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ANÁLISIS DEL JURAMENTO ESTIMATORIO EN COLOMBIA

PROCESO LABORAL1

El juramento estimatorio – JE, es considerada la prueba integrada en el sistema


judicial y procesal colombiano desde tiempos memoriales. Es decir, esta prueba ha existido
en el sistema judicial desde hace tiempo atrás, desde el llamado Código Judicial. Aunque
inicialmente esta (JE) era restrictiva, siendo solo hasta el 2010 cuando su cobertura fue a
todas las dimensiones de reclamaciones por conceptos pre-jurídicos, mejores,
compensaciones, entre otras; aplicable a procesos de naturaleza civil, contractual o
extracontractual y de otras jurisdicciones como en materia laboral.

Esta prueba es implementada normalmente para contrarrestar aquellas peticiones que


desbordan los montos cuánticos (valores en moneda legal vigente), debido al alto número
de procesos en los cuales los ejecutantes solicitan condenas en cuantía exageradas, las
cuales suelen ser superiores a las sumas que en realidad tienen o tenían derecho. En estos
casos cuando las peticiones eran falladas a favor pese a ser superiores a las cifras reales, los
ejecutantes no tenían sanción alguna frente a ello, por dicha conducta.

Por lo anterior el legislador colombiano crea la figura del juramento estimatorio. Esta
prueba tiene su razón de ser o su naturaleza en brindar transparencia y lealtad en el reclamo
o demanda incoada por los ejecutantes. Quienes en su beneficio fundan sus peticiones en
cifras lejanas y elevadas en razón de la realidad, por lo que la prueba del JE busca que
dichos reclamos sean fijados y tazados por las partes ejecutantes en sumas concretas que
son estimadas con juramento, sobre las cuales existen otras pruebas que la corroboran si
hay logar a ello. Puesto que de comprobarse que la cuantía estimada en la petición es
producto de una suma desproporcionada por exceder el porcentaje indicado en la norma
frente al caso, en el que, el peticionario no actuó conforme a los principios de lealtad y
buena fue en su reclamo, su conducta dará lugar una multa que se fijará a favor de la
contraparte.

1
Daniela Jaimes Lamar. (corporación universitaria del caribe “CECAR”, Derecho y
ciencias sociales, Derecho Procesal Laboral).
Sin embargo, en Colombia esta prueba o también denominada figura para algunos
doctrinantes, del juramento estimatorio, no siempre ha sido como actualmente se conoce,
ha tenido una serio de cambio o modificaciones que a continuación se exponen.

Evolución Del Juramento Estimatorio En Colombia

La prueba del JE en el transcurso de la historia del sistema judicial del país se le dio
un tratamiento restrictivo, debido que tanto el Código Judicial -CJ como el Procedimiento
Civil-CPC dispusieron la utilización de este medio de prueba solo para los casos en que la
Ley taxativamente los estipulaba. En el artículo 22 del CPC, acorde con lo estipulado con
su antecesor el CJ, en el artículo 625, señalaba: “el juramento de una parte cuando la ley la
autoriza para estimar en dinero el derecho demandado, hará prueba de dicho valor mientras
su cuantía no sea objetada por la parte contraria […]”.

En ese orden se puede afirmar que eran escasos los proceso en los que se aplicaba el
juramento estimatorio, debido que el carácter de la misma figura era limitado conforme a
los establecido por el mismo legislador que la creo. En casos como la rendición de cuenta o
proceso de ejecución de materia civil, por perjuicios compensatorios eran, y para algunos
estudiosos del derecho como Forero Silva J. (2013) sigue siendo, sujetos a esta prueba con
respecto a la demostración de las sumas peticionadas en la demanda.

En otros procesos de estirpe indemnizatoria no estaban sometidos a este medio de


prueba, por lo que se produjo múltiples reclamos con cuantías exorbitantes, en los que
inclusive se obligaba un despliegue probatorio que no acreditaba las sumas pretendidas,
razón por la que el peticionario no sufría consecuencias por dicho obrar en el que
fácilmente se observaba la mala fe en su proceder.

Por otro lado, la Ley 1395 del año 2010 la cual modifico el articulo 211 del CPC,
amplio su cobertura de aplicabilidad, estipulando que: “Quien pretenda el reconocimiento
de una indemnización, compensación o el pago de frutos o mejoras, deberá estimarlo
razonadamente bajo el juramento en la demanda o petición correspondiente […]”.

Esta reforma contribuyo en gran medida a evitar estimaciones desproporcionadas y


fundadas en la mala fe de los ejecutantes, que se venían generando, para obligar al
peticionario a que su reclamo sea concreto, serio, razonable y responsable, acorde con la
sensatez, que se cuantifique sumas dinerarias reales y no alegres o caprichosas, que
conllevarían a la multa por no poder ser probadas.

Asimismo, continuando con la evolución de esta figura probatoria, la modificación


hecha al artículo 211 del CPC, generada con la llegada del Código General del Proceso –
CGP, entrado en vigencia desde julio de 2012, estipula esta figura como prueba y la
establece en el artículo 206, con las precisiones e innovación que a continuación se
relacionan.

PRIMERO. Se constituyó esta figura como un requisito formal de la demanda, que


de no estar, puede generar su inadmisión. Tal como se consagro en los artículos 82 numeral
7 y 90 numeral 6 del CGP. Este requisito se estableció como una prueba de carácter
obligatorio sobre los montos por pretensiones que corresponden a los conceptos
anteriormente señalados, que atan al peticionario al cumplimiento o caso en contrario al
pago de una multa, por incumplimiento del mismo, si se exagera en el porcentaje indicado.

SEGUNDO. En los casos en los que el demandado haga la reclamación como las
mejoras hechas a un inmueble ocupado que se deba entregar (en materia civil), en la
contestación de la demandando deberá estimarse este monto con la gravedad del juramento.

TERCERO. El reconocimiento solicitado deberá discriminar cada concepto, para


permitir una mejor compresión de las sumas que se solicitan. No se podrán globalizar el
monto de su reclamo cuando se ocasionan varios conceptos; verbigracia. Si los perjuicios
materiales se originan por daño emergente y también por lucro cesante, resulta imperioso
que estos sean discriminados. De forma que la parte contraria podrá comprender mucho
mejor el reclamo y si bien desea objetarlo, bien sea uno de ellos o todos, sobre los cuales
gravitará la carga procesal de corroborar su existencia y las posibles consecuencias
sancionatorias si hubiere lugar a ellas.

CUARTO. El CGP también permitió la posibilidad de solicitar la condena si llegare


a existir un erro en la cuantía objeto de la petición, siempre y cuando el margen de error
supere el 50% entre la cantidad que se estimó con el que resulto probada. Lo anterior
teniendo en cuenta que aquel se apartó de los postulados de lealtad en su reclamo, por lo
cual deberá asumir una multa en benefició de la contraparte, correspondiente al 10% de la
diferencia. De igual manera se estableció que resulta mayor la deslatad cunado se pretenda
la condena de perjuicios sin que estos se hayan causado, dando lugar a una sanción
pecuniaria para quien reclamo perjuicios inexistentes como se prevé en el parágrafo del
artículo 206.

QUINTO. El legislador en su ánimo de mantener un equilibrio procesal, estipulo que


pueden generarse consecuencias adversas bien para el peticionario de la condena, como
para la parte que objeta la cuantía estimada. Siempre que se compruebe el
desproporcionado reclamo, este deberá cancelar la multa, pero en caso de que la parte
contra quien se dirige el mismo objete la cuantía estimada, se le podrá condenar a suma
superior a la indicada en el juramento estimatorio, siempre que las pruebas así lo
corroboren. De modo que así se garanticen los pedimentos razonables como también las
objeciones fundadas, en otras palabras, que se garanticen actuaciones serias entre las partes.

En síntesis, en este acápite, el juramento estimatorio ha sido evolucionado y


perfeccionado por el legislador, en razón de obligar a los ejecutantes en los procesos
judiciales como prueba para la solicitud de peticiones justas. De igual manera a la parte
ejecutada a realizar objeciones a justadas a derecho.

Por otro lado, como se mencionó anteriormente el JE es aplicable a procesos


judiciales de otras jurisdicciones, entre ellas la laboral, tal como se expone a continuación.
Aplicabilidad Del Juramento Estimatorio En Procesos Laborales

Como se ha expuesto el juramento estimatorio es una prueba de carácter obligatorio


para quien pretenda el reconocimiento, dentro de una demanda, del pago de una
indemnización, compensación, mejora o fruto, en el que se ata a la parte demandante al
pago de una sanción, en dos eventos: i) si la cantidad estimada es desproporcional o excede
el 50% de la que resulte probada; o ii) que nieguen las pretensiones de la demanda sin
justificación razónale alguna. Esto tal como lo establece el CGP para todos los procesos
objeto de su jurisdicción, dentro de los cuales se encuentran los procesos en materia laboral.

Lo anterior teniendo en cuenta el mismo CGP, su ámbito de aplicación y la


jurisprudencia de la Corte Constitucional en las sentencias C-203 de 20112 y en la C-157 de
2013, donde claramente se exponen los argumentos atribuibles a los requisitos de la
demanda, en las que se pretenda el reconocimiento, dentro de una demanda, del pago de
una indemnización, compensación, mejora o fruto, como taxativamente lo señala la Ley.
Verbigracia de ello, en materia laboral es una demanda de indemnización por despido
laboral, y es que el juramento estimatorio, es una prueba obligatoria, que debe ser aportado
por quien pretenda los aspectos anteriormente mencionados, a los que los asuntos regulados
por el CGP no deben ser ajenos, ni siquiera en materia laboral debido que esta
también se rige por las normas general del proceso integradas en este código.

CONCLUSIÓN

2
Señala como relevante el precedente contenido en la Sentencia C-203 de 2011, en
la cual la Corte declaró inexequible la expresión “no reúne los requisitos, o”, contenida en
el inciso 3 del artículo 49 de la Ley 1395 de 2010. Para llegar a esta conclusión, la Corte
consideró que sancionar la conducta de no presentar una demanda de casación en materia
laboral con el lleno de los requisitos, con la declaración de desierto del recurso y con una
multa de cinco a diez salarios mínimos mensuales al apoderado judicial, era contrario a la
Carta, ya que “el ejercicio antitécnico de las facultades procesales, no puede convertirse en
un hecho reputado como ilícito, merecedor de sanciones de cualquier índole”.
Finalmente, se puede concluir este ensayo de la siguiente manera. Primero, en
necesario establecer que el juramento estimatorio es una prueba de obligatorio
cumplimiento dentro de una demanda, del pago de una indemnización, compensación,
mejora o fruto. La cual es susceptible de objeción de parte o por parte del Juez. Y a falta de
esta en los casos mencionados, puede ser alegada como una excepción previa o de mérito
en la contestación de la demanda, por ende, produce nulidad de lo actuado.

Y segundo, téngase en cuenta que, si el propósito del juramento es favorecer la


lealtad y la corrección, en su aplicación los jueces no pueden ser desproporcionados o
irrazonables. Puesto que los requisitos exegéticos como ignorar la cuantificación si no se
hace en un acápite denominado, desconocer una objeción por el hecho de llamarse así o
exigir una irrazonable discriminación de conceptos debe en su consideración ser rechazada
de plano. Y de ese modo lograr que se cumpla el objeto obligatorio de tal prueba.

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