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Espacio de probabilidad
1.1. Causalidad y aleatoriedad A cualquiera que preguntemos cuanto
tiempo tardaríamos en recorrer los 350 kilómetros que separan Lima de
Huancayo, si nos desplazamos con velocidad constante de 100 kms/hora,
nos contestar ‘a sin dudar que 3 horas y media. Su actitud sería muy
distinta si, previamente a su lanzamiento, le preguntamos por la cara que
nos mostrar ‘a un dado. Se trata de dos fenómenos de naturaleza bien
distinta, el primero pertenece a los que podemos denominar
deterministas, aquellos en los que la relación causa-efecto aparece
perfectamente determinada. En nuestro caso concreto, la conocida
ecuación e = v · t, describe dicha relación, el segundo pertenece a la
categoría de los que denominamos aleatorios, que se caracterizan porque
aun repitiendo en las mismas condiciones el experimento que lo produce,
el resultado variar ‘a de una repetición a otra dentro de un conjunto de
posibles resultados. La Teoría de la Probabilidad pretende emular el
trabajo que los físicos y, en general, los científicos experimentales han
llevado a cabo. Para entender esta afirmación observemos que la ecuación
anterior, e = v · t, es un resultado experimental que debemos ver como un
modelo matemático que, haciendo abstracción del móvil concreto y del
medio en el que se desplaza, describe la relación existente entre el
espacio, el tiempo y la velocidad. La Teoría de la Probabilidad nos permitir’
a la obtención de modelos aleatorios o estocásticos mediante los cuales
podremos conocer, en términos de probabilidad, el comportamiento de
los fenómenos aleatorios.
1.2. Experimento, resultado, espacio muestra y suceso Nuestro
interlocutor sí que ser ‘a capaz de responder que el dado mostrar ‘a una
de sus caras. Al igual que sabemos que la extracción al azar de una carta
de una baraja española pertenecer ‘a uno de los cuatro palos: oros, copas,
espadas o bastos. Es decir, el experimento asociado a nuestro fenómeno
aleatorio1 da lugar a un resultado, ω, de entre un conjunto de posibles
resultados. Este conjunto de posibles resultados recibe el nombre de
espacio muestra, Ω. Subconjuntos de resultados con una característica
común reciben el nombre de sucesos aleatorios. 1Una pequeña
disquisición surge en este punto. La aleatoriedad puede ser inherente al
fenómeno, lanzar un dado, o venir inducida por el experimento,
extracción al azar de una carta. Aunque conviene señalarlo, no es este
lugar para profundizar en la cuestión sucesos. Cuando el resultado del
experimento pertenece al suceso A, decimos que ha ocurrido o se ha
realizado A. A continuación mostramos ejemplos de experimentos
aleatorios, los espacios muéstrales asociados y algunos sucesos
relacionados. Lanzamiento de dos monedas.- Al lanzar dos monedas el
espacio muestra viene definido por Ω = {CC, C+,+C, ++}. Dos ejemplos de
sucesos en este espacio pueden ser: A = {Ha salido una cara}= {C+,+C}, B =
{Ha salido más de una cruz}= {++}. Elegir un punto al azar en el círculo
unidad.- Su espacio muestra es Ω = {Los puntos del circulo}. Ejemplos de
sucesos: A = {ω; d (ω, centro) < 0,5}, B = {ω; 0, 3 < d (ω, centro) < 0,75}.