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Secretaría de la Defensa Nacional

Pensamiento
militar
mexicano
FUNDAMENTOS DE FILOSOFÍA, CULTURA,
EDUCACIÓN Y FORMACIÓN ÉTICA

DIRECCIÓN GENERAL DE EDUCACIÓN MILITAR


Y RECTORÍA DE LA U.D.E.F.A.

MÉXICO 2016
 
 
SECRETARÍA DE LA DEFENSA NACIONAL 
 

Pensamiento
militar mexicano
FUNDAMENTOS DE FILOSOFÍA, CULTURA,
EDUCACIÓN Y FORMACIÓN ÉTICA.

“…La fortaleza de los ejércitos no se mide por la capacidad


destructiva de sus armas, ni tampoco por la riqueza de su
nación: es el espíritu inquebrantable de sus soldados y las
virtudes de cada uno de sus miembros, lo que en suma se
traduce en gloria o deshonra para la Patria…”

Oscar I. Montalvo

DIRECCIÓN GENERAL DE EDUCACIÓN MILITAR


Y RECTORÍA DE LA U. D. E. F. A.

MÉXICO 2016
 
 
SECRETARÍA DE LA DEFENSA NACIONAL 
 
 

Pensamiento militar mexicano:


Fundamentos de filosofía, cultura,
educación y formación ética.

DIRECCIÓN GENERAL DE EDUCACIÓN MILITAR


Y RECTORÍA DE LA U. D. E. F. A.

 
Presentación: 

 
 
Oficial del Ejército y Fuerza Aérea Mexicanos: 
 
 
Pongo en tus manos este libro, que ha sido escrito con el elevado propósito 
de  enriquecer  tu  formación,  para  hacer  de  ti  el  militar  de  carácter  y  firmes 
principios  que  la  Patria  necesita;  el  ciudadano  ejemplar  que  nuestro  pueblo 
requiere;  el  hijo  virtuoso  que  tu  familia  espera  y  el  ejemplo  vivo  que  las  nuevas 
generaciones de jóvenes y niños mexicanos precisan, para no extraviar su camino. 
 
El soldado mexicano es hijo del pueblo y al pueblo se debe con el arraigo y la 
consagración de un ferviente patriota y valiente guerrero. Tú has sido elegido para 
guiar  a  esos  hombres  y  mujeres  con  el  ejemplo  de  tu  íntegro  comporte,  la 
contundencia de tu liderazgo y la sabiduría de tu consejo. 
 
Recuerda  que  aunque  la  semilla  del  bien  está  presente  en  la  raza  humana 
desde  su  nacimiento,  el  contexto  adverso,  los  hábitos  innobles  y  las  malas 
compañías, pueden avasallar las voluntades de las personas buenas hacia la vileza y 
el  vicio,  pervirtiendo  su  propósito  y  desviándolos  de  seguir  las  grandes  causas 
propuestas. 
 
Nuestro  pueblo  aún  confía  en  sus  militares  y  cuando  las  circunstancias 
adversas se presentan, dejando expuesto el bienestar de nuestros compatriotas al 
acecho de la incertidumbre, las mujeres y hombres del Instituto Armado se hacen 
presentes  como  heraldos  de  tranquilidad  y  confianza,  pero  también  de  fuerza  y 
rectitud. 
 
Sin embargo, es verdad que a pesar del inmenso esfuerzo por fortalecer la 
Educación  Militar  en  todos  los  niveles,  el  tiempo  en  aulas  no  es  suficiente  para 
ahondar en cuanto a los principios fundamentales que orientan nuestro proceder y 
que otorgan sentido a nuestro pensamiento como militares mexicanos.  
 
 
Este  texto  abona  al  propósito  iniciado  en  aulas,  de  esclarecer  y  encauzar 
hacia una visión institucional, ciertos temas de Filosofía, Cultura militar, educación 
y  formación  ética  antes  dispersos;  evitando  los  relativismos,  contrasentidos, 
ambigüedades  e  interpretaciones  que  algunas  veces  contradicen,  cuestionan  y 
debilitan nuestra doctrina castrense.  
 
Es por ello que te invito a reflexionar el contenido de este libro, dedicando a 
su  lectura  diez  o  veinte  minutos  en  el  momento  de  mayor  tranquilidad  posible  y 
compartir luego con otros oficiales tus percepciones al respecto. 
 
Además de resultar útil para tu formación personal, aprovecha la claridad de 
su contenido, su diseño tipo “manual de bolsillo” y la facilidad de su manejo para la 
impartición de academias formales e informales en tu desempeño como instructor 
y líder.  
 
Es pretencioso suponer que en un solo libro puedan estar contenidos todos 
los  saberes  necesarios  para  tu  formación  y  desempeño,  por  lo  que  deberás 
continuar  las  lecturas  que  a  pie  de  página  se  indican,  para  así  profundizar  en  los 
temas de tu interés. 
 
Jamás pierdas de vista que el militar auténtico vive consagrado a su Patria y 
que todos sus conocimientos y virtudes son medios para poder honrarla y servir a 
su pueblo.  

 
 
General Salvador Cienfuegos Zepeda, 
Secretario de la Defensa Nacional 
Introducción: 
 
 
 

 
 
 
 
Aunque es posible leer este libro yendo directamente hacia el tema o capítulo 
de  interés  para  despejar  alguna  duda  ‐tal  como  ocurre  con  los  manuales‐,  se 
recomienda realizar una lectura total del mismo, siguiendo el contenido temático 
que sugiere el índice, para así poder enlazar mentalmente los temas de lo general a 
lo particular. 
 
Este  libro  compendia  una  serie  de  temas  presentados  bajo  el  modo  de 
cuestionamientos  –como  en  la  tradición  socrática‐,  que  son  de  fácil  alcance  sin 
perjuicio  del  conocimiento  previo  de  otras  materias,  ni  de  una  formación 
especializada. 
 
Sin  embargo,  a  pesar  de  que  cualquier  militar  con  acceso  a  otros  libros  o 
acervos  digitales  de  la  web  puede  fácilmente  desbordar  el  conocimiento  que  se 
encuentra contenido en esta obra con la opinión de otros expertos y especialistas en 
el tema, lo importante es destacar que este libro orienta doctrinariamente el sentido 
ideal al que debe apegarse quien se dedica a la carrera de las armas. 
 
 Es este el agregado o plus que posee esta obra: contiene la versión propia del 
Ejército  y  Fuerza  Aérea  Mexicanos  para  conocer,  reflexionar  y  responder  desde 
nuestro pensamiento militar a preguntas diversas sobre ética, educación y cultura  
castrense, y con ello  tener la fortaleza de un asidero doctrinario que nos oriente y 
nos haga sentir orgullosos de pertenecer a las Fuerzas Armadas. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
No es recomendable leer este libro bajo el escrutinio que empleamos para los 
manuales, leyes y reglamentos, pues su retención memorística no es tan importante 
como sí lo es el cambio de perspectiva en el ejercicio profesional de nuestros oficiales 
y sobretodo, el cambio de hábitos en su vida civil y militar. 
 
Procura disfrutar de su lectura en el momento que haya mayor disposición 
propia y del contexto, para meditar mejor lo que en él se dice. 
 
La filosofía otorga claridad de causas y de propósitos cuando se ha perdido el 
rumbo o la inmensa cantidad de accesorios no nos permite ver el camino que nos 
hemos propuesto andar. A veces la urgencia nos impide reconocer en los sabios del 
pasado  el conocimiento  perene que  ha  llevado  a  naciones,  ejércitos  y  personas  a 
retomar sus principios, como la mejor arma para encarar la incertidumbre. 
 
Esta ha sido la intención que ha llevado al mando a la divulgación de esta obra: 
Reformar  es  –según  Maquiavelo‐  regresar  a  la  forma  inicial,  recuperar  nuestros 
principios. Ojalá que este libro despierte el interés de las nuevas generaciones de 
Oficiales Mexicanos, provocando su inteligencia, para así aportar con sus escritos a 
esta importante causa de fijar nuestro propio pensamiento militar.  
 
 
 

 
*
Pensamiento militar mexicano:
Fundamentos de filosofía, cultura, educación y
formación ética

¿Qué es y para qué sirve la filosofía?

La filosofía es una actitud que consiste en indagar en búsqueda


de respuestas. En el pasado remoto no había filosofía ni
ciencias: a los primeros seres humanos el mundo les parecía confuso,
pues desconocían el origen de los fenómenos que les afectaban como
la lluvia, el cambio de estaciones, las enfermedades, la muerte, etc.

Para explicarse el origen del universo y también para justificar


actividades como la agricultura o la guerra, las personas formaron
religiones y nombraron deidades como las causas de esos fenómenos:
Marte o Huitzilopochtli por ejemplo, representaban la causa divina de la
guerra para romanos y aztecas respectivamente.

La búsqueda de respuestas es natural en la especie humana,


pues al encontrarlas, éstas nos proporcionan tranquilidad y ayudan a
ordenar las ideas para así emprender acciones a futuro. Sin esa noción
de estabilidad que proporciona el orden, el mundo carecería de
sentido, ya que al desconocer las causas y los efectos de las cosas,
prevalecería la incertidumbre.

Sin embargo, las respuestas que busca la filosofía son diferentes


a las que las religiones ofrecen, pues la filosofía tiene como propósito
incrementar el conocimiento a través de la razón y no de las creencias.
Es decir, que la filosofía busca un conocimiento intelectual mientras
que la religión se sustenta en la fe1.

En el Instituto Armado por ejemplo, se dice que los documentos


normativos que fundamentan nuestro proceder, pensamiento,
responsabilidades y límites tienen un origen filosófico porque se
sustentan en razones lógicas y no en creencias:

                                                            
1
 Si volvemos al ejemplo del dios de la guerra, estaremos de acuerdo en que no es correcto otorgarle a 
los  conflictos  armados  orígenes  divinos,  por  lo  que  la  defensa  del  país  debe  fundamentarse  en 
principios  racionales  y  no  en  la  fe  como  ocurre  con  algunas  milicias  fundamentalistas  en  Medio 
oriente. 


Pensamiento militar mexicano 

La Constitución Política, la legislación militar e inclusive la


seguridad social de las Fuerzas Armadas, son elementos doctrinarios
estables que ordenan las interacciones entre las diversas jerarquías,
pues fundamentan los derechos y obligaciones de cada elemento en la
escala jerárquica y su deber con la nación2.

Lo anterior significa que la Constitución política es racional porque


contiene aspectos teóricos que se estudian en Filosofía política, como
la legislación militar a su vez se sustenta en la filosofía del derecho, la
educación militar en la filosofía de la educación y así sucesivamente
con cada uno de los elementos que fundamentan la doctrina militar.

Como militares, la filosofía nos sirve a manera de superficie


estable sobre la cual nos movemos con certidumbre, ya que nos
muestra objetivamente los derechos de cada elemento, pero sobretodo
nos esclarece el origen y sentido de nuestra profesión en cuanto a su
importancia política, legal, cívica y ética, en respaldo de las
instituciones nacionales y en beneficio de nuestros compatriotas.

La carrera de las armas exige que indaguemos racionalmente


sobre la lógica que sustenta al Instituto Armado. Sin esa lógica no
seriamos capaces de justificar racionalmente nuestro actuar en
defensa de la nación, como militares y servidores públicos; ni
podríamos explicar nuestra adhesión personal a las Fuerzas Armadas,
más que por los beneficios personales convirtiéndonos en simples
empleados con actitudes mercenarias.

Con fundamento en los argumentos y ejemplos anteriores


podemos concluir que la filosofía es:

Una actitud de búsqueda de respuestas racionales, diferentes a


las que proporcionan las creencias religiosas y los mitos;

                                                            
2
  Si no existieran éstos no existieran, o si su contenido no fuese racional y estable, prevalecería el caos 
en  el Instituto  Armado, pues  no habría  límites  claros  en los  aspectos del  servicio  y  las  relaciones  de 
subordinación  jerárquica,  responsabilidades,  sanciones,  beneficios,  etcétera,  carecerían  de 
fundamentos lógicos, degradando la importancia de la profesión militar, y en consecuencia la nación 
quedaría expuesta. 


Secretaría de la Defensa Nacional 
 

es una actividad natural en el ser humano, pues nacemos con esa


necesidad de respuestas para sentirnos seguros ante las cosas del
mundo que nos afectan3;

es una actividad exclusiva de nuestra especie, pues el resto de los


seres existen sin necesidad de conocer su origen y destino;

nos sirve para ordenar el mundo, primero intelectualmente y


después en la realidad, pues al comprender la lógica de las causas y
los efectos se evita la incertidumbre.

                                                            
3
  Es  por  ello  que  el  filósofo  griego  Platón  afirmaba  que  el  asombro  es  la  primera  actitud  filosófica: 
CASIRER Erns (2000) Las ciencias de la Cultura, México: Fondo de Cultura Económica. 


 
Pensamiento militar mexicano 

¿Cuál es la filosofía del Ejército y Fuerza Aérea Mexicanos?

as instituciones precisan de una filosofía propia4 que justifique


Lsu existencia, esclarezca sus fundamentos, oriente sus fines y
brinde sentido de pertenencia a quienes la integran. Es por ello que la
filosofía de una institución constituye su identidad.

La Filosofía del Ejército y Fuerza Aérea mexicanos está cimentada


en el Patriotismo, el Deber y el Servicio. Estos tres principios torales
esclarecen los fundamentos doctrinarios, los objetivos del Instituto
Armado, e indican la trascendencia de la profesión a sus integrantes.

El patriotismo. En la vida militar el patriotismo equivale a la virtud


más importante al encauzar el resto de las virtudes del soldado, así
como su voluntad e inteligencia a un objetivo preciso y único: el
bienestar de su nación como Bien Supremo.

Bajo el imperativo de La patria es primero, México constituye el


objeto de mayor estimación en los militares. Es por ello que la lealtad a
la patria subordina otras formas inferiores de lealtad: al superior, al
comandante, a la unidad etc., y justifica el colocar en segundo término
otros objetos de estimación como las creencias, la familia, los
pasatiempos, etc., dando origen a la virtud de Abnegación.

Si el soldado carece del convencimiento pleno respecto del país al


que se debe, entonces no podrá justificar las razones de su lealtad a la
Patria y correría el riesgo de dejar a disposición de otros bandos el
resto de las virtudes que ya poseía. Ejemplo de lo anterior es la
existencia de mercenarios disciplinados, valientes, abnegados, etc.,
que al carecer de patriotismo sirven a quien mejor pague sus servicios,
cambiando su lealtad por dinero.

                                                            
4
  Las  instituciones  públicas  o  privadas,  requieren  de  una  filosofía  que  las  diferencie  de  otras 
instituciones. Es a través de esa filosofía institucional que las personas que integran ese gremio tienen 
claridad  sobre  los  propósitos  que  persiguen  en  conjunto.  Una  institución  de  tipo  empresarial  tiene 
como principal objetivo las ganancias monetarias, mediante la colocación y venta de sus productos en 
el mercado; en cambio en una institución deportiva la victoria es el máximo bien al que aspira. Ambas 
instituciones configuran su filosofía en función de un bien máximo. 


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El patriotismo se aprende como valor mediante el estudio de las


teorías éticas; se arraiga como principio moral acercándose a las
biografías de admirables patriotas; se retiene como término y concepto
en la memorización de los valores fundamentales; se acepta
públicamente en la Jura de Bandera; y se practica todos los días en la
coherencia de nuestros actos públicos y privados, al orientar de
manera voluntaria nuestras acciones en beneficio de México.

El patriotismo es una forma suprema de lealtad: Aquella que se


debe a nuestro país -incluso sin ser militar-, tal como lo demanda el
Himno Nacional Mexicano5. Aun cuando es válido referirse al
sentimiento patrio que nos motiva como fervor y orgullo, el Patriotismo
no es un estado de ánimo ni tampoco un dogma de fe.

Al margen de lo que el patriota sienta o crea, ejercer el Patriotismo


consiste objetivamente en la Defensa Legítima del bien común que
incluye población, territorio, Instituciones, bienes materiales y
culturales; todo lo cual se engloba en la noción de Soberanía.

Afirmar que el patriotismo es la principal virtud se demuestra


racionalmente, ya que su práctica es una actividad concreta y carente
de subjetividades que subordina al resto de las virtudes militares, al
dirigirlas a un mismo objetivo.

El deber. El Ejército y Fuerza Aérea mexicanos son instituciones,


es por ello que se les denomina como Instituto Armado. El Instituto
Armado es una Institución pública por pertenecer al Estado y no al
sector privado6. Las instituciones públicas están determinadas a
contribuir al bienestar del país, siendo esa responsabilidad cívica el
fundamento esencial de su deber ante la población nacional7.

                                                            
5
  “…Piensa  oh  Patria  querida  que  el  cielo,  un  soldado  en  cada  hijo  te  dio…”  GONZÁLEZ  Bocanegra 
Francisco, Himno Nacional Mexicano (Fragmento). 
6
Por ser del dominio del Estado y no del gobierno en turno, las Instituciones públicas permanecen sin 
importar las tendencias e ideologías de los partidos políticos. 
7
  Estos  aspectos  se  materializan  en  la  defensa  exterior  de  la  federación,  la  seguridad  interior,  la 
promoción  de  acciones  cívicas,  el  bienestar  de  la  población  en  casos  de  necesidad  pública  y  de 
desastre  de  conformidad  con  la  Ley  Orgánica  del  Ejército  y  Fuerza  Aérea  Mexicanos:  Artículo  1/o, 
Título Primero (Misiones Generales), Capítulo Único. 


 
Pensamiento militar mexicano 

Las naciones requieren de instancias para organizarse y canalizar


mejor los asuntos tendientes al bienestar de su población: salud,
educación, empleo, etc. El beneficio a la población que proveen las
Fuerzas Armadas consiste en brindar seguridad y defensa al país ante
diversos tipos de riesgos y amenazas. Para hacer efectivo ese
compromiso institucional se requiere del compromiso individual de sus
integrantes a través del Sentido del deber.

En lo referente a la ética profesional o deontología, el Deber indica


que lo prescrito no puede ser de otra manera, no está sujeto a
interpretaciones personales y su transgresión corrompe la dignidad de
la profesión, al pervertir el noble propósito para el que alguien fue
formado: Un médico que no está comprometido con la salud del
enfermo, un maestro que no forma a sus discípulos incrementando sus
conocimientos, un soldado indiferente con la defensa de su nación, etc.

El Deber es una necesidad derivada de la obligatoriedad, que


expresa la condición forzosa de aquello que debe ser, o que se debe
hacer8. En el Instituto Armado el Deber se manifiesta de tres formas:

 en el ámbito de la vida práctica como Observancia absoluta en


el cumplimiento del deber, (con la Patria, con la población civil,
con el Instituto Armado, con la Unidad, con el Comandante, con
los superiores y con los subordinados);

 en el ámbito de la conciencia como Sentido del deber;

 en el ámbito emotivo a través de la Satisfacción por el deber


cumplido.

El Deber militar, está conformado por enunciados imperativos


simples pero contundentes, que delimitan nuestras acciones para
encauzarlas como una sola fuerza hacia un bien superior que a todos
conviene: el Bienestar de la Patria. Es éste el sentido de nuestras leyes
y reglamentos cuando se indica que toda la voluntad, inteligencia y
esfuerzo del militar (aptitudes y actitudes) se ponen a disposición del
país, en nombre del bien común9.
                                                            
8
  MORA  Ferrater  (1964)  Diccionario  de  Filosofía.  Tomo  I,  Quinta  edición.  Buenos  Aires:  Ed.  Editorial 
Sudamérica. En esta obra de presentan diferentes posturas conforme a la historia de la filosofía y las 
escuelas de pensamiento más importantes. Para este apartado se han tomado las afirmaciones de la 
ética formalista kantiana, que es la más parecida al concepto del deber del Instituto Armado.  
9
  SECRETARÍA  DE  LA  DEFENSA  NACIONAL  (2010)  Reglamento  General  de  Deberes  Militares.  México: 
E.M.D.N., pág. 14‐15, Cap. II, Art. 41. 


Secretaría de la Defensa Nacional 
 

En el Instituto Armado lo anterior se explica de la siguiente forma:


los enunciados imperativos está contenidos en las leyes, reglamentos,
disposiciones y consignas que delimitan nuestro proceder en la medida
en que son claras y su aplicación es efectiva, sin preferencias ni
ambigüedades. El bien superior no es el orden y disciplina que se
obtiene en el Instituto Armado sino el Bienestar de México, pues por
medio de ese orden y disciplina es posible cumplir las misiones
encomendadas al Ejército y F.A.M.

Para que la observancia en el cumplimiento del deber sea una


virtud militar, tiene que ser voluntaria y habitual: no por miedo a la
sanción, coerción, conveniencia, etc., ni tampoco practicada
eventualmente o en ciertas circunstancias; pues quedarían excluidos
los casos en que un militar cumple con su deber incluso sin la
presencia de un testigo.

En la privacidad es cuando mejor se pone de manifiesto el


compromiso del soldado por cumplir con su deber, al no haber más
testigo que su conciencia. Cuando el cumplimiento del deber es
efectivo y se realiza voluntariamente por todos y cada uno de los
miembros de la unidad, de acuerdo a su situación en el ejército surge
el Espíritu de Cuerpo.

El servicio. Las personas que pertenecen a las instituciones


públicas se denominan servidores públicos. Todos los militares somos
servidores públicos. El servicio que proporcionamos corresponde a la
seguridad interior y defensa exterior de la federación.10

El servicio realizado en favor de la soberanía nacional subordina


todas las diversas formas del servicio en el Instituto Armado: cuando
usamos expresiones como asuntos del servicio, espíritu de servicio,
servicio militar, rol de servicios, etc., nos referimos a diversos modos
de practicar el servicio a la nación.

                                                            
10
 Cámara de Diputados‐H. Congreso de la Unión (04 Agosto 2016), Constitución Política de los Estados 
Unidos Mexicanos, Artículo 89, Fracción VI. México. Fracción reformada DOF 10‐02‐1944, 05‐04‐2004. 
Recuperado de http://www.diputados.gob.mx/LeyesBiblio/pdf/1_250716.pdf 


 
Pensamiento militar mexicano 

Es por lo anterior que el servicio constituye la materialización del


deber a través de su cumplimiento; pues si el servicio no se realiza con
todo el rigor que exige, entonces el deber es un simple ideal o
abstracción. Se dice también que el servicio enaltece: esto se explica
por el honor que implica asistir a los compañeros que descansan o
están ausentes, al ser uno mismo el responsable temporal de la
cuadra, compañía, unidad, organismo, etc.

El servicio es formativo, pues además de contribuir al sentido de


responsabilidad, favorece la formación del carácter al colocarnos en
situaciones límite: de fatiga mental, condiciones físicas adversas,
desgaste emocional, audacia en la austeridad, sobreponerse a la
frustración etc., todo lo cual contribuye a la templanza de la
personalidad11 exigida a lo largo de la carrera de las armas, sobretodo
en la formación de los futuros líderes.

Filosofía institucional: Preguntarse cuál es la Filosofía del


Instituto Armado equivale a cuestionarnos ¿Qué nos motiva a actuar a
los militares? Como conclusión de los argumentos vertidos en este
apartado sobre el patriotismo, el deber y el servicio se responde que la
Filosofía del ejército y Fuerza Aérea es:

El bienestar de México, bajo el principio de La Patria es


primero; materializado a través de la observancia absoluta del
deber y del cumplimiento irrestricto del servicio, que demanda la
carrera de las armas en toda la escala jerárquica.

Finalmente resta indicar que la filosofía institucional requiere de


conservación, actualización y desarrollo hacia las nuevas generaciones
de militares, para así garantizar la preservación de la identidad
institucional y fortalecer el sentido de pertenencia entre sus miembros.

                                                            
11
 KUPPERMAN Joel (1991) Character, New York: Oxford University Press. 


Secretaría de la Defensa Nacional 
 

¿Qué es educación?

A
nteriormente se dijo que por naturaleza los seres humanos
hacen filosofía porque requieren de respuestas para poder
ordenar el mundo, encarar el presente con mayor certidumbre y hacer
planes a futuro. Al igual que en matemáticas las respuestas filosóficas
son soluciones a problemas: al encontrarlas no sólo se sabe más
acerca de algo como teoría, sino que su aplicación en la vida facilita la
existencia, contribuyendo a la realización o plenitud de las personas.

En sentido inverso, quien no emplea conocimientos bien sabidos y


probados para dar solución a problemas que le aquejan, por
desconocer su existencia y beneficio real adolece de ignorancia; quien
no emplea esos conocimientos a pesar de tenerlos a su alcance cae en
la necedad y la imprudencia12.

Los saberes obtenidos por generaciones se van acumulando,


corrigiendo y perfeccionando bajo la forma de conocimientos; éstos se
van transmitiendo a través del lenguaje hablado y escrito, por lo que es
válido afirmar que la educación es esencialmente un acto de
comunicación sobre una verdad conocida.

Merecen el calificativo de educadores todas aquellas personas


que bienintencionadamente nos comparten sus conocimientos,
despejando nuestras dudas, corrigiéndonos y proveyéndonos de
soluciones para facilitar nuestro paso por la vida. De hecho, gran parte
de la sabiduría esencial nos llega fuera de las aulas escolares a través
de nuestros padres, hermanos mayores y demás personas que no
pertenecen a instituciones educativas formales13.

                                                            
12
 La ignorancia se ataca con educación a través de la actitud de quien acepta su falta de conocimiento 
y su deseo de saber: discípulo o discente se le llama a quien es disciplinado y dócil a la enseñanza. En 
cambio el necio y el imprudente no son ‐en sentido estricto‐ educables (Nota de los autores). 
13
  En  la  corriente  conservadora  se  le  denomina  crianza  a  la  educación  dada  en  el  seno  de  la  familia 
tradicional:  La  unión  amorosa  de  un  hombre  con  una  mujer  que  al  procrear  dan  sustento,  crianza  y 
afecto, formando personas de bien y perpetuando la especie. Lamentablemente el concepto de familia 
es  hoy  en  día  muy  flexible;  además  existen  familias  que  no  educan  a  los  hijos,  sino  que  los  dañan 
intelectual, física y emocionalmente más de lo que les favorecen. Existen también personas sin padres 
que reciben esa crianza de otras personas (Nota de los autores). 


 
Pensamiento militar mexicano 

Para facilitar el aprendizaje de los saberes acumulados en la


historia de la humanidad y evitar que cada generación comience
nuevamente partiendo de cero, se han creado diversos tipos de
instituciones educativas, métodos de enseñanza, grados académicos,
tipos de certificaciones etc. Además, resulta necesario que algunas
personas se dediquen profesionalmente a transmitir los conocimientos
previos mediante la impartición formal de academias14.

No debe confundirse la educación con un antecedente del empleo


que se pretende ejercer, pues al hacerlo se corre el riesgo de elegir la
profesión a partir del incentivo monetario esperado, antes que por tener
vocación para esa actividad15.

En los casos lamentables en que la educación es considerada


como antecedente y medio para unl empleo los conocimientos se
degradan a simples datos útiles y los procesos formativos se
confunden con capacitación para el trabajo: un trabajo que además no
conduce necesariamente a la realización que quien lo ejerce.

En cambio, un término más completo y adecuado de educación


es: El desarrollo armónico de las facultades físicas, intelectuales y
espirituales en cada persona, que tiene como fin la formación de
hombres y mujeres de bien, plenos y capaces de contribuir al
bienestar de la colectividad con su experiencia, conocimientos y
ejemplaridad moral.

En ese concepto de educación16 la palabra Desarrollo implica


progreso, despliegue, evolución; Armónico significa equilibrio, mesura y
dosificación racional; por Facultades se entienden las capacidades que
posee una persona sana -aunque aún no las haya ejercido-. Estas
facultades abarcan lo físico (fortaleza, resistencia, velocidad,
elasticidad, etc.) lo intelectual (memoria, análisis, síntesis, abstracción,
etc.) y lo espiritual (la ética, la sensibilidad artística, la trascendencia).

                                                            
14
 Para hacerlo con rigor se requiere de vocación, formación, experiencia y actualización docentes. En 
la medida en que estos aspectos se exigen y supervisan las instituciones educativas se fortalecen. 
15
 Vocación viene del latín Ad vocare, que significa seguir el llamado. VILLALPANDO José (1981) 
Filosofía de la educación. México: Editorial Porrúa.  
16
 Tomado de las teorías clásicas de Filosofía de la educación con influencia aristotélica. 

10 
Secretaría de la Defensa Nacional 
 

Lo importante en esa idea de educación clásica es que todas esas


capacidades se cultiven sin descuidar alguna por destacar en otra, ya
que entonces no habría equilibrio y en consecuencia la persona no
podría vivir en auténtica plenitud; lo que afectaría su disposición y
capacidad de contribuir al bien común, ya sea en sus actividades
realizadas, o como ejemplo a seguir para los otros17.

Este concepto indica un ideal de educación altamente exigente


que sirve a manera de directriz en la educación civil y militar. Su verdad
lógica y racional se demuestra en la práctica y al corroborar los efectos
negativos en las personas carentes de ese equilibrio armónico18.

                                                            
17
 En la tradición clásica resulta incorrecto emplear la expresión Mala educación. La educación tiende 
formar  personas  de  bien  o  no  es  educación:  La  educación  busca  el  perfeccionamiento  gradual  del 
discípulo para que éste a su vez contribuya al bien común (Nota de los autores). 
18
 Personas que destacan en un tipo de facultad descuidando el resto: Brillantes intelectualmente pero 
descuidas  en  lo  físico;  dedicadas  al  bienestar  de  su  salud  y  apariencia  física,  pero  corrompidas  en 
cuanto  a  lo  moral  e  intelectual.  Existe  la  combinación  de  una  vida  espiritual  admirable  pero  en  un 
cuerpo abandonado y lleno de vacíos intelectuales (Nota de los autores). 

11 
 
Pensamiento militar mexicano 

¿Cómo se define la educación militar?

L
a definición clásica de educación explicada con anterioridad
como Desarrollo armónico de las facultades intelectuales,
físicas y espirituales..., es compatible con la enseñanza que
tradicionalmente se ha empleado para la formación militar en los
ejércitos.

Todo lo dicho sobre la necesidad de educarse de forma integral y


las consecuencias de no hacerlo, es válido para la vida militar. La
particularidad del ámbito castrense consiste en las responsabilidades
específicas que el militar tiene con la defensa nacional a través del uso
profesional de las armas, por lo que en educación militar la formación
ética cobra especial relevancia sobre la formación intelectual.19

Han sido los griegos y romanos quienes sentaron los principios


rectores de la educación militar con fundamentos racionales20.
Principios que aún son válidos para las fuerzas armadas
contemporáneas, por su simpleza práctica y sentido común, al estar en
congruencia con los aspectos propios de la vida militar.

Sin embargo, esa obviedad en torno a la educación militar a veces


es tan cercana, que se corre el riesgo de no tomarla en cuenta,
substituyéndola con teorías pedagógicas, tecnología educativa,
métodos de evaluación, parámetros de supervisión, certificación de la
calidad educativa y otros aspectos no esenciales para la educación
militar21.

                                                            
19
  HUNTINGTON  Samuel  (1999)  El  soldado  y  el  estado:  Teoría  y  política  de  las  relaciones  cívico‐
militares.  Buenos  Aires:  Grupo  Editor  Latinoamericano.  En  la  obra  citada  el  autor  refiere  al  militar 
educado como Soldado Profesional y le confiere el estatuto de Administrador racional de la violencia. 
20
 Otras civilizaciones de tradición guerrera lo hacían apegados a mitos y religiones: samuráis celtas, 
aztecas,  vikingos,  etc.  Los  griegos  y  romanos  poseían  también  religión  y  mitos,  pero  sólo  ellos  en  el 
mundo antiguo practicaban la argumentación lógica y racional a través de la filosofía. 
21
  En  nombre  de  la  apertura  a  lo  novedoso  y  a  la  diversidad  de  perspectivas,  en  ocasiones  nuestras 
fuerzas  armadas  corren  el  riesgo  de  sufrir  un  debilitamiento  en  su  doctrina,  quedando  expuesta  en 
uno de sus flancos esenciales: la formación de sus oficiales de arma y futuros comandantes 

12 
Secretaría de la Defensa Nacional 
 

El precepto de educación para todos, que norma la educación


pública civil desde la Revolución francesa, es incompatible desde su
origen con la tradición educativa militar, que se fundamenta en la
selección rigurosa y contempla otros aspectos, además de las
capacidades intelectuales22 distintos a la voluntad y libertad de elegir
del aspirante.

Esa ha sido la fórmula según la cual griegos, romanos y otras


naciones contemporáneas, coinciden en que quien demuestra vocación
y aptitud para la carrera de las armas, debe consagrarse a ella por
tratarse de un estilo de vida y no de un empleo temporal.

Consagrarse significa dedicación absoluta en búsqueda de un


constante perfeccionamiento, que a su vez se subordina a un ideal de
excelencia. Sin un ideal previo no es posible hablar de educación
militar. Ese ideal, a pesar de ser inalcanzable sirve para disciplinar,
contener y ennoblecer todas las actividades del militar, tanto las
placenteras como las no placenteras que exige el servicio.

Por ese principio de consagración resulta prudente comparar la


vida militar con la del atleta y la del monje, antes que con otras menos
exigentes en compromisos y nobleza de ideales. En estas tareas la
adversidad es siempre formativa, pues dosificada de manera racional,
favorece el perfeccionamiento gradual del sujeto dando origen a la
Disciplina: atlética, ascética y militar23.

Esa consagración a la vida castrense no desconoce el desarrollo


científico que se traduce en el empleo moderado de la tecnología24
para hacer más precisos, inmediatos, objetivos, cuantificables e
ilustrativos algunos aspectos en los procesos de enseñanza y de
aprendizaje, tanto en el adiestramiento como en la educación militar.

                                                            
22
 Aptitudes físicas y morales. 
23
  La  Disciplina  es  adversa,  pues  limita  la  espontaneidad  y  libertad  del  individuo  que  preferiría  no 
someterse a ella; pero es el único medio para realizarse al haber elegido ideales tan elevados como la 
victoria en el deportista, la santidad en el monje o el bienestar de la Patria en el soldado. 
24
 “Facilitar” es el verbo a debatir para referirse al empleo moderado de la tecnología, pues si bien los 
medios tecnológicos hacen más fácil el propósito a realizar, esta facilidad debe ir acompañada de la 
certeza  de  que  el  militar  puede  alcanzar  el  mismo  objetivo  (cumplir  la  misión)  incluso  cuando  la 
tecnología no está disponible. 

13 
 
Pensamiento militar mexicano 

La adversidad de la vida militar se justifica por los altos ideales


pretendidos y por ser un medio para el perfeccionamiento gradual del
soldado, que desea voluntariamente alcanzarlos; si estos elementos no
quedan claros previamente en la conciencia de quien ordena y quien
obedece, no puede hablarse de disciplina sino de sometimiento y
obediencia ciega.

La educación militar debe privilegiar la Formación del carácter por


sobre la Formación del intelecto25, pues ante la exigencia de la vida
castrense, que según los griegos y romanos es predominantemente
rústica y austera, el soldado hace uso de su fortaleza anímica y física
para sobreponerse dignamente a todo tipo de circunstancias adversas
en las que se vea probado y requerido su autodominio o templanza: en
operaciones, ante la muerte, ante la frustración, ante las tentaciones,
ante sus instintos, ante la enfermedad, etc.

Con fundamento en los conceptos de Filosofía del Ejército y


Fuerza Aérea mexicanos y de Educación y en congruencia con los
argumentos anteriormente explicados se entiende por educación
militar: El desarrollo armónico de las facultades físicas,
intelectuales y espirituales del soldado, que tiene como fin la
formación de militares íntegros, con disposición voluntaria a
contribuir con su experiencia, conocimientos y ejemplaridad al
bienestar de México, a través de la carrera de las armas.

                                                            
25
  En  cuanto  a  los  contenidos  teóricos,  los  programas  de  estudio  deben  garantizar  la  reflexión  en  la 
historia militar, la historia de los imperios, la ciencia militar, así como la vida de destacados guerreros y 
estrategas.  Por  lo  que  respecta  a  la  Educación  física,  ésta  debe  favorecer  una  auténtica  Cultura  del 
deporte capaz de lograr el autoconocimiento del soldado en cuanto a sus límites máximos (en fuerza, 
velocidad,  elasticidad,  resistencia,  etc.),  pues  el  llamado  Acondicionamiento  físico  sólo  muestra  los 
parámetros mínimos requeridos para una prueba 

14 
Secretaría de la Defensa Nacional 
 

¿En la vida del militar, qué importancia tienen la educación y


la cultura?

L
os biógrafos de Alejandro Magno y Hernán Cortés refieren que
siempre, a lo largo de sus campañas y conquistas viajaban con
una biblioteca personal de la que eran ávidos lectores. ¿Por qué partir
a la guerra con el molesto peso de los libros pudiendo aprovechar para
llevar otra arma o más provisiones? Lo hacían con la intención de
escudriñar en los libros la sabiduría de hombres esclarecidos del
pasado, para que su consejo los pudiese guiar a la victoria26.

Cortés, era además de militar-conquistador un hombre de leyes,


egresado de la Universidad de Salamanca -que en aquella época se
contaba entre las instituciones educativas de mayor prestigio en el
mundo-. Por su parte, Alejandro de Macedonia tuvo la fortuna –nada
desdeñable- de ser discípulo del gran filósofo Aristóteles27.

Estos son sólo dos ejemplos de hombres de armas cuya cultura y


educación los hizo triunfadores, pues reconociendo sus limitaciones
intelectuales, pensaban que al llevar consigo obras de literatura,
filosofía, historia, artes y ciencia, equivalía a ser acompañado en la
guerra por los sabios y grandes maestros de la humanidad.

Si solamente nos concebimos como soldados de este tiempo


concreto y en este Ejército, como asalariados de un esquema y
contrato laboral que nos beneficia a través de un sistema de seguridad
social, entonces no podremos percibir la tradición histórica mundial que
nos antecede bajo el modo de Cultura militar y que otorga sentido a
nuestra doctrina castrense bajo la forma de Pensamiento militar.

Vivir al día es muy lamentable para cualquier ser humano, pues


hace precaria su circunstancia, empatándolo con la de aquellos seres
vivos que van por el mundo recolectando su sustento y viviendo a flor
de piel lo bueno y lo malo que a su paso se encuentran, sin historia, sin
arraigo y sin proyectos…

                                                            
26
 El caso más claro es el de la obra literaria La Iliada, de Homero, que tanto Alejandro Magno como 
Hernán  Cortés  difícilmente  prescindían  de  leerla  todos  los  días.  En  la  historia  de  nuestro  Ejército  y 
Fuerza Aérea Mexicanos actuales, la obra que acompañó al Primer Jefe del Ejército Constitucionalista, 
Don Venustiano Carranza en  sus  últimos  días, fue la  biografía de Belisario, gran General del Imperio 
Romano, que muestra la virtud patriótica en su más gloriosa abnegación y entrega. 
27
 Arriano (2000) Anábasis de Alejandro Magno. Libro I, Biblioteca Clásica Gredos. España  

15 
 
Pensamiento militar mexicano 

Es ese el ejemplo que mejor se ajusta al militar sin cultura ni


educación: Está en el mundo pero no lo habita, y no sólo desconoce la
historia de su País y de su arma, sino que ignora las hazañas de los
grandes militares, héroes, guerreros y estrategas antiguos y
contemporáneos, cuyos nombres son referentes obligados para
comprender la vida de las armas.

Todos los soldados de todos los tiempos abonamos con nuestro


comporte a esa cultura militar, al hacer manifiesto nuestro arraigo a
ciertas ideas y hábitos como gallardía, honor propio y de las armas,
valentía, porte marcial, comunidad jerárquica, virtud, obediencia, etc.,
independientemente de la bandera que envuelve a cada uno para
motivar y encauzar su voluntad.

Es cierto que el soldado no es un erudito en cultura, pues si lo


fuera correría el riesgo de haber perdido el rumbo de su profesión,
sustituyéndola por una que no le corresponde. Por ello, cuando se
habla de ciencia militar, de arte militar o de filosofía militar se hace en
un sentido analógico, al comparar estos ámbitos con sus referentes
culturales civiles.

El soldado es esencialmente un guerrero que como el atleta


olímpico aspira a la victoria y al heroísmo. Sin embargo, no por ser
guerrero ha de convertirse en un bruto enajenado por la violencia, ni
por la contundencia ciega de su fuerza o de sus armas, pues igual que
el atleta se encuentra determinado por una disciplina.

Las buenas costumbres distinguen a quienes poseen una buena


educación, haciéndolos merecedores de respeto y confianza. Además,
la cultura otorga seguridad personal al militar para desenvolverse con
mayor presencia en su ejercicio como líder y al interactuar con civiles.

Cultivar ciertos hábitos como la apreciación de la literatura y la


buena música, el dominio de algún instrumento musical, el estudio de
la historia y de alguna lengua extranjera, la práctica del ajedrez o la
capacidad retórica para comunicarse en público, dan cuenta de una
buena formación cultural y de una vida más digna.

16 
Secretaría de la Defensa Nacional 
 

La educación y la cultura nos hacen más humanos. Los efectos de


la vida cultural en las naciones se perciben como pequeños detalles
que marcan grandes diferencias: cohesión familiar, hábitos recreativos,
comportamiento social, higiene, compromiso político, planificación de
vida, capacidad de expresión oral y escrita, caridad, seguridad en el
mundo, economía doméstica, administración del tiempo, etcétera.

En sentido inverso, sin educación ni vida cultural, la brecha que


separa México de convertirse algún día en una nación de vanguardia,
se hace más profunda, condenando a gran parte de nuestros
compatriotas a la ignorancia y a una vida miserable.

Por ello, la actitud del militar mexicano ante la cultura no puede


limitarse a su situación en el Instituto Armado: Al contrario, si elige
desbordar su circunstancia hacia el conocimiento del saber universal,
no solamente estará mejor preparado para encarar la incertidumbre en
situaciones delicadas del servicio o al ejercer su liderazgo militar, tal
como alguna vez lo hicieron Alejandro Magno, Cortés, Napoleón,
Nelson y muchos otros; sino que además, en los actos fuera del
servicio, tendrá una vida más satisfactoria, plena e interesante para él y
los suyos.

Nunca antes, la nación mexicana y nuestra institución tuvieron


tanta necesidad como hoy de militares con una perspectiva universal
que garantice el Justo medio entre la tradición y la vanguardia. No se
trata de una cuestión de intelecto sino de principios, pues el mando
está consciente de las inmensas capacidades de los jóvenes oficiales,
cadetes y soldados actuales.

El asunto en cuestión es en realidad un problema de la voluntad,


cuya solución consiste en tener cada uno el carácter para sacudirnos
de los malos hábitos y de la seducción siempre presente de una vida
fácil dedicada al bien particular, para acudir a donde la cultura se
encuentre en todas sus formas y aplicar ese patrimonio en nombre del
bienestar de México, del Ejército y de nuestra Fuerza Aérea.

17 
 
Pensamiento militar mexicano 

¿Qué es ética?

L
a palabra ética refiere siempre a modelos a seguir para el
comportamiento de las personas. La ética es necesaria por el
hecho de que hombres y mujeres viven en grupos interactuando
mutuamente como familia, sociedad, nación etc. La ética encauza la
voluntad de las personas, limitando su libertad y espontaneidad en
nombre del bien común que a todos conviene.

Es cierto que las leyes tienen también propósitos parecidos a los


de la ética y de hecho ambas están inspiradas en la justicia; sólo que la
ética encauza el comportamiento desde la propia libertad de elegir del
sujeto, en tanto que la ley se impone obligadamente.

Mientras interactuemos con personas resultan imprescindibles


tanto la ética como las leyes. Si alguien pudiera vivir solo no necesitaría
de una ética, ya que al carecer de trato alguno con otra persona le
bastaría con tener autodisciplina para seguir subsistiendo28.

La ética es diferente a los códigos de urbanidad por ser filosófica,


es decir que se fundamenta en la razón, mientras que los códigos de
urbanidad son tendencias aplicables a protocolos de un lugar y época
específicos, de acuerdo a la idea de buen gusto que prevalece29.

En el ámbito académico la ética se estudia como disciplina para la


formación de los filósofos. Para ello existe una historia del pensamiento
ético que contiene las aportaciones muchos autores y escuelas desde
hace dos mil quinientos años.

Lo anterior nos hace pensar que si se le ha dedicado tanto tiempo


al mismo asunto, quizá no sea un conocimiento poco relevante. En
todos esos siglos cientos de autores -algunos de ellos verdaderos
genios-, aportaron ideas para decirnos cómo es recomendable que
vivamos.

                                                            
28
 ARISTÓTELES (2001) Ética nicomaquea. Madrid: Biblioteca clásica Gredos. 
29
 Esto no quiere decir que los códigos de urbanidad sean irracionales: El parecido de la palabra ética y 
etiqueta  no  es  una  casualidad,  pues  ambas  tienen  el  mismo  origen.  El  militar  debe  conocer  esos 
códigos de urbanidad para desenvolverse con certidumbre en ámbitos sociales diversos, sobre todo a 
medida que asciende en la escala jerárquica. 

18 
Secretaría de la Defensa Nacional 
 

La ética puede resultarnos chocante al principio, primero porque


parece que intenta imponernos modelos de vida que parecen atentar
contra nuestra libertad, y luego porque se percibe como demasiado
teórica; sobre todo cuando al estudiarla se nos dice la historia de su
etimología griega y latina como ethos y moris, sin explicarnos antes
para que nos ha de servir todo eso.

Para la formación militar por ejemplo, existen autores como


Platón, Jenofonte, Aristóteles, Séneca, Cicerón, Kant o Ortega, que con
sus obras filosóficas ayudan a comprender mejor conceptos como el
patriotismo, el honor, la valentía, la abnegación, el deber y hasta la
importancia de la carrera de las armas para la nación; con tal claridad y
actualidad que sus libros son aún estudiados en diversas academias
militares del mundo30.

La ética como toda la filosofía, nos sirve para encontrar


respuestas racionales que empleamos como soluciones a problemas.
¿Y qué tipo de respuestas nos ayuda a encontrar la ética? Aquellas que
nos indican cómo es recomendable que vivamos en la interacción con
otras personas31.

En sentido negativo lo anterior significa que al hacer caso omiso


de las enseñanzas de la ética, no sabríamos cómo vivir con las demás
personas y por tanto, no podríamos ni exigir una vida plena para
nosotros, ni podríamos brindársela a alguien más, puesto que nadie da
aquello que antes no posee32.

Es cierto que existen alternativas no filosóficas que ofrecen


enseñanzas para vivir bien con las demás personas: las hay de tipo
motivacional, psicológicas, místicas, religiosas, etc. El inconveniente es
que esas alternativas no están basadas en fundamentos racionales;
algunas no son tan ricas en tradición por ser muy recientes; y además,
poco o nada dicen al respecto de la vida militar o de la teoría ética que
mejor conviene para la formación militar.

Considerando las ideas expuestas en este apartado se define


ética como: La disciplina filosófica que tiene como fin valorar
racionalmente las acciones humanas en tanto buenas o malas.

                                                            
30
  AGUIRRE  Serna.‐MERCADO  Valdez.‐MONTALVO  Nemecio  (2013)  Ética  y  Moral  militar‐Escuela  de 
pensamiento militar mexicano, México: Universidad del Ejército y Fuerza Aérea Mexicanos, pág. 10. 
31
  PLATTS  Mark  (1988)  La  ética  a  través  de  su  historia.  México.  Colección  cuadernos,  cuaderno  49, 
Universidad Nacional Autónoma de México. 
32
 ARISTÓTELES (2001) Ética nicomaquea. Madrid: Biblioteca clásica Gredos. 

19 
 
Pensamiento militar mexicano 

¿Qué es moral?

n sentido estricto moral significa costumbre33. Sin embargo,


E
en ocasiones moral se interpreta como sinónimo de ética, y
otras veces se usa para referirse a la práctica de la ética en la vida
cotidiana. Las razones de esa doble interpretación se deben a las
diferencias entre diversas corrientes de pensamiento a lo largo de la
historia.

En el primer caso se establece que la moral y la ética son una


misma disciplina filosófica que se puede nombrar de dos formas
distintas, como decir soccer o balompié. En el segundo caso se dice
que la ética es la disciplina filosófica que aporta la teoría (como la
estrategia de juego en el pizarrón) y la moral sería su puesta en práctica
(el partido real). En este apartado nos ocuparemos de entender la moral
como la puesta en práctica de la teoría ética.

La teoría es muy útil pues marca el camino a seguir y nos


garantiza rigor en la metodología y en el uso de los conceptos
adecuados. Sin embargo la teoría es asunto de especialistas o de
quienes se están formando para llegar serlo. En el caso de las Fuerzas
Armadas son los instructores y docentes de ética quienes deben
conocer a detalle las diversas teorías éticas. El resto requerimos de
conocimientos útiles para poder realizar nuestras actividades cotidianas
dentro y fuera del servicio.

La moral describe las características de un grupo de personas


respecto de lo que ellos consideran bueno y malo para sus integrantes,
estableciendo diferencias y coincidencias con otros grupos. Podemos
encontrar tantas morales como colectivos de personas reunidas
voluntariamente por intereses comunes: la moral de una congregación
religiosa, la moral de un pueblo, la moral de un ejército, etc.

Si la identidad de un grupo está determinada por su filosofía


institucional esa institución deberá contar con una teoría ética propia,
para indicar a sus integrantes que es bueno o moral, y en consecuencia
lo que se considera malo o inmoral. Esa teoría casi siempre esta
sintetizada en textos doctrinarios o en un cuerpo de leyes, a los que se
apela cuando alguien se desvía de la moralidad del grupo.
                                                            
33
 En latín para decir costumbres se dice moris (Nota de los autores). 

20 
Secretaría de la Defensa Nacional 
 

Existes grupos en los que la victoria es un bien deseado como en


los clubes deportivos; otros en los que se considera bueno prestar
ayuda a los necesitados, como en las asociaciones de beneficencia.
También existen sociedades jerárquicas en las que la obediencia se
respeta de acuerdo a los rangos, como en las iglesias; finalmente,
algunas instituciones educativas privadas consideran valioso dar una
doctrina específica a sus alumnos, antes que conducirlos al
librepensamiento.

Como podemos darnos cuenta en los ejemplos anteriores, esos


grupos poseen criterios parecidos a la moral militar sin que sus
miembros sean soldados: la victoria, la ayuda quien la necesita, el
respeto a las jerarquías y la doctrina de formación, son conceptos que
otros grupos consideran bienes valiosos al igual que nosotros34.

Esto nos muestra la importancia de ser respetuoso y prudente


antes de juzgar como buena o mala alguna costumbre, si no se
pertenece a ese grupo o si desconoce su moral; ya que sólo podremos
entender cabalmente las prácticas de un sistema de valores dentro de
su propia forma de entender el mundo35.

Sin embargo, lo anterior no significa que todos puedan justificar


sus actos sólo porque en su moral así se acostumbra. Significa que
para validar éticamente la moral de un grupo, sus miembros requieren
demostrar que sus costumbres poseen fundamentos racionales.

Esto quiere decir que entre una y otra moral existen jerarquías
que implican superioridad conforme a la capacidad de cada una para
justificar racionalmente sus prácticas, haciendo a unas más filosóficas
que otras, en la medida que sus prácticas, hábitos o costumbres son
también principios universales. Es bajo ese criterio racional que se
marca la diferencia entre las diversas morales: unas como universales y
dignas de imitación y otras basadas en supersticiones, prejuicios y
sentimientos.

                                                            
34
 En cambio, habrá grupos como el de los poetas en el que la contemplación estética a través de la 
belleza  del  lenguaje  sea  para  ellos  el  más  preciado  bien,  pero que  a  los  militares  no  nos  represente 
algo esencial. 
35
  PLATTS  Mark  (1988)  La  ética  a  través  de  su  historia.  México.  Colección  cuadernos,  cuaderno  49, 
Universidad Nacional Autónoma de México. 

21 
 
Pensamiento militar mexicano 

Existen tipos de ejércitos correspondientes a ambas formas de


moral: aquellos instituidos conforme a la defensa legítima de la nación;
la búsqueda del bienestar para su población ante la necesidad y
mediante acciones cívicas; la identificación con el pueblo al cual se
sirve y la práctica de ciertos principios éticos universales. Pero también
existen ejércitos basados en el odio racial, en las diferencias religiosas y
el anhelo de poder como único fin.

Finalmente, podemos resumir con lo expuesto en este apartado


que la moral es: La puesta en práctica de aquellos principios éticos
con los que se identifica un grupo específico de personas.

En armonía con la definición anterior la Moral militar es: La


puesta en práctica de los principios éticos previamente asimilados
por los militares a través de la doctrina institucional.

22 
Secretaría de la Defensa Nacional 
 

¿Qué es Ética militar?

En sentido estricto no existe una ética-militar dado que la ética,


como se dijo anteriormente, es una disciplina filosófica como
la lógica o la estética, y por tratar aspectos generales como la justicia o
el bien, no se inclina hacia alguna profesión en particular36.

Sin embargo, cuando en las academias o en adiestramiento se


hace mención a la ética-militar, nos referimos en realidad a un modo
más fácil y práctico de decir Ética profesional para militares, o si se
prefiere Deontología militar.

Esa ética o deontología militar (del griego deontos que significa


deber) es comparable con la ética médica para quienes se forman en el
área clínica, o con la ética jurídica para los abogados. En los ejemplos
anteriores, la palabra ética hace referencia a códigos de conducta
deseables, y se espera que el profesional actué conforme a esos
códigos para beneficio de quien solicita sus servicios.

Los militares sin embargo, antes que como códigos de conducta


deseables reconocemos como deber o deberes los preceptos que
norman nuestro actuar. Esa diferencia ocurre porque el militar no
ejerce su profesión de forma individual como en las llamadas
profesiones liberales, sino que ejecuta acciones de forma colectiva, con
un objetivo en común que beneficia a una nación entera y no sólo a un
paciente o cliente, como lo hacen el médico y el abogado.

Lo que en la ética profesional de una carrera liberal es deseable,


en la ética profesional militar es obligado para poder garantizar el
cumplimiento de las misiones encomendadas: Lo anterior nos muestra
porqué en nuestras leyes y Reglamentos existen apartados para la
Ética militar y para los delitos contra el honor militar.

                                                            
36
 SYSE Henrik (2013) What should we mean by “Military ethics”? En correspondencia: State University 
of New York, Albany. 

23 
 
Pensamiento militar mexicano 

Por ser de carácter imperativo estos mandatos están redactados


como normas de manera clara y objetiva en nuestra Legislación Militar
y por tanto están sujetos a pena, sanción y/o correctivo conforme a la
gravedad de su infracción como delitos o faltas37.

A diferencia de otras éticas profesionales, en la ética militar se


exige coherencia entre vida privada y vida pública; pues los
compatriotas esperan integridad moral de sus soldados para poder
confiarles la defensa de la nación.

Otras éticas profesionales, al tener como meta la satisfacción de


quien solicita su servicio no se comprometen necesariamente con el
bien común; de hecho, en castellano la palabra profesional puede
aplicarse también al que atenta contra el bien común, como en el caso
del estafador profesional38.

Todas las llamadas éticas profesionales, al derivar de la práctica y


no de la reflexión filosófica, omiten ocuparse de conceptos teóricos. En
cambio, contienen abundantes anécdotas reales, ejemplos hipotéticos
y dilemas propios de la profesión a ejercer.

La ética profesional militar no nos hace expertos en conceptos y


corrientes teóricas como ocurre en filosofía39, pero sí conduce la
profesión hacia lo más honorable y correcta posible, para mantener la
confianza de la población mexicana a la cual servimos y garantizar así
la vida institucional del país.

Con todo lo expuesto en este apartado podemos enlistar las


siguientes conclusiones:

Ética militar equivale a decir Ética profesional militar, con la


particularidad que nuestra profesión está orientada al bien común
de una nación y no a la satisfacción de un particular.
                                                            
37
 En la Ley de Disciplina del Ejército y Fuerza Aérea Mexicanos: Capítulo III y en el Reglamento General 
de Deberes Militares: Título I, Capítulo III. 
38
  AGUIRRE  Serna.‐MERCADO  Valdez.‐MONTALVO  Nemecio  (2013)  Escuela  de  pensamiento  militar 
mexicano, Ética y Moral militar. México: Universidad del Ejército y Fuerza Aérea Mexicanos, pág. 13. 
39
Además,  algunos  aspectos  propios  de  la  ética  militar,  como  el  heroísmo  o  el  honor  se  escapan  al 
análisis racional. Por los fines de nuestra profesión no es necesario adentrarnos en las teorías éticas, 
salvo en el caso de los docentes e instructores que imparten la asignatura en los planteles militares, 
los cuales están obligados a tener cierto dominio del tema, con el fin de distinguir de entre las diversas 
corrientes teóricas, aquellas compatibles con la filosofía institucional, y así proveer de doctrina militar 
a los cadetes. 

24 
Secretaría de la Defensa Nacional 
 

La ética militar exige el cumplimiento del deber de forma


irrestricta, y no sólo como conductas deseables: La Legislación
militar como Cuerpo de leyes, es el componente fundamental de la
ética militar, dado que su aplicación regula y delimita la actuación de
cada miembro conforme a su situación en las Fuerzas Armadas40.

La ética militar requiere de coherencia entre vida pública y vida


privada, ya que la población exige integridad moral de los soldados a
quienes habrá de confiar la defensa de la nación.

                                                            
40
  Dado  que  toda  ética  profesional  requiere  del  aprendizaje  de  un  vocabulario  especializado,  los 
militares estamos obligados a estar en estudio permanente, no sólo de la legislación militar mexicana 
sino también de los Tratados internacionales que regulan la actuación de las tropas. Estos tratados son 
modificados constantemente en la medida que las naciones ‐tanto en tiempo de paz como en guerra‐, 
establecen acuerdos sobre el uso del poder militar, el trato humanitario y el empleo de la tecnología 
que siempre está en evolución.  

25 
 
Pensamiento militar mexicano 

¿Qué son las virtudes?

L
a palabra virtud tiene una larga historia que data desde la
antigüedad, en la que fue empleada siempre con un uso muy
cercano a la vida militar. Virtud -del latín virtus-, significó primeramente
vigor, y se refería a la fortaleza física y anímica para encarar la
adversidad. En consecuencia, el héroe era quien mejor encarnaba las
virtudes41.

Un medio adecuado para entender la virtud en la antigüedad es a


través de la literatura épica, que describe el carácter de héroes ficticios
y reales como Odiseo, Aquiles, Perseo, Leónidas, Hércules, etc. Todos
ellos han servido como inspiración y modelos de virtud, para muchos
militares y ejércitos a lo largo de la historia42.

En la antigua Grecia, la palabra virtud implica fortaleza física,


templanza en el carácter, claridad para discernir, personalidad
enérgica, valentía, liderazgo, honorabilidad y ansía de gloria; todo lo
cual era calificado como rasgos exclusivos de unos pocos hombres, a
quienes el resto procuraban imitar por ser la expresión más cercana al
ideal.

La palabra virtud nace ligada a la actividad militar y a la vida


disciplinada en comunidades jerárquicas o verticales como la nuestra;
en ellas se pensaba que a mayor jerarquía mayor era la exigencia de
virtud requerida, al tratarse del líder que comandaría al resto43.

Sócrates enseñaba la importancia de la virtud tomando ejemplos


de la vida militar, ya que él mismo participó en la guerra defendiendo
Atenas. Platón, -su discípulo-, aunque decía que la virtud era un bien
intelectual y que el mayor bien es la sabiduría, escribe un tratado
político en el que pone a cargo del gobierno al mejor de los militares,
dadas las virtudes que se exigen en la carrera de las armas44.
                                                            
41
 JAEGER Werner (1988) Paideia. Los ideales de la cultura griega. México: F.C.E. 
42
 FERRERO Juan. El espacio de los Héroes. Artículo publicado en el diario El País: Opinión, La cuarta 
página (11 de Abril de 2015): Madrid, España. 
43
  La  palabra  virtud  en  la  antigüedad,  está  pensada  en  un  mundo  donde  la  vida  de  las  armas  es  un 
ambiente  exclusivamente  masculino:  El  símbolo  actual  de  masculinidad  constituido  por  una 
circunferencia con una flecha detrás apuntando en diagonal hacia arriba y a la derecha, se ha tomado 
del símbolo del Marte (Dios de la guerra romano), en el que la flecha es su lanza y el círculo su escudo. 
En contraste, el símbolo femenino corresponde al espejo de la Diosa Venus (Nota de los autores). 
44
 PLATÓN (1998) Diálogos. Madrid: Biblioteca Clásica Gredos. 

26 
Secretaría de la Defensa Nacional 
 

Aristóteles, maestro Alejandro de Magno -uno de los generales y


guerreros más destacados de la historia-, enseñó que las virtudes son
hábitos cuya práctica constante y disciplinada modifican a las personas
para hacerlas cada vez mejores con miras a la excelencia. Esa teoría
de las virtudes conocida como aristotélica, prevalece aún en otros
países para la formación que se imparte en sus academias militares.

Los hábitos que llevan al perfeccionamiento gradual de la persona


se denominan virtudes y son superiores a aquellos que arruinan al
sujeto y que se les conoce como vicios. Aristóteles indica que tenemos
tendencia al vicio por ser más fácil, inmediato y atractivo; por lo que la
vida virtuosa requiere de esfuerzo constante, disciplina y carácter para
mantenerse firme.

Según Aristóteles45, ser virtuoso implica moderación y equilibrio,


pues cada virtud está siempre en riesgo de caer entre dos vicios: uno
por su falta de firmeza o contundencia y el otro por exceso. Ejemplo de
lo anterior es la virtud llamada valentía: que si no es suficiente se cae
en el vicio de la cobardía; y si se excede se cae en la temeridad. Según
este principio un soldado equilibrado debe ser valiente, pues tanto el
soldado cobarde como el soldado temerario pondrían en riesgo el éxito
de la misión.

El origen de las virtudes es simplemente la práctica: como los


humanos somos imperfectos no tenemos más remedio que ejercitar
constantemente las virtudes y sobreponernos a las recaídas si
queremos volvernos virtuosos en nuestro ámbito, convencidos del
principio racional de la práctica hace al maestro.

En la actualidad la palabra virtud ha desbordado su origen y se


usa en todos los ámbitos del quehacer humano como sinónimo de
dominio de una actividad con gran maestría. Es por ello que en
otras profesiones se habla de virtuosismo: músicos, atletas, artesanos,
etc., que se han convertido en virtuosos por la práctica constante.

En la educación moral la virtud es la integridad que


caracteriza a una persona de acuerdo a su conducta en todos los
ámbitos de su vida, por lo que no merece el calificativo de virtuoso
quien sólo de vez en cuando hace el bien, sino aquella persona cuya
rectitud es altamente estable y constante.

                                                            
45
 ARISTÓTELES (1995) Ética nicomaquea‐Ética eudema. Madrid: Biblioteca Clásica Gredos 

27 
 
Pensamiento militar mexicano 

Los valores son conceptos que se aprenden en la teoría ética


como ideas, en cambio, las virtudes son la práctica constante y
estable de esos valores en la vida moral, por parte de una persona
a la que se denomina virtuoso.

Mientras que la ética contiene los valores como conceptos


teóricos, la moral contiene las virtudes como hábitos que se
practican por personas de carne y hueso. Esto significa que es un error
decir que se vive en valores, pues los valores solo se piensan como
ideas: lo correcto es decir que se vive en virtudes; aunque como hemos
visto es un verdadero reto llegar a convertirse en virtuoso.

28 
Secretaría de la Defensa Nacional 
 

¿Qué son las virtudes cardinales?

E
ntre los pensadores de la antigüedad, el primero en elaborar
una teoría política para organizar un país fue Platón. En su
obra describe la selección, formación y funciones de quienes están a
cargo de proteger a las personas, bienes, recursos e instituciones por
medio de las armas.

Guerreros u Hombres de plata, fueron los adjetivos que Platón


empleó para denominar a quienes hoy conocemos como militares. En
su libro titulado La República46, la carrera de la armas es sólo para
aquellos pocos que demuestren cierto grado de virtud47 y voluntad para
ejercitarse constantemente hacia la excelencia.

El fundamento de esa teoría es el siguiente: si pudiéramos


descubrir tempranamente las aptitudes de alguien para ejercer una
actividad (de la que habrá de subsistir como su trabajo), se
beneficiarían tanto el que la realiza como la nación a la que pertenece.

El beneficio para el individuo es que al poseer aptitudes y


actitudes requeridas para ejercer determinada tarea: como hacer
zapatos, componer música o gobernar una nación; entonces le será
más fácil adquirir las destrezas propias de su oficio y realizarse en él.
El beneficio para la nación es que al seleccionar, formar y conducir a
cada uno de acuerdo a su vocación, entonces los oficios y cargos
públicos se desempeñarán por quienes más afinidad tienen para cada
tarea: ya sea que se trate de hacer zapatos, defender la nación o
gobernarla.

                                                            
46
 PLATÓN (1998) Diálogos. Madrid: Biblioteca Clásica Gredos. 
47
 Es necesario  entender  que  la Teoría  de  las virtudes  cardinales  está  diseñada  para  una  comunidad 
jerárquica. las actuales sociedades democráticas están basadas en la idea de que todos los ciudadanos 
son  iguales.  Para  nosotros los  militares,  la  teoría  de las  virtudes  cardinales  es  más  fácil  de  entender 
porque nuestra institución se rige verticalmente por jerarquías 

29 
 
Pensamiento militar mexicano 

Platón advierte que sin ese criterio selectivo tanto el individuo


como la nación se frustran, debilitan y quedan expuestos: por ejemplo
en el caso de tener como zapatero a un guerrero… Ello no significa
que sea malo hacer zapatos sino que se desperdicia la verdadera
vocación del sujeto, ya que aportaría mayor beneficio a la nación
especializándose en la carrera de las armas. En cambio, al no poseer
una inclinación natural hacia la zapatería, quizá no pase de ser un
zapatero mediocre.

Las llamadas Virtudes cardinales -como toda virtud-, son hábitos


que se practican en la vida cotidiana. Se las denomina cardinales por
su importancia, puesto que definen los rasgos del carácter de una
persona48 y por ende, el lugar que le corresponde a cada quien en una
comunidad jerárquica como la militar.

En la teoría de Platón existen cuatro virtudes cardinales49 que


enlistadas jerárquicamente de inferior a superior y considerando una
traducción adecuada, se pueden nombrar de la siguiente forma: a)
Templanza. b) Fortaleza o valentía. c) Sabiduría o prudencia y d)
Justicia.

Según Platón, al ser virtudes jerárquicas la superior contiene a las


inferiores y no es posible alcanzar la más alta virtud (justicia) sin pasar
por las que le anteceden (prudencia, valentía, templanza). Por ejemplo,
el prudente es antes valiente y templado; y no se puede ser valiente si
primero no se es templado:

a) Templanza: consiste en la capacidad de autogobernase, de


ordenar uno mismo su vida con hábitos útiles, buenos y sanos que
tiendan al perfeccionamiento. Esta virtud Implica orden, disciplina,
mesura e higiene: La persona templada detesta los excesos de toda
clase, pues su carácter es siempre moderado y sobrio.

                                                            
48
  PLATTS  Mark  (1988)  La  ética  a  través  de  su  historia.  México.  Colección  cuadernos,  cuaderno  49, 
Universidad Nacional Autónoma de México. 
49
 BRÉHIER Emile (2004) Historie de la philosophie. Paris: Quadrige/Presses Universitaires de France. 

30 
Secretaría de la Defensa Nacional 
 

b) Fortaleza o Valentía: se manifiesta como firmeza de carácter


para afrontar la adversidad y el peligro. Platón dice que los
auténticos valientes lo son en todos los ámbitos y no sólo en el
combate: son valientes ante las enfermedades, los apetitos y las
seducciones. Según esa teoría, aunque en operaciones un militar
enfrente el peligro no es en verdad valiente si acepta sobornos, está
obeso o cede ante incitaciones.

c) Prudencia o Sabiduría: Discernimiento para obrar de


acuerdo al mayor bien a riesgo de ceder otros bienes. Por ejemplo:
un médico al comunicar una mala noticia al paciente o familiar, cede la
verdad del hecho en búsqueda del momento más prudente para decirlo
y así evitar otros males... La prudencia implica sensatez al actuar y es
producto de la experiencia (con sus errores y aciertos) que da la
adultez. Platón no cree que se pueda ser prudente o sabio siendo
joven.

d) Justicia: Consiste en dar a cada uno lo que le corresponde


sin arriesgar el bien común. Es la virtud propia de quien gobierna o
tiene el mando. El justo, al haber dedicado su vida a ser sabio, valiente
y templado merece el calificativo de excelente. Como ese grado de
virtud es privilegio de pocos, esos pocos son objetivamente los mejores
y por tanto, conviene al resto que sean ellos quienes les gobiernen y
dirijan.

Finalmente, esta escuela de pensamiento indica que si la razón de


ser de las virtudes en una comunidad jerárquica descansa en la
aportación de todos al Bien común; entonces a mayor jerarquía
debe exigirse más virtud, pues las virtudes dignifican a una persona
convirtiéndola en valiosa para los otros, antes que para sí mismo.

31 
 
Pensamiento militar mexicano 

¿Qué son los valores y las virtudes militares?

A
nteriormente se indicó que los valores son conceptos que se
estudian como teoría en la disciplina llamada ética50. En
cambio, las virtudes son hábitos practicados cotidianamente por las
personas. Lo anterior significa que los valores y las virtudes son
distintos, ya que los primeros son ideas escritas a manera de principios
éticos, mientras que las virtudes son hechos concretos51.

Es importante distinguir el contraste para no confundir los valores


con las virtudes situándolos al mismo nivel. Cuando no se establece la
diferencia entre unos y otras se comete el error de decir que se vive en
valores, o equivocadamente se cree que si una persona conoce
intelectualmente los valores, entonces tiene que reflejarse a través de
una conducta virtuosa52.

Evidentemente, siempre es preferible vivir como persona de bien,


antes que poseer claridad teórica para argumentar con precisión sobre
tal o cual valor. Sin embargo, el ideal al que aspira nuestro Instituto
Armado es que todos los militares seamos capaces de conocer los
conceptos básicos que fundamentan nuestra doctrina y ética militares,
al mismo tiempo que practiquemos ese conocimiento en nuestra vida
diaria.

Ante las exigencias profesionales que rigen actualmente la


carrera de las armas, el militar profesional precisa conocer los
fundamentos doctrinarios que sustentan la ética castrense, en armónica
congruencia con su comportamiento, tanto en la vida civil como en las
actividades propias del servicio.

                                                            
50
  PLATTS  Mark  (1988)  La  ética  a  través  de  su  historia.  México.  Colección  cuadernos,  cuaderno  49, 
Universidad Nacional Autónoma de México 
51
  AGUIRRE  Serna.‐MERCADO  Valdez.‐MONTALVO  Nemecio  (2013)  Escuela  de  pensamiento  militar 
mexicano, Ética y Moral militar. México: Universidad del Ejército y Fuerza Aérea Mexicanos, pág. 101. 
52
 Tan distintos son los valores de las virtudes que puede darse el caso de cualquier persona inteligente 
y  hábil  para  escribir,  redacte  una  perfecta  disertación  sobre  el  valor  de  la  lealtad  por  ejemplo, 
mientras  que  en  su  vida  no  demuestra  lealtad  alguna.  En  el  otro  extremo,  es  muy  probable  que 
conozcamos a más de una persona íntegra, cuya vida es un ejemplo moral y sin embargo, no es capaz 
de  sintetizar  en  un  concepto  teórico  alguna  de  las  virtudes  que  todos  los  días  práctica  (Nota  de  los 
autores). 

32 
Secretaría de la Defensa Nacional 
 

Lo anterior no sólo evita que el Instituto Armado quede expuesto


ante la crítica de sus detractores, sino que en el ámbito personal nos
muestra a cada uno la razón de ser de los Valores fundamentales del
ejército y Fuerza Aérea y la importancia de su práctica como virtudes
para el cumplimiento de nuestras misiones en beneficio de México53.

En la doctrina y ética militar del Ejército y Fuerza Aérea


Mexicanos se contemplan ocho valores, mismos que se corresponden
con sus respectivas ocho virtudes: Patriotismo, Honor, Valentía,
Lealtad, Espíritu de Cuerpo, Honradez y Disciplina.

Estos valores y sus respectivas virtudes han sido instituidos como


fundamentales, por ser principios torales para orientar el
comportamiento ideal que se espera de los miembros del Instituto
Armado, además de estar alineados con nuestras propias leyes y
reglamentos.

Los valores militares se aprenden, se estudian y se reflexionan


pero no se viven puesto que son ideas. Lo único vivencial de los valores
militares consiste en su enseñanza como principios éticos a través de
las academias de ética militar y civismo. En cambio, la aplicación de
esos principios en la vida cotidiana del militar corresponde a las
acciones que realizamos hasta hacerlos parte de nuestro carácter, sólo
que entonces se les conoce como virtudes militares.

Son las virtudes militares las que tradicionalmente han hecho que
las Fuerzas Armadas mexicanas tengan el reconocimiento y confianza
de la población civil, puesto que nuestros compatriotas observan con
admiración las buenas costumbres que los militares tenemos arraigadas
como una forma de vida, e inclusive las usan como modelo para la
educación de los niños y jóvenes.

                                                            
53
 Como servidores públicos, muchas veces nos encontramos en el centro de la atención de los medios 
que  observan  la  comunidad  nacional  e  internacional.  En  ese  contexto  mediatizado,  es  habitual  que 
enemigos  del  Estado  y  de  sus  Fuerzas  Armadas  empleen  la  debilidad  formativa  de  uno  sólo  de 
nuestros  elementos  para  poner  en  duda  la  fortaleza  de  toda  la  institución  armada  (Nota  de  los 
autores). 

33 
 
Pensamiento militar mexicano 

Sin embargo, la fortaleza de esa tradición de servicio a México,


que históricamente ha sido constatada, sobre todo en los casos de
auxilio a la población y en las actividades contra el crimen organizado,
no nos exime de cumplir también con la obligación de conocer los
conceptos teóricos básicos de nuestra doctrina y ética institucionales,
pues además nuestra legislación militar nos demanda estar en
constante estudio para el cumplimiento de las misiones
encomendadas54.

Dicho lo anterior y en congruencia con los apartados previos los


valores militares son: Conceptos teóricos que rigen la formación
ética en el Instituto Armado a manera de principios fundamentales,
para direccionar el comportamiento de todos los militares. Su
fundamento descansa en la propia doctrina institucional y en las Leyes y
Reglamentos militares.

Las virtudes militares son: La práctica de los valores


militares, manifestados con orgullo, sentido de pertenencia y
convicción a través del comportamiento de los miembros del
Instituto Armado, tanto en la vida civil como militar.

                                                            
54
 SECRETARÍA DE LA DEFENSA NACIONAL (2010) Reglamento General de Deberes Militares. México: 
E.M.D.N., Título I (Deberes comunes a todos los militares) Capítulo I (Disciplina), Art. 22.  

34 
Secretaría de la Defensa Nacional 
 

¿Cuáles son los valores y las virtudes militares del Ejército y


Fuerza Aérea Mexicanos?

A
nte la necesidad de poseer un cuerpo unificado de principios
éticos para todos los miembros del Ejército y Fuerza Aérea
Mexicanos (toda vez que anteriormente cada organismo contaba con
sus propios valores y en ocasiones había unidades que carecían de
ellos), se instituyeron ocho valores fundamentales congruentes con
nuestra doctrina, historia, cuerpo de leyes y ética institucionales55.

Los Valores fundamentales son principios válidos para todo el


personal del Ejército y Fuerza Aérea mexicanos, sin perjuicio de la
jerarquía, antigüedad, empleo o situación; sus fundamentos, contenido
y propósito tienen como inspiración el bienestar de México bajo el
principio de La Patria es primero.

Aunque se les considera a todos fundamentales, para su estudio


conviene establecer entre ellos una jerarquización conforme a su grado
de importancia para cumplir con el bienestar de la nación; en
consecuencia, es el Patriotismo el principio que encabeza esta lista56:

Patriotismo como valor militar: Es el arraigo del soldado con


México, que lo conduce a identificarse con sus tradiciones, historia y
valores. El patriotismo se manifiesta en el respeto a la Bandera, Escudo
e Himno nacionales. Lo más honroso para un soldado es dedicar su
existencia al bien de la Patria, incluso hasta perder la vida en su
nombre; pues como militares el amor a México es hasta el último
aliento.

Patriotismo como virtud militar: En tiempo de guerra consiste


en la defensa de la soberanía nacional a través de las armas, para
proteger a la población, territorio, Instituciones, bienes materiales y
culturales. En tiempo de paz, el militar da cuenta de su patriotismo
mediante su íntegro testimonio, convencido de que el ejercicio de las
virtudes militares es el medio para cumplir su propósito de servir a la
población mexicana.

                                                            
55
 Los Valores y virtudes fundamentales del Ejército y F.A.M. fueron instituidos en la SEDENA a partir 
del año 2004 mediante la creación de una Cartilla de valores y virtudes militares. 
56
 SECRETARÍA DE LA DEFENSA NACIONAL (2004) Cartilla de Valores y Virtudes militares. 

35 
 
Pensamiento militar mexicano 

Honor como valor militar: Es el más noble aliciente de la


dignidad militar, representado en el respeto hacia la carrera de las
armas y al uniforme. El honor muestra lo que debemos hacer conforme
al cumplimiento del deber, pero también aquello que por su bajeza
debemos evitar; pues la base del honor militar está en el temor al
desprestigio del Instituto Armado.

Honor como virtud militar: Ante el riesgo de mancillar la


reputación del uniforme militar, la nobleza de la carrera de las armas y
el reconocimiento de la población civil hacia el Instituto Armado; el
honor militar se manifiesta como dignidad estoica a la que sólo altera el
temor al desprestigio.

Valentía57 militar como valor: Es la entereza anímica frente a la


adversidad y el peligro, que le permite al militar ponderar, afrontar y
resolver con éxito cualquier eventualidad de riesgo dentro y fuera del
servicio.

Valentía militar como virtud: Se exterioriza como determinación


y carácter templado en situaciones límite. La valentía del militar se
sustenta en el autocontrol o dominio de sí mismo; pues además de la
valentía probada en operaciones, es también valiente el militar que se
sobrepone objetivamente ante las tentaciones, despreciando el
beneficio particular en nombre de lo correcto y lo más justo.

Lealtad militar como valor: Es la fidelidad sincera y voluntaria a


México que determina las relaciones de subordinación y obediencia en
las Fuerzas Armadas con estricto apego a nuestras leyes y
reglamentos. La lealtad militar incluye los atributos de justicia, verdad y
rectitud que son imperativos para servir a la nación en la carrera de las
armas.

Lealtad militar como virtud: En el ejercicio de la profesión militar


se exterioriza como fidelidad y obediencia, primordialmente con la
Patria. En sentido análogo se debe lealtad a la Institución, a la unidad,
al comandante y a los superiores, pero siempre a condición de que
éstos a su vez estén alineados con el propósito de servir a México. No
se le puede imputar el adjetivo de desleal a un militar que denuncie
alguna acción contraria a nuestras leyes y reglamentos realizada por
parte de un superior, pues la lealtad suprema es siempre a México.
                                                            
57
 Deliberadamente se sustituyó “valor” por “valentía” para evitar escribir el valor como valor, o decir 
el valor del valor, incurriendo en un error denominado cacofónico conforme a las reglas del lenguaje 
(Nota de los autores). 

36 
Secretaría de la Defensa Nacional 
 

Espíritu de cuerpo como valor: Es un vínculo de alianza entre


cada elemento con su unidad, que les permite unir fuerzas para salvar
obstáculos aparentemente infranqueables y con ello lograr el éxito de la
misión o alcanzar la victoria.

Espíritu de cuerpo como virtud: Se manifiesta en la disposición


de cada elemento para aportar las virtudes individuales que posee, su
experiencia, conocimiento y destrezas, fusionándolas con las propias de
sus compañeros, en beneficio de las misiones encomendadas a la
unidad y teniendo siempre como propósito el bienestar de México.

El espíritu de cuerpo no debe confundirse con los castigos


colectivos, pues si no son aplicadas con prudencia y justicia, las
medidas disciplinarias generalizadas para corregir la falta de un sólo
elemento tienden a dividir la unidad y mermar la moral del colectivo58.

Disciplina militar como valor: Es el esquema normativo al que


los militares debemos ajustar nuestro actuar, cediendo voluntariamente
nuestra libertad de pensamiento, opinión y acción en nombre del
bienestar de México. La disciplina militar tiene como base el respeto a la
dignidad de cada persona y de cada jerarquía, para poder garantizar
una obediencia contundente y justa. Su objetivo es el cumplimiento
cabal de los deberes que prescriben las leyes y reglamentos militares.

Disciplina militar como virtud: Se muestra como el íntegro


cumplimiento de los deberes y obligaciones del militar, sin detrimento de
la propia dignidad, ni de la de sus subordinados. El militar disciplinado
está convencido que su obediencia contribuye al bienestar de México;
pues cuando la disciplina es auténtica no se obedece ni por miedo al
castigo, ni tampoco en función de los beneficios personales.

Abnegación militar como valor: Es anteponer, en cualquier


hora, clima o terreno el cumplimiento del deber y del servicio a los
intereses particulares, sin esperar más recompensa que la gratitud de
nuestros compatriotas y la satisfacción del deber cumplido.

                                                            
58
 El fundamento del Espíritu de cuerpo es el Sentido de pertenencia. Por tanto, es responsabilidad del 
comandante  ejercer  un  liderazgo  justo  y  firme  para  demandar  el  compromiso  de  todos  cuando  sea 
requerido. Para lograrlo, es primordial que él mismo constituya el ejemplo a seguir y convenza a los 
elementos subordinados, demostrándoles que las exigencias del servicio son siempre para el bienestar 
de los compatriotas. 

37 
 
Pensamiento militar mexicano 

Abnegación militar como virtud: Se manifiesta a través de una


actitud sobria y consciente del militar, que ante las exigencias del
servicio, sacrifica el interés personal en nombre del bienestar de la
población mexicana. La abnegación ennoblece y forma el carácter, por
el esfuerzo extra que se imprime ante la adversidad.

Honradez militar como valor: Es proceder siempre con


integridad y justicia sin esperar dádivas a cambio. Es cumplir el deber
militar evitando corromperse, así como contraer compromisos o deudas
contrarias a la disciplina militar.

Honradez militar como virtud: Se practica como Integridad en el


comportamiento del militar, convencido de que la rectitud en su obrar es
de ejemplo para los compatriotas, aporta al bien común de la nación y
contribuye al prestigio del Instituto Armado.
Finalmente, es importante que los oficiales, jefes y todos los
comandantes tengan en cuenta y dominen a profundidad estos
conocimientos, pues en su labor ineludible como líderes, instructores y
formadores de las nuevas generaciones de soldados mexicanos,
deberán asumir la responsabilidad de impartir academias y pláticas de
concienciación de estos temas.

Hoy en día, el personal que causa alta llega a los planteles y


unidades con una formación ética deficiente, pero también con una
preparación académica que los hace ser más críticos. En ese
escenario, el oficial corre el riesgo de quedar expuesto por la falta del
dominio de temas doctrinarios básicos y en consecuencia, la formación
de los reclutas resulta defectuosa.

Otro aspecto importante es el constante cuestionamiento de parte


de los medios de comunicación, cuyos fines no siempre son amigables,
ya que en ocasiones algunos comunicólogos se empeñan en
desprestigiar a las Fuerzas Armadas. En ambos ejemplos, el problema
no es la falta de rigor en las teorías que fundamentan la doctrina y la
ética militar, como puede evidenciarse en la lectura de estos apartados,
sino la falta de conocimiento al respecto y/o la incapacidad nuestra para
comunicar esos conocimientos.

38 
Secretaría de la Defensa Nacional 
 

Por lo anterior, además del comportamiento ejemplar al que


estamos adscritos como soldados y servidores públicos, es importante
tener un dominio suficiente de estos temas, dado que sería una
contradicción afirmar que la fortaleza de nuestro Instituto Armado se
encuentra en las virtudes de nuestros militares, pero que no seamos
capaces de explicar objetivamente esas virtudes como conocimientos al
ser cuestionados.

En estos capítulos se ha demostrado que para los fines cívicos de


las fuerzas armadas mexicanas, su doctrina jerárquica y su pedagogía
practicada como formación del carácter, resulta conveniente abordar el
estudio de la ética desde un enfoque filosófico. El militar que desee
abundar más en las ideas expuestas en este apartado puede consultar
otras obras sencillas, accesibles y económicas que tratan el tema de las
virtudes desde una perspectiva filosófica59.

                                                            
59
  Se  recomiendan  textos  como:  Ética  con  los  clásicos  de  Miguel  Martínez  Huerta;  Ética  de  García 
Máynez;  Liderazgo  ético  de  Alfred  Sonnenfeld  o  Paideia:  Los  ideales  de  la  cultura  griega  de  Werner 
Jaeger (en particular el capítulo titulado La educación del estado en Esparta). 

39 
 
Pensamiento militar mexicano 

¿Qué importancia tienen el Patriotismo y el Honor en la vida del


militar?

E
ste apartado no tiene como propósito reiterar lo ya dicho
anteriormente, sino que el militar perciba la importancia del
Patriotismo y el Honor como principios torales, más allá de su condición
como soldado mexicano, por tratarse de conceptos que históricamente
han acompañado la mística castrense en numerosos ejércitos del
mundo60.

Patriotismo: En la Grecia clásica algunos sabios enseñaban a


sus discípulos que debían perfeccionarse con miras a un Bien supremo,
cuya excelsitud justificaría el esfuerzo de toda una vida61. Ese máximo
bien, debía ser superior a la propia condición humana, quedando
descartados las pasiones, la riqueza y el poder por ser considerados
innobles62.

Algunos identificaron el Bien supremo en lo espiritual y se


volvieron religiosos; otros lo buscaron en el conocimiento y devinieron
intelectuales o científicos. Finalmente, hubo quienes consideraron que
el servicio a la Patria por medio de las armas era el más noble de los
fines, pues quien se consagraba a esa vida estaba incluso dispuesto a
perder la existencia en la defensa de su pueblo… Quienes así
pensaban se convirtieron en militares.

Las figuras del sabio, el sacerdote y el guerrero acompañan la


historia de casi todas las civilizaciones como garantes de la cultura
propia, pues el lenguaje acompañado de un pensamiento propio, la
religión de los ancestros y el territorio heredado por ellos, eran aspectos
que no se podían ceder, puesto que ello representaría la ruina de esa
cultura63.

                                                            
60
 En los apartados precedentes se trató el tema del Patriotismo y el Honor en cuanto a su consistencia 
y  práctica  como  valores  y  virtudes,  así  como  en  su  relación  con  la  Filosofía  institucional  del  Ejto.  y 
F.A.M. 
61
  PLATÓN  (1998)  Diálogos.  Madrid:  Biblioteca  Clásica  Gredos  y  JAEGER  Werner  (1988)  Paideia.  Los 
ideales de  la cultura  griega. México:  F.C.E. El  tema  de la trascendencia  frente  a  las  inclinaciones  del 
hombre como animal (lo inmanente) es un tema discutido constantemente en el pensamiento clásico.   
62
  Según  Aristóteles  Esclavo  es  quien  no  es  dueño  de  sí  mismo:  algo  lógico  si  se  piensa  en  quien 
obedece  la  voluntad  de  otro.  Sin  embargo,  aclara  que  aquella  persona  que  sus  apetitos,  pasiones  y 
sentimientos  lo  dominan,  también  debe  considerársele  un  esclavo,  puesto  que  no  es  dueño  de  su 
voluntad. 
63
 DUMEZIL, George (2010) El destino del Guerrero. México: Editorial Siglo XXI. 

40 
Secretaría de la Defensa Nacional 
 

El trabajo del militar quedó desde tiempos remotos consagrado a


la defensa del territorio por medio de las armas. Actualmente, se
emplean conceptos como Soberanía, Límites territoriales, Derecho
internacional, etc., haciendo más teórico y especializado el estudio de
los conflictos entre los estados; Sin embargo, a pesar de los siglos el
sustento sigue siendo el mismo: La razón de ser del soldado es la
defensa de la Patria64.

Sin Patria no hay necesidad de soldados y sin soldados la Patria


queda expuesta. La Patria para el militar ocupa el mismo sitio que el
conocimiento para el intelectual y lo divino para hombre religioso: es el
máximo bien o Bien supremo que conduce todas sus acciones y justifica
todos sus esfuerzos y penalidades.

Para los militares la Patria representa los anhelos de nuestros


ancestros, héroes y próceres que antes que nosotros dedicaron a ella
su esfuerzo e incluso su vida. La Patria consolida en sus instituciones,
la fortaleza del estado frente posibles enemigos y respalda la vida
pacífica para garantizar el bienestar común.

Los soldados sin patria y sin patriotismo no existen: la lengua ha


tenido que denominarles despectivamente mercenarios, porque al igual
que el mercader “venden” su lealtad al mejor postor… Si fuese posible
que un hombre religioso perdiera la fe en su Dios, o un sabio su
intelecto; igual tragedia sería el que un soldado sin patriotismo.

Honor: En los militares el temor al desprestigio no es un miedo


infundado que implique juzgar al que lo padece como cobarde. Al
contrario, el miedo a la vergüenza –como decían los Samuráis-, es
virtud y no vicio, pues descansa en el respeto del guerrero hacia su
propia persona.

El cuidado del honor se extiende desde el respeto a la propia


dignidad, hacia la de subordinados, iguales, superiores e incluso
extranjeros que portan el uniforme militar. Es por ello que en el militar
honorable es inmediato e inevitable el sentimiento de repulsión ante
quien desprestigia el uniforme: desprecio que se experimenta aun sin
conocer a la persona y sin que importe la jerarquía que aquel ostenta.

                                                            
64
  HUNTINGTON  Samuel  (1999)  El  soldado  y  el  estado:  Teoría  y  política  de  las  relaciones  cívico‐
militares. Buenos Aires: Grupo Editor Latinoamericano. 

41 
 
Pensamiento militar mexicano 

El Culto al honor no debe confundirse con la vanidad, cuyo


defecto suele ser el exceso de amor propio o narcisismo y la indolencia
ante la necesidad de los demás. Altivez frente al enemigo y humilde
mansedumbre con los compatriotas necesitados, eran las fórmulas para
describir la actitud de los caballeros andantes del medioevo, cuya
doctrina estaba cimentada toda en el honor65.

El miedo a perder el honor en los antiguos guerreros era más


terrible que el miedo a perder la existencia, pues mientras que la muerte
podía llegar con heroicidad o por las secuelas del combate, la ruina
moral del que perdía el honor implicaba vivir para siempre en la
vergüenza.

La indolencia por el desdoro de nuestra persona es el principio de


la decadencia, pues invariablemente conduce al cinismo y merma la
gallardía, porte marcial y disciplina tradicionales de la carrera de las
armas.

La palabra del que manda soldados se refuerza con su propio


honor para hacer doblemente cierta la verdad que enuncia. Por ello, el
Soldado de honor es contundente en su dicho porque sabe que si lo
pierde ya no lo recuperará jamás: La pérdida del honor implica perder el
rumbo y quedar desamparado en un vacío sin asidero, pues sin honor
se es sólo un remedo de soldado66

El soldado laxo en cuestiones de honor, no tardará en provocar la


ruina de su unidad por desprestigio, expondrá a su familia a la afrenta y
a sus superiores a la crítica por falta de carácter. En relación con la vida
militar es lógico suponer que no se puede confiar la Patria a quien no
puede resguardar su propio prestigio.

                                                            
65
  BASAVE,  Fernández  del  Valle  Agustín  (1968)  La  filosofía  del  Quijote.  Estudio  de  antropología 
axiológica. México: Espasa‐Calpe, Colección Austral. 
66
 CASTILLO Adelfo  (2009)  El arte  de  mandar. El  liderazgo militar y  la  cultura.  México:  Inter Writers, 
Editores.  En  esta  obra,  que  compendia  y  recopila  diversas  fuentes  y  citas  de  autoridad    se  hace 
hincapié  en que el honor que gobierna la personalidad del militar pues él es último y más elevado juez 
de sí mismo. Además, el autor comparte afinidad con los autores clásicos de la educación griega como 
Platón  o  Aristóteles,  pues  asocia  el  honor  a  la  moderación  y  capacidad  de  auto  someterse  a  una 
disciplina. 

42 
Secretaría de la Defensa Nacional 
 

¿Cuáles son los deberes comunes a todos los militares?

E
n nuestra Legislación militar existe un apartado dedicado
exclusivamente a los Deberes comunes a todos los militares
(del Ejército y Fuerza Aérea Mexicanos), redactado bajo la forma de
texto normativo67. El referido apartado encauza el comportamiento
deseable que se espera de nosotros, bajo tres aspectos esenciales que
se corresponden con el título de cada uno de los capítulos: I. Disciplina,
II.- Ética militar y III.- Correctivos disciplinarios.

El objetivo en este texto es comentar los aspectos doctrinarios


esenciales respecto de los Deberes comunes desde un enfoque
filosófico. Lo anterior, debido a que en el reglamento que actualmente
los contiene, estos aspectos se presentan como artículos de carácter
legal, por tratarse de un texto normativo.

La primera parte (disciplina) muestra el esquema normativo al que


se sujeta el militar. Se debe enfatizar que la obediencia exigida para el
cumplimiento del deber, no es por voluntad del superior, ni por falta de
carácter del que obedece; pues ambos, superior y subordinado están
determinados en su actuar por la lealtad que le deben a la Patria:

“… El cumplimiento del deber es a menudo áspero y difícil, y no pocas


veces exige penosos sacrificios; pero es el único camino asequible
para el militar que tiene conciencia de su dignidad y de la importancia
de la misión que la patria le ha conferido …”68

Esta cita muestra además, que todo lo referente a la exigencia del


deber está justificado en el servicio a la Nación; que en su cumplimento
nuestra profesión encuentra su nobleza; y finalmente, que la Legislación
Militar se sustenta en el bienestar de México ya que en su práctica al
ordenar y obedecer, es la Patria quien ordena y no el superior.

Lo anterior nos explica la condición esencial de nuestro gremio


militar que, siendo una comunidad jerárquica, la interacción entre
jerarquías se hace justa por la lealtad de todos los militares a un bien
supremo, trascendente e impersonal: México, bajo el principio de La
Patria es primero.
                                                            
67
  SECRETARÍA  DE  LA  DEFENSA  NACIONAL  (2010)  Reglamento  General  de  Deberes  militares.  México: 
E.M.D.N. El apartado correspondiente es el Título I: Deberes comunes a todos los militares. 
68
 Óp. Cit. Pág. 6 

43 
 
Pensamiento militar mexicano 

Es por lo anterior que en la vida militar cotidiana, cuando un


superior ordena algo a un subordinado, lo que está en riesgo de
cumplirse o no es la lealtad de ambos a México.

En cambio, si en la interacción jerárquica de la disciplina militar


prevaleciere otro fin, distinto al bienestar de la Patria69 (como el
sentimiento de superioridad por ser obedecido, el afán de protagonismo,
mancillar la dignidad del que obedece, beneficiarse personalmente de la
orden cumplida, vengarse por algo, etc.), entonces se pervierte y
vulgariza el espíritu de la disciplina militar:

“… el interés del servicio exige que la disciplina sea firme, pero al


mismo tiempo razonada. Todo rigor innecesario, todo castigo no
determinado por las leyes o reglamentos que sea susceptible de
producir un sentimiento contrario al del cumplimiento del deber […] y
en general todo lo que constituya una extralimitación por parte del
superior hacia sus subalternos, están estrictamente prohibidos …”70

En lo concerniente al Capítulo II (Ética militar), es el honor la


virtud militar que más se destaca, mostrando su importancia a través del
cumplimiento de la Palabra de honor como un aspecto inmaculado y del
respeto al honor de las familias. Se hace hincapié en que la
transgresión al honor afecta tanto al soldado, a su familia y al prestigio
del Instituto Armado ante la población civil.

Se infiere además que los deberes comunes a todos los militares


se practican dentro y fuera del servicio, considerando al militar
mexicano no sólo como soldado y servidor público, sino también como
ciudadano ejemplar, obligado a ser referente vivo de lo mejor de la
mexicanidad ante el mundo.

“… Para demostrar con su porte, aire marcial y buenas maneras, el


espíritu de dignidad que debe distinguir a todos los miembros del
Ejército, tienen obligación estricta de presentarse siempre
perfectamente aseados. […] Cuando transiten en la vía pública
mantendrán la cabeza erguida, no se desabotonarán la guerrera, no
leerán ni llevarán las manos metidas en los bolsillos. Jamás producirán
escándalo, ya sea hablando en voz alta para llamar la atención,
profiriendo palabras obscenas o insolencias, o cometiendo actos que
puedan provocar el desprecio a su persona …”

                                                            
69
  Ídem.  El  art.  4  sentencia:  “…Queda  prohibido  […]  dar  órdenes  que  sean  contrarias  a  las  leyes  y 
reglamentos, que lastimen la dignidad o decoro de los inferiores, o que constituyan un delito …” 
70
 Ibídem. 

44 
Secretaría de la Defensa Nacional 
 

En el último apartado (Correctivos Disciplinarios) se muestra que


el espíritu de la ley militar es la justicia, y ésta no puede estar
determinada por la voluntad de una sola persona. En consecuencia, la
aplicación de los correctivos disciplinarios exige prudencia y valor moral
al imponerlos, sabiduría al graduarlos y dignidad al cumplirlos71; todo lo
cual, nos remite nuevamente a la importancia del cultivo de las virtudes
militares.

                                                            
71
 Ibídem. El art. 11 indica: “…Se prohíbe […] toda conversación que manifieste tibieza en el servicio o 
desagrado  por  la  fatiga  que  exige  su  obligación…”    Al  respecto,  el  art.  12  prescribe:  “…Aceptarán 
dignamente y con satisfacción las obligaciones que les imponga su situación en el Ejército …”  

45 
 
Pensamiento militar mexicano 

¿Por qué es importante para el militar vivir en una familia con


principios éticos?

L
os conflictos familiares, afectivos y emocionales afectan de
distinta forma y magnitud nuestro rendimiento, concentración y
actitud ante las exigencias del servicio; situación que se hace más
delicada cuando el militar posee mando, pues queda expuesto ante las
críticas de los subalternos que perciben esas deficiencias.

El comportamiento ético de los soldados comienza con el


ambiente creado por su comandante72: Una actitud poco humanista
hacia los subordinados, indolente, descuidada en su bienestar o
excedida en rigor sin justificación aparente, puede ser consecuencia de
una deficiente realización personal del superior jerárquico.

Es importante que el superior mantenga entereza y objetividad


frente a sus subalternos, pues ellos podrán confiarle fácilmente su
persona si perciben fortaleza anímica y determinación en quien los
dirige. En contraste, la obediencia hacia un mando sin carácter y
afectado por sus emociones va acompañada de escepticismo,
indisciplina, baja moral, resignación, murmuraciones, etc.

El curso natural de la existencia humana nos conduce a la


necesidad de realizarnos más allá de lo profesional trascendiendo hacia
lo afectivo, es decir, cuando llegado el tiempo oportuno y madurez
necesaria, decidimos formar una familia: ésta no es una decisión trivial
que deba tomarse a la ligera, tratándose de un cambio radical en
nuestra vida.

Por tanto, la elección de la persona indicada, del tiempo propicio


para hacer una vida juntos, el acumulado de bienes necesarios, el trato
afable con la familia de ambos, la proyección profesional a mediano y
largo plazo, la llegada de los hijos y su crianza, deben de ser aspectos
que se equilibren armónicamente unos con otros, pues la falta de
concilio afectará tarde o temprano la realización del militar y su
desempeño para cumplir sus obligaciones como soldado de la Patria.

                                                            
72
  MAJOR  Eduard.  La  educación  ética  de  los  líderes  de  las  fuerzas  armadas.  Artículo  contenido  en: 
Military Review (Tomo 69, Marzo‐abril 2014, Número 1), Ft. Leavenworth‐Kansas: U.S. ARMY. 

46 
Secretaría de la Defensa Nacional 
 

La familia tiene una función educadora, ya que al ser considerada


célula de la sociedad, transmite principios morales y modelos de
conducta. La crianza que la familia proporciona suele ser tan arraigada
en la persona, que al llegar a la edad adulta y encontrase ante un
dilema ético de difícil solución, en el que se contraponen dos sistemas
de valores, suelen ser los principios éticos familiares los que terminan
imponiéndose bajo la premisa de así me lo enseñaron mis padres.

Del militar se espera coherencia entre la ética profesional y la


moral familiar, pues los lazos de afecto que vinculan al miembro de las
Fuerzas Armadas con su pareja e hijos no descartan la presencia de
virtudes como la lealtad, el honor, la abnegación o la disciplina,
ejercidas con sabia mesura; es decir, sin excesos.

Los buenos hábitos ayudan a encauzar las interacciones entre los


miembros de la familia para mantener su bienestar y unión. La frase
“…el militar soy yo, no ellos…” no exime de orden la vida familiar del
soldado, pues una administración disciplinada del ámbito privado,
incluye la práctica de buenos hábitos y la enseñanza de principios
morales universales.

En la edad adulta será difícil corregir los malos hábitos propios y


los de la pareja elegida; por tanto, es durante la juventud y desde las
jerarquías subalternas que se debe meditar respecto de estos asuntos.

De no tomarse con la debida seriedad, la plenitud familiar y el


éxito profesional pueden resultar mermados, en virtud de la falta de
rendimiento que el militar imprima en sus actividades, teniendo que
lidiar con diversos conflictos privados que inevitablemente afectarán sus
emociones, fortaleza física, concentración para el trabajo intelectual,
economía e inclusive su salud…

El joven militar deberá considerar en la elección de su pareja


definitiva, un vínculo que sea estable y duradero para que le acompañe
durante toda su vida al servicio de la Nación, pues es poco honorable e
inmaduro sustituir a la persona, argumentando incompatibilidades que
debieron manifestarse y resolverse desde el noviazgo73.

                                                            
73
 Los civiles al casarse, firman un contrato legal llamado Institución del Matrimonio con la posibilidad 
de disolverlo (divorcio), en tanto que en ese mismo acto los militares empeñamos nuestra Palabra de 
Honor; en consecuencia no ser capaz de cumplirla debe resultar afrentoso para el militar. 

47 
 
Pensamiento militar mexicano 

Para lograrlo y sin perjuicio de los vínculos afectivos, se requiere


objetividad al elegir: pues quizá cierta persona parezca adecuada
durante las jerarquías subalternas, pero si el militar pretende trascender
en su escalafón, tal vez esa misma persona no quiera o no sea la
idónea para un Jefe o General.

La apariencia física suele ser engañosa en la elección de una


pareja, por tratarse de una valoración inmediata y superficial. Por tanto,
es recomendable que ese gusto esté acompañado de un estado de
salud óptimo y de buenos hábitos físicos e higiénicos que garanticen
una herencia o patrimonio corporal saludable en la descendencia.

Estos aspectos garantizarán mayor certidumbre en el futuro, para


dedicarse a su desarrollo profesional como soldado de México,
disminuyendo el inmenso desgaste físico y anímico que ocurre cuando
un miembro de la familia padece algún malestar en su salud.

Además, la pareja del militar debe estar informada previamente


de las responsabilidades y riesgos que implica nuestra profesión y así
comprender que la vida profesional será distinta según cambie de
cadete a oficial subalterno, de allí a capitán y posteriormente como Jefe
o General, cuando sea el caso.

El respeto a la carrera de las armas, es un aspecto que la pareja


del militar debe compartir, para así comprender los sacrificios y
ausencias que como familia tendrán que afrontar, sin que éstos
impliquen discusiones ni reproche alguno que afecten la relación.

Asimismo, por las exigencias del servicio y la incertidumbre en


cuanto al tiempo libre que nos depara esta profesión, la persona elegida
tiene el deber de conducir con sabiduría la crianza de los hijos y la
administración del hogar en ausencia del militar.

Con esa misma importancia y seriedad debe afrontarse la


cuestión económica, pues si bien es cierto que en la persona amada
prevalece el sentimiento afectivo como el aspecto de mayor importancia
para permanecer unidos, esto no significa que la ausencia de bienestar
material incida sobre el matrimonio, desgastando los vínculos de
afecto74.
                                                            
74
  En  este  sentido  es  recomendable  que  el  militar  medite  sobre  la  edad  y  jerarquía  que  mejor 
convienen para iniciar un matrimonio y formar una familia. Al respecto, se puede decir ‐sin el afán de 
generalizar pues el caso particular de cada elemento será distinto‐, que el Justo medio es la jerarquía 

48 
Secretaría de la Defensa Nacional 
 

Este problema se agrava si durante la soltería, la pareja del militar


estaba acostumbrada a un nivel de vida, costumbres e idiosincrasia que
tendrá que ceder en la vida marital, al no encontrarse más en el hogar
de los padres…

Es importante que durante el noviazgo se traten estos temas con


clara objetividad, pues en ello está en juego la felicidad de ambos y
también la de los hijos. El riesgo de fracaso profesional y familiar debe
prevenirse en la juventud del militar, cultivando las llamadas virtudes
cardinales: Sin prudencia y templanza, la elección de esa persona muy
seguramente estará determinada por aspectos superficiales. Sin
sabiduría y justicia, la crianza de los hijos y la administración de los
bienes desembocarán irremediablemente en la ruina y el fracaso.

Se añade a lo anterior, la frustración e insatisfacción en cada uno


de los miembros de la familia, independientemente de la jerarquía
alcanzada por el militar, pues ésta no puede substituir la falta de
equilibrio en los demás aspectos75.

Evidentemente, ni una vida realizada como persona de bien, ni


una existencia frustrada son producto del azar o la casualidad: Se trata
de las decisiones de juventud convertidas en hábitos de vida como
vicios o virtudes, según la propia libertad de elegir del militar.

La capacidad de advertir las causas y sus consecuencias en


nuestros actos presentes, es un aspecto lógico y racional que va
precedido por el sentido común, pues excluyendo los imprevistos ajenos
a nuestra voluntad, no hay fórmulas mágicas ni tampoco maldiciones
que incrementen o frustren la felicidad de la persona76.

                                                                                                                                                                           
de capitán; pues en esa condición de certidumbre que ronda cerca de los treinta años, existe mayor 
posibilidad de dedicar tiempo a la pareja, además de la madurez física, mental y solvencia económica 
necesarias para afrontar con éxito un compromiso de esa magnitud. 
75
  Al  contrario,  por  las  responsabilidades  añadidas  en  cada  ascenso  jerárquico,  el  equilibrio  en  los 
aspectos  diferentes  al  ámbito  profesional  descuidados  durante  la  juventud,  serán  más  difíciles  de 
atender y los hábitos más difíciles de modificar. 
76
  En  ética  filosófica  el  problema  de  la  plenitud  personal  se  resuelve  con  facilidad:  Se  trata 
simplemente  de  elecciones  buenas  que  implican  esfuerzo  y  constancia,  que  su  beneficio  es  a  largo 
plazo  y  cuyo  placer  es  menos  intenso  pero  más  duradero  (extenso);  o  de  elecciones  malas,  que  no 
requieren  esfuerzo  ni  dedicación,  cuyo  beneficio  es  inmediato  y  que  el  placer  que  proporcionan  es 
intenso (pero poco duradero). 
 

49 
 
Pensamiento militar mexicano 

Si desde su juventud el militar es juicioso en sus hábitos,


preocupado de su perfeccionamiento gradual y consciente de su
investidura como soldado de la Patria, no sólo honrará con sus actos a
la institución y a él mismo diariamente; sino que habrá de anticiparse al
porvenir manteniendo un firme equilibrio en cada uno de los
ámbitos de su vida, con el mismo rigor impuesto en lo profesional.

Cuando así sucede, la satisfacción alcanzada en la madurez y en


la vejez, afecta todos los ámbitos y se percibe en armónica congruencia
con el testimonio de vida ejemplar en cada miembro de su familia: El
respeto, la dignidad, el decoro, la solidaridad, el humanismo, la
discreción, y en general los buenos hábitos, habrán de constituir el
honor familiar y su orgullo de tener un militar entre sus miembros.

Llegado a este punto, no habrá lugar para afrentas, complejos, ni


cargos de conciencia, y la jerarquía alcanzada será uno más de los
logros personales compartidos con los seres queridos. Solamente
arribando a este equilibrio es posible hablar con propiedad de una
realización del militar.

50 
Secretaría de la Defensa Nacional 
 

¿Cuál es la relación entre la Ética y el Liderazgo en el ámbito


militar?

E
n la actualidad existen modos diversos de formar líderes. La
diferencia en cuanto a los métodos empleados para la
formación del liderazgo no es tan importante en este apartado, como sí
lo son los propósitos que subyacen en las instituciones dedicadas a ese
fin.

El liderazgo suele ser un asunto de importancia sólo para quien


ya es líder y procura perfeccionarse como tal, o para aquel que desea
convertirse en líder… En ambos casos se trata de proyectos
individuales que no responden a preguntas de interés colectivo como
¿para qué queremos un líder? o ¿qué beneficio real tienen los liderados
al poseer un líder?

Lo anterior es muy importante, pues consiste en cuestionar la


necesidad del liderazgo antes que describir los medios para formarse
como tal: ¿y si no fuese necesario un líder? Qué tal si pudiésemos
demostrar a una comunidad que de hecho estarían mejor sin su líder
actual.

Las instituciones que forman en liderazgo podrían preguntar a los


que acuden a ellas por qué quieren volverse líderes. De las respuestas
dadas podríamos obtener la finalidad del liderazgo, es decir su
propósito; y es aquí donde entra la ética, pues a ésta le corresponde
valorar los actos humanos conforme a sus propósitos como buenos o
malos.

Si un grupo requiere de un líder es porque tenerlo les representa


un bien. Si el líder no brinda un beneficio real más que a sí mismo,
entonces la razón indica que debe prescindirse de su presencia77. El
ejercicio del liderazgo debe suponer un bien para los liderados, cuya
voluntad colectiva cede, al seguir la voluntad de quien los guía para
obtener, mantener o incrementar el bienestar común.

                                                            
77
 “Liderazgo negativo” es uno de los términos empleados para designar a quien carece de principios 
éticos  en  su  desempeño  como  guía  de  otras  personas,  beneficiándose  por  su  posición  de  poder.  En 
antropología  social  en  México,  Samuel  Ramos  y  Octavio  Paz  abordan  el  tema  desde  la  figura  del 
Tlatoani como “dominador” y su adaptación a lo largo de la historia nacional. Quien desee saber más 
al respecto, debe consultar El perfil del hombre y la Cultura en México y El laberinto de la soledad. 

51 
 
Pensamiento militar mexicano 

El liderazgo se justifica en las capacidades superiores del líder


respecto de los liderados: Si el bienestar que los liderados valoran es de
tipo religioso, entonces su líder debiera ser el más espiritual; si es un
bien físico, el líder deberá ser fuerte; si admiran las artes se impone la
creatividad; si en cambio, se trata de un bien intelectual, obviamente su
líder tendría que ser tomado de entre los más inteligentes.

Lo anterior lleva a suponer que el líder ha de tomarse de entre los


mejores para alguna actividad; es decir, que quien guía a otros para
hacer algo, es porque previamente se mostró virtuoso en esa
actividad78.

Ahora bien, qué ocurre cuando virtudes como la fortaleza física,


las artes, la espiritualidad y el intelecto quedan desprestigiados. Qué
tipo de líderes surgen si el dinero, los bienes materiales, la fama, la vida
desenfrenada o las emociones fuertes se consideran bienes que
sustituyen a los anteriores.

Quizá exista quien desee ser líder sólo para beneficiarse en lo


particular, y por ello acude a cursos de liderazgo o es un ávido lector en
la materia. Quizá exista quien -consciente de una necesidad colectiva,
cuya falta de solución merma el bienestar del grupo-, ponga en
ejecución sus dones personales79 para guiar al resto, convocando la
suma de voluntades hacia el camino que él les ha trazado.

El líder es históricamente un arquetipo o modelo a seguir:


Destaca en su desempeño y se convierte en guía de los demás
convocando a la acción en virtud de su visión perspectiva y prospectiva
más claras. Cuando el liderazgo no es ético, por ejercerse en nombre
del bienestar particular, deja de ser noble para convertirse en una forma
vulgar de empoderamiento.

                                                            
78
  SUAREZ Martín (1979) Para la formación del jefe. México: Biblioteca del Oficial Mexicano, Tomo 12, 
Pág. 18: “… La calidad de un ejército depende de la calidad de sus generales. A su vez, la calidad de los 
generales  depende  de  la  calidad  del  cuadro  de  oficiales  en  el  cual  se  han  formado  y  del  que  son  su 
producto más genuino …” 
79
 Carácter, carisma, desenvolvimiento, fortaleza, presencia, don de mando, etc. 

52 
Secretaría de la Defensa Nacional 
 

Si el que guía a otros para hacer algo, se destaca por ser virtuoso
en ese ámbito, entonces es de suponer que en unas fuerzas armadas
que se proyectan a su pueblo bajo la fortaleza de su ética, sus virtudes
militares y principios morales, los líderes militares de ese Ejército
deberán ser lógicamente los mejores en el ámbito ético80.

Lo anterior no solamente es lógico sino también necesario, pues


apelar todos los días a la abnegación u otras virtudes del soldado para
que cumpla sus deberes con la Patria, deja de surtir efecto en su
disposición al trabajo, si ese subordinado no observa coherencia entre
las palabras y las acciones de su superior:
 
Históricamente, los ejércitos que no protegen a su población
nacional, ni se mantienen en un cierto comportamiento moral de
probidad, desaparecen para dar lugar a nuevas fuerzas armadas.

La población mexicana exige integridad y compromiso en sus


soldados, por lo que sus líderes en todos los niveles, deberán ser los
primeros en demostrar sus virtudes morales en coherencia con su
condición jerárquica, pues a mayor grado mayor responsabilidad, pero
también mayor exigencia ética81.

La formación de liderazgo militar es esencial para el cumplimiento


de las misiones encomendadas, pues las decisiones importantes se dan
a menudo entre soluciones imperfectas y ante situaciones adversas, es
decir, cuando no hay tiempo para darse el lujo de reflexionar82.

El liderazgo militar es una acción individual, pero su razón de ser


(fundamento) y su propósito (fin) son colectivos: si el líder ha destacado
de entre los mejores, entonces su existencia implica un bien a los
subordinados, pues cualquier militar con uso de razón estará de
acuerdo en dejarse guiar por alguien que es mejor persona que uno
mismo.
                                                            
80
 SUAREZ Martín. Óp. Cit., Pág. 23: “… El jefe tendrá la autoridad moral a que debe aspirar, sólo si el 
carácter  que  exterioriza  ante  los  subordinados  para  exigir  de  ellos  un  proceder  ajustado  a  lo  que 
corresponde ha logrado, previamente, hacer un ejemplo de su propia conducta …” . 
81
  GOBIERNO  DE  LA  REPÚBLICA‐Diario  Oficial  de  la  Federación  (17  de  Octubre  de  2014)  Código  de 
conducta de las y los servidores públicos de la SEDENA. México. Apartado III (Valores específicos que 
deberá  observar  todo  el  personal  de  la  SEDENA);  Inciso  “M”  (Obligación  de  educar,  difundir  y 
capitalizar  el  conocimiento);  Subinciso  “a”  (Sentido),  que  a  la  letra  dice:  “…  Tienen  la  obligación  de 
educar, instruir y perfeccionar al personal subordinado, como una noble y elevada misión que la nación 
les ha encomendado …”. 
82
  MAJOR  Eduard.  La  educación  ética  de  los  líderes  de  las  fuerzas  armadas.  Artículo  contenido  en: 
Military Review (Tomo 69, Marzo‐abril 2014, Número 1), Ft. Leavenworth‐Kansas: U.S. ARMY.  Pág. 3. 

53 
 
Pensamiento militar mexicano 

El líder militar toma decisiones éticas muchas veces al día,


decisiones en cuyo veredicto va en riesgo su prestigio como justo, sabio
y prudente o todo lo contrario83. Es por lo anterior que el futuro líder
anticipadamente debe superar el miedo a tomar decisiones, a través del
ejercicio constante del mando, desde los primeros procesos formativos
de su juventud.

La edad es una cuestión importante a considerar en el desarrollo


del líder, pues mientras que en la juventud del militar prevalece la
fortaleza física sobre el conocimiento; a medida que pasan los años, el
ámbito intelectual debe prevalecer, acercando paulatinamente al líder
desde la acción operativa hacia lo propiamente contemplativo y
filosófico de la doctrina militar.

Preferiblemente el mando debe recaer en un líder ejemplar, mas


como la justicia, la sabiduría y la prudencia no son virtudes que se
adquieran sino por medio del ensayo y error a lo largo de muchos años;
entonces, cada militar proyectado hacia el devenir como futuro
comandante, deberá cultivar desde su juventud las virtudes propias del
líder ejemplar que pretende llegar a ser, paralelamente y en
congruencia con los deberes según la jerarquía y el cargo.

                                                            
83
 Óp. Cit. 

54 
Secretaría de la Defensa Nacional 
 

¿Cómo deben ser formados nuestros líderes militares?

P
or las características jerárquicas de las comunidades
militares, la formación castrense está determinada
verticalmente por la educación que ha sido planeada, destinada y
sistematizada exprofeso para sus generales, líderes o comandantes.

En menor medida y por analogía84 los métodos formativos


diseñados para el personal de arma influyen en la formación de
aquellos otros militares, que debido a su especialidad o servicio no
habrán de conducir operaciones, ni tendrán responsabilidad en la toma
de decisiones.

La educación destinada a los futuros líderes de cualquier


institución, es un aspecto primordial para mantener la fortaleza interna
de esa comunidad y proyectar su pensamiento o doctrina hacia las
nuevas generaciones a través de un proceso de renovación constante,
en cuyo fundamento prevalece una rigurosa selección de los mejores.

Doctum armorum85 o Doctor armorum86 es el nombre que los


antiguos romanos emplearon para designar al militar capaz de trasmitir
los saberes castrenses a la siguiente generación en virtud de su
carácter, experiencia y estudio.

En la palabra ductum venía añadida la cualidad del enseñante


como autoridad en la materia, de forma similar a lo que hoy en día
denominamos doctor en el ámbito académico. En el caso de las
legiones y escuelas de gladiadores, se trataba de un formador de
guerreros cuya erudición estaba respaldada por su experiencia
(experientia docet) 87.

                                                            
84
 Es decir por semejanza o parecido, aunque en realidad son distintos (Nota de los autores). 
85
  Secretaría  de  la  Defensa  Nacional  (2010)  Nociones  de  estrategia.  Tomo  II,  México.  E.M.D.N.,  pág. 
170, numeral 583. 
86
 MILNER  N. D.  (2001) Vegetius:  Epitome  of military Science. 2a.  Ed.,  Liverpool:  Liverpool University 
Press. En esta obra se afirma lo siguiente: “…The discipline of training was so strictly maintained by our 
ancestors that weapons instructors…” 
87
 BALBÁS Yeyo (2011) Pax romana. Barcelona, España: Roca editorial. En esta obra se indica que esa 
formación se impartía tanto a las Legiones como a las Escuelas de gladiadores. 

55 
 
Pensamiento militar mexicano 

La palabra Doctum se traduce como Doctor, pero no se refiere


necesariamente al grado académico, sino a su virtud enseñar, es decir,
como potestad de quien es docto en la materia88. Del concepto doctrina
se desprende la palabra doceo (docencia) pero también docet o docere
(docente); de tal modo que los antiguos concluían que “Sólo puede
hablarse de una auténtica docencia, cuando un docente -docto en
la materia-, enseña una cierta doctrina”. Debajo de ese nivel sólo
puede haber capacitación y conocimiento de datos dispersos.

Sin embargo, para que el proceso se complete se requiere de un


receptor dispuesto a querer conocer: Los antiguos lo nombraron Dicere,
es decir discípulo o discente, cuyas virtudes exigidas para aprender
deben ser la disciplina y la docilidad89 incluso por encima de las
capacidades intelectuales.

La explicación anterior demuestra que el parecido fonético de


estos términos no es un juego de palabras ni tampoco coincidencia.
Todo lo contrario: Los conceptos Docente-Doctrina-Doctor-Docencia
están vinculados en su origen y empleo, del mismo modo que los
conceptos Dicente-Discípulo-Disciplina-Docilidad.

La doctrina de cualquier institución, incluida la doctrina de un


ejército, es una cierta visión de mundo: Un todo ordenado que explica a
sus integrantes las causas, medios y propósitos de su labor, al mismo
tiempo que les genera sentido de pertenencia. Esa doctrina está
respaldada por una ética y un cuerpo de leyes, pero también por una
filosofía educativa específica.

En el ámbito militar, La filosofía educativa de los ejércitos precisa


la ruta profesional destinada para aquellos que en el futuro quedarán a
cargo de la Institución. Se trata de un ideal formativo que reúne
cualidades intelectuales, éticas, físicas y ciertos rasgos de la
personalidad y el carácter, necesarios para conducir a los soldados.

                                                            
88
 En la antigua iglesia cristiana, muy cercana al mundo romano, denominaron Doctores de la Iglesia a 
quienes  con  su  erudición  y  probidad  moral  defendieron  y  sistematizaron  la  doctrina  (Nota  de  los 
autores). 
89
  Es  por  ello  es  que  hoy  empleamos  la  palabra  disciplina  tanto  para  referirnos  al  rigor  impuesto  al 
estudiar  por  parte  del  alumno,  como  al  nombrar la  materia  que  se  estudia.  Por  ejemplo  al  decir:  La 
ética es una disciplina filosófica. 

56 
Secretaría de la Defensa Nacional 
 

Por tratarse de la existencia y continuidad de la institución misma,


ninguna fuerza armada puede prescindir de un proceso sistematizado
que tenga como fin la identificación, formación y designación de sus
futuros líderes militares.

Durante la formación del cadete destinado a las armas, conviene


no olvidar que las asignaturas de todo el plan de estudios, deben estar
ordenadas en torno al don de mando y liderazgo como eje primordial.
Esto no significa que el resto de materias sean secundarias en cuanto a
importancia, sino que al tratarse de la formación de los líderes futuros,
todos esos saberes tienen como único propósito, servir de bagaje para
la toma de decisiones responsables en el ejercicio del mando, siendo
ésta una prerrogativa que no recae en los servicios.

Un adoctrinamiento riguroso para el futuro líder, implica


ejercitarse paulatinamente en el mando a su respectivo nivel. Estos
ejercicios han de estar respaldados por el autoconocimiento de sus
propias virtudes y vicios.

Al cadete no debe determinársele por su origen y apariencia… Ni


tampoco diciéndole que es inferior, incapaz, tonto, etc., o cualquier otro
tipo de afrenta verbal o física: Pues si el carácter del cadete aún no es
firme termina creyéndolo y entonces se repliega en la inseguridad y el
anonimato, sofocando para siempre las aptitudes que tenía para
convertirse en un buen líder militar.

La audacia para cumplir con la misión es esencial en la formación


de los futuros líderes militares, por lo que debe promoverse desde los
primeros años, siempre y cuando se practique mediante ejercicios que
no contradigan la ética militar, la dignidad del cadete, ni tampoco
nuestras Leyes y Reglamentos; pues de lo contrario, el militar en
formación caerá en un contrasentido lógico que chocará con la teoría y
en un dilema ético por oposición a la conducta esperada en un soldado
íntegro. Ambos aspectos son negativos y deben evitarse pues ponen en
riesgo el orgullo y sentido de pertenencia.

El desempeño del instructor como ideal a seguir es de capital


importancia en el éxito o fracaso respecto de la formación de los futuros
líderes. Por tanto, conviene que los mejores instructores pongan en
práctica un discipulado dirigido a los cadetes que demuestren mayores
virtudes, para que a su vez éstos sean proyectados como líderes.

57 
 
Pensamiento militar mexicano 

Este ejercicio en el que las figuras de superior y subordinado se


complementan con las de mentor y discípulo, deberá ser constante
durante toda la trayectoria del militar: De los Generales hacia los Jefes,
de los Jefes hacia los Capitanes y de éstos hacia los Oficiales
subordinados, para así nutrir la doctrina en todos los niveles con los
más destacados elementos de nuestro Ejército.

Motivación para ingresar y motivación de permanencia a las


fuerzas armadas son cosas distintas; pero si éstas no se complementan
como una sola, podemos provocar que alguien que posee la vocación
militar y tenga los atributos necesarios para convertirse en líder se
marche por desilusión.

Una excelente síntesis de los aspectos que influyen en la


formación de líderes militares, la encontramos en la obra de los autores
norteamericanos Penington, Hough, y Case, traducida al castellano bajo
el título de Psicología del mando militar90. A continuación se exponen
una serie de preceptos adaptados a nuestros conceptos doctrinarios,
que según los autores, influyen en el liderazgo militar:

No existe ni ha existido nunca el líder ideal: Si se preguntara


sobre las cualidades que definen el don de mando y el liderazgo tendría
que enlistarse lo mejor de la naturaleza humana, pero nadie reúne
tantos atributos: Bastan las virtudes necesarias para que sus hombres
lo estimen, lo respeten, tengan fe en él y en consecuencia lo sigan.

Aprender a nadar nadando: Cualquier texto de liderazgo militar


sirve de poco sin experiencia práctica. Es necesario empezar a ejercer
el mando desde joven, superando el miedo natural a tomar decisiones.

El ideal despierta el entusiasmo: Los oficiales de arma deben


visualizarse hacia el futuro como los líderes del Ejército, de tal suerte
que para evitar improvisar y fracasar, deberán prepararse desde muy
jóvenes en los ámbitos necesarios.

                                                            
90
  PENINGTON,  L.A.,  HOUGH,  R.B.  y  CASE,  (1946)  La  psicología  del  mando  militar.  México:  Estado 
Mayor de la Sría. de la Defensa Nacional. 

58 
Secretaría de la Defensa Nacional 
 

La personalidad del líder es naturalmente dinámica: Un carácter


tibio y reservado es terreno infértil para cultivar líderes, pues ningún
cobarde es apreciado en una comunidad de varones. En el caso del
líder militar, éste deberá ser digno, resuelto y enérgico para inspirar a
sus hombres a la acción. Por ello, debe mostrar que él mismo está
convencido de la causa por la cual combate, para así contagiar de su
sed de victoria.

No bastan las cualidades personales pues los líderes militares


requieren de estudio, adiestramiento y experiencia para ser eficaces: El
líder es el producto de su experiencia y capacidad para aprender. (La
capacidad intelectual sola no hace al líder, como tampoco la experiencia
sin meditación.

Inteligencia mediana para el mando: Para el liderazgo militar se


requiere de personas de inteligencia promedio, pues los genios son
escasos y suelen ser personas de difícil trato.

El liderazgo es sistemático: El líder militar necesita conocer los


sistemas acertados y erróneos probados previamente en el trato con los
soldados. El líder debe poseer un conocimiento de la naturaleza
humana en general y de sus hombres ante todo, pues el liderazgo se
percibe cualitativamente por su influencia o efectos en los
subordinados, ya sea ante un grupo numeroso o dirigiéndose a uno solo
de sus soldados.

El líder debe acrecentar su eficacia en el gobierno de los hombres


partiendo del auto mejoramiento constante: Ayuda mucho observar a
sus líderes superiores para tratar de imitarlos hasta crear su propio
estilo y acercarse a los líderes más antiguos en búsqueda de
orientación y consejo.

El liderazgo es siempre selectivo: El líder -formador de otros


líderes-, debe identificar a los subordinados que sobresalen y revisar
sus expedientes: Si tuvo cargos de mando como civil puede facilitársele
el liderazgo militar. Los buenos líderes tienen siempre gran demanda,
inclusive más allá de las actividades operativas, por lo que los
comandantes deben procurar tener disponibles uno o más de ellos en
todo momento.

59 
 
Pensamiento militar mexicano 

El buen líder identifica el talento individual de otros líderes


subalternos a través de un acercamiento prudente y sin interferir: De
esa identificación de destrezas el líder posiciona a los líderes
subalternos en cargos donde puedan desarrollar sus capacidades, lo
cual propicia el éxito personal y de la unidad91.

En nuestro Ejército y Fuerza Aérea Mexicanos, el ideal máximo al


que han de aspirar los oficiales de arma deberá ser el ejercicio de un
Liderazgo estratégico, en el que la dirección de dos fuerzas armadas,
se alterna armónicamente con el ejercicio eficiente del cargo en su
papel como actor político. Es éste el más alto liderazgo ejercido por un
militar profesional, que en nuestro país se encarna en la figura del
Secretario de la Defensa Nacional.

Para finalizar, es prioritario reconocer que por la dinámica


altamente cambiante y competitiva de los tiempos actuales, en todo el
mundo se exige a los líderes militares estándares de alto nivel, para
poder estar siempre preparados ante lo inesperado. En la actual
doctrina militar estadounidense por ejemplo, se considera esencial para
la formación de capitanes del ejército “…Desarrollar pensadores críticos
y creativos que sean los suficientemente ágiles y adaptables para lidiar
con problemas complejos...” 92

                                                            
91
 KEY‐ROBERTS Melinda. La teoría del liderazgo basado en los puntos fuertes y el desarrollo de lìderes 
subalternos.  Artículo  contenido  en:  Military  Review  (Tomo  69,  Mayo‐agosto  2014,  Número  3),  Ft. 
Leavenworth‐Kansas: U.S. ARMY.  Págs. 14‐16. 
92
  BEURSKENS  Keith  (Tte.  Coronel  Ret.)  El  carácter  crítico  de  la  capacitación  de  capitanes.  Artículo 
contenido en: Military Review (Tomo 69, Mayo‐agosto 2014, Número 3), Ft. Leavenworth‐Kansas: U.S. 
ARMY.  Pág. 48. 

60 
Secretaría de la Defensa Nacional 
 

61 
 
Pensamiento militar mexicano 

62 
Secretaría de la Defensa Nacional 

III Referencias bibliográficas

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*** 

 
IV          C O N T E N I D O 
 
 

T í t u l o  P á g i n a
 

Presentación  I 
Introducción  II 
 

¿Qué es y para qué sirve la filosofía?  1 
¿Cuál es la filosofía del Ejército y Fuerza Aérea Mexicanos?  4 

¿Qué es educación?  9 
¿Cómo se define la Educación Militar?  12 
¿En la vida del militar, qué importancia tienen la educación y la 
cultura?  
15 

¿Qué es ética?  18 
¿Qué es moral?  20 

¿Qué es Ética militar?  23 

¿Qué son las virtudes?  26 
¿Qué son las virtudes cardinales?  29 
 

 
 

T í t u l o  P á g i n a
 

¿Qué son los valores y las virtudes militares?   32 
¿Cuáles son los valores y las virtudes militares del Ejército y 
Fuerza Aérea Mexicanos?  35 
 
¿Qué importancia tienen el Patriotismo y el Honor en la vida del 
militar? 
40 

¿Cuáles son los deberes comunes a todos los militares?  43 
¿Por qué es importante para el militar vivir en una familia con 
principios éticos? 
46 
¿Cuál es la relación entre la ética y el liderazgo en el ámbito 
militar? 
51 

¿Cómo deben ser formados nuestros líderes militares?  55 
 

Referencias bibliográficas  III 
índice  IV 
 

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