Laura Arroyave
Catalina Cadena
El petróleo es una de las principales
fuentes de ingreso en varios países del
mundo. El 70% de la producción del
petróleo está en manos de Rusia, Arabia
Saudita y Estados Unidos, y el otro 30%
corresponde a Venezuela, China y
México.
Antes de la crisis que se vive
actualmente, los precios del petróleo
tenían una proyección al alza en el 2014.
La razón principal es la tensión política
que se generó por parte de Crimea al
querer separarse de Ucrania y unirse a
Rusia. Esta decisión no fue bien vista ante
los ojos del mundo y surgieron una serie
de represalias sancionatorias en contra
de Rusia por avalar la decisión de Crimea;
al ocurrir esto Rusia amenazó con cerrar
la exportación a los países europeos y es
ahí donde se produjo la expectativa de
un precio alto en el petróleo.
La tensión política se calmó y se sumaron
otros factores que hicieron que el precio
del petróleo bajara de manera
alarmante. Hoy el petróleo WTI, precio
de referencia por barril de petróleo, está
a USD 44,43. La razón fundamental
radica en que Estados Unidos se volvió
un país productor de petróleo utilizando
nuevas tecnologías como el fracking o
fracturamiento de roca; este método
consiste en una perforación vertical y
posteriormente horizontal, esto permite
inyectar agua y químicos para que el
crudo salga de una manera más rápida.
Además, Estados Unidos extrae petróleo
ligero, lo que minimiza costos y tiempo
en el proceso de refinación.
Otro argumento que hace que el precio
del petróleo esté bajo, es la decisión por
parte de la OPEP, Organización de Países
Exportadores de Petróleo, de mantener
la producción de petróleo es sus niveles
actuales. Arabia Saudita en cabeza del
primer ministro Salmán bin Abdulaziz, no
detendrá la producción del petróleo y
mantendrá los bajos precios con los que
viene el barril conservando así un espacio
en el mercado; adicionalmente, se cree
que Estados Unidos dejará de producir
petróleo en algún momento ya que va a
ser inalcanzable para ellos igualar el
precio del crudo saudita.
Por último, la crisis sufrida en Europa en
el 2008 que generó altos niveles de
desempleo y la desaceleración de las
economías asiáticas, son factores que
profundizan la crisis del petróleo.
Para Colombia, se prevé que por cada
dólar que caiga el crudo durante el año,
la nación deja de percibir unos 400
millones de pesos, por menores
utilidades. Actualmente, existe un
impacto fiscal, ya que los ingresos que se
proyectaban para el 2015 no son los que
se están recibiendo.
Por otra parte, hay un fenómeno de
devaluación del peso colombiano. Se
suponía que en el 2015 había una
demanda determinada que no contaba
con Estados Unidos como productor y
que le generaba a Colombia unos
ingresos en dólares. Como este escenario
no fue el que se cumplió y no está
ingresando dólares en el país cuesta
más adquirirlo, de ahí su elevado precio.

A esto se suma un proceso de inflación

que se ve en la mira, ya que si el precio
del dólar se mantiene, importar artículos
de otros países saldrá más alto; este se
ve reflejado directamente en el
aumento de precio de los mismos.

Por último, se sabe con anticipación que

se está desincentivando la inversión
extranjera, pues los márgenes de utilidad
son mínimos o pueden llegar a ser nulos,
incentivando así la devaluación del peso.