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INTRODUCCION
La obra La agonía del Eros del filósofo Sur Coreano Byung Chul Hun es una
excelente guía para comprender el mayor problema que tenemos hoy en día en toda sociedad:
la excesiva exaltación del yo y por ende el narcicismo en las personas.
Pero para entender esta obra debemos de mencionar rápidamente otra obra suya, la
Sociedad del Cansancio. En ella Hun habla de la autoexplotación del sujeto es decir, ya no
hay una relación Amo-Esclavo de forma exterior en el sentido hegeliano, sino que el Amo que
exige y el Esclavo explotado es el propio sujeto, todo sucede en el sujeto sin una influencia
exterior, así se puede hablar de una especie de dialéctica interna.
La sociedad de hoy es la sociedad del sí debo poder, es decir, tengo que estar haciendo
todo el tiempo alguna actividad o de otra manera seré considerado inservible e inútil para la
sociedad. Ahora bien, esto hace que haya un exceso de positividad y una huida de lo negativo.
El exceso de positividad trae como consecuencia estrés, cansancio, desesperación y depresión.
Sin embargo la negatividad te permite dejar de hacer algo para reflexionar, pensar y entender
lo que se está haciendo, encontrar el sentido de lo que hago.
Ahora bien, Hun aplica esta misma teoría al tema del Amor, del Eros. Donde el
exagerado narcicismo niega la alteridad del otro y por ende se niega la posibilidad de amar.
Esta es la temática de nuestro filosofo contemporáneo y por ende la de esta obra. Es un serio
estudio del mundo contemporáneo y el camino por donde está andando.
LA AGONIA DEL EROS
La Agonía del Eros es un muy interesante estudio sobre la concepción del Amor que
se tiene hoy en día, y también la degeneración de la misma debido al exagerado narcicismo de
las personas. Y de la exposición de su pensamiento en esta obra se puede formular una
pregunta bastante inquietante ¿Es posible el amor en la sociedad actual?.
Hun afirma de que hoy en día, hablar de amor es considerado como algo imposible o
muy idealista ya que el amor, hoy, ha perdido el sentido de entrega y se ha reducido al solo
hecho del sexo, es decir, como medio para conseguir placer. La multiplicidad de posibilidades
y la rapidez que hoy se tiene para conseguir lo que se quiere se ha transmitido también al
amor. El pensamiento que predomina es: "Puedo escoger con quien estar hoy pero como hay
mejores opciones después de seguro lo cambiaré" se ha reducido al otro a una mera cosa, que
puedo utilizar como medio para conseguir lo que quiero y satisfacer mis deseos. Por ello Hun
escribe "No solo el exceso de oferta de otros otros conduce a la crisis del amor, sino también
la erosión del otro ,que tiene lugar en todos los ámbitos de la vida y va unida a un excesivo
narcisismo de la propia mismidad." La Agonía del Eros, Pág. 9-10.
Este excesivo narcicismo trae consigo enfermedades como la depresión. Pero antes de
que haya depresión tiene que haber un sentimiento de soledad, y justamente a eso lleva el
narcicismo, a verlo todo de una manera sumamente egoísta, sin ninguna relación con el otro.
"El sujeto narcicista, depresivo, está agotado de sí mismo, carece de un contacto con el
mundo y está abandonado por el otro" La Agonía del Eros, Pág. 12. El Eros y la depresión
son dos polos totalmente opuestos, ya que el Eros impulsa al sujeto a salir de sí mismo y a ir
al encuentro del otro pero la depresión hace que el sujeto se derrumbe en sí mismo.
EL sujeto narcicista ve en el otro solo un reflejo suyo. Niega su alteridad y por tanto
pasa a ser medio para conseguir, por ejemplo, éxitos en los proyectos de trabajo que tiene.
Pero este éxito que se consigue por aprovechamiento del otro causa, lo que Hun llama, la
depresión del éxito. Lo llama así porque el sujeto, por más de que consiguió lo que quería, no
tiene con quien compartir su alegría y así se hunde y se ahoga en sí mismo. Por su parte el
Eros, permite a uno vaciarse de si mismo y realizar sus proyectos teniendo muy en cuenta al
otro, no solo porque le puede ayudar a conseguir lo que anhela, sino por una cuestión de
compartir con el otro reconociendo su alteridad.
LA AGONIA DEL EROS
Hun afirma que el tú puedes tiene en sí una coacción más fuerte que el tú debes, ya
que el sujeto piensa que es libre al imponerse ese imperativo, pero en realidad es un
imperativo al cual se le sometió. Esta forma de libertad no es libertad, dice Hun, sino una
autoexplotación del sujeto en una sociedad que te obliga a rendir y que si no puedes hacer
algo eres un inútil y ya no puedes vivir en la sociedad.
Hun habla también de una culpabilidad directa del capitalismo en toda esta
problemática. Ya que el mismo no crea la negatividad de la expiación que tienen la mayoría
de las religiones. La expiación lleva al sujeto a experimentar la negatividad de la culpa, la
aceptación del error y la búsqueda de la penitencia para saldar la deuda. Sin embargo el
capitalismo solo provoca endeudados que jamás podrán saldar sus deudas y por ellos deben de
trabajar siempre en la sociedad del rendimiento que les lleva al cansancio, la depresión, y la
frustración.
Toda esta problemática del poder poder se refleja aún más fuertemente en los medios
de comunicación social y los aparatos tecnológicos, por los cuales uno puede tener todo lo
que quiere en el mismo momento que quiere. Esto niega la negatividad no poder poder, la
cual es clave para una verdadera valoración de la alteridad del otro. Me explico mejor, por
ejemplo al hacer desaparecer la negatividad del distanciamiento entre dos personas se niega
también el sentimiento de añoranza y melancolía propias de la persona que extraña a su ser
querido que se encuentra lejos de él. Esto sucedo hoy en día porque se pueden hacer videos
llamadas, o se pueden enviar mensajes por las redes sociales y se está supuestamente cerca del
otro cuando se desea y a la hora que se quiera, pero esto satisface solo por un momento ese
querer estar con el otro porque no hay un contacto directo. Sin embargo, cuando hay esa
distancia, esa añoranza y melancolía, quedan totalmente olvidadas por el reencuentro que
produce una alegría tal, que se disfruta cada momento con la persona. Esa inmensa alegría del
encuentro es fruto de la distancia y lejanía del otro.
"Lo que induce al esclavo a someterse al otro es el miedo a la muerte" La agonía del
eros. Pág. 34. El miedo a la muerte lleva al sujeto a ser esclavo de lo establecido, pero el
que tiene esas ganas de ser libre y busca serlo, no teme la muerte porque sabe que la muerte es
algo que tiene que llegar y por ende aceptando su capacidad de muerte es capaz de jugarse por
ideales en su vida, ya que en su capacidad de muerte encuentra el valor de la vida. El sujeto
no entregándose o mejor dicho no aceptando su capacidad de muerte, se hace esclavo y
trabaja porque no quiere morir. A continuación cito textualmente lo que Hun afirma en su
libro:
"El eros como exceso y transgresión niega tanto el trabajo como la mera vida. Por
eso, el esclavo, que se agarra a la mera vida y trabaja, no es capaz de ninguna experiencia
erótica, de deseo erótico. El capitalismo absolutiza la mera vida. Su fin no es la vida buena.
Su compulsión a la acumulación y al crecimiento se dirige precisamente contra la muerte,
que se le presenta como pérdida absoluta. Para Aristóteles, la pura adquisición de capital es
rechazable porque no se preocupa de la vida buena , sino solamente de la mera
supervivencia". La agonía del eros. Págs. 35,36,37.
Hun hace una interesante comparación entre el sujeto que carece de la capacidad de
muerte y el Holandés errante, un barco que es él mismo un no muerto, que no es capaz de
vivir ni de morir. Está condenado a viajar eternamente al infierno de lo igual, y añora un
apocalipsis que lo redima de este infierno. Ese apocalipsis en el sujeto puede llegar, siempre y
cuando se abra a la negatividad que hay en la dinámica de la vida.
LA AGONIA DEL EROS
Por todo esto ocurre lo que dice Hun: "el amor, que hoy ya solo ha de ser
calor, intimidad y excitación agradable, apunta a la destrucción del erotismo
sagrado". La agonía del eros. Pág. 53. El erotismo que debía ser la expresión
máxima del encuentro con el otro, pasa a ser mercancía del Capitalismo, el cual lo
ofrece al consumidor para que este pueda satisfacer sus deseos, desacralizando
totalmente el sentido más profundo del Eros.
La fantasía para Hun es esencial para una relación erótica más intima. Con esto
va en contra del exceso de imágenes que no permiten a la persona imaginarse. Ahora
bien, este exceso de visualización que impide la fantasía no solo se da en el ámbito de
la sexualidad sino también en cuanto a la capacidad de crear misma del hombre que se
refleja también en las obras artísticas. Para Hun es importantísimo hoy en día
experimentar la negación de cerrar los ojos ante las imágenes para recuperar la
capacidad de fantasear e imaginar cosas nuevas, novedosas, que ayuden a destruir el
infierno de lo igual.
¿Es posible que el Eros y la política tengan algo en común?. Según nuestro
autor si las hay ya que afirma que el Eros:
Para culminar, nuestra vida debe ser como las estaciones de la naturaleza.
Aceptar el calor del verano dónde podemos disfrutar del radiante sol que alegra
nuestra vida; pero no debemos asustarnos cuando empieza el otoño, donde todo
aquello que habíamos construido parece desaparecer; luego llega el invierno donde
todo es oscuro y frío donde todo lo que hicimos parece no tener ningún valor, pero
nunca debemos olvidar que todo esto sucede para luego disfrutar de nuevos paisajes de
la vida, porque la primavera, por más que algunas veces tarda, siempre llega. No
podemos negar ni dejar de lado ninguna estación de nuestra vida, porque todos son
necesarios para la vivencia plena del ser humano.
LA AGONIA DEL EROS
CONCLUSIÓN
Este dinamico trabajo me ayudó a tomar en serio cuestiones que vivimos todos
los días, pero por los que nunca me había tomado la molestia de reflexionar y ver
alguna solución. Hun me ayuda a mirar a la sociedad de hoy teniendo en cuenta
muchos factores que influyen en el comportamiento humano, y por ello se debe luchar
para que las personas en vez de huir de sus problemas (negatividad) con la escusa de
que hay muchas cosas por hacer y no hay tiempo para preocuparse por esas cosas,
lleguen a aceptarlo y enfrenten su realidad para cambiarlo.