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OBJETIVOS.
En este capíítulo tratamos de abordar la gestioí n de los Recursos Humanos en las organizaciones
empresariales, en el convencimiento de que el principal activo de las empresas y
fundamentalmente en las organizaciones sanitarias, es su personal. Para ello
conceptualizaremos la organizacioí n como un conjunto de partes interrelacionadas, para a partir
de ahíí establecer los programas baí sicos en gestioí n de Recursos Humanos, centraí ndonos en
aquellos programas considerados mas relevantes como la seleccioí n de personal, definicioí n de
puestos de trabajo y funciones para pasar a analizar coí mo podemos obtener un mayor
rendimiento de nuestros recursos a traveí s de la motivacioí n y coí mo definir la funcioí n de
direccioí n en relacioí n al liderazgo.
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INDICE
Conceptualizacioí n de la Organizacioí n
Programas baí sicos en Gestioí n de Recursos Humanos
Seleccioí n de Personal
Proceso de seleccioí n
Anaí lisis y definicioí n de los puestos de trabajo
Reclutamiento
Incorporacioí n
Delegacioí n de funciones
Motivacioí n
Tipos de motivacioí n
Estudios y teoríía sobre la motivacioí n
Coí mo motivar a nuestro personal
La funcioí n de liderazgo
INTRODUCCIÓN.-
Las organizaciones estaí n compuestas de personas o grupos, en vistas a conseguir ciertos fines y
objetivos, por medio de funciones diferenciadas que se procura que esteí n racionalmente
coordinadas y dirigidas. Seguí n Mintzberg, toda actividad humana organizada (un hospital, una
consulta, una intervencioí n quiruí rgica, etc.) Plantea dos requisitos a la vez fundamentales y
opuestos: La DIVISIOÓ N DEL TRABAJO en distintas tareas que deben desempenñ arse, y la
COORDINACIOÓ N de las mismas.
Ahora bien, junto a las personas y las tareas que se desarrollan en la organizacioí n es preciso
tener en cuenta otras dos dimensiones esenciales. La tecnologíía necesaria para desarrollar las
actividades y conseguir los fines (suma de meí todos e instrumentos utilizados para realizar las
tareas) y la estructura organizacional, que puede definirse simplemente como el conjunto de
todas las formas en que se divide el trabajo en tareas distintas, consiguiendo la coordinacioí n de
las mismas, con el fin de alcanzar los objetivos.
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Leavitt, senñ ala que la organizacioí n debe ser conceptualizada como un conjunto de partes inter
relacionadas, en las que todas las partes interactuan entre síí y ofrecen retroalimentacioí n de su
interaccioí n unas a otras.
ORGANIZACIÓN
Estructura
Funciones,
ENTORNO Tecnología
tareas
Personas
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PROGRAMAS BÁSICOS EN GESTIÓN DE RR.HH.
Para que eí sta se pueda conseguir tendremos que definir los programas baí sicos de Recursos
Humanos, que han de contemplar las relaciones del individuo y la organizacioí n en su totalidad,
eí stos pueden agrupar los siguientes aspectos:
c) Formacioí n y desarrollo de personal con el fin de preparar a las personas para desarrollar
adecuadamente sus tareas y para asumir nuevas tareas y funciones.
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h) Consideracioí n de los aspectos del Entorno que influyen o determinan los
comportamientos y el rendimiento del personal de la organizacioí n, como los sindicatos,
el mercado de trabajo, las disposiciones legales, etc.
SELECCIÓN DE PERSONAL.
La seleccioí n se define como un procedimiento para encontrar la persona que cubra el puesto
adecuado a un coste tambieí n adecuado. Por tanto, la seleccioí n de personal significa elegir una
persona entre otras. Esta eleccioí n no implica elegir al mejor, sino a aquella persona cuyo perfil se
adecue mejor a las necesidades actuales y futuras de su trabajo en un determinado ambiente.
La persona seleccionada no solo tendraí que realizar una tarea precisa, sino que deberaí
integrarse en un entorno, en un clima laboral y encajar con los companñ eros, con los clientes, con
la direccioí n asíí como con la cultura de la empresa, ya que de todo esto va a depender la eficacia
con que se desarrollaraí su funcioí n. De ahíí que sea mas conveniente emplear el teí rmino candidato
adecuado para un puesto y no el mejor.
PROCESO DE SELECCIÓN.
Una buena seleccioí n de personal necesita la realizacioí n de un proceso que conlleva cuatro fases
diferenciadas: Anaí lisis de necesidades y definicioí n de puestos de trabajo, Reclutamiento,
Seleccioí n e Incorporacioí n.
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niveles de formacioí n, habilidad, experiencia, esfuerzos que son precisos y la responsabilidad que
se exige a quieí n lo desempenñ a en el marco de unas determinadas condiciones ambientales.
Por anaí lisis de las cargas de trabajo se entiende un conjunto de metodologíías que facilitan el
estudio sistemaí tico de las funciones, tareas y actividades elementales que se desarrollan en una
unidad organizativa concreta, asignando de forma objetiva unos tiempos unitarios medios a cada
una de ellas.
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calendario laboral, vacaciones
Para realizar un anaí lisis de puesto y de cargas de trabajo, es uí til seguir un guioí n a modo de
cuestionario, que impida olvidar alguno de los aspectos a tratar.
RECLUTAMIENTO.
Podemos definir el reclutamiento como el proceso mediante el cual una organizacioí n trata de
detectar empleados potenciales que cumplan los requisitos adecuados para realizar un
determinado trabajo y atraerlos en nuí mero suficiente para que sea posible una posterior
seleccioí n de algunos de ellos, en funcioí n de las exigencias del trabajo y las caracteríísticas de los
candidatos.
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puesto. La promocioí n supone un cambio en sentido vertical, un ascenso en la estructura
jeraí rquica.
Entre las fuentes de reclutamiento externo destacan: Los archivos de candidatos, las
recomendaciones de empleados, los colegios profesionales, contacto con universidades y centros
de formacioí n profesional, oficina de empleo, empresas consultoras, anuncios en prensa, anuncios
en nuevos soportes (videotexto), etc.
Las ventajas inherentes a este tipo de reclutamiento radican en que el grupo de posibles
candidatos es mayor. Otra ventaja importante reside en que los individuos que provienen del
exterior puedan aportar nuevas ideas que faciliten la innovacioí n. Las desventajas residen,
fundamentalmente, en que es mas difíícil atraer, contactar y evaluar candidatos.
SELECCIÓN.
Una vez que se dispone de un nuí mero suficiente de candidatos, convenientemente informados e
interesados por la oferta y proyecto se inicia la seleccioí n de los mismos. El objetivo de la
seleccioí n seraí conocer a los candidatos, recoger, analizar y comprobar toda la informacioí n que se
haya considerado necesaria para discriminar y predecir el eí xito en el desempenñ o del puesto y su
integracioí n en la empresa.
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Conocimiento y capacitacioí n profesionales Pruebas y exaí menes profesionales.
especííficos. Ejercicios de simulacioí n.
INCORPORACIÓN.
La incorporacioí n es la uí ltima etapa de la seleccioí n. Hay que destacar que el proceso no ha
terminado y que aquíí se inicia otra fase importante del mismo. El recieí n incorporado va a iniciar
su desarrollo en la empresa y los comienzos suelen ser difííciles y crííticos.
La acogida debe estar prevista y organizada, articulada a modo de ejemplo de la forma siguiente:
Recibir al candidato de una manera adecuada, con un buen clima de acogida y
receptividad en la organizacioí n.
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Orientar al incorporado en todos aquellos aspectos propios de la empresa,
relativos a coí mo desenvolverse dentro de ella, cultura, servicios y estilo de
relaciones.
DELEGACIÓN DE FUNCIONES.
En primer lugar cabríía preguntarse que es la delegación. En mi opinioí n es simplemente “ceder
la responsabilidad y autoridad requerida para llevar a cabo una tarea o una funcioí n sin renunciar
a la responsabilidad final”. Por tanto, aquíí cabríía expresar una maí xima en organizacioí n y
direccioí n: Se delega autoridad nunca responsabilidad final.
5. Incremento de la motivacioí n y
rendimiento de los subordinados.
6. Incremento de la responsabilidad y
capacitacioí n de los subordinados.
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2. Oportunidad de experimentar eí xito y
autonomíía (autoestima).
PARA EL QUE LE SABEN DELEGAR
EFICAZMENTE. 3. Oportunidad de ser visible dentro de la
organizacioí n (posibilidad de promocioí n
1. Oportunidad de desarrollar habilidades profesional).
y recursos para aprender a hacer las
cosas bien. (autoconfianza). 4. oportunidad de experimentar nuevos
retos (disfrutar con el trabajo).
Determinar objetivos realistas, medibles y de dificultad moderada (ni muy faí ciles ni muy
difííciles).
Preparar a los subordinados con suficiente antelacioí n antes de delegarles trabajos de mayor
envergadura.
Ser raí pido en el elogio, lento en la críítica y -por todos los medios- intereí sese por conocer los
resultados.
Dejar que los demaí s muestren su valíía sin atribuirse uno mismo el meí rito, lo cual es una de las
dimensiones maí s sutiles del liderazgo.
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1.- Sobrecarga de los directivos y mandos.
MOTIVACIÓN.
Sin lugar a dudas se puede afirmar que el principal activo de las organizaciones sanitarias son
los empleados, lo que realmente facilita la eficacia y el rendimiento en las mismas es el factor
humano, mas que el teí cnico o el estructural.
Efectivamente, los motores de las organizaciones son las personas que trabajan y auí n con la
presencia de grandes conocimientos y una buena organizacioí n, sin motivacioí n en las personas,
no es posible analizar de manera oí ptima la produccioí n. Posiblemente el mejor sííntoma de que
una organizacioí n va bien, estaí en la observacioí n de que su gente esteí realmente motivada,
evidentemente coexionada con un buen soporte teí cnico y una estructura soporte de la
organizacioí n.
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Empleado Empresa
- Conocimientos - Técnica
- Necesidades personales - Eficacia
- Experiencia Querer - Carrera profesional
- Personalidad - Relaciones
- Valores - Recursos
- Etc. - Etc.
Saber Poder
Rendimiento
Seguí n vemos en el graí fico, el individuo con sus necesidades (dinero, reconocimiento, afectividad,
etc.) y sus conocimientos (formacioí n y experiencia) interacciona con la organizacioí n para dar lo
que posee en el trabajo y recibir de eí sta lo que necesita (dinero, carrera, etc.); lo opuesto le
sucede a la organizacioí n, proporciona incentivos y necesita de reconocimientos y esfuerzo.
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Asíí, la variable motivacioí n se situí a entre el saber y el poder. Este breve anaí lisis nos lleva a que en
toda organizacioí n existen tres subsistemas unidos: COMPETENCIA TÉCNICA - SISTEMA DE
INCENTIVOS - PODER Y DELEGACIÓN.
Al abordar la temaí tica de la motivacioí n, una de las primeras cuestiones que nos tenemos que
plantear es, loí gicamente, la de su definicioí n.
Si nos situamos en el aí mbito etimoloí gico, el teí rmino proviene del latíín mover que significa
mover, de ahíí que implique accioí n, dinamicidad, pero tambieí n supone una reaccioí n ante algo.
Desde una perspectiva organizacional, en nuestra opinioí n el teí rmino motivacioí n responde a
todos los interrogantes sobre el “por queí ” un individuo trabaja o, en general, se comporta de una
determinada forma, o responde a unos determinados estíímulos y no a otros de entre los que se
le presentan. La persona cuando manifiesta una conducta lo hace debido a un” por queí ”, lo hace
motivado por algo.
La motivacioí n se entiende en este caso, como el grado de atraccioí n o intereí s (motivos) que el
trabajo genera en la persona que lo realiza. Mientras mas alta sea esta atraccioí n mayor seraí el
compromiso del trabajador y su moral de trabajo, lo cual conlleva mayor productividad y mejores
beneficios para la empresa (metas).
Estos motivos pueden ser de naturaleza tangible o intangible. Si pueden materializarse reciben
el nombre de INCENTIVOS. Todos estos motivos tienden a su vez a una meta u objetivo.
TIPOS DE MOTIVACIÓN.-
Como hemos senñ alado en el proceso motivacional son factores relevantes los objetivos o las
metas hacia los que se dirige el comportamiento motivado. Por otra parte, la teoríía del
condicionamiento operante insiste en las recompensas o los refuerzos como la variable central
del proceso motivacional.
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La Motivación Extrínseca estaí provocada por recompensas e incentivos que son
independientes de la propia actividad que el sujeto realiza para conseguirlos, y cuyo control
depende de personas externas al propio sujeto que realiza la actividad.
Una diferencia entre ambos tipos de motivacioí n puede establecerse al senñ alar que la motivacioí n
intríínseca impulsa a hacer lo que realmente queremos hacer, mientras que la motivacioí n
extríínseca nos lleva a hacer determinadas actividades, porque asíí podemos cubrir una serie de
necesidades mediante las compensaciones que obtenemos a cambio.
Entre las recompensas de tipo externo estaí n las recompensas econoí micas como el salario u otros
beneficios, la mejora de las condiciones de trabajo, las alabanzas y felicitaciones, las promociones
y ascensos y otro tipo de ventajas y compensaciones que ofrece la empresa con el fin de
incentivar el rendimiento de los empleados y aumentar su satisfaccioí n.
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ESTUDIOS Y TEORÍAS SOBRE LA MOTIVACIÓN.-
Existen infinidad de estudios y teoríías sobre motivacioí n, trataremos de realizar un pequenñ o
resumen de los maí s claí sicos. Dentro de eí stos existen dos modelos: a) el Modelo Tradicional o del
Taylorismo y b) el Modelo de Relaciones Humanas.
Autorrealización
Estimas
Afiliación
Seguridad
Fisiológicas
Estas necesidades se disponen jeraí rquicamente seguí n su capacidad para motivar la conducta.
Senñ ala que una necesidad es muy importante hasta el momento en que es satisfecha. Una vez que
la necesidad es satisfecha, la siguiente mas alta se convierte en predominante. Soí lo cuando se
esta privado de algo, puede emplearse esta carencia como incentivo.
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Necesidades Fisiológicas:
Teoí ricas: alimentacioí n, descanso, bebida, sexo, etc.
Aplicadas: Salario, vacaciones, condiciones de haí bitat en el trabajo, etc.
Necesidades de Seguridad:
Teoí ricas: proteccioí n y estabilidad.
Aplicadas: seguridad en el trabajo, jubilacioí n, seguros, pensiones, etc.
Necesidades de Estima:
Teoí ricas: reconocimiento, aprecio, confianza en síí mismo.
Aplicadas: tíítulos, poder, premios, promocioí n, reconocimientos, etc.
Necesidades de Autorrealización:
Teoí ricas: Alcanzar el autodesarrollo y el propio potencial.
Aplicadas: Hacer trabajos creativos, desarrollar habilidades, etc.
La Teoría X.- De acuerdo con este sistema, la hipoí tesis sobre el comportamiento son las
siguientes: los hombres se ven obligados a trabajar y no les gusta el trabajo. Evitan las
responsabilidades, no tienen ambicioí n y tratan por encima de todo de preservar su seguridad.
No les gusta cambiar. Tienen necesidades de unas directrices estrictas. Tienen necesidad de ser
controlados y castigados.
La sancioí n negativa permite obtener de las personas el esfuerzo necesario para alcanzar los
objetivos.
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Teniendo en cuenta esta teoríía, la Organizacioí n debe ser apremiante y coactiva, poniendo en
funcionamiento:
La Teoría Y.- Opuesta totalmente a la teoríía X, parte de las hipoí tesis siguientes: El esfuerzo fíísico
e intelectual en el trabajo es natural, tanto como lo son las actividades de diversioí n, tiempo libre
y reposo. Las personas quieren alcanzar objetivos y tratan de tomar iniciativas y ejercer
autocontrol.
Con frecuencia, la geste es capaz de usar imaginacioí n y creatividad para la resolucioí n de los
problemas. A la geste le gusta tener responsabilidades y trata de asumirlas en contextos
razonables.
De acuerdo con esta hipoí tesis, la organizacioí n y la direccioí n deben poner en funcionamiento:
Necesidades Higiénicas, que tienen su origen en la naturaleza bioloí gica del hombre, que por
instinto evita o trata de evitar cualquier danñ o del exterior. Estas necesidades cuando no se
cumplen por regla general, producen insatisfaccioí n. En cambio, si se cumplen no tienen por que
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dar una satisfaccioí n . Aplicadas al mundo del trabajo, seríían : la retribucioí n, la seguridad en el
puesto, condiciones fíísicas y ambientales del trabajo, etc.
Vroom, uno de los precursores de estas teoríías, indica que una persona se encuentra motivada
para desarrollar una serie de actividades que le permitan alcanzar una meta, si valora
suficientemente esa meta, y si percibe que tales actividades le facilitan alcanzarla.
Consecuentemente, el grado de motivacioí n que presenta una persona para llevar a cabo una
determinada actividad, estaí en funcioí n del valor que asigne al resultado de sus esfuerzos.
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CÓMO MOTIVAR A NUESTRO PERSONAL.-
Creemos que no existe diagnoí stico claro y por tanto no hay recetas que nos permitan concluir
que las personas responderaí n positivamente a unas determinadas actuaciones, porque una parte
de la motivacioí n de los individuos va ligada a la relacioí n personal que se establece, y depende de
la valoracioí n y aceptacioí n mutua que se desarrolle entre ambos y porque, la motivacioí n humana
es resultante de otros muchos factores personales, organizacionales, familiares y sociales que
inciden en la conducta humana. Sin embargo, podemos indicar que hay actuaciones que
favorecen mas que otras la motivacioí n de los colaboradores; indicaremos de forma resumida
algunas de ellas:
Confianza. Creer que las personas son capaces de hacer las cosas bien antes de que nos
lo demuestren. Es fiarse de su capacidad, de sus cualidades en el nivel en que las poseen
y esperar que se vayan desarrollando.
El clima de confianza no significa pasar por alto los fallos o que se deí ausencia de control.
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Exigencia. Cuando se confíía y se cree en las personas se estaí seguro de que llevaraí n a
cabo su tarea de la mejor manera posible y se les exige lo mejor de síí mismos. Se trata de
mantener con las personas expectativas realíísticamente altas sobre los resultados de su
accioí n y comunicaí rselo.
Respeto y Lealtad. El respeto mutuo supone al menos tratar a los demaí s como
esperamos que nos traten a nosotros. El respeto supone lealtad y por tanto, ser honesto
con la otra persona.
Disponibilidad. Un jefe no accesible, que mantiene las distancias, que siempre estaí tan
ocupado que no tiene tiempo para hablar con su gente, que obliga a los colaboradores a
que vayan a eí l y no va eí l donde estaí n ellos, demuestra poco intereí s por las personas o
una actitud defensiva. Estar lo suficientemente cerca de los colaboradores para poder
detectar el problema antes de que haga crisis.
Imparcialidad y Justicia.
Coherencia. Es mas importante para nuestros colaboradores lo que hacemos que lo que
decimos. Si ellos detectan que nuestra conducta no apoya nuestras ideas por muy
correctas que eí stas sean, nos catalogaraí n por nuestros actos. Es importante que sea
nuestra conducta la que vaya por delante y no exista diferencia entre lo que nosotros
hacemos y lo que pedimos a los demaí s que hagan.
Reconocimiento. Si hay alguí n factor que mueva las personas a ilusionarse con lo que
hacen, es el detectar que las personas de las que dependen reconocen sus esfuerzos y los
estiman.
Despertar entusiasmo. Ser capaz de ilusionar a las personas con retos laborales
difííciles, pero asequibles, transmitir confianza en la consecucioí n de los resultados,
animar cuando el colaborador se hunde o fracasa, hacer sentir el orgullo y la satisfaccioí n
de estar trabajando en algo que merece la pena, son cualidades del dirigente que sabe
motivar.
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LA FUNCIÓN DE LIDERAZGO.-
El liderazgo debe ser entendido como una clase de influencia mediante la que se puede lograr
que los miembros de una organizacioí n colaboren voluntariamente y con entusiasmo en el logro
de los objetivos organizativos. La persona que ejerce este tipo de poder es el lííder.
El lííder es por tanto, una persona a quien le es posible influir en las actitudes y opiniones de los
miembros de un colectivo, ademaí s de influir en sus decisiones, sin que por ello tenga que estar
dotado de autoridad formal.
Resumiendo, podrííamos decir que liderazgo supone, coordinar, dirigir y en definitiva “hacer que
otros hagan” marcando la pauta de forma armoí nica y con el míínimo esfuerzo para el grupo.
Examinando la literatura cientíífica, hemos encontrado que el lííder se le puede concebir como la
persona que puede desempenñ ar las siguientes catorce funciones:
El lííder como ejecutor de decisiones
El lííder como planificador
El lííder como persona que fija la políítica
El lííder como experto
El lííder como representante ante el exterior
El lííder como aí rbitro interno
El lííder como juez que imparte premios y castigos
El lííder como juez y mediador
El lííder como modelo
El lííder como síímbolo de la organizacioí n
El lííder como representante de la responsabilidad
El lííder como determinante de la ideologíía
El lííder como figura paterna
El lííder como cabeza de turco.
Independientemente de estas catorce funciones distintas, entendemos que el papel que se asigna
a quien ejerce de lííder en una organizacioí n se puede concretar a traveí s de cuatro actividades
esenciales, que debe desempenñ ar para que su funcioí n sea realmente eficaz:
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1.- Fijar la orientación básica de la empresa. Esta actividad del liderazgo supone crear
estrategias claramente articuladas y faí cilmente comprensibles que describen un negocio,
la tecnologíía o una cultura corporativa en teí rminos de lo que deberíía llegar a ser la
empresa.
Para ello, el lííder tendraí que transmitir al resto de los integrantes un determinado
espííritu de trabajo encaminado hacia la excelencia y respetuoso con el comportamiento
eí tico.
4.- Gestión de las Presiones políticas. Las organizaciones suelen verse sometidas a ciertas
presiones polííticas, procedentes de distintos grupos; accionistas, trabajadores,
proveedores, clientes, organismos puí blicos, etc. que tratan de limitar su actuacioí n. Un
lííder debe conocer quienes son y como piensan las personas decisivas, cuales son las
posibles alianzas que se formen o se puedan formar y en queí direccioí n se orienta cada
problema concreto. Las habilidades polííticas, tendentes a la negociacioí n y a la buí squeda
del consenso, son caracteríísticas deseables para quien tiene la responsabilidad de liderar
una organizacioí n.
Se ha analizado en este capíítulo los aspectos mas relevantes en la gestioí n de los Recursos
Humanos, en la organizacioí n como herramientas a utilizar en la empresa en buí squeda de una
mayor eficiencia en la utilizacioí n de recursos.
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En la introduccioí n de este capíítulo se ha destacado la conceptualizacioí n de la empresa,
destacando la interrelacioí n que se produce entre estructura, personas, tecnologíía, y funciones y
tareas y todo ello en funcioí n del entorno donde actuí an.
Se han establecido los programas baí sicos en gestioí n de Recursos Humanos, a desarrollar en la
empresa; Planificación, Selección, Formación, Evaluación, Motivación, Liderazgo, Aspectos
Organizacionales y Consideración de los Aspectos del Entorno.
Se ha realizado un pequenñ o anaí lisis sobre la Delegación, entendida esta como la accioí n de
“ceder la responsabilidad y autoridad requerida para llevar a cabo una tarea o funcioí n sin
renunciar a la responsabilidad final” y se han establecido las ventajas de la delegacioí n asíí como
sus claves.
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Concluimos este capíítulo planteando algunas ideas para reflexionar sobre la Función de
Liderazgo, entendiendo eí ste como una clase de influencias mediante la que se puede lograr que
los miembros de una organizacioí n colaboren voluntariamente y con entusiasmo en el logro de
los objetivos organizativos. Para ello, indicaí bamos las cuatro actividades esenciales que un
directivo debe desempenñ ar para que su funcioí n sea realmente eficaz: Orientación básica de la
empresa, Diseño de la organización, Inculcar cultura en la organización y Gestión de las
presiones políticas.
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BIBLIOGRAFÍA.-
Este es un amplio estudio de dos voluí menes donde el profesor Joseí M. Peiro realiza un extenso
anaí lisis sobre las principales herramientas en gestioí n de RR.HH., a traveí s del estudio de las
distintas corrientes cientííficas, aportando al mismo tiempo sus propias conceptualizaciones.
Este es un pequenñ o manual, pero muy praí ctico donde se indican todos los pasos a seguir en el
proceso de seleccioí n de personal.
Apuntes del Master de Alta Direccioí n donde se desarrollan todos los aspectos a tener en cuenta
en el anaí lisis y aplicacioí n praí ctica de la Funcioí n Directiva.
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