Sunteți pe pagina 1din 11

Clase 6

Siddhartha el Iluminado (2 Parte)

Siddhartha, ahora convertido en el Buda, permaneció sentado bajo el


árbol, llamado el árbol de la iluminación, durante muchos días. Le parecía
que este conocimiento que había adquirido era muy difícil de comunicar a los
demás. La leyenda cuenta que Brahma, el rey de los dioses, convenció a Buda
para que enseñara, diciéndole que quizá algunos de nosotros solo tengamos
una pequeña mota en nuestros ojos y que podamos despertar con solo oír su
historia. Buda aceptó enseñarla.

En Sarnath, cerca de Benarés, a unas cien millas de Bodh Gaya, se cru-


zó con los cinco ascetas con los que había practicado durante tanto tiempo.
Allí, en un parque de ciervos, dio su primer sermón, llamado “el arranque de
la rueda de la doctrina”. Les explicó las Cuatro Nobles Verdades y el Óctuple
Sendero. Ellos se convirtieron en sus primeros discípulos y el comienzo del
Shangha o comunidad de monjes.
Las Cuatro Nobles Verdades son las siguientes:
- La vida es sufrimiento: Nacer es sufrimiento, hacerse mayor es sufri-
miento, la enfermedad es sufrimiento, morirse es sufrimiento, vivir con lo in-
deseable es sufrimiento, apartarse de lo deseable es sufrimiento, no conseguir
lo que se desea es sufrimiento. Todo es sufrimiento.
- El origen del sufrimiento: El deseo, el apego o las pasiones humanas
son la causa del sufrimiento. El problema es no saber que todas esas acciones
conllevan sufrimiento.
- Cese del sufrimiento: Alcanzar la iluminación. No caer en la tentación
del deseo ni dejarse llevar por la pasión. Dejar atrás la dependencia.
- El camino que lleva al cese del sufrimiento: las 8 etapas de la libera-
ción.

Estas son las ocho etapas de la Liberación:


- Comprensión correcta
- Pensamiento correcto
- Palabra correcta
- Acción correcta
- Ocupación correcta
- Esfuerzo correcto
- Atención correcta
- Concentración correcta
A medida que uno va avanzando en el estudio de esta filosofía poco a
poco va aumentando su nivel de consciencia.

El rey Bimbisara de Magadha, después de oír las palabras de Buda, le


cedió un monasterio cerca de Rahagriha, su capital, para que fuera usado en
la temporada de lluvias. Ésta y otras generosas donaciones permitieron a la
comunidad de conversos continuar sus prácticas a través de los años, y le dio
a mucha más gente la oportunidad de escuchar las enseñanzas de Buda.

Con el paso del tiempo, los miembros de su familia se aproximaron


a él, incluidos su esposa, su hijo, su padre y su tía. Su hijo se hizo monje y
se le recuerda especialmente por un sutra basado en una conversación entre
padre e hijo sobre los peligros de la mentira. Su padre se convirtió en un se-
guidor laico. A causa de la tristeza que le produjo la partida de su hijo y su
nieto hacia la vida monástica, le pidió a Buda que creara la regla de que un
hombre debería tener el permiso de sus padres para convertirse en monje.
Buda aceptó. Su tía y su esposa le pidieron entrar a formar parte del Sangha,
que originalmente estaba compuesto sólo por hombres. La cultura de aquel
tiempo situaba a las mujeres muy por debajo de los hombres en importancia,
y en un principio pareció que permitir a las mujeres entrar en la comunidad
debilitaría a ésta. Pero Buda las aceptó, y su tía y su esposa se convirtieron en
las primeras monjas budistas.
Buda decía que no importaba el estatus que las personas tuvieran en el
mundo, ni su pasado, su riqueza o su nacionalidad. Todos eran capaces de
iluminarse, y todos eran bienvenidos en el Sangha. El primer monje budista
que fue ordenado, Upali, había sido barbero, pero fue situado por encima de
otros que habían sido reyes, ¡tan solo porque había hecho sus votos antes que
ellos!

La vida de Buda no estuvo libre de decepciones. Su primo Devadatta


era un hombre ambicioso. Como converso y como monje, sentía que debía
otorgársele mayor poder en el Sangha. Se las arregló para influir en algunos
monjes con una llamada al extremo ascetismo. Incluso llegó a conspirar con
un rey local para asesinar a Buda y tomar el control de la comunidad Budista.
Por supuesto, fracasó.

Buda alcanzó la iluminación a los 35 años de edad. Estuvo enseñando


por todo el noroeste de la India durante 45 años.

A los 80 años le dijo a su amigo y primo Ananda que les abandonaría a


todos pronto. Y esto se hizo realidad en Kushinagara, a menos de cien millas
de su tierra natal, donde comió unos alimentos en mal estado y se puso muy
enfermo. Entró en una profunda meditación en un bosque y murió.

Sus últimas palabras fueron…


“Todas las cosas creadas son inestables;
esforzaros con atención.”
MEDITACIÓN BUDISTA

Dentro de los tipos de meditación, encontramos la budista, que también


es conocida como meditación completa. Se debe a que se enfoca en el man-
tenimiento de la mente siempre centrada en el tiempo presente.

La meditación budista huye de las interferencias del pasado y del futuro.


Es decir, todo cuanto pueda interceptar la relación entre tu mente y el mo-
mento presente tiene que ser borrado.

La mente es una poderosa herramienta humana, pero hay que saber ex-
plotarla. Si no lo hacemos con conocimiento, sabiduría y consciencia, acaba-
mos por ser esclavos. Es decir, ella nos usa como herramienta, y no al revés,
como debe de ser.

Teóricamente, esta es la meditación que procede de las enseñanzas del


mismo Buda. Según este sabio, el ser humano no separa bien la mente y el
yo, es decir, uno mismo. La primera se conforma de una gran amalgama de
deseos y reacciones. Así pues, si no somos capaces de diferenciar un aspecto
de otro, no llegamos a conocer nunca el significado verdadero de la vida, y
tampoco podremos disfrutar de esta.

Este tipo de meditación se basa en el mantenimiento constante del pre-


sente. Es decir, cuando se está practicando, la atención ha de estar constan-
temente centrada en el ahora, sin entretenimientos ni distracciones. Así pues,
nada nos puede llevar hacia el pasado, y tampoco hacia el futuro.

TÉCNICA

La técnica que se utiliza en este tipo de meditación es centrarse en la res-


piración. No obstante, en un principio, cuando se empieza a practicar, man-
tener la atención durante más de tres minutos es prácticamente imposible. La
mente es como un músculo, así que necesita estar en forma entrenándose. Es
decir, hace falta practicar mucho.

Durante la meditación, es básico luchar contra las connotaciones menta-


les. ¿Qué quiere esto decir? En realidad, es relativamente sencillo de explicar,
pero no tanto de conseguir. Se trata de evitar los pensamientos que llegan al
cerebro basados en experiencias pasadas. Resulta que estos impiden que se
disfrute realmente del momento presente, ya que el individuo no se centra en
la meditación actual, y constantemente asocia cuanto le ocurre en el momento
con lo que ya ha pasado.

Es normal que, durante la meditación, igual que a lo largo del transcurrir


del día, nos vengan a la mente experiencias anteriores, preocupaciones del
día, etc. Obviamente, es algo que nos saca del bienestar que se ha de lograr
con la meditación budista, y, como es lógico, hay que evitarlos.
Así pues, el trabajo se ha de basar en la lucha simulada frente a las con-
notaciones mentales que hemos vivido antaño. Solo así podremos llegar al
disfrute total de vivir el momento presente.

Hay que hablar de beneficios de esta práctica como el fortalecimiento


físico y mental de la persona, una vida más larga y próspera, la capacidad
para eliminar errores comunes en la toma de decisiones, la mejora de la re-
putación, el alcanzar la felicidad eliminando los miedos, la confianza en uno
mismo, la ausencia de odio y pereza o el vigor propio.
Es la mente de un hombre, no sus amigos o enemigos, la que lo
lleva por los caminos del mal.

Buda

S-ar putea să vă placă și