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Totocuitlapilco
(Una reconstrucción histórica y estudio
iconográfico siglos XV-XVII)
Totocuitlapilco
(Una reconstrucción histórica y estudio
iconográfico siglos XV-XVII)
Dolores Contreras Chávez
www.iapem.org.mx
instituto@iapem.org.mx
ISBN 978-607-8087-02-0
Impreso en México
El contenido de este libro es responsabilidad del autor y no refleja necesariamente el punto de vista del IAPEM.
DIRECTORIO
INSTITUTO DE ADMINISTRACIÓN PÚBLICA DEL ESTADO DE MÉXICO
Es muy grato presentar, con motivo de los festejos del Bicentenario de la Inde-
pendencia de México y Centenario de la Revolución Mexicana, el trabajo de-
nominado “El Lienzo de Totocuitlapilco (Una reconstrucción histórica y estudio
iconográfico siglos XV-XVII” elaborado por el licenciado en Historia Dolores Con-
treras Chávez. Esta obra está destinada a especialistas en la materia, maestros,
académicos, alumnos y al público en general que se muestren interesados en el
devenir histórico estatal.
Si la historia casi siempre se escribe por los vencedores y cada pueblo que do-
mina a otro reinventa el pasado con la finalidad de legitimar su dominio, es indu-
dable que, en general, el papel jugado por los pueblos originarios de México en
su larga tradición histórica, queda anulado e ignorado. El estudio del Lienzo de
Totocuitlapilco muestra la participación activa de los matlatzincas en el conflicto
que emprendieron en 1603 en contra de los herederos del Marqués del Valle al
mostrarse rebeldes e interesados por la defensa de su tierra ante el embate de
la propiedad española en el Valle de Matlatzinco.
Sin duda alguna esta obra fue realizada con la firme convicción de que sólo
a través del conocimiento de nuestra constitución histórica y social podremos
enfrentar los retos que nos demanda un mundo cada día más integrado e inter-
dependiente.
“Para ser universal hay que ser profundamente local”, afirmaba el diplomático,
escritor y pensador Don Alfonso Reyes, anticipando lo que casi un siglo después
el historiador Luis González y González postulara a propósito de volver la mirada
hacia el acontecer de la “patria chica”, “el terruño”, “el villorrio”, lo propio pues,
cercano y conocido como una vía para renovar y enriquecer la historia social y
hacer inteligible esta realidad compleja y vasta.
Así pues, Dolores Contreras Chávez, “aprendiz del oficio de historiador” como se
llama a sí mismo, revisa la historia antigua y virreinal de su terruño, San Miguel
Totocuitlapilco, Metepec.
PRIMERA PARTE
1. ESTUDIO INTRODUCTORIO 17
1.1 Contenido del Lienzo y estado de conocimiento 19
1.2 Las memorias nativas en tres momentos y su importancia para
el estudio del pasado colonial 25
SEGUNDA PARTE
5. ESTUDIO ICONOGRÁFICO 87
5.1 Descripción del lienzo de Totocuitlapilco 90
5.2 Análisis y codificación de las pinturas del lienzo de Totocuitlapilco 98
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Aunque es notable que los avances fueron diversos, se hace mayor énfasis en
la escritura; ¿pero por qué hablar sólo de escritura? Para dar respuesta a esta
interrogante es preciso tomar en cuenta que todas las culturas sufren diversos
cambios en su estructura política, económica, social y cultural con el paso de
los años, por medio de la escritura y los documentos pueden formularse expli-
caciones sobre los cambios sufridos en la sociedad, no importa cuán remotos
éstos sean. En este caso no es posible dejar a un lado los testimonios orales,
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El lienzo de Totocuitlapilco
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Dolores Contreras Chávez
Se sabe que este lienzo sirvió como un instrumento que utilizaron los indios de
Totocuitlapilco para demostrar su derecho ancestral a la tierra, ante el inmi-
nente avance de la propiedad española.
Sin duda alguna para este estudio fue muy importante la información localizada
en el Archivo General de la Nación, específicamente en el ramo Hospital de Jesús,
legajo 277, la cual tiene que ver con la “vista de ojos” que se llevó a cabo en el
año de 1603,7 asimismo esta información se pudo complementar con el lienzo
que se encuentra resguardado en la Parroquía de Totocuitlapilco y el cual se pre-
sume es parte de la citada “vista de ojos”. El contenido del legajo 277, muestra
un pleito entre los indios8 de Totocuitlapilco y el Marqués del Valle por supuestos
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El lienzo de Totocuitlapilco
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Dolores Contreras Chávez
Para apoyar el estudio, será necesario señalar las características más sobre-
salientes que vivió la gente de este lugar durante las épocas prehispánica y
colonial. Con ello, podrán entenderse los cambios que sufrió a raíz de la incur-
sión de la Triple Alianza y, tiempo más tarde, del sometimiento impuesto por los
españoles. Estos procesos, a su vez, fueron ayudando a integrar condiciones
económicas, sociales, políticas y territoriales, que servirán para entender el re-
ordenamiento territorial de 1603 en el Valle de Toluca.
El interés por el Valle de Toluca, no nació con la llegada de los españoles, ya que
desde el reinado de Izcóatl se inició el control de áreas; aunque no fue sino
hasta el período de Axáyacatl cuando se consolidó el sometimiento y, de este
modo, Matlatzinco quedó bajo el dominio y la sujeción mexica.
En la segunda mitad del siglo XVI, los españoles fijaron su atención en este Valle,
ya que solicitaron innumerables mercedes de tierra para caballerías, estancias
de ganado mayor y menor, debido a que la zona contaba con tierras muy fértiles
para la agricultura, la ganadería, el pastoreo y el aprovechamiento de los pro-
ductos lacustres.
Ante el avance de la propiedad española, los nativos vieron cada vez más redu-
cido su espacio vital. Para la segunda mitad del siglo XVI, “en el Valle de Toluca,
que comienza a seis o siete leguas de México, hay muchas estancias de ganado
mayor y menor”.9 Dicha situación benefició a los primeros encomenderos de la
zona: a los Altamirano en Metepec y Calimaya o a los Sámano en Zinacantepec.
Debido a la situación anterior, se desataron grandes conflictos entre los pueblos
del Valle de Matlatzinco y el Marqués del Valle.
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El lienzo de Totocuitlapilco
Para el caso que aquí atañe, el pleito entre Fernando Cortés, Marqués del Valle
y los indios de Totocuitlapilco comienza en 1577, cuando a éstos se les prohíbe
realizar la elección de sus funcionarios. Luego, en 1590 Cristóbal de la Cerda
intentó establecer una estancia de ganado menor, situación que tuvo su desen-
lace, cuando se realiza la “vista de ojos” con la finalidad de que Totocuitlapilco
obtuviera su autonomía jurídica y dejara de depender del marquesado para
enrolarse a la adscripción de la Corona. Así evitarían que se establecieran en su
territorio estancias de ganado menor.
La finalidad del análisis de este lienzo es ver que mediante el análisis de fuen-
tes tales como el expediente 277 del Archivo General de la Nación; el lienzo de
Totocuitlapilco y fuentes escritas y recuperadas principalmente por frailes men-
dicantes, es posible preservar en la memoria el reparto realizado por Axáyacatl
a mediados del siglo XV y, así, demostrar su derecho ancestral a la tierra; dado
que después de mediados del siglo XVI hubo un avance significativo de la propie-
dad española y, en consecuencia, la defensa frente al embate de propiedades y
estancias de ganado mayor y menor en términos de sus tierras.
De tal suerte que se tratará de ver el remplazo de estructuras indias por ele-
mentos europeos o por todo un aparato político administrativo, esto como si no
hubiese existido ningún tipo de organización política, social o económica.
La situación descrita devino en un conflicto entre el Marqués del Valle y los indios
de Totocuitlapilco, de esta pugna entre la Corona y el Marqués, el único benefi-
ciado fue la estancia de Totocuitlapilco, ya que obtuvo una resolución a su favor,
puesto que sus habitantes demostraron que sus tierras no eran enajenables por
pertenecer a la Corona. De este modo, se les permitió realizar sus elecciones de
cabildo indio y estar bajo el protectorado de la Corona y no del Marqués.
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Dolores Contreras Chávez
XVI. Los escritos deben ser tomados como fuentes de primera mano, puesto que
son los propios indios quienes por medio de su lengua materna, el náhuatl,
ponen por escrito las ideas con que concebían y entendían al mundo.
A pesar de que se trató a toda costa por acabar con la memoria histórica de los
naturales se conciben tres momentos para su recuperación: el primero estuvo a
cargo de los primeros frailes llegados de España, principalmente franciscanos,
ya que son ellos quienes conocen más acerca de sus tradiciones y costumbres
de los nativos “es cierto que algunos frailes, en temprana fecha, se interesaron
en conocer el pensamiento y algunas tradiciones indígenas”.11 Aunque no pue-
de pasarse inadvertido que las intenciones de rescatar las tradiciones para los
indios eran unas y para los españoles otras:
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El lienzo de Totocuitlapilco
Sabemos que al menos desde 1531 hay jóvenes indios muy bue-
nos escribanos, preparados por los frailes para leer y escribir
no sólo en la lengua castellana, si no en su propio idioma… El
número de jóvenes naturales que atendían estas escuelas de
lectura y escritura en los conventos era bastante elevado, par-
ticularmente el de San Francisco de la ciudad de México, en el
que había cerca de 600 niños, según afirma Fray Pedro de Gante,
encargado de ellos.13
Entre las obras más importantes hechas por mestizos tenemos a: Francisco de
San Antón Muñón Chimalpahin, relaciones originales de Chalco Amaquemecan;
Fernando Alva Ixtlixóchitl, Códice Ramírez, relación de los indios que habitaron
esta Nueva España según sus historias; Fernando Avarado Tezozómoc, Crónica
Mexicayotl.
El tercer momento tiene que ver con los títulos primordiales. Para fines del siglo
XVI y principios del siglo XVII, la propiedad española avanzó sobre la india. Ante
la coyuntura económica de principios del siglo XVII, la Corona ofreció reconocer
la propiedad mediante una recomposición territorial, con la finalidad de tener un
mejor control. Esto posiblemente fue el origen de la aparición de memorias loca-
les como el Códice de Metepec, el de Capulhuac, el de San Bartolomé Coatepec
y el de Totocuitlapilco.
Sin lugar a dudas, la visión que se tiene acerca del pasado más remoto de la his-
toria de México prehispánico y colonial corre a cargo de la visión tradicionalista
12 Idem.
13 Francisco Morales. “Los Franciscanos y el Primer Arte para la Lengua
Náhuatl, un nuevo testimonio”, en: Estudios de Cultura Náhuatl. Vol. 23.
México, I.I.H. U.N.A.M. p. 63.
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Dolores Contreras Chávez
Razón por la cual una de las tareas de los nuevos investigadores del período
prehispánico y colonial debe ser el buscar en los escritos de lenguas mesoame-
ricanas, respuesta a muchas interrogantes que todavía están imprecisas, así,
el estudio, traducción, análisis y publicación de este tipo de documentos abrió
una nueva era en el quehacer de la investigación histórica, uno de los pioneros
que pusieron atención en la historia a partir del punto de vista de los nativos sin
lugar a dudas es James Lockhart,14 también esta presente el trabajo de Charles
Gibson,15 quién estudia a la sociedad azteca; y en la actualidad contamos con
tres investigaciones recientes a cargo de René García Castro16 Xiquipilco-Temoaya
y títulos de tierras otomíes: asentamientos, documentos y derechos indígenas
en conflicto, siglos XVI-XVIII; el de Ethelia Ruíz Medrano y Javier Noguez,17
Códice de Santiago Tlacotepec; y el de Raymundo Martínez García,18 Códice
Techialoyan de San Francisco Xonacatlan, las cuales se basan en una revisión
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El lienzo de Totocuitlapilco
A los estudios anteriores se suma el presente estudio el cual pretende ver y dar
cuenta de las trasformaciones territoriales acaecidas en el siglo XVI, a raíz de los
reacomodos poblacionales inducidos por las frecuentes bajas demográficas de
la población nativa y por las constantes solicitudes de mercedes de tierra, para
estancias de ganado mayor y menor, en términos de los indios, lo cual devino
en la recomposición del territorio étnico.
Revisar el proceso histórico del pleito entre los indios de Totocuitlapilco y el Mar-
qués del Valle es uno de los retos de este estudio que ofrece por vez primera la
interpretación del contenido del material inédito, resguardado actualmente en la
Parroquia de San Miguel Arcángel de la población de San Miguel Totocuitlapilco,
Municipio de Metepec. El cual constituye una pequeña muestra de la participa-
ción de los indios de Totocuitlapilco en el proceso de conformación del sistema
colonial novohispano en el Valle de Toluca durante el siglo XVI y XVII.
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2. LA CONFIGURACIÓN ÉTNICA Y POLÍTICA EN LA
ZONA MATLATZINCA, ANTES Y DESPUÉS DE LA
LLEGADA DE LOS ESPAÑOLES
El lienzo de Totocuitlapilco
Por lo que respecta a informantes que dan referencia acerca de los matlatzin-
cas sólo hay uno, el oidor de la Nueva España Alonso de Zorita. De acuerdo con
este personaje, los matlatzincas contaban con tres señoríos principales: “uno
mayor, Tlatuán, el segundo y algo menor, Tlacatecatle y otro tercero o menor
Tlacoxcalcatl”.21
En la cita anterior, se observa que el Tlatuán era el señor supremo y que los dos
siguientes eran de menor rango; probablemente eran quienes se encargaban de
dar protección y hacer que se reconociera como señor supremo al Tlatuán.
A pesar de que el Tlatuán era el principal, también los de menor rango “tenían
sus pueblos y sus barrios que ellos llamaban calpules y acudían con sus servi-
cios a su señor conocido, y éste tenía en cada pueblo o calpul un principal por
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Se presume que quienes trabajaban las tierras eran los macehuales; aunque
éstos tributaban más que la labranza de las sementeras para los supremos,
puesto que tenían la posibilidad de “cada uno hacer sus sementeras para sí en
la parte que querían, donde hallaba mejor tierra o disposición para ello, y sem-
braba a su voluntad lo que quería o podía”.24
Aunque sólo había un señor supremo en Matlatzinco, existía una alianza entre él
y los otros dos señores de menor rango, ya que:
22 Ibidem, p. 195.
23 Idem.
24 Ibidem, p. 196.
25 Alonso de Zorita, Op. cit., 1963. p. 196.
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El lienzo de Totocuitlapilco
De lo anterior, se observa que las rencillas entre los hijos no era más que la bús-
queda de un reordenamiento de la jerarquía y hegemonía del Valle de Matlatzinco.
Esto se ve cuando el señor de Tenantzinco, Tezozomoctli, después “que tomado
consejo con sus principales, fue a México él cual en persona y, puesto ante el rey
Axayácatl, le contó todo lo que con los señores de Toluca le pasaba y la mala vecin-
dad que les hacían corriéndole de sus tierras y amenazándole muy a menudo”.27
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Los mexicas aseguraron no tenían ningún motivo para hacerles la guerra, aun así
aceptaron intervenir, ya que para los tenochcas también el Valle de Matlatzinco
constituía como un inmenso granero regado por el río Chignaguapan. Así pues,
los mexicas, aconsejados por Tlacaélel, piden a los matlatzincas “tea, tablones y
vigas de cedro”30 para cubrir unas piedras que Axayácatl había mandado labrar
para mesas de sacrificios.
30 Ibidem, p. 400.
31 Ibidem, p. 462.
32 Durán, Op. cit., p. 272.
33 Tezozómoc, Op. cit., 1975, p. 404.
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El lienzo de Totocuitlapilco
34 Ibidem, p. 405.
35 Chimalpahin, Op. cit., 1982, p. 107.
36 Zorita, Op. cit., p. 197.
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En lo que respecta al norte del valle, se encuentra como principal provincia tri-
butaria a Xilotepec, ubicada dentro de la zona otomí-mazahua. Esta provincia
tributaba mantas, trajes de guerra, rodelas, maíz, frijol, chile y huautli, además
de animales vivos como águilas.49
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El lienzo de Totocuitlapilco
Más allá de los fines militares de la conquista del Valle de Matlatzinco, la Triple
Alianza buscó un reordenamiento administrativo para imponer el control total.
Por tanto, la creación de nuevas fundaciones poblacionales tuvo como objetivo
una nahuatlización de Matlatzinco, para lograr una mejor y rápida expansión
territorial. La existencia de gente nahua en el Valle de Matlatzinco derivó en la
fundación de nuevas parcialidades como Tlatelulco, Totocuitlapilco y Mexicalcingo,
las cuales se poblaron con gente traída de la cuenca de México.50
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El lienzo de Totocuitlapilco
Pasados apenas dos días de haber ganado la guerra con los de Malinalco, llegó
nuevamente gente del Valle de Matlatzinco al real:
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Dolores Contreras Chávez
Después de una batalla en la que murió mucha gente, los españoles salieron
victoriosos de la contienda contra los de Matlatzinco. Estos acontecimientos
guardan relevancia con la caída y sitio de los matlatzincas. La sujeción definitiva
de los mexicas estaba asegurada, porque le habían cerrado los caminos por los
cuales podían proveerse de ayuda en la lucha contra los españoles. El propio
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El lienzo de Totocuitlapilco
2.9 La encomienda
56 Idem.
57 Bernardo García Martínez, El Marquesado del Valle. México, 1969,
p.17.
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Aunque este primer reparto hecho por Hernán Cortés nunca tuvo respaldo de la
Corona, si conservó el control del Valle de Matlatzinco. Tiempo después el
Marqués sólo contó con el pueblo de Toluca; para el caso de Metepec, se sabe
que quedó en manos del licenciado Altamirano, pariente cercano de Cortés, al
igual que Calimaya y Tepemajalco. Por lo que se supone que parcialidades me-
nores como Tlatelulco, Totocuitlapilco y Atenco se le asignan a Cortés.
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El lienzo de Totocuitlapilco
Las epidemias que se propagaron en la Nueva España entre 1532 y 1545 con-
tribuyeron a que el grueso de la población disminuyera de manera significativa,
situación que los españoles aprovecharon para pedir en merced las tierras que
iban quedando baldías por esta causa; sobre este tenor Motolinía dice:
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Dolores Contreras Chávez
En las líneas anteriores se puede observar que las condiciones de trabajo eran
extremas, por la que las defensas de los naturales disminuyeron y, a su vez,
fueron presa fácil de las pestes. También el trabajo en las sementeras fue causa
de mortandad:
Porque ahora diez, quince, veinte años había muy pocas y mu-
chos indios que ahora, y los hacían ir por fuerzas a ellas, donde
padecían artos trabajos, y como la gente era mucha y las la-
branzas pocas no se sentía y se echaba tanto de ver. Ahora son
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El lienzo de Totocuitlapilco
Asimismo, se puede observar cómo la ambición de los españoles fue más allá
de las tierras para el cultivo agrícola, ya que también se nota un desarrollo con-
siderable de las estancias de ganado mayor y menor, hecho que también vino a
perjudicar el territorio étnico.
61 Idem.
62 Motolinía, Op. cit., 1970, p. 340.
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No obstante la visita del oidor de la Corona, el mismo Virrey don Luis de Velasco
viajó a Toluca para saber más de la situación por la que pasaban los indios con
el auge de las estancias de ganado mayor y menor, y después de observar lo
pertinente, la Real Audiencia ordenó que se construyera una cerca para evitar
que los ganados incursionaran en los terrenos de los indios. No obstante esta
medida, la propiedad española avanzó y diminuyó la propiedad nativa.
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3. TOTOCUITLAPILCO EN CONTRA DEL MARQUÉS
DEL VALLE: ANTECEDENTES DEL CONFLICTO Y
DESENLACE, VISTO A TRAVÉS DE LA “VISTA DE
OJOS” DE 1603
El lienzo de Totocuitlapilco
El Valle de Toluca siempre fue visto como un lugar propicio para el asentamiento
humano, sus condiciones geográficas lo hacían un potencial e inmenso granero
que abastecía anteriormente a la población mexica. Para el período colonial,
las condiciones eran favorables para el desarrollo ganadero y la siembra de los
nuevos productos traídos de Occidente.
La riqueza del Valle se debe a que sus tierras eran irrigadas por el río Chignahuapan
del cual no sólo se beneficiaban las tierras de cultivo, sino que también propició
que hubiera muchos terrenos para el pastoreo de ganado mayor. Los españoles
se dieron, por ello, a la tarea de asentarse en dichas tierras. Los contratos en los
que se asentaban los compromisos mutuos entre la Corona y los conquistadores
fueron hechos por medio de capitulaciones:
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Dolores Contreras Chávez
Para el caso concreto del Valle de Toluca, Cortés se hace de tierras, entre las cua-
les se encuentran las ubicadas en Calimaya, Tepemajalco, Metepec, Tlacotepec
y otros que dependían de Toluca. Estos terrenos que Cortés se queda para sí
decide darlos en encomienda a parientes cercanos y amigos, sólo que dichas
encomiendas no quedan bien delimitadas, por lo que hubo muchos conflictos
por la posesión de la tierra durante los siglos XVI y XVII, aunque algunos pervi-
vieron hasta el siglo XVIII.
Los indios del Valle de Toluca no fueron ajenos al problema que resultó del avance
de la propiedad española, como se observa en un ejemplo tangible: el conflicto
que surgió entre los indios de Totocuitlapilco en contra del Marqués del Valle, sin
duda un caso peculiar; pero no extraño, ya que se trata de otra contienda en la
que una parcialidad se enfrenta al Marqués.
Hubo un pleito entre los de Atenco y el Marqués del Valle, el cual ganaron los
indios de la parcialidad.65 Esto no quiere decir que fue un conflicto que se llevó a
cabo en un mismo tiempo y de un mismo modo, sino que de alguna manera es
un parteaguas para Totocuitlapilco, ya que sus habitantes se dieron cuenta de
que se podía comenzar un juicio en contra del Marqués a pesar de su poderío
económico y político.
Por tal razón es posible decir que, ante los ojos de la Corona, nadie estaba por
encima de ella, ni siquiera el propio Marqués del Valle, por lo que a continuación
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El lienzo de Totocuitlapilco
El conflicto tiene su antecedente a finales del siglo XVI, cuando los de Totocuitlapilco
y San Bartolomé Tlatelulco buscaron tener sus propias elecciones para elegir su
cabildo, aprobadas por la Corona. Dicha situación no era bien vista por el mar-
quesado, alegaba que aquéllas no podían elegir funcionarios locales, porque
no contaba con un número determinado de habitantes; además se decía que
a estas poblaciones había llegado gente de color y mestizos, quienes estaban
organizando la elección del cabildo indio y eran los que pretendían llevar a bien
la contienda para el nombramiento de alguaciles, aunque no eran indios princi-
pales, lo que dificultaba más aún las elecciones.66
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El lienzo de Totocuitlapilco
Ante esta situación, los administradores del señorío de Toluca recurrieron al vi-
rrey Don Luis de Velasco para hacerle saber del desacato con el que andaban los
indios de Totocuitlapilco y Tlatelulco, y le pidieron que nulificara las elecciones
que venían realizando, por lo que este representante de la Corona hizo saber:
Como era una costumbre, se dio a conocer esta resolución impuesta por el virrey
don Luis de Velasco. Se juntó a los indios de Totocuitlapilco y Tlatelulco con el pro-
pósito de hacerles saber el mandato en el que se les prohibía realizar elecciones
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Dolores Contreras Chávez
Esta resolución fue tomada a favor de Fernando Cortés cuando éste contrajo
matrimonio con doña Mencia de la Cerda, hermana del conde de Chichón y
dama de la princesa Isabel; asimismo se le dio autorización al Marqués del Valle
para destituir a los alcaldes y corregidores que había puesto el rey.73
¿Por qué los indios de San Miguel Totocuitlapilco querían pertenecer a la Corona
y no al marquesado? La respuesta sería que lo que buscaban los nativos era
el protectorado real porque los abusos de los que habían sido objeto ya habían
sobrepasado su capacidad de resistencia. De la misma forma, se percibe que
los personajes que figuran en esta contienda en contra del Marqués son gente
que sabe cómo defenderse de las autoridades españolas, por lo que la Corona
estaba detrás de ellos, tal vez para tratar de frenar el desarrollo territorial y
político del Marqués.
Además, los indios no querían ser dependientes del marquesado para pagar
tributo solamente a la Corona y buscaban que ésta reconociera las elecciones
del cabildo indígena; de este modo se dejaría de depender en lo jurisdiccional
del marquesado.
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El lienzo de Totocuitlapilco
dependían del señorío tlatelolca de México, contaban con dos tequitlatos, dos
tepisques y cuatro alguaciles.75
Los indios pronto se dieron a la tarea de buscar nuevas formas con las que
pudieran evadir las resoluciones del marquesado, de tal suerte que elaboraron
una lista de los nombramientos76 que habían realizado, con el fin de que la
Corona se diera cuenta de cómo estas localidades habían aumentado en pobla-
ción y cargos de sus autoridades.
Lo que resulta significativo es ver cómo los pueblos del Valle de Toluca busca-
ron tener sus propias autoridades, lo que les ayudaría a ser independientes del
marquesado y a vivir en relativa paz, ya que serían reconocidos como pueblos de
indios por la Corona y contar con sus propias autoridades locales.
Lo que estaba en juego no sólo eran las elecciones, sino la tenencia y el usufructo
de la tierra. Como lo que estaba en juego era mucho, los indios de Totocuitlapilco,
representados por Lucas de San Miguel, indio principal de la comunidad, pi-
dieron a la Corona que se realizara una “vista de ojos” para ver más de cerca
la situación de los pueblos del Valle de Toluca, aunque es muy probable que la
petición de Lucas de San Miguel obedezca a que quería que la Corona se diera
cuenta de la riqueza del Valle.
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Dolores Contreras Chávez
El problema de los animales sueltos por los sembradíos de los indios se puede
ver en el caso de Totocuitlapilco cuando Lucas de San Miguel, indio principal y
natural del pueblo tlatelulcalpa, hizo una acusación en contra de un miembro de
la Real Audiencia, Cristóbal de la Cerda, quien a la postre fungía como relator.
La demanda gira en torno a que éste personaje tenía gran cantidad de puercos
en tierras de Churubusco, México, y pretendía traerlos a tierras de la estancia
de Totocuitlapilco, sin tomar en cuenta el derecho ancestral de la posesión de la
tierra por parte de los indios. No conforme con ello también le pidió a Álvaro de
Grado, escribano cometido al corregidor de la Villa de Toluca, que viera un sitio
de estancia para ganado menor,77 además de una:
El río grande por el oriente, por la parte del poniente términos del
pueblo de Tlacotepec y por día términos de la Villa de Calimaya
por la parte del norte, sube de Tlacotepec términos del pueblo de
Metepec y luego del pueblo de San Mateo Atenco hasta dar en el
dicho río grande y en esta manera lo halló el dicho capitán Hernán
Cortés por de Tlatelulco de México de vuestra real corona.79
60
El lienzo de Totocuitlapilco
A parte de dar referencia de los límites también se presentó una pintura80 por
parte de los indios de Toluca ante el oidor doctor Valdez de Carcamo, en nombre
del Marqués del Valle, la cual resultó a favor de las estancias de Totocuitlapilco
y Tlatelulco. Esta pintura:
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El lienzo de Totocuitlapilco
El conflicto entre el Marqués del Valle y los indios de Totocuitlapilco siguió para el
año de 1603, fecha en que la Corona ordenó una “vista de ojos” con la finalidad
de dar un nuevo reordenamiento a los pueblos que estaban en conflicto con el
Marqués y evitar que los indios siguieran alborotados y, de este modo, pusieran
en peligro el orden en las estancias de Totocuitlapilco y Tlatelulco.
Por esta situación, los indios del Valle padecieron un sinnúmero de atropellos por
parte de los funcionarios del Marqués. Los abusos se manifestaron de manera
tangible con el encarcelamiento y maltrato a todos los indios que no acataran las
decisiones impuestas por el Marqués. Ante esta situación, los indios pidieron la
intervención del rey, quién exigió al Marqués que:
Aunque el rey ordenó esta resolución, no fue sino hasta 1603 cuando se realizó
una “vista de ojos”. La Corona ordenó hacer un recorrido a pie por todos los
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Dolores Contreras Chávez
pueblos y aldeas del Valle de Toluca. Este acto se hizo con varios funcionarios,
entre los que se encontraban un oidor, un medidor, un escribano; asimismo se
comisionaron indios pintores para que plasmaran los límites y guarda rayas de
cada pueblo o aldea visitada y, por último, también estuvieron presentes los
afectados, es decir, los vecinos, indios de diferentes edades y ocupaciones. Es-
tos sólo participaban en caso de requerirse alguna aclaración o una acotación.
De este modo, el siglo XVII fue un período de reacomodo, del cual el Valle de
Toluca no escapó, debido a que en su territorio también se introdujeron nuevas
gentes y especies de animales y vegetales.
Para el caso concreto que aquí interesa, el de San Miguel Totocuitlapilco, está
inmerso dentro del valle de Toluca. En la época prehispánica, después de la
conquista por parte de la Triple Alianza, queda sujeto en manos del señorío de
Tlatelolco de México; quien después de tomar las tierras trae gente de habla
náhuatl para poblar Totocutlapilco.
El pleito legal que comenzó entre 1577, entre el Marqués del Valle y los indios
de Totocuitlapilco, tuvo su desenlace en 1603, cuando se observan cambios
políticos, sociales y territoriales.
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El lienzo de Totocuitlapilco
las cuales estaban encargadas del cuidado de las sementeras; además, aunque
estas estancias fueron pobladas con gente de habla náhuatl siempre acudieron
con el señor de Toluca para pagar el tributo; asimismo, argumentaban que estos
sitios siempre fueron posesión del señorío de Toluca.86
Sobre si éstos acudían a pagar el tributo al señor de Toluca dijeron que sí, sólo
que lo hacían por tradición y costumbre, y lo único que tributaban eran petates
e icpalis; en lo demás no reconocían al señor de Toluca, porque sus poblado-
res eran de la cuenca y sólo daban obediencia y reconocimiento al señor de
Tenochtitlan.89
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Dolores Contreras Chávez
El día cuatro de septiembre de 1603, se manda citar para la “vista de ojos”, pintu-
ra y averiguaciones a las partes que lindan con los de Totocuitlapilco y Tlatelulco:
los del pueblo de Tlacotepec, Calimaya, Metepec y los de San Mateo Atenco,91
para ver qué saben del reparto realizado por Axáyacatl y reconocer sus límites
territoriales.
Los representantes del marquesado al saber que los de Atenco, con quienes te-
nían un pleito legal de tierras, fueron solicitados por el Real Fisco para participar
en el recorrido, procuraron que no se les incluyera en esta visita de las estancias
de Tlatelulco y Totocuitlapilco, para lo cual argumentaron que sólo se debía citar
a las partes en conflicto, ya que los de Atenco no tenían nada que ver en este
pleito, además de que tenían a los “indios tlatoleados”92 e inducidos por ellos
para que señalen a su gusto los mojones y términos que nunca ha habido, ni hay
ni parecen en todo este Valle dando a entender que siempre los hubo….93
Ante esta situación, Francisco Pérez de Vargas, en nombre del Marqués del Va-
lle, trató de que no se involucrara a los de San Mateo Atenco y a los demás
pueblos, por lo que menciona que se tiene probado que cuando vino el rey
66
El lienzo de Totocuitlapilco
Ante esta atenuante por parte del marquesado, cabe hacer un pequeño parénte-
sis y preguntar: ¿Qué gente queda bajo las órdenes de Chalchimatzin? Es aven-
turado decir que toda la gente que trajo consigo Axáyacatl. Lo más probable es
que la gente de Axáyacatl quedara en manos de Chalchimatzin y que la gente
que trajo consigo de los diferentes señoríos quedara bajo el control de los mis-
mos señores de la cuenca para que, así, cada uno por separado recaudara sus
tributos y los administrara como mejor les conviniera; de tal suerte se evitaría el
conflicto de tener que obedecer a alguien que no fuera de su linaje.
También es muy probable que Chalchimatzin se quedara sólo con la gente que
habitaba en Toluca y posiblemente Calixtlahuaca, la cual era de su misma len-
gua. A su vez, se debe pensar que la población era muy reducida ya que ante
el embate español, como es bien sabido, los naturales huyeron a lugares más
lejanos, como la tierra de los tarascos.95 En otro orden de ideas, poco se sabe de
lo que en realidad abarcó Toluca, ya que se desconoce cuántos y cuáles pueblos
administró.
Después de observar cómo el marquesado intentó por todos los medios dirigir
el proceso legal, la Corona nombró a un protector de indios,96 quien los de-
fendería de los abusos por parte de los españoles, de tal modo que el oidor
67
Dolores Contreras Chávez
Los primeros en presentar esta actitud eran los de San Mateo Atenco, enemigos
conocidos del Marques del Valle, “los cuales se han alborotado e inquietado de
manera que han dejado sus casas y sus tierras, y se han venido a esta Villa a
sólo inducir dichos falsos y amedrentar a los de mi parte”.99
Este problema no fue bien visto por parte de los representantes del Marqués; les
ocasionaba un perjuicio, ya que dejarían de percibir el tributo en especie o en
servicio personal y, lo más grave para este proceso legal, no tenían bajo control
a los indios, de tal suerte que éstos no encontrarían ningún impedimento para
andar en otros pueblos que no les pertenecían y, de este modo, favorecer a otras
comunidades a la hora de ser parte de una visita que no les correspondía.
97 A.G.N/Hospital de Jesús/Legajo277/F°65.
98 A.G.N/Hospital de Jesús/Legajo 277/F°26.
99 A.G.N/Hospital de Jesús/Legajo 277/F°30.
100 A.G.N/Hospital de Jesús/Legajo 277/F°27.
68
El lienzo de Totocuitlapilco
69
Dolores Contreras Chávez
Como fue muy común, en este proceso, la parte del Marqués nunca estuvo de
acuerdo con los límites y mojoneras que los indios señalaban. Esta constante no
era más que un medio utilizado por la defensa del Marqués para confundir a los
integrantes de los pueblos que se visitaban. Francisco Pérez de Vargas, a nom-
bre del Marqués, contradecía lo que decían los indios, porque la senda no era
70
El lienzo de Totocuitlapilco
límite conocido. Así se les hicieron algunas preguntas a los indios, mediante los
interpretes por mandato del señor oidor, “a lo cual respondieron que la dicha sen-
da a la parte de Tlatelulco si es conocida y que aquella senda era su término”.107
Después de que la parte del Marqués no estuvo de acuerdo con el límite seña-
lado, se prosiguió el recorrido ya dispuesto por el real fisco, por lo que los invo-
lucrados en este litigio salieron hacia la parte de Metepec y se detuvieron en un
arco de varas y ramas, lugar en el que encontraron a tres indios que:
Además, la defensa del Marqués no aceptó los límites señalados por los natu-
rales. Ahora mostró una nueva defensa a favor del marquesado que, de algún
modo ya era conocida: consistía en hacer comprobar a los naturales lo que de-
cían por medio de la memoria, es decir, con un documento escrito en “tiempos
inmemoriales” que respaldara lo que ellos acotaban en cada una de las medi-
das. Por tal motivo, la parte del Marqués señaló que lo que los indios decían
sólo… es bocalmente… y que para ver y averiguar la verdad hará las diligencias
que convengan por lo que se suspenden las diligencias para proseguir en ello el
día 16 se septiembre de 1603”.110
107 Idem.
108 A.G.N/Hospital de Jesús/Legajo277/F° 78v.
109 A.G.N/Hospital de Jesús/Legajo277/F° 79.
110 Idem.
71
Dolores Contreras Chávez
3.9 Primera resolución dictada por el real fisco, dada “a la vista de ojos”
Ante esta situación, la Corona emite su primera sentencia, para lo cual hace
saber al oidor que debe notificar a:
Con la sentencia dictada a favor de los indios, por parte del real fisco, la parte del
Marqués seguía en su pleito en contra de los demás pueblos del Valle de Toluca.
No obstante, alegaba que los indios de Tlatelulco se encontraban inquietos y
trataban de ser parte en unas medidas que no les correspondían, situación que
le causaba mucho daño a la parte del Marqués, “ya que…sin ser partes y haber
sido llamados para testigos señalaron por linderos una veredita muy angosta
que va a la aldea de San Felipe sujeto de Metepec, la cual esta casi cubierta de
zacate y hierba que solamente ha servido de vereda para los indios que van al
dicho sujeto de San Felipe y esto de pocos años a esta parte”.112
Visto lo anterior, la parte del Marqués pide que la dicha vereda no se tome como
lindero, además de argumentar que los indios estaban señalando sus límites y
mojoneras a su favor, ya que los límites señalados desde tiempos anteriores
a este conflicto pertenecían al licenciado Altamirano, pariente de dicho Mar-
qués y estos a su vez fueron sujetos de Toluca; asimismo, la parte del Marqués
decía que:
72
El lienzo de Totocuitlapilco
Ante esta situación, don Juan de Fonseca, oidor de la Nueva España, decidió
suspender la visita por la necesidad que tenía de informarse acerca de lo que
la parte del Marqués había declarado el día 16 de septiembre de 1603. El día
siguiente, 17 de septiembre, se dispusieron a continuar con la visita:
73
Dolores Contreras Chávez
…Linda por la dicha parte del oriente con el río grande, por la
parte del norte con tierras de Metepeque y por la del poniente
con las tierras de San Bartolomé, Tlacotepec y por el sur con
las tierras de Santa María Nativitas sujeto de Calimaya y mandó
al dicho señor oidor que se les notifique a los dichos Miguel
Sebastián y Francisco García, Indios pintores que andan con su
merced que lo miren bien todo y lo pongan en la pintura de la
manera que esta y mediante los interpretes se les notificó y
dijeron que lo aran así y con esto el señor oidor se volvió para la
dicha Villa de Toluca a todo lo cual se hallan presentes las dichas
partes y el dicho gobernador alcalde y regidores de la dicha Villa
de Toluca y los alcaldes del pueblo de San Bartolomé Tlatelulco
y San Miguel y fueron testigos Juan de Peraleda, Gonzalo de
Hermosillo y Juan de Vitoria..115
74
El lienzo de Totocuitlapilco
y amigos y están inducidos por los de San Mateo Atenco… por lo que se pide a
los de San Mateo Atenco no anden alborotando a los de Totocuitlapilco y Tlate-
lulco…”.116 Bajo pena de ser castigados si siguen participando en visitas que no
les corresponden, también pide que “…los naturales y los de San Mateo Atenco
no digan en esta causa sus dichos pues hay otros circunvecinos y sin sospecha
y pido justicia para ello…”117
Los indios, además de saber llevar a buen fin el litigio por el problema de tie-
rras, también fueron favorecidos por los del pueblo de San Mateo Atenco, por
ello fue recurrente encontrar a gente ajena dentro de comunidades que no les
correspondían.
El único fin consistía en apoyar a los sujetos que se les hacía la visita y “vista de
ojos”. Un ejemplo claro es cuando se encontró a un:
Aunque también es muy probable que alguien cercano a la Corona los instruyera
para saber cómo dirigirse en este pleito; así, sustraían a la gente de las comu-
nidades para llevarlas a la parte del conflicto y ya ahí reconocían los límites
que el común de la gente señalaba. ¿Qué beneficio obtendría la gente que fue
sustraída de sus comunidades? La manera en que se pudo pagar a esta gente
75
Dolores Contreras Chávez
Que ningún español ni indio sea osado inducir testigos para esta
causa en ninguna manera ni hablar ni amedrentar los que por
su merced llamare para esta visita ni anden inquietándose los
unos ni otros so pena de pagar cien pesos y diez días de cárcel
y al indio de cien azotes.119
Ante la resolución del real fisco Francisco Pérez de Vargas, defensor del Mar-
qués, decidió dar una última batalla en contra de la Corona al alegar nuevamente
que los límites expuestos por los naturales de Tlatelulco y Totocuitlapilco no eran
ciertos:
76
El lienzo de Totocuitlapilco
Por lo anterior, se sostiene que tanto los de Tlatelulco como los de Totocuitlapil-
co no le debían obediencia al señor de Toluca, porque no había gente a quien
gobernar, y no es sino hasta que se trae gente de la cuenca para poblar esta
zona cuando hay habitantes que, de algún modo, sólo deberán obediencia a la
gente de la cuenca, en específico a los del señorío de Tlatelulco, asimismo en lo
referente al pueblo de Calimaya el real fisco:
77
Dolores Contreras Chávez
Por último, debido a esta controversia se presenta un auto para suspender esta
comisión el “2 de octubre de 1603 años porque conviene hacer autos de esta e
ir a la ciudad de México”. Esta medida se hizo con la finalidad de ganar tiempo
y ver la manera de dar vuelta a esta resolución; aunque es muy presumible que
poco se pudo hacer, ya que no hay más datos que den pie a pensar en que las
partes del Marques hallan tenido otra oportunidad de defender lo que ya habían
perdido, esto sólo para el caso de Tlatelulco y Totocuitlapilco.123
Lo que importa es ver cómo el marquesado quería a toda costa evitar que
Totocuitlapilco, Tlatelulco y Atenco participaran en las medidas de los demás
pueblos que se refieren en esta “vista de ojos” de 1603.
Cabe resaltar que todo esto no se hubiera logrado sin la participación del indio
Lucas de San Miguel, nativo de la parcialidad en cuestión, ya que se le encuen-
tra en otros lugares en conflicto, además de hacer peticiones a favor de su
78
El lienzo de Totocuitlapilco
También puede ser que detrás de él hubiera otras personas interesadas en fre-
nar el poder económico y político que tenía el Marqués del Valle en la zona de
Matlatzinco. No es casualidad que se pidiera una “vista de ojos”, elemento utili-
zado para poner en orden los conflictos que existían entre el Marqués y los pue-
blos del Valle de Toluca, o entre ellos mismos; aunque el objetivo de la petición
de la vista era que la Corona se diera cuenta de la riqueza del Valle y, de este
modo, lograr que se le pusiera más atención a la zona. Cabe agregar que los del
Valle de Toluca buscaron ser representados por la Corona y no por el Marqués.
124 Véase A.G.N./ Hospital de Jesús/ leg. 277/ Fs.3, 3v. En estas fojas
hace el conocimiento al Virrey de las mercedes que se quieren otorgar
en tierras que no le corresponden al Marqués; 130v, en esta foja se cita
al Marqués y a otros funcionarios de las diversas comunidades de Toluca
para que continúe con la visita de las comunidades que seguían, por lo
que se supone que estos funcionarios participaron en la mayoría del re-
corrido realizado en los pueblos que estaban en disputa con el Marqués.
Fº 154, vista del pueblo de Santiago Mitepec. Asimismo lo hace ver Ma.
Teresa Jarquín, Op. cit., 1990, p. 178- 182.
79
4. TERRITORIALIDAD Y CONFLICTOS CON EL
MARQUESADO SIGLO XVII, VISTOS A TRAVÉS
DE UN LIENZO
El lienzo de Totocuitlapilco
En la segunda mitad del siglo XVI, los españoles fijaron su atención en este
Valle, por lo que se solicitaron innumerables mercedes de tierra para caballerías,
estancias de ganado mayor y menor, debido a que la zona contaba con tierras
muy fértiles para la agricultura, la ganadería, el pastoreo y el aprovechamiento
de los productos lacustres.
83
Dolores Contreras Chávez
Ante el avance de la propiedad española, los nativos vieron cada vez más redu-
cido su espacio vital, ya que, para la segunda mitad del siglo XVI “en el Valle de
Toluca, que comienza a seis o siete leguas de México, hay muchas estancias de
ganado mayor y menor”,125 situación que benefició a los primeros encomenderos
de la zona. Debido a la situación anterior se desataron grandes conflictos entre
los pueblos del Valle de Matlatzinco y el Marqués del Valle.
84
El lienzo de Totocuitlapilco
85
SEGUNDA PARTE
5. ESTUDIO ICONOGRÁFICO
Lienzo de Totocuitlapilco, 1603
Fuente: Rectoría de la Parroquia de San Miguel Arcángel, San Miguel Totocuitlapilco, Metepec, México.
Dolores Contreras Chávez
90
El lienzo de Totocuitlapilco
127 Icximachiotl: golpe, huella, marca, señal, vestigio del pie. Véase
Rémi Simeón. Diccionario de la lengua náhuatl o mexicana, Siglo XXI,
2006, p. 175.
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1 2
F 3 4
5
128 Véase Romero Quiroz, Javier, La ciudad de Toluca, capital del estado
de México, 1980, p. 91. Este cerro se ubica en la parte norte de la ciudad
de Toluca. En la cima de éste se hallaba el teocalli, casa del dios Tolotzin,
y como las casas del pueblo prehispánico se hallaban cerca del cerro
o a su alrededor; este topónimo, Tolotepetl o Tulutepetl, sirvió para re-
presentar en escritura jeroglífica el nombre de la ciudad, correctamente
Tolocan, que significa “Lugar donde está el dios Tolotzin”.
96
El lienzo de Totocuitlapilco
La zona G se invirtió 180 grados siguiendo el sentido de las manecillas del reloj
para ser apreciada de mejor manera; de este modo se ve que cuenta con una
tepetla (01) o serranía que va de derecha a izquierda del lienzo. Y en la parte
central de esta serranía se localizan los elementos (02) y (03), sucesivamente, un
altepetl y una iglesia que por lo deteriorado del lienzo se perdió su parte superior,
además de no contar con glosa. Luego se ve el elemento (04), un tecpan, y delante
de éste se representa a un personaje (05) que, al parecer, está haciendo reveren-
cia al elemento (06): se trata de un personaje sentado en una silla occidental que
porta sombrero y ropa de estilo europeo. Cabe hacer mención que, como en la foto
no se distinguen los personajes antes descritos, fue necesario darle un tratamiento
a la imagen para rescatar los trazos originales; por tal motivo, estas imágenes se
mostrarán de manera independiente. Por último, se ve un nopal, elemento (07)
que en su glosa dice México.
3 2
G 1
4
6
97
Dolores Contreras Chávez
1. Construcciones (religiosas)
2. Construcciones civiles (tecpans, puentes y cercas)
3. Altepemes y tepetla
4. Personajes
5. Animales
6. Vegetación
7. Ríos
8. Ojos de agua
9. Caminos
10. Antropónimos
11. Topónimos
98
El lienzo de Totocuitlapilco
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Dolores Contreras Chávez
100
El lienzo de Totocuitlapilco
Convento de Toluca (15) Iglesia de Santa Ana (16) Iglesia de San Felipe (17)
101
Dolores Contreras Chávez
Por último, se halla en la zona G una Iglesia que no tiene glosa y, por lo deteriorado
del lienzo, se perdió su parte superior; a esta construcción se identifica como la
número (22),
Tecpan 01 Tecpan 02
Cerca 03
La cerca (03) se representó como si fuera una vía de tren. La aparición de ésta
ocurre después de mediados del siglo XVI, debido a que hubo un rápido desarrollo
de las estancias de ganado mayor y menor, mediante ellas se tuvo un mejor con-
trol de los animales sueltos
102
El lienzo de Totocuitlapilco
Puente 04 Puente 05
103
Dolores Contreras Chávez
Los puentes fueron representados junto con los caminos: el primero, que es el
(04), puede verse en la zona A y es muy probable que sea el que se halla a un
costado de la hacienda de Atenco y el (05) se ubica en la zona E.
3. Altepeme y tepetla
Tepetla, serranía 07
Los altepeme o cerros son representados con algunos trazos similares a la época
anterior a la llegada de los españoles, aunque la tepetla o serranía ya se repre-
senta de manera occidental. El primer altepetl (01) se localiza en la zona A y se
trata de un cerro cuyo topónimo se desconoce.
104
El lienzo de Totocuitlapilco
al cerro de Tlacotepec, al igual que el (06), el cerro del Toloche que da el nombre a
Toluca: lo que lo diferencia de los demás es que en la parte superior tiene pintada
una corona. Por último, el (07) se encuentra en la zona G y representa a la serranía
que divide al Valle de Toluca con el de México.
4. Personajes
01 02 03
04 05 06
105
Dolores Contreras Chávez
5. Animales
01 02 03
04 05
6. Vegetación
01 02 03
106
El lienzo de Totocuitlapilco
04
7. Ríos
01
8. Ojos de agua
01 02
107
Dolores Contreras Chávez
El elemento (01) se puede ver en la zona A; al parecer, de este ojo de agua nace
el afluente del río Chignahuapan. En la zona C se ubica el elemento (02), donde
se ven dos ojos de agua, con la particularidad de que nacen debajo de los dos
personajes que están sentados en la misma zona.
9. Caminos
01 02
03
10. Antropónimos
01 02
Los elementos (01) y (02) se tuvieron que recrear a lápiz, debido a que se pixe-
leaba la imagen original, de modo que el antropónimo (01) se localiza en la zona
C, representa a una especie de perro que el cual tiene las fauces abiertas y esta
sobre la cabeza del personaje 07, el 02 se ubica en la misma zona sólo que en
el personaje 08, y esta representa una cabeza de víbora, con la lengua de fuera.
108
El lienzo de Totocuitlapilco
11. Topónimos
01
Del mismo modo que los anteriores elementos este topónimo (01) se hizo a lápiz
debido a que se pixeleaba la imagen; y este lo localizamos en la zona A ubicado
encima del cerro de Chapultepec por lo que se presume que este es un chapulín,
el cual da el nombre al cerro de Chapultepec.
De tal suerte que en este trabajo se realizó un análisis minucioso de cada uno
de los elementos, para tratar de contextualizarlo lo más cercano a la realidad
acaecida.
109
Dolores Contreras Chávez
REFLEXIONES FINALES
Asimismo es digno de destacar otro elemento que también logró sobrevivir al paso
del tiempo; el reparto de tierras realizado por Axáyacatl como una manera de re-
compensar a los señoríos que lo acompañaron en la empresa de conquista del
Valle de Toluca. El reparto tuvo una participación primordial en el litigio entre los
indios de Totocuitlapilco y el Marqués del Valle, ya que les permitió demostrar su
derecho ancestral a la tierra por haber sido un reparto real, es decir, se logró hacer
ver que las tierras eran de un señor de linaje, por lo que se optó por hacerle valer
sus privilegios.
110
El lienzo de Totocuitlapilco
La victoria obtenida por los indios se debe a cuatro factores: en primer lugar, cuan-
do la Corona intervino en este pleito, mediante la asignación de un protector de
indios; el segundo es la participación directa e indirecta de gente externa al con-
flicto, como lo es el caso de los de Atenco, no en balde se dio un mandamiento
para que éstos no participaran en el recorrido ni indujeran a las partes en la que
se llevaba a cabo la vista; el tercero fue que los de Totocuitlapilco demostraron
tener un gobierno local bien administrado, de todos estos elementos los indios
se valieron para defenderse y subsistir de los embates por parte del Marqués y
de españoles particulares; el último fue la atinada participación del indio de
Totocuitlapilco, Lucas de San Miguel, personaje que anduvo en recorridos que no
le correspondían, además de estar inmerso en varios conflictos con el Marqués
del valle. Esto le ayudó a saber qué estrategias debía emplear la localidad para la
mejor defensa de su territorio. La ayuda de Lucas de San Miguel fue tan significa-
tiva que los indios de Totocuitlapilco lo plasmaron en el lienzo como testimonio de
su habilidad para defenderlos en el juicio contra del Marqués.
Como ya es sabido este litigio de tierras se dio bajo el contexto de ajustes y pér-
didas territoriales que sufrió el Marqués del Valle, cuando quiso hacer valer sus
derechos de conquistador, es decir buscó hacer efectiva la sujeción jurídica y te-
rritorial de la mayor parte del Valle de Toluca. Si bien se sabe que los indios de
Totocuitlapilco ganaron una resolución a su favor por parte del real fisco, también
debe hacerse mención especial, como antecedente los secuestros sufridos por el
marquesado en manos de la Corona, así como la mala situación económica del
Marqués y el hecho más relevante que no se le permitiera estar físicamente en
Nueva España para enfrentar el juicio en contra de los indios de Totocuitlapilco.
111
Dolores Contreras Chávez
De acuerdo a lo visto en este trabajo, se puede decir que Totocuitlapilco tuvo au-
toridades indígenas que enfrentarón los embates de los españoles y del mismo
marquesado. Después de ganar el litigio de 1603 hubo algunos años de aparente
calma; aunque para el año de 1613 los indios de Totocuitlapilco entablaron un
pleito en contra de Atenco por cuatro caballerías de tierra, pleito en el que Totocuit-
lapilco nuevamente obtuvo una resolución a su favor,130 por lo que se piensa que
el buen orden de su cabildo ayudó nuevamente a salir bien librados de un nuevo
litigio de tierras.
Ahora bien, es sabido que los indios de Totocuitlapilco obtuvieron dos resoluciones
a su favor. Finalmente se enfatiza que, lo que ganaron los indios de Totocuitlapilco
con estas dos resoluciones es que ni españoles, ni indios de otras poblaciones
se entrometieran en sus términos, esto gracias a momentos coyunturales por los
cuales se vieron favorecidos como lo hemos visto en líneas anteriores.
112
El lienzo de Totocuitlapilco
APÉNDICE
TOLUCA
METEPEC
SAN MIGUEL
TOTOCUITLAPILCO
113
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AÑO FUNCIONARIOS
1576 Pablo San Juan, alguacil de doctrina y Juan de Aguilera, escribano.
1578 Francisco de Santiago, alguacil de las sementeras.
1580 Pedro Nicolás, alguacil.
1582 Sebastián de Santiago, alguacil del pueblo; Gonzalo de San Miguel, alguacil
mayor; Gabriel de San Miguel, Francisco de San Miguel y Pedro de San Miguel,
alguaciles ordinarios; Francisco de Santiago, alguacil de milpas; Diego de San
Pedro, alguacil para las sementeras; Sebastián Santiago, alguacil para la doc-
trina; Pedro de San Miguel y Juan Vizcaino, regidores; Lucas Buenaventura,
tepixque; Pedro de San Miguel, tequitlato; Lucas de San Miguel, escribano y
Pedro Nicolás, mayordomo.
1584 Se nombra alguacil para la doctrina a Juan Vázquez y de alguacil a Juan
Vizcaino.
1585 Se elige a Lucas de San Miguel y a Pedro de San Miguel como alguaciles ma-
yores; Sebastián de Santiago, alcalde; y alcalde del pueblo a Francisco de
Santiago; como regidores a Juan López y Pedro de San Nicolás; alguacil de
agua a Miguel y alguacil de cera a Gabriel de San Miguel; dos tequitlatos,
Pedro Nicolás Sánchez y Pedro Martín, tepixque; Lucas de Santiago y Pedro
Nicolás, escribanos.
1585 Asimismo se nombra a Pedro Martín alcalde; a Lorenzo de San Bartolomé,
alguacil de doctrina; Nicolás de San Francisco, alguacil ordinario; Joaquín de
San Miguel, alguacil de agua; Miguel Rafael, alguacil de tlachai; Lucas de
Buenaventura, juez de sementeras y Pedro de Santiago, mayordomo.
1586 Se elige un alcalde, Francisco de Santiago; dos regidores, Juan de San
Bartolomé y Pedro Nicolás, y un tequitlato, Nicolás Sánchez.
1602 Se nombra alcalde del pueblo a Lucas de Santiago; alguacil, a Miguel de San
Pedro; tres alguaciles ordinarios: Pablo Hernández, Joaquín Martín, Gregorio
de San Juan; Bernardo de San Francisco, alguacil de sementeras, y alguacil de
cerca, Felipe de San Juan; Miguel Sánchez, mayordomo; Francisco … escribano;
Buenaventura de San Juan, corregidor; y Miguel de Santiago, tequitlato.
1603 Se nombra alcalde del pueblo a Pedro de San Miguel; cinco alguaciles: Mateo
Jacobo, Antonio Hernández, Luis de San Pedro, Pablo Hernández y Diego de
San Pedro; Juan de San Juan, alguacil ordinario; Gabriel Nicolás, alguacil de
agua; Clemente Bernabé, alguacil de cerca; Marcos de San Francisco, alguacil
de la milpa; Andrés de Santiago, alguacil de la iglesia; Miguel Rafael regidor;
Miguel José, mayordomo; Rafael Nicolás, escribano; Miguel de la Cruz y Juan
Martín, tequitlatos; y Andrés Merida, fiscal.
Fuente: A.G.N. Ramo Hospital de Jesús, legajo 277, cuaderno 1 f. 23-26, f. 1080-1083.
114
Plano de la región motivo de estudio
Rúbricas.
116
El lienzo de Totocuitlapilco
El dicho bachiller Diego de Torres dijo que contradecía y que las dichas tierras no
son del marquesado sino de la corona real… y así visto que el dicho pueblo de San
Miguel linda por la dicha parte del oriente con el río grande, por la parte del norte
con tierras de Metepeque y por la del poniente con las tierras de San Bartolomé,
Tlacotepec y por el sur con las tierras de Santa María Nativitas, sujeto de Calimaya,
y mandó al dicho señor oidor que se les notifique a los dichos Miguel Sebastián
y Francisco García, Indios pintores que andan con su merced que lo miren bien
todo y lo pongan en la pintura de la manera que esta, y mediante los interpretes
se les notificó y dijeron que lo aran así y con esto el señor oidor se volvió para la
dicha Villa de Toluca a todo lo cual se hallan presentes las dichas partes y el dicho
gobernador alcalde y regidores de la dicha Villa de Toluca y los alcaldes del pueblo
de San Bartolomé Tlatelulco y San Miguel Totocuitlapilco y fueron testigos Juan de
Peraleda, Gonzalo de Hermosillo y Juan de Vitoria. Lo firmaron las partes, intérpre-
tes y el dicho oidor.
Rúbricas
117
El lienzo de Totocuitlapilco
GLOSARIO
119
El lienzo de Totocuitlapilco
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El lienzo de Totocuitlapilco
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Colegio Mexiquense, 1991.
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