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Profesor:
Jesús González
Autor:
Caracas, Venezuela
19/03/2019
Hannah Arendt “Las mentiras son con frecuencia mucho más aceptables y llamativas a la
razón que la realidad, pues el mentiroso tiene la gran ventaja de conocer de antemano lo
que la audiencia quiere o espera oír. Al elaborar su historia para consumo público, trata
cuidadosamente de hacerla creíble. En cambio, la realidad tiene el desconcertante hábito
de enfrentarnos a lo inesperado, para lo cual no estarnos preparados”
Samuel Brittan, “el propósito de anunciar que una casa se está incendiando es alertar a
los bomberos, no es sentarse a contemplar las llamas”.
Quisiera traer la frase la siguiente cita de Karl Deutsch.” la política en el mundo de hoy
es en su misma esencia un instrumento de aprendizaje social. Sus posibilidades de
funcionar como una vía de supervivencia y crecimiento, y no como un mecanismo de
destrucción, se verán notablemente acrecentadas en la medida en que sea guiada por
mayores esfuerzos intelectuales. Todos los estudios políticos, y todas las técnicas y
modelos propuestos como herramientas de análisis tienen igual propósito: hacer que los
hombres sean capaces de actuar en política con los ojos abiertos”, por medio de esta
recomendación se puede resumir la importancia del estudio de los fenómenos
políticos y hacerlos más entendibles tanto para la Academia como para los políticos,
es fundamental hacernos preguntas de los problemas que afectan al país y su
desarrollo, es a través de estas preguntas que se pueden llegar a recomendaciones
para las posible soluciones a los problemas, recordemos que los problemas en
política no se resuelven, solo cambian de forma.
El autor Arnold Toynbee en su libro “Estudio de la Historia” expone como son las
dificultades y no las condiciones favorables las que generan que las personas
decidan superarse, dicha afirmación es muy parecida al problema de Venezuela,
donde el petróleo, la importante posición geografía, recursos minerales, entre otros,
han anulado el deseo de superación como pueblo. Son continuos los estudios que
estipulan la falta de superación del pueblo venezolano y de los líderes políticos, los
cuales, podrían ser la minoría creadora capaz de generar el cambio en el país. El
progreso de una sociedad, de acuerdo a Toynbee, se manifiesta más bien en un
proceso de mayor articulación y autodeterminación internas, es decir, en el avance
de los mecanismos de acción de un sistema político y en sus capacidades
intelectuales y organizativas, todas las cuales le permiten enfrentarse en forma
sistemática a una variedad de desafíos de creciente complejidad (Romero, 1986).
Me parece importante señalar que una de las muchas razones por la cual un país
entra en caída libre, es por procesos autoritarios o por la demagogia, que se puede
traducir en populismo. Las frecuentes promesas a la ciudadanía sin ningún
respaldo, la continua victimización en frente a los problemas tanto internacionales
como nacionales y las fallas en el sistema político van mermando el avance del país
y este entra en espiral de continuos problemas sin aparente solución y sin liderazgos
capaces de gestionar procesos de crisis.
Para Kissinger “Toda sociedad puede alcanzar un punto en su proceso evolutivo en el que
corre el riesgo de haber agotado todas las posibilidades de innovación inherentes en su
estructura. Una vez alcanzado este punto la sociedad pierde su capacidad de adaptación,
y tarde o temprano, no importa cuán poderosa o estable sea en apariencia, comenzará a
desintegrarse. El colapso de las naciones se debe entonces a dos factores: la rigidez interna
y el deterioro en la habilidad de sus líderes para dirigir el curso de los eventos.”, el gran
politólogo americano por medio de tal observación nos deja ver como los países
necesitan poseer instituciones y líderes que tengan la virtud de poder crear nuevas
ideas y esquemas para los nuevos problemas, pero esto, solo será posible si
entendemos que somos un pequeño Estado, de importancia relativamente pequeña
en las relaciones internacionales, cuyos problemas al menos por ahora superan
nuestras capacidades de gestión, y de que debemos actuar a la vez con precaución
y realismo, además de entender que el problema es interno, por lo cual debe
solucionarse con un gran esfuerzo y sacrificio por parte del pueblo y los líderes.
Usando los aportes de Rey y Romero, podría decirse que el populismo busca
satisfacer las demandas de grupos previamente seleccionados, el cual necesita una
economía boyante y sólida para responder a las continuas demandas. Es del partido
político principal o la coalición ganadora hacer que la población sienta que sus
demandas fueron resueltas y estas sigan pidiendo más soluciones, para así generar
un esquema de demandas y respuestas repulsivo con el crecimiento del país. La
dinámica populista también se mantiene en el pago a los miembros de la coalición,
es decir, que cada individuo tome su recompensa.
En otras líneas, me gustaría traer un análisis expuesto por Betancourt para entender
un poco la riqueza petrolera y la importancia comprenderla para mejorar el país,
“Construir un país o desarrollar un país implica fundamentalmente invertir capital. Los
capitales, en su forma más simple y llana, provienen de un hecho: del hecho de que una
parte de la riqueza producida no se destine directamente al consumo, sino que se ahorre...
Por lo tanto, cuando un país tiene que invertir en su desarrollo, tiene que ahorrar; y ese
ahorro puede hacerse de muchas maneras, pero siempre constituye una operación difícil y
un sacrificio... Sin embargo, Venezuela tiene un caso único y distinto, Venezuela es un país
al que la providencia le ha dado la oportunidad de poder realizar ese desarrollo económico
prácticamente sin sacrificio de su pueblo, porque el capital con el cual vamos a pagar esa
transformación nos ha sido dado y está encerrado, como en las más seguras cajas, en el
subsuelo... Venezuela tiene la posibilidad de realizar un desarrollo rápido, un desarrollo
completo sin necesidad de imponer... sacrificios... Si nosotros tenemos del petróleo un
concepto instrumental y lo consideramos simple y llanamente como un capital, como un
instrumento de desarrollo para transformar a Venezuela, podemos realizar el milagro de
construir al país en menos de la vida de una generación”. A través del análisis de
Betancourt en 1963 de la riqueza petrolera, observamos que el abuso de la renta
petrolera es algo que los lideres no han sabido responder, en vista, de que
Venezuela dispone de casi ilimitados recursos energéticos que impiden el ahorro y
el desafío nacional hacia los problemas. En Venezuela, aunque hayan existido ideas
de desarrollo como país, sólo hemos padecido populismo y de un paternalismo
estatal que asfixia, ahoga y congestiona toda la economía. La única manera de
alcanzar el desarrollo en una sociedad es a través del trabajo de los individuos en
un contexto de libertad económica. En nuestro país lo que hemos tenido es un
Estado que sabe repartir, pero no crear riqueza, y una ideología económica que es
incapaz de responder a las exigencias de una economía que no esté basada
únicamente en el petróleo.
Todas estas tareas son muy difíciles en Venezuela, pero si el liderazgo es acertado
y tenaz puede darse cambios en el país de manera positiva. Resulta interesante
que muchos líderes saben de los problemas del país, pero es su falta de voluntad
política lo que impide que se solucionen los problemas, se le puede añadir los
problemas en el sistema político y los intereses de pequeños grupos que se pueden
ver generalmente en los partidos políticos o lobbies.
Los periodos luego de 1958 en algunos más, en otros menos, se presenció lo que
Karl Deutsch denomino “pecado del orgullo”, viene definido de la siguiente forma, consiste
en percibirse a sí mismos en términos desproporcionados respecto al mundo que nos
rodea. Este pecado en relación a la política envuelve la sobreestimación de la organización
en comparación al ambiente en que se desenvuelve, de sus métodos de acción pasados
por encima del compromiso a usar alternativas, y de su actual voluntad y situación interna
por encima de las posibilidades de un cambio verdaderamente sustancial”. Es el
mesianismo y la idea del salvador de la nación lo que lleva continuamente a creer
que Venezuela es una potencia y que puede pasar por encima de cualquier
dificultad, es producto de las continuas promesas vagas y sin fundamentos lo que
genera problemas a largo plazo en la sociedad, es por medio del liderazgo corrupto
y clientelar que el sistema político está en continuo deterioro, por estas y muchas
razones más es que el país se estanca y retrocede en su búsqueda del desarrollo
como Nación. Tenemos que buscar formas de impedir la llegada de regímenes
populistas, que entiendan al país tal y como es, y no se hagan promesas imposibles
a largo plazo.
La falta de interés por el país hizo que en los tiempos de bonanza económica no se
aprovechara la riqueza entrante y la fuga de capitales fuera común. Muchos
empresarios al sentir desconfianza por los gobiernos, decidieron aprovechar el auge
económico y mover todo ese capital al extranjero, en vez de invertirlo en Venezuela,
no se equivocaron al respecto, pues en la década de los ochenta, el famoso auge
económico cayo y Venezuela entro en un déficit, es decir, no pudo responder a sus
deudas internacionales.
Son cada vez más los lideres irresponsables, que por medio de procesos populistas
y de ideas salvadoras, han creado conceptos equívocos de democracia, con el fin
de justificar sus acciones políticas y económicas. Al final, se termina definiendo
democracia a la manera más conveniente con el momento político, sin importar las
consecuencias de tal acción. Roberto Dubuc considera: “viendo las cosas en
retrospectiva, hubiese sido mejor gastar ese dinero en la humanización de nuestras
infernales ciudades, en la edificación de obras para la expansión de oportunidades
individuales en el terreno de la cultura y el deporte, y en la construcción de la infraestructura
que siempre hemos necesitado y para lo que ahora tenemos tan escaso dinero a fin de
crear condiciones para las actividades agropecuarias y pesqueras privadas.
Desgraciadamente pudo más la mitología política que la sensatez”.
El aumento desmedido de demandas y expectativas del pueblo es producto de la
irresponsabilidad de los políticos, al momento de hacer promesas falsas a la
población, afectando la realidad de las personas, en el sentido de hacer demandas
que no son necesarias. Hay que añadir que la decepción de gran parte de la
población a los continuos gobiernos que llegan con grandes ideales y no terminan
concretando ninguno, hace que la llegada de líderes mesiánicos sea constante,
haciendo que la democracia venezolana sea más frágil. Es por estos seudos líderes,
que hay una mala consideración acerca de la democracia, Popper para mi gusto
hace una importantísima aclaración sobre cuál es el papel del individuo en
democracia, “la democracia como tal no puede conferir otros beneficios a los
ciudadanos ni debe esperarse que lo haga. De hecho, la democracia no puede
hacer nada, sólo los ciudadanos de la sociedad democrática pueden actuar
(incluyendo, por supuesto, aquellos ciudadanos que componen el gobierno). La
democracia sólo proporciona el marco institucional dentro del cual los ciudadanos
pueden actuar de manera, en mayor o menor grado, coherente y organizada.”, se
tiene la idea en Venezuela que la democracia es la que debe dar beneficios al
pueblo y responder a sus irresponsables demandas, pero no se piensa que es el
individuo el que tiene que jugar el papel principal en la democracia, y no esperar un
gobierno paternalista que suministre repuestas sus intereses.
Ya para finalizar, se podría decir que Venezuela tiene en su historia más lideres
manipuladores que estadistas y esto es producto del sistema político corrompido,
clientelismo y una renta petrolera, entre otros, es deber de la población e
instituciones hacer defender sus libertades e impedir que lleguen al poder dichos
líderes que solo afectan y retrasan la capacidad creadora de los ciudadanos.
Tenemos que entender que hacen falta personas capaces de pedir sacrificios a la
población de manera coherente, no se pueden aceptar lideres despóticos que solo
busquen beneficiar a la coalición y dividan la población entre buenos y malos. Es de
importancia que las ideas abunden en el debate político, para que los líderes
políticos vean con mejores ojos la realidad política, es contraproducente que los
partidos políticos continuamente busquen satisfacer intereses propios en vez de
mejorar el sistema democrático, es deber de la población exigir condiciones para el
desarrollo humano, también que la inversión de la renta petrolera sean en sectores
que verdaderamente lo necesiten y no en seudos planes estales.
Bibliografía:
Henry A, Kissinger, The Necesity for Choice , Chatto and Windus, London, 1960.