Desafectado hace unos años del patrimonio edilicio estatal, el edificio confirma la calidad cons-
tructiva y proyectual. Inmutable a la obra del tiempo, subsiste con un nuevo uso utilitario que no
ha alterado su sólida presencia en un tejido extendido en mayor complejidad e informalidad.
64
Desplazamientos y correspondencias proyectuales. Edificio Movimiento
65
La noción de forma como estructura remite a las dimensiones inteligibles de lo arqui-
tectónico y abre la puerta a la concepción abstracta. La noción de forma como figura se refiere
a las dimensiones sensibles o perceptibles de la obra de arquitectura y constituye la base de la
elaboración figurativa. Este movimiento pendular entre representaciones locales exaltando las
particularidades culturales y representaciones arquitectónicas identificadas con valores univer-
sales sigue vigente y atraviesa toda la cultura arquitectónica.
El Edificio Movimiento parece estar mas cerca de una orientación abstracta y universalis-
ta, coherente con un plan destinado a generar una imagen corporativa consistente y perdurable
sólo comparable -por su proyección territorial-, a la red de estaciones para el Automóvil Club
Argentino proyectada por Antonio Vilar entre 1938 y 1942. La diferencia entre ambos planes es
que la orientación propuesta por Vilar, expresada en una materialidad doméstica y regionalista
fue claramente figurativa.
En este modelo proyectual existe una relación causal entre usos y formas en arquitectura.
La necesidad interna, -el programa de usos propuesto para el Edificio Movimiento- permite des-
plazar la analogía y las relaciones con la ciudad como generadora de la forma arquitectónica. Esta
noción de uso, propósito y finalidad permite recurrir a un sistema independiente de valores ex-
ternos estrechamente relacionado a una concepción que considera que en el proyecto no debe
haber interferencia alguna de nociones preconcebidas respecto a qué es la arquitectura. Con
esta orientación, resulta inevitable asociar el Edificio Movimiento con otras obras precedentes y
contemporáneas como el Pabellón Suizo (1930-32) de Le Corbusier, el edificio del Ministerio de
Educación y Salud Pública (1936-43) de Lucio Costa, Oscar Niemeyer, Carlos Leao, Ernani Vascon-
celos y Affonso Eduardo Reidy; el edificio del Mercado del Plata (1947) de Oscar Crivelli y Jorge
Heinzmann y el edificio República (1951) proyectado por los arquitectos Sánchez Elía, Peralta
Ramos, Agostini (SEPRA), entre otras. En todas ellas, existen estrategias, recurrencias y adhesiones
comunes relacionando el valor de uso con la certidumbre de la forma estructural. No obstante, el
concepto de transformación constituyó una relación significativa en las diferentes etapas del pro-
yecto del Edificio Movimiento y la serie tipológica desarrollada para los otros edificios de correo.
En cualquier caso, mencionar la transformación implica aceptar el hecho de que siempre parti-
mos de algo preexistente, de algo que, a la vez que se transforma, mantiene algunas invariantes
como elementos de continuidad. Definido el tipo como una estructura elemental, como un prin-
cipio ordenador según el cual una serie de elementos, que gobernados por relaciones precisas,
adquieren una determinada estructura, podemos inferir cómo el bloque del Edificio Movimiento
se relaciona en el plan con otras obras precedentes y contemporáneas, superponiéndose y fecun-
dándose mutuamente. Esta tensión, este juego recíproco, que es posible establecer con toda la
serie de obras, es lo que las convierte en casos ejemplares para la arquitectura moderna argenti-
na, solo comparables con el mencionado plan de estaciones de servicio del Automóvil Club Ar-
gentino de Antonio Vilar, las exploraciones tipológicas residenciales y hospitalarias de Wladimiro
Acosta, relacionadas con el sistema Helios y el conjunto de seis hosterías proyectadas por Mario
Soto y Raúl Rivarola para el plan de infraestructura turística de la provincia de Misiones.
66
El Palacio de Correos y Telecomunicaciones de Mendoza
El Palacio de Correos y
Telecomunicaciones de Mendoza
Dentro del conjunto de obras previstas por el Plan Quinquenal del primer gobierno de
Perón, el miércoles 31 de octubre de 1951 se inauguró el Palacio de Correos y Telecomunica-
ciones de Mendoza. La fecha elegida tuvo un doble significado, por conmemorarse el Día Uni-
versal del Ahorro y porque en pocos días tendrían lugar las elecciones para elegir presidente
y gobernador respectivamente1. La máxima figura que encabezó los actos fue el ministro de
Comunicaciones de la Nación, Oscar Nicolini, quien llegó a la provincia acompañado por una
delegación de unas treinta personas2. Durante los casi tres años que había demandado la cons-
trucción, la obra del correo despertó interés y curiosidad, especialmente el inmenso volumen de
líneas modernas que lentamente crecía en la esquina de dos de las arterias más importantes de
la ciudad, como lo eran las avenidas San Martín y Colón. Este lugar emblemático situado frente
a la iglesia de la Compañía de Jesús, había albergado hasta hacía poco los denominados Baños
de la Exposición3.
Para ese entonces Mendoza contaba ya con una producción relevante de edificios ra-
cionalistas. Desde mediados de la década del treinta habían sido proyectadas por los hermanos
Manuel y Arturo Civit, significativas obras impulsadas por los gobiernos conservadores. Entre
ellas las Casas Colectivas, las escuelas Videla Correas y Urquiza, el Hospital Central y el balneario 1. Las elecciones fueron el 11 de
Playas Serranas. Hacia 1940 un nuevo edificio moderno se instaló sobre la avenida San Martín. noviembre de 1951 y en éstas
votaron por primera vez las mujeres.
Se trató de la sede central del Automóvil Club Argentino, obra del ingeniero y arquitecto Anto-
nio U. Vilar, que se enmarcó dentro del Plan ACA – YPF suscripto en 1935 entre las instituciones. 2. Juan Domingo Perón no asistió
a la inauguración del correo por
cuanto ese mismo día iniciaba una
licencia por razones personales. Los
Andes, Mendoza, 31/10/1951, p. 3.
67
Pero el edificio del correo que se había levantado tenía otra escala. Se trataba de una
obra monumental, con un programa funcional complejo e inédito para ese tiempo y con una
resolución plástica diferente a la que tradicionalmente caracterizaba el paisaje urbano de la ciu-
dad. Cada uno de estos aspectos fue destacado por la prensa local que cubrió la noticia de la
inauguración de la sede del 8° Distrito del Correo, como se denominó en aquel momento a la
sucursal de Mendoza.
Representantes de los medios gráficos y radiales visitaron las instalaciones del correo el
sábado previo a la inauguración; oficiaron de anfitriones y condujeron a la comitiva el Jefe de
Propaganda de Correos Amadeo Dell´Acqua y el Jefe del 8° Distrito, Domingo Funes, quienes an-
ticiparon los aspectos funcionales de cada edificio de la manzana. Participó también el ingenie-
ro Miguel Monserrat4, quien en nombre de la empresa constructora explicó los detalles técnicos.
La prensa en su edición del día siguiente destacó que “tan perfecta distribución de instalaciones
Autoridades encabezadas por el ministro Nicolini
tendrá el complemento de un moblaje adecuado en el que resalta tanto el sentido estético como la
(centro) ingresan al Palacio de Correos para la
modernidad de su diseño, como la utilidad funcional procurada sin restar comodidad al funcionario
inauguración el 31/10/1951 (Fuente: Revista de C y T,
169-70-71, set-oct-nov. 1951, p. 11) y empleado”5.
Los visitantes quedaron sorprendidos por tres murales de gran tamaño y riqueza de
colores que se encontraban distribuidos en las diversas paredes del hall de recepción. Habían
sido realizados por el propio Dell´Acqua con la técnica del mural en seco y contrastaban con las
líneas sobrias y vanguardistas de la arquitectura. En dos de los murales, el artista plasmó escenas
que reflejaban la historia de Mendoza y la historia del correo en la región6. El tercer mural repre-
sentaba, a través de figuras femeninas, las comunicaciones postales, telegráficas y telefónicas.
A los visitantes les llamó también la atención la presencia de cabinas individuales de teléfono
público, situadas en el entrepiso y balconeando sobre el hall porque “al ingresar en ellas se accio-
naba automáticamente un pequeño ventilador y se encendían la iluminación difusa”. Sin dudas era
4. El ingeniero Miguel Monserrat fue
toda una novedad para la época.
el director estructural de la obra.
Trabajaba para la Empresa Crocco
Construcciones, firma ganadora de Para interiorizarse de las características del edificio, el Ministro Nicolini quiso visitarlo
la licitación que incluyó además también. Lo hizo en compañía de un grupo de colaboradores que formaban parte de la comitiva
de la obra civil la realización del
cálculo sismorresistente. Debido a que llegó a la estación Mendoza el lunes 29 de octubre donde lo esperaba el vice gobernador
una modificación funcional surgida de Mendoza en ejercicio del Poder Ejecutivo, Rodolfo Schmidt7. Nicolini destacó la obra por su
durante la obra se debió recalcular “modernidad estética y funcional”. El ministro luego de haber conversado con los nuevos emplea-
la estructura e incorporar elementos
no previstos inicialmente. Fuente: dos que se incorporarían a la institución, se dirigió al antiguo edificio del Correo que funcionaba
Entrevista de la autora al ingeniero en una casona en malas condiciones8. Allí manifestó su satisfacción por haber contribuido su
Monserrat, Mendoza, agosto de Ministerio a resolver tanto el problema edilicio como de servicios. Ese mismo día en horas de la
1999.
tarde, Schmidt recibió a Nicolini en la Sala de la Bandera de los Andes, en Casa de Gobierno. El vi-
5. En diario Los Andes, Mendoza, cegobernador le expresó al Ministro el agrado del gobierno provincial por la concreción de esta
28/10/1951. obra que iba a contribuir al “embellecimiento arquitectónico de la ciudad dando a la vez solución
6. El mural más importante de los
al problema de las comunicaciones”9. Esa jornada culminó con una cena privada ofrecida por las
tres que realizó el artista, situado autoridades provinciales a las nacionales en el Plaza Hotel, frente a la Plaza Independencia.
sobre la pared sur del hall, sufrió
en 2011 un grave daño debido a
una fuga de vapor por la rotura
Dos días más tarde, el único orador en la inauguración, luego de la bendición realizada
de un conducto de la calefacción por Monseñor Buteler, obispo en ese tiempo de Mendoza y Neuquén, fue Nicolini10 quien remar-
central. Desde 2012 la Dirección de có ante el público los valores funcionales, arquitectónicos y fundamentalmente el avance cierto
Patrimonio y Museos de la provincia,
que en materia de telecomunicaciones provocaría la puesta en marcha del correo mendocino.
con el asesoramiento de especialistas
de la nación ha encarado, dado En un momento se apartó del discurso para agradecer al constructor, a los proyectistas, a los téc-
el valor artístico e histórico del nicos, artistas y obreros “por el empeño con que habían concretado la monumental obra”. Algunos
mural (8,20 x 6,00 metros), acciones
de ellos estaban allí, ya que habían llegado especialmente invitados. Entre estos el arquitecto
tendientes a su pronta restauración.
Aristóbulo J. Martínez, director de Arquitectura de Correos y Telecomunicaciones y dos miem-
7. Por esos días también se bros del equipo proyectista, el arquitecto Agustín Bianchi y el ingeniero Antonio Clot11.
encontraba de licencia el gobernador
de Mendoza, coronel Blas Brisoli.
El acto fue transmitido por LRA y la Red Argentina de Radiodifusión y como una de las
8. Recién en la década de 1980 se notas salientes, la prensa destacó al día siguiente el envío de sendos telegramas al presidente
reemplazó la antigua construcción Perón y a Eva Perón, respectivamente, agradeciéndoles la obra. El director de Comunicaciones
de la esquina de General Paz y Chile,
aquella que alberga actualmente a la de la Nación José Noto fue el encargado de enviar los mensajes. Un dato curioso para la época
Sucursal N° 1 del Correo. fue que al inaugurar las cabinas telefónicas públicas del edificio, Evita recibió un llamado entran-
68
El Palacio de Correos y Telecomunicaciones de Mendoza
do de este modo en contacto con la provincia de Mendoza. Finalmente las autoridades presen-
tes prometieron la instalación de 20 mil nuevas líneas telefónicas en Mendoza.
69
Planimetrías del Correo de Mendoza relevadas del proyecto original de los arqs. Vidal y Bianchi, de mayo de 1948. Dibujó: Arq. Fabián Ramos (Fuente: Archivo CRIHDAC)
plantas libres y terrazas planas y el remate escultórico del tanque de agua, confirman la adhe-
sión de los proyectistas a los postulados del arquitecto suizo. En algunos casos la inserción en
la obra de alguno de estos elementos se debió a meras razones formales, pues no respondían a
necesidades estructurales. Fue el caso de los pilotis, piezas que sólo reciben cargas verticales y
no absorben cargas sísmicas15.
70
El Palacio de Correos y Telecomunicaciones de Mendoza
Vista del ingreso principal sobre la Avenida San Martín (Foto: G. Moretti, 2013) Escorzo de la fachada principal del edificio sobre
la Avenida San Martín (Foto: G. Moretti, 2013)
2010 un contrato de locación por diez años, prorrogable, con el Correo Oficial de la República
Argentina.
En la volumetría del bloque ubicado sobre la avenida Colón, pabellón que ocupa casi
en su totalidad desde 1998 la Universidad de Congreso, se advierte también una diferencia
entre el basamento y los niveles superiores. La planta baja es continua y ciega en todo su desa-
rrollo. Está articulada por la columnata revestida en placas de mármol travertino, al igual que el
muro19. La mayor riqueza constructiva está dada por la presencia, sobre la fachada que mira al
norte, la de mayor asoleamiento, de los parasoles de hormigón colado in situ. Estos elementos
marcan el ritmo de la fachada y a la vez la identifican. El núcleo húmedo y de circulación se ubi-
có en el extremo oeste, generando un esquema análogo al del otro edificio, con la circulación
volcada hacia el sur, mirando al patio interno y los locales orientados al exterior, en este caso
al norte.
71
ha convertido para los habitantes y turistas que lo utilizan, recorren y circundan en un referente
urbano e icónico de la ciudad. Por su coronamiento escultórico, su silueta se transformó en el
remate visual de la Ruta Nacional N° 7. A su vez junto con la iglesia situada en la esquina opuesta,
el conjunto aparece como el portal de ingreso virtual al microcentro de Mendoza. Los jesuitas
a la derecha y el correo a la izquierda reflejan al mismo tiempo una dualidad entre tradición
y modernidad, rasgo que caracteriza el paisaje urbano mendocino, un paisaje cultural que se
complementa a su vez con la arboleda presente en todas las calles de la ciudad a modo de pan-
talla unificadora y de protección ambiental de la arquitectura.
Al mismo tiempo, el conjunto es uno de los casos más relevantes del patrimonio moder-
no de la provincia, y también del país por formar parte de la producción arquitectónica estatal.
Aquella que impulsó el mejoramiento de las comunicaciones brindando un servicio eficiente
por medio de edificios concebidos con tal fin. Los cambios institucionales y jurisdiccionales, su-
mados a las consiguientes transformaciones funcionales provocaron un deterioro del conjunto
en su totalidad. Por ello a más de seis décadas de su inauguración la manzana del correo requie-
re la implementación de una puesta en valor que proteja con un criterio integral cada uno de los
componentes característicos. Estas acciones deben incluir la restauración y conservación de las
envolventes externas de cada pabellón, incluyendo a sus elementos significativos: carpinterías,
parasoles y tanques de agua. También los espacios interiores y los murales del hall que identifi-
can los ambientes públicos y reflejan por medio de artísticas escenas la historia de Mendoza y
de las comunicaciones de la región.
Mural de Amadeo Dell’Acqua, representando escenas de la historia regional (Foto: Favre, 2008)
72
Fragmentos de un proyecto moderno. El Correo de Santa Fe
Fragmentos de un proyecto
moderno. El Correo de Santa Fe 1
El largo proceso desde el momento en que se plantea la necesidad de ampliar las viejas
oficinas ubicadas en el Barrio Sur hasta la inauguración a fines de la década de 1950, los vaivenes
en las decisiones y el debate respecto de la ubicación del nuevo edificio, exponen no sólo los
desacuerdos institucionales sino también la deriva de una ciudad que ha tenido una relación
conflictiva con sus bordes. Un vínculo que encuentra posibilidades de resolución con la actual
reconversión portuaria en un área que conjuga diversas funciones urbanas pero que al mismo
tiempo exhibe la decadencia del edificio frente a las nuevas construcciones y revela la falta de
acuerdos sobre su uso y puesta en valor.
El edificio en el contexto de la obra pública Correo de Santa Fe: acto de colocación de la piedra
fundamental, 14 de abril de 1955 (Fuente: Revista
En los inicios del siglo XX el Correo de la ciudad funcionaba en un edificio bajo, cons- de C y T, 211-12, pp. 29 a 31)
truido para tal objeto por la Dirección Nacional de Correos y Telégrafos en 1904. Este edificio
reemplazaba a una vieja casa cuya capacidad se había visto desbordada debido al crecimiento
demográfico y al desarrollo comercial e industrial de la ciudad. Sin embargo, a poco de comen-
zar a funcionar se advirtió lo inadecuado de las instalaciones para hacer frente a los servicios que
requería la ciudad. En apenas dos décadas se hacía necesaria una ampliación y ya para 1930 la
prensa hizo notar la obsolescencia del viejo edificio criticando por añadidura una ubicación que
no se condecía con el crecimiento urbano.
73
Planimetrías del Correo de Santa Fe, relevadas del proyecto original de Spencer y Finkbeiner, de noviembre de 1954.
Dibujó: Arq. Fabián Ramos (Fuente: Archivo CRIHDAC)
nueva sede para el correo, abriendo el debate entre gobierno municipal, gobierno provincial y
autoridades nacionales acerca de la ubicación del edificio.
La llegada de Juan Domingo Perón al poder y la puesta en marcha del Primer Plan Quin-
quenal (1947-1951) permiten vislumbrar un desenlace para la construcción del nuevo edificio.
Es a partir de este momento que la obra pública cobra una importancia extraordinaria, por lo
que se esperaba que finalmente se llegara a un acuerdo entre las distintas instancias de gobier-
no. Los desacuerdos respecto de la asignación del terreno dilataban las gestiones y la efectiva
decisión de comenzar la construcción de la nueva sede. Finalmente en 1948 la Provincia cede a
la Administración Nacional de Correos una fracción del Parque Alberdi que había sido reciente-
mente rediseñado y constituía una amplia franja verde que separaba la ciudad del puerto. Para
este momento la Dirección de Arquitectura ya había puesto en marcha el vasto plan de cons-
trucción de Correos no sólo en las mayores ciudades del país sino en innumerables pequeñas
ciudades y pueblos del interior.3
74
Fragmentos de un proyecto moderno. El Correo de Santa Fe
El Correo en construcción. La foto ilustraba una nota en la que se discutía la orientación del edificio respecto de la ciudad
(Fuente: El Litoral, Santa Fe, 16/10/1956)
para el Correo de Santa Fe no escapa a estas premisas, pero lejos de constituir una suma de
clisés, configura una volumetría pregnante que resuelve al mismo tiempo la escala del objeto
arquitectónico y la escala urbana.
Si en términos generales el edificio presenta una inconfundible unidad, dada por su es-
cala, cada volumen, cada fachada y cada planta presentan una resolución particular, compo-
niendo diversos contrapuntos y un sutil equilibrio entre las necesidades simbólicas, funcionales
y técnicas. En efecto, el edificio se resuelve de acuerdo a criterios racionales de eficiencia y rendi-
miento, ya sea en la gradación en la intensidad de usos desde la planta baja hacia el último nivel,
como en la definición formal y espacial.
4. “Obra para el Correo”, en Nuestra
El basamento, que comprende la planta baja y el primer nivel, contiene una amplia zona Arquitectura, 366, mayo de 1960,
de atención al público y el área destinada a la recepción, administración y despacho, así como p. 30.
75
Vista de la fachada principal del Correo de Santa Fe, sobre la Avda. 27 de Febrero y su entorno (Foto: M. M. Acosta, 2013)
La transición entre este fuerte basamento y la volumetría de la placa está dada por un
volumen atípico que contenía un bar-comedor, la escuela de telegrafistas y una amplia terraza
que, aunque accesible, no se encuentra planteada como posible expansión. El espacio desti-
nado al comedor se resuelve de un modo singular, incorporando la cubierta abovedada y los
murales no figurativos en la fachada realizados con cerámica vitrificada. Así, este nivel adquiere
un valor plástico que contrasta con la volumetría de la placa, que apuesta a una composición
más rígida y sin embargo sutilmente puesta en cuestión por algunas resoluciones formales que
transgreden su uniformidad.
Las diferentes plantas se resuelven entonces en función de las actividades que deberán
albergar, desligándose así de un posible mandato ideológico: la estructura de pilotis que se
76
Fragmentos de un proyecto moderno. El Correo de Santa Fe
Fachada posterior y servicios; vista desde el centro de la ciudad. En el fondo, la zona portuaria (Foto: M. M. Acosta, 2009)
Sin embargo, cada fachada presenta una unidad notable, enfatizada por una compo-
sición que se conjuga con las opciones materiales. Sobre la avenida la continuidad horizontal
del aventanamiento es enfatizada por los cerramientos de chapa ondulada, que conforman la
fachada y le otorgan su imagen de modernidad industrial. La fachada posterior, en cambio, ob- A un año de su inauguración, Nuestra Arquitectura
tiene su unidad de la condición masiva del excepcional brise soleil revestido en venecitas y de las destaca el diferente carácter de las fachadas
persianas de aluminio agregadas años más tarde. Aquí, la isotropía apenas se ve alterada por un (Fuente: Nuestra Arquitectura, 366, mayo 1960)
cambio en el tratamiento de las oficinas destinadas a los directores en el 5to. piso, estableciendo
un punto de interés que altera y destaca la uniformidad de este frente al oeste.
Las chapas onduladas, las venecitas, -turquesas en el brise-soleil del oeste y en el tanque,
rosadas en el frente y coloridas en los murales- el aluminio, conforman una resolución excep-
cional que en su repetición otorga la necesaria escala urbana a las formas puras de la máquina.
Pero por otro lado la materialidad es cuidada al interior en cada detalle. En las áreas de atención
al público los pisos están constituidos por grandes placas de mosaico granítico con juntas de
bronce; en las oficinas alternan los mosaicos graníticos con el linóleo, una incorporación moder-
5. En algunos niveles las
na por excelencia; los enormes ventanales realizados en hierro poseen un sistema de apertura resoluciones espaciales son
de contrapesos incorporados en los marcos; las persianas del frente oeste y sus anclajes están notablemente pragmáticas. Llama
fabricados en aluminio extruido; los radiadores alimentados por la caldera central recorren todo la atención una definición bastante
el edificio: así se conforma un conjunto esmerado de soluciones que expresan el lugar central rígida de los espacios funcionales
que se diferencian incluso en los
de la obra pública en el proceso de modernización social y la utilización del repertorio moderno colores y tipos de pisos de los
como instrumento válido de representación de la arquitectura del gobierno peronista. locales.
77
Detalle del brise-soleil revestido en venecitas en la fachada oeste. Las cortinas de aluminio son posteriores.
Ingreso sobre Avenida 27 de Febrero. Basamento, segundo nivel –atípico- y base de la placa (Fotos: M. M. Acosta, 2009)
78
La sede del Correo de Córdoba
En el caso del Correo de Córdoba, sus autores, los arquitectos Julio Heguilor Rocca y
Héctor Quesada del Valle, fueron dos profesionales consagrados al trabajo en la esfera oficial
(Dirección de Arquitectura de la Secretaría de Comunicaciones), oficina dedicada a proyectar los
correos, en el marco de una producción de conjunto que vino a refrendar la adscripción al len-
guaje racionalista como parte de las políticas públicas llevadas a cabo por el primer y segundo
gobierno del peronismo.
Esta adscripción signó la presencia del edificio, siendo de notar la situación que se plan-
teó en el momento de su terminación; el Correo se hallaba en construcción desde 1951 y hacia
septiembre de 1955 las obras llegaban a su fin, previéndose inaugurarlo el 17 de octubre de
ese año. Producido el golpe que derrocó a Juan D. Perón el 16 de septiembre, el clima político
y social no era propicio para festejos ni inauguraciones, por lo que el Correo se fue habilitando
paulatinamente e iniciando sus funciones sin actos destacados. En ese clima, desde los sectores
del anti-peronismo, se resta valor al edificio como obra pública, estigmatizándolo por su condi-
Vista aérea del volumen del Correo hacia 1965,
ción de emblema de un gobierno al que denominaban “el régimen”.1 en el cruce de las avenidas Colón y General Paz
(Fuente: Catastro Munic. de Córdoba)
La inserción en la ciudad
Ubicado en la encrucijada de dos grandes avenidas, la Avenida General Paz, otrora la
calle Ancha y la Avenida Colón -quizás más que la primera, la gran avenida de esta ciudad-,
forma parte de la memoria social que instituye lugares o edificios como referentes de la con-
vocatoria o el encuentro. En la intersección de ambas avenidas se ubica el terreno elegido para 1. “El servicio de Correos y
proyectar el Correo de Córdoba reconociendo el cambio entre un anterior punto focal, la plaza Telégrafos”, en La Voz del Interior,
principal, hacia un nuevo núcleo dinámico; aún cuando una década antes el Diario Los Principios Córdoba, 26 de octubre de
1955; p. 1. La nota comenta:
advertía que el correo debía localizarse a la menor distancia posible de la Plaza San Martín.2 “…el monumental edificio
construido en la Av. General Paz
Como el Cardo y el Decumano de Córdoba, la intersección de ambas avenidas marca el para el funcionamiento de las
oficinas del distrito de Correos
desplazamiento del centro de gravedad de la ciudad desde la Plaza Mayor hacia dos arterias de
y Telecomunicaciones ha sido
rápida circulación, mientras señala las transformaciones edilicias posibilitadas por la apertura de virtualmente incorporado al servicio
Colón-Olmos. Esta avenida ensanchada en la intendencia de Emilio Olmos (1925-1929) concen- público, aunque falta concentrar,
tra los primeros edificios en altura que, bajo la impronta de la singular arquitectura normada por todavía importantes dependencias
como la de Telégrafos /…/ sobre
Carrasco en 1927, con estrictas prescripciones de áticos y mansardas, abrieron una perspectiva el costado Sud se ha construido
de fachadas homogéneas y cornisas continuas, altura a la que se adaptaron los nuevos edificios algo que no pasa de ser un galpón
de rentas de la ciudad que se intercalaron hacia el Naciente en la década del 30. moderno…”.
79
Planimetrías del Correo de Córdoba relevadas del proyecto original de Heguilor Rocca y Quesada del Valle. Dibujó: Arq. Fabián Ramos (Fuente: Archivo CRIHDAC)
máxima -la del índice siete del código de edificación- a veces intermediada por el edificio en
torre de mayor altura que se separa de la medianera y que se inscribe en la rigurosa geometría
del modernismo de posguerra.
El caso en cuestión
Desde la óptica de la dimensión física de la ciudad y en la lógica que urde el tejido urba-
no, la manzana es un elemento determinante en la forma de articulación entre el espacio priva-
do y el espacio público. En la construcción de la ciudad, caracterizada por la persistencia de ese
módulo urbano, el surgimiento de la placa o bloque como el tipo singular que adopta el Correo,
manifiesta el paso de la ciudad manzana a la ciudad alta, en edificios que resaltan por su pro-
tagonismo sobre la base de los fundamentos culturales del Movimiento Moderno. El programa
arquitectónico no tuvo como destino exclusivo la función de correo, sino que incorporó servi-
cios telefónicos y las instalaciones y auditorio para la Radio Nacional, conformando una unidad
en el proyecto. En un predio de dimensiones importantes que ocupa la mitad de la manzana
-rodeada por las dos avenidas principales y las calles Santa Rosa y Tucumán-, los proyectistas
articulan un cuerpo bajo sobre Avenida Colón y optan por ubicar hacia la Avenida General Paz la
gran fachada de la placa, a la que anexan el auditorio en el mismo frente.
En la decisión de localizar la placa sobre General Paz quizás gravitó la mayor importancia
que le asignaron respecto de Colón, cuando ésta todavía presentaba edificaciones bajas en la
colindancia inmediata y aún no se habían elevado los edificios en altura que se inauguraron con
posterioridad. Lo cierto es que la opción de ubicar el bloque principal en la línea de edificación
de la General Paz, sin la explanada o gran vereda que el tipo requiere, evidencia lo que parece
ser la preocupación central del proyecto: el gran desafío de congeniar las características propias
de esta placa con lo urbano y su matriz: la manzana de bordes cerrados.
80
La sede del Correo de Córdoba
El edifico de Correos, en la intersección de las avenidas General Paz y Colón (Foto: J. Bustamante, 2013)
El edifico de Correos, en la esquina de Avenida General Paz y calle Santa Rosa. En primer plano el cuerpo
correspondiente a la Radio Nacional (Foto: J. Bustamante, 2013)
El bloque prismático principal constituido por la placa asume por sus dimensiones y
la longitud extendida sobre la avenida General Paz, la frontalidad del edificio, como la gran
fachada, conformada por un plano indiferenciado de líneas horizontales muy abstracto, y es
tratado con mucha sutileza en cuanto a proporciones y materiales por los proyectistas; a nivel
del zócalo, la implantación de la placa sobre la misma línea de edificación y con una vereda an-
81
gosta no permite tener el espacio necesario que el tipo requiere y se generan accesos forzados.
En el encuentro entre el cuerpo bajo y la placa, la fachada se masifica en una esquina donde
se ubican tanques y circulaciones verticales y remata en una azotea, que dejando de lado las
inexplicables construcciones realizadas con posterioridad, fue diseñada con libertad de formas
y materiales, con clara influencia de lo hecho por Le Corbusier en Marsella.
En su estructura interna la placa tiene una planta baja que condice absolutamente con el
tipo adoptado. Sobre el basamento se eleva un gran hall de doble altura, con pórticos de borde
a borde como estructura que libera absolutamente al espacio de recepción y atención masiva
de público. Más allá de este hall y fuera del área ocupada por la placa, el edificio se extiende ha-
cia todos los límites o medianeras del predio con una estructura espacial funcional a los requeri-
mientos. La placa tiene por encima del hall seis plantas altas y la azotea, que están constituidas
por dos edificios independientes a partir del tercer piso, donde aparecen, al lado de las oficinas
La tira sobre Avenida Colón materializada por y generando una medianera interna, las viviendas a razón de una por piso. Es decir, dentro de
los parasoles verticales y columnas adosadas la placa, sorpresivamente, se encuentra además un edificio de viviendas de tres pisos, con sus
(Foto: J. Bustamante, 2013) circulaciones independientes desde planta baja y con la lógica propia del programa vivienda.
82
La sede del Correo de Córdoba
El edifico de la Municipalidad de Córdoba, obra del Estudio SEPRA (Foto: J. Bustamente, 1995)
83
El edificio de correo de San Juan,
punto de partida ejemplar
Para los arquitectos y urbanistas, las trágicas secuelas del terremoto en San Juan de
enero de 1944 se transformaron en una promisoria entrada de la modernidad urbana. En el
contexto de la época, algunos profesionales se preguntaron sobre la contradicción de la so-
ciedad que reclamaba un cambio de estructura social mientras prefería la arquitectura con-
servadora.
Este pensamiento ilustra los embates que provocarían la gestación del movimiento
obrero de Perón, escudado en un Estado moderno, racional, igualitario y protector, contrapo-
niéndose a la masa en su nueva condición de soberano, y salvaguardando las más fieles tradi-
ciones de la burguesía.
¿Hubo verdaderos propósitos de cambio en el gobierno para lograr una armonía de las
partes en un único lenguaje identificable tanto para el Estado como para los ciudadanos comu-
nes? Indudablemente, la reconstrucción de San Juan brindaba una oportunidad inmejorable
para llevar a cabo esta idea. Generar allí, sobre las ruinas de la antigua capital provincial, una
operación total de reedificación, suponía la oportunidad inmejorable para materializar la ima-
gen del nuevo Estado que el peronismo intentaba construir. ¿Pero con cuál lenguaje el gobierno
enseñaría de lo que significaba construir un San Juan seguro, moderno y progresista?
1. Caminos, Horacio. “El La construcción de nuevas dependencias estatales que se implantaban en el diverso
pensamiento del siglo XX en territorio geográfico y social en Argentina, puede verificarse en obras institucionales con esté-
arquitectura y urbanismo”, en La
arquitectura de hoy, 4, 1948; p. 67.
ticas divergentes. Las premisas de este eclecticismo oficial definieron un período de ejecución
con diferenciadas líneas: rústico californiana (para las viviendas), moderna atenuada, neoclásica
2. Ballent, Anahí. “Arquitectura y (Facultad de Derecho) y moderna radical2, a la vez, que comenzaba a instalarse, en la discusión
Ciudad como estéticas de la política. proyectual, ideas sobre regionalismo como una línea alternativa de pensamiento. De manera
El peronismo en Buenos Aires, 1946
-1955”, en Anuario del Instituto de moderada e incipiente puede reconocerse en el edificio de Correos de San Juan a un paradigma
Estudios Histórico-sociales. Tandil: de esta la compleja maraña de ideas arquitectónicas.
Facultad de Ciencias Sociales
Universidad Nacional del Centro,
1993.
El edificio de Correos puede ser considerado un caso modelo en un momento de trans-
formación local en un cambio de Estado. Así, mientras se intentaba unificar la nación con nuevos
3. Popularmente denominada edificios públicos, forjando un catálogo de lenguajes arquitectónicos diferentes, en la capital
“Central” por los sanjuaninos,
sanjuanina el correo cobró una relevancia singular. Se convirtió en el primer edificio institucio-
haciendo referencia a la apertura
media del manzanero histórico. nal que abrió sus puertas en la Nueva San Juan, y lo hizo con un lenguaje moderno.
84
El edificio de correo de San Juan, punto de partida ejemplar
Avda. Rioja, otra arteria que inauguró nuevas dimensiones del espacio urbano. A la derecha, se distingue
el edificio de Correos (Fuente: Archivo Nemecio Nieto)
La particularidad que fue cobrando esta avenida, como escenario institucional, se fue
concretando desde los primeros planes propuestos para reconstruir San Juan; la Avenida Cen-
tral fue casi un tema en sí misma, sosteniéndose como la operación principal de la remodelación
de la cuadrícula.
En el Plan de Pastor, el concepto de eje institucional clásico adquiere toda la tensión para
romper con la regularidad de trazado del casco histórico. La fractura de la nueva avenida, irrum-
pió en la repetición infinita del cuadrado, generando una nueva manzana de 120 x 45 metros.
Quedó resuelto un gran espacio arquitectónico–urbano que se diferencia en la ciudad, no sólo
en relación al cuadrado que supone la manzana tradicional, sino en admitir un único uso del
suelo: albergar edificios institucionales. La apertura de esta avenida fue para la nueva San Juan
la única variación del plano horizontal de la trama. Se advierte que la materialización de la mis-
ma se sustentó en una idea conservadora, la aspiración de convertir a cualquier ciudad nacional
en un fragmento de ciudad europea o de la Avenida de Mayo en Buenos Aires.
Puede leerse en las copias de los planos originales del Correo, de 1950, que la avenida
se denominaba Paseo Central. Indudablemente en las lecturas que se hicieron en Buenos Aires
de las planimetrías del Plan Pastor, la dimensión de esta calle tenía una característica singular
en la trama. Además se podía entender que contenía dos remates: la Catedral y la Residencia
Episcopal al oeste y la Municipalidad al este, y entre ambos, un desarrollo lineal de 11 manzanas
comprendía mayoritariamente instituciones, y en menor proporción contaba con edificios co-
merciales y torres de viviendas. Cabe destacar que el único edificio que conservó su ubicación
desde la idea original del proyecto de Pastor fue el Correo, los demás fueron desplazados dentro
del eje y en algunos casos, aún quedan sin construirse5.
85
Planimetrías del Correo de San Juan, relevadas del proyecto de los arquitectos Vidal y Bianchi de octubre de 1950. Dibujó: Arq. Fabián Ramos (Fuente: Archivo CRIHDAC)
ción de San Juan. A principios de 1953 comenzó a construirse el edificio, y establecerse la línea
de edificación de la Avenida Central.
El 1º de julio de 1957 abrió sus puertas el moderno edificio del entonces 9º Distrito Pos-
tal de la Argentina. Se expresó en la prensa que esta moderna sede era la primera en el país en
contar con un amplio hall de Informaciones, de manera que, además de toda la renovación de
Correos que se dio desde el inicio de la década, algunas nuevas tareas fueron incorporadas en
San Juan: los grandes recintos serían utilizados para una sección de lecturas y exposiciones,
todo el nuevo edificio contaría con un sistema de música funcional que transmitiría música fol-
clórica y de cámara a todos los recintos6.
...con las reglamentarias técnicas y herramientas tecnológicas vemos día a día como se co-
mienza a levantar lo que será el Correo. El tamaño del predio de esta obra demuestra como San Juan
se ubicará entre los primeros y más actuales distritos del país. Estimamos fundamental destacar
como la función pública confía en esta ciudad que progresa...7
Si tomamos en cuenta que aún no se realizaba ese tramo de la avenida, sin la arboleda, el
paisaje de la ciudad era desolado. Paulatinamente, a lo largo de los cinco años de construcción,
la gran escala fue impregnando de jerarquía a todo el espacio de la Avenida Central, y su mate-
rialidad, daba cuenta de los últimos avances de la construcción.
La obra del Correo se acomodó a la forma de la nueva manzana rectangular con dos
volúmenes desiguales: el perimetral, que se circunscribe a las líneas de edificación, materializa
6. Diario Tribuna, San Juan, 2 de julio un macizo de dos niveles y un paralepípedo rectangular a lo largo de la avenida, descansando
de 1957.
sobre un importante plano de columnas de 6 metros de altura que propone duplicar la vereda.
7. Diario Tribuna, San Juan, 15 de Claramente este es el aporte espacial inédito a la Avenida José I. de la Roza, no sólo en términos
diciembre de 1952. de materialidad, sino también en su programa.
86
El edificio de correo de San Juan, punto de partida ejemplar
La fachada sobre la Avenida Central del edificio de Correos antes de su inauguración (Fuente: Archivo Nemecio Nieto)
Correo de San Juan. Contrafrente sobre la playa de cargas (Foto: M.L. Bertuzzi, 2011)
El gran bloque bajo concentra las áreas de atención al público y específicas de la de-
pendencia, a modo de caja rectangular, que sólo interrumpe en el patio de servicios a la calle
trasera. La superficie de pared opuesta a la columnata mantiene un plano puro, donde no existe
un juego de claroscuros, sino sólo la interrupción de los accesos. Este juego de abstracción se
elabora con la coincidencia entre el plano del vidrio y el paramento exterior del muro, siendo
el único edificio que emplea este recurso en la ciudad. Es notable el juego de brillos propuesto
entre el revestimiento mural y el vidrio según la época del año. Las fachadas, revestidas en mo-
saicos vítreos venecianos tipo glasiris o venecita, se articulan de diferentes maneras a la vereda;
la jerarquía de la fachada norte, no sólo está determinada por la altura de la recova sino que se
conforma literalmente transparente, mientras que las tres caras restantes del edificio guardan
una relación menos porosa con el espacio público.
87
En las zonas a las que accede el público las columnas son independientes de los muros.
La sección circular de cada pilotis otorga un dinamismo al corredor de la Avenida Central que
logra las inflexiones del paño de las paredes, desapareciendo las aristas rectas de las esquinas.
En el sector de menor altura, la modulación de vigas y columnas se integra al muro en el mismo
plano (áreas de trabajo), distinguiéndose cada uno a partir de los revestimientos.
Un legado intacto
La arquitectura del Correo puede definirse como el resultado efectivo de un cruce de
objetivos: consolidar la presencia de un Estado renovado y refundar una ciudad. Esta discu-
sión no puso en tela de juicio la Arquitectura Moderna, sino al contrario, se la adoptó para es-
tablecer una arquitectura de imagen segura y próspera. El punto cero, que significó la recons-
trucción de San Juan, permitió plasmar algunos de los términos que circundaban al cambio
de rumbo de la modernidad en Argentina y el mundo, y que no eran otra cosa que su propio
fortalecimiento.
Correo de San Juan. Recova sobre la Avenida Central Hoy, el edificio de Correo de San Juan se mantiene íntegro, con su rotunda presencia
(Foto: M.L. Bertuzzi, 2011) de edificio clásico, en el contexto de una San Juan moderna y al mismo tiempo, presenta el va-
puleo de las vicisitudes económicas (división del gran hall, alquileres menores, publicidad, en-
tre otros). Aún así, plantea una notable lección de arquitectura estatal, ciudad y medio natural
convirtiéndolo en ejemplo de la Reconstrucción de San Juan, que puede resistir los embates de
una época no muy propicia. En esta obra descubrimos una primera tarea para re-culturalizar la
ciudad con una arquitectura moderna, que se renovaba en el marco de las nuevas ideas políti-
cas, dándole valores conceptuales, espaciales, tecnológicos persistentes que lo hacen envejecer
magistralmente.
Correo de San Juan. Fachada principal sobre la Avenida Central (Foto: M.L. Bertuzzi, 2011)
88
Una lectura moderna en la tradición correntina: la cabecera del Distrito 13 de Correos
Existen diversos caminos para enfrentarse al estudio de una obra arquitectónica y el edi-
ficio cabecera del Distrito 13, en la ciudad de Corrientes, permite para su análisis, acercamientos
múltiples que se vinculan no solo con su propia historia edilicia dentro de la Modernidad, sino
también -y a través- de aquellos ligados fuertemente a las tradiciones de una provincia que,
alejada de los centros políticos y sociales gravitantes de la Argentina, arrastraba -al momento de
su inauguración- casi cien años de acciones e intereses en el sistema postal nacional.
Adelantándose a los tiempos, en 1821 la carta magna de esta provincia sancionaba que Primera estampilla que circuló en
“… el servicio de correos queda a las órdenes directas del gobernador de la provincia, quien fijará Argentina diseñada por Matías Pipet
las tarifas postales…”, y si esta circunstancia era una primicia, también lo fueron los hechos su- (Fuente: Colección particular)
cesivos en este aspecto, cuando por ejemplo, hacia febrero de 1853 el gobernador Don Juan
Gregorio Pujol, complementaba estas intenciones decretando el establecimiento de un correo
semanal provincial, el mismo al que luego sumó la decisión de abonar un impuesto por toda co-
rrespondencia girada en el ámbito correntino y, mucho después, a fin de regular la recaudación 1. Roth, Leland. “Introducción. La
de la renta -cuando corrían los últimos días de agosto de 1856-, establecía la circulación de la Arquitectura, el arte inevitable”,
en (autor) Entender la arquitectura.
primera estampilla postal argentina. El conspicuo Doctor Pujol, inspirado en la práctica francesa
Sus elementos, historia y significado,
y anticipándose en veinte años lo que se replicaría a nivel nacional2, instaló en la provincia el Barcelona: Gustavo Gili, 1999, p. 1.
nuevo sistema de “sellos postales adhesivos y valorizados” que se distinguieron por su diseño3
con el perfil de la diosa romana Ceres, les estableció el valor de un real y complementó el circuito 2. Creación de la Dirección Nacional
de Correos y Telégrafos por ley Nº
con la instalación de estafetas, la organización de las postas, además de su regulación y la imple- 816, en 1876.
mentación de las tarifas del servicio4.
3. Su confección estuvo a cargo
del Director de la Imprenta Oficial
Pues bien, una vez establecida la función, se requería de ámbitos que permitieran su
correntina, Pablo Coni, quien a su
correcto desarrollo y si Buenos Aires contó con edificios adaptados para estos fines, ocurrió lo vez cedió al francés Matías Pipet el
mismo en Corrientes, habida cuenta el deambular por distintos sitios que se adaptaban a los grabado de la viñeta para la única
requerimientos espaciales, sin que pudiera establecerse en uno definitivo y propio hasta bien plancha de impresión tipográfica
sobre la cual se realizaron las 17
entrado el siglo XX. emisiones –en tinta negra sobre
papel de seda y de contorno liso-
Desde aquél entonces, a mediados del XIX y luego de funcionar en establecimientos que circularon hasta 1880 cuando
se unificaron los servicios postales
diversos –que contemplaron hasta conjuntos religiosos-, la Oficina Nacional de Correos y Telé- nacionales.
grafos correntina encontró un lugar más o menos estable en pleno centro histórico de la capital
desde la cual atendió a su público entre 1934 y 19575. La sede se estableció en la que fuera una 4. Desde 1853 y hasta 1856 el
vivienda tradicional del período de la Confederación, la casa6 del Gobernador Manuel Lagraña servicio postal nacional dependió
del Ministerio de Hacienda, luego
y por los distintos ejercicios proyectuales que se analizan más adelante en este mismo texto, es del Ministerio del Interior y el 13
apropiado considerar algunas de las características que resume esta vivienda con un partido de junio de 1944 el Poder Ejecutivo
arquitectónico que atiende soluciones a condiciones climáticas extremas y que, por sobre todo, dispuso la autonomía del Correo
bajo el rango de Dirección General
recomponen el imaginario de la vida urbana correntina7. La casa, muy vinculada por el origen de Correos y Telecomunicaciones.
de sus propietarios a la historia local, fue erigida hacia 1860 en un lote que ocupa casi un cuarto
de manzana sobre la esquina de las calles Carlos Pellegrini 886-98 y Salta 708-34; se inscribe 5. Cfr. AA.VV. El Patrimonio
dentro del lenguaje italianizante, de perfil plano, recostado sobre la línea municipal –elimina los Arquitectónico de los Argentinos,
Tomo 2: “Nordeste: Corrientes,
tradicionales corredores urbanos en galería-, se desarrolla en una sola planta, sin ochava, y solo Misiones, Chaco, Formosa”. Buenos
quiebra la homogeneidad visual urbana a través del empleo de peanas, pilastras y guardapolvos Aires: SCA-IAIHAU, 1983, p. 17.
89
Acceso a Casa Lagraña sobre la calle Carlos Pellegrini cuando funcionaba como oficina de correos. Tarjeta postal
(Fuente: Colección Gabriel Romero)
entre los que se destaca el sistema de herrería de los pretiles superiores, en tanto su partido
arquitectónico salvaba las peculiaridades lugareñas al ordenar sus funciones en tres patios su-
cesivos, circundados por galerías8.
6. Declarada de interés público por el Según puede leerse en estos archivos, la necesidad de contar con un edificio propio
gobierno provincial en 1976 y desde
1989 es MHN.
en la capital correntina registra datos por lo menos desde 1930, y aunque mayormente en di-
ferente emplazamiento al finalmente seleccionado, la urgencia coincide en las renovaciones
7. Entre los diversos usos públicos urbanas que mostró la ciudad de Corrientes a partir de esa década, ya que acciones municipales
que tuvo la vivienda, se desarrollaron
de importancia se habían gestado por entonces (pavimentación de la avenida 3 de abril, mo-
allí las actividades de varias escuelas:
entre 1887 y 1932 la Normal de dernización del puerto, etc.) Las variantes propuestas que se descubren –salvo una, planteada
Maestros y la Profesional Provincial; en un terreno entre medianeras9-, son siempre sobre un mismo lote, ubicado en la esquina no-
a partir de 1957, la de Educación reste de Salta y Pellegrini, exactamente en diagonal al mismo lugar de donde se encontraba
Técnica y, desde 1976, es sede del
Poder Judicial de Corrientes. funcionando el servicio postal -la tradicional casa Lagraña- y enfrente de la casa Nalda, otra
típica vivienda correntina. El enclave urbano, cuadrangular, con una particular esquina10, obtusa,
8. Se agradece especialmente al con 58 m sobre Pellegrini y unos 30 m sobre Salta, permitió que estos proyectos plantearan un
arquitecto Gabriel Romero por las
partido habitual para la zona, organizado en anillos funcionales periféricos a la línea municipal,
imágenes y datos ofrecidos acerca
de este sitio. generando patios de distinto tamaño y, posiblemente con envolturas más pintoresquistas que
reiteraban lo sucedido en la vecindad y consolidaban el cruce de calles sin mucho estruendo
9. Cfr. en CRIHDAC, Archivo Nº 183 E; estilístico. El proyecto de fines de 1930 (Archivo Nº 32B) con acceso desde la ochava y solamente
planta fechada el 31 de julio de 1934.
de dos pisos de altura, especializa las funciones privatizándolas hacia el interior del terreno y
10. En este lote existió otra muestra desde el acceso, la atención al público, luego los espacios para los empleados y escon-
vivienda de fines del siglo XIX, den -en el ángulo interno del lote-, el área de servicios; en tanto en el nivel superior se disponían
luego demolida y desde 1940 una
ámbitos especiales, biblioteca y escuela de telegrafistas, además de la vivienda para el Jefe del
nueva edificación permite el actual
funcionamiento de dependencias Distrito, reiterando en un gesto común a todos los proyectos, su entrada independiente del
del Poder Judicial. conjunto principal. El total de grupo de planos de la década del ’30, siempre rotulados desde
90
Una lectura moderna en la tradición correntina: la cabecera del Distrito 13 de Correos
Recién con las propuestas surgidas hacia 1940, en idéntico lote, las ideas avanzan y des-
cubren una grilla organizativa y liviandad espacial en tanto crece la década, y se traslucen poco
a poco en líneas -aún primitivas-, de la pregonada “modernidad”. El proyecto fechado el 21 de
junio de 1943, Archivo Nº 678E, con acceso sobre Salta y desarrollado en dos niveles, plantea
un hall público de grandes dimensiones, retrotrae la esquina hacia el interior y la completa con
un jardín que recompone la ochava, reúne servicios menores –muchos en el subsuelo- con cir-
culaciones verticales y omite el traslado vehicular. De manera similar, los proyectos de abril de
1946 (Archivo Nº1000E) y su modificación fechada el 26 de junio de 1947, recuestan los espacios
principales sobre el lado mayor del terreno, acompañando la calle Carlos Pellegrini, los patios
interiores desaparecen y agregan espacios en la planta alta, como la destinada a la novedosa Anteproyecto (plantas baja y alta) en la esquina
estación de radiodifusión. noreste de Salta y Pellegrini, 26/10/1936
(Fuente: Archivo CRIHDAC, planos nº 310E y 311E)
Mención especial en el programa arquitectónico merece la incorporación de estas nue-
vas incorporaciones dentro del servicio postal; así, la importancia que reviste la instalación de la
radiofonía en estos edificios, por ejemplo, además de las salas electorales, mejores condiciones
en la escuela para telegrafistas y actividades que hasta ese entonces se planteaban fuera de
los edificios de correos, son concordantes con los lineamientos de renovación funcional de las
oficinas a nivel nacional, bajo la conducción de Oscar Nicolini11.
Los anteproyectos para la Cabecera del Distrito 13 se inician ese mismo año, firmados
por los arquitectos Spencer y Bunge, quien oficiaba también de dibujante, según rezan los pla-
nos más antiguos. La primer propuesta de diciembre de 1948, omitía los patios internos carac-
terísticos de las anteriores y planteaba un desarrollo con dos sectores que se retomaron en el
11. Ciertos testimonios indican que
último trazado del edificio: el principal con el monoblock de cinco pisos de altura, modular, con hacia septiembre de 1947 y a través
hall de atención al público perimetralmente a las calles, incluyendo dos pisos para telecomuni- de una nota reservada “recomendó
caciones, uno para sala electoral y vivienda de directivos e instalaba, en el último, el buffet para al Banco Central la adquisición
de todas las emisoras privadas…”.
empleados cuyo volumen rompía la ortogonalidad general con un trapecio de menor superfi-
Cfr. Mercado, Silvia. El inventor del
cie, ladeado respecto de las líneas municipales introduciendo, novedosamente, un perímetro peronismo. Buenos Aires: Planeta,
ajardinado que fue reiterado con otra morfología en el proyecto final. p. 147.
91
Corte vista del contrafrente, anteproyecto firmado por Spencer el 17/11/1953 (Fuente: CRIHDAC 148 P/11)
La selección del terreno resultó uno de los aspectos más demorados y cambiantes en
esta etapa, las propuestas de fines de esta década plantean una orientación diferente, más ha-
cia el sur de aquéllas primeras desarrolladas en el casco histórico de la ciudad. Los estudios
previos existentes en los archivos se interesan por el eje de la calle San Martín, a lo largo de tres
cuadras entre Mendoza y Salta12. Y, ajustándose a las normativas internas institucionales, el 28
de diciembre de 1951 se proporcionan algunas características necesarias para proyectar en el
sitio seleccionado en el cual existía una edificación a demoler: temperaturas máximas oscilantes
entre 40,5º y 1º, lluvias promedios anual de 768 mm y una población de la ciudad de 35.000 ha-
bitantes13, (cantidad que solo revela el porcentaje que habitaba el casco histórico pues el Censo
Nacional de 1947 contabilizaba 71.856 para toda la ciudad). Aunque la inscripción catastral data
Planta del buffet en último piso en el de 195514, el 3 de diciembre de 1953, con la firma del dibujante Alfedo J. Flachsland de la Divi-
anteproyecto de J. M. Spencer y W. Bunge, sión Estudios y Proyectos, quedó establecido el terreno definitivo en la esquina noroeste de la
diciembre de 1948 (Fuente: Archivo Manzana 211, lote 12, con 56.60 m sobre San Martín (dirección este-oeste) y 46.46 m sobre San
CRIHDAC, expediente obra nº 99)
Juan15 (dirección norte-sur).
Los anteproyectos se desarrollaron durante todo ese año y gran parte del siguiente, pero
a partir del 16 de noviembre de 1953, el arquitecto Bunge no participó más en el diseño de
esta sede16. Aunque se desconocen las razones de esta ausencia, lo relevante es que no existen
12. Cfr. en CRIHDAC: “Correos y
Telecomunicaciones. Dirección de mayores variantes entre las primeras alternativas y el producto final, ya que el conjunto de docu-
Arquitectura. Corrientes Distrito 13º. mentación según progresa en el tiempo revela una minuciosa perfección del partido arquitectó-
Plano de ubicación para la adquisición nico con claras connotaciones proyectuales de Spencer. Fiel a otros ejercicios construidos en el
terreno. Fichero Técnico Nº 499-V”.
resto del país por la Dirección de Arquitectura, la propuesta se instaló en la ciudad encastrando
13. Cfr. Fichero técnico 874-V, la tabla modular que alcanza 23 m de altura sobre calle San Juan y cubriendo el resto del terreno
CRIHDAC. Para el caso de Corrientes, con un volumen menor en dos niveles, caracterizado por el empleo de cubiertas tipo sheed que
las que se expresan en el plano no
cobijan las funciones privativas del servicio postal (traslado, despacho de cargas, encomiendas,
completan todas las exigidas por la
Dirección de Arquitectura para la etc.). Funcionalmente, el hall de atención recorre la esquina y, como en todos los proyectos, las
realización del proyecto. Cfr. Revista de circulaciones se articulan en función de la esquina, acomodando los núcleos verticales en los ex-
Correos y Telecomunicaciones, 133, sep. tremos; por su parte, el acceso a la vivienda del Director, se disimula sobre el eje de San Martín,
1948, pp. 18-19.
cercano a uno de los accesos públicos.
14. Registro de la Propiedad Tomo 027,
folio 006626. Aquella seducción corbusierana manifestada por Spencer, se tradujo una vez más en
la composición morfológica y estilística a partir de la reformulación de las consabidas matrices
15. La calle cambió de nombre durante
el proceso proyectual, llamándose proyectuales. Así, a las fachadas más importantes del monoblock –la urbana, al este, con carpin-
Juan D. Perón. tería metálica en todos sus niveles; la interior, oeste, apenas perforada por mínimas aberturas-
92
Una lectura moderna en la tradición correntina: la cabecera del Distrito 13 de Correos
Planimetrías del Correo de Corrientes, relevadas del proyecto original de Spencer, fechado en 1953. Dibujó: Arq. Fabián Ramos (Fuente: Archivo CRIHDAC)
Interior de un sector de oficinas protegido por los parasoles fijos y detalle de sheed, parasoles y volumen del tanque y sala de máquinas (Fuente: Nuestra Arquitectura, 345,
ago. 1958, pp. 29 y 30).
93
Bendición de las nuevas instalaciones del edificio
para el Distrito 13º (Fuente: Revista de C y T, 245,
feb. 1958, p. 5) Estado actual del edificio de Correos (Foto: P. Méndez, 2013)
Más allá de estas opiniones tampoco la construcción aplicó las pautas establecidas para
superar los límites que imponía el clima correntino de veranos agobiantes, ni tampoco al pedido
de emplear materiales de construcción de origen local. Así lo demuestra el uso de mármol botti-
cino, piedra dolomita, los pasamanos de acero inoxidable o el Fulget con que se recubrieron las
fajas del último piso y el volumen que alberga al tanque y sala de máquinas.
Con poco más de 8000 m2 cubiertos, y cerrando el ciclo de construcción para desarrollo
del estado nacional que había alentado el segundo Plan Quinquenal, la DACYT culminaba al
18. Cfr. Romero, Gabriel.
promediar la década del ’50 la Cabecera de Correos del Distrito 13º en la capital correntina. La
Arquitecturas Modernas en la ciudad
de Corrientes. 1930-1960. Corrientes: inauguración de las instalaciones fue el 16 de noviembre de 1957 y registró como protagonistas
UNNE-Municipalidad de la Ciudad al arquitecto José Maria Spencer, los ingenieros civiles Darío C. Luengo y A. Sarmiento Laspiur,
de Corrientes, 2008. en tanto la construcción estuvo a cargo –como en otros correos- de la Compañía Americana
19. Su sede central figuraba en la
ciudad de Buenos Aires, en el cuarto de Construcciones (COAMCO)19; en el acto de apertura participaron el Secretario General del
piso de calle Uruguay 367. Ministerio de Comunicaciones, el Dr. Luis Marforio y el Director General de Correos, el Sr. Pedro
Gili, acompañados por quien bendijo las nuevas instalaciones, el Obispo Diocesano Monseñor
20. Cfr. “Nuevos edificios se
incorporan al Ministerio de
Francisco Vicentín20.
Comunicaciones”, en Revista de
Correos y Telecomunicaciones, 245, Esta conciliación de sucesos intenta comprender mejor una obra sobresaliente en la ciu-
Buenos Aires, febrero 1958, pp. 4-5. dad21 y que, por sus características la hacen única. Seguramente, este texto podría haber sido
21. El edificio tiene Protección otro pero habría resultado incompleto si no entendía que la obra es el corolario de un particular
Cautelar según ordenanza 4158/05 episodio de la arquitectura argentina y de la historia local. La cabecera de Corrientes no es dis-
y cuenta con declaratoria de tante a los otros edificios de Correos de la época, construidos en un lenguaje de modernidad
interés municipal Cfr. Maciel,
María Soledad. Inventario de bienes
–de aquella Modernidad de mitad del siglo XX-, ni a los sucesos de entonces que tuvieron a la
inmuebles de valor patrimonial. ciudad como foco –recordemos el proyecto de Miguel C. Rocca con trazados urbanos innovado-
Ciudad de Corrientes, catalogación res para esta ciudad-, pero solo si se la analiza desde una perspectiva historiográfica es posible
2008 (inédito). Dirección General de encadenarla a la crónica edificada de lo que fueron las aspiraciones del Estado y también a la
Preservación del Patrimonio Urbano
y Arquitectónico, Subsecretaria de de un grupo de profesionales concentrados en un único sentido proyectual, promotor de la
Desarrollo Urbano, 2009. integración nacional y de la calidad espacial.
94
Una imagen moderna para la comunicación en Mar del Plata:
Este fenómeno local que obviamente tenía implicancias en el campo social, político
y cultural, fue la usina que generó el desarrollo de una ciudad distinta, con un proyecto de
crecimiento ambicioso y definido por un sector social, política y económicamente poderoso.
Las fuertes inversiones privadas que se sucedieron en poco más de treinta años así lo demues-
tran.
Complejo Playa Grande, 1936/1940. Dirección de Arquitectura de la Provincia de Buenos Aires (Fuente: Archivo Histórico Municipal Roberto T. Barilli)
Instituto Saturnino Unzue, 1908/1910 Arquitecto L. Faure Dujarric (Fuente: AGN)
95
Vista aérea de la Avenida Colón en la década de 1950 (Fuente: Archivo Histórico Municipal Roberto T. Barilli)
La década del treinta, por su parte, dejó atrás las vanguardias del cambio de siglo y se pre-
sentó en la ciudad con decididos aires de renovación, el racionalismo arquitectónico comenzó a
instalarse con obras de real importancia para la época. A mediados de la década, la Dirección de
Arquitectura de la Provincia de Buenos Aires comenzó el proyecto del complejo turístico de Playa
Grande al sur de la ciudad y de la bahía fundacional, la Playa Bristol. El éxodo hacia el sur por parte
de las clases de elite había comenzado ya en los años veinte A los balnearios de neto corte raciona-
lista se le sumó la sede del Ocean Club y el Yatch Club. Los equipos técnicos del Estado, en este caso
los provinciales, estaban dando muestra de la capacidad que se requería en esas circunstancias.
(Antonio Vilar proyectó la sede del Automóvil Club Argentino, como ya venía haciendo en todo el
interior del país. La sede local en la manzana de Avenida Colón, Santiago del Estero, Santa Fe y Almi-
rante Brown responde a los lineamientos del racionalismo alemán de entre-guerras.
En los años cuarenta repercutieron en Mar del Plata dos hechos de suma importancia: por
un lado la finalización en 1938 de la Ruta Nacional N° 2 que la unía con Buenos Aires, cuestión
para nada menor teniendo en cuenta la expectativa de masividad en el arribo de personas tanto
en automóvil como en ómnibus; y diez años después, la sanción de la Ley de Propiedad Horizon-
tal con la proliferación de construcciones en altura, que dio comienzo a un brutal y desconsidera-
do uso del suelo. La renta urbana y la especulación desmedida dieron rienda suelta a todo tipo de
miserias constructivas en detrimento de la ciudad residencial. Mientras tanto, hacia las afueras de
la ciudad dos obras comenzaban a construirse: una, el conocido restaurante Ariston proyectado
por Marcel Breuer con la colaboración de los arquitectos Carlos Coire y Eduardo Catalano; la otra,
la famosa Casa del Arroyo también conocida como la Casa del Puente del arquitecto Amancio
Williams. La acción privada también dejaba huellas indelebles en la arquitectura del momento.
En los ‘50 y en pleno auge de la Ley de Propiedad Horizontal, Mar del Plata se fue para
arriba a expensas de la ciudad y del patrimonio construido. La ciudad experimentó una impa-
rable dinámica de sustitución que produjo la demolición del 50% de su parque habitacional
profuso en chalets pintoresquistas, para determinar la aparición de grandes moles propiciato-
rias del negocio inmobiliario. Lo nuevo no alcanzó nunca, tanto en calidad arquitectónica como
constructiva, para compensar la pérdida.
Sin embargo, fue el momento en que el arquitecto Antonio Bonet proyectó una serie de
edificios de excelencia. Sobresale el conocido Terraza Palace, frente al mar y al complejo Playa
Grande, un edificio escalonado que plantea una excelente relación edificio-paisaje natural. Im-
portantes trabajos se realizaron por esos años y en la década siguiente. Algunos de ellos son
el Cementerio Parque y el Cementerio Israelita, proyecto de los arquitectos Horacio Baliero y
96
Una imagen moderna para la comunicación en Mar del Plata:
El racionalismo del Edificio de Correos y Telecomunicaciones
Postal: Instituto Unzue, Ocean Club, Ariston, Terraza Palace, ACA, Casa del Puente, y en el centro el edificio de Correos (Composición A. Benítez)
Edificio del Servicio de Telecomunicaciones (ENTEL) 1959/1966. Alberti y XX de Septiembre (Foto: A. Novacovsky, 2013)
97
Edificio de Correos y Telecomunicaciones de Mar del Plata, inaugurado en 1958 (Fuente: Colección partic.)
Las premisas de la estética moderna con su tipología de placa y basamento, alta cali-
dad constructiva, empleo de adelantos tecnológicos, flexibilidad, reducción de ornamentación
y austeridad con bajo mantenimiento, guiaron la resolución y crearon su inconfundible imagen
emparentada con los otros Correos del período. Se constituyó así un cuerpo arquitectónico con
la unidad, coherencia y magnitud suficiente para ser todavía hoy una referencia ineludible en la
ciudad y en el país.
Desde el Estado se propuso una tipología específica para estos edificios: la de placa
exenta con basamento pero separada del mismo por un piso de transición. En el caso del Correo
de Mar del Plata, proyectado entre 1950 y 1953 y habilitado en 1958, los arquitectos constru-
yeron según esta tipología, con un primer nivel diferenciado netamente de la planta baja. El
edificio se despega del suelo por medio de una serie de columnas que atraviesan el volumen
que constituye el nivel de acceso y deja un espacio de transición entre ese volumen y la placa
-una de las primeras oportunidades de aplicación en el país de este recurso formal-; el remate
del edificio se libera del resto y se resuelve independientemente.
En el lateral del edificio sobre calle Santiago del Estero fue ubicada otra entrada casi pri-
vada, mientras que el movimiento vehicular propio de la función, se resuelve contra la mediane-
ra de Avenida Luro, en un sistema de rampa que ingresa por debajo del basamento, por donde
se accede desde la calle a las plantas de subsuelo, diseñadas para uso exclusivo del personal y
de los móviles del servicio de correo. También se independiza formalmente al sector privado
1. Desde 1949 se reconocía la -la vivienda- con un volumen disgregado del principal, al que la gran placa da la espalda y sólo
denominación de Ministerio, a partir conecta con él mediante un puente. El público accede por medio de una escalinata a un medio
de la sanción de la Constitución
Nacional reformada en ese año, que
nivel elevado, planta destinada a la atención al público. Se trata de una planta libre equipada
llevó a cabo una reestructuración de con mostradores y mobiliario especialmente pensados en conjunto con el resto del edificio,
los organismos del P.E.N. minuciosamente diseñados teniendo en cuenta su ubicación en relación con las columnas, los
98
Una imagen moderna para la comunicación en Mar del Plata:
El racionalismo del Edificio de Correos y Telecomunicaciones
Planimetrías del Correo de Mar del Plata, relevadas del proyecto definitivo fechado en 1952. Dibujó: Arq. Fabián Ramos (Fuente: Archivo CRIHDAC)
ventanales, y los espacios de circulación. Todos detalles confirman lo que puede deducirse de
los planos: la regularidad es utilizada como regla principal de la composición.
Por su parte, el coronamiento está conformado por una lámina de hormigón suspen-
dida, con caladuras. La cubierta simula despegarse, pero sus bordes apoyan en vigas acartela-
das que descargan en los pilotis que traspasan todo el conjunto. El núcleo circulatorio vertical
atraviesa y abastece al último nivel, con techo de losa y dos bóvedas de láminas de hormigón.
El remate del conjunto lo constituye el tanque de agua revestido de mosaico veneciano, una
extensión del mencionado volumen circulatorio que vincula al edificio. Una caja anexa alberga
las viviendas del jefe y del inspector en dos plantas que se vinculan a la placa principal con un
puente. Esta caja emplea el mismo criterio que la placa principal: un volumen atraviesa la losa y
alberga los tanques. Sobre la calle Santiago del Estero el cerramiento del basamento se convier-
te en parasoles verticales metálicos y graduables.
Los materiales más utilizados son metal, hormigón, vidrio, mármoles, venecitas, reves-
timiento de piedra regular. Se explota al máximo la belleza intrínseca de los materiales y la
elegancia de las soluciones técnicas, en oposición al uso del ornamento. Materiales y revesti-
mientos cuidadosamente seleccionados facilitan la conservación de los sistemas de oficinas al
requerir poco mantenimiento.
99
Edificio de Correos y Telecomunicaciones de Mar del Plata. Coronamiento de la placa (Foto: A. Collado, 2012)
El uso de este lenguaje arquitectónico, de una tipología específica y una alta tecnología
para la época, fue consecuencia de varios aspectos, como los procesos de industrialización, la
economía, necesidades de la población y el desarrollo de la arquitectura en proyectos y concur-
sos impulsados por el Estado, la participación estatal y la enseñanza impartida por los centros
académicos. Cabe destacar que la infraestructura pública de servicios construida en esos años
alcanzó tal magnitud que todavía hoy constituye una referencia ineludible en el país y dejó su
huella inconfundible en Mar del Plata. Una ciudad que estaba cobrando una escala y enverga-
dura tal que la hizo necesitar de una arquitectura pública acorde.
100
El correo, en Neuquén
El correo, en Neuquén
101
Obreros que participaron en la construcción, en el salón ppal. poco antes de finalizar las obras (Fuente: Arch. Histórico Mun. de Neuquén)
Merecedor del reconocimiento como una de las obras más valiosas de arquitectura mo-
derna de la Patagonia, el edificio de la ciudad de Neuquén presenta analogías corbusieranas con
otras sedes de correo, pero en éste, es particularmente destacada la influencia ejercida por la
arquitectura moderna brasilera, heredera del maestro suizo. Como referente reiterado aparece
el edificio Gustavo Capanema (1936), cuyo nombre recuerda al ministro de Educación de Brasil
(periodo 1934-1945) durante la presidencia de Getúlio Vargas, responsable de las políticas que
hicieron posible la construcción de esa paradigmática obra, de notable adaptación regional.
Edificio del Correo de Neuquén. Fachada principal orientada al sur. Foto: Bazzana, 1960 (Fuente: Arch. Histórico Pcial. de Neuquén)
102
El correo, en Neuquén
Planimetrías del Correo de Neuquén, relevadas del proyecto original de Ochoa, fechado en 1954. Dibujó: Arq. Fabián Ramos (Fuente: Archivo CRIHDAC)
El correo, con un volumen prismático (placa desarrollada en planta baja y cuatro pisos,
más subsuelo) que se articula con construcciones de menor altura y de marcada horizontalidad,
reitera el esquema compositivo del edificio carioca y de la mayoría de las sedes de correo con-
temporáneas. Destacamos, además, como repertorio de semejanzas: la volumetría de la placa
separada del basamento por un entrepiso con balcones entrantes –a modo de logia- y rematada
por el característico tanque de agua revestido en venecita color celeste; la correspondencia en-
tre forma y función, destinando la placa para las actividades básicas de correo y el resto para las
áreas de apoyo, servicio y mantenimiento; la separación de los elementos estructurales median-
te el empleo de pilotis revestidos con venecita como estructura de sostén de la placa; grandes
paños ciegos contrastados con grandes planos vidriados y logias; la liberación de un espacio
central destinado a playa de maniobras; el emplazamiento en esquina, con ausencia de ochava;
el especial tratamiento para la sala de atención al público como generoso espacio de planta
libre caracterizado por su luminosidad, amplitud y la característica presencia de los pilotis; los
elementos decorativos y artísticos como complementos de la arquitectura.
Entre las singularidades, en cambio, presenta la planta baja elevada medio nivel y a la
cual se accede desde una escalera, que originalmente estaba en voladizo. La escalera volada
se repite en el acceso a los consultorios, desde calle Santa Fe. La sala de atención al público no
sólo fue diseñada en base a los elementos que contribuyen a crear divisiones virtuales sino que,
además, los pisos evocan los dibujos ondulantes que ideó Burle Marx para los pavimentos de
la arquitectura moderna de Río de Janeiro. Siguiendo el mismo referente, sobre el muro media-
nero, el escultor Héctor Sixto Nieto, realizó un mural, apelando también a planos ondulantes de
color, sobre los que sobrepuso una rectilínea estructura metálica, a modo de contraste y síntesis
formal de estas arquitecturas.
Los frentes están revestidos con placas cementicias rectangulares y, nuevamente, vene-
cita en franjas de colores sobre la escalera de entrada, también en otros paños de la planta baja,
además del tanque de agua ubicado en la azotea.
103
Acto de inauguración el 8 de mayo de 1960. Detrás de
los asistentes se distingue el mural de venecitas y metal.
(Fuente: Arch. Histórico Pcial. de Neuquén)
Edificio del Correo de Neuquén en la actualidad. Fachada sur (Foto: L. Lolich, 2013)
La gran mayoría de las carpinterías son originales, con marcos de madera y hoja placa de
madera en puertas. En ventanas predomina la perfilería de hierro con sistema de brazo de em-
puje. En algunos sectores del área de consultorios médicos y farmacia, el muro exterior aparece
reemplazado por paños de ladrillos de vidrio.
Estado de conservación
En líneas generales, la obra se conserva en buen estado, más por mérito de la calidad de
la construcción y de los materiales empleados que por las inversiones realizadas en su mante-
nimiento. A ello se debe que no se pueda usar el último piso. El resto del edificio se encuentra
en uso casi en su totalidad, merced a que Neuquén sigue siendo central regional, con jefaturas
zonales. Esto determina que el uso del edificio sea intenso pues se trabaja las veinticuatro ho-
ras del día, con las correspondientes áreas de logística y distribución, conservando, también,
el servicio médico. Se han perdido, en cambio, las dependencias vinculadas al mantenimiento,
tales como el área de cerrajería y carpintería, amén de los talleres mecánicos para reparar los
vehículos de la empresa.
Entre los cambios más notables, señalamos el cierre parcial de la logia para ampliar las
oficinas del sector y el cerramiento por debajo del voladizo de la escalera de acceso. Contiguo
a la entrada había dos escudos nacionales, uno sobre cada calle. El agregado de cartelería so-
brepuesta oculta uno de ellos mientras que ha sido retirada la leyenda original de identificación
institucional. También se hicieron cambios de artefactos e instalación eléctrica.
104
El correo, en Neuquén
Detalle del mural que originalmente remataba el salón de atención al público, en la actualidad, y Salón de atención al público (Fotos: L. Lolich, 2013)
El Jardín de Infantes Nro. 1 Padre José María Brentana fue inaugurado en 19629. Presenta
analogías en el sistema estructural independiente, aventanamientos continuos y recursos plásticos
que acentúan la horizontalidad, además de un salón de planta libre con pilotis. Sobre el acceso, un
frente plano estaba enfatizado por un moderno mural en cuadrícula de colores, hoy degradado.
Cuatro años después de terminado el correo se inauguró la Escuela 201, donde también
funcionó la sede de la Universidad del Neuquén10. De aspecto fabril, destaca el amplio salón
con bóveda de cañón corrido. Al oeste, el aventamiento horizontal continuo está cubierto con
parasoles verticales de hormigón mientras que el tanque de agua fue revestido con venecita
color celeste.
Como un estadio más avanzado dentro del proceso teórico de la modernidad, el Palacio
Municipal presenta una novedosa concepción estructural con un núcleo central de circulaciones
verticales y los pisos a modo de bandeja, de planta libre. Fue proyectado en 1962 por Jorge Di
Boscio y Víctor Pelli, quien participara en la corriente conocida como Casas Blancas, con reco-
nocida trayectoria en torno a la vivienda social. La demora en la ejecución del edificio –veinte
años- produjo cambios que desnaturalizaron el diseño original.
9. La documentación está firmada
por el constructor Esteban Szilagyi.
Como ocurrió en otras ciudades patagónicas, la renovación urbana llegó de la mano de
la provincialización y de ideas de progreso que lejos de interpretar la realidad local, adaptaron 10. Transformada, en 1972, en la
los modelos prestigiados. Si bien en la Patagonia el contraste se acusa más, por la breve trayec- actual Universidad Nacional del
Comahue para la cual se construyó
toria histórica de sus ciudades, la intención de parecerse a los países desarrollados se generalizó
un campus al norte de la ciudad.
a escala continental donde, al decir de la colombiana Silvia Arango, “el sueño moderno (…) con-
sistió más en ‘ponernos al día’ que en inventar un nuevo mundo.”11 11. Arango, Silvia. “El Movimiento
Moderno en Europa y América
Latina: distinciones” en Summa,
En cuanto al debate disciplinar sobre la relevancia que el peronismo le asignó a la ar- 230. Buenos Aires: Summa, octubre
quitectura moderna, los edificios de correos testimonian, al igual que las viviendas populares, 1986; p. 49.
105
Municipalidad de Neuquén y monumento al Gral. San Martín (Foto: L. Lolich, 2013)
Entrada principal a la Escuela 201 (Foto: L. Lolich, 2013)
Lanzado el desafío, la búsqueda de aquella imagen de progreso que las ciudades de las
nuevas provincias patagónicas debían demostrar, Neuquén entre ellas, incorporaron tempra-
12. Petrina, Alberto y Larrañaga,
María. “Arquitectura de masas en namente la construcción de torres en tejidos urbanos no consolidados, generando el paisaje
la Argentina (1945-1955): hacia contradictorio que hoy muestran. Lejos de seguir la voluntad regionalista de la moderna arqui-
la búsqueda de una expresión tectura brasilera, en Argentina, las vanguardias optaron por “la actitud refleja de la aceptación de
propia” en Anales del Instituto de
Arte Americano e Investigaciones
la moda, de la última ‘onda’ arquitectónica”, potenciando y promoviendo el lucimiento de la obra
Estéticas, 25. Buenos Aires: FAU-UBA, aislada, “incapaz de modificar positivamente el espacio público”13.
1985; p. 114.
Una de las estrategias para superar el subdesarrollo es acumular y aprender de la expe-
13. Gutiérrez, Ramón. Arquitectura y
urbanismo en Iberoamérica. Madrid: riencia, testimoniando así el pasado, para construir memoria. La protección de obras notables,
Cátedra, 1983; pp. 652 y 660. como es el edificio del correo que hemos analizado, aparece, entonces, como urgente necesidad.
106
Edificio de Correos y Telecomunicaciones de Santa Rosa de La Pampa
Edificio de Correos y
Telecomunicaciones de
Santa Rosa de La Pampa
Dra. Arq. Liliana Lolich
CONICET, Universidad Nacional de Río Negro
Ing. Cristina Covas
La construcción de un edificio de esta envergadura en una joven ciudad como era San-
ta Rosa en la década de 1950 aparece justificada por razones geopolíticas. Su ubicación cen-
tral dentro del territorio nacional le confiere especial relevancia en materia de comunicación
e interconectividad con el resto de las provincias, favorecida por el cruce de caminos interre-
gionales y por contar con servicio ferroviario. Como capital de la provincia de La Pampa, esas
ventajas comparativas eran propicias para la concentración de importantes flujos comerciales
y culturales.
En 1951 fue sancionada la ley nacional 14037, declarando provincia al, hasta entonces,
Territorio Nacional. Un año después se le asignaba el nombre de Eva Perón, denominación que
fuera cambiada por la actual tras el golpe militar de 1955. Santa Rosa había sido fundada en
1896 con un trazado en forma de la cuadrícula y atravesada por la red ferroviaria inaugurada a
sólo cinco años de su fundación. El crecimiento posterior modificó su morfología, que se volvió
tentacular, tensionada por la dinámica de las rutas, especialmente las nacionales 5 y 35.
107
Felipe Traverso controlando la armadura de la losa del
tanque de agua. (Fuente: Colección part. Sr. Traverso)
Edificio de Correos de Santa Rosa. Vista hacia el acceso en la esquina de Rivadavia y Lagos. (Foto: C. Covas, 2013)
Una de las particularidades la constituye la planta baja que simula sustentar la placa, de
cuyo perfil avanza 2 metros, hasta alcanzar la línea municipal. Por encima, la interrupción de la
retícula frontal en el nivel de entrepiso, totalmente vidriado, aparece como gesto de reemplazo
de los recursos corbusieranos de despegar la placa del nivel de terreno, mientras que el basa-
mento, con cierta pesadez, procura vincularse con la escala peatonal y con el contexto urbano.
108
Edificio de Correos y Telecomunicaciones de Santa Rosa de La Pampa
Planimetrías del Correo de Santa Rosa, relevadas del proyecto original de Heguilor Rocca, de noviembre de 1954. Dibujó: Arq. Fabián Ramos (Fuente: Archivo CRIHDAC)
Queda demostrada la condición emblemática que adquirió la placa laminar como refe-
rente tipológico la cual, integrada plásticamente a volúmenes de menor altura, le otorga una
singularidad arquitectónica que construyó la asociación, en el imaginario colectivo, entre forma
y función.
El uso del característico brise-soleil en el frente norte actúa como eficiente regulador tér-
mico, por proyección de sombras, protegiendo, a su vez, a las ventanas de los embates del agua
de lluvia. Así, estos parasoles de hormigón conforman una retícula superpuesta a la fachada vi-
driada a modo de segunda piel, como pantalla protectora que multiplica aleros, otorgando mayor
confort a las oficinas. El empleo de frentes vidriados continuos usados en la placa, se reitera en la
fachada de los departamentos orientados al oeste, en este caso, sin parasoles de protección.
El correo hoy
Santa Rosa es Cabecera del Distrito 25º de Correos y Telecomunicaciones. Tras las priva-
tizaciones concretadas en la década de 1990 y el avance de nuevas tecnologías, este edificio, al
igual que las restantes sedes de correos, sufrió procesos de abandono de parte de sus instalacio-
nes, remodelaciones e incorporación de nuevos usos.
109
Contrafrente en una vista de sur a norte. Se aprecia el techo tipo shed que cubre el sector de talleres (Foto: C. Covas, 2013)
4. Hasta la fecha el edificio no En 1955, recién iniciadas las obras para el edificio del correo, se concursó el anteproyecto
posee protección legal. En del Centro Cívico que albergaría los organismos provinciales: la Casa de Gobierno, las sedes de
1989 la Municipalidad de Santa
Rosa, a través del Programa de los poderes Judicial y Legislativo, y la Terminal de Ómnibus. La construcción del nuevo complejo
Relevamiento Patrimonial, comenzó estaba prevista en un terreno contiguo a la rotonda de acceso desde Buenos Aires, puerta de en-
a catalogar sitios y edificios de trada más importante de la ciudad. El proyecto ganador fue el presentado por Clorindo Testa en
interés. Con la denominación de
sociedad con Boris Dabinovic, Augusto Gaido y Francisco Rossi. Aunque no habían participado en
Empresa Nacional de Correos y
Telecomunicaciones, le fue asignado el proyecto para el Correo de Santa Rosa, vale notar que los arquitectos Rossi y Gaido formaban
el número de inventario I. p. 22. 36. parte del equipo de la Dirección de Arquitectura del Ministerio de Comunicaciones, desde 1948.
110
Edificio de Correos y Telecomunicaciones de Santa Rosa de La Pampa
Municipalidad de Santa Rosa, frente a la plaza San Martín. (Foto: C. Covas, 2013).
Postal turística con la que se procuraba mostrar a Santa Rosa como una ciudad moderna (Fuente: Archivo Histórico Municipal)
El primer edificio del Centro Cívico en construirse fue la Casa de Gobierno, considerada
uno de los ejemplos más notables del brutalismo en Argentina, asumiendo esta corriente de
la arquitectura moderna impulsada por el mismo Le Corbusier con posterioridad a la Segunda
Guerra Mundial. Al igual que el Correo, fue inaugurada en 1963. Ambos, no tardaron en ilustrar
las postales turísticas de la época como imagen del nuevo paisaje urbano que se quería impo-
ner, representativo de una ciudad moderna.
A modo de contrapunto, la Casa de Gobierno aparece con sus geometrías angulares y re-
petitivas en composiciones complejas que, a la vez, logran una humanizada y lúdica integración
de volúmenes perforados, herederos de Chandigarh, en contrapunto con estares al aire libre
cubiertos por las características estructuras tipo paragua, repetidas en el techo de la Terminal.
Entre la obra municipal y la provincial, hemos destacado aquí el correo nacional, casual
emblema de comunicación, no sólo por su función sino también por oficiar de símbolo de un
momento de transición dentro del proceso de la modernidad. Será Testa quien se ocupe de
testimoniar, dos décadas más tarde, en las siguientes etapas de construcción del Centro Cívico,
los cambios que nos conducían hacia la posmodernidad.
Hoy, ingresados al siglo XXI, el futuro nos demanda la patrimonialización de estas obras 5. Gutiérrez, Ramón. “La arquitectura
que conformaron el paisaje urbano de la Santa Rosa de mediados del siglo pasado. Desde su imperial”, en Waisman, Marina
(Coord.) Documentos para una
notable singularidad, el correo constituye un hito indiscutible, merecedor de mejores políticas historia de la arquitectura argentina.
de protección. Buenos Aires: Summa, 1984; p. 205.
111
Los edificios de correos
como proyecto de ciudad
Bernardo Secchi sostiene que en la ciudad moderna (europea) se manifestaron dos fi-
guras: la continuidad y el fragmento. La primera desde el Renacimiento hasta el siglo XIX, la
segunda, desde entonces hasta el último tercio del siglo XX.1
Estas situaciones, hicieron posible que en la fundación de sus ciudades, o por lo menos
en la mayoría de ellas, se realizara efectivamente la figura de la continuidad plasmada en los
trazados regulares de raíz europea. Sin embargo para el siglo XX, con el sistema urbano america-
no efectivamente consolidado, la continuidad parece, al igual que en el escenario europeo, casi
imposible pues ya se han cristalizado ciertos puntos del territorio, con premisas de organización
1. Secchi, Bernardo. “Ciudad mínimas y con formalizaciones que -en general- responden al máximo provecho económico
moderna, ciudad contemporánea sobre los criterios más bastos del arte urbano o del urbanismo.
y sus futuros”. En Ramos, Ángel
Martín. Lo urbano en 20 autores
contemporáneos. Barcelona: Las ciudades argentinas no son ajenas a estos procesos. En particular si consideramos
Ediciones UPC, 2004. los planes urbanos formulados para las mismas en el siglo XX, es evidente que la ciudad mo-
112
Los edificios de correos como proyecto de ciudad
derna radicalizada se considera inviable en los hechos, pues en su mayoría los proyectos de
urbanización no se realizan y se logran instalar, a duras penas, algunas de las ideas postuladas
por ellos que quedan como remanente en el campo disciplinar y son, en el mejor de los casos,
recuperadas parcialmente por iniciativas posteriores.
Quizás la demostración más clara de esa inviabilidad se manifiesta en el debate sobre las
acciones e ideas formuladas para la reconstrucción de la ciudad de San Juan tras el terrible terre-
moto que la afectara en 1944.2 La oportunidad de concretar el laboratorio urbano moderno, se
da de bruces contra las condiciones materiales y culturales del país, por lo tanto lo que queda a
la cultura moderna académica es recorrer el camino del fragmento. Particularmente para el caso
de los correos, la realización de un objeto urbano como manifiesto.
Es así que la aparición de los correos modernos como objetos seriales, adquiere un es-
pecial significado en tanto puede ser interpretada como el ensayo y la realización de una pieza
urbana de alta densidad en las ciudades más importantes del país. En otras palabras, la concre-
ción del programa de la placa, entendida como una versión menor de la torreo o el rascacielos
para nuestras latitudes, formulado una y otra vez por una misma comunidad de profesionales
(Dirección de Arquitectura del Ministerio de Comunicaciones de la Nación) para las principales
ciudades del interior y en un breve lapso temporal, actúan como escenarios de una comunica-
ción más eficaz del territorio nacional y, al mismo tiempo, protagonizan un arco muy diverso
de situaciones, en donde los aspectos políticos, históricos y climáticos constituían un desafío
considerable.
La serie de los correos que estudiamos aquí, en su escala urbana, devela entonces la
estrategia posible ante la continuidad imposible repitiendo una serie de invariantes:
Particularidades
En este artículo se han representado gráficamente sólo siete casos con la intención de
dejar en negro sobre blanco los rasgos comunes entre los edificios de mayor envergadura, sobre
todo referidos a su resolución como piezas urbanas implantados en algunas de las principales
ciudades del país. También se describe, la situación de otros casos, de escala intermedia, cuya
consideración se realizará en las siguientes líneas buscando describir las particularidades que
los caracterizan, diferencian y finalmente, relacionan.
En Santa Fe, el edificio se ubica en el predio del antiguo Parque Escolar -hoy Parque
Alberdi-, en poco más de media manzana generada especialmente para implantarlo, a partir de
la apertura de una cortada –hoy Falucho- que seccionó un fragmento del Parque. La pieza del
correo resuelve su relación con la ciudad por continuidad y por fragmentación a un tiempo. Es
continuo en tanto se adapta al sub-módulo de la manzana, generando un zócalo afín a la ciudad
histórica propia del tejido del área central en la cual se implanta; esto provoca una fluencia espa-
cial con su entorno con el uso de pieles transparentes, pero al mismo tiempo produce ruptura,
fragmentación y modernidad con la erección de una torre inusitada (para ese momento) en el
skyline santafesino. Apuesta en la orientación de su fachada, reafirmando la tesis de Secchi, a 2. Sobre este tema, ver el trabajo
la vía más potente de su entorno, la Avenida 27 de Febrero, abriéndose hacia el este y hacia la de Marcelo Vizcaíno, en esta misma
zona portuaria. publicación.
113
Presentación comparada de la inserción urbana de los edificios. Dibujo: Arq. Fabián Ramos
En Mar del Plata, el edificio se ubica en la intersección de la avenida Luro y la calle San-
tiago del Estero, inmediato al microcentro; aunque se mantiene la idea de basamento y placa,
el primero asume una configuración particular, ya que se define como un pequeño volumen
de dos niveles, sobre el cual se apoya la placa, mediada por un nivel de transición resuelto con
una piel de vidrio. A diferencia del planteo de Mendoza, en donde se atiende a la situación de
esquina, en este caso, la tensión predominante es la de Avenida Luro -como sucedió en Santa
Fe con la Avenida 27 de Febrero- pero esta vez el edificio aparece muy integrado a un entorno
114
Los edificios de correos como proyecto de ciudad
El Correo de Santa Fe. Vista desde la Avenida 27 de Febrero, de sur a norte, en 1959 (Foto: AGN. Dto. Fotografía, nº inv. 275750)
de escala monumental que hoy se halla mejor definido y consolidado que en el momento de su
construcción; aquí la placa se inserta como una pieza más en la imponente avenida, subordi-
nada su altura a un orden más general, con lo que se hacen menos evidentes sus innovaciones
lingüísticas.
El correo de Córdoba, está ubicado en la esquina de las avenidas Colón y General Paz,
apenas por afuera de la ronda de bulevares de la ciudad histórica, ocupando media manzana.
Aprovecha también, como en el caso de los anteriores edificios, la presencia de dos potentes
ejes viales. Sobre Avenida Colón se resuelve con un zócalo menor y sobre General Paz con una
placa, ambas fachadas ligeramente recedidas y adaptadas a la condición de esquina, tal como
sucedía en Mendoza.
Las ciudades de San Juan, Posadas, Corrientes, Santa Rosa de La Pampa y Neuquén, re-
presentan la resolución del mismo programa en menores escalas.
En el caso de San Juan, que al momento de levantarse el edificio era centro del debate
sobre el urbanismo moderno en el país (enmarcado en los condicionantes económicos -hipote-
cas- y en las ideas de ciudad contemporánea), el Correo se ubica también sobre la vía de mayor
jerarquía, la Avenida José Ignacio de la Roza o Avenida Central, el nuevo eje cívico propuesto
para la reconstrucción. Se adapta a los requerimientos edilicios de la nueva San Juan y se desa-
rrolla en sólo tres pisos, conformando una recova. Retoma a su vez algunas de las opciones an-
teriores, en tanto coexisten la integración con la ciudad proyectada (el plan de Pastor prefiguró
115
una ciudad de baja densidad), la apertura hacia su entorno inmediato (pilotis, fluencia espacial
y transparencia en la planta baja) y una modernidad rabiosa en la terraza, en las texturas con
formas pre-brutalistas y reflejos de las venecitas.
Por último, Neuquén y Santa Rosa conforman el final de esta serie, que ha dejado afuera
a otros casos que no han sido analizados en profundidad en este trabajo pero que son también
muy elocuentes en cuanto verifican las consideraciones generales ya expuestas y las conclusio-
nes de este escrito.
A pesar de sus diferencias en superficie, estos últimos cuatro edificios manifiestan una
escala urbana similar, todos llegan a los cinco pisos (independientemente de los subsuelos), se
organizan en cuartos de manzana y se integran más al tejido histórico que los primeros casos
referidos. San Juan y Posadas constituirían situaciones particulares el primero por el contexto de
la reconstrucción y el segundo por la constitución de un pequeño tramo urbano, junto al Hotel
y oficinas del IPSM
Conclusiones
Como se ha visto en líneas anteriores los edificios de correo resuelven con simplicidad
situaciones y demandas diversas. Se ubican en el peri centro en las ciudades más grandes y un
poco más próximos al área central en las ciudades menores, resolviéndose en manzanas ente-
ras, medias manzanas y cuartos según la complejidad del programa y de la ciudad en la cual se
insertan. Atienden a las condiciones del entorno en cuatro cuestiones principales: la orienta-
ción, las disposiciones normativas, la relación con el tejido existente y, sobre todo, la visibilidad,
con lo que quizá el mayor aporte de estos edificios, en términos de continuidad y fragmento es
la resolución de una serie que –aunque algo retrasada en términos del debate arquitectónico
internacional- fue portadora de modernidad para la cultura urbana local, casi como manifiesto
de una sociedad y una arquitectura deseadas, como se decía al inicio de este artículo. En la
concepción de la serie reside la recuperación de la continuidad, paradójicamente, desde el frag-
mento. Para esos edificios la ciudad es la del automóvil, la de la movilidad, la del crecimiento,
en donde estas piezas contribuyen a su consolidación y desarrollo como hitos urbanos de un
futuro anhelado.
116
Artistas gráficos en correos y telecomunicaciones (1930-1956). Algunas notas
La atención dispensada por Correos y Telégrafos a todo lo relacionado con la gráfica re-
dundó en la incorporación a su plantel, sobre todo a partir de los años 30, de una serie de artistas
activos en el ámbito publicitario y de la ilustración de libros y revistas. Con el concurso de éstos,
revitalizará y modernizará sus impresos, fueran estos la Guía, los libros y revistas de la entidad,
publicaciones en general y las propias estampillas. No nos proponemos aquí un estudio exhaus-
tivo de todas estas producciones, guiándonos simplemente el objetivo de aportar algunas notas
que puedan dar noticia y servir en el futuro para quienes deseen profundizar en estas sendas.
Dell’Acqua incluye en los mismos varias y notables escenas de carácter histórico, desde
la época prehispánica a la contemporaneidad, además de retratos de reyes, virreyes y otros per-
sonajes de la colonia y de la época independiente, conformando un amplio compendio sobre
la historia del correo en América en general y en el Río de la Plata en particular La estética de
tales imaginarios se acerca notablemente al detallismo preciosista de las ilustraciones de Sirio, a
través del libre y virtuoso juego de la línea y con pormenores tan significativos como la expresi-
vidad de los ojos de los protagonistas, exageradamente abiertos.
Estas composiciones de temática histórica serían reutilizadas por Dell’Acqua años más
tarde, al encargársele, para diferentes sedes de la empresa, la realización de pinturas murales
representativas del devenir del correo en la Argentina a lo largo de los siglos, obras, algunas de
ellas, estudiadas o referidas en otros capítulos del presente libro. Podríamos mencionar los dos
murales de 6 x 2 mts., titulados Las comunicaciones marítimas de la primera época y Las comuni-
caciones modernas, realizados en 1945 para la sala de despacho del Correo Central en Buenos
Aires. Y por supuesto los tres que, en 1951, se ubicaron en el hall principal del edificio de Correos
en Mendoza, en que abordaba la historia de la ciudad, la del correo de la región, y las comunica- 1. Ver el trabajo de Graciela Moretti
ciones postales, telegráficas y telefónicas, tal como lo reseña Graciela Moretti en su ensayo.1 en esta misma publicación.
117
Amadeo Dell’Acqua. “Trasbordo de mercaderías y correspondencia en el puerto de Buenos Aires”
(Fuente: R. de Castro Esteves. Op. Cit.)
Otras dos sendas gráficas que va a transitar Dell’Acqua en el marco de Correos y Telé-
grafos serán el diseño de estampillas y la realización de ilustraciones de tapa e interiores de
la Revista de Correos y Telecomunicaciones2, que comenzó a publicarse en septiembre de 1937.
Estas tareas serán compartidas con otros artistas, agrupados en la Oficina de Propaganda de
Correos dirigida por Dell’Acqua, algunos de ellos poco conocidos en el marco de la historia del
arte argentino como Eduardo Miliavaca, Horacio Álvarez Boero o Héctor Amadeo Viola, perfec-
cionados en sus labores gráficas junto a Dell’Acqua, y cuya labor se extendería desde los años 40
hasta los 70 inclusive, y en algún caso dilatándose algo más.
Particularmente vitalista será el periodo peronista, en el que los artistas nombrados de-
sarrollaron una ingente labor gráfica tanto en la ornamentación de sellos postales como en la
citada revista, la que a menudo rellenará páginas con fotografías de actos de Perón y Evita, y
con retratos de ambos, en solitario o con escenario social apropiado. En enero de 1949 Correos
Amadeo Dell’Acqua. EFIRA, Bloque de sellos pasó a depender de la flamante Secretaria de Comunicaciones de la Nación, que después sería
postales. Huecograbado sobre papel Ministerio y, más adelante, Secretaría de Estado de Comunicaciones.
(Fuente: Casa de Moneda, Bs. As., 1950)
La labor de Dell’Acqua y sus colaboradores se caracterizó por la creación de numerosos
imaginarios alegóricos vinculados a la riqueza, la producción y la exaltación de los valores pro-
movidos desde el estado, muchos de los cuales fueron estudiados por Marcela Gené.3 Estampil-
las como las que diseña Dell’Acqua sobre los Derechos políticos de la mujer (1951), o la conmemo-
rativa del centenario de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires (1954) así lo atestiguan. Para esta
última se vale de una representación alegórica en el que una mujer reclinada, sostiene con el
brazo un hato de trigo, mientras que con la otra introduce una espiga dentro de una alcancía,
2. La revista se denominó una imagen que había sido diseñada seis años antes e incluida como cubierta de la Revista de
inicialmente “…de Correos y Correos y Telecomunicaciones de abril de 1948.
Telégrafos”, hasta que en 1946 el
Organismo cambió su nombre por
Administración General de Correos
Los temas que trata Dell’Acqua al diseñar estampillas resultan muy versátiles, desde la
y Telecomunicaciones. imagen del potente avión en vuelo que sirve para conmemorar el décimo aniversario de las
líneas aéreas del Estado (1951) hasta la vasija con decoraciones indígenas que emblematiza los
3. Gené, Marcela. Un mundo feliz. 400 años de fundación de Santiago del Estero (1953), pasando por las simbolistas y ligeramente
Imágenes de los trabajadores en
el primer peronismo, 1946-1955. vanguardistas creaciones correspondientes a la celebración de la Conferencia plenipotenciaria
Buenos Aires, FCE, 2005. internacional de Telecomunicaciones (1954) o los retratos de Evita, de ese mismo año, recorda-
118
Artistas gráficos en correos y telecomunicaciones (1930-1956). Algunas notas
Amadeo Dell’Acqua. Cubierta del número 128 de la Revista de Correos y Telecomunicaciones, Bs. As., abril de 1948, y Amadeo
Dell’Acqua. Centenario de la Bolsa de Cereales. Sello postal. Huecograbado sobre papel (Fuente: Casa de Moneda, Bs. As., 1954)
torios del segundo aniversario de su fallecimiento. De todas las series de Dell’Acqua sin duda,
por sus componentes gráficos, destacaríamos la que realizó en agosto de 1950 con motivo de la
Exposición Filatélica Internacional EFIRA, la que representa distintos momentos del sello postal:
el dibujo, el grabado, la prueba, el estampado y la carta, añadiéndose como sexta de la serie el
retrato de José de San Martín, apropiado para la festividad del Año del Libertador.
Respecto de los artistas citados párrafos atrás, que se formaron junto a Dell’Acqua y co-
laboraron en el seno de la Oficina de Propaganda que éste dirigía en Correos, Eduardo Miliavaca
realizará varias cubiertas para la revista institucional, alternando con otras actividades como
la ilustración de libros, destacando su aporte gráfico al poemario Veneración (1950) de María
Raquel Adler. Respecto de Horacio Álvarez Boero, fue un personaje singular: a principios de los
años 40 era trompetista de una banda de jazz junto a dos compañeros de la Escuela de Bellas
Artes, Geno Díaz, quien sería notable humorista, y Carlos Alberto Casalla, a quienes se uniría
el hermano de éste, Luis María; también sería uno de los fundadores del Bop Club Argentino, Amadeo Dell’Acqua secunda al ministro de
a la par de ser notable erudito en temas de cine clásico norteamericano. En cuanto a Héctor Comunicaciones Nicolini en la firma del acta al
Amadeo Viola, se formó en varias instituciones en dibujo, pintura, decoración y escenografía. Su inaugurar la sucursal de San A. de Areco, mayo de
ingreso a la Oficina de Propaganda de Correos fue relativamente tardío, en 1953, sólo tres años 1949 (Fuente: Revista de C y T, 142-43, Bs. As., 1949)
antes de que la misma fuera desmantelada durante la Revolución Libertadora. Los tres artistas
continuarán a partir de entonces sus labores como diseñadores de sellos postales en la Oficina
de filatelia, siendo particularmente prolífica su acción en los años 60 y 70. Alguno, como Álvarez
Boero, se haría más visible gracias a la ilustración de las cubiertas de varios de los libros de la
Colección El pasado argentino que, bajo la dirección de Gregorio Weinberg, la Editorial Hachette
publicó en Buenos Aires durante los años 60; entre otros podemos mencionar Viaje al país de los
araucanos (1960) y Callvucurá, Painé, Relmu (1961) de Estanislao Zeballos, o Viaje al Plata (1968)
de John Miers.
Finalizamos este breve recorrido aludiendo a otra institución, la Caja Nacional de Ahorro
Postal, fundada en 1915 y que estuvo íntimamente ligada a Correos y Telégrafos, en tanto los
empleados de ésta eran agentes de aquella al recibir los depósitos e insertar en las libretas de
ahorro estampillas por valor equivalente, o entregar efectivo cuando el ahorrista decidiese reti-
rarlo. La Caja Nacional de Ahorro Postal también potenció las artes gráficas, fundamentalmente
a través de afiches propagandísticos. El cartel como expresión artística se hallaba consolidado
119
Bartolomé Mirabelli. “El ahorro hace del cobre oro” (1931). Cartel para la Caja Nacional de Ahorro Postal. (Fuente: Revista de C y T, 128, Bs. As., 1948)
y Andrés Guevara. “El ahorro es el obrero de la fortuna” (1930s). Cartel para la Caja Nacional de Ahorro Postal. (Fuente: Revista de C y T, 128, Bs. As., 1948)
en la Argentina de finales de los años 20, en buena medida gracias a la proliferación de agencias
de publicidad como asimismo por la acción de artistas de la talla del francés Lucien Achille Mau-
zan, de dilatada y reconocida trayectoria como ilustrador y diseñador de carteles en Europa, que
durante el lustro en el que permaneció en la Argentina (1927-1932) fue autor de una de las imá-
genes más trascendentes en la historia de la publicidad argentina, la famosa cabeza de Geniol.
Otros artistas, al igual que Mirabelli y Guevara, se citan en el número de abril de 1948
de la Revista de Correos y Telecomunicaciones, en amplio artículo dedicado a la Caja Nacional
de Ahorro Postal, reproduciéndose a la par sus carteles; son Osvaldo M. Ventura, Barranco, Al-
4. Revista de Correos y fredo Pachelo y B. Juan Dell’Acqua, chileno de origen y sin parentesco aparente con Amadeo
Telecomunicaciones, Buenos Aires, Dell’Acqua, que en los 30 se reveló como ilustrador vanguardista, aunque su obra está aun por
abril de 1948, p. 15. ser revalorizada.
120
Trabajo Postal y Arquitectura Pública. Funciones e Imaginarios de Modernidad
121
el contexto del cual nacieron, nos permite identificar estos significados de relevancia para los
usos que se hace de estos edificios en el presente.
Nuestro análisis de la edilicia de correos comienza, entonces, con un repaso por el rol
que jugó la institución postal en la Argentina. Cuestiones de espacio obligan a saltearnos los
orígenes de la historia postal de nuestro país; sólo mencionaremos que en los tiempos postco-
loniales, en medio de las persistentes luchas políticas que caracterizaron la compleja historia
nacional, la institución postal tuvo un rol clave en la configuración del estado-nación. Lo hizo a
través de la interrelación de tres elementos centrales: control territorial, desarrollo económico y
comunicaciones tecnológicas. Aunque sus orígenes en la Argentina datan de 1748, los servicios
postales fueron impulsados y desarrollados especialmente durante la segunda mitad del S XIX.
Junto con el ferrocarril y el telégrafo eléctrico, el país inauguraba hacia 1857 un período de co-
municaciones sin precedentes, alimentando el imaginario social en torno a la modernidad del
estado-nación.
Entre 1860 y 1880 iniciativas gubernamentales –en particular durante la gestión pre-
sidencial de Sarmiento– buscaban promover la inmigración para poblar el país, desarrollar
los sistemas de comunicaciones y transporte y fomentar la educación como una forma de
integrar a las comunidades de inmigrantes, o mejor dicho, como un intento de civilizar a la
población local promoviendo olas de inmigración europea. Luego de establecerse la primera
comunicación telegráfica entre Buenos Aires y Montevideo, el estado solicitó a las compañías
ferroviarias la instalación de líneas de telégrafo a lo largo de las vías de ferrocarril para exten-
der la red nacional. Más tarde, hacia 1881, la llegada del teléfono se sumaría a las representa-
ciones de la Argentina moderna, ya nutridas por innovaciones como el ferrocarril, el correo y
3. Castro Esteves, Ramón. Historia de el telégrafo.
Correos y Telégrafos de la República
Argentina. Buenos Aires: Dirección
General de Correos y Telégrafos, 1934; En relación al primer elemento, los servicios postales y telegráficos jugaron un papel
p. 67. central en la integración del territorio nacional, como sugiere el mapa compuesto de estam-
4. Halperín Donghi, Tulio. Una Nación
pillas postales. Históricamente, la guerra por el territorio había sido “el incentivo o el señuelo…
para el Desierto Argentino. Buenos que induce a los conquistadores a utilizar correos, como una necesidad imperiosa”3 y, podríamos
Aires: Prometeo Libros, 2005. agregar, el telégrafo perfeccionaría dicha empresa de control político sobre el territorio con el
5. Fundación Standard Electric
correr del tiempo. El telégrafo fue indispensable para la organización del genocidio al mando
Argentina. Historia de las del General Roca en la Conquista del Desierto en 1879 que tenía como fin tomar el control de las
Comunicaciones Argentinas, Buenos tierras de la región sur del país, extender las líneas de telégrafo, crear nuevos pueblos y fomen-
Aires: Fundación Standard Electric,
tar la población blanca. El despliegue del poder y autoridad del estado, visto como constitutivo
1979; p. 59.
del ser moderno de la nación, contribuyó a la unidad nacional, junto a la creación del ejército,
6. “Bibliografía: Memoria de Correos el desarrollo del ferrocarril y el telégrafo, y la población de las tierras ahora despobladas del sur4.
y Telégrafos. Año 1937”, Revista de “Porque el ferrocarril y el telégrafo van, como quien dice, de la mano por los caminos de la patria”5,
Correos y Telégrafos, II, 7. Buenos Aires,
1938; p. 35. éstos resultaron de gran importancia para la integración de la inmensidad del territorio argen-
tino.
7. Galván Moreno, C. “El Servicio
Postal de Impresos como Vehículo
del Pensamiento Humano y del El segundo elemento de nuestro análisis, el servicio postal, produjo en sus inicios un im-
Intercambio Comercial”, Revista de portante crecimiento económico a través de las ganancias generadas gracias a los diversos ser-
Correos y Telégrafos, II, 7. Buenos Aires, vicios ofrecidos: desde el envío simple y certificado de cartas y paquetes, la circulación de cartas,
1938.
diarios y libros, hasta el intercambio de millones de materiales impresos y muestras comerciales.
8. “Bibliografía: Memoria de Correos y Desde 1891 se había registrado un aumento continuo incluso en tiempos de severa depresión
Telégrafos. Año 1937”. Op. Cit., p. 95. económica en Argentina y en el exterior6. La red postal permitió operaciones comerciales y se
constituyó en la base de la organización de una economía nacional, ejerciendo enorme influen-
9. Joyce, Patrick. “Postal
Communication and the Making of the cia no sólo en la vida económica cotidiana, sino también en su importante rol de mediación para
British Technostate”, CRESC Working las transacciones comerciales7.
Paper, Theme 3: http://www.cresc.
ac.uk/ [10 diciembre 2009].
En cuanto al tercer elemento, las comunicaciones postales se vieron fuertemente favo-
10. Joyce, P. Op. Cit., p. 8. recidas por la incorporación de innovaciones tecnológicas que permitieron su medición, regula-
ción, estandarización y organización mecánica, tanto espacial como temporal. La intención era
11. “La Independencia y el Correo”,
Revista de Correos y Telégrafos, II, 7. convertir el servicio postal en una organización industrial, “a base de entusiasmo y de excelente
Buenos Aires, 1938; p. 38. organización’, en sintonía con las prácticas de los ‘correos de los países más modernos”8 La mecani-
122
Trabajo Postal y Arquitectura Pública. Funciones e Imaginarios de Modernidad
Al facilitar el control territorial y estar asociado a ideas de unidad nacional, el correo era
considerado de un carácter patriótico, al haber jugado un rol importante en eventos históricos,
como las invasiones inglesas de 1806 y 1807, la Revolución de Mayo de 1810, o la independen-
cia de España en 1816. Tuvo una función indispensable en el nacimiento de la nación, llevando
informes de la Asamblea General y diseminando noticias con las ideas de la Revolución de Ma-
yo11. Se creía que la semilla revolucionaria había viajado en las bolsas de cuero de los carteros
coloniales que llevaban libros franceses fomentando el desarrollo de ideas emancipadoras “que
ya estaban en germen de alguna manera, en el espíritu criollo”12. Por ejemplo, durante el Cabildo
Abierto de la Revolución, los carteros distribuían escarapelas celestes y blancas como símbolos
patrióticos; y uno de los primeros carteros del país que se empeñó como tal entre 1794 y 1811,
Domingo French, fue uno de los líderes de la revolución.
Material promocional de la Caja Nacional de
Durante las guerras por la independencia, el correo facilitó la comunicación necesaria Ahorro Postal (Fuente: Revista de C y T, 121,
septiembre de 1947)
para la organización de los ejércitos. José de San Martín y su ejército se cree que descansaron en
refugios de correos (en San Lorenzo, Yatasto y Sinsacate) mientras se preparaban para la lucha13.
Como vemos, el correo es interpretado como de un “objetivo patriótico” y debe por lo tanto estar
“a su servicio incondicionalmente, ya que es en vista de las grandes distancias que los carteros son de 12. Idem.
mayor necesidad”. En relación a tales eventos, el correo ha sido considerado como un “modesto y 13. Rodríguez Villafañe, Miguel.
a veces inesperado protagonista de la historia patriótica”14. “El Correo Argentino: Instrumento
de Integración y Soberanía”, Postas
Argentinas, 447, septiembre-octubre
El valor del correo, y por lo tanto de sus edificios, estaba dado entonces por su impor-
1988; p. 17.
tante misión patriótica y su rol fundamental en la conformación de la comunidad política ima-
ginada15. Como mencionamos anteriormente, el ideario de modernidad en la Argentina de fines 14. Bose, Walter B.L. y Saenz, Julio C.
del S XIX se conformaba en relación a nociones positivistas producidas en ciudades europeas Correo Argentino: Una Historia con
Futuro. Buenos Aires: Manrique Zag.,
que poco tenían que ver con las realidades latinoamericanas. Así, la noción de progreso, por el 1994; p. 73.
cual se creía que avanzaba la civilización de forma lineal y evolutiva, daba forma a las narrativas
oficiales sobre el correo y los servicios postales eran considerados como “de gran influencia… 15. Anderson, Benedict. Imagined
Communities. London: Verso, 2006.
en el desenvolvimiento del progreso argentino”16; se creía que estaban directamente asociados
al “progreso constante de la ciudad”17 y al “afán por mantener una popularidad creciente de sus 16. Castro Esteves, R. Op. Cit., p. 17.
servicios y un rápido progreso en la economía inherente de los equipos, junto a la eficacia de los
17. “Génesis del Palacio Central: Dos
método”18 También se hablaba de la “intención de mantener la fama adquirida por el correo gracias Siglos de Historia Postal”, en Postas
al constante trabajo educativo de progreso y patriotismo”19. Argentinas, nº 384, ‘1778-1978:
Bicentenario del Nacimiento del Gral.
Don José de San Martín’. Buenos Aires:
Como la noción de civilización necesitaba a la de barbarismo para cobrar sentido, fue ne-
CIT - CNC, 1978; p. 26.
cesario para el estado argentino recurrir a otros lugares con los cuales compararse, por ejemplo
Francia, Inglaterra, Alemania, a fin de medir su grado de desarrollo y definir el tipo de proyecto 18. “Bibliografía: Memoria de Correos y
Telégrafos. Año 1937”, Op. Cit., p. 95.
nacional a crear. Los servicios de correos fueron, de este modo, centrales para la concepción de
la imaginación de la Argentina como una nación moderna, alimentando la idea de que con el 19. Ibídem, p. 96.
desarrollo de las comunicaciones tecnológicas, el país se acercaría cada vez más a las naciones
europeas. Este paradigma del progreso y el atraso continúa moldeando políticas neoliberales y 20. Pratt, M. L. “La Modernidad desde
las Américas”, Revista Iberoamericana.
modos de entender la modernidad de América Latina, donde el atraso se ve a veces como un Vol. LXVI, 193, octubre-diciembre
estado permanente20. 2000; pp. 831-840.
123
Pero el trabajo postal también era descrito como una actividad noble que poseía en sí
misma un significado fundamental en relación a valores universales, educativos y comunitarios.
De esta manera, las actividades postales eran consideradas un valor humano universal para el
desarrollo del hombre en sociedad, siendo una pieza central de necesidad humana21. Se espe-
raba, así, que cumplieran “una intensa labor civilizadora uniendo en un solo acto de confraterni-
dad humana a los diversos pueblos de la tierra”22, así como “altas funciones espirituales y sociales”,
algunas de las cuales, se creía, tenían “alcances insospechados para la cultura y la economía de
los pueblos”23, al mismo tiempo que promocionaban “el afianzamiento de los vínculos morales,
favoreciendo la relación de las personas y los pueblos”, y al hacerlo, cumplían “una noble misión de
humana dignidad”24. Similarmente, el valor asignado al trabajo postal era expresado en relación
a una idea de comunidad: al permitir la comunicación, el correo constituía “un símbolo de las
relaciones comunitarias”25. Por ejemplo, el correo ofrecía servicios especiales para el envío de pe-
riódicos de interés general así como también materiales en Braile para los ciegos. La asociación
entre educación y trabajo postal aparece frecuentemente en relación a la necesidad de enseñar-
le al público el uso de los servicios postales, por ejemplo, anunciando los mejores horarios para
despachar la correspondencia:
El resultado de esta acción propagandística ha sido que el público se convenza que pue-
de confiar sus cartas al Correo; que éstas lleguen antes y con más seguridad al destino; que pue-
de dirigirlas a destinatarios diferentes, a lugares de excursión, de recreo veraniego o invernal, en
las playas o en las sierras26.
El servicio postal tenía entonces una gran misión educativa: era una herramienta que
facilitaba la circulación de información – y potencialmente el conocimiento – en forma de libros
y diarios. Así, la comunicación postal servía como el principal vehículo para la diseminación
del pensamiento humano y se creía que llegaba “a las ciudades populosas, cruza los mares y se
esparce por palacios y por chozas, doquier hay un ser humano que lo necesite para nutrir su cerebro
o su espíritu”.27 Vale recordar que esta misión educativa había sido descrita con orígenes en el
movimiento revolucionario de inicios del S XIX.
124
Trabajo Postal y Arquitectura Pública. Funciones e Imaginarios de Modernidad
‘hacerse el simpático’”; arte “tan difundido y practicado en Francia” y motivo por el cual un gran
número de turistas se sentían atraídos a visitar ese país. Otro panfleto, Para pensar y ejecu-
tar (1938), ofrece a los trabajadores postales y a sus familias una serie de frases espirituales
con el fin de persuadirlos sobre la necesidad de reflexionar para obtener felicidad y bienestar.
De modo similar, Nuestro servicio médico31 advertía a los empleados sobre las enfermedades
asociadas con el trabajo postal, como ser problemas cardíacos y envejecimiento prematuro,
resaltando la “necesidad de participar en campañas de salud y de rotar las tareas en vista del in-
tenso, discontinuo y pesado trabajo que demanda atención total y dinámica que cansaba tanto a
los trabajadores”32.
Los archivos describen a la Dirección del Servicio de Salud Postal como particularmente
preocupada por los calambres de los telegrafistas y el pie plano de los carteros, y orgullosa de
haber organizado campañas de salud y concientización como resultado de las cuales “el perso-
nal se ha disciplinado; se ha creado para sí la obligación del cuidado corporal”33. Luego indica que
los trabajadores deben “mantenerse en disciplina social: en crearse realmente la obligación de ser
útil y coadyuvar así al progreso de tan nobles principios e instituciones”. Muchos de estos servicios
se ofrecerían dentro del lugar de trabajo, como muestran las figuras 3, 4 y 5 dentro del Palacio
de Correos y Telégrafos. Distanciándose de esta retórica disciplinaria, los trabajadores postales
luego participarían activamente en acción política combativa a fin de mejorar sus condiciones
de trabajo, especialmente bajo los gobiernos de Juan Perón.
31. Varela, J. R. “Nuestro Servicio
Médico”, Revista de Correos y Telégrafos,
Indudablemente, la regulación disciplinaria de los carteros y otros trabajadores de 9. Buenos Aires, mayo 1938,
correos se vinculaba con la consolidación institucional del sistema postal a inicios del S XX pp. 17 a 21.
en Argentina. Más tarde, el crecimiento de la burocracia estatal se tornaría evidente en la edi-
32. Ibídem, p. 18.
licia de correos, en la organización espacial y funcional del trabajo que comenzaba a seguir
principios de estandarización en la producción industrial. En el caso del Palacio de Correos y 33. Ibídem, p. 21.
Telégrafos, su inmensidad permitió la organización espacial y la regulación de los servicios
34. Silvestri, Graciela. Palacio de
ofrecidos a través de formas de clasificación de la correspondencia manual y mecánicas junto Correos: Proyecto Centro Cultural del
a la implementación de un sistema taylorista para maximizar la productividad y la eficacia de Bicentenario, Buenos Aires: Ronor,
los servicios34. 2007; p. 14.
125
Demoras y silencios en los edificios
de Correos: la contracara de las
revistas de arquitectura
Dra. Arq. Patricia Méndez
CONICET, CEDODAL
En aquella tan mentada vitrina del progreso y vanguardia que constituyeron las revistas
de arquitectura argentinas hacia mediados del siglo XX, resulta difícil discernir las causas del
escaso interés editorial para con el conjunto de edificios de Correos ejecutados desde la Direc-
ción de Arquitectura de la Secretaría Nacional de Comunicaciones. Sin embargo, no se trataba
de una tipología ausente en las ediciones profesionales de las primeras décadas del siglo y, más
allá de sus pretensiones estéticas, hasta la década del ‘40 existieron señales de ello con distintos
niveles y atractivos.
Ya fuera con anuncios, informes o menciones hasta ese entonces el mayor volumen de
páginas1 lo concentraba el edificio del Correo Central y su retardada construcción. También fi-
guraban los ejercicios que -alentados desde los cursos superiores de los talleres de la Escuela de
Arquitectura dirigidos entonces por el arquitecto francés René Karman- contaban con su espa-
Tema: “Casa de Correos y telégrafos”. Arquitectura
cio de publicación, siempre en las páginas de la Revista de Arquitectura de la Sociedad Central
IVº Curso, alumno Alberto Barrutti, profesor René
Karman (Fuente: Revista de Arquitectura, 154, de Arquitectos. Así, hacia 1930 el estudiante de quinto curso Carlos Mallea proyectaba una sede
oct. 1933, p. 481) de Correos y Telégrafos para una capital provincial y si en la organización funcional se mantenía
la composición de sesgo académico2, su lectura de fachada abría la impronta a la rectificación
de líneas acompañando, claro está, la impronta de esa edición, de carácter extraordinario, “de-
dicada a la arquitectura moderna” y en la cual todos los ejemplos publicados se embanderaban
en las líneas art déco. Las siguientes apariciones en la Revista… sucedieron a partir de 1933 y
1. Cfr.: “El nuevo edificio de Correos
y Telégrafos”, en Arquitectura (Revista
pertenecen a ejercicios del 4º curso de los estudiantes Alberto Barruti y Mario Molina y Vedia, sus
de Arquitectura), 87, jul. 1913, pp. trabajos disponen de un volumen único y compacto ocupando todo el terreno y, anticipando
105-11; “Edificio para la casa central las nuevas tendencias, llevan a las fachadas exteriores la estructura de sostén3. Nuevos avances
de Correos y Telégrafos”, Revista que detectan las tendencias arquitectónicas más modernas se vislumbran en la propuesta de
de Arquitectura, 75, mar. 1927, pp.
83-117 y “Nuevo edificio de Correos ese mismo año presentada por Heriberto Reichart, quien resuelve el ejercicio de correos tam-
y Telégrafos” en El Arquitecto, 24, jul. bién con un prisma regular, pero esta vez aplicando algunos principios corbusieranos, alternan-
1922, pp. 521-539. do ventanas corridas con fajas de hormigón aunque sin variantes en la composición interna4.
2. Revista de Arquitectura, 109,
Finalmente, una última publicación en este tipo de ejercicios se editó en junio de 19345 y se
Buenos Aires: Sociedad Central de corresponde con el primer premio de su camada correspondiente al cuarto curso de la Facultad;
Arquitectos, ene. 1930, p. 122. pertenece a Víctor A. Martorell quien presenta una composición en planta que altera la simetría
3. Revista de Arquitectura, 154, axial y quiebra la morfología de los patios laterales acentuando la importancia vehicular de car-
Buenos Aires: Sociedad Central de
Arquitectos, oct. 1933, ga en este tipo edilicio, a la vez que su aspecto exterior reivindica los principios de las tendencias
p. 478 y 481-482. arquitectónicas del momento independizando la estructura de sostén del resto del conjunto.
Estos guiños hacia la modernidad provenientes de una escala no profesional dan cuenta del in-
4. Revista de Arquitectura, 155,
Buenos Aires: Sociedad Central de
terés estudiantil para acercarse a las nuevas tendencias, y seguramente se vio favorecido gracias
Arquitectos, nov. 1933, p. 524. a la circulación de ideas y de modelos que pautaban las revistas y publicaciones especializadas
5. Revista de Arquitectura, 162, -sobre todo extranjeras-.
Buenos Aires: Sociedad Central de
Arquitectos, jun. 1934, 162,
pp. 268-269. Así, en medio del cuantioso volumen publicado concentrado en temáticas dedicadas
a vivienda, edificios para el deporte o la cultura y planteos urbanos, hasta bien iniciada la dé-
6. Cfr. Revista CACYA en sus cada del 40 inclusive, la tipología dedicada a correos se vio apartada de sus páginas y solo se
ediciones número 134, julio 1938,
pp.33-38; 139, diciembre 1938, pp. presentaba como hemos visto en la Revista de Arquitectura en tanto espacios de aprendizaje del
177-179; 157, junio 1940, pp.11-12. alumnado de la Escuela de Arquitectura, mientras que la revista comercial Nuestra Arquitectura
7. El Arquitecto Constructor, 556, –publicada desde agosto de 1929- ignoraba esta tipología y sólo CACYA6 y El Arquitecto Cons-
junio de 1938.
tructor7, mencionaban algunos casos -aún de líneas académicas- que fueran construidos en Ro-
8. Se publicó entre 1938 y 1940, con sario, Concordia y General Lamadrid. Mención aparte merece la publicación oficial del Ministerio
14 ediciones. de Obras Públicas, Obras Públicas y Privadas, Turismo e Industrias8, dirigida por el arquitecto Luis
126
Demoras y silencios en los edificios de Correos: la contracara de las revistas
de arquitectura
Date, y que revaloriza la importancia de los nuevos edificios para correos –sin que ello se tradu-
jera en novedad alguna en términos de conformación espacial- en tres ediciones dedicadas a
Rosario, Tucumán y Boulogne9, en la provincia de Buenos Aires.
Mucha tinta corrió hasta bien entrada la década del ’50 cuando aún con discrepancias
y demoras cronológicas tuvieron su lugar en las páginas de arquitectura aquellos ejemplos –ya
insoslayables al interés del lector- que ofrecían una ventana hacia la vanguardia pregonada des-
de las editoriales profesionales. A diferencia de la publicación oficial de la Oficina de Correos, la
Revista de Correos y Telecomunicaciones10, la dedicación ofrecida por las revistas de arquitectura
y que constituían las cabeceras en nuestro medio –la Revista de Arquitectura y Nuestra Arquitec-
tura- es notoria la ausencia de citas a los proyectos de los edificios de Correos ejecutados por la
Dirección General de Arquitectura y no sólo resulta asintomática, sino que su dilación -y tam-
bién omisión- reflejan el desapego con la realidad oficial revelando, cuanto menos, la existencia
de roces entre el Estado Nacional y la profesión.
127
Croquis sobre fotografía en la vista sobre calle Colón y detalles técnicos de carpintería en artículo “El edificio de Correos y Telecomunicaciones en la ciudad de Mendoza”,
(Fuente: Revista de Arquitectura, 364, ene. 1952, p. 528). Editorial de “Siete obras para la Dirección de Correos” (Fuente: Nuestra Arquitectura, 345, ago. 1958, p. 25)
apartado especial escrito por el ingeniero Luis Hoebeke en el cual se relata detalladamente el
ensayo de carga sobre los pilotes Vibro que allí se emplearan incluyendo las discusiones técnicas
sobre sus capacidades y condiciones estructurales. La nota periodística, en la cual los autores del
proyecto figuran destacados y sus planos se exhiben a toda página, adquiere su máxima fortale-
za en el modo que dispone la iconografía seleccionada: las fotos fueron tomadas desde ángulos
que acentúan las virtudes morfológicas del conjunto y, haciendo un alarde de la puesta gráfica
–gestos de Nuestra Arquitectura que ya tenía precedentes-, introduce en las propias columnas
del texto varios pequeños croquis peatonales, permitiendo al lector “deambular” imaginaria-
mente por el exterior del edificio.
Con gran cantidad de páginas, la dedicada a “Siete obras…” se presenta con un texto
anónimo y urticante –seguramente, producido por el editor-, además de un detalle explica-
tivo para cada una de las sucursales. El reto del autor surge en los primeras líneas cuando
sentencia “Mucho costó –y cuesta- lograr que la arquitectura ‘oficial’ fuera moderna”, emitiendo
juicios en un presente ajeno, cuando la mayoría de las obras que se ejemplifican en el artículo
tenían como máximo diez años de antigüedad en sus proyectos y unos cinco por lo menos de
13. “Otra obra para el Correo, en
Santa Fe”, Nuestra Arquitectura, 345, estar en funcionamiento. Tampoco es feliz la calificación diminutiva como “correítos” que hace
agosto de 1958, p. 12. de alguna de las sedes –Barranqueras, Berisso y Rafaela- en las cuales, seguramente, confunde
128
Demoras y silencios en los edificios de Correos: la contracara de las revistas
de arquitectura
“Edificio Movimiento. Garage y oficinas para el Ministerio de Comunicaciones” (Fuente: Nuestra Arquitectura, 328-329,
nov-dic. 1956, pp. 46-47)
la escala de la localidad con la envergadura del edificio ya que en casi todos ellos -ubicados en
ciudades distantes de la Capital Federal o bien sin gravitación a nivel nacional-, el contar con
menor altura no era sinónimo de menoscabo de su calidad arquitectónica, por el contrario, se
adscribían a un Movimiento Moderno en gesto obediente sin sucumbir frente a la geografía
del lugar y como alternativa eficaz frente a la “urgente necesidad de ponerlos [a los correos] en
obra”14. Como se ha dicho, el artículo es tardío y rescata en dobles páginas la documentación
gráfica y memorias descriptivas de los modelos ejecutados por la Dirección de Arquitectura
de Correos, valorizando a través de datos bien completos al conjunto profesional que respal-
dó tales realizaciones.
Finalmente, la última noticia que surge entre las revistas de arquitectura examinadas, le
corresponde al monoblock ubicado en Parque Alberdi en la capital santafesina y que también
se publicara en Nuestra Arquitectura en su edición de mayo de 196015. Otra vez quedaba atrás
la simultaneidad de la noticia con la realidad, ya que habían pasado cuantos menos cinco años
desde el inicio de la obra y, para el momento en que la publicación llegaba al público, la sucursal
ya estaba en funcionamiento. El artículo con su memoria descriptiva afirmaba la concepción
funcional de los espacios y detallaba los materiales empleados además de un reconocimiento
a los autores individuales del proyecto y profusión de documentación gráfica afín a las líneas
editoriales.
14. “Siete obras para la Dirección
de Correos: Córdoba, Corrientes,
Salvo el caso de los siete ejemplos acompañados con la introducción de interés al tema San Juan, San Julián, San Martín,
y reservando las distancias temporales entre los proyectos y las ediciones oficiales o comercia- Esperanza y Pacheco”, Nuestra
Arquitectura, 345, agosto de 1958,
les, los edificios que debieron presentarse como las verdaderas usinas de comunicación y que p. 25 y ss.
constituyeron un abanico vocero del Movimiento Moderno en su conjunto, resulta a ojos de
hoy un silencio pendiente en la impronta editorial de las publicaciones periódicas de entonces. 15. Cfr. “Obra para el Correo,
Parque Alberdi, Santa Fe”, Nuestra
Un saldo que nos anima a generar políticas de salvaguarda patrimonial de estos caros ejemplos
Arquitectura, 366, may. 1960, pp.
arquitectónicos del siglo XX. 30-34.
129
La Dirección de Arquitectura de
Correos y Telecomunicaciones
en las revistas del Organismo
Arq. Constanza Eliggi
Facultad de Arquitectura y Urbanismo. Universidad Nacional de la Plata
Este rol de factor de integración territorial sería especialmente otorgado a las comu-
nicaciones (postales, telegráficas y telefónicas) durante el gobierno del Juan Domingo Perón
(1945-55) a través del Ministerio de Comunicaciones y su Ministro a cargo, Oscar L. Nicolini, que
desempeñó un papel relevante en esta acción durante todo el período.
En la misma publicación, que estuvo dedicada al tema de Las comunicaciones en los Pla-
nes de Gobierno, se detallan las competencias del Ministerio:
La estatización de los servicios fue fundamental, para las políticas instrumentadas por
el gobierno (Primer Plan Quinquenal: 1947-51 y Segundo Plan Quinquenal: 1953-57) que in-
cluyeron a las comunicaciones como piezas fundamentales: la nacionalización de los servicios
telefónicos, en manos, hasta ese momento de compañías extranjeras (Art. 40 de la Constitución
Nacional de 1949), la radio, el correo, el telégrafo, la incipiente televisión.
130
Presentación de anteproyectos y anuncios de prensa sobre nuevos edificios. (Fuente: Revista de C y T, 133, Bs. As., septiembre de 1948)
Anteproyectos para edificios de distintas escalas. (Fuente: Revista de C y T, 173-74, Bs. As., enero de 1952)
131
Anteproyecto del Edificio Movimiento. Acuarela color de Fernando Saladrigas. (Fuente: Revista de C y T, 133, Bs. As., septiembre de 1948)
Anteproyecto del correo para Loreto. Acuarela color de P. Rossi. (Fuente: Revista de C y T, 133, Bs. As., septiembre de 1948)
nicaciones. La Revista, que se imprimía desde talleres gráficos propios, publicaba contenidos de
diverso interés en relación a la pluralidad de las comunicaciones: notas relacionadas a las nuevas
tecnologías incorporadas, como las máquinas automáticas Transforma para la clasificación de la
correspondencia; notas referidas a la formación del personal de correos y radiodifusión, actos,
discursos y documentos gubernamentales, artículos de filatelia, caricaturas, etc.
La publicaciones desde 1948 hasta 1954, en general estaban constituidas por la por-
tada con ilustración en color, en la que intervenían artistas plásticos. En particular, Amadeo
Dell´Aqua, quien desde su cargo de Jefe de Propaganda del Ministerio de comunicaciones, fue
el encargado del diseño desde los sellos postales y las portadas de varias de las revistas hasta
el de los murales de los interiores del Palacio de Correos y Telecomunicaciones de la Ciudad de
Mendoza, de cuya ejecución se ocupó personalmente.5
Como ya se dijo, la arquitectura de Correos fue tema recurrente en las revistas; dentro
de los casi cien edificios construidos entre el Primer y Segundo Plan Quinquenal, la mayor parte
tuvo presencia en la Revista, pudiéndose diferenciar dos grupos: los edificios de mayores di-
mensiones, correspondientes a grandes ciudades o cabeceras de distritos, entre los que cabe
citar los edificios de Correos de Santa Fe, Mendoza, Córdoba y el Edificio Movimiento de Buenos
Aires y, en un segundo grupo, los que se adecuan a situaciones de localización específicas y apa-
recen en ciudades menores, como los casos de Trelew, Berisso, San Martín, Barranqueras, Puerto
San Julián, San Rafael, por citar apenas unos pocos.
En relación con esta clasificación, las publicaciones eran coherentes con las jerarquías de
estos edificios: cuando se trataba de un Edificio de grandes dimensiones por lo general, en ciuda-
des principales o cabeceras de Distritos (Mendoza, Santa Fe, Buenos Aires, etcétera.) o de caracte-
4. Revista de Correos y rísticas técnicas innovadoras (Radio Estación Eléctrica General Pacheco, en la Provincia de Buenos
Telecomunicaciones, 125, Buenos Aires), se le otorgaba un artículo completo de dos o mas carillas. En otras ocasiones, cuando se
Aires, enero de 1948.
inauguraban varios edificios de dimensiones menores, la noticia incluía grupalmente a varios
5. Sobre Amadeo Dell’Acqua, ver correos de menor envergadura, con una fotografía en blanco y negro por cada edificación.
el artículo de Rodrigo Gutiérrez
Viñuales; sobre los murales del
Uno de los objetivos de la publicación, era mostrar los avances y la concreción de las
Correo de Mendoza, ver el artículo
de Graciela Moretti; ambos en esta obras enunciadas en los Planes Quinquenales. Las imágenes de las inauguraciones, así como el
misma publicación. proceso de construcción, daban sentido a la puesta en marcha.
132
La Dirección de Arquitectura de Correos y Telecomunicaciones
en las revistas del Organismo
Los autores de las notas eran, en la mayoría de las ocasiones, los Directores o Jefes de
las diferentes áreas de las Comunicaciones, como también, personal calificado en determinados
aspectos técnicos. Es de resaltar la recurrente intervención, del Arquitecto Aristóbulo Martínez,
como Director del área de arquitectura, escribiendo sobre la obra realizada.
Uno de los artículos publicados tempranamente sobre el tema, fue la conferencia dicta-
da en ocasión del lanzamiento del Primer Plan Quinquenal (octubre de 1947), por el Adminis-
trador de Correos, Telégrafos y Teléfonos de Portugal, Duarte Calheiros; el invitado expuso sobre
los criterios para proyectar edificios de correos, los anteproyectos de edificios tipo y sus necesa-
rios ajustes a las condiciones de cada emplazamiento. Comentó cómo en su país se tipificaban
con claridad las escalas de acuerdo al tamaño de las distintas ciudades y de los servicios que se
prestaban (en especial cantidad de líneas telefónicas y cantidad de personal que trabaja en cada
oficina), definiendo en estas cuantificaciones la normalización de los proyectos.6
En todos los números se hacía mención a los discursos y actos de gobierno, sea por parte
del ministro de Comunicaciones Oscar Nicolini, o el subsecretario de Comunicaciones, Pedro
Gagliardo, como asimismo, se documentaba la presencia en las inauguraciones del Presidente
Perón o de Eva Perón.
En el número de septiembre de 1948, se publicó un extenso articulo titulado Cómo se 6. “Consideraciones sobre
proyecta un edificio de Correos y Telecomunicaciones donde se describen los pasos a seguir con anteproyectos tipo y programas
para edificios de correos”, en Revista
una serie de anteproyectos de los edificios, mostrándose con dibujos realistas en perspectivas, de Correos y Telecomunicaciones,
con técnicas de acuarelas, en blanco y negro y en algunos casos en acuarelas color e indicándo- 126, Buenos Aires, febrero 1948; pp.
se el proceso técnico-burocrático que se seguía en la Dirección, frente a cada requerimiento.7 379 a 382.
7. Revista de Correos y
A mediados de 1949, cuando comenzaban a verse los primeros resultados del Plan, se Telecomunicaciones, 133, Buenos
publicó una nota titulada Nuevos Tiempos del arquitecto Aristóbulo Martínez, sobre el proceso Aires, septiembre de 1948.
133
de construcción de varios edificios en el interior (San Antonio de los Cobres, Pehuajó, Rosales,
Oberá, Crespo, Concarán, entre otros). En el mismo número, se incluía la nota del periodista
José María Caffaro Rossi, titulada Un moderno Palacio de Correos se levanta en Mendoza, donde
se registraban fotografías de la ejecución del basamento y de otros sectores del edificio, en la
que se plasmaba no sólo el proceso de ejecución sino también la presencia del ministro Nicolini
supervisando las obras.8
Para fines de 1953, concluido el Primer Plan Quinquenal e iniciado largamente el segun-
do, llegaban momentos de balances; la revista dedica un número completo al tema: Perón y Las
Comunicaciones, donde el artículo central reproduce una exposición realizada por el ministro
Nicolini, en la Escuela Nacional de Guerra, el 10 de septiembre de 1953. En este número espe-
cial, queda entonces plasmada casi toda la obra realizada en el periodo 1947-54 en el área de
correos; también, hay un registro de las obras destinadas a la expansión de la radiofonía, los
teléfonos, la incorporación de nuevas maquinarias, la enseñanza en los organismos de Comu-
nicaciones, etc.9
Comentarios finales
La Revista condensaba la pluralidad de temas y el vasto alcance de las cuestiones referi-
das a las comunicaciones en el periodo 1947-55. Las publicaciones son hoy un testimonio de los
ambiciosos objetivos de los Planes Quinquenales del Estado haciendo un esfuerzo por tratar de
integrar el territorio nacional tan extenso y diverso. Por otro lado, no puede dejar de caracteri-
zarse a la Revista como un órgano propagandístico de la acción oficial: Perón Cumple.
134
Herencia olvidada en la buhardilla de un palacio.
El archivo de Correos a cargo del CRIHDAC – DNA
Herencia olvidada en la
buhardilla de un palacio
El archivo de Correos a cargo del CRIHDAC – DNA
Relato de un rescate
Año 2000
Me han encargado una tarea: ver el archivo de correos. Qué hay, cómo está, qué habría
que hacer, qué se puede hacer… y allá voy, al Palacio de Correos.
Entro a este inmenso y desierto edificio y me maravillo mientras camino y recorro espa-
cios lujosos, con muebles bellísimos, mármoles en pisos y paredes, ascensores antiguos, esca-
leras majestuosas; fue a principios del siglo XX, que un arquitecto francés, Norbert Maillart, lo
diseñó, y dejó también su impronta en el Palacio de Tribunales y en el Colegio Nacional.
Siguiendo al que sabe, (vaya uno a saber desde cuando este hombre transita estos lar-
gos pasillos) subo hasta el octavo piso, hasta el final. Una oscura escalerita nos lleva hasta la
cúpula, donde está el reloj que impone la hora para los que vienen por Paseo Colón. En este
espacio, el gigantesco reloj, inscripto en una maraña de maderas y pizarra, se ve pequeño, opa-
cado, demasiado accesible. Y por fin, allí encuentro lo que estoy buscando: el archivo de planos
de los correos que el Estado construyó en todo el país.
Lo que percibo a primera vista es caótico. Hace frio, todo está muy sucio… muebles
que alguna vez organizaron, hoy generan laberintos. Hay muchos papeles, muchos planos…
plegados y ordenados en carpetas guardadas en estanterías de madera; algunos (los menos)
desplegados en planeras o enrollados y otros, pobres, desolados, maltratados, desordenados,
tirados sobre alguna mesa, o arrojados al piso.
Este hallazgo no pudo sino generarme curiosidad y mucha ansiedad. Estos papeles, ator-
mentados por el viento, la lluvia, el frío y el calor que se cuela por los vidrios rotos, deben contener
algo. En esos papeles inextricables, hay seguramente, un tesoro camuflado, escondido, silencia-
do por el abandono. Nuestra herencia despreciada, ignorada... Incapaces de reconocer la riqueza
que atesoraron nuestros padres para nosotros, neciamente hemos renunciado a vincularnos con
la belleza y la creatividad, la ciencia alcanzada y la cultura de los que nos antecedieron.
135
Casa de correos y telégrafos en Santa Fe; Ing. Arq. Francisco Tamburini, 1885. Vista y corte (Fuente: Archivo CRIHDAC)
El Director del Museo del Correo se encarga. Y la documentación, por lo pronto, se tras-
lada, en cajas, a un piso inferior.
La DNA firma un convenio con la Secretaria de Comunicaciones, por el cual se hace cargo
de la recuperación y puesta en valor del archivo. Me convocan para continuar con la mudanza y
comienzo con la tarea de entender, ordenar, inventariar. Voy a tientas, reconociendo la organiza-
ción del archivo. Hay distintos tipos de ficheros que dan pistas. Organizados por distritos o por
temática: materiales; tecnología. Por último, aparecen los de los proyectos de arquitectura. Y por
ahí, comienza a insinuarse un posible arranque de la tarea.
Se abrieron más de 150 cajones para identificar la documentación que contenían y car-
gar todos estos datos en planillas manuscritas, que luego fueron procesadas informáticamente.
A esto se sumaron el ordenamiento, limpieza y reubicación de los planos.
Se inventaron planillas diseñadas con una organización mínima, para completar sin de-
masiadas dudas… Cada uno de los integrantes del equipo, fue aprendiendo rudimentos básicos
de la informática. Han cargado en estas planillas, los miles de datos que ofrecen las fichas.
136
Herencia olvidada en la buhardilla de un palacio.
El archivo de Correos a cargo del CRIHDAC – DNA
Durante ese año, el archivo cambió de domicilio varias veces: de oficina; de edificio;
tratando de afrontar lo mejor posible, los riesgos que este tipo de cambios acarrea. Por fin, a
principios de 2011, se encontró un espacio adecuado, que permitió generar diferentes áreas: de
depósito, de estabilización y de procesamiento de datos.
Investigación
Ya a fines del 2011, se comenzaron a analizar más exhaustivamente los documentos. Los
registros de cada correo se fueron organizando por distrito y por ciudad. Después de la primera
mirada, y a medida que la información se fue ajustando, surgieron aparentes contradicciones
de la misma. Por ejemplo: varias direcciones para un mismo correo. ¿Cuál es la correcta? ¿Varias
sucursales en la ciudad o una sola que fue mudando de edificio? A partir de las fechas, se comen-
zaron a determinar etapas políticas con diferentes planes en relación a los correos y telégrafos.
137
Campo de Deportes para empleados de C y T. MOP. DGA. 1935. Anteproyectos de fachada principal (Fuente: Archivo CRIHDAC)
Desde 1928 hasta 1933, a través de su sección Catastro y Estadística, el MOP se dedica
a buscar terrenos en las ciudades y pueblos. Nuestro inventario de documentos muestra hasta
ahora, alrededor de 124 ciudades de norte a sur del país, relevadas por el MOP. Los datos apa-
recen en pequeños planos de la manzana, con nombre de las calles, medidas del lote, y a veces,
datos catastrales. Sólo en el Distrito 01° Rosario (que abarca parte de la provincia de Santa Fe)
encontramos 29 terrenos.
Paralelamente, se han encontrado más de 200 proyectos para correos elaborados por la
Dirección General de Arquitectura, fechados hasta 1943, aproximadamente. Algunos son sólo
anteproyectos, otros son proyectos desarrollados, en ciertos casos incluso con los planos con-
forme a obra. Destaco dos anteproyectos para la fachada principal del Club de Comunicaciones
en la Capital Federal, de los años 30, que muestran el eclecticismo típico de la época, planteando
una imagen con reminiscencias árabes, y la otra pintoresquista, de tipo normando.
Pueblo de Irigoyen, S. Fe. Autor: MOP. Sec. - Dividir al país en 26 distritos. Cada provincia fue relevada y, según la cantidad de po-
Catastro y Estadística, 1933. Terreno para Correos blaciones se transformó en un distrito, en parte de él o, en el caso de provincias muy populosas
(Fuente: Archivo CRIHDAC) (Córdoba, Santa Fe y Buenos Aires), se dividieron en 2 o más distritos.
- Detectar en qué ciudades había edificios de correos. En los mapas se muestra su ubi-
cación.
- Verificar las condiciones de los locales existentes. En muchos casos, la tarea del correo
se realizaba en edificios con una pobre adaptación a las necesidades cada vez más complejas
del organismo.
- Proyectar modificaciones, nuevas instalaciones, a veces mudanzas.
138
Herencia olvidada en la buhardilla de un palacio.
El archivo de Correos a cargo del CRIHDAC – DNA
Rosario, S. Fe. C y T. Dirección Técnica, 1949. Dto. 01/01. Planta urbana (Fuente: Archivo CRIHDAC)
El Maiten, Chubut. C y T. Dirección Técnica. 1949. Dto. 23/11. Planta urbana (Fuente: Archivo CRIHDAC)
- Construir nuevos edificios: 741 proyectos de arquitectura, que en algunos casos dan
respuesta original a los poblados, en otros reemplazan los anteproyectos de la DGA. (Todavía no
se ha podido evaluar qué porcentaje de estos proyectos fueron concretados)
- Verificar su cercanía a la estación de trenes de la localidad.
Con fecha inicial en 1949, también aparece una enorme cantidad de documentos referi-
dos a este plan; el mismo abarca todas las provincias, haciendo hincapié en el Sur del país. Ubica
radioestaciones, instalando infraestructura y tecnología y conectando a través de LRA Radio
Nacional, a todas las provincias. Con centro en la Capital Federal, se montan 115 radioestacio-
nes (plantas receptoras y transmisoras) en casi todos los distritos. Los proyectos están fechados
entre los años 1952 y 1962.
139
No sólo aparecen los proyectos de arquitectura, sino también la tecnología utilizada y el
mobiliario específico para desarrollar las funciones.
Identificados con la letra P, estos 741 proyectos arquitectónicos, se ubican en una crono-
logía que abarca entre el año 1946 y el 1988. Evidentemente, no corresponden a una misma eta-
pa de gobierno en el país. Los proyectos manifiestan en algunos casos, una adaptación (desde
el punto de vista formal y material) a su implantación geográfica. En otros, los de las grandes ciu-
dades, expresan una voluntad declarada de acogerse al lenguaje del movimiento moderno que
propone Europa. Los arquitectos firman los proyectos en todos los aspectos de configuración
Encotel. Dir. Gral. Ing. y Arq.
Dto. 05/62. C y T. San José del Rincón. general en tanto que los ingenieros aparecen suscribiendo lo referente a estructuras, instalacio-
Dto. 05/2616, 1980. Planta, corte y fachada nes, acondicionamiento climático, etcétera. Por otra parte, numerosas empresas constructoras
(Fuente: Archivo CRIHDAC) acompañan y generan los planos conforme a obra.
Desde 1971, ENCOTEL continúa en la tarea de construir. Con una nueva camada de ar-
quitectos que siguen manteniendo el lenguaje de la modernidad, se dedica a diseñar los edifi-
cios de correos de pueblos pequeños.
Entre 1973 y 1983, realiza un nuevo relevamiento de terrenos. Identificados con la letra
U, estos planos, comparados con los de 1933, tienen mucha más precisión. Brindan datos de
denominación catastral, superficies basadas en mediciones de agrimensores: información ne-
cesaria para su adquisición.
En el año 1977, proyecta una red alámbrica en los 26 distritos. También contrata a la
Empresa Equitel que instala equipos Siemens en cientos de sucursales, registrados en planos
dibujados por la empresa, con datos de ubicación, equipamiento y tecnología especifica.
Abriendo los documentos, se van descubriendo ideas, políticas y los disimiles sueños
de las generaciones pasadas. Y se va demostrando que hubo gente comprometida y dedicada,
que para concretarlos, planificó, trabajó mucho y construyó con entusiasmo. Y eso, es bueno
re-conocerlo, respetarlo y cuidarlo.
La cúpula del palacio, ayer maraña de maderas y pizarra que guardaba papeles viejos e in-
servibles… ya no es un depósito. Hoy, de cristal, ha incorporado la luz y el sol. Y el archivo también se
ilumina, ya liberado. Porque puede brindar lo que contiene: conocimientos de historia, de política,
de tecnología, de arte y de arquitectura… a nuestra generación, y espero, a las que nos sucedan.
140
Profesionales que integraron la Mesa de Estudios y Proyectos de la Dirección
Profesionales que integraron la Mesa de Estudios y Proyectos
de Arquitectura de la Administración General de Correos y Telecomunicaciones
(DACyde
T) la Dirección de Arquitectura de la Administración General
de Correos y Telecomunicaciones (DACyT)
Lic. Elisa Radovanovic
CEDODAL, CONICET
Bianchi, Agustín F. P.
En 1941 inició sus estudios en la Escuela de Arquitectura de la Facultad de Ciencias Exactas,
Físicas y Naturales de la Universidad de Buenos Aires (UBA); durante 1945 fue Delegado de
4º año del Centro de Estudiantes de la mencionada Escuela en la Sociedad Central de Arqui-
tectos (SCA). En 1947 se graduó en la recién creada Facultad de Arquitectura de la UBA, ese
mismo año volvió a representar al Centro de Estudiantes en la SCA; ingresó a la DACyT a fines
de 1946.
Sedes de correos en las que intervino como proyectista: Mendoza ciudad; San Juan ciudad; Barran-
queras (Chaco); Vera, Cañada de Gómez y Esperanza (Santa Fe); San Martín, Dolores y Junín, (Bue-
nos Aires). Residencia para el Ministro de Comunicaciones en la Radio Estación Pacheco.
Anteproyectos: Club Comunicaciones; Asociación Mutualista de Previsión Social de C y T; (Bue-
nos Aires ciudad).
A principios de la década de 1960 dejó de trabajar en la repartición de Correos.
Tuvo estudio particular, asociado con los arquitectos J. M. Spencer y Félix Martínez Vallerga. En
1956 formó parte de una Comisión designada por el Consejo Profesional de Arquitectura y Ur-
banismo para resolver el problema de los arquitectos que no podían dictar cátedras de matemá-
ticas, geometría y álgebra en los colegios nacionales sino exclusivamente dibujo.
Bibliografía: Revista de la UBA, Buenos Aires, 1956, p. 275.
141
Bunge, Wilfredo Ricardo Valentín
Nació en 1923; en 1947 se graduó de arquitecto en la recientemente creada Facultad de Arqui-
tectura de la UBA. A principios de 1948 ingresó a la DACyT.
Sedes de correos en las que intervino como proyectista: Azul (Buenos Aires); Barra Concepción (Mi-
siones); Sumampa (Santiago del Estero); Ingeniero Juárez (Formosa).
Entre los años 1957-1964 realizó en forma conjunta con los arquitectos Luis y Alberto Morea
la restauración de la Basílica (menor) de Ntra. Sra. del Santísimo Rosario: Iglesia y Convento de
Santo Domingo de Guzmán, en Defensa y avenida Belgrano, Buenos Aires.
Falleció el 27 de octubre de 1995.
Dimartino, Francisco J.
En 1948 se graduó de arquitecto en la UBA; a fines de 1947 había ingresado a la DACyT como
dibujante proyectista. También en 1947 obtuvo el 2º premio en el Concurso CADE para estu-
diantes del último curso de la carrera.
Sedes de correos en las que intervino como proyectista: San Antonio de los Cobres (Salta); Puerto
Bermejo (Chaco); Bahía Oso Marino (Santa Cruz); Rosales (Córdoba).
Participó de la Comisión Directiva de la SCA en el período 1949-1951.
Escobar, Manuel
Arquitecto y artista plástico. Ingresó a la DACyT en 1947. Fue encargado de sección y desde 1953
Jefe de la Mesa de Estudios y Proyectos.
Sedes de correos en las que intervino como proyectista: General Pico (La Pampa); San Miguel (Bue-
nos Aires); Estanislao del Campo (Formosa) y Naschel (San Luis).
142
Profesionales que integraron la Mesa de Estudios y Proyectos de la Dirección
de Arquitectura de la Administración General de Correos y Telecomunicaciones
(DACyT)
Gaido, Augusto
Nació en 1920. Se graduó de arquitecto en la UBA en 1948, ingresando a la DACyT en ese mismo
año.
Sedes de correos en las que intervino como proyectista: Sarmiento (Chubut); Caleta Olivia (Santa
Cruz); Embarcación (Salta); Tinogasta (Catamarca); Cerro de las Rosas (Córdoba).
Edificios especiales: Edificio Movimiento (Ciudad de Buenos Aires); Radio Estación Pacheco, vi-
viendas para el personal, usina, torre tanque.
Asociado con Francisco Rossi, Boris Dabinovic y Clorindo Testa participó en una serie de con-
cursos destacándose: Edificio de la Cámara Argentina de la Construcción (Primer Premio);
Concurso en Misiones - cinco comisarías y cuatro unidades sanitarias (Primer Premio); Misio-
nes 2ª etapa - tres paradores de turismo (Primer Premio); Colonia de Vacaciones Federación
Industria de la Carne (Tercer premio); Centro Cívico de Santa Rosa de La Pampa (Primer Pre-
mio).
En 1955 se presentó con Dabinovic y Rossi en el 1er. Concurso Fulget donde obtuvo el Segundo
Premio de la categoría vivienda mínima y un premio especial.
En 1949 junto a Rossi y Dabinovic había obtenido el segundo premio en el concurso para la
Casa de Gobierno de San Juan y, en 1950, mención de honor en el concurso para el Edificio del
Instituto Geográfico Militar.
En 1971, siendo Subgerente de Inmuebles y Construcciones del Banco de la Nación Argentina,
proyectó con el arquitecto Ricardo Muñoz la sucursal Merlo del mencionado banco.
Bibliografía: Revista de Arquitectura, 343, julio, 1949, pp. 182-186; 351, marzo, 1950, p. 86;
363, diciembre, 1951, pp. 85 a 89; 371, mayo a octubre, 1953, pp. 52-56; SCHERE, Rolando.
Concursos 1825-2006. Buenos Aires, SCA, 2006, p. 252; Nuestra Arquitectura, 471, junio, 1971,
pp. 38-39.
143
González Laguinge, Héctor
En 1948 se graduó de arquitecto en la UBA. Ingresó como dibujante proyectista a la DACyT a
fines de 1947.
Sedes de correos en las que intervino como proyectista: Mar del Plata y Coronel Suárez (Buenos
Aires); Chepes (La Rioja).
Edificios especiales: Radio Estación Pacheco (Buenos Aires).
Desde 1948 fue encargado de sección y desde 1957, Jefe de la Mesa de Estudios y Proyectos de
la DACyT.
Hinsch, Raúl O. B.
Se graduó de arquitecto en la UBA en 1949, año en que solicitó ser miembro de la SCA. Ingresó
a la DACyT en 1948.
Sedes de correos en las que intervino como proyectista: Corral de Bustos (Córdoba); Ancasti (Cata-
marca); Pehuajó (Buenos Aires); una estafeta en Santa Rosa (La Pampa).
Fue proyectista de prototipos de radios y oficinas mixtas.
Estuvo al frente de la secretaría ejecutiva del CNICT, en 1961 cargo en el que permaneció varios
años. Participó de la reunión sobre problemas de efluentes industriales y contaminación am-
biental realizada en Avellaneda, Buenos Aires, en julio de 1971.
Insausti, Esteban
Arquitecto egresado de la UBA a mediados de la década de 1950. Trabajó como dibujante en
la DACyT desde los primeros años de su carrera, continuando como proyectista luego de gra-
duado.
Sedes de correo en la que intervino como proyectista: San Luis (ciudad) y Gualeguaychú (Entre
Ríos).
En 1961 participó en el proyecto del Pabellón de la Secretaría de Comunicaciones en la Expo-
sición del Sesquicentenario de la Revolución de Mayo junto al arquitecto Hugo Tosoni. En la
década de 1970 proyectó el Centro Postal Puerto de Buenos Aires en Comodoro Py y avenida
Antártida Argentina.
Jozami, Emilio
Arquitecto. Fue Jefe de la Mesa de Estudios y Proyectos de la DACyT, durante la dirección del
arquitecto Aristóbulo J. Martínez.
Sede de correo en la que intervino como proyectista: Rawson (Chubut).
144
Profesionales que integraron la Mesa de Estudios y Proyectos de la Dirección
de Arquitectura de la Administración General de Correos y Telecomunicaciones
(DACyT)
Martínez, Aristóbulo J.
Arquitecto. Dirigió la DACyT durante toda la gestión de Oscar Nicolini al frente de la Administra-
ción General de CyT (1946-49) y del Ministerio de Comunicaciones (1949-55).
Como principal responsable del plan edilicio, se ocupó de su difusión, publicando numerosas
notas en la Revista Correos y Telecomunicaciones entre 1948 y 1955. En 1952 integró la Comisión
de Honor de la Conferencia de Plenipotenciarios de la Unión Internacional de Telecomunicacio-
nes realizada en Buenos Aires.
Edificios especiales: Anteproyecto para el Club Comunicaciones.
145
Miscione, Rinaldo
Nació en 1928. En 1947 comenzó sus estudios en la Escuela de Arquitectura, ingresando en ese
mismo año a la DACyT, donde se destacó como dibujante. Obtuvo su título a mediados de la
década siguiente, permaneciendo en la repartición hasta su retiro en los años ’80.
Entre sus trabajos más destacados se cuentan los murales cerámicos para la fachada del segun-
do piso del Correo de Santa Fe, así como la bóveda del sector de Radio Nacional en el edificio
de Cabecera Córdoba.
Munilla, Armando
Egresó como arquitecto de la UBA en 1949.
Sedes de correos en las que intervino como proyectista: Venado Tuerto (Santa Fe) y La Para (Cór-
doba).
146
Profesionales que integraron la Mesa de Estudios y Proyectos de la Dirección
de Arquitectura de la Administración General de Correos y Telecomunicaciones
(DACyT)
Rossi, Francisco F.
Nació en 1922. Siendo estudiante de la Escuela de Arquitectura se publicaron varios de sus
trabajos con calificación de sobresaliente. Obtuvo en 1946 el tercer premio en el Concurso de
luminotecnia de la CADE sobre el tema “Un club social”; se graduó de arquitecto en la UBA en
1948.
Sedes de correos en las que intervino como proyectista: Mar del Plata (Buenos Aires) Choel Choel
(Río Negro); Famatina (La Rioja); San Martín (Mendoza).
Edificios especiales: Edificio Movimiento (Ciudad de Buenos Aires). Pabellón de la Guardia y Usina
en Radio Estación Pacheco (Buenos Aires).
Asociado con Augusto Gaido, Boris Dabinovic y Clorindo Testa participó en una serie de concur-
sos destacándose: Edificio de la Cámara Argentina de la Construcción (Primer Premio); Concurso
en Misiones - cinco comisarías y cuatro unidades sanitarias (Primer Premio); Misiones 2ª etapa
- tres paradores de turismo (Primer Premio); Colonia de Vacaciones Federación Industria de la
Carne (Tercer premio); Centro Cívico de Santa Rosa de La Pampa (Primer Premio). En 1955 se
presentó con Dabinovic y Gaido en el 1er. Concurso Fulget donde obtuvo el Segundo Premio
de la categoría vivienda mínima y un premio especial. En 1949 junto a Gaido y Dabinovic había
logrado el segundo premio en el concurso para la Casa de Gobierno de San Juan y, en 1950,
mención de honor en el concurso para el Edificio del Instituto Geográfico Militar.
Participó de la Comisión Directiva de la SCA en el período 1951-1953. Fue Profesor de Taller en la
Facultad de Arquitectura de la UBA. En 1991 presentó un proyecto conjuntamente con el arqui-
tecto Fernando D. Rossi (su hijo) en el concurso para el Museo de la Acrópolis, en Atenas.
Bibliografía: Revista de Arquitectura, 343, julio, 1949, pp. 182-186; 351, marzo, 1950, p. 86; 363,
diciembre, 1951, pp. 85 a 89; 371, mayo a octubre, 1953, pp. 52-56; SCHERE, Rolando. Concursos
1825-2006. Buenos Aires, SCA, 2006, p. 252; Nuestra Arquitectura, 471, junio, 1971, pp. 38-39.
Rossi, Pedro L.
Arquitecto. Siendo estudiante de la Escuela de Arquitectura se publicaron varios de sus trabajos
con calificación de sobresaliente. Obtuvo en 1947 el segundo premio en el Concurso de lumi-
notecnia de la CADE sobre el tema “Una escuela museo de arte nocturna para obreros”. Ingresó
a la DACyT a fines de 1947.
Sedes de correos en las que intervino como proyectista: La Quiaca (Jujuy); Loreto (Santiago del
Estero); Concarán (San Luis).
Bibliografía: Revista de Arquitectura, 274, octubre, 1943, pp.400-410; Nuestra Arquitectura, no-
viembre 1947,p. 355.
Saladrigas, Fernando M.
Nació en 1930. Egresó como arquitecto de la UBA en 1954. En tanto desde 1948 trabajaba como
dibujante en la DACyT. Diseñó los murales del interior de la sucursal del Correo de San Juan.
Sedes de correos en las que intervino como proyectista: Dolores (Buenos Aires); Villa Berthet (Cha-
co); Paso de los Libres (Entre Ríos).
Asociado con los arquitectos Bianchi, Vidal y el ingeniero Schulte realizó obras en el Club Comu-
nicaciones.
Formó parte del equipo de proyecto dirigido por César Janello, de la exposición del Sesquicen-
tenario de la Revolución de Mayo, diseñando el Pabellón de Cultura Popular y el auditorio Río de
la Plata este último con los arquitectos Eudaldo Vidal y Miguel Carreras.
Asimismo obtuvo premios en concursos de anteproyectos organizados por la SCA. Recibió el
Primer Premio por el edificio de la Junta de Granos de Salliqueló, asociado con su hermano y el
arquitecto Manuel Net. Para el Banco de Desarrollo realizó las sedes de Posadas y La Rioja.
Desarrolló su actividad docente en la cátedra de Diseño en la Facultad de Arquitectura de la UBA
hasta el año 1995.
Bibliografía: Revista de Arquitectura, 378, mayo, 1961, pp. 21-24.
147
Spencer, José María
Comenzó sus estudios en 1941. Como alumno de la Escuela de Arquitectura se publicaron varios
de sus trabajos con calificación de sobresaliente; en 1948 se graduó de arquitecto. Ingresó a la
DACyT a mediados de 1947.
Sedes de correos en las que intervino como proyectista: ciudades de Santa Fe y Corrientes; Puerto
San Julián (Santa Cruz); Esquel (Chubut); Punta de Vacas (Mendoza); San Ramón de la Nueva
Orán (Salta); Cabo de las Vírgenes (Santa Cruz).
En el período 1951-1953 formó parte de la Comisión Directiva de la SCA. Participó en el Concur-
so Oficial para el edificio del Instituto Geográfico Militar, en Buenos Aires. En 1960 participó del
X Congreso Panamericano de Arquitectos efectuado en Buenos Aires. En su estudio particular
estuvo asociado con los arquitectos Agustín Bianchi y Félix Martínez Vallerga.
Realizó actividad docente en la Cátedra de Composición Arquitectónica Vº año, en la Facultad de
Arquitectura y Urbanismo de la Universidad Nacional de La Plata.
Bibliografía: Revista de Arquitectura, 274, octubre, 1943, pp.400-410.
Vidal, Eudaldo A. M.
Nació en 1922 en San Rafael, Mendoza. Inició sus estudios en Buenos Aires en 1941; como alum-
no tuvo una destacada trayectoria, publicándose varios de sus trabajos calificados con sobresa-
liente; se graduó de arquitecto en la UBA en 1948, ingresando un año antes a la DACyT.
Sedes de correos en las que intervino como proyectista: Mendoza ciudad; San Juan ciudad, San
Cristóbal (Santa Fe); San Rafael (Mendoza); Junín (Mendoza); Chamical (La Rioja); Gobernador
Costa (Chubut), Carcarañá y Diego de Alvear (Santa Fe).
Junto a los arquitectos Bianchi, Saladrigas y el ingeniero Schulte practicó obras en el Club Co-
municaciones. Se desempeñó como Jefe de Proyectos en la repartición de Correos hasta 1982,
año en que se jubiló.
En 1960 diseñó junto a los arquitectos Fernando Saladrigas y Miguel Carreras el Teatro Auditorio
al aire libre, obra permanente de la Exposición del Sesquicentenario de la Revolución de Mayo
realizada en avenida del Libertador; esta tarea la realizaron como representantes del equipo téc-
nico de la DACyT, bajo la dirección general de César Jannello. Desarrolló su actividad docente en
la Facultad de Arquitectura de la UBA en la cátedra Diseño Arquitectónico y en Composición.
Falleció el 8 de mayo de 2013.
Bibliografía: Revista de Arquitectura, 274, octubre, 1943, pp. 400-410; Revista de Arquitectura,
378, Buenos Aires, mayo, 1961, pp. 21-24.
Villamil, Raúl
Nació en 1922. Se graduó de arquitecto en la UBA en 1948.
Sedes de correos en las que intervino como proyectista: Azul (Buenos Aires); Presidencia Roque
Sáenz Peña y Castelli (Chaco); Villa Atuel (Mendoza); Ojo de Agua (Santiago del Estero). Intervino
temporalmente en equipos de proyectos de otras sucursales y en diseño de prototipos.
Falleció en 1966.
148
Bibliografía general
AA.VV. Agua, Vivienda y Salud. Mendoza. Tres años de labor justicialista. Mendoza: Gobierno de
Mendoza, Secretaría de Informaciones, 1952.
AA.VV. Inventario - 200 Obras del Patrimonio Arquitectónico de Santa Fe. Santa Fe: UNL, 1993.
AA.VV. El Patrimonio Arquitectónico de los argentinos. Tomo 2: “Nordeste: Corrientes, Misiones,
Chaco, Formosa”. Buenos Aires: SCA-IAIHAU, 1983.
Aliata, Fernando; Ballent, Anahí. “Crítica e Historia. Dos modelos alternativos frente a la arquitec-
tura contemporánea”, Historiografía Argentina 1958/1988. Buenos Aires: Comité Internacio-
nal de Ciencias Históricas, 1990.
Ballent, Anahí. “Chalecitos kitsch, columnas dóricas y Le Corbusier”, Ramona. Revista digital de
artes visuales, 17. Buenos Aires, octubre de 2001.
--------. Las huellas de la política. Buenos Aires: UNQui, 2005.
--------. “La condición profesional en la década del 50”, Materiales, 3. Buenos Aires: Programa de
Estudios Históricos de la Construcción del Habitar, agosto 1983.
Boesiger, Willy. Le Corbusier et Pierre Jeanneret. Oeuvre Complète. Zurich: Les Editions d’Architec-
ture, 1967.
Bórmida, Eliana (Dir.) Guía de Arquitectura de Mendoza. Sevilla: Junta de Andalucía, 2005.
Borthagaray, Juan M. “La Facultad de Arquitectura y Urbanismo”, en AAVV. La construcción de lo
posible. La UBA de 1955 a 1966. Buenos Aires: del Zorzal, 2003.
Bose, Walter B.L.; J. Sáenz, Julio C. Correo Argentino: Una historia con futuro. Verona: Manrique
Zago, 1994.
Bullrich, Francisco, “Apogeo y eclipse del Racionalismo”, en González Montaner, Berto (Ed.). Van-
guardias argentinas: Obras y movimientos en el siglo XX. Arquitectura 1930-1950. Buenos Aires:
Diario de Arquitectura, Clarín Arq., 2005.
--------. Arquitectura Argentina Contemporánea. Panorama de la arquitectura argentina 1950-63.
Buenos Aires: Nueva Visión, 1963.
Bustamante, Juana. “La figura del arquitecto italiano La Padula”, en Ave, G.; De Menna, E. (Ed.)
Arquitectura y urbanística de origen italiano en Argentina. Tutela y valoración de un increíble
patrimonio cultural. Roma: Gangemi, 2010.
Castro Esteves, Ramón. Historia de las comunicaciones argentinas. Tomos I a V. Buenos Aires: Talle-
res Gráficos del Ministerio de Comunicaciones, 1934-1958.
Cavalcanti, Lauro. Quando o Brasil era Moderno. Guia de Arquitetura 1928-1960. Rio de Janeiro:
Aeroplano, 2001.
Collado, Adriana. “Edificios de correo en Argentina. Un notable conjunto de arquitectura moder-
na”, Arquitectónica 18 y 19. México: Universidad Iberoamericana, 2010.
--------. “Episodios de arquitectura moderna en Argentina”, en Salazar González, G. (Ed.). Estudios
del espacio habitable. San Luis Potosí: Universidad Autónoma de SLP, 2009.
Cossio, Beatriz E. “El caso de una ciudad intermedia: Santa Rosa-La Pampa” en Dillon, Beatriz S.;
Cossio, Beatriz. Población y ciudades. Dinámicas, problemas y representaciones locales. Santa
Rosa: UNLPam, 2009.
Curtis, William. Arquitectura Moderna desde 1900. Barcelona: Phaidon, 2006.
Deambrosis, Federico. Nuevas visiones. Revistas, editoriales, arquitectura y arte en la Argentina de
los años cincuenta. Buenos Aires: Infinito, 2011.
Domínguez Esquivel, José A. Procesos operativos de correos. Personal laboral fijo. Sevilla: MAD,
2006.
Fernández, Roberto. Reflexiones sobre el Teatro General San Martín: apogeo y crisis del proyecto
modernista. Buenos Aires: FAU/UBA, 1986.
Gargantini, Luis B. Paralelismo entre la Generación del ’80 y la administración 1958-62 en la concep-
ción organizativa del Correo Argentino. Buenos Aires, 1980, s/f.
Gené, Marcela. Un mundo feliz. Imágenes de los trabajadores en el primer peronismo, 1946-1955.
Buenos Aires: FCE, 2005.
Giunta, Andrea. “La batalla de las vanguardias. Entre el peronismo y el desarrollismo”, en Buru-
cua, José (Ed.) Nueva Historia Argentina. Tomo II. Buenos Aires: Sudamericana, 1999.
149
González Climent, Aurelio. Los transportes, el correo y las telecomunicaciones en el Segundo Plan
Quinquenal. Buenos Aires: Macchi, 1953.
Gorelik, Adrián. “Nostalgia y Plan: El Estado como Vanguardia”, Boletín del Centro de Investigacio-
nes Históricas y Estéticas, 28. Caracas: Universidad Central de Venezuela, 1994.
Gutiérrez, Ramón. Arquitectura y urbanismo en Iberoamérica. Madrid: Cátedra, 1983.
---------; Ortiz, Federico. La arquitectura en la Argentina 1930-1970, Hogar y Arquitectura, 103. Bue-
nos Aires: Concentra, 1971.
Gutiérrez Viñuales, Rodrigo. “Seoane en el centro. Algunos itinerarios por el arte en Buenos Ai-
res (1936-1963)”, en Gutiérrez Viñuales, R.; Seixas Seoane, M. Buenos Aires. Escenarios de Luis
Seoane. La Coruña: Fundación Seoane, 2007.
Habermas, Jürgen. “La modernidad, un proyecto incompleto”, en Foster, Hal (Ed.) La Posmoderni-
dad (ensayos). Barcelona: Kairos, 2ª edición en castellano, 1986.
Halperín Donghi, Tulio. Una Nación para el Desierto Argentino. Buenos Aires: Prometeo Libros,
2005.
Historia de las Comunicaciones Argentinas. Buenos Aires: Fundación Standard Electric, 1979.
Iuorno, Graciela; Burd, Diego. “Política Municipal, vecinos y espacio urbano en Neuquén capital
(1958-1976)” en Iuorno, G. (Dir.). Un siglo 1904-2004. Neuquén. Ciudad imaginada… ciudad
real. Neuquén: UNComa y Municipalidad, 2004.
Liernur, Jorge F., Arquitectura en la Argentina del siglo XX. La construcción de la modernidad. Bue-
nos Aires: Fondo Nacional de las Artes, 2001.
-------; Aliata, Fernando (comps.). Diccionario de Arquitectura en la Argentina. Buenos Aires: AGEA,
2004.
Lluch, Andrea; Di Liscia, María Silvia (Ed.). Historia de La Pampa II. Sociedad, Política y Economía de
la crisis del treinta al inicio de un nuevo siglo. Santa Rosa: UNLPam, 2011.
Maestripieri, Eduardo. Mario Soto. España y la Argentina en la arquitectura del siglo XX. Buenos
Aires: SCA, 2004.
Masés, Enrique; Gentile, María; Rafart, Gabriel (Dir.) Neuquén. Cien años de historia. Neuquén:
GEHISO-UNComa y Editorial Río Negro, 2004.
Méndez, Patricia. (Ed.). Experiencias de urbanismo y planificación en la Argentina. 1909-1955. Bue-
nos Aires: CEDODAL, 2012.
Mercado, Silvia. El inventor del peronismo. Raúl Apold, el cerebro oculto que cambió la política ar-
gentina. Buenos Aires: Planeta, 2013.
Morin, Edgar. Introduction à la pensée complexe. Paris: Seuil, 2005.
Muller, Luis (Ed.) Arquitectura moderna en Santa Fe 1935-1955. Santa Fe: UNL, 2005.
Neumann, Otto. 50 años. Neuquén 1904. 12 de septiembre de 1954. Neuquén: Imprenta Neumann,
1954.
Nicolini, Oscar. Las comunicaciones en los Planes de Gobierno. Buenos Aires: Ed. Oficial, 1954.
Nordenström, Julio. El Cartero. Las memorias de un auténtico neuquino (relatos). Neuquén: Fondo
Editorial Neuquino, 1999.
Novacovsky, Alejandro; Roma, Silvia; París Benito, Felicidad. El Patrimonio Arquitectónico y Urba-
no de Mar del Plata. Cien Obras de Valor Patrimonial. Mar del Plata: Publicaciones FAU-UNMdP,
1997.
Peani, Gian Lodovico. “L´Architettura Moderna in Argentina”, Casabella Continuità, 285, Roma,
1964.
Pérez Oyarzún, Fernando, Le Corbusier y Sudamérica. Viajes y Proyectos. Santiago de Chile: ARQ,
1991.
Ponte, Jorge. Mendoza, aquella ciudad de barro. Mendoza: Municipalidad de la ciudad de Men-
doza, 1987.
Priste, Leticia (Dir.). 1904 Neuquén 2004. Imágenes de una ciudad centenaria. Neuquén: UNComa,
2004.
Queysanne, Bruno. “En histoire de l’architecture le document, c’est le bâtiment!”, La Recherche en
Arquitecture. Paris: Parenthèses, 1986.
Romero, Gabriel. Arquitecturas modernas en la ciudad de Corrientes. 1930-1960. Corrientes: UNNE
– Municipalidad de la ciudad de Corrientes, 2008.
Sábato, Ernesto. El otro rostro del peronismo. Buenos Aires, 1956.
Saenz, Julio C. “El Correo Central”. Buenos Aires: Fundación Bose No. 2, 1998.
150
Bibliografía general
Maciel, María Soledad. Inventario de bienes inmuebles de valor patrimonial. Ciudad de Corrientes.
Catalogación 2008. Dirección General de Preservación del Patrimonio Urbano y Arquitectó-
nico, Subsecretaria de Desarrollo Urbano, 2009.
Secretaría de Planeamiento Urbano y Dirección de Patrimonio Ambiental de la Municipalidad
de Santa Rosa. Programa de Relevamiento Patrimonial. Santa Rosa: Municipalidad de Santa
Rosa, 1991.
Tartarini, Jorge. Patrimonio histórico del Correo Argentino. Programa de Relevamiento e Inventa-
rio de edificios de valor histórico patrimonial del Correo Argentino, 1995.
Colecciones de revistas1
ANALES del Instituto de Arte Americano e Investigaciones Estéticas “Mario J. Buschiazzo”, 25. Buenos
Aires: FAU-UBA, 1987.
CRESC Working Paper. Manchester: Centre for Research on Socio-Cultural Change, 2008.
Publicación oficial del Ministerio de Obras Públicas, Obras Públicas y Privadas, Turismo e Indus-
trias. Buenos Aires, 1938 a 1940.
Revista CACYA. Buenos Aires, 1938 a 1940.
Revista DANA. Documentos de Arquitectura Nacional y Americana. Resistencia: IAIHAU, 1987-
1988.
Revista de Arquitectura. Buenos Aires: SCA, 1930 a 1960.
Revista de Correos y Telecomunicaciones. Buenos Aires, 1946 a 1959.
Revista de Correos y Telégrafos. Buenos Aires, 1937 a 1946.
Revista Domus. Milán, 1984.
Revista El Arquitecto Constructor. Buenos Aires, 1929 a 1938.
Revista El Arquitecto. Buenos Aires, 1922.
Revista Iberoamericana. Pittsburgh: Universidad de Pittsburgh, 2000.
Revista Nuestra Arquitectura. Buenos Aires: Contémpora, 1930 a 1960.
Revista Postas Argentinas. Buenos Aires, 1978 a 1988. 1. Los datos completos de las
Revista Punto de Vista. Buenos Aires, 1987. revistas consultadas han sido
especificados por los autores
Revista Summa.Buenos Aires, 1962-1980. responsables en las notas al pie de
Revista Summa Temática. Buenos Aires, 1989. cada artículo.
151
Este libro se terminó de imprimir en el mes de agosto de 2013
en “Marcelo Kohan / diseño + broker de impresión”
Olleros 3951 2º piso, oficina 27. Ciudad Autónoma de Buenos Aires