Las palabras, desde el punto de vista de su estructura, se dividen en partes
más pequeñas dotadas de significación a las que llamamos monemas. Hay palabras que constan de un solo monema (ej.: sol), mientras que en otras es posible distinguir dos o más monemas (ej.: sol-es)
Por otro lado, los monemas pueden ser de dos tipos: lexemas y morfemas.
El lexema o raíz es la parte de la palabra que aporta el significado
léxico, es decir, el significado de diccionario. Todas las palabras que comparten el mismo lexema o raíz pertenecen a la misma familia léxica.
El morfema, por su parte, aporta el significado gramatical y puede ser
de dos tipos:
o Independientes. Forman palabra por sí mismos, sin necesidad
de ir unidos ningún lexema. Pertenecen a este grupo los determinantes, las preposiciones y las conjunciones. o Dependientes. Como su nombre indica, no pueden aparecer solos sino que necesitan apoyarse en otro morfema para existir. Pueden ser, a su vez, ser de dos clases:
1. Flexivos. Pertenecen a este grupo los morfemas de
género y número y los morfemas o desinencias verbales. 2. Derivativos: sirven para formar palabras derivadas. Pueden prefijos (cuando van delante del lexema) o sufijos (si van detrás del lexema). Los interfijos o infijos se sitúan entre el lexema y el sufijo y no tienen significación alguna; tan sólo se emplean para evitar la cacofonía. Así, en la palabra cafe-c-ito, "c" es un interfijo. Pinchando aquí verás un listado de algunos de los principales prefijos y sufijos empleados en castellano.